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to de la religión.
Religion in the public sphere: Habermas and the revival of religion.
Roberto Simbaña Q.
MPhil. Universidad Autónoma de Madrid - España
E-mail: roberto.simbana@gmail.com
Fecha de recepción: enero 2016
Fecha de aceptación: marzo 2016
Resumen
Este artículo se propone traer a discusión el uso público de la religión a partir de las concepciones de Jürgen
Habermas, quien defiende el reconocimiento y admisión de la religión como actor en la esfera pública y de
sus manifestaciones sin haber sido traducidas. Ante la fragmentación de la sociedad, propone la necesidad
urgente de procesos de aprendizaje complementarios entre las doctrinas religiosas y las imágenes del mundo,
entre los ciudadanos religiosos y ciudadanos seculares. El filósofo alemán apunta al entendimiento de una
sociedad postsecular que implica una tensión entre “estado secular” y “sociedad postsecular”. Coloca en
entredicho o en revisión la teoría de la secularización, que asoció la modernización con la individualización
privatista de la religión y que en la medida en que las sociedades se modernizan auguraban la desaparición
progresiva de las religiones en la esfera pública.
Palabras clave: Habermas, Esfera Pública, Religión, Sociedad Postsecular, lenguaje religioso.
Abstract
This article proposes to bring into discussion the public use of the religion from the conceptions of Jürgen
Habermas, who defends the recognition and admission of religion as an actor in the public sphere and its
manifestations without having been translated. Before the fragmentation of society, proposes the urgent
need for learning processes complementary between religious doctrines and the images of the world, be-
tween the religious and secular citizens. The German philosopher aims at the understanding of a post-secular
society which involves a tension between “secular State” and “post-secular society”. Place into question or
review the theory of secularization, religion privatist associated modernization with the individualization
and that to the extent that societies are modernized predicted the progressive disappearance of the religions
in the public sphere.
RELIGACION. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades. Num. 1, Quito, Marzo 2016, pp. 66-81
6 ISSN 2477-9083
La religión en la esfera pública: Habermas y el resurgimiento de la religión
Habermas: filósofo de la religión cativa, puesto que sus tesis religiosas han generado
Jürgen Habermas no es un filósofo que se ca- rechazo en cierta parte de la comunidad filosófica,
racterice por su atención a la religión. No sigue la es un personaje vital para repensar la religión en el
estela de sus predecesores de la Escuela de Frank- siglo XXI. Si bien sus posturas políticas en la de-
furt, especialmente M. Horkheimer, T.W. Adorno fensa del Estado de Bienestar - que en la actualidad
o W. Benjamín. que, aunque tampoco han hecho ya no tienen cabida- no son tan valoradas en este
un especial aporte en este terreno, sí han hecho artículo, sí causan impacto sus propuestas religio-
afirmaciones suficientemente significativas como sas y son consideradas por el autor de este trabajo
para que se vuelva una y otra vez sobre ellos. En valiosas para el entendimiento de la religión.
J. Habermas, la presencia de la religión se reduce a
esporádicas alusiones, hasta que tiene que vérselas El resurgir de la religión
con la teoría de la Modernidad(Mardones, 1999: Habermas está consciente del resurgir de la re-
92). Y aún en este momento su atención a la reli- ligión en nuestros días, para él, la religión mantie-
gión, especialmente a través de la sociología de M. ne fija su demanda por una influencia pública y
Weber y E. Durkheim, es de un carácter funcional una relevancia significativa, mientras que la tesis
y para indicar la superación de la religión en una secularista de que la religión desaparecerá en todo
sociedad y una cultura que han accedido al nivel el mundo durante el transcurso de la moderniza-
discursivo. ción acelerada está perdiendo terreno. Aceptar este
resurgimiento de la religión implica contrariar la
En suma, la atención de Habermas a la religión tesis que postulan una cercana interrelación entre
es para indicar la asimilación de lo mejor de ella la modernización de la sociedad y la secularización
en su ética comunicativa. La significatividad de la de la conciencia. Dicha tesis basaba su fundamen-
religión -su potencial semántico- es asumido por to en tres consideraciones (Habermas, 2008: 4):
el potencial discursivo presente y ejercitado en la
ética de la comunicación. Esta tesis habermasiana - Que, el progreso de la ciencia y la tecnología
ha sido crecientemente debilitada por su autor en que promueven una comprensión antropocén-
las confrontaciones en las que ha tenido que dar trica del mundo desencantado debido a que
cuenta de ella. Parecería como que ese ideal, al que puede explicar causalmente la totalidad de los
tiende un Habermas crítico ilustrado que quisiera estados y eventos empíricos y a que una mente
esgrimir el modelo racional y el potencial argu- iluminada por la ciencia no puede conciliarse
mentativo como autosuficientes y omniabarcado- fácilmente con una cosmovisión teocéntrica y
res de todo lo humanamente relevante, no pudiera metafísica.
ser mantenido en toda su pureza. La confrontación
con la religión sirve para probarlo. - Que, con la diferenciación funcional de los
subsistemas sociales, las iglesias y otras organi-
Por lo tanto, al ser Habermas uno de los filóso- zaciones religiosas pierden su control sobre el
fos y sociólogos vivos más importantes, considera- derecho, la política, el bienestar social, la educa-
do el segundo en importancia en el siglo XX luego ción y la ciencia; ya que ellas se auto-restringen
de Heidegger y de los últimos marxistas, al traer el a su función de administrar los medios de sal-
tema de la religión a discusión y de manera provo- vación y a practicar ejercicios religiosos de una
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forma privada, al mismo tiempo que, por lo signo de la vitalidad de la religión reside en el he-
general, pierden influencia pública y relevancia. cho de que en el mundo estén creciendo los grupos
- Que, el desarrollo de las sociedades agrarias conservadores, dentro de organizaciones religiosas.
a las postindustriales, conduce, en promedio, a Lo más sorprendente de todo es el avance nota-
mayores niveles de bienestar y a una mayor se- ble de aquellas religiones establecidas en África
guridad social; y, con la disminución de riesgos y en los países del este y del sudeste de Asia, así
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en la vida y, por lo tanto, con una creciente se- como del pentecostalismo evangelical en Améri-
guridad existencial, hay una disminución en la ca Latina. Argumenta Habermas, que un mayor
necesidad personal a favor de una práctica que dinamismo tiene aún las redes descentralizadas
prometa hacer frente a contingencias no con- del islam y de los evangélicos en Sur y Centro
troladas mediante la fe en un poder superior o América. Ellos sobresalen por una forma extática
cósmico. de religiosidad inspirada por líderes carismáticos.
En cuanto al fundamentalismo debe considerar-
Estas fueron las razones principales de la tesis se que los movimientos religiosos de más rápido
de la secularización y que, entre la comunidad de crecimiento, como los pentecostales y los musul-
sociólogos, ha sido objeto de controversia desde manes radicales, pueden ser fácilmente descritos
hace más de dos décadas. Últimamente, tras la como fundamentalistas, porque luchan contra el
crítica fundamentada de un reduccionismo euro- mundo moderno o se retiran de él, cayendo en el
céntrico, se habla incluso del fin de la teoría de la aislamiento. Sus formas de culto combinan espiri-
secularización. Sobre todo, porque en los Estados tualismo y adventismo con concepciones morales
Unidos, a pesar de la intensidad no disminuida de rígidas y observancia literal de las Sagradas Escri-
sus comunidades religiosas y la proporción inmu- turas. Por último, el régimen de los mullah en Irán
table de ciudadanos religiosamente comprome- y el terrorismo islámico son simplemente los ejem-
tidos y activos, sigue siendo la punta de lanza de plos más espectaculares de un desatado potencial
la modernización, y durante mucho tiempo fue de violencia innata en la religión, qué decir respec-
considerado como la gran excepción a la tendencia to a los últimos atentados en París, atribuidos al
secularizante. Sin embargo, a la luz de la global- denominado Estado Islámico, que acabaron con
mente extendida perspectiva sobre otras culturas la vida de más de 129 ciudadanos. Con frecuen-
y religiones del mundo, los Estados Unidos ahora cia, conflictos explosivos de origen profano, se en-
parece ejemplificar la norma y Europa se convier- cienden por primera vez cuando son codificados
te en algo atípico. Según el filósofo alemán, exis- en términos religiosos. Esto es lo que ha sucedido
ten tres fenómenos superpuestos que convergen con la ‘des-secularización’ del conflicto de Medio
de modo especial para crear la impresión de un Oriente, con la política del nacionalismo hindú
‘resurgimiento de la religión’ a escala mundial, a y el persistente conflicto entre India y Pakistán y
saber: la expansión misionera, una radicalización con la movilización de la derecha religiosa en los
fundamentalista y la instrumentalización política Estados Unidos antes y durante la invasión a Irak
del potencial de violencia innata en muchas de las (Habermas, 2008: 6).
religiones del mundo (Habermas, 2008: 5).
Habermas concluye que mientras que las so-
Respecto a la expansión misionera, un primer ciedades desarrolladas son cada vez más seculares,
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la sociedad mundial es cada vez más religiosa; la lización de la práctica religiosa (Habermas, 2008:
razón de esto obedece, según él, a las altas tasas de 8). Sin embargo, como acertadamente señala José
natalidad de los países más pobres y que son más Casanova, la pérdida de función y la tendencia a la
religiosos, además de aquella hipótesis que conecta individualización no implica necesariamente que
la inseguridad existencial y la necesidad religiosa. la religión pierda influencia y relevancia en la arena
Ejemplo de esto se ve en la interacción religiosa en política y en la cultura de una sociedad o en la con-
América Latina, cuando los sectores más vulnera- ducta personal de vida (Casanova, 1994: 64). Más
bles de la sociedad son los que engrosan las filas del allá de su peso numérico, las comunidades religio-
pentecostalismo y que tienen al frente líderes ca- sas, pueden reclamar un asiento en la vida de las
rismáticos. Habrá que preguntarse la similitud de sociedades que están en gran parte secularizadas.
este suceso con lo que pasa en la sociedad respecto En este contexto se puede describir a la conciencia
a los gobiernos progresistas o populistas, después pública en Europa en términos de una sociedad
de todo ¿no son las personas que sienten insatisfechas post-secular, puesto que todavía tiene que adaptar-
sus necesidades económicas y sociales lo que abrazan se a la existencia de comunidades religiosas en un
estos gobiernos y sus líderes carismáticos? entorno cada vez más secularizado
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Asiático y algunos países del África. Occidente; estos generan una situación inquietan-
En Oriente, este fundamentalismo repercute te, puesto que mientras en Europa hay un panora-
en conflictos de etnia y nacionalismos, pero tam- ma, de mayor acceso a derechos y libertad de elec-
bién con un creciente desprecio por las acciones ción en diversos esferas de la vida, por el contrario
de Occidente que han afectado los Orientalismos, en Norteamérica y América Latina el panorama
evidencia de este hecho, la revolución en Irán y la es todavía lejano a la cultura europea, producto
Teoría Política
instauración de la teocracia que ha servido de inspi- del rol que ejerce la religión en las políticas y leyes
ración para otros movimientos que, a pesar de vivir del continente americano. Es por esto que resulta
bajo democracias de tinte liberal, siempre buscan contradictorio que en una sociedad sede del capita-
adecuar sus constituciones a sus creencias religio- lismo moderno, hegemónico, racional, como es la
sas. En el otro extremo, Occidente, principalmente estadounidense, la influencia de la religión sea tal
en el norte estadounidense se extiende una especie que es capaz de colocar presidentes, congresistas,
de temor al choque de civilizaciones ante la cam- senadores, etc.
biante y conflictiva situación internacional de la
política ligado a fundamentos religiosos. Sin duda, En el caso latinoamericano, heredera de un
uno de los grandes temas que han venido provo- catolicismo romano muy marcado en la confor-
cando inquietudes ha sido el recrudecimiento del mación de la sociedad y de la opinión pública, el
fundamentalismo tanto en Oriente como en Oc- factor religioso es un actor importante en las dis-
cidente. Dice Habermas, que el fundamentalismo cusiones políticas y electorales sobre asuntos que
es producto de una violenta colonización y una resultan opuestos a la tradición, especialmente en
descolonización frustrada que, en medio de la in- cuanto derechos por igual a personas con orien-
vasión de modernización capitalista que atraviesa taciones sexuales “diferentes”, las regulaciones del
todos los aspectos de la sociedad, esta genera una aborto, y las prácticas comunes en las sociedades,
inseguridad social además de rechazo cultural. De son reguladas por la influencia del catolicismo y
esta visión, las acciones de los movimientos reli- desde los años sesenta de un protestantismo pen-
giosos consisten en procesar estos cambios que se tecostal que no abandona un lenguaje y visión tra-
traducen en rechazos por empujarlos al desarraigo dicional y conservadora.
bajo las caracterizaciones de la modernidad capi-
talista tardía y malograda (Habermas, 2006). Así, A continuación, Habermas, abordará las premi-
en Occidente la religión ha registrado una dinámi- sas liberales del Estado Constitucional democráti-
ca interesante de revitalización política al interior co, resaltando las consecuencias del uso público
de Estados Unidos. Según datos esta’ñdísticos, los de la razón para la ética ciudadana, realizará obje-
ciudadanos creyentes y activos se han mantenido ciones, que es la parte concerniente a este trabajo,
constantes en las últimas seis décadas, a pesar de contra una interpretación restrictiva del rol de la
la oleada de secularización después de la Segunda religión. Si bien la perspectiva de Habermas quiere
Guerra Mundial, que no logró afectar en gran ma- defender la relevancia y supervivencia de los Esta-
nera como sí lo hizo en los países europeos. De ahí dos de Bienestar que están llegando a su final en
que los movimientos de renovación religiosa que Europa, sus tesis sirven en el caso latinoamericano
han aparecido con fuerza desde los años sesenta, porque sus Constituciones se han construido so-
fortalecen en el nivel cultural la escisión política de bre la base esa base, donde el Estado se constituye
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para que los derechos que en ella -Constitución- se la libertad religiosa. En esto, la tolerancia no basta
enuncian sean realmente gozados, efectivamente para lograr el objetivo igualitario en el goce de de-
ejercidos por los habitantes de su territorio y que rechos, por eso insta a los sectores afectados por la
estos, como individuos o como colectividades, discriminación a ponerse de acuerdo para generar
dispongan de mecanismos para demandar a las una defensa de derechos más efectiva. Además,
autoridades, por medio de las garantías incluso ju- recuerda que, el principio liberal dice que solo
risdiccionales, que cumplan este deber primordial puede llevarse a cabo regulaciones justas cuando
(Ávila, 2008: 9). los participantes aprenden a adoptar también las
perspectivas de los otros, y que el medio adecuado
Premisas Liberales del Estado Constitucional para lograr este fin es la “formación democrática
Democrático de la voluntad constituida deliberativamente”. Sin
En lo que se refiere a las premisas liberales del embargo, objeta Habermas, no toma en cuenta
Estado Constitucional Democrático, Habermas que en un diálogo asimétrico es muy difícil que los
recuerda el entendimiento de éste ligado a la ra- sectores que se sienten y son inferiores a otros pue-
zón natural y en consecuencia con la construcción dan establecer sus exigencias y ser escuchados a un
de argumentos públicos, que pretenden hacer ac- nivel real de participación (Habermas, 2008: 105)
cesibles para todos. Es la razón humana común;
la que sentará las bases de un Estado Secular que Tal como se ha revisado en las falencias de la
no necesitará más de la legitimación de la religión, esfera pública burguesa en el caso latinoamericano
haciendo posible la separación Iglesia y Estado. De esta asimetría es evidente en la construcción de la
esta manera, el estado liberal secular, reacciona formación democrática de la voluntad constituida
de dos maneras; buscando neutralizar el ejercicio deliberativamente. Desde el regreso a la democra-
de la dominación con respecto a las imágenes del cia, tras las dictaduras militares –inclusive antes de
mundo y otorgar los mismos derechos a todos los este período- era común, como se había mencio-
ciudadanos (Habermas, 2008: 127). nado antes, que las leyes, las Constituciones sean
elaboradas por ciertos sectores de poder dentro
Por lo tanto, en primer lugar, y tomando en de las sociedades latinoamericanas. Era común
cuenta que en la actualidad las sociedades están ver, cómo se hacían reuniones privadas y a veces
siendo impactadas por el fenómeno migratorio y descaradamente públicas entre quienes buscaban
el avance explosivo de movimientos de renovación cooptar el poder y así beneficiarse de las nuevas
religiosa, el derecho a la libertad de conciencia y leyes para el crecimiento económico de grupos y
libertad de religión se convierte en fundamental familias empresariales que prácticamente se cons-
para los desafíos que le presentan este resurgir de tituían en dueñas de países. Ante este escenario re-
la religión. La activación de estos derechos, permi- sultaba difícil que las voces disonantes y populares
ten que en el plano relacional se evite el conflic- sean escuchadas, mucho menos que sus opiniones
to, aunque en el plano cognitivo se mantenga un sean consideradas en la elaboración de las diferen-
potencial conflictivo entre las convicciones de los tes Cartas Magnas. Dentro de estos sectores po-
creyentes y no creyentes. Habermas recuerda que derosos se encontraban militares, grupos empre-
el carácter secular del Estado es una condición ne- sariales nacionales y transnacionales, Medios de
cesaria pero no suficiente para garantizar por igual Comunicación, la Iglesia Católica –el ala conser-
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vadora-, algunos partidos políticos, y por qué no, razón: “el ideal de la ciudadanía impone un deber
el seguimiento activo de potencias extranjeras que moral, no un deber legal, el deber de civilidad para
también buscaban mantener el control de la región ser capaces de explicarse unos a otros, cuando se
bajo los intereses imperiales. trata de cuestiones fundamentales, como los prin-
cipios y las políticas por las que ellos abogan y votan
La llegada de los gobiernos progresistas generó pueden apoyarse en los valores de la razón pública.
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una interacción un tanto diferente, estos gobiernos Este deber también implica una buena disposición
al llegar al poder por el voto popular, de esa mayo- a escuchar a los otros y una ecuanimidad a la hora
ría que no era escuchada, marca una diferencia con de decidir cuándo resultaría razonablemente aco-
los anteriores gobiernos que también llegaron al modarse a sus puntos de vista” (Rawls, 1196: 252).
poder mediante el voto. Estos gobiernos llamados Este escuchar a los demás se basa en los “valores
también populistas, recogen este amplio sector y lo de la razón pública” que son las premisas que se
articulan mediante una participación social activa aceptan y que se piensa que los otros podrían ra-
y evidente. Entendieron que la ausencia de parti- zonablemente aceptar, tomando en cuenta que en
cipación social en la construcción de la formación un Estado Secular, la neutralización de las imáge-
democrática y la asimetría en la deliberación de las nes del mundo, cosmovisiones, las doctrinas com-
problemáticas económicas, sociales y políticas era prehensivas, obligan a los ciudadanos a presentar
el punto de partida. Dice Habermas, que el Estado razones y justificaciones que adquieren legitima-
Liberal Secular para cubrir la legitimidad que ha ción política a través de razones universalmente
sido dejada por parte de la religión, y poder regular accesibles, de esta manera pueden ser justificadas
la convivencia, despliega el ejercicio político de la ante ciudadanos religiosos como seculares, si no se
dominación que tiene que ajustarse a fundamentos cumple con esta condición cualquier sea el origen
no religiosos, lográndolo por medio de la neutrali- de la razón será ilegitima.
zación de imágenes del mundo. Para que esto sea
posible los ciudadanos han de reconocerse iguales Aquí hay que advertir, que, de esta concepción
para así poder regular su convivencia, la manera del modo democrático y legítimo de participación
de hacer esto; a través de la participación políticaen la interacción del discurso deliberativo, existe
igualitaria de los ciudadanos que busca que el des- una salvedad un tanto controvertida, a la que se-
tinatario de las leyes también se sienta autor de las
gún Habermas, debe sujetarse el uso público de las
mismas, por otra parte la dimensión epistémica de razones no públicas. Así, por ejemplo los partidos
las formas de discusión y acuerdo dirigidas deli- políticos, e instituciones estatales están obligados
berativamente; el lograr una exitosa participación a elaborar leyes, decretos, normas, etc., en un len-
política y cognitivo deliberativa excluye la vía de guaje que sea accesible a todos los ciudadanos por
imposición jurídica, puesto que los acuerdos de igual, excepto por una salvedad que según Rawls,
convivencia y consecución de derechos debe ba- las asociaciones religiosas en la esfera público-po-
sarse en la solidaridad civil por un entendimiento lítica pueden hacer uso, debido a que: “las doctri-
racionalmente motivado. nas comprehensivas razonables, sean religiosas o
no religiosas, puedan introducirse en la discusión
A decir de Rawls, se trata del deber de conducta política pública en cualquier momento”, y añade
cívica de los ciudadanos y de un uso público de la Habermas, “a condición de que se ofrezcan a su
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debido tiempo razones políticas apropiadas y no tos hechos, las comunidades y movimientos reli-
razones derivadas tan sólo de las doctrinas com- giosos cumplen funciones estabilizadoras para una
prehensivas, que basten para apoyar lo que las doc- cultura política liberal, en especial con el aporte de
trinas comprehensivas dicen apoyar”. la conocida religión civil, en los Estados Unidos de
Norteamérica.
Sin embargo, el Estado Liberal establece la li-
bertad de religión a merced del seguimiento y ali- Otro elemento positivo de influencia religiosa
neación irrestricta por parte de los movimientos y tiene relación con la construcción de una ética ciu-
comunidades religiosas a la neutralidad institucio- dadana que acompaña la vida de las sociedades.
nal del Estado en cuanto a imágenes del mundo, En este sentido, las comunidades religiosas cum-
así como de una delimitación restrictiva del uso plen presuposiciones necesarias para el fortaleci-
público de la razón. En este sentido, Habermas se miento de la democracia, en el involucramiento de
pregunta, ¿cómo las comunidades religiosas pue- sus argumentos en los debates políticos cargados
den respaldar a gobiernos constitucionales donde de contenido moral además de un rol informativo
sus doctrinas comprehensivas no puedan prospe- instrumental de la socialización de la política. Sin
rar o inclusive puedan verse debilitadas? Pero en la embargo, a pesar de la influencia positiva que se le
práctica este hecho, al menos en el caso norteame- pueda otorgar, la religión encuentra un tipo de au-
ricano y latinoamericano, no está tan apegado a la tocensura por parte del Estado secular al forzar que
realidad, puesto que, en la mayoría de gobiernos, los movimientos religión busquen un equivalente
desde la institucionalidad democrática se puede ver de sus manifestaciones religiosas en el lenguaje
cómo algunos sectores religiosos son favorecidos y universalmente aceptado, restricciones que el Esta-
tratados de manera privilegiada en detrimento de do no debe imponer, formal o informalmente. De
otros que deben ser excluidos y menospreciados. esta manera, el Estado no puede hablar de libertad
En este hecho existe un peligro para la vitalidad religiosa y a la vez imponer a los ciudadanos reli-
del estado liberal secular, puesto que beneficiar a giosos deberes incompatibles con su fe, puesto que
grupos religiosos puede llevar a terminar con la se- negaría su existencia como ciudadanos religiosos.
paración entre Iglesia y Estado.
Habermas, continúa desarrollando los postula-
Los críticos de Rawls, recuerdan eventos histó- dos y críticas al Estado secular, esta vez añadiendo
ricos de la influencia positiva de la religión en la la visión de Robert Audi, cuando critica el princi-
política, sobre todo las luchas en favor de la defensa pio de justificación secular encerrado en la “virtud
de la democracia, derechos humanos, la inclusión de civilidad”, entonces: “uno tiene la obligación
de las minorías, etc., resaltan que muchos de los prima facie a no defender o apoyar ninguna ley
movimientos sociales contestatarios europeos y en o política pública, a menos que uno tenga y que
América han echado raíces en sectores religiosos esté dispuesto a ofrecer, razones seculares adecua-
progresistas. Sin duda, si por un lado están los das para esa defensa o ese apoyo”. Siguiendo esta
ejemplos de una influencia y hechos positivos de la razón, el ciudadano religioso debería adaptar sus
religión, también se han presentado casos opuestos creencias religiosas a través de argumentos convin-
sobre todo desde los fundamentalismos extremos centes y seculares para poder tener espacio en la
tanto de Oriente como de Occidente. Fuera de es- discusión pública: “dado que en el Estado liberal
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solo cuentan las razones seculares, los ciudadanos organizaciones ciudadanas de la esfera pública, el
creyentes están obligados a establecer una especie hecho de que el estado secular adopte esta posición
de equilibrio entre sus convicciones religiosas y sus de neutralidad no significa que se extienda en una
convicciones seculares”. Por qué no pensar también forma aceptada y practicada por los ciudadanos,
el hecho de que los ciudadanos religiosos debieran puesto que la naturaleza misma del estado secular
tener la obligación de no defender o apoyar cual- no está exenta de errores.
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Habermas, añade un punto vital y es su aporte otras confesiones pueden aprender algo de las con-
en defensa de la religión en la participación de la tribuciones religiosas. Por ejemplo, “las tradiciones
esfera pública. Explica que, los ciudadanos religio- religiosas están provistas de una fuerza especial
sos pueden reconocer la salvedad de la traducción para articular intuiciones morales, sobre todo en
institucional o estipulación de Rawls, “sin tener atención a las formas más sensibles de la conviven-
que desdoblar su identidad en componentes pú- cia humana” (Habermas, 2006: 139).
blicos y privados tan pronto como participan en
discusiones públicas. Estaría en su mano, por lo En este mismo sentido, se toman a considera-
tanto, el poder expresar y justificar sus conviccio- ción las ideas de Paul Weithman y Nicholas Wol-
nes en un lenguaje religioso cuando no encuen- terstorff, quienes sostienen que los ciudadanos en
tren traducciones seculares para ellas” (Habermas, general “tienen moralmente el derecho a adoptar
2006: 138). posicionamientos políticos” basándose en justifica-
ciones respecto a determinada visión del mundo
El filósofo alemán defiende el reconocimiento comprehensiva o también una doctrina religiosa
y admisión de la religión como actor en la esfe- (Habermas, 2006: 138). De optar por esta vía,
ra pública y de sus manifestaciones sin haber sido los ciudadanos deben satisfacer dos condiciones,
traducidas. Argumenta dos cosas, en primer lugar, según Weithman; primero, estar convencidos de
que estas expresiones no solo se justifican norma- que su gobierno puede llevar a la práctica leyes o
tivamente, porque la estipulación rawlsiana no políticas que se fundamentan a partir de argumen-
puede ser exigida razonablemente a aquellos cre- tos religiosos y, en segundo lugar, deben estar dis-
yentes que no pueden o no quieren renunciar al puestos a explicar por qué creen esto. En la misma
uso político de razones presuntamente privadas dirección camina Wolterstorff, al expresar su deseo
porque al hacerlo pondrían en peligro su forma de que no solo los ciudadanos religiosos estén en
religiosa de vida, puesto que como se mencionó la capacidad y el derecho de ejercer propuestas de
anteriormente, el creyente no maneja formas de políticas públicas con base en creencias religiosas,
vida apartadas de sus creencias por el contrario sus sino que también los legisladores y políticos pue-
creencias atraviesan todas las campos de su vida y dan utilizar fundamento religioso para sus pro-
su entendimiento de lo que debiera ser la sociedad. puestas políticas (Habermas, 2006: 141).
En segundo lugar, menciona que existen razones
funcionales que impiden una restricción del uso Aquí Habermas, advierte que, al darse en la
público de la razón religiosa, puesto que el mismo práctica esta forma de interacción político religio-
Estado Liberal busca y necesita que se permita el sa, la mayoría religiosa podría imponer su voluntad
libre acceso a las voces religiosas en la esfera pú- frente a otros sectores de la sociedad, vulnerando
blica-política, así como en la participación política así el procedimiento democrático. Dicha vulnera-
de las organizaciones religiosas. Si el Estado im- ción tendría que ver no con la votación democrática
pidiera o desalentara a los ciudadanos y organiza- de esa mayoría religiosa en favor de sus proyectos,
ciones religiosas a manifestarse como tales, estaría sino con la violación del carácter discursivo de las
privando, así menciona Habermas, a la sociedad deliberaciones que preceden a la votación, también
secular de importantes reservas para la creación de con la contravención del principio de la neutrali-
sentido, puesto que los ciudadanos seculares y de dad de las visiones del mundo con que procede el
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Estado. No hay que olvidar, recuerda Habermas, noría –empresarios, terratenientes, banqueros- es
que dicha mayoría religiosa podría convertirse en decir por una clase cuyo denominador común es
represora –y la historia lo confirma- cuando denie- el poder económico que ejerce en la región. La de-
ga o rechaza a la minoría o minorías derrotadas, mocracia que ha experimentado la región no ha
cuando por lo contrario la democracia debe su tenido que ver con deliberaciones de la sociedad
fuerza al poder inclusivo de todos los participantes civil, mucho menos con una esfera pública conso-
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ciados a lo largo de la historia, desde Constantino de la sociedad y del Estado Democrático también
y el modelo de Cristiandad. se produce, apunta Habermas, a un error del Es-
Como se ha mencionado, Habermas intenta tado al imputar a todos por igual un “ethos político
que el Estado, las Instituciones y la sociedad se- que distribuye de manera desigual las cargas cogniti-
cular, presten oído a las propuestas religiosas sin vas”, especialmente en el bando religioso, colocan-
haber sido traducidas, pero al entender que esto do una carga extra -aprendizaje, adaptación- sobre
es contradictorio con el Estado Democrático, se sus hombros. La reacción que genera esta actitud
muestra favorable a la traducción cooperativa de y que se vuelve normativa, es el resentimiento de
los contenidos religiosos. Propone que la tarea coo- ciudadanos creyentes que ven como imposición el
perativa de traducción sea un procedimiento que cumplimiento previo de disposiciones para expre-
incluya los sectores no religiosos, esta participación sar sus razones religiosas.
evitaría la carga asimétrica que los ciudadanos reli-
giosos soportan constantemente al tener que tradu- Ante la fragmentación de la sociedad, Haber-
cir sus razones religiosas a razones universalmente mas propone la necesidad urgente de procesos de
accesibles para poder participar en la interacción aprendizaje complementarios entre las doctrinas
discursiva democrática. Esta tarea busca que los religiosas y las imágenes del mundo, entre los ciu-
ciudadanos seculares abran sus mentes a los con- dadanos religiosos y ciudadanos seculares. Para él,
tenidos de verdad de las contribuciones religiosas la principal manera de afrontar este reto es a través
y tiendan puentes de diálogo que resulten en una de un cambio de mentalidad de ambas partes, a
traducción potente de argumentos universalmente partir de una autorreflexión hermenéutica. Para
accesibles y útiles para una sociedad compleja y en este fin, la principal cuestión que resalta es la “su-
decadencia. peración autorreflexiva de un entendimiento de la
modernidad exclusivo y endurecido en términos
Necesidad de un aprendizaje complementario secularistas” (Habermas, 2006: 145).
Es evidente que la competencia entre las imá-
genes del mundo y las doctrinas religiosas, al no Este entendimiento de la modernidad, no pasa
poder dirimirse cognitivamente, llevan sus com- exclusivamente por el tema secularista, sino y desde
plejidades al plano de la convivencia ciudadana la crítica del Sur, por un entendimiento eurocén-
que, volviéndose inestable provoca que la comu- trico. Tal situación ha devenido en la apreciación
nidad política quede segmentada, debido a que los de la religión por parte de ciudadanos seculares
ciudadanos religiosos no se sienten con la misma como una especie de reliquia premoderna; parte
igualdad en la participación de la formación de la del sistema de preservación de especies, que no
opinión y voluntad públicas-políticas, fundamen- tienen justificación interna y provoca un laicismo
to de un Estado democrático. En esta comunidad indiferente, puesto que esperaban que la religión
segmentada, a decir de Habermas, “las conviccio- se disolviera producto de la crítica científica y de
nes de trasfondo disonantes y las vinculaciones la modernización social y cultural. En consecuen-
subculturales superan y triunfan sobre el consenso cia, los ciudadanos seculares no toman enserio las
constitucional que queda superpuesto y sobre la so- contribuciones religiosas y no se involucran en la
lidaridad ciudadana que es objeto de expectativa” traducción de razones religiosas en razones univer-
(Habermas, 2006: 144). Este resquebrajamiento salmente accesibles.
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Habermas modela un camino en donde las nos seculares no advierten del cambio que supone
manifestaciones religiosas sean admitidas sólo si una sociedad postsecular, y se mantienen en los
son aceptadas por todos los ciudadanos y de esa esquemas anteriores, y no se percatan de la persis-
manera no excluyan el posible contenido cogniti- tencia de las comunidades religiosas y su influencia
vo de esas contribuciones, sin embargo, las razones en la sociedad.
seculares deben mantener la primacía además de la
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La religión en la esfera pública: Habermas y el resurgimiento de la religión
verbalizar, y mientras que el habla no encuentre como la solidaridad se impregnen en las leyes, y los
mejores palabras, la religión tendrá su sitio en la principios de justicia -abstractos- busquen acomo-
democracia deliberativa, puesto que la religión en do en el entramado, más denso, de orientaciones
especial las religiones monoteístas tiene a su dispo- axiológicas de carácter cultural. En este sentido,
sición un lenguaje que posee un potencial semán- Mate, recoge las impresiones de Habermas resu-
tico todavía no agotado. A la par se advierte de un miendo que, sólo podrá existir solidaridad real, si
déficit motivacional de la democracia deliberativa la justicia es cultivada por los ciudadanos en su vida
en los ciudadanos seculares que bien podría res- cotidiana, de esta manera la justicia podrá ser algo
ponder a que las motivaciones para la participación más que el castigo al culpable, solo si se practica
en el Estado liberal corresponden a vicios privados en la sociedad como virtud cardinal logrando que
y no a virtudes políticas para el bien común. el perdón llegue también a ser un virtud política
pero si no desaparece el sentido de culpa en la so-
Habermas, autor de Teoría de la Acción Co- ciedad (Mate, 2008: 31). En este contexto se iden-
municativa es empujado a reconocer que la racio- tifica uno de los posibles puntos de arranque del
nalidad comunicativa ha encontrado dificultades discurso filosófico sobre la razón y religión, en el
más allá de las previstas. Ante esta situación, ad- siguiente pensamiento; “la razón reflexiona sobre
vierte Reyes Mate, (Mate, 2008: 181)“que no se su más profundo fundamento descubre que tiene
trata solo de reconocer a la religión como fuente su origen en otra cosa, y debe reconocer el poder
de la ética comunicativa, sino de interrogarse por de esa otra cosa si no quiere perder su orientación
el destino de esos valores ya secularizados ”, ade- racional en el callejón sin salida de un híbrido au-
más reconoce que esos valores se pueden resumir toapoderamiento” (Habermas, 2006: 114).
en los derechos humanos, y que estos tienen origen
en la tradición cristiana. Sin embargo, si en un re- Esa otra cosa es la religión, y la razón no puede
publicanismo kantiano los ciudadanos no pueden rechazar su existencia, su influencia y su contribu-
limitarse a la aceptación pasiva de las leyes, sino ción a la democracia en el siglo XXI. Después de
que los ciudadanos son motivados a la participa- todo está en juego una real democracia, una demo-
ción activa en los asuntos de la ciudad y del bien cracia radical y todos los actores deben apuntar en
común mediante las virtudes políticas, en el libe- la dirección de crear un Estado y sociedad mejores.
ralismo no pueden ser exigidos a practicar las co- Habermas reflexiona que en determinados asun-
rrespondientes virtudes políticas, solo pueden ser tos donde la razón vigente enmudece, ésta puede
sugeridas dichas virtudes. El problema surge cuan- recibir valiosos aportes de los textos sagrados y las
do los ciudadanos no responden, como se había tradiciones religiosas -que la razón podrá transfor-
mencionado anteriormente, a las virtudes políticas mar en sólidos argumentos- “se encuentran articu-
sino a los vicios privados, por eso el privatismo y la
ladas intuiciones de pecado y redención, de salida
despolitización de los ciudadanos y de la política redentora de una vida experimentada como irre-
misma es frecuente en las sociedades postseculares. cuperable, intuiciones de pecado y redención, de
salida redentora de una vida experimentada como
Por lo tanto, en dicha sociedad postsecular, y irrecuperable, intuiciones que se han ido verbali-
para suplir ese déficit motivacional de los ciuda- zando sutilmente durante milenios y mantenidas
danos liberales seculares es necesario que virtudes vivas gracias a medios hermenéuticos. Por eso en
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la vida de las comunidades religiosas, en la medida tir la participación y la validez de los cometidos de
en que logren evitar el dogmatismo y la coerción verdad que están dentro de las imágenes religiosas,
sobre las conciencias, permanece intacto algo que de esa manera se puede cubrir el déficit motivacio-
en otros lugares se ha perdido y que tampoco pue- nal y cognitivo que se ha detectado en los Estado
de ser reproducido con el solo saber profesional de Democráticos.
los expertos: me refiero aquí a las posibilidades de
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La religión en la esfera pública: Habermas y el resurgimiento de la religión
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