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DE LA ACADEMIA MEXICANA
DE CIRUGÍA
CLÍNICAS QUIRÚRGICAS DE LA
ACADEMIA MEXICANA DE CIRUGÍA
VOLUMEN XVIII
EQUIPO DE RESPUESTA
RÁPIDA EN URGENCIAS
OBSTÉTRICAS
TOMO 2
Editores huéspedes
Acad. Dr. Jesús Carlos Briones Garduño
Acad. Dr. Manuel Díaz de León Ponce
ERRNVPHGLFRVRUJ
Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas
Tomo 2
Dirección editorial:
José Paiz Tejada
Editor:
Dr. Jorge Aldrete Velasco
Revisión editorial:
Irene Paiz, Berenice Flores
Revisión médica:
Dr. Jorge Aldrete Velasco
Ilustración:
Alejandro Rentería
Impreso por:
Impresiones Editoriales FT, S. A. de C. V.
Calle 31 de julio Manz. 102 Lote 1090, Col. Leyes de Reforma
09310 México, D. F.
Febrero de 2013
Esta obra no puede ser reproducida total o parcialmente sin autorización por escrito de los editores.
Los autores y la Editorial de esta obra han tenido el cuidado de comprobar que las dosis y esquemas
terapéuticos sean correctos y compatibles con los estándares de aceptación general de la fecha de
la publicación. Sin embargo, es difícil estar por completo seguros de que toda la información pro-
porcionada es totalmente adecuada en todas las circunstancias. Se aconseja al lector consultar cui-
dadosamente el material de instrucciones e información incluido en el inserto del empaque de cada
agente o fármaco terapéutico antes de administrarlo. Es importante, en especial, cuando se utilizan
medicamentos nuevos o de uso poco frecuente. La Editorial no se responsabiliza por cualquier alte-
ración, pérdida o daño que pudiera ocurrir como consecuencia, directa o indirecta, por el uso y apli-
cación de cualquier parte del contenido de la presente obra.
Volumen XVIII:
Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas
Comité Editorial
Editores Responsables
Acad. Dr. César Athié Gutiérrez
Acad. Dr. José Antonio Carrasco Rojas
Acad. Dr. Jesús Tapia Jurado
Clínicas Quirúrgicas
de la Academia Mexicana de Cirugía
Volumen anterior
XVII. El impacto de la tecnología en el diagnóstico
y tratamiento en la urología actual
Volumen siguiente
XIX. Cirugía para el tratamiento de la discapacidad
Contenido
TOMO 1
IX
X Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Contenido)
TOMO 2
21. Hemorragia obstétrica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253
Rafael Gerardo Buitrón García Figueroa
22. Hemorragia obstétrica por acretismo placentario
(casos clínicos) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293
Marcelo Noguera Sánchez, Omar Calvo López
23. Sepsis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 303
Raúl Carrillo Esper, Jesús Ojino Sosa García,
Jorge Raúl Carrillo Córdova,
Luis Daniel Carrillo Córdova,
Carlos Alberto Carrillo Córdova
24. Sepsis en obstetricia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 319
Jesús Ojino Sosa García, Cristhian Ronaldt Arias Delgadillo
25. Peritonitis terciaria en el paciente crítico . . . . . . . . . . . . . . . . 343
Jesús Carlos Briones Garduño,
Manuel Antonio Díaz de León Ponce,
Gabriel Campuzano Carvajal,
Carlos Gabriel Briones Vega
26. Enfermedad tromboembólica venosa en el embarazo y el
puerperio. Estrategia tromboprofiláctica . . . . . . . . . . . . . . . . 349
Jesús Carlos Briones Garduño,
Manuel Antonio Díaz de León Ponce,
Rubén Castorena de Ávila, Leonardo Ramírez Arreola,
Carlos Gabriel Briones Vega
27. Tromboprofilaxis como un modelo de calidad y seguridad
en obstetricia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361
Carlos Gabriel Briones Vega, Jesús Ojino Sosa,
Manuel Antonio Díaz de León Ponce,
Jesús Carlos Briones Garduño
XII Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Contenido)
INTRODUCCIÓN
Este capítulo tiene como base el lineamiento técnico para la prevención, el diag-
nóstico y el manejo de la hemorragia obstétrica, con la finalidad de mantener uni-
ficado el criterio del manejo de esta complicación.
La hemorragia obstétrica y sus complicaciones constituyen la segunda causa
de mortalidad materna en nuestro país, y en un número considerable de casos es
origen de secuelas orgánicas irreversibles.
Las causas más frecuentes de la hemorragia obstétrica son:
S Atonía uterina.
S Placenta previa.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Por ello la atención prenatal debe enfatizar acciones de tipo preventivo a través
de la detección temprana de síntomas y signos de embarazo de riesgo, en equili-
brio con acciones de intervención, incluyendo el diagnóstico oportuno de cir-
cunstancias patológicas y su manejo adecuado.1–3
253
254 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 21)
HEMORRAGIA OBSTÉTRICA
Definición
Es la pérdida sanguínea que puede presentarse durante el estado grávido o puer-
peral, superior a 500 mL posparto o 1 000 mL poscesárea proveniente de genita-
les internos o externos. La hemorragia puede ser hacia el interior (cavidad perito-
neal) o al exterior (a través de los genitales externos).1
Actualmente se considera hemorragia masiva cuando una paciente requiere la
reposición de 10 o más paquetes globulares para su manejo en un término de 24
h.1
Epidemiología
Datos de la Organización Mundial de la Salud muestran que al año y en todo el
mundo ocurren 536 000 muertes maternas, de las cuales 140 000 son originadas
por hemorragia y representan 25% del total de las muertes maternas. Aproxima-
damente 80% de las muertes maternas por hemorragia son por causas obstétricas
directas; es decir, por complicaciones del embarazo, trabajo de parto y puerperio,
así como por diagnósticos y tratamientos erróneos de enfermedades que se pre-
sentan durante la gestación.2,3
Este periodo es de gran riesgo debido a la cantidad y rapidez con que se presen-
ta la hemorragia, siendo en ocasiones insuficientes los recursos para contrarrestar
este evento urgente: soluciones parenterales, sangre y sus derivados.1
La incidencia de la hemorragia posparto es de 2 a 6%; sin embargo, se puede
considerar que este porcentaje es mayor debido a tres principales causas:
Clasificación
Aborto
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Definición
Prevención
Clasificación8
Diagnóstico
Todas las formas clínicas deben tener como antecedente retraso menstrual o ame-
norrea secundaria y prueba inmunitaria de embarazo positivo:
S Amenaza de aborto:
S Presencia de vitalidad fetal por ultrasonido.
S Hemorragia de magnitud variable.
S Dolor tipo cólico en hipogastrio de magnitud variable.
S Volumen uterino acorde con amenorrea.
S Sin modificaciones cervicales.
S Aborto inevitable:
S Dolor tipo cólico en hipogastrio.
S Volumen uterino igual o menor que por amenorrea.
S Hemorragia abundante o ruptura de membranas.
S Puede o no haber dilatación cervical.
S Aborto incompleto:
S Expulsión parcial del producto de la concepción.
S Hemorragia y dolor tipo cólico de magnitud variable.
S Dilatación cervical y volumen uterino no acorde con amenorrea.
S Aborto completo o consumado:
S Expulsión completa del producto de la concepción.
S Disminución de la hemorragia y del dolor.
S Se favorece el cierre del orificio cervical.
S Aborto en evolución:
S Expulsión del tejido ovular inminente.
S Dolor tipo cólico progresivo en intensidad y frecuencia.
S Volumen uterino menor que por amenorrea.
S Hemorragia persistente.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
S Dilatación cervical.
S Aborto diferido (huevo muerto retenido):
S Volumen uterino menor que por amenorrea.
S Ausencia de vitalidad fetal (latido cardiaco fetal) por ultrasonido o dop-
tone.
S No hay modificaciones cervicales.
S Los abortos diferidos con diferencia de más de seis semanas entre la edad
gestacional y el diagnóstico pueden asociarse con trastornos de la coagu-
lación.
S Aborto séptico:
S Puede presentarse en cualquiera de las formas clínicas de aborto, a las
que se agrega infección intrauterina o pélvica, o ambas.
S Ataque al estado general.
258 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 21)
Tratamiento
S Amenaza de aborto:8
S Disminuir la actividad física, psíquica y sexual.
S Reposo en cama.
S Hidratación vía oral.
S Pueden administrarse antiespasmódicos vía oral o rectal.
S Solicitar prueba de embarazo, biometría hemática, glucemia en ayuno,
examen general de orina, grupo y Rh y VDRL.
S El manejo de la paciente podra ser ambulatorio de acuerdo a condiciones
clínicas. Se informará de los signos de alarma.
S Se deberá hospitalizar a todas las pacientes que continúen con hemorra-
gia transvaginal.
S Aborto incompleto, aborto completo, aborto en evolución, aborto ine-
vitable y huevo muerto retenido:11,13
S Se hospitalizará a la paciente independientemente de las semanas de ges-
tación.
S Se tomarán estudios básicos de laboratorio y ultrasonido, para corrobo-
rar el diagnóstico y valorar la condición hemodinámica de la paciente.
S Si la paciente es Rh negativa con anticuerpos irregulares negativos, ad-
ministre 150 mg de gammaglobulina antiD intramuscular, dosis única.
S Se realizará la aspiración manual endouterina (AMEU) o legrado uterino
instrumental (o ambos) en embarazos de menos de 12 semanas. El trata-
miento médico en estos casos será con misoprostol 400 mg vía sublingual
dosis única o 600 mg vía oral dosis única. En el aborto diferido utilizar
800 mg de misoprostol vía vaginal o 600 mg vía sublingual cada 3 h (má-
ximo dos dosis).9–12
S Los embarazos mayores de 12 semanas se manejarán de acuerdo a linea-
mientos de cada unidad de salud.
S En abortos completos confirmar que la cavidad uterina está vacía y ante
la duda manejarlo como aborto incompleto.
S Previa orientación–consejería sugerir el mejor método anticonceptivo.18
S Aborto séptico:14,17
Hemorragia obstétrica 259
Embarazo ectópico
Definición
Es aquel en el que la implantación del huevo ocurre fuera de la cavidad uterina
(endometrio). El embarazo ectópico es la primera causa de mortalidad materna
en el primer trimestre de la gestación.20
En 95 a 97% de los casos la implantación ectópica ocurre en la trompa de Falo-
pio. En el embarazo tubario la localización más frecuente es la ampular (80%);
el aborto tubario puede ser etiología de embarazos ováricos o bien abdominales.
En la porción ístmica de la trompa ocurre en 12% y su ruptura ocurre temprana-
mente, quedando para las porciones fímbrica e intersticial 5 y 2%, respectiva-
mente. Debido a que existen más casos reportados de infecciones de transmisión
sexual, en EUA se ha incrementado la incidencia de embarazo ectópico en los
últimos 20 años, siendo en 1970 de 4.5 por 1 000 embarazos y en 1992 de 19.7
por cada 1 000 embarazos. En México se reporta de 4.3 por 1 000 embarazos.7
Prevención20
Identificar los factores de alto riesgo para embarazo ectópico, como son:
S Antecedentes de cirugía tubaria.
S Embarazo ectópico previo.
S Oclusión tubaria bilateral.
S Patología tubaria.
S Enfermedades de transmisión sexual.
S Enfermedad pélvica inflamatoria.
S Infertilidad.
S Uso de dispositivo intrauterino.
Sensibilizar a la población en general, y en particular a la población adolescente,
para la utilización del condón y evitar prácticas sexuales de riesgo.
Diagnóstico8
La prueba inmunitaria de embarazo positiva y la no certeza de embarazo intraute-
rino son datos importantes para establecer el diagnóstico oportuno. Se debe sos-
Hemorragia obstétrica 261
S Dolor abdominal 90
S Hiperestesia abdominal 85
S Hemorragia transvaginal leve 70
S Vértigo o síncope 35
S Síntomas gastrointestinales 15
S Síntomas de embarazo 15
S Hiperestesia en fosa iliaca afectada 90
S Retraso menstrual 75
S Dolor a la movilización del cérvix y masa en anexo 50
S Cérvix con signos de embarazo 30
S Cambios ortostáticos 15
S Fiebre 10
Si no hay ruptura del sitio del embarazo ectópico la exploración sólo revelará do-
lor abdominal y datos de irritación peritoneal de intensidad variable, dolor a la
movilización uterina y masa pélvica anexial palpable en 50% de los casos.
Cuando el embarazo ha producido ruptura del órgano el cuadro clínico es de
choque hipovolémico.
En el diagnóstico diferencial se incluyen:
S Gastroenteritis.
S Patología de colon ascendente y descendente.
S Enfermedad pélvica inflamatoria.
S Hemorragia uterina disfuncional.
S Dismenorrea.
Tratamiento
Definición
Prevención
Diagnóstico
Tratamiento7,8,12
Placenta previa
Definición
Prevención
Clasificación
S Central total: la placenta cubre la totalidad del orificio cervical interno aun
con dilatación avanzada.
Diagnóstico7,8,28
Ultrasonido
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Diagnóstico
Tratamiento
Definición
Prevención
Tener siempre en cuenta los siguientes factores de riesgo, para poder realizar un
diagnóstico oportuno:3,6–8,23
Diagnóstico7,8,31,32
Tratamiento7,8,31,32
S Aun con feto muerto, la interrupción del embarazo debe ser urgente por el
riesgo de provocar coagulación intravascular diseminada (CID).
S La variedad y la intensidad de las manifestaciones clínicas se encuentran
directamente relacionadas con la extensión y la duración de la separación
de la placenta.
S La gravedad está relacionada con la descompensación hemodinámica ma-
ternofetal y con la hemorragia visible.
S Se solicitarán los siguientes estudios: biometría hemática completa, prue-
bas de coagulación, grupo sanguíneo y Rh.
S Se debe estabilizar hemodinámicamente a la paciente e interrumpir la ges-
tación en forma inmediata por vía abdominal.
S Existen muy pocos casos en los que la interrupción del embarazo podrá ser
mediante parto. Dilatación completa y sin datos de descompensación ma-
ternofetal. Se realizará operación cesárea bajo anestesia general previa co-
rrección inmediata de los trastornos de la coagulación que estuvieran pre-
sentes.
S Con cierta frecuencia se requiere la práctica de cesárea e histerectomía por
el infiltrado hemático que se produce y la atonía uterina subsiguiente.
Ruptura uterina
Definición
Clasificación8
Prevención
Conocer los factores predisponentes que pueden ocasionar la ruptura uterina du-
rante el estado grávido y puerperal es el aspecto más importante para lograr una
prevención más completa, así como para la realización de un diagnóstico y un
tratamiento oportunos de pacientes con esta patología obstétrica.3,7,8,31,32,34–37
Factores de riesgo3,7,8,31,32,34–37
Diagnóstico
sia. Se deberá sospechar siempre que se presente alguna de las siguientes circuns-
tancias:
Tratamiento7,8,31,32,34–37
Está encaminado a establecer las medidas de soporte para evitar o revertir la he-
morragia y el choque hipovolémico.
El tratamiento es siempre quirúrgico; se podrá optar por la conducta conserva-
dora cuando las condiciones de la paciente, el tipo, la extensión y la localización
de la ruptura lo permitan. En los casos restantes deberá practicarse la histerecto-
mía total o subtotal de acuerdo a las dificultades técnicas o a las condiciones ma-
ternas.
Hemorragia puerperal
Definición
Clasificación
S Causa uterina:
a. Atonía uterina.
b. Inversión uterina.
c. Retención placentaria y de restos placentarios.
d. Acretismo placentario.
S Causa extrauterina:
a. Desgarros o laceraciones del tracto vaginal.
b. Trastornos de la coagulación.
Atonía uterina1,2,5–8,22–27
S Embarazo múltiple.
S Amnioítis.
S Multiparidad.
S Uso de oxitocina.
S Antecedente de hemorragia posparto.
S Uso de sulfato de magnesio.
S Trabajo de parto precipitado.
S Anestesia general.
S Embolia de líquido amniótico.
Maniobras preventivas:
Diagnóstico1,2,7,8,22–27
cuidadosa y sistematizada del canal del parto para descartar la presencia de des-
garros de cérvix, vagina y ruptura uterina, entre las más frecuentes.
Tratamiento1,2,7,8,22–27
Técnicas mecánicas
Existen dos técnicas: la manual y el taponamiento. La técnica manual consiste
en la presión bimanual del útero una vez terminado el tercer periodo del parto,
previa verificación de que no existe retención de restos placentarios, acretismo,
desgarros o laceraciones de cérvix, vagina y vulva.
El taponamiento de la cavidad uterina es una técnica efectiva con una baja
morbilidad. Se reduce la hemorragia hasta en 50% de los casos y en muchas oca-
siones es un método de gran ayuda, ya que ofrece tiempo (1 a 2 h) para poder esta-
bilizar a la paciente antes del tratamiento quirúrgico definitivo o para su traslado
a otra unidad médica.
Se recomienda realizar el taponamiento utilizando compresas o gasas estériles
y colocarlas manualmente en la cavidad uterina. El desplazamiento de la gasa o
compresa en el interior de la cavidad uterina debe ser uniforme y suave sin provo-
car desgarros o perforaciones. El tiempo de remoción de las gasas es de 24 a 36
horas, y generalmente se aconseja la administración profiláctica de antibióticos.
Tratamiento médico
La oxitocina puede utilizarse a dosis de 10 a 40 UI diluidas en 1 000 mL de solu-
ción Hartman o solución salina para pasar 10 a 20 mL/min. En algunas situacio-
nes se pueden utilizar dosis mayores de oxitocina o utilizarse intramiometrio; sin
embargo, no se debe olvidar que altas concentraciones desencadenan una intoxi-
cación hídrica. La metilergonovina se utiliza en pacientes sin trastornos hiperten-
sivos del embarazo a dosis de 0.2 mg por vía intramuscular o por vía intravenosa
cada 2 a 4 h; su efecto es inmediato. Se puede administrar misoprostol a dosis
de 800 mg sublingual o rectal cada 4 h. La carbetocina se utiliza a dosis de 100
mg IV dosis única. Las dosis de mantenimiento sugerida es oxitocina 20 a 40 UI
en 1 000 mL de solución cristaloide IV para 8 h.
Tratamiento quirúrgico1,2,8
Se realizará de acuerdo a la experiencia del cirujano: desarterialización selectiva
(ligadura), cesárea histerectomía y/o histerectomía obstétrica. La ligadura por vía
abdominal de las arterias uterinas reduce el flujo sanguíneo del útero hasta 80%
y la ligadura de las arterias hipogástricas lo reduce hasta 50%. La recanalización
espontánea puede ocurrir en la subsiguiente menstruación y sin efectos en el pró-
ximo embarazo.
Las arterias que comúnmente se ligan son:
Hemorragia obstétrica 273
S Arterias uterinas.
S Arterias útero–ováricas.
S Vasos del infundíbulo pélvico.
S Arterias hipogástricas.40,41
En casos de histerectomía obstétrica, ésta puede ser total (incluye el cérvix) o
subtotal (sin cérvix).1,32,34,37,41
Empaquetamiento1,32,34,37,41
El empaquetamiento pélvico tipo Mikulicz es la aplicación de compresas quirúr-
gicas de vientre en el hueco pélvico, en casos de hemorragia obstétrica persistente
a pesar del manejo quirúrgico radical (histerectomía total abdominal).
Inversión uterina1,7,8
Es una complicación del puerperio inmediato que consiste en la aproximación
del fondo de la cavidad uterina a través de la vagina provocando hemorragia pos-
parto de magnitud variable, por lo que su tratamiento debe ser inmediato. Se
menciona que deben existir dos condiciones para que se presente la inversión ute-
rina, como son la dilatación cervical y la relajación uterina. La incidencia de la
inversión uterina es de 1:2 000 nacimientos.
Existen los siguientes factores de riesgo que se asocian con la inversión uteri-
na.1,7,8
S
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Clasificación1,7,8
Se puede clasificar a la inversión uterina de acuerdo al tiempo en que se realiza
el diagnóstico, por lo que puede ser aguda si se presenta dentro de las primeras
274 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 21)
Diagnóstico
Tratamiento
1. El mantenimiento hemodinámico.
2. La reposición uterina.
3. El manejo posreposición uterina.
Mantenimiento
Reposición uterina1,8
Reposición quirúrgica
una laparotomía, tomar con pinzas de Allis los ligamentos redondos y hacer trac-
ción sucesiva hacia arriba, avanzando cada 2 cm hacia el fondo uterino hasta lo-
grar su reposición total.25,30–32,34
La técnica de Haultain se indica cuando se requiere de otro método; consiste
en realizar una incisión longitudinal en la porción posterior de la pared uterina
sobre el anillo de inversión de aproximadamente 4 a 5 cm, lo que facilita la repo-
sición uterina con la técnica de Huntington ya descrita. La reparación se realiza
igual que la de una cesárea corporal. La utilización simultánea de uteroinhibido-
res como el fenoterol, la orciprenalina y la isoxuprina puede ayudar a que la repo-
sición del útero sea más rápida. Sólo en aquellos casos en que se presente necrosis
uterina por isquemia se debe proceder a realizar la cesárea histerectomía o histe-
rectomía obstétrica y, preferentemente, total extrafascial, ya que la subtotal im-
plica riesgos posteriores.
276 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 21)
Existen dos entidades con un principio común, pero diferentes en cuando a tiem-
po de aparición y a magnitud de la hemorragia.
Retención placentaria
Tratamiento
Se debe realizar extracción manual de la placenta preferentemente con anestesia;
se requiere de un ayudante para que traccione firmemente el cordón umbilical
mientras el médico introduce una mano dentro del útero previa asepsia, insinuan-
do la punta de los dedos en el plano de despegamiento, y con la otra mano encima
del abdomen, en el nivel del fondo uterino, realiza presión y masaje para facilitar
simultáneamente la expulsión y la contracción.1,8,25,31,34,35,37
Si se aprecia la retención de algunos fragmentos o membranas, efectuar un le-
grado manual suave con gasa hasta constatar que no se dejan restos.
Medidas generales
Acretismo placentario
Factores de riesgo1,2,5
Diagnóstico
S Alumbramiento incompleto.
S Imposibilidad de localizar un plano de despegamiento entre el útero y la
placenta.5,30
S Aumento en la pérdida de sangre en el tercer periodo de trabajo de parto.
Tratamiento
CAUSA EXTRAUTERINA
Definición
Son accidentes que se presentan con frecuencia durante el proceso del parto. La
severidad de estas lesiones varía de acuerdo con su extensión y pueden ser desde
una pequeña solución de continuidad en la mucosa hasta un desgarro cervical con
extensión a parametrio.8
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Clasificación
Factores de riesgo5
S Macrosomía fetal.
S Atención de parto en presentación pélvica.
S Aplicación de fórceps.
S Parto precipitado.
Prevención
Diagnóstico
Tratamiento1,8
Los desgarros de primer grado se suturan por medio de puntos separados con cat-
gut crómico atraumático 00 o 000.
Los desgarros de segundo grado se suturan aproximando los músculos peri-
neales profundos, por medio de puntos separados de catgut crómico atraumático
00.
Los desgarros de tercer grado deben ser reparados previa revisión cuidadosa,
para determinar con toda precisión su extensión y trayectoria. En los desgarros
completos la reconstrucción se inicia por la sutura del recto, empleando puntos
separados no penetrantes de catgut atraumático crómico 000. En algunos casos
es conveniente colocar un segundo plano de puntos para unir la fascia perirrectal
y la fascia del tabique rectovaginal con catgut crómico 00.
A continuación se identifica el esfínter y su aponeurosis y se unen con puntos
en “U” para el músculo y puntos separados para la aponeurosis, empleando cat-
gut atraumático crómico del 0 o 00. La reconstrucción perineal se termina de la
misma manera que una episiotomía o un desgarro de segundo grado.
Hemorragia obstétrica 281
En los desgarros del cérvix se debe tomar el cérvix con pinzas de anillos, colo-
cando una a cada lado del desgarro y ejerciendo una tracción moderada para obte-
ner mayor visibilidad de la lesión; a continuación se colocan puntos separados
con catgut atraumático crómico 0, empezando por el vértice del desgarro. Se anu-
dan con la fuerza suficiente para aproximar bordes y para controlar el sangrado.
Si el o los desgarros se extienden a los fondos de saco laterales, debe tenerse espe-
cial cuidado para no incluir en las suturas el útero, que se encuentra a unos dos
cm de distancia del cuello y del fondo de saco lateral de la vagina.
Los desgarros de la cara lateral de la vagina generalmente son profundos, y
requieren ser suturados por personal capacitado
Trastornos de la coagulación8,38
Diagnóstico
Clínico:
S Trastorno plaquetario.
S Presencia de petequias.
S Sangrado en capa, sitios de punción cutánea.
S Trastorno de proteínas de la coagulación.
S Equimosis.
S Hematomas.
S Sangrado en capa y sitios de punción.
Laboratorio:
S Tiempo de protrombina.
S Tiempo de trombina.
S Tiempo parcial de tromboplastina.
S Cuenta plaquetaria.
S Frotis de sangre periférica.
Tratamiento
S Hemorragia aguda:
S Tratamiento de la hemorragia aguda (hemostasia mecánica).
S Manejo de la hipovolemia: soluciones cristaloides (Hartman o fisiológi-
ca) y coloides (Haemaccel).
Hemorragia obstétrica 283
Choque hipovolémico
Definición
Es el síndrome que resulta de una inadecuada perfusión tisular por caída aguda
del volumen circulante y del gasto cardiaco, con un flujo sanguíneo insuficiente
para mantener las demandas celulares, metabólicas y nutricionales.44
Prevención3,36
S Identificar en el periodo pregestacional, durante la gestación en el trabajo
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Diagnóstico38,42,43
De acuerdo a la cantidad de hemorragia se manifiestan tres etapas del estado de
choque por hipovolemia: temprana, intermedia e irreversible, con sus respecti-
vos signos clínicos (cuadro 21–1) cuyos tratamiento y pronóstico son diferentes
para cada uno de ellos.
La evaluación y el manejo de una paciente que está sangrando y que puede de-
sarrollar choque hipovolémico es en forma simultánea, desde luego siempre con
la finalidad de hacer una hemostasia adecuada para impedir mayor pérdida san-
guínea.
Se recomiendan cinco puntos muy importantes para el tratamiento del choque
hipovolémico, que forman parte de un esquema ordenado (REACT); estos pun-
tos son:
1. Reanimación.
2. Evaluación.
3. Alto a la hemorragia.
4. Consulta a especialistas.
5. Tratamiento de las complicaciones.
Reanimación38,39
S Se debe realizar una valoración rápida de estado mental, presión arterial,
pulso y temperatura.
Cuadro 21–1.
Signo clínico Tempranos Intermedios Irreversible
Estado mental Alerta, ansiosa Confundida Desorientada
Aspecto general Normal, afebril Pálida y fría Cianótica y fría
Presión arterial Normal, ligeramente Hipotensión Hipotensión intensa
elevada
Respiración Taquipnea leve Taquipnea Disnea, cianosis
Diuresis 30 a 60 mL/h < 30 mL/h Anuria
Hemorragia obstétrica 285
Evaluación
Hemostasia
Definición
Etiología
Accidentes obstétricos:
Prevención
Diagnóstico
Los datos clínicos de la CID son muy variados y dependerán, entre otras cosas,
de la existencia de fiebre, hipotensión arterial, acidosis, proteinuria o hipoxia que
la precedan.38
Diagnóstico clínico
S Petequias.
S Hemorragia por la herida quirúrgica.
S Hemorragia por los sitios de venopunción.
S Hematomas subcutáneos.
S Hemorragia en capa.
S Gingivorragia.
S Hematuria.
Los hallazgos clínicos de la CID crónica parecen algo diferentes a la forma agu-
da. La hemorragia leve y la trombosis son datos predominantes. Presentan hemo-
rragia espontánea, hemorragia mucocutánea evidente, hemorragia por tubo di-
gestivo, hemorragia transvaginal anormal o por vías urinarias.
Diagnóstico paraclínico
Una vez establecida la sospecha clínica se puede proceder a indicar los estudios
de laboratorio de manera señalada.
S En la primera fase:
S Tiempo de protrombina.
S Tiempo de trombina.
S Tiempo de tromboplastina parcial.
S Cuenta plaquetaria.
Hemorragia obstétrica 289
Tratamiento33,39
congelado.
REFERENCIAS
1. B–Lynch CH, Keith L, Lalonde A, Karoshi M: A textbook of postpartum haemorrhage.
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
INTRODUCCIÓN
y alcanzó 50% en mujeres con cuatro cesáreas. En otros estudios se citan porcen-
tajes de 100 cuando hay más de dos cesáreas previas. México no es la excepción;
Lira y col.2 en el Instituto Nacional de Perinatología, en la década de 1990, encon-
traron que, de 210 casos de placenta previa, en 37 (17.6%) se presentó acretismo
placentario; de los casos de acretismo, en 26 (70.2%) se tenía el antecedente de
cesárea: con una cesárea fue de 21.1% y con dos o más cesáreas de 50%. La edad
promedio de las pacientes fue de 31 años y el grupo de mayor riesgo fue el de 35
a 39 años, con 26% de acretismo placentario. El objetivo de este capítulo es de-
mostrar que la curva epidemiológica ha llegado hasta la sede de los autores, el
Hospital General “Aurelio Valdivieso” (HGAV), y también manifestar que es po-
sible el manejo exitoso de casos con diagnósticos tempranos por ultrasonografía
293
294 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 22)
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Figura 22–1. Tasa de cesáreas 1997 a 2008. Hospital General “Aurelio Valdivieso”.
1/1000?
0.10
0.09
0.08
Frecuencia (%)
0.07
0.06
1/2000
0.05
0.04
0.03
0.02 1/7000
1/9000
0.01 1/3000
0.00
1940 1960 1980 2000 2020
Año
PRESENTACIÓN DE CASOS
Caso 1
gia del tercer trimestre por placenta previa, embarazo de 36 semanas. Al ingreso
a labor se solicitan preoperatorios de emergencia y piloto para concentrados eri-
trocitarios; por la pérdida hemorrágica se decide pase inmediato a quirófano; se
realiza laparotomía media infraumbilical, con resección de cicatriz previa en
piel; se observa segmento muy vascularizado con penetración de los vasos a ve-
jiga; se realiza histerotomía corporal; se obtiene recién nacido masculino de
2 670 g, Apgar 7–8, Capurro 36 semanas, líquido amniótico claro. Por las carac-
terísticas de la placenta se decide realizar histerectomía, solicitándose paquetes
globulares en reserva para iniciar; se realiza disección vesicouterina cuidadosa
con exposición de vasos sanguíneos que penetran vejiga ligándose en su totali-
dad; se extirpa útero sin anexos; se reporta pérdida hemorrágica de 3 800 mL; la
BH previa reporta 11 g de Hba; fueron transfundidos 12 paquetes globulares en
el transoperatorio y 3 unidades de plasma; se reporta hematuria leve y drenaje por
Penrose serohemático. La paciente pasa a la unidad de terapia intensiva en donde
evoluciona de forma favorable; se egresa al cuarto día y pasa a piso de puerperio
quirúrgico; se administra metotrexato 50 mg intramuscularmente y ácido fólico;
continúa con evolución favorable y se egresa al octavo día de posoperatorio. Su
BH reporta 8.9 g de Hb y pruebas hemorragíparas en límites normales; se indica
seguimiento en tres semanas en unidad de salud más cercana y en dos meses a
urología ginecológica.
Caso 2
Carga genética para HASC, sin más datos de importancia, referida de un hospital
básico comunitario por haber presentado cuadro hemorrágico transvaginal en la
semana 35; en ese momento en la semana 35.3, sin datos de hemorragia, se ingre-
sa para protocolo; se realiza ecografía en la que se observa feto con RCIU tipo
II con fetometría para 32 semanas, peso fetal 2 200 g, placenta previa marginal
con pérdida de zona hipoecoica y presencia de lagos en la interfase útero–placen-
taria, sugestivo de acretismo. La evaluación Doppler color y angiopower muestra
penetración de vasos sanguíneos a vejiga, con lo que el diagnóstico final es pla-
centa previa total, con probable percretismo, feto con RCIU tipo II. Se mantiene
en manejo expectante dos semanas luego de haberse realizado estudios básicos
de laboratorio de manera seriada, pruebas de bienestar fetal y mantener disponi-
bles cuatro concentrados eritrocitarios. Se programa procedimiento quirúrgico,
llevándose a cabo éste en la semana 37.2; se realiza cesárea corporal evitando in-
teresar vasos sanguíneos penetrantes de la placenta; se obtiene recién nacido
masculino de 2 350 g, Apgar 7–9, Capurro 37 semanas, líquido amniótico escaso,
Hemorragia obstétrica por acretismo placentario (casos clínicos) 297
yor número de lesiones, mayor probabilidad del evento, esto debido a una falla
en la señalización bioquímica en la cicatriz para las células del trofoectodermo
del blastocisto que se adhieren y liberan las proteasas que se encargarán de la pe-
netración y la implantación, lo que da como resultado la superinvasión del trofo-
blasto, es decir, la ausencia de continuidad de la capa de Nitabuch. Esta fisiopato-
logía ha sido bien descrita de manera microscópica (pobre decidualización con
infiltración de tejido vellocitario en el miometrio) y de manera macroscópica
(neovascularización uteroplacentaria prominente en el área afectada).3 Sin em-
bargo, el mecanismo molecular del desorden pocas veces ha sido estudiado. El
desarrollo de la placenta requiere un fenómeno sinérgico entre los factores de cre-
cimiento angiogénico y sus receptores; entre ellos el Tie 1 y el Tie 2 son conside-
rados los marcadores específicos de este efecto y se ha demostrado que el Tie 2
tiene mayor expresión en el citotrofoblasto y sus ligandos en el sinciciotrofoblas-
to. Los ligandos que tienen un rol importante en el fenómeno de la implantación
de la placenta son la angiopoyetina 1, la 2 y la 4, que se han estudiado encontrán-
dose que tienen mayor relevancia en el fenómeno de liberación de sustancias para
la implantación (óxido nítrico) y la migración, de manera que en estudios in vitro
se ha demostrado la falta de expresión de Tie 2 en los casos de acretismo y aumen-
to de expresión de su ligando Ang 2 en sinciciotrofoblasto. Clínicamente esto de-
mostraría la proliferación vascular de los casos de acretismo placentario.4
Diagnóstico
lidad (78.6%) tomando los datos de manera aislada, y la más baja se presenta en
la disrupción de la interfase, con 21.4%.8 Rodríguez Bosch y col.9 refieren que
existe poca validación científica para hacer diagnóstico de acretismo por reso-
nancia magnética nuclear (RMN); los estudios que existen son circunstanciales,
retrospectivos y muy pocos con un protocolo prospectivo. Palacios refiere que
cuando hay dudas diagnósticas por el método de sonografía la inyección en bolo
de gadolinio en una RMN puede auxiliar con la diferenciación del grado de inva-
sión del trofoblasto.10
Tratamiento
Existen dos opciones de manejo para el acretismo placentario: la resolución radi-
cal mediante cirugía y el manejo conservador, ambos con diferentes complicacio-
300 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 22)
Sería recomendable que se estableciera un triage en las áreas que tienen un papel
toral en el manejo de este tipo de pacientes; los autores proponen los siguientes
puntos:
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
1. Miller O, Chollet J, Googwin M: Clinical risk factor for placenta previa–placenta accreta.
302 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 22)
INTRODUCCIÓN
DEFINICIONES
Antes de 1990 existía una gran confusión en relación a los criterios diagnósticos
de sepsis y, por lo tanto, se usaban como sinónimos las palabras infección, septi-
303
304 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 23)
cemia, bacteriemia, etc. Por este motivo, en 1992 el Colegio Americano de Enfer-
medades del Tórax y la Sociedad de Medicina Crítica publicaron un consenso en
el que se definía la sepsis y el continuo de enfermedad que representaba. Un as-
pecto fundamental de este consenso fue la definición del síndrome de respuesta
inflamatoria sistémica (SRIS), el cual resume de una manera práctica y aplicable
en la clínica la complejidad de las manifestaciones de la respuesta inmunitaria
innata. El patrón evolutivo de esta respuesta inflamatoria dependerá del equili-
brio entre mediadores proinflamatorios y antiinflamatorios, que de no controlar-
se evolucionaría a disfunción orgánica múltiple (DOM). Sus diferentes fases
evolutivas son:
FISIOPATOLOGÍA
TRATAMIENTO
SRIS SRAC
Muerte
S Paquete de reanimación.
S Paquete posreanimación.
Paquete de reanimación
Determinación de ácido láctico
La hiperlactatemia es un hallazgo frecuente en sepsis. Niveles por arriba de 4
mmol/L están asociados a un mal pronóstico. Varios estudios han enfatizado la
308 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 23)
Infección
Productos microbianos
(endotoxina–LPS/exotoxina–peptidoglucanos
Disfunción endotelial
Estado IO < 300 Orina < 0.5 Hipotensión Trombo- Acidosis Llenado
mental Taquipnea mL/kg/h Taquicardia citopenia metabó– capilar
alterado ° Dímero lica ° pobre
D Lactato
Muerte
importancia del monitoreo del ácido láctico para valorar la gravedad y guiar el
tratamiento de la sepsis. Cuando la hiperlactatemia es persistente se relaciona con
una reanimación inadecuada y se deberá recapitular en el protocolo seguido; en
estos casos el monitoreo hemodinámico avanzado o la determinación continua
de la saturación venosa central de oxígeno son prioritarios para adecuar el mane-
jo.10,11
Sepsis 309
Vasopresores
Cuando la hipotensión persiste a pesar del uso de volumen en dosis adecuadas,
o aun durante la infusión de éste, deberán usarse vasopresores ante hipotensión
Sepsis 311
Cristaloides
y coloides < 8 mmHg PVC
Agentes
inotrópicos
> 8 a 12 mmHg
> 70%
Figura 23–4. Algoritmo de reanimación dirigida por metas. PVC = presión venosa cen-
tral; SvCO2 = saturación venosa central de oxígeno; PG = paquete globular; Hto = hema-
tócrito; VMA = ventilación mecánica.
que ponga en peligro la vida del enfermo. Deberá tenerse en mente que el empleo
de vasopresores con hipovolemia es deletéreo y puede acentuar la hipoperfusión
microvascular, sobre todo del lecho esplácnico. Los efectos de los vasopresores
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
sobre la microcirculación del enfermo grave son contradictorios, pero es bien co-
nocido que el incremento de la presión arterial sistémica durante su infusión es
a costa de sacrificar el flujo microcirculatorio en varios territorios titulares, como
el riñón y el intestino. Los vasopresores de primera elección siguen siendo la no-
repinefrina y la dopamina. Cuando la hipotensión es refractaria a su uso se puede
emplear vasopresina sola o junto con esteroides. Si la hipotensión persiste aun
con la infusión de vasopresores deberá descartarse insuficiencia suprarrenal rela-
tiva y se verificará que la PVC se mantenga entre 12 y 15 mmHg con infusión
de líquidos.
En estos casos es recomendable mantener el nivel del hematócrito en 30 con
transfusión de concentrados eritrocitarios y checar la presión intraabdominal (re-
cuérdese que las reanimaciones agresivas pueden incrementar de manera signifi-
cativa la presión intraabdominal por íleo, ascitis y edema de la pared).20
312 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 23)
S Drenaje de colecciones.
S Desbridación de tejido necrótico, infectado o ambos.
S Retiro de dispositivos (sondas, catéteres, prótesis, cuerpos extraños).
S Control definitivo del disparador.
Sepsis 313
Absceso Fascitis
intraabdominal necrosante Catéter vascular Resección de
infectado sigmoides por
diverticulitis
Empiema Necrosis
torácico pancreática Catéter urinario
infectada Colecistectomía
por colecistitis
Artritis séptica gangrenosa
Tubo
Infarto intestinal endotraqueal
colonizado
Amputación por
Pielonefritis mionecrosis por
Mediastinitis
Clostridium
Dispositivo
Colangitis intrauterino
infectado
Paquete posreanimación
A partir de que los estudios con dosis elevadas de esteroides no demostraron ser
útiles en los enfermos con sepsis su empleo en la clínica fue controversial por mu-
chos años. En la actualidad es claro y se toma como una recomendación de alto
grado NO utilizar dosis elevadas de esteroides en sepsis grave y choque séptico.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Control de la glucosa
mentó a 150 mg/dL; con este último rango se ha reducido de manera significativa
el riesgo de hipoglucemia y se mantiene su beneficio en la evolución. El efecto
clínico del control de la glucosa se debe a la disminución de los efectos deletéreos
de la hiperglucemia y al efecto anabólico e inmunorregulador de la insulina. Es
importante comentar que al iniciar el protocolo de control estricto de la glucosa
se debe entrenar al personal médico y paramédico para optimizar su implementa-
ción.29–31
El enfermo con sepsis grave y choque séptico cursa habitualmente con lesión pul-
monar aguda y requiere apoyo ventilatorio mecánico. La lesión pulmonar aguda
tiene una mortalidad de 35 a 65%. Cuando la ventilación mecánica no se utiliza
316 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 23)
Medidas complementarias
CONCLUSIONES
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24
Sepsis en obstetricia
Jesús Ojino Sosa García, Cristhian Ronaldt Arias Delgadillo
INTRODUCCIÓN
319
320 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 24)
EPIDEMIOLOGÍA
DEFINICIÓN
Infección
La infección es una respuesta inflamatoria a la presencia de microorganismos o
a la invasión de los tejidos del huésped, normalmente estériles, por esos agentes.
Bacteriemia
La bacteriemia es la presencia de bacterias viables en sangre. La bacteriemia por
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Hipotensión
La hipotensión es una presión arterial sistólica < 90 mmHg o una reducción de
la presión arterial > 40 mmHg respecto al valor basal en ausencia de otras causas
de hipotensión.
ETIOLOGÍA
Las causas más frecuentes de sepsis y choque séptico son polimicrobianas, refle-
jo de la colonización vaginal11 (cuadro 24–3).
FISIOPATOLOGÍA DE LA SEPSIS
Polimorfismo asociado
a mayor o menor
Proteína fijadora de mortalidad en sepsis
LPS (cromosoma 20) TNF
Exón (cromosoma 6)
Receptor CD14
(cromosoma 5)
PN* PN*
291 T/A 1306 C/T Polimorfismo de 308 Ala 1069 G/A
un nucleótido
260 C/T
Incremento en
° Riesgo de Incremento en mortalidad y
sepsis mortalidad sepsis grave
Citocinas
Mortalidad y ° DOM
Figura 24–1. Polimorfismos genéticos asociados con riesgo y mortalidad en sepsis.
Linfocito CD4
Interleucinas:
LPS
TLR–4 IL–1
LBP CD–14
INF–g
TIR TNF Superantígeno
CD11b/CD 18
NOD
ToIIIp CMH II
MAP3K
IKK
IKB
NF–kB
A B Macrófago
Núcleo
Señal Molécula
activadora inflamatoria
Membrana
celular
IkB–cinasa A: vías de activación de
I k-B a p65 Degradación bacterias gramnegativas
Citoplasma
p50 NF–kB B: vías de activación por
súper antígeno de bacterias
DNA
RNAm grampositivas
Gen inflamatorio C: activación del factor
Núcleo
nuclear kB
C
fagos.
El TNF es la primera citocina implicada en la patogénesis de la sepsis. Los ni-
veles séricos de TNF se encuentran elevados en pacientes con sepsis, aunque di-
cha elevación depende tanto de la gravedad como del tipo de proceso séptico.
La IL–1 es otra citocina proinflamatoria que involucra a una familia de media-
dores que comprende dos formas con distinto peso molecular, la IL–1 alfa y la
IL–1 beta, siendo la segunda la más estudiada. Ambas tienen dos tipos de recepto-
res (I y II) que al activarse inducen una señal de transducción que desencadena
la activación de factores de transcripción como el FN–kB y la proteína 1 de acti-
vación (AP–1). El FN–kB regula la expresión de muchos genes involucrados en
respuestas inmunitarias e inflamatorias. Conjuntamente con otros factores como
el AP–1 y la interleucina–6, participa en la activación y en la perpetuidad de la
respuesta inflamatoria para hacerla crónica.14–18
328 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 24)
Infección
Productos microbianos
(endotoxina–LPS/exotoxina–peptidoglucanos
Disfunción endotelial
Estado IO < 300 Orina < 0.5 Hipotensión Trombo- Acidosis Llenado
mental Taquipnea mL/kg/h Taquicardia citopenia metabó– capilar
alterado ° Dímero lica ° pobre
D Lactato
Muerte
FACTORES DE RIESGO
a. Presencia de comorbilidades.
b. Mal estado nutricional.
c. Colocación de vías invasivas.
d. Ventilación invasiva.
e. Heridas abiertas.
f. Procedimientos invasivos.
g. Inmunosupresión.
a. Transfusiones múltiples.
b. Intubación prolongada.
c. Posición supina.
d. Políticas deficientes de control de infecciones.14
TRATAMIENTO
Los principios del tratamiento temprano dirigido por metas implican el reconoci-
miento temprano de la sepsis y la aplicación de estrategias de reanimación para
mejorar la precarga cardiaca, la poscarga y la contractilidad, a fin de equilibrar
el aporte con la demanda de oxígeno sistémico. Los objetivos específicos están
dirigidos a asegurar una adecuada perfusión celular y, por lo tanto, a la preven-
ción de la disfunción de órganos. Rivers18 escogió de manera aleatoria a pacientes
sépticos de forma prospectiva para que recibieran ya sea el tratamiento temprano
dirigido por metas o el tratamiento estándar. El tratamiento temprano dirigido por
metas incluye la reanimación hídrica (cristaloides o coloides) para lograr una pre-
Sepsis en obstetricia 333
sión venosa central (PVC) de 8 a 12 mmHg. Si los líquidos por sí solos no restau-
ran la presión de perfusión, entonces se agregan agentes vasopresores para man-
tener una presión arterial media de 65 a 70 mmHg. La saturación venosa central
de oxígeno (SvO2) fue monitoreada y mantenida por encima de 70%. Esto se lo-
gró mediante hemotransfusión de paquetes globulares (hasta un hematócrito w
30%) y apoyo inotrópico en caso necesario. En el grupo de atención estándar la
SvO2 control no guiaba el tratamiento. El tratamiento temprano dirigido por me-
tas durante las primeras 6 h posteriores al ingreso demostró una significativa re-
ducción de la mortalidad (16%) en comparación con la atención estándar. Las pa-
cientes embarazadas fueron excluidas de este estudio, así que la utilidad del
tratamiento temprano dirigido por metas necesita ser confirmado en este grupo
de pacientes. Además, deben ser determinados los criterios de valoración fisioló-
gica durante el embarazo. Tanto una PVC como una SvO2 bajas indican altera-
ción entre el suministro y la demanda de oxígeno, o deterioro miocárdico. A pesar
de que la SvO2 es un parámetro valioso (cuando está anormal), podría estar dentro
de rangos normales durante la sepsis grave. Sin embargo, el monitoreo de SvO2
y la implementación del tratamiento temprano dirigido por metas pueden mejorar
el manejo y el desenlace del paciente.
Líquidos
Los pacientes suelen tener depleción del volumen intravascular y por lo tanto re-
quieren grandes volúmenes de líquidos durante la reanimación. Los cristaloides
y los coloides son igualmente eficaces.19 El estudio SAFE (saline versus albumin
fluid evaluation) comparó albúmina a 4% con solución salina normal para el ma-
nejo de pacientes en estado crítico.22 Se demostró que no hubo diferencias signifi-
cativas en los resultados (mortalidad a 28 días) con el uso de cualquiera de los
agentes. El análisis de subgrupos mostró una tendencia a reducción en mortalidad
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
VENTILACIÓN MECÁNICA
genación fetal disminuye con una saturación materna < 90%.25 Esto corresponde
a una presión arterial de oxígeno (PaO2) de 65 mmHg. Por lo tanto, se recomienda
que la PaO2 materna se mantenga de 60 a 70 mmHg con la fracción más baja posi-
ble de oxígeno inspirado (FiO2). Los protocolos de destete se utilizan con el fin
de reducir la duración de la ventilación mecánica. El paciente debe ser colocado
en posición semifowler (elevación de la cabecera de la cama a 45_) a fin de redu-
cir el riesgo de neumonía asociada a la ventilación mecánica. En el caso del pa-
ciente prenatal se sugiere la inclinación lateral izquierda, para prevenir la hipo-
tensión supina.
En pacientes con síndrome de insuficiencia respiratoria del adulto (SIRA) se
debe lograr una PaO2 de 60 a 70 mmHg, FiO2 < 0.6 y saturación > 90%. Las medi-
das de reclutamiento no han sido evaluadas durante el embarazo.
CONTROL GLUCÉMICO
ESTEROIDES
Parto
Conclusiones
a. Esteroides:
S Considerar la administración de hidrocortisona en pacientes con cho-
que séptico con pobre respuesta a la reanimación hídrica o vasopreso-
res (2C).
S La dosis de hidrocortisona debe ser v 300 mg/día (1A).
S La terapia con esteroides debe ser destetada una vez que se suspendan
los vasopresores (2D).
b. Proteína C activada recombinante humana (PCArh):
S Considerar la administración de PCArh en pacientes con disfunción
orgánica inducida por sepsis con previa evaluación de alto riesgo de
muerte (APACHE II w 25 o disfunción orgánica múltiple) en ausen-
cia de contraindicación (2B, 2C para pacientes posquirúrgicos).
c. Hemoderivados:
340 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 24)
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25
Peritonitis terciaria
en el paciente crítico
Jesús Carlos Briones Garduño, Manuel Antonio Díaz de León Ponce,
Gabriel Campuzano Carvajal, Carlos Gabriel Briones Vega
INTRODUCCIÓN
343
344 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 25)
CLASIFICACIÓN
FACTORES DE RIESGO
FISIOPATOLOGÍA
DIAGNÓSTICO
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
TRATAMIENTO
MEDIDAS PREVENTIVAS
Éstas son:
a. Reanimación agresiva.
b. Intervención quirúrgica definitiva.
c. Inicio de apoyo nutricional enteral temprano.
Peritonitis terciaria en el paciente crítico 347
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348 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 25)
26
Enfermedad tromboembólica venosa
en el embarazo y el puerperio.
Estrategia tromboprofiláctica
Jesús Carlos Briones Garduño, Manuel Antonio Díaz de León Ponce,
Rubén Castorena de Ávila. Leonardo Ramírez Arreola,
Carlos Gabriel Briones Vega
INTRODUCCIÓN
1. Hipercoagulabilidad.
2. Estasis venosa.
3. Daño endotelial.5,6
349
350 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 26)
Incidencia total
630 000
Sobrevida 280 000 Muerte 120 000 Sobrevida 150 000 Muerte 13 000
(70%) (30%) (92%) (8%)
Aumenta de 2 a 200% los niveles de fibrinógeno y los factores II, VII, VIII, X
y XII; hay disminución de sistemas de anticoagulación, proteína C y S. En rela-
ción al proceso fibrinolítico incrementa PAI–1 (inactivador del plasminógeno ti-
sular tipo 1) y TAFI (inhibidor de fibrinólisis activado por trombina). Se incre-
menta el riesgo de tromboembolismo venoso en 0.05 a 1.8% y la tasa de
recurrencia de 1.4 a 11.1%.8 Deben considerarse las siguientes condiciones trom-
bofílicas (cuadro 26–1):9 deficiencia de proteína C, S y antitrombina III, factor
V (de Leiden), mutación en el gen de protrombina (G20210A) (incrementa nive-
les de protrombina), mutación metiltetrahidrofolato reductasa (MTHDF C677T
y A1298C) asociadas con hiperhomocisteinemia y mutaciones PAI y TAFI.
Cuadro 26–1.
Condición Incidencia general TV o TEV TV o TEV en emba-
trombofílica razo o puerperio
Deficiencia AT (más 0.02 a 0.17%, 1% en Pronóstico de vida 50% de TEV en el
trombogénica) pacientes con TEV 50% o TEV embarazo
APCR o factor V de 3 a 7% mujeres de Incidencia de 20 a APCR en 78% con
Leiden raza blanca 30% con TEV TEV factor V de
Leiden en 46% con
TEV, valor predic-
tivo (1:500)
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Factor V de Leiden
En 1993 fue reconocida una nueva causa de trombofilia hereditaria debida a una
resistencia del factor V a la proteína C activada, la cual rompe el equilibrio pro-
coagulación–anticoagulación y predispone a las trombosis venosas. En 1994
Bertina y col. (del Hospital Universitario de Leiden, Holanda) demuestran que
la sustitución de un aminoácido en posición 506 impide su degradación por parte
de la proteína C activada. Representa “la causa genética más común de trombosis
venosa”: aumenta el riesgo 7 veces en heterocigotos y 80 veces en homocigotos.
Tiene una herencia mendeliana simple (50% de descendencia), aumenta el riesgo
en embarazo, uso de anticonceptivos orales, terapia estrogénica, neoplasias, dia-
betes mellitus, inmovilización y cirugía. Se presenta en 5 a 26% de pacientes con
preeclampsia severa, eclampsia o HELLP,10 y en cuanto al retardo en el creci-
miento intrauterino tiene una prevalencia de 5 a 35% (factor V de Leiden), de 2.5
a 15% para protrombina (G20210A) y de 1 a 23% para proteína S.11
Se consideran otros factores de riesgo como obesidad, la cual se asocia con dis-
minución de proceso fibrinolítico, incremento de PAI 1–PAI 2 y TAFI. Dosis
bajas de ASA disminuyen PAI 1 en el embarazo. La cirugía incrementa el riesgo
de TEP fatal en 0.2 a 0.9%. (p. ej., edad avanzada, historia de VTE, obesidad, in-
suficiencia cardiaca, parálisis y trombofilia). La historia familiar se asocia con
ocho veces el déficit de AT, siete veces el de proteína C y dos veces el de factor
V de Leiden. También son factores de riesgo el reposo prolongado, la preeclam-
psia severa y la insuficiencia uteroplacentaria (cuadro 26–2).12–14
Cuadro 26–2.
Lindqvist et Danilenko–Dixon Anderson y Spencer
al. (N: 603) et al. (N: 90) (N: 1231)
Factores de riesgo moderados 2.0 Edad > a 40 años
Edad > 35 años 1.3 (1 a 1.7)
Embarazos
Dos 1.5 (1.1 a 1.9) 1.1 (0.9 a 1.4)
Tres o más 2.4 (1.8 a 3.1)
Tabaquismo 1.4 (1.1 a 1.9) 2.5 (1.3 a 4.7)
Gestación múltiple 1.8 (1.1 a 3.0) 0.4 (0.35 a 135.5)
Preeclampsia 2.9 (2.1 a 3.9) 1.0 (0.14 a 7.1)
Venas varicosas 2.4 (1.04 a 5.4) 4.5
Obesidad 1.5 (0.7 a 3.2) <2
Cesárea 3.6 (3.0 a 4.3)
Hemorragia obstétrica 9.0 (1.1 a 71.0)
Factores de riesgo altos
Lesión medular > 10
Cirugía abdominal > 30 min > 10
Enfermedad tromboembólica venosa en el embarazo y el puerperio... 353
c. Trauma.
d. Obesidad.
e. Cáncer.
f. Condiciones médicas subyacentes.
g. Pérdida fetal inexplicada en la semana 20 o más adelante.
h. Preeclampsia severa o HELLP.
i. Retraso en el crecimiento intrauterino.
Test básico
Consiste en realizar las siguientes determinaciones:
a. Proteína C.
b. Proteína S.
354 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 26)
c. Antitrombina III.
d. Proteína C activada o factor V de Leiden (mediante PCR).
e. Protrombina G20210a (mediante PCR).
f. Anticuerpos anticardiolipina IgG.
g. IgM.
h. Anticoagulante lúpico.
a. Homocisteína.
b. Otras mutaciones del factor V.
c. Niveles de proteína Z.
d. Niveles de PAI–1.
e. Polimorfismo de PAI–1/4G/5G.
f. MTHFR.
g. Homocisteína.
h. Factores VIII, IX y X, con las cuales el costo del screening resultaría prohi-
bitivo.
Warfarina
Anticoagulación
posparto INR de
2.5 a 3.5 por 4
semanas iniciando
con HNF o HBPM
Heparina y trombocitopenia
Una disminución por debajo de 150 000 y 50% por debajo de la línea de base obli-
ga a suspender la heparina. Paradójicamente más de la mitad de los pacientes con
trombocitopenia presentan trombosis en los siguientes 30 días. El consenso reco-
mienda realizar un recuento plaquetario al inicio del tratamiento y tres semanas
después del mismo. Un decremento a menos de 100 000 plaquetas es condición
para discontinuar el tratamiento.24
Enfermedad tromboembólica venosa en el embarazo y el puerperio... 357
Tromboembolia pulmonar
Puede presentarse sin y con enfermedad pulmonar previa, lo cual representa me-
nor o mayor repercusión clínica.
a. Inestabilidad clínica.
b. Obstrucción vascular mayor de 50% o defecto de perfusión de 9 seg.
c. Hipoxemia grave.
d. Hipocinesia regional de ventrículo derecho.
a. Estabilidad clínica.
b. Obstrucción vascular mayor de 30% o defecto de perfusión de más de 60
seg.
c. Hipoxemia moderada.
d. Hipocinesia regional de ventrículo derecho.
a. Estabilidad clínica.
b. Obstrucción vascular mayor de 20% o defecto de perfusión de más de 5 seg.
c. Sin hipoxemia.
d. Sin disfunción de ventrículo derecho.
a. Inestabilidad clínica.
b. Obstrucción vascular mayor de 23%.
c. Hipoxemia grave (generalmente refractaria).
d. Hipocinesia global de ventrículo derecho.
a. Estabilidad clínica.
b. Obstrucción vascular menor de 23%.
Enfermedad tromboembólica venosa en el embarazo y el puerperio... 359
c. Hipoxemia no refractaria.
d. Sin disfunción de ventrículo derecho.
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27
Tromboprofilaxis como un modelo de
calidad y seguridad en obstetricia
Carlos Gabriel Briones Vega, Jesús Ojino Sosa,
Manuel Antonio Díaz de León Ponce, Jesús Carlos Briones Garduño
INTRODUCCIÓN
del Instituto Mexicano del Seguro Social, informaron de 15% de embolia pulmo-
nar en 1 685 estudios de autopsias, causa directa de la muerte en 28% e indirecta
en 62%. En otro estudio de 1 032 autopsias Sandoval y col., del Instituto Nacional
de Cardiología “Ignacio Chávez”, registraron una incidencia de 22%, con lo que
representó la tercera causa de mortalidad. Estas alarmantes cifras de enfermos
hospitalizados con ETV resaltan cuando se encuentra una importante brecha en-
tre las guías nacionales e internacionales y el uso apropiado de la profilaxis de
esta enfermedad.
El estudio multinacional transversal ENDORSE mostró que la profilaxis de
la ETV en enfermos médicos o quirúrgicos es menor que la recomendada en las
guías del Colegio Americano de Médicos del Tórax (ACCP) de 2004, con mayor
361
362 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 27)
La calidad de la atención debe medirse por sus resultados; los resultados desea-
bles se logran mejorando el proceso de atención médica, asignando recursos eco-
nómicos bajo una política de salud que atienda las demandas de la población.
La atención médica es un proceso que va del diagnóstico de una patología has-
ta su tratamiento, así como a la identificación de factores de riesgo para su posible
prevención, bajo un código de ética aprendido desde la escuela de medicina.
El quehacer del médico requiere información actualizada, el desarrollo de ha-
bilidades, destrezas y responsabilidades en una atmósfera que mejore su autoes-
tima, logrando cambios en sus pacientes; lo anterior se expresa mediante las ma-
nifestaciones de afecto de éstos y obteniendo una remuneración económica
digna, que represente la compensación al esfuerzo y a su dedicación.7
ESTUDIOS DE DIAGNÓSTICO
Evidencia:
Tromboprofilaxis como un modelo de calidad y seguridad... 363
Recomendación:
Evidencia:
Recomendación:
Evidencia:
Recomendación:
Tomografía computarizada de
alta resolución de tórax (TCAR)
Evidencia:
Recomendación:
Tromboprofilaxis como un modelo de calidad y seguridad... 365
Embarazo y puerperio
Evidencia
Recomendación:
S Edad (la incidencia anual de ETV se incrementa con cada década a partir
de los 40 años de edad).
S Embarazo y puerperio.
S Malignidad oculta o activa.
Tromboprofilaxis como un modelo de calidad y seguridad... 367
S ETV previa.
S Venas varicosas.
S Obesidad marcada.
S Inmovilidad severa prolongada (reposo en cama prolongado, inmoviliza-
ción con yeso u ortesis, limitación del movimiento resultado de viajes pro-
longados y subsecuentemente estasis venosa).
S Uso de terapia de reemplazo hormonal con estrógenos o anticonceptivos
orales.
S Trombofilia hereditaria o adquirida (condiciones que conllevan un alto
riesgo de TEV, incluyendo deficiencia hereditaria de antitrombina, proteína
C o proteína S, homocigoto o doble heterocigoto para factor V de Leiden
o mutación del gen de la protrombina G20120A y síndrome antifosfolípi-
dos) (cuadro 27–1).
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368 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 27)
INTRODUCCIÓN
Historia
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
369
370 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 28)
Incidencia
Es variable, pues hay reportes que van desde 1 por 8 000 hasta 1 por 83 000 partos.
En un estudio hecho en California se informó una incidencia de 1 por 20 640 par-
tos.4
Clark y col. reportaron que 70% de los casos de embolismo de líquido amnió-
tico ocurrieron antes del parto y 30% después de él, incluyendo los casos ocurri-
dos durante la cesárea.
En el momento del evento la gran mayoría de las pacientes se encontraban con
las membranas rotas, ya sea artificialmente o porque había ocurrido de manera
espontánea.4,16,17
Mortalidad
Sobrevida
FISIOPATOLOGÍA
Componentes del
En solución líquido amniótico En suspensión
Obstrucción mecánica
Efectos mayores
Reacción anafilactoide
y afección sistémica
ria.4,16
Reacción anafilactoide
Contribución
para la Edema pulmonar
hipoxia no cardiogénico
Edema pulmonar
cardiogénico
Desigualdad V/Q
CUADRO CLÍNICO
Contribución
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
para el choque
Distributivo
Cardiogénico
Obstructivo
Activación inmunitaria
Paro cardiaco, edema pulmonar de las vías de la
agudo, choque, síndrome de coagulación
dificultad respiratoria, cianosis,
hipoxia asociada a alteración del
estado mental y convulsiones Coagulopatía
CID
Sangrado
Paro cardiaco prolongado
o hipoxia Sí
No
Inhabilitación neurológica
permanente y muerte
materna y fetal
Recuperación
Factores de riesgo
Cascada de
la coagulación Cascada del Células Macrófagos
complemento endoteliales
Cininas
TNF, IL–1,
IL–6, IL–8
Plaquetas y productos
de la fibrinólisis Leucocitos
Formas activadas
de oxígeno
Mediadores Lesión
inflamatorios endotelial
Proteasas
SDRA
Con frecuencia los síntomas iniciales son el comienzo abrupto de escalofríos, an-
siedad y tos.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
S Hipoxemia.
S Choque típicamente de inicio obstructivo y posteriormente cardiogénico o
distributivo.
S Coagulopatía/CID.
S Estado mental alterado/encefalopatía, hipoxia, convulsiones, confusión
mental, agitación.
S Fiebre, prurito, dolor de cabeza, náusea, vómito.
S Evidencia de distrés fetal (desaceleración tardía, bradicardia, muerte fe-
tal).4
376 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 28)
Cascada inflamatoria
ÃÃÃÃÃÃÃÃÃ
isquémica
ÃÃÃÃÃÃÃÃÃ
Disminución del volumen
ÃÃÃÃÃÃÃÃÃ
de líquidos
Toxinas
Célula
Edema celular desencadenante Ácido láctico
Radicales libres
Mediadores inflamatorios
Otras toxinas
Daño celular directas
Célula
inmunitaria
Citotoxinas activadas
Neutrófilos y macrófagos
Otras células inmunitarias
Reacción amplificada
ÃÃÃÃÃÃÃÃÃÃ
Pulmón
ÃÃÃÃÃÃÃÃÃÃ
Lesión de células no isquémicas Corazón
DIAGNÓSTICO
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
Morbilidad/mortalidad
Signos y síntomas
Dificultad
respiratoria Colapso Hemorragia
54% hemodiná- 49%
mico 51%
Falla orgánica múl-
Hipoperfusión cerebral 10% tiple e infecciones
Minutos Horas Días
Tiempo
Figura 28–7. Cronología e incidencia de signos y síntomas de la embolia de líquido
amniótico.4
Diagnóstico diferencial
S Tromboembolia pulmonar.
S Embolia aérea.
S Hemorragia.
S Aspiración de contenido gástrico.
S Complicaciones anestésicas.
S Anafilaxia.
S Sepsis.
S Respuesta inflamatoria sistémica.
S Infarto del miocardio.
S Cardiomiopatía del embarazo.
S Eclampsia.
S Reacción transfusional.11,13
TRATAMIENTO
Manejo:
S Posparto: reanimación materna
ÃÃÃÃÃÃÃÃÃ ÃÃÃÃÃ
ÃÃÃÃÃÃÃÃÃ ÃÃÃÃÃ
ÃÃÃÃÃÃÃÃÃ ÃÃÃÃÃ
Éxito Fracaso Cesárea
S Reanimación materna:
Monitorear tensión arterial continua, El monitoreo no
presión venosa central, debe retrasar las
presión de la arteria pulmonar, medidas de reanimación
gasto cardiaco
Resistencias vasculares,
saturación y extracción de oxígeno
S Si RCP OK
ÃÃÃÃ
ÃÃÃÃ
UCIO
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
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E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
384 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 28)
29
Edema pulmonar agudo no
cardiogénico en ginecoobstetricia
Jesús Carlos Briones Garduño, Manuel Antonio Díaz de León Ponce,
Antonio Guerrero Hernández, Ana Gabriela Sáenz Coronado,
Oswaldo Israel Sandoval Ayala, Carlos Gabriel Briones Vega
INTRODUCCIÓN
Las causas más frecuentes de muerte en mujeres jóvenes en el medio mexicano son:
a. Trauma.
b. Tromboembolismo pulmonar.
c. Hemorragia aguda.
d. Preeclampsia–eclampsia.
e. Sepsis.
f. Cardiomiopatía.
g. Insuficiencia cardiaca.
h. Edema pulmonar agudo.
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
385
386 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 29)
a nivel pulmonar. Inicialmente hay hipertensión venosa capilar que pone de ma-
nifiesto una redistribución de flujo sanguíneo desde las partes basales hacia las
apicales, con aumento en el calibre de los vasos pulmonares de predominio en las
regiones basales. Este aumento en el flujo y en la presión en los vasos pulmonares
genera fuga de líquido intersticial con edema y colapso capilar, mismo que au-
menta el cortocircuito intrapulmonar, propicia hipoxemia y facilita la fuga de lí-
quido a nivel alveolar como consecuencia del desequilibrio de las fuerzas de Star-
ling, o por la lesión primaria de tipo inflamatorio de los diferentes componentes
de la membrana alveolocapilar (sin componente cardiogénico).2–7 La secuencia de
intercambio y acumulación de líquido en los pulmones tiene lugar en tres fases:
El inicio del edema pulmonar agudo suele ser brusco, con síntomas promisorios
como la disnea paroxística o la ortopnea; por lo general se presentan tos, taquip-
nea y sibilancias. Cuando la congestión alveolar ocupa más de dos terceras partes
del árbol bronquial la tos se acompaña de expectoración “asalmonada” y esterto-
res crepitantes, vasoconstricción generalizada con palidez cutánea, cianosis cen-
tral y periférica, así como sudoración profusa. La presión arterial suele encontrar-
se elevada como consecuencia del aumento del tono simpático; hay taquicardia,
taquipnea e hipoxemia. Se observa tiraje intercostal y supraclavicular, y puede
encontrarse ritmo de galope ventricular y soplo sistólico por regurgitación mitral
aguda. Los exámenes pertinentes son:
a. Biometría hemática.
b. Química sanguínea.
c. Electrólitos séricos.
d. Pruebas de funcionamiento hepático.
e. Examen general de orina.
f. Gasometría arterial.
g. Índice de Kirby.
ción del esfínter anal. El color del meconio varía según la intensidad de la
hipoxia: cuanto más espeso significa que procede de las porciones más altas del
intestino fetal y, por lo tanto, el grado de hipoxia fetal es más grave.
El tratamiento inicial de la paciente debe ser guiado por protocolos; ante el
evento de edema pulmonar agudo se debe actuar basándose en la prioridad de
atención hacia la madre, ya que la sobrevivencia del feto dependerá de la restitu-
ción inicial de las funciones fisiológicas de ella. Se debe considerar que la edad
gestacional es un parámetro básico que debe hacer pensar en la viabilidad del pro-
ducto, y entonces dirigir los esfuerzos de reanimación hacia la madre:
b. Oxígeno suplementario.
c. Infusión de soluciones con glucosa.
d. Indometacina rectal.
5 abril 4.7 85.6 9.8 5.5 5.1 16.3 0.16 Positivo 10.7
6 abril 5.2 5.2 16.8 0.16 8.8
7 abril 4.8 15.1 0.18
8 abril 9.4
9 abril 5.69 20.3 7.2
Figura 29–1. Telerradiografía de tórax que muestra imagen típica de edema pulmonar
agudo (en alas de mariposa).
Paciente femenina de 48 años de edad. Gesta IV, para IV. Expediente 1885204.
Posoperatorio inmediato de histerectomía total abdominal secundaria a mio-
matosis uterina (hipotiroidismo de dos años de evolución). Inicia en forma súbita
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 29–3. Tele de tórax: muestra infiltrado difuso bilateral de predominio en ambas
bases pulmonares (se aprecia cefalización de flujo y rectificación del cono de la arteria
pulmonar).
Figura 29–4. Tele de tórax: 24 h después del tratamiento médico se aprecia cómo desa-
pareció el infiltrado difuso en ambas bases pulmonares.
Embolismo pulmonar agudo no cardiogénico en ginecoobstetricia 391
Discusión
CONCLUSIONES
fuga capilar. Cabe señalar que es la primera comunicación a nivel mundial de esta
asociación sobre la fisiopatología de este síndrome.
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30
Insuficiencia renal
aguda en el embarazo
Manuel Antonio Díaz de León Ponce, Jesús Carlos Briones Garduño
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
DE LA INSUFICIENCIA RENAL AGUDA
Definición
393
394 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 30)
La mortalidad de la IRA como causa única con la terapéutica dialítica debe ser
de 0%, y cuando se acompaña de la falla de otros órganos vitales o forma parte
del síndrome de disfunción orgánica múltiple puede ser de hasta 100%.
Para establecer una clasificación uniforme para la lesión renal aguda, el grupo
Acute Dialysis Quality Initiative (ADQI) propuso la clasificación RIFLE (siglas
en inglés de risk, injury, failure, loss y end–stage kidney). La clasificación RIFLE
define tres grados de severidad que se van incrementando en los pacientes con
lesión renal aguda:
1. Prerrenales.
2. Renales o intrínsecas.
3. Posrenales.
con frecuencia a falla cardiaca, disfunción hepática o choque séptico. En los pa-
cientes quirúrgicos la azotemia prerrenal es una causa común de disfunción renal
perioperatoria.
La IRA intrínseca se asocia con lesión en el parénquima renal, generalmente
como resultado de lesión en un sitio primario (túbulos, intersticio, vasos o glomé-
rulo). Las causas de la insuficiencia renal intrínseca se presentan en el cuadro
30–3.
Aunque en la mayoría de los casos la isquemia renal aguda es reversible si se
revierte la causa desencadenante, puede ocurrir isquemia cortical si la isquemia
es severa, en especial si el proceso patológico incluye coagulación microvascu-
lar, mordedura de serpiente o anemia urémica hemolítica.
Después de la isquemia las toxinas ocupan el segundo lugar como causantes
de la IRA intrínseca. Las toxinas involucradas con más frecuencia son antibióti-
396 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 30)
senta en el paciente hospitalizado suele tener más de una causa, pues es frecuente
encontrar que estos pacientes han sido expuestos a aminoglucósidos, radiocon-
traste, AINE y la propia enfermedad del paciente.
HISTORIA Y EPIDEMIOLOGÍA DE LA
INSUFICIENCIA RENAL AGUDA EN MÉXICO
Chávez y Sánchez diagnosticaron 4 888 pacientes con IRA; sin embargo, hay di-
vergencia en sus resultados porque 602 pacientes tuvieron riesgo y 768 lesión,
y sólo corroboran que 3 518 tenían falla renal aguda, lo que confirma lo mencio-
nado en párrafos anteriores: que la clasificación de RIFLE puede dar falsos posi-
tivos o negativos si se utilizan el volumen urinario y la concentración de creatini-
na en lugar de la depuración de creatinina, ya que esto puede retrasar la diálisis
temprana o utilizar ésta en forma indebida.
Desde 1941 la mayoría de los autores correlacionan la IRA con la necrosis tubular
aguda (NTA); sin embargo, hay que tener en cuenta que en la fisiopatología de
la IRA se han descrito cinco grupos de lesiones:
400 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 30)
1. Glomerulares.
2. Necrosis tubulointersticial.
3. Necrosis cortical.
4. Necrosis papilar.
5. Sin lesión demostrable.
La IRA prerrenal es la causa más común de falla renal aguda y representa la res-
puesta fisiológica a hipoperfusión renal moderada. En la IRA prerrenal el parén-
quima renal no sufre daño; sin embargo, en la hipoperfusión severa puede ocurrir
lesión tisular por isquemia, lo que generaría daño renal intrínseco.
La hipovolemia genera una caída en la presión arterial media, la cual es detec-
tada por barorreceptores cardiacos y carotídeos cuya activación genera una serie
de respuestas neuronales y humorales que se caracterizan por la estimulación del
sistema nervioso simpático, del sistema renina–angiotensina–aldosterona y por
liberación de la hormona antidiurética. La epinefrina, la angiotensina II y la hor-
mona antidiurética estimulan la vasoconstricción de lechos vasculares no esen-
ciales, como la circulación esplácnica y musculocutánea, en su intento por man-
tener la presión sanguínea y preservar la perfusión cardiaca y cerebral. También
disminuyen la pérdida de sal y agua mediante la inhibición de las glándulas sudo-
ríparas, el aumento de la sed y promoviendo la retención de sal y agua.
Como consecuencia de la hipoperfusión disminuye la presión de perfusión re-
nal; sin embargo, la perfusión glomerular, la presión de ultrafiltrado y la tasa de
filtración se preservan debido a la presencia de receptores en las arteriolas aferen-
tes que se activan en respuesta a la reducción de la presión intraglomerular. Esta
respuesta se caracteriza por vasodilatación de la arteriola aferente debida a un
reflejo miogénico local. Otro mecanismo que genera dilatación de la arteria afe-
rente es la síntesis de prostaglandinas vasodilatadoras, principalmente la prosta-
glandina E2 y la prostaciclina. La dilatación máxima de la arteriola aferente se
da con una presión arterial media de 80 mmHg; por lo tanto, cifras menores a di-
cho valor se asocian con disminución crítica de la presión de ultrafiltrado glome-
rular y de la tasa de filtrado glomerular. La angiotensina II induce la constricción
de la arteriola eferente.
La suma de estos mecanismos compensadores ayuda a mantener la presión in-
traglomerular; sin embargo, en la hipoperfusión severa estos mecanismos se ven
superados.
Insuficiencia renal aguda en el embarazo 401
LA IRA por isquemia se caracteriza por necrosis y apoptosis focales del epite-
lio tubular en varios puntos a lo largo de la nefrona, con extensas zonas entre ellas
que conservan la normalidad y se acompañan a menudo de ruptura de la membra-
na basal (tubulorrexis) y oclusión por cilindros de las luces de los túbulos. Se pre-
senta cuando la hipoperfusión induce lesión isquémica a las células del parénqui-
ma renal, principalmente el epitelio tubular. En su forma más grave la isquemia
genera necrosis cortical bilateral y falla renal irreversible.
Durante el desarrollo de la IRA por isquemia se han identificado tres fases:
1. Fase inicial: abarca desde la instauración de la hipoperfusión hasta una o
dos semanas después; es el periodo inicial de la hipoperfusión renal durante
el cual comienza la lesión isquémica. La lesión se puede limitar si se restau-
ra el flujo sanguíneo renal en este periodo.
402 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 30)
Isquemia
Agotamiento de ATP
Edema celular
Acumulación de calcio
Necrosis o apoptosis
Disminución del FG
Sepsis
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
IRA
Figura 30–4. Algunos de los factores que desencadenan la falla renal aguda en la sep-
sis. CID: coagulación intravascular diseminada; IRA: insuficiencia renal aguda.
406 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 30)
Desequilibrio hidroelectrolítico
Los pacientes con IRA oligúrica pueden presentar sobrecarga hídrica debido a
la disminución de la filtración glomerular asociada con la administración exce-
siva de líquidos parenterales, nutrición, medicamentos endovenosos, etc. Si la
precarga excede la capacidad contráctil ventricular puede llevar al paciente a
edema pulmonar agudo. La hiperkalemia usualmente es asintomática; sin embar-
go, afecta al corazón, por lo que se observan en el ECG anormalidades (depen-
dientes del nivel de potasio sérico) como ondas T acuminadas, aplanamiento de
la onda P, prolongación del intervalo PR, ensanchamiento progresivo del QRS,
desarrollo de onda S profunda y presencia de arritmia ventricular o paro cardiaco.
La hiperfosfatemia es secundaria a la retención de fosfatos por el daño renal y que
se liberan del compartimento intracelular por hemólisis, isquemia intersticial,
rabdomiólisis y síndrome de lisis tumoral. La mayoría de los pacientes con IRA
tienen disminución tanto del calcio ionizado como del total. Las causas son
hipoalbuminemia, hiperfosfatemia y menor absorción de calcio intestinal por
disminución de metabolitos de la vitamina D.
Las pruebas funcionales que tienen mayor sensibilidad y especificidad son la de-
puración de creatinina endógena (que debe ser menor de 15 mL/min) y el U/P os-
molar (que debe ser menor de 1).
ESTUDIOS PARACLÍNICOS
Exámenes sanguíneos
mento de la creatinina sérica son ingesta de carne, pacientes con gran desarrollo
muscular o lesión muscular aguda.
El nitrógeno ureico sanguíneo (BUN) es la cantidad de sustancia nitrogenada
presente en la sangre en forma de urea; su valor normal oscila entre 10 y 20 mg/dL
y los valores superiores sugieren insuficiencia renal aguda.
La relación creatinina:BUN normal es de 1:10 y se preserva en la necrosis tu-
bular aguda; si es mayor de 1:20 entonces sugiere azoemia prerrenal, aunque
otras causas pueden ser estados hipercatabólicos, uso de esteroides, sangrado
gastrointestinal, masa muscular reducida o ingestión proteica aumentada.
Depuración de creatinina
En el individuo normal la creatinina se excreta fundamentalmente mediante la
filtración glomerular. Por este motivo la depuración de creatinina endógena se
considera demostrativa de la cuantía del volumen de filtración glomerular.
El concepto de depuración renal supone que una parte de la sangre que pasa
por el riñón es depurada completamente de un soluto determinado; se expresa en
mL de plasma depurado por minuto. Se acepta como normal un valor de 100 mL/
min para una persona con 1.73 m2 de superficie corporal. Las cifras por abajo de
este valor indican una reducción de la filtración glomerular y reflejan patología
renal. Los valores inferiores a 60 mL/min son indicativos de insuficiencia renal
moderada y los niveles de 15 mL/min reflejan insuficiencia renal importante.
Valores tan bajos como de 5 a 7 mL/min determinan la presencia de síndrome uré-
mico y comprometen la vida del paciente.
Gasto urinario
Para excretar los desechos nitrogenados se debe producir un volumen de 1 500
a 2 500 mL de orina en 24 h dependiendo de la ingesta de líquidos y del clima.
Insuficiencia renal aguda en el embarazo 411
Medicina nuclear
Tiene utilidad similar a los estudios Doppler; en pacientes con anuria súbita sirve
para establecer el diagnóstico de necrosis cortical.
Biopsia renal
La biopsia renal rara vez es utilizada para el diagnóstico de IRA; sin embargo,
está indicada en casos de anuria mayor de 30 días y en investigación.
412 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 30)
Aunque hubo una lista inagotable de datos y estudios posteriores, no fue sino
hasta el siglo XX cuando se realizó la diálisis en vivo con el trabajo publicado
en 1913 por Abel, Rowntree y Turner, quienes diseñaron el primer riñón artificial
utilizado en animales de experimentación; éste consistía en tubos de colodión
(material derivado de la celulosa) de 8 mm de diámetro que se introducían en un
vaso con suero. A este procedimiento lo denominaron vividifusión (figura 30–6).
En este primer cuarto del siglo XX aparecerían otros riñones artificiales, como
el del doctor alemán Georg Hass y el de van Hess en 1915, así como el de Neche-
les en 1923. Es importante señalar que la primera diálisis en un ser humano fue
llevada a cabo en el verano de 1924 por Hass en la ciudad de Giessen, en un proce-
dimiento que duró 36 min (figura 30–7). Para 1928 Hass ya había dializado un
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
total de seis pacientes, ninguno de los cuales sobrevivió, quizá por su condición
crítica, aunada a la poca efectividad del tratamiento dialítico. Hass utilizó hirudi-
na como anticoagulante, lo que a menudo llevaba a complicaciones masivas que
iban desde reacciones alérgicas, por ser una sustancia insuficientemente purifi-
cada y originada de especies muy distintas a los humanos, hasta diátesis hemorrá-
gicas.
Un impulso importante para el desarrollo del conocimiento de la fisiología re-
nal y que evidentemente mejoraría los aspectos técnicos para el progreso de los
procesos de sustitución renal lo dio en 1937 el Dr. Homer Smith, jefe del departa-
mento de fisiología de la Universidad de Nueva York, quien midió la tasa de fil-
tración glomerular mediante el empleo de la inulina, una sustancia que sólo se
excreta por filtración glomerular. Midió también el flujo plasmático renal me-
diante el estudio del para–aminohipurato, que es una sustancia que se elimina
414 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 30)
principalmente por secreción tubular. También realizó mediciones del flujo san-
guíneo renal y de la fracción de filtración, que es la fracción del flujo plasmático
que es filtrado por el glomérulo. Además estableció el concepto de reabsorción,
secreción y excreción, fundamentos de la función renal. Por lo antes mencionado
y por muchas otras investigaciones más se considera al Dr. Homer Smith como
el “padre de la fisiología renal”. En ese mismo año de 1937 el científico alemán
Wilhelen Thalheiner investigó la membrana de celofán que se usaba para la fabri-
cación de salchichas y otros embutidos, y descubrió que podría ser utilizada para
remover solutos de la sangre.
Fue en 1947 cuando el trabajo de Willem Johan Kolff marcaría el hito más im-
portante en el desarrollo de la diálisis en humanos. Durante la ocupación alemana
de su país este investigador holandés diseñó un riñón artificial en el cual un tubo
cilíndrico de celofán estaba enrollado en un tambor rotatorio sumergido en un
tanque que contenía unos 100 L de líquido dializante. Mediante la rotación del
tambor por el principio de Arquímedes, literalmente empujaba la sangre a través
del tubo de celofán hacia el extremo distal de la máquina, desde donde volvía a
la vena del paciente por medio de una bomba. Esta máquina se utilizó en dicho
año en un paciente con falla renal crónica, considerándose la primera diálisis exi-
tosa de la historia (figura 30–8).
A partir de entonces se desarrollaron las cinco generaciones de hemodializa-
dores, incluyendo:
INTRODUCCIÓN
Hemodiálisis intermitente
ciente (arteriovenosa) o entre dos venas (venovenosa) para hacer pasar la sangre
a través de un dializador de baja resistencia y extraer líquido, electrólitos y solu-
tos, no ligados a proteínas y con peso molecular inferior a 50 000 Dalton (molé-
culas pequeñas y medianas).
La hemofiltración se fundamenta en la convección, en donde el plasma es fil-
trado, lo que permite la renovación de moléculas de pequeño y mediano tamaño
disueltas en el plasma. La cantidad total de soluto transportado por unidad de
tiempo es dependiente de la cantidad de plasma ultrafiltrado. El volumen de ultra-
filtrado es sustituido continuamente por el reemplazo de los fluidos provenientes
de bolsas. La hemofiltración es técnicamente más fácil de realizar que la hemo-
diálisis y pueden hacerla las enfermeras de la UCI, sin que sea necesario personal
altamente calificado (cuadro 30–13).
La terapia de reemplazo renal continuo (TRRC) permite la remoción lenta
pero continua de residuos tóxicos y del exceso de fluidos. Comparándola con la
hemodiálisis intermitente, la TRRC provee una mayor estabilidad hemodinámi-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Aspectos técnicos
Diálisis peritoneal
Bases fisiológicas
El peritoneo es una membrana que por su estructura funciona como una barrera
semipermeable al paso de agua y solutos. Las capas involucradas están dadas por
los capilares, el intersticio, células mesoteliales y líquido de la cavidad perito-
neal. La diálisis peritoneal se refiere al intercambio de solutos y agua del capilar
peritoneal al líquido dializado, en el espacio peritoneal. Para que este proceso se
realice se requiere una superficie peritoneal de absorción sana y amplia, así como
un flujo sanguíneo óptimo; en la medida en que estos factores sean adecuados,
así será el funcionamiento de la diálisis.
Insuficiencia renal aguda en el embarazo 423
Se procede a la corrección del catéter con el sistema en “Y” de diálisis previa fija-
ción del mismo y finalmente se corrobora la permeabilidad.
Complicaciones
9. Edema de escroto.
10. Pérdida de líquido pericanular.
11. Derrame pleural.
En todo paciente que vaya a ser sometido a diálisis peritoneal se debe asegurar
que existe el menor riesgo de complicaciones, que realmente tiene una indicación
y que no presenta alteraciones en la coagulación.
El volumen líquido de diálisis inicialmente es de 10 a 20 mL/kg; para evaluar
la funcionalidad del catéter y la posibilidad de fugas se realizan intercambios de
entrada por salida, pudiéndose incrementar gradualmente de 40 a 50 mL/kg/re-
cambio controlando que no comprometa el estado respiratorio en las siguientes
8 a 12 h, permitiendo con ello un adecuado sellado de la membrana peritoneal al
catéter.
El tiempo de intercambio es de 30 min, con un tiempo de infusión de 5 a 10
min y uno de salida o drenaje de 10 a 15 min. Debe estar a temperatura corporal
para maximizar eficiencia y prevenir hipotermia y vasoconstricción mesentérica
(cuadros 30–14 y 30–15).
Para evitar la mala fama que tienen los procedimientos dialíticos como tratamien-
to de primera elección en la IRA, independientemente de la clasificación que se
utilice no se debe indicar basándose en diuresis, retención azoada, desequilibrio
Insuficiencia renal aguda en el embarazo 425
Diagnóstico
Cuadro 30–16. Clasificación de RIFLE por Díaz de León para indicación de TRR
Diálisis R Ficticio: < volumen urinario 0.5 mL/kg/h x 6 h, > creatinina
temprana Riesgo sérica x 1.5, < filtración glomerular 25%. Verdadero: filtra-
ción glomerular < 15 mL/min
I Ficticio: < volumen urinario < 0.5 mL/kg/h x 12 h, > creatinina
Injury (lesión), sérica x 2, < filtración glomerular 50%. Verdadero: filtración
daño glomerular < 15 mL/min
F Ficticio: < volumen urinario < 0.3 mL/kg/h x 12 h o más. Ver-
Falla o dadero (?): > creatinina sérica x 3. Verdadero: filtración
insuficiencia glomerular < 15 mL/min
Diálisis tardía L Ficticio: si no hay biopsia renal no se puede determinar la
Lesión lesión. Verdadero: biopsia renal para determinar la lesión
cuando hay oliguria o anuria por más de cuatro semanas
Diálisis E Enfermedad renal previa, filtración glomerular disminuida con
crónica Daño final manifestaciones de uremia posterior a riesgo, lesión o falla
Trasplante Enfermedad con más de tres meses de duración. Gabinete (US, gam-
terminal magrama renal), riñones disminuidos de tamaño y biopsia
renal demostrando daño glomerular
tor (como podrían serlo los más frecuentes en pacientes obstétricas: hipovolemia
por sangrado, procesos sépticos o fármacos nefrotóxicos, o bien patologías pre-
vias o concomitantes a la gestación). El tratamiento de elección de la insuficien-
cia renal aguda en pacientes obstétricas es la diálisis temprana, la cual está basada
en la depuración de creatinina con valores menores de 25 mL/min, y sólo cuando
no sea posible efectuar ésta se aplicará la terapéutica medicamentosa; por ejem-
plo, glucosa hipertónica, dosis elevadas de diuréticos, antitrombóticos y antago-
nistas del calcio. En México la IRA es la cuarta causa de ingreso a las UCI, con
una mortalidad que varía de 1 a 70%; sin embargo, cuando se presenta sola y se
utiliza diálisis temprana la mortalidad baja a 0. En 1968 Berggard y Bearn aisla-
ron de la orina de pacientes con enfermedad de Wilson (caracterizada por daño
tubular proximal) la beta 2 microglobulina (b2MG), un polipéptido de bajo peso
molecular (aproximadamente 11.8 kDa), de alrededor de 100 aminoácidos y que
no contiene hidratos de carbono asociados. Es sintetizada en todas las células nu-
cleadas del organismo y forma la cadena liviana del complejo mayor de histo-
compatibilidad (HLA–I), siendo importante en el proceso de reconocimiento ce-
lular.
Es filtrada por el riñón y reabsorbida por el túbulo contorneado proximal. El
incremento de los niveles plasmáticos de b2MG es verificable en dos situaciones:
2. Por aumento en la síntesis, como ocurre en patologías en las que está involu-
crado el sistema inmunitario, como lupus eritematoso sistémico, artritis re-
umatoide, mieloma múltiple, linfoma de células b, así como en algunas in-
fecciones virales y neoplasias.
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INTRODUCCIÓN
433
434 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 31)
S Mantener los niveles de glucemia en ayuno < 95 y posprandial < 140 mg/
dL.
S Hemoglobina glucosilada A1c < 6.5%.
S Colesterol total < 200, triglicéridos < 150 y HDL > 40 mg/dL.
S Presión arterial controlada.
S Alimentación calculada y balanceada.
S Control de peso.
Diagnóstico
Esta prueba ha resultado ser más sensible en el diagnóstico utilizando estos pun-
tos de corte para la glucosa posprandial (cuadro 31–1).
436 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 31)
Tratamiento
S Alimentación.
S Fármacos.
Alimentación
Debe estar acorde con el estado nutricional y la actividad física de la paciente em-
barazada.
Fármacos
Dos o más ocasiones con glucemia en ayuno > 105 o posprandial 2 h > 140 mg/dL.
Complicaciones agudas
1. Cetoacidosis diabética.
2. Síndrome hiperglucémico hiperosmolar no cetósico.
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CETOACIDOSIS DIABÉTICA
Tratamiento:
Complicaciones:
Complicaciones:
Tratamiento:
S Confirmar hipoglucemia.
S Investigar la causa.
S Administrar vía oral (con paciente consciente) líquidos azucarados.
S Administrar vía intravenosa (con paciente inconsciente) solución glucosa-
da a 10, 20 o 50%; infundirla en 5 a 15 min.9
CONCLUSIONES
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442 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 31)
32
Cardiopatía y embarazo
Guillermo Antonio Aristondo Magaña
CONSIDERACIONES GENERALES
res ginecoobstétricos.
Entre las principales causas de cardiopatía están malformaciones congénitas,
enfermedades vasculares, hipertensión arterial, arritmias y otras causas menos
frecuentes. Si una paciente es portadora de una cardiopatía y desea un embarazo,
éste deberá producirse cuanto antes, porque con el tiempo es posible que la car-
diopatía empeore.
Una cardiopatía leve y a veces hasta una moderada pueden permitir un emba-
razo y un parto normales. Las pacientes portadoras de cardiopatía de moderada
a grave necesitan atención especializada y sus embarazos deben manejarse como
de alto riesgo. Si el grado funcional cardiovascular se cataloga como III o IV de
la clasificación de la New York Heart Association (NYHA), sin importar cuál sea
443
444 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 32)
Clasificación de la NYHA
S Clase I: sin limitaciones de la actividad física (sin disnea, fatiga o palpita-
ciones).
S Clase II: ligera limitación de la actividad física (disnea con grandes y me-
dianos esfuerzos, normal en reposo).
S Clase III: limitación importante de la actividad física (disnea con mínimos
esfuerzos).
S Clase IV: disnea en reposo (con el ejercicio los síntomas se exacerban).
Clasificación de Killip
La clasificación de Killip fue diseñada para proporcionar una estimación clínica
de la gravedad del trastorno miocárdico en el tratamiento del infarto agudo del
miocardio, pero es aplicable a estos casos desde el punto de vista funcional y clí-
nico.
S Fase I: no hay insuficiencia cardiaca. No hay signos de descompensación
cardiaca.
S Fase II: insuficiencia cardiaca. Los criterios diagnósticos incluyen esterto-
res crepitantes, galope por tercer ruido e hipertensión venosa pulmonar.
Congestión pulmonar con estertores húmedos en la mitad inferior de los
campos pulmonares.
S Fase III: insuficiencia cardiaca grave. Edema pulmonar franco con esterto-
res en la totalidad de ambos campos pulmonares.
S Fase IV: Choque cardiogénico. Los signos incluyen hipotensión (presión
arterial sistólica v 90 mmHg) y evidencia de vasoconstricción periférica,
como oliguria, cianosis y diaforesis.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Debido a que las pacientes grávidas presentan manifestaciones tales como fatiga,
disnea, disminución de la tolerancia al ejercicio, edemas, palpitaciones, mareos
y a veces hasta estados sincopales, el establecimiento temprano de un diagnóstico
puede ser muy difícil y no siempre es posible atribuir dichas manifestaciones a
la esfera cardiovascular. Si a esto se agrega que por las mismas alteraciones del
embarazo se pueden presentar soplos funcionales y reforzamiento del primer rui-
do cardiaco, el diagnóstico se vuelve particularmente difícil y es necesario recu-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
rrir a apoyos de gabinete. Debe hacerse notar que, si ya existían soplos debidos
a problemas valvulares (mitrales, aórticos, pulmonares o tricuspídeos), éstos se
harán más ostensibles durante el embarazo aunque su repercusión funcional no
sea mayor.
El motivo predominante de consulta será la presencia de disnea cuando exista
una cardiopatía, pero debe establecerse un adecuado diagnóstico diferencial de
la misma. Otro motivo de consulta puede ser la presencia de palpitaciones, pero
en la mayoría de los casos lo será la presencia de un soplo encontrado en su prime-
ra consulta o por su ginecoobstetra.
Es muy importante una buena historia clínica que tienda a determinar:
a. Presencia de cardiopatía previa y su tratamiento.
b. Historia de embarazos anteriores y su evolución.
446 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 32)
Morbimortalidad
Las pacientes con cardiopatía y embarazo con grado funcional I o II de la NYHA
pueden ser manejadas en forma externa y quizá no presenten mayores problemas
y concluyan su embarazo con un parto normal.
Las pacientes con grado funcional III o IV necesitarán tratamiento altamente
especializado y, si fuera necesario, hospitalización hasta el final del embarazo.
Es de esperar que una paciente con un grado funcional determinado se dete-
riore un grado más a consecuencia del embarazo.
Estas pacientes pueden presentar, entre otras cosas, partos prematuros, sufri-
miento fetal de grados variables, retraso del crecimiento e incremento de la mor-
talidad perinatal hasta 10 veces superior a la normal.
Las pacientes con grado funcional III o IV tienen una elevada mortalidad tanto
materna como fetal.
La hipertensión pulmonar grave de cualquier etiología tiene una mortalidad
cercana a 50%.
Las lesiones obstructivas graves de cámaras izquierdas, como la estenosis y
la coartación aórtica, tienen un pronóstico muy reservado.
El síndrome de Marfán tiene un riesgo elevado de presentar ruptura o disec-
ción aórtica.
Las pacientes con prótesis valvulares anticoaguladas tienen una mortalidad
muy elevada.
Si la paciente antes de embarazarse tiene una cardiopatía con grado funcional
II debe valorar su caso muy cuidadosamente y, si fuera necesario, desistirse del
propósito de lograr un embarazo. Si ya estuviera embarazada y su clase funcional
se hubiera deteriorado, deberá valorarse seriamente la posibilidad de un aborto
terapéutico.
Cada caso debe valorarse de manera muy exhaustiva y contar siempre con la
interconsulta del especialista. Si la paciente tiene lesiones cardiacas corregibles,
habrá que saberlo antes de pensar en un embarazo.
DIAGNÓSTICO
cos a que se puede recurrir, pero siempre debe existir un manejo combinado con
un grado de entendimiento alto y criterios discutidos y definidos.
Ayudas diagnósticas
Electrocardiograma
Radiografía de tórax
Ecocardiograma
Es una de las ayudas más valiosas de que se dispone en el caso de una mujer en
estado de gravidez. El ecocardiograma es un procedimiento no invasivo, no per-
judicial para la madre ni para el producto, y debe realizarse lo más temprana-
mente posible cuando se sospeche de cardiopatía. El eco es muy valioso para
valorar estado valvular, tamaño de las cavidades, presencia de estenosis o insufi-
ciencia, presencia de reflujo, estimación de volúmenes, presiones y fracción de
eyección.
El ecocardiograma de la embarazada puede reflejar un aumento en el diámetro
y el volumen telediastólico del ventrículo izquierdo.
Todos los cambios mencionados pueden ser totalmente fisiológicos o bien ser
indicadores tempranos de patología.
Laboratorio
TRATAMIENTO
Los cuidados generales deberán estar orientados siempre a mantener una estabili-
dad hemodinámica, restringiendo la actividad física y apoyándose en fármacos
cuando sea necesario.
Mantener equilibrios ácido–básicos e hidroelectrolíticos siempre, corregir al-
teraciones de la función tiroidea si existieran, evitar fármacos que puedan tener
propiedades arritmogénicas. Evitar el café, el alcohol y el tabaco.
Las arritmias son en su mayor parte benignas, sin repercusión hemodinámica,
y pueden manejarse sin medicamentos. Si la arritmia es grave y produce altera-
ciones hemodinámicas debe recibir tratamiento específico.
La digoxina, el verapamilo y los betabloqueadores son seguros y deben utili-
zarse siguiendo sus indicaciones tradicionales.
La adenosina para el tratamiento de taquiarritmias no daña al feto y puede utili-
zarse si está indicada.
La amiodarona no ha demostrado tener efectos teratogénicos y puede utilizar-
se cuando esté indicada; el único efecto indeseable que se ha mencionado es la
posibilidad de generar hipotiroidismo fetal.
Si una paciente desarrolla fiebre reumática durante el embarazo debe manejar-
se como paciente no grávida. La penicilina sigue siendo el fármaco de elección.
Si hay alergia o sensibilidad a la penicilina se puede utilizar eritromicina u otro
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Parto
1. Si la paciente está anticoagulada, sustituir los dicumarínicos por heparina
sódica de más fácil control varios días antes de la inducción electiva del
parto.
2. La perfusión de oxitocina mediante bomba de infusión da un control exac-
to de los líquidos administrados, evitando la aparición de edema pulmonar.
3. Profilaxis antibiótica de la endocarditis y monitoreo maternofetal.
4. Se recomienda analgoanestesia para disminuir el dolor y la ansiedad. Con-
viene prestar atención a los cambios hemodinámicos de aquélla, como la
hipotensión de la anestesia, cuando se elija la vía peridural.
5. Hay que acortar el periodo expulsivo intentando evitar el menor esfuerzo
materno mediante una instrumentación tocoquirúrgica adecuada.
6. En los primeros minutos del posparto se produce un aumento brusco del
retorno venoso, por lo que debe vigilarse la función cardiaca, incluso en
casos muy inestables, con la colocación de un catéter de Swan–Ganz.
7. Hay que valorar cuidadosamente la pérdida hemática en todas las cardió-
patas, en especial en las sometidas a anticoagulación, siendo cuidadosos
en la sutura de desgarros, episiotomía o incisión uterina si se ha practicado
una cesárea.
8. En el posoperatorio inmediato las pacientes de clases funcionales III y IV
de la NYHA deben someterse a vigilancia intensiva.
9. Se debe insistir en una deambulación temprana y recomendar el uso de me-
dias de compresión durante los primeros días, y si no se toleran, vendaje
elástico de miembros inferiores hasta 4 cm arriba de la rodilla.
10. No hay contraindicaciones para la lactancia materna, pero la mayoría de
los autores la desaconsejan si la anticoagulación se realiza con cumaríni-
cos.
Cardiopatía y embarazo 451
11. Se debe citar a las semanas 1 a 2 posparto para realizar un control obstétri-
co, reevaluar la cardiopatía y planear la anticoncepción.
En estos casos debe tenerse un criterio bien definido sobre los problemas existen-
tes y los que pudieran acontecer, platicarlo con los cónyuges y en los casos muy
graves considerar la posibilidad de un aborto terapéutico.
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33
Trauma y embarazo
Alberto Basilio Olivares, Jesús Carlos Briones Garduño,
Ricardo Montero Méndez, Manuel Antonio Díaz de León Ponce,
Carlos Gabriel Briones Vega
El embarazo es una etapa especial en la vida de las mujeres; tiene enormes impli-
caciones biológicas, sociales, psicológicas y económicas y además es una gran
responsabilidad ante la sociedad.
Por desgracia, la violencia contra la mujer en México no sólo es un problema
social sino también de salud. Sus orígenes son muy complejos, aunque tiene un
gran impacto la cultura de desigualdad entre los sexos y la costumbre de la subor-
dinación femenina.1
La violencia contra las embarazadas varía dependiendo del sitio de estudio. En
EUA y en Canadá algunos informes señalan prevalencias de 0.9 a 21.3%; el es-
tado mexicano de Morelos reportó en 2003 agresión en 33.5% de las embaraza-
das, que tuvieron cuatro veces más riesgo de dar a luz productos de bajo peso al
nacer en comparación con las mujeres que no sufrieron violencia.1,3
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
453
454 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 33)
Figura 33–1. Producto masculino de 38 semanas con heridas por proyectil de arma de
fuego. Cortesía del Dr. Napoleón Méndez Rivera, del Hospital San Juan de Dios, Guate-
mala.
extraído de urgencia aún con vida, y se intentó reanimarlo después de que su ma-
dre había sufrido herida por proyectil de arma de fuego.
La posibilidad de sufrir algún tipo de accidente no ligado a la violencia es tam-
bién cada vez mayor; este fenómeno es ocasionado, entre otros motivos, por la
alta participación de la mujer en la vida socioeconómica, ya que hoy en día la mu-
jer embarazada no guarda reposo en casa, y también por el creciente riesgo de
sufrir una lesión. En la actualidad un factor vinculado es la edad, en los extremos
de la fertilidad femenina.2
En EUA de 6 a 7% de todas las embarazadas experimentan alguna clase de
trauma, principalmente en el último trimestre; de 0.3 a 0.4% de las embarazadas
lesionadas requieren hospitalización.4,5
Las caídas son la causa de casi la mitad de las lesiones durante el embarazo;
de 9.5 a 51% se trata de lesiones intencionales. El rango de edad entre los 18 y
los 30 años se asocia a consumo de alcohol, tabaco y otro tipo de drogas. La causa
más común de muerte fetal es el estado de choque materno, condición que se rela-
ciona con una mortalidad cercana a 80%. La abruptio placentae también se aso-
ció a pérdida fetal, presentándose en 30 a 50% del trauma mayor y en cerca de
5% del trauma menor.
Las principales causas de muerte materna son los homicidios (36%) y los acci-
dentes viales (32%). El trauma penetrante causa lesión fetal en el tercer trimestre
en casi 70% de los casos y lesiones viscerales maternas en 19%.6,7 En la figura
33–2 se muestra un feto muerto de unas 26 semanas fuera del útero; la madre ha-
bía sufrido un accidente automovilístico.
Trauma y embarazo 455
Figura 33–2. Feto muerto que ha desgarrado el útero de la madre, quien sufrió un acci-
dente vial.
36
40
30
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20
16
12
vis puede ocasionar un grave daño craneoencefálico al feto, por la gran cantidad
de energía dispersa para romper el anillo pélvico. En caso de presentación cefáli-
ca, sin embargo, el líquido amniótico amortigua la energía cinética, aunado a la
gran elasticidad del miometrio; pero si el líquido amniótico pasa a la circulación
se desencadena una coagulación intravascular diseminada.8,9
La placenta tiene un papel crucial en la evolución del producto sujeto a estrés
por trauma materno; uno de los principales puntos en contra es su falta de elastici-
dad. La elongación del miometrio puede ocasionar puntos donde se pierda el con-
tacto, formando hematomas retroplacentarios, con imposibilidad de flujo hacia
el producto y ocasionando isquemia e hipoxia.
Normalmente los vasos placentarios se encuentran vasodilatados para pasar
el máximo volumen posible, facilitando así el aporte de oxígeno. El trauma se
acompaña de hipovolemia y vasoconstricción dando hipoxia y serias alteraciones
en la hemodinamia fetal. Asimismo, es factor determinante el estado de madurez
placentaria previo a traumatismo.10
Sistema cardiovascular
Sistema respiratorio
La gestación es una etapa que demanda niveles muy altos de oxigenación. El cre-
cimiento uterino provoca una elongación diafragmática en casi 4 cm y el diáme-
tro del tórax en 2 cm, incrementando el ángulo subesternal en 50%; el corazón
es lateralizado por la misma presión ejercida por el útero.11 Se deben tomar en
cuenta estos datos en el momento de la colocación de tubos endopleurales.
Los cambios más notables en la función ventilatoria son el incremento en el
volumen tidal y la ventilación minuto; no hay cambios en la presión parcial arte-
rial de oxígeno (PaO2), pero sí una reducción en la presión parcial de dióxido de
carbono (PCO2), con una disminución refleja de los niveles de bicarbonato en
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Sistema digestivo
Sistema renal
El flujo renal se incrementa en 30%, en consecuencia el nitrógeno ureico y la
creatinina disminuyen. El crecimiento uterino comprime la vejiga, lo cual puede
causar hidronefrosis refleja o hidrouréter, con ectasia del sistema colector no aso-
ciada a litiasis.
El incremento de volumen sanguíneo y el gasto cardiaco aumentan la filtra-
ción glomerular y el flujo renal plasmático, con disminución de la concentración
de proteínas séricas y menor presión oncótica. En caso de trauma son factibles
la formación de tercer espacio y sus consecuencias por hemorragia, además de
riesgo de edema generalizado.
Sistema endocrino
La hipófisis aumenta su peso de 30 a 50% durante el embarazo. Un estado de cho-
que puede causar necrosis de la hipófisis anterior, resultando insuficiencia hipofi-
saria. Las hormonas producidas por la placenta pueden interferir en la nutrición
del feto y en la absorción de glucosa en un estado postraumático.
Sistema musculosquelético
La sínfisis del pubis se ensancha de 4 a 8 mm alrededor del séptimo mes; hay rela-
jación de los ligamentos interóseos y aumento en el espacio sacroiliaco. Se sabe
que la pelvis participa en el centro de gravedad; al modificarse los puntos de esta-
bilidad la mujer adopta una posición lordótica compensatoria, lo que incrementa
el riesgo de sufrir trauma, principalmente por caídas.
a. El tiempo de evolución.
b. El tipo de accidente (cerrado, abierto).
c. Si hubo decesos.
d. Si fue ella la única víctima.
e. El tiempo aproximado en que llegaron los servicios prehospitalarios (si los
hubo).
f. La forma de traslado.
g. Si hubo aporte de oxígeno prehospitalario.
REVISIÓN PRIMARIA
Materna
Es necesario asegurar una vía aérea permeable; hay que recordar que la mucosa
laríngea de la embarazada es congestiva y fácilmente se la puede lesionar en el
460 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 33)
Superficie de 1 metro
Angulación de 27_
zadas que ingresan inconscientes a la sala de choque, por lo que es necesaria una
tomografía computarizada para determinar el origen del estado comatoso.
Métodos diagnósticos
Una vez que se haya hecho la evaluación inicial deberán solicitarse estudios de
laboratorio y gabinete para diagnosticar cualquier lesión en la madre. Hay que
“tipar” y cruzar sangre aunque se encuentre leucocitosis e hiperglucemia; por dis-
tintos mecanismos deben tomarse muestras de sangre como parámetro para saber
cuándo se ha modulado la respuesta metabólica al trauma. Es esencial realizar
una gasometría al ingreso, arterial o venosa, para conocer el estado del sistema
amortiguador. El estado de choque es una condición que activa el metabolismo
462 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 33)
anaeróbico a través del ciclo de las pentosas, donde hay producción de ácido lác-
tico. Se trata de amortizar esto liberando bases que se van a reflejar en el déficit
de base (EB) de una gasometría; o bien, si se cuenta en la unidad con determina-
ción de ácido láctico en sangre, la toma de la temperatura central indica de modo
indirecto la pérdida de energía por metabolismo anaerobio.
En 2004 el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras dictó guías y reco-
mendaciones acerca del riesgo de la toma de radiografías en la mujer embara-
zada; entre ellas destaca que la exposición del feto a menos de 5 rad no ha demos-
trado ocasionar daño y, asimismo, se sabe que las proyecciones simples que se
toman en sala de choque disparan menos de 1 rad. Se deben tomar las proyeccio-
nes estrictamente necesarias, tratar de no repetirlas, cuando la proyección no sea
toracoabdominal se debe cubrir con un mandil de plomo, deben utilizarse otros
métodos no relacionados con energía ionizante, como el ultrasonido.16 En la figu-
ra 33–6 se aprecia una radiografía simple de abdomen correspondiente a una em-
barazada de último trimestre agredida con arma de fuego.
FAST
Por sus siglas en inglés (focus assessment sonographic trauma) significa “eva-
luación sonográfica enfocada en trauma”. Fue desarrollado desde la década de
1960 y protocolizado por el Colegio Americano de Cirujanos en la de 1990. Con-
siste en la evaluación de puntos específicos en el abdomen con el único fin de de-
mostrar la presencia de líquido libre, el cual podría corresponder a sangre.5,8,13,17
En la mujer embarazada desempeña un papel preponderante puesto que sirve
Trauma y embarazo 463
Figura 33–7. FAST realizado al ingreso donde se aprecia zona anecoica que pudiera
corresponder a desprendimiento prematuro de placenta.
técnica FAST al ingreso, en el cual aparece una zona anecoica que pudiera corres-
ponder a desprendimiento prematuro de placenta.
Lavado peritoneal
Las indicaciones de lavado peritoneal en embarazo son cada vez más limitadas;
ha sido sustituido principalmente por el FAST. Sin embargo, de realizarse, la téc-
nica siempre deberá ser abierta, para dirigir el catéter bajo visión directa; además,
hay que intentar palpar el fondo uterino y realizarlo 5 cm por arriba de la altura
uterina, a fin de tratar de no irritar el útero y desatar actividad.13 Como parte del
protocolo de trauma que se lleva en el centro de los autores, a toda mujer incons-
ciente y desconocida cuyos antecedentes se ignoren es necesario realizarle lava-
do peritoneal supraumbilical con técnica abierta.
464 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 33)
Tomografía computarizada
La frecuencia cardiaca fetal normal se considera entre 120 y 160 latidos por mi-
nuto. La respuesta inicial al estrés es la taquicardia; no obstante, la hipoxia severa
en el feto está asociada a bradicardia, < 120 latidos por minuto. Por otro lado, la
frecuencia cardiaca fetal sin variación también indica sufrimiento fetal.
Debe tenerse en cuenta que el sufrimiento fetal agudo postraumático puede
aparecer en cualquier momento del internamiento de la mujer, por lo que es nece-
saria la valoración de un obstetra en distintos momentos de su estancia. Se reco-
mienda un mínimo de 24 h de monitoreo cardiotocográfico.
Recuérdese que la buena perfusión, oxigenación, control de sangrado y estabi-
lidad emocional de la madre se reflejan de modo directo en el producto.8
REVISIÓN SECUNDARIA
Figura 33–8. Embarazada en el segundo trimestre de embarazo con una lesión aparen-
temente menor, en el momento de su ingreso, a las 9:03 a.m.
466 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 33)
Es una de las decisiones más difíciles que debe tomar el equipo médico durante
la evaluación de la embarazada traumatizada. NUNCA debe ser tomada por un
solo médico y hay que apegarse lo más posible a las recomendaciones emitidas
por el Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras.18 Las guías son aplicables
a partir de la semana 25 de gestación.
Predictores de viabilidad
S 26 a 28 semanas de gestación.
S Tiempo de evolución de muerte materna:
S < 5 min, excelente.
S + 10 min, malo.
Figura 33–10. Histerectomía obstétrica subtotal por atonía uterina secundaria a inte-
rrupción del embarazo por daño materno.
bral; empezó con trabajo de parto prematuro, por lo que se decidió la extracción
mediante operación cesárea reportada sin incidentes. La paciente aún se encon-
traba en la sala de recuperación anestésica cuando presentó atonía uterina, por lo
que fue necesario reintervenirla y efectuar histerectomía obstétrica subtotal debi-
do al choque profundo.
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34
Control de fertilidad en la paciente
obstétrica aguda
Harvey Loiseau Avin
1. Métodos de barrera
a. Preservativos tanto masculinos como femeninos.
b. Diafragma.
c. Dispositivo intrauterino posparto y transcesárea.
469
470 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 34)
2. Métodos naturales
a. Lactancia.
b. Coitus interruptus.
c. Método Ogynon.
d. Temperatura corporal basal.
3. Métodos hormonales
a. Píldora microdosificada.
b. Implantes subcutáneos.
c. Depósito (medroxiprogesterona).
4. Métodos definitivos
a. Oclusión tubaria bilateral.
b. Vasectomía.
5. Métodos de emergencia
a. Píldora del día siguiente.
b. Misoprostol.
c. Legrado uterino instrumentado.
d. AMEU.
Contemplando lo anterior, puede afirmarse que los progestágenos solos por vía
oral no afectan la lactancia; incluso está comprobado que el uso de ciertos proges-
tágenos inyectables está asociado con un incremento en la producción de leche
materna, así como con un aumento de proteína y de lactosa, no observándose
efectos adversos en los hijos amamantados por madres que usan anticonceptivos
esteroideos.
Se hace hincapié en lo de la lactancia por ser un método de barrera fisiológica
siempre y cuando se lleve a cabo con horario muy bien apegado y sin variación.
La asociación de la lactancia con la medroxiprogesterona (método de depósi-
to) favorece aún más el incremento de la leche materna; por ende, es un método
de confianza, con un porcentaje de protección de casi 90%.
Se dejarán de lado los métodos de barrera y ciertos métodos naturales para en-
focarse en los métodos hormonales, pues se ha corroborado que la píldora micro-
dosificada no solamente constituye una barrera de protección fiel en 97%, sino
que no altera en sí la alimentación al seno materno.
En la actualidad el implante subdérmico (hormona de depósito, progesterona
de liberación progresiva) deja mucho que desear, ya que los inconvenientes y los
malestares resentidos por la paciente ponen en duda su beneficio real.
Los métodos definitivos deberían retener mucho más la atención y sensibilizar
mucho más al equipo multidisciplinario; hay pacientes que afrontan una situa-
ción patológica que pone en riesgo la morbimortalidad materno–perinatal, y a
ellos deberían proponérselos si lo que se desea es reducir la todavía muy alta tasa
de morbimortalidad.
Control de fertilidad en la paciente obstétrica aguda 471
Hay que reconocer que la idiosincrasia mexicana muchas veces pone a las per-
sonas en situaciones donde no les queda más remedio que echar mano de la apli-
cación del dispositivo intrauterino tanto posparto inmediato como transcesárea.
Ello permitirá tiempo después hacerles comprender a las pacientes y a sus parejas
el beneficio de evitar concepciones posteriores.
La vasectomía, un método fácil y poco costoso, es también uno de los mejores
métodos anticonceptivos definitivos de abatimiento de la mortalidad materno–
perinatal.
Los dos procedimientos mencionados no están exentos de riesgo. Sin embar-
go, es universalmente aceptado que dichos riesgos son mucho menores que los
de una fecundidad no controlada, principalmente en mujeres con antecedentes de
riesgo reproductivo.
En conclusión, podría decirse que a fin de disminuir la morbimortalidad de la
preeclampsia–eclampsia, sobre todo cuando un evento obstétrico ha puesto en
peligro de muerte inminente a una mujer, vale mucho la pena tomar la decisión
de ofrecer el método de control más adecuado a cada pareja.
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GENERALIDADES
473
474 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 35)
DEFINICIÓN DE VIRUS
el ácido nucleico, como en el caso de los mixovirus, que liberan una enzima,
o la neuroaminidasa, que destruye el sustrato que es el ácido neuroamínico
de la sustancia mucoide y hace, por así decirlo, un agujero en la membrana
celular.
2. Todo el virus penetra en el interior de la célula como en la vacuna, y ya den-
tro las enzimas de la célula destruyen la cápside. Esto corresponde a la fase
de penetración. Una vez realizadas estas dos fases en la célula invadida no
se encuentra nada, es decir, hasta la fecha y con los medios de diagnóstico
con que se cuenta no se puede visualizar ningún cambio: ésta es la fase de
eclipse.
3. En la fase de producción comienza la formación de cápsides y ácidos nu-
cleicos en el interior de las células, aunque en sitios distintos, ya sea en el
núcleo o en el citoplasma. Después sigue la fase de ensamble, en la cual se
unen el ácido nucleico y la cápside para formar el virus completo. Posterior-
mente se libera el virus de la célula parasitada, o no se libera y se queda en
la fase de eclipse y constituye lo que se llama infección latente celular, pero
con la capacidad de poder multiplicarse dos o tres generaciones después.16
Como ya se mencionó, los virus tienen que crecer obligatoriamente dentro de las
células vivas. La patología es la siguiente:
ESTUDIOS VIROLÓGICOS
1. Detección de antígenos virales: tests antigénicos rápidos con los que se ob-
tiene el resultado hasta en 30 min. La inmunofluorescencia se lleva un tiem-
po de 1 a 4 h.
2. Detección de ácidos nucleicos: NAT con un tiempo de detección de 4 hasta
24 h.
3. Aislamiento viral: cultivos virales con un tiempo de detección de 3 a 14
días. Shell–vial con un tiempo de 18 a 48 h.1,10,20,22,23,25,26
DETERMINACIÓN DE ANTICUERPOS
Picornavirus
Los enterovirus penetran en el organismo por la boca o por las vías respiratorias
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Orthomyxoviridae
Paramyxoviridae
Flaviviridae
El dengue y la fiebre amarilla son dos entidades causadas por un vector artrópo-
do. El agente etiológico del dengue es el virus del dengue tipos 1 a 4. Los virus
de este grupo condicionan enfermedades febriles hemorrágicas, artritis, encefali-
tis y hepatitis. La fiebre amarilla causa una enfermedad bifásica con un inicio fe-
bril, remisión y reaparición con hemorragia sistémica; puede condicionar falla
hepática, trastornos digestivos y exantemas. El dengue puede tener dos entida-
des:
1. Dengue hemorrágico.
2. Síndrome de choque por dengue.
El cuadro clínico se inicia con fiebre, dolor intenso muscular en espalda y dolor
retroocular, cefalea frontal, adenopatías fundamentalmente de las cadenas carotí-
deas; 75% de los casos pueden cursar con rash macular y se encuentran en la ma-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
yoría de los pacientes con astenia profunda. Por la lesión musculosquelética pue-
den inducir una rabdomiólisis.1,10,20,23,30,32
Coronaviridae
tipo de virus son similares a las de los rinovirus, pero una vez instaurada la lesión
se producen manifestaciones clínicas de infección de vías respiratorias bajas con
daño pulmonar.3,10,20
Adenoviridae
Hantavirus
Causa dos cuadros clínicos diferentes: síndrome hemorrágico febril con falla re-
nal y síndrome cardiopulmonar por hantavirus. Clínica: pródromo con fiebre, es-
calofríos, mialgias, dolor abdominal, y rápida progresión hacia la falla respirato-
ria. Se ha encontrado en orina y excrementos de ratones infectados.1,3,10,20,23
INFECCIONES VIRALES EN EL
SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
Entre las infecciones agudas del sistema nervioso central la meningitis viral es
la entidad que se presenta con mayor frecuencia. Existen varios agentes causales
capaces de producir encefalitis, meningitis o meningoencefalitis viral, de diversa
naturaleza y epidemiología. Los más frecuentes son los enterovirus (echo y cox-
sackie), además de arbovirus, virus del herpes simple tipo 1 y 2, herpes zoster,
parotiditis, sarampión, adenovirus, influenza, parainfluenza tipo 3, etc. Para esto,
la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA) publica las guías
para manejo de las encefalitis en el año 2008. (Es importante saber que los priones
son partículas proteicas infecciosas que se asocian con alteraciones degenerati-
vas del sistema nervioso central y se caracterizan por producir cuadros patológi-
cos crónicos y progresivos conocidos como encefalopatías espongiformes.)
Existe un estudio en Australia en el que se determina la frecuencia de la encefa-
litis por microorganismos, ocupando la mayor incidencia los del grupo de los vi-
rus. Se determinó que los virus del herpes simple cursan con 53% de los casos.
El criptococo ocupa 46%, pero ya en pacientes inmunodeprimidos. El segundo
lugar más importante de los patógenos lo ocupan los del grupo de enterovirus no
polio, con 20%, pero se observa incremento de la incidencia de los del grupo de
virus herpes con el subgrupo de citomegalovirus, con 18%, con bacterias, hon-
gos, micobacterias y rickettsias sobre la población en general.31
También existe otro estudio en el que se realiza la evaluación de la reacción
en cadena de la polimerasa múltiple para el diagnóstico basado en los rápidos del
virus del herpes, donde se refiere que todos los virus de la familia, incluyendo
citomegalovirus y virus Epstein–Barr, son causas de frecuencia en pacientes in-
munocompetentes.19,22,23,28,32–34
Las fiebres hemorrágicas virales son causadas por varias familias de virus distin-
tas y en la mayoría de los casos son transmitidas por insectos. Una de las manifes-
taciones de la enfermedad es la fiebre con sangrado, la cual consiste en lesión al
sistema vascular con incremento de la permeabilidad de las células endoteliales.
Aunque algunos tipos de virus hemorrágicos pueden causar enfermedad leve,
otros causan hemorragias fatales.
En México una gran proporción de la población se encuentra expuesta a la in-
fección en las zonas costeras tanto del Golfo de México como del océano Pací-
Infecciones virales graves relacionadas con pacientes... 483
fico. Otro virus cercanamente relacionado con el dengue, más letal y que también
es transmitido por picadura de mosquitos, es el de la fiebre amarilla. Aunque hoy
en día la fiebre amarilla está controlada gracias a la vacunación, muchas regiones
son susceptibles a una reemergencia si la enfermedad es introducida por viaje-
ros.1,2,10,20,23,30
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36
Sedación en la unidad de cuidados
intensivos de ginecología y obstetricia
Jesús Carlos Briones Garduño
S Hipnóticos–sedantes:
S Midazolam, categoría en embarazo D (benzodiazepina de corta acción),
actúa sobre el sistema activador reticular y el sistema límbico; metabolis-
mo mediado por la isoenzima del citocromo P–450 3A4, dosis de 0.03
a 0.2 mg/kg/h; se combina con fentanilo y meperidina, incrementa el
efecto del propofol.
S Propofol, categoría en embarazo B (anestésico general de acción corta
y rápida), mecanismo de acción poco conocido, infusión continua 0.3 a
4 mg/kg/h, se incrementa depresión con morfina, meperidina, fentanilo,
benzodiazepinas y domperidona).
S Analgésicos–narcóticos:
S Fentanilo, categoría en el embarazo B, analgésico narcótico agonista en
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
485
486 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 36)
S Analgesia.
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37
Farmaconutrición en el
paciente en estado crítico
Juan Pedro Chávez Pérez
INTRODUCCIÓN
En 1996 Bone fue el primero en reconocer que la respuesta del sistema inmunita-
rio tras situaciones de agresión era mucho más compleja de lo que hasta entonces
se había planteado, y postuló que ante cualquier lesión al organismo (infecciosa
o no infecciosa) tiene lugar inicialmente un incremento en la liberación local y
luego sistémica de mediadores inflamatorios, lo que se conoce como síndrome
de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS). Dicha respuesta va seguida o acom-
pañada en forma paralela por otra fase de liberación local, y posteriormente sisté-
mica, de mediadores antiinflamatorios, generando inmunosupresión o inmuno-
parálisis, a la cual Bone denominó síndrome de respuesta antiinflamatoria
compensatoria (CARS).1 Para que se produzca esta depresión inmunitaria influ-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
487
488 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 37)
¿Qué es la farmaconutrición?
Arginina
Glutamina
Es el aminoácido más abundante en el organismo (constituye cerca de 50% de
la cantidad total de aminoácidos). A pesar de ello, y al igual que como ocurre con
la arginina, en situaciones de estrés metabólico se convierte en aminoácido esen-
cial, lo que da lugar a una situación de déficit de glutamina en los pacientes en
estado crítico. La deficiencia de glutamina ha de considerarse un serio problema
para el organismo, dado que puede condicionar alteraciones morfológicas y fun-
cionales en los sistemas celulares altamente dependientes de glutamina, como
mucosa intestinal, páncreas, pulmón, endotelio vascular, sistema inmunitario y
tejidos lesionados. El descenso de los niveles de glutamina se ha asociado a un
aumento en la mortalidad en pacientes en estado crítico.5 Experimentalmente el
aporte de glutamina por vía enteral o parenteral ha tenido resultados semejantes
a los descritos para la arginina, como:
a. Mejoría en el balance nitrogenado.
b. Inmunoestimulación.
c. Disminución en la translocación bacteriana.
d. Incremento en la eliminación de los gérmenes que han cruzado la barrera
intestinal.
e. Disminución de estancia hospitalaria.
f. Descenso en las complicaciones infecciosas y en la mortalidad.
Sustratos lipídicos
La modificación de la calidad del aporte de grasas en el soporte nutricional (susti-
tución de una parte de la cantidad de ácidos grasos de la serie omega–6 por otras
series, como la omega–3 o la omega–9) ocasiona que la síntesis de eicosanoides
se derive hacia la producción de derivados de la serie trienoica con menores efec-
tos inmunosupresores. En particular, los ácidos grasos omega–3 producen infra-
rregulación del factor nuclear kappa B (NF–kB), de la molécula de adhesión in-
tracelular tipo 1 (ICAM–1) y de la E–selectina, lo cual disminuye la unión y la
migración transendotelial de los neutrófilos, lo que modula la inflamación local
y sistémica. Por otra parte, el uso de este tipo de grasas permite apreciar efectos
como la mejoría en el recambio proteico, el mantenimiento del flujo sanguíneo
esplácnico y mayor supervivencia en situaciones de sepsis experimental.8
Las recomendaciones finales indican que deben recibir nutrición enteral precoz
con una dieta enriquecida en farmaconutrientes los enfermos que se encuentren
desnutridos y vayan a ser sometidos a cirugía gastrointestinal programada, así
como los pacientes con politraumatismo grave (Injury Severity Score > 18 o Ab-
Farmaconutrición en el paciente en estado crítico 493
dominal Trauma Index > 20). Estas recomendaciones sugieren que podrían bene-
ficiarse de estas dietas los enfermos sometidos a otras cirugías programadas, los
que presenten traumatismo craneoencefálico grave y los quemados críticos (>
30% de superficie corporal), así como los pacientes con riesgos de sobreinfec-
ción.16 En tres estudios nivel I que incluyen a pacientes con lesión pulmonar agu-
da, síndrome de insuficiencia respiratoria aguda (SIRA) y sepsis, el uso de dietas
con farmaconutrientes redujo significativamente el tiempo de estancia en la UTI,
la duración de la ventilación mecánica invasiva, la aparición de fallas orgánicas
y la mortalidad cuando se le comparó con fórmulas enterales estándar, por lo que
su uso es ampliamente recomendado en este grupo de pacientes.17 En relación al
uso de farmaconutrición, existe diferencia en cuanto a la recomendación de
acuerdo con el tipo de sustrato. Mientras que el empleo de la glutamina o de los
ácidos grasos omega–3 está claramente recomendado, se adopta una posición
cautelosa a la hora de considerar el empleo de dietas con arginina, la cual se consi-
dera suficientemente segura en pacientes con sepsis de leve a moderada, aunque
debe usarse con precaución en pacientes con sepsis severa.17 El grupo canadien-
se,18 al igual que el grupo europeo, se muestra favorable al uso de glutamina pero
contrario al empleo de dietas con arginina en pacientes sépticos, en quienes con-
traindica su utilización.
Como puede apreciarse, la interpretación de los datos derivados de los estu-
dios clínicos da lugar a dos tipos de recomendaciones claramente divergentes en
lo que respecta al empleo de dietas enriquecidas con farmaconutrientes en la
práctica clínica. Por el momento, y en espera de nuevas investigaciones que per-
mitan esclarecer este tema, la opción de utilizar dietas enriquecidas con arginina
debe considerarse individualmente. A juicio de muchos autores, la recomenda-
ción de no aconsejar el empleo de dietas con arginina en pacientes sépticos es pre-
cipitada y no está justificada por los datos que pudieran derivarse del análisis de
los resultados de la investigación clínica. El empleo de glutamina, por el contra-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
rio, contaría con un apoyo unánime en la literatura médica, ya que su uso como
único farmaconutriente agregado a la nutrición parenteral en pacientes en estado
crítico reduce claramente las complicaciones infecciosas, el tiempo de estancia
en la UTI y la mortalidad.19
CONCLUSIONES
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496 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 37)
38
Medicina crítica en obstetricia
(una verdad no reconocida)
Manuel Antonio Díaz de León Ponce, Jesús Carlos Briones Garduño
La muerte materna ha sido considerada a nivel internacional como uno de los in-
dicadores de la inequidad social, de la mala cobertura en un país y de la mala cali-
dad de la atención médica, ya que las muertes maternas derivadas de complica-
ciones obstétricas son evitables basándose en tres puntos principales:
1. La detención de los signos de alarma por parte de la mujer durante la gesta-
ción.
2. El conocimiento adecuado de las complicaciones que desarrollan las muje-
res embarazadas por parte de los médicos encargados de su atención.
3. Los hospitales generales u obstétricos que cuenten con la tecnología actual-
mente disponible para su resolución.
El 8 de septiembre de 2000 México y otros 189 países se comprometieron a dis-
E Editorial Alfil. Fotocopiar sin autorización es un delito.
497
498 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 38)
Figura 38–2. Cama radiolúcida con el equipo completo de monitoreo para la paciente
obstétrica grave de la UCI del HGO2, CMN, IMSS, 1973.
Figura 38–3. Ventilador de volumen Ohio 560 Siemens de la UCI HGO2, CMN, IMSS,
1973.
500 Equipo de respuesta rápida en urgencias obstétricas (Capítulo 38)
tidad (que era uno de los cuatro estados de México con mayor mortalidad mater-
na) que se tenía que crear un Comité de Médicos Externos e Internos con recono-
cimiento nacional e internacional para demostrar cuáles eran las causas de la
mortalidad materna y cómo resolverlas. En el año 2000 se fundó este Comité,
quedando como Presidente el Acad. Dr. Jesús Carlos Briones Garduño (gineco-
obstetra intensivista), y se conformó con el Dr. Mario López Llera Méndez†, el
Acad. Dr. Enrique Gómez Bravo Topete, el Acad. Dr. Aquiles Ayala y el Acad.
Dr. Manuel Antonio Díaz de León Ponce. En la primera reunión los miembros
determinan que ninguno recibirá una compensación económica y sólo se pide que
se reconozcan las conclusiones de ese Comité. En el año 2001 se define que las
causas de mortalidad materna en el Estado de México se deben a:
SOLUCIÓN MÉDICA
Crítica y Obstetricia en estos hospitales para conocer, tratar y resolver las compli-
caciones que presente la paciente crítica obstétrica, y dar a conocer sus resultados
a nivel nacional e internacional para autoalimentarse y actualizarse en ellos.
RESULTADOS
PRODUCCIÓN
xico se efectuó un cambio de secretario de salud; esto provocó remisión del per-
sonal que dirigía este sistema y automáticamente aumentó la muerte materna (en
2011, 58.3 muertes RMM).
Considerando los resultados de las publicaciones de esta especialidad, en paí-
ses de Centroamérica y Sudamérica se ha invitado a los que suscriben este artícu-
lo a formar parte de la Asociación de Medicina Crítica en Obstetricia que depen-
derá de la Federación Internacional de Gíneco–Obstetricia, lo cual consideran los
autores que no debe suceder, ya que el primer país de América en fundar las UCI
en Obstetricia es México y, por lo tanto, esta especialidad debe formar parte del
Colegio Mexicano de Medicina Crítica y Terapia Intensiva y ser reconocida por
el Consejo Mexicano de Medicina Crítica.
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