UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Maestría en urbanismo
Presentado por: Juan Sebastián Fecha: 20/09/2019
Sánchez Salazar
Asignatura: Planeación y Gestión Docente: José Salazar
Reseña Secchi, Bernardo “Primera lección de urbanismo” Pontificia Universidad
No. Católica del Perú, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Lima-Perú,
2014.
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Palabras
clave:

Bernardo Secchi (1934-2014) fue un arquitecto, urbanista y profesor, Enseñó en varias

universidades, entre ellas, en la Escuela de Arquitectura de Ginebra, la Universidad de
Lovaina, la de Zúrich y el Instituto de Urbanismo de París.

Secchi considera que, a pesar de la evidente heterogeneidad entre metrópolis de todo el

mundo, los problemas a resolver son análogos, es decir que el urbanismo es un campo
de conocimiento universal (según Javier Yoltic Medina), Secchi propone una
“interpretación histórico-filosófica del espacio-ciudad y de su funcionamiento como
elemento narrativo de las características de una sociedad particular”, esta característica
se ve reflejada en toda su obra.

Con Primera lección de urbanismo, el autor tiene como propósito darle identidad al
urbanismo mediante tesis que establezcan sólidas bases teóricas y empíricas, las bases
teóricas son aquellas que se fundamentan en el análisis de los asentamientos humanos
en un territorio que se reflejan en leyes y normas mientras que las bases empíricas se
refieren a la práctica proyectual del urbanismo, en pocas palabras la premisa de Secci
es; el urbanismo está compuesto de una teoría (discurso narrativo, leyes, normas) que
respalda o se traduce en la práctica proyectual del urbanista (planes parciales, proyectos
urbanos).

El autor plantea algunas hipótesis a lo largo de los cuatro capítulos con el objetivo final
de establecer al urbanismo como otro campo de conocimiento que no se puede encasillar
en una ciencia exacta ni natural y tampoco en el campo de las artes, el urbanismo es
para Secci un campo de conocimiento que se fundamenta en las ciencias (retórica de la
precisión) pero también en la experiencia (retórica de la realidad), es un conjunto de
prácticas y saberes que establecen un propio discurso autónomo, este discurso con el
tiempo genera diferentes formas de pensamiento o figuras que se traducen en formas
de ciudad, por eso es necesario volver a las raíces del urbanismo y recorrer su historia y
relacionarla con la historia de las ciudades ya que en ambos casos el desarrollo se dio
mediante un proceso de selección acumulativa, ¿Que se conserva o se reutiliza? y ¿Que
se destruye o se cambia?
Con el fin de entender un poco mejor este proceso de selección acumulativa, Secchi
recurre a una matriz que enfrenta por un lado la forma de pensar o figura de una sociedad
(de los urbanistas) y por el otro la forma o morfología de la ciudad y como esto varía en
el tiempo. Esta “línea de tiempo” o matriz permite agrupar por épocas e identificar la figura
que corresponde a cada época comenzando en el renacimiento (siglo XV) y terminando
en el siglo XX, ya que es donde aparece el concepto de modernidad en la humanidad.

La primera figura que presenta Secci es la progresiva, esta figura se desarrolla a lo largo
de los siglos XV – XVII, es la primera etapa de la modernidad en donde existe un cambio
sustancial en la representación de la racionalidad del hombre, se pasa básicamente de
un modelo feudal, a un modelo donde la tierra se empieza a subdividir continuamente,
esto genera a su vez un división en el trabajo, empiezan a especializarse las personas
en oficios y trabajo cada vez más específico que apuntan a la sincronización social, a la
homogeneidad, al bien común por encima del bien personal, en este contexto es que
aparece la figura de la continuidad entre el siglo XVIII – XIX, esta forma de pensamiento
da pie a sub división de poderes y a la democracia, todo esto empieza tener una
repercusión en la forma como se hace y se planea la ciudad, un ejemplo claro es la
aparición de tejidos urbanos regulares que apuntan a un espacio urbano ordenado y
transparente como reflejo de la sociedad moderna.

A partir de la figura de la continuidad, los urbanistas se empiezan a dividir y a tomar

partido en diferentes maneras de abordar el mismo discurso que al final a punta a el
bienestar común y a negar la identidad individual y en este sentido aparecen dos figuras
que se contraponen, por un lado la figura de la concentración cuyo resultado físico es la
metrópolis y por otro lado la figura de la descentralización cuyo que se fundamenta en la
idea de la utopía, esta tiene como resultado físico las garden cities o ciudad jardín. Es
claro como el urbanista en la época moderna es el mediador entre la imaginación
colectiva y la realidad.

Ya a finales del siglo XX con la explosión demográfica viene problemas como la

dispersión urbana que empiezan lentamente a marcar el paso a la figura de la
fragmentación, la impresión de homogeneidad que la ciudad moderna tenia (Paris de
Haussman) se empieza a perder y el urbanismo como practica proyectual se comienza a
dividir en dos según sus raíces (dice Secci) la primera refiere a los métodos anglosajones
como el arts and crafts, que apuntan a buscar en el pasado formas de acoger las nuevas
exigencias sin perder el carácter narrativo del espacio público y por otro lado está la forma
de hacer ciudad “nota por nota”(dice Secci) que tiene sus raíces en las vanguardias
literarias, musicales y de las artes visuales, Secci a partir de allí, realiza una crítica propia
a el urbanismo contemporáneo y sobre todo a los urbanistas ya que esta segunda manera
de hacer ciudad (nota por nota) para el autor, apuntan a la fragmentación de la realidad,
he “imposibilita restablecer la unidad de la experiencia” y el orden.

En este sentido el autor a lo largo de los cuatro capítulos hace un crítica sobre el
urbanismo contemporáneo y sus prácticas especulativas, prácticas que se reducen a
normas urbanas inmobiliarias que pueden ser manipuladas para beneficio de entes
privados y eso a su vez promueve la fragmentación en el territorio que se traducen en
fenómenos como la dispersión sub urbana (sprawl urbano) , lo que Secci propone como
actividad fundamental del urbanista del siglo XXI es la distribución equitativa de los bienes
de la ciudad entre los diversos grupos sociales que componen la sociedad
contemporánea. Para lograr este objetivo es necesario hacer normas urbanas que formen
(como dice Secci) un corpus de amplias dimensiones y en este sentido el describe dos
tipos de normas, por un lado las tradicionales que son reglas escritas y diseñadas para
la producción concreta de obras y las normas de construcción que atreves del control de
los beneficios y las limitaciones empieza a beneficiar a los particulares que influyen en la
trasformación de la ciudad ,este último tipo de normas (Secci argumenta)no son del todo
malas si existe una mezcla entre lo público y lo privado, entre los beneficios particulares
(aquellos que poseen el dinero) y los beneficios para la ciudad.

Críticas y conclusiones

En los primeros cuatro capítulos del libro Primera lección de urbanismo de Bernardo
Secci, se abordan temas esenciales para entender la ciudad y su desarrollo a lo largo del
tiempo en un territorio, en este sentido creo que el libro cumple el objetivo de ser una
introducción al urbanismo. Algunos de los temas que se tratan en estos capítulos son
familiares ya que (al igual que el urbanismo) están ligados a las problemáticas de la vida
cotidiana de la ciudad, a la realidad de una ciudad como Bogotá, en donde la lógica de
poder territorial con la que se ha venido manejando el suelo en Bogotá y la sabana ha
permitido una conducta, en donde el dueño por medio de promotores inmobiliarios
privados escogen, elijen o cambian el uso del suelo, este mecanismo de transformación
del uso del suelos construye una ciudad y una sociedad desigual y es una problemática
que Bernardo Secci trata ya que existe una crítica continua que el autor hace sobre el
urbanismo contemporáneo, a pesar de que concuerdo con la hipótesis de que” las
dificultades del urbanismo de hoy se deben a la falta de comprensión de la transición
entre la ciudad moderna y la ciudad contemporánea”, creo que esta falta de comprensión
se debe a muchos factores que son heredados de la sociedad que tanto admira el autor
(sociedad moderna) y en este sentido siento que no todo lo que se hace hoy es malo o
reprobable.