Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
“No sé cuál es la situación que estás viviendo, pero tienes por delante la mejor
oportunidad de tu vida para dar ese salto de fe, y demostrarle al mundo que Dios es
quien tiene tu esperanza. Al leer este libro, verás tu vida cambiar y reconocerás al
Dios de Poder que sana, restaura y levanta. Disfruta todas las enseñanzas a través
de esta experiencia de vida”. Reza un aparte de la contraportada del libro.
Cuando era niña solía hacer actividades que comprometían mis condiciones
físicas, tales como nadar, correr, andar en bicicleta, patinar, saltar la cuerda, entre
otros. Era muy divertido, sobre todo cuando había amigos con quienes competir.
Una de las categorías que más admiro de las Olimpíadas es la de los saltos
olímpicos. Muchas mujeres son reconocidas como medallistas, por practicar triple
salto, salto de longitud y salto de altura. Estas atletas llevan un ritmo de vida muy
disciplinado, para conseguir tanta habilidad, movilidad y rapidez.
De igual modo, cada una de nosotras somos llamadas a vivir, dando saltos, no
físicos u olímpicos, sino, saltos de fe cuando enfrentas circunstancias donde no
encuentras salida, solución o sentido de las cosas, y en lugar de estresarte, tomar
decisiones apresuradas o perder el control, decides creerle a Dios, y dejar todo en
Sus manos.
Aunque haya mucho ruido a nuestro alrededor y tengamos miedo, sin importar lo
que ocurra, miremos a Jesús. Así como un padre atrapa a su hija al lanzarse en
la piscina, nuestro Padre Celestial estará ahí para sostenernos cuando demos ese
salto de fe. Puestos los ojos en Jesús. (Hebreos 12:2)
Y de ahora en más, lo haré cada vez que lo crea necesario. Es maravilloso saltar. La
fe funciona y el amor de Dios es una gran red con doble malla: Jesús y el Espíritu
Santo.
Una Fe Constante
Posición de fe
Santiago 1:6-8 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
6
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es
semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y
echada de una parte a otra.
7
No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del
Señor.
La duda es enemiga de la fe
Muchas veces me cuestiono mi fe, en el sentido que para algunas cosas tengo mucha fe y para
otras no y esto me ha hecho reflexionar en que nuestra vida debe ser una vida de Fe diaria,
una fe practica, no una fe solo cuando esté pasando tiempos difíciles, puesto que el justo por
su fe vivirá.