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Procedimiento : Ordinario de Aplicación General

Materia : Demanda por despido improcedente, nulidad del mismo y cobro


de prestaciones
Demandante : Cecilia Valeska Rodríguez Gutiérrez
Rut : 15.358.979-8
Domicilio : Avenida el Salto #3282, Recoleta, Santiago
Abogado patrocinante 1 : Bastián Nicolás Riveros González
Rut : 18.699.125-7
Domicilio : Calle Santa Elena #2222, San Joaquín, Santiago
Abogado patrocinante 2 : Mario Ignacio López Toro
Rut : 19.020.635-1
Domicilio : Calle Santa Elena #2222, San Joaquín, Santiago
Demandada 1 : Yévenes Recursos Humanos S. A.
Rut : 79.538.350-7
Domicilio : Calle Rozas #2451, Santiago
Representante legal : Karla González Roa
Rut : 17.279.040-2
Demandada 2 : Telefónica Chile S. A.
Rut : 90.635.000-9
Domicilio : Avenida Providencia #111, Providencia, Santiago
Representante legal : Rafael Zamora Sanhueza
Rut : 9.672.415-2

EN LO PRINCIPAL: Interpone demanda de despido improcedente, nulo y cobro de


prestaciones laborales y previsionales; PRIMER OTROSÍ: Solicita se notifique a
Instituciones de Seguridad Social; SEGUNDO OTROSÍ: Solicita oficios a dichas
instituciones; TERCER OTROSÍ: Patrocinio y poder.

S. J. L. DEL TRABAJO DE SANTIAGO (1°)

CECILIA VALESKA RODRÍGUEZ GUTIÉRREZ, cédula nacional de identidad N° 15.358.979-8,


Ejecutiva de Soporte Comercial, domiciliada en Avenida el Salto #3282, comuna de Recoleta,
ciudad de Santiago, a US. respetuosamente digo:
Que, encontrándome dentro del plazo legal y de conformidad a lo dispuesto en los
artículos 162, 163, 168, 183-B, 446 y ss. del Código del Trabajo, vengo en deducir demanda en
procedimiento ordinario por despido improcedente, nulidad del mismo y cobro de prestaciones
laborales y previsionales en contra de la YÉVENES RECURSOS HUMANOS S. A., RUT N° 79.538.350-
7, representada legalmente por doña Karla González Roa, cédula nacional de identidad N°
17.279.040-2, o quien al momento de notificar la presente demanda realice las funciones descritas
en el artículo 4° del Código del Trabajo, ambas domiciliadas en calle Rozas #2451, comuna y ciudad
de Santiago, y, en forma solidaria, en conformidad al artículo 183-B en, contra de TELEFÓNICA
CHILE S. A., RUT N° 90.635.000-9, representada legalmente por don Rafael Zamora Sanhueza,
cédula nacional de identidad N° 9.672.415-2, o quien al momento de notificar la presente
demanda realice las funciones descritas en el artículo 4° del Código del Trabajo, ambas personas
domiciliadas en Avenida Providencia #111, comuna de Providencia, ciudad de Santiago; a fin de
que US. califique el despido a que fui objeto de improcedente, declarando además su ineficacia y
obligando solidariamente a ambas demandadas al pago de las indemnizaciones y cotizaciones
previsionales que se me adeudan en atención a los hechos y fundamentos de derecho que a
continuación expongo:

RELACIÓN CIRCUNSTANCIADA DE LOS HECHOS

Antecedentes preliminares
1. Con fecha 7 de marzo de 2016 comencé a prestar servicios personales como trabajadora
dependiente, bajo vínculo de subordinación y dependencia, para la empresa YÉVENES
RECURSOS HUMANOS S. A., que a su vez presta servicios a TELEFÓNICA CHILE S. A. bajo el
régimen de subcontratación.

2. Que mis labores en Telefónica consistían en desempeñarme en el cargo de Ejecutiva de


Soporte Comercial, brindando soporte integral a todas las sucursales comerciales de dicha
empresa a lo largo del país

3. Las funciones que ejercía debían ser desarrolladas en las dependencias de Yévenes Recursos
Humanos ubicada en la Calle Rozas #2451, comuna de Santiago.

4. Mi jornada de trabajo era de 45 horas efectivas de trabajo, distribuidas en dos jornadas


diurnas de la siguiente manera:
a. Jornada de mañana: de lunes a domingo entre las 9:00 y las 19:00 horas, y
b. Jornada de tarde: de lunes a domingo entre las 11:30 y 21:30 horas.
c. En ambas jornadas se contempla una interrupción de 60 minutos diarios destinados a
colación, no imputables a la jornada de trabajo.

5. La duración de mi contrato era de carácter indefinida.


6. Que la remuneración por mí percibida asciende a un total de $1.081.604 (un millón ochenta y
un mil seiscientos cuatro pesos).

Circunstancias del término de la relación laboral


1. Que con fecha 1 de agosto del presente año 2019, aproximadamente a las 15:30, en reunión
con mi jefe directo con Bernardo Machuca, la gerente doña María Jesús Pérez y una
funcionaria de Valor Humano que desconozco, funcionarios de Yévenes S. A., se me comunica
con una carta de despido la decisión de poner término a mi contrato de trabajo por la causal
del art. 161 del Código del Trabajo, es decir por necesidades de la empresa.

2. El fundamento que sustenta dicha causal sería el hecho que la empresa principal, TELEFÓNICA
S. A., ha solicitado una restructuración del servicio prestado, viéndose supuestamente la
demandada en la obligación de generar cambios, principalmente en el área en que me
desempeñaba.

3. Que en dicha ocasión no firmé la carta de despido, y posteriormente nunca recibí la carta
certificada en mi domicilia.

4. Por último, a la presente fecha no he recibido finiquito alguno de parte de mi empleadora.

CONSIDERACIONES DE DERECHO

En cuanto al despido improcedente


Dispone el artículo 161 del Código del Trabajo que “el empleador podrá poner término al
contrato de trabajo invocando como causal las necesidades de la empresa, establecimiento o
servicio, tales como las derivadas de la racionalización o modernización de los mismos, bajas
de productividad, cambios en las condiciones del mercado o de la economía, que hagan
necesaria la separación de uno o más trabajadores. La eventual impugnación de las causales
señaladas, se regirá por lo dispuesto en el artículo 168”. Según dicho artículo, el trabajador
despedido podrá recurrir al juzgado competente para que éste declare que la aplicación de las
causales alegadas por el empleador para poner término al contrato de trabajo ha sido
injustificada, indebida o improcedente.

Vale decir que en nuestro ordenamiento jurídico prima el principio de estabilidad relativa
en el empleo, en virtud del cual el empleador sólo podrá poner fin a la relación laboral cuando
concurran determinadas causales legales, las que deberán ser invocadas y fundamentadas en una
oportunidad precisa, a través de la comunicación que establece el artículo 162 del Código del
ramo1. A contrario sensu, en Chile no existe la libertad de despido, es por ello que nuestro

1El incido primero del art. 162 exige la comunicación respecto de las causales n° 4, 5 y 6 del artículo
159, o cuando procedan las contenidas en el artículo 160. En tanto, su inciso cuarto regula la
comunicación en caso de necesidades de la empresa (art. 161 inc. Primero): “cuando el empleador
legislador laboral sanciona fuertemente el ejercicio arbitrario de las facultades del empleador a
este respecto.

En el presente caso, de acuerdo a lo expresado por la empleadora Yévenes en la


comunicación del despido, ésta pretende aplicar la causal de necesidades de la empresa puesto
que la empresa principal, Telefónica, le solicitó que el “servicio prestado debía ser
reestructurado”, por lo que “se vieron en la obligación de generar cambios en los equipos y cargos
que se encuentran prestando servicios, principalmente en el área de soporte comercial”, que es
justamente el área en que yo me desempeño. En la carta de despido no se entró en mayores
antecedentes o detalles técnicos que justificaran fehacientemente la necesidad de
reestructuración alegada por la contraparte.

En íntimo nexo con la idea del párrafo anterior, el artículo 454 n° 1 inc. segundo del Código
del Trabajo nos dice que “en los juicios sobre despido corresponderá en primer lugar al
demandado la rendición de la prueba, debiendo acreditar la veracidad de los hechos
imputados en las comunicaciones a que se refieren los incisos primero y cuarto del artículo
162, sin que pueda alegar en el juicio hechos distintos como justificativos del despido ”. En
esencia, la carta de despido debe ser lo suficientemente razonada para justificar la causal de
despido, lo que es ratificado por el Código en la norma transcrita. Ésto nos lleva a concluir la
unidad indisoluble entre los hechos imputados en la carta de despido con los hechos que deban
acreditarse en el juicio, por lo que dicha comunicación ha de satisfacer un nivel adecuado de
motivación para que el despido pueda ser calificado de procedente.

Jurisprudencia emanada de la Cuarta Sala de la Corte Suprema, en Sentencia de


Reemplazo de fecha 7 de septiembre de 2006 (ROL 757-2005), analizando el artículo 161 que
establece la causal aquí discutida nos ilustra que los casos o ejemplos que la norma contempla “no
son de carácter taxativo, es decir, que admiten situaciones análogas o semejantes; sin embargo,
deben decir relación con aspectos de carácter técnico o de orden económico. En cuanto a las
primeras, atañen a aspectos estructurales de instalación de la empresa, que provocan cambios en
la mecánica funcional de la misma. En cuanto a las segundas, se refieren, en general, a que debe
existir un deterioro en las condiciones económicas que haga inseguro su funcionamiento”.

Pues bien. No obstante señalarse en la correspondiente carta de despido el carácter


económico de la medida, ésta carece de un vicio que la hace, al parecer mío y de la propia
jurisprudencia, totalmente improcedente: su falta de fundamentación fáctica.

A estos efectos, consideramos que la postura adoptada por la Corte Suprema en fallo
sobre Recurso de Unificación de Jurisprudencia dictado el día 11 de marzo de 2015 (ROL 10.636-
2014, considerando 5°) es la doctrina correcta. A saber: “…la causal invocada sobre necesidades de
la empresa ha de permitir demostrar, conforme se dispone en el inciso primero del artículo 161
del Código del Trabajo, que el despido de uno o más trabajadores es necesario, lo que sólo se

invoque la causal señalada en el inciso primero del artículo 161, el aviso deberá darse al trabajador, con
copia a la Inspección del Trabajo respectiva, a lo menos con treinta días de anticipación. Sin embargo,
no se requerirá esta anticipación cuando el empleador pagare al trabajador una indemnización en
dinero efectivo sustitutiva del aviso previo, equivalente a la última remuneración mensual devengada”.
logra si expresa en la carta en qué consiste la causal invocada y cómo deriva de los hechos
descritos la necesidad de despedir a uno o más trabajadores. Todas estas circunstancias que deben
ser precisadas en la carta de despido, pueden ser impugnadas por el trabajador ante el juzgado
competente dentro del plazo legal, a fin de que si se hace lugar a lo planteado se condene al
empleador a los recargos legales que sean procedentes; además, como ya se dijo, los hechos en
que se funda no pueden ser modificados por el empleador durante el juicio. Se deduce de lo
anterior, que para realizar cabalmente la impugnación de la causal, el trabajador debe tomar real
conocimiento de las circunstancias que el empleador ha considerado para poner término a su
contrato, no bastando que se mencionen alguna o algunas de las razones que se indican a modo
ejemplar y de manera abstracta en el inciso primero del artículo 161 del Código Laboral”.

En conclusión, el empleador dispone de una oportunidad previamente determinada por la


ley para señalar la causal de despido y los hechos en que se funda. Si no lo hace, o lo hace de
modo deficiente, se encontrará privado de invocarlos o rectificarlos en un juicio posterior.
Justamente así ha ocurrido en el caso de marras.

Nulidad del despido


Sin perjuicio de lo expuesto precedentemente, debo señalarle a SS. que el inciso quinto del
artículo 162 del Código prescribe que “para proceder al despido de un trabajador por alguna de
las causales a que se refieren los incisos precedentes o el artículo anterior, el empleador
deberá informar por escrito el estado de pago de las cotizaciones previsionales devengadas
hasta el último día del mes anterior al del despido, adjuntando los comprobantes que lo
justifiquen. Si el empleador no hubiere efectuado el integro de dichas cotizaciones
previsionales al momento del despido, éste no producirá el efecto de poner término al
contrato de trabajo”.
Como bien señala el art. 162, para proceder al despido el “empleador deberá informar por
escrito el estado de pago de las cotizaciones previsionales devengadas hasta el último día del mes
anterior al del despido, adjuntando los comprobantes que lo justifiquen”. En la reunión de fecha 1
de agosto en que me comunicaron la terminación de la relación laboral jamás me informaron
sobre el estado de pago de mis cotizaciones previsionales, ni siquiera verbalmente.

Como se acreditará en la correspondiente etapa procesal, el empleador no me ha pagado


en forma íntegra las cotizaciones previsionales, debiendo en consecuencia considerarse que el
contrato de trabajo sigue subsistiendo y devengando las respectivas prestaciones laborales y
previsionales derivadas de su contenido normativo hasta su convalidación.

Prestaciones adeudadas
En razón de lo expuesto en los apartados anteriores, vengo en demandar a mi empleadora
directa, Yévenes Recursos Humanos S. A., y en forma solidaria a Telefónica Chile S. A. en virtud del
artículo 183-B del Código del Trabajo, por los siguientes conceptos y sus consiguientes recargos
legales cuando corresponda:
a. Indemnización por años de servicios (4 años)2 : $ 4.338.416.-
b. Recargo del 30% a la indemnización anterior : $ 1.301.525.-
c. Indemnización por falta de aviso previo : $ 1.084.604.-
d. Feriado proporcional (6 días hábiles, 2 inhábiles=8 días) : $ 288.428.-
e. Cotizaciones previsionales, de salud y seguro de desempleo (correspondiente al total
de la relación laboral: 41 meses*$201.159 mensuales) : $ 8.247.519.-
f. TOTAL : $ 15.260.492.-

POR TANTO, de acuerdo a lo expuesto y en virtud de lo dispuesto en los artículos 162, 163,
168, 183-B, 466 y ss. del Código del Trabajo, y demás normas pertinentes o aplicables,

PIDO A SS. tener por interpuesta demanda en procedimiento ordinario de despido


improcedente, de nulidad del despido y de cobro de prestaciones laborales y previsionales en
contra de Yévenes Recursos Humanos S. A. y en forma solidaria en contra de Telefónica Chile S.
A., ya individualizadas, admitiéndola a tramitación y aceptándola en todas sus partes, y, en
definitiva:

a. Declarar que mi despido es improcedente;

b. Declarar que el despido es nulo por no cumplir el empleador directo con las exigencias
legales;

c. Condenar solidariamente a las demandadas al pago de las prestaciones adeudadas que


fueron calculadas en el cuerpo de la demanda, las que deberán ser debidamente
reajustadas acorde a la variación porcentual que experimente el Índice de Precios al
Consumidor aplicando a tales montos el máximo interés legal permitido, de la siguiente
manera:
 Indemnización por años de servicio : $ 4.338.416.-
 Recargo del 30% a la indemnización anterior : $ 1.301.525.-
 Indemnización por falta del aviso previo : $ 1.084.604.-
 Pago del feriado legal : $ 288.428.-
 Cotizaciones adeudadas : $ 8.247.519.-
 Total pretensiones : $ 15.260.492;

d. Condenar solidariamente a las demandadas al pago de mis remuneraciones entre la fecha


del despido y la convalidación del mismo; y

2 Demando 4 años puesto que el día 8 de septiembre de 2019 se cumplirá la fracción superior a seis
meses establecida en el artículo 163 del Código del Trabajo que hace procedente el aumento de la
indemnización en cuestión. Lo anterior ocurrirá solamente en caso de acogerse la demanda de nulidad
del despido.
e. Se condene expresamente a las demandadas, en cuanto fuere procedente, al pago de las
costas.

PRIMER OTROSÍ. Solicito a US. notifique a las siguientes instituciones:

a. AFP Módelo
b. Isapre Banmédica
c. AFC Chile

SEGUNDO OTROSÍ. Ruego a SS. solicitar oficios a las instituciones referidas en el otrosí anterior
con el objeto de dar cuenta del estado de pago de las respectivas cotizaciones de salud, de
pensiones y de cesantía, en lo que respecta a los últimos 41 meses (duración de la relación
laboral), o por el tiempo que US. estime pertinente.

TERCER OTROSÍ. Sírvase US. tener presente que por este acto designo en calidad de abogados
patrocinantes y confiero poder a don BASTIÁN NICOLÁS RIVEROS GONZÁLEZ, cédula nacional de
identidad N° 18.699.125-7, y don MARIO IGNACION LÓPEZ TORO, cédula nacional de identidad N°
19.020.635-1, ambos abogados habilitados para el ejercicio de la profesión, con todas y cada una
de las facultades consagradas en ambos incisos del artículo 7° del Código de Procedimiento Civil; y
cuyo domicilio para todos los efectos legales se encuentra en Calle Santa Elena #2222, comuna de
San Joaquín, ciudad de Santiago.

Mario Ignacio López Toro Bastián Nicolás Riveros González


19.020.635-1 18.699.125-7
Abogado patrocinante Abogado patrocinante

Cecilia Valeska Rodríguez Gutiérrez


15.358.979-8
Demandante

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