;

<?\\0) JUAN CARLOS PUIG

..... -._-~~.

UNIVERSIDAD SIMON BOLIVAR DOCTIUNAS INTEHNACIONALES

Rector
Antonio José Villega.
y AUTONOM!A
Vice-Hector Académico
LATINOAMEIUCANA
Ignacio lribarren T.

Vict'-RectOf Adrninistrativo
. Freddy Arreau Ld.nez

DIVISION DE ClENCIAS SOCIALES y HUMANlDADES

DirutOf
Dino Garbec'--

IN"ITUTO DE ALTOS ESTUDIOS DE AMERICA LATINA

Difectof
Migud Angel BureUi Rivas

Coordinador
Hermin Gon:cllez Vale

FUNDACION BlCENTENARIO DE SIMON BOLIVAR

Junta Directiva

ê :I~~~~~~~~g.~ ~~~~{~~ICA If !)Ililfllnllll

I ,~,I)~Jil 'I I'1
Arnaldo Gabald6n. Presitknte
Ana Teresa Arismendi Melchert
Miguel Angel Burcili Rivas INSTITUfO LATINA
]. L Salcedo Dastardo . ...,m1Tftffill111
. FUNDAOON BICENTENARIO DE SIMON BOLIVAR
AntnnW Jo>é Villegas -r

," '_.1
 CAPITULO VI

- --"Esbozo de una nueva teona

12. El régimen internacional. Aigunas tendencias contempo-

raneas, como la progresiva trasnacionalizaci6n econ6n~ica y poli-
liea dei munda, la esterilizacion poUtiea de la- fuerza militar
(especialmente la nuclear), la emergencia de nuevas Grandes Po-
tencias, los s10tomas de descomposicion graduaI de los· imperios,
asi como fenomenos concretos, coma el establecimiento de la
OPEP y la derrota estadounidense en Vietnam, han provocado.
aup.que hasta ahora fragmentariamente. una reconsideracion de los
presupuestos bâsicos deI "sistema internacional", segun la exposi-
ci6n sintética que hicimos anteriormenle (supra, § 10).
Ya en 1965, Klaus Knorr l~abia expuesto y analizado la deca-
dencia deI poder militar en las relaciones interestatales 20. Si bien
tal apreciaci6n fue efectuada -en términos genéricos y. por cierto,
estaba condicionada a ciertas precision es, que no es deI casa pun-
tualizar aqui, efa valida -y -la sigue siendo--- la afirmaci6n de
que el armamento nuclear no constituye, paradôjîcamente, un re·,
curso de pader con respecta a pequenos y rnedianos'Estados puesto
que por anticipado se descarta su utilizaci6n con prol)ositos ofen-
sivos al. También es cierto que la difusi6n deI armamento con-

20. KNORR. Klaus, On :he UIlU of Mili:ary Pou!er in the Nuclear Age (Prin-
ceton University Press. 1966).'
21. Como dice el mismo autor en un articula reciente sobre él tema: "Los
Esrados que carecen de ilrmas nudeares se eowentran aparentemente
poco. si no en nada, limitados en su conducta con respecta a los Esrados.
que los poseen (El componamieoro de Vietnam deI None 0 Corea del
Norte es ilusttauvo). Ella es asÎ porque t:l usa de armas nudeares ha
legado a considetarse un poderoso esugma moral. especialmenre con res-
pecta a oponentes no nucleares, la magnirud de los costaS morales y po-
Hticos _que uaerla consigo. limita su USD y crouce su urilidad en raIes, re-
lacÎones. El hecho de que los Estados poseedores de armas nudeares estén
por ranto iohibidas de hacer jugar su mas efecti'la teCllologÎa milirar
canua la vasra roayoria de paises cons(irù.ye una gran venœ:ja para éstos,
Tiende a acreceor.ar la milidad de sus fuerzas milÎtares contra las super
PotencÎas nudeares. haciendo de eSla forma menas desigual la dis tri-

è' i;f1·
),<r
.,;<,'~", 'l'~;'i;;f~1?t~~~~5

f~
140 seCUNDA PARTE / DOCTRINAS DE RELACJO~ES INTERNACJONALES
vencional y de su tecnologia favoreœ a aquéllos en detrîmento
de las Grandes Potencias 22. Asi pues. y contradiciendo la tesis
de la atimia, en los hechos "se ha reducido la superioridad de
las Grandes Pote.ncias con respecto a los Estados dei Tercer
Mundo" 23,
Por otra parte, la creciente transnacionalizacion deI mundo, 0
sea. la realizaci6n de actividades politicas, economicas y sociales
eU,diversas Naciones por entidades que no forman parte dei go-
biemo stricto sensu de un Estado. ha aiiadido nuevos «adores"
al _protagonismo intemacionaJ, y de aqui que los textos actuaJes
de la materia den cueota invariablemente de esta situacion, des-
pués de algunas obras pioneras 24.
Se podria abundar en consideraciones ancHogas de diversos auto-.
res, que apuntan a poner de relieve una creciente "permlsibilidad"
para los Estados en vias de desarrol1o dentro deI sistema jntema-
cionai 2.\ pero no es el proposito de este estudio. Lo que si es
necesario ùestacar, en consonancia' con nuestra Hnea de razona-
bud6n de la diroasi6n milhar '! dei voder defensivo", KNORR, Klaus,
On ,he International Uses of MiUktry Force in Ihe Conlempot'ar)' WO,.U,
én "Orbis" (977), t. 21, Nv 1. pag. lB.
22. "Algunos de los nuevos sistema.'l de iumamento que se estan comerdali-
zando (por ejemplo, diversos tipas de proyectiles tdeguiados), pa~n
en definiriva favorecer la ,defensa de 133 Patencias meooces contra un
araque de 133 super Potendas. Pueden utilizarse eficazmente por peque-
iias unidades' y requieren poco adi~stramiento. coma la han demostrado
vietnamitas, egipdos y s.ïrios y son de costa razonable en romparaci6n
con el armamenro camplejo y exrremadamente caro que se encuentra en
los arsenaJes de las super Potendas (por ejemplo, buques. aviones y tan-
ques de "alto rendimiento"), Como consecuencia. la superioridad militar
de las super Potencias cori respecta a las pequenas ha disminuido con·
siderahlemente" (Ibidem, pag. 19).
23. IbUhm, pag. 23.
24. POt ejcmplo. MEYNAUD. Jean. Le.! grollpeJ rle !WeH;on ;nleNUl;01UIIX
tausana, 19(1); WOLFERS. Arnold. The Actor.! in WfJ!"1J Politic!, en
FOX, William T. R., (romp), Theoretical A$fJl)cl! of Internatio111f1 Rel.t-
IÎO'H (Univen:tty of Notre Dame Press, 1959). En general, sobre el
tema. v. la inkresante compilaci6n decruada par KEHOANE, Robert O.
y NYE. Joseph S" Jr., Tr411J11atiof1al RelatiOn! af1~ "TfTf!t!,d. eoliric.!_ (flar-
vard UnÎver$ity Press. 19-73), 3" edidOn.
25. V, PENA; Félix" MIIlûn.stiona! Enlerpri!e! 4nIi Norlh-Sotlth Re!AûofIJ,
en ERB. Guy F. y KALlAB. Valeriana (compilad.oFes). BeyonJ Depen-
dency. The Developing 1170rld Speaks 0111 (Nueva York. Praegec. 19Î'),
pags. _57 a 74.
-~--l."
.. '",~"._-" •. ' .•
CAPlTULO VI 1 ESBOZO DE UNA NUEVA nn",,,,
141
miento, y por ello hernos mencionado algul: '.' :,~ ,-<:!.,". ,!Jserva-
dones. es que ninguna de eHas ha surgido de una reapreciaci6n
global de la estructura y funcionamiento dei régimen internacional,
como fue expuesto dentro de la concepci61l tradicional; JOlIS bien
se trata de injertos que, como tales, no aIcanzan a adarar dei
todo el nuevo panorama.
1.0 que para nosotros indican estos nuevos fen6menos es que
la comunidad intemacional. aunque todavfa primordialmente co-
munitaria en la acepcion de TOnnies. funciona poHticamente como
un grupo en si rnismo; clicho en téoninos sistémieos. como un
"sistema 9.e interaction- hurnana"', antes que como un "sistema de
interacci6n entre unidades polhicas", como seria la concepci6n
clasica, Por eso, también podrIan distinguirse, dentro de la co-
munidad intemacional "subsistemas societaJes" cultural, de parti-
cipaci6n, poUtico y economico, si _se siguiera la concepci6n de
Helio Jaguaribe ",
Ello significa que en el régimen politieo (0 de pader,' en la
acepci6n jaguaribeana) inlernacional, y a imagen de 10 que ocurre
en las sociedades nacionales, se encuentran quienes adoptan de-
cisiones, quienes las ejecutan y quienes las obedecen (los gober-
nados), auuque coma ya vimos. taI vez sea mas expresiva. para
el anaHsis de la reaJidad social intemadonal la terminologia de
Werner Goldschmidt: repartidores supremns, repartidores inferiores
y reclpiendarios. Repartidores supremos internadonales son. como
primera aproximaci6n, los gobemantes de Estados Unidos y de
la Union Soviética; repartidores inferiores~ los gobernantes de los
demas Estados, pero asi también los ejecutivos de otros grupos
que actuan a nive} internacional: organismos gubemamentales y
no gubetnamentaIes internacionaIes y empresas trasnacionales.
Decimos "coino primera aproximaci6n", porque en cada caSa con-
ereto habrfa que- verificar posteriormente qué personas 0 qué gru-
pas (internas 0- intemacionales) infJuyeron decididamenle para que
26. Naturalmente, est. concepci6n es valida p1IIra hl! sodedades nacional"
y no para la comunidad internacional, puesto que para Jaguari~. el
"$i!;[ema internadonal"' -~ en la actualidad un $isrema "inrerimperia'" que
presenta, para aham, y para el futuro previsible, un orden in«'madonal
de esuatificad6n en el ruaI existen cuatro chues de actoro: wcierales: 10$
de primada gt'neral, lo.'l de primada regional, 10$ de autonomI. y 10$ de
\ dependencia. V, )AGUARIBE, Helio, SQN,d.sd, clI",bio y JiIwn4 poU_
l, sico (Buenos Aires, Paid6s, 1972), trad, Floreal MllZia, pâgs. 22 a 30,
para la concepci61l global de la $ociedad y D#!lWrOlIo polllico: IentiJo 1
cofUJ;ûon'l, paS', 210 Y sig, pan. el $isrema internscÎonal.
142 SECONDA PARTE 1 DOCTlUNAB DE RELACIONES INTEltNACIONALEB
se emitiera la ordenanza que se analiza. Finalmente, recipienda-
rios ("gobernados") son todos los hombres, los individuos de carne
y hueso que pue~lan el planeta.
Va de suyo que los repartidores inferiores. asî coma oçurre en
las sociedades nacionales, tieDen a veces cierta participaci6n en
la toma de decisiones y derta competencia de mediaci6n. Por
atra parte, el régimen se constituye en base a criterios (criterios
supremos de reparto, siguiendo nuevamente a Goldschmidt). Dra
impuestos par los repartidores supremos, Dra ~~rgidos espontanea-
mente y por consenso. Estos _criterios no 5610 son 5ustanciales. 0
sea, indican las pau tas a las cuales deben ajustarse en sus con-
ductas los recipienclarios deI régimen, sino también dinamieos,
vale decir, establecen las reglas ,de juego para aeceder a la jerar-
quia de repartidor supremo 0 de repartidor inferior. /
Que ~I gobernante de un Estado pueda a la vez ser "reparti-
dor supremo" 0 "inferior" de la comunidad'internacional no debe
sorprender: tal, dualidad es inherente al proceso politico en cual-
quier grupo humano, Es asi coma en la sociedad nacional-. el
jefe deI Estado perteneee al mismo tiempo a un partido pol~tico
a a una clase. 10 cual no quiere decir que, en ,!odo momento~
haga predorriinar, en cuanto jefe de Estado, los intereses de su
partido 0 de su clase. Aunque éste fuera su objetivo, estara cons-
treiiido por el uambiente" de la sociedad nacional. Quienes estarnos
familiarizados con el Derecho internacional, sabemos que ya en
la década del 3tf'Georges Scelle, habia explicado teoricamente el
funcionamiento de ese duaUsmo en la comunidad intemacional
mediante la concepci6n dei "desdoblamiento fUQcionaluS'l.
Lo interesante de esta vision globalista radica, desde el punto
de vista cientifico. en que permite "integrar" las diversas teorias
de relaciones internacionales existentes que, eoQ._ raz6n seiiala Leu,
"se refieren a determinados aspectos -de~la realidad structural in-
ternacional y no tienen pues pret"ensiones totalizantes" lB.
27 ;. La ooci6n, fecunda en si mis ma, aunque objetab!e en cuanro Îngrediente
de la doctrÎna global de Scelle. es mencionada por casi todos los inter·
nacionalisw. 1.0 que sorprende es que no sea tenida en cuenca por los
especi.alistas de relaciones internacionales, la cuaI deDluestra uua vez mis
la compauîmentalÎzaci6n de la reUexi6n ciendfica en materia interna-
cionaI. a pesar de cierras proiesras presunruosas de "multidisciplinarie-
dad··. que no pasan deI estadî~ epidérmico y, por eso. son raDto ° mas
pdÎgrosas que la especÎalÎzaci6n a uluanza.
28. LEU, Hans-Joachim, TeoNaI de Lu relaûoneJ ;nlernaûona!es. •. , ciL, pags.
100 y 10 L Hemos 'efectuado proposÎcioGes pceliminaces cespecro de las
CAJ.>ITULO VI / ESBOZO DE UNA NUEVA TEORIA
143
POT otra parte, y ~in perjuicio de una profundizacion mayor dei
enfoque, séanos perniitido- 'por el momento sefialar euan fecun-
d? s,e~ia para ?~~correr definitivamente el velo .ideoh?gizado que
slgmf~ca la VISIOn elementalista, atomista, deI mundo y para
apreClar, dentro de un marco coherente. la realidad de procesos
y estru~turas globales que func!onan par encilTIa y a pesar de
pretendldas diferenciêJ.s ideoJogieas. El heeho es que a nivel inter-
naeional paises capitalistas y socialistas. desarrollados '0 en vias
de ?~sarr,ono, ae~ptan dete~niinados regîmenes de valores, de
partIclpacJ6n, de poder y de propiedad.
Por de pronto, en el campo especifîco de_ las relaeiones inter-
~acionales, los prop~os teô~icos soviéticos confiesan sin ambages
que no puede aphcarse de manera meeaniea a las relaciones
intemacionales contemporaneas la tesis deI mate~ialismo hist6rieo
s?br~._ el papel determinante de_ la economîa, porque hacerlo
slgmhca - adulterar la naturaleza efectiva y la vinculaei6n entre
las relaciones politicas intemacionales y las re]aciones econo-
mi~~s. intemacionales" Zll. La cual se corresponde, en - el ultimo
anahsl5, con la realidad de un mundo en el cual se puede com-
probar el "intercambio desigllal" entre paises industrializados
sin distincion de estructura economica interna y paîses en vîas de
desarrollo 30. Cualquiera sea la reflexion teoriea respecto de la
posibilid~es' de esta integradôn en nuestro estudÎo _EIIruclura '1 /uncio.
nam-knlo dei réghnen internacional, en "Revista de _la Escuela de C~.
manda y Estado Mayor de la Fu~~za Aétea Argentina" (1973L N'" 67
pâgs. 109 Y sig, . 0 '
29. TOMASHEVS~, ri., LaJ ideaJ lenin;JlaJ '1 las relacioneJ ';ntenJacionaleJ
contemporanea.r (MoscU, Ed. Progre!i0' 1974), Trad.' M. Julianov. En el
miSffiOsencido, el profesor checoslovaco V. SOJAK. aqmÎte que no es
posible ""idennficar las relaciones internacionaIes con rontradicciones de
clase y con el proceso cevolucionarto y reducirl~ a esta dirnensi6n·,·. Inler-
nasional ReWio"s in OUf' TimeJ (Pniversidad de Praga, Ed. mimeografia-
da, 1971), pag. 10. -CiL por MERl.E, Marcel, op, cil., pag. 82.
30. Como ID mee dararnente Oscar, BRAUN, en un reciente articula: "La
~elaci6n de precios entre paises e~portadores de -materias primas y paises
lnduurializados no esci determinada por impersonales fuerzas _de merca.
do, pot la ofecça y la demanda, par los "cosros" de producci6n, 0 causas
similares. Es senciUamente la cons.ecuencia deI mayar poder de _los palses
industriauzados, y de la aplicaci6n de ese poder -a través, de una am-
plia garna de mecanismos- para obrener términos deI' Întercambio fa.
vorables", El Iluevo orden economùo inJernacional Jeuk el _punlo de
villa de Jo; analùiI de la depelJdencia, en "Revista Mexicana de SocÎo-
lo8[a" (1976), t. XXXVIII, N . . 4, pâg. 876.
 'rOT"
144 SEGUNDA PARTI;: / DOCTRINAS DE RELACJONES lNTERNACIONALES
formaciôn de los precios internacionales en el sistema' capitalista.
el hecho. nuevamente. es que los paIses sociaIistas compran y
venden en el mercado mundial a precios aproximativamerite si-
milares. Coma dice Van Brabant. los precios socialistas dei mer-
cado mundial se basan en los precios vigen tes en los principales
mercados mundiales capitalistas. con algunas concesiones a la
ponderacion de precids en el mercl:ldo intrasocialista:JI.
31. Va_n BRABANT, Josef M., &III1S on Pm""ng, T,aU and Inlegrlllron
in l11!lem Eu'ope (Rotterdam University Press. 1974), piIJsim (cf. tam-
bién la importante reœnsi6n hecha por Marcelo Diamant de este libro en
"Integraci6n Latinoamericana", T. 1. NQ 4, 1976, pigs.. 113 a 116). In_
tecesame resulta sefialar, a este respecta. que si bien Tomashevski :afitma
que la "existencia deI sistema socialista. mundial adquiere una importan-
cia cada dia mayor para el desarrollo economko de los Estados libera-
dos", ta.l importancia no deriva de precios fijados sin' "plus vaHa": sino
de la "posibilidad de obtener de los pafses sociaJistas -créditas, equipos
indu$triales, asistenda técnkocientUica sin condicianes onerosas". El "sim_
bolo" de dicha. colahoracibn esta dado por el autor por las empresas que
se han constituido ron asistencÎa r panicipaci6n soviéticas (Op. ci:., pag.
258).
Ch. BE1TEl.HEIM. sostiene, sin embargo, que las leyes dei funoona-
miento y de desarrollo en el intedOl: dei mercado mundial sooalista son
radicalmente diferentes de las que gobieroan en el interior dei mercado
mundial capitalista: la divisiôn internadonal sodlliista dei trabajo se
desarroIlada en las condiciones de una reducdôn creciellte de las des-
igualdades _e<:onomicas. caracterizacla por una tasa de credmiento sensible_
mente -mas rapida en los' pafses menas avanzados (lnle,cllmbio ",'erna.
cional 1 aesarrollo f'egionttl, pags. :54 Il :57). Sin perjuicio de qu~ también
interesan las reladones econ6micas de pai'ses industrializados socialistas
con pailleS dei Terœr Mundo no socialistas, nos permirimos transcribir
la aœrtada cdtica de Juan Mario VACCHINO:'-""EI cotejo realizado por
Bettelheim pierde validez porque compara dos pianos diferentes: por un
lado una realiclad comprobada r ilegariva -la practica dei mercado ca-
pitalista mundial- y por el atro, una formuIadôn te6rica de la que se
desprend(,:r1a una cealjdad positiva -no romprobada ni justificada sufi-
dentemente en la prictica de las celadanes econ6micas entre Jos pafses
de Europa Oriental. Esta divergencia en las rondusiones de clicho autor
SUlge de diversas razones: 1. Si bien se dedara en los "prindpios funda-
mentales" que los intercambios entre p~rses socialistllS descansan en el
"principio de equivalencia". como- todavia no s(' ,ba determinada un cri-
terio objetivo que permira comparar los casto! de p'rod~cci6n de un paiS
l.
dado con los castOS de producc:i6n_ en los otros pafses socialistllS. la prac-
tica del intelca.mbio se asemeja a la deI mercado _oon monopolio bilateral.
en donde el precio -que esta indeœnninado de:ren'der! de la fuetza cela-
tiva de los rontendientes" y 2, Si pua suplir la falta <k un câlculo econô-
CAPITULO' VI / ESBOZO DE UNA NUEVA TEORIA 145
En este mismo orden de ideas. cabe destacar el ultimo Iibro
de Silva Michelena. que tiene el' singular mérito de comprobar y
exponer el comportamiento similar de palses socialistas y capita-
listas en el campo intemacional y de explicarlo dialécticamente:
«La consideraci6n de los objetivos de las grandes potencias ca-
pitaHstas. y socialistas conduce a la conclusi6n de que la burgue-
sia~ como clase hegem6nica dei capitalismo, tiene un inlerés
pr~ariamente econ6mico 'al tratar de impedir la expansi6n dei
campo socialista. de ello surge la necesidad de combatirlo poU-
tica, militar e ideol6gicamente. En contraste, las potencias 50-
cialistas~ al tratar de expaIidir su inEluencia a otros paises. pero
siguen un __objetivo iJiimariamente politieo. Sin embargo, .en la
medida en que aumentan las interrelaciones entre los campos
capitalista y socialista y, en particular, en la medida en que
aumenta la importancia de las transacdones econ6micas c~pita~
listas-socialistas, en esa misma medida disminuye la [Jexibilidad
inicial para escoger entre diversos cursos de accion que tenia
la poUUca exterior socialista y éstas tienen que' guiarse cada vez
mas por consideraciones de gran Potencia, al -menos en -,tanto
el socialismo no sea el modo de produccion predominante a" nivel
mundial. Ademas, debe sefialarse que las Grandes Potencias. sean
éstas capitalistas 0 socialistas, tienen coma un objetivo necesario e
instrumental. la- formaci6n de bloques de poder. los cuales gene-
ralmente se formalizan a través de pactos y alianzas econ6micos,
poUticos y militares. Ello 10 hacen a fin de garantizar el logro
dei objetivo ultimo de toda gran potencia que es expandir su
zona de influencia"!Z. No se sigue de 10 expuesto antcriorrnente
que no "haya_, esperanza" para los paises pequefios. Por el con-
trario, hi perspectiva globalista permite comprender con cla-
ridad cual~s son las lineas de borde reales que existen en el
régimen- internacional con respecto a la autonomizaci6n pro-
gresiva de los Estados periféricos. Dentro deI Estado, dei hecho
de que exista un gobernante no se sigue que en todo momento
pueda hacer su voluntad: debeni tcner en cuenta, en mayor 0
miro comûn, los intercambios se efecnîan utilizando la estructura de los
precios dei mercado mundial capitalista, no puede ominrse la inddenda
negativa de esos precios que, ~gUn se sabe r admite, periudican a los
passes menos desarrollados, por 10 menas en ruanto a la magnitud dt:!
esfuerzo nttesario para ablener un resultado dadd:. ClIrJo J" 'em" ~co·
n6micd J. 14 inl~grllCion (Universidad Central de Venezuela. Ed. mi-
meografiada. 1976), Cuaderno X, pag. 10.
32. SILVA MICHELENA, Agustln, Pollti,,, 1 bloq"es tU poJer. CriÛI en el
siSlemll "umJi,,1 (México. Siglo XXI. 1977), pig. 37.
1
146 sEGVNDA PARTE 1 DOCTBlNAS DE RBLACIONES INTEltNACJONALES
menaI grado. la relaci6n de poder existente entre los grupos
sociales afectados poc las ordenanzas que adopte. justamente, toda
la literatura decisionista en ciencia pollUea apunta a esclarecer
anaHticamente el complejo de "inputs" que conforman el cuadro
decisional y condicionan la decisi6n. as! como la "reaHmentaci6n"
que se produce en el misrno cuadro una vez adoptada e impIe-
mentada ésta. De la misma .maneea, y clicha en términos muy
esquematicos. por mas que Carter y Brezhnev "gobiernen" al
munda, de ninguna manera se sigue que su voluntad sea omni-
macla: deberân considerar permanentemente la r~laci6n de .{Klder
existente epue los grupos sociales intemacionales afectados por
las posibl"" decisiones: Estados, ICOS, INCOS, empresas trans-
nacionales._ y hasta a la opini6n publica mundial.
Por eso toda proyecto autonomista requiere. para que la sea
auténticamente, movilizar recursos de pader. Estudiar- cmUes po-
drian ser. cmH su gravitaci6n re~ativa teniendo en cueota los
"criterios" en que se asienta el régimen internacional aSI como el
sub-régimen americano. y qué estrategias concretas podrian im-
pulsar exitosamente deberia constituir la preocupaci6n predo-
minante de la inteligencia latinoamericana en los pr4~os
aiios =.
Para eno. no s610 hay que "producir hechosn. Los hechas deben
imbrÎcarse coherentemente en una teorla que les dé sentido.
taoto desde el punto de vista de la captad6n fehaciente de los
fen6menos a ios __ ~_uales se aplica cuanto de la posible transfor-
maci6n de dichos fen6menos par la adopci6n de politicas y
estrategias CODcretas. Para ello, requisito ineludible es que el
marco te6rico permita comprender anaHticamente el sector de
la realidad que interesa o. por 10 menoss sus tendencias pro-
fundas u .
33. No podriamos dejar de mencionar. en este sentîdo. las paginas -lamen-
tablemente breves. pero panicularmeme esdareœdoras- que Helio Ja-
GUARIBE dedica a este terna en DelllfTolJo polhko: IenJiJo 'j con4icio-
nes, ciL, pag.. 217 y s.Îg. Igualmente, aunque eoiatî:zando el aspecro În-
terno de la cuestî6n. O'DONNEll y LINK. 01',- cit., pags. 44 a"75.
34. Coma dice David Eascan, respeClO de las ventajas de los siste~as cons-
tructivos: "10 que reclama nuestra atenciôn es decïdir si el conjunto de
IlCÛvidades es imeresante, en el sentîdo de que es relevante v nos ayuda
a comprender algunos problemas te&kos, 0 bien si carece de valor y
resulta trivial". EsqlUtlltI PMiI el ilnJ/ÎIÎI poliJico (Buenos' Aires, Amo-
rrorru, 1976). 3' cd .• pag. '6.
CAPITULO VI / ESBOZO DE UNA NUEVA TEOIUA 147
13. Relevancia empirica de la teona. La Upractica" autono-
mista. Completëmos -las observaciones anteriores con una tam-
bién muy tentativa aproximaci6n a la realidad ernpirica.
De la concepcion deI régirnen internacional que ha sido ex-
puesta surge que éste, como todo orden de conductas, se asienta
en varlos criterios supremos, algunos impuestos, otros espontaneos.
En la actualidad. y para referirnos s610 a los relevantes para el
analisis de esta cUéstion, se podria en primer término, deslindar
un criterio. dînamico, espontaneo. segim el cual la regla de juego
que se acepta para aeceder al protagonismo mundial es la de que
el pais que se gobierna cuente con una capaeidad de disuasion
masiva: el over-kiZling pOWeJ'. Surge as! una primera y muy
importante observaci6n: la posesion de un potencial atomico
incontrastable no otorga un poder absoluto, sino simplemente
la jerarquia de repartidor supremo. 0 sea, la facultad. en liltima
i[lstancia. de establecer criterios de reparto para los demas,
pero esta facultad esta mediatizada y obligada al compromiso
permanente por la debilidad politica intr~nseca deI potencial en
que se basa (ademas de atras consideraciones que' efectuamos
en el parrafo anterior).
En segundo Jugar, existe un criterio impuesto, que es el de la
impermeabilidad' entre los bloques. Después de la II Cuerra
MundiaI. las dos grandes potencias vencedoras (con el concurso
de Gran Bretafta) establecieron sendos bloques de E~tados-clien­
tes y estipularon que no intervendrian militarmente en sus res-
pectivas' esferas. Acordaron también que las' interveociones que
eHas mismas Uevaran a cabo disciplinariamente en sus bloques
no clesencadenarian respuestas- 'validas par parte de los sistemas
de segurîdad mundial a regional que se insta~rasen.
Ahora' bien. 'si las potencias dominantes y .las clientes fueran
congruentes con este cuadro. -s610 deberia preocuparles la ·"se-
cesion" dei bloque, 0 sea, el hecho de no seguir Jos planteos
estratégicos de la Potencia dominante por cuanto ello ocasi~na­
ria. desde el angulo visual deI dominante, un cambio. tat vez
incremental par el momento,. pero de graves consecuencias para
el fututo por su potencia! dialéctico y. desde la perspectiva deI
cliente. la seguridad de verse expuesto a medidas coercitivas im-
portantes y a no poder contar con la asistencia 'extema, por 10
menos en materia militar.
Sin embargo, la historia de las illtimas décadas demuestra que.
par exceso 0 por defecto, taoto las Potencias dominantes cuanto
 -
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,~...,-~~--
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"--,
148 SECUNDA PARTE / DOCTRINAS DE RELACIONES INTERNACI0NALES
los Estados clientes que aspira ban a la secesi6n. no han apreciado
debidamente Jas Hneas de borde «reales". Los dominantes han
hecho usa de la fuerza armada para irnpedir movimientos libe-
ralizadores que de ningun modo eran secesionistas y los clientes
han pretendido a veces lIevar a cabo una secesi6n dando por
descontada una asistencia deI bloque opositor ... ique no Ilego
nunca! Sangrientas represiones tuvieron lugar entonces par causas
que objetivamente no correspon~ian a la realidad, con las tra-
gicas consecueneias que todos conocemos.
Aparte de la secesi6n. existen- -tremendas posibilidades autono-
micas que tampoco se aprecian debidamente debido. sobre todo~
a la ndisfuncionalidad" de las élites que, por conveniencia 0
por eeguera. no Jas advierten 35, Desde el punta de vista te6rico~
cada vez mas advertimos ahora· con claridad que el fen6meno
de la "dependencia" es en gran medida estructural en sentido
humano, no en sentido material 311• Sus responsables son los udo_
35" Cf. JAGUARIBE, Helio, DesafTollo poUli,o: $mûdo 1 conJicione$, dt.,
pags. 92 y sig.
36. Como dedamos en un artlculo publicado en 1975: "Quiene!l tuvimos el
p'rivilegio de participar en el seminario que condujo José Luis de Imaz
so"re el tema en 1972 comprendimOs CUM tentadora era la tendencia a Uti4
lizarla como categoda totalitaria". PUIG, Juan Carlos, Imegrttcw" 1 ,,*4
lonom[a. -A propôûto Je la reunron del Foro Luinoameri,tl1JO en ClWa,as,
eo "RevÎsta Argentina de Relaciones Intemacionales"', T. l, No;> 3 (sep-
tiembre-diciembre 1975). ·pag. 9. Y, por cierto, el mismo José Luis de
Imaz, en el aniculo en que condens6 al8Unas de las reflexiones de aquel
seminario: ·'La implementacion aneja a la problemanca de la dependenda
es un problema de hombres (hombres corruptibles, y predispuestos a ser
"compraclos" por unos u otros Condos, siempre 10 ha habido en América
Latina, y los habra), pero es ademas un probJema de decisiones poHticas,
y de continuidad en esas dedsiones". lAtÜ6r a la leM/a Je Lt JepenJenci4?
Una perJpectiva Jelde III Argentinll, en "Estudios Internacionales", T. 7,
Ng- 28 (octubre-didembre 1974), pag. 75. Muy Ï"nteresantes son, en este
sentido. las ultimas reflexiones -de -Fernando Henrique Cardoso sobre el
tema, expuestas pteliminarmente en el t-Iackett Memorial Lecture de 1973
(Dependenc, reviûlea, .!ostÎtute of Latin American Studies, The Uni4
versity of Texas at Austin, Austin, 1973) y desarrolJadas en forma pro-
gresiva (V. CutTe,,' The$e$ on I...fttin Ammc4tJ Depe!opmml Il-1fJ Dep~4
Jency: A Critique, en ··A Journal of Latin American an,d Caribbean Stu·
dies", NI? 22, junîo 1977, pags. 53 y sig.). Sin abandonar por detto, su
vision "automacica" deI problema. como _diris_Jaguaribe, introduee' re&4
pteciaciones aterca deI desarrollo CIlpitalista en la periferÏa, la burguesfa
local, la penetraci6n de las empresas trasnacionales, la aIternativa "socÎa-
CAPlTULO VI / ESBOZO DE UNA NUEVA TEORIA 149
1
minantes-dominados" (Theotonio dos Santos) que actuan coma
"bisagra" (Jorge F. Sabato). pues transfieren los requerimientos
t deI dominante extemo actuando por su euenta y orden. pero afian-
zando al mismo tiempo y pOl. €So mismo su dominaciôn interna
subordinada.
. dCmiies son las actitudes que adoptan 0 pueden adoptar estas
élites? Una tipificaci6n, aunque rudimentaria. es conveniente por-
que ayuda a comprender las estrategias que se siguen 0 pOOnan
seguirsé y demuestra que en el fondo responde a gradaciones en
el transcurso hacia la .-~ax_ima autononÎfa posible dentro de un
bloque,
14,. Gradaciones en el transcurso hacia_ la autonom{a: En
realidad, son cuatro los principales estadios que puede transcurrir
un pais (0, en general, una agrupaci6n humana) hasta lIegar a
la autonomla (0 sea, la maxima capacidad .. -de, decision propia
que se puede teoer. teniendo en cueota los condicionamientos
objetivos deI mundo real): dependencia para-colonial, dependen-
cia nacional, autonomia heterodoxa. autonomfa secesionista.
14.L Dependencia para-colonial, En este escal6n, el Estado
posee formalmente un gobiemo soberano, pero en realidad ~ste,
y aun los grupos que detentan el poder efectivo en la sociedad
naeional, no constituyen otra cosa que un apéndice dei aparato
gubemativo y de la estructura deI poder real de olfo Estado
'(la cc metr6pôli", la "Potencia dominanteU , el centra imperiall-
Puede decirse Ucitamente que esta- situaci6n es de "para-
colonialismo" por cuanto. para todos los efectos. el pais en
cuestion ingresa al circuito poHtico-econ6mico mundial en con-
didones similares a las de la colonia: s610 el hecho de contar con
un gobierno formalmente soberano la distingue de eUa_ Es la
situaei6n que. por ejemplo, con referencia al Pero. en el siglo XIX.
Jos~ Matos Mar 1Iama "de dominaci6n eeon6mica y poUtiea
lismo 0 fasdsmo·· que ponen de manifie5to '"la nc:asidad de abllndonar
la toi5 simplista de que exis~ una relaci6n uniÙnear entre los ÎnterC5C:S
directos dei gcan capital monopOtico iatem.donaI, el caracter limitado
del mereado. la expottaci6n de manufacturas y las expansiones polfticas
dei Estado_nad6n. ~ pieu$ dei rompc:cabezas son las mi,mas, pero la
forma en que enOljan es difereate" (pâg. 64).
150 SECUNDA PARTE 1 DOCTBlNAS DE RELACIONES INTEll.NACI0NALES
semi-eoJonial" 3'1. Lo propio podria deeirse de otros Estados latino-
americanos de la época.
Desde el punto de vista eeonômico. u esta dominacion poUtiea
impidio un verdadero desarrollo economico deI pais subordinado.
permitiendo la orientaci6n de su eeonomia en funcion de los
intereses extranjeros, la proliferaci6n de las aetividades de ex-
traccion de recursos. la ruina dei artesanado y de las manufacturas
preexistentes bajo los golpes de la competencia extranjera. Asi
se hizo posible la constituci6n de verdaderos "enclaves" econ6-
micns sin enlace verdadero con el pais. que transferian sus bene-
ficios al exteanjero en Iugae de volver -a invertirlos y promover
un desarrollo econ6mico aut6ctono. Finalmente, el empleo de
medios de presi6n economica p~rmiti6 a minorias arrogarse pri-
vilegios exorbitantes y mantener formas de dominaci6n incompa-
tibles con una economia moderna" M.
14 .2. Dependencia nacional. La depenclencia es nacional
cuandp los grupos que detentan el poder ceal (los repartidores
supremos nacionales) racionalizan la dependencia y. por consi-
guiente, se fijan fines propios (que pueden llegar hasta çanfonnar
un "proyecto nacional") que. por 10 menos en sus rasgos esen-
dales. .: lodos comparten 311. Por eso, la expresi6n "racionalizar la
dependencian significa en la practica que la situacion depen-
cliente se acepta, pero tratando de sacar el maximo _provecho de
ella; a veces co~miras a logear una mayor aulonomla en el
futuro. Par otra parte, también se fijan ciertos limites a la accion
de los repartidores supremos externos. Son limites extremos, bien
es cierto, pero limites al fin. Si éstos trataran de ultrapasarlos,
provocarian 'una resistencia encarnizada 0, cuando menos, un
37. MATOS MAR, José, DomÎnaûôn. Jesarrollos Jssiiuaki 'J plM,alis.,os
en hl JocieJad , &MlIllra perll4niU, en "Peru-Pmblema" (I.ima. Mondoa-
Campodônico, 1969). Interesante resulta recordac que también los pro-
tectorados se dasificaron en "coloniales" y de "Derecho de genres". los
primeros se caracterizaban porque la Potencia _colonialista preferia ase-
gurar mejor el control dei terrîtocÎo protegido manteniendo su apacÎen-
cia estatal, aunque en la realidad se habia producido una aneri6n. V.
SIBERT, Marcel, T,ailé Js Dmil inlernatronal pMbl# (Paris. Dalloz, 1951).
T. l, pags. 157 y 158.
38. LACOSTE, Yves. LBs pays sOlls-développés (Paris. 1962). pag. '57.
39. ClAPUSCIO, HéC[or O .• El "pro'Jecto naûo1JJll'" Jd siglo pasado, en
"Lineamientos de un nuevo proyecto nacional" (Oscar Grondona. comp.)
(Buenos Aires. 1970),_ pags. 141 y sig.
r
1
CA.PITULO VI 1 ESBOZ(l DE UNA.NUEVA TEOlUA
desafio, una contestacion. A este tipo de. dependencia denominan
151
Félix Pena y CarIos J:. Moneta "consentida" 40. En cambio Mau-
1 ricio Halperin. aunque en forma genérica, prefiere el término
i de "neo-colonial" u.
1
Comn dice Pefia, esta situacion se caracteriza por la existencia
1
de un sistema nacional de decisiones, formalmente instituciona-
lizado e independiente de toda ingerencia externa -"soberano"-
pero fuertemente condicionado por la for~a de vinculacion "ex-
terna». Nos parece sin embargo que la denominacion deberia
facilitar la distîncion -como se propone en este articula-- entre
la para-colonialidad y la depelldencia nacional. Creemos que.
a los efectos deI anâlisis y la sistematizacion. es 6tH ·distinguir
entre una situacion caracterizada porque el aparato gubernativo
formai y los grupos que ostentan· el poder real (los "repartidores"
supremos en la orbita nacional) se sienten parte~ del régimen
meteopolitano, y otra en que la dependencia -·se encuentra ra-
cionalizada.
Asî, poc ejempIo, y aparentemente, la Argentina y Brasil pre-'
sentaban en el siglo XIX caractedsticas -que permitian incluirlos
en el tipo de la dependencia nacional u. En euanto a la Ar-
gentina, puede senaIarse en primer lugar que su ubicacion en el
orden mundial décimononico fue consecuencia de un prQceso
racionalizado, en cuya virtud su estructura economica~ social,
40. PENA, Félix, A,gemina en América Lalina, en "Criterio", W' 10 (1970).
MONETA, Carlos J., Un modelo de poliûca exterior, en "Analisis'-', n'"
532 (1971). pâgs. 19 Y sig. '
41. HALPERIN, Mauricio. C,ecimienlo 'J crjiis en-- la economia lalinomeri-
cana, en PETRAS. James y ZEITlIN, Maurice (comp.), América Latina,
l,efo,ma 0 revoluciôn? (Buenos Aires. Ed. Tiempo Conœmporaneo, 1970).
pag. 44.
. 42. Cuando Celso la.fer nos dice que el dominio inglés en Brasil "00 fue to-
lerado padfJcamenœ y que el pais, en la medida de 10· posible reacdon6
y deIendio su independenda" '~e refiere. con otras palabras, a las carac-
teHsticas de la dependencia nacional. Argenû_ 'Y Bf"asil en el sisJema
Je ,eIacioner internacionales (Buenos Aires. Nueva Vision, 1973), pag.
81. V .• por 10 demas, en cuanto al cambio de referencÎa împerial y al
ugzagueame trascurrir de la dependeocia nacional a la aUlOnOmta herero-
doxa y viceversa. BANDEIRA. Mooiz, Prestfflça Jas EsJaJoJ Unidos 1W
Braûl (DoiJ sécuJoJ de bisl6ria) (Rio de Janeiro, Civilizaçio< Brasikira,
1973) .

152 SEGUNDA PARTE / DOCTRINAS DE -JlELACIONES INTERNACIONALES
poUtica y auo demognifica. se adecuo a las condiciones que
ôptimamente ofrecia dicha inserci6n 43.
Al culminar el proceso, la transformacion habla sido tan sus-
tancial que pnicticamente se habla recreado un pais. Como
dice !vladano Grondona, la Argentina tuvo después de Jas guerras
de la Independencia dos «modelos" de inserci6n en el mundo:
debio optar entre el repliegue sobre Hispanoamérica y- su tradi-
cion y la apertura europea·44 • Siguiendo nuestra tipologia y desde
el punto de vista dei régimen -internaciona]~ 10 que ocurna era
que ,la opdon se presentaba entre dos formas de dependencia:
la para-colonial. y la nacionaL
Por otra parte, también se establecieron det~rminados limites
que la potencia imperial 5610 podia u]trapasar a desgo de pro
vocar el desaHo' y la contestaci6n. Todo 10 cuaI comenz6 a
esbozarse a nuestro en tender eri los ultimos tiempos éoJoniales:
he aqui la explicaciém - dei comportamiento de las gentes de la
tierra frente a las «invasiones inglesas". Pero dentro de esta optica
también podrian comprenderse otros episodios: la- actitud dei go-
bienlo rogista ante la Ujntervencion extranjera" y, sobre todo, la
enllncÎaciôn de las doctrina Drago: En el capitulo siguiente expon-
drernos con mayor detalle esta explicacion,
14.3. Autonomia heteroddra.", En este estadio, los grupos de
poder internos tratan de aprovechar al maximo las debilidades y
errores deI- centro (0 de los centros) deI poder mundial a los
cuales se encuentra adscripto el pa-Îs en cuestion. Para irnponer
la nueva poHtica surgen por 10 general nuevas fuerzas internas
(repartidores suprernos nacionales): burguesla nacional, ejército,
Iglesia, etc. Actûan en forma individual 0 conjunta, en un pro-
Ceso de "funcionalizacion" progresiva.
La vocacian autonomica de tipo heterodoxo supone que existe
una aceptacion del liderato de la 0 Jas Potencias dominantes y
que, en cuestiones reaJmente cruciales, los periféricos optantn
por responder a las aspiraciones deI centro. La "crucialidad"
tiene que ver fundamentalmente con la disposicion de la Potencia
43. v. CIAPUSCIO, Héctor, op. cit., pigs. 141 a 167. Pot eso es que, aunque
parezca paradojal, la dependenda nadonal tient': sus propios requetimientos
de seguridad. V. nuestro artlculo SeguridaJ 1JIICÎon41 y polltic4 exterior
(Af'gentiiI4, 1810-1914), en "Revista de Defensa Nacional", N9 6 (1974),
pags. 45 a 66.
44. GRONDONA. Mario. ù ArgenlHut en el tkmpo y en el mun40 (Buenos
Aires. Ed. Primera Plana, 1967), pag. 20.
-~'~11r t-:O~-
,,:'F-'
CAP!TULO- VI 1 :ËSDOZO DE t!NA NUEV A TEORJA 153
dominante a empIear todos sus r€CUrsoS, incluso la fuerza, para
o'btener la obediencia. Esto, desde el angulo visual de la metro-
poli, significa que el asunto ha dejado de ser cotidiano para sus
repartidores supremos, y se ha convertido en vital 45.
Por eso, la estrategia adecuada para implementar esta politica,
desde el punto de vista de un Estado periférico y dependiente,
es la de conocer con razonable exactitud el punto crucial en que
los intereses cotidianos se convierten en vitales. Ello permite desde
Iuego presionar hasta el limite mismo de la ruptura: se trata
en surna de aprender a "marcher sur le fil du rasoir".
Po~ supùesto, estii·"estrategia no es nueva en la historia de las
relaciones internacionales. Es la que siguio, por ejemplo. Estados
p Unidüs a todü 10 largo dei siglo XIX con respecto a Gran Bretafia.
Potencia dominante de la época,~.
14.4. Autonomfa secesionista. La seceslOn involucra el desa-
fio global. Ocurre que el pais periférico cor'ta el cordôn unibi-
BeaI que 10 unia a la metropoli; sus repartidores supremos dedden
sin tener en cuenta. espontanea u obligadamente. los intercses
estratégicos de ésta.
Tampoco el secesionisrno es nuevo en poHtica internaciol)<tl, y
si enfocamos nuevamente a _,Esta dos Unidos aclvertiremos que
hacia fines dei sigJo XIX también los repartidores supremo'i
estadounidenses optaron por disputar en forma definitiva y global
la supremacfa britanica. El resultado fue un aCl1erdo entre los
dos paises (en parte explicito, en parte implicito), en \"irtud dei
cual Gran Bretafia reconoda el predominio politieo estadounidense
en América Central y el Caribe. pero en cambio Estados Unidos
asum{a el compromiso :de no interferir con los intereses globales
britanicos -en América ,dei Sur: una suerte de Yalta dei siglo
XIX tT•
45,. Para un bucon anilisis de la distinciôo entre QUOtas "vitales" r "cotidia.
nos", y sus ttpercusiones poHricas. V. GOLDSCHMIDT. We..ner; J,,,ro-
Jru:â6n /ÜO/fJ/iCIl III Der~chfJ. Ùt l(loN.. 1f'Ù!iJI4 J~l ",."Jo luriJùo "
JNJ ho";zrml6J (Buenos Aires. Depalma, 1976).
46. Cf. PUIG. Juan Carlos y COLOMBO IMAZ. Delia. El /r"c/Uo Je /. in;.
CÙtit/1f 14tinolfmmcIIfJIf 611 61 pttttlfme";ctmù".o. EnJ"yo Je ;nl"pf'tlI4cit5n
Joûo·POU';CIf, en "Anuario dei Instiruto de Cienda PolÎtka", T. 2 (2'
época) (1969·70), pags. H Il 66.
47. Cf. PUIG, Juan Catlos y COLOMBO Jmaz. Ddi •• Pttn"",mrttn;'fno "par
inenü": 1889·1910. en "Revista de Derecho lnrC'cnadonal '! Ciendas Di-
plomaticas", T. 21, Nos. 41·42 (1972). pags. 163 a 161 .
.:10\..
 '"' r
] 5-1 1 DOCTIUNA.S
f CAPITULO VI / ESBOZ~ DE UNA NUEVA TEORIA 155
SEGUNDA PARTE DE RELACIONES INTERNACIONALES
i
1
De mâs esta decÎr que la estrategia secesionista es sumamente de integracion en América Latina 50. Y por eso tambien sea
ricsgosa debido fundamentalmente a Jas consideraciones que hi- posible que pretensiones autonomistas, ineludiblemenle competi-
cimos aecrea de la estructura y funcionamiento dei régimen inter- tivas en 10 economico y 10 estratégico con las naciones industria-
nacional: si el pais secesionista no tiene suficiente viabilidad 0 Hzadas. no puedan sostenerse en América Latina sin modelos dl"
!lO se maneja con' habilidad singular cacra inevitabJemente en una desarrollo interno congruentes y sin estar afincadas en una soIi-
nucva dependencia. daridad estratégica, que no ocasional y especulativa, COll paÎses
que aspiran a ]0 mÎsmo u_
15. l/iabilidad. autonomia e integracion. Es obvia que este
transcurrir de la dependencia a la autonomia sôlo puede pro-
ducirse en la medida en que los paises avanzan en materia de
propia viabilidad. la cual supone no s610 recursos suficientes
miDimas (Helio Jaguaribe) sino también, y sobre todo, élites fun-
cionales, 0 sea. decididas a emprender el camioo de la autonomi-
zacion_ En este sentido es preciso no confundir medidas apertu-
ristas. de ampliacion de mercados, contestatarias de la Potencia
dominante en pianos restringidos de expansiOn' nacional. con
auténticas estrategias autonomistas. -las cuales suponen un grado •
aceptable de congruencia y complementacion -entre los diversos
regimenes sûcietales. a saber, segûn )aguarihe, el de valûres, el
de. participacion, el de poder y el de prop~edad u.
Por--;- utra parte, siempre debe tenerse presente, como 10 sefialan
O'DonneH y Link, que .ola estrategia fundamental de los depen-
dientes es la alianza contra su dominante:. En la medida en que
los d~pendientes superen el aislamiento en que los -ha colocado
su dominante, plù~den pensar en poner en comun sus recursos
de poder y~ con elIo, introducir un cambio fundamental en su
situacion" _ Mas "es fundamental advertir que este tipo de estra-
tegia no nacera si no es a partir del reconocimiento por parte de
los dependientes de su condicron de tales: es Qecir, una vez que
la influencia dei dominante entra en crisis y permite descuhrir
la condicién de dependencia eon. todo ---10 que ella tiene de
intrinsecamente conflictiva respecto dei dominante" t!J,
50 _ V. nuesua eXp05lClon en el seminario sobre el Caribe que realizo el Ins-
Por eso. la integracion en si misma tampoco es autonomizante. titura de Altos Estudios de América Laüna de la Universidad Simôn Bo-
En el fondo, es instrumental. y su sentido dependerâ deI objetivo Hvar, en mayo de 1977: El Carihe: un mar (mIre dOl mundOl (Caracas,
Ed. Equinoccio, 1978). pâgs_ 214 a 220 .
. que se fije. TaI vez porque los objetivos no fueron propiamente
51_ V_ nuesuos comenratios a los articulas de Georges D. Landau, LateifJame-
autonômicos es que no han ~van~do decididamente los procesos
,Ua au! de, Suche 8,zcb ;einer IJenJÎût. de Edward Milenki. La~eill:J·
merika UtJd die Driue WelJ: y de Riordan Reeu y William Perry, Nttue
48 _ Cf. J.hGU.hRlBE, Helio, De;ldT"ullo politir.o; scntido )' condicionc;, cÎl.. Tendenzen in de, Brasilianù(;he'J AUHelJPQJitik, en "Mundo Nuevo. Re-
pags_ 175 y sig. vÎsta de Esmdios Latinoamericanos", T. 1. N9 2 (ocmbte-dicit:rnbre 1978).
49. O'DONNELL. GUillt:tffio y UNK. Delfina, op. cil., pag. 51. Se induyen como Apéndice en esta obra_