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Critica a un texto

Texto: “Somos artistas y somos profetas en el parque”: estrategias de


autorrepresentación de cuentachistes y predicadores en el Parque Centenario.
Autor:

La vida social de los habitantes de una ciudad, pueblo o grupo de personas está
asociada a distintas interacciones que viven cada día, las cuales en gran manera
vienen determinadas por su costumbre y su cultura, y en otro plano por aquellas
características políticas, económicas y demográficas que complementan la
estructura de una región determinada. Es decir, existen dos maneras de entender
el comportamiento de las personas en su vida diaria, lo que bien ha determinado su
formación personal y sus tradiciones, lo que ve y escucha o las características
normativas que rodean su entorno. Abarcando el primer plano y tomando como
ejemplo a la ciudad de Cartagena de indias es notable que si observamos y
evaluamos su comportamiento desde alguna de las costumbres distintivas e
inusuales que las personas de esta ciudad tengan se encontrará una manera de
reconocer al ciudadano promedio o conocer cuáles son aquellas actividades que
algunas personas realizan con un fin poco convencional.

el texto “Somos artistas y somos profetas en el parque”: estrategias de


autorrepresentación de cuentachistes y predicadores en el Parque Centenario.
Según sus autores es un esfuerzo por entender la actividad de cuentachistes, la
opinión que estos tienen acerca de su profesión y la manera como la ciudadanía
disfruta de las reuniones que estos logran en el centro histórico que tiene la ciudad
amurallada. Es legítima según es descrito en el texto esta profesión para aquellas
personas que la realizan ya que establecen que hace parte del vivir y de las
costumbres de la ciudad y que ha trascendido por muchas generaciones para lo
cual se está de acuerdo, según mi posición particular y la visión que tengo acerca
de los trabajos informales, este específicamente representa la originalidad y la
perspicacia de quienes divierten a las personas contando lo que a ellos mismos les
pasa a lo largo de su vida, además de resaltar que en muchas ocasiones el artista
representa su propia vida en sus monólogos e historias de risa.

Los artistas callejeros como el uso carruso y cuchilla Geles tienen un grado de
aceptación considerable dentro de las personas que residen en Cartagena y que
han asistido a sus presentaciones, ya que representan el diario vivir de muchas
personas de manera jocosa, sin restricciones de público y aunque de una manera
un poco exagerado y subida de tono no evita que el disfrute de los ciudadanos sea
alto. Ellos se denominan como humoristas de profesión y legitimasen su originalidad
cuando narran sus propias ocurrencias e historias de vida. Es por tanto que analizar
esta actividad informal como parte de la idiosincrasia del cartagenero es viable en
el aspecto social.

según académicos no se desacredita el valor que estas reuniones hechas en el


parque centenario para la vida de sujetos populares que escuchan la narrativa de
un humorista, la trascendencia que esta puede tener es muy alta teniendo en cuenta
que deja la idea de enjuiciar sus propios pensamientos hacia un tema como la
necesidad de reevaluar sus comportamientos en algunas situaciones, ya que en
muchos de los desenlaces que presenta el uso, quien actúa mal, termina mal. Lo
cual tiene validez si la persona entiende que, aunque hayas risas de por medio la
verdad de los desenlaces recae en que mucho de lo narrado es real, ha pasado, si
no hace esta discrepancia solo será un rato más de interacción con personas con
igual sentido del humor.

Es notable que más allá del sentido que estas rutinas humorísticas puedan dejar en
los ciudadanos, si se brinda un espacio de interacción entre las personas que gustan
de este tipo de encuentros, lo cual es importante, teniendo en cuenta que nos
pasamos la vida en un puesto de trabajo, en reuniones sociales inflexibles, donde
no se emite una opinión real o un comentario gracioso, es por tanto que si se
aprovechara a estos intérpretes de la comedia para unos fines con el mismo sentido
pero con otras intensiones se lograría que un número de personas asistiera de
manera cordial a un espacio donde se puedan tomar decisiones sociales encillas
pero que no dejan de ser importantes, el único problema es que como se muestra
en el texto analizado, muchos de ellos lo hacen como fuente de ingreso, lo que le
quita el gesto social y lo vuelve económico.

Los temas de trabajo informal en la ciudad de Cartagena, son de alto impacto, desde
el mototaxismo, bicitaxismo hasta las ventas de comida o tinto por las calles. Por la
alta demanda de estos puestos de trabajo por quienes no ven un futuro más cercano
a la formalidad, o si se mira desde la política pública no tienen la oportunidad para
intentarlo. Quienes practican estos trabajos en los que podemos incluir sin
desmeritar a los comediantes del parque centenario ven en cada una de sus labores
diarias una manera de sacar a sus familias adelante ya sea por algo que les gusta
hacer o por un arte que aprendieron o heredaron. Lo que no se puede desconocer
que los trabajos informales llevan ya mucho tiempo en la sociedad así que la
relación que estos tienen con la cultura es muy estrecha para negar su participación
tanto económica como social en el avance de la ciudad.

Sin salirse de la línea de los cuentachistes del parque centenario estos se pueden
aceptar como artistas de la calle, por su alto impacto en el público y su
reconocimiento icónico dentro del mismo. Sus rutinas gozan de preámbulos, buenos
chistes y un sin número de situaciones que muestran el diario vivir de alguien que
resida en Cartagena, es por esto que tales personajes si pueden llegar a ser
socialmente representativos y su labor, sin tener en cuenta su fin particular, tiene la
manera de dar una visión de lo que sucede sin molestar a nadie.

El único altercado de opiniones que se presenta con lo mostrado en el texto, es la


separación que se hace del rebusque y el contar chistes, en muchas ocasiones no
queda claro si la participación de estos árticas puede o no estar motivadas más por
fines económicos y que su manipulación del público pueda exigir una participación
monetariamente activa, es decir, no se le puede cobrar a la gente por reír, es por
esto que lo dejan a la decisión de cada uno de ellos, lo cual puede generar que
muchas personas que no tengan para colaborar prefieran evitar escuchar y
relacionarse en un entorno favorable y que puede llegar a ser contemplado como
participativo, en un carácter social. los artistas admiten que es una fuente de trabajo
para ellos, pero no establecen lo que sucede si una persona acude a todas sus
narrativas, pero no colaboran a su causa.

El tema del dinero y la ganancia que estos pueden llegar a tener es una parte que
puede ser vista como una debilidad de estas acciones, pero no desmerita lo que ya
se ha mencionado respecto al tema. Tanta llega a ser su participación que se toca
el tema de que ellos han llegado a ser entrevistados por entidades dedicadas al
periodismo lo que aumenta el conocimiento que la población tiene de ellos, su nivel
de aceptación y la marca que dejan en el diario vivir de su público. Sin lugar a dudas
estos espacios que se le han brindado a ellos hace más formal su labor y les permite
dar su posición y defender más contundentemente sus performans y el legado que
según ellos quieren transmitir.

Ellos están en una lucha de sus ideales y su posición y propia denominación, artistas
callejeros. Es por esto que las imágenes mostradas en el texto son de carácter
natural, espontanea, sin dudarlo ellos realizan día a día una presentación y esperan
la mejor aptitud del público, si sacan sonrisas tan radiantes y naturales, con un grado
de paz o ambiente armonioso, nada más utilizando su buen sentido del humor,
talentos como la improvisación y con sus propias historias no es negable que puede
llamarse un don o un arte de la calle. El cual comprende y abarca más de los que
ellos mismos han visualizado.

En conclusión de mi crítica y participación referente a lo tocado en el texto en


cuestión los artistas callejeros son una realidad social de Cartagena y sus espacios
de interacción ayudan en más aspectos que el de recreación, permitiendo un
ingreso para ellos y dejando una oportunidad de reunión tan espontanea que
llegaría a ser tomado también como un espacio para hablar de temas que
socialmente también ejerce poder sobre las necesidades de la población
cartagenera, solo es cuestión de contar con estos personajes y darles el material
suficiente para que participen de otra manera más en el avance de un pueblo.
Aunque sus narrativas suelen ser de un grado fuerte, con palabras obscenas y con
una visión de la realidad muy directa, no deja de quitarle el valor que ellos logran
dejar en su público y la alta atención que estos demuestran al momento de ver una
a una las historias contadas, al grado de asistir varias veces por semana y beneficiar
a quienes viven de este arte.

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