Sunteți pe pagina 1din 27

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES


CARRERA DE DERECHO

Profesor: Raul Fernando Nuñez


Asignatura: Derechos Humanos
Presentado por: Maria Camila Torres y Carolina Vélez

TALLER

1) Con base en los siguientes hechos, a partir de la Ley 1448 de 2011, elabore los
fundamentos de Derecho de una posible acción de Restitución de Tierras.

Primero. La señora MARIA MARGARITA GOMEZ adquirió el predio SIN


NOMBRE segregado del predio BELLAVISTA, por medio de escritura pública No.
280 del 14 de julio de 1992 de la Notaría de Calima El Darién, registrada en el folio
de matrícula inmobiliaria No. 373-12367 de la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos de Guadalajara de Buga, en el cual consta que dicha venta originó la
apertura del folio de matrícula inmobiliaria No. 373-75391
Segundo. Desde su adquisición la hoy Causante se radicó en el predio e inició la
explotación del mismo con su grupo familiar conformado por sus hijos JOSÉ
ALBEIRO SALGADO, JOSÉ ORLEANS GOMEZ, JOSÉ DUVIER GOMEZ,
DIEGO LEON GOMEZ, LUZ AlDA GOMEZ, el solicitante JOSE LEONARDO
SALGADO GOMEZ y su compañero permanente FABIO SALGADO LOAIZA,
permaneciendo en el mencionado predio hasta el día de su fallecimiento, ocurrido el
30 de mayo de 2006.
Tercero. Los hermanos del solicitante salieron del predio antes del fallecimiento de su
señora madre, por haber conformado sus propios hogares, quedando en el mismo el
señor JOSE LEONARDO SALGADO GÓMEZ con su grupo familiar, del cual
hicieron parte sus padres FABIO SALGADO LOAIZA y MARIA MARGARITA
GÓMEZ, hasta el momento de su muerte. Por su parte la señora Aida NeIly Gómez,
hermana del solicitante, construyó una casa dentro del predio solicitado en
restitución, donde actualmente reside, pero como trabaja como empleada doméstica
interna en otra vereda, solo frecuenta su casa cada quince días. Así lo expresó el
solicitante en su versión rendida ante la Personería Municipal de Calima El Darién,
el 30 de marzo de 2015
Cuarto. La calidad jurídica de titular de derechos herenciales, la adquirió el señor
JOSE LEONARDO SALGADO GÓMEZ en razón al fallecimiento de su señora
madre MARIA MARGARITA GOMEZ el día 30 de mayo de 2006, quien era la
propietaria inscrita del predio SIN NOMBRE segregado del predio denominado
BELLAVISTA, adquirido por medio de escritura pública No. 280 del 14 de julio de
1992 de la Notaría de Calima El Darién, registrada en el folio de matrícula
inmobiliaria No. 373-29557, según la anotación No. 003, en el cual consta que de
dicho registro se desprendió el folio de matrícula inmobiliaria No. 373-48761.
Quinto. Con posterioridad al fallecimiento de su señora madre, el solicitante
continuó solo, con la explotación del predio a través del cultivo de plátano y café.
Sobre la explotación del predio por parte del señor JOSE LEONARDO SALGADO
GÓMEZ, dio cuenta la UMATA del municipio de Calima El Darién a través de
oficio No. 12368 del 25 de marzo de 2015, en el cual manifiesta que le ha prestado
asistencia técnica al solicitante, para la explotación del predio.
Sexto. Dicha explotación la adelantó el solicitante hasta el día 18 de septiembre de
2013, fecha en la cual fue asesinada su menor hija KAREN YULIETH SALGADO
COSSIO, por un grupo de hombres armados que ingresaron a la vivienda
preguntando por la referida menor, quien inicialmente trató de resguardarse dentro
de la vivienda, siendo finalmente localizada por dichos hombres y asesinada en
presencia de sus padres y hermanos.
Séptimo. Como consecuencia de este hecho, el solicitante JOSE LEONARDO
SALGADO GÓMEZ, junto con su esposa e hijos, abandonaron el predio y se
dirigieron al municipio de Calima El Darién donde un cuñado del solicitante, el
señor Carlos Alberto Cossio Ardila, quien les brindó ayuda. Actualmente residen en
el citado municipio, quedando el predio en completo abandono, es decir, sin
explotación alguna, toda vez que quien lo explotaba era el solicitante. Si bien su
hermana Aida Nelly Gómez ocupa la vivienda que construyó en la parte trasera del
predio, este hecho no representa conservación del vínculo con el mismo, por parte
del solicitante, si se tiene en cuenta además, que la mencionada señora permanece
por fuera del predio en su sitio de trabajo de manera permanente; y solo se acerca a
la casa que construyó, cada quince días. En cuanto a la familia Salgado Cossio, no
han retornado al predio solicitado en restitución, el cual se encuentra deshabitado
Octavo. El señor JOSE LEONARDO SALGADO GOMEZ se encuentra incluido
como víctima, según se desprende de la consulta VIVANTO —Sistema de
Información sobre Víctimas-, por el desplazamiento del cual fue víctima el 18 de
septiembre de 2013.
Noveno. La investigación por la muerte de la menor KAREN YULIETH SALGADO
COSSIO se adelantó en la Fiscalía Tercera Seccional de Buga, según certificación
obrante en el expediente, expedida por la mencionada fiscalía el 11 de diciembre de
2013. Por medio de oficio No. DS-27-21-F3-103, del 29 de abril de 2015, la
Fiscalía Tercera Delegada ante los Jueces Penales del Circuito de Guadalajara de
Buga, remitió a la URT, copia de providencia de fecha 28 de abril de 2014, por
medio de la cual se ordena el archivo de las diligencias, dada la "IMPOSIBILIDAD
DE ENCONTRAR O ESTABLECER EL SUJETO ACTIVO (ARTÍCULO 79 CP,
EN CONCORDANCIA CON EL AUTO DE JULIO 05/2007 MP YESID
RAMIREZ BASTIDAS)".
Décimo. El solicitante tiene la condición de titular de derechos herenciales sobre la
totalidad del bien, objeto del presente procedimiento.

UTILICE LAS SIGUIENTES FUENTES :

 Declaración Universal de los Derechos Humanos. Adoptada por la Asamblea


General en su Resolución 217 a (III), de 1948 (diciembre 10).
 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Adoptada en la
Novena Conferencia Internacional Americana, Bogotá, en 1948 (Abril)
 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Adoptado por la Asamblea
General en su resolución 2200 a (XXI), de 1966 (Diciembre 16) y aprobado en
Colombia mediante la Ley 74 de 1968.
 Convención Americana sobre Derechos "Humanos. Suscrita en San José de Costa
Rica el 22 de noviembre de 1969. Entrada en vigor para Colombia 18 de julio de
1978, en virtud de la Ley 16 de 1972.
 Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a
la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional
(Protocolo II). Aprobado en Colombia mediante la ley 171 de 1994.
 Declaración de San José sobre refugiados y personas desplazadas. Adoptada por el
"Coloquio Internacional: 10 Años de la Declaración de Cartagena sobre
Refugiados", celebrado en San José, Costa Rica, del 5 al 7 de diciembre de 1994.
 Principios rectores de los desplazamientos internos. Presentados por el
Representante Especial del Secretario General para la cuestión de los desplazados
internos a la Comisión de Derechos Humanos en 1993, en su Informe
E/CN.4/1998/Add.2.
 Principios sobre la restitución de las viviendas y el patrimonio de los refugiados y
las personas desplazadas. " Principios Pinheiro"
 Estatuto de Roma. Aprobado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia Diplomática
de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una Corte
Penal Internacional. Aprobado en Colombia por la ley 742 de 2002.
 Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas -
Asamblea General ONU, 2007.

Respuestas:

1. FUNDAMENTOS DE DERECHO

Se vulnerados los siguientes derechos:

Integridad Personal
La convención americana de derechos humanos establece en su articulo 5:
“1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.
2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano.
3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente.
4. Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias
excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no
condenadas.
5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y
llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su
tratamiento.
6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la
readaptación social de los condenados.”

Propiedad Privada
El artículo 58 de la Constitución Política establece en cuanto al derecho a la propiedad
privada que: “Se garantizan la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con
arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes
posteriores. Cuando de la aplicación de una ley expedida por motivos de utilidad pública o
interés social, resultare en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por
ella reconocida, el interés privado deberá ceder al interés público o social.
La propiedad es una función social que implica obligaciones. Como tal, le es inherente
una función ecológica.
El Estado protegerá y promoverá las formas asociativas y solidarias de propiedad.
Por motivos de utilidad pública o interés social definidos por el legislador, podrá haber
expropiación mediante sentencia judicial e indemnización previa. Este se fijará
consultando los intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que determine el
legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta a posterior
acción contenciosa-administrativa, incluso respecto del precio.”

Teniendo en cuenta la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH),


adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante Resolución 217 de
1948 dispone en su artículo 17:
"Toda persona tiene derecho a la propiedad, Individual y colectivamente".

Igualmente La Convención Americana sobre Derechos Humanos (también llamada Pacto


de San José de Costa Rica o CADH), establece en su artículo 21 Derecho a la Propiedad
Privada.
“1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La ley puede subordinar tal
uso y goce al interés social.
2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de
indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y
según las formas establecidas por la ley.
3......”.

SENTENCIA C-715/12
Los derechos de las víctimas a la verdad, a la justicia y a la reparación integral en el
marco del Derecho Internacional y el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos

ha reconocido esta Corporación que el derecho internacional relativo al tema de los


derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación para víctimas de delitos, tiene una clara
relevancia constitucional de conformidad con el artículo 93 superior, en cuanto de una
parte, los tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen
los derechos humanos y que prohíben su limitación en los estados de excepción, prevalecen
en el orden interno, y de otra parte, los derechos constitucionales deben ser interpretados de
conformidad con los tratados de derechos humanos ratificados por Colombia. En este
mismo sentido, la Corte ha puesto de relieve que la jurisprudencia de las instancias
internacionales de derechos humanos, tal como de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, tiene una especial relevancia constitucional en cuanto constituye una pauta
hermenéutica para interpretar el alcance de esos tratados, como la Convención Americana
de Derechos Humanos, y por ende de los propios derechos constitucionales.

Así, los derechos de las víctimas de delitos, especialmente de graves violaciones a los
derechos humanos como el desplazamiento forzado, se encuentran reconocidos por el
derecho internacional, lo cual tiene una evidente relevancia constitucional (i) de
conformidad con el artículo 93 superior, por tratarse de tratados y convenios
internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen derechos humanos, prohíben su
limitación en los estados de excepción y prevalecen en el orden interno, (ii) por cuanto los
derechos constitucionales deben ser interpretados de conformidad con los tratados de
derechos humanos ratificados por Colombia, y (iii) esta Corporación ha reconocido el
carácter prevalente de las normas de Derecho Internacional Humanitario y del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, y los derechos fundamentales de la población
desplazada.

Respecto del derecho a la verdad, la CIDH ha afirmado que este implica (i) el derecho de
las víctimas y de sus familiares a conocer la verdad real sobre lo sucedido, (ii) a saber
quiénes fueron los responsables de los atentados y violaciones de los derechos humanos, y
(iii) a que se investigue y divulgue públicamente la verdad sobre los hechos. Así mismo,
(iv) en el caso de violación del derecho a la vida, el derecho a la verdad implica que los
familiares de las víctimas deben poder conocer el paradero de los restos de sus familiares.
De otra parte, (v) la CIDH ha resaltado el doble carácter del derecho a la verdad, que no
solo se predica respecto de las víctimas y sus familiares, sino respecto de la sociedad como
un todo con el fin de lograr la perpetración de la memoria histórica. Finalmente, (vi) la
CIDH ha evidenciado la conexidad intrínseca entre el derecho a la verdad, y el derecho a la
justicia y a la reparación.

Acerca del derecho a la reparación, la Corte ha determinado que (i) las reparaciones tienen
que ser integrales y plenas, de tal manera que en lo posible se garantice restitutio in
integrum, esto es, la restitución de las víctimas al estado anterior al hecho vulneratorio, y
que (ii) de no ser posible la restitución integral y plena, se deben adoptar medidas tales
como indemnizaciones compensatorias. Así mismo, (iii) la CIDH ha determinado que la
reparación debe ser justa y proporcional al daño sufrido, (iv) que debe reparar tanto los
daños materiales como inmateriales, (v) que la reparación del daño material incluye tanto el
daño emergente como el lucro cesante, así como medidas de rehabilitación, y (vi) que la
reparación debe tener un carácter tanto individual como colectivo, este último referido a
medidas reparatorias de carácter simbólico.

Los derechos de las víctimas a la verdad, justicia y reparación en la Constitución Política y


la jurisprudencia constitucional

5.2.1 En cuanto al derecho a la justicia, la Corte en su jurisprudencia ha establecido


diversas reglas, tales como:

(i) la obligación del Estado de prevenir las graves violaciones de derechos humanos,
especialmente cuando se trata de violaciones masivas, continuas y sistemáticas como el
desplazamiento forzado interno;

(ii) la obligación del estado de luchar contra la impunidad;

(iii) la obligación de establecer mecanismos de acceso ágil, oportuno, pronto y eficaz a la


justicia para la protección judicial efectiva de los derechos de las víctimas de delitos. En
este sentido, se fija la obligación del Estado de diseñar y garantizar recursos judiciales
efectivos para que las personas afectadas puedan ser oídas, y de impulsar las
investigaciones y hacer valer los intereses de las víctimas en el juicio;

(iv) el deber de investigar, procesar y sancionar judicialmente a los responsables de graves


violaciones de derechos humanos como el desplazamiento forzado;

(v) el respeto del debido proceso y de que las reglas de procedimiento se establezcan con
respeto del mismo;
(vi) la obligación de establecer plazos razonables para los procesos judiciales, teniendo en
cuenta que los términos desproporcionadamente reducidos pueden dar lugar a la
denegación del derecho a la justicia de las víctimas y a la no obtención de una justa
reparación;

(vii) el deber de iniciar ex officio las investigaciones en casos de graves violaciones contra
los derechos humanos;

(viii) el mandato constitucional de velar porque los mecanismos judiciales internos tanto de
justicia ordinaria, como de procesos de transición hacia la paz, tales como amnistías e
indultos, no conduzcan a la impunidad y al ocultamiento de la verdad;

(ix) el establecimiento de limitantes y restricciones derivadas de los derechos de las


víctimas, frente a figuras de seguridad jurídica tales como el non bis in ídem y la
prescriptibilidad de la acción penal y de las penas, en casos de violaciones protuberantes a
los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de
los derechos humanos;

(x) la determinación de límites frente a figuras de exclusión de responsabilidad penal o de


disminución de las penas en procesos de transición, en cuanto no es admisible la
exoneración de los responsables de graves violaciones a los derechos humanos y al
Derecho Internacional Humanitario, y por tanto el deber de juzgar y condenar a penas
adecuadas y proporcionales a los responsables de los crímenes investigados. Esta regla,
como lo ha señalado la Corte, solo puede tener excepciones en procesos de justicia
transicional en los cuales se investiguen a fondo las violaciones de derechos humanos y se
restablezcan los derechos mínimos de las víctimas a la verdad y a la reparación integral y se
diseñen medidas de no repetición destinadas a evitar que los crímenes se repitan;

(xi) la legitimidad de la víctima y de la sociedad, en casos de graves violaciones de los


derechos humanos y del derecho internacional humanitario para hacerse parte civil dentro
de los procesos penales con el fin de obtener la verdad y la reparación del daño;

(xii) la importancia de la participación de las víctimas dentro del proceso penal, de


conformidad con los artículos 29, 229 de la Constitución y 8 y 25 de la Convención
Interamericana sobre Derechos Humanos;

(xiii) la garantía indispensable del derecho a la justicia para que se garantice así mismo el
derecho a la verdad y a la reparación de las víctimas.
5.2.2 En relación con el derecho a la verdad, la jurisprudencia de la Corte ha establecido los
siguientes criterios jurisprudenciales:

(i) El derecho a la verdad, se encuentra consagrado en los principios 1 a 4 de los Principios


para la protección y promoción de los derechos humanos mediante la lucha contra la
impunidad, y encuentra su fundamento en el principio de dignidad humana, en el deber de
memoria histórica y de recordar, y en el derecho al bueno nombre y a la imagen;

(ii) Así, las víctimas y los perjudicados por graves violaciones de derechos humanos tienen
el derecho inalienable a saber la verdad de lo ocurrido;

(iii) este derecho se encuentra en cabeza de las víctimas, de sus familiares y de la sociedad
en su conjunto, y por tanto apareja una dimensión individual y una colectiva;

(iv) la dimensión individual del derecho a la verdad implica que las víctimas y sus
familiares conozcan la verdad sobre los hechos, los responsables y las consecuencias de lo
sucedido. Este derecho apareja por tanto, el derecho a conocer la autoría del crimen, los
motivos y las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos
delictivos, y finalmente, el patrón criminal que marca la comisión de los hechos criminales.
Esto último, implica el derecho a conocer si el delito que se investiga constituye una grave
violación a los derechos humanos, un crimen de guerra o un crimen de lesa humanidad;

(v) la dimensión colectiva del derecho a la verdad, por su parte, significa que la sociedad
debe conocer la realidad de lo sucedido, su propia historia, la posibilidad de elaborar un
relato colectivo a través de la divulgación pública de los resultados de las investigaciones, e
implica la obligación de contar con una “memoria pública” sobre los resultados de estas
investigaciones sobre graves violaciones de derechos humanos;

(vi) el derecho a la verdad constituye un derecho imprescriptible que puede y debe ser
garantizado en todo tiempo;

(vii) con la garantía del derecho a la verdad se busca la coincidencia entre la verdad
procesal y la verdad real;

(viii) este derecho se encuentra intrínsecamente relacionado y conectado con el derecho a la


justicia y a la reparación. Así, el derecho a la verdad se encuentra vinculado con el derecho
de acceso a la justicia, ya que la verdad sólo es posible si se proscribe la impunidad y se
garantiza, a través de investigaciones serias, responsables, imparciales, integrales y
sistemáticas por parte del Estado, el consecuente esclarecimiento de los hechos y la
correspondiente sanción;
(ix) de otra parte, el derecho a la verdad se encuentra vinculado con el derecho a la
reparación, ya que el conocimiento de lo sucedido para las víctimas y sus familiares,
constituye un medio de reparación;

(x) los familiares de las personas desaparecidas tienen derecho a conocer el destino de los
desaparecidos y el estado y resultado de las investigaciones oficiales. En este sentido, el
derecho a conocer el paradero de las personas desaparecidas o secuestradas se encuentra
amparado en el derecho del familiar o allegado de la víctima a no ser objeto de tratos
crueles, inhumanos o degradantes y debe ser satisfecho, incluso, si no existen procesos
penales en contra de los presuntos responsables (por muerte, indeterminación o cualquier
otra causa)[27];

(xi) finalmente, en cuanto al derecho a la verdad, la Corte resalta no solo la importancia y la


obligación del Estado de adelantar investigaciones criminales con el fin de esclarecer la
responsabilidad penal individual y la verdad de los hechos, sino también la importancia de
mecanismos alternativos de reconstrucción de la verdad histórica, como comisiones de la
verdad de carácter administrativo, que en casos de vulneraciones masivas y sistemáticas de
los derechos humanos, deben servir a los fines constitucionales antes mencionados.

5.2.3 En cuanto al derecho a la reparación, la jurisprudencia de la Corte ha fijado los


siguientes parámetros y estándares constitucionales, en armonía con el derecho y la
jurisprudencia internacional en la materia:

(i) el reconocimiento expreso del derecho a la reparación del daño causado que le asiste a
las personas que han sido objeto de violaciones de derechos humanos, y de que por tanto
éste es un derecho internacional y constitucional de las víctimas, como en el caso del
desplazamiento forzado;

(ii) el derecho a la reparación integral y las medidas que este derecho incluyese encuentran
regulados por el derecho internacional en todos sus aspectos: alcance, naturaleza,
modalidades y la determinación de los beneficiarios, aspectos que no pueden ser
desconocidos y deben ser respetados por los Estados obligados;

(iii) el derecho a la reparación de las víctimas es integral, en la medida en que se deben


adoptar distintas medidas determinadas no solo por la justicia distributiva sino también por
la justicia restaurativa, en cuanto se trata de la dignificación y restauración plena del goce
efectivo de los derechos fundamentales de las víctimas;
(iv) las obligaciones de reparación incluyen, en principio y de manera preferente, la
restitución plena (restitutio in integrum), que hace referencia al restablecimiento de la
víctima a la situación anterior al hecho de la violación, entendida ésta como una situación
de garantía de sus derechos fundamentales, y dentro de estas medidas se incluye la
restitución de las tierras usurpadas o despojadas a las víctimas;

(v) de no ser posible tal restablecimiento pleno es procedente la compensación a través de


medidas como la indemnización pecuniaria por el daño causado;

(vi) la reparación integral incluye además de la restitución y de la compensación, una serie


de medidas tales como la rehabilitación, la satisfacción y garantías de no repetición. Así, el
derecho a la reparación integral supone el derecho a la restitución de los derechos y bienes
jurídicos y materiales de los cuales ha sido despojada la víctima; la indemnización de los
perjuicios; la rehabilitación por el daño causado; medidas simbólicas destinadas a la
reivindicación de la memoria y de la dignidad de las víctimas; así como medidas de no
repetición para garantizar que las organizaciones que perpetraron los crímenes investigados
sean desmontadas y las estructuras que permitieron su comisión removidas, a fin de evitar
que las vulneraciones continuas, masivas y sistemáticas de derechos se repitan;

(vii) la reparación integral a las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos
tiene tanto una dimensión individual como colectiva;

(viii) en su dimensión individual la reparación incluye medidas tales como la restitución, la


indemnización y la readaptación o rehabilitación;

(ix) en su dimensión colectiva la reparación se obtiene también a través de medidas de


satisfacción y carácter simbólico o de medidas que se proyecten a la comunidad;

(x) una medida importante de reparación integral es el reconocimiento público del crimen
cometido y el reproche de tal actuación. En efecto, como ya lo ha reconocido la Corte, la
víctima tiene derecho a que los actos criminales sean reconocidos y a que su dignidad sea
restaurada a partir del reproche público de dichos actos. Por consiguiente, una manera de
vulnerar de nuevo sus derechos, es la actitud dirigida a desconocer, ocultar, mentir,
minimizar o justificar los crímenes cometidos;

(xi) el derecho a la reparación desborda el campo de la reparación económica, e incluye


además de las medidas ya mencionadas, el derecho a la verdad y a que se haga justicia. En
este sentido, el derecho a la reparación incluye tanto medidas destinadas a la satisfacción de
la verdad y de la memoria histórica, como medidas destinadas a que se haga justicia, se
investigue y sancione a los responsables. Por tanto, la Corte ha evidenciado el derecho a la
reparación como un derecho complejo, en cuanto se encuentra en una relación de conexidad
e interdependencia con los derechos a la verdad y a la justicia, de manera que no es posible
garantizar la reparación sin verdad y sin justicia;

(xii) la reparación integral a las víctimas debe diferenciarse de la asistencia y servicios


sociales y de la ayuda humanitaria brindada por parte del Estado, de manera que éstos no
pueden confundirse entre sí, en razón a que difieren en su naturaleza, carácter y finalidad.
Mientras que los servicios sociales tienen su título en derechos sociales y se prestan de
manera ordinaria con el fin de garantizar dichos derechos sociales, prestacionales o
políticas públicas relativas a derechos de vivienda, educación y salud, y mientras la
asistencia humanitaria la ofrece el Estado en caso de desastres; la reparación en cambio,
tiene como título la comisión de un ilícito, la ocurrencia de un daño antijurídico y la grave
vulneración de los derechos humanos, razón por la cual no se puede sustituirlas o
asimilarlas, aunque una misma entidad pública sea responsable de cumplir con esas
funciones, so pena de vulnerar el derecho a la reparación;

(xiii) la necesaria articulación y complementariedad de las distintas políticas públicas, pese


a la clara diferenciación que debe existir entre los servicios sociales del Estado, las acciones
de atención humanitaria y las medidas de reparación integral. De esta manera, el Estado
debe garantizar todas las medidas, tanto de atención como de reparación a la población
desplazada, hasta el restablecimiento total y goce efectivo de sus derechos.

Teniendo en cuenta los hechos narrados en el presente proceso de restitución de tierras, es


preciso en primer, establecer la medida en que la Corte Constitucional ha elevado a rango
fundamental, el derecho a la restitución de tierras, tratándose de temas de despojo o de
abandono forzado de tierras.

En sentencia T-821 de 2007 el máximo tribunal constitucional sobre el particular, reseñó:

“Las personas que se encuentran en situación de desplazamiento forzado y que han


sido despojadas violentamente de su tierra (de la cual son propietarias o
poseedoras), tienen derecho fundamental a que el Estado conserve su derecho a la
propiedad o posesión y les restablezca el uso, goce y libre disposición de la misma
en las condiciones establecidas por el derecho internacional en la materia. En
efecto, en estos casos el derecho a la propiedad o a la posesión adquiere un
carácter particularmente, reforzado, que merece atención especial por parte del
Estado.

(…)El derecho a la restitución es uno de los derechos que surgen del derecho a la
reparación integral. En este sentido es necesario recordar que el artículo 17 del
Protocolo Adicional de los Convenios de Ginebra de 1949 y los Principios Rectores
de los Desplazamientos Internos, consagrados en el Informe del Representante
Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el Tema de los
Desplazamientos Internos de Personas (los llamados principios Deng), y entre
ellos, los Principios 21, 28 y 29 y los Principios sobre la restitución de las viviendas
y el patrimonio de los refugiados y las personas desplazadas, hacen parte del
bloque de constitucionalidad en sentido lato, en tanto son desarrollos adoptados
por la doctrina internacional, del derecho fundamental a la reparación integral por
el daño causado (C. P. árt 93.2)."

De lo anterior, puede decirse como primera medida que el derecho a la restitución de tierras
ha sido considerado por la jurisprudencia constitucional como un derecho fundamental,
mediante el cual, las víctimas de despojo o de abandono forzado, tienen derecho a que el
Estado adopte de manera efectiva, toda las medidas necesarias para restituirle a las víctimas
de estas actuaciones, su derecho a la propiedad y la posesión, en lo que se refiere el uso,
goce y libre disposición de bien en cuestión, de manera que el derecho a la propiedad y la
posesión, cobran relevancia en este proceso. Es preciso afirmar también que, la restitución
de tierras se da como una consecuencia del derecho a la reparación integral que ostenta toda
persona que ha sufrido daños a sus derechos humanos fundamentales tanto a la luz del
ordenamiento jurídico interno como en la órbita internacional y en este sentido, es
necesario que se realicen todas las medidas conducentes a hacer efectivos estos derechos de
las víctimas.

De acuerdo a la ley 1448 de 2011, el solicitante Jose Leonardo salgado se ve amparado por
un conjunto de medidas judiciales, administrativas, sociales y económicas, individuales y
colectivas, que contempla dicha ley en beneficio de las víctimas, dentro de un marco de
justicia transicional, que busca hacer efectivo el goce por parte de las víctimas a sus
derechos a la verdad, la justicia y la reparación con garantía de no repetición, de modo que
se reconozca su condición como víctimas y se dignifique a través de la materialización de
sus derechos constitucionales.

Es importante establecer la calidad de víctima conforme al artículo 3 de la ley 1448 de


2011, considerando que el solicitante ostenta tal calidad ya que sufrió un daño como
consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves
y manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión
del conflicto armado interno.

Por su parte, el artículo 75 de dicha ley establece que son titulares al derecho de restitución
“Las personas que fueran propietarias o poseedoras de predios, o explotadoras de baldíos
cuya propiedad se pretenda adquirir por adjudicación, que hayan sido despojadas de estas
o que se hayan visto obligadas a abandonarlas como consecuencia directa e indirecta de
los hechos que configuren las violaciones de que trata el artículo 3o de la presente ley,
entre el 1o de enero de 1991 y el término de vigencia de la Ley, pueden solicitar la
restitución jurídica y material de las tierras despojadas o abandonadas forzadamente, en
los términos establecidos en este capítulo.”

Teniendo en cuenta esto el solicitante es titular al derecho de restitución, por cuanto de


acuerdo a los hechos, este ostenta la calidad jurídica de titular de derechos herenciales del
predio en razón al fallecimiento de su madre.

la Corte Constitucional en Sentencia T-159 de 2011 enuncia:

“La respuesta a la problemática del desplazamiento no solamente fue desde el ámbito


nacional, sino que también se buscó ampliar la protección a la esfera internacional, por lo
que fue necesario adoptar diferentes instrumentos de carácter internacional que igualmente
reconocieron la protección a los derechos de reubicación y restitución de la tierra para los
desplazados como una alternativa optima de estabilización socioeconómica. Dentro de las
decisiones adoptadas se encuentran los Principios Rectores de los Desplazamientos
Internos, formulados en 1998 por el representante del Secretario General de las Naciones
Unidas sobre el desplazamiento interno, los cuales hacen parte del bloque de
constitucionalidad en la medida que concretan el alcance de tratados sobre derechos
humanos y derecho internacional humanitario respecto de los desplazados internos.”1.

Principios Rectores de los Desplazamientos Internos

PRINCIPIO 21:

I.- Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad o sus posesiones.

2.- La propiedad y las posesiones de los desplazados Internos disfrutará, de


protección en toda circunstancia, en particular, contra los siguientes actos:

a) expolio:

b) ataques directos o indiscriminados u otros actos de violencia;

c) utilización como escudos de operaciones u objetos militares;

d) actos de represalia; y

e) destrucciones o expropiaciones corno forma de castigo colectivo.

1
Sentencia T-159 de 2011, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto
3.- La propiedad y las posesiones que hayan abandonado los desplazados intentos
serán objeto de protección contra la destrucción y la apropiación, ocupación o usos
arbitrarios e ilegales.

PRINCIPIO 28

I.- Las autoridades competentes tienen la obligación y responsabilidad primarias de


establecer las condiciones y proporcionar los medios que permitan el regreso
voluntario, seguro y digno de los desplazados internos a su hogar o su lugar de
residencia habitual o su reasentamiento voluntario en otra parte del país. Esas
autoridades tratarán de facilitar la reintegración de los desplazados internos que
han regresado o se han reasentado en otra parte.

2. Se haran esfuerzos especiales por asegurar la plena participación de los


desplazados internos en la planificación y gestión de su regreso o de su
reasentamiento y reintegración.

PRINCIPIO 29

I.- Los desplazados internos que regresen a su hogar o a su lugar de residencia


habitual o que se hayan reasentado en otra parte del pais no serán objeto de
discriminación alguna basada en su desplazamiento. Tendrán derecho a participar
de manera plena e igualitaria en los asuntos públicos a todos los niveles y a
disponer de acceso en condiciones de Igualdad a los servicios públicos."

Estos principios tiene como propósito “prevenir las condiciones que dan lugar al
desplazamiento forzado, proporcionar protección nacional e internacional una vez las
personas han sido desplazadas, y promover soluciones duraderas y permanentes. (…)
explican claramente las responsabilidades de las autoridades nacionales, las
organizaciones internacionales y todos los otros grupos y personas, incluyendo las fuerzas
insurgentes, en sus relaciones con las personas internamente desplazadas(…)”2.

Principios sobre la restitución de las viviendas y el patrimonio de los refugiados y las


personas desplazadas ( Principios Pinheiro):

Principio 2. Derecho a la restitución de las viviendas y el patrimonio

2.1. Todos los refugiados y desplazados tienen derecho a que se les restituyan las
viviendas, las tierras y el patrimonio de que hayan sido privados arbitraria o

2
Guía para la aplicación de los principios rectores de los desplazamientos internos, Proyecto sobre Desplazamiento Interno del Instituto Brookings, 1999.
ilegalmente o a que se les indemnice por cualquier vivienda, tierra o bien cuya
restitución sea considerada de hecho imposible por un tribunal independiente e
imparcial.

2.2. Los Estados darán prioridad de forma manifiesta al derecho de restitución


como medio preferente de reparación en los casos de desplazamiento y como
elemento fundamental de la justicia restitutiva. El derecho a la restitución de las
viviendas, las tierras y el patrimonio es un derecho en sí mismo y es independiente
de que se haga o no efectivo el regreso de los refugiados y desplazados a quienes
les asista ese derecho.

Principio 5. El derecho a la protección contra el desplazamiento

5.1 toda persona tiene derecho a que se la proteja de ser desplazada


arbitrariamente de su hogar, de sus tierras o de su lugar de residencia habitual.

5.2. los estados deben incluir en su legislación protecciones contra el


desplazamiento que se ajusten a las disposiciones de los instrumentos
internacionales de derechos humanos, del derecho humanitario, y de las normas
conexas, asi como ampliar el alcance de dichas protecciones a toda persona que se
encuentre denteo de su jurisdicción legal o bajo su controal. Efectivos.

5.3. los estados prohibiran el desalojo forsozo, la demolición de vivienda, la


destrucción de zonas agrícolas y la confiscación o exporopiación arbitraria de
tierras como emddida punitia o como emdio o estrategia de guerra.

5.4. los estados adoptaran medidas para garantizar que nadie sea sometido al
desplzamanietno por agentes estatales o no estatales. Los estados velaran asimismo
porque los individuos, las empresas y demas entidades que se encuentren dentro de
su jurisdicción legal o bajo su control efectivo se abstengan de realizar
desplazamientos o de participar en ellos de algún otro modo.

Principio 6. El derecho a la intimidad y al respeto del hogar

6.1. Toda persona tiene derecho a ser protegida contra las injerencias arbitrarias o
ilegales en su intimidad o en su hogar.

6.2. Los Estados velarán por que toda persona disponga de las debidas garantías
procesales contra la injerencia arbitraria o ilegal en su intimidad o en su hogar.

Principio 7. El derecho al disfute pacifico de los beines


7.1. Toda persona qtiene derecho al disfrute pacifico de sus bienes.

7.2. Los estados solo podran subordinar el uso y el disfrute pacifico de los bienes al
interes público, y con sujeción a las condiciones previstas en la legislación y en los
principios generales del dechos internacional. Siempre que sea posible, el “interes
de la sociedad” debe entenderse en un sentido restringido, de forma que conlleve
únicamente una injerencia temproal o limitada en el derecho al disfrute pacífico de
los bienes.

Principio 8. El derecho a una vivienda adecuada.

8.1. toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada.

8.2. los estados deben adoptar medidas positivas para mejorar la situación de los
refugiados y desplazados que no tienen viviendas adecuadas.

Estos principios tienen como objetivo “promover la búsqueda de soluciones duraderas


para los desplazados internos y los refugiados, que incluyen el derecho a regresar a los
hogares y propiedades de los que tuvieron que huir o se vieron forzados a abandonar a
raíz de conflictos armados y violaciones de derechos humanos.”3

Por lo tanto se busca con esto la aplicación se de una consolidación de la paz, ya que la paz
constituye uno de los propósitos fundamentales del derecho internacional al estar prevista
en el preámbulo y varias disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas (1945); en el
preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948); en el preámbulo de
la Carta constitutiva de la Organización de Estados Americanos (1948); en los pactos
internacionales de Derechos Civiles y Políticos, y de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (1966). De ahí que pueda considerarse como la “ausencia de conflictos o
enfrentamientos violentos (núcleo mínimo), como efectiva armonía social proveniente del
pleno cumplimiento de los mandatos de optimización contenidos en las normas de
Derechos Humanos (desarrollo máximo) o como la atenuación de los rigores de la guerra
y la “humanización” de las situaciones de conflicto (Derecho Internacional Humanitario).4

Por lo tanto de acuerdo a todo lo mencionado el derecho a la restitución es un componente


preferente y principal de la reparación integral a víctimas.

3
Manual sobre la Restitución de las Viviendas y el Patrimonio de Refugiados y Personas Desplazadas.
Aplicación de los “Principios Pinheiro”. Marzo 2007.

4
Sentencia c-795de 2014. Mp Jorge Iván Palacio Palacio
El daño acaecido por la violación flagrante de los derechos humanos, genera a favor de la
víctima el derecho fundamental a la reparación de los perjuicios directamente ocasionados
con la trasgresión, a través de la restitución, la indemnización, la rehabilitación, la
satisfacción y la garantía de no repetición consagradas en el Derecho Internacional. La
exigencia y la satisfacción de este derecho fundamental se dan independientemente de la
identificación, aprehensión, enjuiciamiento o condena del victimario, debido a que aquel
deriva precisamente de la condición de víctima, cuyos derechos corresponde al Estado
salvaguardar, sin perjuicio de que pueda repetir contra el autor.5

Así pues, la corte en sentencia C-715-12 establece que a partir del examen del
cumplimiento de los estándares y obligaciones internacionales de derechos humanos se
determina la responsabilidad internacional del Estado por violación de los derechos
humanos de las personas sujetas a su jurisdicción, y una vez establecida se busca la
reparación integral de las víctimas que, además de la restitución, supone la indemnización,
la rehabilitación y garantías de no repetición, como ya se anotó.

2) Conteste las siguientes preguntas amplia y suficientemente, a partir de diversas fuentes


del derecho.

a). ¿Quién ostenta la calidad de victima bajo la Ley 1448 de 2011?

R/ Según el artículo 3 de la ley 1448 de 2011, se consideran víctimas:

 Las personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos
ocurridos a partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia de infracciones al
Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las
normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto
armado interno.
 El cónyuge, compañero o compañera permanente, parejas del mismo sexo y familiar
en primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima directa, cuando a
esta se le hubiere dado muerte o estuviere desaparecida. A falta de estas, quiénes se
encuentren en el segundo grado de consanguinidad ascendente.
 Las personas que hayan sufrido un daño al intervenir para asistir a la víctima en
peligro o para prevenir la victimización.
 Los niños, niñas o adolescentes miembros de grupos armados organizados al
margen de la ley que hubieren sido desvinculados siendo menores de edad.

5Sentencia T-085 de 2009, M.P. Jaime Araujo Rentería y sentencia T-367 de 2010, M.P. María Victoria
Calle Correa.
 El o la cónyuge, compañero o compañera permanente, o los parientes de los
miembros de grupos armados organizados al margen de la ley como vić timas
directas por el daño sufrido en sus derechos, pero no como víctimas indirectas por el
daño sufrido por los miembros de dichos grupos.

b) ¿Qué consagra la Ley 1448 como enfoques diferenciales? ¿En la jurisprudencia que
tratamiento se les ha dado a dichos enfoques?

R/ Según el artículo 13 de la ley 1448 de 2011, el enfoque diferencial es aquél que reconoce
que hay poblaciones con características particulares en razón de su edad, género,
orientación sexual y situación de discapacidad, de manera que, las medidas de ayuda
humanitaria, atención, asistencia y reparación integral se llevarán a cabo tomando en cuenta
dichas circunstancias.

En esta medida, el Estado debe ofrecer especiales garantías y medidas de protección a los
grupos expuestos a mayor riesgo de las violaciones, como mujeres, jóvenes, niños y niñas,
adultos mayores, personas en situación de discapacidad, campesinos, líderes sociales,
miembros de organizaciones sindicales, defensores de Derechos Humanos y víctimas de
desplazamiento forzado. Por lo cual, en la ejecución y adopción por parte del Gobierno
Nacional de políticas de asistencia y reparación, deben adoptarse criterios diferenciales que
respondan a las particularidades y grado de vulnerabilidad de cada uno de estos grupos
poblacionales. Igualmente, dichas medidas, deben contribuir a la eliminación de los
esquemas de discriminación y marginación que pudieron ser la causa de los hechos
victimizantes.

Tratamiento jurisprudencial del enfoque diferencial

Tomando en cuenta lo anterior, la jurisprudencia constitucional ha desarrollado el enfoque


diferencial en sentencia T-025 de 2004, sin embargo, la sentencia T-1105 de 2008 amplía
este principio al establecer que con la aplicación de un enfoque diferencial no sólo se puede
obtener un diseño de políticas públicas a determinada población vulnerable, sino que
contribuye a destacar un componente del derecho constitucional fundamental al
reconocimiento y protección de la diversidad étnica y cultural. En últimas, el enfoque
diferencial garantiza una atención integral a determinada población bajo estricto respeto de
sus derechos individuales y colectivos tal como lo establece la Constitución y el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos.

En la anterior sentencia se colige, el deber del Estado de aplicar acciones afirmativas y la


ejecución de una política pública de enfoque diferencial para garantizar la efectiva protección
de una determinada población o grupo.
Asimismo, los autos A-004 y A-005 de 2009, proferidos por el tribunal constitucional dentro
del proceso de seguimiento a la sentencia T-025 de 2004 sobre desplazamiento forzado, en
los cuales se reconocen y analizan las especiales circunstancias que agravan este problema
cuando los sujetos afectados pertenecen a los grupos étnicos minoritarios, indígenas y
afrodescendientes respectivamente, se ordena la aplicación de medidas por parte del Estado
con enfoque diferencial en virtud del principio de diversidad etnocultural.

Por otra parte, en sentencia C-641-2012, la Corte Constitucional se refirió al reconocimiento


a los pueblos y comunidades indígenas así como a la protección a la diversidad étnica y
cultural, al afirmar que la Constitución de 1991 hace un reconocimiento amplio a los
miembros de los pueblos y comunidades indígenas, igualmente comprendido en el mandato
general de protección a la diversidad étnica y cultural contenido en el artículo 7° superior,
pero también en otras normas específicas, tales como los artículos 96, 171, 246, 286, 321,
329, 330, 356 y 56 transitorio ídem. El alcance de esos derechos, tanto como el de aquellos
que se atribuyen a los miembros de las comunidades negras, afrodescendientes, raizales,
palenqueras y/o pueblos ROM, ha sido objeto de amplio desarrollo por parte de la
jurisprudencia de la Corte Constitucional, en decisiones tanto de tutela como en trámites de
constitucionalidad.

En la misma providencia el tribunal constitucional reconoce que en virtud de garantizar la


diversidad étnica y cultural intentando generar igualdad real y efectiva, se han elaborado
multiplicidad de medidas calificadas como acciones afirmativas, además se reconoce la
necesidad de implementar el enfoque diferencial en el diseño y aplicación de políticas públicas,
con el objetivo de alcanzar la igualdad real y efectiva. Por lo cual, cabe considerar que, toda
medida legislativa, judicial o de cualquier otra índole que se adopte a efectos de hacer valer la
diversidad étnica y cultural, repetidamente proclamada por la Constitución, tiene el carácter
de una acción afirmativa en cuanto implica un trato ventajoso, y formalmente desigual,
encaminado a favorecer a personas y grupos humanos que tradicionalmente han sido
marginados o discriminados frente a aquellos considerados predominantes, todo ello con el
único propósito de avanzar hacia la igualdad sustancial entre los miembros de todo el
conglomerado social.

Por último, a la misma línea puede también anotarse la necesidad reconocida por la
jurisprudencia, de aplicar un enfoque diferencial al diseño y aplicación de las políticas
públicas con las que se pretende afrontar situaciones problemáticas que si bien
potencialmente podrían afectar a todas las personas, adquieren características especiales,
usualmente de mayor gravedad, frente a determinados tipos de sujetos, entre ellos las
comunidades étnicas

c) ¿Qué medidas de asistencia y atención a las víctimas consagra la Ley 1448 de 2011?
R/ Conforme al artículo 49 de la ley 1448 de 2011, debe decirse en primer lugar que las
medidas de asistencia son aquellos instrumentos, mecanismos y recursos de orden político,
económico, social, fiscal, entre otros, que están a cargo del Estado y cuyo objetivo es
reivindicarle a las víctimas sus derechos, brindarles condiciones de vida digna y
garantizarles su incorporación a la vida social, económica y política.

Por su parte, las medidas de atención, consisten en brindarles a las víctimas el acceso a
información, acompañamiento y orientación tanto jurídica como psicosocial, con miras a
facilitar el acceso a sus derechos a la verdad, justicia y reparación.

Estas medidas son las siguientes:

 Asistencia funeraria (art. 50): Esta obligación consiste en que las entidades
territoriales con cargo a su presupuesto y sin intermediarios, deben pagar los gastos
funerarios de las víctimas, siempre y cuando estas no cuenten con recursos para
sufragarlos.

El parágrafo del presente artículo aclara que cuando la víctima fallezca en un


municipio distinto a su lugar de residencia, los costos y gastos funerarios serán
sufragados por el municipio donde ocurrió el deceso y aquél en el que la víctima
residía.

 Medidas en materia de educación (art. 51): Consiste en que las autoridades


educativas deben adoptar en el marco de sus competencias, las medidas necesarias
para asegurar el acceso y la exención de todo tipo de costos académicos en los
establecimientos educativos oficiales en los niveles de preescolar, básica y media a
quien tenga la calidad de víctima, siempre y cuando estas no cuenten con los
recursos para su pago. En caso de que no sea posible el acceso al sector oficial, se
puede contratar el servicio educativo con instituciones privadas.

Asimismo, las instituciones, universidades o escuelas de educación superior, deben


establecer en el marco de su autonomía, los procesos de selección, admisión y
matrícula que posibiliten que las víctimas, puedan acceder a sus programas
académicos que éstas ofrecen, especialmente a mujeres cabeza de familia y
adolescentes y población en condición de discapacidad.

El Ministerio de Educación Nacional por su parte, incluirá a las víctimas, dentro de


las estrategias de atención a la población diversa y adelantará las gestiones para que
sean incluidas dentro de las líneas especiales de crédito y subsidios del ICETEX.,
así como priorizar, facilitar y garantizar el acceso de las víctimas al Servicio
Nacional de Aprendizaje (SENA), dentro de los cupos habilitados.
 Medidas en materia de salud (art.52): Esta obligación está a cargo del Sistema
General de Seguridad Social en Salud, entidad que debe garantizar la cobertura de la
asistencia en salud a quien tenga la calidad de víctima según la ley 1448 de 2011, de
acuerdo con las competencias y responsabilidades de quienes intervengan como
actores en dicha entidad.

En atención a lo anterior, toda persona que sea incluida en el Registro Único de


Víctimas de la ley en mención, accederá por ese hecho a la afiliación contemplada
en el artículo 32.2 de la Ley 1438 de 2011 (afiliación a la Entidad Promotora de
Salud del Régimen Subsidiado mediante el mecanismo simplificado que se
desarrolle para tal fin) y se considerará elegible para el subsidio en salud, salvo en
los casos en que se demuestre capacidad de pago de la víctima.

Asimismo, el parágrafo 1° del presente artículo, establece que con el fin de


garantizar la cobertura de la asistencia en salud a las víctimas y de priorizar y
atender a sus necesidades, se realizará la actualización del Plan Obligatorio de
Salud, de acuerdo con las competencias y responsabilidades de los actores del
Sistema General de Seguridad Social en Salud y en los términos de la Ley 1438 de
2011 y por su parte, el parágrafo 2° establece que, las víctimas que se encuentren
registradas en el Sisbén 1 y 2 quedarán exentas de cualquier cobro de copago o
cuota moderadora, en todo tipo de atención en salud que requieran y en caso de no
estar afiliadas a ningún régimen, tendrán que ser afiliadas en forma inmediata al
régimen subsidiado.

 Atención de emergencia en salud (art. 53): Esta medida consiste en que


instituciones hospitalarias, públicas o privadas, del territorio nacional, que prestan
servicios de salud, tienen la obligación de prestar atención de emergencia de manera
inmediata a las víctimas que la requieran, con independencia de la capacidad
socioeconómica de los demandantes de estos servicios y sin exigir condición previa
para su admisión.

Los servicios de asistencia en salud se refieren a los servicios de asistencia médica,


quirúrgica y hospitalaria, los cuales consisten en: hospitalización, medicamentos,
honorarios médicos, material médico-quirúrgico, servicios de apoyo (bancos de
sangre, laboratorios), exámenes de VIH sida y de ETS en caso que la persona haya
sido víctima de acceso carnal violento, servicios de interrupción voluntaria del
embarazo en los casos permitidos, etc.

d) ¿Qué diferencia existe entre Despojo y Abandono?


R/ Conforme al artículo 74 de la ley 1448 de 2011, la diferencia entre despojo y abandono
forzado de tierras radica en que el despojo, se trata de una acción por medio de la cual, un
grupo armado, sus representantes o incluso oportunistas aprovechándose de la situación de
violencia y vulnerabilidad, privan arbitrariamente a una persona de su propiedad, posesión
u ocupación, ya sea de hecho, mediante negocio jurídico, acto administrativo, sentencia, o
mediante la comisión de delitos asociados a la situación de violencia, obligándolas a
vender, entregar o desocupar la mismas.

Mientras que el abandono forzado, se trata de la situación temporal o permanente a la que


se ve abocada una persona forzada a desplazarse, razón por la cual se ve impedida para
ejercer la administración, explotación y contacto directo con los predios que debió
desatender en su desplazamiento, es decir, es la situación en la cual la víctima se ve
obligada a dejar sus tierras para proteger su derecho la vida, libertad e integridad suya y la
de su familia, razón por la cual se ve impedida para usar y explotar su predio.

La diferencia radica en que en el despojo, la víctima es obligada y coaccionada


directamente por el grupo armado o sus semejantes a dejar su propiedad, mientras que en el
abandono forzado, la víctima se ve obligada a hacerlo en pro de salvaguardar sus derechos
y los de su familia por la situación de violencia.

e) ¿Qué presunciones de despojo incorpora la Ley 1448 de 2011?

R/ El artículo 77 de la ley 1448 de 2011, incorpora las siguientes presunciones de despojo


en relación con los predios inscritos en el registro de tierras despojadas:

1. Presunciones de derecho en relación con ciertos contratos. Para efectos probatorios


dentro del proceso de restitución, se presume de derecho que existe ausencia de
consentimiento, o causa ilícita, en los negocios y contratos de compraventa o cualquier otro
mediante el cual se transfiera o se prometa transferir un derecho real, la posesión u
ocupación sobre el inmueble objeto de restitución, celebrados durante el periodo previsto
en el artículo 75 (entre el 1º de enero de 1991 y el término de vigencia de la Ley), entre la
víctima de este, su cónyuge, compañero o compañera permanente, los familiares o mayores
de edad con quienes conviva, sus causahabientes con las personas que hayan sido
condenadas por pertenencia, colaboración o financiación de grupos armados que actúan por
fuera de la ley cualquiera que sea su denominación, o por narcotráfico o delitos conexos,
bien sea que estos últimos hayan actuado por sí mismos en el negocio, o a través de
terceros. La ausencia de consentimiento en los contratos y negocios mencionados genera la
inexistencia del acto o negocio de que se trate y la nulidad absoluta de todos los actos o
negocios posteriores que se celebren sobre la totalidad o una parte del bien.
2. Presunciones legales en relación con ciertos contratos. Salvo prueba en contrario, para
efectos probatorios dentro del proceso de restitución, se presume que en los siguientes
negocios jurídicos hay ausencia de consentimiento o de causa lícita, en los contratos de
compraventa y demás actos jurídicos mediante los cuales se transfiera o se prometa
transferir un derecho real, la posesión o la ocupación sobre inmuebles siempre y cuando no
se encuentre que la situación está prevista en el numeral anterior, en los siguientes casos:

a. En cuya colindancia hayan ocurrido actos de violencia generalizados, fenómenos de


desplazamiento forzado colectivo, o violaciones graves a los derechos humanos en la época
en que ocurrieron las amenazas o hechos de violencia que se alega causaron el despojo o
abandono, o en aquellos inmuebles en donde se haya solicitado las medidas de protección
individuales y colectivas relacionadas en la Ley 387 de 1997, excepto en aquellos casos
autorizados por la autoridad competente, o aquellos mediante el cual haya sido desplazado
la víctima de despojo, su cónyuge, compañero o compañera permanente, los familiares o
mayores de edad con quienes convivía o sus causahabientes.

b. Sobre inmuebles colindantes de aquellos en los que, con posterioridad o en forma


concomitante a las amenazas, se cometieron los hechos de violencia o el despojo se hubiera
producido un fenómeno de concentración de la propiedad de la tierra en una o más
personas, directa o indirectamente; sobre inmuebles vecinos de aquellos donde se hubieran
producido alteraciones significativas de los usos de la tierra como la sustitución de
agricultura de consumo y sostenimiento por monocultivos, ganadería extensiva o minería
industrial, con posterioridad a la época en que ocurrieron las amenazas, los hechos de
violencia o el despojo.

c. Con personas que hayan sido extraditadas por narcotráfico o delitos conexos, bien sea
que estos últimos hayan actuado por sí mismos en el negocio, o a través de terceros.

d. En los casos en los que el valor formalmente consagrado en el contrato, o el valor


efectivamente pagado, sean inferiores al cincuenta por ciento del valor real de los derechos
cuya titularidad se traslada en el momento de la transacción.

e. Cuando no se logre desvirtuar la ausencia de consentimiento en los contratos y negocios


mencionados en alguno de los literales del presente artículo, el acto o negocio de que se
trate será reputado inexistente y todos los actos o negocios posteriores que se celebren
sobre la totalidad o parte del bien estarán viciados de nulidad absoluta.

f. Frente a propiedad adjudicada de conformidad con la Ley 135 de 1961 y el Decreto 561
de 1989, a empresas comunitarias, asociaciones o cooperativas campesinas, cuando con
posterioridad al desplazamiento forzado se haya dado una transformación en los socios
integrantes de la empresa.
3. Presunciones legales sobre ciertos actos administrativos. Cuando la parte solicitante
hubiere probado la propiedad, posesión u ocupación, y el posterior despojo de un bien
inmueble, no podrá negársele su restitución con fundamento en que un acto administrativo
posterior legalizó una situación jurídica contraria a los derechos de la víctima. Para efectos
probatorios dentro del proceso de restitución, se presume legalmente que tales actos son
nulos. Por lo tanto, el juez o Magistrado podrá decretar la nulidad de tales actos. La nulidad
de dichos actos produce el decaimiento de todos los actos administrativos posteriores y la
nulidad de todos los actos y negocios jurídicos privados que recaigan sobre la totalidad del
bien o sobre parte del mismo.

4. Presunción del debido proceso en decisiones judiciales. Cuando el solicitante hubiere


probado la propiedad, posesión u ocupación, y el posterior despojo de un bien inmueble, no
podrá negársele su restitución con fundamento en que una sentencia que hizo tránsito a cosa
juzgada otorgó, transfirió, expropió, extinguió o declaró la propiedad a favor de un tercero,
o que dicho bien fue objeto de diligencia de remate, si el respectivo proceso judicial fue
iniciado entre la época de las amenazas o hechos de violencia que originaron el
desplazamiento y la de la sentencia que da por terminado el proceso de que trata esta ley.

Para efectos probatorios dentro del proceso de restitución, se presume que los hechos de
violencia le impidieron al despojado ejercer su derecho fundamental de defensa dentro del
proceso a través del cual se legalizó una situación contraria a su derecho. Como
consecuencia de lo anterior, el juez o Magistrado podrá revocar las decisiones judiciales a
través de las cuales se vulneraron los derechos de la víctima y a ordenar los ajustes
tendientes a implementar y hacer eficaz la decisión favorable a la víctima del despojo.

5. Presunción de inexistencia de la posesión. Cuando se hubiera iniciado una posesión


sobre el bien objeto de restitución, durante el periodo previsto en el artículo 75 y la
sentencia que pone fin al proceso de que trata la presente ley, se presumirá que dicha
posesión nunca ocurrió.

f) ¿Qué requisitos mínimos debe contener la solicitud de restitución o formalización?

R/ Conforme al artículo 84 de la ley 1448, la solicitud de restitución o formalización deberá


contener:
 La identificación del predio que deberá contener como mínimo los siguientes datos:
la ubicación, el departamento, municipio, corregimiento o vereda, la identificación
registral, número de la matrícula inmobiliaria e identificación catastral, número de
la cédula catastral.

 La constancia de inscripción del predio en el registro de tierras despojadas.


 Los fundamentos de hecho y de derecho de la solicitud.

 Nombre, edad, identificación y domicilio del despojado y de su núcleo familiar, o


del grupo de personas solicitantes, según el caso.

 El certificado de tradición y libertad de matrícula inmobiliaria que identifique


registralmente el predio.

 La certificación del valor del avalúo catastral del predio.

g) ¿Qué se entiende por buena fe excenta de culpa y que lo diferencia de la buena fe


ordinaria?

R/ La buena fe exenta de culpa es un principio aplicado a los procesos de restitución de


tierras, mediante el cual se dice que una persona actuó de buena fe, exenta de culpa, si tuvo
conciencia de obrar con honestidad, lealtad y rectitud en un negocio y con la seguridad de
haber empleado todos los medios para saber si a quien le compraba era el legítimo dueño,
que pagaba el precio justo, y que el predio no había sido despojado o abandonado por la
violencia.

En este caso, quien haya obrado en tal sentido, tiene derecho a que el Estado le dé una
compensación en dinero, para que el predio sea posteriormente restituido a la víctima.
Dicha compensación es determinada por un juez de restitución de tierras, mediante una
sentencia.

La diferencia con la buena fe ordinaria es que en ésta se exige a los particulares y a las
autoridades públicas ajustar sus comportamientos a una conducta honesta, leal y conforme
con las actuaciones que podrían esperarse de una “persona correcta”. Presupone la
existencia de relaciones reciprocas con trascendencia jurídica, y se refiere a la “confianza,
seguridad y credibilidad que otorga la palabra dada”.

h) Recientemente Jose Felix Lafourie y el Procurador Alejandro Ordoñez han sido muy
criticos a la Ley de restitución de tierras, ¿cuáles han sido sus argumentos principales para
oponerse a la aplicación de la Ley?

R/ Los argumentos principales que ha presentado Jose Feliz Lafourie para oponerse a la
aplicación de la ley 1448 de 2011 son:
1. En primer lugar, considera que en lugar de quitarle la tierra al violento, al que despojó, la
ley se está aplicando para despojar a tenedores de buena fe, a terceros que compraron sin
acción coercitiva, ocasionándoles evidentes perjuicios.

2. Asimismo, considera que la restitución de tierras es la cuota inicial del control territorial
de grupos ilegales como las FARC o el ELN, ya que al observar quiénes son los que
representan a las víctimas reclamantes, se puede constatar que se trata de ONG’s que tienen
contratos con el Estado como la Comisión de Juristas, el Colectivo de Abogados o la
Fundación Yira Castro, y que terminaron generando unas dinámicas instrumentalizadas,
muchas veces en contravía de la realidad de los hechos. En este sentido, se llevan a cabo
dinámicas de despojo y abandono forzado por el control territorial, porque los grupos
armados harán lo necesario para volver a zonas que han estado liberadas de esto.

Por su parte, Alejandro Ordoñez ha presentado los siguientes argumentos:

1. Manifestó que la mala implementación ha creado un conflicto entre campesinos, quienes


reclaman tierras que hoy ya están legalmente habitadas. Al respecto dijo: “la ley debe
modificarse porque su aplicación está generando en muchas circunstancias escenarios de
injusticias. La intención de la ley es quitarle las tierras a los despojadores, a los
victimarios, los victimarios son las Farc, las Bacrim, los paramilitares, pero en muchas
ocasiones no se encuentra a los victimarios entonces lo que se genera es una violencia
institucional y es necesario reducir estos factores de conflicto porque lo que se está
presentando en la zona es un conflicto entre campesinos (entre el que se despojó y el
ocupante de buena fe) y eso hay que modificarlo”.

2. Afirmó que el problema radica en que se está despojando de sus tierras a poseedores de
buena fe que no tuvieron nada que ver con la violencia con la que fueron arrebatadas a sus
dueños originales. En otras palabras, la ley de restitución de tierras está creando nuevas
víctimas de despojo.

3. En este sentido explicó que la ley debe tener en cuenta éste tipo de situaciones para
lograr compensar a ese ocupante de buena fe, para lograr abrir la posibilidad que haya
conciliación entre las víctimas, para remover esos obstáculos. Considera que si se permite
que este tipo de casos se presenten es una puerta a escenarios de mayor violencia entre los
opositores de buena fe y los legítimos dueños.

4. El Procurador considera que si bien el objetivo era quitarle la tierra a los despojadores y
a los delincuentes para reintegrarle la tierra a sus legítimos dueños, el diseño de la ley "no
respondió o desconoció unas realidades", hecho que justifica su modificación.

S-ar putea să vă placă și