Sunteți pe pagina 1din 8

Universidad Nacional del Comahue

Facultad de Ciencias de la Educación Profesorado en Enseñanza Primaria


Taller de Lectura de la Práctica Docente I
Ficha de cátedra elaborada por Pablo Bulfon para uso interno del Taller.

"Ver, mirar, focalizar"


En esta breve ficha les proponemos poner en cuestión algunos términos que son de
usanza común en el habla cotidiana: nos referimos a mirar y ver. Haremos un recorrido
por distintos saberes, en busca de precisar qué significa la mirada, término más general
para referirnos al acto de mirar y ver. La intención de la ficha de cátedra es abordar
conceptualmente la focalización, concepto que precisa los anteriores, a fin de utilizarlo
como insumo para las observaciones que realicen en las escuelas. También, que
encuentren en la separación entre la instancia del que ve y el que narra, la posibilidad de
preguntarse por la posición del observador frente a los acontecimientos observados.

En este sentido, los propósitos de la ficha de cátedra son:

• Acercar a los/as estudiantes del taller a la comprensión del concepto de focalización,


reflexionando sobre el uso habitual que se le asigna a los términos "mirar y ver".
• Proponer el análisis de registros de observación, distinguiendo la instancia de quién
observa, y desde qué posición lo hace, de la descripción narrativa.

Mirar y ver son palabras que tienen una expresión desde lo visual, como el acto de ver o
percibir algo o a alguien, pero connotan algo más que lo estrictamente visual. Quien mira
o ve, percibe. Eso es indudable; creemos percibir la realidad tal como se nos presenta a la
mirada. Pero a la vez, la mirada expresa un mundo de sentidos y significados que
sobresale a la simple (y compleja) acción de mirar. Veámoslo así: no todo lo que reluce es
oro, dice el refrán popular. Llevando esta metáfora a la mirada, podríamos afirmar que no
todo lo que vemos es tal y como se presenta ante nuestros ojos.

Por eso mismo, porque los términos en cuestión son objetos conceptuales opacos y
ambiguos, les proponemos reflexionar por unos momentos sobre los alcances e
implicancias que tiene su uso, no ya en el lenguaje cotidiano, sino dentro de las
producciones del taller. La mirada que intentamos establecer en el Taller de Lectura de la
Práctica Docente I no se queda fija en las impresiones que causa el mundo por primera
vez, sino que intenta ir más allá de lo visto, actualizando la visión con el uso de las

1
herramientas que nos provee la ciencias sociales: los conceptos teóricos. En especial,
nos centraremos en uno de ellos: la focalización.

Pero antes de pasar revista a esos conceptos, les proponemos primero revisar algunos
refranes populares, que contienen los conceptos que pretendemos explorar. Veamos qué
nos pueden decir ellos sobre la mirada.

Mirar y Ver desde los refranes populares

Seguramente ustedes pueden dar cuenta de una infinidad de refranes que emplean los
términos que estamos analizando. ¿Cuáles se les ocurren? El listado de refranes sobre
mirar y ver es más que extenso y circula en el habla habitual de las personas. La cultura
es muy rica en metáforas sobre la mirada. Nosotros les traemos a continuación tres de
ellos, muy comunes, que refieren al acto de mirar o ver en relación a la percepción.

1. Ojos que no ven, corazón que no siente


2. Amor no es mirarse el uno al otro, sino mirar ambos en la misma dirección
3. Si en esta vida quieres gozar, has de oír, ver y callar

Todos ellos tienen en común que emplean indistintamente mirar y ver para referirse al
acto perceptivo de captar la realidad, aún cuando ella se refiera a un objeto o a una
situación social o natural. Pero la realidad a la que apelan puede diferir, en cada caso,
según sea la metáfora que construyen. Por ejemplo: ¿Qué es lo que lo que el corazón
siente por efecto del ver? ¿Qué es ese horizonte que emparenta a los enamorados?
¿Qué es lo que el ojo ve y debe callar?

En el primer refrán, la mirada se asocia a los sentimientos. Para sentir, primero hay que
ver. Diríamos que también lo contrario es posible: para ver, primero hay que sentir. De
una u otra manera, lo que nos dice el refrán es que la percepción que implica la mirada no
está exenta de la capacidad de sentir de las personas. Es una realidad vista desde los
sentimientos, específicamente de los sentimientos personales.

En el segundo refrán, por el contrario, mirar en la misma dirección implica un común


compartir sobre la situación. Es una apelación a ponernos de acuerdo sobre qué se quiere

2
con ese amor. Difícil tarea, por supuesto, cuando de amor se trata, ponerse de acuerdo.
Pero el refrán es claro: mirar juntos en la misma dirección. Eso involucra, también,
compartir un horizonte de significado, o por lo menos compartir un lenguaje que posibilite
ponernos de acuerdo. La realidad a la que hace referencia se encuentra en los sentidos
compartidos puestos en la dirección que se quiere mirar.

Por último, el tercer refrán, quizás el más político de los tres, nos invita a ver pero callar:
hay algo que no se puede decir. Sin adentrarnos de qué se trata eso que se debe callar
(cualquiera sea esa realidad), podríamos decir que el acto de ver o mirar no sólo es
personal y compartido (por los significados puestos en eso que se ve: no todo se puede
decir) sino también que es parte de una actividad social, que nos requiere como sujetos
éticos y políticos. Por ejemplo: ¿es ético callar ante un acto de corrupción política?
Seguramente estaremos de acuerdo que no. ¿Es ético callar ante la opinión política de
otro, por ejemplo un entrevistado en una investigación? En este caso, la discusión en
torno a la posición ética del investigador será muy diferente respecto del acto de
corrupción. Es entonces que la mirada es también política y ética, que nos involucra como
sujetos respecto de otros.

En otras palabras, la mirada no es por sí misma la productora de la realidad. Es mirada


porque dice algo de nosotros, nuestros sentimientos, nuestra relación con los otros y con
el mundo que nos rodea. En general, asociamos lo real con la realidad que construimos
con la mirada, pero los refranes anteriores expresan que esa realidad es, propiamente,
una construcción que hacemos con la percepción. Antonio Machado, en pocas palabras y
bellas, resume lo que venimos diciendo:

El ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve.

En los versos del poeta español, la mirada que ve, la de cada persona, se constituye
justamente a partir de la mirada de los otros. Somos "sujetos visuales", "dispositivos de
luz"1, porque las relaciones que establecemos con los otros y con las cosas nos
componen de esa manera.

1
Foucault, en una entrevista de 1977 (Dits et ecrits, 3, 299), define dispositivo de la siguiente manera: "Lo
que trato de indicar con este nombre es, en primer lugar, un conjunto resueltamente heterogéneo que
incluye discursos, instituciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas
administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas, brevemente, lo
dicho y también lo no-dicho, éstos son los elementos del dispositivo. El dispositivo mismo es la red que se

3
Mirar y Ver desde el arte

Desde la teoría estética contemporánea, el acto de percibir con los sentidos (con
cualquiera de los sentidos) se ha vuelto en una actividad compartida entre el artista y el
espectador. Esto quiere decir que los significados y sentidos puestos en la obra ya no
pertenecen sólo a la actividad constructiva del artista, sino por el contrario, esta es
también una actividad del espectador. Ambos comparten la actividad constructiva de la
obra y desde este lugar, ambos son artistas.

Irene Klein dice que la actividad de los artistas (de la tarea compartida de hacer arte)
consiste en producir sentidos a partir de desnaturalizar la mirada sobre la obra. La
siguiente cita refiere a este punto: "El arte es un hábito que se desarrolla: el de aprender a
mirar, el de sustraer la mirada del automatismo de la visión cotidiana. De volver a
observar lo que parece obvio." (Klein, 2007:110) Por otra parte, T. Adorno, en el comienzo
su teoría estética dice que "Es evidente que ya nada referente al arte es evidente, ni en sí
mismo, ni en su relación con la totalidad, ni siquiera en su derecho a la existencia."
(Adorno, 1969: 10)

Estos dos autores nos hablan del cambio de estatus que transita el arte en la actualidad:
como dijimos, ya no es sólo privativo del artista la actividad creadora, sino que es
compartida con el espectador. Pero además, no es una actividad exenta de producción de
sentidos y significados. Veámoslo de esta manera: en el arte, como en muchas otras
actividades humanas, la mirada a dejado de ser inocente, porque el ojo no lo es; todo lo
que se mira o se ve es siempre vista desde alguna posición, ya sea política, ética,
estética, cultural, de clase, económica, etc.

El registro de observación del video, es también una producción de sentidos que


compartimos con otros observadores y, fundamentalmente, con los "actores" de la
escuela observada: los alumnos, los maestros, las personas de la comunidad, etc. El

-digamos- de formación que tuvo


por función mayor responder a una emergencia en un determinado momento. El dispositivo tiene pues una

remarcar en esta definición de Foucault, y en el uso del concepto de dispositivo, que toda lo que puede ser
pensado, visto, oído, sentido, etc. está entramado, o para usar una imagen contemporánea, está en red con
los particulares juegos de poder de la sociedad. Es entonces que eso que vemos, por el hecho mismo de
verlo, se hay inscripto en esa red de poderes.

4
registro es una producción significante. Y si bien todos vemos el mismo video para
producir un registro, también es cierto que ese registro refleja la mirada que cada
observador produce en el acto de registrar. Los registros no son iguales entre sí; aún
cuando pensamos que lo registrado es todo lo que pasó en el video. Veámoslo de la
siguiente manera: Irene Klein dice que "Si bien todo narrador de ficción, parecería partir
de lo conocido, de experiencias propias o de las que otros le han contado, es
indispensable que pueda tomar distancia de ellas y no se empantane en la falsa
convicción de que su mundo es el único mundo existente." (Klein, 2007: 111)

La "falsa convicción" de registrar la totalidad de lo posible, oculta o vela el carácter social


y producido que tiene todo fenómeno observado. El registro de observación es una
producción compartida entre los que perciben la situación y el narrador. Como en el arte,
la obra está puesta para su significación por los distintos participantes, y cada uno de
ellos conforma una obra para sí. Por eso mismo, no debemos olvidar la gran
responsabilidad que tenemos al registrar un hecho social, como el de la escuela
observada en el video.

Los "actores" de las escenas observadas en el video son por sí mismos productores de
sentido, a partir de sus propias y personales puntos de vista. El registro de observación es
la narración lo más descriptiva posible de los hechos que le acontecen a esas personas.
Un registro cercano a esos acontecimientos permitirá probablemente relevar esos
sentidos, dar cuenta de ellos, sin olvidar por ello que esa descripción es también
portadora de sentidos. La posición del observador, es y debe ser siempre ética, de mucho
respeto hacia lo observado, sin olvidar que ambos términos de esta producción son, para
decirlo de algún modo, artistas y creadores.

La distinción entre percibir y narrar

Ver o mirar es, como dijimos, una acción que implica la percepción; la del que mira, por
supuesto, y la mirada puesta en el mundo, en las relaciones con los otros y con nosotros
mismos. Dijimos también que la producción de esa mirada es creativa, ética y estética, de
la que participan los actores del video, en este caso todos los integrantes de la escuela
rural, como también los observadores; los alumnos del taller realizando un registro de

5
observación descriptivo. Este registro es una narración, a través del cual intentamos
comprender los hechos tal como acontecen en el video.

La teoría narrativa distingue la instancia de ver de la de contar o narrar. Para este punto
les extractamos a continuación un fragmento de la cuarta clase del seminario análisis
narrativo del profesor J. C. Gorlier, que se realizara hace unos años en la nuestra
facultad, que explica con sencillez esta distinción entre mirar y narrar.

"Desde el punto de vista del análisis narratológico es central distinguir entre la instancia
que ve y la instancia que habla. El personaje, ve, siente, experimenta. El narrador habla,
comunica principalmente, pero no solamente, lo que los personajes experimentan. Les
doy un ejemplo para que vean cómo es posible distinguir entre esas dos funciones: María
vio cómo Carmen le tiró una bofetada a Luis". María vio, Carmen se movió y tiró una
bofetada, Luis la recibió. La función de narrar, de comunicar los eventos, es distinta de la
ue narra, hay un

"Para decirlo más rigurosamente, está la instancia perceptiva, ver es una de las distintas
maneras de percibir, y está la instancia narrativa. La instancia perceptiva no narra, la
instancia narrativa no percibe (Respecto de Emma Zunz, un cuento de Borges, 1974)
Emma, al recibir la carta, sintió malestar en el vientre y en las rodillas, que son
sensaciones internas que se experimentan en el cuerpo propio, que tiene recuerdos y
deseos, El que narra todo eso no es Emma, está localizado en el cuerpo de Emma, pero
no es Emma, es el narrador omnisciente."2

La distinción entre quien ve y quien narra, abre la posibilidad de preguntarnos


nuevamente por la posición del observador en la observación, y la construcción ética que
este debe asumir en el proceso de escritura de la narración. Pero además, esta
separación nos permite advertir que el narrador también construye un punto de vista
singular. El observador construye una mirada que no es inocente (porque el ojo que mira
no lo es), es una mirada que refleja la posición en que se encuentra el narrador en la
trama social. No vamos a repetir aquí lo dicho, pero si recalcar que el registro de

2
Gorlier, J.C (2008) Clase 4. Seminario de posgrado. Análisis Narrativo. FACE - UNCo. Pág. 8

6
observación es una parcialidad que puede ser compartida y ampliada con otros
narradores.

Pensar que un registro de observación es lo que realmente sucede, es una ilusión de


totalidad muy común en la observación. Se debe estar atento a la "falsa convicción" de
verlo todo, ya que por su misma pretensión totalizadora enceguece las miradas que otros
pueden construir sobre el fenómeno social observado.

Nuevamente, extractamos un párrafo del poeta Machado, que bellamente expresa esto
que venimos diciendo:

"Conviene anotar esto: el hombre actual no renuncia a ver. Busca sus ojos, convencido de
que han de estar en alguna parte. Lo importante es que ha perdido la fe en su propia
ceguera / Supongamos por un momento que el hombre actual ha encontrado sus ojos, los
ojos para ver lo real [...] los tenía en la cara [...] Esto quiere decir que empieza a creer en
la realidad de cuanto ve y toca. El mundo como ilusión - piensa - no es más explicable
que el mundo como realidad [...] Las cosas están allí donde las veo, los ojos allí donde
ven. Lo absoluto está para mí tan inabarcable como ayer. Pero mi relación con lo real es
real también". (Prosas 1656-57).

Focalizar, focalización
Un concepto similar a la mirada es el de focalización. Este último es un concepto que las
ciencias sociales utilizan en su reemplazo ya que es menos ambiguo que mirar y ver. En
realidad, la focalización permite articular el ver, la percepción o el "movimiento del ver"
con el objeto o la cosa focalizada.

En el ejemplo que venimos trabajando, el video de la escuela rural de salta, la focalización


consiste en la relación (intima y articulada) entre el acto de ver y el movimiento que ese
ver genera con el objeto focalizado (propiamente, los distintos acontecimientos que se
suceden en el video) Por momentos, el registro puede virar entre el contexto y el diálogo
de los alumnos y maestros, o detenerse en los objetos: el pan del desayuno en el
comedor, las tazas de plástico, el jarrón de leche, etc. La cosa focalizada puede consistir
en las personas: aquella, esta, como también la situación (el saludo a la bandera) el

7
contexto (el paisaje montañoso) y los diálogos (los chistes entre los niños cuidadores de
cabras)

En la focalización, el objeto focalizado (quién habla) puede pasar de un personaje a otro;


son distintos los actores que intervienen en la escena observada, y sin distintas las
funciones que cumplen en la escena (alumnos en la escuela - cuidadores de cabras en la
montaña). Incluso, aún cuando sea un monólogo el descripto, este puede contener
discursos, decires, dichos, refranes, etc. El personaje puede hablar por otros y expresar
opiniones y puntos de vista de otras personas y personajes de la comunidad. En realidad,
en la focalización, lo que importa no es el contenido de lo registrado, sino este movimiento
en la que los sujetos y las cosas no ocupan un lugar fijo, sino que son observados en el
contexto que los produce.

Al respecto, y para terminar, vale la siguiente cita de M. Bal: " el significado es producido
por las presiones del "yo" y del "tu", que continuamente cambian de lugar respecto a los
significados que son capaces de genera"3.

Bibliografía citada

Adorno, T. ([1969] 2004) Teoría estética. Madrid: Akal.


Bal, M. (2002) Conceptos viajeros en las humanidades. Capítulo I. Universidad de
Toronto.
Foucault, M. (1977) Entrevista en Dits et ecrits, 3, 299.
Gorlier, J. C. (2008) Clase 4. Seminario de posgrado. Análisis Narrativo. FACE - UNCo.
Klein, I. (2007) La ficción de la memoria. La narración de historias de vida. Buenos Aires:
Prometeo.
Machado, A. (1956) Prosas

Bal, M. (2002) Conceptos viajeros en las humanidades. Capítulo I. Pág. 57

S-ar putea să vă placă și