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LEGISLACIONES EN LA MATERIA)
Para entender un poco más la representación y el mandato laboral, así como sus
alcances y defectos, es necesario remitirnos a la Ley Federal del Trabajo, en su
artículo 692: “Las partes podrán comparecer a juicio en forma directa o por conducto
de apoderado legalmente autorizado.
En la primera fracción del artículo señalado, la ley laboral hace mención que para ser
representantes y apoderados de personas físicas, el único requisito es contar con una
carta poder firmada por el otorgante y 2 testigos, sin necesidad de que la misma sea
ratificada ante la junta. Sin embargo, la tesis, Personalidad en el juicio laboral. Puede
acreditarse con documento distinto de poder notarial o carta poder cuando se trate
del apoderado del trabajador. Cita: “El artículo 692, fracción I, de la Ley Federal del
Trabajo dispone que cuando el compareciente actúe como apoderado de una persona
física, podrá hacerlo mediante poder notarial o carta poder; correlativamente, el
numeral 693 establece que las Juntas podrán tener por acreditada la personalidad de
los representantes de los trabajadores o sindicatos sin sujetarse a las reglas de aquel
precepto, de lo que deriva que el trabajador puede otorgar el mandato en forma
distinta a las mencionadas, como podría ser en el escrito de demanda laboral, que
puede surtir plenos efectos, si a juicio de la Junta quien comparece en nombre del
trabajador realmente lo representa, siempre y cuando la conclusión sea fundada y
motivada, y en su actuar no alteren los hechos ni incurran en defectos de lógica en
su raciocinio.”
“Por La Suprema Corte de Justicia de la Nación (scjn), se reconoce al mandato,
poder y representación dentro de un todo, es decir, para nuestro máximo órgano de
justicia, todo ello engloba la personalidad jurídica; lo anterior lo podemos visualizar
en la tesis siguiente:
El artículo 2554 del Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para
toda la República en Materia Federal, dispone que basta que en el poder para pleitos
y cobranzas se diga que se otorga con todas las facultades generales y aquellas que
requieran cláusula especial conforme a la ley, para que se entendiera conferido sin
limitación alguna. Luego, si en ese tipo de mandato se mencionó que el apoderado
puede intervenir en las controversias laborales y mercantiles, ello no impide al
mandatario ejercer dicho poder en otras controversias de carácter fiscal ante
autoridades y tribunales administrativos de la Federación, como de los Estados, que
para su ejercicio no requieren de cláusula especial. De ahí que las facultades
concedidas enunciativamente, no limitan la naturaleza genérica de tal mandato, que
deviene de la norma sustantiva (artículo 2554), no de la voluntad del poderdante,
por lo que debe entenderse que ese poder se otorgó en términos genéricos.””