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Gobierno corporativo:

¿qué debemos
aprender de la crisis?

Paul Strebel
Titular de la cátedra Sandoz Family
Foundation y director del programa
High Performance Boards del IMD.

Hongze Lu
Investigador del IMD.

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Gobierno corporativo: ¿qué debemos aprender de la crisis?

¿Qué deben aprender los consejos de administración, los directivos y los académicos
a medida que el punto álgido de la crisis financiera se aleja?

O curra lo que ocurra con las propuestas de reforma


regulatoria, recientes estudios del IMD indican
cómo debe cambiar la estructura de los consejos de ad­
rivados, sacaron a la luz riesgos ocultos y llevaron a la
crisis financiera. La lección es que cuando da la impre­
sión de que están ofreciendo gangas, el comprador de­
ministración de los grandes bancos y el comportamien­ be tener cuidado.
to de los consejos para evitar crisis futuras. En este ar­
tícu­lo se exponen las diez lecciones clave que todos de­ 2. Un mal crecimiento no es lo mismo
beríamos aprender a partir de lo que esta crisis ha su­
puesto para el gobierno corporativo. que un buen crecimiento
Seguir al rebaño e imitar a la competencia invirtien­
do, por ejemplo, en obligaciones de deuda titulariza­
1. Realmente nada en la vida es gratis da es un modelo de crecimiento erróneo. Estimula
Cuando los bancos ofrecían hipotecas sin ninguna cuo­ los ingresos brutos, pero reduce la rentabilidad y crea
ta inicial e interés cero a los clientes minoristas con re­
cursos muy limitados, parecía que estaban ofreciendo
una ganga. Cuando estas hipotecas se renegociaron y
se garantizaron para obtener una calificación AAA y, a El endeudamiento puede
continuación, se volvieron a vender a otros bancos con
un beneficio bastante superior al tipo de interés del mer­
proporcionar los recursos para
cado interbancario, de nuevo daba la impresión de que grandes proyectos y elevadas
estaban ofreciendo una ganga. Los bancos de todo el
mundo occidental se unieron a la fiesta. Sin embargo,
tasas de crecimiento como
los modelos utilizados para calificar y renegociar estas reyes, oligarcas, especuladores
hipotecas no eran fiables, ya que dependían de los da­
tos obtenidos durante el período de auge de los precios
y banqueros han demostrado
de la vivienda. Con el crecimiento de la concesión de hi­ a lo largo de los siglos pero
potecas subprime, las características medias de los deu­
dores cambiaron y un descenso significativo en la “cali­
el apalancamiento también
dad” de las deudas no quedó reflejado en la calificación. puede tener un resultado
El coste de la ganga acabó pasando factura de forma ine­
vitable: intereses más elevados que los clientes no po­
totalmente contrario
dían permitirse alteraron los pagos de los productos de­ al esperado

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obligaciones ocultas. Un mal crecimiento no se basa resultado totalmente contrario al esperado, ya que las
en una característica distintiva y no puede lograr ren­ colas de clientes ante la entrada pueden arruinar a los
dimientos excelentes. Es incluso peor cuando uno no bancos hipotecarios, tal y como demuestran dramáti­
comprende exactamente qué está comprando, como camente el Northern Rock en el Reino Unido y las inac­
descubrieron muchos bancos de segundo nivel tras tivas grúas de la construcción en Dubái. La lección es
participar en gran medida en los derivados hipoteca­ que impulsar el crecimiento con la deuda exige una
rios. La lección es que un mal crecimiento, con ren­ gestión del riesgo seria.
dimientos inferiores al coste del capital, destruye el
valor. Un buen crecimiento, en cambio, se basa en 4. Cuando se es importante, es posible
que el riesgo sea mayor de lo que uno
cree
Seguir al rebaño e imitar a la No cabe duda de que los mercados financieros están
competencia invirtiendo, por realmente interconectados. Cuando los bancos tienen
excedentes de dinero, pueden mover capital y conce­
ejemplo, en obligaciones de der préstamos a proyectos que se desarrollan en cual­
deuda titularizada es un quier lugar del mundo. Sin embargo, cuando la crisis
golpeó con mayor fuerza y un banco importante como
modelo de crecimiento Lehman Brothers se vio en problemas, la totalidad del
erróneo. Estimula los ingresos sistema resultó afectada. A pesar de que esta crisis pre­
sentaba unas características únicas, no resulta inusual
brutos, pero reduce la que la confianza en los deudores descienda rápidamen­
rentabilidad y crea te en el momento en que los mercados financieros se
vuelven más restrictivos. Los bancos se niegan a pres­
obligaciones ocultas tar en las mismas condiciones. Necesitan liquidez y
deniegan préstamos, incluso a los buenos clientes. Los
riesgos en la banca nunca se han distribuido de forma
capacidades superiores que proporcionan diferencia­ normal. Esta recesión ha demostrado una vez más que
ción de la competencia y, por consiguiente, rendi­ justo cuando más deudores necesitan más flexibilidad,
mientos sostenibles y más elevados. Goldman Sachs es posible que los bancos no se hallen en situación de
es uno de los pocos bancos con capacidades reales de ofrecerla.
gestión del riesgo y continúa destacando por sus re­
sultados.
5. La gestión del riesgo requiere criterio
3. El apalancamiento financiero siempre UBS era famoso por contar con una de las mejores he­
rramientas de gestión del riesgo: un sofisticado siste­
conlleva riesgos ma de creación de modelos matemáticos. Resultó ser
El endeudamiento puede proporcionar los recursos pa­ una trampa; UBS fue el banco europeo con las mayo­
ra grandes proyectos y elevadas tasas de crecimiento, res pérdidas como consecuencia de los derivados hi­
como reyes, oligarcas, especuladores y banqueros han potecarios estadounidenses. El problema, según infor­
demostrado a lo largo de los siglos. Cuando es fácil mó su nuevo consejero delegado, no se debió al fraca­
conseguir créditos, más personas hallan rendimientos so a la hora de valorar la complejidad, sino al contra­
mayores que el coste del endeudamiento y el crecimien­ rio, a una falta de simplicidad y perspectiva crítica. To­
to puede ser espectacular. Cuando la actividad banca­ do el mundo estaba convencido de la superioridad de
ria se expandió de forma radical, estimuló el crecimien­ la creación de modelos matemáticos y en el proceso de
to de la vivienda y la construcción en Estados Unidos, gestión del riesgo quedaba poco espacio para pregun­
Gran Bretaña, España y Oriente Próximo. Sin embar­ tas de sentido común, por ejemplo, “¿Cómo pueden
go, cuando la burbuja estalló, muchas iniciativas em­ los activos que tienen un riesgo similar al dinero se­
presariales atravesaron serias dificultades, los rendi­ guir ganando mucho más que el dinero?”. Evaluar la
mientos descendieron y los riesgos se volvieron de cantidad de riesgo financiero en la que puede incurrir
pronto evidentes. El apalancamiento puede tener un un negocio exige un criterio bien fundamentado sobre

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qué cantidad de deuda se puede servir en épocas de das en derivados hipotecarios entre 2007 y 2008. Du­
crisis sin poner en peligro la refinanciación y la inver­ rante el período crítico desde mediados de 2005 a me­
sión en un buen crecimiento. diados de 2007, cuando los bancos adquirieron gran­
des cantidades de derivados hipotecarios, aquéllos que
presentaron las mayores pérdidas –como Citigroup,
6. La soberbia acaba con el buen criterio Merrill Lynch y UBS– tenían presidentes del consejo
La gestión del riesgo en las altas esferas –formulando bien afianzados y dominantes, que empujaban a sus
preguntas difíciles sobre la exposición a riesgos impor­ empresas a correr más riesgos con el capital de la com­
tantes– es en última instancia responsabilidad de los pañía e invertir en los derivados aparentemente de ba­
directivos clave y del consejo de administración. Un jo riesgo y alto rendimiento.
presidente –o un consejero delegado– que controla la Stanley O’Neal, que se había forjado su reputación
agenda de un consejo frena el debate y la crítica cons­ en Merrill Lynch tras el 11 de septiembre, es un típico
tructiva necesarios para reconocer las señales de alar­ ejemplo de cómo la soberbia acaba con el buen crite­
ma tanto dentro como fuera de una empresa. En nues­ rio. Según el Wall Street Journal, “Stan O’Neal, presi­
tro estudio sobre los 30 bancos más importantes de Oc­ dente del consejo de administración de Merrill Lynch,
cidente, aquéllos cuyo consejero delegado y presidente interrogaba constantemente a sus directivos sobre por
ocuparon su cargo durante un período más largo fue­ qué, por ejemplo, Goldman Sachs presentaba un cre­
ron los que tuvieron por lo general las mayores pérdi­ cimiento más rápido en la comercialización de bonos.
‘Llegó un momento en el que uno no quería estar en
la oficina durante los días de ganancias de Goldman’,
recuerda un antiguo directivo de Merrill”. Para el anti­
guo director financiero de Merrill Lynch, Jeffrey Ed­
wards, la gestión del riesgo no era fácil. “Personas cer­
canas a Merrill afirman que aunque Edwards viera el
riesgo, contradecir a O’Neal era un juego peligroso. ‘O
hacías lo que él quería o estabas fuera’, explica un em­
pleado de Merrill”.

7. Un buen criterio requiere ‘sparrings’


fuertes con una experiencia relevante en
el sector
Formular las preguntas adecuadas sobre la exposición
a riesgos importantes es responsabilidad de la alta di­
rección y del consejo de administración. El consejo de­

Los riesgos en la banca nunca


se han distribuido de forma
normal; esta recesión ha
demostrado una vez más que
justamente cuando más
deudores necesitan
flexibilidad, es posible que los
bancos no se hallen en
situación de ofrecerla

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bería saber quiénes son los directivos clave de la com­ ficación AAA. En nuestro estudio sobre los 30 bancos
pañía y desarrollar una planificación de sucesión; los más importantes de Occidente, en aquéllos que tuvie­
mandos intermedios deberían rotar entre diferentes de­ ron las mayores pérdidas como consecuencia de los de­
partamentos y funciones y ser capaces de utilizar su pro­ rivados hipotecarios entre 2007 y 2008 no había prác­
pio criterio, así como los modelos matemáticos para eva­ ticamente nadie en sus consejos directivos aparte del
luar el riesgo y evitar el dominio por parte de la alta di­ consejero delegado/presidente que estuviera especiali­
rección. zado en mercados financieros. Aquellos bancos con las
El personal de Goldman Sachs rota entre el departa­ mayores depreciaciones –Citigroup, Merrill Lynch y
mento de control y de generación de ingresos de su ne­ UBS– no contaban con ningún miembro independien­
gocio. Cuando se anunció que Goldman Sachs había si­ te del consejo con los conocimientos necesarios sobre
do elegido el Mejor Banco del Año en Gestión de Ries­ el sector para cuestionar de forma creíble a su conseje­
gos en enero de 2008, la revista Risk Magazine citó la ro delegado/presidente. Esto mismo es aplicable a prác­
trayectoria profesional de Robert Berry, jefe de la crea­ ticamente todas las instituciones que fueron adquiridas
ción de modelos cuantitativos de riesgo del departamen­ por el Gobierno u otros bancos. Aquéllos con deprecia­
to de gestión del riesgo, como un ejemplo de la rotación ciones más limitadas contaban por lo general con ma­
de los directivos. Berry empezó como agente de renta yores conocimientos financieros en su consejo de admi­
fija y, a continuación, pasó tres años mejorando los mo­ nistración.
delos del tipo de interés de los derivados en el departa­
mento de atención al cliente de la entidad antes de tra­
bajar en la gestión y control de riesgos. Como resultado 8. Los miembros del consejo de
de la rotación, los altos directivos de Goldman Sachs no administración no pueden ser
verdaderos ‘sparrings’ si el papel del
consejero delegado y el presidente están
El consejo debería saber combinados
quiénes son los directivos Para que los miembros del consejo sean verdaderos spa-
clave de la compañía y rrings, nuestro estudio muestra que el presidente tiene
que actuar a modo de coordinador: ser capaz de fomen­
desarrollar una planificación tar puntos de vista alternativos, aprovechando las apor­
de sucesión; los mandos taciones de los diferentes individuos, manteniendo un
debate abierto sobre el seguimiento y acercando posi­
intermedios deberían rotar ciones cuando existen desafíos personales. Un presiden­
entre diferentes te efectivo reconcilia puntos de vista opuestos y aborda
de forma directa el problema sin herir egos. El conseje­
departamentos y funciones ro delegado, que tiene que dirigir la compañía y no ac­
y ser capaces de utilizar su tuar a modo de coordinador, no es el mejor candidato
para presidir el consejo.
propio criterio Un reciente estudio de la Corporate Library respal­
da este punto de vista. Las compañías cuyos conseje­
ros delegados ocupan también el cargo de presidente
sólo son expertos en la gestión del riesgo, sino que pue­ del consejo es “… más probable que tengan ciertas ca­
den sustituirse entre ellos. racterísticas preocupantes en materia de gobierno cor­
El consejo de administración debe tener un conoci­ porativo que las compañías en las que los papeles es­
miento relevante del sector con el fin de cuestionar a los tán separados”. Estas características están “… asocia­
directivos sobre los principales problemas a los que se das al atrincheramiento del consejo o a un menor con­
enfrenta una entidad y cuál es el nivel de riesgo que se trol de la gestión”, e incluyen permanencias relativa­
debe correr. No importa lo eminentes que sean en su mente largas en el cargo de consejero delegado; un
campo, los miembros del consejo de administración que menor número de reuniones del consejo por año; es­
carecen de un conocimiento financiero del sector no tructura confidencial del consejo; y “… la presencia de
pueden hacer saltar la señal de alarma sobre el riesgo comités ejecutivos a los que por lo general se les ha
de las obligaciones de deuda titularizada con una clasi­ otorgado el poder para actuar en nombre de todo el

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consejo, permitiendo potencialmente una concentra­ Paul Krugman en su audiencia ante el Congreso a prin­
ción de poder”. cipios de enero de 2010: “¿Realmente los banqueros no
comprenden lo que ha ocurrido o simplemente están
9. Los accionistas, no los consultores, hablando en su propio interés? No importa. Lo más im­
deberían participar como ‘sparrings’ portante es dejar de oír a los financieros hablar sobre la
reforma financiera”. Es poco probable que la reacción
adicionales
Es imposible incluso para los consultores más presti­
giosos ser objetivos, ya que sus honorarios dependen de
mantener contento al cliente. Esto es especialmente ob­ El consejo de administración
vio en el caso de consultores de retribución, los cuales
se hallan bajo una presión implícita para recomendar
debe tener un conocimiento
sueldos más elevados. En diciembre de 2007, el Comi­ relevante del sector con el fin
té de Reforma y Supervisión del Gobierno de la Cáma­
ra Baja del Congreso de Estados Unidos halló que “…en
de cuestionar a los directivos
2006, el salario medio de los consejeros delegados de sobre los principales
las empresas del Fortune 250 que habían contratado con­
sultores de remuneración de acuerdo con la normativa
problemas a los que se
que regula los conflictos de interés relativos a organiza­ enfrenta una entidad y cuál
ción y consultoría era un 67% más elevado que el sala­
rio medio de los consejeros delegados de las empresas
es el nivel de riesgo que se
que no utilizaban a estos consultores”. debe correr
En lugar de pagar asesores, los equipos de dirección
y sus consejos deberían hacer intervenir a los propieta­
rios. Es el dinero de los accionistas el que está sobre la de la gente de la calle sea tan cívica con los banqueros y
mesa. Si alguien actuará de sparrings efectivo para evi­ las empresas. Para restaurar la confianza de los clientes,
tar la próxima crisis, ésos serán los accionistas. Y si ellos de los inversores y del público en general, es necesario
se equivocan, al menos parte de las repercusiones se­ que haya un cambio real en el comportamiento en los
rán su responsabilidad, que es como debería ser ya que despachos de los directivos y en la sala del consejo de
ellos son los que en última instancia están corriendo el administración.
riesgo.

10. Sin un cambio real, la legitimación «Gobierno corporativo: ¿qué debemos aprender de la crisis?». © IMD In-
social y la reputación sufrirán un serio ternational. Este artículo ha sido publicado anteriormente en Perspectives for
Managers con el título “Governance: What Must We Learn From The Crisis?”.
revés Referencia n.O 3620.

Una cosa es reconocer la necesidad del cambio; otra


muy distinta es llevarlo de hecho a la práctica. Los ban­
queros continúan repartiéndose suculentas primas, a
pesar de que los recientes beneficios se deben en gran Si desea más información relacionada
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parte del Gobierno. Tal y como comentó el economista

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