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PRIMERA PARTE: LA MACROECONOMÍA Y SUS OBJETOS DE ESTUDIO.

1. Qué es y qué estudia la Macroeconomía.


Xochitlalli Aroche Reyes
1.1 ¿Qué es la Macroeconomía?

Es la rama de la ciencia económica que se ocupa del nivel de análisis de los procesos
relacionados con las actividades económicas que dan origen a la producción total de un
país, entendida como la suma total de los bienes y los servicios generados en un periodo
(Dornbusch y Fisher, 1985: 571), es decir, estudia la producción como un acervo o cantidad
producida medible, cuyo aumento se define como crecimiento económico.

También analiza las relaciones entre los factores productivos y los agentes económicos
en el proceso de producción, así como las decisiones que toman en función de su ingreso,
sus expectativas de satisfacción o beneficio, así como los precios de los bienes y de los
servicios, del trabajo y del uso del dinero, con la finalidad de explicar el aumento o la
disminución en el crecimiento de esa producción total; esto implica que analiza los flujos
monetarios y financieros que genera la producción.

Es por lo tanto, el análisis de las economías a escala nacional, es decir, el conjunto de


empresas, consumidores y gobierno, su relación y comportamiento en los procesos de
trasformación de los insumos, para generar los bienes y servicios que constituyen la
producción, cuyo aumento o disminución determina el nivel de empleo, de ingreso nacional
y personal, en suma, el bienestar de una sociedad, así como el potencial para el incremento
de su capacidad productiva.

La Macroeconomía se consolida a partir del análisis aportado por John Maynard Keynes,
específicamente a partir de la publicación de su libro Teoría General de la Ocupación, el
Interés y el Dinero en 1936.

1.2 Nacimiento de la Macroeconomía.

Aunque la producción total de un país, ha sido una preocupación constante de la ciencia


económica, la forma de abordar dicho análisis ha evolucionado: Partió de la Economía
Clásica que aborda las fuerzas económicas que favorecen o entorpecen la creación y
expansión de la producción de bienes y servicios, entendida como riqueza social; pasó por
la Economía Neoclásica, que reprodujo el modelo microeconómico de oferta y demanda de
un mercado formado por un consumidor y un oferente individual, para explicar los procesos
económicos de escala nacional, asumiendo los precios como el mecanismo regulador de
ajustes automáticos que garantizan el equilibro y el crecimiento económico, hasta llegar a
la revolución keynesiana, según la cual el desequilibrio no se corrige automáticamente, y la
producción puede alcanzar niveles menores al pleno empleo1, incluso tan bajos como los
registrados por efecto de la crisis de octubre de 1929 en Estados Unidos.

1Este nivel de producción utiliza todos los factores productivos y por ello equivale a que no hay trabajadores
desempleados.
La explicación keynesiana es el comportamiento resultante de las decisiones del
conjunto de empresarios, respecto a la cantidad a producir, y de consumidores respecto a
comprar, ante estímulos como son su nivel de ingreso, la tasa de interés o la expectativa
de ganancia; estos agentes económicos en conjunto con el gobierno, cuyo papel es
estimular la inversión mediante políticas económicas que incluyen su propia inversión y
consumo, conforman la demanda agregada, cuyo nivel, llamado demanda efectiva,
determina la cantidad producida y por lo tanto la utilización de toda, o solo una parte de la
capacidad productiva instalada y de la fuerza de trabajo disponible. En este enfoque teórico,
las variables económicas, se retroalimentan unas a otras, y el hecho de la demanda efectiva
puede ser distinto al de la oferta (los bienes y los servicios producidos y puestos a la venta),
explica la inexistencia de un equilibrio que se reestablece automáticamente y por lo tanto,
el crecimiento de la producción puede y debe ser dirigido.

Aunque el estudio de la producción global (nacional), del nivel general de empleo y de


los precios no era nuevo, la Teoría General, según el propio Keynes expresa, (Mueller, M.,
1982: XI) aportó un método, un aparato mental, una técnica de pensamiento que ayuda al
que la posee a obtener conclusiones correctas; además agrega Mueller, “este libro sirve de
base al desarrollo de teorías con enfoque keynesiano en temas que no aparecen en él”. El
punto de partida fue el análisis del nivel de demanda efectiva, que determina en el corto
plazo el nivel de inversión y por ende el nivel de producción y de empleo, que repercuten
en el incremento del nivel de ingreso.

Al término de la segunda guerra mundial, y como efecto del agotamiento del periodo de
acumulación que había dado origen a la teoría neoclásica, y ante la persistencia de los
desequilibrios que condujeron a la Gran Depresión, que se traducían en lento crecimiento
y alto desempleo en Estados Unidos y Europa occidental, el análisis keynesiano recibió
gran impulso, y constituyó la base de las políticas económicas destinadas a corregir tal
situación. A partir de entonces, la preocupación central del análisis macroeconómico, fue el
crecimiento, es decir, el aumento de la cantidad producida de bienes y de servicios, porque
de ello depende la prosperidad de una sociedad.

Este análisis es considerado una revolución porque modificó los supuestos neoclásicos,
erigiéndose en la heterodoxia de la teoría; su validez se impuso ante la evidencia de que
los procesos económicos no conducen al crecimiento de manera automática, y por el
contrario, puede ocurrir un descenso en el ritmo de dicho crecimiento, así como el aumento
del desempleo y la pobreza, como efecto de las decisiones del conjunto de inversionistas,
de las cuales depende el nivel de producción y de empleo. La crítica keynesiana a la
economía Neoclásica, sobre la base de la evidencia empírica de los efectos recesivos de
la Gran Depresión, significó el paso de un modelo teórico a otro para explicar el
comportamiento de las economías nacionales y de la economía mundial.

El cambio de modelo teórico implicó dos cosas: La posibilidad de que los agentes
económicos modifiquen su conducta debido a los incentivos creados por las políticas
económicas, y el papel del gobierno como inversionista que demanda bienes, servicios y
trabajo, con el fin de compensar el vacío que la inversión privada deja al no percibir la
rentabilidad deseada.

La perspectiva del análisis fundado por Keynes mira las motivaciones de las decisiones
de los agentes económicos sobre su gasto, es decir, cómo y por qué deciden asignar su
ingreso, y cómo este conjunto de decisiones repercute en el nivel de producción y de
empleo del periodo siguiente.

Mientras que el análisis neoclásico afirmaba el equilibrio como efecto de ajustes


automáticos, y por lo tanto la tendencia al pleno empleo a largo plazo, Keynes centró la
atención en los ajustes de corto plazo como resultado de la modificación de las variables
que actúan como incentivos, mediante políticas económicas, para que los agentes
económicos demanden bienes y servicios (finales, intermedios y de capital), así como
dinero para pagarlos, y en particular los inversionistas demanden trabajo y dinero para
reiniciar el proceso de producción y de ese modo se reactive la economía cuando decae su
ritmo de crecimiento. Esta visión tuvo como requisito la separación de la demanda de las
familias (consumidores), la demanda de los empresarios (inversión privada) y la del
gobierno (inversión pública), así como la separación de las demandas en el extranjero por
los productos de cada país (exportaciones), y la demanda dentro de cada país de productos
que provienen del extranjero (importaciones); esta separación se debe a que los motivos
por los que cada grupo de demanda decide, son diferentes y repercuten de manera distinta
sobre el nivel de producción. Los motivos provienen principalmente del nivel de ingreso que
reciben los agentes económicos por su participación en la producción, también se deben al
comportamiento del conjunto de los precios: el de los bienes y de los servicios, la tasa de
interés, el tipo de cambio y el salario.

En suma, la aportación keynesiana, además de modificar los supuestos de la escuela


teórica Neoclásica, estableció las bases para la política económica, porque la intervención
del Estado, se convirtió en un pilar de la acumulación cuando en la Gran depresión la
inversión privada no encontraba incentivos para aumentar porque la perspectiva de
ganancias era desalentadora. Cuando la economía se había reactivado2, el modelo de
políticas económicas de gasto público, generó las tasas de crecimiento en el periodo 1950-
1970, más altas considerando el lapso de 1820 a 1980 como referencia (Maddison, 1986).

1.3 Lo grandes enfoques de la Macroeconomía.

Como resultado del desarrollo de la teoría y los cambios en los procesos económicos a
escala mundial, es decir, la formulación de planteamientos teóricos como los de las diversas
corrientes poskeynesianas y la llamada Síntesis neoclásica, cuya aparición, auge o declive
depende de los cambios en las realidades económicas, en la actualidad hay dos enfoques
fundamentales para el análisis del comportamiento del nivel de producción, así como dos
grandes preocupaciones: el crecimiento y la estabilidad de precios.

2
Cabe señalar que los gastos en producción de armamento (implica inversión pública y privada) en el preludio de
la Segunda guerra mundial, fueron un incentivo muy importante en la reactivación de la economía estadounidense.
Los enfoque sobre el nivel de producción son el keynesiano, conocido como de corto
plazo, sin que implique la imposibilidad del análisis y formulación de políticas de largo plazo
o desarrollo, y el neoclásico, considerado de largo plazo, cuya importancia aumentó por
haberse convertido en la herramienta desde la cual se ha sustentado el conjunto de ideas
y programas de acción conocidas como neoliberalismo económico.

La preocupación por el crecimiento como objetivo central, fue subordinada a la


preocupación por la estabilidad, debido a la inflación iniciada al terminar la séptima década
del siglo xx, fenómeno al cual siguió la inestabilidad en los tipos de cambio y las tasas de
interés, cuya repercusión ha sido el descenso en la tasa de crecimiento económico
promedio en la economía mundial, a lo largo del último tercio del siglo xx y lo que va del
actual.

1.3.1 La influencia neoclásica: La determinación del ingreso a largo plazo.

Los supuestos que sirven de base a la teoría económica Neoclásica, describen el


equilibrio de los mercados que constituyen a la economía global (nacional), como ajustes
automáticos que conducen al equilibrio cada vez que éste se pierde, y al pleno empleo, es
decir, a la utilización de toda la capacidad productiva instalada y toda la fuerza de trabajo
disponible en una economía, lo que conduce a tener una meta que todo país podría
alcanzar; es su producción de pleno empleo, cuya medida es el indicador PIB3 potencial.

En la actualidad, como resultado de lo que se llamó la Síntesis Neoclásica4 (Cue y


Quintana, 2009:91), la medición de las variables, así como el análisis de los procesos y de
las políticas que podrían conducir al PIB potencial, desde el enfoque llamado clásico5,
aceptando que no opera la Ley de Say, utiliza el modelo de las funciones de oferta y
demanda, a nivel agregado, considerando que es el análisis del largo plazo, donde el
mecanismo de ajuste hacia el equilibro son los precios de los factores de producción. Por
ejemplo, según expresan Clement, Pool y Carrillo (1990: 242),

“suponga el lector que el valor de la oferta de productos (que es equivalente al valor de los
ingresos de los propietarios de factores), es de 100 unidades monetarias en un año
determinado a precios corrientes. Pero de esas 100 unidades los individuos guardan 20
‘debajo del colchón’. Habrá entonces una demanda de solo 80 unidades monetarias y existirá
por tanto, un exceso de oferta (producción) de 20 unidades a precios corrientes. Antes de
quedarse con estos productos, dirían los (neo) clásicos, los vendedores aceptarán precios
más bajos por ellos, pero venderán toda su producción”.

3 PIB significa producto interno bruto, concepto que equivale al de producto nacional bruto, La diferencia se verá
en el capítulo 4.
4 La expresión síntesis neoclásica, según explican Cue y Quintana, fue introducido por Samuelson para referirse al

hecho de que se combinaron principios de la determinación del ingreso keynesianos, con principios neoclásicos,
cuando hubo autores que propusieron soluciones de políticas económicas fiscal y monetaria, cuyos instrumentos
teóricos planteó Keynes, utilizando planteamientos microeconómicos.
5 El término clásico se refiere a la economía neoclásica. Keynes usa el término incluyendo todos los desarrollos

anteriores.
Este descenso de precios provocaría las pérdidas para aquellas empresas que no
pueden cubrir sus costos de producción, por lo tanto, su salida del mercado y el despido de
sus trabajadores; la solución planteada desde la perspectiva neoclásica es que los
trabajadores aceptaría salarios más bajos, de modo que aumentaría la contratación por
parte de los empresarios, con lo cual aumentaría el empleo, equilibrando la oferta y
demanda en el mercado de trabajo pero con salarios más bajos.

1.3.2. El análisis keynesiano, la determinación del ingreso a corto plazo y la


demanda efectiva.

John M. Keynes, al preocuparse por las consecuencias del declive del desempeño de
las economías, en particular de la británica después de la crisis de 1929, propuso una teoría
donde aborda los efectos del nivel de ingreso sobre las demás variables económicas, aportó
de ese modo un modelo que “ocupa un lugar tan importante como el análisis de los precios”
(Hansen, 1982:19)6.

El razonamiento desde esta perspectiva tiene como punto de partida un acervo de bienes
y servicios producidos, equivalente a un monto monetario que se pone en movimiento
cuando al consumirse o extinguirse los servicios, se vuelve a gastar para dar comienzo
nuevamente al proceso de producción en el que se reponen esos bienes y servicios, pero
también se produce una mayor cantidad si hay condiciones favorables para la rentabilidad
de las empresas.

La reposición de lo consumido y extinguido, junto con el incremento de las cantidades


producidas, se evalúan desde el punto de vista del nivel de empleo y de ingreso que genera
para la población, de ahí que la tasa de crecimiento de esa cantidad que de bienes y
servicios que se produce año con año, refleja el desempeño de la economía, los aciertos
de los diseñadores de las políticas económicas, y se traduce en la aceptación o rechazo de
los gobiernos por parte de una sociedad.

El análisis del nivel de producción y los flujos monetarios que ésta genera, toma como
punto de partida el flujo monetario que financia los gastos, es decir, el ingreso que obtienen
los agentes de la economía al participar en la producción directa o indirectamente, y su
decisión de gastarlo en consumo o en inversión, o bien en ahorrarlo. Al tomar como base
el modelo de mercado, el ingreso y el gasto equivalen a la oferta y a la demanda de bienes
y servicios, cuyo análisis se une al de los otros mercados que participan en la producción y
constituyen la economía, de este modo estudia desde la teoría y busca mediante políticas
económicas, la igualdad entre la oferta y la demanda de dinero, de activos financieros, de
trabajo y de recursos naturales, como mecanismos para activar la tasa de crecimiento. El
equilibro de pleno empleo es considerado por Keynes solo un caso entre los muchos
desequilibrios que puede haber entre oferta y demanda agregada.

Desde esta perspectiva la Macroeconomía actual también se ocupa de los efectos de


los desequilibrios momentáneos o prolongados, así como de los mecanismos que mediante

6 Este artículo de Hansen fue publicado por primera vez en 1947.


políticas económicas podrían propiciar el ajuste para mantener un ritmo de crecimiento, o
estabilidad de precios en lo posible; dichos equilibrios son los siguientes:
Ámbito o mercado Equilibrio entre variables
Bienes y servicios Ahorro e inversión
(campo real) Ingresos del gobierno y el gasto público
Exportaciones e importaciones
Trabajo (campo real) Oferta (trabajadores) y demanda (empresarios empleadores)
Dinero y capital Demanda de dinero líquido (saldos reales) y oferta monetaria
(campo monetario) Oferta y demanda de activos financieros

Aquí el esquema de la bañera.

La teoría keynesiana es un análisis sobre el desequilibrio que puede existir entre la oferta
agregada (el acervo de bienes y servicios producidos en un periodo) y la demanda agregada
(el consumo de los bienes y los servicios, sumados a la compra de recursos para
producirlos).

Si es menor la demanda que la oferta, en los periodos posteriores los inversionistas


disminuirán el monto de su gasto en insumos y fuerza de trabajo para la producción, a la
larga, de no ser revertido el proceso, provocará disminución del empleo porque despedirán
trabajadores, y en consecuencia habrá menor consumo y bienestar. La solución es
estimular la demanda para que iguale a la oferta, mediante la creación de situaciones que
incentiven la inversión, el consumo y el ahorro.

Con el fin de que los diseñadores de la política económica puedan establecer los montos
de los gastos en inversión necesarios para hacer crecer la producción, deben ser calculadas
las variables económicas involucradas, por ello, se miden los acervos de producción de
bienes y servicios, el monto del ingreso que genera, y la cantidad de ese ingreso que se
destina al ahorro, a consumo, a inversión y a las compras que el gobierno haga por
concepto de gasto social o de inversión. Además de conocer los gastos necesarios para
estimular la demanda agregada, la medición de las variables permite calcular el nivel de
producción e ingreso de equilibrio, que constituye la meta que cada país debe alcanzar, en
función de los recursos con los que cuenta, el tamaño de su población y sus necesidades.

El modelo teórico mediante el cual se calculan los montos enumerados, sobre la base
de las relaciones establecidas por el conjunto de hipótesis o supuestos propuestos por
Keynes, conduce a la determinación del nivel de ingreso. Las relaciones que dicho modelo
establece entre las variables, son las siguientes:

El ingreso obtenido por la producción, después de pagar impuestos, se gasta


distribuyéndolo en consumo y ahorro. Al ser captado el ahorro en el sistema bancario,
se pone a la disposición de los consumidores y de los inversionistas para que éstos
inicien nuevamente el proceso de producción; si los inversionistas lo deciden,
aumentarán el monto que utilizarán del ahorro disponible, y de ese modo aumentará
el nivel de producción. Dicho incremento a su vez hace, aumentar los flujos de dinero
circulante, las instalaciones, la maquinaria, el nivel de trabajadores empleados, y en
consecuencia, genera un nuevo incremento en el ingreso, el consumo y el ahorro.
1.3.3 La Teoría monetaria y sus dos enfoques.

En el ámbito de las explicaciones sobre el papel del dinero, el enfoque neoclásico asume
que el dinero funciona como medio de cambio y por ello, la variación en las cantidades que
circulan solo tienen impacto sobre el nivel de precios de los bienes y los servicios cuando
se pierde el equilibrio entre su oferta y su demanda. El modelo clásico para medir el nivel
de ingre” so de equilibrio, asume que la producción depende del pleno empleo, es decir,
supone que serán utilizados todos los factores productivos, por ello en el largo plazo la
oferta (producción), no aumentará por efecto de algún cambio en los precios, lo que significa
que es inelástica; en cuanto a la demanda, se encuentra contenida en la teoría cuantitativa
del dinero, la cual propone que los aumentos en la demanda de dinero ocasionarán
aumentos en la demanda agregada, mismos que, ante una oferta fija provocarán
incrementos en el nivel general de precios” (Cue y Quintana, 2008:76).

Desde la perspectiva keynesiana, el dinero tiene tres funciones: medio de cambio, depósito
de valor y unidad de medida; por ello influye en los niveles de producción y de precios de
los bienes y los servicios porque el nivel de consumo y de ahorro que deciden los agentes
económicos (decisión de cartera) puede variar en función de la rentabilidad que le da la
tasa de interés. Si el consumo aumenta porque la gente prefiere mantener su liquidez7, el
ahorro disminuye, lo que significa que se reducen los fondos disponibles para la inversión,
y en consecuencia el financiamiento para la producción (Clement, Pool y Carrillo).

De igual manera, si la tasa de interés es elevada, a los inversionistas les resulta más
atractivo demandar activos financieros que invertir en la producción; a esta situación en la
que el dinero se utiliza en mayor medida como depósito de valor por el motivo especulación
debido a las tasas de interés elevadas, y no como medio de cambio para pagar la
producción, se la ha llamado financiarización, cuyo efecto es la disminución de la tasa de
crecimiento del PIB.

La disponibilidad de dinero para el financiamiento de la producción, es influida por la política


monetaria ejercida por los bancos centrales, mediante el manejo de la tasa de interés y de
la oferta de dinero, al establecer la emisión de la moneda de curso legal (Clement, Pool y
Carrillo, 1990:281). Cabe decir que el comportamiento de estas variables, en particular la
tasa de interés, dependen de los procesos financieros mundiales, en particular cuando
disminuye la regulación sobre los movimientos internacionales de capital, como ocurre en
la actualidad, siendo éste un rasgo fundamental de la globalización.

1.3 Los procesos macroeconómicos, sus indicadores y los retos que plantean.

La producción. Es el total de bienes y servicios producidos en un país, en un periodo.


Se mide como tasas de crecimiento, y presenta una tendencia aumentar a lo largo del
tiempo, pero no de manera uniforme, sino fluctuando con cierta regularidad, por lo que
pueden identificase ciclos económicos de diversa duración. Se expresa en los indicadores

7
Cuando la gente prefiere mantener su dinero disponible para consumir, aunque la tasa de interés sea baja,
Keynes denomina a esta situación trampa de liquidez.
Producto interno bruto (PIB o Producto nacional bruto (PNB). Equivale al ingreso nacional,
después de descontar la depreciación, los impuestos y las prestaciones; al agregar o quitar
las transferencias.

Depende del comportamiento de tres sectores en los que se clasifican los agentes que
constituyen la demanda agregada: El privado, formado por los consumidores y los
empresarios; el público que es el gobierno, y el sector externo, al que pertenecen las
exportaciones y las importaciones.

Al inicio de los años setenta del siglo XX; disminuye el ritmo en el aumento de la
producción y aumentan al mismo tiempo los precios, a esta simultaneidad se le llamó
estanflación (neologismo formado por las palabras estancamiento e inflación). Desde
entonces, la preocupación fundamental en las políticas macroeconómicas, ha sido la
estabilidad de precios, ha aumentado las tasas de interés y por ello ha disminuido la tasa
de crecimiento económico en comparación con el periodo posterior a la segunda guerra
mundial.

Los retos que enfrentan los diseñadores de políticas económicas son el crecimiento y la
desigualdad, porque la naturaleza del capitalismo y las fluctuaciones que hay en el
crecimiento económico, implican que hay periodos de desempleo que favorecen la pobreza,
en particular en economías atrasadas. El descenso en el ritmo de crecimiento, agudiza las
desigualdades, por ello, en la etapa actual llamada globalización, donde la tasa de
crecimiento ha descendido, se ha agudizado la desigualdad en la distribución del ingreso.

Ciclos económicos. Son resultado del aumento y disminución periódica de la actividad


económica y otros indicadores macroeconómicos, aunque son irregulares, hay cierta
tendencia a periodos de duración uniforme, de modo que se han distinguido ciclos largos,
de Kondratiev, así como ciclos de negocios llamados de Kuznetz (Knox, 1989).

En un ciclo económico, hay varias fases: la fase de auge, la crisis, que en sentido estricto
es el punto de inflexión, y el declive o recesión.

La inflación. Es el incremento acelerado y sostenido de los precios (Parkin, 2004). El


indicador más importante para medirla es el índice de precios al consumidor. Es indeseable
cuando es acelerada y sostenida durante un tiempo prolongado porque provoca la
disminución del poder adquisitivo del dinero.

El empleo. Se mide a través de varios indicadores, uno de los cuales es la tasa de


desempleo, definida como el porcentaje de personas empleadas con respecto a la
población económicamente activa. El nivel de empleo es resultado de la actividad
productiva, en el largo plazo, determina también el volumen de la producción máxima de un
país.

Las finanzas públicas. Al convertirse la participación del gobierno como inversionista,


el ingreso y el gasto del gobierno, constituyen un elemento fundamental en el desempeño
económico, pero también un objeto de debate ante los desequilibrios experimentados por
las economías a lo largo del último tercio del siglo XX.

A lo largo de la segunda posguerra, caracterizada por elevadas tasas de crecimiento


económico, y hasta los años setenta del siglo XX, fue ampliamente aceptado el gasto
público deficitario, también llamado déficit fiscal, que consiste en que el gasto del gobierno
es mayor que sus ingresos, con la finalidad de dar impulso al gasto en consumo y en
inversión por parte del sector privado y compensar la falta de inversión privada cuando no
tiene incentivos y disminuye. Al agotarse el modelo de acumulación de la segunda
posguerra, y comenzar el tránsito hacia la etapa llamada globalización, la economía
estadounidense entró en una situación de un déficit fiscal al mismo tiempo que en el sector
externo, en un contexto de bajas tasas de crecimiento económico. Ante la inflación que
ocurría al mismo tiempo que el estancamiento, se atribuyó al gasto del gobierno un efecto
inflacionario, y al déficit un problema ante la disminución del crecimiento porque de ese
modo es difícil o imposible reducirlo, lo que da a su vez como resultado la retroalimentación
del lento crecimiento.

El sector externo. El balance exportaciones a importaciones es la diferencia entre las


exportaciones y las importaciones, que se registran en la cuenta corriente de la balanza de
pagos, refleja la estructura del comercio exterior de un país, lo que a su vez, es resultado
de su grado de desarrollo y sus capacidades. Un país superavitario, es decir, exporta más
de lo que importa, es una economía con un desarrollo tecnológico que le permite producir
y vender una amplia gama de productos, con lo que recibe ingresos superiores a sus
egresos, de modo que adquiere capacidades para otorgar préstamos a países deficitarios,
que lo son debido a que por su grado de desarrollo atrasado importan más de los que
exportan, lo que explica más egresos que ingresos monetarios, lo que se traduce en la
disminución de financiamiento para la inversión productiva.

La economía del crecimiento, el desarrollo y sostenibilidad del crecimiento. El


crecimiento del producto es el aumento de la cantidad de bienes y servicios producida, es
decir, una tasa de crecimiento del PIB positiva. EL crecimiento se puede dividir en dos
categorías: 1) de los insumos, el trabajo y el capital, 2) del producto relativo al crecimiento
de los insumos (Gordon, R.1983: 579), el cual significa un incremento de la productividad,
como efecto de la mejora tecnológica, y a su vez, determina el desarrollo económico.

Ante las evidencias de cambio climático y deterioro del ambiente natural, la


preocupación actual ha comenzado a ser la sostenibilidad del crecimiento y del desarrollo,
ya que el aumento de la producción implica la extracción creciente de materias primas y la
creciente expulsión de desechos.

La estabilidad cambiaria. El precio de las divisas influye en el comercio exterior de


cada país. Ante una devaluación, los precios de las importaciones aumenta, por lo que se
genera una presión hacia la inflación, si el efecto es duradero. Por el contrario, la
devaluación tiene un efecto positivo aunque temporal, sobre las exportaciones, haciéndolas
aumentar si su elasticidad precio es mayor que uno.
La estructura económica. Aunque no es un ámbito estudiado en los libros de texto de
Macroeconomía, es un aspecto importante, porque es un reflejo del grado de desarrollo de
un país. La estructura económica es la clasificación de las actividades productivas en los
sectores primario: agropecuarias; el secundario: las diversas industrias; el terciario: los
servicios. El predominio de uno de los sectores a lo largo de la historia económica de los
países, es resultado del progreso tecnológico, por ello a medida que los países incorporan
industrias, el porcentaje del PIB generado por el sector primario disminuye; cuando continúa
dicho progreso, las economías registran un aumento del porcentaje que el sector servicios
aporta en la generación del PIB.

1.4 Las diferencias entre dos periodos.

Desde el nacimiento de la macroeconomía actual, los procesos económicos del


capitalismo han pasado desde entonces por dos etapas; la primera de ellas, se caracteriza
por el hecho de que al terminar la segunda guerra mundial, con la finalidad de la
reconstrucción de los países destruidos por la guerra y reorganizar los procesos
económicos destruidos por la Gran depresión, fueron aplicadas políticas económicas,
donde sobresalía la inversión pública; después de la reconstrucción, empezó un crecimiento
acelerado con estabilidad, por la industrialización de países que se incorporaron a este
proceso en el siglo XX, incluyendo algunos de Asia y África, que se fueron descolonizando
a lo largo de este periodo; también se caracteriza por la hegemonía de Estados Unidos en
el sistema internacional, y por la concordancia de intereses entre todas las economías del
mundo.

La segunda etapa es resultado del agotamiento de los mecanismos que habían


provocado el alto crecimiento y la estabilidad, comenzó un conjunto de procesos cuya
finalidad ha sido contrarrestar la inestabilidad, lo que produjo un viraje en la orientación de
los objetivos de las políticas económicas, y un crecimiento a tasas menores a las de la
segunda posguerra. Esos cambios han significado un cambio en el paradigma teórico, es
decir, una crítica a las políticas económicas sustentadas en la teoría keynesiana, pero ante
la exacerbación de la desigualdad y la pobreza, hay críticas a las políticas económicas
basadas en los postulados liberales que enaltecen el retiro de los gobiernos del gasto
público.

Lecturas adicionales recomendadas.


Astudillo, Marcela 2008. Fundamentos de Economía. Instituto de Investigaciones
Económicas. UNAM.
Clement, Pool y Carrillo.1990. Teoría macroeconómica básica. En Economía: Enfoque
América Latina. Tercera edición. Mac Graw Hill, México.
Cue, Agustín y Quintana, Luis. 2008. Introducción a la Macroeconomía. Grupo Editorial
Patria. México.

Fuentes de consulta
Clement, Pool y Carrillo.1990. Economía: Enfoque América Latina. Tercera edición. Mac Graw
Hill, México.
Cue, Agustín y Quintana, Luis. 2008. Introducción a la Macroeconomía. Grupo editorial Patria.
México.
Dillard, Dudley. (1980), La teoría económica de John Maynard Keynes, Editorial Aguilar, Madrid,
1980
Gordon, J. Robert 1983. Macroeconomía. Grupo Editorial Iberoamericano. México.
Knox, John y Agnew, John. 1989. The geography of the world economy. Edward Arnold,
Editor. Estados Unidos.
Muller, M .G. (compilador) 1982. Lecturas de Macroeconomía. Compañía Editorial Continental
S.A. Segunda reimpresión. México.
Maddison, Angus 1986. Las fases del desarrollo capitalista: Una historia económica. Fondo de
Cultura Económica. México.
Parkin, Michael. 2004. Economía. Pearson Educación. México.
Dornbush, Rudiger y Fisher, Stanley. 1981 Macroeconomía. Mac Graw Hill. México.

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