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Animal político o social

El modelo aristotélico

Hoy vamos a ver la noción de animal político que propone Aristóteles en su texto “la política”.
Para esto, primero tenemos que entender algunos aspectos de las ideas políticas griegas
debido a su gran diferencia con nuestro modo de concebir la política.

La ética aristotélica, como todo el sistema de Aristóteles, es una ética teleológica, es decir, es
una ética guiada por un fin. ¿Cuál es el fin de la acción del hombre según Aristóteles? La
felicidad, la Eudaimonía, como se dice en griego. Para lograr esta condición el ser humano
necesita de la ética.

Interesa mucho resaltar que para los antiguos, que podemos enmarcar en el modelo
aristotélico, ética y política estaban completamente relacionadas. La idea de política como
técnica de gobierno es una idea moderna que surge a partir de Nicolás Maquiavelo, es por esto
que se hace tan conocida su frase “el fin justifica los medios”. Para el modelo aristotélico de
explicación política entonces la ética y la política están completamente unidas al punto de que
mientras que la ética busca la “salud” del alma, la política busca la “salud” de la ciudad. En este
contexto, opera una visión muy peculiar y distinta de nuestra visión del estado. ¿Cómo podrían
definir ustedes el estado?

Ahora bien, en su obra La Política, Aristóteles propone un modelo organicista de la sociedad,


es decir, intenta mostrar como un organismo vivo a la ciudad y de esa manera, somete este
objeto a su análisis. El resultado de esta investigación le lleva a plantear la ciudad como un
organismo vivo que evoluciona a partir de sus partes. En primer lugar los hombres se asocian
para formar familias por una necesidad básica: el alimento y la reproducción. En segundo
lugar, una agrupación de casas conforma una aldea, que no es aún autosuficiente aunque
tiende a la autosuficiencia. Por último, de una conglomeración de aldeas se conforma una
ciudad, que es la forma más perfecta de asociación que llevan a cabo los seres humanos.

A diferencia de esta concepción, nosotros entendemos al estado como un producto artificial


llevado a cabo por el ser humano, si bien es natural en nosotros según algunos autores la
búsqueda de la asociación, no es natural el orden que nos damos, a diferencia de lo que
planteaban los antiguos

Este modelo interpretativo equipara el hombre y la ciudad, ya que en Aristóteles hay


influencias importantes de su maestro, Platón al respecto de este tema.
EL ALMA, PARTES Y RELACIONES CON LA ÉTICA Y LA POLÍTICA

PARTES DEL MITO DEL CARRO EL TEMA DE LAS


TIPOS LA VIRTUD
CUERPO ALADO CLASES SOCIALES

alma racional prudencia


cerebro Auriga Gobernantes
(fronesis)

alma irascible caballo bueno, fortaleza


pecho Guerreros
hermoso y dócil (andreia)

alma
caballo malo, templanza Artesanos o
concupiscible abdomen
feo y desbocado (sophrosine) trabajadores

Para Platón el alma del hombre está dividida en tres partes, y la justicia, dice, consiste en que
cada una de las partes lleve a cabo aquello para lo que es mejor. En este sentido, el alma
racional debe gobernar las otras dos partes del alma humana, y de la misma manera la ciudad,
que tiene las mismas partes, debe ser gobernada por la parte racional, la parte que se dedica a
pensar.

Como les dije recién este es un modelo organicisita, basado en la creencia de que la naturaleza
crea las cosas según una determinada jerarquía que los hombres deben respeta, solo así se
hacen posibles las relaciones y el funcionamiento de la sociedad.

¿Quién es quien debe gobernar según Platón? Quien está en mejores condiciones para el
gobierno es el filósofo. Platón propuso así, una monarquía encabezada por el filósofo rey, esta
empresa que tuvo dos intentos en Siracusa fue rechazada ambas veces de manera violente. Sin
embargo, como dice Blanco Llari, el autor que tienen ustedes sobre el tema, la búsqueda de
Platón y de Aristóteles, era limitar la noción del poder que se tenía hasta esa época y que
consistía en sostener que era justo que el más fuerte gobierne. Para estos autores, el sabio y
prudente era quien mejor preparado estaba para llevar adelante la tarea de gobernar porque
quien estuviera rectamente formado y dedicado a la vida intelectual no podía cometer errores,
ya que el simple hecho de conocer la verdad nos haría obrar bien. La maldad es en este
contexto ideológico una expresión de la ignorancia.
El Zoon politikón

El ser humano entonces, ¿qué es? un animal político. Es el único animal que posee la
posibilidad de la palabra y por ende puede pensar qué es lo bueno, qué es lo justo, qué es lo
deseable y qué es dañino. Mientras que los animales inferiores solo pueden expresar placer y
dolor, nosotros podemos pensar qué es lo que corresponde y qué no corresponde hacer, qué
es lo propio de quien se parece a dios en su posibilidad de pensar y quién no. Este punto de
vista llega incluso hasta nuestro continente a través de la colonización. Ya hablamos un poco
de esto la clase pasada, donde comentamos que para los españoles los indígenas no eran
propiamente hombres por no poseer la capacidad de la palabra.

Ahora bien, este animal político necesita aún más que los demás animales de la sociedad
porque si bien puede nombrar lo justo y lo injusto, necesita de una sociedad que le inculque la
idea de bueno y malo, necesita una comunidad que lo prepare y le enseñe qué es lo que
corresponde al ser humano.

Por otra parte, dice Aristóteles, el ser humano no solo quiere vivir, sino que además quiere
vivir bien, quiere lograr una vida excelente, para esto es importante la ciudad, que nos permite
lograr una vida perfecta del hombre. ¿Cuál es la vida perfecta del hombre? Lo que corresponde
naturalmente al ser humano en tanto ser racional o dotado de razón es justamente el dedicar
su vida a la contemplación intelectual, dedicar su vida al conocimiento de la verdad, esta es la
acción que lo hace similar a los dioses según griegos como Platón o Aristóteles.

Ahora bien, no es suficiente con estar dentro de una sociedad, sino que es necesario cumplir
con las tareas del ciudadano: debemos participar en los asuntos de la polis. De lo contrario, no
podemos realizarnos como seres sociables y políticos. Esto sigue siendo planteado bajo la idea
de relación de hombre y ciudad. El hombre no puede realizarse a sí mismo si no se realiza el
objetivo de la polis, ambos términos están completamente unidos. Los únicos que pueden vivir
fuera de la sociedad, son las bestias y los dioses. Las primeras porque su alma no les permite
asociarse por estar siempre inclinadas según deseos del cuerpo, de manera tal que no llegan a
lograr establecerse en sociedad. Los dioses por el contrario, no necesitan de la sociedad para
realizar sus potencialidades, simplemente son seres perfectos que se desarrollan a sí mismos.

Entonces el hombre es un animal social o político por naturaleza. Esta es la esencia del ser
humano, esto lo define y lo diferencia de las demás especies. Ahora bien, dice Blanca Llari, hay
tres sentidos o consecuencias de considerar al ser humano como naturalmente político.
En primer lugar, no depende de cada uno de nosotros el vivir en sociedad, sino que es una de
las características esenciales de nuestra especie, el simple hecho de ser humanos nos lleva a la
asociación.

En segundo lugar, si somos naturalmente parte de un todo, entonces nuestro lugar en la


sociedad está determinado por nacimiento, esta visión sustenta la idea de que debemos
cumplir con el rol que la naturaleza nos ha otorgado, no podemos cambiar nuestra dedicación
por ejemplo si nacimos en una familia obrera. De esta manera queda imposibilitado el ascenso
social.

En tercer lugar, ese orden natural podía ser captado por quienes se dedicaran a una vida
intelectual, racional. Es la naturaleza quien nos pone en un determinado lugar de la sociedad y
nosotros debemos poder conocerlo y cumplir con nuestro rol.

Para terminar, me interesa mostrar que el autor dice que nosotros nunca estamos solos, salvo
en los hipotéticos y literarios casos de por ejemplo Tarzán o Robinson Crusoe, incluso si nos
quedáramos para siempre solos en una isla después de haber vivido en sociedad,
determinadas características aprendidas por nosotros no nos van a dejar de acompañar,
ejemplo de esto es al menos el lenguaje. Como ya dijimos la clase pasada, pensamos a través
del lenguaje. De manera que se plantea desde la postura aristotélica la posibilidad e incluso la
desaprobación de ser apolíticos.

Ahora vamos a pasar a la actividad del día de hoy.

¿Está de acuerdo con el planteo aristotélico de la imposibilidad de ser apolíticos?


Fundamenten su respuesta.

¿Qué creen que podemos esperar de la sociedad en la que vivimos?

Según Aristóteles los más prudentes deben ser quienes nos gobiernan, ¿qué otras
características creen que deben tener los que dirigen a la sociedad?

Busquen diferencias entre el modelo aristotélico y el modelo iusnaturalista

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