La desigualdad en Colombia analizada desde Rousseau permitirá
contemplar las diferencias entre lo natural y lo moral para llegar a un censo y por medio del mismo generar cambios no solo en el estilo de vida de cada individuo sino también en su criterio social e individual. Rousseau distingue dos tipos de desigualdades, la natural o física y la moral o política, la primera consiste en las cualidades del cuerpo y alma, es decir su salud, edad y fuerza. la segunda consiste en los eventos o circunstancias que atañan al hombre, por ejemplo, la riqueza, el respeto y la obediencia. En una situación hipotética el hombre pobre representaría al primer tipo de desigualdad siendo trabajador, joven y fuerte. En cambio, el segundo tipo lo representaría un hombre de edad avanzada, rico y flojo, sin embargo, tendría más relevancia, ya que él vive de los esfuerzos del otro. Sin embargo, es difícil comprender a ciencia cierta cuál es la causa de la desigualdad social y humana, como lo afirma Rousseau, No puede preguntarse cuál es la fuente de la desigualdad natural porque la respuesta se encontraría enunciada ya en la simple definición de la palabra. Menos aún puede buscarse si no habría algún enlace esencial entre una y otra desigualdad, pues esto equivaldría a preguntar en otros términos si los que mandan son necesariamente mejores que lo que obedecen, y si la fuerza del cuerpo o del espíritu, la sabiduría o la virtud, se hallan siempre en los mismos individuos en proporción con su poder o su riqueza; cuestión a propósito quizá para ser disentida entre esclavos en presencia de sus amos, pero que no conviene a hombres razonables y libres que buscan la verdad (Rousseau, 1999, 12).
Por consecuente, es importante reconocer la extrema desigualdad
en el modo de vivir, la falta de unos y el exceso de otros, ya que el hombre en estado natural desgasta no sólo el cuerpo sino también el alma debido al cansancio físico, la fatiga y la mala alimentación. No obstante, junto a la desigualdad natural, se encuentra la desigualdad social que según el mito la desigualdad social es consecuencia de la desigualdad natural, queriendo explicar que aquellos que tienen mejor trabajo lo han logrado porque su intelecto es mayor al de otros o sus fuerzas para laborar son mayores a las de los demás, añadiendo que es algo impuesto por Dios, Rousseau inaugura el pensamiento igualitarista, al mostrar que no existe relación alguna entre la desigualdad natural y la desigualdad social, de tal manera que un niño pobre puede tener todo aquello que tiene un niño que nace en familia pudiente, esta es una realidad que vivimos en nuestro país conservando el mito absurdo que Rousseau nos muestra y nos niega.
Asimismo, sería como la historia de Bernard Marx en Un mundo
feliz de Aldous Huxley en donde las personas eran divididas por castas Alfas, Betas, Gammas, Deltas y Epsilons, no obstante, aunque él era un Alfa no poseía los rasgos de uno, al contrario, él era bajito, por lo cual era inseguro y esto lo lleva a cuestionarse constantemente el funcionamiento del sistema. No obstante, al conocer a John que resulta ser el hijo del director, siente una unión con él ya que al igual que el John también es excluido ya que él es el único blanco en la reserva salvaje, con la ayuda de John, Bernard se vuelve popular y llega a ser realmente feliz dejando incluso de pensar que es un agente externo de la sociedad. Cabe resaltar que en la novela se refleja la constante desigualdad social, puesto que jerarquizar a las personas en castas hace que unos tengan más desarrolladas unas cualidades que otros, pues algunos enfocan la fuerza y otros el intelecto, etc. De este modo, es posible encontrar en Rousseau cierta relación en la medida en que hay desigualdad física entre los hombres, por su condicionamiento desde que son embriones, y por la clasificación, ya que esto último genera que los individuos de la comunidad se miren con desagrado unos con otros.
Así, aunque exista una sociedad establecida, para servir a la
comunidad, como se ha mostrado en Un mundo feliz podemos ver que no es posible ser feliz, ya que, aunque Helmholtz Watson era un Alfa, era atractivo, pero no era capaz de sentirse bien consigo mismo, quería más y el no saber que le hacía falta lo estaba haciendo infeliz. Del mismo modo vemos en una persona que tiene el dinero, el poder, pero no tiene talento alguno, en cambio una niña pobre sin hogar y sin círculos sociales si posee llegando a ser mucho más importante que él. Por esta razón, es posible afirmar que el ser humano no se realiza con incentivar solo una de sus cualidades o capacidades, por el contrario, requiere de un desarrollo integro de su ser para de este modo alcanzar con mayor facilidad un estado de mayor conformidad y plenitud.
La desigualdad en este gran condominio llamado 'Colombia'
comienza expresándose de forma diminuta con el proceder individualista y egoísta de cada individuo, se actúa creyendo que todo el universo gira simplemente en torno a nosotros sin pensar que nuestras acciones afectan y adolecen a quienes tenemos al rededor, allí en ese punto es donde se ve reflejada la desigualdad porque quien tiene recursos y poder en un país poco educado como el nuestro también tiene en sus manos el futuro de muchos, el pensamiento individualista imposibilita a todas aquellas personas que por falta de recursos se ven afectados y negados de una buena calidad de vida, pensar en un bien colectivo de manera racional y equilibrada permitirá que muchas familias que a diario viven en la pobreza puedan ser vistas como un objetivo importante al cual mejorar. Sentir, pensar y colocarse en los zapatos del prójimo, permite entender la realidad quienes se ven afectados por la desigualdad. Adicionalmente, como bien se sabe Colombia ha sido desde muchos años atrás un país abatido por la guerra, lo cual, claramente, afecta a los ciudadanos y a todos quienes han sufrido las múltiples décadas de guerra. Lo mencionado anteriormente, se convierte en una fuente innegable de desigualdad, pues en esta disputa entre el estado y los grupos armados al margen de la ley muchas personas resultan lesionadas y expropiadas de sus territorios, siendo esto un índice de incremento en la pobreza, lo cual genera que las tierras, que son garante de riqueza, queden en manos de unos pocos. Sin embargo, esa no es la única forma de desigualdad “Otros enemigos más temibles, contra los cuales no tiene el hombre los mismos medios de defensa, son los achaques naturales, la infancia, la vejez y las enfermedades de toda suerte, tristes signos de nuestra debilidad, cuyos dos primeros son comunes a todos los animales, mientras que el último es propio principalmente del hombre que vive en sociedad” (Rousseau, 1999, 15). Así, en Colombia también hay desigualdad de otras formas ya que existe en el país, dado que desde la parte natural que propone Rousseau, hay discriminación a las personas por su aspecto físico, por sus capacidades, entre otras. La novela Un mundo feliz describe un mundo utópico, irónico y ambiguo donde la humanidad es permanentemente feliz, donde no existen guerras ni pobreza y las personas son desinhibidas, tienen buen humor, son saludables y tecnológicamente avanzadas. Lo irónico de esta perfección creada por el ‘Estado mundial’, es la aplicación de medidas que eliminan a la familia, la diversidad cultural, el arte, la ciencia, la literatura, la religión y la filosofía. Este problema que analizó Huxley en 1932 es visto en nuestra época, es completamente una obra visionaria que relata quizá muchos de los problemas que presentamos como humanos en nuestra cotidianidad, actuar como seres sin razón y opinión simplemente por inercia, vivir siendo esclavos y en la servidumbre eliminando cada una de nuestras emociones para simplemente responder a impulsos monótonos a diario, realizar tareas por obligación y no por convicción. Huxley nos permite analizar nuestra sociedad con una obra publicada hace más de 50 años, pero nada alejada a nuestra realidad, perder la esencia de nuestra humanidad a través de la ausencia del amor, del arte, de la cultura y un sin número de características que nos representan, es vivir en constante inercia, vivir sin un motivo, actuar como maquinas. Bibliografía
· Rousseau, J. J. (1999). Discurso sobre el origen de la
desigualdad. Recuperado de http://www. elaleph. com/libro/Discurso-sobre-el-origen-de-la-desigualdad-de-Juan- Jacobo-Rousseau/897.
· García, R. R., & Benítez, A. V. (1998). Crecimiento regional en
Colombia: ¿persiste la desigualdad? Revista de economía del Rosario, 1(1), 67-108.
· Ocampo, J. A., Sánchez, F., Hernández, G. A., & Prada, M. F.
(2004). Crecimiento de las exportaciones y sus efectos sobre el empleo, la desigualdad y la pobreza en Colombia. Documento Cede, 3.