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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA

“Norte de la Universidad Peruana”

Facultad:
Ingeniería
E.A.P de Ingeniería de Sistemas

Trabajo:
HABILIDADES Y HABITOS DEL LIDER ORGANIZACIONAL

Asignatura:
GESTION DE PROCESOS ORGANIZACIONALES

Docente:
MICHA ORTIZ JOSE CAMILO

Alumnos:

SANCHEZ CHAVEZ, IVAN ANTHONY

Cajamarca 02 de octubre 2019


Introducción:
¿Los líderes nacen o se hacen? Esta es una pregunta recurrente en las altas esferas
corporativas y en las facultades de administración. Un puñado de ejecutivos y
académicos se mantienen firmes en su convicción de que el liderazgo es genético,
mientras que los restantes enarbolan las banderas del liderazgo aprendido o producido.
Nuestro punto de vista es más cercano al segundo grupo, al que define el liderazgo como
una habilidad que se desarrolla con los años. Es decir, nosotros defendemos la idea de
que ser líder está al alcance de todos, que para lograrlo no se necesita de un toque
divino. La postura que promovemos es aquella en la que se afirma que los buenos líderes
son el resultado de las circunstancias y el entorno.
Si el liderazgo se define como la capacidad de una persona de influenciar a otras para el
logro de unos objetivos, el liderazgo organizacional se entiende como esa habilidad
enfocada en las circunstancias en las que trabaja cada individuo. Estas habilidades de
liderazgo marcan la diferencia en la lucha por el posicionamiento empresarial en el
mercado.
A la hora de ponernos al frente de un equipo de trabajo es muy importante saber cómo
mantenerlo motivado y lograr una implicación máxima con la que alcanzar los objetivos
propuestos.
Por supuesto, esto se consigue adquiriendo las mejores habilidades de liderazgo y es
que, aunque pueda parecer lo contrario, todos y cada uno de nosotros tenemos
capacidad suficiente para influir positivamente en nuestro grupo de trabajo. No
obstante, la clave del liderazgo organizacional está en la inclusión de los roles y
circunstancias laborales de cada subordinado y del ambiente y la cultura de la
organización, a la hora de guiar a los empleados hacia la consecución de las metas.
El fundador de Apple es uno de los máximos exponentes del modelo de liderazgo
organizacional. Steve Jobs tuvo la capacidad de sacar lo mejor de cada trabajador en su
empresa y de construir espacios colaborativos donde se gestaron ideas colectivas por
encima de los egos individuales.
El origen del éxito de su compañía tecnológica no radica en sus recursos, sino en saber
asignar a cada empleado al área en la que mayores fortalezas presenta, y conseguir crear
lazos entre todos los miembros de la organización, para que dejen de lado sus
aspiraciones individuales en pos de logros conjuntos superiores.
Como recoge el libro Steve Jobs, de Walter Isaacson, el objetivo de este visionario al
fundar Apple era “construir una sociedad duradera donde las personas estuvieran
motivadas para hacer grandes productos. Todo lo demás era secundario. Sin duda, fue
genial obtener beneficios, pero los productos, y no los beneficios, fueron la motivación”.
En este trabajo vamos a ver las habilidades de liderazgo imprescindibles para un buen
líder, así como también, los hábitos que estos líderes adoptan, cualidades entre las que
se encuentran algunas tan importantes como la empatía, el compromiso, el valor o la
resiliencia. Un líder que las desarrolle será capaz de crear y gestionar equipos
colaborativos altamente efectivos.
Habilidades y hábitos de un líder Organizacional

1. Habilidades de un líder organizacional:

Capacidad para motivar a otros:

Sin duda, esta es una de las competencias de liderazgo más mencionadas en las
encuestas. Para que un proyecto salga y haga la diferencia no es suficiente con
que el jefe crea en él. Primero hace falta que el equipo entero esté motivado,
que entienda de qué se trata el proyecto y el beneficio que brinda a los clientes.
Cuando se emprende no todo es color de rosa, por lo tanto, hay que saber
mantener al equipo motivado y alineado.

Comunicación:

Si sabes escuchar a tu equipo, entender su lenguaje corporal y la comunicación


no verbal, tendrás más de la mitad del camino andado. Apasiónate con su
trabajo, pregúntales, muestra interés y crearás un buen contexto de
comunicación que se transmitirá a todos y cada uno de los miembros del grupo.
Gracias a esto, sacarás dos puntos positivos de vital importancia: generarás una
relación de confianza con ellos y evitarás que surjan conflictos.
La manera más sencilla de lograr esa implicación máxima es haciéndoles
partícipes de toda la información relativa al proyecto. Sólo así conseguirás que
todos os dirijáis en una misma dirección.
Analizar y Resolver:
La capacidad de análisis y de resolución de problemas es central en un buen líder,
forma parte de las competencias más importantes que definen su rol en la
empresa. Porque dos de las principales tareas de las posiciones de liderazgo son,
identificar oportunidades y resolver los problemas que surgen en la
organización. Y para esto hace falta una combinación de gran poder de análisis y
don de gentes (es la capacidad de relacionarse con otras personas, de forma
positiva).
Buscar Resultados:
La actitud proactiva es otro rasgo indispensable de los grandes líderes que saben
que los resultados no se consiguen solos. Para llegar a las metas hace falta
perseverancia, trabajo y resiliencia. Una visión amplia del proyecto no es
suficiente si lo que se busca es el éxito: es necesario trabajar duro para hacer que
las cosas sucedan. Bien lo dijo Thomas Edison, “Visión sin ejecución es solo
alucinación”.
Fortalecer Relaciones:
Los resultados de un negocio, en gran parte, están ligados a las relaciones que
los emprendedores han desarrollado a lo largo del tiempo. El desarrollo de las
relaciones interpersonales es un trabajo al que hay que dedicarle tiempo y
esfuerzo para que den resultados. Es importante cultivar una red de contactos
de calidad. Es importante crear vínculos, tanto con el equipo como con los jefes,
los clientes, los proveedores, la comunidad, los intermediarios y hasta la
competencia.
Tener una Perspectiva Estratégica:
Para poder diseñar un plan o una estrategia exitosa a mediano o largo plazo es
fundamental tener una visión de futuro, saber hacia dónde se va, cuáles son los
posibles obstáculos que habrá que evitar. Solo con una mirada panorámica se
podrán tomar decisiones adecuadas que conduzcan al éxito.
Gestión:
Todo lo expuesto hasta ahora está muy bien, pero de nada sirve si no logras ser
un gestor de proyecto totalmente efectivo.
Muchos expertos en liderazgo empresarial consideran a la capacidad de gestión
como la segunda habilidad más importante en un líder. Tienes que ser el guía de
tu equipo, su modelo a seguir, deberás conocer las capacidades y necesidades
individuales de todos y cada uno de los integrantes de tu equipo al mismo tiempo
que ellos han de reconocerlas en ti.
Por supuesto, junto a las habilidades descritas debemos mencionar la
importancia de desarrollar una visión global de tu proyecto y el ser una persona
íntegra; debes liderar a tu equipo siguiendo tus creencias y dando ejemplo a la
vez que lo motivas e inspiras.
Gracias al curso que te proponemos en FHF, Factor Humano Formación, junto a
tu esfuerzo y dedicación, alcanzarás el éxito y lograrás potenciar al máximo tus
habilidades de liderazgo con las que convertirte en un jefe de equipo respetado.

2. Hábitos de un líder organizacional


Exponen constante a los equipos a grandes desafíos
Cuando una organización obliga a sus equipos de trabajo a enfrentar
permanentemente situaciones complejas motiva el surgimiento de líderes y, a
su vez, hace que ellos involucren a los demás en el desarrollo de las habilidades
de liderazgo. La idea principal es enfrentar a los profesionales en las primeras
fases de su vida laboral a grandes desafíos, para que con estos retos tempraneros
las personas se llenen de aprendizajes y experiencias y se vean obligadas a tomar
decisiones, a persuadir a otros y a asumir riesgos.

Permiten que los colaboradores asuman riesgos


Cuando los dirigentes de un negocio le dan libertades a los colaboradores para
que experimenten, están demostrando confianza en ellos y deseos de que
crezcan como individuos. Las personas que experimentan aprenden y se
enriquecen, en la misma medida ante resultados positivos como negativos.
Permitir que los equipos de trabajo asuman riesgos controlados significa dar
cabida a la autorregulación, y es justamente en medio de este tipo de ambientes
en donde nacen los líderes. Las compañías abiertas a la exploración gozarán de
un talento humano maduro y responsable.
Promueven la retroalimentación
El dialogo sincero, sin temores ni restricciones, nutre a las personas y empresas.
Las organizaciones que favorecen la retroalimentación en el éxito y en el fracaso
son las que aprenden y mejoran su desempeño. A mayor retroalimentación,
mejor optimización. Los grandes líderes se forman en ámbitos de libre
conversación. Quienes se incomodan con la retroalimentación se pierden la
oportunidad de aprender de sus aciertos y errores.
Fomentan la amplitud de conocimiento
«La decisión para tomar decisiones acertadas en poco tiempo es una de las
principales características del líder».
Los buenos líderes, por lo general, son personas que han cultivado y estado
expuestas a una gran variedad de información y tareas. Esta amplitud de
conocimientos es uno de sus principales activos, porque a partir de ella obtienen
múltiples perspectivas para entender la problemática y encontrar las soluciones.
Por ende, los directivos deben perseguir dicha amplitud de conocimiento por
diferentes vías, la educativa y la experiencial, para garantizar la formación de
líderes al interior del negocio.
Anteponen el dialogo a las ordenes
Cuando se da una orden se bloquea la posibilidad del dialogo y la persuasión.
Quienes imparten instrucciones cierran la puerta a las personas que pretenden
entender, aportar y opinar sobre los problemas y las posibles soluciones. Las
compañías que comunican abiertamente los objetivos a sus colaboradores
encuentran aliados y promueven la búsqueda de logros a partir de la
colaboración. Tratar de convencer a los miembros de los equipos es clave para
la producción y el desarrollo de líderes.
Crean oportunidades para los colaboradores jóvenes
Abrirse sin restricciones al nuevo talento es una actitud muy enriquecedora para
las empresas, porque con esto se forma a los colaboradores bajo los valores
corporativos y porque se crea un poderoso sentido de pertenencia. Las
organizaciones que dan oportunidad a los jóvenes para que surjan ayudan al
temprano desarrollo de las habilidades de liderazgo. Los colaboradores más
leales son aquellos que crecen con el negocio, y cuando esto se hace desde la
temprana edad el vínculo es más fuerte.
Construyen conexiones empáticas
La empatía (capacidad de identificarse y de compartir y entender los
sentimientos de los demás) es una prioritaria habilidad interpersonal que las
compañías deben cultivar para formar líderes capaces. Aquellas empresas que
entiendan la importancia de la empatía ubicarán a sus funcionarios en una
posición de avanzada para la conformación de equipos y el ascenso de líderes.
La empatía le sirve al líder para comunicarse mejor, para establecer conexiones
honestas y productivas, para promover la colaboración y para mejorar el
involucramiento del colectivo con los objetivos.
Motivan la descentralización para la toma de decisiones
Cuando un negocio descentraliza su toma de decisiones gana en agilidad y
mejora sus capacidades para competir en los mercados actuales. De la misma
forma, distribuye las responsabilidades a los diferentes niveles de la jerarquía
organizacional. Es en este punto, cuando las responsabilidades crecen y el
trabajo se hace más retador, cuando despuntan los verdaderos líderes. Mientras
más descentralizados estén los procesos y la operatividad, mejores líderes se
conseguirán; porque la asignación de deberes prepara a las personas para
posiciones de liderazgo de pequeña y mediana trascendencia.
Hacen que los líderes se integren al equipo
Un líder siempre debe ser visto como un miembro del equipo, porque ningún
líder ha logrado el éxito o la trascendencia desde una posición de poder aislada
o ajena a la actividad y a los colaboradores. Las compañías que rompen estas
barreras empresariales y tratan de consolidar grupos de trabajo sin jerarquías
fomentan indirectamente el desarrollo de habilidades para el liderazgo. Los
mejores equipos trabajan y establecen conexiones, se desprenden de los cargos
y se enfocan en la meta.
Diseñan entornos de trabajo saludables
Un lugar de trabajo tóxico es aquel en el que las personas van a ganar dinero
para sobrevivir, mientras que un entorno laboral saludable es aquel al que los
empleados van a inspirarse y a colaborar con un equipo para obtener un
resultado. Los grandes líderes nacen y se desarrollan en este segundo tipo de
entornos. Los ambientes abiertos y liberales motivan la creatividad, propician el
surgimiento de ideas y favorecen el liderazgo. Los buenos directivos deben
esforzarse a la hora de diseñar espacios agradables, con libertades individuales
y responsabilidades colectivas.
Bibliografía:
https://factorhumanoformacion.com/5-habilidades-de-liderazgo/

https://www.cobianmedia.com/2015/01/28/habilidades-de-liderazgo-empresarial/

https://delaossa.co/blog/27-management/169-los-10-habitos-empresariales-para-crear-una-
cultura-de-liderazgo

https://retos-directivos.eae.es/habilidades-liderazgo-dirigir-equipo/

http://www.escuelamanagement.eu/habilidades-de-liderazgo-2/que-es-el-liderazgo-
organizacional

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