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INFORME N° 01

03/09/2019
TEMAS:
1. LA TEMPERATURA EN CAÑA DE AZÚCAR
2. EL AGUA Y LOS RIEGOS
3. TENSIÓMETROS
4. EFICIENCIA DE RIEGO POR GOTEO – MANCHAS
5. MANTENIMIENTO DE PIVOTES
JEFE DE RIEGO: Ing. Yann Franco Silupu
INGENIERO TRINNER: Walter Anthony Herrera Morales
AREA: RIEGO PRESURIZADO
EMPRESA: CASA GRANDE S. A. A.
DESARROLLO DE LOS TEMAS

1. TENSIÓMETROS
Fuente: Blog.agrologica.es (28 de Junio del 2012).
Un tensiómetro es un dispositivo que trata de actuar como una verdadera raíz y
nos facilita la labor de decidir cuándo regar.

Funcionamiento
El aparato consta de un depósito que se llena de agua, una cápsula porosa de
cerámica y un vacuómetro para medir la presión. Su funcionamiento se base en
que conforme se va secando el suelo debido a la evaporación y a la absorción
de agua por parte de las plantas, dicho suelo más agua extrae del tensiómetro
a través de la cápsula porosa. Esta extracción de agua crea una presión
negativa en el depósito, valor que es registrado por un vacuómetro.
De esta manera, cuanto más seco esté el suelo mayor presión de succión
ejercerá sobre el dispositivo, y mayores valores de presión marcará el
vacuómetro. Cuando llueve o se riega ocurre el proceso contrario, el agua
penetra a través de la cápsula al interior del depósito, reduciéndose la tensión,
hasta llegar a su valor inicial, cero, en caso de quedar el suelo saturado de
agua.
Instalación en campo
Dado que el tensiómetro nos va a dar una idea de la disponibilidad de agua por
parte de las raíces de nuestro cultivo, es lógico colocarlo a la profundidad en la
que se localicen la mayor parte de raíces. El primer paso es retirar la tapa del
depósito y colocar el tensiómetro en un recipiente lleno de agua durante unos
minutos para saturar la cápsula cerámica (mejor si se deja desde la noche
anterior). Ya en campo, se hace un agujero en el suelo con una barra de
metálica, un palo o cualquier otra herramienta de similar diámetro que el tubo
del aparato. Nunca se debe clavar directamente en el suelo porque la cápsula
se podría llegar a romper. A la hora de comprar un tensiómetro, una buena
cualidad es que la cápsula vaya roscada al tubo, de manera que se pueda
remplazar en caso de rotura. Una vez hecho el agujero, se da un riego, se
rodea la cápsula con barro para mejorar el contacto con el suelo y se clava el
tensiómetro a la profundidad deseada hasta que la punta se asiente sobre el
fondo de la perforación. Es vital asegurar un contacto óptimo entre la cápsula y
el suelo. Hecho esto, se llena de agua el depósito, (algunas casas comerciales
venden soluciones que evitan la aparición de algas y la deposición de sales en
la cápsula), se conecta una bomba de vacío manual para extraer el aire del
aparato, aplicando bombeo hasta llegar a los 80 cb. Finalmente se desconecta
la bomba, y se pone la tapa. En una media hora el vacuómetro nos dará el
valor de la disponibilidad de agua en el suelo.
Seguimiento
Periódicamente se deben anotar las lecturas de la tensión, las cuales conviene
tomar siempre a la misma hora del día. Con estos datos se va elaborando un
gráfico. La presión irá aumentando día a día hasta el momento que creamos
oportuno para aportar un riego. Debe vigilarse el nivel de agua del depósito, y
rellenar si disminuye demasiado, aplicando nuevamente vacío con la bomba de
succión.

La tabla de la parte superior muestra las lecturas que se han ido tomando
durante el pasado mes de mayo en una finca de melocotoneros en Murcia. Se
colocaron 2 baterías de tensiómetros a dos profundidades: 15 y 30 cm. Se
aplicaron riegos tras alcanzar los 75 centibares (cb), de manera que en la
posterior lectura, se observan valores bajos, el suelo está prácticamente
saturado.
Nótese que los valores más elevados, en contra de lo que se pueda pensar,
nos los da el tensiómetro situado a más profundidad. Esto se debe a que la
mayor parte de raíces se encuentran a esa profundidad y extraen más agua del
suelo, y por ende, el suelo más agua del tensiómetro. A la hora de aplicar un
riego lo haremos en función de la lectura del tensiómetro localizado a la cota
donde se localicen la mayor parte de raíces.
Hemos utilizado un tensiómetro en su versión automatizada, el cual envía una
señal al panel de control, que tras superar un valor determinado de presión que
le hemos marcado abre las electroválvulas, procurando un riego al cultivo.

Interpretación de las lecturas de un tensiómetro

Valor (en cb) Interpretación

0-10 Suelo saturado de agua, condición que


no debe alargarse demasiado tiempo.

10-25 Humedad y aireación adecuadas para la


mayoría de cultivos y en todo tipo de
suelos.

25-40 No se espera falta de humedad en la


mayoría de cultivos. Es el momento de
iniciar el riego en suelos arenosos

40-60 Conviene iniciar el riego en suelos de


textura media o con raíces inferiores a
50 cm de profundidad.

60-70 Sin peligro para sistemas radiculares de


más de 75 cm en suelo franco.

+70 Comienza el riesgo de estrés hídrico en


suelos francos y arenosos y momento de
iniciar el riego en suelos arcillosos.

TENSIÓMETROS
Fuente: INIA – INFORMATIVO (Mayo del 2015)
Conocer la humedad del suelo y cómo varía a través de tiempo, es información
importante que puede ser una herramienta para programar los aportes de
agua. Para lograr este propósito, existen diferentes equipos o sensores que
estiman el agua disponible en el suelo como equipo TDR, sonda de
capacitancia (FDR) y tensiómetro, siendo este último el instrumento de campo
mayormente utilizado. Estos aparatos simples y de fácil uso, complementan
criterios acerca de cuándo se requiere reponer el riego para mantener el
balance entre agua y aire.

La interpretación en centibares (cb) es la siguiente:


 0 a 10 cb: Indican suelo con agua libre llegando a cero o saturado.
 10 a 20 cb: Humedad a disposición de la planta con un esfuerzo mínimo.
 30 a 60 cb: Rango de inicio de riego de acuerdo a la textura
predominante del suelo.
 70 cb ó superiores: La planta está padeciendo estrés y se acerca al
punto de marchitamiento.
TENSIÓMETROS
Fuente: Luis A. Cerna, Agrotecnia Sostenible, Pág. 184.
Es básicamente un tubo sellado lleno con agua; en un extremo tiene una
cápsula de cerámica porosa y en el otro un manómetro o medidor de vacío. El
tubo se instala en el suelo con la punta de la cerámica a la profundidad
deseada y el manómetro a cierta altura sobre la superficie. A medida que el
suelo se seca, retira agua del instrumento a través de la cápsula cerámica,
creando un vacío parcial dentro del tensiómetro que registra el manómetro.
Cuanto más seco esté el suelo más alta será la lectura. Cuando el suelo recibe
humedad ya sea por riego o por lluvia, tiene lugar el proceso inverso.
El vacío indicado por el manómetro es una medida directa de la tensión de
agua o succión del suelo; la unidad estándar de medición de presión es el bar,
que equivale aproximadamente a una atmósfera. La mayoría de los
tensiómetros vienen calibrados en centésimos de bar (centibares) y con
escalas de 0 a 100 centibares. Con estas unidades de calibración, un
tensiómetro puede funcionar en un amplitud de 0 a 80.
Interpretación de lecturas: las lecturas de tensiómetros indican el grado
relativo de humedad en el suelo. Las altas indican un suelo seco, y las bajas un
suelo húmedo.
Lecturas de 0 a 10, indican suelo saturado. A menudo tiene lugar uno a dos
días después de la lluvia o riego. Si las lecturas en este intervalo persisten, las
raíces del cultivo pueden sufrir por falta de oxígeno.
Lecturas de 10 a 20; Capacidad de campo. En éste intervalo se interrumpe el
riego para evitar el desperdicio de agua por percolación y la lixiviación de los
elementos nutritivos.
Lecturas de 30 a 60. Intervalo común para iniciar el riego. La mayoría de las
plantas con sistema radicular a 45 cms de profundidad o más no sufren hasta
que las lecturas llegan al intervalo 40 a 50. Se obtiene un factor de seguridad
para compensar por problemas prácticos como riego retardado o imposibilidad
de obtener distribución uniforme en todo el campo.
Lecturas de 70 o más es intervalo de falta de agua para la mayoría de los
cultivos y los suelos. Las plantas de las raíces profundas en suelos de textura
media no siempre muestran señales de falta de agua antes que las lecturas
lleguen a 70. Una lectura de 70 no indica necesariamente que toda el agua
disponible ha sido utilizada.

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