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CONDUCTOS EN C

UNIVERSIDAD NACIONAL “SIGLO XX”


DIRECCION DE POSTGRADO

ESPECIALIDAD EN ENDODONCIA

CONDUCTOS EN C

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR


AL TITULO DE ESPECIALISTA EN ENDODONCIA

AUTOR: DRA: CLAUDIA GLADIS GRANIER CHRISTIE

Cochabamba – Bolivia

2019
CONDUCTOS EN C

AGRADECIMIENTOS

A Dios por su infinito amor.


A mi familia, en especial a mi hijo por el
apoyo constante e incondicional.
A la Universidad Nacional Siglo XX, por
haber elegido excelentes docentes nacionales
y extranjeros, que enriquecieron nuestros
conocimientos con todas sus enseñanzas.
A mis docentes por su dedicación, paciencia
y por compartir toda su experiencia y pasión
por la especialidad.
CONDUCTOS EN C

DEDICATORIA

A mi Hermano Gerald, que por su apoyo


e impulso logre un sueño postergado durante
muchos años y sé que desde el cielo seguirá
acompañándome en todas las metas que me
proponga.
CONDUCTOS EN C

RESUMEN

El sistema de conductos en C, es una variación anatómica que se observa generalmente en


los segundos molares inferiores, existe una amplia clasificación para ayudar en el
diagnóstico y tratamiento. Los conductos en C presentan una anatomía compleja, con áreas
irregulares que albergan restos de tejidos blandos y desechos infecciosos que dificultan la
limpieza y obturación, por lo que se requiere de un gran esfuerzo para lograr un tratamiento
exitoso.
Gracias a la tecnología podemos contar con imágenes precisas y confiables que nos ayudan
en el diagnostico tal el caso del Cone Beam Computer Tomography (CBCT), el cual brinda
cortes axiales e imágenes tridimensionales de las piezas dentales y el esqueleto maxilofacial.
El objetivo de este estudio es conocer la anatomía de los conductos en C, las características,
clasificación, diagnóstico y plan de tratamiento, para guiar al especialista y lograr un
resultado óptimo.

Palabras claves: Conductos en forma de C, Segundos molares mandibulares, Configuración


del canal radicular en forma de C, Bilateralidad de segundos molares con conductos en C,
Tomografía computarizada de haz Cónico.
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CONTENIDO
1.-INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 1

2.-OBJETIVOS ........................................................................................................................ 3

2.1. Objetivo General ......................................................................................................................... 3

2.2. Objetivos específicos................................................................................................................. 3

3.-MARCO TEÓRICO ............................................................................................................ 4

3.1. Anatomía de segundos molares inferiores. .............................................................................. 4

3.2 Aspectos históricos del estudio de las raíces y conductos radiculares en forma de C. ..... 9

3.3 Etiología de los conductos en C11 ............................................................................................. 11

3.4 Características de los Conductos en C ...................................................................................... 12

3.5 Epidemiologia de los conductos en C ....................................................................................... 14

3.6 Clasificación de los Conductos en C ......................................................................................... 15

3.6.1 Según su sección trasversal (Melton, 1991).......................................................................... 16

3.6.2 Según su anatomía clínica (Fan, 2004). ................................................................................. 17

3.6.3 Según imagen radiográfica (Fan, 2004). ............................................................................... 19

3.6.4 .Según su morfología tridimensional (Gao, 2006). .............................................................. 21

3.7.-Diagnóstico.................................................................................................................................. 22

3.7.1 Diagnóstico Clínico .................................................................................................................. 22

3.7.2.- Diagnostico Radiográfico ..................................................................................................... 24

3.7.3 Tomografía Computarizada Cone Beam ............................................................................... 26

3.8 Tratamiento endodontico de los conductos radiculares en forma de C ............................. 31

3.8.1 Preparación de la cavidad de acceso ...................................................................................... 31

3.8.2 Limpieza y conformación del conducto en forma de C....................................................... 31

3.9 Instrumentación de los Conductos en C ........................................................................... 32


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3.9.1 Uso de Instrumentos rotatorios ............................................................................................... 32

3.9.2 Instrumentación rotatoria versus instrumentos tradicionales.............................................. 34

3.10 Irrigación .......................................................................................................................... 35

3.10.1 Uso de ultrasonido .................................................................................................................. 35

3.11 Técnicas de obturación de los conductos en C ................................................................ 36

3.11.1 Técnica Hibrida Modificada ................................................................................................. 37

3.11.2 Técnica de gutapercha termoplastificada ............................................................................ 38

3.11.3 Técnica con Sistema Obtura II y Sistema Ultrafil. .......................................................... 40

3.11.2 Técnica o sistema de obturación Microseal ........................................................................ 42

3.12 Cirugía Endodontica en Conductos en C ................................................................................ 43

3.13 Pronóstico ........................................................................................................................ 43

4.-DISCUSIÓN ........................................................................................................................ 45

5.-RECOMENDACIONES ..................................................................................................... 47

6.-CONCLUSIONES ............................................................................................................... 48

7.- BIBLIOGRAFIA ................................................................................................................ 49

8.-ANEXOS ............................................................................................................................. 50 1
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1.-INTRODUCCIÓN
A través del tiempo se han realizado estudios para analizar la anatomía de los conductos
radiculares así como también la prevalencia de sus variaciones en distintas regiones del
mundo para poder simplificar y mejorar los tratamientos endodonticos y su restauración
(Jafarzadeh, 2007) .

El sistema de conductos en C, es una variación anatómica que se encuentra generalmente en


segundos molares inferiores, aunque también se puede observar en primeros molares
inferiores, molares superiores y premolares inferiores. La principal característica anatómica
de los sistemas de canales en forma de C, es la presencia de una aleta o tejido que conecta
los conductos radiculares individuales. Las raíces que contienen a menudo un conducto en
forma de C tienen una configuración cónica o cuadrada y aparecen cuando se produce la
fusión de cualquiera de las caras vestibular o lingual de las raíces mesial y distal. Esta fusión
sigue siendo irregular, y las dos raíces permanecen conectadas por una cinta interradicular.
El piso de la cámara pulpar es profundo y tiene una apariencia anatómica inusual. Se pueden
encontrar dos o tres conductos en la ranura en forma de C, o bien esta forma puede ser
continua en toda la longitud de la raíz. El orificio del conducto se encuentra normalmente
apical al nivel de unión cemento-esmalte y puede aparecer como un arco abierto en 180°,
uniendo los dos canales principales. (Cohen ,2004). Se sabe que la forma y el número de
raíces están determinadas por la vaina epitelial de Hertwig, que se dobla en un plano
horizontal debajo de la unión cemento-esmalte y se fusionan en el centro dejando aberturas
para las raíces. Se especula que la causa principal de una raíz y de un conducto en forma de
C resulta del fracaso de la vaina epitelial de Hertwig de fundirse en la superficie lingual o
vestibular de la raíz. También puede deberse a la aposición con el tiempo de cemento. (Cohen
, 2004). Cuando un conducto en C se presenta en un elemento dentario, puede que se
encuentre también en el diente homologo, esta característica ha sido observada en el 70% de
los individuos.

La estructura radicular puede presentar una amplia variedad de divisiones por lo que existen
muchas clasificaciones: A) Según la sección transversal (Melton 1991); B) Según su

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anatomía clínica (Fan, 2004);C) Según imagen Radiográfica (Fan, 2004); D) Según
morfología tridimensional (Gao 2006).

Los dientes con anatomía en forma de C plantean un reto técnico considerable. En cuanto a
la limpieza del conducto, el uso del instrumental sónico y ultrasónico favorecen la llegada
del agente irrigante a las irregularidades internas del sistema de conductos.

La obturación de estos conductos, revela generalmente una falta de condensación adecuada,


a pesar de la profundidad de penetración de los espaciadores y la cantidad de conos
accesorios utilizados. Para la condensación lateral en frío el uso de espaciadores
de NiTi podría mejorar la compactación; sin embargo, la mejor alternativa es la obturación
con técnicas de gutapercha termoplastificada, que puede copiar mejor la
anatomía intraconducto. (Alberti, 2012)

Hoy en día la tecnología nos permite realizar investigaciones obteniendo resultados


confiables y precisos, tal es el caso del Cone Beam Computed Tomography (CBCT), el cual
brinda cortes axiales e imágenes tridimensionales de las piezas dentales y el esqueleto
maxilofacial. El CBCT tiene la capacidad de exhibir la presencia del conducto en forma de
“C”, su introducción a la odontología proporcionó al clínico la visualización de la región
maxilofacial en varios planos y reproduce la creación de imágenes en tiempo real no sólo en
el plano axial, si no también coronal, sagital e incluso planos curvos u oblicuos. A diferencia
de las radiografías, que aunque siguen siendo el método de diagnóstico más utilizado en la
consulta dental, éstas se limitan a una imagen bidimensional (Estévez, 2009).

El propósito de este estudio es hacer una revisión bibliográfica sobre los conductos en forma
de ¨C¨ en molares que presentan el más alto índice de fracaso, para conocer sus
características, clasificación, diagnóstico y plan de tratamiento.

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2.-OBJETIVOS

2.1. Objetivo General


Identificar las características anatómicas y clasificación de los conductos en C en
segundos molares inferiores.

2.2. Objetivos específicos


- Determinar la prevalencia de conductos en C de acuerdo a su clasificación.
- Mencionar la clasificación de conductos en C de segundos molares inferiores.
- Sugerir las técnicas de preparación de conductos radiculares para este tipo de conductos.
- Explicar las técnicas de obturación más indicadas para este tipo de conductos.
- Demostrar que la Radiografía y la tomografía computarizada son un método de ayuda en el
diagnóstico.

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3.-MARCO TEÓRICO

3.1. Anatomía de segundos molares inferiores.


El segundo molar inferior tiene una corona algo más pequeña que la del primero, y tiende a
ser más simétrico, y se caracteriza por la proximidad de sus raíces. Es frecuente que las raíces
describan una curva gradual en la porción distal que coloca los ápices más juntos .El acceso
se realiza en la superficie mesial de la corona, y la apertura se extiende solo ligeramente
distal al surco central (Cohen , 2004).

El segundo molar inferior es el diente más expuesto a la fractura vertical, debido a su posición
próxima a la inserción del músculo de la masticación y las consiguientes cargas de oclusión
altas. Las fracturas suelen asentar en la cresta marginal distal o bajo las cúspides linguales.
Debido a las fuerzas de oclusión intensas y el riesgo de fractura, es obligatoria la restauración
con recubrimiento completo después del tratamiento endodòntico. (Cohen , 2004).

Fig.1 Segundo molar inferior.

Fuente: Vías de la pulpa, Cohen 2004

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Cámara pulpar : similar a la cámara pulpar del primer molar inferior, con variaciones apenas
en el número de concavidades que corresponden a las cúspides, que en consecuencia
modifican el aspecto anatómico del techo (Leonardo, 2005).

Conducto radicular: en el 71% de los casos con dos raíces separadas. En el resto las raíces
están generalmente fusionadas, por este motivo los conductos son más estrechos y más
difíciles de tratar (Leonardo, 2005).

Las raíces del segundo molar inferior se presentan separadas desde el plano cervical en el
39,2% y separadas a partir del tercio medio en el 32,8%, completando un total de del 71%
con dos raíces separadas. En el resto las raíces están generalmente fusionadas, por este
motivo sus conductos son más estrechos (Leonardo, 2005).

La cronología de erupción es entre los 11-13 años y su rizálisis completa termina entre los
14-15 años.

La longitud promedio es de 22,4 mm, la longitud máxima alcanza un promedio de 26 mm y


la mínima de 19 m (Leonardo, 2005).

El segundo molar presenta en la mayoría de los casos, tres conductos radiculares, siendo las
dificultades técnicas de tratamiento similares a la del primer molar.

Frecuentemente los conductos radiculares mesiales se funden y terminan en un único


foramen, siendo la raíz distal portadora de un único conducto. Ocasionalmente podemos
detectar apenas dos conductos radiculares, uno mesial y uno distal, cada uno de ellos situado
en el centro de cada raíz (Leonardo, 2005).

El segundo molar inferior puede tener solo una raíz con diversas variantes: un solo conducto
de gran tamaño; dos conductos que se fusionan o permanecen separados o el conocido como
diente en C (Weine, 1999).

El segundo molar inferior se asemeja al primero, pero es menor en proporción, la corona


presenta cuatro cúspides y las raíces en general dos no son tan diferenciadas como en el
primer molar inferior y puede presentar su fusión total o parcial. (Goldberg, 2003).

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Fig.2 Segundo molar inferior, A, vista vestibular; B, vista mesial de la raíz mesial; C,
vista distal de la raíz distal. Cortes transversales

En el nivel de los tercios coronarios (1), medio (2) y apical (3).

Fuente: Endodoncia, Técnicas y fundamentos, Goldberg 2003.

Cámara Pulpar, tiene una forma por lo general cúbica con cierta predisposición a ser
triangular a medida que se va a la zona de furca. El techo demuestra convexidades en relación
a las cuatro cúspides que presenta. Por lo general son paralelas entre las paredes vestibular y
lingual, los orificios son un poco más pequeños en comparación con su antecesor y los
orificios de entrada a los conductos mesiales no suelen ser fácil de identificar por la
formación de dentina en la pared mesial a nivel cameral (Cohen, 2002).

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Cara Oclusal, presenta cuatro cúspides: cúspide mesiovestibular, cúspide distovestibular,


cúspide mesiolingual y cúspide distolingual.

Fig.3 Segundo molar inferior, cara oclusal.

Fuente: Anatomía Dental (Siqueira, 2008)

1.- La gran cámara pulpar

2.-Raices mesial y distal cada una al parecer con un solo conducto

3.- Curvatura mesial de la raíz mesial en el 10% de las veces

4.-Curva en bayoneta de la raíz mesial en el 7% de las veces

5.- Inclinación disto-axial del diente

Detalles morfológicos no visibles en la radiografía: (Ingle,2002).

1.- Raíz mesial o distal con uno o dos conductos

2.- Curvatura lingual en dirección mesio-vestibular

3.- Curvatura en forma de S en dirección mesio-lingual

4.-Inclinacion buco-axial de las raíces a un Angulo de -52ª

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Estos factores ocultos afectaran tamaño, forma e inclinación de la preparación final. La gran
curvatura vestibular del conducto palatino requiere gran cuidado durante la exploración e
instrumentación (Ingle, 2002).

A nivel cervical la pulpa es enorme en los dientes jóvenes y más reducidos en dientes seniles
por formación de dentina secundaria. La cámara es cuadrangular u ovoide y en el piso se
aprecian líneas que unen los orificios de entrada a los conductos que contrastan con las
paredes blandas (Ingle, 2002). Sin embargo existen variaciones anatómicas en cuanto a su
raíz/raíces y conductos radiculares, lo que exige el conocimiento de la anatomía normal, así
como de sus posibles variaciones. Tabla 1-2-3-4.

Conductos:
Dos conductos 6,7%

Tres conductos 64,4%

Cuatro conductos 28,9%

Tabla 1: Conductos porcentaje según el número

Fuente: (Ingle, 2002)

Conductos:
Mesial Distal
Un conducto y un agujero 13% 92%
apical
Dos conductos y un 49% 5%
agujero apical
Dos conductos y dos 38% 3%
agujeros apicales

Tabla 2: Conductos Mesial y Distal porcentajes

Fuente: (Ingle, 2002)

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Raíces :
Dos raíces 76,2%
Tres raíces 2,2%
Una raíz cónica 8,3%
Una raíz con forma de C 8,5%

Tabla 3: Porcentaje del número de raíces

Fuente: (Ingle, 2002)

Curvatura de las raíces :


Dirección : Raíz sencilla Raíz doble
Mesial Distal
Recta 53% 27% 58%
Curva distal 26% 61% 18%
Curva mesial 0% 0% 10%
Curva vestibular 0% 4% 4%
Curva lingual 2% 0% 0%
Curva en bayoneta 19% 7% 6%

Tabla 4: Curvatura de las raíces, raíz sencilla, raíz doble

Fuente: (Ingle, 2002)

3.2 Aspectos históricos del estudio de las raíces y conductos radiculares en forma de C.
Se han publicado numerosos estudios sobre los conductos radiculares en forma de C y sus
variaciones anatómicas. Si bien la mayoría de estos informes se centran principalmente en la
morfología del conducto radicular y las tasas de incidencia, también se han publicado
estudios de casos y observaciones antropológicas. Históricamente, (Keith, 1911) fueron los
primeros autores en representar un conducto radicular en forma de C. En su estudio, esta
morfología específica se puede observar en secciones transversales de la raíz de un segundo
molar mandibular de un individuo neandertal. Además de esta estructura inusual del

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conducto radicular, también notaron que "en el aspecto labial, la raíz no muestra rastros de
división, pero en el lingual la raíz comienza a separarse 7 mm por debajo de la corona en
colmillos mesiales y distales". Esta morfología es indicativa de una raíz en forma de C. Sin
embargo, estos autores no asignaron ninguna terminología específica a las anomalías
morfológicas que observaron.

La raíz en forma de C fue analizada por primera vez en detalle por (Nakayama, 1941), quien
le dio el nombre de "raíz en forma de canal". Informó que 39 de 135 (28.9%) extrajeron
segundos molares mandibulares de individuos identificables que tenían raíces en forma de
C, al igual que 124 de 391 segundos molares mandibulares extraídos (31.7%) de individuos
no identificables. También, (Nakayama, 1941) informó sobre el 'conducto radicular en forma
de canalón', enfocándose en su morfología y aspectos del tratamiento Sugirieron que sería
necesario preparar cuidadosamente este tipo de conducto radicular, ya que podría producirse
una perforación en un intento de localizarlo o agrandarlo. También enfatizaron que se
necesita una atención particular en la limpieza del conducto radicular, porque los 'conductos
radiculares en forma de canalón' generalmente no son continuos desde el orificio del canal
hasta el agujero apical y, por lo tanto, están abiertos a la infección. Desde entonces, los
investigadores japoneses han usado el término 'en forma de canalón' ('toi-jo-kon' en japonés)
principalmente para describir la forma de la raíz, mientras que el término 'en forma de C'
('toi-jo-konkan' en japonés) se ha utilizado para describir la forma del conducto radicular
(Fukuya, 1976), (Kotoku, 1985).

Poco después de la investigación pionera realizada en Japón a principios de la década de


1940, (Tratman, 1950) afirmó que la morfología de la raíz en forma de C se puede observar
con frecuencia en los segundos molares mandibulares de individuos asiáticos. Llamó a esta
morfología la "forma de reducción de herraduras”. Casi 30 años después, Cooke y
Cox 1979 informaron sobre una serie de casos encontrados en la práctica clínica, y desde
entonces, los términos 'raíz en forma de C' y 'conducto radicular en forma de C' han sido
comúnmente empleados por investigadores y médicos en todo el mundo. Una década más
tarde, los estudios sistemáticos realizados por (Melton, 1991) mostraron una variación
significativa del conducto radicular en forma de C entre diferentes individuos. Utilizando

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CONDUCTOS EN C

moldes de canales de raíz de resina de poliéster, así como datos histológicos extensos,
aclararon otros aspectos importantes de la morfología del conducto radicular en forma de
C. Siguiendo a Cooke & Cox 1979 , así como a la mayoría de las publicaciones recientes, el
término 'raíz en forma de C' se usa aquí para abordar la morfología de la raíz y el término
'conducto radicular en forma de C' para abordar la morfología del canal de la raíz.

3.3 Etiología de los conductos en C


En 1979, Cooke & Cox publicaron por primera vez una anomalía anatómica de los
conductos originada en el desarrollo embriológico, a la que denominaron “conducto en C”,
debido a la anatomía transversal de la raíz (Basilaki, 2015).

El molar en forma de C debe su nombre a la morfología transversal de la raíz y el conducto


radicular. En lugar de tener varios orificios de entrada, la cámara de la pulpa del molar con
forma de C tiene un solo orificio acintado con un arco de 180 grados (o más),que comienza
en el ángulo de la línea mesiolingual y se extiende alrededor de la parte bucal para terminar
en la porción distal de la cámara pulpar. (Cohen,2004).

Por debajo del nivel del orificio de entrada, la estructura radicular del molar con forma de C
puede albergar una amplia gama de variaciones anatómicas, clasificables en dos grandes
grupos básicos: 1.- un solo conducto acintado en forma de C desde el orificio hasta el ápice,
y 2. tres o más conductos distintos por debajo del orificio de entrada en forma de C. (Cohen,
2004).

La configuración en C representa una hendidura continua entre todos los conductos de tal
modo si efectuamos un corte horizontal a través de la raíz el espacio tiene forma de C. La
convexidad de la C puede dirigirse hacia el lado bucal o el lingual. Si se dirige hacia el lado
bucal, la hendidura discurre sin interrupción desde la parte mesiobucal hacia la mesiolingual,
rodea la zona lingual y sigue de la parte distolingual a la distobucal .Si la convexidad queda
en dirección lingual, la hendidura va de la parte distolingual y continua de la parte distobucal
a la distolingual (Weine, 1999).

La forma y número de raíces son determinadas por la vaina epitelial de Hertwig la cual es
doblada en un plano horizontal debajo de la unión cemento esmalte y se fusiona en el centro

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CONDUCTOS EN C

dejando raíces abiertas. Una falla en el del desarrollo de la vaina epitelial de Hertwig es la
principal causa de las raíces en forma de C, las cuales por lo regular contienen un canal en
forma de C. La raíz en forma de C también puede originarse por la fusión del cemento con
el tiempo (Hamid 2007).

El fracaso de la fusión de la vaina epitelial de Hertwig es la explicación más lúcida para la


configuración de canal en forma de C. Si la funda epitelial de Hertwig no se fusiona en el
lado bucal, se formará un surco lingual, y si no se fusiona sobre el lingual se obtendrá un
surco bucal. Por lo tanto, esta fusión no es uniforme y delgada la cinta interradicular conecta
las dos raíces entre sí. (Barnett, 1986) . Si la funda no se fusiona en los lados bucal y lingual,
se formará una raíz cónica o en forma de prisma .La fusión es más probable que ocurra si la
distancia entre los canales radiculares es pequeña (Manning, 1990).

Las cámaras pulpares de los dientes con canales en forma de C en su mayoría tienen mayor
ancho apico-oclusal con una bifurcación baja (Gulabivala, 2002). Esto resulta en un piso de
la cámara pulpar profunda, que tiene una configuración anatómica poco común (Barnett,
1986).

“Esta variación anatómica puede ocurrir bilateralmente, por lo que si se encuentra un


conducto en forma de C en un segundo molar inferior, posiblemente se encuentre también
en la segunda molar de lado opuesto” (Avila, 2012).

3.4 Características de los Conductos en C


El reconocimiento inicial del sistema de conductos en C se produce luego del acceso
endodóntico de rutina y de la extracción del tejido pulpar de la cámara. Si está presente una
raíz en forma de C, deberán ser evidentes al menos dos de las tres categorías propuestas por
Melton (1991), categorías I y II; en la categoría III, pueden aparecer dos o tres conductos
separados inicialmente como en un típico molar inferior. Existen algunos recursos que
pueden ayudar en este procedimiento.

La transiluminación de fibra óptica puede mejorar la identificación de la anatomía de los


conductos radiculares ya que colocar la punta de fibra óptica sobre el dique de goma en la
superficie bucal ilumina la cámara pulpar. El sistema de conductos aparece como una línea

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CONDUCTOS EN C

oscura en un campo luminoso (Jerome, 1994) . Otro método que ofrece un tratamiento
exitoso es el uso de microscopio el cual ofrece aumento de visibilidad del campo operatorio
(Yilmaz, 2006).

Cabe destacar que, en los molares inferiores en forma de C, el conducto mesiolingual se


encuentra separado y con un ápice independiente, aunque puede llegar a ser
significativamente más corto que los conductos mesiovestibular y distal. Estos conductos
son fácilmente sobreinstrumentados en aquellos molares en forma de C con un solo ápice.
En este tipo de molares, el conducto mesiovestibular se dirige hacia atrás y se une con el
conducto distal, saliendo ambos a través de un solo foramen. Otros molares presentan
orificios en forma de C en donde los conductos mesiovestibular y distal no se fusionan, y
tienen forámenes independientes (Cohen, 2002).

El canal radicular en forma de C constituye una morfología inusual de la raíz que se puede
encontrar principalmente en los segundos molares mandibulares. Debido a la complejidad
de su estructura, los sistemas de conductos radiculares en forma de C pueden complicar las
intervenciones endodonticas. Por lo tanto, un conocimiento profundo de la morfología del
conducto radicular es imperativo para un diagnóstico adecuado y un tratamiento exitoso
(Kato, 2015) .

El reconocimiento de variaciones inusuales en la configuración del canal es crítico porque


se ha establecido que la raíz con un solo canal afilado y el foramen apical es la excepción y
no la regla. El reconocimiento temprano de estas configuraciones facilita la limpieza, la
conformación y la obturación del sistema de conductos radiculares (Jafarzadeh, 2007) .

El reconocimiento clínico de los conductos en forma de C se basa en criterios observables


definidos (es decir, la anatomía del piso de la cámara pulpar y la persistencia de hemorragia
o dolor cuando se encuentran los orificios del conducto por separado. (Lambrianidis., 2001)

Los conductos en C son canales estrechos en forma de cinta que alcanzan a contener pulpa
o tejido pulpar considerándose como depósitos bacterianos. (Melton, 1991) Demostraron
que los restos y el tejido pulpar subsisten continuamente dentro de los canales radiculares en
forma de C. Por lo cual el orificio del conducto debe ser ampliado durante las primeras etapas

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CONDUCTOS EN C

del tratamiento, teniendo mucho cuidado de no hacerlo muy profundo hacia el ápice para
impedir perforaciones (Miglani, 2002).

La morfología del canal de sección transversal y los anchos mínimos de las paredes del canal
vestibular y lingual se estudiaron en 20 molares mandibulares con raíces en forma de C y
orificios del canal. Las raíces se montaron en bloques de resina transparente y se seccionaron
transversalmente a intervalos de 1 mm. Se evaluaron un total de 154 secciones transversales
con un analizador de imágenes. Se identificaron doce configuraciones diferentes de canales
longitudinales. Los más prevalentes fueron los tipos 1-2 y 1-2-1 con cada tipo en cuatro
raíces. La evaluación de la morfología transversal mostró que las configuraciones eran "C"
completa (27%), C incompleta (64%) y no C (9%). El valor medio para el ancho mínimo de
la pared del canal lingual fue de 0,58 +/- 0,21 mm y la pared vestibular fue de 0,96 +/- 0,26
mm. Esto sugiere que existe un mayor riesgo de perforación de la raíz en las paredes
linguales más delgadas de los canales en forma de C durante la conformación y los
procedimientos de preparación post canal. Tanto las paredes del canal vestibular como el
lingual fueron frecuentemente más estrechas en las ubicaciones mesiales. (Chai, 2004)

3.5 Epidemiologia de los conductos en C


Existe una variación étnica significativa en cuanto a la incidencia de molares con forma de
C y conductos fusionados. Esta variante anatómica es mucho más común en las razas
asiáticas que en la caucásica. Las investigaciones realizadas en Japón y China demostraron
una incidencia del 31,5% de molares con forma de C y conductos fusionados y Haddad,
Nehma y Ousini hallaron la frecuencia del 19,1 % en libaneses (Cohen , 2004).

Ocurre con una prevalencia de 10.6% en saudíes y 19.14% en libaneses, en caucásicos, la


prevalencia oscila entre 2.7 y 7.6%. Investigaciones realizadas en la población china y
coreana muestran una mayor prevalencia de molares que presentan conducto radicular en C,
con un 31.5 y 32.7% para cada una. Esto demuestra que el segundo molar con conducto
radicular en forma de C es más frecuente en asiáticos que en otros grupos étnicos (Haddad,
1999).

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CONDUCTOS EN C

Es una variación anatómica vista principalmente en segundos molares inferiores con una
incidencia del 2.7% - 45.5% según la última revisión bibliográfica. Aunque también puede
ocurrir en premolares (29.7%) y molares, tanto superiores (0.12%) como inferiores

(Basilaki, 2015) .

Se revisaron y discutieron la etiología, incidencia, características anatómicas, diagnóstico y


manejo de la configuración del canal en forma de C. La configuración del canal en forma de
C es una variación que tiene predilección racial y se ve comúnmente en los segundos
molares mandibulares (Fernandes, 2014).

Las configuraciones presentes en esta variación pueden representar un desafío para el clínico
durante la negociación, desbridamiento y la obturación. Los diagnósticos radiológicos y
clínicos pueden ayudar a identificar y mejorar las áreas con forma de abanico y las
complejidades en forma de C. El manejo de esta configuración anómala del canal se puede
lograr con instrumentación rotativa y manual asistida por ultrasonido (Fernandes, 2014).

Realizaron un estudio para evaluar la prevalencia de los conductos tipo C en una población
de Malasia. Para ello seccionaron un total de 241 molares, de los cuales nueve presentaron
conductos tipo C, correspondiente a una prevalencia del 3.74%. El 88.8% de los molares con
conductos tipo C fueron molares mandibulares. La configuración morfológica más común
según la clasificación de Melton fue la Tipo III (44.4%), seguida por la Tipo II (33.3%) y
finalmente la tipo I (22.2%) (Nie, 2013).

3.6 Clasificación de los Conductos en C


Se han propuesto varios tipos de clasificaciones para los conductos en forma de C.

A) Según sección transversal (Melton, 1991).


B) Según anatomía clínica (Fan, 2004).
C) Según imagen Radiográfica (Fan, 2004).
D) Según morfología Tridimensional Gao, 2006).

Melton et al.1991 propuso una clasificación de los conductos en forma de C basado:

15
CONDUCTOS EN C

3.6.1 Según su sección trasversal (Melton, 1991).


1.- Categoría I: Canales en forma de C que recorren la cámara pulpar de forma continúa
hasta el ápice definiendo una forma en C sin separación.

Fig.4 Categoría I (a) .Clasificación según su sección transversal.

Fuente: Jafarzadeh y Wu, 2007.

2.- Categoría II: El orificio en forma de semicolon en donde la dentina separa un conducto
en forma de C principal de un canal.

Fig.5 Categoría II (b).Clasificación según su sección transversal.

Fuente: Jafarzadeh y Wu, 2007.

16
CONDUCTOS EN C

3.- Categoría III: Se refiere a aquellos con dos o más canales discretos y separados:
Subdivisión I, el foramen en forma de C en el tercio coronal se divide en dos o más canales
separados y discretos que se juntan apicalmente;

Subdivisión II, foramen en forma de C en tercio coronal que se divide en dos o más canales
discretos y separados en el tercio medio hacia el ápice; y

Subdivisión III, el orificio en forma de C se divide en dos o más canales discretos y


separados en el tercio coronal hacia el ápice.

En esta clasificación, no existe una descripción clara de las diferencias entre las categorías
II y III como de la significancia clínica. Sin embargo, ellos examinaron tres niveles
arbitrarios de la raíz, y obtuvieron una pequeña información donde se describe como la forma
del canal podría cambiar a través de su longitud. También, se dieron cuenta que el segundo
tipo de canal en forma de C es el más común. Fig. 6

Fig. 6 Categoría III (c y d).Clasificación según su sección transversal.

Fuente: Jafarzadeh y Wu, 2007.

3.6.2 Según su anatomía clínica (Fan, 2004).


Posteriormente Fan et.al modificaron el método referido por Melton´s, y los clasificó en las
siguientes categorías: (FAN, 2004)

1.- Categoría I (C1): La forma del conducto en C no se interrumpe sin ninguna división o
separación.

17
CONDUCTOS EN C

2.- Categoría II (C2): La forma del canal es similar a un semicolon resultante de una
discontinuidad del conducto en C, pero cada ángulo alfa o beta no debe ser menor que
60°.Fig. 7

Fig. 7 Medición de ángulos para el canal C2. El ángulo β es más de 60 °. (A y B)


Extremos de una sección transversal del canal, (C y D) extremos de la sección
transversal del otro canal; M, punto medio de la línea AD; ά, ángulo entre la línea
AM y la línea BM; β, ángulo entre la línea CM y la línea DM.

Fuente: Fan y cols., 2004.

3.- Categoría III (C3): 2 o 3 canales separados y ambos ángulos alfa y beta fueron menor de
60°. Fig. 8

Fig.8 Medición de ángulos para el canal C3. Tanto el ángulo como el ángulo β son
menores que 60ª.

Fuente: Fan y cols., 2004.

18
CONDUCTOS EN C

4.- Categoría IV (C4): Un solo canal redondeado u oval en la sección transversal. Fig. 9

Fig.9 Categoría IV (e) .Clasificación según su sección transversal

Fuente: Jafarzadeh y Wu, 2007.

5.- Categoría V (C5): No se observa el lumen de un canal (lo cual es usualmente observado
cercano al ápice Fig.10

Fig.10 Categoría V (f). Clasificación según su sección transversal

Fuente: Jafarzadeh y Wu, 2007

3.6.3 Según imagen radiográfica (Fan, 2004).


Fan et al. Clasificaron las raíces en forma de C de acuerdo a su apariencia radiográfica en 3
tipos:

19
CONDUCTOS EN C

1.- Tipo I: raíz cónica o cuadrada con una vaga línea radiolúcida longitudinal separando la
raíz en una parte mesial y otra distal. Hay un canal mesial y otro distal que se fusionan en
uno solo antes de salir por el foramen apical (foramina).Fig. 11

Fig. 11 Clasificación radiográfica Tipo I (A), Tipo I (a) análisis morfológico en 3-D

Fuente: (Fan y cols., 2004) (A); Revista de endodoncia 2006 (a)

2.- Tipo II: raíz cónica o cuadrada con una vaga línea radiolúcida longitudinal separando la
raíz en una parte mesial y otra distal. Hay un canal mesial y otro distal, y los dos canales
parecen continuar su propio camino hacia el ápice .Fig. 12

Fig.12 Clasificación radiográfica Tipo II (b), Tipo II (b) análisis morfológico en 3-D

Fuente: (Fan y cols., 2004) (B); Revista de endodoncia 2006 (b)

20
CONDUCTOS EN C

3.- Tipo III: raíz cónica o cuadrada con una vaga línea radiolúcida longitudinal separando la
raíz en una parte mesial y otra distal. Hay un canal mesial y otro distal, un canal curvado y
superpuesto en la línea radiolúcida mientras se dirige hacia el ápice, y el otro canal parece
continuar su propio camino al ápice.Fig.13

Fig. 13 Clasificación radiográfica Tipo III (C); Tipo III (c) análisis morfológico en
3-D

Fuente: (Fan y cols., 2004 (C); Revista de endodoncia 2006 (c)

3.6.4 .Según su morfología tridimensional (Gao, 2006).


Las imágenes reconstruidas en 3D de los pisos de las cámaras pulpares fueron valoradas y
asignados a unos de los siguientes cuatro tipos:

TIPO I: El piso parecido a una península con orificio en forma de “C Continuo”. Fig.14 (a)

TIPO II: Vestibular, una conexión que existe entre el piso parecido a la península y la pared
vestibular de la cámara pulpar que separa el surco en forma de “C” en orificio mesio-
vestibular (MB) y un orificio mesio-lingual (ML), por una franja de dentina entre el piso
parecido a una península y la pared mesial de la cámara pulpar Fig.14 (b).

TIPO III: solo un mesial, existe una conexión de dentina entre el piso parecido a una
península y la pared Mesial, el cual separa el surco en forma de “C” en un orificio pequeño

21
CONDUCTOS EN C

ML y un orificio grande MB-D. El orificio MB-D se forma de la fusión del orificio MB y el


orificio D .Fig.14 (c)

TIPO IV: pisos que no tienen forma de “C”. Un orificio distal y uno o dos orificios mesiales
están presentes .Fig. 14 (c)

(a) (b) (c) (d)

Fig.14 Clasificación según su morfología tridimensional. (a), (b), (c), (d).

Fuente: E.J.E.R .Revista Electrónica de Endodoncia Rosario, Oct.2011.

3.7.-Diagnóstico

3.7.1 Diagnóstico Clínico


El conocimiento preoperatorio del canal en forma de C ayuda a un diagnóstico correcto, el
reconocimiento e identificación de estas piezas dentales es un requerimiento básico para un
tratamiento de endodoncia exitoso; las mismas que demostraron estas diferentes
características:

1. Raíces fusionadas

2. Una ranura longitudinal en la superficie lingual o vestibular de la raíz.

3. Por lo menos uno de los cortes transversales pertenece a la clasificación C1, C2 o C3


(Mohanty, 2009)

“El diagnóstico diferencial entre el conducto en forma de “C” y la perforación de furcas


puede ser auxiliado con el uso de radiografías (Lambrianidis, 2001), incluso el uso de un

22
CONDUCTOS EN C

localizador de ápice de tercera generación con la habilidad de leer la longitud del conducto
en presencia de electrolitos, puede ayudar a distinguir entre ambos (Plotino, 2006).”

Las radiografías tomadas durante la negociación de los conductos pueden revelar dos
características de su configuración como los instrumentos que tienden a converger en el ápice
y/o pueden salir en la furca. Estos últimos a veces pueden observarse como una perforación
de la misma (Barril, 1989). Este aspecto radiográfico es más probable que ocurra en la
categoría I (C continua) (Jerome, 1994). La presencia de instrumentos o materiales de relleno
en el área de la furca en combinación con la falta de precisión de donde se encuentra el piso
de la cámara pulpar puede conducir al reconocimiento radiográfico de una configuración en
C. El diagnóstico diferencial de una perforación de furca, se puede ayudar con más de una
radiografía, además del uso de localizador apical (Melton, 1991).

Algunos autores consideran como conductos en C a los que presentan una raíz en forma de
C (es decir, una ranura longitudinal en la superficie de la misma, independientemente de si
se observó un orificio o conducto separado) ,otros autores, en cambio, consideran que los
sistemas de conductos en C deben presentar las siguientes tres características: raíces
fusionadas, una ranura longitudinal en la superficie lingual o vestibular de la raíz, y al menos
una sección transversal del conducto que pertenezca a la configuración C1, C2 o C3 (FAN,
2004). La variación en la morfología del conducto en C es inusual y puede conducir a
dificultades durante el tratamiento por lo que se requiere un correcto diagnóstico de esta
situación antes de su intervención) (Benenati, 2004).

“El reconocimiento clínico de los conductos en forma de C se basa en criterios observables


definidos (es decir, la anatomía del piso de la cámara pulpar y la persistencia de hemorragia
o dolor cuando se encuentran los orificios del conducto por separado) (Lambrianidis , 2001)”

“En un conducto en forma de C, es posible pasar un instrumento de mesial a distal sin


obstrucciones. En algunas configuraciones, tales pasajes se ven impedidos por puentes
discontinuos de dentina (Melton, 1991).”

23
CONDUCTOS EN C

3.7.2.- Diagnostico Radiográfico


La interpretación radiográfica es en general más eficaz cuando se basa en combinaciones de
películas (radiografía preoperatoria y de longitud de trabajo; radiografía preoperatoria y
posoperatoria o tres radiografías considerando preoperatoria; conductometría y
posoperatoria). Entre estos últimos, las radiografías para la determinación de la longitud de
trabajo son más útiles que las pre y posoperatorias, mientras que las radiografías
preoperatorias son las menos eficaces en el diagnóstico de los casos de conductos en C
(Lambrianidis., 2001).

En la vista radiográfica preoperatoria resulta difícil observar las fusiones propias de este tipo
de conductos .En ocasiones, en una radiografía con instrumentos exploratorios en el
conducto, puede llegar a visualizarse la ubicación de alguno de ellos en zonas aparentemente
interradiculares, asemejando una perforación producto del deslizamiento del instrumento en
la luz acintada (Basilaki, 2015).

La toma de radiografías en el área de endodoncia es de gran importancia para el diagnóstico,


plan de tratamiento y evaluación de resultados, sin embargo, la información ofrecida por las
radiografías periapicales es limitada, ya que se obtiene una imagen bidimensional
impidiendo un análisis preciso de las áreas de interés (Estévez, 2009).

Los conductos en forma de C son considerados una anomalía que da una cierta complejidad
anatómica ya que cuando se analiza la radiografía preoperatoria hace sospechar que dicho
molar es semejante al molar normal. Sin embargo, cuando se realiza la preparación de la
cavidad de acceso y se examina desde la superficie oclusal no se puede diferenciar cada uno
de los orificios de los conductos, sino que se observa una depresión en forma de C en el piso
de la cámara pulpar (Fan B, 2008).

Algunos investigadores describieron cuatro características radiográficas que pueden permitir


la predicción de la existencia de esta condición anatómica: fusión radicular, proximidad
radicular, un canal distal grande o una imagen borrosa de un tercer canal intermedio.
(Haddad, 1999) Por lo tanto, la raíz en forma de C en un segundo molar mandibular puede
presentarse radiográficamente como una raíz fusionada simple o como dos raíces distintas
con una comunicación (Gulabivala, 2002). Cuando la comunicación o aleta que conecta las

24
CONDUCTOS EN C

dos raíces es muy delgada, no es visible en la radiografía y, por lo tanto, puede dar la
apariencia de dos raíces distintas (Haddad, 1999). La radiografía también puede revelar una
cámara pulpar grande y profunda, generalmente se encuentran en molares en forma de C
(Gulabivala, 2002).

Evaluaron la capacidad para predecir la presencia de conductos tipo C mediante radiografías


panorámicas en molares mandibulares. La muestra consistió en 290 pacientes que se habían
sometido tanto a radiografía dental panorámica como a tomografía computarizada
(TC). Inicialmente, la presencia de molares mandibulares con canales en forma de C se
identificó en esta muestra mediante el uso de CT. Esto se usó como una verdad radiográfica
básica. Luego, clasificaron independientemente los molares mandibulares de acuerdo con
sus 6 morfologías de raíz en radiografías panorámicas dentales. Se calcularon las
sensibilidades, especificidades, valores predictivos positivos (VPP) y valores predictivos
negativos (VPN) de los hallazgos característicos en radiografías panorámicas.

Se identificó un canal en forma de C en 90 (29%) de 311 molares mandibulares. La


morfología más común de los molares del canal en forma de C fue de 2 raíces cónicas
separadas (52%); Los patrones trabeculares fueron relativamente comunes entre las
raíces. La morfología más común de los molares sin canales en forma de C fue 2 raíces
separadas que eran divergentes o paralelas (85%).Llegando a la conclusión que la radiografía
panorámica es una buena modalidad topográfica para detectar canales en forma de C y se
puede utilizar para determinar si se requiere un examen adicional antes del tratamiento
endodóntico (Jung, 2010).

Con el avance de la tecnología se encuentra sistemas digitales para la radiografía intraoral


aproximadamente desde finales de 1980 y se basa en sistemas de dispositivos de carga
acoplada, toma el nombre de Radiovisiografía (RVG), este sistema ofrece muchas ventajas
en relación con las placas normales, la facilidad de uso, velocidad de uso, reducción en los
tiempos de trabajo, menor exposición a la radiación para el paciente y profesional, evita la
eliminación de los residuos químicos que son peligrosos y la facilidad de manipular
digitalmente la imagen capturada (Fan, 2008).

25
CONDUCTOS EN C

3.7.3 Tomografía Computarizada Cone Beam


La TC fue desarrollada por G.N. Hounsfield en 1967, desde el primer prototipo que se
construyó hasta la actualidad ha existido un avance paulatino de seis generaciones diferentes
sus cambios se basan en la organización de las distintas partes del sistema y por el
desplazamiento físico del haz (Lenguas, 2010).

Fig.: 15 TAC de última generación

Fuente: www.informantoday.blogspot.com

Se le conoce como tomografía computarizada de haz cónico y en inglés, Cone Beam


Computed Tomography (CBCT), o tomografía digital volumétrica (Lenguas, 2010).

La fuente de radiación se presenta de forma cónica y adquiere un volumen de datos


cilíndricos o esféricos que toma el nombre campo de visión (Field of view o FOV) 3, el
tamaño del mismo difiere dependiendo el tipo de escáner que permiten capturar el esqueleto
maxilofacial completo o depende de la zona que se requiere estudiar. (Lenguas, 2010)

La captura de la TCCB varía entre 10 y 70 segundos tomando en cuenta el ejemplar de 3


“El campo de visión es el área de la superficie de corte que estudiamos y que podemos
ampliar o reducir en función de la zona de interés”32 escáner y los parámetros de exposición
seleccionados, entre menor tiempo se puede tener una toma exacta ya que el paciente tendrá
menor tiempo en realizar un movimiento ya que al respirar se puede producir una distorsión

26
CONDUCTOS EN C

en la imagen y una menor exposición a la radiación al momento de realizar la toma de la


imagen, siendo esta 15 veces menor que la TC convencional (Frigi, 2007) (Lenguas, 2010).

En los estudios realizados por: Tsiklakis et al. 2005 y Hashimoto et al. 2003 sobre la cantidad
de radiación emitida y absorbida en la espina cervical, la tiroides y área dental
independientemente, con o sin protección, llegaron a la conclusión que la TCCB resultó de
menor absorción y dosis de radiación en comparación con la TC convencional (Frigi, 2007)
.

La imagen 3D (geometría cónica) está establecida por VOXELS4 que es el elemento más
pequeño del volumen de la imagen, en diferencia con la imagen 2D (geometría paralela) que
esta dado en PIXELS5. En la TC convencional los voxels son anisotrópicos6, mientras que
en la TCCB son isotrópicos7 permitiendo medidas geométricas precisas en cualquier plano
(Frigi, 2007) (Lenguas, 2010).

Esta tecnología se desarrolló a fines de los años 90, con el objetivo de conseguir escáneres
tridimensionales del esqueleto maxilofacial, craneofacial con una dosis de radiación menor.
Ofreciendo una nueva alternativa a las imágenes convencionales intraorales y panorámica,
disminuyendo y contrarrestando por completo los problemas de superposición de imagen,
distorsión de imagen, elongación y escorción de imagen. (Lenguas, 2010)

La tomografía axial computarizada ha sido empleada desde 1995, no sólo para evaluar la
deformación producida por los distintos sistemas de instrumentación, y tampoco únicamente
para conocer la anatomía externa e interna del sistema radicular. Ha sido empleada también
para medir el tamaño de las lesiones periapicales, diagnóstico de perforaciones radiculares,
para la confirmación diagnóstica de una reabsorción cervical invasiva, para evaluar la
gutapercha remanente tras un retratamiento, observar el hidróxido de calcio antes de la
obturación del sistema de conductos (Lenguas, 2010).

Entre las características de la TC se encuentran: conocer la longitud de la cámara pulpar tanto


en sentido mesio-distal como en sentido vestíbulo-lingual, saber el número y la disposición
de los conductos, evaluar la presencia de conductos laterales, istmos de unión entre los
conductos, conocer el diámetro del conducto a lo largo de todo el sistema radicular y evaluar

27
CONDUCTOS EN C

el ángulo y radio de curvatura. El resultado supone grandes posibilidades en el entendimiento


y comportamiento de los sistemas de instrumentación durante la preparación del canal, así
como el conocimiento de la anatomía externa e interna del sistema de conductos (Estévez,
2009).

No sólo consigue reconstruir en 3D todas las estructuras externas e internas del diente, sino
que permite conocer el diámetro del canal a cualquier longitud, el ángulo y radio de
curvatura, las distancias que existe entre el conducto y furca, y otras tantas posibilidades
(Estévez, 2009).

En la imagen de una TC los datos adquiridos en volumen tridimensional son procesados y


adquiridos en un solo barrido de escáner, la forma de adquirir es una simple y directa relación
entre el sensor de 2D y la fuente de radiación que se encuentran directamente sincronizadas
alrededor de la cabeza del paciente. Estos dos elementos fundamentales rotan entre 180 y
360 ° (depende del tipo de escáner) alrededor de la cabeza del paciente. Los escáneres de
cabeza pueden ser usados con el paciente sentado o de pie (Lenguas, 2010).

Se investigaron la anatomía apical de los sistemas de canales en forma de C en los segundos


molares mandibulares mediante tomografía micro computarizada (μ CT) y
estereomicroscopía. Se escanearon cuarenta y cuatro segundos molares mandibulares
permanentes con un sistema de conductos radiculares en forma de C de una población china
nativa .Concluyeron que el porcentaje de área llena de gutapercha fue similar en los tres tipos
radiográficos y en las categorías de configuración del canal de los molares en forma de
C. Estos resultados muestran la dificultad de lograr un llenado predecible del sistema del
conducto radicular cuando existe esta variación anatómica. En general, el tercio apical estaba
menos lleno (Cheung, 2007).

En una población de Corea se realizó un estudio biométrico en los segundos molares con
conductos en C usando tomografías computarizadas Cone-Beam. Para ello se tomaron 92
tomografías computarizadas Cone-Beam que tenían la presencia de segundos molares
mandibulares con conductos en C, determinando tipo y frecuencia de configuración
(utilizando la clasificación de Melton), además de los espesores de dentina promedio. Para
evaluar el patrón de configuración se tomaron once posiciones a diferentes alturas a lo largo

28
CONDUCTOS EN C

de la raíz. Los resultados mostraron que la configuración más común fue la tipo I de Melton
en la mitad coronal y la tipo III en la mitad apical (Seo, 2012).

Evaluaron las características anatómicas de los sistemas de canales en forma de C en los


segundos molares mandibulares chinos mediante tomografía computarizada de haz cónico
(CBCT).Se atendieron un total de 608 pacientes de ascendencia china con segundos molares
mandibulares sanos y bien desarrollados. Estos pacientes fueron remitidos al Hospital de
Estomatología del Oeste de China. De las 608 imágenes de CBCT examinadas, 528
mostraron molares intactos unilaterales y 80 molares intactos bilaterales. Concluyeron
que hubo una alta prevalencia de canales en forma de C en los segundos molares inferiores
de la población china. Los sistemas de canales variaron considerablemente en su
configuración anatómica (Zheng, 2011).

En un estudio realizado sobre una población brasileña, se buscó determinar la prevalencia,


el número de conductos, distribución uní o bilateral, relación con el género, la edad,
ubicación en la arcada y la presencia de depresiones radiculares en segundos molares
mandibulares con conductos en C a partir su observación en tomografías computarizadas
Cone-Beam. Se evaluaron 214 imágenes, de las cuales en 192 se observó integridad de
ambos segundos molares (usados para analizar la distribución uní o bilateral). Se tomaron
un total de 406 segundos molares mandibulares. Encontraron que la prevalencia de los
conductos en C fue del 15,3%. No se observó relación de su presencia con la edad y el género.
La mayoría de los molares analizados con conductos en C presentaron tres conductos
(43,5%) o dos (37.1%). El 69.4% de los canales en forma de C presentaron una depresión a
nivel bucal. De los casos que presentaron integridad de ambos segundos molares
mandibulares, el 68% de los conductos en C fueron unilaterales (Ladeira, 1987).

Lo que quisieron demostrar fue lograr una mejor comprensión de los sistemas de canales en
forma de C en los segundos dientes molares mandibulares a través de un enfoque clínico que
utiliza técnicas sofisticadas como el microscopio quirúrgico y la tomografía computarizada
de haz cónico (CBCT). Un total de 42 dientes molares mandibulares extraídos con raíces
fusionadas y surcos longitudinales se recolectaron al azar de la población indígena
nativa. Los pisos de la cámara pulpar de todas las muestras se examinaron bajo un

29
CONDUCTOS EN C

microscopio quirúrgico y se clasificaron en cuatro tipos. Posteriormente, las muestras se


sometieron a una exploración CBCT después de la inserción de las limas K # 10 o 15 en cada
orificio del canal y se evaluaron utilizando imágenes de corte transversal y tridimensionales
en consulta con un radiólogo dental para obtener resultados más precisos (Chhabra, 2014).

El presente estudio reveló variaciones anatómicas del sistema de canal en forma de C en los
segundos molares mandibulares. El pronóstico de estas anatomías complejas del canal puede
mejorarse mediante el empleo simultáneo de técnicas modernas, como el microscopio
quirúrgico y la CBCT.

Utilizaron la tomografía computarizada de haz cónico (CBCT) para caracterizar la


morfología de la raíz y el canal de la muela mandibular y su variabilidad en muestras de
población belga y chilena (Torres, 2015).

Analizaron las imágenes CBCT de 515 molares mandibulares (257 de Bélgica y 258 de
Chile). Se analizaron los molares que cumplían los criterios de inclusión para determinar (1)
el número de raíces; (2) la configuración del canal radicular; (3) la presencia de un canal
curvo en la imagen de la sección transversal de la raíz distal en el primer molar mandibular
y (4) la presencia de un canal en forma de C en el segundo molar mandibular. Se realizó un
análisis descriptivo. La asociación entre el origen nacional y la presencia de un canal curvo
o en forma de C se evaluó mediante la prueba de Chi- cuadrado.

A la conclusión que llegó fue que en los casos de morfología de la raíz y del canal poco clara
o compleja en los molares mandibulares, las imágenes CBCT pueden ayudar a los
especialistas en endodoncia a realizar un diagnóstico preciso y a planificar el tratamiento.

Evaluaron mediante el uso de la tomografía Cone beam, la prevalencia, bilateralidad y


características del sistema de conducto en C en los segundos molares mandibulares de
pacientes que acudieron al Servicio de Radiología oral y maxilofacial de la Universidad
Peruana Cayetano Heredia 2011-2013. Fueron evaluadas 227 segundos molares
mandibulares. Se determinó la prevalencia y la bilateralidad de conductos en forma de C de
acuerdo al sexo y a la ubicación de la pieza dentaria y analizada con la prueba de Chi-
cuadrado. La forma del conducto en C se categorizó en base a la clasificación de Melton. La

30
CONDUCTOS EN C

prevalencia de conductos en forma de C fue 40,5%, esta prevalencia no difiere con relación
a la ubicación de la pieza dentaria. La forma del conducto en C a nivel de los tercios
radiculares coronal y medio fue más frecuente para el tipo III y en apical para el tipo I. La
prevalencia de la bilateralidad fue 76,6%. La mayoría (66,3%) de los segundos molares
mandibulares con conductos en C, tenía orificios del conducto separado y el 33,7% orificios
en forma de C completa. Llegando a la conclusión que la prevalencia y bilateralidad de
conductos en forma de C son altas. La mayoría de los conductos en C va cambiando su forma
a lo largo de la raíz (Santiago Quijano, 2016).

3.8 Tratamiento endodontico de los conductos radiculares en forma de C

3.8.1 Preparación de la cavidad de acceso


Después del diagnóstico del conducto radicular, el primer paso es la preparación de una
cavidad de acceso. La calidad del trabajo realizado durante esta fase a menudo es crítica para
el éxito de un procedimiento de endodoncia (Yilmaz, 2006).

Para estos molares, el "principio de cambio de color" (es decir, el color del piso de la cámara
pulpar siempre es más oscuro que el de las paredes) y el "principio de ubicación del orificio"
(es decir, los orificios de los conductos radiculares siempre se ubican en el unión de paredes
y piso) se aplicaron con éxito. Estos autores también mencionaron que la unión cemento-
esmalte es un punto de referencia confiable para el acceso a la cámara pulpar,
independientemente de si la corona es natural o artificial, pero mientras la raíz aún exista
(Krasner, 2004).

Se informó que el 83.3% de los segundos molares mandibulares con canales radiculares en
forma de C poseen un orificio a un nivel de 2 mm por debajo de la unión cemento- esmalte,
que se eleva hasta el 98.1% a un nivel de 3 mm por debajo de la unión cemento-esmalte. Por
lo tanto, un conocimiento básico de los patrones de la anatomía de la cámara pulpar es
importante para prevenir perforaciones. (FAN, 2004)

3.8.2 Limpieza y conformación del conducto en forma de C


Mientras se limpia un conducto radicular en forma de C, se debe prestar especial atención al
'istmo' (Grocholewicz, 2009). Estas estructuras son comunicaciones estrechas en forma de

31
CONDUCTOS EN C

cinta entre dos conductos radiculares que pueden contener pulpa o tejido derivado de pulpa
y, por lo tanto, deben considerarse depósitos bacterianos (Vertucci, 2005) (Melton, 1991)
mostraron que los desechos y el tejido pulpar generalmente permanecen dentro de canales
en forma de C continuamente. Por lo tanto, el orificio de la hendidura debe ensancharse
durante las primeras fases del tratamiento, pero no demasiado profundo hacia el ápice para
evitar perforaciones (Weine, 1999). Sugiere evitar el uso de las fresas Gates-Glidden para la
preparación de las áreas mesiobucal y bucal del conducto radicular en C. Se debe tomar en
cuenta que también existe un alto riesgo de perforación de la raíz en las paredes linguales
más delgadas de los canales radiculares en forma de C en los molares inferiores durante la
conformación del conducto y la limpieza se debe realizar con un instrumento del tamaño 25
o más pequeños (Jerome, 1994).

Es difícil asegurar la eliminación completa de la pulpa enferma o los tejidos necróticos de


las partes estructuralmente más complejas del sistema del conducto radicular (Istmo, aleta)
a través de instrumentos solos; Por lo que, la limpieza e irrigación de los conductos
radiculares con soluciones químicas es de particular importancia. En general, el hipoclorito
de sodio se ha utilizado con éxito para la disolución de materia orgánica en los conductos
radiculares, con un rango de concentraciones: 0.5%, 1%, 2.5 % ,5% y 5,25%. Además, se
demostró que el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) disuelve la materia inorgánica y
elimina la capa de frotis , (Ordinola, 2009) Además, el uso de equipos ultrasónicos es
efectivo para la limpieza y el riego de los conductos radiculares finos , (Melton, 1991) ,
(Walid, 2000) , (Moor, 2002) .La pasta de hidróxido de calcio se usa para la limpieza e
irrigación del conducto radicular en forma de C (Walid, 2000).

3.9 Instrumentación de los Conductos en C

3.9.1 Uso de Instrumentos rotatorios


Los instrumentos rotatorios poseen una desventaja importante en la preparación de este tipo
de conductos en C, pues es necesario su desplazamiento, a fin de abarcar una anatomía de
diámetros muy dispares en su luz, lo que repentinamente puede producir el deslizamiento del
instrumento, generando flexión en el conducto con los consecuentes riesgos de deformación
o de atrapamiento repentino, y con ellos, una posible falla torsional intempestiva (Basilaki,

32
CONDUCTOS EN C

2015). “Es importante evitar la sobreinstrumentaciòn de este tipo de conductos, ya que


existe una mínima cantidad de dentina entre la superficie externa de la raíz y el sistema de
conducto, lo cual incrementa la probabilidad de perforaciones laterales “ (Basilaki, 2015).

“El uso de magnificación junto con instrumentos oscilatorios o ultrasónicos y técnicas de


irrigación activas ha hecho que el tratamiento de este tipo de piezas dentarias sea más fiable”
(Basilaki, 2015).

Se debe tener muy en cuenta que, en los molares mandibulares en forma de C, el canal
mesiolingual está separado y distinto del ápice, aunque puede ser significativamente más
corto que los canales mesiovestibular y distal. Estos canales se sobreinstrumentan fácilmente
en molares en forma de C con un solo vértice. (Jafarzadeh, 2007)

Evaluaron la seguridad y la eficacia de un método de uso de instrumentos rotatorios de


níquel-titanio para preparar el sistema de conductos radiculares en forma de C. Se prepararon
cuarenta y tres segundos molares mandibulares humanos con una configuración de canal en
forma de C con un enfoque de corona hacia abajo a una dimensión apical de tamaño 30
utilizando una combinación de instrumentos Pro File y HERO. La tomografía
microcomputada se utilizó para examinar el diámetro del canal y el grosor restante de la
pared de la dentina a lo largo del canal de la raíz. Los resultados mostraron que solo las
regiones aisladas en sección transversal del canal en forma de C estaban físicamente
preparadas por los instrumentos rotatorios. La pared de la furca (aspecto cóncavo de la "C"
en sección transversal) de todos los canales clínicamente identificables tenía un grosor
similar a una distancia de 1 a 7 mm desde la constricción apical tanto antes como después de
la instrumentación. Todos los canales preparados mostraron un estrechamiento que
coincidía con el del último instrumento utilizado. Se llegó a la conclusión de que la limpieza
del sistema de canales en forma de C está incompleta con el uso de instrumentos rotatorios
y debe ser asistida por irrigación ultrasónica Si bien los instrumentos rotatorios de níquel-
titanio parecen ser seguros en dichos canales, no se recomienda una mayor ampliación a una
dimensión apical mayor que el tamaño 30 (0.06 conicidad) (Cheung., 2008).

33
CONDUCTOS EN C

3.9.2 Instrumentación rotatoria versus instrumentos tradicionales


Hicieron una comparación tomográfica microcomputada de instrumentos rotatorios de
níquel-titanio versus instrumentos tradicionales en el sistema de conductos radiculares en
forma de C (Yin, 2010).

El propósito de este estudio fue evaluar la eficacia de la instrumentación de canales en forma


de C con el sistema rotativo ProTaper e instrumentos tradicionales mediante el uso de
tomografía microcomputada (micro-CT).Veinticuatro molares mandibulares con canales en
forma de C se seleccionaron en pares y se clasificaron por igual en 2 grupos, que fueron
asignados para instrumentación por el sistema rotativo ProTaper (grupo ProTaper) o por
limas K y fresas Gates-Glidden (grupo de instrumentos manuales). Las imágenes
tridimensionales fueron construidas por micro-CT. Se investigó el volumen de dentina
extraída, el área del canal sin instrumental, el tiempo necesario para la instrumentación y el
error iatrogénico de la instrumentación. El grupo de instrumentos manuales mostró una
mayor cantidad de remoción de dentina volumétrica y dejó menos área del conducto sin
instrumentar que el grupo ProTaper. El tiempo necesario para la instrumentación fue más
corto para el grupo ProTaper que para el grupo de instrumentos manuales. No se produjo
ninguna rotura del instrumento en ambos grupos, pero se detectaron errores de procedimiento
más notorios en el grupo de instrumentos manuales que en el grupo ProTaper.

Se concluyó que el sistema rotativo ProTaper mantenía la curvatura del canal con rapidez y
pocos errores de procedimiento, mientras que la instrumentación tradicional puede limpiar
más la superficie del canal. (Solomonov, 2012)

“Se ha informado que el sistema de instrumentos de ajuste automático (SAF) recientemente


desarrollado es más eficaz que el sistema Protaper para la conformación de canales en forma
de C” (Solomonov, 2012).

34
CONDUCTOS EN C

3.10 Irrigación

3.10.1 Uso de ultrasonido


El uso de ultrasonidos junto con la terapia convencional es más efectivo. Un mayor volumen
de irrigante y una penetración más profunda con instrumentos pequeños que usan sonics o
ultrasonidos pueden permitir una mayor limpieza en áreas en forma de abanico del canal en
forma de C (Melton, 1991).

Informo el uso de ultrasonido para facilitar la eliminación de detritus entre los istmos, usando
la irrigación ultrasónica con 1,26% de hipoclorito de sodio y 17% de EDTA,
alternativamente, para eliminar la capa de barrillo y para mejorar la penetración de la
gutapercha termoplastificada. En la obturación utilizó el sistema Thermafil, que usa
gutapercha en fase alfa con bajo peso molecular, la cual sufre menos cantidad de contracción
y es más adecuada para obturar las distintas variaciones anatómicas en los conductos
radiculares, con resultados satisfactorios (Miglani, 2002).

La agitación ultrasónica aumenta la eficacia de la irrigación mediante la producción de una


microcorriente acústica. Tal transmisión de la solución irrigante puede acontecer en regiones
de pequeñas dimensiones y es capaz de generar un conducto limpio en la región apical en
comparación con la irrigación manual (Teplitsky, 1987). Así, el área del istmo dentro de una
configuración en C, aunque no susceptible a un desbridamiento mecánico total, puede ser
limpiada por este medio. (Gutarts, 2005)

Se cree que la agitación favorece la mezcla de fluidos dentro del conducto radicular, lo que
permite al irrigante recién inyectado reemplazar el líquido existente, facilitando además la
penetración del irrigante en las áreas del sistema de conductos sin conformar. El propósito
de la agitación es dispersar el irrigante recientemente introducido en todo el sistema de
conductos radiculares y también diluir el hidróxido de calcio residual a través de su
movimiento de desplazamiento (Ma, 2015).

Analizaron y evaluaron el efecto de la estimulación a 90 ° con instrumentos de mano en


varios parámetros morfológicos (volumen, área de superficie y superficie no instrumentada)
en canales radiculares en forma de C después de la instrumentación utilizando un sistema de

35
CONDUCTOS EN C

reciprocidad de instrumento único (Reciproc; VDW, Munich, Alemania) y un sistema de


instrumentos de autoajuste (SAF; ReDent Nova, Israel). Utilizaron Veinte segundos molares
mandibulares con canales en forma de C y configuraciones del canal C1 se dividieron en dos
grupos y se instrumentaron con instrumentos Reciproc y SAF. Se usó una lima K de NiTi
de tamaño 30 unida a una pieza de mano con movimiento de exploración a 90 ° como
instrumentación final en ambos grupos. Llegando a la conclusión de que una proporción
considerable del espacio del canal apical permaneció lleno de hidróxido de calcio en los
conductos radiculares en forma de C después de la instrumentación y la irrigación con aguja
convencional. Si bien la combinación de instrumentación rotatoria e irrigación con agitación
ultrasónica reduce la cantidad de hidróxido de calcio residual en los conductos radiculares
en forma de C, la gran cantidad de hidróxido de calcio en el área apical crítica sigue siendo
una preocupación. Se deben considerar estrategias alternativas en la medicación del canal
apical en los dientes en forma de C (Amoroso-Silva, 2016).

3.11 Técnicas de obturación de los conductos en C


La obtención de un relleno tridimensional de un canal en forma de C puede resultar un
problema debido a las diversas complejidades presentes dentro del sistema de conductos
radiculares. Si se adopta una técnica de condensación fría para la obturación, será necesaria
una penetración más profunda de los instrumentos de condensación en varios sitios. (Weine,
1999) . Para asegurar la colocación correcta de los conos maestros en canales en forma de C,
(Barnett, 1986) recomendó colocar una lima de gran diámetro en la parte más distal del canal,
antes de asentar el cono maestro en el canal mesial. Luego se retira el instrumento y se asienta
el cono maestro del canal distal, seguido de la colocación de los conos accesorios en la parte
media del canal en forma de C.

Los estudios han demostrado que después de la limpieza y la conformación, el grosor restante
de la dentina alrededor de los canales suele ser de 0,2 a 0,3 mm. Las fuerzas resultantes de
compactación durante la obturación pueden exceder la resistencia del canal de la dentina, lo
que puede ocasionar fractura de la raíz y perforación de la misma. (Walid, 2000) (Jafarzadeh,
2007) .En este sentido, la técnica de gutapercha termoplastificada puede resultar más
beneficiosa.

36
CONDUCTOS EN C

3.11.1 Técnica Hibrida Modificada


Esta técnica consiste en asociar la técnica de McSpadden que utiliza compactadores similares
a una lima Hedstrôen invertida con la técnica de condensación lateral.

Después de la prueba radiográfica de la adaptación del cono de gutapercha principal, se pasa


cemento endodontico por todo el cono y se coloca en la posición. Con el espaciador digital
se abre espacio al lado del cono principal, y se coloca 1, 2 o 3 conos de gutapercha auxiliares,
cortando un poco el exceso. Es importante que la cantidad de gutapercha que se deja, sea
suficiente para rellenar en conducto radicular. Luego se selecciona el compactador, que en
la mayoría de las veces debe ser uno o dos números superior al del cono de gutapercha
principal. (Leonardo, 2005)

La profundidad de penetración del compactador en el interior del conducto radicular se


demarcara por las ranuras de su mango, o colocando tope de goma a la distancia de 2 mm
antes de la LRT, en los conductos rectos o con poca curvatura.

Tenemos que tener algunas precauciones:

1.-El aparato de baja velocidad debe girar por lo menos a 8.000rpm;

2.-el motor de baja velocidad debe hacer girar el compactador siempre en sentido horario;

3.-introducir el compactador en el interior del conducto radicular sin hacerlo girar, con
movimientos de introducción y retirada;

4.-con el compactador ya dentro del conducto radicular, al lado de los conos de gutapercha,
comenzar a girarlo con movimientos de introducción y retirada hasta llegar a la longitud de
trabajo determinada.

5.-retirar el compactador del interior del conducto radicular con una leve presión sobre uno
de los lados de la pared del conducto radicular;

6.- Nunca detener el compactador en el interior del conducto radicular mientras la gutapercha
está siendo plastificada;

7.- permanecer en el conducto radicular durante 10 segundos más o menos;

37
CONDUCTOS EN C

Para comprobar si el sentido de la rotación del motor de baja velocidad está correcto, hacer
la prueba con una gasa, apoyando la parte activa del compactador sobre ella. Accionar el
motor; si la gasa es empujada hacia adelante y el compactador hacia atrás, el sentido de la
rotación está correcto. Por el contrario si la gasa permanece inmóvil el sentido no es el
correcto.

Después de retirar el compactador comprobamos si la gutapercha entró al interior del


conducto radicular y rápidamente, condensamos con atacadores verticales la gutapercha
ahora plastificada, para obtener una mejor adaptación de esta con la pared dentaria.
(Leonardo, 2005).

Fig16. Guta-Condensors-Compactadores de Maillefer

Fuente: www. iztacala.unam.mx

3.11.2 Técnica de gutapercha termoplastificada


La obturación puede requerir modificaciones técnicas. Los espacios del conducto
mesiolingual y distal pueden ser preparados y obturados como un conducto común, sin
embargo, el sellado del istmo bucal es difícil de obtener si la técnica de condensación lateral
es la única empleada. A causa de que el istmo no puede ser preparado lo suficientemente
bien para permitir un adecuado acceso, la aplicación de gutapercha termoplastificada es la
más apropiada. La técnica de gutapercha termoplastificada se puede realizar con
espaciadores calientes, espaciadores eléctricos o mediante sistemas inyectables. Con los

38
CONDUCTOS EN C

dispositivos de gutapercha termoplastificada de una sola inserción, no se pueden condensar


adecuadamente los istmos estrechos y largos, es por eso que es imprescindible la correcta
colocación del sellador endodóntico independientemente de la técnica de obturación elegida
por el clínico (Jafarzadeh, 2007) .

Teniendo en cuenta la facilidad y velocidad de compactación lateral, así como la densidad


adquirida por la compactación vertical de gutapercha en caliente, (Ingle J.I, Endodontic,
2002) se desarrolló un dispositivo llamado EndoTec II (Medidenta, Inc., Woodside, NY)
para optimizar las mejores cualidades de ambas técnicas. En 1993, Liewehr et al.,
encontraron que podrían mejorar la compactación al obturar un conducto en forma de C
utilizando el EndoTec en lo que ellos denominaron una maniobra zap y tap. Este método
consiste en precalentar el espaciador de 4 a 5 segundos antes de la inserción (zap) y luego
salir en trazos continuos cortos (taps) de 10 a 15 veces. El condensador se retira mientras
todavía está caliente, seguido de un condensador frío con la inserción de conos accesorios
adicionales. La compactación de la gutapercha reblandecida y el sellador a lo largo de un
conducto deben procurar de manera previsible que ambos se introduzcan en las
irregularidades del conducto. Pero en los conductos en forma de C, las condiciones son
diferentes por dos razones; la primera de ellas es que las áreas divergentes que con frecuencia
no han sido suficientemente conformadas, pueden ofrecer resistencia al flujo del material de
obturación, por otra parte, entre las comunicaciones de los conductos principales de la C,
puede quedar material atrapado, lo que dificulta la condensación (Walid, 2000) .

Fue en 1993 cuando un grupo de la armada reportó que se podía mejorar la compactación de
material en los conductos mientras obturaban un molar en forma de “C” usando un método
al que llamaron maniobra de “zap and tap”, dicha maniobra consistía en calentar un
espaciador por 4 o 5 segundos antes de la inserción (zap) y después mover el instrumento
caliente hacia adentro y afuera del conducto mediante pequeños movimientos continuos
(taps) de diez a quince veces, luego el espaciador era removido aún caliente seguido por un
espaciador frío insertando puntas adicionales accesorias (Ingle, 2002). La compactación del
sellador y la gutapercha blanda a lo largo de un conducto radicular bien preparado es
predecible, pero en los conductos en forma de “C” las condiciones son diferentes por dos

39
CONDUCTOS EN C

razones: las áreas divergentes frecuentemente sin forma y los istmos que comunican a los
conductos principales los cuales pueden ofrecer dificultades durante la obturación
(Jafarzadeh, 2007).

Fig. 17 Técnica de gutapercha termoplastificada

Fuente : Jafarzadeh,2007

La compactación lateral cálida es una modificación de la técnica de frío lateral que se


beneficia de un buen control apical y la ventaja de la termoplasticidad de la gutapercha. Esta
técnica puede permitir la compactación de una mayor masa de gutapercha, reduciendo los
vacíos y las proporciones de cemento para mejorar un mejor llenado tridimensional del canal
radicular (Jafarzadeh, 2007).

3.11.3 Técnica con Sistema Obtura II y Sistema Ultrafil.


En 1984, Unitek Corporation lanzó el Obtura sistema inyectable de gutapercha calentada,
basado en estudios realizado por varios autores, a partir de 1977.En este sistema una
“jeringa” se utiliza para inyectar la gutapercha termoplastificada en el interior del conducto
radicular, en segundos. Después de esta aplicación se utilizan atacadores para acomodar
mejor la masa ablandada. La desventaja de esta técnica es que las cánulas para la aplicación
solo entran en conductos radiculares amplios o relativamente amplios y rectos. (Cohen,
2004).

Con el mismo principio de la inyección de la gutapercha termoplastificada por medio de una


“jeringa” especial, Hygienic Corporation lanzo el sistema Ultrafil .Con esta técnica la

40
CONDUCTOS EN C

gutapercha se usa en baja temperatura (70ªC) y se almacena en la misma base de la misma


aguja de aplicación. La dificultad para controlar el limite apical de obturación constituye la
gran desventaja de esta técnica (Cohen , 2004).

Fig.19 Sistema Ultrafil.

Fuente: https/www. Henryschein.com

Se compararon cuatro técnicas de llenado de gutapercha en canales simulados en forma de


C basados en la calidad de llenado en tres niveles de sección transversal, tiempo de llenado
y extrusión apical de gutapercha. Se construyeron y rellenaron cuarenta canales simulados
de resina en forma de C utilizando una de cuatro técnicas: compactación lateral en frío (LC),
compactación ultrasónica (UC), cono único con gutapercha inyectable (Obtura II) (IT) y
portador central (Thermafil) (CC). Las secciones transversales se realizaron a 1 (L1), 3 (L3)
y 6 (L6) mm desde el extremo del canal. Las áreas de gutapercha, sellador y vacíos en cada
sección transversal se midieron utilizando un sistema de análisis de imagen. Los datos se
analizaron mediante un modelo lineal general univariado y una prueba post hoc (T3 de
Dunnett). Los datos sobre el tiempo necesario para llenar los canales se evaluaron mediante
la prueba post hoc de Bonferroni, determinaron que la técnica de portador de núcleo fue la
técnica más efectiva cuando se evaluó por área de gutapercha en este canal en forma de C
simulado (Soo, 2014).

41
CONDUCTOS EN C

En el cual empleó gutapercha quimioplastificada para la obturación de conductos en forma


de “C”, usando trementina blanca rectificada como disolvente. En contraste con su estudio
anterior, (Kumar, 2001) en el 2011 emplearon únicamente la técnica de condensación lateral
y obtuvieron excelentes resultados en la obturación del conducto en “C”, y emplearon como

Cemento sellador el AH Plus (Kumar, 2001).

3.11.2 Técnica o sistema de obturación Microseal


El sistema de obturación de conducto radicular Microseal tiene conos principales de baja
fusión, gutapercha de ultra baja fusión colocada en cartuchos y jeringa ,calentador,
condensadores de níquel titanio y espaciadores digitales y mecánicos de níquel titanio
(Cohen , 2004) .

Básicamente para iniciar esta técnica, adaptamos el cono de gutapercha principal de baja
fusión envuelto en cemento. Luego se condensa lateralmente al conducto radicular y se
introduce en su interior la gutapercha de alta fusión previamente calentada, por medio del
compactador de níquel titanio y se obtura el conducto radicular de forma tridimensional
(Cohen , 2004).

Analizaron el área rellena de gutapercha de los dientes molares en forma de C con la técnica
MicroSeal modificada con referencia a las características radiográficas y la configuración
del canal en forma de C. Utilizaron veintitrés segundos molares mandibulares con raíces en
forma de C se clasificaron según sus características radiográficas como: tipo I - fusión, tipo
II - simétrica y tipo III - asimétrica. Los canales se rellenaron con una técnica modificada del
sistema MicroSeal. Las secciones horizontales a intervalos de 600 μm se hicieron 1 mm
desde el ápice hasta el nivel del suelo subpulpar. El análisis complementario de las
configuraciones de canal en forma de C (C1, C2 y C3) determinadas a partir de las secciones
transversales del tercio apical se realizó de manera similar. Llegando a la conclusión que el
porcentaje de área llena de gutapercha fue similar en los tres tipos radiográficos y en las
categorías de configuración del canal de los molares en forma de C. Estos resultados
muestran la dificultad de lograr un llenado predecible del sistema del conducto radicular
cuando existe esta variación anatómica. En general, el tercio apical estaba menos lleno
(Ordinola, 2009).

42
CONDUCTOS EN C

Fig.18 Sistema de obturación Microseal

Fuente: Endo blog 2009

3.12 Cirugía Endodontica en Conductos en C


Después de un tratamiento fallido del conducto radicular, es posible que deba realizarse una
cirugía endodóntica. Sin embargo, en el caso de los molares mandibulares con un conducto
radicular en forma de C, las comunicaciones entre los canales radiculares individuales
aumentan la dificultad de la apicectomía con retro preparación y eventual llenado del
extremo de la raíz (Bolger, 1988). Como las raíces en forma de C a menudo se fusionan sin
una cresta de furca intermedia visible (Tanaka, 2007), la hemisección o la amputación de la
raíz también está contraindicada (Bolger, 1988). En cambio, cuando la intervención
quirúrgica endodóntica se hace necesaria para un molar mandibular con una raíz en forma
de C, se sugiere la extracción, el llenado del extremo de la raíz y la reimplantación
intencional. Además, debido a su forma cónica, las raíces en forma de C generalmente son
fáciles de extraer sin fractura (Bolger, 1988) , (Jerome, 1994) (Jafarzadeh, 2007).

3.13 Pronóstico
La observación radiográfica a lo largo del tratamiento es muy importante, el clínico debe
estar atento a las fracturas que puedan ocurrir a nivel de la furca, ya que esta es una zona

43
CONDUCTOS EN C

difícil de obturar y de alto riesgo de perforación, es importante mencionar que las


restauraciones con fracturas a nivel de la furca tienen un mal pronóstico (Chai, 2004).

Si el origen de un fracaso endodontico ocurre a nivel apical y una apicectomia no es posible,


las opciones o alternativas incluyen la extracción, obturación retrograda extraoral e
implantación, ya que los conductos en C común mente son cónicos y fácil de extraer sin
ocasionar fracturas (Jafarzadeh, 2007).

Cuando los principios de preparación biomecánica, obturación y restauración son llevados a


cabo correctamente, el pronóstico a largo plazo de un conducto en forma de C, es igual al de
cualquier molar, sin embargo numerosas consideraciones y precauciones se deben tomar en
cuenta para lograr el éxito del tratamiento (Jafarzadeh, 2007).

44
CONDUCTOS EN C

4.-DISCUSIÓN
La Anatomía de los segundos molares mandibulares ha sido estudiada por muchos autores
con la finalidad de brindar un buen tratamiento endodontico.

Los conductos en C son una variación anatómica publicada por primera vez por Cooke y
Coox, con una prevalencia en los segundos molares inferiores indicada por BasilaKi y
Cohen. En investigaciones realizadas en China y Japón demostraron una incidencia del
31,5% de molares en forma de C y conductos fusionados y Haddad, Nehma y Ousini hallaron
una frecuencia de 19,1% en libaneses. Sin embargo Nie, en una población en Malasia
encontró una prevalencia del 3.74%.

Radiográficamente, Lambrianidis, Basilaki y Esteves coinciden en que las radiografías


periapicales preoperatorias son las menos eficaces en el diagnóstico de conductos en C. Jung
HJ, sugiere que una radiografía panorámica es una buena alternativa en la identificación
inicial de estos dientes.

Investigaron la anatomía apical de los sistemas de canales en forma de C en los segundos


molares mandibulares mediante tomografía micro computarizada (μ CT) y
estereomicroscopia mostrando la dificultad de lograr un llenado predecible del sistema del
conducto radicular cuando existe esta variación anatómica. (Seo, 2012), en una población de
Corea realizo un estudio usando CBCT encontrando que la configuración más común es la
tipo I de Melton en la mitad coronal y la tipo III en la mitad apical. Ladeira en una población
brasileña encontró que el 68% eran unilaterales, (Chhabra, 2014), lo que quisieron demostrar
fue lograr una mejor comprensión de los sistemas de canales en forma de C en los segundos
dientes molares mandibulares a través de un enfoque clínico que utiliza técnicas sofisticadas
como el microscopio quirúrgico y la tomografía computarizada de haz cónico (CBCT)
(Santiago Quijano, 2016), Evaluaron mediante el uso de la tomografía Cone beam, la
prevalencia, bilateralidad y características del sistema de conducto en C en los segundos
molares mandibulares en una población peruana. La prevalencia de conductos en forma de
C fue 40,5%, esta prevalencia no difiere con relación a la ubicación de la pieza dentaria. La
forma del conducto en C a nivel de los tercios radiculares coronal y medio fue más frecuente

45
CONDUCTOS EN C

para el tipo III y en apical para el tipo I. La prevalencia de la bilateralidad fue 76,6% (Cheung,
2007).

Iindica que los instrumentos rotatorios poseen una desventaja importante en la preparación
de conductos en C, pues es necesario su desplazamiento, lo que llevaría a una posible falla
torsional intempestiva (Basilaki, 2015).

Evaluó la seguridad y la eficacia de un método de uso de instrumentos rotatorios de níquel-


titanio para preparar el sistema de conductos radiculares en forma de C ,llegó a la conclusión
de que la limpieza del sistema de canales en forma de C está incompleta con el uso de
instrumentos rotatorios y debe ser asistida por irrigación ultrasónica Si bien los instrumentos
rotatorios de níquel-titanio parecen ser seguros en dichos canales, no se recomienda una
mayor ampliación a una dimensión apical mayor que el tamaño 30 (0.06 conicidad (Cheung.,
2008).

Hicieron una comparación tomográfica microcomputada de instrumentos rotatorios de


níquel-titanio versus instrumentos tradicionales en el sistema de conductos radiculares en
forma de C. Llegando a la conclusión que el sistema rotativo ProTaper mantenía la curvatura
del canal con rapidez y pocos errores de procedimiento, mientras que la instrumentación
tradicional puede limpiar más la superficie del canal (Yin, 2010) .

Coinciden que la agitación ultrasónica aumenta la eficacia de la irrigación mediante la


producción de una microcorriente acústica, facilitando la eliminación de detritus entre los
istmos, usando la irrigación ultrasónica con 1,26% de hipoclorito de sodio y 17% de EDTA,
alternativamente, para eliminar la capa de barrillo y para mejorar la penetración de la
gutapercha termoplastificada. (Amoroso-Silva, 2016) Opina que si bien la combinación de
instrumentación rotatoria e irrigación con agitación ultrasónica o ultrasónica reduce la
cantidad de Ca (OH) 2 residual en los conductos radiculares en forma de C, la gran cantidad
de hidróxido de calcio en el área apical crítica sigue siendo una preocupación (Miglani, 2002)
y (Teplitsky, 1987).

46
CONDUCTOS EN C

5.-RECOMENDACIONES
-Es importante realizar una buena Historia Clínica ya que nos revela las condiciones de salud
del paciente, tanto en el examen estomatognàtico como en los antecedentes personales y
familiares, para tomar las precauciones necesarias para un diagnóstico correcto, pronóstico
y tratamiento en beneficio de la salud del paciente y bienestar del profesional.

-Es importante tener un amplio conocimiento de la anatomía normal y las variantes de los
segundos molares inferiores un buen plan de tratamiento, apertura cameral, localización e
identificación de conductos, instrumentación, irrigación y obturación, y de esta manera
ofrecer un tratamiento exitoso.

- Evaluar de manera minuciosa la anatomía del segundo molar inferior y no limitarse a


exámenes radiográficos ya que solo dan una visión bidimensional.

-Se recomienda utilizar la Tomografía computarizada de haz cónico en piezas donde hay
duda de su anatomía, para un mejor diagnóstico y tratamiento y así tener seguridad al
momento de realizar la intervención.

47
CONDUCTOS EN C

6.-CONCLUSIONES
Los conductos en C se encuentran en mayor frecuencia en los segundos molares inferiores,
también los encontramos en los premolares inferiores y molares superiores, por lo que es
importante conocer la anatomía y morfología de los molares que es muy compleja, ya que
presenta muchas variaciones tanto en su forma externa como interna, la planificación del
tratamiento, un diagnóstico adecuado, así como el conocimiento basado en los sistemas de
clasificación es obligatorio antes del tratamiento, un acceso y una exploración adecuada de
los conductos en C ayuda a realizar un tratamiento eficaz del conducto radicular.

No existe una relación estadísticamente significativa en relación a su presencia con respecto


a la edad y el sexo .Siendo prevalente en la raza asiática.

La toma de radiografías con diferentes angulaciones (vestibulolingual o mesiodistal) y el uso


de la Tomografía computarizada Cone Beam son un buen método para el estudio de la
morfología dentaria ya que permite la observación y el análisis detallado de las características
presentes en los dientes estudiados.

Según la mayoría de autores consultados se concluyó que las técnicas de obturación con
gutapercha termoplastificada son las más usadas para el tratamiento de los sistemas de
conductos en forma de “C”.

48
CONDUCTOS EN C

7.- BIBLIOGRAFIA
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CONDUCTOS EN C

8.-ANEXOS

Fig. 20 Historia Clínica 1/7

Fuente: Elaboración propia


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Fig. 21 Historia Clínica 2/7

Fuente: Elaboración Propia


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Fig. 22 Historia Clínica 3/7

Fuente: Elaboración propia


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Fig.23 Historia Clínica 4/7

Fuente: Elaboración propia


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Fig.24 Historia Clínica 5/7. Consentimiento Informado.

Fuente: Elaboración propia.


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Fig. 25 Historia Clínica 6/7 Consentimiento informado

Fuente: Elaboración propia


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Fig. 26 Historia clínica 7/7 Cuidados postoperatorios.

Fuente: Elaboración propia


CONDUCTOS EN C
CONDUCTOS EN C

Primera sesión: 26-10-2018

Se presenta el caso de una joven, sexo femenino, de 15 años, que acude a la Clínica de
Especialidad de Endodoncia de la Universidad Nacional Siglo XX, con motivo de consulta,
“me quiero arreglar mis dientes”.

Relata fractura parcial de diente, no presenta cuadro doloroso.

La paciente presenta una caries ocluso distal en la pieza 3.7, la cual le genera molestias
debido al empaquetamiento de comida y mal aliento que le produce.

La Historia Médica, refiere que la paciente esta aparentemente en buen estado de salud en,
los antecedentes patológicos familiares refiere que la madre tiene Cáncer.

Al examen clínico extraoral se observa tejidos blandos en buen estado.

• Normocéfalo
• Cráneo simétrico de forma y tamaño normal
• Cabello, implantación y cantidad adecuada
• Cejas buena implantación y cantidad
• Ojos, con simetría adecuada, separación normal y pestañas normales
• Labios bien implantados y definido
• Cuello simétrico

Perfil simétrico, forma y simetría de la mandíbula y mentón.


CONDUCTOS EN C
CONDUCTOS EN C

Fotos de la Paciente

Fig. 27 Foto de frente

Fuente : Elaboraciòn propia

Fig. 28 Foto de perfil

Fuente: Elaboraciòn Propia


CONDUCTOS EN C

Al examen clínico intraoral, la pieza 3.7 presenta caries ocluso distal con aparente
compromiso pulpar, con caries profunda y penetrante sin ninguna restauración, higiene oral
deficiente, piezas dentarias restauradas, presencia de caries y cálculo dental.

Fig.29 Examen intraoral

Fuente: Elaboraciòn propia

(A) (B)

Fig.30 Fotos arcada superior (A), Foto arcada inferior ()

Fuente: Elaboración propia


CONDUCTOS EN C

Se realizan pruebas de vitalidad pulpar al frio utilizando spray refrigerante (Endo-frost), con
una respuesta baja y retardada.

(a)

(b)

Fig. 31 Pruebas de vitalidad al frio .Endo Frost (a) y (b)

Fuente: Elaboración propia


CONDUCTOS EN C

Prueba de vitalidad al calor con gutapercha caliente, no presenta ninguna respuesta.

(a)

(b)

Fig.32 Pruebas de vitalidad al calor (a) y (b).

Fuente: Elaboración propia


CONDUCTOS EN C
CONDUCTOS EN C

A la palpación negativo, percusión vertical moderada .

Fig.33 Palpaciòn

Fuente: Elaboraciòn propia

Fig.34 Palpacion (a) y Percusion (b)

Fuente: Elaboración propia


CONDUCTOS EN C

Radiográficamente, Técnica periapical paralela, se observa una imagen radiolucida extensa


a nivel coronal de la pieza 3.7, compatible con caries dental. Cámara pulpar normal y amplia,
anatomía radicular normal, conductos radiculares normales amplios, con ligero
ensanchamiento del ligamento periodontal.

Fig.35 Pieza 3.7, radiografía preoperatoria.

Fuente: Elaboración propia

Diagnóstico:

Diagnóstico Clínico: Caries Penetrante

Diagnóstico Pulpar: Pulpitis Irreversible asintomática

Diagnostico Periapical: Periodontitis apical asintomática

Plan de Tratamiento: Biopulpectomia + Rehabilitación coronaria

Pronóstico Favorable.

Alternativas de tratamiento:

- Rehabilitación Coronaria

-Reconstrucción con composite

- Incrustación estética / metálica

- PPF
CONDUCTOS EN C

-Exodoncia + Rehabilitación con PPR

Se inicia el tratamiento de conducto colocando anestesia tópica, Anestesia al 2%, un tubo


de Lidocaína con Epinefrina 1:80.000, Técnica de Spix intrabucal, bloquea el Nervio
dentario inferior y nervio lingual.

(a)

(b)

Fig.36 Material para anestesia (a), Anestesia Técnica de Spix (b).


CONDUCTOS EN C

Fuente: Elaboración propia

Aislamiento absoluto (dique de goma, clamp W7, arco de Joung), esto para proporcionar un
sellado hermético libre de contaminación, para evitar bronco aspiración y mejorar la
visibilidad.

Fig.37 Material para realizar aislamiento Absoluto

Fuente: Elaboraciòn propia


CONDUCTOS EN C

Fig.38 Material de acceso, conformación y desgaste compensatorio

Fuente: Elaboración propia

Se realizó la remoción de caries y tejido reblandecido con una cuchareta de caries maillefer
y acceso cameral con una fresa redonda de carburo de baja velocidad eliminando parte
restante del techo de la cámara pulpar, conformación de la cavidad con fresa Endo Z y
desgaste compensatorio con fresa Cpdrill.

(a)
CONDUCTOS EN C

(b)

Fig.39 Pieza con acceso, conformación y desgaste compensatorio(a), (b).

Fuente: Elaboración propia

Se realizó la cateterización de los conductos con limas K # 15-20, se irrigo con Hipoclorito
de Sodio al 2.5 % (solución de Labarraque). Se procedió a determinar la longitud de trabajo
con limas K# 15-20, se utilizó el LEF y se realizó la conductometria, obteniendo las
siguientes medidas: D: 19mm, ML: 18mm, MV 18mm

Se irrigo con Hipoclorito de Sodio al 2.5% se secó el conducto se medico con Otazol y se
dejó con cemento provisional Obtur.

Fig.40 Localizador Electronico Foraminal

Fuente : Elaboraciòn propia


CONDUCTOS EN C

Fig.41 Conductometria, (a) se utilizó LEF. (b)

Fuente: Elaboración Propia


CONDUCTOS EN C

Segunda sesión: 18-11-2018

Se coloca anestesia, aislamiento absoluto (dique de goma, clamp W 7, arco de joung).

Se realiza la preparación biomecánica para la conformación y configuración de los conductos


con limas manuales, K # 70 Distal, K #45 MV y ML.

Durante la instrumentación de los conductos se irrigo abundantemente con Hipoclorito de


Sodio al 2.5 %, después de cada instrumentación, se seca y se medica Otazol, se deja con
cemento provisorio

(a) (b)

Fig.42 Material para instrumentación (a), Material de Irrigación. (b)

Fuente: Elaboración propia


CONDUCTOS EN C

Fig. 43 Medicación con Otazol.

Fuente: Elaboración propia

Tercera sesión: 22-11-2018Se coloca anestesia y aislamiento absoluto (dique de goma,


clamp W7, arco de Young), remoción de cemento temporal, Se irriga con hipoclorito de
sodio al 2,5%, se realiza la conometria, D 19mm / 70 ref. cv,ML 18mm / 45 ref.mvMV 18mm
/ 45 ref.mv.

(a) (b)

Fig . 44 Conometria (a) Conos #70 y #45 02%, (b) Radiografia conometria.

Fuente: Elaboracion propia.


CONDUCTOS EN C

Se acondiciona los conductos con EDTA al 17%, agitación manual activa, se irriga con
Hipoclorito de sodio al 2,5, suero fisiológico ,aspiración y secado de los conductos con conos
de papel estériles.

(a)

(b)

Fig. 45 Acondicionamiento con EDTA (a) irrigacion y secado con conos de papel esteriles

Fuente: Elaboración propia propia.


CONDUCTOS EN C
CONDUCTOS EN C

Se calibro los conos de gutapercha, cono principal y conos accesorios.

Fig.46 Calibrado de Conos

Fuente: Elaboraciòn Propia

Fig.47 Medicion de la longitud de los conos

Fuente: Elaboración propia.


CONDUCTOS EN C
CONDUCTOS EN C

Se realiza la desinfección de conos y se prepara el cemento se utiliza cemento ADSEAL,

Fig.48 Desinfección de conos

Fuente: Elaboración propia

Fig.49 Cemento Adseal (b)

Fuente: Elaboracion propia


CONDUCTOS EN C

Fig.50 Gutacondensor

Fuente: Elaboración propia

Fig. 51 Material de obturación

Fuente: Elaboración Propia


CONDUCTOS EN C

Se utilizó la técnica de obturación hibrida modificada (gutacondensor) y compactación


vertical, se cortó los conos de gutapercha a nivel cervical y se hizo el control radiográfico,
se aplicó cemento de fosfato para rellenar y proteger la cavidad y control radiográfico de la
obturación.

(a)

(b)

Fig.52 Pieza 3.7 Radiografía de control de obturación (a) y (b)

Fuente: Elaboración Propia


CONDUCTOS EN C

Fig.53 Preoperatorio

Fuente: Elaboraciòn propia

Fig.54 Posoperatorio

Fuente: Elaboraciòn Propia


CONDUCTOS EN C
CONDUCTOS EN C

Radiografia Panoramica

Fig.55 Radiografia Panoramica de control

Fuente: Elaboracion propia


CONDUCTOS EN C

Tomografia de Control

Fig.56 Tomografia de control

Fuente: Elaboracion propia

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