La morfología es la forma externa de las ciudades. Esta se ve influenciada por el
emplazamiento (relación con el medio físico: sobre una colina, en la ribera de un río, etc.) y la situación (posición relativa de la ciudad con respecto al entorno próximo: otras ciudades, vías de comunicación, etc.). Su estudio se realiza sobre un plano, que es la representación a escala de los espacios construidos (edificios) y de la trama urbana (calles, parques, y otros espacios vacíos). La Morfología Urbana es identificada dentro del área del urbanismo, primeramente, en Italia, en la preservación del patrimonio histórico. Y su estudio surge a partir de las actitudes asumidas por los arquitectos y urbanistas en el movimiento moderno, en relación a las ciudades históricas. Siendo los italianos los pioneros, debido a su enorme herencia urbanística y la continua evolución y adaptación de sus ciudades.
Actualmente se considera fundamental el estudio de la Morfología Urbana
como antecedente para la creación Contemporánea, “y es más importante si se trata de insertar la arquitectura contemporánea en contextos históricos”. Por lo tanto, para conocer y entender las modificaciones urbanas en el tiempo y en el espacio, y entender su imagen actual, es necesario analizar los estudios de la forma urbana, comprendiendo la evolución, comprensión y transformación de sus elementos urbanos y sus interrelaciones, posibilitando la identificación, de formas más apropiadas, cultural y socialmente, para la recuperación o diseño de nuevas áreas.
Ortogonal Radiocentrico Irregular
La forma sobre el plano de la ciudad puede ser de diferentes maneras dependiendo
de la trama viaria: ortogonal o en damero, cuando el plano de la ciudad sigue una estructura cuadriculada, con calles que se cruzan en ángulo recto (también llamado plano hipodámico) su desarrollo es habitual en la historia del urbanismo desde las ciudades griegas o romanas, las ciudades coloniales hispanoamericanas o los ensanches europeos del siglo XIX; radiocéntrico: cuando desde el centro de la ciudad parten múltiples calles en todas direcciones a modo de radios, mientras que otras circulares las cortan y rodean por completo al centro urbano (ejemplo de ello es Budapest); e irregulares, que contiene calles estrechas y sinuosas, muchas de ellas sin salida, originadas por la inexistencia de planificación previa a la construcción; las manzanas de viviendas eran por tanto irregulares y compuestas por edificios altos en los que se hacinaba la población. Las ciudades de origen medieval suelen tener este tipo de configuración.
Morfología Urbana Ortogonal o Reticular
Las calles son anchas, rectas y perpendiculares, creando una forma de damero. La circulación es fácil y rápida, aunque se complica cuando se hacen trayectos transversales, por lo que también se acostumbra a trazar calles en diagonal. Morfología Urbana Irregular Las calles pueden ser tanto angostas como anchas, rectas como curvas, la circulación es complicada ya que pueden llegar varias calles al mismo punto como separarse demasiado una de la otra, todo su crecimiento es irregular sin un trazo definido. Morfología Urbana Radio Céntrico La ciudad se organiza en torno a un punto central a partir del cual se proyectan las calles como si fueran los radios de una bicicleta, lo que permite un rápido acceso al centro urbano. Para evitar que el tránsito tenga que cruzar el centro de la ciudad, se crean grandes avenidas que forman círculos concéntricos o vías de ronda.