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El castillo maldito

Una tarde subí a Pochoclo, mi caballo, y a paso lento cruzamos un campo para
ir a la casa de mi tía. (vasos al paso). Los pájaros cantaban (Qojok) y las ranas
croaban.(raspador). Pero el cielo se nubló y empezó a correr un viento frío
(sikus). Apuré el paso. (cocos al trote). El viento soplaba (sikus). Aparecieron los
primeros truenos (placas). El caballo se asustó y empezó a galopar (cocos
galope). No tardó en caer la lluvia (palo de lluvia) y el viento me voló el sombrero
(sikus) Vi rayos. Los truenos eran impresionantes. (placas). El caballo corrió
desbocado, no lo podía parar (cocos al galope). Ante un nuevo trueno (placa)
Pochoclo se detuvo y se puso en dos patas. Relinchó (Relincho) y me caí (Golpe
en la mesa) Pochoclo se fue galopando (vasos galope), y me quedé solo y
empapado. De tanto susto me dio hipo (hipo) y estornudé dos veces (estornudo)
No sé cuánto tiempo caminé. Se fue haciendo de noche. Escuché el canto de los
grillos (llaves). A lo lejos vi una luz. Era la luz de una casa muy alta, parecía un
castillo. Llamé a la puerta. (golpear) Nada. Golpeé las manos (manos) la puerta
al fin se abrió y de las sombras salió una mujer muy vieja que tenía la nariz
parecida a una berenjena. En la punta de la nariz tenía un grano, y en el grano,
pelos. Tenía como cien años y era lo más parecido a una bruja. (careta) -¿Qué
es lo que quiere muchachito?- su voz era maliciosa. Llevaba un sombrero que
estaba cubierto de telas de araña. -Mi caballo se fue. Estoy mojado. Tengo frío.
¿Podría pasar aquí la noche?- el hipo no se me iba( hipo). Estornudé ( achis) y
tosí. (tos)
-Claro que sí, ¡Entra! Ja ja ja. Aquí vas a estar muy bien!... ¡Ja ja ja!.
Entré. Estaba lleno de ratas y de arañas. Tenía tanto miedo que empecé a
temblar y
escuché cómo me golpeaban los dientes. (castañetear dientes) La bruja me trajo
ropa seca. -Era de un chico como vos que una noche vino a visitarme. ¡Ja, ja,
ja!- La ropa tenía manchas de sangre, pero hacía tanto frío que me la puse igual.
Había animales embalsamados: Un puma, un zorro, una lechuza... En cada
rincón una vela encendida. Por el hombro de la bruja caminaba una
araña( araña), y a sus pies se enrollaba una víbora cascabel.(pandereta). -
¿Quieres que te prepare una sopa?
-Bu, bueno- precisaba algo caliente- Se fue a la cocina y me quedé investigando.
Me crucé con un gato negro que maulló tres veces. (maullido). De la cocina
salían ruidos extraños. (ruido de cacerolas) La bruja revolvía en una olla gigante.
Me asomé sin que me viera y vi que adentro del agua tiraba un sapo y una
víbora. De la olla comenzaron a salir burbujas (soplar botella).- Quise escapar.
Fui a la puerta pero estaba con llave. Volvió el hipo (hipo). Estornudé
( estornudo) Tosí. (tos). Grité auxilio (grito). La bruja se acercó con el plato
humeando. - Aquí tienes esta sopa deliciosa- Corrí. Me siguió. Abrí una puerta y
anduve por pasillos terroríficos: Lechuzas, ratas, sangre...Pegué un grito de
horror. (grito colectivo) Salí por una ventana y anduve por el techo. Por suerte
había dejado de llover. Me volvió el alma al cuerpo cuando escuché a lo lejos un
relincho. (relincho).!Sí!, era Pochoclo que venía a rescatarme. Fui bajando con
cuidado. Salté. Caí en la montura y nos alejamos a galope tendido. (cocos
galope)Llegué a la casa de mi tía en la madrugada. Nos abrazamos. No dejaba
de darme besos ( ruido a besos) Tuve hipo (hipo). Tosi. (tos) me chirriaban los
dietes. ( castañeteo dientes ). Cuando pude calmarme, poco a poco le fui
contando mi increíble excursión por el castillo maldito.

Motumbu llama a la lluvia

En un pueblo de Zimbabue, al suroeste de Äfrica, no llovía desde hacía cuatro


meses. Los ríos estaban secos y los animales que se iban enfermando. El viento
arrastraba el polvo y hacía toser a los habitantes de los bantúes. ( tos).
Motumbu, el hombre más viejo y más sabio de la tribu, se puso a tocar la
Kalimba para llamar a la lluvia( kalimba). Tocó y tocó en la tarde
soleada( kalimba). De pronto el cielo se puso gris y comenzó a correr un viento
frío ( sikus) mientras la Kalimba seguía sonando ( kalimba).
A lo lejos sonaban los tambores, todos estaban felices porque la lluvia iba a
llegar. Un rayo iluminó el cielo y escuchamos un trueno. ( Placas). Finalmente
se largó a llover ( palo de lluvia) y toda la tribu salió a recibirla, saltaban y
cantaban de alegría. ( Canto ritual Eh, oh, eh, parumpumpun, llumba llumba
llumba purumpumpun),
La lluvia era torrencial ( palo de lluvia).
Los elefantes se acercaron al río que ahora tenía agua y se pusieron a barritar
( manguera).Las ranas saltaban en el barro y croaban (tapitas gato rade).
Los tambores sonaron hasta el amanecer ( tambores), la lluvia caía y caía, y los
habitantes del pueblo, de tanta lluvia, tuvieron tos,( tos) tuvieron hipo ( hip),
estornudaron ( achis) y tuvieron chuchos de frío. ( ) pero nada de eso les
importó porque la lluvia haría fértiles sus siembras y el desierto volvería a ser
una selva, así que cantaron (Eh, oh, eh, parumpumpun, llumba llumba llumba
purumpumpun), hasta que salió el sol y la lluvia dejó de caer. Se acostaron
felices y comieron perdices.

Un cuento de piratas

Era una noche de luna llena y en el mar caribe navegaba un barco que se
llamaba “Los valientes”. Era un barco de piratas.
Los piratas estaban contentos porque estaban por llegar a tierra. Tomaban ron y
cantaban (hey, hey, hey, hey hey), pero empezó a soplar un viento frío. ( Shhh).
El cielo se llenó de rayos y se escucharon los primeros truenos (placas). El
viento era cada vez más fuerte (shhhh).
Se largó a llover(palo de lluvia) y el barco se movía para un lado y para el otro.
(movimiento) La tormenta fue tan grande que el viento( shhh) le voló el sombrero
a “Pie de palo”, el capitán. Quedaron todos empapados y al capitán le dio hipo
(hic), y le dio tos (toser). El hipo no se le iba( hic), y la tos tampoco( tos). Y
siguió el barco moviéndose para un lado y para el otro( movimiento), mientras el
viento soplaba y soplaba( shhh)...
Cuando salió el sol alguien gritó: “Barco a la vista” (Telescopio.) y los marineros
volvieron a cantar ( hey, hey....)
Izaron las velas y alcanzaron al otro barco. El capitán gritó: -¡ Al ataque mis
valientes! Subieron y trajeron un cofre. El cofre tenía un candado. “Pie de palo”
empezó a golpear el candado con un hacha (aplaudir). Los marineros estaban
emocionados. ( Hey, Hey..). Finalmente el cofre se abrió y aparecieron cientos,
miles de monedas de oro. Alguien gritó: -!Tierra a la vista! Y los piratas,
emocionados, se abrazaron(abrazos) tosieron ( tos) , estornudaron (estornudo),
gritaron (Hey hey hey hey) . ¡Sí! ¡Eran millonarios. Cuando llegaron a tierra,
felices, se pusieron a aplaudir.( aplausos)

La casita del árbol

Juancito llamó a sus amigos, y dijo: - ¡Tengo una idea genial!, hagamos una
casita
¡En el árbol que está allá!
Estuvieron todos de acuerdo, entonces: -¡Manos a la obra!, maderas, clavos,
martillos
regla, lápiz y cola...
Krs, krs, (raspador) Paula serruchaba, unas pequeñas maderas, para pisar
sobre ellas
y hacer la escalera
Pum, pum... (martillo) con un martillo, en el tronco las clavó Luis, subía y bajaba
a la copa
y estaba tan feliz
Daniel subió otros recortes, y trabajaron toda la tarde, clavaron, martillaron, y
reforzaron con alambre
Y una vez que la terminaron, cr cr... (lijas)) Juancito lijó y lijó, luego pasó la
manito
y todo lisito quedó, Ps ps...
(shake) Paula pasó un cepillo, A – chís...(estornudo) y Luís estornudó, Juan fue
a buscar la escoba (shake), y aserrín al suelo cayó
Con un pincelito, de blanco, con paciencia pintó Daniel, y esperando a que se
seque
bajo el sol comieron pastel
Subieron mesas y sillas, lindas cortinas puso Paula, arriba de la mesa, un
florero, y en el florero, unas dalias
Juancito colgó unas sogas, de una rama muy alta, y Parecía Tarzán, volando
sobre las lianas (oh, oh oh grito Tarzán)
Entre aventuras y risas, pasaron contentos el día, fueron felices felices, y
comieron una sandía.
Y así termina la historia, de estos amigos del barrio, que hicieron tan bella casita,
y colorín colorado

La mermelada de naranjas más rica del mundo

Mi mamá me pidió si podía ir al bosque, atrás de los cerros, donde están los
naranjales, porque precisaba muchas naranjas para hacer mermelada.
Puse unas bolsas en mi caballito blanco y partimos (vasos al paso).
Era una tarde muy linda y los pájaros cantaban (Quojok), pero había viento,
mucho viento (cañas o sikus).
No había nada más rico en el mundo que las mermeladas de naranjas que hacía
mi mamá. Cada vez que preparaba invitaba a los chicos de la cuadra y se las
poníamos a los pancitos tostados que tomábamos junto al café con leche. ¡Era
muy divertido!
Allá a lo lejos vi los cerros. Si, faltaba poco. Pero de pronto vi un rayo en el cielo
y en seguida escuché un trueno. (Placa) Apuré el paso del caballito que empezó
a galopar
( vasos galope)
Escuché otro trueno y empezó a llover (Palo de lluvia) Nos refugiamos en un
bosque con tantos árboles que no nos mojamos. Por suerte fue una lluvia
pasajera. Cuando llegué a los naranjales bajé del caballito y empecé a juntar las
naranjas. ¡Estaban tan lindas!
Puse 10 naranjas en la primer alforja (Contar hasta 10 con los chicos). En la
segunda alforja puse 15 naranjas (Contar hasta 15 con los chicos)
De pronto aparecieron unos sapitos que se pusieron a chapotear en un charco.
Luego cantaron. (raspador). Eran tres sapitos curiosos que vinieron a visitarme y
cantaron para mi. (Raspador)
Volvimos a casa galopando para que mi mamá no se preocupara (vasos galope).
Ya empezaba a oscurecer y escuché el canto de los primeros grillos (llaves)
Llegué a casa y mi mamá me besó( Beso en la mano) y me dio un abrazo. Le
entregué las naranjas y me senté a la mesa a ver como cocinaba. Mi gato
garabato vino a saludarme y se sentó en mis zapatos. Y nos quedamos viendo
cómo cocinaba mi mamá. (Ollas). Hizo la mermelada de naranjas más rica del
mundo.

El tío dormilón

Fui a la casa de mi abuela. Mi abuela me dijo:- Me tengo que ir a hacer las


compras, tenés que despertar a tu tío porque tiene que tomar los remedios.
Tenele paciencia porque tu tío duerme como un tronco. Y no lo zamarrees
porque se pone de mal humor ¿eh?. Ahí te dejo unos instrumentos así lo
despertás. Tocale suavecito para que se vaya despertando. A tu tío le encanta la
música.
La abuela se fue y me acerqué al sillón del tío para ir a despertarlo. El tío
roncaba. Me acerqué y le toqué, despacito, los chin chines ( chin chin) pero el tío
siguió roncando. Entonces seguí con los chinchines. ( Chin chin)Nada.
Le dije: “Despertate tío, despertate” Probé con el jingle ( Jingle). Ni se mosquió.
¡Este tío! Ya tendría que haber tomado el remedio. “Tío, despertate” Toqué las
chaschass(chaschas) nada.
Toqué la flauta ( flauta) pero el tío Mario seguía durmiendo. Ya no sabía qué
hacer. Me acerqué a su oreja y le dije ¡Tïo despertate!. Ahora roncaba como un
oso después de haber comido un barril de miel.
Toqué fuerte un lata.
Me estaba volviendo loco!. ¡Toqué los platillos ( platillos) y siguió roncando.
Entonces llamé a mis amigos y, a la cuenta de tres tocamos todos los
instrumentos a la vez.
Después tocamos y gritamos. El tío al fin abrió un ojo! Después abrió otro ojo y
se despertó.
-¡Tío, tenés que tomar los remedios!
-Gracias por despertarme-dijo, tomó la pastilla... -Me encanta despertarme
escuchando música- dijo- Despertarme dentro de una hora que tengo que tomar
otra pastilla- y se volvió a dormir.
Me agarré la cabeza. ¡Este tío dormilón! Iba a ser una mañana muy roncadora y
muy musical.

Otoño

Hace poco empezó el otoño. Los árboles parecen tristes porque pierden las
hojas que se ponen amarillas, otras se ponen rojas y hacen un paisaje muy
lindo, lleno de colores. A mí me encanta el otoño.
El otro día venía para el jardín y me crucé a la otra vereda nada más que para
pasar debajo de una arboleda y escuchar los crac crac de las hojas amarillas
que iba pisando. ( pisada de hojas amarillas). Agarré un par de hojas secas, muy
lindas, para hacer un collage. De pronto vino una ráfaga de viento. ( shhh)
sacudió las ramas de un tilo y las hojas me dieron en la cara, eran como
caricias. Mi mamá me dijo: - Dale hijo, caminá que vas a llegar tarde al jardín.
Pero yo no caminé, me quedé debajo del árbol que largaba las hojas amarillas
del otoño. Después caminé un poquito( caminar sobre las hojas) y volví a
detenerme para que las hojas me acariciaran, pero mi mamá me retó y volví a
caminar. Me crucé con un perro que vino a ladrarme ( ladrido). - Le grité: cucha y
el perro se fue. Después me crucé con un gato que maulló tres veces
( maullido). Pasaron delante de mí unos pajaritos que se pusieron a
cantar( pajaritos). Y me crucé con un gallo (kiquiriqui), parece que se había
quedado dormido porque siempre cantan más temprano, pero este gallo loco se
le dio por cantar a la horas de entrar al jardín ( kiquiriqui). Volví a pasar por las
hojas secas. Pasó el vendedor de churros. ( silbato). Hay churros, churro,
bolitas, churros) Le pedí a mi mamá que me compré pero me dijo que no. Dijo
que ya estaba gordito. ¡Ufa!.
El viento soplaba y soplaba (shhh) y las hojas seguían callendo de los árboles.
Empezó a llover (palo de lluvia). Corrimos hasta el jardín y saludé a mis amigos (
palmas) Después del desayuno le regalé una hojita roja, preciosa, a un amigo, y
él me regaló un caramelo mientras la señorita nos leía un cuento y yo miraba la
lluvia caer. (palo de lluvia) y pensaba: “Que lindo es el otoño” y colorín colorado,
este cuento se ha terminado”.

La tarde en que Kintu tocó los tambores

Esta historia ocurrió en un lugar muy muy lejos, en África, hace muchos años,
cuando un grupo de hombres malos( hombres que tenían la piel clara), fueron a
buscar a los indios de África, que tenían la piel oscura, para convertirlos en
esclavos ( es decir en prisioneros y obligarlos a trabajar para ellos). Los
hombres malos llegaron a la aldea a los gritos y disparando. ( explosiones
bolsitas, gritos), atraparon a los negros y les pusieron unos grilletes, que eran
como unas sogas de metal para que no pudieran escaparse. Todos los negros
fueron atrapados. Todos menos Kintu, que, a sus diez años, ya sabía todo lo que
tenía que saber.
El niño corrió y corrió por la selva. Tan asustado estaba que sintió a su corazón
como a esos tambores que tanto le gustaba tocar ( tambor).. Sintió el zumbido
de las balas que le pasaron cerca. ( explosiones) .Corrió con los pies descalzos,
con el sol de las cuatro de la tarde sobre su frente. Corrió con la esperanza de
llegar antes que los blancos a la próxima aldea para pedir ayuda. La aldea se
hallaba en el centro de otras más pequeñas y con sólo tocar tambores podían
escucharse en toda la región. Las aves, asustadas, salían revoleteando (efecto
aves).
Kintu llegó cansado y con miedo. Miró el fuego (celofán). Vio que un hombre
blanco estaba quemando los tambores. Pensó y pensó. Se escondió detrás de
unos árboles, respiró profundo y salió al encuentro del hombre. Se hizo seguir y
pasó por el sendero donde estaban las trampas para las bestias. Saltó y pasó
por arriba de unas ramas, pero el hombre blanco pisó la trampa y cayó en un
pozo enorme, un pozo del que no pudo salir. Entonces Kintu buscó los tambores.
Sölo había quedado uno y empezó a tocar. ( bongó). Tocó la señal de alarma
¡Si!, el ritmo le estaba saliendo bien ( bongo). Los sonidos llegaron a todos los
pueblos... El niño llevaba veinte minutos tocando y ya se estaba quedando sin
fuerzas. En otra aldea, Kroslo, que era un cacique escuchó esos ritmos y de
inmediato mandó a sus guerreros. Los hombres buenos tomaron las lanzas y los
escudos y corrieron gritando (grito indios). Los músculos de Kabul ya no daban
más pero siguió y siguió tocando ( bongó). Llegaron a la aldea y encontraron a
Kintu que les contó sobre los hombres blancos. Corrieron hasta la otra aldea y
en minutos liberaron a sus compañeros y bailaron hasta el amanecer ( bongó,
voces ritual ) mientras los pájaros cantaban con el nuevo día ( pájaros), y el
viento ( shhhh) reavivaba las brasas del fuego ( celofán), y colorín colorado, este
cuento se ha terminado.

Los peligros de África

Una vez me fui a Sudáfrica. Quería pasear, ver de cerca a los animales salvajes
y sacarles fotos. Tomé en avión. Después un tren, de esos antiguos, a vapor
( silbato tren). Viajé toda la noche en el tren que hacía sonar el silbato en cada
estación ( silbato tren). Dormí en un hotel y al día siguiente me vinieron a buscar
en una camioneta. Los pájaros eran increíbles. ( pájaros). Revoloteaban al lado
de la ventanilla ( alas pájaros, cintas de papel unidas)... A lo lejos divisamos
unas cebras y nos acercamos para poderlas fotografiar, pero se fueron
galopando ( cocos). Aparecieron las jirafas y vi un rinoceronte... El motor de la
camioneta no anduvo más y caminamos bajo el sol de África. De pronto la tierra
tembló. ( bombo ). ¡Sï! una manada de elefantes vino hacia nosotros. Barritaban.
( elefantes mangueras corrugadas de cable)Corrimos y corrimos. Eran 15 0 20
elefantes enloquecidos (elefantes). Golpeaban el tronco de un árbol para que
caigan sus frutos.(bombo). Se quedaron un buen rato allí. Luego vino una
pantera( rugido). La manada de elefantes volvió a barritar ( elefantes). Caminé y
caminé... La noche me encontró cansado y sin agua.. Hice un fuego (celofán), y
el croar de las ranas era como un concierto. (tapitas gato rade) nunca escuché
nada igual.(tapitas). El canto de las ranas era impresionante. (Tapitas).
Volví a caminar. Por la tarde pude volver al hotel. Fue un día difícil, saqué
muchas fotos increíbles, hermosas, pero nunca más volví a esa selva con tantos
peligros y colorín colorado, este cuento se ha terminado.

Una noche de Navidad

Era la noche de Navidad y Juancito estaba feliz esperando a que se hagan las
doce para abrir los regalos.
Le había escrito una carta a Papa Noel pidiéndole un barquito para la pileta.
Revisó el arbolito pero no encontró ningún paquete con su nombre. ¿Papa Noel
se había olvidado de él?
Se acercó al fondo donde su abuelo estaba cocinando asado y se quedó viendo
las grandes llamaradas que quemaban el carbón. (celofán) A Juancito le
encantaba mirar el fuego y su abuelo le pidió más piñas porque se había
quedado sin maderas, entonces trepó al pino y cada piña que encontraba la
tiraba al suelo.(golpe sobre la mesa) Subió hasta las últimas ramas y se dio
cuenta que había viento, mucho viento agitaba las ramas (cañas) Escuchó
también el canto de los grillos y de las ranas (raspador), y las cañitas voladoras
que de tanto en tanto surcaban el cielo. Cuando juntó muchas piñas bajó del
árbol, se las llevó al abuelo y salió corriendo cuando escuchó que habían tocado
timbre.(triángulo) Eran sus primos preferidos: José y Daniela.
Jugaron a policías y ladrones con unos revólveres, pero Daniela dijo que ese
juego no le gustaba y propuso las escondidas. Empezó contando ella y Juancito
corrió hasta el pino y en segundos llegó hasta las ramas más altas. Daniela no lo
podía encontrar y mientras esperaba, Juancito, agazapado, escuchó que el
viento era más fuerte. ( caña). La luna había sido cubierta por grandes
nubarrones.
El abuelo tocó la campana que estaba al lado de la parrilla (campana): - ¡A
comer!
Mientras conversaban Juancito intentaba hacer memoria. ¿Realmente se había
portado bien como para recibir el barquito? ¿Se habría enterado Papa Noel de
aquel cumpleaños en que le había robado dos caramelos a su amigo? ¿Y la
tarde en la que con un primo más grande tocaron el timbre de una casa y
salieron corriendo?
El papá juntaba las cosas del fondo porque venía la tormenta. El viento ( caña)
se hizo más fuerte y el cielo empezó a relampaguear.
Juancito y sus amigos se divertían tirando petardos. (explotar bolsitas).
La lluvia se largó con todo,( palo de lluvia) una tormenta con fuertes vientos y
rayos aquí y allá...( trueno placas).
Finalmente el reloj dio las doce. Brindaron... ( chinchines).
El papá entregó los regalos y Juancito se volvió loco con su barquito azul.
¡Estaba tan feliz! Papa Noel se había acordado de él y había perdonado las
veces en que se portó mal.
Apretó un botoncito y escuchó una sirena. Los grandes se quedaron
conversando y Juancito abrió un paraguas y puso el barquito en la pileta y lo vio
navegar, loco de alegría, así fue cómo vivió la Navidad más linda de su vida.

Una tarde en el campo de mi tío Mario.

Era una tarde de sol y mi mamá me llevó al campo de mi tío Mario. Cuando
abrimos la tranquera vinieron los perros a ladrarnos. ( ladrido). Había muchas
gallinas que se pusieron a cacarear ( cacareo) y también un pato ( cua cua).
Pasamos por el corral de los chanchos ( sonido chancho).
Mi tío nos recibió con un abrazo. Nos convidó mate y me preguntó si lo
acompañaba al pueblo a comprar para la cena. -¿Te animás a montar un
caballo?- me preguntó.
Le dije que sí aunque tuve miedo.
Los pájaros cantaban ( Pájaros) y el viento comenzó a sacudir las copas de los
árboles (cañas),. De pronto se nubló. Subí al caballo y empezamos a andar
( cocos al paso) Mi tío iba adelante en su caballo que se llamaba Rayo, el mío se
llamaba Pochoclo.
Pasamos por donde pastaban las vacas ( mugido), y el viento soplaba y soplaba
( cañas)
-Agarrate fuerte-me dijo- Vamos a galopar así llegamos más rápido.
Su caballo galopó y el mío también ( cocos galope). Íbamos muy rápido. El cielo
se había puesto negro. Los caballos galopaban fuerte ( galope vasos). De pronto
el cielo se llenó de rayos y escuchamos los primeros truenos ( trueno).
Las vacas mugían ( mugido) y se refugiaban debajo de los árboles.
Llegamos al almacén. Compramos rápido y emprendimos la vuelta. Los truenos
daban miedo ( trueno) y los caballos, asustados, se pusieron a relinchar
( relincho).
Pasamos la tranquera y ni bien bajamos de los caballos se largó una lluvia
torrencial ( palo de lluvia).
Un rayo iluminó el cielo, cayó cerca del río y el trueno que siguió hizo vibrar toda
la casa ( trueno).
Mi tía nos cocinó torta frita mientras por la ventana mirábamos la lluvia caer
( palo de lluvia) y escuchamos cantar las ranas ( tapitas gato rade) y los grillos
( llaves). Cómo me gustaba escuchar las ranas ( tapitas) y los grillos( llaves).
Tuvimos suerte en no mojarnos. Las tortas fritas salieron riquísimas. Me encanta
ir al campo de mi tío Mario, es muy divertido, y colorín colorado, este cuento se
ha terminado.

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