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Himno del Estado Yaracuy

Letra Vicente Salias (atribuido),


c. 1810 Letra: Himno del Estado Yaracuy
Música Juan José Música: F. Abdón Ramirez
Landaeta (atribuido), c. 1810 Año: 1850, aprobo en 1917
Himno de Venezuela Coro

Coro Alto la fama pregona


Gloria al bravo pueblo mil gloriosas tradiciones,
la opulencia de mi zona,
que el yugo lanzó la virtud de mis varones.
la Ley respetando
I
la virtud y honor (bis) Dominaba la España invasora
mis extensas y ricas comarcas,
I repletando insaciable sus arcas
¡Abajo cadenas! (bis) con la savia vital de mi flora.
El soberbio castillo almenado
gritaba el señor (bis) que en el Puerto Cabello se ostenta
y el pobre en su choza fue construido con oro esquilmado
a mi zona feraz, opulenta.
Libertad pidió
II
a este santo nombre
A tal punto llegó la crueldad
tembló de pavor que mi pueblo con voz varonil,
en la fecha gloriosa de abril,
el vil egoísmo entusiasta gritó: ‘Libertad¡
que otra vez triunfó. Yo no quise acatar la Regencia,
y firmé con patriótico empeño
II aquella Acta en que el pueblo avileño
Gritemos con brío (bis) con orgullo exclamó: ¡Independencia!
III
¡Muera la opresión! (bis) De Bolívar la fúlgida estrella
con denuedo mis hijos siguieron.
Compatriotas fieles,
y mis fueros sagrados hubieron
la fuerza es la unión; en aquella sangrienta epopeya.
Persiguiendo al audaz español,
y desde el Empíreo mil guerreros en triunfo llegaron
el Supremo Autor, al Perú que también libertaron,
donde tuvo sus templos el Sol.
un sublime aliento
al pueblo infundió. IV
El progreso esplendente fanal,
III con su mágica luz ilumina
la semilla del bien que germina
Unida con lazos (bis)
en mi hermoso jardín tropical.
que el cielo formó (bis) Elementos contengo prolijos,
honra y prez de mi noble existencia
la América toda en la paz, en la guerra, en la ciencia
existe en nación; ‘porque en todo culminan mis hijos!

y si el despotismo V
levanta la voz, Mientras riegue mis valles el río
“Yaracuy” que su nombre me ha dado,
seguid el ejemplo de la Unión Federal seré Estado
y mis pueblos tendrán su albedrío.
que Caracas dio.
Y si el hado fatal me obligara
de la patria a no izar la bandera,
¡que perezca mi raza altanera
cual mi tribu inmortal jirajara!

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