Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Elaboraron:
Es un elemento que tiene características químicas muy diversas: hay péptidos, proteínas,
complejos proteicos, moléculas pequeñas derivadas de aminoácidos, compuestos lipídicos
derivados del ácido araquidónico y compuestos esteroideos derivados del colesterol.
Clasificación
Las moléculas de señalización se clasifican según sus propiedades de solubilidad y
localización de sus receptores, en:
1. Hormonas vegetales
Las células de las diferentes partes de una planta coordinan sus actividades mediante la
comunicación entre ellas. Las células vegetales usan hormonas para comunicarse entre sí.
Las hormonas vegetales son moléculas de señalización que pueden estimular o inhibir el
desarrollo de las plantas, incluyendo el crecimiento. Las señales ambientales como la
disponibilidad de agua, la duración de la noche, la temperatura y la gravedad influencian a
las plantas para que activen la producción y dispersión de las hormonas.
Los cinco tipos de hormonas vegetales: giberelinas, auxinas, ácido abscísico, citocininas y
etileno, ver sus efectos en tabla 2, interactúan entre sí para orquestar el desarrollo vegetal.
(Karp, 2009)
Giberelinas
El crecimiento y otros procesos del desarrollo en todas las plantas con flor, gimnospermas,
musgos, helechos y algunos hongos, son regulados en parte por las giberelinas. Estas
hormonas inducen la división y la elongación celular en el tejido del tallo; de este modo,
causan el alargamiento de los tallos entre los nodos, también participan en romper la
latencia de las semillas, en la germinación de las semillas, en la inducción de la floración
en plantas bianuales, entre otras.
Auxinas
Promueven o inhiben la división y la elongación celular, dependiendo del tejido donde llevan
a cabo su acción. Las auxinas que se producen en los meristemos apicales provocan la
elongación de los brotes. También inducen la división y la diferenciación celular en el
cambium vascular, en el desarrollo del fruto en los ovarios, y en la formación de raíces
laterales en las raíces, efectos inhibitorios; Por ejemplo, el producido en la punta de un brote
impide el crecimiento de las yemas laterales junto con el alargamiento del tallo, un efecto
llamado dominancia apical e inhiben la abscisión, que es la caída de las hojas, flores y frutos
de la planta.
Citocininas
Se forman en las raíces y viajan a través del xilema hacia los brotes, en donde inducen las
divisiones celulares en los meristemos apicales, liberan a las yemas de la dominancia
apical, e inhiben el proceso de envejecimiento normal en las hojas.
Etileno
La única hormona gaseosa, se produce en células dañadas y en el otoño en plantas
deciduas, o al final del ciclo de vida como parte de un proceso normal de envejecimiento
de la planta. Inhibe la división celular en los tallos y en las raíces e induce la maduración y
la caída de frutos y hojas.
2. Receptores
Desde hace casi un siglo, los científicos postularon que la detección de las señales
extracelulares debería involucrar receptores, estructuras que reconocen al mensajero
extracelular y que transducen el mensaje al ambiente intracelular. La detección y la
cuantificación de estos receptores ha sido posible desde la década de 1960 con el
desarrollo de técnicas de detección muy sensibles que emplean ligandos radiactivos y la
implementación de otras técnicas poderosas como la cromatografía de afinidad y las
técnicas de biología molecular.
Hoy en día sabemos que la respuesta celular a una molécula mensajera, designada en
forma general como ligando (hormona, citosina, factor trófico o neurotransmisor), depende
de su enlace o interacción con un receptor específico para ese ligando. Generalmente, el
receptor es una proteína que puede estar localizada en la superficie de la célula blanco, el
citosol o su núcleo. Las interacciones o uniones ligando-receptor son de alta afinidad, no
covalentes, y ocasionan un cambio conformacional en el receptor, el cual inicia una serie
de reacciones que conducen a un cambio en la función celular.
La mayoría de los receptores identificados han sido descritos en base a su capacidad para
unirse a ligandos radiactivos particulares tal como se muestra en la figura de a continuación,
estudios que han permitido caracterizar su especificidad y su cinética de enlace. En algunos
casos usando reactivos entrecruzadores que permiten enlazar covalentemente receptores
con sus ligandos, ha sido posible establecer el peso molecular aproximado del receptor, al
visualizar estos complejos a través de electroforesis en gel y sustrayendo el peso del
ligando.
Los motivos estructurales que unifican al grupo de receptores con actividad enzimática
son las regiones o dominios citoplásmicos, los cuales son de naturaleza catalítica. Las
diversas reacciones enzimáticas de las regiones citoplásmicas de este grupo de
receptores incluyen: actividad de cinasas de proteínas, fosfatasas de proteínas y
guanilato-ciclasas.
3. Receptores acoplados a las proteínas G
En general, las respuestas finales de una célula a estímulos que llegan a través de vías
de señalamiento por proteínas G, son fisiológicas más que de desarrollo, de corto más
que de largo plazo, y dirigidas a la actividad de proteínas preexistentes más que a la
expresión de nuevos genes, aunque pueden ocurrir también efectos sobre la
transcripción, traducción y expresión genética.
Las moléculas localizadas en la superficie celular capaces de unir ligandos con alta
afinidad y especificidad, pero incapaces de transducir por sí mismos la señal al interior
celular se denominan receptores accesorios. No obstante, un nombre más adecuado
para este tipo de moléculas es el de “correceptores”, pues su presencia regula la unión
de los ligandos a sus auténticos receptores de señalamiento y con ello determina la
actividad del ligando en cuestión. Unos de los correceptores mejor estudiados son los
proteoglicanos de sulfato de heparán. Este tipo de glicoproteínas están compuestas por
una proteína medular, a la cual se unen covalentemente carbohidratos complejos,
llamados glicosaminoglicanos. Los sulfatos de heparán son una variedad de
glicosaminoglicanos que unen FGF (factor de crecimiento fibroblástico) y lo presentan
a sus receptores de señalamiento, los cuales son proteínas transmembranales con
actividad de cinasas de tirosina.