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La modernidad de Altazor : tradición y creacionismo

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Publio Romero
Autonomous University of Baja California Sur
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Entre libros
y
comentarios

La modernidad de Altazor: tradición y creacionismo*

El gran poema de Huidobro es Altazor (1931): Altazor. Altazor dialoga con otros tex-
el azor al asalto de la altura y que desaparece
tos, con otros géneros, de la antigüedad
quemado por el sol
y la modernidad. Para decirlo con
(O. Paz, Los hijos del limo)
Bajtín: “Cada palabra (cada signo) del
texto conduce fuera de sus límites, toda
I. A manera de introducción: escritura y comprensión representa la con-
lectura dialógica del texto frontación de un texto con otros textos.
El comentario: el carácter dialógico de
A un siglo de distancia, el discurso de esta confrontación”; o bien, “Un texto
las vanguardias sigue siendo impres- vive únicamente si está en contacto con
cindible para acercarse y volver a dis- otro texto (contexto). Únicamente en el
frutar los grandes libros de la lite - punto de este contacto es donde aparece
ratura hispanoamericana del siglo XX. una luz que alumbra hacia atrás y
Dicho lo anterior, no sería exagerado hacia adelante, que inicia el texto dado
afirmar que los trabajos, poéticos y en el diálogo.”2
metapoéticos, de Vicente Huidobro, Altazor mantiene relaciones extra-
marcaron el punto final de una tradi- textuales con la poesía épica: la ejem-
ción y, simultáneamente, el inicio de la plaridad del héroe, el motivo del viaje,
modernidad, tal como lo entendemos la empresa, las pruebas, etc.; pero
sobre todo al leer Altazor (1931).1 asimismo con el drama trágico: en la
En el presente escrito lo que pro- trama de su fábula (Aristóteles) el
pongo es una lectura dialógica de héroe vive su peripecia, anagnórisis y

* 2Bajtín,
UABCS. “Los símbolos son elementos... esta-
1 bles y a la vez... emocionales; se refieren a la
Vicente Huidobro: Altazor, Edición de René
de Costa, México: rei, 1987. Todas las citas forma, no al contenido”, Estética de la creación
corresponden a esta edición. verbal (México: Siglo XXI, 1982), pp. 383-84.

143
pasión, e incurre en falta, la fatal 1. "Non serviam"
Hybris que necesariamente le aca -
rreará la némesis. Igualmente, para Este documento es el de la conferencia
lograr una mayor integridad del texto, que Huidobro dictó en el Ateneo de
su sentido de totalidad, Huidobro Santiago de Chile en 1914. En un tono
recurre a las formas genéricas de la de suprema rebeldía, el autor declara
poesía mística. Ahora bien, en el nivel “su independencia frente a la
teórico y desde el punto de vista de las Naturaleza” (p. 203), indicando con
relaciones intertextuales, Altazor ello su distanciamiento del arte imita-
dialoga, evidentemente, con los tivo que sólo resulta ser copia de la
escritos que el propio Huidobro realidad. A sus hermanos poetas les
elaboró en el lapso que va de 1914 a dice: “también nosotros podemos crear
1925. realidades en un mundo nuestro, en
Mi trabajo se orienta, pues, sobre un mundo que espera su fauna y su
estas premisas; y lo que a continua- flora propias” (loc. cit.). Ese mundo es
ción propongo es el producto de una obviamente el de la poesía; la poesía
lectura comprensivo-valorativa, aten- debe crear objetos paralelos a los que
diendo al máximo a las sugerencias de crea la naturaleza, “imitándola en sus
las imágenes y al conglomerado de leyes constructivas” (loc. cit.).
símbolos que le otorgan al poema estu- En este texto importa señalar dos
diado su sentido de unidad orgánica. aspectos que en el futuro se identificarán
como constantes de su estilo: en primer
II. Poética del creacionismo lugar, el espíritu lúdico, el gesto
histriónico, chaplinesco: “la madre
Vicente Huidobro, al mismo tiempo Natura iba ya a fulminar al joven poeta
que comenzó a escribir poesía se dio a rebelde, cuando éste, quitándose el som-
la tarea de construir su propio dis- brero y haciendo un gracioso gesto,
curso teórico, su metalenguaje poético. exclamó: ‘eres una viejecita encanta-
Su teoría creacionista fue quedando dora’” (loc. cit.); el otro aspecto tiene que
dispersa en documentos de la época, ver con el repertorio de imágenes que
que años más tarde recopilaría el pro- van a determinar la orientación cósmica
fesor Hugo J. Verani, y a quien le de su obra: “yo tendré mis árboles que no
debemos la edición íntegra de los prin- serán como los tuyos, tendré mis mon-
cipales documentos de las van- tañas, tendré mis ríos y mis mares, ten-
guardias hispanoamericanas.3 En este dré mi cielo y mis estrellas.” (p. 204). El
apartado hacemos un breve comen- mismo Huidobro se encargó de indicar el
tario de los aspectos sobresalientes de sustento filosófico de estos primeros
la teoría creacionista contenida en planteamientos teóricos del poema crea-
tales escritos. cionista. En el prefacio a su libro Adán
(1914-1916) declara su deuda con el
poeta norteamericano Ralph Waldo
3 Emerson y cita uno de sus textos:
Las vanguardias literarias en Hispanoa -
mérica. México: FCE, 1990. Todas las citas correspon-
den a esta edición y se indicarán con el número de El poeta —dice Emerson— es el único
página (s) correspondiente(s). sabio verdadero; sólo él nos habla de

144
cosas nuevas, pues sólo él estuvo pre- Por qué cantais a la rosa, !oh Poetas!
sente a (sic) las manifestaciones íntimas Hacedla florecer en el poema;
de las cosas que describe. Es un contem- (p. 205).
plador de ideas; anuncia las cosas que
existen de toda necesidad, como las
“Arte Poética” es una preceptiva.
cosas eventuales. Pues aquí no hablo de
los hombres que tienen talento poético o Huidobro establece otro de los princi-
que tienen cierta destreza para ordenar pios fundamentales del creacionismo,
las rimas, sino del verdadero poeta. la precisión verbal. Aquí advertimos
Al poema no lo hacen los ritmos, sino cómo el poeta ya ha abandonado la
el pensamiento creador del ritmo; un retórica tradicional, por el uso del
pensamiento tan apasionado, tan vivo verso libre y la ausencia de rimas y,
que, como el espíritu de una planta o de además, se muestra ajeno al senti-
un animal, tiene una arquitectura mentalismo. Como veremos, su poesía
propia, adorna la naturaleza con una
se orienta más hacia lo conceptual.
cosa nueva. En el orden del tiempo, el
pensamiento y su forma son iguales. El Pero lo más contundente en este
poeta tiene un pensamiento nuevo; tiene poema-programa es su soberbia
una experiencia nueva para desenvolver declaración: “El poeta es un pequeño
(sic); nos dirá los caminos que ha recorrido Dios” (loc. cit.).
y enriquecerá a los hombres con sus des-
cubrimientos. Pues cada nuevo periodo 3. “La poesía” es el documento de una
requiere una confesión, otro modo de conferencia leída en Madrid, en 1921.
expresión, y el mundo parece que espera Más elaborado, el texto se nutre del
siempre su poeta.4
clima cultural de la época. Huidobro
comienza por hacer un deslinde entre la
Advirtamos solamente que de esta “significación gramatical del lenguaje” y
cita de Emerson provienen los dos la “significación mágica”; entre “el
conceptos cardinales que Huidobro lenguaje objetivo” y “el otro [que] rompe
va a manejar acerca del poeta y de esa norma convencional y en el que las
la poesía. palabras pierden su representación
estricta para adquirir otra más profunda
2. El siguiente es su famoso “Arte y como rodeada de un aura luminosa que
Poética”, incluido en su libro El espejo debe elevar al lector del plano habitual y
de agua (1916). En este poema envolverlo en una atmósfera encantada.”
Huidobro reitera su voluntad de ale- (p. 206). En estas citas reconocemos la
jarse del arte de imitación: intuición de Huidobro, sus palabras
repercuten en nosotros los trabajos que
en ese momento realizan los formalistas
Inventa mundos nuevos y cuida tu pala-
rusos, para quienes el lenguaje poético
bra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata. es una transgresión, un desvío de la
----------------------------------------- norma: la estranienie de Juri Tinianov.5

4 Antonio de Undurraga, "Teoría del 5 Cf. Tzvetan Todorov, et al: Teoría de la lite-
Creacionismo", en Vicente Huidobro: Poesía y ratura de los formalistas rusos. México, siglo XXI,
prosa (Madrid: Aguilar, 1967), p. 33. 1970.

145
Enseguida, Huidobro dice palabras desafio que la razón puede aceptar,
que le hubiera celebrado Bachelard:6 pues una crea su realidad en el mundo
“La poesía es el vocablo virgen de todo que ES y la otra en el que ESTÁ
prejuicio; el verbo creado y creador, la SIENDO” (loc. cit.). Estas palabras
palabra recién nacida. Ella se desa- nos remiten a un comentario que hace
rrolla en el alba primera del mundo” Octavio Paz acerca del concepto de la
(loc. cit.). Huidobro también se ocupa imaginación en Kant: “Kant había
de la fenomenología de la imagen: “El dicho que ‘la imaginación es el poder
poeta hace cambiar de vida a las cosas fundamental del alma humana y el
de la Naturaleza [...], tiende hilos eléc- que sirve a priori de principio a todo
tricos entre las palabras y alumbra de conocimiento’.” 7 En su exposición
repente rincones desconocidos, y todo Huidobro se hace eco de la tradición
ese mundo estalla en fantasmas ines- romántico-simbolista cuando propone
perados” (loc.cit.). Y agrega: que “La poesía está antes del principio
del hombre y después del fin del hom-
El poeta conoce el eco de los llamados bre. Ella es el lenguaje del Paraíso y el
de las cosas a las palabras, ve los lazos lenguaje del juicio final... ella es
sutiles que se tienden las cosas entre sí, intangible como el tabú del cielo... La
oye las voces secretas que se lanzan poesía es el lenguaje de la creación
unas a otras palabras separadas por [...]. En la garganta del poeta el uni-
distancias inconmensurables. Hace verso busca su voz, una voz inmortal”;
darse la mano a vocablos enemigos y concluye su razonamiento diciendo
desde el principio del mundo, los agrupa
que “Las palabras tienen un genio
y los obliga a marchar en su rebaño por
rebeldes que sean, descubre las alu-
recóndito, un pasado mágico que sólo
siones más misteriosas del verbo y las el poeta sabe descubrir, porque él
condensa en un plano superior, las siempre vuelve a la fuente. El
entreteje en su discurso, en donde lo lenguaje se convierte en un ceremo-
arbitrario pasa a tomar un rol encanta- nial de conjuro y se presenta en la
torio. Allí todo cobra nueva fuerza y así luminosidad de su desnudez inicial
puede penetrar en la carne y dar fiebre ajena a todo vestuario convencional
al alma. Allí coge ese temblor ardiente fijado de antemano” (p. 207).
de la palabra interna que abre el cere-
bro del lector y le da alas y lo trans-
4. “Manifiesto tal vez”. Fue publicado
porta a un plano superior, lo eleva de
rango. Entonces se apoderan del alma
en francés en la revista Creátion, no. 3
la fascinación misteriosa y la tremenda (1924). En este manifiesto ya despun-
majestad. (p. 207). tan las imágenes creacionistas: “Dejar
secarse al sol el humo de las fábricas y
los pañuelos de los adioses” (p. 206);
La filosofía viene ahora en su ayuda
Huidobro pone sus distancias con el
para redondear su concepción del
futurismo y el simbolismo ma -
lenguaje de la imaginación: “La poesía
llarmeano: “El azar conviene cuando
es un desafio a la Razón, el único
los dados dan cinco ases o al menos

6 “El poeta habla en el umbral del ser”, La 7 Los hijos del limo, p. 80.
poética del espacio, p. 8.

146
cuatro reinas. Pero salvo estos casos más trascendental será su efecto [...].
debemos excluirlo. Nada de poemas Para el poeta creacionista será una
tirados a la suerte; sobre la mesa del serie de revelaciones dadas mediante
poeta no hay un tapete verde.” 8 En imágenes puras, sin excluir las demás
revelaciones de conceptos ni el elemento
resumen, "Manifiesto tal vez" anticipa
misterio, la que creará aquella atmós-
el proceso de desrealización del fera de maravilla que llamamos poema.
lenguaje que habrá de culminar en (el subrayado es nuestro , p. 233).
Altazor.
A estas alturas, es sorprendente cómo
5. “El creacionismo”. Fue publicado en
Huidobro ha transformado su concepto
francés (Manifestes. París: Editions de
de la imagen poética; ahora hay un rei-
la Revue Mondiale, 1925). Se trata de
terado énfasis en su capacidad reve-
una recapitulación de su reflexión
ladora, y este nuevo carácter es rele-
teórica, predeciblemente laudatoria.
vante porque en Altazor advertimos la
Una cosa habría que notar aquí: su
intención del autor de revelarnos un uni-
persistente idea de que el “poema
verso que no puede ser sino el producto
creado” constituye un hecho “aparte y
de este designio sacralizador.
distinto de los demás fenómenos”, es
decir, Huidobro subraya el carácter
autónomo del poema. III. Lectura de Altazor

6. “Manifiesto de manifiestos” fue pu- “¿El poeta no pone la lengua en peligro?


¿No profiere la palabra peligrosa? ¿A fuerza
blicado en Manifestes (París: Editions
de ser el eco de los dramas íntimos, no ha
de la Revue Mondiale, 1925). Se trata recibido la poesía la pura tonalidad de lo
de un texto polémico en contra de los dramático?”
preceptos del surrealismo sobre la
“escritura automática” y el “sueño’; y (Gaston Bachelard,
niega la posibilidad del “automatismo La poética del espacio)
psíquico puro” (p. 208 y ss.). Asimismo
el poeta abunda en su concepción de la
imagen: Altazor pertenece a la prosapia de los
grandes poemas de la modernidad, 9
representa la culminación y el desen-
La imagen —dice— es el broche que las
lace de su experiencia creacionista. La
une [a las cosas], el broche de luz. Y su
poder reside en la alegría de la revelación, modernidad está presente en el
pues toda revelación, todo descubri - espíritu crítico que lo anima, Huidobro
miento produce en el hombre un estado de hace una crítica radical de la realidad
entusiasmo [...]. Yo digo que la imagen pero, sobre todo, del lenguaje poético y
constituye una revelación, y mientras
más sorprendente sea esta revelación
9 Octavio Paz ha dicho que “La moderniad
comienza como una crítica de la religión, la
8 Es obvio que Huidobro se refiere al famoso filosofía, la moral, el derecho, la historia, la
poema de Mallarmé, Un coup de dés jamais economía y la política. La crítica es su rasgo
n'abolira le hasard. Stéphane Mallarmé: Obra distintivo, su señal de nacimiento.” (La otra
poética, Vol. II (Madrid: Hiperión, 1993). voz, p. 32).

147
la lleva hasta sus últimas consecuen- Hombre, he ahí tu paracaídas, maravi-
cias. La aventura del personaje se lloso como el vértigo.
antoja sometida a un ritmo vertigi- Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso
noso, Altazor experimenta el vértigo como el imán del abismo.
Mago, he ahí tu paracaídas que una pa-
del espacio y de la conciencia. Es, sin
labra tuya puede convertir en un para-
duda, la obra donde Huidobro se subidas maravilloso como el relámpago
muestra ávido de Absoluto. Ya en el que quisiera cegar al creador. (p. 60).
prefacio, el personaje se presenta
como poeta visionario:
Al inicio del prefacio el personaje
había dicho: “Nací a los treinta y tres
Veo las montañas, los ríos, las selvas, el
años, el día de la muerte de Cristo” (p.
mar, los barcos, las flores y los caracoles
55). Estamos pues, ante un hecho que
Veo la noche y el día y el eje en que se
juntan marca el fin y el principio de algo
Ah, ah, soy Altazor, el gran poeta... nuevo. Estas dos citas subrayan el
------------------------------------------------ intento desmesurado de Huidobro de
Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en constituirse en Creador de un nuevo
lenguas de profeta. universo poético. Pero antes de crear
(p. 58). hay que destruir, y Altazor lo va a
hacer con las armas de la ironía, de la
La forma versicular así como las alu- blasfemia y, en suma, con los recursos
siones al mythos de la creación nos del lenguaje. Su crítica tendrá como
hacen pensar que va a comunicarnos blanco la cultura de la cual proviene:
una experiencia trascendental, pues creencias religiosas, ideologías y pos-
Altazor es “Aquel que bebe el vaso turas estéticas.
caliente de la sabiduría después del El cuestionamiento de la lengua
diluvio obedeciendo a las palomas y que en su capacidad creadora se plantea
conoce la ruta de la fatiga, la estela de manera grotesca en boca del
hirviente que dejan los barcos.” Creador: “Creé la lengua de la boca
(loc.cit.). He aquí al viajero que llega que los hombres desviaron de su rol,
“después del diluvio” con una misión: la haciéndola aprender a hablar... a
de instaurar la nueva Era de la Poesía. ella, ella, la bella nadadora, desviada
Altazor va a llevar a cabo su empresa para siempre de su rol acuático y
con el auxilio de su paracaídas, es decir, puramente acariciador” (p. 56). El
de la poesía cuyas fuentes se nutren de tono irreverente que emplea Altazor
la mitología, y del lenguaje mágico y ya es indicio de la crítica del
sagrado. Por ello su palabra es como lenguaje que se va a dar en dos nive-
una especie de Verbo encarnado, pa- les: aunque Huidobro privilegia la
labra de revelación. Los versículos si- concepción simbólica, mítica, idea -
guientes evocan la escena de la agonía lista del lenguaje, el desenlace de la
de Cristo en la cruz:10 aventura poética del personaje
parece contradecir esta postura.
Asimismo, desde el punto de vista
filosófico, Huidobro parece poner en
10
La Santa Biblia (San Juan, Cap. 19; vv. entredicho la concepción que consi -
26-27), p. 99. dera la palabra como “representación”

148
de la realidad.11 La tensión dialéctica su mirada ve imágenes de muerte, el
que estas dos concepciones del Universo es un caos, ha perdido las
lenguaje generan en el poema merece riendas del sentido. El vértigo de la
un estudio aparte. De esta manera caída lo arrebata a tal grado que hace
Altazor, poeta y mago, se coloca zozobrar su sentimiento de integridad:
frente al mundo en una situación “Soy yo Altazor/ Altazor”, se dice, reco-
problemática; cuestión que adverti- brándose a sí mismo.
mos al final del prefacio: “¿Qué A su mente afloran los recuerdos
esperas?/ Mas he ahí el secreto del histórico-culturales que ha vivido
Tenebroso que olvidó sonreír” (p. 60). recientemente: la muerte del cristia-
El discurso de Altazor adopta la nismo y la Primera Guerra Mundial.
forma del monólogo interior, de princi- Su sentimiento de soledad se agudiza,
pio a fin. La trayectoria diegética del busca respuestas que expliquen su
personaje se inicia con el símbolo de la situación en el mundo:
caída: “Altazor ¿Por qué perdiste tu
primera serenidad?/ ¿Qué ángel malo Problemas
se paró en la puerta de tu sonrisa/ Con Misterios que se cuelgan a mi pecho
la espada en la mano?” (vv. 1-3). Esta Estoy solo
expulsión del paraíso genera en el La distancia que va de cuerpo a cuerpo
héroe “el terror de ser”, y experimenta Es tan grande como la que hay de alma
sentimientos de dolor y soledad, de a alma
angustia y extravío, su mundo de va- Solo
Solo
lores se ha derrumbado: “No hay bien
Solo
no hay mal ni verdad ni orden ni (vv. 132-139).
belleza”. Altazor se halla expuesto a la
intemperie, solo y perdido en la inmen-
sidad de un cosmos amenazante. Lo Altazor no tiene a nadie, nada: “Un
asalta el presentimiento de su muerte: ser materno.../ Un lecho.../ Una mano
“Altazor morirás. Se secará tu voz y que acaricie...”. Estalla la primera
serás invisible”. Súbitamente es blasfemia (Hybris): “Dios diluido en la
arrebatado por la caída que se ve obliga- nada y el todo/ Dios todo y nada...” (vv.
do a aceptar como una experiencia 149-157). No es posible seguir culti-
necesaria, imperativa. (Canto I, vv. 26- vando “las tierras del error”, “No/ No
56). Para el personaje ya “Todo se puede ser. Cambiemos nuestra
acabó”, hacia donde quiera que dirija suerte”. Altazor ha comenzado a vivir
su “noche oscura del alma”, el sen-
timiento que lo domina cobra aires de
tragedia: la conciencia de la muerte, el
11
Belén Castro Morales, “Creacionismo y sufrimiento, la “angustia de vacío”, la
Realismo: del artificio al artefacto textual”, en “Nada nada nada” lo avasallan, son
Huidobro/Homenaje: 1893-1993. (La Coruña: los únicos referentes de su existencia.
Universidade da Coruña, 1995): "En el célebre
Pero el personaje va a intentar darle
punto 5.6. del Tractatus logicus-philosophicus,
Wittgenstein vino a resumir la certeza de que un sentido a su destino trágico.
nuestra conciencia de la realidad es únicamente Uno de los temas capitales de
linguística: ‘Los límites de mi lenguaje significan Altazor es la sed del conocimiento, la
los límites del mundo’.” (p. 89). pasión por encontrarle respuestas a

149
las grandes preguntas metafísicas: Y luego, el verso contundente: “Señor
“Sólo quiero saber por qué/ Por qué/ Dios si tú existes es a mí a quien lo
Por qué” (Canto I, vv. 400-402), grita debes” (ibid., v. 429). Desde su altura
con clamores de tragedia el héroe. Las Altazor contempla la historia del hom-
preguntas que lo atormentan giran en bre y lo que ve es sufrimiento y dolor,
torno al bien y el mal, por qué el dolor, guerras, desolación y muerte.
la soledad y la muerte. La conciencia Recordemos que había nacido “en el
de ser y la inteligencia vuelven más siglo/ En que moría el cristianismo”.
amargo el camino de la existencia: (ibid., vv. 91-92), cuando “Ya la
Europa enterró todos sus muertos”
Seguir del dolor al dolor del enigma al (ibid., v. 115): enorme declaración de
enigma la crisis espiritual que agobia y ator-
Del dolor de la piedra al dolor de la menta al hombre occidental desde que
planta Nietzche sembró la duda acerca de la
Porque todo es dolor existencia de Dios.
Dolor de batalla y miedo de no ser
Pero en los albores del siglo XX, a
Lazos de dolor atan la tierra al cielo las
esa decepción se vienen a sumar otras:
aguas a la tierra
(Canto I, vv. 235-239) las promesas incumplidas del pro-
greso, de la ciencia y de la tecnología.
Y aunque al principio del Canto I
Azotado de espinas y los ojos en cruz
Huidobro-Altazor había saludado con
La conciencia es amargura
La inteligancia es decepción estusiasmo la Revolución de Octubre
(ibid., vv. 251-153) (vv. 117-122), ahora dice con desen-
canto, o por lo menos escepticismo:
“Sangra la herida de las últimas
Y como sus preguntas caen en el vacío,
creencias/ Cuando el fusil desconso-
Altazor irrumpe en arrebatos de
lado del humano refugio/ Descuelga
soberbia, la hybris que toma por
los pájaros del cielo” (vv. 445-447).
asalto a los héroes de tragedia.
Altazor se pone la máscara del pro-
feta y habla en tono apocalíptico (vv.
Liberado de este trágico silencio 464-484). En su intento por encontrar
entonces
las respuestas que expliquen la condi-
En mi propia tempestad
ción del hombre y la situación
Desafiaré al vacío
Sacudiré la nada con blasfemias y gritos histórico-existencial en que ha caído,
Hasta que caiga un rayo de castigo poco a poco las va encontrando: “Yo sé
ansiado de mi vergüenza de la vida de mi asco
Trayendo a mis tinieblas el clima del celular/ De la mentira abyecta de todo
paraíso cuanto edifican los hombres/ Los
(ibid., vv. 309-314) pedestales de aire de sus leyes e
ideales” (vv. 525-527).
Que Dios sea Dios Parece que Altazor ha dado con la
O Satán sea Dios causa de los males del hombre: la
O ambos sean miedo, nocturna ignorancia mentira. La mentira es la suprema
Lo mismo da contradicción de la verdad; y como
(ibid., vv. 415-418) ambos conceptos son meros construc-

150
tos del pensamiento —por lo menos El lenguaje vuelve a las fuentes del
así parece razonar el personaje—, pide sentido, al ritmo de las constelaciones,
ahora el silencio: “Dadme dadme pronto un ritmo de sobresaltos y sorpresas
un llano de silencio/ Un llano depoblado que invalida la concatenación dia -
con los ojos de los muertos” (vv. 528-529). crónica de las palabras; atentas en
De este silencio, de esta página en cambio a la profundidad de la sin-
blanco, brotará la palabra nueva de cronía, abiertas a la sugerencia encan-
Altazor. A partir de este descubrimiento, tatoria de las imágenes. Lenguaje ri-
advertimos que cambian los registros tual, en que el poema se asume como
verbales del poema: Altazor abandona el evento de la palabra:
tiempo histórico y se interna en los
senderos del tiempo mítico: Tanta exaltación para arrastrar los cie-
los a la lengua
Volvamos al silencio El inifinito se instala en el nido del
Al silencio de las palabras que vienen pecho
del silencio Todo se vuelve presagio
Al silencio de las hostias donde se ángel entonces
mueren los profetas El cerebro se vuelve sistro revelador
Con la llaga al flanco Y la hora huye despavorida por los ojos
Cauterizada por algún relámpago (vv. 624-629).
---------------------------------
Abrid la boca para recibir la hostia de la La inminencia de que algo está por
palabra herida nacer se anuncia tres veces: “Silencio
La hostia angustiada y ardiente que me
la tierra va a dar a luz un árbol” (vv.
nace no se sabe dónde
Que viene de más lejos de mi pecho
634, 642 y 651). Y Altazor cierra el
(vv. 555-567). Canto I con aires de apoteosis:

Silencio
Son pues evidentes los códigos que
Se oye el pulso del mundo como
Altazor-Huidobro maneja para construir
nunca pálido
su nuevo discurso. La palabra parece La tierra acaba de alumbrar un árbol
recobrar la sustancia primigenia; ya no (vv. 682-684).
se trata de la palabra que designa y
describe la contingencia, sino la palabra
IV. El misticismo en Altazor
litúrgica de las Escrituras, la palabra de
la Revelación. Por eso canta ahora como
el salmista:12 “Quiero darte una música El canto II ha sido objeto de polémica
de espíritu/ Música mía de esta cítara entre los críticos porque suponen que
plantada en mi cuerpo/ Música que hace rompre la unidad de sentido del poema.
pensar en el crecimiento de los árboles” René de Costa es partidario de esta
(vv. 605-607). opinión. 13 Aunque reconoce que “se
coincide sin discusión, en que ésta es su

12
Cfr. Salmo 50, en La Santa Biblia. Antigua
13
versión de Casiodoro de Reina, México: La René de Costa, Huidobro, Los oficios de un
Bilioteca Mexicana del hogar, p. 478. poeta (México: FCE, 1984).

151
mejor obra, su obra maestra” (p. 185), Al mismo tiempo, en tanto que
de Costa señala su falta de unidad relato alegórico, este canto constituye
orgánica, afirmando que el recurso la clave secreta de Altazor como un
externo utilizado por Huidobro para poema que se instaura en lo mejor de
lograr una impresión de coherencia la tradición de la poesía amorosa del
interna, la organización de su materia misticismo. Si en la Divina Comedia
poética en siete cantos, sólo consigue el viaje de Dante es la alegoría de la
“una ilusión de unidad” (p. 186), señala historia de la salvación por el amor
sus “disparidades de tono, estilo y con- (cristiano); en el poema de Huidobro,
tenido” (p. 195); y afirma de manera el viaje de Altazor es la alegoría de la
contundente que “el canto siguiente es redención por la poesía y el amor.
una oda a la mujer, que tiene poco o Desde la primera estrofa Huidobro
nada que ver con el primero” (p. 200). fusiona los códigos de estos dos temas:
Es decir, para de Costa el canto II es
un agregado extraño. Mujer el mundo está amueblado por tus
Huidobro no estaría de acuerdo con ojos
las apreciaciones de su crítico. Por el Se hace más alto el cielo en tu presencia
contrario, sostenemos que el poeta era La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en
consciente de que el poema es un todo
paloma
estructurado, como en efecto lo (vv. 1- 4).
podemos constatar en su ensayo “El
creacionismo”: “Os diré qué entiendo
por poema creado. Es un poema en el La situación narrativa en que se encuen-
que cada parte constitutiva, y todo el tra Altazor es la de la pérdida de su
conjunto, muestra un hecho nuevo, amada-poesía: “Al irte dejas una estrella
independiente del mundo externo...”14 en tu sitio/ Dejas caer tus luces como el
Así pues, el canto II es la más acabada barco que pasa/ Mientras te sigue mi
expresión del arte creacionista de canto embrujado/ Como una serpiente
Huidobro. Sus 170 versos condensan a fiel y melancólica/ Y tú vuelves la cabeza
tal grado la poeticidad del lenguaje detras de algún astro” (vv. 5-9). Como
que su poder de significación se conta- diría Bachelard: “En el resplandor de
gia en los diversos niveles del texto. una imagen, resuenan los ecos del
En el nivel diegético, el canto se des- pasado lejano, sin que se vea hasta qué
pliega como una alegoría mística de la profundidad van a repercutir y extin-
búsqueda de la poesía (personificada guirse” (La poética del espacio, p. 8). Lo
en la “Mujer” con que abre el canto) que en esta estrofa evoca Altazor, quere-
por el poeta (el amante Altazor). mos pensar, son dos instancias
Paradójicamente se trata de una his- arquetípicas: la “estrella” sería Venus, y
toria de encuentro y desencuentro, de en su “canto embrujado/ Como una ser-
presencia y ausencia: encuentro y piente fiel y melancólica” ¿No añora el
presencia de la poesía, y ausencia y personaje el conocimiento de que era
desencuentro de/con la amada. portadora la serpiente edénica? Si recor-
damos que al inicio del canto I Altazor se
presenta como un Adán expulsado del
paraíso, nuestra conjetura resultaría
14
Verani, Op. cit., p. 219. coherente.

152
Como pareciera que la poesía- Aventura de luz y sangre de horizonte
amada le da la espalda al amante: “Y Sin más abrigo que una flor que se
tú vuelves la cabeza detrás de algún apaga
astro”; en la siguiente estrofa Altazor Si hay un poco de viento
(vv. 31-36).
se viste con los arreos del guerrero y
se dispone a dar la batalla:
El tema de la sexta estrofa gira en
¿Qué combate se libra en el espacio? torno a la naturaleza de la poesía:
Esas lanzas de luz entre planetas hecha de artificios, de revelaciones
Reflejo de armaduras despiadadas (luz) peligrosas, de “Inocente armonía
¿Qué estrella sanguinaria no quiere sin fatiga ni olvido”, de sentimientos
ceder el paso? (lágrimas) y pasiones (miedo altivo).
(vv. 10-13). La poesía es eterna: “haces dudar al
tiempo/ Y al cielo con instintos de
La escena evoca los combates infinito”; si falta, “todo es mortal/ lan-
medievales, reminicencias del amor zas la agonía por la tierra humillada
cortés, inalcanzable; lo cual van a con- de noches”. Y el verso final no puede
firmar los versos restantes de la ser más afirmativo: “Sólo lo que
estrofa porque la amada-poesía ha piensa en ti tiene sabor a eternidad”
desaparecido: “En dónde estás triste (vv. 39-48).
noctámbula/ Dadora de infinito/ Que En la séptima estrofa Altazor
pasea en el bosque de los sueños” (vv. vuelve al tema del amor-Venus: “He
14-16). aquí tu estrella que pasa”, y su canto
En la quinta estrofa, la poesía- nos lo muestra separado aún de su
amada se contempla a sí misma en la amada “con leguas de noche”. No será
imaginación creadora del poeta. El por mucho tiempo, porque en la
verso libre y la ausencia de pun- estrofa siguiente el personaje le
tuación hacen más abigarrada la sig- advierte, en tono admonitorio, que
nificación de las imágenes: con la están “cosidos/ A la misma estrella”: a
metáfora “cejas” = “arco”/ “armas de la estrella del amor y de la poesía, y le
los ojos” = flechas, volvemos al mito reitera: “Estamos cosidos por la
deVenus: “alada vencedora”. Y la misma música tendida/ De uno a otro”
situación del vencido, del conquistado —es revelador cómo Huidobro, desde
Altazor, la describen: “las piedras su juventud, se sintió fatalmente
aporreadas”, “las olas de pájaros sin hechizado por la poesía—. Y como la
cielo”, “los paisajes sin viento” y “el amada se le muestra esquiva, el
rebaño de ovejas taciturnas”. En los amante le ruega: “Seamos ese pedazo
versos que cierran la estrofa queda, de cielo/ Ese trozo en que pasa la
sin embargo, una ligera esperanza de aventura misteriosa/ La aventura del
que la poesía-amada no se desvanezca: planeta que estalla en pétalos de
sueño”.
Dormido en tu memoria La novena estrofa merece un comen-
Te habla por mí el arroyo descubierto tario más detenido. En el nivel de la
La yerba sobreviviente atada a la aven- diégesis, es aquí donde se produce el clí-
tura max de la aventura: en los dos primeros

153
versos, en tono desafiante, le dice a la porque a lo largo de Altazor van apare-
amada-poesía: “En vano tratarías de ciendo veladas —como conviene al her-
evadirte de mi voz/ Y de saltar los metismo de este género de poesía—,
muros de mis alabanzas”; pareciera algunas imágenes que cobran relevan-
pues que la tiene ya atrapada. Y efecti- cia al confrontarlas con el simbolismo
vamente así es, porque en los versos 64 del poema de Farid. Ya hemos señalado
y 65 notamos una transición en la va- los versos: “Estás atada al ruiseñor de
riante que introduce el cambio de per- las lunas/ Que tiene un ritual en la gar-
sona verbal: de “Estamos cosidos” a ganta”. El ruiseñor, asociado al sen-
“Estás atada”. Asimismo, importa timiento amoroso, aparece en diversas
subrayar el drama que se desencadena ocasiones; pero quien conozca el poema
a partir de estos versos: huidobriano recordará la “encantadora”
canción de cuna del Canto IV:
Estás atada al ruiseñor de las lunas
Que tiene un ritual sagrado en la gar- Pero el cielo prefiere el rodoñol
ganta Su niño querido el rorreñol
Su flor de alegría el romiñol
¿Quién es este misterioso ruiseñor cuasi Su piel de lágrima el rofañol
divino? Por supuesto es Altazor, pero Su garganta nocturna el rosolñol
ahora bajo la máscara de la divinidad El rolañol
El rosiñol
del canto amoroso: el ruiseñor que aquí
(p. 106).
se evoca es uno de los protagonistas de
El lenguaje de los pájaros o La conferen-
cia de los pájaros, el bello poema mís- En el poema de Farid el ruiseñor se
tico del persa Farid Ud-In Attar.15 Es presenta de esta manera:
probable que Huidobro haya conocido
este libro, por lo menos así lo hacen Conozco los secretos del amor, dijo,
suponer sus conocidas aficiones por las todas las noches repito mis canciones de
ciencias ocultas; 16 pero sobre todo amor [...]. He creado un tumulto entre
las rosas y entre los corazones de los
amantes [...]. Quien me escucha pierde
la razón y piensa que se encuentra
15
Farin Ud-In Attar, El lenguaje de los pájaros entre los sabios. Si me alejo de mi
(Barcelona: Ed. Humanitas, 1988). querida Rosa me encuentro desolado, y
16
En su excelente biografía del poeta, Huidobro, dejo de cantar y ya no le digo a nadie
la marcha infinita (Santiago de Chile: Ed. BAT, mis secretos. No todos conocen mis
1993), Volodia Teiltelbion refiere que los poetas y secretos; sólo la Rosa los conoce con
artistas del momento se reunían en casa de certeza. Tan profundo es mi amor por la
Huidobro, en París, para realiazar toda suerte de Rosa que ya no pienso más en mi propia
prácticas estotéricas (pp. 65-66); Teodosio
existencia; sólo en la de la Rosa y en la
Fernández, en su ensayo “Huidobro ante los límites
del misterio”, hace una detallada exposición acerca del coral de sus pétalos (pp. 28- 29).
del tema y consigna el dato de que Huidobro ingresó
a la Gran Logia Masónica de Francia en 1924. Texto
publicado en Huidobro/Homenaje 1893-1993, ed.,
Si convenimos que el ruiseñor es el
Eva Valcárcel. Col. Cursos, Congresos y Simposios símbolo del poeta, el cantor de las tris-
14 (La Coruña: Universidade da Coruña, 1994), pp. tezas del amor, la rosa es el símbolo
105-112. de la fuente de la poesía y del amor .

154
El Diccionario de símbolos de nera semejante, ningún místico se ha
Chevalier y Gheerbrant nos lo con- sentido satisfecho de sus esfuerzos
firma: para comunicar su propia visión”.18 De
ahí que Altazor diga que “La pruden-
El aspecto más general del simbolismo cia llora los falsos extravíos de la
floral es el de la manifestación, de ella locura naciente”, y en seguida cae en
brotan las aguas primordiales... designa una especie de trance verbal, signado
una perfección, un logro sin defecto... por la más absoluta incoherencia (pp.
simboliza la copa de la vida, el alma, el 103-104). Siempre asociada al
corazón, el amor. Uno puede contem- ruiseñor, la rosa se va a convertir en
plarla como un mandala y considerarla la rosa de los vientos, en “molino de
como un centro místico... es el emblema
viento”, y nuevamente la experiencia
de la Orden Rosa-Cruz... la rosa cándida
de la Divina Comedia... la Rosa Mística
del personaje es tortuosa, dice:
de la letanía cristiana. Ángel Silecio hizo
de la rosa la imagen del alma... es un La herida de luna de la pobre loca
símbolo de resurrección e inmortalidad. La pobre loca de la luna herida
La rosa gótica y la rosa de los vientos Tenía luz en la celeste boca
marcan el paso del simbolismo de la rosa Boca celeste que la luz tenía
al de la rueda... Mircea Eliade dice que El mar de flor para esperanza ciega
por su relación con la sangre derramada, Ciega esperanza para flor de mar
la rosa parece ser el símbolo de un Cantar para el ruiseñor que el cielo
renacimiento místico.17 pega

Cuántos atributos de la rosa y cómo Pega el cielo al ruiseñor para cantar


cobran un sentido más sugerente las
imágenes de la rosa de Altazor/Altazor. Jugamos fuera del tiempo
Ya al inicio del Canto II le había dicho a Y juega con nosotros el molino de viento
la mujer “La tierra se prolonga de rosa (vv. 231-240)
en rosa” (p. 85), pero en el Canto IV,
que se constituye como el lugar de la A continuación Altazor cae como hip-
epifanía, se da el encuentro entre notizado por el girar vertiginoso de las
Altazor y la rosa: “Rosa al revés rosa aspas del molino. La experiencia mís-
otra vez y rosa rosa”. “Rosa al revés”, es tica no sólo produce estados de euforia
decir: Azor. o de “entusiasmo” —como diría
La experiencia es tan perturbadora Huidobro de la imagen visionaria—,
que se vuelve indecible. Según un también produce sentimientos de te-
estudioso del misticismo en Mallarmé, rror ante la proximidad de la disolución
la experiencia mística es “indes - del ser en la nada. Por ello, después de
criptible: Uno ve, uno siente, uno casi 200 versos-vueltas del molino,
sabe, pero no se puede decir. De ma- Altazor le dice: “Así eres molino de
viento/ Que teje las noches y las

17 Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, 18


Thomas A. Williams, Mallarmé and The
Diccionnaire des Symboles, tomo 4 (París: Language of Misticism (North Carolina: The
Seghers, 1974), pp. 112-116. University of Georgia Press, s/f ), p.1.

155
mañanas/ Que hila las nieblas de Poesía
ultratumba/ Molino de aspavientos y Demasiada poesía
del viento en aspas/ El paisaje se llena Desde el arcoiris hasta el culo pianista
de tus locuras” (vv. 430-437). de la vecina
Basta señora poesía bambina
En El lenguaje de los pájaros, Farid
Y todavía tiene barrotes en los ojos
cuenta el viaje que las aves deben El juego es juego y no plegaria infatiga-
realizar para ver al Simurg, el ble
Creador, pero para llegar al lugar Sonrisa o risa y no lamparillas de
donde se encuentra tienen que atra- pupila
vesar siete valles. Este es uno de los Que ruedan de la aflicción hasta el
componentes de todo poema místico: océano
“El primer valle es el Valle de los Sonrisa y habladurías de estrella teje-
Cuestionamientos, el segundo es el dora
Valle del Amor, el tercero es el Valle Sonrisa del cerebro que evoca estrellas
muertas
del Entendimiento, el cuarto es el
En la mesa mediúmnica de sus irradia-
Valle de la Independencia y la ciones
Separación, el quinto es el Valle de la
Unidad Pura, el sexto es el Valle del
Basta señora arpa de las bellas imá-
Asombro, y el séptimo es el Valle de la
genes
Pobreza y de la Nada, no se puede ir De los furtivos comos iluminados
más lejos” (p. 117). Tal descripción del Otra cosa otra cosa buscamos
sendero místico correspondería a la (pp. 94-85; vv. 44-67)
disposición estructural de los siete
Cantos que Huidobro hizo transitar a
En este fragmento claramente obser-
su personaje.
vamos el tono irónico y lúdico que
El proceso de crítica de la realidad
adopta la voz poética, pero bien sabe-
y del lenguaje ya se plantea desde el
mos que el tiempo de la infancia es el
prefacio, pero es en el Canto III donde
tiempo de la imaginación y este
los conceptos de poeta y poesía se
aspecto juguetón, que vamos a encon-
constituyen en los blancos de su acción
trar en otros pasajes del poema,
demoledora:
responde al propósito deconstruc-
cionista de Huidobro.
Manicura de la lengua es el poeta Desde sus primeros escritos téoricos
Mas no el mago que apaga y enciende Huidobro se propuso llevar a cabo la
Palabras estelares y cerezas de adioses
reforma del lenguaje poético, la trans-
vagabundos
formación radical, utópica, que daría
Muy lejos de las manos de la tierra
Y todo lo que dice es por él inventado
como resultado una nueva poética; esto
Cosas que pasan fuera del mundo cotidia- lo llevó a cabo con las armas de la
no analogía y la ironía. La analogía es “la
Matemos al poeta que nos tiene satura- visión del universo como un sistema de
dos correspondencias y la visión del
lenguaje como el doble del universo”;
Poesía aún y poesía poesía en cambio, la ironía es “la excepción
Poética poesía poesía que interumpe las correspondencias...
Poesía poética de poético poeta la disonancia que rompe [su]

156
concierto... y lo tranforma en gali- interés en la imagen, pero asimismo
matías. La ironía tiene varios nombres: atiende a los poderes del ritmo, a la
es la excepción, lo irregular, lo bizarro frase musical, a su capacidad orde-
como decía Baudelaire y, en una pala- nadora de sentido y esto, simbólica-
bra, es el gran accidente: la muerte.” mente, le confiere al poema una suerte
(O. Paz, La otra voz, pp. 33-34). de calidad sinfónica.
Huidobro quizo que Altazor fuera Llevado por su pasión regeneradora
la encarnación de la utopía en el plano del lenguaje poético, somete al sis-
del lenguaje poético, pero como toda tema ligüístico a un proceso de decon-
utopía se disolvió en la nada: fue sólo strucción/reconstrucción tan desmesu-
un sueño de la razón. rado que Altazor poco a poco se va
quedando sin voz hasta desembocar
V. Conclusiones en el silencio: un silencio que, sin
embargo, instala al lector en la experi-
Poeta fundacional, adánico, crea- encia de la contemplación.
cionista, Vicente Huidobro es, junto
con César Vallejo y Pablo Neruda, uno VI. Bibliografía consultada
de los más altos pilares de la poesía
hispanoamericana contemporánea. Su ATTAR, Farid Ud-Din. El lenguaje de los
Altazor oscila entre el Génesis y el pájaros/ La conferencia de los pájaros.
Apocalipsis. Su infatigable labor como Barcelona: Ed. Humanitas, 1988 .
teórico y poeta del creacionismo lo BACHELARD, Gaston. La poética del espa-
rescata de esa otra faceta de su vida cio. Col. Breviarios 183, México: FCE,
que muchos de sus contemporáneos 1983.
BAJTIN, Mikail. Estética de la creación
siempre vieron como piedra de escán-
verbal. México, Siglo XXI, 1982.
dalo. En Altazor culmina su aventura
BALAKIAN, Anna. El movimiento sim-
creacionista. Utilizando los más varia- bolista. Madrid: Guadarrama, 1969.
dos recursos: la incorporación de BENKO, Susana. Vicente Huidobro y el
géneros como la épica, la tragedia, el cubismo. México: Banco Provincial-
idilio, el poema místico —en aras de Monte Avila-FCE, 1993.
una mayor precisión estructural—; y COSTA, René de. Huidobro: los oficios de
en cuanto a los registros verbales, no un poeta. México: FCE, 1984.
desdeña las posibilidades del monó- HUIDOBRO, Vicente. Altazor-Temblor de
logo interior, del tono conversacional, cielo. Col. REI 133, Ed., René de Costa,
la exposición narrativa en ocasiones, México: 1987.
así como una abigarrada concen- HUIDOBRO, Vicente. Poesía y prosa
(Antología). Madrid: Aguilar, 1967.
tración de imágenes, símbolos, ale-
JIMENEZ, José Olivio (ed). Antología de la
gorías y metáforas inéditas.
poesía hispanoamericana contemporánea:
En Altazor el lenguaje adquiere 1914-1970. 5a ed., Libro de Bolsillo 289,
nuevas resonancias, gracias a la elimi- Madrid: Alianza Editorial, 1979.
nación gradual de la puntuación y al MALLARME, Stéfane. Obra poética. 2a
empleo de un vocabulario deliberada- ed., 2 Vols., Trad. de Ricardo Silva-
mente elemental, recurrente, en el que Santiesteban, Madrid: Hiperión, 1992.
las palabras parecen recuperar su PAZ, Octavio. “Epílogo”, en Laurel:
desnudez original. Huidobro centra su Antología de la poesía moderna en

157
lengua española. 2a ed., Pról., de Xavier TEITELBOIM, Volodia. Huidobro, la mar-
Villaurrutia y epílogo de O. Paz, cha infinita, Santiago de Chile:
México: Ed.Trillas, 1986. Ediciones BAT, 1993.
_________. La otra voz, Poesía y fin de siglo. UNDURRAGA, Antonio de. “Teoría del crea-
Barcelona: Seix Barral, 1990. cionismo”, en Vicente Huidobro: Poesía y
_________. Los hijos del limo, del romanti- Prosa. Madrid: Aguilar, 1967, pp. 17-183.
cismo a la vanguardia. Col. Biblioteca VALCARCEL, Eva (ed.) Huidobro/homenaje
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Stéfane Mallarmé: Obra poética. Huidobro, Borges, Neruda, Paz. Col.
Madrid: Hiperión, 1992, pp. 7-24. Breve Biblioteca de Respuesta 10,
SUCRE, Guillermo. “Huidobro: altura y Barcelona: Barral Editores, 1971.
caída”, en La máscara y la transparencia.
2a ed., México: FCE, 1985, pp. 90-112. Publio Octavio Romero

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