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I.E.E.

“NICOLÁS LA TORRE”

Alumna:
Verónica Aracely Arana Chozo
GRADO Y SECCIÓN:
3° “B”
Docente:
Manuel Morales Castañeda
Curso:
Historia, Geografía y Economía

2019
El Arte Colonial

La Pintura
La
Arquitectu
ra y la
Escultura
Colonial
EL ARTE COLONIAL: LA PINTURA

La religión católica tuvo un papel preponderante en la vida cultural del virreinato


peruano. Esta influencia se hace evidente si se toma en cuenta la importancia de la
pintura en el proceso de evangelización de los indígenas.

LA PINTURA COLONIAL
En la Colonia, los misioneros católicos utilizaron la pintura como herramienta de
evangelización los temas religiosos dominaron por completo la pintura colonial. El
retrato se dedicó a representar a autoridades políticas y religiosas.
Otro elemento la pintura europea de la época .es que nuestros artistas mezclaban
estilos con mucha flexibilidad Otra característica es que se hacía por encargo. Es decir
los autores no pintaban por libre inspiración, sino de acuerdo con las pautas, temas y
tiempo que el comprador de la obra establecía.

LA INFLUENCIA EUROPEA
El arte precolombino no fue motivo de inspiración para los artistas. Los grabados y
lienzos que sirvieron de modelo para las pinturas coloniales provenían en su mayor
parte de Flandes.
Así, la pintura flamenca ejerció gran influencia sobre la peruana, lo que puede notarse
en los paisajes y figuras de los cuadros de la escuela cusqueña. Otra influencia
importante para la pintura colonial peruana fue la escuela sevillana, en especial
Francisco de Zurbarán, el pintor español.
la principal influencia europea fue la italiana, que se apreció de mane- ra directa a
través de importantes maestros como Bernardo Bitti, Mateo Pérez de Alesio y Angelino
Medorp, quienes llegaron al Perú en el siglo XVI para convertirse en los maestros de
las futuras generaciones de pintores peruanos.
LOS ESTILOS
El estilo que predominó en las pinturas
coloniales fue el manierismo, Introducido en el
Perú por Bernardo Bitti. Este estilo, que se
ubica en la transición entre el Renacimiento y
el Barroco, presentaba las figuras humanas
más alargadas abandonando el ideal de
simetría del Renacimiento. Hacia 1630, el
manierismo dio paso al barroco, que
predominó, aproximadamente, hasta 1750.
Posteriormente, se desarrollaron otras
corrientes como el rococó y el neoclásico.

LA PINTURA EN LIMA Y EL CUSCO


Los dos principales centros artísticos del Perú colonial fueron la escuela limeña y la
escuela cusqueña. La primera era más cercana a los modelos europeos. En la
segunda, los estilos occidentales se mezclaban con elementos indígenas, creando un
interesante estilo propio que introducía elementos nativos. Esta diferencia se hizo más
clara a partir de la segunda mitad del siglo XVIII cuando la escuela limeña se dejó influir
por los patrones artísticos llevados a España por los reyes borbones. La escuela
cusqueña, entretanto, trató de mantenerse fiel a su particular estilo barroco.

LOS FORMADORES DE LA PINTURA COLONIAL


Los pintores Italianos que llegaron al Perú en la segunda mitad del siglo XVI fueron los
fundadores de las escuelas coloniales de pintura.

El fundador: Bernardo Bitti


Bitti nació en Italia en 1548 y llegó a Lima en 1575. Luego de
ocho años de vivir en la capital del virreinato, su actividad como
pintor y religioso lo llevó a viajar por todo el sur peruano. Vivió
una temporada en el Cusco y Juli, y viajo por Arequipa, La Paz y
La Plata.
Bitti dejó cuadros y discípulos que continuaron su obra. Por ello,
puede ser considerado como el fundador de las escuelas
pictóricas del Cusco y de Bolivia.
Sus obras más importantes figuran La Concepción, La Virgen, el
Niño y San Juan Bautista, La Asunción y Coronación de Nuestra
Señora y Cristo resucitado.
La escuela cusqueña
El paso de la pintura manierista a la barroca en la escuela cusqueña está marcada por
las obras de dos de sus mejores artistas: Diego Quispe Tito y Basilio de Santa Cruz
Pumacallao, ambos de origen andino.
Ambos recibieron el apoyo de Manuel de Mollinedo, obispo del Cusco entre 1673 y
1699, quien a semejanza de los mecenas renacentistas propició, la renovación litúrgica.
Los maestros indígenas alcanzaron un alto nivel técnico y estilístico en sus obras. Las
representaciones de ángeles armados con arcabuces y agrupados en compañías
militares son uno de los temas más originales de la pintura virreinal cusqueña. En la
pintura europea prácticamente no existen.
LA ARQUITECTURA Y LA ESCULTURA COLONIAL

En la Colonia, el arte fue el principal medio de expresión de la religiosidad. Los


misioneros católicos utilizaron la escultura y la arquitectura como herramientas de
evangelización.

LA ARQUITECTURA COLONIAL
En la arquitectura colonial, al Igual que en la pintura o en la escultura, predominaron las
construcciones religiosas sobre las laicas. Esto demuestra no solo el poder económico
de la Iglesia y las órdenes religiosas, sino también la importancia de la religión en la
vida de la época. Las familias españolas consideraban importante la donación de parte
de sus bienes para la construcción de Iglesias, el prestigio de su familia y demostraba
su poder frente al resto de la sociedad.

Una combinación de estilos


Las viejas y nuevas formas de construir tendían a combinarse y a complementarse
mutuamente en todo el Virreinato del Perú se alternaron construcciones de estilo
renacentista era frecuente encontrar techos de origen mudéjar.
El estilo barroco comenzó a aparecen poco a poco en la arquitectura colonial. En los
primeros años de este siglo no se levantaron ni iglesias, ni edificios puramente
barrocos.
Los antiguos templos o conventos añadieron elementos barrocos a su arquitectura.
Solo a fines del siglo XVll, el barroco logró imponerse como estilo arquitectónico y su
predominio duró casi todo el siglo siguiente.
Los constructores
Los arquitectos y maestros de obras en la Colonia recibían el nombre de alarifes. En el
siglo XVI, la mayoría de los que trabajaban en el Perú eran de origen español. Entre
ellos sobresalió Francisco Becerra, gran impulsor del estilo renacentista y uno de los
responsables de la construcción de la catedral de Lima.
Uno de los más importantes fue Manuel Escobar, responsable de la edificación del
templo de San Francisco.

Una ciudad de balcones


Desde los primeros años de su fundación, la Ciudad de los Reyes mostraba los
balcones característicos que fueron evolucionando a través de los siglos. Los balcones
coloniales fueron tallados en madera muy fina y se encontraban generalmente a cada
lado de la portada de una casa. Tenían forma horizontal y funcionaban como una
galería propicia para la tertulia y para disfrutar del aire fresco.

LA ESCULTURA COLONIAL
Desde los primeros años de la conquista se importaron al Perú muchas esculturas
sevillanas de carácter religioso destinadas a apoyar el proceso de evangelización de la
población andina. En el siglo XVll, las importaciones no cesaron, al contrario, mejoraron
su calidad e, inclusive, se encargaron obras de un tamaño considerable al reconocido
escultor español Juan Martínez Montañés las esculturas sevillanas se convirtieron en el
modelo de los artistas del Perú colonial.

Los materiales
La piedra solo se trabajó en las fachadas de los edificios de la
administración virreinal, las universidades, las iglesias y
casas de gente muy importante. La, andas, custodias,
copones, cubiertos, etc.
El tipo de escultura que destacó durante el Virreinato fue el
de la madera tallada, lo que queda demostrado en las
hermosas sillas para los coros, los retablos, los púlpitos y los
techos de las iglesias menores y conventos coloniales.

Tallando la madera
Las sillas para los coros contaban con respald ares totalmente tallados con imágenes
de santos o narraciones de historias sagradas. Las sillas de esta última fueron talladas
por uno de los escultores más importantes de la Lima del siglo XVII: el español Pedro
de Noguera.
Los retablos eran grandes construcciones de madera adornados en algunos casos con
pan de oro. En los retablos se colocaban pinturas o esculturas que en algunos casos
representaban historias bíblicas o vidas de santos.
En la actualidad, esta obra se encuentra en la catedral de Lima. Los púlpitos consistían
en una especie de plataforma elevada que se encontraba en la parte lateral de la
iglesia, desde la cual el sacerdote pronunciaba su sermón. Todos los púlpitos coloniales
se encontraban bellamente tallados.

Tanto en los conventos como en las iglesias coloniales se solían tallar algunos de los
techos aún se conservan los techos tallados de la sala principal de Santo Domingo y de
la gran sala de la Inquisición.
Los escultores más importantes del periodo do colonial tenemos a los artistas andinos
Francisco Titu Yupanqui y Juan Tomás de Tuyri Túpac. Ambos trabajaron en la
sierra sur del Perú

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