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FIGURA 13:25

Colector para captar las aguas fluyentes al


mar en la costa 1 y 1´ la interfaz y nivel
freático antes del establecimiento de
bombeos; 2 y 2' con el establecimiento de
bombeos: 3 y 3´ con la instalación
adicional del colector costero.

El movimiento de la interfaz tierra adentro crea una notable dispersión, la cual, junto
con el menor arrastre de sales a lo largo de la interfaz por su mayor longitud y menor
flujo de agua, origina una contaminación salina de parte de la reserva de una vez. Si no
se toma ninguna precaución especial, según Santing (1963) sólo es prácticamente
recuperable un 25% como promedio de la reserva de una vez, aunque los cálculos
teóricos pueden dar volúmenes mayores. En acuíferos con una espesa zona de
transición no es fácil realizar los cálculos dado que no hay interfaz definida.

2.2.3 CAPTACIÓN EN LA COSTA DEL AGUA FLUYENTE AL MAR

El agua necesaria para mantener una cierta posición de la interfaz puede captarse
cerca de la costa, una vez que ha cumplido su misión. Obras de este tipo se han
proyectado y construido en Israel (Bear y Dagan, 1963; Kahana, 1963; Schmorak y
Mercado, 1969). Como estas captaciones deben establecerse sobre agua Salada, han
de proyectarse con mucho cuidado para evitar la subida de la sal por formación de
conos. En general se trata de colectores(drenes) o sistemas de pozos puntuales que
producen un descenso pequeño y cuyo caudal unitario es también reducido.

Estos colectores, no solo permiten aumentar el caudal de seguridad de un acuífero sin


producir una apreciable intrusión marina, sino que también pueden servir para forzar la
utilización de la reserva de una vez extrayendo con ellos gran cantidad de agua en los
primeros tiempos.

En realidad, el colector eleva la posición de la interfaz cerca de la costa, pero no su


penetración en el acuífero, que es el objetivo deseado (fig. 13.25).

Las experiencias en modelo viscoso realizadas por Kahana (1963) muestran que es
posible interceptar hasta un 88% del agua vertida al mar, pero el propio autor comenta
que en situaciones reales probablemente no se podría rebasar el 50%, sobre todo
teniendo en cuenta la contaminación del agua el colector por la interferencia con la
zona de dispersión(23).1

2.3 EFECTOS DE LA EXPLOTACION EN ACUIFEROES SEMICONFINADOS

1 (23) En Shechter y Schwarz (1970) puede verse un estudio de optimización.


La explotación de acuíferos costeros semiconfinados puede originar una infiltración de
aguas salinas a través de los niveles semipermeables, confinada con un posible
desplazamiento del agua dulce directamente dentro del acuífero. El desplazamiento del
agua salada por los niveles semiconfinantes es un fenómeno muy lento y permite
explorar el acuífero con viles por debajo del nivel del mar teniendo mucho tiempo sin
que se produzca contaminación apreciable. Tal es el caso del delta del Llobregal (fig.
13.26) (Custodio, 1965, 1966, 1967, 1967 b; Vilaro, Custodio y Bruinton, 1970), en que
después de más de 10 años de permanecer los niveles en el acuífero semiconfinado en
la costa casi permanentemente por debajo del nivel del mar, no existe intrusión salida
apreciable. Sin embargo, el movimiento descendente del agua a través de los limos ha
sido constatado en zonas marginales con ayuda del tritio natural y por medida directa
de la salinidad del agua de los limos semiconfinantes (Custodio, Bayó y Peláez, 1971).

Ejemplos similares han sido analizados en muchos otros lugares como en Long Island,
New York (Perlmutter y Gerghty, 1963; Cohen, Franke y Foxworthy, 1968) y en
Aquitania (Bourgeois, 1967).

2.4 EXPLOTACION DE DUNAS CONSTERAS

Las dunas existentes a lo largo de muchas costas de escasa pendiente son un medio
muy permeable, en general bien recargado por la lluvia, Así se crea un cuerpo de agua
dulce cuya explotación se ha manifestado muy interesante en muchos lugares.

En Holanda las formaciones costeras contienen agua marina, excepto en las dunas,
donde se forma un lentejón de agua dulce. En realidad, las dunas se apoyan sobre un
nivel semipermeable de poco espesor a profundidad de unos pocos metros bajo el nivel
del mar. El agua de las dunas puede pasar lentamente al mar, pero en gran parte se
infiltra am trabes del nivel semipermeable creando un lentejón de agua dulce por
debajo del mismo de mayor extensión y espesor que el existente en las dumas (fig.
13.27) El agua de las dunas se capta mediante drenes, pero gran parte de la
explotación se efectúa bajo el nivel semipermeable mediante pozos. La explotación ha
originado una contracción del volumen de agua dulce del lentejón profundo. En la
actualidad se mantiene cierta posición media de la interface mediante un equilibrio
entre bombeo, recarga natural y recarga artificial de agua procedente del artificial de
agua procedente del Rhin (Venhuiten, 1957, 1967 b) (24). i

El caso holandés se caracteriza por una zona de mezcla de espesor reducido,


alrededor de 5 m. lo cual permite trabajar en condiciones óptimas. No obstante, la
explotación está produciendo un aumento del espesor de la interfaz debido al efecto de
ascenso permanente de la misma. En determinados lugares, la existencia de niveles
arcillosos intercalados protege del ascenso salino, pero en otros su presencia impide
que la recarga superficial se produzca de forma efectiva para los niveles explotados
profundos y permite así la mayor salinización (Engelen y Roebert, 1974).

2.5 FORMACIÓN DE CONOS DE AGUA SALADA DEBAJO DE LAS CAPTACIONES

Si en un acuífero existe un nivel de agua salada inferior, al establecerse el bombeo en


un pozo que penetra solo la parte superior, se establece un flujo horizontal en todo el
espesor del acuífero, pero la mayor densidad del agua salada alcanzara o no el pozo
según sea el descenso producido y la penetración del

Figura 13.26

Situación probable de penetración salina en el delta del Llobregat como consecuencia


de la explotación intensiva del acuífero profundo (semiconfinado). El desplazamiento
del agua salada a través de los limos semiconfinantes es muy lento. (Según Custodio,
Bayó y Peláez, 1971.)
(24)
i Los cálculos de la explotación del lentejón inferior son fáciles de planear, pero se llegan a
ecuaciones diferenciales cuya integración es penosa o que deben resolverse por métodos
aproximados. Vemhuizen (1968) efectúa el cálculo para las dunas de Haarlem (Holanda) y
Keunln (1966) los que corresponden a una isla circular con similar estructura. En ambos
casos se utilizan las aproximaciones de Dupuit-ForchHeimer y la formula Chiven- Herzberg.

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