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SENTENCIA DEFINITIVA NUMERO: SETENTA Y NUEVE

En la ciudad de Río Cuarto, a veintiséis días del mes de

Agosto del año dos mil trece, se reunieron los Sres. Vocales de la Excma.

Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Familia y Contencioso

Administrativo de Segunda Nominación de la Segunda Circunscripción judicial,

ante mí, Secretaria autorizante, a los fines de dictar sentencia en estos autos

caratulados: “VARGAS VANDER SCHRAFT, EMILIO Y OTROS C/ CAJA DE

JUBILACIONES, PENSIONES Y RETIROS DE CÓRDOBA - DEMANDA

CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO” (Expte. Nro. 408592).

El Tribunal fijó las siguientes cuestiones a resolver:

1. ¿Corresponde acoger la demanda entablada?

2. ¿Cuál es el pronunciamiento que debe dictarse?

De conformidad al resultado del acuerdo, se dispuso que el

orden de emisión de los votos sería el siguiente: señores Vocales Daniel Gaspar

Mola, José María Ordóñez y Horacio Taddei.

A LA PRIMERA CUESTION, el Sr. Vocal Daniel Gaspar

Mola, dijo:

1. El caso.

1.1.1. En los presentes autos, los apoderados en juicio de

los señores: Emilio Ramón VARGAS VANDER SCHRAFT, Sara Ada


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MENTEZANO, Pascual Carlos AYALA, Jesús DOMINGUEZ, Esther

CATTANA y José Pablo CANCELLI (en adelante, los actores o designados por

sus respectivos apellidos), promueven formal demanda contencioso

administrativa de plena jurisdicción (fs. 47/51), en contra de la Caja de

Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba (en adelante, la Caja-), procurando

se deje sin efecto “la denegatoria tácita del Recurso de Reconsideración

interpuesto en contra de la resolución nro. 282206 de fecha 13/03/2008 que

rechaza el reclamo del pago de las diferencias de haberes adeudadas a sus

mandantes con motivo de la aplicación del Decreto 1.777/95, como así también

deniega implícitamente el pedido de reajuste del haber previsional en función de

lo efectivamente percibido por el personal en actividad, solicitando que al

momento de resolver se declare la nulidad del acto impugnado, se ha lugar al

pedido de reajuste de haberes previsionales de sus mandantes, y se ordene el

pago de las diferencias adeudadas con más su actualización monetaria (si

correspondiere) e intereses desde que cada suma es debida y hasta su efectivo

pago”.

1.1.2. Para fundar la nulidad pretendida, invocan:

1. En primer lugar, el acto impugnado realiza

consideraciones genéricas, insuficientes para rechazar sin más la solicitud de

reajuste de haberes y pago de diferencias adeudadas.


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2. Respecto del Decreto 1.777/95, señalan que “por

Decreto 1140/07 se ha reconocido que al reclamante se le han abonado en modo

parcial los haberes que le corresponden en función de las disposiciones de la ley

8024”, agregando que dicha norma deviene inconstitucional (arts. 55, 57, 76, 110

inciso 17, 118, 144 inciso 2do., Const. Prov. y 14 nuevo, 16 y 17 de la

Constitución Nacional, al haberse omitido abonar lo que corresponde (art. 50

inciso a, ley 8024), detallando las razones por las que encuentra en el decreto

1777/95 una “afrenta constitucional” (por lo que se verá luego, remito a su

contenido), citando el fallo “Iglesias” de la CSJN por el que se ha declarado la

inconstitucionalidad del mismo (sentencia del 11.7.07), debiendo declararse su

inaplicabilidad al caso.

3. Deben también computarse en el reajuste del haber

previsional “los aumentos salariales abonados a los agentes en actividad de la

Empresa Municipal de Obras Sanitarias (E.M.O.S.) de la Municipalidad de Río

Cuarto, que no son liquidados a los jubilados”, los que no guardan ningún tipo

de relación con lo que cobra un trabajador que desempeña el mismo cargo (de allí

que se solicitara oficio a la Municipalidad de Río Cuarto, para que informe al

respecto), viciando la voluntad de la administración que no se haya proveído a

esa prueba, reiterando la inconstitucionalidad vinculada al art. 14 nuevo, de la

CN.
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Luego de ello indican los derechos constitucionales que

entienden conculcados, para de seguido dejar planteada la inconstitucionalidad

del Capítulo 3 (arts. 13 a 20) ley 9504, desarrollando los fundamentos de esa

petición (lo que se abordará en la medida de su pertinencia). Reservan caso

federal (ley 48, art. 14).

1.2. A fs. 497 obra el dictamen del Sr. Fiscal de Cámara,

quien se expide opinando que se encuentran reunidos los extremos legales (arts.

1, 5, 6, 8, 10, 11 y cc, de la ley 7182 y sus modificatorias 7818 y 7911), por lo

que el Tribunal entiende, en principio, habilitada su competencia para entender

en la causa.

1.3.1. Impreso trámite a la demanda (decreto de fs. 498),

comparecen los apoderados de la Caja (fs. 506), dirimida la cuestión de

competencia planteada (fs. 516/517, 522/524, 532 e interlocutorio de fs.

548/551), evacuan el traslado (fs. 563/577), negando todos y cada uno de los

hechos y afirmaciones vertidos en la demanda. Oponen “Excepción de Falta de

Acción” en razón de entender que el caso traído queda fuera de los alcances de la

doctrina del citado caso “Iglesias”, por ser “la solicitud” de fecha posterior al

pronunciamiento del alto tribunal, y a la fecha del decreto 1140/07, norma ésta

que reestableció el 82% móvil. En efecto, mientras el reclamo de las actoras

llevan por fecha el 03/10/2007, el precedente “Iglesias” data del 11 de julio de


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2007, al tiempo que el decreto 1140/07 es del 30 de julio del mismo año. En

consecuencia, desde el 30/07/2007 la actora se encuentra percibiendo el 82%

móvil, tal como lo fuera con anterioridad al dictado del decreto 1777/95, mientras

que en relación a los retroactivos que impropiamente pretende, al ser su reclamo

de fecha posterior , y teniendo en cuenta que según la doctrina del T.S.J. la

retroactividad sólo puede llegar ‘hasta la fecha de la solicitud’, puede

concluirse con facilidad meridiana que el reclamo de la actora debe sin más ser

rechazado en su totalidad, acogiendo en consecuencia la excepción de falta de

acción que por el presente se articula”.

Efectúa luego una “Negativa Genérica y Específica” y

luego produce la “Contestación de Demanda”, donde señala aspectos vinculados

con el haber efectivamente percibido por el jubilado, con relación al activo

(indicando que aquel no puede ser superior a éste) y transcribiendo luego,

algunos pasajes del pronunciamiento de la CSJN en el citado caso “Iglesias”,

para sostener que el motivo de inconstitucionalidad señalado por el Máximo

Tribunal, quedó subsanado con el dictado de la ley 9075, que lo ratifica

Contestan sobre la inconstitucionalidad planteada respecto

de la ley 9504 (a lo que cabe remitir para tratar en su lugar y en la medida de su

pertinencia). Reservan caso federal.


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1.4. Contestada la demanda, se abre a prueba la causa (fs.

580), ofreciendo y diligenciando la parte actora la que hace a su derecho (fs.

589/755), como asimismo la demandada (fs. 757/780), por lo que se dispone su

agregación (fs. 781) y se confieren los traslados para alegar (fs. 588).

1.5.1. A estos fines, los actores lo concretan mediante el

escrito que se incorpora a fs. 787/794 y allí hace mérito de los siguientes aspectos

que, según su ver, surgen del proceso y así indican que “La controversia radica

en lo tocante al derecho de los actores al reajuste de sus haberes previsionales

en consideración de los incrementos de los haberes de los activos y a los

adicionales no remunerativos otorgados a dicho personal”. De seguido respecto

de lo reclamado en los términos del decreto 1777/95, “Esta parte concede a la

accionada que en función de lo sentado Tribunal Superior en la “Iglesias” no

corresponde que prospere el rubro”.

En cuanto a los “Incrementos remunerativos” sostiene que

la accionada no discute su procedencia, ni ha cuestionado la pericia practicada.

Sobre los “Incrementos otorgados como no remunerativos”,

entienden irrelevante esa denominación, citando a la ley 8024, en su art. 8, que

trascriben, aludiendo además al art. 50 (remuneración del cargo ostentado) y 60

(movilidad en función de la remuneración del activo que corresponda). Señalan

que “El nudo de la cuestión pasa por determinar si el adicional de que se trata
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constituye remuneración ‘personal y variable’ o si por el contrario es

remuneración del cargo” (art. 50, inc ‘b’ o ‘a’), citando jurisprudencia sobre el

punto, para aludir luego al caso “Abbaca” del TSJ cuando, dice: “el Alto Cuerpo

dejó totalmente al margen el concepto de intención al otorgar sumas no

contributivas incorporando las mismas al ‘núcleo duro’ del haber previsional

que no puede afectarse siquiera en situación de emergencia”, citando a la CSJN

(“Pérez c/ Disco”) sobre la posibilidad de que el legislador pueda crear

“categorías no remunerativas con solo hacer referencia a ellas y atribuirle sin

más tal categoría sin que se pueda examinar la razonabilidad o incluso la

coherencia de tales excepciones; lo contrario significaría atribuir a la ley una

capacidad desmedida de reglamentación de la garantía constitucional referida a

la retribución justa a que se refiere el artículo 14 bis de la CN” (se agrega otra

cita) y se concluye señalando que “En el caso no es razonable ni coherente decir

que los adicionales tienen otra finalidad que la de incrementar la remuneración

ya que si así fuera conllevaría (como lo estable la ley por otra parte) la

obligación para el agente de acreditar, comprobante mediante, su utilización

para la finalidad declamada en la creación del adicional”.

Indica que la modificación del art. 9, ley 8024, por la ley

9504, no puede tener efecto retroactivo, aludiendo al “convenio de armonización

previsional” entre Nación y Provincia.


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Respecto de la ley de consolidación de deudas, 9504

(introducida en el responde por la accionada) alude a la inconstitucionalidad del

art. 6, Decr. 1853/08y brinda razones, las que se tratarán en su lugar, en la

medida de su correspondencia.

1.5.2. A fs. 793/794, hacen lo propio los apoderados de la

accionada, ratificando lo sostenido al contestar la demanda respecto de lo fallado

en el caso “Igresias”, entendiendo que en el caso resulta de aplicación el art. 47

inc. f) ley 8204 (hoy 43 inc. e), entendiendo que la cuestión ha devenido

abstracta.

1.5.3. En virtud del planteo de inconstitucionalidad

efectuado en el alegato de los actores, respecto del art. 6, decreto 1853/08, se

dispuso traslado a la contraria y al Sr. Fiscal de Cámara (decreto de fs. 797), los

que son respectivamente evacuados a fs. 807/810, por la Caja, donde se

explicitan las razones por las que se entiende la razonabilidad de la norma, en

tanto que el representante del Ministerio Público (fs. 813/vta.) quien afirma que

al haber sostenido la inconstitucionalidad de la ley 9504, deviene abstracto

establecer la constitucionalidad del art. 6 del decreto reglamentario.

1.5.4. Producido el llamamiento para definitiva (decreto de

fs. 814) y cumplimentados los recaudos tributarios pertinentes, ha quedado la

causa en condiciones de ser fallada.


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2. Sobre lo planteado respecto del decreto 1777/95.

Lo primero que corresponde señalar es que, atento a lo que

ha sido materia de reclamo en la demanda y lo expresado a su respecto en el

alegato correspondiente, según se ha indicado, la cuestión ha quedado por fuera

de lo que constituye materia de decisión.

3. Sobre la supuesta “falta de acción”.

Desde que “la acción debe ser intentada por el titular del

Derecho y contra la persona obligada, es decir, las partes en la relación jurídica

sustancial. Llámase legitimatio ad causam, la demostración de la existencia de

la calidad invocada, que es activa cuando se refiere al actor y pasiva cuando al

demandado. Correspondiendo al actor la prueba de las condiciones de su

acción, a él incumbe demostrar su calidad de titular del derecho y la calidad de

obligado del demandado. La falta de calidad, sea porque no existe identidad

entre la persona del actor y aquélla a quien la acción está concedida, o entre la

persona del demandado y aquélla contra la cual la acción se concede, determina

la procedencia de la defensa sine actione agit, que debe ser opuesta al contestar

la demanda y apreciada en la sentencia definitiva” (Alsina: “Derecho

Procesal”, T I pág. 388, 1974, coincidente con el pensamiento de Palacio:

“Derecho Procesal Civil”, 1979, T I pág. 406), puede indicarse, entonces, que la

defensa de falta de acción no refiere a la capacidad procesal de la


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demandada sino a su legitimación sustancial, configurando en estricto derecho

una defensa de fondo. Sentado ello, y procurando zanjar las cuestiones técnicas

que involucran la cuestión (en cuanto a su nomenclatura, oportunidad de

interposición y facultades del tribunal al respecto), parece de toda evidencia (así

ha quedado patentizado a lo largo del proceso y en la propia postura de la

demandada que no insiste en su alegato sobre la cuestión y en la actora, que deja

de lado lo atinente al decreto 1777/94, según se verá) que en la presente causa la

acción ha sido ejercida por quienes son sus titulares -los actores- y dirigida en

contra del ente con el cual éstos mantienen la relación jurídica en que se funda la

demanda -la Caja-.

4. Lo que ha quedado para ser resuelto.

4.1. De conformidad con lo precedente, será lo reclamado

en el párrafo que se trascribe lo que deberá ser materia de resolución: “Que de lo

precedentemene expuesto, cabe también computar en el reajuste del haber

previsional los aumentos salariales abonados abonados a los agentes en

actividad de la Empresa Municipal de Obras Sanitarias (E.M.O.S.)… que no

son liquidados a los jubilados. En efecto, el haber percibido por sus mandantes

no guardan ningún tipo de relación con lo que actualmente cobra un trabajador

que se encuentra desempeñando el mismo cargo que en su momento realizó el

jubilado”.
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4.2. En tanto que al alegar se expresó que: “La

controversia radica en lo tocante al derecho de los actores al reajuste de sus

haberes previsionales en consideración de los incrementos en los haberes de los

activos y a los adicionales no remunerativos otorgados a dicho personal.

Respecto a los incrementos remunerativos otorgados nada discute la accionada,

y respecto a los no remunerativos básicamente corresponde determinar si tiene

tal derecho cuando dichos adicionales se encontraban denominados como “no

remunerativo”.

4.3. Mientras que la Caja, sobre el punto sostuvo que “a la

luz de lo expuesto, resulta claro que la única conclusión a la que podemos

arribar es que al presente caso resulta de aplicación el art. 47 inc. f) de la ley

8024 (hoy art. 43 inc. e)”

5. Lo que surge de autos.

Obran en autos instrumentos probatorios que muestran

relevancia para la resolución de lo que ha quedado para definir que, según se ha

visto, finca en el efecto que sobre el haber jubilatorio producen los rubros

liquidados a los activos (remuneratorios o no remuneratorios) y así, por una parte

tenemos:

5.1. En respuesta al pedido respectivo para que “informe

cuando hubieren percibido los actores de continuar en actividad…” el EMOS


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acompaña detalle de remuneraciones y copia de la Ord. 687/05 que aprueba el

Acta Acuerdo suscripta con el Sindicato de Personal de Obras Sanitaria de Río

Cuarto e instrumentos sucesivos (fs. 641/668) para concluir informando “cargo y

antigüedad a la fecha de acogerse al beneficio de jubilación de los actores”,

aclarando “Que a los efectos de determinar el importe que hubieran percibido

los actores de continuar en actividad desde el mes de Octubre de 2005 a la

fecha, se informa que el Ente no cuenta con herramientas informáticas que

permitan realizar dichas actualizaciones, por lo que a tal fin se acompaña

documentación útil para la realización de los cálculos…” (fs. 642). En ese

informe se acompañan, además, textos de ordenanzas que aprueban los convenios

celebrados de los cuales surge la existencia de rubros “no remunerativos” para el

personal en actividad.

5.2. A su vez, también se agrega informe rendido por la

Caja (requerimiento de fs. 604), donde se brinda detalle sobre los haberes

percibidos por los actores desde octubre de 2005 (fs. 612/639).

5.3.1. Finalmente se incorpora el informe pericial (fs.

747/749, con acta de inicio de tareas a fs. 688), donde el técnico designado

(sorteo de fs. 596 y aceptación de cargo de fs. 603), la de control de la actora (fs.

600) y la de la demandada (fs. 597), en base de las planillas entregadas por la

EMOS (fs. 687/746), se expide sobre “las diferencias -mensuales- entre las
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liquidaciones mencionadas y el importe que deberían haber cobrado de

jubilación y lo efectivamente cobrado”, suministrando de seguido un detalle de

“las diferencias anuales… para cada actor y para cada año” (fs. 747/vta.) y lo

efectivamente percibido, detallando los importes, que, según sus cálculos

reflejarían las diferencias existentes.

5.3.2. Ese informe se anotició a las partes (decreto de fs.

750) sin que mereciera cuestionamiento formal alguno en esa oportunidad,

pudiendo advertirse que en el alegato de la demandada no se observa referencia

alguna a él.

5.3.3. Cabe señalar que, a mi juicio, lo que asume

relevancia de ese informe, es que detectada la efectiva existencia de pagos a los

activos que, por ser considerados “no remunerativos” (aspecto sobre el que da

cuenta el informe y surge de las actas celebradas), no se han incluido en los

haberes pasivos, ello sin perjuicio de los cálculos que, eventualmente

corresponda realizar, sucede que ese instrumento informativo es relevante como

elemento de conocimiento sobre la efectiva existencia de diferencias entre

percibido por los activos y lo liquidado a los jubilados, más allá de la cuantía de

esas diferencias, aspectos que, según se verá, tiene un canal propio y pertinente

de encauzamiento.

6. El criterio jurisprudencial imperante.


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6.1.1. Determinado ello, cabe señalar que lo que ha venido

para ser resuelto muestra identidad conceptual con lo dispuesto -muy

recientemente- por la Sala Contencioso Administrativa del Excmo. Tribunal

Superior de Justicia, que confirma, en lo sustancial que resuelve, lo fallado por la

Cámara del fuero de 1era. Nominación de la Ciudad de Córdoba, en los autos

“Molina Loza, y otros c/ Caja de Jubilaciones… - Plena Jurisdicción - Recurso

Directo”, Sent. 299/2009 -Cámara- y Sent. 19/2013 -TSJ-, cuyos fundamentos

-los de la Cámara- fueron reseñados por el propio Alto Cuerpo, indicando:

“a) Un adicional no será remunerativo o no remunerativo

según pretendan imponerlo los firmantes del acta, sino que es su naturaleza

jurídica la que determinará que deba ser encuadrado en una o en otra categoría

(fs. 17, voto del Dr. Cafferata).

b) La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que

la naturaleza jurídica de una institución debe ser definida, fundamentalmente,

por los elementos que la constituyen, con independencia del nombre que el

Legislador o los particulares le atribuyan (fs. 17vta., voto del Dr. Cafferata).

c) El artículo 57 de la Constitución Provincial establece

dos principios básicos en la materia: el de movilidad y el de proporcionalidad;

enunciados de principio que resultan relevantes cuando se trata de la

interpretación de textos legales, ya que es sabido que estos últimos deben


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adecuarse y respetar los principios constitucionales, situados en un ámbito

normativo superior, al cual deben subordinarse (fs. 18/18vta., voto del Dr.

Cafferata).

d) La interpretación de las actas, que atribuyen carácter

no remunerativo a los incrementos salariales de que se trata, debe realizarse

tratando de brindar satisfacción a los principios básicos enunciados (fs. 19, voto

del Dr. Cafferata).

e) La pretensión de asignar carácter no remunerativo a los

incrementos lesiona los principios previsionales de movilidad y

proporcionalidad porque la no traslación al haber de pasividad del incremento

salarial otorgado a los activos impide la evolución de aquél y desbarata su

naturaleza sustitutiva, puesto que al aumentar el salario del activo y mantenerse

estable el haber del pasivo, disminuye el porcentual con el que se accedió al

beneficio previsional (fs. 19/19vta., voto del Dr. Cafferata).

f) Se comparten las consideraciones y fundamentos de la

jurisprudencia sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso

‘Pérez, Aníbal’, en donde se analizó la naturaleza jurídica de los vales

alimentarios o tickets (fs. 21/23vta., voto del Dr. Cafferata y 32vta./34vta., voto

del Dr. Gutiez).


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g) Al ser los aumentos mensuales, regulares, permanentes

y generales, tanto para el personal de planta como para el contratado, en todos

los niveles y no existiendo elemento alguno que, desde el ángulo conceptual,

autorice a diferenciar a los incrementos salariales que nos ocupan de un

aumento del salario del empleado, ni por surgir ello de las alegaciones de la

demandada ni de las circunstancias del proceso, resulta que la denominación de

‘no remunerativo’ no pasa de constituir un mero eufemismo para disimular lo

indisimulable, esto es, que los incrementos denominados ‘no remunerativos’ son

aumentos de sueldos (remunerativos) sobre los cuales deben abonarse los

aportes y contribuciones de la previsión social y deben ser considerados para

integrar la base de cálculo del haber previsional de los pasivos (fs. 24, voto del

Dr. Cafferata).

h) De las actas surge que los representantes gremiales y

patronales convinieron aumentos en las retribuciones de todos los trabajadores

activos por igual; incrementos a los que decidieron nominar como no

remunerativos, aunque para su percepción no se fijó ninguna condición

particular o personal, salvo la de ser empleado. Eran, simplemente, aumentos no

remunerativos, estableciéndose en algunos casos que, por el mero paso del

tiempo, se transformarían escalonadamente en remunerativos (fs. 28vta./29, voto

del Dr. Gutiez).


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i) Conforme a las normas aplicables (arts. 55 y 57 de la

Constitución Provincial y 8, 50 y 59 de la Ley 8024), los aumentos acordados,

cuyo reflejo en sus haberes pretenden los actores, pese a habérselos calificado

como no remunerativos, en verdad sí lo son, pues constituyen una retribución

establecida de manera general a favor de los trabajadores activos, sólo en razón

de su prestación o trabajo personal, lo que encuadra así en los términos del

artículo 8 de la Ley 8024 para ser considerada un ingreso de carácter

remunerativo y, por lo tanto, sujeto a los aportes y contribuciones que establece

el artículo 6 ib. (fs. 30, voto del Dr. Gutiez).

j) Los aumentos dados a los activos, significaron para

éstos una ganancia que obtuvieron del empleador sólo como contraprestación

por el trabajo realizado para éste en virtud de la relación de empleo. Con igual

amplitud ha tomado el término ‘remuneración’ el artículo 8 de la Ley 8024 (fs.

30, voto del Dr. Gutiez).

k) La subsistencia del régimen del artículo 8 de la Ley

8024 (y en consecuencia de su aplicación e interpretación) queda ratificada por

su inclusión sin modificación alguna en el texto ordenado de dicha ley que se

hizo por el Decreto Provincial Número 40 del veinte de enero de dos mil nueve

(B.O. 23/01/2009), modificado por Decreto Número 236 del veintiséis de febrero
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de dos mil nueve (B.O. 01/04/2009); dictados ambos por mandato del artículo 3,

última parte, de la Ley 9504 (fs. 31vta. voto del Dr. Gutiez).

l) Los artículos 8 de la Ley 8024 y 6 de la Ley 24.241

establecen la presunción de que todo pago recibido por el trabajador en el

marco de su relación con el empleador, por poner a disposición de éste su fuerza

de trabajo, tiene carácter remunerativo (fs. 31vta./32, voto del Dr. Gutiez).

m) La sola voluntad de las partes signatarias de los

acuerdos salariales no puede, en modo alguno, cambiar la naturaleza jurídica

de lo que es propio de la contraprestación al trabajo; menos aún apelando al

tenue disfraz de llamarlo de otro modo (fs. 32/32vta., voto del Dr. Gutiez).

n) La indebida exclusión de conceptos que se encuentran

comprendidos dentro de la noción de remuneración que brindan tanto las

normas internacionales ratificadas por la República Argentina, como la propia

legislación laboral y previsional (nacional y provincial, ya referida), afecta los

principios y garantías constitucionales de irreductibilidad, movilidad y

proporcionalidad (art. 57 de la Constitución de la Provincia), ya que genera una

indebida distorsión entre lo que perciben los activos y los pasivos, haciendo que

los haberes de los últimos no guarden la correspondencia legal con las

remuneraciones de los primeros (fs. 32vta.).


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ñ) Los incrementos dispuestos por las Actas Acuerdo no

fueron creados para atender situaciones especiales, personales, diferenciales,

transitorias o variables -que son las contempladas cuando se acuerdan

adicionales o incrementos ‘o remunerativos’, según se alega en la contestación

de la demanda-, sino que todo el colectivo de activos los percibió como una

recomposición salarial genérica, sin condicionante alguno, sin atender a

situaciones personales, diferentes, variables o transitorias (fs. 34vta., voto del

Dr. Gutiez).

o) Las actas-acuerdo que otorgaron los aumentos ‘no

remunerativos’ no brindan ningún elemento que, conceptualmente, permita

establecer alguna diferencia entre éstos y lo que constituye un aumento

concertado de la remuneración, más allá de la mera voluntad de los signatarios

de darles esa denominación (fs. 35, voto del Dr. Gutiez).

p) Si los aportes y contribuciones no se hicieron por

haberse denominado no remunerativos a los incrementos de los salarios que se

dieron al personal activo, de ello no puede responsabilizarse a los pasivos, sino

que fue una decisión asumida por la empleadora, quien tenía claras

obligaciones legales (fs. 38vta./39, voto de la Dra. Suárez Ábalos de López)”

6.1.2. Como se advierte, la Cámara de la especialidad se

expide por la necesidad de que exista correspondencia entre los haberes que
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efectivamente perciben los trabajadores activos y los pasivos que, en su

momento, cumplían esas mismas tareas y detentaban similar posicionamiento

escalafonario.

6.2.1. A su turno, el TSJ, para confirmar lo fundamental

que ese pronunciamiento decidiera, por medio de la Sala respectiva, expresó:

“A los fines de examinar la pertinencia del

cuestionamiento realizado y la corrección de lo ordenado por la Cámara a quo,

debe estarse a las directrices expuestas por este Tribunal a través de su Sala

Electoral, de Competencia Originaria y Asuntos Institucionales in re ‘BOSSIO,

EMMA ESTHER C/ CAJA DE JUBILACIONES, PENSIONES Y RETIROS

DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA - AMPARO - RECURSO DE

APELACIÓN - RECURSOS DE CASACIÓN E INCONSTITUCIONALIDAD’

(Sent. Nº 8/2009), reiteradas y confirmadas in re ‘ABACCA, DANIEL

ANDRÉS C/ CAJA DE JUBILACIONES, PENSIONES Y RETIROS DE

CÓRDOBA - AMPARO - N° 1517801/36 Y OTRAS CAUSAS - SOLICITA

HABILITACIÓN DE FERIA - SUSPENSIÓN - PLANTEO SALTO DE

INSTANCIA’ (Auto Nº 10/2010); "CUERPO DE EJECUCIÓN DE

SENTENCIA DE LOS DRES. OLMEDO - PRÍNCIPE EN AUTOS:

'ABACCA, DANIEL ANDRÉS C/ CAJA DE JUBILACIONES, PENSIONES

Y RETIROS DE CÓRDOBA - AMPARO N° 1517801/36 Y OTRAS CAUSAS’


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(Auto Nº 51/2010), según las cuales, la verdadera ratio iuris del régimen de

movilidad previsional tutelado por la Constitución Provincial radica en que no

se menoscabe el derecho del pasivo a percibir el porcentaje del ochenta y dos

por ciento (82%) del sueldo líquido que percibe el activo.

En efecto, el núcleo duro del derecho previsional

equivalente al ochenta y dos por ciento (82%) móvil del sueldo correspondiente

al cargo que percibiría el agente en actividad constituye un estándar

constitucional que ha sido constantemente tutelado en los pronunciamientos de

la Corte Suprema de Justicia de la Nación cuando ha descalificado todo acto

administrativo o normativo con aptitud para alterar el derecho subjetivo

asegurado por la normativa previsional en el porcentaje indicado (vid entre

muchos otros ‘Álvarez, Rodolfo’ del 01/12/1983, Fallos 305:2083; ‘María

Yolanda Valdez de Bonari v. Caja de Previsión Social de la provincia de Salta’

del 22/12/1993 Fallos 316:3232; ‘Viturro, Jorge José c/ Caja Nacional de

Previsión para el Personal del Estado y Servicios Públicos s/ reajustes por

movilidad’ del 21/06/2000, Fallos 323:1753; ‘Demarchi, Leonor Elodia c/

ANSeS s/ reajustes varios’ del 10/07/2008; ‘Chimondeguy, Alfredo c/ ANSeS s/

reajustes varios’ del 31/03/2009, Fallos 332:731, entre muchos otros).

Para que dicho objetivo no se diluya debe entenderse que

la garantía inamovible del jubilado es la percepción efectiva y en dinero del


22

ochenta y dos por ciento (82%) móvil del sueldo líquido del activo, como piso

mínimo, teniendo presente que este último se compone de rubros contributivos y

no contributivos.

Ello no importa la descalificación de las remuneraciones

‘no sujetas a aportes’ o ‘no contributivas’, pues ellas pueden ser útiles medidas

de políticas remuneratorias siempre y cuando no avasallen o menoscaben el

núcleo duro del ochenta y dos por ciento (82%) móvil del sueldo líquido del

activo.

En este orden de ideas, si los incrementos salariales

percibidos por los activos en virtud de los adicionales pactados por las Actas

Acuerdo de los años 2005, 2006 y 2007 no se trasladaron a los pasivos,

comprometiendo su derecho a la percepción del ochenta y dos por ciento (82%)

móvil del sueldo líquido, tales incrementos deben considerarse

proporcionalmente para la liquidación mensual de los haberes hasta alcanzar

íntegramente el porcentaje indicado.

Consecuentemente, lo resuelto en la sentencia atacada

debe ajustarse a la doctrina legal vigente, por lo que corresponde reconocer el

derecho subjetivo al reajuste del haber previsional de los actores, en las sumas

proporcionales para garantizarles el pago del ochenta y dos por ciento (82%)
23

móvil del sueldo líquido percibido por los activos en función de los adicionales

pactados por las Actas Acuerdo.

6.2.2. En este pronunciamiento, sin perjuicio de evaluar

que es posible admitir que, en ciertas circunstancias, existan haberes que revistan

la condición de “no remuneratorios” (fundado en la posible existencia de ciertas

políticas remuneratorias), ello lo es a condición de que no se afecte el llamado

“núcleo duro” que garantiza el 82% móvil del suelto líquido percibido, no

pudiendo los adicionales pactados en actas acuerdos, alterar esa ecuación.

7. El caso de autos. Su adecuación a los precedentes. La

fecha de liquidación.

7.1. En función de todo lo expuesto, surge clara la

procedencia de la demanda contencioso administrativo de plena jurisdicción que

se ha presentado, en razón de existir suficiente identidad como para poder tomar

de base la doctrina precedentemente reseñada, admitiendo, en su consecuencia, la

demanda.

7.2. Es que habiéndose acreditado con las constancias

documentales referenciadas y el informe pericial rendido que, efectivamente, han

existido rubros que fueron liquidados al personal en actividad con carácter de “no

remunerativos” en virtud de las actas acuerdo celebradas con entre las

autoridades del Ente Municipal y el Sindicato respectivo, que no fueron


24

consideradas en la determinación de los respectivos haberes jubilatorios de los

pasivos, es que cabe despachar afirmativamente la demanda.

7.3. Sin que el cuestionamiento efectuado a la pericia por la

Caja la desmerezca en cuanto al rol que se le asigna, que no será otro que brindar

certeza en cuanto a que, efectivamente, existían remuneraciones otorgadas a los

activos con carácter no remunerativo que no incidían en el cálculo del haber

jubilatorio sin que se haya acreditado la existencia de circunstancias personales o

coyunturales que justificaran esa conducta. Los cálculos efectuados por la perito

y el cuestionamiento que sobre ellos se concretó no afectan la validez del informe

con el alcance indicado, toda vez que éstos -los cálculos- según los términos de la

condena que propiciaré el acuerdo, siguiendo los criterios jurisprudenciales

explicitados, serán practicados por la demandada y puestos a consideración de la

actora y resolución de este Tribunal en la oportunidad procesal pertinente.

7.4. A lo que puede agregarse que, encontrándose

acreditado que el pago a los pasivos no se corresponde con el haber de los activos

(en la proporción y condiciones de ley), debe disponerse su incorporación y si

sucediera que “los aportes y contribuciones no se hicieron, apoyándose en la

denominación ‘no remunerativos’ que se le asignó a los incrementos salariales,

ello no es responsabilidad de los demandantes sino que fue una decisión tomada

por los empleadores y/o funcionarios, quienes son los que deben asumir sus
25

consecuencias y no hacerlas recaer sobre los pasivos, conculcándoles derechos

adquiridos. En todo caso, se deberán formular los cargos pertinentes, pues debe

primar la regla del art. 8, ley N° 8024, por sobre la voluntad de las partes

signatarias de los acuerdos salariales”. (Voto, Dr. Gutiez), pues “los

incrementos de salarios que se dieron al personal activo, de ello no puede

responsabilizarse a los pasivos, sino que fue una decisión asumida por la

empleadora, quien tenía claras obligaciones legales. Es competencia y facultad

de la Caja formular los cargos pertinentes cuando el empleador es otro, de lo

cual ella no pudo estar excluida, siendo su obligación hacer prevalecer la

disposición del art. 8, ley N° 8024, por sobre la voluntad de las partes que

labraron las actas-acuerdo. Todo ello, fundamentalmente, con sustento en lo

establecido por el art. 59, CPcial. … Al tener carácter remunerativo el

adicional de autos, integró el haber de los activos y debió trasladarse a los

pasivos desde la fecha de su creación, con la metodología dispuesta por el art.

59, ley 8024. Se está ante un caso que fue más allá de un simple reajuste, en el

que se vio vulnerada la garantía constitucional de movilidad de las prestaciones

del jubilado en función de los haberes del activo (art. 57, CP)” (Voto Dra.

Suárez Abalos de López) (CCA 1º, Cba., ambos del fallo citado).

7.5.1. En cuanto al pedido de aplicación del art. 43, inc. e),

ley 8024 -to Decr. 40/2009- (que expresa: “Las prestaciones se abonarán a los
26

beneficiarios, y en los términos del artículo 42 de la presente Ley, como sigue:

… e) Los reajustes o rectificaciones que se originen en solicitudes de los

beneficiarios referidos a encasillamientos, equiparaciones u otras circunstancias

que no configuren un error de cálculo, desde la fecha de solicitud”), que hace la

accionada, cabe realizar una interpretación armónica de esa disposición

(trascripta) con el art. 44 de ese cuerpo legal (“Es imprescriptible el derecho a

los beneficios acordados por las leyes de jubilaciones y pensiones cualquiera

fuera su naturaleza y titular. Prescribe a los dos (2) años la obligación de pagar

los haberes devengados a partir del momento en que quedó firme el acto

administrativo que concede el beneficio. La obligación de pagar al beneficiario

o de reintegrar a la Caja las diferencias de haberes correspondientes a

beneficios cuyos montos hubieren sido erróneamente liquidados, solamente se

efectuará con dos (2) años de retroactividad a la fecha en que lo solicite el

interesado o en que la Caja notifique al mismo”), atendiendo a la naturaleza de

lo que se discute en el autos, que hace a la esencia del derecho previsional de los

actores, en tanto la Caja no parece haber respetado íntegramente la garantía

constitucional de movilidad en las prestaciones (art. 57, Cost. Prov.), pues lo que

percibieron los activos no fue reflejado en los haberes de los accionantes, según

ha quedado viso.
27

7.5.2. Por ello, postulo al acuerdo que las diferencias se

debieran pagar desde que se realizaron las solicitudes, pues si bien, obviamente,

no existió “error de cálculo” (norma citada), ello no implica liberar totalmente a

la Caja de las diferencias no pagadas con anterioridad al pedido, porque para

éstas rige el plazo de prescripción de dos años que marca el tercer párrafo del art.

44; vale decir, la Caja les deberá abonar todas las diferencias que se produjeron

hasta dos años antes a la fecha de los reclamos. Todo con los intereses

correspondientes.

7.5.3. Esta solución, nobleza obliga dejarlo también

expresado, se corresponde con el criterio seguido en el precedente que vengo

citando y, según se verá de seguido, procura ajustarse a lo dispuesto por el TSJ

cuando dirimió el caso.

8. Intereses. El criterio del TSJ. La posición que este

tribunal tiene fijada.

8.1. La problemática atinente a la tasa de interés que deben

fijar los tribunales, ciertamente que no constituye una cuestión sencilla y, para

nada, un asunto menor por más que se trate de un aspecto accesorio. En los

distintos pronunciamientos dictados por este tribunal se ha procurado dejar

explicitada su trascendencia y las dificultades que el tema plantea, como así

propio la conveniencia de que, en la medida de lo posible, el mensaje no resulte


28

contradictorio para los justiciables que de esa manera contarán con un nivel de

previsibilidad harto conveniente ante la sensibilidad que el tópico evidencia,

máxime cuando, según se advierte desde el Alto Cuerpo, se trata de

cuestiones que por muy vinculadas a la realidad económica del país, se

muestran susceptibles de ser modificadas a menudo.

8.2. En función de ello es que este Tribunal tiene criterio

fijado (in re: “Mascanfroni c/ Municipalidad de Las Higueras”, Sent. 18 del

28.03.05 y “Cotagro c/ Sabella”, Sent. 19 del 30.03.05) en cuanto a seguir la

doctrina sentada por las distintas Salas del TSJ, procurando brindar una respuesta

ajustada a la realidad de los tiempos que, además, aporte cierta certeza en la

cuestión a un tema que, se dijo, se muestra sensible.

8.3. En tal rumbo y con mayor razón aún cuando, como

aquí, se trata de cuestiones tan específicas y que refieren a aspectos de alta

especialización, la liquidación de intereses deberá practicarse en la oportunidad

procesal respectiva y al respecto, debe serlo siguiendo la doctrina que tiene

sentada la Sala CA del TSJ en precedente que ha sido base de este

pronunciamiento, cuando expresa: “El agravio relacionado con la tasa de

interés aplicada, satisface las condiciones formales para su examen en esta

instancia y debe ser acogido parcialmente.


29

En efecto, a los fines de determinar la tasa de interés

aplicable al caso de autos deben distinguirse dos períodos diferenciados.

En el primer período que corre desde la fecha en que se

adeudan las diferencias de haberes reclamadas -por el período de prescripción-

hasta la fecha de entrada en vigencia de la Ley 9884 (B.O. 04/02/2011),

corresponde confirmar lo resuelto por el Tribunal a quo al ordenar abonar a los

actores los intereses equivalentes a la Tasa Pasiva Promedio nominal mensual

fijada por el Banco Central de la República Argentina (B.C.R.A.), con más el dos

por ciento (2%) nominal mensual.

Ello es así, por cuanto la fijación de dicha tasa de interés

armoniza con la doctrina consolidada de este Tribunal Superior de Justicia, por

mayoría, a través de sus distintas Salas, según la cual, es necesario establecer

una tasa que, por un lado, mantenga incólume el contenido económico de la

condena y, por el otro, no configure un factor de impulsión del proceso

inflacionario.

Estos aspectos llevan a establecer un criterio que

prudentemente alcance el objetivo enunciado siguiendo los lineamientos fijados

por la Corte Federal a partir de la vigencia de la Ley de Convertibilidad

(‘Yacimientos Petrolíferos Fiscales v. Provincia de Corrientes y otro’, Fallos

315(1):158) y en la facultad de libre determinación que luego reconoce a los


30

Tribunales Inferiores respecto de la tasa moratoria legal (‘Bco. Sudameris c/

Belcam SA y otro’, Fallos 317:505).

No obstante, cualquier solución que se adopte en materia

de intereses judiciales es provisional, ya que responde a las fluctuantes

condiciones de la economía de un país. Es un hecho notorio que los factores

económicos no permanecen estáticos, sino que con el transcurso del tiempo y

por el influjo de diferentes variables, son susceptibles de modificarse. Ello puede

-en cualquier momento- obligar a revisar los criterios que hoy se establecen

para adaptarlos a nuevas realidades.

De este modo, se confiere fundamento a la distinta

solución propuesta por el Señor Vocal Doctor Armando Segundo Andruet (h)

respecto de este capítulo de la decisión, mediante la cual, fundado en la

coyuntura económica vivida en la Argentina, concluye que el interés nominal

mensual adicional a la Tasa Pasiva Promedio mensual debe ser del uno coma

veinticinco por ciento (1,25%) nominal mensual.

Los motivos de la diferencia en la solución propiciada se

fundamentan objetivamente en los índices de inflación crecientes, en los

constantes pedidos de aumento de sueldo congruentes con la inflación real y la

pérdida del valor adquisitivo de la moneda, con un valor del dólar sostenido en
31

el mercado por la intervención del Poder Ejecutivo Nacional, con la fijación de

precios para productos y servicios básicos.

Estas razones que se comparten, coadyuvan a mantener

vigente -al menos en las actuales circunstancias- la doctrina sustentada a partir

de ‘Hernández c/ Matricería Austral’ (Sent. Nro. 39 del 25/06/2002).

Sin embargo, respecto del segundo período que se inicia

con la entrada en vigencia de la Ley 9884 (B.O. 04/02/2011) hasta el efectivo

pago de la obligación, corresponde hacer lugar al recurso de casación de la

demandada en virtud de lo dispuesto por el artículo 622 del Código Civil

-intereses legales- y la normativa previsional vigente según la cual: ‘La tasa de

interés aplicable a las condenas judiciales en contra de la Caja de Jubilaciones,

Pensiones y Retiros de Córdoba que consistan en el pago de sumas de dinero o

se resuelvan en el pago de sumas de dinero, será equivalente a la tasa pasiva

promedio que elabora el Banco Central de la República Argentina (BCRA)’ (art.

119 de la Ley 8024, t.o. Decreto Nro. 40/09, sustituido por el art. 6 de la Ley

9884, B.O. 04/02/2011).

La aplicación al sub lite del artículo 6 de la Ley 9884,

para los intereses devengados a partir de la fecha de su vigencia (art. 111 de la

Const. Pcial.), resulta procedente en virtud del citado artículo 622 del Código

Civil, a lo que se añade la naturaleza jurídica de los bienes jurídicos tutelados,


32

referidos a derechos disponibles por la parte y a la falta de tempestivo

cuestionamiento por la interesada a la vigencia y validez de la tasa legal

establecida por el citado precepto local para las condenas dinerarias.”

9. Sobre la ley 9504. Diferimiento de su tratamiento.

9.1. Según lo han explicitado las Cámaras de la

especialidad de la Capital de la Provincia, respecto al planteo de

inconstitucionalidad de la consolidación de deudas e inembargabilidad de fondos

de la Caja dispuesta por ley 9504, no resulta oportuno su tratamiento, en la

instancia en que nos encontramos y “Ello, porque atento a lo dispuesto por

dicha ley en sus arts. 13 último párrafo -consolidación a producirse sólo después

del reconocimiento firme de la obligación en sede judicial- y 16 ib. -exclusión de

titulares de créditos en estado de mayor vulnerabilidad-, así como lo

reglamentado por el Decreto N° 1853 (B.O. 19/12/08) en su art. 6 puntos Quinto

y Séptimo, no existe un caso actual determinante de la aplicación de la

consolidación de deudas, careciendo el tribunal de materia en este extremo”, en

consecuencia y “Como lo ha expresado el Tribunal Superior de Justicia, in re

‘Sánchez Rebeca del Valle y otro’, sentencia del 16/05/06, es principio rector en

la materia que no existe en nuestro ordenamiento la declaración ‘in abstracto’ o

‘genérica’ de inconstitucionalidad. Debe existir, insoslayablemente, un ‘caso’

que resulte subsumible en la normativa que se pretende inválidar” (conf. CCA


33

Cba., 2ª Nom., in re: “Peralta c/ Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de

Córdoba – Plena Jurisdicción”, Sent. 160, 13.11.2012 -del voto de la Vocal

Suárez Ábalos de López-).

9.2. Línea de pensamiento que se sostiene en el precedente

que se cita, y así lo deja expresado la misma vocal: “Respecto de la

inconstitucionalidad planteada de la Ley 9504 –consolidación e

inembargabilidad dispuestas por la misma- y al pedido de aplicación de dicha

ley que ha efectuado la accionada en su alegato, considero prematuro emitir un

pronunciamiento al respecto. … Atento a las disposiciones legales transcriptas;

no habiéndose sustanciado el planteo atento al estado procesal de la causa; no

mediando liquidación de la deuda en el presente caso, y debiendo establecerse la

situación particular de cada actor con respecto a las causales de exclusión de la

Ley 9504, resulta prematuro el tratamiento por esta Cámara del planteo de

inconstitucionalidad de la referida ley”.

9.3. Siendo así y siguiendo la jurisprudencia especializada

sobre la cuestión, será en oportunidad de practicarse la liquidación respectiva y

según las resultas de ésta y el devenir del proceso que corresponderá, de así

presentarse la situación, asumir el tratamiento de la cuestión constitucional, en la

medida de su pertinencia, en la etapa de ejecución respectiva (conf. CCA Cba., 2ª

Nom., in re: “Cuerpo de Ejecución de Sentencia en Acosta y Otros c/ Caja de


34

Jubilaciones, Pensiones y Retiros de l Provincia de Córdoba - Plena

Jurisdicción”, A.I. 103, 03.04.2013).

Por lo expuesto, sobre la primera cuestión, me expido por

la afirmativa, en cuando a la admisión del reclamo principal y así lo dejo

votado.

A LA PRIMERA CUESTION, los Sres. Vocales José

María Ordoñez y Horacio Taddei, dijeron:

Que adherían al voto precedente.

A LA SEGUNDA CUESTION, el Sr. Vocal Daniel Gaspar

Mola, dijo:

1. Se rechace la defensa de falta de acción opuesta por la

demandada.

2. Se haga lugar a la demanda promovida por Emilio

Ramón VARGAS VANDER SCHRAFT, Sara Ada MENTEZANO, Pascual

Carlos AYALA, Jesús DOMINGUEZ, Esther CATTANA y José Pablo

CANCELLI, declarando la nulidad de la denegatoria tácita producida respecto de

los reclamos administrativos oportunamente formulados en el expediente

administrativo 0124-142.052, condenando a la demandada a reajustar los haberes

en la forma señalada de manera proporcional hasta alcanzar el porcentaje del


35

ochenta y dos por ciento (82%) móvil del sueldo líquido o de bolsillo que habrían

percibido de continuar en actividad

3. Se condene a la demandada a reajustar para el futuro el

haber previsional de los actores ordenando la inclusión de los incrementos

salariales otorgados a los trabajadores en actividad mediante las actas acuerdo

relacionadas, actividad que deberá materializar en el plazo de cumplimiento

espontáneo de cuatro meses, que se estima prudencial, computados a partir de la

fecha en que quede firme la aprobación de la planilla pertinente (art. 38, CPCA y

art. 806, CPCC).

4. Se la condene asimismo a abonarles las diferencias

adeudadas con retroactividad a dos años antes de la fecha del reclamo, con

intereses desde que cada mensualidad es debida y hasta la fecha de su efectivo

pago, a la tasa indicada al resolver la primera cuestión, actividad que deberá

materializar en el plazo indicado precedentemente.

5. Diferir para la oportunidad procesal adecuada el análisis

sobre el planteo vinculado a la constitucionalidad de la ley 9504.

6.1. Imponer las costas por el orden causado (art. 70, Ley

8024, t.o. Decreto 40/2009) por ello se difiere la regulación de los honorarios

profesionales de los Drs. Jorge Horacio Gentile, Gustavo A. de Guernica,

Dolores Paschetta, Consuelo Gamond e Ignacio Ramón Fernández, por los


36

actores y Dres. Adrián Alberto Daniele, Beatríz C. Lascano, Telma Mariela

Chávez, Andrea Carina Olivera, Mariano M. Méndez y Oscar R. Cifre, por la

demandada, para cuando ella sea solicitado y se haya determinado la base

respectiva (arg. art. 26, ley 9459).

6.2. Regular los honorarios del perito oficial, Cont. Alfredo

Francisco Boschiazzo, teniendo en consideración, conforme a las pautas del art.

36, al que remite el específico art. 49, que la tarea ha resultado eficaz en cuanto

al objetivo que su producción perseguía (inc. 1), siendo de cierta complejidad la

tarea desarrollada, aún cuando, en base a información que le fue suministrada con

algún grado de elaboración previa (planillas elaboradas por el EMOS, según lo

expresa el dictamen -fs. 731-), mostrando comprometida la responsabilidad de la

profesional, atento a la naturaleza de la cuestión tratada (inc. 4), en el equivalente

a veinte jus (a razón de $ 196,03, cada jus -www.justiciacordoba.gov.ar-), (art.

49, inc. 1º), los que serán a cargo de ambas partes, en función de lo dispuesto por

art. 70, ley 8024; y los de las de peritos de control de actora y demandada,

Contadores María Cecilia Cendoya y Pablo Barbero, en la suma equivalente a

diez jus (art. 49, inc. 2º), a cada uno, los que serán a cargo de los respectivos

proponentes (norma citada).

Así voto.
37

A LA SEGUNDA CUESTION, los Sres. Vocales José

María Ordoñez y Horacio Taddei, dijeron:

Que adherían a la propuesta de resolución precedente.

Conforme las razones expuestas y por unanimidad del

Tribunal,

SE RESUELVE:

I. Rechazar la defensa de falta de acción opuesta por la

demandada.

II. Hacer lugar a la demanda promovida por Emilio Ramón

VARGAS VANDER SCHRAFT, Sara Ada MENTEZANO, Pascual Carlos

AYALA, Jesús DOMINGUEZ, Esther CATTANA y José Pablo CANCELLI,

declarando la nulidad de la denegatoria tácita producida respecto de los reclamos

administrativos oportunamente formulados en el expediente administrativo 0124-

142.052, condenando a la demandada a reajustar los haberes en la forma señalada

de manera proporcional hasta alcanzar el porcentaje del ochenta y dos por ciento

(82%) móvil del sueldo líquido o de bolsillo que habrían percibido de continuar

en actividad

III. Condenar a la demandada a reajustar para el futuro el

haber previsional de los actores ordenando la inclusión de los incrementos

salariales otorgados a los trabajadores en actividad mediante las actas acuerdo


38

relacionadas, actividad que deberá materializar en el plazo de cumplimiento

espontáneo de cuatro meses, que se estima prudencial, computados a partir de la

fecha en que quede firme la aprobación de la planilla pertinente.

IV. Condenarla, asimismo a abonarles las diferencias

adeudadas con retroactividad a dos años antes de la fecha del reclamo, con

intereses desde que cada mensualidad es debida y hasta la fecha de su efectivo

pago, a la tasa indicada al resolver la primera cuestión, actividad que deberá

materializar en el plazo indicado precedentemente.

V. Diferir para la oportunidad procesal adecuada el análisis

sobre el planteo vinculado a la constitucionalidad de la ley 9504.

VI. Costas por el orden causado. Regular los honorarios de

la perito oficial, Cont. Graciela Ester Pérez de Irusta, en la suma de Pesos Tres

mil novecientos veinte con sesenta centavos ($ 3.920,60) y los que serán a cargo

de ambas partes; y los de la de perito de control de la actora, Cont. María Cecilia

Cendoya y de la demandada, Cont. Pablo Barbero, en la suma de Pesos Un mil

novecientos sesenta con treinta centavos ($ 1.960,30), a cada uno, los que serán a

cargo de los respectivos proponentes.

Protocolícese y hágase saber.

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