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El sistema nervioso central (SNC) es aquel compuesto por el cerebro, la médula espinal y los

nervios ópticos. Se denomina “central” porque integra información proveniente de todo el


organismo y coordina la actividad de éste.
Este sistema tiene una gran variedad de funciones. En general, se puede decir que dirige los
procesos cognitivos, las emociones, el movimiento y la percepción de estímulos.
sistema nervioso central, cerebro y médula
Cerebro y médula espinal.
El cerebro y la médula espinal están recubiertos por una membrana protectora llamada
meninges. Ésta hace que el SNC sea el más protegido del cuerpo, y sirve para amortiguar los
golpes y nutrir dichas estructuras.
En el espacio subaracnoideo de las meninges, circula el líquido cefalorraquídeo. Protege a
nuestro cerebro y mantiene su metabolismo. También viaja por las cavidades de nuestro
cerebro, que se conocen como ventrículos cerebrales.
La unidad básica del sistema nervioso central es la neurona. Es un tipo especial de célula nerviosa
que transmite mensajes eléctricos y químicos para ejercer diferentes efectos en sus células
vecinas.
Además de las neuronas también se distinguen las células gliales, conocidas como las “células
de sostén”. Sirven para dar apoyo a las neuronas, desplazarlas, y darles oxígeno y nutrientes.
Hay mayor cantidad de estas células que de neuronas, en una proporción de 10 a 1.
El sistema nervioso central se ha estudiado ampliamente durante años, pero aún guarda muchos
misterios por descubrir.
Partes del sistema nervioso central
En general, el sistema nervioso central se compone del cerebro y la médula espinal. Aunque a
veces se incluyen la retina, los nervios ópticos, los nervios olfativos y el epitelio olfativo. Esto es
porque conectan directamente con el tejido cerebral.
Por otra parte, también se suelen hablar de dos partes del sistema nervioso central: la sustancia
blanca y la sustancia gris.
La sustancia blanca es aquella que está formada por los axones mielinizados de las neuronas y
los oligodendrocitos.
La mielina, que recubre los axones y hace que los impulsos nerviosos viajen mucho más rápido,
le dan un color blanco a la zona. La materia blanca está en las áreas más interiores del cerebro,
y en las exteriores de la médula espinal.
La sustancia o materia gris, por otro lado, se compone de somas neuronales (núcleos de la célula)
y dendritas sin mielina. En el cerebro se encuentra en la capa más externa. Mientras que, en la
médula espinal, se sitúa en el interior.
A continuación, puedes saber más sobre los componentes principales del sistema nervioso
central:
Cerebro
El cerebro es el órgano más complejo del cuerpo. Parece ser que se compone de 100 mil millones
de neuronas aproximadamente, que establecen innumerables conexiones entre ellas.
Este órgano utiliza un 20% del oxígeno que respiramos, constituyendo un 2% de nuestro peso
completo.
El cerebro suele dividirse en lóbulos: el lóbulo occipital, el parietal, el temporal y el frontal. Los
científicos han descubierto a lo largo de años de investigación que cada uno de ellos se vincula
con un grupo de funciones.
Sin embargo, no hay que olvidar que esto es muy general. Nuestras conductas dependen más
de circuitos distribuidos por el cerebro y grupos de neuronas que de una porción cerebral
localizada.
Los lóbulos cerebrales son:
– Lóbulo occipital: se encuentra en la parte posterior del cerebro, reciben la información visual
y la interpretan.
– Lóbulo parietal: están delante de los lóbulos occipitales. Se asocian con el procesamiento de
información sensorial (tacto, temperatura, dolor, gusto…) y la percepción espacial.
– Lóbulo temporal: se sitúan a cada lado del cerebro, detrás de las orejas. Son importantes para
procesar la información auditiva, el lenguaje y la memoria.
– Lóbulo frontal: está en la parte frontal del cerebro. Participa en los movimientos voluntarios y
se coordina con otras partes del cerebro para el habla, organización y planificación, memoria,
etc.
En el apartado de funciones podrás saber más sobre las tareas que ejecuta cada lóbulo.
Por otro lado, también suelen diferenciarse en el cerebro las estructuras corticales y
subcorticales. Las primeras son las capas más exteriores y evolutivamente nuevas. Mientras que
las segundas son las más cercanas a la base del cráneo, interiores y primitivas.
La corteza cerebral posee funciones más complejas y elaboradas propias de primates y
humanos.
Mientras que las estructuras subcorticales manejan tareas más sencillas compartidas por
mamíferos (sistema límbico), e incluso reptiles (tronco cerebral).
Médula espinal
Se trata de una estructura continua que va desde el cerebro, comenzando en la base del cráneo,
hasta el final de la columna vertebral.
Se conecta con una parte del cerebro llamada tronco cerebral, alojándose en el canal espinal.
De la médula salen las diferentes raíces nerviosas hacia los dos lados del cuerpo. Así, se conecta
con el sistema nervioso periférico que llega a las articulaciones, músculos y piel.
La médula espinal transmite mensajes de ida y vuelta entre el cerebro y los nervios periféricos.
Por ejemplo, el cerebro puede dar órdenes motoras que viajan hacia la columna y llegan a los
músculos.
O bien, la información que llega de los sentidos puede desplazarse desde los tejidos sensoriales
(como la piel) hacia la médula espinal. Desde allí, llegará hasta el cerebro.
También permite que demos respuestas motoras rápidas, como los reflejos, sin que la
información tenga que procesarse en el cerebro. Por ejemplo, cuando retiramos rápido la mano
de un objeto muy caliente.
Nervios craneales
Existen 12 pares de nervios craneales que salen directamente desde el cerebro, pasando a través
de los agujeros del cráneo. Sirven para intercambiar información entre el cerebro y otras partes
del cuerpo, sobre todo la cabeza y el cuello.
De estos 12 pares, los ópticos, los olfativos y los terminales se consideran parte del sistema
nervioso central.
Los nervios ópticos se encuentran detrás de los ojos, y llevan información visual desde la retina
hasta el cerebro.
Los nervios olfativos, llevan mensajes de olor a la parte superior de la cavidad nasal, que recibe
el nombre de bulbo olfatorio. Éste transmite la información al cerebro.
Mientras que el papel de los nervios craneales terminales no se conoce con exactitud. Algunos
creen que es un vestigio o que participan en la producción de feromonas.
Funciones del sistema nervioso central
Es enormemente complejo enumerar todas las funciones del sistema nervioso central. Ejerce
tantas funciones y tan variadas, que resulta más adecuado centrarse en estudiar cada región por
separado.
Aquí te presento un breve resumen, pero ten en cuenta que esta lista no es completamente
exhaustiva.
Funciones del cerebro
El cerebro posee un papel central en la regulación de la mayoría de las funciones corporales,
coordinando una gran variedad de tareas.
Va desde la secreción de hormonas, el nivel de conciencia, los movimientos más sencillos, la
percepción de estímulos, las emociones, la creación de recuerdos, hasta el lenguaje y los
pensamientos.
Para realizar dichas funciones, el cerebro tiene ciertas áreas dedicadas a ellas. No obstante, la
mayoría de las funciones superiores como la resolución de problemas, el lenguaje, el
razonamiento o la planificación, requieren que distintas zonas del cerebro trabajen en conjunto.
Podemos dividir las funciones cerebrales según cada lóbulo:
Lóbulo occipital
Contiene la corteza visual, el área que controla la percepción visual. Proyecta la información a
otras partes del cerebro para su identificación e interpretación.
Lóbulo parietal
Integra información que proviene de los sentidos, como el tacto o el gusto. Además, regula la
percepción de la posición de las propias partes del cuerpo, y la relación de uno mismo con
respecto al espacio.
Es decir, es importante para la percepción espacial y la navegación. También se ha encontrado
que se relaciona con el reconocimiento de números y la realización de cálculos matemáticos.
Lóbulo temporal
lóbulo temporal de hombre
Procesa algunos aspectos del lenguaje, además de información auditiva. Almacena memorias a
largo plazo con la ayuda del hipocampo. Además, es importante en el procesamiento visual
complejo, como el reconocimiento de rostros.
También contiene la amígdala, una estructura fundamental para memorizar y desencadenar
emociones (sobre todo negativas).
Lóbulo frontal
Se asocia con funciones complejas y elaboradas. Entre ellas están la atención, la memoria de
trabajo, la motivación, la planificación, autocontrol, expresión del lenguaje y regulación
emocional.
Por otra parte, hay estructuras fundamentales del cerebro que no se vinculan a un lóbulo en
concreto. Algunos ejemplos son:
Ganglios basales
Los ganglios basales, que se encuentran en el interior del cerebro y controlan los movimientos
voluntarios. También se vinculan con el aprendizaje de secuencias motoras como aprender a
tocar un instrumento o patinar.
Cerebelo
Es una estructura situada en la base del cerebro. Se asocia tradicionalmente con el equilibrio y
la coordinación.
Además, participa en el control motor fino y preciso, y la generación del tono muscular. Sin
embargo, se ha descubierto que participa en algunos tipos de memoria, atención, habilidades
espaciales y lenguaje.
Tálamo
Se encuentra en el centro del cerebro. Recibe información motora y sensorial y la transmite a
otras partes de la corteza cerebral. Se asocia con la conciencia, el nivel de alerta y el sueño.
Hipotálamo
Hipotálamo
Está justo encima del tronco encefálico y se encarga de liberar neurohormonas. Éstas sirven para
regular la temperatura corporal, el hambre y la sed.
Bulbo raquídeo
Se localiza debajo del cráneo, y desencadena muchas funciones involuntarias como la
respiración, el mantenimiento de la presión arterial, el estornudo, o el vómito.
Funciones de la médula espinal
Como ya se ha comentado, la médula espinal es la intermediaria entre el cerebro y el sistema
nervioso periférico. Es muy importante en la percepción sensorial de las articulaciones,
músculos y piel; además de controlar el movimiento.
La médula espinal puede dirigir movimientos sin la participación del cerebro, como pasa con los
reflejos o mientras caminamos.
Esta estructura puede coordinar todos los músculos necesarios para caminar, interviniendo sólo
el cerebro para iniciar o interrumpir el proceso. Al igual que intervendría si aparecen
imprevistos, como un objeto que impida avanzar.
Enfermedades del sistema nervioso central
Como este sistema es tan amplio y complejo, un gran número de condiciones diferentes pueden
alterar su funcionamiento.
Las lesiones o enfermedades que afectan a este sistema, pueden provocar la pérdida o deterioro
de algunas de las funciones mencionadas. Esto puede conllevar a un menor o mayor grado de
discapacidad. Dependiendo del lugar donde se produzca el daño, los síntomas pueden varían en
gran medida.
Los principales factores que pueden perjudicar el funcionamiento del sistema nervioso central
son:
Traumas
Se trata de cualquier tipo de daño adquirido (por un golpe intenso, por ejemplo) en el cerebro
o médula espinal. Según el área lesionada, los síntomas pueden ir desde parálisis o problemas
motores hasta apatía o desinhibición.
Accidentes cerebrovasculares
Consiste en la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro. Como las neuronas se quedan sin
oxígeno, mueren.
Por eso, los resultados son parecidos a los que surgen de un trauma. Sin embargo, los accidentes
cerebrovasculares pueden afectar a circuitos más específicos del cerebro. Por ejemplo, los
encargados de producir o comprender el lenguaje. Un ictus en dichos circuitos puede producir
afasia.
Infecciones
Algunos microorganismos o virus tienen la capacidad de invadir el sistema nervioso central,
como ocurre en la meningitis o la encefalitis. Los virus que pueden afectar al sistema nervioso
central son el virus del herpes, el herpes zóster, los enterovirus, los arbovirus, etc.
Degeneración
Existen condiciones, en las que, por causas aún no definidas, el cerebro o médula espinal se van
degenerando progresivamente. Esto es lo que ocurre la demencia. Algunos ejemplos son el
Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis lateral amiotrófica, la Corea de Huntington, etc.
Trastornos estructurales del neurodesarrollo
Se tratan de defectos del nacimiento en el que alguna parte del sistema nervioso central no se
ha desarrollado o madurado adecuadamente. Esto se observa en la anencefalia, por ejemplo,
en la que el bebé nace sin algunas partes del cráneo, cuero cabelludo y cerebro.
También se categorizan como trastornos del neurodesarrollo la discapacidad intelectual, el
TDAH, los trastornos del aprendizaje (como dislexia), autismo o trastorno del lenguaje.
Tumores
Los tumores benignos o cancerosos pueden afectar a cualquier parte del sistema nervioso
central y provocar síntomas que dependerán de dónde aparezcan. Lo que produce un quiste o
tumor es que presiona los tejidos de su alrededor, haciendo que se compriman y aumentando
la presión intracraneal.
Enfermedades autoinmunes
En ocasiones, el sistema inmunitario puede atacar por error a tejidos sanos del cerebro o médula
espinal. Principalmente a la mielina de algunas áreas. Esto es lo que ocurre en la encefalomielitis
diseminada aguda y en la esclerosis múltiple.
Además, hay muchas enfermedades del sistema nervioso central que surgen por una
combinación de los factores enumerados y participación de los genes. Por ejemplo, esto ocurre
con trastornos psiquiátricos y psicológicos como la depresión, el trastorno bipolar o la
esquizofrenia.

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