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Trabajo práctico N°2

Parte Especial.
“Contrato de Fianza”
Comisión 7260

Alumno: Rossi, Pablo Gabriel

Catedra: Lorenzetti- Borda

Fecha de entrega: lunes 01/04/2019

Trabajo práctico N° 2: Contrato de Fianza.


Fecha de entrega: 01/04/19.

Juan necesita pintar su casa y contrata a Rodrigo que le


pasa un presupuesto de $16.000 por el trabajo. Rodrigo
precavido ante la mala reputación de Juan, le pone como
condición que afiance su obligación, para asegurarse el
cobro de su crédito. Así, Juan y Dolores, se reúnen y
verbalmente, ella asume su carácter de fiadora (principal
pagador). En caso de ser necesario, ella responderá con la
obligación de ayudar a Rodrigo por tres meses a pintar
casas.
Llegado el día del cobro, Rodrigo arremete contra
Dolores, pero ella exige que se le respete su beneficio de
excusión y que previamente se lo inste a cumplir a Juan.

1- Descubra los errores. Justifique.


2- ¿Qué tipos de fianza existen? Explicarlos brevemente.
3- Si Dolores paga, al ser principal pagador, ¿Tiene
derecho de repetición contra Juan?
4- Si Dolores y Juan están casados, ¿Puede llevarse a cabo
la celebración de la fianza?

1) Descubra los errores. Justifique

El primer error en el caso citado, es que Juan


(deudor principal) y Dolores, se reúnen y ella
asume el carácter de fiadora de manera verbal.
El primer párrafo del art. 1574 CCCN establece
que “Hay contrato de fianza cuando una
persona se obliga accesoriamente por otra a
satisfacer una prestación para el caso de
incumplimiento”. Es decir, es un contrato
(acuerdo de voluntades) entre el fiador y el
acreedor. No se requiere el consentimiento del
deudor afianzado (aunque este en realidad es el
primer interesado ya que sin el fiador, el futuro
acreedor no avendrá a contratar). En síntesis, la
relación obligatoria es entre el fiador y el
acreedor.
Más allá de esto, el texto continúa con que “En
caso de ser necesario, ella responderá con la
obligación de ayudar a Rodrigo por tres meses a
pintar casas”. Esto se contradice con el segundo
párrafo del citado artículo, el cual afirma que “Si
la deuda afianzada es de entregar cosa cierta,
de hacer que sólo puede ser cumplida
personalmente por el deudor, o de no hacer, el
fiador sólo queda obligado a satisfacer los
daños que resulten de la inejecución.”
Con lo cual, determinamos aquí que, como la
obligación es de entregar cosa cierta ($16.000),
Dolores no debería ayudar a pintar casas al
acreedor, sino pagar los daños derivados por el
incumplimiento de Juan.
Respecto al beneficio de excusión, el art. 1583
CCCN establece que “El acreedor sólo puede
dirigirse contra el fiador una vez que haya
excutido los bienes del deudor. Si los bienes
excutidos sólo alcanzan para un pago parcial, el
acreedor sólo puede demandar al fiador por el
saldo”. Dolores goza de este beneficio y, ante el
incumplimiento del deudor principal, el acreedor,
en primer lugar, debe ejecutar los bienes de su
deudor antes de atacar los del fiador.

2) ¿Qué tipos de fianza existen? Explicarlos


brevemente.

La fianza por lo general, es el resultado de la


libre contratación de las partes, pero a veces
ella es impuesta por ley. En el primer caso, se
llama fianza convencional y comprende las
fianzas simple, solidaria y principal pagador; la
segunda, judicial. Dentro de la convencional,
tenemos entonces, la primera fianza llamada
simple en la cual el fiador goza del beneficio de
excusión, aunque si el fiador asume su garantía
con carácter solidario, queda privado de este
beneficio. Si bien como regla, la fianza es
simple, el CCCN establece en cuales caso, la
fianza será solidaria: cuando así se convenga
expresamente en el contrato (la estipulación
debe ser clara, ya que en caso de duda, se
presumirá que la fianza es simple), o cuando el
fiador renuncia al beneficio de excusión. En
ambos casos, el acreedor tiene derecho a
ejecutar directamente al fiador, por el total de la
deuda, sin necesidad de ejecutar previamente
los bienes del deudor.
Si el fiador se ha obligado como principal
pagador, es considerado deudor solidario y su
obligación se rige por las disposiciones
aplicables a las obligaciones solidarias (art 1591
CCCN).
La fianza es judicial cuando está fundada por
ley. Si bien el CCCN no regula este tipo de
fianza, (antes establecida por el Código
derogado, el cual regulaba la fianza judicial o
legal, que eran lo mismo) dispone que el fiador
no puede invocar el beneficio de excusión si la
fianza es judicial (art. 1584, inc. c), con lo cual,
sigue existiendo. La exigencia de la ley no recae
en la voluntad del fiador, sino en la del deudor, a
quien se le impone el ofrecimiento de un fiador
que se presta voluntariamente a servir de
garantía, y cuya aceptación corresponde al juez
y no al acreedor.

3) Si Dolores paga, al ser principal pagador,


¿Tiene derecho de repetición contra Juan?

En principio, las obligaciones del deudor para


con el fiador comienzan recién cuando este
paga su deuda y él debe reintegrarle lo pagado.
El art 1592 CCCN nos habla de la subrogación:
“El fiador que cumple con su prestación queda
subrogado en los derechos del acreedor y
puede exigir el reembolso de lo que ha pagado,
con sus intereses desde el día del pago y los
daños que haya sufrido como consecuencia de
la fianza”.
Subrogarse en los derechos del acreedor
importa poder ejercer todas las acciones,
privilegios y garantías que el acreedor tenia
contra el deudor, sin importar si tales beneficios
son anteriores o posteriores a la constitución de
la fianza.
Sin embargo, no es exclusivamente la acción
subrogatoria la que se confiere al fiador, sino
que se trata de una acción que también
comprende la del reembolso. En otras palabras,
el fiador puede reclamar no solo lo pagado sino
también los intereses legales desde el día de
pago y la indemnización de todos los perjuicios
que hubiere sufrido con motivo de la fianza.
Esto incluye hasta reclamo por daño moral.

4) Si Dolores y Juan están casados, ¿Puede


llevarse a cabo la celebración de la fianza?

En caso de que Juan y Dolores estén casados,


podrían llevar a cabo la fianza, ya que los
cónyuges pueden ser fiadores, uno del otro,
cualquiera sea el régimen patrimonial escogido.
En este caso, ocurre que no celebran entre ellos
contrato alguno, ya que ambos han contratado
con un tercero: uno la obligación .principal y el
otro el de fianza. En cambio, dentro del régimen
de comunidad, uno de los cónyuges no puede
afianzar al tercero que contrata con su propio
cónyuge, ya que esto importaría admitir un
contrato gratuito entre cónyuges (frente al
incumplimiento del tercero), que podría afectar
intereses de otros terceros y que está vedado por
el art. 1002 inc. d. En cambio, el mismo contrato
es válido si los cónyuges han convenido el
régimen de separación de bienes, pues están
excluidos de la prohibición mencionada.

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