Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
ADULTEZ Y SENECTUD
PSICOLOGÍA DE LA ADULTEZ Y SENECTUD
5 DE OCTUBRE DE 2019
LIZETH DEL ROCIO COLACCI RODRIGUEZ
MG. María Anseli Lozada Miranda
Dedicatoria
pág. 1
INDICE
RESUMEN ................................................................................................................................ 3
PALABRAS CLAVE: personalidad, senectud, teorías. ............................................................ 3
INTRODUCCION ..................................................................................................................... 4
Capítulo I: Definiciones y clasificación ..................................................................................... 6
La personalidad del adulto en contexto con el duelo ............................................................. 7
Capítulo II: Teorías de la personalidad en la adultez y senectud .............................................. 8
k. Warner scrapie ................................................................................................................... 9
Teorías sobre el envejecimiento exitoso .............................................................................. 10
Teorías parciales o específicas ............................................................................................. 12
Capítulo III: Situación actual del adulto y anciano en el Perú. ................................................ 14
Capítulo IV: Actividades de intervención psicológica para mejorar la calidad de vida del
adulto y anciano. ...................................................................................................................... 15
CONCLUSIONES ................................................................................................................... 17
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS..................................................................................... 18
pág. 2
RESUMEN
definir por todos los componentes que la integran; todo parece indicar que está
determinada por el medio ambiente, sin poder descartar a la posible influencia genética.
situaciones específicas.
incluye a la edad adulta y a la vejez, por lo que propone clasificar en siete estadios el
desarrollo del yo: (1) de la confianza, (2) de autonomía, (3) de iniciativa, (4) de
laboriosidad, (5) del sentido de identidad del yo, (6) de la creatividad del yo, (7) del
sentimiento de integridad del yo. Cada uno de estos estadios representa una crisis que debe
ser dominada.
pueden citar algunas teorías que nos facilitarán este proceso: la teoría de la desvinculación
(Cumming y Henry, 1961); la pérdida del rol (Burges, 1960); la estratificación por edades
reactancia; del etiquetado; del intercambio social (Dowd, 1980), y la teoría crítica de la
pág. 3
INTRODUCCION
La personalidad social (subjetiva) del anciano va muy de la mano con los mitos alrededor
sociedad de jóvenes (juventud = valor vital máximo y predominante) que lo rechazan hasta
predominan los jóvenes, los cuales enseñan a los niños y a las generaciones futuras a
rechazar a los viejos y les inculcan miedo a la vejez, impidiendo el acercamiento pleno a
ellos, menguando o extinguiendo con ello todos los conocimientos experienciales que
vital. Así, los "años dorados" no parecen serlo tanto. Que decir de la vida y sexualidad del
viejo, en la cual se le considera específicamente como "el viejo rabo verde" o "sucio",
concepto errado de una sociedad "sexista" en la que hemos crecido, en la que al parecer, el
Se dice que la personalidad del anciano es el resultado de la personalidad del adulto más
los cambios adaptativos al medio o circunstancia que lo han rodeado durante el tiempo.
pág. 4
Con la serie de mitos creados por la sociedad nos preguntamos: ¿Será la personalidad del
anciano diferente o igual a la personalidad que tuvo en su vida como adulto joven?, ¿podrá
seguir adaptándose a su medio social? Claro está que puede hacerlo y de igual manera que
cuando tenía treinta años, como es el caso de Chichester que navegó alrededor del mundo
a los sesenta y pico; como Bernard MacFadden, que se lanzó en paracaídas al río Hudson
para celebrar sus 70 años, o como Octavio Paz, que a sus 81 años sigue en plena actividad
Sin embargo pueden existir rasgos en la personalidad, los cuales son comprendidos de una
mejor manera si nos basamos en los estudios de Havighurst (1975), quien describió ocho
Desligados con éxito, (4) Persistentes, (5) Limitados, (6) Buscadores de soporte, (7)
Apáticos y (8) Desorganizados. Cabe mencionar que ésta es una forma práctica de valorar
la personalidad, pero es necesario aclarar que no se presentan en forma casi pura; por el
como parte de su vida; por esto se debe tomar en consideración que es un acoplamiento
psicosocial.
pág. 5
Capítulo I: Definiciones y clasificación
van observando estos cambios en la personalidad, hasta llegar a la edad adulta, cuando ya
Al respecto Kelly (1955) dice: “Este punto es un principio básico del estudio de la
personalidad: si conocemos algo sobre otra persona, su pasado, presente y futuro se nos
no cambia fácilmente” sin embargo, podemos agregar que cualquier variable propuesta
pág. 6
La personalidad del adulto en contexto con el duelo
En realidad, el término personalidad se podría decir de muchas maneras, pero lo que en sí
personalidad, durante el paso de los años, es lo que nos va a permitir afrontar diferentes
cuestiones en la vida; en este caso, en el que se habla de las pérdidas, se busca entender el
cómo va cambiando la manera de ser del adulto al tener que afrontar diferentes y drásticos
un ser querido y sufren el duelo también muy diferente. Jiménez (2006) encontró lo
siguiente: “Cada pérdida recrea una experiencia peculiar de duelo en un cierto momento,
afrontamiento, pueden explicar una u otra respuesta. A primera vista, el ciclo natural de
que ocurre su muerte. De acuerdo con las etapas básicas de nacer, crecer, reproducirse,
envejecer y morir, un adulto mayor o un anciano, así como un individuo débil o enfermo,
en el conocimiento popular ha cumplido ya con gran parte del ciclo en la medida de sus
posibilidades”.
Mc Clelland (1967) menciona: “Si miramos hacia atrás en épocas muy remotas, el hombre
pág. 7
Hemos llegado a creer que como adultos somos ya capaces de entender muchas cosas, que
nada nos puede flaquear; pero, al contrario, no siempre se está preparado para las
diferentes cosas que se presentan, nunca se está lo suficientemente maduro para aceptar la
pérdida de un ser querido; no resulta fácil para nadie, no obstante, la personalidad de cada
persona fallecida.
de pánico, de shock, donde no sabríamos que hacer y mucho menos como actuar. Y
aunque, tal vez la personalidad que un individuo tiene en particular se caracteriza porque
se sabe expresar muy bien, afronta retos que se le presentan de la mejor manera, el día que
tiene una pérdida familiar o de un ser muy querido no sabe ni qué decir; y, en cambio, el
individuo que es reservado y poco expresivo, al tener este tipo de experiencia podría
reaccionar de diferente manera, dejando ver sus emociones y sentimientos mucho más que
pág. 8
Capítulo II: Teorías de la personalidad en la adultez y senectud
k. Warner scrapie
vital, en etapas que marcan las formas de adquisición del conocimiento. Corresponde a la
edad adulta temprana desde la segunda etapa, siendo importante conocer la primera.
Etapa reorganizadora:
Para muchas personas esta etapa coincide con la jubilación, por lo que tendrán que
Etapa reintegradora:
Corresponde a la edad adulta tardía, es decir, 70 años o más. Los adultos mayores deciden
concentrar su limitada energía en tareas que tienen significado para ellos, siendo éstas más
gente mayor se prepara para morir, documentando las historias de su vida, desapegándose
de las cosas materiales y distribuyendo sus posesiones a personas que sabrán valorar y
cuidar de ellas.
pág. 9
Teorías sobre el envejecimiento exitoso
En contraposición a las teorías puramente descriptivas que acentúan, ante todo, los déficits
del desarrollo, pueden estudiarse las teorías sobre el envejecimiento exitoso (p. ej.:
Havighurst y Taba, 1963). Estas teorías intentan describir los caminos que deben seguir las
personas mayores para cumplir con las exigencias de su edad y llegar a un alto grado de
central (Baltes, 1990). Pero no existe unanimidad entre los autores sobre los procesos que
deben seguirse para lograrla. Havighurst, Neugarten y Tobin (1964) afirman que el
Las personas mayores deben prolongar todo lo posible sus actividades acostumbradas y
buscar nuevas alternativas para aquellas otras que deban interrumpir por mandato de la
edad. El postulado básico sería: la madurez y la vejez llevan psicosocialmente a una lenta
retirada (Disengagement) de la persona mayor. El motor de esa retirada puede ser la propia
persona, pero también su entorno. La retirada no necesita ser uniforme y paralela en todos
los entornos.
como un hecho biológico natural, por ejemplo, cuando las personas mayores deben ceder
pág. 10
Baltes y Baltes (1989), siguiendo la línea conceptual del envejecimiento exitoso, han
conseguido un modelo propio del desarrollo de la edad adulta que ha dado pie hasta el
de la optimización con compensación lo constituye el concepto del ciclo vital con sus
regularla, según las nuevas exigencias de la edad. Rige para ello el principio de que las
pérdidas, la persona mayor dispone de unas reservas y recursos que pueden ser
movilizados. Existen para ello estrategias, ejercicios y aprendizajes muy valiosos, eso sí,
siempre sometidos a las limitaciones de la edad. Según estos autores, se puede conseguir
un nivel funcional estable, una autoimagen positiva y un estado satisfactorio, por medio de
segunda intenta evitar lo negativo, reaccionando a las pérdidas y reformulando las metas
con niveles estandar elegidos por el propio individuo. La optimización se entiende como la
mantenimiento del nivel funcional o del estatus bio-psico-social vigente hasta el momento.
Con ello se procura movilizar, sobre todo, recursos, capacidades y habilidades que han
pág. 11
El resultado final de la interacción de estos tres procesos es un sistema de vida
satisfactorio, exitoso y activado, aún a pesar de las limitaciones obvias que impone por sí
misma la edad.
distintas edades y diversas funciones, porque se basan en una causa común. Lindenberger
& Baltes (1994) pudieron demostrar que, tras la introducción de funciones sensoriales
efecto directo alguno sobre el rendimiento cognitivo. Las diferencias individuales en las
funciones sensoriales ofrecían una covarianza del 93% con las diferencias de edad, en
relación al rendimiento cognitivo. Esto significa que, teniendo en cuenta las diferencias
“Common-Cause”.
los autores están de acuerdo. Según esta hipótesis, los rendimientos y resultados en las
tareas cognitivas y en los tests sensomotóricos tienden a converger con el paso de la edad.
pág. 12
mayor protagonismo; por tanto, ya no sería tan influyente y, en consecuencia, el desarrollo
Pero esto solo sucede hasta que llega una edad más elevada o la vejez. En estas edades
superiores, los procesos psicológicos, sobre todo, los cognitivos, vuelven a estar muy
en consonancia con las distintas edades, de las correlaciones entre las variables cognitivas
y sensoriales (Salthouse, Hancock, Meinz & Hambrick, 1996). Mientras que la mayoría de
Intrieri, Schaie y Willis, 2000) y del Victoria Longitudinal Study (Hultsch, Hertzog, Dixon
satisfacción subjetiva. Según esta teoría, se deben poner en marcha medidas reguladoras
para seguir aplicando con eficacia los recursos vitales de que dispone la persona. La tesis
pág. 13
Capítulo III: Situación actual del adulto y anciano en el Perú.
En el Perú, como en otras partes del mundo, se viene registrando un incremento en la
longevidad de las personas. De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas
del Perú (UNFPA), se espera que la cantidad de adultos peruanos que tienen más de 60
años aumente de 3 millones en 2015 a 8,7 millones en 2050 (UNFPA 2015: 2).
Actualmente 3 345 552 de los habitantes del país son personas adultas mayores, lo que
(INEI) 2018: 1). Según las proyecciones demográficas estimadas, para el año 2020 se
espera que la cantidad de adultos peruanos de más de 60 años aumente a 3 593 054
En la última década, el Plan Nacional para las Personas Adultas Mayores ha sido el
y Poblaciones Vulnerables (MIMP) 2013: 5). Este documento tiene su origen en el año
2002, cuando se aprobó el primer Plan Nacional para las Personas Adultas Mayores 2002-
2006. Luego, en el año 2006, el Estado aprobó la reformulación del Plan Nacional para las
para el periodo 2006-2010 (MIMP 2013: 34). Las dificultades presentadas en el Plan
Nacional para las Personas Adultas Mayores 2006-2010 dieron lugar al desarrollo y puesta
en práctica de otras estrategias de intervención en el desarrollo del Plan Nacional para las
pág. 14
Capítulo IV: Actividades de intervención psicológica para mejorar la
calidad de vida del adulto y anciano.
Durante los últimos años, a causa del crecimiento de la población adulta, disciplinas como
psicología, medicina, gerontología, sociología, entre otras, se han preocupado por estudiar
diversas variables en esta etapa del ciclo vital y por contribuir al desarrollo de teorías e
con el diseño de medidas fiables que permitan una evaluación y seguimiento de los
población y del contexto familiar y social que lo rodea (Colegio Oficial de Psicólogos,
2002).
Se puede observar que la mayoría de los estudios dirigen sus objetivos a medir la eficacia
adultos mayores, influía en los cambios de variables psicológicas, como la ansiedad, la ira
Dichos resultados son similares a los de otro estudio (Moreno, Contreras, Martínez, Araya;
Livacic-Rojas, & Vera-Villaroel, 2006) en el que el objetivo era evaluar el efecto de una
pág. 15
bajo tratamiento médico, y se encontró que los niveles de presión sistólica y diastólica
Así mismo, en relación con el abordaje de la salud, otro de los estudios pretendió evaluar
obtuvo como resultado un locus de control interno mayor, más sensibilidad hacia su
pág. 16
CONCLUSIONES
cada cultura haga de él. Se entiende como un fenómeno multidimensional que involucra
orden físico, psicológico y social entre otros; por lo cual, se constituye en un espacio ideal
y asimismo dar alternativas que promuevan la calidad de vida del adulto mayor para de
esta manera poder crear taxonomías de cuidado que permitan un mayor conocimiento y,
pág. 17
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
pág. 18