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UNIVERSIDAD TECNICA DE MACHALA

D.L NO. 69-04 DE 14 DE ABRIL DE 1969

Calidad, Pertinencia y Calidez


UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS QUIMICAS Y LA SALUD

CARRERA DE CIENCIAS MÉDICAS

SEMIOLOGÍA
OTORRINOLARINGOLÓGICA
EXPLORACIÓN DE LA NARIZ
Y SENOS PARANASALES
OTORRINOLARINGOLOGÍA

INFORME
AUTORES: MARIUXI CEDEÑO
JULY BRAVO
CURSO: SÉPTIMO “A”
DOCENTE: DR. HERNANDEZ ALFONSO ALEXANDER, Esp.

2019-2020
SEMIOLOGÍA OTORRINOLARINGOLÓGICAS

NARIZ Y SENOS PARANASALES

INTRODUCCIÓN

Los pacientes pueden presentar una gran variedad de síntomas, y de ellos el médico debe realizar
una primera aproximación diagnóstica. Este acto médico, presente a lo largo de la historia de la
medicina, conlleva un paso primordial en nuestra labor asistencial. La semiología es la ciencia
que nos ayuda en el significado de los síntomas, en cierta manera podríamos decir que se trata
de la comunicación no verbal entre la enfermedad y el médico, los síntomas nos ayudan a
descubrir la enfermedad.

Anatomía: constituida anatómicamente por pirámide nasal y fosas nasales.

 Pirámide

En cuanto a la pirámide, esta se encuentra constituida por dos porciones una ósea y otra
cartilaginosa; en la Proción ósea superior de la parte externa se encuentra formada por los huesos
propios de la apófisis frontal ascendente del maxilar superior.

Y en la porción cartilaginosa de la parte inferior, está formada por los cartílagos tanto superior o
triangular e inferior o alar

Figure 1 Anatomía de la piramide nasal


 Fosas Nasales

Figure 2 Nariz y cavidades nasales

Las relaciones anatómicas en esta porción son:

Superior Fosa craneal anterior


Inferior Paladar
Lateral Senos paranasales y aparatos lagrimales
Narinas Orificios nasales que comunican al exterior
Coanas Orificios nasales que comunican con el cayum
Columella Separa ambos orificios nasales, formada por el borde inferior del cartílago
del tabique

La parte interna de la nariz se encuentra constituida por una cámara de acondicionamiento para
el aire, esta es tapizada por una mucosa gruesa, roja y húmeda. En su interior se encuentran
tanto el tabique nasal como los cornetes.

 Tabique: Pared central y delgada que divide la nariz en dos mitades. La parte ósea y la
cartilaginosa comprende el vómer, lámina perpendicular del etmoides, espina nasal
anterior del maxilar superior y premaxila.
 Cornetes: Estos son largos, carnosos, rosados que se dirigen hacia abajo y en forma
horizontal a lo largo de la pared externa de las fosas nasales. Se los considera como los
radiadores de la nariz y con un abundante riego sanguíneo, ubicados en la región lateral
de cada fosa nasal; dos grandes (medio e inferior) y uno pequeño en la parte superior. Así
como también cornetes accesorios de Santorini y Zuckerkandl.
 Meatos: Son espacios que se encuentran entre los cornetes de las paredes externas
Meato Medio Drenaje de los senos frontales, maxilares y celdas etmoidales
anteriores
Meato Superior Drenaje de las celdas etmoidales posteriores y del esfenoides
Meato Inferior Drenaje del conducto naso lagrimal

 SENOS PARANASALES

Son cavidades aéreas presentes en el interior del macizo facial, irregulares próximas y
consideradas prolongaciones de la cavidad nasal con la cual se comunican a través de meatos,
por los ostium de drenaje de dichos senos; conformados por los etmoidales anteriores y
posteriores, esfenoidal, maxilar y frontal

 SENOS ETMOIDALES
Este situado por fuera del tercio suprior de las fosas nasales y por dentro por las órbitas
En el adulto esta constituido por un grupo de celdas neuromaticas que se dividen en
anterior y posterior, separado por un fino tabique transversal, las primeras desembocan
en el meato medio mientras que las ultimas lo hacen en el meato superior.
 SENO ESFENOIDAL
Es una cavidad con una capacidad media de 7,5 cm3 separada por un fino tabique de la
contralateral. Están desarrolladas en el cuerpo del esfenoides, y se ubica en el centro del
macizo creneofacial.
 SENO MAXILAR
 Puede ser comparado a una pirámide, por lo que presenta:
-Base o pared interna: constituye la pared intersinusonasal.
-Cara superior o yugal: delimitada por dentro por el borde del maxilar, por arriba por el
borde orbitario, por fuera el malar y por debajo el borde alveolar.
-Cara posterior: corresponde a la tuberosidad maxilar superior y separa el seno de la fosa
pterigomaxilar.
-Vértice: ubicado de la apofisis malar del maxilar.
 SENO FRONTAL
 Es una cavidad neumática cuyo volumen varia entre 4 a 6 cm3, desarrollada en el espeso
del hueso frontal, y separada por un tabique de la contralateral.

FUNCIÓN

Regulación inmunitaria, la cual contribuye a la humectación del aire inspirado y también participan
como caja de resonancia de la fonación.

Irrigación

Ramas de la carótida externa como la arteria palatina, esfenopalatina, derivadas de la arteria


facial y maxilar interna; ramas de la carótida interna como las arterias etmoidales anterior y
posterior derivadas de la oftálmica.

Plexo de Kieseselbach

Confluyen las arterias etmoidales anteriores, esfenopalatina, palatina ascendente y facial. Este
irriga al tabique nasal en la parte anterior, en esta porción es donde se origina la mayoría de las
epistaxis.

Drenaje Venoso

Venas oftálmicas, facial anterior y esfenopalatina

Inervación

En el techo de las fosas se encuentra la mucosa olfatoria, órgano periférico de la olfacción y


primeras neuronas de la vía olfatoria, sus axones forman el primer par craneal o nervio olfatorio.
En cuanto a la inervación sensitiva es dada por la primera y segunda rama del nervio trigémino.

ANAMNESIS DE NARIZ Y SENOS PARANASALES.

En la anamnesis es necesario interrogar al paciente sobre:

 Traumas
 Uso de drogas inhaladas, como la cocaína.
 Alteraciones metabólicas (diabetes mellitus, hiperlipidemias)
 Infecciones (lepra, sífilis, tuberculosis y leishmanoasis) (todas estas
 enfermedades tropicales son síntomas que pueden localizarse en la nariz).
 Antecedentes familiares (atopia, hipereactividad bronquial en niños, manifestaciones
alérgicas y el contacto con tapetes, mascotas, polen, humo del tabaco y el polvo)

Además se debe hacer hincapié en los síntomas y tomarse en cuenta el dolor, la obstrucción de
las fosas nasales, las secreciones, la epistaxis y los trastornos de la olfacción. Los síntomas
nasales y de los senos incluyen la presencia y la duración de congestión, secreción, pérdida del
olfato y/o el gusto y hemorragia.

Dolor: está asociado al originado en los senos paranasales. Ya que la secreción de la mucosa
contribuye a calentar y humidificar el aire inspirado, si la mucosa está seca la respiración del aire
frío puede volverse dolorosa.

Obstrucción: Disminución de la permeabilidad de las fosas nasales.

 Completa: causas exógenas como en la hipertrofia de adenoides; intranasales por


malformaciones congénitas, fracturas nasales.
 Incompleta unilateral.

Se debe preguntar si es unilateral o bilateral, y qué sucede cuando el paciente está posición de
decúbito o fowler. En los niños las causas más frecuentes son la flogosis de las vegetaciones
adenoides y la introducción de cuerpos extraños; en jóvenes son las deformaciones
postraumáticas y las tumoraciones (pólipos) son características de cualquier edad.

Manifestaciones extranasales:

 Obstrucción de conducto naso lagrimal: lagrimeo


 Obstrucción del drenaje de los senos paranasales: Dolor según los senos afectados.
 Obstrucción de la trompa de Eustaquio: Sensación de dolor o de oídos tapados.

“Aleteo” nasal: es un movimiento de las alas de nariz con cada inspiración que se observa con
mayor frecuencia en niños con insuficiencia respiratoria.

Secreciones: Cuando no existe patología alguna esta secreción es escasa y acuosa, pero
cuando si existe se modifica la cantidad, el color, la viscosidad y el horario.

• Descarga nasal maloliente:

Cuerpos extraños nasales deben sospecharse siempre ante la presencia de secreción purulenta
unilateral en un niño, sin embargo si esta clínica se presenta en un paciente adulto, la primera
opción es un carcinoma. En casos de sinusitis también puede presentarse la descarga nasal
maloliente pero sería de un origen bilateral.

Fractura anterior de la base del cráneo: puede comprometer la lámina cribiforme y dar un signo
clínico que consiste en un goteo de líquido claro que corresponde a líquido cefalorraquídeo
(Licuorrea/ Rinoliquia). Frecuentemente se encuentran equímosis en las órbitas oculares dando
una facie característica (ojos de mapache).
Rinorrea Una nariz congestionada o tapada se produce cuando los tejidos que recubren la nariz
se hinchan. La hinchazón se debe a la inflamación de los vasos sanguíneos.

 Acuosa: Un aumento de la actividad glandular, acompaña estornudo, lagrimeo y prurito en


las alergias, también en infecciones virales
 Mucopurulentas: Infección bacteriana de fosas nasales o senos paranasales (sinusitis),
cuerpo extraño o tumor.
 Costroide: Por atrofia de la mucosa nasal o por escasa actividad secretoria; producción
escasa, compacta y muchas veces acompañada de mal olor.
 Unilateral: Signo de enfermedad neurológica.
 Bilateral: Laseiones inflamatorias o degenerativas e la mucosa nasal.

Epistaxis: Es la pérdida de sangre a través de las fosas nasales que puede variar desde unas
gotas hasta un gran volumen. Cuando esta se ve acompañada de hemorragias en otras partes se
debe sospechar de una coagulopatía. Las causas de la epistaxis son locales, cuando se trata de
traumatismos directos y lesiones de la mucosa nasal, pólipos, estornudos y esfuerzos físicos
intensos, telangiectasias y otras afecciones locales; y generales, en las cuales la epistaxis es una
manifestación más de la enfermedad.

En su mayoría anterior o posterior menos frecuente, en la primera el origen del sangrado es en la


región anterior del tabique nasal en la porción antero inferior del septum, allí, es en donde se
encuentra el plexo de Kiesselbach donde confluyen ramas de la carótida interna (arterias
etmoidales anterior y posterior) y de la carótida externa (arterias esfenopalatina y ramas
terminales de la arteria maxilar interna). En este punto la mucosa es fina y está expuesta a
traumas mecánicos y ambientales repetitivos, por lo cual puede sangrar fácilmente. En la segunda
el origen es desde las arterias etmoidal anterior o posterior y las esfenopalatinas.
La clínica es muy fácilmente diferenciable pues las anteriores presentan un evidente sangrado
anterior por los orificios nasales y la posterior la sensación de caída de sangre en la parte posterior
de la faringe y la boca es más importante. En la epistaxis hay un carácter alarmante por el
sangrado pero con la característica de ser indoloro.

Trastornos de la olfacción: entre los cuales se encuentran:

 Anosmia. Pérdida del olfato. Fenómeno fisiológico en los ancianos. Especialmente


bilateral debido a lesiones inflamatorias o degenerativas de la mucosa nasal. Unilateral es
signo de enfermedad neurológica o Endonasal: Tumores o Endocraneal: Abscesos
 Cacosmia. Es la percepción subjetiva de malos olores.
 Parosmia: es la perversión de la sensación olfativa, se percibe erróneamente el olor
 Hiperosmia. Aumento de la sensación olfatoria. Frecuente en el embarazo y en
neuropatías.
 Osmofobia: reacción de miedo ante la presencia de determinados olores como
consecuencia e experiencias vitales previas.

EXPLORACION DE LA NARIZ Y SENO


PARANASALES:
RINOSCOPIA, MICROSCOPIA, ENDOSCOPIA, EXPLORACION FUNCIONAL:
RINOMETRIA Y RINOMANOMETRIA.

EXPLORACION DE LAS FOSAS NASALES:


La exploración física de la nariz debe entenderse como la evaluación, tanto externa como
interna, de la nariz, abarcando detalles tanto de la pirámide nasal como de las fosas nasales.
Se deben evaluar todos los aspectos que puedan estar produciendo una alteración, incluidos
el aspecto y la estructura de la piel, y la proporción de la pirámide nasal con respecto a los
elementos faciales.

Los cambios morfológicos de la pirámide pueden tener una relación directa con alteraciones
que se evidencian dentro de las fosas nasales.

INSPECCION Y PALPACION
Comenzamos con la inspección y palpación de la pirámide nasal y región medio facial.
En la inspección, debemos valorar las características de la piel y las partes blandas, así como
identificar alteraciones como tumefacción, edema o hiperemia. Para realizar esta primera
inspección visual, es importante contar con una correcta iluminación. 1
A continuación nos centraremos en la morfología de la nariz. Valoraremos la presencia de
deformidades como laterorrinias, nariz en silla de montar, nariz en exceso, secuelas
traumáticas o quirúrgicas y tumoraciones nasales. La inspección de la base nasal nos permite
valorar la simetría y permeabilidad de las ventanas nasales o narinas, el borde anterior del
tabique nasal y el eje de la punta. Debemos observar el movimiento de las alas nasales durante
la respiración con el fin de diagnosticar un posible colapso alar.

Realizaremos la palpación del esqueleto osteocartilaginoso con la finalidad de delimitar la


presencia de líneas de fractura o la dismorfia nasal. Ante un trauma nasal reciente, debemos
valorar dos síntomas específicos de fractura nasal: el dolor selectivo sobre la línea de fractura
y la crepitación de los tegumentos blandos como consecuencia del enfisema subcutáneo.

Finalmente, debemos palpar a nivel del ángulo superointerno de la órbita (punto de Ewing), y
percutir sobre los puntos de salida de los nervios supra e infraorbitario para evaluar una posible
afección sinusal.
INSPECCIÓN DEL VESTÍBULO NASAL

Allí se evalúa el estado de la mucosa; normalmente rosa oscuro, roja congestiva en estados
inflamatorios, coágulos si hubo epistaxis reciente, exudados mucopurulentos en infecciones de
las fosas o senos paranasales o pálida si sufre de alergia. Se buscan fisuras, forúnculos, úlceras,
lesiones y pólipos nasales como pequeñas masas redondeadas colores rosado pálido,
relativamente móviles, frecuentes en alergias nasales.

Cuando se inspecciona el vestíbulo nasal se debe buscar la existencia de una sicosis, esta es un
síntoma característico de una afección sinusal crónica o recurrente, sobre todo cuando se
presenta a repetición.

EXAMEN DE SENOS PARANASALES

Los senos paranasales se examinan a través de la inspección y la palpación. En la inspección se


puede observar de vez en cuando rubicundez y ligeros abombamientos debidos a edemas sobre
los senos frontales y maxilares en caso de sinusitis, estás también se pueden deformar cuando
el paciente presenta tumores.

Cuando se realiza la palpación se procede a hacer presión sobre los puntos dolorosos de senos
frontales y maxilares, del ángulo superior interno de la órbita, del ángulo interno del ojo y maxilar
en los caninos.

 Maxilar: la presión simultánea con los dedos índices y medio de la mano que palpa sobre
ambos senos maxilares señalara diferencia en cuanto al dolor.
 Frontal: se palpa por presión con los dedos dirigidos hacia arriba, en sentido del suelo del
seno.

En caso de una fractura de las paredes óseas, mediante la palpación se puede descubrir un
enfisema regional.

RINOSCOPIA

RINOSCOPIA ANTERIOR
Es la exploración más empleada en la práctica diaria, y que permite visualizar el tercio anterior de
la fosa nasal y la región valvular. Requiere para su realización una luz frontal adecuada, espéculo
nasal tipo Killian, Vacher o Palmer, pinza acodada o de bayoneta y anestesia tópica con
adrenalina, que nos facilita la visión de las fosas nasales. En lactantes y niños pequeños,
podemos utilizar el otoscopio en lugar del espéculo nasal.

Debemos explorar la válvula nasal antes de la exploración con el espéculo nasal, empleando un
retractor o una torunda de algodón colocada en el ángulo superior de la misma. El paciente estará
colocado en hiperextensión cervical y, sin deformar el vestíbulo, podemos valorar la válvula
(ángulo y simetría), tanto en reposo como en inspiración profunda. La maniobra de Cottle (tracción
externa sobre las partes blandas de la mejilla) permite objetivar los cambios objetivos y subjetivos
de la respiración nasal. Presionando con el pulgar la punta nasal en dirección craneal podremos
valorar la situación caudal del cartílago septal.

Figure 3 Rinoscopia anterior

La exploración con el espéculo nasal se


realiza colocándose el examinador frente al
paciente, a unos 25 cm., sujetando con una
mano la cabeza del paciente para poder
movilizarla según las necesidades
exploratorias, y con la otra el espéculo, que se
introduce cerrado en la fosa que se va a
explorar, paralelo al plano de la cara,
intentando no erosionar el septo y colocado en un plano perpendicular a la cara a medida que se
va abriendo lo suficiente para visualizar la fosa sin provocar dolor al paciente.

En primer lugar valoraremos la mucosa nasal sin la aplicación de sustancias vasoconstrictoras,


para poder visualizar posibles hipertrofias de la mucosa nasal. En un segundo paso, se explorará
tras la aplicación de anestésico tópico con vasoconstrictor. De esta forma, se disminuye el riesgo
de sangrado, de dolor, y se amplia el espacio de exploración.

La rinoscopia anterior permite explorar la región más ventral de las fosas nasales, especialmente
las áreas de Cottle: I (vestibular), II (valvular), III (ático nasal).

Las zonas de la cavidad nasal que podemos explorar son:

- Suelo de cavidad nasal.

- A nivel medial, exploramos el tabique nasal. Valorando la existencia de dismorfias


septales. También identificar la presencia de luxaciones o subluxaciones septales. Siendo las
deformidades de la región anterior las que tienen más repercusión funcional.
- Lateralmente observamos los cornetes y los meatos. La hipertrofia de los cornetes
inferiores es una de las causas más frecuentes de patología obstructiva nasal. La hiperextensión
de la cabeza del paciente nos facilitará la exploración del cornete y meato medio.

Cuando realizamos una rinoscopia anterior es necesario fijarnos en los siguientes aspectos:

• Aspecto de la mucosa (húmeda, seca, coloración, costras).

• Situación y deformidades del tabique nasal. Presencia de perforaciones septales.

• Secreciones nasales (aspecto, tipo, localización, uni/bilateralidad).

• Estado de ingurgitación de los cornetes, permeabilidad meatal.

• Neoformaciones (pólipos, tumores), cuerpos extraños.

• Zonas hemorrágia

RINOSCOPIA POSTERIOR

La rinoscopia posterior sirve para explorar la región


posterior de las fosas nasales (coanas, colas de los
cornetes, borde posterior del tabique), el cavum o
rinofaringe y los rodetes tubáricos. 4

Se trata de una técnica que requiere gran colaboración


por parte del paciente y experiencia por parte del
explorador; actualmente está en desuso con la utilización
de la endoscopia nasal.

Para la realización de la técnica, debemos anestesiar la


Figure 4 Rinoscopia posterior. cavidad orofaringea para disminuir el reflejo nauseoso.
Mantenemos la lengua deprimida con el depresor con la
mano izquierda, mientras introducimos el “espejito de cavum” con la mano derecha hasta rebasar
el velo del paladar. Una base de la lengua fuerte y alta puede obstaculizar la colocación del espejo,
en estos casos, se practica la rinoscopia posterior con la ayuda de retractores del velo (sonda de
Nelaton o de aspiración fina). Las sondas introducidas por las fosas nasales se recuperan por la
boca, para tensionar hacia delante y acortar el velo, facilitando el paso del espejo o de una pinza
para biopsia.

La rinoscopia posterior permite controlar:

• Forma y dimensión de las coanas, imperforaciones.

• Ocupación del cavum por masas (vegetaciones, tumores, pólipos, quistes, angiofibromas
en niños).

• Evidencia y tipo de secreciones.


• Forma y tamaño de la cola de cornete tanto inferior como medio.

• Morfología del orificio tubárico y de la fosita de Rosenmüller.

EXPLORACION MICROSCOPICA

Se puede realizar la exploración de las fosas nasales con el microscópico otológico. Se emplea
una lente de 250 ó 300 mm., y un aumento de 0,6x o 0,1x 5. Podemos examinar hasta los dos
tercios anteriores de las fosas nasales facilitándolo con el uso de un rinoscopio.

Una desviación septal anterior, hipertrofia de cornete o fosa nasal estrecha entorpece la
exploración microscópica. Resulta bastante eficaz en la edad pediátrica, dada la dificultad de
introducir un endoscopio en estos pacientes.

RINOFIBROSCOPIA Y EXAMEN ENDOSCOPICO: Se utilizan fibroscopios flexibles o


endoscopios rígidos y una fuente de luz. Se introducen por vía nasal y permiten la visualización
de toda la fosa nasal, la rinofaringe, y en caso necesario a través de un orificio de punción, los
senos maxilares. Este procedimiento permite el diagnóstico temprano de toda patología tumoral,
especialmente de la rinofaringe.

RINOMANOMETRÍA

La rinomanometría es un método exploratorio objetivo de gran valor para el estudio de las


resistencias mecánicas que ofrecen las fosas nasales al ser atravesadas por la columna aérea en
las distintas fases de la respiración.

La función respiratoria nasal puede medirse por métodos dinámicos, con el paciente respirando
activamente, o por métodos estáticos, indicando al paciente que retenga su respiración y
haciéndole pasar un flujo aéreo a través de las fosas nasales a una presión predeterminada.
En la actualidad, disponemos de los siguientes métodos rinomanométricos:

1. Rinomanometría anterior activa utilizando dos olivas, una para cada ventana nasal.
Una mide la presión y la otra el flujo. Es un método fácil, incluso posible en niños y que
permite la olfatometría objetiva, pero ciertas desventajas como la deformación de las
ventanas nasales con la colocación de las olivas, las posibilidades de fuga son altas; la
medida no es posible cuando existe una obstrucción total de una fosa nasal o una
perforación septal y el equipo tiene que ser calibrado en cada prueba.
2. Rinomanometría anterior activa utilizando una mascarilla facial. Una de las ventanas
nasales se sella herméticamente con una cinta adhesiva transparente, atravesada por un
tubo de plástico que servirá para el registro de la presión, mientras que el flujo se mide a
campo abierto mediante una conexión con la mascarilla. Este método rinomanométrico
presenta como ventajas el que no se deforme la ventana nasal, pocas posibilidades de
fuga a nivel del ostium, no se precisan olivas, se pueden registrar el gradiente de presión
y el flujo simultáneamente; y como inconvenientes, el que es un método más lento y
laborioso, existen posibilidades de fuga entre la cara y la mascarilla, noes realizable
cuando existe una oclusión total de una fosa nasal o una perforación septal, y no permite
realizar una olfatometría objetiva.
3. Rinomanometría posterior activa, en la que el paciente respira por ambas ventanas
nasales en el interior de una mascarilla conectada a un neumotacógrafo para medir el flujo,
mientras que un tubo situado en la boca y conectado a un transductor de presión mide la
presión nasofaríngea. Como ventajas podríamos citar el respeto absoluto de la integridad
anatómica de las ventanas nasales, mide la resistencia total, registra simultáneamente el
gradiente de presión y el flujo, y la prueba es posible aunque exista una fosa nasal
completamente obstruida o una perforación septal; sin embargo, es un método más
laborioso, no se puede estudiar separadamente las fosas nasales y la prueba es irrealiza
en un 50% de los casos.
4. Rinomanometría anterior pasiva, en la que se insufla, a través de una oliva colocada en
una fosa nasal, un flujo aéreo constante y preestablecido, generalmente de 250 cm3/seg,
y se mide la presión inducida por las resistencias nasales sobre éste, a un nivel dado de
la oliva nasal. Es un método fácil y rápido, realizable en niños, el equipo es económico, no
requiere prácticamente calibración y puede estudiar la resistencia de una fosa nasal
aunque la otra esté totalmente bloqueada. Tiene como principal desventaja la poca
sensibilidad del método y las amplias posibilidades de error. Cada uno de estos cuatro
métodos rinomanométricos tiene unas indicaciones específicas. El International
Standardization Committee On Objective Assessment of Nasal Airway recomienda, para
la evaluación clínica usual, el empleo de la rinomanometría anterior activa, usando una
mascarilla facial, reservándose la rinomanometría posterior pasiva para estudios de
investigación respiratoria y para los casos en que, existiendo una perforación , interesa
conocer la resistencia total que ofrecen las fosas nasales. La rinomanometría anterior
pasiva se reservaría para el estudio del test de provocación nasal o para estudios de
revisión de grandes colectivos.
INDICACIONES
La valoración de un rinograma correctamente realizado nos proporciona una serie de datos
sobre la mecánica del flujo nasal que nos permite esclarecer los siguientes puntos:
1. La relación existente entre las deformidades anatómicas y su repercusión
funcional.
2. Estudiar el efecto de insuficiencias respiratorias de vías áreas bajas que alteran la
función respiratoria nasal. La rinomanometría es concluyente en el diagnóstico diferencial
de la topografía de la insuficiencia respiratoria.
3. Evidenciar la subjetividad del paciente.
4. Comprobar la eficacia funcional de un tratamiento quirúrgico.
5. Cuantificar la hiperreactividad nasal en sus distintas pruebas.
REGISTRO
Los datos obtenidos en la rinomanometría quedan registrados en un rinograma constituido
por dos partes bien diferenciadas. En la primera se registra sobre un eje de coordenadas
X- Y la relación matemática existente entre el gradiente de presión ( P) expresado en
Pascales y el flujo (V) expresado en cm3/seg.
La segunda parte del rinograma consta de las curvas que relacionan los parámetros
presión-tiempo y flujo-tiempo de los treinta segundos más significativos de la prueba,
obtenidos por un sistema microprocesado de registro sinusoidal
RESULTADOS
Se obtienen los valores del flujo expresados en centímetros cúbicos por segundo a 75,
100, 150 y 300 Pa, tanto para la inspiración como para la espiración para cada una de las
fosas, la suma de los flujos de ambas fosas a las distintas presiones y las resistencias
parciales o totales de todos estos parámetros

Se establece un diagnóstico rinomanométrico de la obstrucción nasal en condiciones


basales en función del flujo total a 150 Pa de la siguiente manera, diferenciando el sexo
masculino y femenino:

GRADO DE
OBSTRUCCION NASAL
HOMBRE MUJER

LEVE 600-700 cm3/seg 530-630 cm3/seg


MODERADO 500-599 cm3/seg 430-529 cm3/seg
SEVERO 300-499 cm3/seg 230-429 cm3/seg
MUY SEVERO <300 cm3/seg <230 cm3/seg

EXPLORACIÓN RADIOLÓGICA

La exploración radiológica de los senos paranasales permite conocer las alteraciones de las
cavidades que no son directamente accesibles a la exploración clínica. Para ello se realizan
estudios de radiología simple y tomografía computarizada, así como de resonancia magnética
nuclear.
1) La radiología simple: Pone de manifiesto la existencia de niveles hidroaéreos, hiperplasia
de la mucosa, o simplemente una ocupación de los senos paranasales al desaparecer
total o parcialmente el aire de su interior (veladura radiológica). En este tipo de estudios
también pueden apreciarse erosiones óseas. La complejidad anatómica de la base del
cráneo ha obligado a desarrollar diferentes proyecciones radiológicas para visualizar los
senos paranasales evitando la superposición de imágenes, especial mente la del peñasco
del hueso temporal sobre las cavidades estudiadas. Las proyecciones radiológicas más
usadas son las siguientes:
 Proyección de Waters o mentoplaca: El paciente extiende la cabeza hasta que su
barbilla contacta con la placa de impresión radiológica. Con esta proyección se consigue
una buena visualización de los senos maxilares.
 Proyección de Cadwell o frontoplaca: El paciente flexiona la cabeza hasta hacer
contactar la frente con la placa radiológica, lo que permite una excelente visualización de
los senos frontales.
 Proyección lateral: Permite estudiar la pirámide ósea nasal para descartar fracturas;
también se pueden valorar las alteraciones a nivel del cavum y del seno esfenoidal.
 Proyección de Hirtz o basal: La cabeza está extendida para conseguir que el eje vertical
del cráneo sea perpendicular a la placa de impresión; sirve para valorar los senos
etmoidales y esfenoidales.
2) El estudio mediante tomografía computariza: da en proyecciones axiales y coronales
no sólo aporta mayor información sobre los senos que la radiografía simple, por permitir
estudiar las partes blandas con el mismo detalle que el hueso, sino que también informa
sobre el estado de los meatos, lo que ayuda a entender desde un punto de vista
fisiopatológico la sintomatología del paciente.

3) La resonancia magnética nuclear Sirve para valorar las partes blandas; por ello, se
utiliza en el estudio de los tumores nasales, para evaluar la infiltración de las estructuras
vecinas. La angiografía puede ser también de gran utilidad en el estudio de las lesiones
vasculares que afectan a las fosas nasales, ya que permite la embolización de las arterias
en casos de epistaxis rebeldes, o puede evitar una hemorragia voluminosa durante la
cirugía de los tumores vasculares. En la actualidad la angiorresonancia es un buen
complemento a las arteriografias convencionales.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

 Vicente Diamante. Examen Semiológico y exploración de nariz y senos paransales.


Otorrinolaringología Diamante Sección 3. Editorial El Ateneo. Pag. 288-305
 Jorge Basterra Alegria (2015) Exploración clínica, funcional y radiológica de Nariz y Fosas
Nasales. Otorrinolaringología y patología cervicofacial. Basterra. Elsevier. (Segunda Edición).
España. Parte II, pag 145.

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