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FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

Magistrado ponente

SP8093-2017
Radicación No. 46882
(Aprobado Acta No. 182)

Bogotá, D.C., siete (07) de junio de dos mil diecisiete


(2017).

Se procede a resolver el recurso de casación


presentado por el defensor del procesado MIGUEL VILLANUEVA
contra la sentencia del Tribunal Superior de Ibagué, que
revocó en parte la absolución dictada por el Juzgado
Segundo Penal del Circuito con Función de Conocimiento de
Espinal y condenó al citado como autor del delito de acceso
carnal abusivo con menor de catorce años cometido en
concurso homogéneo.

HECHOS

El ad quem los declaró en los siguientes términos:


Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

…la señora SANDRA ISABEL VARGAS OVIEDO, en denuncia


presentada el 5 de septiembre de 2008… manifestó que su
menor hija A.M.R.V. le comentó que su prima J.A.G., también
menor de edad, aproximadamente en el mes de febrero de dos
mil siete (2007), la invitó para que fueran a la vivienda de MIGUEL
VILLANUEVA, ubicada en la carrera 17 número 6-09, barrio
Versalles del municipio de Melgar, Tolima, de quien dijo que les
daría dinero “a cambio de portarse bien y de dejar que les
acarici[ara] los senos y la vagina”; incluso le indicó que la última
de las nombradas igualmente habría convidado a otra prima
menor de edad al libidinoso encuentro.

En entrevista ofrecida por la menor J.A.G. ...relató que el


implicado en varias oportunidades la llamó al teléfono celular
para que se encontraran en un hospedaje de razón social “Don
Pedrito”, ubicado en la referida localidad de Melgar, para de ahí
llevarla a unas cabañas a las afueras de Girardot,
Cundinamarca, donde la inducía a que se quitara las prendas
de vestir, luego, no solo le tocaba sus partes íntimas con las
manos y la lengua, sino que además hacía que le practicara sexo
oral y la accedía carnalmente, para lo cual siempre utilizaba
preservativo… [situación que se presentó en múltiples ocasiones
desde el mes de febrero de 2007 y durante tal año, hasta antes
del 5 de septiembre de 2008, día en que la citada ofreció la
referida versión].

ANTECEDENTES PROCESALES RELEVANTES

Con fundamento en el referido acontecer fáctico, el 11


de noviembre de 2008, en el Juzgado Primero Promiscuo
Municipal de Melgar con Función de Control de Garantías,
la Fiscalía le formuló imputación a MIGUEL VILLANUEVA como
autor de los delitos de acceso carnal abusivo con menor de

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

catorce años, actos sexuales con menor de catorce años y


estímulo a la prostitución de menores (arts. 208, 209 y 217
del C.P.), a los cuales les dedujo el incremento punitivo
previsto en la Ley 1236 del 23 de julio de 2008, ilícitos
respecto de los que también indicó que fueron cometidos en
concurso homogéneo. Igualmente, en la misma fecha se le
impuso al citado medida de aseguramiento de detención
preventiva en establecimiento carcelario.

El 5 de diciembre de 2009, en el Juzgado Segundo


Promiscuo Municipal de Melgar con Función de Control de
Garantías, la Fiscalía varió la imputación, señalando que
como los delitos antes mencionados se habían cometido
desde el mes de febrero de 2007 y hasta antes de entrar a
regir la Ley 1236 del 23 de junio de 20081, valga decir, hasta
el día anterior al 18 de mayo de este año, fecha en que la
menor víctima J.A.G. cumplió 14 años de edad2, entonces
no era aplicable el incremento punitivo de la ley en cita, sino
solo el aumento general contemplado en el artículo 14 de la
Ley 890 de 2004.

El 29 de abril de 2009, en el Juzgado Segundo Penal


del Circuito de Espinal con Función de Conocimiento, se
acusó a MIGUEL VILLANUEVA por su probable autoría en las
conductas punibles de acceso carnal abusivo con menor de
catorce años agravado y estímulo a la prostitución de
menores, ambas cometidas en concurso homogéneo,

1 Corte 1, minuto 14:50 del registro de la audiencia.


2 Como luego lo reiteró el Tribunal en la sentencia (pág. 28).

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

descritas en los artículos 208, 211-4 y 217 del Código Penal,


todos modificados en su punibilidad por la Ley 1236 de
20083.

El 11 de junio de 2009, el Juzgado Primero Promiscuo


Municipal de Espinal con Función de Control de Garantías
le concedió la libertad al implicado por vencimiento de
términos.

Tramitado el juicio oral, el 20 de febrero de 2015 el


Juzgado Segundo Penal del Circuito de Espinal con Función
de Conocimiento absolvió al procesado de los delitos por los
cuales fue acusado.

Apelada esa determinación por la Fiscalía, el Tribunal


Superior de Ibagué, el 16 de julio de 2015, confirmó la
absolución por el delito de estímulo a la prostitución de
menores y condenó a MIGUEL VILLANUEVA como autor de la
conducta punible de acceso carnal abusivo con menor de
catorce años simple (art. 208 del C.P.) cometida en concurso
homogéneo, imponiéndole la pena de 76 meses de prisión
—la que resultó de fijar para el delito base 64 meses y
aumentarle a tal guarismo 12 por el concurso—, así como la
de inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones
públicas por el mismo término, a quien le negó la
suspensión condicional de la ejecución de la pena y la
sustitutiva de la prisión domiciliaria, por lo que dispuso su
captura.

3 Registro de la audiencia, minutos 17:20 a 19:40.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Contra esa decisión el apoderado del enjuiciado


presentó recurso de casación.

Admitida la demanda, se llevó a cabo la audiencia de


sustentación.

LA DEMANDA:

Está compuesta por dos censuras, cuyos argumentos


se sintetizan de la siguiente manera:

Primer cargo:

El recurrente reclama la nulidad de lo actuado por


cuanto la sentencia de segundo grado se dictó cuando la
acción penal ya había prescrito.

Al respecto sostiene que si bien el fenómeno jurídico


de la prescripción se debe alegar a través de la causal
segunda de casación, se ha de desarrollar de conformidad
con la primera.

En ese sentido, expone que de acuerdo con lo


consagrado en el artículo 83 de la Ley 599 de 2000, la acción
penal se extingue por prescripción en un tiempo igual al
máximo de la pena fijada en la ley, si fuere privativa de la
libertad, y que en ningún caso será inferior a 5 años.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

A su vez, aduce que el artículo 292 de la Ley 906 de


2004, señala que la prescripción se interrumpe con la
formulación de imputación y que a partir de allí comienza a
correr un nuevo término igual a la mitad del indicado en el
artículo 83 del Código Penal, sin que sea inferior a 3 años.

Igualmente, sostiene que de conformidad con el


artículo 189 de la Ley 906 de 2004, una vez proferida la
sentencia de segunda instancia, el término de prescripción
de la acción penal se suspende por 5 años.

Así las cosas, el demandante afirma que al procesado


se le condenó por el delito de acceso carnal abusivo con
menor de catorce años previsto en el artículo 208 del Código
Penal, cuya pena máxima incrementada por la Ley 890 de
2004 es de 12 años (144 meses).

Ahora, una vez afirma que de acuerdo con la prueba


incriminatoria se tiene que los hechos ocurrieron antes de
la vigencia de la Ley 1236 de 2008, expresa que como la
formulación de imputación se realizó el 11 de noviembre de
2008, para la fecha en que se dictó la sentencia de segunda
instancia, esto es, el 16 de julio de 2015, habían
transcurrido 6 años, 8 meses y 5 días.

En esa medida, señala que como la mitad de la pena


máxima para el delito de acceso carnal abusivo con menor
de catorce años por el que se procede es de 6 años y en el

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

caso de la especie transcurrió un lapso superior luego de la


formulación de la imputación y antes de la sentencia del ad
quem, es evidente que la acción penal estaba prescrita para
el momento en que ésta se dictó.

Por tanto, pide casar la sentencia y que se decrete la


extinción de la acción penal por prescripción.

Segundo cargo:

El defensor acusa la sentencia de haber violado


indirectamente la ley sustancial por cuanto incurrió en error
de hecho por falso raciocinio al apreciar la prueba, lo que
dice, llevó a no aplicar el principio de in dubio pro reo.

Al respecto sostiene que el Tribunal no confrontó lo


dicho tanto por la menor J.A.G. como por las otras testigos
que acudieron al juicio oral —con las que supuestamente la
menor en cita realizó actos libidinosos con el procesado—,
con lo señalado por J.A. en la entrevista y en el juicio oral,
pues en este último expresó que los hechos narrados en
pretérita oportunidad no habían ocurrido.

Ahora, una vez señala que el Tribunal rechazó la


retractación de la menor J.A.G., acudiendo para el efecto a
los postulados de la sana crítica y por ello no dio vía libre al
principio de in dubio pro reo, pues adujo no eran admisibles

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

las explicaciones ofrecidas en el juicio por la adolescente en


cita, toda vez que no se podía aceptar la excusa acerca de la
coacción que se ejerció sobre ella por quien le recibió la
entrevista inicial para que hiciera la sindicación contra el
procesado, pues no obraba constancia de ello en la
actuación; el censor considera que la postura del ad quem
es “sesgada”, por cuanto por igual no se observa que la niña
haya mentido en el juicio oral.

Expresa el impugnante que si bien la menor J.A.G. dio


cuenta en la entrevista de los actos libidinosos del procesado
con ella y otras adolescentes, tales señalamientos “son
contradictorios”, pues se oponen a la manera como la niña
conoció al acusado, es decir, por un familiar.

Así mismo, el recurrente indica que si bien el sitio


referido por la adolescente J.A.G. como escenario de los
hechos existe, allí está prohibida la entrada de menores, de
manera que no parece lógico que el procesado y las demás
niñas siempre lograran superar la vigilancia, “lo que conlleva
a concluir, de acuerdo con las pruebas, y no con una
apreciación personal del defensor, en lo inverosímil de las
entrevistas con relación a lo narrado” en el juicio oral.

Además, afirma el censor, no había necesidad de que


la menor J.A.G., ya mayor de 15 años, negara en el juicio

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Casación No. 46882
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oral los hechos narrados en la entrevista, de manera que


para éste no son admisibles los actos de presión, amenazas,
retaliaciones o dádivas que se dice recibió para cambiar su
última versión, pues nada de ello se demostró.

Así las cosas, a juicio del censor, la diferencia entre lo


manifestado inicialmente por la menor J.A.G. con lo
sostenido en el juicio, simplemente “obedece a que no hubo
tal acceso carnal abusivo”, circunstancia que es corroborada
por las restantes testigos, al negar cualquier acto libidinoso
con el procesado y menos en conjunto con J.A.

Añade el libelista que el Tribunal en realidad no


realizó una valoración adecuada de la prueba para llegar a
la convicción de que era necesario revocar la sentencia
absolutoria del a quo, pues si bien la Fiscalía se había
comprometido a llevar como testigo a una menor que junto
con J.A.G. simultáneamente había sido objeto de actos
libidinosos por parte del procesado, para efectos de
demostrar su teoría del caso, finalmente no lo hizo, de
manera que solo se contó con el relato de otras menores que
“de manera coherente y al unísono” manifestaron en el juicio
oral que no participaron de acto libidinoso alguno con el
procesado y menos en conjunto con J.A.G.

Adicionalmente, el defensor afirma que las


entrevistas, el informe forense y lo manifestado por la

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

psicóloga, no desvirtúan la presunción de inocencia del


procesado, pues en el juicio oral se demostró que los hechos
imputados no ocurrieron, en razón de la falta de prueba que
así lo señalara, por tanto, considera que se impone la
aplicación del principio de in dubio pro reo a favor del
acusado.

Así las cosas, pide casar la sentencia y que se deje en


firme el fallo absolutorio del juez a quo.

INTERVENCIONES EN LA AUDIENCIA PÚBLICA:

1. Defensor del procesado MIGUEL VILLANUEVA:

Primer cargo:

Se reafirma en lo expuesto en la demanda de casación


frente a la petición de extinción de la acción penal por
prescripción.

Adicionalmente, sostiene que si bien la Ley 1154 del


4 de septiembre 2007 modificó el término prescriptivo en
relación con los delitos contra la libertad, integridad y
formación sexuales cometidos en menores de edad y, en
consecuencia, lo fijó en 20 años contados a partir de que la
víctima menor cumpla la mayoría de edad, pero además,
igualmente indica que según el criterio fijado por esta Sala
en CSJ SP, 25 nov. 2015, rad. 46325, a raíz de dicha reforma

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

se debe entender que formulada la imputación el término


extintivo es de la mitad, esto es, 10 años; sostiene que vista
la denuncia presentada por la madre de la adolescente
A.M.R.V., se tiene que los hechos por ella referidos se
cometieron en febrero de 2007, época para la cual no estaba
vigente la mencionada modificación, por tanto, el censor
reitera que en el caso particular se debe extinguir la acción
penal por prescripción.

Segundo cargo:

El defensor expresa que se atiene a lo manifestado en


la demanda.

2. Fiscalía General de la Nación:

Primer cargo:

La Fiscal Doce Delegada ante esta Corporación, luego


de hacer referencia a la manera como está regulada la
prescripción de la acción en el artículo 83 del Estatuto
Punitivo en concordancia con los artículos 189 y 292 del
Código de Procedimiento Penal, alude a que en el asunto de
la especie no es posible tener en cuenta la reforma
introducida por la Ley 1154 del 4 de septiembre de 2007
respecto del primero de los artículos en cita, si se tiene en
cuenta que los hechos que aquí son objeto de juzgamiento
ocurrieron en el mes de febrero de 2007, época para la cual

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Casación No. 46882
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aquella reforma no estaba vigente, pero además, por cuanto


ello sería más gravoso para el procesado, en tanto allí se
incrementa el tiempo de prescripción.

Añade, entonces, que como la formulación de la


imputación se llevó a cabo el 11 de noviembre de 2008 y la
sentencia de segunda instancia se dictó el 16 de julio de
2015, entre estas dos fechas transcurrieron más de 6 años
y 8 meses, tiempo que es superior a la mitad (6 años) de la
pena máxima para el delito por el que aquí se procede, esto
es, el de acceso carnal abusivo con menor de catorce años,
por tanto, la Fiscal Delegada afirma que es claro que para el
día en que se profirió el fallo por el ad quem, la acción penal
estaba prescrita.

En esa medida, considera que el primer cargo


propuesto por la defensa ha de prosperar y, por ende, se
debe casar la sentencia y decretar la extinción de la acción
penal por prescripción.

Segundo cargo:

Afirma que en razón de la prosperidad de la censura


que antecede, por sustracción de materia no hace alusión a
este otro reparo.

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Casación No. 46882
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3. Ministerio Público:

Primer cargo:

La Procuradora Tercera Delegada para la Casación


Penal, de entrada expresa que el reproche no está llamado a
prosperar.

Al respecto aduce que como los hechos materia de


juzgamiento ocurrieron del mes de febrero de 2007 hasta
días antes de la captura del procesado (materializada el 10
de noviembre de 2008) según se dijo en la acusación, de esto
se sigue que para esta última época la Ley 1154 del 4 de
septiembre de 2007, que modificó el término prescriptivo,
estaba vigente.

Adicionalmente, precisa que como el 18 de mayo de


2008 la menor J.A.G. cumplió catorce años de edad, a partir
de esta fecha podía dar su consentimiento para sostener
relaciones sexuales, así que hasta ese día se puede predicar
el delito de acceso carnal abusivo con menor de catorce años
por el que aquí se procede.

Así las cosas, aduce que como el artículo 1º de la Ley


1154 de 2007 modificó el artículo 83 del Código Penal, en

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Casación No. 46882
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donde se regula la prescripción, y allí estableció que


tratándose de delitos contra la libertad, integridad y
formación sexuales cometidos contra menores, como el que
aquí se juzga, el término de la prescripción es de 20 años, el
cual, formulada la imputación, se interrumpe y comienza un
nuevo lapso de la mitad, es decir, 10 años, esto permite
concluir que el fenómeno jurídico de la prescripción de la
acción penal solo operará hasta el 11 de noviembre de 2018,
pues la imputación se formuló el 11 de noviembre de 2008.

Agrega que como incluso el artículo 1º de la Ley 1154


de 2007 señala que los 20 años de prescripción se deben
contar a partir de que la víctima menor de edad cumpla 18
años, ello conduce a sostener entonces que en el caso
particular hipotéticamente el término se haga más remoto,
pues solo tendría ocurrencia hasta el 18 de mayo de 2032,
si se tiene en cuenta la menor J.A.G. cumplió los 18 años el
18 de mayo de 2012.

Segundo cargo:

Expone que los errores de hecho por falso raciocinio


alegados por la defensa en relación con la apreciación de la
prueba tampoco están llamados a prosperar, por cuanto el
Tribunal valoró los medios de conocimiento en su conjunto,
incluso trayendo a colación el contenido de las entrevistas
de las testigos de cargo.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Añade la representante del Ministerio Público que el


juzgador de segundo grado, para darle credibilidad a lo dicho
por la menor víctima J.A.G. en su entrevista y no a lo que
expresó en el juicio oral, acudió a la regla de la experiencia
según la cual, cuando este tipo de personas son sometidas
a una situación traumática como la que aquí se juzga,
expresan la verdad en su primer versión.

Adicionalmente, aduce que no hay lugar a darle


crédito a lo dicho por la menor J.A.G. en el juicio oral, acerca
de que al rendir la entrevista había sido presionada para
inculpar al procesado, pues como indicó el Tribunal, no hay
prueba de que hubiese sido forzada.

Por el contrario, sostuvo la Procuradora Delegada,


más bien se puede hablar de una presión ejercida sobre la
menor para que en el juicio oral cambiara la versión que
inicialmente entregó en la entrevista.

Por tanto, pide que no se case la sentencia con base


en este cargo.

CONSIDERACIONES:

Conforme al orden en que son presentadas las dos


censuras por el recurrente, se procede a realizar su análisis,
teniendo en cuenta que la primera de ellas tiene como
propósito que se case la sentencia y, en consecuencia, se

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extinga la acción penal por prescripción, mientras que la


restante persigue el mismo fin, pero para que se absuelva al
procesado.

Primer cargo:

Como quiera que el defensor alega que la acción penal,


respecto del delito de acceso carnal abusivo con menor de
catorce años, único por el cual se profirió sentencia
condenatoria en segunda instancia, está prescrita; para lo
cual, de un lado, en la demanda de casación parte de
supuestos jurídicos que se ajustan parcialmente al caso de
la especie, vista la época de los hechos y, de otra parte, en
la audiencia de sustentación del recurso acude a una base
fáctica que no se compadece con la realidad procesal, desde
ahora debe advertirse que en esos términos la censura
objeto de estudio no está llamada a prosperar de manera
plena como lo sugiere el libelista.

En efecto, si se observa con detenimiento, el


impugnante, al postular el cargo en la demanda de casación,
aseguró que como las conductas imputadas al procesado
ocurrieron antes de la entrada en vigencia de la Ley 1236 de
2008, la cual, cabe recordar, comenzó a regir el 23 de julio
de ese año, entonces la acción estaba prescrita.

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Casación No. 46882
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Ahora, con el propósito de dar apoyo a tal conclusión,


adujo que como el delito de acceso carnal abusivo con menor
de catorce años previsto en el artículo 208 del Código Penal,
modificado en su quantum punitivo por el artículo 14 de la
Ley 890 de 2004, tenía una pena máxima de 12 años4,
entonces, teniendo en cuenta lo señalado en el artículo 2925
de la Ley 906 de 2004, en concordancia con el artículo 83
del Código Penal, solo se debía tomar la mitad, es decir, 6
años.

Por tanto, aseveró que, como a su vez la imputación


se había formulado el 11 de noviembre de 2008, de esto se
seguía que la acción penal se había extinguido por
prescripción, pues pasaron 6 años, 8 meses y 5 días desde
esa fecha hasta el día de la sentencia de segunda instancia
proferida el 16 de julio de 2015, decisión con la cual recordó
el recurrente, se producía una suspensión del citado
término extintivo por 5 años, según lo preceptuaba el

4 Tal monto se ajusta a la realidad, si se repara que la pena de prisión original (Ley 599
de 2000) para el delito anotado oscilaba entre 4 y 8 años y el artículo 14 de la Ley 890
de 2004 dispuso un incremento general de penas para todos los delitos del Estatuto
Punitivo, salvo los tipificados en esta ley, de la tercera parte para el mínimo y la mitad
para el máximo.
5 Esta norma consagra que “la prescripción de la acción penal se interrumpe con la

formulación de la imputación” y que producida tal interrupción, “comenzará a correr de


nuevo por un término igual a la mitad del señalado en el artículo 83 del Código Penal”,
sin que sea inferior a 3 años. Valga recordar que esta última disposición hace referencia
a “un tiempo igual al máximo de la pena [de prisión] fijada en la ley”.

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artículo 1896 de la Ley 906 de 2004, la cual no alcanzó a


operar.

Tal apreciación del caso de la especie, como se dijo al


inicio, resulta parcialmente ajustada al ordenamiento
jurídico aplicable al mismo, pues se observa que el
demandante no tuvo en cuenta que para una fracción de las
conductas que aquí son objeto de juzgamiento, estaba
vigente el artículo 1º de la Ley 1154 del 4 de septiembre de
2007.

Con el fin de evidenciar lo anterior, inicialmente se


debe recordar que la norma en cita prevé lo siguiente:

Artículo 1. Adiciónese el inciso siguiente, como inciso 3°,


al artículo 837 de la Ley 599 de 2000:

“Cuando se trate de delitos contra la libertad, integridad y


formación sexuales, o el delito consagrado en el artículo 2378 ,
cometidos en menores de edad, la acción penal prescribirá en
veinte (20) años contados a partir del momento en que la víctima
alcance la mayoría de edad”.

6 Esta norma consagra que “proferida la sentencia de segunda instancia se suspenderá


el término de prescripción… sin que pueda ser superior a cinco (5) años”. En este sentido
CSJ SP, 23 mar. 2006, rad. 23400 y CSJ SP, 14 ago. 2012, rad. 38467, entre otras.
7 Esta disposición regula el “término de la prescripción de la acción penal”.
8 Esta norma describe y sanciona la conducta punible de “incesto”.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Resulta necesario señalar igualmente, que esta Sala,


en CSJ SP, 25 nov. 2015, rad. 46325, con el propósito de
establecer el alcance de la norma en cita, concluyó:

9. Ahora bien, como la reforma introducida con la Ley 1154 de


2007, artículo 1º, prevé que el término de veinte (20) años para que
se configure la prescripción de la acción penal en esos eventos
empieza a contarse desde cuando la víctima alcanza la mayoría de
edad, surge la pregunta de ¿cómo se ve afectado el cómputo de ese
lapso, cuando el aparato judicial del Estado, antes de cumplirse ese
referente temporal, promueve el ejercicio de la acción penal?

(…)

…[En ese sentido,] si el Estado adquiere conocimiento de la


ocurrencia del supuesto típico (por el medio que sea, denuncia de la
víctima o de un tercero, etc.) y el organismo competente antes de que
se venza el plazo señalado en la norma (20 años contados a partir
de la mayoría de edad del ofendido), con ocasión de su función
adopta o materializa la emisión de un pliego de cargos en firme o
formula imputación, tales actos procesales inaplazablemente
generan o aparejan la consecuencia asignada en la ley9, esto es,
suspenden o interrumpen el término extintivo de la acción penal, el
cual empezará a correr de nuevo por la mitad de veinte (20) años.

(…)

13. En ese orden de ideas, al aplicar la tesis aquí acogida con


relación a los procesos adelantados bajo los parámetros de la Ley

9 “Ley 599 de 2000, artículo 86 y Ley 906 de 2004, artículo 292, respectivamente.”

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906 de 2004, según su artículo 292 en armonía con la Ley 890 de


2004, artículo 6º, una vez formulada la imputación el tiempo
necesario para que se consolide la extinción de la acción penal es
igual a la mitad de los distintos términos señalados en el artículo 83
de la Ley 599 de 2000.

Lo señalado en precedencia permite concluir que si


bien el artículo 1º de la Ley 1154 de 2007 fija una
prescripción especial de la acción penal de 20 años respecto
de los delitos contra la libertad, integridad y formación
sexuales e incesto, cuando el sujeto pasivo de esas
conductas punibles es un menor de edad, término que se
cuenta a partir de que éste cumpla la mayoría de edad; por
igual se tiene que si el Estado, a través de la Fiscalía General
de la Nación, en los casos gobernados por la Ley 906 de
2004, formula la respectiva imputación, el término extintivo
se interrumpe y comienza a correr uno nuevo de la mitad,
es decir, 10 años.

De otra parte, atrás se dijo que el artículo 1º de la


Ley 1154 del 4 de septiembre de 2007 estaba vigente para
una fracción de las conductas que aquí son objeto de
juzgamiento, pues en la audiencia preliminar del 5 de
diciembre de 2008, se subrayó que se variaba la
imputación con el propósito de indicar que no era posible
deducir el incremento punitivo previsto en la Ley 1236 del

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23 de julio de 2008 en relación con los delitos contra la


libertad, integridad y formación sexuales atribuidos al
inculpado, toda vez que los hechos habían ocurrido antes
de su vigencia, precisándose que éstos se extendieron entre
el mes de febrero de 2007 y hasta la víspera en que la
menor J.A.G. arribó a los 14 años de edad, cumpleaños que
ocurrió el 18 de mayo de 200810, conforme lo precisó el
Tribunal, pues a partir de esta fecha la citada podía dar su
consentimiento válidamente para sostener relaciones
sexuales y por tanto en adelante el comportamiento del
procesado fue atípico.

Cabe destacar que esa conclusión en modo alguno


estuvo huérfana de respaldo, pues la menor ofendida J.A.G.
expresó en la entrevista que rindió el 5 de septiembre de
2008, lo siguiente:

En febrero del año pasado L. me llevó [a donde] don MIGUEL


y me hicieron entrar a la casa y a una habitación, entonces
MIGUEL y L. me cogieron a la fuerza y MIGUEL me metió el pene en
la vagina… Después de eso yo he ido en varias ocasiones cuando
necesito plata a donde Miguel… Hoy supuestamente yo iba a ir
con A.M. mi prima porque ella me dijo que necesitaba plata y yo
le conté cómo hacer y cómo era con MIGUEL… Entonces cuando
nos íbamos a ir fue cuando me trajeron para la Fiscalía. Después
de que MIGUEL me metió el pene en la vagina, ya han sido varias

10 Conforme al registro civil, la menor en cita nació el 18 de mayo de 1994, folio 17 de


la carpeta de estipulaciones.

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MIGUEL VILLANUEVA

veces en que ha ocurrido eso, cuando no tenía plata. Entonces lo


llamaba y MIGUEL me decía si podía o no podía ir. El año pasado
yo me encontraba casi todos los días con él, por eso perdí el año
porque yo me iba con MIGUEL.” (subrayas fuera de texto)

De otro lado, en el informe médico legal practicado a


la menor J.A.G., el mismo 5 de septiembre de 2008, se
indicó:

Refiere la examinada que desde hace un año le ha dado


dinero… un señor llamado MIGUEL y la penetra con condón hasta
eyacular…

Entonces, precisado que las conductas imputadas al


procesado se extendieron desde el mes de febrero de 2007 y
hasta la víspera en que la menor J.A.G. cumplió 14 años, es
decir, el 17 de mayo de 2008, es claro que resulta aplicable
el artículo 1º de la Ley 1154 del 4 de septiembre de 2007 en
relación con una fracción de las mismas, en concreto, las
ocurridas desde la vigencia de esta ley (4 de septiembre de
2007) y hasta el 17 de mayo de 2008, día anterior al que la
adolescente ofendida arribó a los 14 años de edad.

Ahora bien, como en el caso de la especie se observa


que la formulación de la imputación se llevó a cabo el 11 de
noviembre de 2008, de esto se sigue que aplicando la regla

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

prevista en el artículo 1º de la Ley 1154 del 4 de septiembre


de 2007, en concordancia con la interpretación fijada por la
Sala, la prescripción de la acción penal de 10 años solo
vendría a materializarse el 11 de noviembre de 2018,
respecto de las conductas punibles de acceso carnal abusivo
con menor de catorce años cometidas en concurso
homogéneo después de la vigencia de la ley en cita, pues
frente a las anteriores a esa fecha (4 de septiembre de 2007),
sí se extinguió la acción penal por el paso del tiempo.

Desde luego, en punto de las conductas punibles de


acceso carnal abusivo con menor de catorce años cometidas
antes del 4 de septiembre de 2007, fecha en que entró a regir
la Ley 1154 de 2007, es pertinente afirmar que operó el
fenómeno jurídico de la prescripción de la acción penal, si
se tiene en cuenta que la pena máxima para tal infracción
es de 12 años11, de tal manera que como la formulación de
la imputación se realizó el 11 de noviembre de 2008,
entonces, aplicando la regla contenida en el artículo 29212
de la Ley 906 de 2004, en concordancia con lo dispuesto en
el inciso 1º del artículo 8313 del Código Penal, la mitad de la
sanción privativa de la libertad es de 6 años, así que éstos
se cumplieron el 11 de noviembre de 2014, fecha para la

11 La sanción original máxima para el ilícito era de 8 años de prisión, pero al aplicar el
artículo 14 de la Ley 890 de 2004 (que aumentó el mínimo de las penas en la tercera
parte y la mitad en su máximo) quedó como se indica.
12 “La prescripción de la acción penal se interrumpe con la formulación de la imputación.

Producida la interrupción del término prescriptivo, este comenzará a correr de nuevo por
un término igual a la mitad del señalado en el artículo 83 del Código penal. En este caso
no podrá ser inferior a tres (3) años”.
13 “La acción penal prescribirá en un tiempo igual al máximo de la pena fijada en la ley,

si fuere privativa de la libertad…”

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

cual aún no se había dictado la sentencia de segunda


instancia, pues solo vino a proferirse el 16 julio de 2015, de
modo que en el sub judice no operó la interrupción del
término extintivo después del fallo del ad quem de que trata
el artículo 18914 de la Ley 906 de 2004, y de allí que sea
incontrastable que las conductas punibles ocurridas entre
el mes de febrero de 2008 y la víspera al 4 de septiembre de
2007, día en que entró a regir la Ley 1154, están prescritas.

Corolario de todo lo anterior y conforme se dejó


expuesto desde el comienzo, en parte le asiste la razón al
defensor al alegar en la demanda de casación la prescripción
de la acción penal, pues la pena máxima después de la
formulación de la imputación que correspondía para el delito
de acceso carnal abusivo con menor de catorce años,
prevista en el texto original del artículo 208 del Código Penal
con el incremento del artículo 14 de la Ley 890 de 2004 y
sin el aumento punitivo de la Ley 1236 de 2004, es de 6
años, en particular respecto de las infracciones ocurridas
entre el mes de febrero de 2007, época de la primer conducta
punible, y el día anterior a la entrada en vigencia de la Ley
1154 del 4 de septiembre del mismo año, por cuyo medio se
modificó la forma de calcular la prescripción frente a los
delitos contra la libertad, integridad y formación sexuales
cuando es víctima un menor de edad, como los que aquí se
juzgan.

14 “Proferida la sentencia de segunda instancia se suspenderá [entiéndase “se


interrumpirá”] el término de prescripción, el cual comenzará a correr de nuevo sin que sea
superior a cinco (5) años”, ni inferior a tres (3) años, para lo cual se tendrá en cuenta el
tiempo que restaba de la pena máxima para el delito en concreto.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

La prescripción parcial en efecto se da por cuanto la


imputación se realizó el 11 de noviembre de 2008, así que
los aludidos 6 años se cumplieron el 11 de noviembre de
2014, fecha para la cual no se había proferido la sentencia
de segunda instancia, pues ésta solo se vino a dictar hasta
el 16 de julio de 2015, así que no alcanzó a operar la
interrupción de la prescripción de la acción penal de que
trata el artículo 189 de la Ley 906 de 2004.

Ahora, contrario sensu, las conductas punibles


cometidas a partir de la vigencia de la Ley 1154 del 4 de
septiembre de 2007 y hasta el 17 de mayo de 2008, fecha
hasta la cual la menor víctima J.A.G. contó con 13 años de
edad, pues en adelante, al cumplir 14 años podía otorgar
válidamente su consentimiento para sostener relaciones
sexuales y por ende la conducta del procesado es atípica;
como no se debe acudir a la pena prevista para el delito sino
a la regulación especial consagrada en la ley en cita para
calcular la prescripción, la cual se fijó en 10 años después
de la formulación de la imputación, según lo interpretó la
Sala, de esto se sigue que las infracciones ejecutadas dentro
de la época anotada no están prescritas, toda vez que la
imputación, como se ha venido señalando, se formuló el 11
de noviembre de 2008 y por ende hipotéticamente la acción
penal solo prescribiría hasta el 11 de noviembre de 2018.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

La anterior conclusión por igual se mantiene incólume


si se tiene en cuenta que el 16 de julio de 2015 se dictó la
sentencia de segunda instancia, así que de conformidad con
el entendimiento dado al artículo 189 de la Ley 906 de 2004
por esta Corporación, es incontrastable que definitivamente
no ha operado la prescripción de la acción penal en el sub
lite frente a los ilícitos consumados entre el 4 de septiembre
de 2007 y el 17 de mayo de 2008, por cuanto entre la
formulación de la imputación (11 de noviembre de 2008) y
el fallo del ad quem (16 de julio de 2015) transcurrieron 6
años, 8 meses y 5 días.

Ahora, si bien el demandante, en la audiencia de


sustentación del recurso de casación, ensaya el argumento
según el cual, el concurso de delitos de acceso carnal
abusivo con menor de catorce años por el que aquí se
condenó al procesado se cometió en el mes de febrero de
2007, es evidente que tal postura riñe con la imputación
fáctica que en verdad se dedujo, pues como quedó expuesto
en líneas anteriores, ésta abarcó desde ese mes y año y hasta
antes de que la víctima cumpliera 14 años, lo cual ocurrió el
18 de mayo de 2008, de manera que, como por igual se
explicó, el artículo 1º de la Ley 1154 del 4 de septiembre de
2007 es aplicable en este asunto en relación con los hechos
cometidos a partir de su vigencia.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Lo dicho con antelación también lleva a señalar que


no le asiste la razón a la Fiscal Delegada ante esta
Corporación, pues pregonó el mismo argumento que ensayó
el defensor en la audiencia de sustentación del recurso de
casación, en tanto afirmó que las conductas imputadas se
cometieron en el mes de febrero de 2007 y que para esa
época no estaba vigente el artículo 1º de la Ley 1154 del 4
de septiembre de 2007.

Por el contrario, como se observa que la representante


del Ministerio Público dio un entendimiento al caso que
ocupa la atención de la Sala semejante al que aquí se ha
señalado, salvo por que no tuvo en cuenta que respecto de
una fracción de las conductas, es decir, las ocurridas del
mes de febrero de 2007 a la víspera del 4 de septiembre de
2007, fecha en que entró a regir la Ley 1154 de 2007, están
prescritas, resta hacer cometario al respecto.

No obstante, no sobra indicar, en relación con lo


afirmado por la representante del Ministerio Público, que
como formulada la imputación la prescripción de la acción
penal es de la mitad de 20 años, es decir 10, es equivocado
el argumento propuesto por ella acerca de que incluso una
interpretación extrema de la Ley 1154 de 2007 permite
afirmar que en el caso concreto la prescripción solo operaría

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

20 años después de que la menor J.A.G. cumplió los 18 años


el 18 de mayo de 2012, pues reitérese que la formulación de
la imputación es el hito a partir del cual se deben hacer los
cálculos de la prescripción cuando se ha formulado, como
en efecto ocurrió en el caso que concita la atención.

Así las cosas, conforme se anunció desde el principio,


la censura que se viene de analizar prospera parcialmente,
por lo cual se casará la sentencia en parte y, en
consecuencia, se prescribirá la acción penal en relación con
los delitos de acceso carnal abusivo con menor de catorce
años cometidos del mes de febrero de 2007 al día anterior a
la vigencia de la Ley 1154 del 4 de septiembre de 2007.

Segundo cargo:

Como la defensa acusa la sentencia de haber violado


indirectamente la ley sustancial por cuanto considera que
incurrió en errores de hecho en la modalidad de falso
raciocinio al valorar la prueba tanto de cargo como de
descargo, lo que dice, dio lugar a la aplicación indebida del
artículo 208 del Código Penal, motivo por el cual pide casar
la sentencia y que se absuelva al procesado MIGUEL
VILLANUEVA, la Sala procede a determinar si los yerros
alegados por el censor se materializaron, con el fin de
establecer si hay lugar a proferir un fallo de remplazo en
favor del citado.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Con ese propósito, cabe indicar que como el primer


cargo prospera parcialmente, en concreto porque se
concluyó que la acción penal está prescrita frente a los
delitos de acceso carnal abusivo con menor de catorce años
cometidos entre el mes de febrero de 2007 y el día anterior
a la entrada en vigencia de la Ley 1154 del 4 de septiembre
de 2007, entonces en esta censura únicamente se revisará
si respecto de las conductas de aquella naturaleza
ejecutadas entre esta última fecha y la víspera al 18 de mayo
de 2008, día en el cual la menor J.A.G. cumplió 14 años de
edad, se consolidaron los yerros de hecho que discute el
libelista.

Igualmente, si bien el aspecto fáctico da cuenta que al


parecer otras menores fueron objeto de abusos por parte del
procesado, como quiera que la sentencia del Tribunal, que
revocó en parte la absolución total del acusado,
exclusivamente se refirió a la responsabilidad del procesado
en los ultrajes cometidos a la adolescente J.A.G., la Sala se
releva de hacer juicio de valor alguno sobre las posibles
vejaciones a otras menores en razón del principio de non
reformatio in pejus, pues el acusado funge como apelante
único.

Precisado lo anterior, la Corporación procede a


determinar si los yerros denunciados por el demandante en
efecto se consolidaron.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Por tanto, resulta necesario recordar que en esencia


el libelista cuestiona el fallo de segundo grado por cuanto no
confrontó lo dicho por la niña J.A.G. en su entrevista, en
donde sindicó al procesado de haber abusado sexualmente
de ella en varias ocasiones; con lo señalado tanto por ésta
como por otras testigos menores de edad en el juicio oral, de
las que también se dice que habrían sido objeto de los
ultrajes del implicado, pues todas ellas negaron en esta
última oportunidad la realización de tales vejaciones.

Además, indica el censor que si bien el Tribunal


rechazó la retractación de la menor J.A.G. expresada en el
juicio oral, bajo el argumento de que no se acreditó la
coacción que ésta dijo ejerció quien la entrevistó a fin de que
infundadamente le achacara los abusos al inculpado; el
actor aduce que lo cierto es que no hay motivo para concluir
que la citada mintió en el juicio oral.

Así mismo, el demandante asegura que los


señalamientos realizados por la menor J.A.G. en la
entrevista son “contradictorios”, como por ejemplo aquel
relativo a la manera como conoció al procesado. Igualmente,
afirma que si bien existe el sitio donde se dice se produjeron
los encuentros con fines sexuales, no se puede perder de
vista que como allí está prohibida la entrada de menores,
“no es lógico” que siempre lograran superar la vigilancia del
lugar, de manera que a juicio del actor, es más “verosímil” el
relato que la niña entregó en el juicio oral.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Finalmente, agrega que no se contó con prueba que


respaldara la acusación, pese a que se practicaron otros
medios de conocimiento, pues estos no demuestran los
ultrajes imputados al procesado, así que considera que se
debe dar aplicación al principio de in dubio pro reo.

Concretado el cargo prepuesto por el defensor, de


entrada se debe señalar que la Sala se abstiene de realizar
cualquier comentario acerca de las falencias formales que el
mismo exhibe, pues de manera inveterada ha indicado que
admitida la demanda se entienden superados, así que se
impone resolver de fondo los cuestionamientos que por su
conducto se le hayan formulado a la sentencia de segundo
grado15.

Así las cosas, en primer término resulta oportuno


mencionar que, contrario a lo afirmado por el libelista, el
Tribunal, con el propósito de darle credibilidad a lo
manifestado por la menor J.A.G. en sus entrevistas rendidas
el 5 y 27 de septiembre de 2008, realizó un completo análisis
en relación con las mismas, así como frente a los testimonios
de descargo, sin que incluso en ese propósito dejara de lado
la prueba restante.

En efecto, el juzgador de segundo grado hizo mención


a las aludidas entrevistas y luego puso de presente el relato

15En este sentido, CSJ SP, 25 may. 2006, rad. 21213; CSJ SP, 29 feb. 2008, rad. 28257;
CSJ SP, 22 ago. 2008, rad. 29258; CSJ SP, 2 dic. 2008, rad. 25787 y; CSJ SP, 11 mar.
2009, rad. 25355, entre muchas otras.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

que la referida menor ofreció en el juicio oral, tras lo cual


concluyó que no se podía acoger este último, por cuanto no
era de recibo la justificación esgrimida relativa a que aquella
había sido coaccionada por quien le recibió las entrevistas,
en particular para que sindicara al procesado de los abusos
sexuales, pues, a juicio del ad quem, no hubo demostración
de esa presión indebida, amén de la completa y coherente
descripción que de los hechos entregó la ofendida J.A.G. en
ambas declaraciones previas y de que ésta en su testimonio
en el juicio oral fue contradictoria acerca de en cuál de ellas
había sido presionada indebidamente, entrevistas en las
cuales, incluso, recuerda el Tribunal, hizo la misma
sindicación, así que por esta causa dejó en entredicho la
versión de la niña ofrecida en el juicio.

Adicionalmente, el fallador de segundo dijo que la


sindicación de los plurales abusos sexuales contó con el
respaldo del médico legista que le realizó la valoración
sexológica a la menor J.A.G., pues a éste la niña también le
dio cuenta de los ultrajes y la modalidad empleada, además,
se agrega, el examen forense determinó que en efecto había
sido accedida.

Adicionalmente, el fallador de segundo grado expuso


que SANDRA ISABEL VARGAS OVIEDO, madre de la menor
A.M.R.V., en el juicio oral, extrañamente señaló que solo
sabía de un señor de nombre “MIGUEL” que invitaba a su hija
pero nada más, lo cual no fue aceptado por el Tribunal como
prueba de la inocencia del procesado, pues, en su sentir, lo
que ello mostraba era el interés de la deponente en proteger
al acusado, conclusión a la que llegó el ad quem tras valorar

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

que por la cercanía de la citada con la menor (madre e hija),


no era posible que olvidara hechos tan graves como los que
son objeto de juzgamiento.

Para terminar con el tema de la prueba testimonial, el


sentenciador de segunda instancia se refirió al dicho de las
menores E.K.G.C., D.J.R. y nuevamente al de J.A.G., con el
fin de poner de presente el interés que les asistió en
favorecer al procesado, pues respecto de las dos últimas
precisó que al preguntárseles sobre si conocían el
establecimiento de nombre “Don Pedrito”, sitio de algunos
encuentros sexuales de la menor J.A.G. con el procesado,
manifestaron que “no habían entrado” a ese lugar y que no
habían hecho “nada”, así que a juicio del Tribunal, estas
afirmaciones permitían entender que sí sabían del referido
establecimiento.

Por tanto, todo lo anterior pone en evidencia que no le


asiste la razón al demandante al afirmar que el Tribunal no
hizo un análisis de lo dicho por la menor J.A.G. en sus
entrevistas, frente a lo señalado por ésta y otras menores en
el juicio oral.

Ahora revisada puntualmente la actuación frente a lo


expresado por el Tribunal, se tiene que en las entrevistas16
rendidas por la menor J.A.G. claramente se dio cuenta de
los abusos de que ésta fue víctima.

16 En la apreciación de las entrevistas se sigue el criterio de la Sala conforme al cual,


“la declaraciones rendidas por fuera del juicio oral por un niño víctima de abuso sexual,
son admisibles como prueba, así el menor sea presentado como testigo en este escenario”
(CSJ SP12229-2016, 31 de agosto, rad. 43916).

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Entonces, recordando de antemano que, como se


precisó al comienzo, exclusivamente se revisa la ocurrencia
de las conductas punibles cometidas entre la entrada en
vigencia de la Ley 1154 del 4 de septiembre de 2007 y la
víspera al 18 de mayo de 2008, día en el cual la menor J.A.G.
cumplió 14 años de edad, así como solo a los hechos
relacionados con tal menor; entonces únicamente se hará
alusión a la prueba vinculada con tales aspectos, por tanto,
en lo que se refiere a la entrevista del 5 de septiembre de
2008 rendida por tal menor, se tiene que allí expresó:

Otro día yo necesitaba plata para comprar unas cosas para


el colegio y mi mamá no tenía plata y mi padrastro no estaba
trabajando, entonces yo llamé a MIGUEL y le dije que necesitaba
plata y le dije que si nos podíamos ver, entonces MIGUEL me dijo
que sí, yo fui con D. y él nos recogió y nos fuimos para Girardot,
entonces yo le dije que me iba a dejar y nos metimos al jacuzzi
y luego salí sin ropa y el me metió el pene en la vagina… luego
fuimos varias veces con D. y MIGUEL a la casa de él y a Girardot.
Después de eso yo he ido varias ocasiones cuando necesito plata
a donde MIGUEL y el me paga… Después de que MIGUEL me metió
el pene en la vagina ya han sido varias veces en que ha ocurrido
eso, cuando no tenía plata, entonces lo llamaba y MIGUEL me
decía que sí podía ir o no podía ir. El año pasado yo me
encontraba casi todos los días con él, por eso perdí el año porque
yo me iba con MIGUEL.

De otra parte, en la entrevista rendida por la misma


menor, pero el 27 de septiembre de 2008, expresó lo
siguiente:

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Preguntado.- Indique cuando hablaba con el señor MIGUEL


VILLANUEVA, cómo se hacía el contacto y a qué lugares fue con él.
Contestó.- Con el celular, yo lo llamaba al 3105852800 (se deja
constancia que la menor tiene memorizado el número telefónico
y no requiere verificarlo en ninguna parte). MIGUEL VILLANUEVA me
contestaba, luego [de] eso nos encontrábamos afuera del
hospedaje Don Pedrito, queda ubicado cerca de casa de tabla,
luego de eso íbamos con las niñas a la casa de MIGUEL
VILLANUEVA que está ubicada una cuadra después de la bomba
nueva, volteando a mano derecha, como si fuéramos para la
carretera principal, en la mitad de la cuadra, entre un taller de
motos y una tienda, esa casa tiene como un garaje, un baño,
una cocina y arriba tiene dos cuartos con baño también, está
desocupada, solo en un cuarto ahí (sic) una cama y como un
armario, es donde MIGUEL VILLANUEVA vive, yo no sé a qué se
dedica MIGUEL, pero sé que tiene mucha planta (sic), porque él
mantiene con mucha plata, yo siempre que iba a donde MIGUEL
iba acompañada, MIGUEL nos recogía en el hospedaje Don
Pedrito y en algunas ocasiones nos llevaba a Carmen de Apicalá
a comer helado, también nos llevó a Girardot, por el lado donde
le quitan a los buses esas cosas que les pegan en las puertas,
eso queda en la carretera después del puesto de control, no sé
cómo se llama, porque como nos escondíamos en el carro.
Primero nos llevaba a almorzar en un restaurante en Girardot y
luego íbamos para allá… Preguntado.- Indique al Despacho si
sostuvo relaciones sexuales con MIGUEL VILLANUEVA (se deja
constancia que por parte de la psicóloga del ICBF se le explicó la
pregunta). Contestó.- MIGUEL me cogía en la vagina y en los
senos, me cogía con las manos, él me decía que nos dejáramos
y nos daba plata, MIGUEL me penetró con el pene, siempre usaba
condón, a veces que nos veíamos no pasaba nada, pero él nos
daba diez mil pesos y se iba… Preguntado.- Indique al Despacho
qué hacía con el dinero que le daba MIGUEL VILLANUEVA.
Contestó.- me compraba cosas como lapiceros, útiles, no más.
Preguntado.- Indique si su mamá MARÍA HERMINIA GARCÍA tenía
conocimiento de esos hechos en los cuales MIGUEL VILLANUEVA le
entregaba dinero. Contestó.- Mi mamá no sabía nada de eso…

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Cabe señalar que esas sindicaciones de la menor


J.A.G. plasmadas en las entrevistas reseñadas, no
estuvieron mediadas, como ésta lo sostuvo en el juicio oral,
por la coacción indebida de quien se las recibió —en
particular para que acusara infundadamente al procesado
de los abusos sexuales—, valga decir, la investigadora del
Cuerpo Técnico de Investigación, DIANA LUCÍA GONZÁLEZ
GAMBOA, psicóloga de profesión, pues en la entrevista del 5
de septiembre de 2008, antes de comenzar, se dejó expreso
registro de lo siguiente:

En este estado de la diligencia se deja constancia que se


hace presente la Dra. PAOLA ANDREA RUEDA CIFUENTES… psicóloga
de la Comisaría de Familia de Melgar – Tolima, con el fin de
verificar que no se vulneren los derechos de la niña.

De otro lado, sobre el mismo aspecto, en la entrevista


rendida por la menor J.A.G. el 27 de septiembre de 2008,
igualmente al inicio, se anotó:

En este estado de la diligencia se deja constancia de la


presencia de la Dra. JULIETH LORENA CORREDOR… psicóloga del
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar de Melgar, con el fin
de acompañar a la menor en su relato.

Ahora, revisado el contenido de las dos entrevistas


ofrecidas por la menor J.A.G., no se evidencia que se haya
ejercido presión indebida alguna sobre la citada y el resto de

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

la actuación tampoco muestra una constancia que acredite


tal situación.

Es más, ambas declaraciones previas evidencian un


relato fluido cargado de detalles y por tanto despojado de
cualquier aprehensión para narrar lo conocido por la menor
J.A.G., al punto que en la primera bastó con exhortarla
diciéndole: “realice una descripción detallada de las
circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron los
hechos”, para que procediera a efectuar un recuento
pormenorizado de lo sucedido.

Ahora, si bien la menor J.A.C. sostuvo en el juicio oral,


en relación con su entrevista inicial del 5 de septiembre de
2008 que

…a mi me obligaron a firmar y yo iba a leer y me taparon


la hoja… y mi hicieron que firmara ahí. Preguntado: Pero todo lo
que acaba de leer Usted sí lo dijo o no lo dijo. Contestó: No
señora, la del CTI, Diana, ella me obligó y me amenazó que me
iba a llevar… para el Buen Pastor… entonces… yo le dije que
qué era eso, entonces ella me dijo que era como una cárcel de
mujeres… que ella me iba a quitar el celular y que me iba a llevar
lejos y que yo no iba a volver a ver a mi abuelita ni a mi mamá,
entonces a mí me dio miedo, entonces… todo lo que está acá [en
la entrevista] ella fue la que me lo dijo que dijera eso contra
[MIGUEL]…17

17Disco compacto del juicio oral, sesión del 28 de noviembre de 2011, corte 5, minuto
49:05.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

Ante tal manifestación, se interrogó a la menor J.A.C.


acerca de su segunda declaración previa del 27 de
septiembre de 2008, así:

Preguntado: Pero… en esta también la obligaron a firmar.


Contestó: No me acuerdo. Preguntado: Es que acá aparece una
entrevista, la última… de la psicóloga del Bienestar Familiar de
Melgar, ella la obligó a firmar esto. Contestó: La verdad no me acuerdo
pero sí de la primera, a mí me obligaron a decir todo lo que está acá
[en la entrevista].18

Por tanto, al ser interrogada para que precisara en


cuál de sus declaraciones previas había sido coaccionada,
según ella lo sostuvo, indicó:

Preguntado: En la segunda entrevista entonces… dígale a


esta audiencia si efectivamente Usted la hizo de forma
voluntaria o no. Contestó: No, a mí me obligaron a decir en la
segunda, en la segunda sí me obligaron, en la primera no me
acuerdo.19

Como se puede apreciar, no solo no hay constancia de


coacción alguna en las actas de las entrevistas o en la
actuación, distinto a lo afirmado por la menor J.A.G., sino
que su relato en el juicio oral en torno a esa circunstancia
fue ambivalente, pues el mismo día, en la sesión del 28 de
noviembre de 2011, primero sostuvo que la presión la recibió

18 Minuto 50:05, ídem.


19 Corte 6, minuto 7:49, ídem.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

al realizar la entrevista inicial y que respecto de la segunda


no recordaba si también se había producido el apremio
indebido, mientras que más adelante aseguró que la
coacción ocurrió en la segunda entrevista y que no
recordaba si en la primera había sucedido lo propio.

Por ende, de esto se sigue que el relato ofrecido por la


menor en el juicio oral carece de credibilidad, pues la excusa
que esgrimió (coacción indebida) para cambiar su dicho
inicial plasmado en las entrevistas, no contó con respaldo,
además fue contradictoria al tratar de explicar en el juicio
en cuál de las declaraciones previas había sido presionada,
además, por razón del relato cargado de detalles que ofreció
en éstas, se termina por descartar la presión irregular, pues
en ellas no se hizo una simple sindicación en contra del
procesado, sino que fue ampliamente circunstanciada.

Es más, como los hechos objeto de juzgamiento fueron


denunciados el 5 de septiembre de 2008, fecha en la que por
igual la menor rindió su entrevista inicial, en donde
suministró precisos detalles de los abusos de que fue objeto
por parte del procesado, resulta imposible admitir la
coacción indebida que luego la misma sacó a relucir en el
juicio oral para negar la existencia de los ultrajes, pues
únicamente ella los conocía, así que no era factible que fuera
inducida a revelarlos, los cuales, incluso, como más delante
se mostrará, coincidieron plenamente con lo que muestra la
prueba practicada.

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MIGUEL VILLANUEVA

Así las cosas, distinto a lo asegurado por el


demandante, la valoración del dicho de la menor J.A.G. no
fue “sesgada”, sino fruto de la apreciación conjunta de los
medios de conocimiento, por lo que en este aspecto de la
estimación de la prueba no se evidencia la violación de las
reglas de la sana crítica y por tanto la consolidación de un
falso raciocinio como lo pregona el recurrente.

Adicionalmente, como atrás se anunció, se observa


que el dicho de la menor J.A.G. encontró respaldo en otros
elementos de convicción.

En efecto, el médico legista JUAN PABLO GUTIÉRREZ


BARRAGÁN, al examinar a la ofendida el 5 de septiembre de
2008, es decir, el mismo día de la entrevista inicial que
rindiera la menor, encontró que la citada tenía el “himen
perforado” e, igualmente, concluyó:

Considero la menor ha tenido relaciones sexuales sin


violencia física, refiere que con un señor MIGUEL que le daba
dinero por dejarse penetrar desde hace un año, con frecuencia
de más o menos 15 días.20

Lo anterior adicionalmente permite agregar que, como


en esta oportunidad la menor refirió de la misma manera la
forma como el acusado llegaba a los ultrajes de los que ella

20 Disco compacto del juicio oral, sesión del 29 de abril de 2013, corte 2, minuto 1:03:45.

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MIGUEL VILLANUEVA

era víctima, esto corrobora una vez más que no se presentó


la coacción en las declaraciones previas que la citada
pregonó en el juicio oral.

Adicionalmente, se tiene que con la investigadora


NANCY GONZÁLEZ MUÑOZ del Cuerpo Técnico de Investigación,
se conoció que el teléfono celular del procesado MIGUEL
VILLANUEVA era el 3105852800, el cual coincide con el
referido de memoria en su entrevista del 27 de septiembre
de 2008 por la menor J.A.G. como del citado, al que cabe
recordar, ésta se comunicaba para acordar los encuentros
con fines sexuales21.

A su vez, ese número de celular coincide con el fijado


en la residencia del procesado en un aviso donde se
anunciaba la venta de tal inmueble, conforme se desprende
de lo señalado por la investigadora del Cuerpo Técnico de
Investigación DIANA LUCÍA GONZÁLEZ GAMBOA22.

Así mismo, el relato de la menor acerca de la ubicación


de la casa del procesado y descripción de la misma, así como
del establecimiento denominado “Don Pedrito”, punto de
encuentro entre la ofendida y el acusado para la actividad
sexual; también halla respaldo en el dicho de la
investigadora DIANA LUCÍA GONZÁLEZ GAMBOA, pues ésta, con

21 Disco compacto del juicio oral, sesión del 26 de agosto de 2014, corte 2, minuto 46:15.
22 Disco compacto del juicio oral, sesión del 9 de marzo de 2012, corte 1, minuto 1:18:50

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apoyo en registros fotográficos, mostró cómo lo narrado


originalmente por la niña coincidía plenamente con los sitios
y vecindario detallados por ella23.

Evidenciado como ha quedado, que lo afirmado por la


menor J.A.G. en sus entrevistas encontró completo apoyo en
la prueba practicada en el juicio oral, de esto se sigue que,
contrario a lo afirmado por el demandante, no es cierto que
la apreciación probatoria del Tribunal fuera “sesgada”, sino
que, conforme se ha dejado expuesto, encuentra sustento en
distintos elementos de convicción.

De otra parte, puesto de manifiesto hasta aquí que el


relato entregado por la menor J.A.G. en las declaraciones
previas del 5 y 27 de septiembre de 2008, no solo no estuvo
mediado por una coacción como lo aseguró ésta, sino que la
información que suministró en esas oportunidades se
corroboró plenamente en el juicio oral con plurales medios
de conocimiento, resulta necesario traer a colación las
restantes quejas promovidas por el demandante, con el fin
de establecer, de un lado, si ellas se materializaron y, de
otro, si tienen la entidad suficiente para desvirtuar lo que
hasta ahora se ha señalado en punto de la existencia de la
conducta punible y la responsabilidad del procesado.

En esa medida, se tiene que sobre el particular el


censor señala, para desvirtuar las afirmaciones de la menor
en las entrevistas, que su dicho fue “contradictorio”, si se

23 Disco compacto del juicio oral, sesión del 9 de marzo de 2012, corte 1, minuto 1:16:50

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

atiende a la manera como allí dijo que conoció al procesado,


pues cabe recordar que mientras que en la declaración
previa del 5 de septiembre de 2008, sostuvo:

L… también conocía a L. K. B., tiene 15 años, había otra K,


no sé el apellido, pero ellas tres conocían a MIGUEL… L. era la
que más me insistía en ir a conocer a MIGUEL. Me decía que tenía
un amigo, que si le dejaba hacer todo lo que quiera me daba
plata, entonces ella me llevó a la casa de MIGUEL… eso fue el año
pasado en febrero…

En el juicio oral la menor J.A.G., manifestó:

Preguntado: Usted conoce al señor MIGUEL VILLANUEVA.


Contestó: Si señora. Preguntado: Cómo lo conoció, por qué lo
conoce. Contestó: Porque mi primo trabajaba con él, pero él ya
se murió, entonces él trabajó con el señor MIGUEL VILLANUEVA,
entonces yo por eso lo conocí. 24

Por tanto, si bien hay dos versiones opuestas


—entrevista vs. juicio oral— acerca de cómo la menor J.A.G.
refirió la manera en que conoció al procesado MIGUEL
VILLANUEVA, es pertinente señalar que tal circunstancia no
permite predicar un error de hecho en la modalidad de falso
raciocinio como lo sugiere el demandante, si se tiene en
cuenta que tal yerro hace referencia a que el juzgador, al
valorar la prueba, desconoce las reglas de la sana crítica, y
lo que aquí pone de presente el libelista es que la menor haya

24Disco compacto del juicio oral, sesión del 28 de noviembre de 2011, corte 4, minuto
7:50.

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dado dos explicaciones excluyentes sobre cómo supo del


acusado, de donde se sigue que el recurrente en realidad no
alega ningún yerro de apreciación en cabeza del fallador de
segunda instancia, en tanto se limita a cuestionar lo que dijo
la niña frente a ese aspecto.

De otra parte, en gracia de discusión, sea del caso


señalar que la contradicción en que incurrió la menor J.A.C
es intrascendente por dos razones. La primera, por cuanto
la forma como ésta conoció al procesado no es lo esencial,
sino el comportamiento de éste frente a la citada, es decir,
los abusos sexuales de que la hizo víctima. Y la segunda,
que en razón de los motivos que indicó la niña en la
entrevista sobre cómo supo del acusado despiertan más
credibilidad, pues de forma detallada refirió la época en que
lo conoció y las razones por las cuales ello ocurrió, mientras
que la versión que ofreció en el juicio fue escueta, en tanto
solo indicó que lo había conocido a través de un primo que
había fallecido, del cual ni siquiera mencionó su nombre.

Situación semejante se presenta en punto de la queja


del censor según la cual, “no parece lógico” que el procesado
y la menor J.A.C. y sus amigas siempre lograran superar el
control de la entrada del lugar en donde se llevaron a cabo
algunos de los ultrajes, pues si se aprecia con detenimiento,
esta glosa no envuelve una crítica en torno a la valoración
probatoria realizada por el Tribunal, sino una consideración
a cerca de que ese dicho de la menor, expuesto en la
entrevista, no es creíble, sobre lo que basta recordar que la

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ofendida en cita indicó, en la declaración previa del 5 de


septiembre de 2008, que cuando llegaban a las “cabañas”
en la camioneta, “MIGUEL nos hacía escondernos donde se
colocan los pies y cuando entraba y cerraban la puerta,
MIGUEL nos decía que podíamos salir y nos bajamos del
carro”, lo cual es entendible, contrario a lo afirmado por el
censor, por tres razones.

La primera, porque el procesado era el principal


interesado en que no se supiera que ingresaba niñas a dicho
lugar; la segunda, por cuanto se trataba de una camioneta
de gran tamaño que permitía ocultar a las menores de la
forma en que lo refirió J.A.G. y; la tercera, por cuanto en
aquellos sitios se privilegia la privacidad, de manera que se
facilita la entrada a los usuarios.

Ahora, el reparo que predica el libelista fundado en


que no había razón para que la menor J.A.G., en el juicio
oral, negara los hechos que había narrado en sus
declaraciones previas, pues para aquel momento (el juicio)
ya era mayor de 15 años, es sofístico, pues con ello se pierde
de vista que si la ofendida hubiera reiterado en la vista
pública el relato de lo sucedido según lo narró
preliminarmente, es indudable que habría referido hechos
ocurridos antes de haber cumplido los 14 años, los cuales
constituyen delito, pues los niños con edad menor a la recién
señalada legalmente no están habilitados para dar su
consentimiento válidamente con el fin de sostener relaciones
sexuales.

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

De otra parte, si bien el demandante hace alusión a


que como no se demostró que la menor J.A.G. recibió
amenazas o dádivas para que en el juicio oral cambiara el
sentido de lo que había sostenido en las declaraciones
previas, de ello se sigue que los abusos no existieron; lo
anterior permite afirmar que el recurrente, de un lado,
desconoce que el Tribunal no se basó en aquellas supuestas
amenazas o dádivas para darle mayor credibilidad a las
entrevistas sobre lo manifestado en el juicio por la ofendida,
al punto que ni siquiera hizo alusión a esos sobornos y, de
otro lado, que fue en razón de que el acervo probatorio
respaldó completamente lo señalado por la niña en las
entrevistas, como se dejó expuesto inicialmente, que a éstas
se les dio concedió poder suasorio.

Así mismo, como el demandante, con el propósito de


respaldar la versión entregada en el juicio oral por J.A.G.,
señaló que las otras menores que declararon en esa
oportunidad no hicieron sindicación alguna en contra del
procesado, al respecto se observa que si bien D.J.R. afirmó,

Preguntado: Díganos si ha sido objeto de un tocamiento


erótico, si ha sido accedida sexualmente por alguna persona o
si ha sido inducida a la prostitución. Contestó: No nada.
Preguntado: Diga si conoce al señor MIGUEL VILLANUEVA.
Contestó: No lo conozco.25

Por igual se tiene que la menor E.K.G.G. manifestó,

25Disco compacto del juicio oral, sesión del 28 de noviembre de 2011, corte 1, minuto
10:48.

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Casación No. 46882
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Preguntado: Usted distingue al señor MIGUEL VILLANUEVA.


Contestó: Si señor. Preguntado: Porqué lo distingue, desde
cuánto hace que lo distingue. Contestó: Lo distingo hace poquito
por mi cuñada [J.A.G.]. Preguntado: Hace poquito es cuánto.
Contestó: Vine a saber que era él cuando me citaron acá…
Preguntado: Y qué le habló J.A. de MIGUEL. Contesto:… que él le
ofrecía plata… que le decía unas palabras morbosas…
Preguntado: Ya que Usted hace referencia a unas palabras
morbosas, qué palabras morbosas quiere decir. Contestó: Que si
se dejaba tocar y manosear y todo eso. Preguntado: Y qué
pasaba si se dejaba tocar y manosear. Contestó: Pues así mismo
él le iba dando plata. 26

Como se puede apreciar, es claro que mientras que la


menor D.R.J. manifestó que no conocía al procesado,
E.K.G.G. refirió lo que J.A.G. le informó, de donde se sigue
que es parcialmente cierto que los testimonios de las dos
primeras en cita respaldaron el dicho que la última ofreció
en el juicio.

En esa medida, es clara la intrascendencia de lo


señalado por la menor D.J.R. frente a la demostración de la
existencia de la conducta punible y la responsabilidad del
procesado, si se tiene en cuenta el análisis que se realizó
inicialmente sobre tales aspectos.

Por ende, evidenciado que no se consolidó yerro de


hecho alguno en la modalidad de falso raciocinio al valorar
la prueba tanto de cargo como de descargo, la censura objeto
de análisis no prospera.

26 Disco compacto del juicio oral, sesión del 29 de abril de 2013, corte 5, minuto 8:45.

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Casación No. 46882
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2. Determinación de la pena:

Como quiera que el primer cargo planteado en la


demanda prospera parcialmente, en razón de ello se impone
redosificar la pena que se impusiera al procesado.

En ese sentido se tiene que conforme se concluyó allí,


las conductas punibles de acceso carnal abusivo con menor
de catorce años cometidas entre el mes de febrero de 2007 y
el día anterior a la entrada en vigencia de la Ley 1154 del 4
de septiembre del mismo año, están prescritas.

Así mismo, debido a que el Tribunal, al fijar la


sanción, tomó como pena para el delito de acceso carnal
abusivo con menor de catorce años, descrito en el artículo
208 del Código Penal, modificado por el artículo 14 de la Ley
890 de 2004, el quantum mínimo, esto es, 64 meses, tras
determinar que no se habían deducido circunstancias de
mayor punibilidad, de manera que por el concurso de
conductas punibles aumentó un año, para un total de pena
de 76 meses de prisión, ello permite concluir que al eliminar
de la punibilidad los ilícitos cuya acción penal se extinguió
por prescripción, se tiene que la pena definitiva es de 70
meses y 17 días de prisión.

Lo anterior resulta de tener en cuenta que el periodo


que originalmente contempló el juzgador de segundo grado

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

para incrementar la pena por el concurso de delitos, fue del


mes de febrero de 2007, época inicial de los hechos, a la
víspera en que el menor J.A.G. cumplió 14 años de edad, es
decir, el 17 de mayo de 2008, o sea, 15 meses y 17 días.

No obstante, como del mes de febrero de 2007 —época


inicial de los hechos—, al día anterior al 4 de septiembre de
2007 —fecha en que entró en vigencia la Ley 1154—, los
ilícitos están prescritos, entonces, se tiene que solo se deben
punir las infracciones ejecutadas entre dicho 4 de
septiembre y el 17 de mayo de 2008, víspera al día en que la
menor J.A.G. cumplió 14 años, es decir, las consumadas por
espacio de 8 meses y 13 días.

Así que si 15 meses y 17 días equivale al 100% del


concurso originalmente sancionado, los referidos 8 meses y
13 días corresponden al 54.17%, factor que aplicado a los
12 meses en que el Tribunal incrementó la pena por el
concurso homogéneo, ello arroja un resultado de 6 meses y
17 días, que fue el que se tuvo en cuenta para arribar a la
pena definitiva de 70 meses y 17 días de prisión, pues la
pena básica que se tomó fue de 64 meses.

Cabe señalar que la pena de inhabilitación para el


ejercicio de derechos y funciones públicas también se fija
por el mismo tiempo (70 meses y 17 días).

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

De otra parte, teniendo en cuenta que la víctima era


menor de edad para la época de los hechos que son objeto
de juzgamiento, por expresa prohibición del artículo 199 de
la Ley 1098 de 2006, como acertadamente lo concluyó el
Tribunal, no hay lugar a la concesión de sustituto penal
alguno.

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley,

RESUELVE:

1. CASAR PARCIALMENTE el fallo impugnado con


fundamento en el primer cargo de la demanda, en
consecuencia, declarar la extinción de la acción penal por
prescripción en relación con el delito de acceso carnal
abusivo con menor de catorce años cometido en concurso
homogéneo entre el mes de febrero de 2007 y el 3 de
septiembre del mismo año, de conformidad con lo señalado
en la parte motiva de esta sentencia.

2. FIJAR, como consecuencia de lo anterior, la pena al


procesado MIGUEL VILLANUEVA en 70 meses y 17 días de prisión
por el delito de acceso carnal abusivo con menor de catorce
años cometido en concurso homogéneo del 4 de septiembre de
2007 al 17 de mayo de 2008, monto en el cual también se

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

ajusta la pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio


de derechos y funciones públicas.

3. MANTENER incólumes las demás decisiones


adoptadas en la sentencia recurrida.

Contra esta providencia no procede recurso alguno.

Cópiese, notifíquese, cúmplase y devuélvase al


Tribunal de origen.

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

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Casación No. 46882
MIGUEL VILLANUEVA

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ

EYDER PATIÑO CABRERA

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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