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TALLER
1) Con base en los siguientes hechos, a partir de la Ley 1448 de 2011, elabore los
fundamentos de Derecho de una posible acción de Restitución de Tierras.
Respuestas:
1. FUNDAMENTOS DE DERECHO
Integridad Personal
La convención americana de derechos humanos establece en su articulo 5:
“1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.
2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano.
3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente.
4. Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias
excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no
condenadas.
5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y
llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su
tratamiento.
6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la
readaptación social de los condenados.”
Propiedad Privada
El artículo 58 de la Constitución Política establece en cuanto al derecho a la propiedad
privada que: “Se garantizan la propiedad privada y los demás derechos adquiridos con
arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes
posteriores. Cuando de la aplicación de una ley expedida por motivos de utilidad pública o
interés social, resultare en conflicto los derechos de los particulares con la necesidad por
ella reconocida, el interés privado deberá ceder al interés público o social.
La propiedad es una función social que implica obligaciones. Como tal, le es inherente
una función ecológica.
El Estado protegerá y promoverá las formas asociativas y solidarias de propiedad.
Por motivos de utilidad pública o interés social definidos por el legislador, podrá haber
expropiación mediante sentencia judicial e indemnización previa. Este se fijará
consultando los intereses de la comunidad y del afectado. En los casos que determine el
legislador, dicha expropiación podrá adelantarse por vía administrativa, sujeta a posterior
acción contenciosa-administrativa, incluso respecto del precio.”
SENTENCIA C-715/12
Los derechos de las víctimas a la verdad, a la justicia y a la reparación integral en el
marco del Derecho Internacional y el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos
Así, los derechos de las víctimas de delitos, especialmente de graves violaciones a los
derechos humanos como el desplazamiento forzado, se encuentran reconocidos por el
derecho internacional, lo cual tiene una evidente relevancia constitucional (i) de
conformidad con el artículo 93 superior, por tratarse de tratados y convenios
internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen derechos humanos, prohíben su
limitación en los estados de excepción y prevalecen en el orden interno, (ii) por cuanto los
derechos constitucionales deben ser interpretados de conformidad con los tratados de
derechos humanos ratificados por Colombia, y (iii) esta Corporación ha reconocido el
carácter prevalente de las normas de Derecho Internacional Humanitario y del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, y los derechos fundamentales de la población
desplazada.
Respecto del derecho a la verdad, la CIDH ha afirmado que este implica (i) el derecho de
las víctimas y de sus familiares a conocer la verdad real sobre lo sucedido, (ii) a saber
quiénes fueron los responsables de los atentados y violaciones de los derechos humanos, y
(iii) a que se investigue y divulgue públicamente la verdad sobre los hechos. Así mismo,
(iv) en el caso de violación del derecho a la vida, el derecho a la verdad implica que los
familiares de las víctimas deben poder conocer el paradero de los restos de sus familiares.
De otra parte, (v) la CIDH ha resaltado el doble carácter del derecho a la verdad, que no
solo se predica respecto de las víctimas y sus familiares, sino respecto de la sociedad como
un todo con el fin de lograr la perpetración de la memoria histórica. Finalmente, (vi) la
CIDH ha evidenciado la conexidad intrínseca entre el derecho a la verdad, y el derecho a la
justicia y a la reparación.
Acerca del derecho a la reparación, la Corte ha determinado que (i) las reparaciones tienen
que ser integrales y plenas, de tal manera que en lo posible se garantice restitutio in
integrum, esto es, la restitución de las víctimas al estado anterior al hecho vulneratorio, y
que (ii) de no ser posible la restitución integral y plena, se deben adoptar medidas tales
como indemnizaciones compensatorias. Así mismo, (iii) la CIDH ha determinado que la
reparación debe ser justa y proporcional al daño sufrido, (iv) que debe reparar tanto los
daños materiales como inmateriales, (v) que la reparación del daño material incluye tanto el
daño emergente como el lucro cesante, así como medidas de rehabilitación, y (vi) que la
reparación debe tener un carácter tanto individual como colectivo, este último referido a
medidas reparatorias de carácter simbólico.
(i) la obligación del Estado de prevenir las graves violaciones de derechos humanos,
especialmente cuando se trata de violaciones masivas, continuas y sistemáticas como el
desplazamiento forzado interno;
(v) el respeto del debido proceso y de que las reglas de procedimiento se establezcan con
respeto del mismo;
(vi) la obligación de establecer plazos razonables para los procesos judiciales, teniendo en
cuenta que los términos desproporcionadamente reducidos pueden dar lugar a la
denegación del derecho a la justicia de las víctimas y a la no obtención de una justa
reparación;
(vii) el deber de iniciar ex officio las investigaciones en casos de graves violaciones contra
los derechos humanos;
(viii) el mandato constitucional de velar porque los mecanismos judiciales internos tanto de
justicia ordinaria, como de procesos de transición hacia la paz, tales como amnistías e
indultos, no conduzcan a la impunidad y al ocultamiento de la verdad;
(xiii) la garantía indispensable del derecho a la justicia para que se garantice así mismo el
derecho a la verdad y a la reparación de las víctimas.
5.2.2 En relación con el derecho a la verdad, la jurisprudencia de la Corte ha establecido los
siguientes criterios jurisprudenciales:
(ii) Así, las víctimas y los perjudicados por graves violaciones de derechos humanos tienen
el derecho inalienable a saber la verdad de lo ocurrido;
(iii) este derecho se encuentra en cabeza de las víctimas, de sus familiares y de la sociedad
en su conjunto, y por tanto apareja una dimensión individual y una colectiva;
(iv) la dimensión individual del derecho a la verdad implica que las víctimas y sus
familiares conozcan la verdad sobre los hechos, los responsables y las consecuencias de lo
sucedido. Este derecho apareja por tanto, el derecho a conocer la autoría del crimen, los
motivos y las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los hechos
delictivos, y finalmente, el patrón criminal que marca la comisión de los hechos criminales.
Esto último, implica el derecho a conocer si el delito que se investiga constituye una grave
violación a los derechos humanos, un crimen de guerra o un crimen de lesa humanidad;
(v) la dimensión colectiva del derecho a la verdad, por su parte, significa que la sociedad
debe conocer la realidad de lo sucedido, su propia historia, la posibilidad de elaborar un
relato colectivo a través de la divulgación pública de los resultados de las investigaciones, e
implica la obligación de contar con una “memoria pública” sobre los resultados de estas
investigaciones sobre graves violaciones de derechos humanos;
(vi) el derecho a la verdad constituye un derecho imprescriptible que puede y debe ser
garantizado en todo tiempo;
(vii) con la garantía del derecho a la verdad se busca la coincidencia entre la verdad
procesal y la verdad real;
(x) los familiares de las personas desaparecidas tienen derecho a conocer el destino de los
desaparecidos y el estado y resultado de las investigaciones oficiales. En este sentido, el
derecho a conocer el paradero de las personas desaparecidas o secuestradas se encuentra
amparado en el derecho del familiar o allegado de la víctima a no ser objeto de tratos
crueles, inhumanos o degradantes y debe ser satisfecho, incluso, si no existen procesos
penales en contra de los presuntos responsables (por muerte, indeterminación o cualquier
otra causa)[27];
(i) el reconocimiento expreso del derecho a la reparación del daño causado que le asiste a
las personas que han sido objeto de violaciones de derechos humanos, y de que por tanto
éste es un derecho internacional y constitucional de las víctimas, como en el caso del
desplazamiento forzado;
(ii) el derecho a la reparación integral y las medidas que este derecho incluyese encuentran
regulados por el derecho internacional en todos sus aspectos: alcance, naturaleza,
modalidades y la determinación de los beneficiarios, aspectos que no pueden ser
desconocidos y deben ser respetados por los Estados obligados;
(vii) la reparación integral a las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos
tiene tanto una dimensión individual como colectiva;
(x) una medida importante de reparación integral es el reconocimiento público del crimen
cometido y el reproche de tal actuación. En efecto, como ya lo ha reconocido la Corte, la
víctima tiene derecho a que los actos criminales sean reconocidos y a que su dignidad sea
restaurada a partir del reproche público de dichos actos. Por consiguiente, una manera de
vulnerar de nuevo sus derechos, es la actitud dirigida a desconocer, ocultar, mentir,
minimizar o justificar los crímenes cometidos;
(…)El derecho a la restitución es uno de los derechos que surgen del derecho a la
reparación integral. En este sentido es necesario recordar que el artículo 17 del
Protocolo Adicional de los Convenios de Ginebra de 1949 y los Principios Rectores
de los Desplazamientos Internos, consagrados en el Informe del Representante
Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el Tema de los
Desplazamientos Internos de Personas (los llamados principios Deng), y entre
ellos, los Principios 21, 28 y 29 y los Principios sobre la restitución de las viviendas
y el patrimonio de los refugiados y las personas desplazadas, hacen parte del
bloque de constitucionalidad en sentido lato, en tanto son desarrollos adoptados
por la doctrina internacional, del derecho fundamental a la reparación integral por
el daño causado (C. P. árt 93.2)."
De lo anterior, puede decirse como primera medida que el derecho a la restitución de tierras
ha sido considerado por la jurisprudencia constitucional como un derecho fundamental,
mediante el cual, las víctimas de despojo o de abandono forzado, tienen derecho a que el
Estado adopte de manera efectiva, toda las medidas necesarias para restituirle a las víctimas
de estas actuaciones, su derecho a la propiedad y la posesión, en lo que se refiere el uso,
goce y libre disposición de bien en cuestión, de manera que el derecho a la propiedad y la
posesión, cobran relevancia en este proceso. Es preciso afirmar también que, la restitución
de tierras se da como una consecuencia del derecho a la reparación integral que ostenta toda
persona que ha sufrido daños a sus derechos humanos fundamentales tanto a la luz del
ordenamiento jurídico interno como en la órbita internacional y en este sentido, es
necesario que se realicen todas las medidas conducentes a hacer efectivos estos derechos de
las víctimas.
De acuerdo a la ley 1448 de 2011, el solicitante Jose Leonardo salgado se ve amparado por
un conjunto de medidas judiciales, administrativas, sociales y económicas, individuales y
colectivas, que contempla dicha ley en beneficio de las víctimas, dentro de un marco de
justicia transicional, que busca hacer efectivo el goce por parte de las víctimas a sus
derechos a la verdad, la justicia y la reparación con garantía de no repetición, de modo que
se reconozca su condición como víctimas y se dignifique a través de la materialización de
sus derechos constitucionales.
Por su parte, el artículo 75 de dicha ley establece que son titulares al derecho de restitución
“Las personas que fueran propietarias o poseedoras de predios, o explotadoras de baldíos
cuya propiedad se pretenda adquirir por adjudicación, que hayan sido despojadas de estas
o que se hayan visto obligadas a abandonarlas como consecuencia directa e indirecta de
los hechos que configuren las violaciones de que trata el artículo 3o de la presente ley,
entre el 1o de enero de 1991 y el término de vigencia de la Ley, pueden solicitar la
restitución jurídica y material de las tierras despojadas o abandonadas forzadamente, en
los términos establecidos en este capítulo.”
PRINCIPIO 21:
a) expolio:
d) actos de represalia; y
1
Sentencia T-159 de 2011, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto
3.- La propiedad y las posesiones que hayan abandonado los desplazados intentos
serán objeto de protección contra la destrucción y la apropiación, ocupación o usos
arbitrarios e ilegales.
PRINCIPIO 28
PRINCIPIO 29
Estos principios tiene como propósito “prevenir las condiciones que dan lugar al
desplazamiento forzado, proporcionar protección nacional e internacional una vez las
personas han sido desplazadas, y promover soluciones duraderas y permanentes. (…)
explican claramente las responsabilidades de las autoridades nacionales, las
organizaciones internacionales y todos los otros grupos y personas, incluyendo las fuerzas
insurgentes, en sus relaciones con las personas internamente desplazadas(…)”2.
2.1. Todos los refugiados y desplazados tienen derecho a que se les restituyan las
viviendas, las tierras y el patrimonio de que hayan sido privados arbitraria o
2
Guía para la aplicación de los principios rectores de los desplazamientos internos, Proyecto sobre Desplazamiento Interno del Instituto Brookings, 1999.
ilegalmente o a que se les indemnice por cualquier vivienda, tierra o bien cuya
restitución sea considerada de hecho imposible por un tribunal independiente e
imparcial.
5.4. los estados adoptaran medidas para garantizar que nadie sea sometido al
desplzamanietno por agentes estatales o no estatales. Los estados velaran asimismo
porque los individuos, las empresas y demas entidades que se encuentren dentro de
su jurisdicción legal o bajo su control efectivo se abstengan de realizar
desplazamientos o de participar en ellos de algún otro modo.
6.1. Toda persona tiene derecho a ser protegida contra las injerencias arbitrarias o
ilegales en su intimidad o en su hogar.
6.2. Los Estados velarán por que toda persona disponga de las debidas garantías
procesales contra la injerencia arbitraria o ilegal en su intimidad o en su hogar.
7.2. Los estados solo podran subordinar el uso y el disfrute pacifico de los bienes al
interes público, y con sujeción a las condiciones previstas en la legislación y en los
principios generales del dechos internacional. Siempre que sea posible, el “interes
de la sociedad” debe entenderse en un sentido restringido, de forma que conlleve
únicamente una injerencia temproal o limitada en el derecho al disfrute pacífico de
los bienes.
8.2. los estados deben adoptar medidas positivas para mejorar la situación de los
refugiados y desplazados que no tienen viviendas adecuadas.
Por lo tanto se busca con esto la aplicación se de una consolidación de la paz, ya que la paz
constituye uno de los propósitos fundamentales del derecho internacional al estar prevista
en el preámbulo y varias disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas (1945); en el
preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948); en el preámbulo de
la Carta constitutiva de la Organización de Estados Americanos (1948); en los pactos
internacionales de Derechos Civiles y Políticos, y de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (1966). De ahí que pueda considerarse como la “ausencia de conflictos o
enfrentamientos violentos (núcleo mínimo), como efectiva armonía social proveniente del
pleno cumplimiento de los mandatos de optimización contenidos en las normas de
Derechos Humanos (desarrollo máximo) o como la atenuación de los rigores de la guerra
y la “humanización” de las situaciones de conflicto (Derecho Internacional Humanitario).4
3
Manual sobre la Restitución de las Viviendas y el Patrimonio de Refugiados y Personas Desplazadas.
Aplicación de los “Principios Pinheiro”. Marzo 2007.
4
Sentencia c-795de 2014. Mp Jorge Iván Palacio Palacio
El daño acaecido por la violación flagrante de los derechos humanos, genera a favor de la
víctima el derecho fundamental a la reparación de los perjuicios directamente ocasionados
con la trasgresión, a través de la restitución, la indemnización, la rehabilitación, la
satisfacción y la garantía de no repetición consagradas en el Derecho Internacional. La
exigencia y la satisfacción de este derecho fundamental se dan independientemente de la
identificación, aprehensión, enjuiciamiento o condena del victimario, debido a que aquel
deriva precisamente de la condición de víctima, cuyos derechos corresponde al Estado
salvaguardar, sin perjuicio de que pueda repetir contra el autor.5
Así pues, la corte en sentencia C-715-12 establece que a partir del examen del
cumplimiento de los estándares y obligaciones internacionales de derechos humanos se
determina la responsabilidad internacional del Estado por violación de los derechos
humanos de las personas sujetas a su jurisdicción, y una vez establecida se busca la
reparación integral de las víctimas que, además de la restitución, supone la indemnización,
la rehabilitación y garantías de no repetición, como ya se anotó.
Las personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos
ocurridos a partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia de infracciones al
Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las
normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto
armado interno.
El cónyuge, compañero o compañera permanente, parejas del mismo sexo y familiar
en primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima directa, cuando a
esta se le hubiere dado muerte o estuviere desaparecida. A falta de estas, quiénes se
encuentren en el segundo grado de consanguinidad ascendente.
Las personas que hayan sufrido un daño al intervenir para asistir a la víctima en
peligro o para prevenir la victimización.
Los niños, niñas o adolescentes miembros de grupos armados organizados al
margen de la ley que hubieren sido desvinculados siendo menores de edad.
5Sentencia T-085 de 2009, M.P. Jaime Araujo Rentería y sentencia T-367 de 2010, M.P. María Victoria
Calle Correa.
El o la cónyuge, compañero o compañera permanente, o los parientes de los
miembros de grupos armados organizados al margen de la ley como vić timas
directas por el daño sufrido en sus derechos, pero no como víctimas indirectas por el
daño sufrido por los miembros de dichos grupos.
b) ¿Qué consagra la Ley 1448 como enfoques diferenciales? ¿En la jurisprudencia que
tratamiento se les ha dado a dichos enfoques?
R/ Según el artículo 13 de la ley 1448 de 2011, el enfoque diferencial es aquél que reconoce
que hay poblaciones con características particulares en razón de su edad, género,
orientación sexual y situación de discapacidad, de manera que, las medidas de ayuda
humanitaria, atención, asistencia y reparación integral se llevarán a cabo tomando en cuenta
dichas circunstancias.
En esta medida, el Estado debe ofrecer especiales garantías y medidas de protección a los
grupos expuestos a mayor riesgo de las violaciones, como mujeres, jóvenes, niños y niñas,
adultos mayores, personas en situación de discapacidad, campesinos, líderes sociales,
miembros de organizaciones sindicales, defensores de Derechos Humanos y víctimas de
desplazamiento forzado. Por lo cual, en la ejecución y adopción por parte del Gobierno
Nacional de políticas de asistencia y reparación, deben adoptarse criterios diferenciales que
respondan a las particularidades y grado de vulnerabilidad de cada uno de estos grupos
poblacionales. Igualmente, dichas medidas, deben contribuir a la eliminación de los
esquemas de discriminación y marginación que pudieron ser la causa de los hechos
victimizantes.
Por último, a la misma línea puede también anotarse la necesidad reconocida por la
jurisprudencia, de aplicar un enfoque diferencial al diseño y aplicación de las políticas
públicas con las que se pretende afrontar situaciones problemáticas que si bien
potencialmente podrían afectar a todas las personas, adquieren características especiales,
usualmente de mayor gravedad, frente a determinados tipos de sujetos, entre ellos las
comunidades étnicas
c) ¿Qué medidas de asistencia y atención a las víctimas consagra la Ley 1448 de 2011?
R/ Conforme al artículo 49 de la ley 1448 de 2011, debe decirse en primer lugar que las
medidas de asistencia son aquellos instrumentos, mecanismos y recursos de orden político,
económico, social, fiscal, entre otros, que están a cargo del Estado y cuyo objetivo es
reivindicarle a las víctimas sus derechos, brindarles condiciones de vida digna y
garantizarles su incorporación a la vida social, económica y política.
Por su parte, las medidas de atención, consisten en brindarles a las víctimas el acceso a
información, acompañamiento y orientación tanto jurídica como psicosocial, con miras a
facilitar el acceso a sus derechos a la verdad, justicia y reparación.
Asistencia funeraria (art. 50): Esta obligación consiste en que las entidades
territoriales con cargo a su presupuesto y sin intermediarios, deben pagar los gastos
funerarios de las víctimas, siempre y cuando estas no cuenten con recursos para
sufragarlos.
c. Con personas que hayan sido extraditadas por narcotráfico o delitos conexos, bien sea
que estos últimos hayan actuado por sí mismos en el negocio, o a través de terceros.
f. Frente a propiedad adjudicada de conformidad con la Ley 135 de 1961 y el Decreto 561
de 1989, a empresas comunitarias, asociaciones o cooperativas campesinas, cuando con
posterioridad al desplazamiento forzado se haya dado una transformación en los socios
integrantes de la empresa.
3. Presunciones legales sobre ciertos actos administrativos. Cuando la parte solicitante
hubiere probado la propiedad, posesión u ocupación, y el posterior despojo de un bien
inmueble, no podrá negársele su restitución con fundamento en que un acto administrativo
posterior legalizó una situación jurídica contraria a los derechos de la víctima. Para efectos
probatorios dentro del proceso de restitución, se presume legalmente que tales actos son
nulos. Por lo tanto, el juez o Magistrado podrá decretar la nulidad de tales actos. La nulidad
de dichos actos produce el decaimiento de todos los actos administrativos posteriores y la
nulidad de todos los actos y negocios jurídicos privados que recaigan sobre la totalidad del
bien o sobre parte del mismo.
Para efectos probatorios dentro del proceso de restitución, se presume que los hechos de
violencia le impidieron al despojado ejercer su derecho fundamental de defensa dentro del
proceso a través del cual se legalizó una situación contraria a su derecho. Como
consecuencia de lo anterior, el juez o Magistrado podrá revocar las decisiones judiciales a
través de las cuales se vulneraron los derechos de la víctima y a ordenar los ajustes
tendientes a implementar y hacer eficaz la decisión favorable a la víctima del despojo.
En este caso, quien haya obrado en tal sentido, tiene derecho a que el Estado le dé una
compensación en dinero, para que el predio sea posteriormente restituido a la víctima.
Dicha compensación es determinada por un juez de restitución de tierras, mediante una
sentencia.
La diferencia con la buena fe ordinaria es que en ésta se exige a los particulares y a las
autoridades públicas ajustar sus comportamientos a una conducta honesta, leal y conforme
con las actuaciones que podrían esperarse de una “persona correcta”. Presupone la
existencia de relaciones reciprocas con trascendencia jurídica, y se refiere a la “confianza,
seguridad y credibilidad que otorga la palabra dada”.
h) Recientemente Jose Felix Lafourie y el Procurador Alejandro Ordoñez han sido muy
criticos a la Ley de restitución de tierras, ¿cuáles han sido sus argumentos principales para
oponerse a la aplicación de la Ley?
R/ Los argumentos principales que ha presentado Jose Feliz Lafourie para oponerse a la
aplicación de la ley 1448 de 2011 son:
1. En primer lugar, considera que en lugar de quitarle la tierra al violento, al que despojó, la
ley se está aplicando para despojar a tenedores de buena fe, a terceros que compraron sin
acción coercitiva, ocasionándoles evidentes perjuicios.
2. Asimismo, considera que la restitución de tierras es la cuota inicial del control territorial
de grupos ilegales como las FARC o el ELN, ya que al observar quiénes son los que
representan a las víctimas reclamantes, se puede constatar que se trata de ONG’s que tienen
contratos con el Estado como la Comisión de Juristas, el Colectivo de Abogados o la
Fundación Yira Castro, y que terminaron generando unas dinámicas instrumentalizadas,
muchas veces en contravía de la realidad de los hechos. En este sentido, se llevan a cabo
dinámicas de despojo y abandono forzado por el control territorial, porque los grupos
armados harán lo necesario para volver a zonas que han estado liberadas de esto.
2. Afirmó que el problema radica en que se está despojando de sus tierras a poseedores de
buena fe que no tuvieron nada que ver con la violencia con la que fueron arrebatadas a sus
dueños originales. En otras palabras, la ley de restitución de tierras está creando nuevas
víctimas de despojo.
3. En este sentido explicó que la ley debe tener en cuenta éste tipo de situaciones para
lograr compensar a ese ocupante de buena fe, para lograr abrir la posibilidad que haya
conciliación entre las víctimas, para remover esos obstáculos. Considera que si se permite
que este tipo de casos se presenten es una puerta a escenarios de mayor violencia entre los
opositores de buena fe y los legítimos dueños.
4. El Procurador considera que si bien el objetivo era quitarle la tierra a los despojadores y
a los delincuentes para reintegrarle la tierra a sus legítimos dueños, el diseño de la ley "no
respondió o desconoció unas realidades", hecho que justifica su modificación.