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Características para un matrimonio de

éxito
//Pr. Luis A. Nuñez\\

características para un matrimonio


exitoso
La mayoría de veces, la convivencia en el matrimonio es difícil, algunas
crisis en medio del matrimonio tienen que ver con el deterioro de la imagen
y semejanza de Dios en el hombre y en la mujer como fruto del pecado,
esto sumado al medio en el que hemos crecido, a la crianza que hemos
recibido en nuestra casa, resulta en el deterioro de la relación conyugal
trataremos sobre características para un matrimonio de éxito.

El éxito del matrimonio depende de muchos factores, de los cuales


tenemos que estar conscientes. Si eres soltero tienes que ser consciente
de que necesitas prepararte para lo que viene delante, esto incluye el
cambio de muchas actitudes que tienen que cambiar antes de unirte a tu
pareja y si eres una persona con un hogar establecido necesitas luchar
para generar cambios drásticos y urgentes.
El carácter es una de las cosas que debe cambiar con urgencia,
buscar formar el carácter de Cristo en nosotros. ¿Ya escuchaste casos de
personas que dicen “yo no era así”, “nunca había reaccionado así”, «este
o esta me ha vuelto así, él o ella me ha hecho así»? Pues quiero decirte
que no es así, tu siempre fuiste así, lo que pasa es que aquella actitud solo
estaba oculta en ti y las circunstancias solo han hecho que eso aflore, eso
estaba en tu naturaleza; por eso es necesario ser lleno de la vida de Dios,
el éxito del matrimonio depende de muchos factores importantes y hoy
quiero hablar de algunos de ellos:
1. La renuncia
Esta quizás sea la parte más difícil, porque tiene que ver justamente
con la formación de carácter, la renuncia es lo que menos queremos,
pues siempre queremos ganar, esta fue una consecuencia del pecado del
hombre. Veamos en el Génesis a Adán y Eva, Dios le preguntó a
Adán ¿Qué pasó? Adán respondió «la mujer que me diste», es decir, no
estuvo dispuesto a renunciar por su temor a las consecuencias, este
sentimiento produjo en él niveles de egoísmo que observamos hoy en
algunos matrimonios, muchas parejas (no todas) acuden a consejería
aparentemente con el deseo de restaurar su hogar, pero en el fondo lo que
desean es mostrar que quien tiene en realidad la culpa es “la mujer que tú
me diste”, o “el hombre que me diste”, en esos casos he experimentado
que es muy bueno motivar a cada uno en su momento, hablar primero de
sus errores antes que los de su pareja, eso permite notar muchas cosas,
entre ellas la necesidad de cambio personal y no solo el de su pareja, ¡Ese
es un buen comienzo!
Todos queremos ser felices y ese es un deseo normal, pero que en
ocasiones tiende a volverse un deseo egocéntrico y desencadena la
destrucción de muchos hogares.

Veamos atentamente lo que dice 1 Corintios 13, quiero entonces


recordarte que por esa clase de amor nos casamos, para hacer feliz a la
persona con quien nos casamos. El Señor Jesús dice en Filipenses 2:6-
8: «Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma
de siervo y se hizo semejante a los hombres. Más aún, hallándose en
la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz«. Renunció a su condición de Dios por
amor, se hizo hombre y así abrió el camino para nuestra salvación. La
Biblia dice que Jesús nos pide que seamos sus seguidores, sus imitadores,
esto significa que solo hay un camino para que los matrimonios puedan
vencer, esto es la renuncia.
Quien no está dispuesto a renunciar no está listo para iniciar una
relación y menos para casarse. El matrimonio es el mejor lugar de
formación de carácter, es una de las mejores maneras de tornarse en
vencedores. Veamos lo que dice Pablo: «Tengo, pues, esto por bueno a
causa de las dificultades del tiempo presente: que hará bien el
hombre en quedarse como está. ¿Estás ligado a mujer? No trates de
soltarte. ¿Estás libre de mujer? No trates de casarte. Ahora bien, si te
casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los que se
casan tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera
evitar»1Corintios 7:25-28. Percibe que Pablo dice acerca del matrimonio
“tendrán aflicción de la carne» no es aflicción de espíritu, es aflicción de la
carne ¿Por qué?, porque en el matrimonio constantemente la carne es
afligida. Ahora, mucha gente se pasa atendiendo esta aflicción, tomando
como meta la lucha por cambiar o cambiar a su pareja, olvidándose de
agradar al Señor, es como si su concentración fuera solo su vida conyugal;
Pablo tiene una revelación de esto y les dice a los solteros y viudas, mejor
sería que se queden así, porque los solteros buscan agradar a Dios, ese
es su único objetivo, entonces muchos de sus problemas de carácter no
afectarán su relación con Dios y podrán hacer lo que se propusieron hacer,
pero Pablo mismo manifiesta que si no estás dispuesto a esto o no tienes
el don de continencia, que no solo tiene que ver con sexo, es más amplio,
entonces cásate, es decir Pablo no dice que el matrimonio es malo, él te
confronta, frente a algo que él cree, es más, hace la aclaración que eso no
es de Dios sino de parte suya, quédese como esta, SI NO ESTÁS
DISPUESTO A RENUNCIAR mejor quédate como estas.
Hay cosas que tal vez jamás cambien y tienes que renunciar a creer que
si cambiarán. Hay cosas que deben cambiar, otras están cambiando y
otras nunca cambiaran. Por eso la preparación es un factor muy
importante, cómo te preparas desde ahora para la persona que será tu
compañero o compañera el resto de tus días determinará tu condición
futura. Quiero poner un ejemplo en la Biblia, Génesis 24:9-22, 63 y
66: Aquí vemos varios aspectos de la preparación y renuncia, primero los
dos tenían que cumplir un gran propósito de Dios, ellos iban a dar inicio a
una descendencia, esta traería el nacimiento del pueblo de Dios, por tanto
tenían una gran responsabilidad, todos debemos tener el mismo censo,
Rebeca había sido formada con características que serían importantes,
estas traerían como resultado el cumplimiento de ese propósito. El siervo
de Abraham pide características de servicio, de atención, de principios
bíblicos; esa no fue una respuesta milagrosa de transformación sino que
Dios respondió en esa elección, Dios sabía que esta muchacha se estaba
preparando y renunciando a muchas cosas, todo esto direccionada al
esposo que algún día tendría. De la misma manera veamos a Isaac,
cuando la Biblia dice que la amo (refiriéndose a Rebeca) es tan interesante
ver que este hombre se preparó en su carácter para ella, él no la conocía,
cuantos problemas de carácter ella enfrentaría, pero él decidió amarla, eso
habla de nobleza, de paciencia, de entrega, etc. Estas características no
son apenas milagrosas sino son un proceso de formación y la
formación también es el resultado de renuncia. ¿Cuántos se están
preparando para lo que será un día su hogar? yo sé que soy desordenado,
entonces no puedo resignarme a ser así, pues cuando viva con ella, ella
va a sufrir conmigo, no sé ni granear un arroz, como puedo ser así, no soy
atenta ni con mis hermanos o hermanas, tengo que entrar en el proceso
de transformación para la persona que un día Dios me dé como
esposo o esposa.

2. Comunicación
Todo lo que Dios creó tiene que ver con la comunicación, Dios
siempre quiso comunicarse con el hombre, no hay algún ser creado por
Dios que no tenga facultades de comunicarse, esto es realmente
asombroso, las abejas, las hormigas, las ballenas, los delfines, etc. Si
alguna de esas especies falla en su comunicación, puede ser el fin para
ella o para el grupo.
Lamentablemente uno de los seres que más falla en la comunicación es el
hombre y por esto muchos matrimonios están sucumbiendo, necesitan
aprender a comunicarse, no solo para expresar lo que necesitan, sino para
conocerse, para mostrar errores o problemas de conducta, que muchas
veces no son percibidos. Por ejemplo: Una esposa puede manifestar que
su esposo no tiene una buena conducta al comer, se le aconseja que hable
con él, pero ella dice “ya se lo dije”, el otro día estábamos discutiendo y yo
estaba tan enojada que le dije ¡Comes como un chancho!. En verdad no
hizo lo correcto, tenemos que tener nobleza, una actitud amorosa, para
expresar errores, buscar las mejores maneras de expresar, de hablar,
buscar los momentos adecuados, a veces se aprende a expresar pero no
se aprende a hacerlo en el tiempo y lugar adecuado.

3. Obediencia a los principios de Dios


Dios fue el inventor de esto, así que Él sabe cómo funciona. Si un día
estás en un avión sin control y no sabes manejarlo, tienes que recurrir al
manual de instrucciones, la Biblia es el manual de instrucciones para
nuestra vida, en ella ciertamente encontrarán principios que los ayudarán
a vivir como Dios quiere. Algunas personas primero recurren a la vecina,
al compañero de trabajo, etc. Los cuales les brindan consejos, pero
consejos equivocados como: ¡Sírvele la sopa fria!, ¡No le hables!, ¡Hazle
lo mismo para que sepa cómo se siente!, mientras que la Biblia te dirá:
¡Amala como al vaso más frágil!, ¡Sujétate, porque es tu cabeza!, ¡No se
nieguen el uno al otro!, ¡No se ponga el sol sobre vuestro enojo!, ¡Airaos
pero no pequéis!, ¡Sopórtense el uno al otro!, etc.
Un consejo, nunca dejen de dormir juntos… Pero ronca demasiado…
bueno, en el altar tú le dijiste “en las buenas y en las malas”…
entonces, ponte tapones en los oídos.
4. Propósito
Quiero apenas tocar el punto PROPÓSITO en una área, el Señor
Jesús sufrió aflicción, fue golpeado y crucificado, Él no huyó de eso por
amor, no tienes opción, solo una, dejar que el carácter de Cristo se
implante en ti para ser de bendición, sufrir aflicción en tu carne hoy tiene
un propósito, eso es amar, por eso ahora tienes que esforzarte para ser
de bendición, tu estas allí para ser de bendición. Matrimonio es una
bendición, Dios lo creó, soñó con esto, aun pone como ejemplo la unión
matrimonial con la iglesia y Cristo, no es resignación, es lucha por la
victoria, por el carácter de Cristo.
DEJA QUE EL MAESTRO ENTRE EN TU HOGAR, QUE TE DÉ UN
TOQUE PARA QUE TENGAS EL VALOR REAL.

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