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Código: 12150190
Conceptos básicos
Salud: La salud se define como el estado de entero bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de una enfermedad. Es considerada no como el objetivo fundamental
de la vida; sino que, es un recurso para el desarrollo de la vida diaria. Así, se considera un
concepto positivo que resalta los recursos sociales y personales a la par con las aptitudes
físicas.
Promoción de la salud: La promoción de la salud viene a ser el proceso por el cual se busca
desarrollar las habilidades personales para la generación de mecanismos administrativos,
organizativos y políticos que faciliten a las personas y grupos el tener mayor control sobre su
propia salud. De esta manera busca modificar las condiciones sociales, ambientales y
económicas para acortar la brecha de la salud pública e individual. Involucra tanto a la
persona, familia y comunidad en un proceso de cambio que busca modificar las condiciones y
determinantes de la salud.
Entendido lo anterior, la educación para la salud cobra gran importancia pues permite el paso
de una mirada únicamente sanitaria hacia una mirada integral y holística. La educación para la
salud implica la información sobre los factores y comportamientos de riesgo así como los
referentes a las condiciones sociales, económicas, ambientales y políticas influyentes en la
salud. Así, promoción y prevención son complementarias e inseparables.
Educación sanitaria: La OPS señala que la educación sanitaria es un medio para cambiar la
conducta individual en relación a la salud. Tiene como objetivo incidir sobre los
comportamientos, teniendo en cuenta las percepciones, creencias y prácticas de las personas,
familia y comunidad en la que se encuentra. Sumado a los materiales y métodos educativos se
encuentran la diversidad cultural y el enfoque de género, empleando un lenguaje apropiado
para el grupo. Para la efectividad de la educación sanitaria se debe buscar responder a las
necesidades particulares de cada población a la que se dirigen. Cabe tener en cuenta que lo
enseñado a la persona en edad escolar sobre nutrición, higiene, saneamiento y modos de vida
sanos va a llegar a la familia y a la comunidad.
Comunicación para la salud: según la OPS es una estrategia dirigida a informar a la población
en los aspectos de la salud y a mantener en la agenda pública las cuestiones sanitarias
importantes. Para la difusión de la información sobre la salud entre la población son
necesarios los diversos medios informativos y otras innovaciones tecnológicas.
Alfabetización para la salud: según la OPS, está dada por las habilidades cognitivas y sociales
que son la motivación y la capacidad para acceder a la información y mantener una buena
salud. De esta manera la alfabetización para la salud es llegar a un nivel de conocimientos y
habilidades que permitan tomar medidas para mejorar la salud tanto personal como de la
comunidad.
En el Foro Mundial de Dakar se acordó que se debía incluir la educación sanitaria en los
programas de enseñanza y se reconoció a los docentes como actores esenciales en la
promoción de la salud en las escuelas. Desde esta perspectiva, los gobiernos se
comprometieron a construir un entorno educativo sano y seguro para favorecer un apropiado
aprendizaje.
El caso mexicano
Sobre las prácticas intersectoriales en la educación para la salud existen algunos antecedentes
en México que consta de fases: La primera fase, denominada clásica, donde surgen dos
enfoques de la educación para la salud: el enfoque informativo y el enfoque de
determinantes. El primero, tiene como punto de partida los enfoques conceptuales para
transmitir información de una forma obligatoria. Es la forma más convencional donde a los
proveedores de la salud se les considera como los únicos poseedores de conocimientos en
cuanto al tema del cuidado de la salud, debiendo aceptas sus indicaciones y cumplirlas con
gran precisión.
1.- Modelo basado en las creencias en la salud: señala que las creencias de las
personas influyen al momento de tomar decisiones en relación a la salud. Señalan la necesidad
de un estímulo a la acción para hacer efectiva la nueva conducta.
2.- Modelo basado en la comunicación persuasiva: parte del supuesto de que las
actitudes son las que condicionan a los comportamientos. Así, señalan que sólo es necesario
proporcionar una información comprensible que busquen cambiar los conocimientos lo que
llevaría al cambio de actitud, de hábito por uno más apropiado para la salud. Cabe anotar que
si bien la actitud es un elemento que determina el comportamiento no se llega a cambiar de
esta forma tan directa.
3.- Modelo para planificar las intervenciones de salud: parte por realizar un diagnóstico
para identificar las necesidades que tienen prioridad y señalar los factores internos que
predisponen a la persona (actitudes, prácticas), factores externos (medio ambiente) y los
factores de refuerzo (castigo / recompensa) los cuales influyen en el nuevo comportamiento
que se pretende establecer.
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Cabe resaltar que esta perspectiva médica no tiene un enfoque social de la enfermedad que creemos
sería un abordaje interdisciplinario muy fructífero pues si bien se trata de individuos forman parte de
una sociedad que tiene un contexto.
necesidad de buscar la promoción de la salud, entendida como el proceso que busca
desarrollar habilidades personales para generar mecanismos propios que permitan a las
personas tener un mejor control sobre su propia salud. La promoción de la salud sería
desarrollada mediante una educación sanitaria, la cual logra articular tanto los conceptos de
educación y salud y; difundida mediante una seria de medios que deberán varias según
contextos y características culturales de cada población en la que se proyecta la intervención.
En el caso peruano existe hasta la actualidad una dificultad para articular las labores
intersectoriales debido a la asignación específica de determinados temas a cada sector. De
igual manera, en el ámbito académico y de la ciencia existe un sesgo, situación que se observa
al presentarse la experiencia mexicana en cuanto a las prácticas intersectoriales en el tema de
la salud. Por ejemplo, dentro de la fase denominada clásica se encuentran tres modelos, los
cuales si bien abordan el tema de la salud-enfermedad de comunidades lo hacen desde un
enfoque del individuo sin tomarlo con un actor perteneciente a una sociedad en la existe un
contexto que puede tener diferencias marcadas respecto de otros actores. Esta dificultad
podría entenderse debido a que esta fase fue planteada desde el ámbito médico; es decir, una
sola perspectiva que no llega a tener en cuenta aspectos como la desigualdad en la pobreza,
factores externos, económicos, culturales y sociales, principalmente que llegan a incidir en el
individuo y por ende en las condiciones de salud.
En ese sentido, son interesantes los trabajos realizados desde la sociología del cuerpo que
abordan a la salud-enfermedad como un proceso social y su carácter histórico donde por
ejemplo, los perfiles patológicos van a variar en el tiempo, además de señalar que las
sociedades que se distinguen por su grado de desarrollo tendrá una patología colectiva
diferente.
De esta manera he conseguido hacer dialogar el trabajo de los autores con la experiencia
propia y con aspectos generales de la sociología de la salud.