Sunteți pe pagina 1din 202

1

INSTRUCTIVO PARA LA BATALLA


ESPIRITUAL

“LA BATALLA ESPIRITUAL”


Para los Laicos que se vean en la necesidad de realizar
ORACION DE LIBERACION para otros hermanos que se
encuentren OPRIMIDOS por la PRESENCIA del
Maligno, Y NO habiendo un sacerdote presente,
RECOMENDAMOS seguir los siguientes Pasos para que
esta Pastoral se lleve a cabo de una forma correcta y
2

ordenada.
Consejos para los Laicos que van a Realizar la Oración
de Liberación
Y para Tener AUTORIDAD ESPIRITUAL FRENTE A
Satanás:

ESTAR AL DIA CON EL SACRAMENTO DE


LACONFESION.

REALIZAR COMUNION DIARIA.

ORACION PERSONAL DIARIA.

ADORACION FRENTE AL SAGRARIO.

REALIZAR ACTOS DE MISERICORDIA Y PIEDAD.

HACER ORACIONES DE PROTECCION ANTES DE LA


LIBERACION.

CUBRIRSE CON LA SANGRE DE CRISTO.

CUBRIR A NUESTROS FAMILIARES Y SERES QUERIDOS


CON LA
SANGRE DE CRISTO. (trabajo, proyectos, bienes, casas)

INVOCAR LA PROTECCION DE MARIA SANTISIMA


(Porque ella aplastó la cabeza de la serpiente).
3

ORAR PREFERENTEMENTE EN GRUPO.

ES CONVENIENTE QUE HAYA OTROS HERMANOS


ORANDO INTERCESION.
ESTA PUEDE SER REALIZADA A DISTANCIA.

UTILIZAR LOS SACRAMENTALES: AGUA BENDITA, SAL


Y OLEO.

RECOMENDACIONES:

Es importante que los laicos que vayan a orar


liberación tengan mucho equilibrio espiritual y
emocional para enfrentar al Maligno. NO DEBE haber
discordia o desunión entre los laicos que integran la
“Pastoral de Liberación”.
Antes de una Oración de Liberación los laicos deberán
orar para que Dios se manifieste en sus vidas,
dándoles Fortaleza, Templanza, Humildad, Piedad y
sabiduría para que puedan ser “Instrumentos” de
liberación y sanación. Leer Pasajes bíblicos: Salmo
91 (protección), Salmo 118 (victoria en Nombre de
Dios, Efesios 6 “La Armadura del Cristiano”

Asegurarse de que haya un ambiente de PAZ y


ORACION al momento de realizar una oración de
Liberación. Se aconseja que no permanezcan en el
lugar niños, bebes o personas que descreen del poder
de la oración (ateos) puesto que Satanás aprovechará
para crear “interferencias” en contra de la oración a
4

través de esas personas ( discusiones, entredichos,


comentarios fuera de lugar, etc) o incluso el maligno
atacará a esas personas para que corten la oración de
liberación.

Respetar y Resguardar la INTIMIDAD del Acto de


Liberación y No exponer a la persona a la vista de
gente que no entiende del tema y que No está
preparada o dispuesta para ayudar en la oración.

Se aconseja a los laicos a cargo de esta PASTORAL


adoptar una ACTITUD de HUMILDAD y PRUDENCIA.
Evitar hacer comentarios intrascendentes o frívolos,
es preferible hablar de las cosas de Dios para ir
creando el ambiente previo a la oración.
Evitar tomar alcohol, comer, fumar, o cualquier otro
tipo de actividad que no sea compatible con la
oración.

La Oración de Liberación se hará en un tono de


Firmeza, sin necesidad de levantar mucho la voz ni
gritar. El demonio sólo se inclina frente al Nombre
Poderoso de Cristo Jesús y no por los gritos que
podamos hacer nosotros.

En el caso que la Oración de liberación sea para un


Niño, también se le debe preguntar si desea que Jesús
lo sane, (puesto que tiene uso de razón) y se le
explicará que el Niño Jesús quiere su Sanación y
bienestar porque lo Ama y quiere lo mejor para él (lo
5

mismo con un adolescente).


Se evitará provocar en el niño “heridas emocionales”
y se podrá cambiar la Formula de la Oración de
Liberación para evitar pronunciar palabras como
Satanás, demonios, etc, lo cual podrían producir en los
niños estados de miedos profundos innecesarios. Por
lo tanto se pueden hacer dos cosas:

a) Decir la fórmula de liberación mentalmente o en


voz muy baja para que No la escuche el niño. El
Espíritu Santo “sabe” muy bien lo qué estamos
diciendo y compensará de modo que la liberación se
produzca tal cual la promesa que nos dejo Jesús en La
Palabra…..En Mi Nombre impondrán las manos y los
enfermos sanarán, y expulsarán demonios…”

b) O bien decir en cambio: “Señor Jesús, por el Poder


de Tu Santo Nombre reprendemos, Quemamos y
Quitamos de la vida de ( ….) Todo lo que No sea tuyo
para que Nunca más vuelva a molestarlo ni a
perturbarlo”.

Es importante Escuchar el testimonio de aquel por


quien se va a Orar Liberación. Esto PRESUPONE que la
persona ACCEDE VOLUNTARIAMENTE a que oremos
Liberación por ella. NO SIRVE hacerlo forzadamente ya
que Dios RESPETA EL
LIBRE ALBEDRIO DE CADA UNO.
En estos casos se podrá ORAR LIBERACION “A
DISTANCIA” para ir quitando aquellas tinieblas que
6

NO permiten a la persona tomar una decisión correcta


para su bienestar espiritual y sobre todo restablecer
su vínculo con Cristo. También sirve orar liberación
por un familiar directo como “canal de liberación”
(padre, madre, hijo)

En caso de que la persona SE NIEGUE a acercarse al


Sacramento de la CONFESION, se le explicará la
Importancia del Mismo para iniciar el Proceso de
Liberación por obra del Espíritu Santo. Si la persona
persiste en la Negación se tendrá que CANCELAR la
Oración de Liberación ya que es IMPRESCINDIBLE
RESPETAR la PRIORIDAD que tiene el SACRAMENTO
de la CONFESION sin el cual existirá un SERIO
OBSTACULO para proceder a la Liberación Completa
de la Persona en cuestión.

Recordemos el pasaje bíblico del Libro de San Mateo


(Mt 12, 43-45) en el cual Jesús nos enseña que:
“Cuando un Espíritu Malo ha salido de un hombre,
este anda por sitios desiertos, buscando descanso
pero SIN conseguirlo.
Entonces dice:
“Volveré a mi casa de donde salí (vuelve a la persona
que fue liberada).
Y volviendo a ella la encuentra “desocupada”, barrida
y adornada. Entonces va a buscar y TRAE otos Siete
Espíritus inmundos peores que él.
Estos ENTRAN (en la persona) y SE QUEDAN ALLI.
De tal modo que, la Condición de este hombre
7

termina PEOR que Antes…..


Esto significa que la Oración de Liberación DEBE IR
ACOMPAÑADA DEL SACRAMENTO DE LA CONFESION
INDEFECTIBLAMENTE.

Una vez que sabemos que la persona accede a la


oración de liberación es necesario Informarse
especialmente sobre si el/ella participó en actividades
de OCULTISMO / ESOTERISMO por ej.
Magia negra, magia blanca - consultas con
parapsicólogos curanderos –videntes – espiritistas –
reiki - juego de la copa - carta astral – gauchito gil –
nueva era – Umbandas – Vudú – Macumba – Testigos
de Jehová – Iglesia Universal – Sai Baba Osho -
Meditación Trascendental – Viaje Astral – Hipnosis –
Masonería - Yoga - Rosacrucismo – Tai Chi – Chi Kung
– Artes Marciales – Religiones Orientales – Egiptología
– Sectas, etc.

Una vez que se identifica la CAUSA o RAIZ que provoca


la OPRESION del Maligno en la persona, se debe ORAR
sobre esa Circunstancia que genera la Opresión
para Romper esa Atadura en el Nombre de Cristo.

También puede suceder que la OPRESION del Maligno


Provenga por otras causas, EJ:

1) Que su Entorno Familiar sea el que haya participado


en actividades Ocultistas /Esotéricas.
8

2) Que exista una Atadura Generacional con familiares


ya difuntos que practicaran espiritismo, magias, etc y
que murieron sin haberse confesado tal Pecado Grave
y de este modo se haya transmitido
generacionalmente una PERTURBACION ESPIRITUAL
en la descendencia (siempre Vertical – abuelo – padre
– hijo )

3) Que exista una “INFESTACION del Maligno


Localizada”, sobre la CASA u OBJETOS pertenecientes
a la persona. (Hay casos en los que la gente cambia de
casa por mudanza y se encuentra que en la nueva casa
los dueños anteriores practicaban en rituales de
umbanda, espiritismo, magias, juego de la copa, etc)

4) Que Terceras Personas ajenas a su entorno familiar


estén realizando trabajos de ocultismo (leer apunte
sobre Maleficios) para Perjudicar a la persona por la
cual se va a orar. Tengamos en cuenta que estos
ataques son “efectivos” siempre y cuando la persona
que recibe el ataque este ALEJADA de DIOS, de los
SACRAMENTOS y de la ORACION.

Hechas estas aclaraciones, se concluye la importancia


de realizar un “INVENTARIO ESPIRITUAL” no solo de la
persona víctima de la Opresión sino también de sus
familiares presentes y difuntos, y del lugar donde este
vive. Además se tendrá en cuenta el perfil espiritual
de aquellas personas que pertenecen a un entorno
más allá de su intimidad familiar (suegros, ex parejas,
9

compañeros de trabajo) y si existen vínculos en donde


se perciben Odios, Rencores, Resentimientos que
pudieran llevar a un deseo de Venganza a través de
Ataques Espirituales de origen Ocultista.

Puesto que Toda Liberación y Sanación Espiritual se


basa en la Oración de Alabanza, se sugiere INICIAR la
Oración con una ALABANZA.

Luego decimos:

CUBRENOS SEÑOR CON TU SANGRE BENDITA Y


PRECIOSA Y PROTEGENOS.

En el NOMBRE DE JESUCRISTO, te ordenamos, espíritu


inmundo de cualquier tipo que estés perturbando
a………..que quedes ATADO y AMORDAZADO y te
EXPULSAMOS de su Vida a los PIES de la CRUZ DE
CRISTO, y te PROHIBIMOS QUE REGRESES O QUE
DAÑES a cualquiera de nosotos o a nuestros familiares
o seres queridos. (Repetir 3 Veces)
En el Nombre de CRISTO rompemos toda Maldición,
Maleficio, brujería, hechicería, todo Cautiverio
espiritual, Pactos, Ofrendas y Consagraciones
que se haya realizado contra él/ella o en contra de sus
generaciones
pasadas. Anulamos todo influencia maligna en la vida
de (....).

CON LA ESPADA DEL ESPIRITU SANTO,


“CORTAMOS, DESATAMOS Y LIBERAMOS”, (3 VECES)
10

TODA PRESENCIA DE CUALQUIER ESPIRITU INMUNDO,


TODO TRABAJO, CADENA O ATADURA PERSONAL,
FAMILIAR O GENERACIONAL EN LA VIDA DE …….Y LO
EXPULSAMOS DE AQUÍ A LOS PIES DE LA SANTA CRUZ
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y LE PROHIBIMOS
QUE REGRESE O QUE DAÑE A NOSOTROS O A
NUESTROS FAMILIARES o seres queridos.

En el Nombre de Dios Padre declaramos LIBRE a (.....)


de todo mal,
para que reciba ahora la PAZ de CRISTO, su SANACION
y su LIBERACION.
AMEN.

Al finalizar la oración, se pueden agregar Cantos que


hablen de “Victoria” o “Liberación”.

Es prudente que durante todo el proceso de Sanación


y Liberación la Relación con la persona por la cual se
ora sea una relación de tipo “PASTORAL” (mantener
una distancia prudente) y no tener una amistad íntima
dado que Satanás podría aprovechar esta
circunstancia para acceder a INFORMACION de la Vida
Intima del laico que ora (su familia, trabajo, vida
sentimental, proyectos) y atacarlo en todas esas áreas
de su vida.

NOTA: En el caso excepcional en que hubiere


“manifestaciones demoníacas”, por ej, cambio de voz
en la persona, actitud muy agresiva, locuacidad etc,
entonces SE PROCEDERA A ATAR Y AMORDAZAR EN
11

EL NOMBRE DE CRISTO A ESE ESPIRITU INMUNDO


QUE ESTA OPRIMIENDO A LA PERSONA POR LA CUAL
SE ESTA ORANDO (atar en el sentido espiritual, NO
físicamente).

“TE ATAMOS EN EL NOMBRE DE CRISTO” (se repite


varias veces hasta que el Espíritu Santo indique que ya
es suficiente)

El fundamento bíblico para esta IMPRECACION lo


encontramos en el Libro de Mateo (Mt 18, 15-20)
donde Jesús nos dice que: “YO les aseguro; TODO LO
QUE ATEN en la Tierra QUEDARA ATADO en el Cielo, y
TODO lo que DESATEN en la Tierra quedará
DESATADO en el Cielo”.

- Luego se repetirá varias veces la Fórmula: “CRISTO ES


EL SEÑOR” y se orara ALABANZAS, HASTA “Desgastar”
y “Debilitar” a ese espíritu demoníaco.

- NO SE DEBE DIALOGAR CON EL DEMONIO. NO SE


DEBE HACER CASO A LO QUE NOS DIGA, PUESTO QUE
SATANAS ES EL PADRE DE TODA MENTIRA Y ENGAÑO,
“EL ACUSADOR”.

- NO HAY QUE CESAR DE ORAR.

- SE RECOMIENDA SI ES POSIBLE, LA ORACION EN


LENGUAS (porque los demonios No resisten este tipo
de oración) ADEMAS DE IMPRECAR AL DEMONIO A
12

QUE ABANDONE A ESA PERSONA.

- UTILIZAR AGUA BENDITA (si es posible darle para


tomar)

- El REZO DEL ROSARIO, es muy importante, (se puede


hacer esto como intercesión en forma paralela en otra
habitación de la casa o a distancia en otro lugar )

En estos casos ya entraríamos en el campo del


Exorcismo puesto que sería evidente el estado de
Posesión de la persona. Se tratará de encontrar un
sacerdote entendido en la materia (si es que lo hay)
sino se orará en grupo de laicos sobre la persona
hasta que esta encuentre la Paz. Seguramente habrá
que orar varias veces durante semanas o meses
inclusive. (se recomienda hacerlo dos veces a la
semana )

Consejos para el que RECIBE la Oración de Liberación:

Antes de la Oración de Liberación, es MUY


IMPORTANTE acercarse al SACRAMENTO de la
RECONCILIACION o CONFESION, ya que esta comienza
la Acción de SANACION Y LIBERACION ESPIRITUAL en
la persona.
Es importante acudir a la Oración de Liberación con
una Actitud de Humildad y de Predisposición para
Recibir la Acción del ESPIRITU SANTO quien es el que
va a Obrar la Sanación y la Liberación.
13

SE DEBE RENUNCIAR A AQUELLA ATADURA QUE ESTA


CAUSANDO LA OPRESION DE SATANAS.(Ver apunte de
Renuncia de Ataduras Espirituales )

Después de realizada la Oración de Liberación es MUY


IMPORTANTE hacer una Vida en GRACIA DE DIOS,
ACERCANDOSE A LOS SACRAMENTOS
(CONFESION = Mínimo una vez al Mes) Y COMUNION
(mínimo los Domingos).

También se aconseja el Rezo del ROSARIO.


Hacer Oración Personal (si es posible frente al
SAGRARIO).
Actos de Piedad y Misericordia. (visitar o colaborar en
comedores de chicos, ayudar a los pobres, etc)

ABSTENERSE Y RENUNCIAR DEFINITIVAMENTE A TODA


PRACTICA ESOTERICA U OCULTISTA Y NO CAER EN
PECADOS GRAVES (DESORDENES SEXUALES,
BLASFEMIAS CONTRA EL ESPIRITU SANTO, etc)

NOTA: cuando una casa se encuentra “infestada” por


presencias demoníacas por prácticas ocultistas /
esotéricas (suelen producirse manifestaciones de
distinto tipo) entonces se hará una Oración de
Liberación similar a la que hacemos por una persona.
Siempre “Cubrirse” antes con la Sangre de Cristo para
protección personal y comunitaria.
14

Exorcismo
El Papa recuerda la importancia del exorcismo
El Exorcismo, según el cardenal Medina
El Rito de los Exorcismos -Anuncio de publicación del
decreto, 1998.
Oraciones de liberación:
Nota: solo un sacerdote autorizado por su obispo
puede hacer exorcizar, pero los laicos pueden con
prudencia orar por liberación privadamente según las
siguientes oraciones:
Súplicas que pueden utilizar privadamente los fieles vs.
el poder de las tinieblas
Oraciones de liberación del Padre Amorth
-El Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum»
(www.upra.org) ofrece el curso «Exorcismo y oración
de liberación»

El exorcismo es una antigua y particular forma de


oración que hace un ministro ordenado de la Iglesia,
en nombre de Jesucristo y por el poder que Jesucristo
ha otorgado a su Iglesia para liberar del poder de
Satanás, demonio. Por lo tanto no es oración personal
sino de la Iglesia.

El Catecismo #1673: "Cuando la Iglesia pide


públicamente y con autoridad, en nombre de
Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido
15

contra las asechanzas del maligno y sustraída a su


dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (Mc
1,25 ss), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de
exorcizar".

Los exorcismos pueden ser simples o solemnes.


El exorcismo simple se reza en el rito del bautismo.
El exorcismo solemne es un sacramental que sólo
puede ser válidamente celebrado por un sacerdote
con el permiso del Ordinario (obispo) del lugar. El
obispo da permiso al sacerdote para cada caso o
puede, con el permiso de la Santa Sede, formalmente
otorgar a un sacerdote el oficio de exorcista. En ese
caso el sacerdote está facultado para exorcizar y no
necesita un permiso particular para cada caso.

Solo el exorcista con la debida licencia puede verificar


la verdadera posesión diabólica. Es un proceso difícil en
el que se deben descartar causas naturales.

Según el Padre Amorth, exorcista de Roma, el poder de


expulsar demonios que Jesús confirió a todos los
creyentes conserva toda validez. Es un poder general
basado en la fe y en la oración, y puede ser ejercido por
individuos o comunidades sin ninguna autorización. Sin
embargo, en este caso, se trata de plegarias de
liberación, y no se deben llamar exorcismos. Sólo al
sacerdote autorizado, además de al obispo exorcizante,
corresponde el nombre de exorcista. "Habla un
Exorcista", Planeta + Testimonio, pag. 43-44.
16

En algunas diócesis hay laicos que han sido preparados


para el ministerio de liberación (no exorcismo) bajo la
dirección de un sacerdote. La liberación es oración para
liberar de la opresión del demonio pero sin utilizar el
rito de exorcismo. Nadie debe ejercer este ministerio
sin autorización de la Iglesia.

Jesús vino a liberarnos del poder de Satanás y darnos


la gracia de ser hijos de Dios.

Jesús le increpó y el demonio salió de él; y quedó sano


el niño desde aquel momento. Mateo 17,18

Jesús impartió su poder liberador a sus discípulos para


que ellos y sus sucesores continuaran la misión de
liberación y exorcismo en su nombre. Por lo tanto el
protagonista en el exorcismo es Dios a través de su
ministro y no el demonio.

El les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un


rayo. Mirad, os he dado el poder de pisar sobre
serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del
enemigo, y nada os podrá hacer daño» Lucas 10,18-19

El exorcista ante todo busca llevar la persona


atribulada a un encuentro con Jesús. Para ello es
necesario apertura a los canales de gracia en la Iglesia:
la confesión, la eucaristía, la meditación de la Palabra,
la comunidad, la catequesis... Es un camino de fe en al
que se invita también a la familia Cf. Mc 9, 14-29.

Necesidad de diagnóstico y la prudencia


El Padre Gramolazzo comenta:
17

Actualmente muchos viven una fe supersticiosa o de


superstición y muchos tienden a no hacerse
responsables, no saben afrontar el sufrimiento y
atribuyen todo trastorno físico o espiritual a la acción
del demonio. Pero frecuentemente el remedio es una
verdadera y sincera confesión. Cuando en cambio se
percibe aversión a lo sagrado, enfermedades
desconocidas o incluso síntomas difíciles de identificar,
es posible que sea necesario el exorcismo. La presencia
demoníaca de cualquier forma hay que diagnosticarla
en cada caso. En cambio debería haber más dedicación
a la ascesis, a la oración, a la penitencia. La mentalidad
popular ha exagerado los poderes de Satanás, que son
los de un ángel común.

En la vida diaria para defenderse del mal basta con ser


coherentes con el Evangelio, no tener miedo de
testimoniar la propia fe y cuidar la propia relación con
Dios. A veces es Dios mismo quien permite que algunos
sean vejados u obsesionados; piénsese en algunos
santos. Pero en estos casos nos hallamos ante planes
divinos para nosotros impenetrables.

Juan Pablo II recuerda la importancia del exorcismo


El Padre Amorth, exorcista oficial de Roma, se lamenta
de que por tres siglos, los exorcismos fueron casi
abandonados por la Iglesia. Juan Pablo II, ha vuelto a
recordar la importancia de estos. Durante la audiencia
pública del 3 de Junio de 1998, El Papa Juan Pablo II
habló de los deberes del exorcista y en 1999 se publicó
18

el rito de exorcismo que remplaza al del 1614. El Papa,


según el Padre Amorth, ha hecho al menos dos
exorcismos durante su pontificado. El primer caso fue
en abril del 1982, el segundo durante el año jubilar.
Ambos casos se tratan de personas no identificadas
que manifestaron señales de posesión durante una
audiencia con el Papa. El mas tarde las rezó las
oraciones del exorcismo por ellas en privado.

El Exorcismo, según el Cardenal Medina


La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de
los Sacramentos, presentó el nuevo rito de exorcismos
en enero del 1999. El prefecto de dicha congregación,
el Cardenal Medina, enseñó en dicha ocasión los
siguientes puntos (todas las citas son del mismo
cardenal o según indicado)

Según el Cardenal Jorge Medina Estevez, el nuevo


ritual es una edición actualizada de la versión del
texto de 1614. Añadió que las oraciones oficiales
reconocían la realidad del demonio "en su forma
substancial, como el maligno, el enemigo de Dios".

¿QUÉ ES EL EXORCISMO?: "El exorcismo es una


antigua y particular forma de oración que la Iglesia
emplea contra el poder del diablo".

Catecismo #1673:
19

"Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad,


en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto
sea protegido contra las asechanzas del maligno y
sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo
practicó (cf. Mc 1:25s), de El tiene la Iglesia el poder y
el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7.13; 16:17). En
forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración
del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser
practicado por un sacerdote y con el permiso del
obispo. En estos casos es preciso proceder con
prudencia, observando estrictamente las reglas
establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta
expulsar a los demonios o liberar del dominio
demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús
ha confiado a su Iglesia."

"Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre


todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia
médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de
celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia
del Maligno y no de una enfermedad." (cf. CIC can.
1172).

En que se fundamenta: El exorcismo tiene como


punto de partida la fe de la Iglesia, según la cual existen
Satanás y los otros espíritus malignos. La doctrina
católica nos enseña que los demonios son ángeles
caídos a causa de sus pecados, que son seres
espirituales de gran inteligencia y poder".

¿Por qué hace falta?: La capacidad del hombre de


acoger a Dios "es ofuscada por el pecado, y a veces el
20

mal ocupa el puesto en el que Dios quiere vivir. Por


eso, Jesucristo ha venido a liberar al hombre del
dominio del mal y del pecado. (...) Jesucristo expulsaba
los demonios y liberaba a los hombres de las
posesiones de los espíritus malignos para hacerse
espacio en el hombre".

¿Cuánto poder tiene Satanás? "El poder de Satanás


no es infinito", sin embargo el que Dios permita que
seamos tentados "es un gran misterio".

¿Cómo nos influencia el demonio? "El influjo


nefasto del demonio y de sus secuaces es
habitualmente ejercitado por medio del engaño, la
mentira y la confusión. Así como Jesús es la Verdad, el
diablo es el mentiroso por excelencia. Desde siempre,
desde el inicio, la mentira ha sido su estrategia
preferida".

¿Ha cambiado la doctrina de la Iglesia sobre el


exorcismo? No ha cambiado. Solo han habido algunos
cambios en el lenguaje del rito. "Entre el rito anterior y
el nuevo hay una gran continuidad; no existe un
cambio radical. El lenguaje es más sobrio; hay menos
adjetivos, pero la expresión de la fe en el poder de Dios
para expulsar al demonio es la misma en ambos casos".

Criterios para discernir posesión diabólica según el


nuevo ritual del exorcismo.

La principal es:
21

-Aversión vehemente hacia Dios, la Virgen, los Santos,


la cruz y las imágenes sagradas.

Junto con esta pueden darse otros fenómenos que por


si solos podrían ser don de Dios pero en el caso de
posesión se manifiestan para el mal:

-El hablar con muchas palabras de lenguas


desconocidas o entenderlas.
-Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
-Demostrar más fuerzas de lo normal.

¿Puede el demonio tener influencia sobre lugares,


objetos y personas? Si. Esta realidad se reconoce en el
ritual de exorcismos.

¿Hay diferentes formas de influencia demoníaca


además de la posesión? Si. En el presente ritual se
encuentran el rito el exorcismo propiamente dicho y las
oraciones que hay que recitar públicamente cuando se
juzga prudentemente que existe una influencia de
Satanás sobre lugares, objetos o personas, sin llegar a
la fase de una posesión verdadera y propia. Además,
existe una serie de oraciones que los fieles deben rezar
privadamente cuando tienen fundadas sospechas de
que son sometidos a influencias diabólicas.

¿Quién puede practicar el exorcismo? En la


pregunta anterior vimos que el nuevo ritual contiene
oraciones que los fieles pueden rezar cuando están
sometidos a influencias diabólicas. Sin embargo,"Para
practicar el exorcismo es necesaria la autorización del
22

obispo diocesano, que puede ser concedida para un


caso específico o de un modo general y permanente al
sacerdote que ejercita el ministerio de exorcista en la
diócesis".

¿Por qué un nuevo ritual? En el último capítulo del


ritual romano se ilustraban las indicaciones y el texto
litúrgico de los exorcismos, pero se quedó sin ser
revisado después del Concilio Vaticano II. Tras un
trabajo de 10 años, en enero de 1999 se hizo oficial el
texto actual aprobado por el Pontífice.

EL RITO DE EXORCISMO
-Publicado por el Vaticano en Enero de 1999
CONGREGACION DEL CULTO DIVINO Y DISCIPLINA DE
LOS SACRAMENTOS Prot. N. 1280 / 98 / L

DECRETO

La Iglesia obediente a la oración del Padre Nuestro, ya


desde tiempos antiguos proveyó con misericordia entre
los sacramentales el que por piadosas oraciones
dirigidas a Dios se buscara que los cristianos fueran
liberados de diversos peligros y especialmente de las
asechanzas del demonio. De una manera muy especial
instituyó exorcistas en la Iglesia, los que, imitando la
caridad de Cristo, pusieran remedio a las posesiones
del maligno, incluso ordenando en nombre de Dios a
los demonios para que se fueran y no dañaran por
cualquier razón a los hombres por más tiempo.
23

Pareció oportuno en nuestros tiempos revisar las


normas tradicionales y las oraciones y también los
modelos del título XII del Ritual Romano, a fin de que
los ritos respondieran a los decretos de la Constitución
Sacrosanctum Concilium de Concilio Vaticano II, y
especialmente el artículo 79.

Por lo tanto este ritual de Exorcismos ha sido renovado


y aprobado por el Sumo Pontífice Juan Pablo II el día 1
de Octubre de 1998, y esta Congregación lo promulga
para que sustituya a las normas y modelos que hasta
hoy había en el título XII del Ritual Romano.

Tan pronto vea la luz la edición la pueden utilizar todos


aquellos a los que según el derecho compete usarla. No
obstante cuiden las Conferencias Episcopales que las
ediciones en lengua vernácula preparadas para el Ritual
y adaptadas a las normas del derecho, se remitan a la
Santa Sede para su aprobación.

Quedando anulado todo lo pudiese haber en contra.

De los magistrados de la Congregación del Culto Divino


y Disciplina del los Sacramentos, día 22 de Noviembre
de 1998, en la solemnidad de nuestro Sr. Jesucristo Rey
Universal.

Georgius Card. MEDINA ESTEVEZ


Prefecto
24

Gerardus M. Agnelo
Archiep. A Secretis

Presentación oficial del cardenal Medina Estévez,


prefecto de la Congregación para el culto divino y la
disciplina de los sacramentos
en la sala de Prensa de la Santa Sede

Martes 26 de enero de 1999

Para poder entender qué es el exorcismo, se debe


partir de Jesús y de su misma praxis.

Jesucristo vino al mundo y a los hombres para anunciar


e inaugurar el reino de Dios. Los hombres poseen una
innata capacidad para recibir a Dios en su corazón (cf.
Rm 5, 5). Sin embargo, esta capacidad para acoger a
Dios es ofuscada por el pecado, y en algunas ocasiones
el mal ocupa en el hombre el puesto que sólo le
corresponde a Dios. Por ello, Jesucristo vino a liberar al
hombre del mal y del pecado, y también de todas las
formas de dominación del maligno, es decir, del diablo
y de sus espíritus malignos, llamados demonios, que
quieren pervertir el sentido de la vida del hombre. Por
esta razón, Jesucristo expulsaba los demonios y
liberaba a los hombres de la posesión de los espíritus
malignos, para hallar cabida en el corazón del hombre y
darle la posibilidad de conseguir la libertad ante Dios,
que quiere darle su Espíritu Santo, para que se
25

convierta en su templo vivo (cf. 1 Co 6, 19; 1 P 2, 5) y


dirija sus pasos hacia el camino de la paz y de la
salvación (cf. Rm 8, 1-17; 1 Co 12, 1-11; Ga 5, 16-26).

La Iglesia está llamada a seguir a Jesucristo y ha


recibido, de Cristo mismo, el poder de continuar, en su
nombre, su misión. De aquí que la acción de Cristo para
liberar al hombre del mal se ejercita a través del
servicio de la Iglesia y de sus ministros ordenados,
delegados por el obispo para cumplir los ritos sagrados
dirigidos a librar a los hombres de la posesión del
maligno.

El exorcismo constituye una antigua y particular forma


de oración que la Iglesia emplea contra el poder del
diablo. He aquí cómo explica el Catecismo de la Iglesia
católica en qué consiste el exorcismo y cómo se lleva a
cabo: «Cuando la Iglesia pide públicamente y con
autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o
un objeto sea protegido contra la influencia del
maligno y substraído a su dominio, se habla de
exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1, 25 ss); de él
deriva a la Iglesia el poder y la tarea de exorcizar (cf.
Mc 3, 15; 6, 7. 13; 16, 17). De una manera simple, el
exorcismo se practica durante la celebración del
bautismo. El exorcismo solemne, llamado «gran
exorcismo», puede ser practicado sólo por un
presbítero y con el permiso del obispo. En esta materia
es necesario proceder con prudencia, observando
rigurosamente las normas establecidas por la Iglesia. El
26

exorcismo tiene como objeto expulsar a los demonios o


liberar de la influencia demoníaca, mediante la
autoridad que Jesús ha dado a su Iglesia. Muy diferente
es el caso de enfermedades, sobre todo psíquicas, cuya
curación pertenece al campo de la ciencia médica. Es
importante, por lo tanto, asegurarse, antes de celebrar
el exorcismo, que se trate de una presencia del maligno
y no de una enfermedad (cf. Código de derecho
canónico, c. 1172)» (Catecismo de la Iglesia católica, n.
1673).

La sagrada Escritura nos enseña que los espíritus


malignos, enemigos de Dios y del hombre, realizan su
acción de modos diversos; entre éstos se señala la
obsesión diabólica, llamada también posesión
diabólica. Sin embargo, la obsesión diabólica no
constituye la manera más frecuente como el espíritu de
las tinieblas ejerce su influjo. La obsesión tiene
características de espectacularidad; en ella el demonio
se apropia, en cierto modo, de las fuerzas y de la
actividad física de la persona que sufre la posesión. No
obstante esto, el demonio no puede adueñarse de la
libre voluntad del sujeto, lo que impide el compromiso
de la libre voluntad del poseído, hasta el punto de
hacerlo pecar. Sin embargo, la violencia física que el
diablo ejerce sobre el obseso constituye un incentivo al
pecado, que es lo que él quisiera obtener. El ritual del
exorcismo señala diversos criterios e indicios que
permiten llegar, con prudente certeza, a la convicción
de que se está ante una posesión diabólica. Es
27

solamente entonces cuando el exorcista autorizado


puede realizar el solemne rito del exorcismo. Entre
estos criterios indicados se encuentran: el hablar con
muchas palabras de lenguas desconocidas o
entenderlas; desvelar cosas escondidas o distantes;
demostrar fuerzas superiores a la propia condición
física, y todo ello juntamente con una aversión
vehemente hacia Dios, la santísima Virgen, los santos,
la cruz y las sagradas imágenes.

Se subraya que para llevar a cabo el exorcismo es


necesaria la autorización del obispo diocesano.
Autorización que puede ser concedida para un caso
específico o de un modo general y permanente al
sacerdote que ejerce en la diócesis el ministerio de
exorcista.

El Ritual romano contenía, en un capítulo especial, las


indicaciones y el texto litúrgico de los exorcismos. Este
capítulo era el último, y había quedado sin ser revisado
después del concilio Vaticano II. La redacción final del
Rito de los exorcismos ha requerido muchos estudios,
revisiones, renovaciones y modificaciones, consultas a
las diversas Conferencias episcopales; todo ello
analizado por parte de una Asamblea ordinaria de la
Congregación para el culto divino. El trabajo ha costado
diez años de esfuerzos, dando como resultado el texto
actual, aprobado por el Sumo Pontífice, que hoy se
hace público y se pone a disposición de los pastores y
de los fieles de la Iglesia. Resta, no obstante, un trabajo
28

que incumbe a las respectivas Conferencias


episcopales: la traducción de este Ritual a las lenguas
habladas en sus respectivos territorios. Estas
traducciones deben ser exactas y fieles al original
latino, y deben ser sometidas, según la norma
canónica, a la recognitio de la Congregación para el
culto divino.

En el Ritual que hoy presentamos se encuentra, sobre


todo, el rito del exorcismo propiamente dicho, que
debe realizarse sobre la persona obsesa. Siguen las
oraciones que debe decir públicamente un sacerdote,
con el permiso del obispo, cuando se juzga
prudentemente que existe un influjo de Satanás sobre
lugares, objetos o personas, sin llegar al nivel de una
posesión propiamente dicha. Contiene, además, una
serie de oraciones que pueden ser dichas privadamente
por los fieles, cuando sospechan con fundamento que
están sujetos a influjos diabólicos.

El exorcismo tiene como punto de partida la fe de la


Iglesia, según la cual existen Satanás y los otros
espíritus malignos, y que su actividad consiste en alejar
a los hombres del camino de la salvación. La doctrina
católica nos enseña que los demonios son ángeles
caídos a causa del propio pecado; que son seres
espirituales con gran inteligencia y poder: «El poder de
Satanás, sin embargo, no es infinito. Éste no es sino una
criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro,
pero siempre criatura: no puede impedir la edificación
29

del reino de Dios. Aunque Satanás actúe en el mundo


por odio contra Dios y su reino en Cristo Jesús, y su
acción cause graves daños -de naturaleza espiritual e,
indirectamente, también de naturaleza física- a cada
hombre y a la sociedad, esta acción es permitida por la
divina Providencia, que guía la historia del hombre y
del mundo con fuerza y suavidad. La permisión por
parte de Dios de la actividad diabólica constituye un
misterio grande, sin embargo ianosotros sabemos que
Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo
amanlo (Rm 8, 28)» (Catecismo de la Iglesia católica, n.
395).

Quisiera subrayar que el influjo nefasto del demonio y


de sus secuaces es habitualmente ejercitado a través
del engaño, la mentira y la confusión. Así como Jesús es
la Verdad (cf. Jn 8, 44), el diablo es el mentiroso por
excelencia. Desde siempre, desde el inicio, la mentira
ha sido su estrategia preferida. No hay lugar a dudas de
que el diablo tiene la capacidad de atrapar a muchas
personas en las redes de las mentiras, pequeñas o
grandes. Engaña a los hombres haciéndoles creer que
no tienen necesidad de Dios y que son autosuficientes,
sin necesitar ni la gracia ni la salvación. Logra engañar a
los hombres amortiguando en ellos, e incluso haciendo
desaparecer, el sentido del pecado, sustituyendo la ley
de Dios como criterio de moralidad por las costumbres
o consensos de la mayoría. Persuade a los niños para
que crean que la mentira constituye una forma
adecuada para resolver diversos problemas, y de esta
30

manera se forma entre los hombres, poco a poco, una


atmósfera de desconfianza y de sospecha. Detrás de las
mentiras, que llevan el sello del gran mentiroso, se
desarrollan las incertidumbres, las dudas, un mundo
donde ya no existe ninguna seguridad ni verdad, y en el
cual reina, en cambio, el relativismo y la convicción de
que la libertad consiste en hacer lo que da la gana. De
esta manera no se logra entender que la verdadera
libertad consiste en la identificación con la voluntad de
Dios, fuente del bien y de la única felicidad posible.

La presencia del diablo y de su acción explica la


advertencia del Catecismo de la Iglesia católica: «La
dramática condición del mundo que "yace" todo él
"bajo el poder del maligno" (1 Jn 5, 19), hace que la
vida del hombre sea una lucha: "Toda la historia
humana se encuentra envuelta en una tremenda lucha
contra el poder de las tinieblas; lucha que comenzó ya
en el origen del mundo, y que durará, como dice el
Señor, hasta el último día. Inserto en esta batalla, el
hombre debe combatir sin descanso para poder
mantenerse unido al bien; no puede conseguir su
unidad interior si no es al precio de grandes esfuerzos,
con la ayuda de la gracia de Dios" (Gaudium et spes, 37,
2)» (n. 409).

La Iglesia está segura de la victoria final de Cristo y, por


tanto, no se deja arrastrar por el miedo o por el
pesimismo; al mismo tiempo, sin embargo, es
consciente de la acción del maligno, que trata de
31

desanimarnos y de sembrar la confusión. «Tengan


confianza -dice el Señor-; yo he vencido al mundo» (Jn
8, 33). En este marco encuentran su justo lugar los
exorcismos, expresión importante, pero no la única, de
la lucha contra el maligno.

Card. Jorge A. MEDINA ESTÉVEZ


Prefecto

PREFACIO

En todo el curso de la historia de la salvación se


encuentran seres angélicos, algunos que sirven al
consejo divino y al misterio de la Iglesia y dan
continuamente una potente ayuda; pero sin embargo
otros caídos, y llamados diabólicos, se oponen a Dios, a
su voluntad salvífica y al cumplimiento de la misión de
Cristo, intentando asociar al hombre a la propia
rebelión contra Dios.

En las Sagradas Escrituras, al Diablo y a los demonios se


les dan diversos nombres, entre los que algunos hacen
referencia a su naturaleza y otros a la actividad. El
Diablo que se llama también Satanás, antigua serpiente
y dragón, es el que seduce a todo el universo y lucha
contra aquellos que cumplen los mandamientos de
Dios y aceptan el testimonio de Jesús (cf. Apoc
12,9.17). Desde el principio se le señala como
adversario de los hombres (1 Petr 5,8) y homicida (cf. Io
32

8,44); pues por el pecado hizo al hombre sujeto a la


muerte. Por el hecho de que con sus insidias provoca al
hombre para que desobedezca a Dios, este Malo se
llama Tentador (cf. Mt 4,3 et 26,36-44), mentiroso y
padre de la mentira (cf. Io 8,44), que obra sagaz y
falsamente, como lo atestigua la seducción de nuestros
primeros padres (cf.Gen 3,4.13), el intento de apartar a
Jesús de la misión aceptada al Padre (cf. Mt 4,1-11; Mc
1,12; Le 4,1-13) y su transfiguración en ángel de luz (cf.
2Cor 11, 14). Se llama también príncipe de este mundo
(cf. Io 12, 31:14, 30), especialmente del mundo que ha
sido dominado por el Maligno (1 Io 5, 19) y no conoció
la Luz verdadera (cf. Io 1, 9-10). Finalmente su poder es
declarado como poder de las tinieblas (cf. Lc 22, 53; Col
1, 13), puesto que odia la Luz, que es Cristo, y lleva a
los hombres a sus propias tinieblas. Los Demonios
verdaderamente aquellos que con el diablo no
reconocieron el principado de Dios, fueron declarados
réprobos (cf. 2 Petr 2, 4) y forman la maldad espiritual
(cf. Eph 6, 12), puesto que hubieran sido creados
espíritus que pecaron, y los ángeles son llamados
Satanás (cf. Mt 25, 41; 2Cor 12, 7; Apoc 12, 7.9), lo cual
puede significar también que les fue concebida una
misión especial por el príncipe maligno.

La victoria del Hijo de Dios destruyó (cf. 1 Io 3, 8) las


obras de todos estos espíritus inmundos, malos y
seductores (cf. Mt 10, 1; Mc 5, 8; Lc 6, 18; 11,26, Act
8,7; 1Tim 4, 1; Apoc 18, 2). Aunque “invadió la historia
de todos los hombres una ardua batalla contra las
33

potestades de las tinieblas” “que durará hasta el final


de los días”, Cristo por su pascual misterio de muerte y
resurrección “nos ha arrancado de la servidumbre del
diablo y del pecado” rompiendo su imperio y liberando
todas las cosas de los contagios malignos. Como pues la
acción contraria y destructora del Diablo y de los
demonios afecte a las personas, cosas, lugares y se
agrupen de diverso modo, la Iglesia, siempre
consciente de que “los días son malos” (Eph 5, 16), oró
y ora para que los hombres sean liberados del
demonio.

PRAENOTANDA

DE LA VICTORIA DE CRISTO Y LA AUTORIDAD DE LA


IGLESIA CONTRA LOS DEMONIOS
1. La Iglesia cree firmemente que hay un solo y
verdadero Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo
principio de todas las cosas: creador de todas las cosas
“visibles e invisibles.” Y además; Dios cuida y gobierna
con su providencia todas las cosas que hizo (cf. Col 1,
16), y no hizo nada que no fuera bueno. Hasta “los
diablos y los otros demonios fueron creados también
por Dios buenos en cuanto a la naturaleza; pero ellos se
hicieron malos por sí mismos.” De donde ellos hubieren
sido buenos si hubiesen permanecido buenos como
fueron hechos. Pero como usaron mal de su
extraordinaria naturaleza, y no permanecieron en la
verdad (cf. Io 8, 44), no se convirtieron en una
sustancia contraria (mala), sino que se separaron del
34

sumo Bien, al que se tenían que haber unido.


2. El hombre, pues, fue creado a imagen de Dios “en la
justicia y la santidad de verdad” (Eph 4,24) y su
dignidad exige que elija con libertad y según la
conciencia. “Pero, con la persuasión diabólica, abusó
demasiado del don de la libertad. Por el pecado de la
desobediencia (cf. Gen 3; Rom 5, 12) bajo el poder del
diablo, además de que le hizo volver a la muerte, fue
hecho siervo del pecado. Por eso se estableció en la
historia de los hombres una dura lucha cuerpo a cuerpo
contra las potestades de las tinieblas, que empezada en
el origen del mundo, bajo la dirección del Señor (cf. Mt
24, 13; 13, 24-30 y 36-43) durara hasta el último día”.
3. El Padre todopoderoso y misericordioso envió al
mundo a su Hijo amado para sacar a los hombres de la
potestad de las tinieblas, y llevarlos a su reino. (cf. Gal
4, 5; Col 1, 13). Por lo que Cristo, primogénito de toda
criatura (Col 1, 15), renovando al viejo hombre, vistió la
carne del pecado, para destruir por la muerte a aquel
que tenía el imperio de la muerte, esto es, el diablo
(Hebr 2, 14), y la herida naturaleza humana, por la
Pasión y Muerte de Jesucristo, constituirla en una
nueva criatura, con el don del Espíritu Santo.
4. El Señor Jesús, pues, en los días de su encarnación,
habiendo vencido las tentaciones en el desierto, (cf. Mt
4, 1-11; Mc 1, 12-13; Lc. 4, 1-13), con su autoridad
expulsó a Satanás y a otros demonios, imponiéndoles
su divina voluntad (cf. Mt 12, 27-29; Lc 11, 19-20).
Haciendo bien y sanando a todos los opresos por el
diablo (cf. Act 10, 38), manifestó su obra de salvación al
35

liberar a los hombres del pecado, de sus consecuencias


y del autor del primer pecado, homicida desde el
principio y padre de la mentira (Io 8, 44).
5. Cuando vino la hora de las tinieblas, el Señor, “hecho
obediente hasta la muerte” (Phil 2, 8), por el poder de
la Cruz repelió el novísimo ímpetu del Satanás (cf. Lc
4,13; 33, 53), triunfando de la soberbia del antiguo
enemigo. Esta victoria se manifiesta con la gloriosa
resurrección de Cristo, cuando Dios lo resucitó de entre
los muertos y lo puso a su derecha en el cielo y todo lo
sujetó debajo de sus pies (cf. Eph 1, 21-22)
6. Cristo, para el ministerio que les encomendó, les dio
poder a sus Apóstoles y otros discípulos, para echar
fuera a los espíritus inmundos. (cf. Mt 10, 1.8; Mc 3, 14-
15; 6, 7.13; Lc 9, 1; 10, 17.18-20). Les prometió el Santo
Espíritu Paráclito, que procede del Padre por medio del
Hijo, que acusará al mundo de juicio, porque el príncipe
de este mundo ya ha sido juzgado (cf. Io 16, 7-11).
Entre las señales siguen a los creyentes , se enumera en
el Evangelio el sacar los demonios (cf. Mt 16, 17).
7. De allí que la Iglesia ejerció, desde el tiempo de los
apóstoles, la potestad de sacar demonios y repeler su
influjo ( Act 5, 16; 8,7; 16, 18; 19, 12). Ora continua y
confiadamente “en nombre de Jesús” para liberarse del
Malo (cf. Mt 6, 13 ). Mandó a los demonios de varias
maneras, por el mismo nombre y por la virtud del
Espíritu Santo, que no impidan la obra de
evangelización (cf. 1 Thess 2, 18) y le restituyan, como
el Más Fuerte (cf. Lc 11, 21 22), el dominio de todo y
también de cada hombre. Se llama exorcismo cuando la
36

Iglesia públicamente y con autoridad, en nombre de


Jesús, ora para que algunas personas o cosas sean
protegidas contra el influjo del Maligno, y se saquen de
su influjo.

DE LOS EXORCISMOS COMO TRABAJO DE SANTIFICAR


LA IGLESIA
8. Por medio de la antiquísima tradición de la Iglesia
conservada sin interrupción, sabemos que el camino de
la iniciación cristiana se organiza de tal manera que se
señala claramente la espiritual lucha cuerpo a cuerpo
contra el poder del diablo ( cf. Eph 6, 12) y que la
misma empiece a acontecer. Los exorcismos que hay
que hacer de forma sencilla sobre los elegidos en el
tiempo del catecumenado o exorcismos menores, son
oraciones de la Iglesia para que estos, conocido que
han sido liberados de pecado por el misterio de Cristo,
se liberen de las secuelas del pecado y de los influjos
del diablo, sean robustecidos en su camino espiritual y
abran sus corazones para recibir los dones del Salvador.
Por fin, en la celebración del Bautismo, los que se van a
bautizar renuncian a Satanás y a su fuerza y poder y se
oponen a él con su fe propia en Dios uno y trino.
También en el bautismo de párvulos se hace una
oración de exorcismo sobre los niños “inclinados a las
cosas agradables de este mundo y que han de luchar
contra las insidias del demonio” , para que sean
fortalecidos en el camino de la vida con la gracia de
Cristo. Por el bautismo, el hombre participa de la
victoria de Cristo sobre el diablo y el pecado, cuando
37

pasa de aquel estado en el que nace como hijo del


primer Adán al estado de gracia y de adopción como
hijo de Dios por el segundo Adán Jesucristo y es
liberado de la servidumbre del pecado, con la libertad
que Cristo nos liberó (cf. Gal 5, 1)
9. Los fieles, aun renacidos en Cristo, los que están en
el mundo experimentan tentaciones, por lo que deben
vigilar porque su adversario “el Diablo como un león
rugiente da vueltas buscando a quien devorar” (cf. 1
Pet 5, 8). Al cual hay que resistir siendo fuertes en la fe,
confortados por el Señor y en el poder de su virtud
(Eph 6, 10) y apoyados por la Iglesia que ruega que sus
hijos estén a salvo de cualquier perturbación. Por la
gracia de los sacramentos y especialmente por la
celebración repetitiva del de la penitencia consiguen
fuerzas, hasta que lleguen a la plena libertad de los
hijos de Dios (cf. Rom 88,21).
10. Pero el misterio de la piedad divina se hace para
nosotros muy difícil de entender, cuando alguna vez
ocurren casos de alguna especial vejación o posesión
(ocupación) por parte del diablo de alguna persona
agregada al pueblo de Dios y bautizado por Cristo para
que como hijo de la luz caminara hacia la vida eterna.
Entonces queda claro el misterio de iniquidad que se
esta realizando en el mundo, aunque el demonio no
pueda traspasar los límites que Dios le haya impuesto.
Esta forma de potestad del demonio sobre el hombre
difiere de aquella que se daba en el hombre debido al
pecado original, que es pecado. Si ocurre esto, la Iglesia
implora a Cristo, Señor y Salvador, confiada en su
38

poder, le ofrece ayudas al fiel vejado o poseído para


sea liberado de la vejación o posesión.
11. Entre estas ayudas sobresale el exorcismo mayor,
solemne, que también se llama mayor, que es una
celebración litúrgica. Por esta razón los exorcismos que
intentan expulsar a los demonios o liberar del influjo
demoníaco y además con la autoridad espiritual que
Jesús dio a Su Iglesia es una oración de la clase de los
sacramentales, por lo tanto es un signo sagrado que
significa signos especialmente espirituales y que se
obtienen por el mandato de la Iglesia.
12. En los exorcismos mayores la Iglesia unida suplica al
Espíritu Santo que ayude nuestra debilidad para echar
demonios y así no dañen a los fieles. Con aquel
confiado soplo que el Hijo de Dios después de la
resurrección dono el Espíritu, la Iglesia hace el
exorcismo, no en nombre propio, sino únicamente en
el nombre de Dios o Cristo Señor, a quien todo,
también el diablo y los demonios, debe obedecer.

DEL MINISTRO Y CONDICIONES PARA UN EXORCISMO


MAYOR
13. El ministerio para exorcizar a los poseídos necesita
de una licencia peculiar y expresa del Ordinario del
lugar que, como regla, será el mismo Obispo diocesano.
Esta licencia debe concederla solo a sacerdote piadoso,
dotado de sabiduría, prudencian y de vida integra y
también preparado muy especialmente para esto. Y el
sacerdote al que sido encomendado el oficio de
exorcista, de forma estable o para un caso
39

determinado, ejerza este ministerio confiada y


humildemente bajo la moderación del Obispo
diocesano. Cuando en este libro se dice “exorcista”,
debe entenderse “sacerdote exorcista”.
14. El exorcista, en el caso de alguna posesión que se
dice diabólica, ante todo debe proceder con la
necesaria y máxima circunspección y prudencia. En
primer lugar no crea fácilmente que cualquiera esté
poseído por el demonio, especialmente aquel que esté
tratado por el psicólogo debido a alguna enfermedad.
Así mismo en absoluto crea que hay una posesión en el
que primero afirmó que estaba tentado, desolado y
vejado de manera especial por el demonio; pues uno
puede engañarse así mismo por la propia imaginación.
Tenga también presente que no se confunda por los
engaños y mentiras que utiliza el demonio para
engañar al hombre, a fin de convencer al poseído para
que no se sujete a exorcismos: pues su enfermedad es
natural y depende de la ciencia médica. Empiece de
manera igual que si verdaderamente hubiera sido
vejado por el demonio, tal como ha sido afirmado.
15. Distíngase correctamente el caso de ataque del
diablo de aquella credulidad por la cual algunos,
incluso, que ellos eran objeto de maleficios, de una
malas suertes o maldiciones, que han sido puestas por
algunos sobre ellos o parientes o sobre sus bienes. A
estos no se les ha de negar la ayuda espiritual, pero
bajo ningún concepto se les haga un exorcismo; pues se
les puede ofrecer otras oraciones acomodadas, de
manera que con ellas y por ellas encuentren la paz de
40

Dios. Así mismo hay que ofrecer ayuda espiritual a los


creyentes a los que el Maligno no les toca, pero son
tentados por él para hacer el mal, cuando quieren
guardar fidelidad al Señor Jesús y al Evangelio. Estas
oraciones pueden ser oficiadas por sacerdotes que no
sean exorcistas, y hasta por un diácono, siempre que
usen preces y oraciones preparadas para estos casos.
16. El exorcista no debe proceder a celebrar un oficio
de exorcismo sino comprueba, con certeza moral, que
realmente se va a exorcizar un poseído del demonio y
que este, si es posible, del consentimiento.
Se tiene por signos de posesión del demonio, según
una forma de hacer comprobada: hablar varias
palabras de un lenguaje desconocido, o entender al
que las habla; hacer patentes cosas distantes y ocultas;
demostrar una fuerza superior a la edad o a su
condición natural. Estos signos pueden ofrecer un
indicio de posesión. Como estos signos no es forzoso
atribuirlos al diablo, hay que fijarse en otras cosas,
especialmente del orden moral y espiritual, que de otro
modo manifiestan la intervención del diablo, como por
ejemplo, el apartarse vehemente de Dios, Del
Santísimo Nombre de Jesús, de la Bienaventurada
Virgen María, de los Santos, de la Iglesia, de la Palabra
de Dios, de as cosas, de los ritos, especialmente
sacramentales y de las imágenes sagradas. Y finalmente
alguna vez la relación de todos estos signos se ha de
sopesar diligentemente en la vida espiritual cristiana
con la fe y la lucha, ya que el Maligno en primer lugar
es enemigo de Dios y de todas las cosas que unen a los
41

fieles con la acción salvífica de Dios.


17. El exorcista, consultados expertos en cosas
espirituales y, en cuanto sea posible expertos en
ciencias médicas y psiquiátricas que tengan
conocimiento de cosas espirituales, juzgará
prudentemente la necesidad de usar el rito del
exorcismo, a través de una diligente investigación,
guardando siempre el secreto de la confesión.
18. En casos que afecten a un no católico y en otros
muy difíciles, debe exponerlo al Obispo diocesano, el
que puede requerir el asesoramiento de algunos
expertos, antes de tomar la decisión sobre el
exorcismo.
19. Hágase el exorcismo de manera que se manifiesta
la fe de la Iglesia y que nadie lo pueda considerar una
acción mágica o supersticiosa. Hay que cuidar que no
sea un espectáculo para los presentes. Mientras se
hace el exorcismo, de ninguna manera se dará paso a
ningún medio de comunicación, y también antes de
hacer el exorcismo y una vez hecho, ni los exorcistas ni
los demás presentes divulgaran la noticia del
exorcismo, guardando la debida discreción.

DEL RITO QUE HAY QUE SEGUIR


20. En el rito de exorcismo, hay que prestar una
atención especial, además de a las oraciones del
exorcismo, a los gestos y a los ritos, que ante todo
tienen lugar y sentido por que se usan en el camino de
preparación de los catecúmenos en el tiempo de
purificación. Son tales como la señal de la cruz, la
imposición de manos, soplar y la aspersión con agua
42

bendita.
21. El rito empieza con la aspersión con agua bendita,
puesto que vista como símbolo de purificación en el
bautismo, el vejado se siente defendido de las insidias
del enemigo.
Se puede bendecir el agua junto con la mezcla de sal,
antes del rito o en el mismo rito antes de la aspersión,
según sea oportuno.
22. Siguen unas letanías, con la que se pide para el
vejado, con la intercesión de todos los santos, la
misericordia de Dios.
23. Después de la letanía, el exorcista puede recitar
uno o varios salmos, que imploran la protección del
Altísimo y alaban la victoria de Cristo sobre el Maligno.
Los salmos se leen seguidos o de modo responsorial.
Terminado el salmo, el exorcista puede añadir una
oración sacada del salmo.
24. Después se proclama el evangelio, como signo de la
presencia de Cristo, que por medio de su propia
palabra en la proclamación de la Iglesia, pone remedio
a las enfermedades de los hombres.
25. Después el exorcista impone las manos sobre el
atormentado, para lo que se invoca la fuerza del
Espíritu Santo a fin de que el diablo salga de él, que por
el Bautismo fue hecho templo de Dios. Al mismo
tiempo puede también exhalar hacia la cara de
atormentado.
26. Después se recita el Credo o se renueva la promesa
de fe del Bautismo con la renuncia a Satanás. Sigue el
Padre Nuestro, en el cual se le pide a Dios, como Padre
43

nuestro, nos libre del Malo.


27. Acabado todo esto, el exorcista enseña al
atormentado la cruz del Señor, que es fuente de
bendiciones y gracias, y hace la señal de la cruz sobre
él, a través de lo que se indica el poder de Cristo sobre
el diablo.
28. Después dice una oración de petición, por la que
ruega a Dios y una oración imperativa por la que, en
nombre de Cristo, se le manda claramente al diablo
que deje al atormentado. No se debe usar la oración
imperativa si antes no ha sido precedida por una
oración de súplica. Pero se puede la oración de petición
y no hacer la oración imperativa.
29. Todas las cosas dichas antes, cuando se necesiten,
se pueden repetir, o en la misma celebración, teniendo
en cuenta lo que se dice en el número 34, o en otro
momento, hasta que el atormentado quede
completamente liberado.
30. El rito concluye con un canto de acción de gracias,
una oración y la bendición.

DE COSAS ADJUNTAS Y ACOMODACIONES


31.El Exorcista no puede arrojar al genero menor de los
demonios sino por medio de la oración y el ayuno;
estos dos importantes remedios para pedir la ayuda
divina, visto el ejemplo de los Santos Padres, deben
procurar aplicarlos en cuanto fuere posible, tanto por sí
como por medio de otros.
32. El fiel atormentado debe, si es posible,
especialmente antes del exorcismo, orar a Dios, hacer
44

mortificaciones, renovar frecuentemente la fe recibida


en el Bautismo, y acercarse al sacramento de la
penitencia para protegerse (saepius) y también
fortificarse con la sagrada Eucaristía. También le
pueden ayudar con la oración por caridad, los amigos,
los parientes, el confesor o el director espiritual, si para
estos es fácil, y la presencia de otros fieles.
33. Si es posible se harán los exorcismos en un oratorio
o en otro lugar apropiado, separados de la gente
(multitud), donde presida la imagen del crucificado.
Hay que tener también en ese lugar una imagen de la
Bienaventurada Virgen María.
34. Teniendo en cuenta las circunstancias del
atormentado y de otras cosas, el exorcista use de las
varias posibilidades que tenga para el rito. Guarde
principalmente la estructura de la celebración,
disponga el rito y las formas y seleccione las oraciones
que necesita acomodándose a la singularidad de las
personas que estén presentes.
A) Ante todo tenga en cuenta el estado psíquico y
psicológico del atormentado y las variaciones posibles
en el mismo estado según el día y la hora.
B) Cuando no haya ningún grupo de fieles, ni siquiera
pequeño, que lo requiere desde la fe, la sabiduría y la
prudencia, recuerde el exorcista que entre él y el fiel
atormentado ya son la Iglesia y recuérdelo esto al
mismo fiel atormentado.
C) Procure, que durante el tiempo que dura el
exorcismo, el fiel atormentado se ordene, si fuera
posible, se convierta a Dios, y le reclame con toda la
45

humildad la liberación. Y se mantenga paciente cuanto


más se sienta atormentado, no desconfiando del auxilio
de Dios por medio del ministerio de la Iglesia.

35. Si se ve que hay que admitir para celebrar el


exorcismo a algunos compañeros del atormentado, hay
que enseñarles a hacer oraciones con mucha fuerza por
el hermano atormentado, o de forma privada o de la
forma que se indica en el ritual, pero absténganse de
cualquier oración de exorcismo, sea de petición o
imperativa, las cuales solo han de ser usadas por el
exorcista.

36. Conviene que cuando el fiel quede liberado de la


posesión, tanto sólo como con los familiares que le
acompañan, hagan acciones de gracias a Dios por la paz
recibida. Además se le guíe para que persevere en la
oración, sacándola principalmente de las Sagradas
Escrituras, y que frecuente el sacramento de la
penitencia y de la eucaristía y también lleve una vida
cristiana con obras de caridad y llena de amor fraterno
con todos.

DE LAS ADAPTACIONES QUE COMPETEN A LAS


CONFERENCIAS EPISCOPALES
37. Pertenece a las conferencias de los obispos:
A) Preparar el texto de las versiones, habiendo
observado fidelidad e integridad al texto original.
B) Adaptar los signos y los gestos de los ritos si esto se
ve necesario o útil, de acuerdo con la cultura y forma
46

de ser de cada pueblo y con la aprobación de la Santa


Sede.
38. Además de la versión de los Prenotandos, que debe
ser íntegra, si la Conferencia Episcopal lo cree oportuno
puede añadir un Directorio pastoral para el uso de los
exorcismos mayores, por el que los exorcistas no sólo
entiendan más profundamente la doctrina de los
Prenotandos y comprendan mejor la significación plena
de los ritos, sino que además reúnan los documentos
del modo de proceder, de hablar, de interrogar, de
juzgar según autores experimentados. Estos Directorios
que se pueden componer con la colaboración de los
sacerdotes que tengan ciencia y madura experiencia
por el largo ejercicio del ministerio de exorcista en cada
región y cultura, se enviarán a ser revisados por la Sede
Apostólica según las normas del derecho.
47

Demonio
DIABLO: Etim: Del griego: diabolus, diabolus (diablo)
El Homicida, El Maligno, El Mentiroso, Príncipe de este
mundo.

En esta página: Doctrina Estrategia del


demonio Las armas contra las tentaciones del
demonio Preguntas de nuestro correo ¿Perdonará
Dios al demonio?

DOCTRINA
Demonio: Nombre general de los espíritus malignos,
ángeles caídos (expulsados del cielo). El jefe de estos
ángeles rebeldes es Lucifer o Satanás (Mat 25).

"Si alguno dice que el diablo no fue primero un ángel


bueno hecho por Dios, y que su naturaleza no fueobra
de Dios, sino que dice que emergió de las tinieblas y
que no tiene autor alguno de sí, sino que él miso es el
principio y la sustancia del mal, como dijeron Maniqueo
y Prisciliano, sea anatema. (Concilio de Braga, 561;
Denzinger 237).

"Creemos que el diablo se hizo malo no por naturaleza,


sino por albedrío." (IV Concilio de Letrán, 1215,
Denzinger 427).

"La muerte de Cristo y Su resurrección han


encadenado al demonio. Todo aquél que es mordido
48

por un perro encadenado, no puede culpar a nadie más


sino a sí mismo por haberse acercado a él." -San
Agustín.

“Toda la vida humana, la individual y colectiva, se


presenta como una lucha, y por cierto dramática, entre
el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas”. (Concilio
Vat II, Gaudium et Spes #13)
“A través de toda la Historia humana existe una dura
batalla contra el poder de las tinieblas que, iniciada en
los orígenes del mundo, dudará, como dice el Señor,
hasta el día final”. (Ibid, #37)

Acerca de los demonios


Los demonios residen en el infierno y no gozan de los
beneficios de la redención de Cristo. Los demonios, sin
embargo, no perdieron su capacidad racional, sino que
la utilizan para el mal. Dios les permite ejercitar
influencia limitada en las criaturas y las cosas.

El demonio no es una fábula como algunos, para su


desgracia, piensan. Su existencia real ha sido siempre
enseñada por la Iglesia en su magisterio ordinario.
Desmentir la existencia del demonio es negar la
revelación divina que nos advierte sobre nuestro
enemigo y sus tácticas.

Jesucristo vino para vencer al demonio y liberarnos de


su dominio que se extendía por todo el mundo sin que
pudiésemos por nuestra cuenta salvarnos.
49

Jesucristo vence al demonio definitivamente en la Cruz.


La actividad del demonio en la tierra sin embargo
continuará hasta el fin de los tiempos.
La parusía manifestará plenamente la victoria del Señor
con el establecimiento de su Reino y el absoluto
sometimiento de todos sus enemigos. Mientras tanto
Dios permite que vivamos en batalla espiritual en la
cual se revela la disposición de los corazones y nos da
oportunidad de glorificar a Dios siendo fieles en
laspruebas. Ahora debemos decidir a que reino vamos
a pertenecer, al de Cristo o al de Satanás. Si
perseveramos fieles a Jesús a través de las pruebas y
sufrimientos, el demonio no podrá atraparnos.

Tenemos en la Iglesia todos los medios para alcanzar la


gracia ganada por Jesucristo en la Cruz. Dios es
todopoderoso y, si estamos en comunión con El, no
debemos temer al enemigo. Mas bien debemos temer
el separarnos de Dios pues sin su gracia estaríamos
perdidos.

Todos los santos lucharon con valentía contra el


demonio pues los sostenía la fe. Sus vidas son modelos
que nos demuestran como vivir en el poder de
Jesucristo la vida nueva.

El catecismo de la Iglesia Católica sobre el demonio:

2850 La última petición a nuestro Padre está también


contenida en la oración de Jesús: "No te pido que los
50

retires del mundo, sino que los guardes del Maligno"


(Jn 17, 15). Esta petición concierne a cada uno
individualmente, pero siempre quien ora es el
"nosotros", en comunión con toda la Iglesia y para la
salvación de toda la familia humana. La Oración
del Señor no cesa de abrirnos a las dimensiones de la
Economía de la salvación. Nuestra interdependencia en
el drama del pecado y de la muerte se vuelve
solidaridad en el Cuerpo de Cristo, en "comunión con
lossantos".

2851 En esta petición, el mal no es una abstracción,


sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el
ángel que se opone a Dios. El "diablo" ["dia-bolos"] es
aquél que "se atraviesa" en el designio de Dios y su
obra de salvación cumplida en Cristo.

2852 "Homicida desde el principio, mentiroso y padre


de la mentira" (Jn 8, 44), "Satanás, el seductor del
mundo entero" (Ap 12, 9), es aquél por medio del cual
el pecado y la muerte entraron en el mundo y, por cuya
definitiva derrota, toda la creación entera será
"liberada del pecado y de la muerte".[136] "Sabemos
que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el
Engendrado de Dios le guarda y el Maligno no llega a
tocarle. Sabemos que somos de Dios y que el mundo
entero yace en poder del Maligno" (1 Jn 5, 18-19):

El Señor que ha borrado vuestro pecado y perdonado


vuestras faltas también os protege y os guarda contra
las astucias del diablo que os combate para que el
enemigo, que tiene la costumbre de engendrar la falta,
51

no os sorprenda. Quien confía en Dios, no tema al


demonio. "Si Dios está con nosotros, ¿quién estará
contra nosotros?" (Rm 8, 31).

2853 La victoria sobre el "príncipe de este mundo" (Jn


14, 30) se adquirió de una vez por todas en la Hora en
que Jesús se entregó libremente a la muerte para
darnos su Vida. Es el juicio de este mundo, y el príncipe
de este mundo ha sido "echado abajo" (Jn 12, 31).[138]
"El se lanza en persecución de la Mujer", pero no
consigue alcanzarla: la nueva Eva, "llena de gracia" del
Espíritu Santo es librada del pecado y de la corrupción
de la muerte (Concepción inmaculada y Asunción de la
santísima Madre de Dios, María, siempre virgen).
"Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer
la guerra al resto de sus hijos" (Ap 12, 17). Por eso, el
Espíritu y la Iglesia oran: "Ven, Señor Jesús" (Ap 22,
17.20), ya que su Venida nos librará del Maligno.

2854 Al pedir ser liberados del Maligno, oramos


igualmente para ser liberados de todos los males,
presentes, pasados y futuros de los que él es autor o
instigador. En esta última petición, la Iglesia presenta al
Padre todas las desdichas del mundo. Con la liberación
de todos los males que abruman a la humanidad,
implora el don precioso de la paz y la gracia de la
espera perseverante en el retorno de Cristo. Orando
así, anticipa en la humildad de la fe la recapitulación de
todos y de todo en Aquel que "tiene las llaves de la
Muerte y del Hades" (Ap 1, 18), "el Dueño de todo,
Aquel que es, que era y que ha de venir" (Ap 1,
52

8): Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la


paz en nuestros días, para que, ayudados por tu
misericordia, vivamos siempre libres de pecado y
protegidos de toda perturbación, mientras esperamos
la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

¿Creó Dios a los demonios?

Dios no creó demonios sino ángeles, espíritus puros,


dotados con gracia santificante, muy hermosos y
capaces de bondad. Dios dotó a todos los ángeles con
libertad para escoger el bien y el mal. Lucifer y sus
seguidores, por orgullo, pecaron, quisieron separarse
de Dios y se llenaron de maldad. Es así que se les negó
la visión beatífica.

¿De dónde vino esta maldad? La maldad es causada por


una opción libre de separarse de Dios. Es una carencia,
una ruina.

Por ejemplo, cuando un carro choca se queda


dañado. El daño no es una creación sino la ruina del
carro. Los demonios fueron creados como los demás
ángeles. Se transformaron en demonios por su pecado.
Se pervirtieron sus poderes angelicales los cuales usan
para el mal.

Dios sabía que algunos ángeles se rebelarían pero los


creó porque Dios toma la libertad en serio, hasta sus
últimas consecuencias. Pero igualmente el bien tiene y
53

tendrá consecuencias. Si solamente pudiésemos hacer


el bien no seríamos libres y no tendría mérito.

Armas contra Satanás


Dios nos da en la Iglesia todas las armas para vencer al
demonio.

Juan Pablo II, 17 feb. 2002 (1er domingo de


cuaresma)

Exortó a la vigilancia «para reaccionar con prontitud a


todo ataque de la tentación».

Habló de las armas del cristiano «para afrontar el


diario combate contra las sugerencias del mal: la
oración, los sacramentos, la penitencia, la escucha
atenta de la Palabra de Dios, la vigilancia y el ayuno».

Estos medios ascéticos, inspirados por el mismo


ejemplo de Cristo, siguen siendo indispensables hoy,
pues «el demonio, "príncipe de este mundo", continúa
todavía hoy con su acción falaz».

El Papa pidió entusiasmo en «el camino penitencial de


la Cuaresma para estar preparados a vencer toda
seducción de Satanás y llegar a Pascua en la alegría del
espíritu».
54

Recurrimos también a los sacramentales. Entre ellos


agua, aceite y sal exorcizadas. Estos se utilizan en
los exorcismos según las fórmulas del Ritual Romano.

MALEFICIO
Padre Jordi Rivero

Es daño hecho por medio de algún rito en que se


invoca al demonio.

Una forma de maleficio se hace introduciendo en el


agua o los alimentos destinados a la persona que es
objeto del maleficio, alguna sustancia sobre la que se
ha pronunciado el rito del maleficio.

Otra forma consiste en hacer la invocación maléfica


sobre objetos que pertenecen o representan a la
persona. Se utiliza principalmente una foto o una figura
que la representa. Le hacen a esta figura lo que le
quieren hacer a la persona (Ej: clavarle alfileres para
causar dolor, etc.)

¿Puede el demonio hacernos daño?


Si, el demonio puede hacernos daño. Pero no debemos
tenerle miedo ya que su poder es limitado mientras que
Dios nuestro Padre es infinitamente poderoso. Dios en
algunas ocasiones permite que sus hijos, aun los que
están en estado de gracia, sean acosados y hasta que
sufran por causa del demonio, pero Dios siempre da la
gracia necesaria para vencer en la pruebas y crecer
espiritualmente por medio de ellas.

Debemos comprender la naturaleza de la batalla


espiritual y estar siempre unidos a Jesucristo en la
Iglesia. A veces será necesario, para liberarse de la
opresión demoníaca, rezar por liberación y, en algunos
casos, hacer un exorcismo.
55

Finalidad del maleficio. El maleficio puede ser por


diversas causas y objetivos:
Ej.: de causas: Se hacen maleficios por venganza,
envidia, deseo de tener una persona, interés de
negocio, etc.
Ej. de objetivos: para separar a dos personas, para
unirse a una persona, para que alguien sufra
enfermedad, para apartar de un negocio.

La persona que hace maleficios queda atada al


demonio y no podrá liberarse hasta que no se
arrepienta de su pecado y se confiese.

Jamás recurrir al ocultismo


Quien ha sido víctima de algún maleficio jamás debe
recurrir a otros medios para liberarse que no sean los
que Jesucristo nos proporciona a través de la Iglesia.
Quedaría en peor condición. El mal se vence con el
bien.

Contra el Poder de las Tinieblas

Súplicas que pueden ser utilizadas privadamente por


los fieles en la lucha contra el poder de las tinieblas

Oraciones

1. Señor Dios, apiádate de mi, siervo tuyo,


que, a causa de muchas insidias,
me he vuelto como un objeto perdido;
sálvame de la mano de mis enemigos
y ven a buscarme si estoy perdido,
acógeme cuando me encuentres,
y no me abandones,
así podré agradarte por siempre,
porque se que me has redimido con tu fuerza.
56

Por Jesucristo nuestro Señor. Amen.

2. Dios todopoderoso,
que das cobijo a los afligidos en tu casa
y conduces a los cautivos a la prosperidad,
mira mi aflicción
y ven en mi auxilio;
derrota al enemigo malvado,
para que, una vez vencida la acción del adversario,
la libertad me conduzca a la paz,
de modo que restablecido en la piedad serena,
proclame que eres admirable
Tú que diste fuerza a tu pueblo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen

3. Oh Dios, creador y defensor del genero humano,


que formaste al hombre a tu imagen
y lo recreaste mas admirablemente
con la gracia del Bautismo,
dirige tu mirada sobre mi, siervo tuyo,
y se propicio a mis súplicas.
Te pido que nazca en mi Corazón
el esplendor de tu gloria
para que, eliminado plenamente todo temor,
pueda alabarte
con animo y espíritu sereno,
junto a mis hermanos en tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen

4. Oh Dios, origen de toda misericordia


57

y de toda bondad,
que quisiste que tu Hijo
sufriera por nosotros el suplicio de la cruz
para librarnos del poder del enemigo;
mira propicio mi humillación y dolor,
y concédeme,
pues me renovaste en la fuente bautismal,
que, habiendo vencido el ataque del Maligno,
me colme la gracia de tu bendición.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen

5. Oh Dios, que por la gracia de la adopción,


quisiste que yo fuera hijo de la luz,
te pido que me concedas
no verme envuelto en las tinieblas de los demonios
sino que pueda por siempre permanecer plenamente
en el esplendor de la libertad recibida de ti.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amen

Invocaciones a la Trinidad

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

Sólo a Dios honor y gloria.

Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo;


sea alabado y ensalzado por los siglos de los siglos.

Te invocamos, te alabamos, te adoramos,


oh santa Trinidad.
58

Esperanza nuestra, salvación nuestra, honor nuestro,


oh santa Trinidad.
Líbrame, sálvame, vivifícame,
oh santa Trinidad.

Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso,


el que era, el que es y el que vendrá.

A ti el honor y la fuerza, oh santa Trinidad,


a ti la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

A ti la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias


por los siglos de los siglos, oh santa Trinidad.

Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,


ten piedad de mí.

Invocaciones a Nuestro Señor Jesucristo

Jesús, Hijo de Dios vivo, ten piedad de mí


Jesús, imagen del Padre, ten piedad de mí
Jesús, Sabiduría eterna, ten piedad de mí
Jesús, resplandor de la luz eterna, ten piedad de mí
Jesús, Palabra de vida, ten piedad de mí
Jesús, Hijo de la Virgen María, ten piedad de mí
Jesús, Dios y hombre, ten piedad de mí
Jesús, Sumo Sacerdote, ten piedad de mí
Jesús, heraldo del reino de Dios, ten piedad de mí
Jesús, camino, verdad y vida, ten piedad de mí
Jesús, pan de vida, ten piedad de mí
59

Jesús, vid verdadera, ten piedad de mí


Jesús, hermano de los pobres, ten piedad de mí
Jesús, amigo de los pecadores, ten piedad de mí
Jesús, médico del alma y del cuerpo, ten piedad de mí
Jesús, salvación de los oprimidos, ten piedad de mí
Jesús, descanso de los abandonados, ten piedad de

Tú que viniste a este mundo, ten piedad de mí
Tú que libraste a los oprimidos
por el diablo, ten piedad de mí
Tú que estuviste colgado en la cruz, ten piedad de mí
Tú que aceptaste la muerte
por nosotros, ten piedad de mí
Tú que yaciste en el sepulcro, ten piedad de mí
Tú que descendiste a los infiernos, ten piedad de mí
Tú que resucitaste
de entre los muertos, ten piedad de mí
Tú que subiste a los cielos, ten piedad de mí
Tú que enviaste el Espíritu Santo
sobre los Apóstoles, ten piedad de mí
Tú que te sientas
a la derecha del Padre, ten piedad de mí
Tú que vendrás a juzgar
a vivos y muertos, ten piedad de mí

b)

Por tu encarnación Líbrame, Señor.


Por tu nacimiento, Líbrame, Señor.
Por tu bautismo y santo ayuno, Líbrame, Señor.
Por tu pasión y cruz, Líbrame, Señor.
60

Por tu muerte y sepultura, Líbrame, Señor.


Por tu santa resurrección, Líbrame, Señor.
Por tu admirable ascensión, Líbrame, Señor.
Por el envío del Espíritu Santo, Líbrame, Señor.
Por tu gloriosa venida, Líbrame, Señor.

Otras invocaciones al Señor

Cuando se nombra la cruz, puede el fiel oportunamente


hacer la señal de la cruz.

Sálvame, Cristo Salvador, por la fuerza de la Cruz :


tú que salvaste a Pedro en el mar, ten piedad de mí.

Por la señal de la santa Cruz,


de nuestro enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.

Por tu Cruz, sálvanos, oh Cristo Redentor,


tú que muriendo destruiste nuestra muerte
y resucitando restauraste la vida.

Tu Cruz adoramos, Señor,


tu gloriosa pasión contemplamos:
ten misericordia de nosotros,
Tú que padeciste por nosotros.

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos,


porque con tu Cruz Ìhas redimido al mundo.

Invocaciones a Santa María Virgen


61

Bajo tu protección nos acogemos,


santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.

Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros.


Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.

Dígnate aceptar mis alabanzas, oh Virgen santa;


hazme fuerte contra tus enemigos.

Madre mía, confianza mía.

María, Virgen Madre de Dios, ruega a Jesús por mí.

Dignísima Reina del mundo,


Virgen perpetua María,
intercede por nuestra paz y salvación,
tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos.

María, Madre de gracia,


Madre de misericordia,
defiéndenos del enemigo,
y ampáranos en la hora de la muerte.

Socórreme, oh piadosísima Virgen María,


en todas mis tribulaciones,
angustias y necesidades,
62

alcánzame de tu Hijo querido


la liberación de todos los males
y de los peligros de alma y cuerpo.

Acuérdate, oh piadosísima Virgen María,


que jamás se ha oído decir,
que ni uno solo de cuantos han acudido a tu
protección
e implorado tu socorro,
haya sido desamparado por ti.
Yo pecador, animado con esta confianza,
acudo a ti, oh Madre, Virgen de las Vírgenes;
a ti vengo,
ante ti me presento con dolor.

No desprecies, Madre del Verbo, mis súplicas,


antes bien inclina a ellas tus oídos
y dígnate atenderlas favorablemente.

Invocación a san Miguel Arcángel

Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha;


sé nuestro amparo contra la maldad
y las asechanzas del demonio.
Pedimos suplicantes
que Dios lo mantenga bajo su imperio;
y tú, Príncipe de la milicia celestial,
arroja con el poder divino, en el infierno
a Satanás y los otros espíritus malignos,
63

que andan por el mundo


tratando de perder las almas. Amén.

Letanías

Señor, ten piedad.


Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros / por
mí.
San Miguel, ruega por nosotros / por
mí.
San Gabriel, ruega por nosotros / por-
mí.
San Rafael, ruega por nosotros / por
mí.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros / por
mí.
San Juan Bautista, ruega por nosotros / por
mí.
San José, ruega por nosotros / por mí.
San Pedro, ruega por nosotros / por
mí.
San Pablo, ruega por nosotros / por mí.
San Juan, ruega por nosotros / por mí.
Todos los santos Apóstoles, rogad por nosotros / por
mí.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros / por
mí.
64

(Pueden añadirse los nombres de otros Santos y


Beatos)

De todo mal, Líbranos / me, Señor.


De todo pecado, Líbranos / me, Señor.
De las insidias del diablo, Líbranos / me, Señor.
De la muerte eterna, Líbranos / me, Señor.
Cristo, óyenos / me.
Cristo, escúchanos / me.

ORACION DE LIBERACION
Monseñor Morales

Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo,


gracias por tu infinito amor por el que te has hecho uno
de nosotros naciendo de la Virgen María y por el que
subiste a la Cruz para dar tu vida por nosotros.

Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has


redimido.

Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas


sienes traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos,
lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros
todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo
poder satánico.
65

Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y


espalda llagados por la Cruz a cuestas: cúbrenos,
séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en
nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder
maligno, todo poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado


abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos,
purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo
pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo
poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus


manos traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos,
lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros
todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo
poder satánico.

Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo


llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos,
purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo
pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo
poder satánico.

Tres veces Gloria


Amén, Amén, Amén.
66

ORACION A SAN MIGUEL ARCÁNGEL (compuesta por


Su Santidad León XIII, como exorcismo para la
protección de la Iglesia)

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé


nuestro amparo contra la perversidad y las
asechanzasdel demonio. Reprímale Dios, te pedimos
suplicantes. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el Divino Poder a satanás y a
todos los espíritus malignos que andan dispersos por
el mundo para la perdición de las almas.

Amén.

ORACION EXORCISTA DE SAN BENITO

La Santa Cruz sea mi Luz

no sea el demonio mi guía

retírate satanás

no me aconsejes cosas vanas

son malas las cosas que brindas

bebe tú ese veneno.

ESCUDO DE SAN PATRICIO (oración exorcista)

Me envuelvo hoy día y ato a mi una fuerza


poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las
Tres Personas, la confesión en la unidad de Creador
del Universo.

Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del Cristo


con su Bautismo, la fuerza de su crucifixión y
67

entierro, la fuerza de su resurrección y ascensión,


la fuerza de su regreso para el Juicio de Eternidad.

Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza del amor


de los querubines, la obediencia de los ángeles, el
servicio de los arcángeles, la esperanza de la
resurrección para el premio, las oraciones de los
patriarcas, las profecías de los profetas, las
predicaciones de los apóstoles,
la fe de los mártires, la inocencia de las santas
vírgenes y las buenas obras de los confesores.

Me envuelvo hoy día y ato a mí, el Amor Maternal y


la pureza Virginal de María Santísima. Hija de Dios
Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu
Santo.

Me envuelvo hoy día y ato a mí, y a mí familia en la


Sangre Bendita de Jesús, en el Manto Inmaculado
de María y en los dos Divinos Corazones, a los
cuales me consagro y consagro a toda mí familia.

Me envuelvo hoy día y ato a mi el poder del Cielo,


la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del
fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento,
la profundidad del mar, la firmeza de la tierra, la
solidez de la roca.

Me envuelvo hoy día y ato a mí y a mí familia en la


Santa y Divina Voluntad de Dios, a la cual me
consagro y consagro a toda mí familia.

Me envuelvo hoy día y ato a mi la fuerza de DIOS


para orientarme, el poder de DIOS para
sostenerme, la sabiduría de DIOS para guiarme, el
ojo de DIOS para prevenirme, el oído de DIOS para
escucharme, la palabra de DIOS para apoyarme, la
mano de DIOS para defenderme, el camino de DIOS
68

para recibir mis pasos, el escudo de DIOS para


protegerme, los ejércitos de DIOS para darme
seguridad
contra las trampas de los demonios
contra las tentaciones de los vicios
contra las inclinaciones de la naturaleza
contra todos aquellos que desean el mal de lejos y
de cerca, estando yo solo o en la multitud.

Convoco hoy día a todas esas fuerzas poderosas,


que están entre mi y esos males,
contra las encantaciones de los falsos profetas,
contra las leyes negras del paganismo,
contra las leyes falsas de los herejes,
contra la astucia de la idolatría,
contra los conjuros de brujas, brujos y magos
contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma
del hombre.

Invoco a Cristo que me proteja hoy día del veneno,


el incendio, el ahogo, las heridas, los accidentes,
para que pueda alcanzar yo abundancia de premio.

Cristo conmigo, Cristo delante de mi, Cristo detrás


de mi, Cristo en mi, Cristo bajo mi, Cristo sobre
mi, Cristo a mi derecha, Cristo a mi
izquierda, Cristo alrededor de mi. Cristo en la
anchura, Cristo en la longitud, Cristo en la
altura, Cristo en la profundidad de mi
corazón. Cristo en el corazón y la mente de todos
los hombres que piensan en mi, Cristo en la boca de
todos los que hablan de mi, Cristo en todo ojo que
me ve, Cristo en todo oído que me escucha.

Me envuelvo hoy día en una fuerza poderosa, la


invocación de la Trinidad, la fe en las Tres
69

Personas, la confesión de la unidad del Creador del


Universo.

Del Señor es la salvación, del Señor es la salvación,


De Cristo es la salvación.
Tu salvación Señor esté siempre con nosotros.
Amén, Amén, Amén.

ORACION POR LOS ENFERMOS

Omnipotente y sempiterno Dios, Salud de los que


en Ti creen y esperan, escucha las oraciones que te
hacemos por nuestros enfermos, y, por intersección
de la Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa,
concede vida abundante a sus almas y devuélveles,
según tu beneplácito, la salud del cuerpo. Te lo
pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.

ORACION DE ABANDONO O ENTREGA

PADRE CELESTIAL EN TUS MANOS, ME PONGO HAZ


DE MI LO QUE TU QUIERAS.
Y POR TODO LO QUE HAGAS POR MI YO TE DOY LAS
GRACIAS.
ESTOY DISPUESTO A TODO Y LO ACEPTO TODO CON
TAL QUE TU VOLUNTAD SE CUMPLA EN MI Y EN
TODAS TUS CRIATURAS. NO DESEO MADA MAS , DIOS
MIO.

PONGO MI ALMA ENTRE TUS MANOS.


TE LA DOY, CON TODO EL AMOR DE MI CORAZON
PORQUE ES UNA NECESIDAD DE AMOR EL DARME, EL
ENTREGARME ENTRE TUS MANOS, SIN MEDIDA, CON
CONFIANZA INFINITA, PORQUE TU ERES MI PADRE.
AMEN
70

COLOCO AHORA LA SANGRE DE JESUS ENTRE TODO


MAL Y YO _______
COLOCO AHORA LA SANGRE DE JESUS ENTRE TODO
MAL Y MI FAMILIA ____
Y DECLARO QUE SOMOS VICTORIOSOS CONTRA EL
DEMONIO Y SUS OBRAS POR EL PODER DE LA
SANGRE DE JESUS. AMEN ALELUYA GLORIA Y HONOR
A TI JESUS. AMEN.

SELLAMIENTO CON LA SANGRE DE CRISTO

PADRE CELESTIAL, EN UNION CON EL ESPIRITU


SANTO PIDO QUE EL PODER DE LA SANGRE PRECIOSA
DE JESÚS ME CUBRA, SELLE, GUARDE, PROTEJA,
SANE, LIBERE, GUARDE, Y ME DE VIDA EN
ABUNDANCIA EN TODO MI SER, EN MI FAMILIA, MI
HISTORIA, MIS BIENES, LAS PERSONAS QUE DISPONES
A MI LADO, TU VOLUNTAD SOBRE MI VIDA, MI
TRABAJO, MI ESTUDIO Y MI VIDA SOCIAL, LOS
LUGARES EN QUE VIVO Y VISTO Y LA CREACION
ENTERA.
TU SANGRE PRECIOSA ME LIBRE DE LAS
TENTACIONES Y DE TODO MAL.
AHORA Y EN LA HORA DE MI MUERTE. AMEN

ORACIÓN DE PROTECCION

Yo (dí tu nombre completo) con la Sangre preciosa


de Jesús, protejo y sello todo mi ser, interior y
exteriormente, deposito en el Corazón Inmaculado
de la Virgen María, todo mi haber y poseer; para
que ni en el presente, ni en ningún momento
futuro, lleguen a ellos daños por venganzas de lo
oculto.
71

En el nombre de Jesús, queda prohibida toda


acción e interacción, toda comunicación e
intercomunicación espiritual. Invoco la presencia
de los ángeles, arcángeles (Miguel, Gabriel y
Rafael), principados, virtudes, potestades,
dominaciones, querubines, serafines y tronos de
dios; para que sean ellos quienes lleven a cabo esta
batalla contra el mal. Pido la ayuda de la comunión
de lossantos.
Amén, amén, amén.

ORACIÓN DE PERDON

En el nombre de Jesucristo, yo (dí tu nombre


completo) perdono a: (dí el nombre de la persona a
la que vas a perdonar).
Te perdono por toda ofensa, humillación, envidia,
maldición y rechazo.
Te perdono por los pleitos, insultos, abandonos,
golpes y rencores. Te perdono por tu alcoholismo,
por las infidelidades y mentiras.
Te perdono por no cumplir lo prometido, por tus
chismes y calumnias.
Te perdono por toda falta de amor, consideración y
caridad.

(Respira profundamente y menciona todo lo que


tengas que sentir de la persona que estás
perdonando).
En el Nombre de Jesús: yo te perdono, en el
Corazón de Jesús: yo te perdono, en la Misericordia
de Jesús: yo te perdono, te bendigoy desato todo
lazo de rencor entre tú y yo.

Delante de Dios te declaro inocente y libre, ya no


me debes nada, le pido a Jesús que te ame
profundamente, te llene de paz y se manifieste en
72

ti con abundancia de bienes espirituales y


materiales.
Amén, amén, amén.

ORACIÓN POR LOS ANTEPASADOS

Padre Dios, en nombre de Jesús, te pido que por los


méritos y virtudes de Sus Santas Llagas, sean lavados
por Su Sangre todos los efectos, causas,
consecuencias y atributos de las faltas de mis
antepasados que no fueron reparadas y que todavía
pesan sobre mi en forma de debilidades o tendencias
hacia esos mismos errores y pecados. Te pido perdón
en su nombre por haberse burlado o renegado de los
sacramentos de la Santa Iglesia, siendo bautizados,
o por insultos y negaciones hechos a Tu Santa
Trinidad, te pido perdón por toda infidelidad y
desconfianza hacia ti. Pido perdón en su nombre por
los daños que mis antepasados causaron a la familia,
al matrimonio, a la sociedad, a Tu creación.
En nombre de Jesús, te ruego que Tu amor repare
las injusticias que cometieron en contra de todas las
personas, instituciones, pueblos o naciones y en sus
descendientes.
Que por intercesión de la Inmaculada Concepción de
María nos concedas la sanación a partir del instante
de nuestra concepción, la de mis antepasados y la
de mi descendencia.
Que Tu Espíritu Santo me inspire todos los días de mi
vida para hacer obras de caridad y servicio.
Pido que Tu Misericordia alcance a los que ya han
muerto, para que descansen en paz junto a ti y para
los que aún vivan, tu Espíritu Santo los convenza de
sus errores dándoles la gracia del arrepentimiento.
Amén, amén, amén.
73

CONSAGRACIÓN DE SÍ MISMO A
JESUCRISTO

POR MEDIO DE MARÍA

(San Luis María Grigñón de Montfort)

¡Oh Jesús, Sabiduría eterna y encarnada!, verdadero


Dios y verdadero hombre, Hijo único del Padre
Eterno y de María, siempre virgen! Te adoro en la
gloria del Padre, durante la eternidad y en el seno
virginal de María, tu Madre, en el tiempo de tu
Encarnación.

Te doy gracias porque, anonadandote, haz venido al


mundo –hombre entre los hombres y servidor del
Padre– para librarme de la esclavitud del pecado.

Te alabo y glorifico Señor, porque has vivido en


obediencia amorosa a María, para hacerme fiel
discípulo suyo. Desgraciadamente, no he guardado
los votos y promesas de mi bautismo y no soy digno
de llamarme hijo de Dios. Por ello, acudo a la
misericordiosa intercesión de tu Madre, esperando
74

obtener por su ayuda el perdón de mis pecados y una


continua comunión contigo, Oh Sabiduría Encarnada.

Te saludo, pues, oh María Inmaculada, templo


viviente de Dios: en ti ha puesto su morada la
Sabiduría Eterna para recibir la adoración de los
ángeles y de los hombres. Te saludo, oh Reina del
cielo y de la tierra: a ti están sometidas todas las
criaturas. Te saludo, refugio seguro de los
pecadores: todos experimentan tu gran
misericordia. Acepta los anhelos que tengo de la
Divina Sabiduría y mi consagración total.

Yo, N...., consciente de mi vocación cristiana,


renuevo hoy en tus manos mis compromisos
bautismales. Renuncio a Satanás, a sus seducciones,
a sus pompas y a sus obras, y me consagro a
Jesucristo para llevar mi cruz detrás de El, en la
fidelidad de cada día a la voluntad del Padre. En
presencia de toda la corte celestial, te elijo en este
día por mi Madre y Maestra. Me entrego y consagro a
ti, como tu esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis
posesiones tanto internas como externas, incluso el
valor de todas mis buenas acciones, pasadas,
presentes y futuras, dejando en ti, el entero y
completo derecho de disponer de mi, y todo lo que
me pertenece, sin excepción, de acuerdo a tu
voluntad, para mayor gloria de Dios en el tiempo y
en la eternidad.

Madre del Señor, acepta esta pequeña ofrenda de mi


vida y preséntala a tu Hijo: si El me redimió con tu
colaboración, debe también ahora recibir de tu
mano, el don total de mí mismo. En adelante, deseo
honrarte y obedecerte en todo como verdadero
esclavo tuyo.
75

¡Oh Corazón Inmaculado de María!, que yo viva


plenamente esta consagración para prolongar en mí
la amorosa obediencia de tu Hijo y dar respuesta a
la misión trascendental que Dios te ha confiado en
la historia de la salvación. ¡Madre de misericordia!,
alcánzame la verdadera Sabiduría de Dios, y hazme
plenamente disponible a tu acción maternal.
Colocame así, entre los que tu amas, enseñas, guías,
alimentas y proteges como hijos tuyos. ¡Oh Virgen
fiel!, haz de mí un auténtico discípulo e imitador de
tu Hijo, la Sabiduría Encarnada. Contigo, Madre y
modelo de mi vida, llegaré a la perfecta madurez de
Jesucristo en la tierra y a la gloria del cielo. Amén
¡Totus Tuus!

ORACIÓN DE RENUNCIA Y LIBERACION

En tu nombre Jesucristo, yo (dí tu nombre


completo) de manera personal y a nombre de mis
antepasados.
Renuncio a satanás, a todas sus fascinaciones,
seducciones y mentiras.
Renuncio a toda práctica de brujería, magia
blanca, negra, de cualquier color, santería,
hechicería o vudú.
Renuncio a toda limpia con huevo, yerbas,
bálsamos, vino, sangre o fuego.
Renuncio a todo pacto, reto, sello, alianza o
consagración al demonio; a conjuros, perjuros,
maleficios e invocaciones diabólicas.
Renuncio a toda maldición, mal deseo, envidia,
odio, rencor, resentimiento, codicia, avaricia,
soborno, robo, fraude, despojo o enriquecimiento
76

ilícito.
Renuncio a todo acto de orgullo, soberbia,
prepotencia, vanidad y egolatría.
Renuncio a todo rito de iniciación chamánica,
espiritista, espiritualista, masonería, filosofía
rosacruz, dianética y a toda secta o sociedad
secreta.
Renuncio a todo conocimiento de la nueva era,
creencia en la re-encarnación, esoterismo,
metafísica, meditación trascendental, yoga, a todo
acto de curanderismo, a las operaciones
espirituales, hipnotismo con regresiones, baños con
flores, especies, yerbas, sangre de animales o
humana o con otras substancias con fines mágicos.

Renuncio a toda lujuria, aborto, adulterio,


homosexualidad, bisexualidad, incesto, violación,
pornografía, bestialismo, promiscuidad y
prostitución. A todo lo que yo u otras personas
hayan hecho ilícitamente para controlar, nulificar o
desbordar mi sexualidad.

En el nombre de Jesucristo, renuncio al culto y


veneración a la llamada "santa muerte" o al
vampirismo, a todo encantamiento, invocación y
evocación de muertos, a espíritus custodios,
guardianes, cósmicos, protectores, espías,
vigilantes, a seres espirituales nombrados "maestros
de sabiduría", o a cualquier otro ser maléfico en
forma oculta o manifiesta.

Renuncio a todo acto o juego de mediumnidad, a la


ouija, al control mental, al manejo del péndulo, a
instrumentos para encontrar "tesoros ocultos" o
dinero enterrado.
Renuncio también a toda clase de adivinación,
sortilegio, lectura de cartas, café y caracoles, a
toda forma de astrología, horóscopos o cartas
astrales.
77

Renuncio a los amuletos y talismanes, a las


herraduras, pirámides, cuarzos, imanes, agujas,
sábilas o ajos con moños rojos, imágenes de santos
mezcladas con tierra de panteón, velas y veladoras
de colores "curadas", fetiches y representaciones de
mi persona de cualquier material y forma que se
encuentren enterrados o sean manipulados por mí
mismo u otras personas.
Renuncio a toda forma equivocada de "medicina
alternativa" que bajo engaños haya ritualizado mi
ser al demonio.

En el nombre de Jesús, renuncio a toda comida o


bebida mezclada con brujería que haya yo ingerido,
y a todo lo que haya sido tirado, rociado o untado
en mi cuerpo, ropa, zapatos, casa, trabajo, negocio
o cualquier pertenencia u objeto que esté cercano
a mí, que haya sido maldecido o consagrado al mal.

En el nombre de Jesucristo denuncio, renuncio y


echo fuera de mí a todo espíritu de traición,
destrucción, muerte, esclavitud, ausencia de Dios,
miseria, mendicidad, soltería, infelicidad
matrimonial, viudez, orfandad, amargura,
envejecimiento o muerte prematura, persecución,
problemas con las leyes o la justicia humana,
esterilidad, humillación, rechazo, insomnio, deseos
de suicidio, aislamiento, locura, soledad, neurosis,
depresión, obsesión, miedo, angustia, debilidad,
enfermedades crónicas, invalidez, ceguera,
sordera, mudez, falta de olfato, imposibilidad de
saborear la comida, insensibilidad, celos,
inconformidad, incapacidad para vivir, conseguir o
conservar un trabajo, una pareja, un matrimonio o
una familia.

En el nombre de Jesús denuncio, renuncio y echo


fuera de mí todo espíritu de alcoholismo o de
78

cualquier otra adicción, de mal carácter, de falta


de memoria, de falta de control y dominio de mi
ser, irrealidad, inconsciencia, envidia, abandono,
gula, suciedad, desorden, malos olores crónicos en
mi cuerpo, ropa o casa, de falta de fe, esperanza y
caridad, de falta de interés en la vida, de desprecio
a la eucaristía y de aborrecimiento o flojera para
tener vida de oración. Corto, destruyo y nulifico los
medios a través de los cuales fueron hechos los
daños antes mencionados, si fueron veladoras,
fotos, ropa, tijeras, agujas, fetiches, entierros, lo
que haya sido.

Renuncio a lo que en forma consciente o


inconsciente haya yo hecho o haya sido hecho por
otra persona en mi nombre para obtener poderes,
dinero, éxito, buena suerte o pretender saber el
futuro, o bien para conseguir el amor y la salud
propios o ajenos, o tener dominio y control sobre
personas, objetos, animales, lugares, espíritus y
fuerzas de la naturaleza.
Nulifico los efectos de cualquier práctica contraria
al compromiso adquirido a través de mi bautismo,
de fidelidad y reconocimiento a Jesucristo como mi
único Salvador, a los Sacramentos, a la Virgen María
y a la iglesia católica.
A lo que impida el ejercicio de mi sentido común,
capacidad de juicio, entendimiento y voluntad.

Echo fuera de mí todo aquello con lo que haya


intentado sustituir el amor y la confianza de Jesús.
Renuncio al rechazo de mis padres desde el
instante de mi concepción y durante mi vida en el
seno materno. Renuncio al mal que me causaron
por intentar abortarme: con yerbas, sustancias
químicas o con objetos punzo cortantes. Renuncio a
todo el rencor que tengo si fui dado en adopción o
abandonado sin haber conocido a mis padres
biológicos o a maldiciones recibidas durante mi
79

gestación.

Nulifico por las llagas de Jesús todo mandato de


fracaso, muerte en vida y suicidio que hay en mí
por estas causas, la incapacidad para aceptar el
amor de Dios, para aceptarme a mí mismo o a las
personas, para estudiar, trabajar y ser feliz.

Renuncio a todo lo que sea contrario a la salud, el


respeto y la dignidad que como templo del Espíritu
Santo, necesita todo mi ser y que esté impidiendo
relacionarme con Dios, conmigo mismo (a), con mi
entorno en una forma sana, tener una familia unida
y un trabajo digno y bien remunerado.

Porque Jesucristo se manifestó para deshacer las


obras del diablo: habiendo denunciado, renunciado
y echado fuera de mí todos los espíritus del mal, los
envío atados y amordazados a los pies de la Santa
Cruz y les prohíbo regresar.

Habiendo nulificado todos los efectos, causas y


consecuencias, tomo autoridad, en el nombre de
Jesús, para que caigan todos los bloqueos, tinieblas
y barrer, las que satanás construyó a mi alrededor y
le ordenó a todo ser demoníaco que despojó a mi
familia o a mí mismo (a), que nos devuelva, lo que
nos quitó.

Padre Santo, te lo ruego, sana toda mi vida, toda


mi historia personal, perdóname, ayúdame,
libérame, bendíceme.

Padre Dios, acepto que Tú seas mi Padre, Jesucristo


mi Hermano, la Virgen María mi Madre, porque hoy,
yo (dí tu nombre completo) les pertenezco para
siempre.
80

A través de Tu Santo Espíritu, guíame para la


reparación de todas las faltas que cometí y
enséñame a amar Tu Voluntad. Gracias Padre.

Amén, amén, amén

ORACIÓN PARA SELLAR LA SANACION

Con el dedo pulgar de la mano derecha haz el signo


de la Cruz en tu frente y repite con nosotros:
Con la Sangre Preciosa de Jesús, sello esta sanación
que Tú Padre Dios acabas de hacer en mí, para que
no vuelvan más estos males y espíritus a mi vida, ni
en número de uno, ni en ningún otro número, ni de
la misma naturaleza, ni de naturaleza parecida.

Te ruego Padre Dios que el Espíritu Santo ocupe


todo mi ser y restaure las virtudes que estos males
han destruido en mí.

Desato en mi todos los dones y frutos de Tu Santo


Espíritu.

Envíame tus ángeles administradores de paz,


unidad, salud y prosperidad.

Espíritu Santo de Dios recibe la consagración


perfecta y absoluta de todo mi ser, dígnate ser en
adelante mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y
todo el amor de mi corazón.

Amén, amén, amén.

ORACIÓN DE BENDICION
81

Nuestro Señor Jesucristo que nos amó con un amor


tan desmedidamente grande y que fue puesto sobre
la Cruz de madera y condenado a la muerte más
amarga: lave y bendiga tu alma con Su Sangre
preciosa, en recuerdo del sufrimiento con el que
pagó por ti, a fin de que tu amor arda para él. Que
ese poderoso fuego de amor consuma todos tus
pecados y te conceda reposar sobre Su Bendito
Brazo, donde todos los santos reposan. En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén, amén, amén.

PLEGARIAS DE LIBERACIÓN
Oraciones contra el maleficio

Kyrie elèison. (3)

Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos,


omnipotente y todopoderoso, Tú que lo has hecho
todo y que lo transformas todo con Tu sola
Voluntad; Tú que en Babilonia transformaste en
rocío la llama del horno siete veces más ardiente y
que protegiste y salvaste a tus tres niños santos.
Tú que eres Doctor y Médico de nuestras almas; Tú
que eres la Salvación de aquellos que se dirigen a
Ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y
pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia
y maquinación satánica, toda influencia maligna y
todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y
malvadas realizados sobre tu siervo ..... haz que,
en cambio, de la envidia y el maleficio obtenga
abundancia de bienes, fuerza éxito y caridad.

Tú, Señor, que amas a todos los hombres, extiende


Tus Manos poderosas y Tus Brazos altísimos y
potentes y ven a socorrer y vista esta imagen tuya,
mandando sobre ella al ángel de la paz, fuerte y
82

protector del alma y del cuerpo, que mantendrá


alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada,
todo envenenamiento y hechicería de personas
corruptoras y envidiosas: de modo que debajo de Ti
tu suplicante protegido te cante con gratitud:

"El Señor es mi Salvador y no tendré temor de lo


que pueda hacerme el hombre. No tendré temor
del mal porque Tú estás conmigo, Tú eres mi Dios,
mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz,
Padre de los siglos futuros".

Sí, Señor Dios nuestro, ten compasión de Tu imagen


y salva a tu siervo.... de todo daño o amenaza
procedente del maleficio, y protégelo poniéndolo
por encima de todo mal; por la intercesión de la
más Bendita, gloriosa Señora, la Madre de Dios y
siempre Virgen María, de los resplandecientes
arcángeles y de todos los Santos. Amén.

ORACIÓN CONTRA TODO MAL

Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y


Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen
Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del
paraíso, descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti,
utilízame.
Expulsa de mi todas las fuerzas del mal,
aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar
bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia
negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras,
las maldiciones y el mal de ojo; la infestación
diabólica y la obsesión diabólica; todo lo que es
mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la
enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y
diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que
83

nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra


criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente,
en nombre de Jesucristo Salvador, por intermedio
de la virgen Inmaculada, a todos los espíritus
inmundos, a todas las presencias que me molestan,
que me abandonen inmediatamente, que me
abandonen definitivamente y que se vayan al
infierno eterno, encadenados por san Miguel
arcángel, por san Gabriel, por san Rafael, por
nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón
de la Virgen Santísima Inmaculada.

PLEGARIA DE LIBERACION

Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres


Padre,
nosotros te rogamos, por la intercesión de María
y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y
Gabriel,
que nuestros hermanos y hermanas
sean liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.

De la angustia, la tristeza y las obsesiones,


nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

Del odio, la fornicación y la envidia,


nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

De los pensamientos de celos, de rabia y de


muerte,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

De todo pensamiento de suicidio y de aborto,


nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
84

De toda forma de sexualidad mala,


nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

De la división de la familia, de toda amistad mala,


nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

De toda forma de maleficio, de hechizo,


de brujería y cualquier mal oculto,
nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.

Oh, Señor, que dijiste "la paz os dejo, mi paz os


doy",
por la intercesión de la Virgen Maria
concédenos ser liberados de toda maldición
y gozar siempre de tu paz.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN DE LA SANGRE DE CRISTO

Señor Jesús, en tu nombre y con


el Poder de tu Sangre Preciosa
sellamos toda persona, hechos o
acontecimientos a través de los cuales
el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos toda potestad destructora en
el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas
de la naturaleza, en los abismos del infierno,
y en el mundo en el cual nos movemos hoy.

Con el Poder de la Sangre de Jesús


rompemos toda interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares
y lugares de trabajo a la Santísima Virgen
acompañada de San Miguel, San Gabriel,
85

San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.


Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestra casa, todos los que la habitan
(nombrar a cada una de ellas),
las personas que el Señor enviará a ella,
así como los alimentos y los bienes que
Él generosamente nos envía
para nuestro sustento.

Con el Poder de la Sangre de Jesús


sellamos tierra, puertas, ventanas,
objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos,
y en fe colocamos un círculo de Su Sangre
alrededor de toda nuestra familia.

Con el Poder de la Sangre de Jesús


sellamos los lugares en donde vamos
a estar este día, y las personas, empresas
o instituciones con quienes vamos a tratar
(nombrar a cada una de ellas).

Con el Poder de la Sangre de Jesús


sellamos nuestro trabajo material y espiritual,
los negocios de toda nuestra familia,
y los vehículos, las carreteras, los aires,
las vías y cualquier medio de transporte
que habremos de utilizar.

Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos,


las mentes y los corazones de todos los habitantes
y dirigentes de nuestra Patria a fin de que
Tu Paz y Tu Corazón al fin reinen en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y
por Tu Vida, ya que gracias a Ellas
hemos sido salvados y somos preservados
de todo lo malo.
86

ORACIÓN POR LOS ENFERMOS (Padre Emiliano


Tardif)

Jesús. Señor Jesús.


Creemos que estás vivo y resucitado. Creemos que
estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del Altar y en cada uno
de nosotros.
Te alabamos y te adoramos. Te damos gracias
Señor, por venir hasta nosotros
como pan vivo bajado del Cielo. Tú eres la plenitud
de la vida.
Tú eres la resurrección y la vida.
Tú eres, Señor la salud de los enfermos.
Hoy te queremos presentar a todos los enfermos
que están aquí, porque para
ti no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio.
Tú eres el eterno presente y tu lo conoces.
Ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de
ellos. Visítalos a través
de tu Evangelio proclamado en la Santa Biblia, para
que todos reconozcan
que tu estás vivo en tu Iglesia de hoy; y que se
renueve su fe y su
confianza en ti. Te lo suplicamos Jesús.
Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de
los que sufren en su
corazón y de los que sufren en su alma que están
orando y viendo los
testimonios de lo que Tú estás haciendo por tu
Espíritu Renovador en el
mundo entero. Ten compasión de ellos, Señor.
Desde ahora te pedimos. Bendícelos a todos y haz
que muchos vuelvan a
encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan
abriendo a las maravillas
de tu amor, para que también ellos sean testigos de
tu poder y de tu
compasión.
87

Te lo pedimos Jesús, por el poder de tus santas


llagas, por tu santa cruz y
por tu preciosa sangre.
Sánalos Señor. Sánalos en su cuerpo, Sánalos en su
corazón, Sánalos en su
Alma.
Dales vida y vida en abundancia. Te lo pedimos por
intersección de María
Santísima, tu Madre, la Virgen de los Dolores, la
que estaba presente, de
pie, cerca de la cruz.
La que fue la primera en contemplar tus santas
llagas y que nos distes por
madre. Tú nos has revelado que ya has tomado
sobre ti todas nuestras
dolencias y por tu santas llagas hemos sido
curados.
Hoy, Señor, te presentamos en fe todos los
enfermos que nos han pedido
oración y te pedimos que los alivies en su
enfermedad y que les des la
salud.

Te pedimos por la gloria del Padre del Cielo, que


sanes a los enfermos que
van a leer este libro.
Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que
reciban la salud para la
gloria de tu Nombre.
Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en
los corazones, a través
de los signos y prodigios de tu amor.
Todo esto te lo pedimos Jesús, porque tú eres
Jesús. Tú eres el buen pastor
y todos somos ovejas de tu rebaño. Estamos tan
seguros de tu amor, que aún
antes de conocer el resultado de nuestra oración,
en fe te decimos Jesús
88

por lo que tu vas hacer en cada uno de ellos.


Gracias por los enfermos que tu estás sanando
ahora, que tu estás visitando
con tu misericordia.
Que lo cubras de tu sangre divina, y que a través de
este mensaje tu
corazón de buen pastor hable a los corazones de
tantos enfermos que van a
leerlo.

¡Gloria y alabanza a ti, Señor. ¡Amén

Plegarias de Sanación Interior y


Liberación por el Padre Gabriel
Amorth
Junio 7th, 2008

El padre Amorth es Presidente de la


Asociación Internacional de Sacerdotes
Exorcistas, Diócesis de Roma.

Señor Jesús, Tú has venido a curar los


corazones heridos y atribulados, te ruego que
cures los traumas que provocan turbaciones en
mi corazón; te ruego, en especial, que cures
aquellos que son causa de pecado.
Te pido que entres en mi vida, que me cures de
los traumas psíquicos que me han afectado en
tierna edad y de las heridas que han provocado
a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, Tú
89

conoces mis problemas, los pongo todos en tu


Corazón de Buen Pastor.
Te ruego, en virtud de aquella gran llaga
abierta en tu corazón, que cures las pequeñas
heridas que hay en el mío. Cura las heridas de
mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me
ha acaecido me haga permanecer en el dolor,
en la angustia, en la preocupación.
Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que
son causa de enfermedades físicas. Yo te
ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo
y dame los sentimientos de tu Corazón divino.
Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que
me oprime por la muerte de las personas
queridas . Haz que pueda recuperar la paz y la
alegría por la certeza de que Tú eres la
Resurrección y la Vida.
Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de
tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu
presencia viviente entre nosotros. ¡Amén!
Oh, Señor, Tú eres grande, Tú eres Dios, Tú
eres Padre, nosotros te rogamos, por la
intercesión y con la ayuda de los Arcángeles
Miguel, Rafael y Gabriel, ser liberados del
maligno que nos ha esclavizado. Oh, Santos,
venid todos en nuestra ayuda!
De la angustia, la tristeza y las obsesiones,
nosotros te rogamos: Líbranos, Oh Señor.
Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros
90

te rogamos: Líbranos, Oh Señor.


De los pensamientos de celos, de rabia y de
muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, Oh
Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto,
nosotros te rogamos: Líbranos, Oh Señor.
De toda forma de desorden en la sexualidad,
nosotros te rogamos: Líbranos, Oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad
mala, nosotros te rogamos: Líbranos, Oh
Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de
brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te
rogamos: Líbranos, Oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste: “la paz os dejo, mi paz
os doy”, por intercesión de la Virgen María
concédenos ser liberados de toda maldición y
gozar siempre de tu paz. Por Jesucristo
Nuestro Señor. ¡Amén!

Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre,


Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad,
Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y
santos del paraíso descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de Ti,
utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal,
aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda
estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la
91

magia negra, las misas negras, los hechizos, las


ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la
infestación diabólica, la posesión diabólica y la
obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado,
envidia, celos y perfidia; la enfermedad física,
psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para
que nunca más me toquen a mí ni a ninguna
otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios
omnipotente, en nombre de Jesucristo
Salvador y Señor, por intercesión de la Virgen
Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a
todas las presencias que me molestan, que me
abandonen inmediatamente, que me
abandonen definitivamente y que se vayan al
infierno eterno encadenados por San Miguel
Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por
nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el
talón de la Virgen Santísima Inmaculada.
Amén!

"A YAHVEH, TU DIOS, SEGUIRAS Y A EL TEMERAS,


GUARDARAS SUS MANDAMIENTOS Y ESCUCHARAS SU
VOZ, A EL SERVIRAS Y A EL TE ABRAZARAS Y VIVIRAS
UNIDOS A EL." (Deuteronomio 13, 5)

Dios tiene poder sobre la Tierra, sobre los espíritus


malignos y sobre las vidas de los seres humano.
Dejemos que la mano poderosa de Jesús, con su Santa
92

Presencia nos cubra con su Amor, nos sane y libere de


todo mal.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo


invoco a todos los ángeles y a los santos.

Me dirijo a ti Bendita Virgen María, Madre Santísima,


Reina de toda la creación, te pido tu bendición, tu
protección y tu intercesión, invoco la protección y
ayuda de san Miguel el Arcángel líder de los ejércitos
celestiales, de todos los arcángeles y ángeles, me uno
a la alabanza, adoración y gloria dada a nuestro Dios
Padre, Hijo y Espíritu Santo, invoco en el Nombre de
Jesús la bendición, protección y ayuda de todos los
patriarcas, los profetas, los confesores, vírgenes y
mártires, los discípulos de Jesús, los Apóstoles y de
todos los santos que han existido y que existen. En el
Nombre de Jesús entro en comunión con la Santa
Iglesia de Cristo y ratifico mi fe en el Santo Nombre de
Jesús y en su preciosa Sangre. En el Nombre de Jesús
renuncio al pecado, renuncio a Satanás y sus trabajos
de maldad, me entrego totalmente a Jesucristo para la
Gloria de Dios.

DIOS PADRE TODOPODEROSO, creador de los cielos y


de la tierra, de todo lo visible e invisible, Padre
amadísimo, en unión con la Virgen María, los ángeles y
los santos, te hablo humildemente en el nombre de
Jesús.

Te exalto y magnifico por tu grandeza inigualable, te


alabo por todas tus perfecciones y atributos, te adoro
y te doy gracias por el regalo de mi vida, por
permitirme estar en tu Presencia Santa.

Padre amado conoces mi intención, sabes que somos


oprimidos por aquellos espíritus rebeldes que nos
incitan al pecado y que nos hacen estar lejos de Ti.
93

Señor, yo he pecado por mi propio deseo y te confieso


mi culpa, por favor borra las huellas de mi pecado y
acepta mi oración en el Nombre de Jesús.

Señor, Dios Todopoderoso, en el Nombre de Jesús te


pido mi liberación y la liberación de todos los que
sienten la influencia del maligno en sus vidas.

En el Santo Nombre de Jesús, cúbreme con su Preciosa


Sangre, libérame Señor, libera a (N.N.)

Señor Dios Supremo Rey del Universo, Padre de todos


los espíritus, te alabo y te doy gracias por haberme
enseñado la grandeza del Santo Nombre de tu Hijo
Jesús, me arrodillo en unión de toda rodilla en el
Cielo, en la Tierra y debajo de la Tierra, y confieso con
toda lengua que Jesús es Señor, para tu Gloria Oh Dios
Omnipotente.

Padre amado, te exalto y te alabo por tu generosidad


con la raza humana, por aceptar el sacrificio de tu
Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo en reparación
de todos nuestros pecados, por permitir que la
Preciosa Sangre de Cristo lave nuestras almas y nos
purifique de nuevo en tu Santa Imagen.

Bendito seas Dios Padre Misericordioso que nos has


enviado a tu Hijo para que através de su Preciosa
Sangre podamos ser salvados del pecado y liberados de
nuestro enemigo el demonio.

Padre Amado, por el Poder del Santo Nombre de Jesús


y de su Preciosa Sangre, libérame Señor de todo
espíritu maligno que tenga influencia sobre mi,
desátame Señor de las cadenas que me unen a la
maldad, libérame Señor, libera a (N.N.)

Separa al enemigo de mi vida, arrójalo fuera de mi.


Expúlsalo Señor, en el Santo Nombre de Jesús,
94

cúbreme con su Preciosa Sangre, libérame Señor,


libera a (N.N.)

Dios Padre Todopoderoso, en el Nombre de Jesús, te


pido que ganes esta batalla, tengo fe en tu Poder,
alabo tu Majestad, exalto tu Autoridad sobre el
enemigo, confío totalmente en que tú estás haciendo
este trabajo para mi Salvación y la Salvación de
aquellos por quienes rezo. Libera Señor, suspende para
siempre la opresión del maligno, establece tu dominio,
ahuyente con tu Presencia a todos tus enemigos,
Revela tu Gloria. Cristo ha vencido al demonio en la
cruz, saca al enemigo fuera de mi vida, para tu Honor
y Gloria. En el Santo Nombre de Jesús, cúbreme con su
Preciosa Sangre, libérame Señor, libera a (N.N.)

SEÑOR JESUS, me arrepiento de todos los pecados que


he cometido a lo largo de la vida y te pido perdón.
Señor pasa por toda mi vida desde el momento de mi
concepción y sáname del amor que me pudo haber
faltado, lléname de tu Amor.

Bendice a mis padres antes de mi nacimiento, borra


cualquier lujuria que haya habido en ellos, purifícales
con tu Preciosa Sangre. Oh Dios Omnipotente que lo
puedes todo, bendice mi vida desde mi comienzo,
bendice mi niñez, mi juventud, bendice a lo largo de
toda mi vida y hazte presente con tu Autoridad para
liberarme de cualquier influencia diabólica que me
haya perturbado o que aun esté presente en mi vida.
Limpia mi Alma para que quede blanca como la nieve.

Señor Jesús, libérame de cualquier resentimiento que


yo lleve en mi corazón contra cualquier miembro de mi
familia, cualquier persona que yo haya conocido a lo
largo de mi vida, en tu Santo nombre, cúbreme con tu
Preciosa Sangre libérame Señor, libera a (N.N.)
95

Libérame Señor de cualquier resentimiento que yo


tenga en contra mía por todos mis errores y torpezas,
por todas mis fallas y caídas, saca Señor todas mis
frustaciones, en tu Santo Nombre, cúbreme con tu
Preciosa Sangre, libérame Señor, libera a (N.N.)

Sáname Señor de cualquier resentimiento que yo lleve


en contra tuya por haberme sentido ofendido con mi
destino el cual es tu Santa Voluntad, en tu Santo
Nombre, cúbreme con tu Preciosa Sangre, libérame
Señor, libera a (N.N.)

Señor Jesús, Dios Misericordioso, tu conoces la razón


por la cual el enemigo me ataca. Libérame Señor y
salva mi alma. Libérame Señor de toda maldición que
yo haya recibido, de todo odio, hechizo, brujería, mal
de ojo, espiritismo, satanismo, magia, yoga, guija,
clarividencia, adivinaciones, cultos, ocultismo. Señor
Jesús tu das libertad a los cautivos, en tu Santo
Nombre, cúbreme con tu Preciosa Sangre, aleja al
maligno por tu Santo Poder. Libérame Señor, libera a
(N.N.)

Libérame Señor de todo espíritu maligno contraído por


abuso sexual, aberraciones, deseos impuros, avaricia,
ira o cualquier pecado que yo haya cometido,
perdóname Señor, en tu Santo Nombre, cúbreme con
tu Preciosa Sangre libérame para la gloria de tu Santo
Nombre, libera a (N.N.)

Señor Jesús tu ganaste nuestra libertad en la cruz, en


tu Santo Nombre, cúbreme con tu Preciosa Sangre,
aleja al maligno por tu Santo Poder. Libérame Señor,
libera a (N.N.)

Señor Jesús, Dios Todopoderoso, tú eres Luz,


manifiesta tu presencia sobre los espíritus de la
oscuridad que me rodean, Señor Jesús, tu eres la Luz
del mundo, en tu Santo Nombre, cúbreme con tu
96

Preciosa Sangre, aleja al maligno por tu Santo Poder.


Libérame Señor, libera a (N.N.)

Señor Jesús, tú eres el Rey de la Paz, manifiesta sobre


todos los espíritus maligno que me perturban,
comanda tu Paz sobre esta tormenta, en tu Santo
Nombre, cúbreme con tu Preciosa Sangre, aleja el
maligno por tu Santo Poder. Libérame Señor, libera a
(N.N.)

Señor Jesús, tu eres el Gozo de todo el que te conoce,


saca Señor al enemigo que me roba la felicidad,
libérame Señor, en tu Santo Nombre, cúbreme con tu
Preciosa Sangre, aleja al maligno por tu Santo Poder.
Libérame Señor, libera a (N.N.)

Señor Jesús, tú eres el Gran Amor de Dios, manifiesta


tu presencia sobre todos los espíritus de odio que han
atacado mi vida, en tu Santo Nombre, cúbreme con tu
Preciosa Sangre, aleja al maligno por tu Santo Poder.
Libérame Señor, libera a (N.N.)

Señor Jesús, tú eres humildad, manifiesta tu presencia


sobre el espíritu de orgullo que me ha llevado a
desafiarte con mis pecados, en tu Santo Nombre,
cúbreme con tu Preciosa Sangre, aleja al maligno por
tu Santo Poder. Libérame Señor, libera a (N.N.)

Señor Jesús, tú eres caridad, manifiesta tu presencia


sobre toda avaricia que me haya tocado el corazón, en
tu Santo Nombre, cúbreme con tu Preciosa Sangre,
aleja al maligno por tu Santo Poder. Libérame Señor,
libera a (N.N.)

Señor Jesús, tú eres Amor al prójimo, manifiesta tu


presencia sobre toda envidia que me haya manchado el
alma, en tu Santo Nombre, cúbreme con tu Preciosa
Sangre, aleja al maligno por tu Santo Poder. Libérame
Señor, libera a (N.N.)
97

Señor Jesús, tú eres paciencia y comprensión,


manifiesta tu presencia sobre toda ira que yo haya
tenido, en tu Santo Nombre, cúbreme con tu Preciosa
Sangre, aleja al maligno por tu Santo Poder. Libérame
Señor, libera a (N.N.)

Señor Jesús, tú eres pureza, manifiesta tu presencia


sobre toda impureza y lujuria que haya manchado mi
alma, en tu Santo Nombre, cúbreme con tu Preciosa
Sangre, aleja al maligno por tu Santo Poder. Libérame
Señor, libera a (N.N.)

Señor Jesús, tú eres amo sobre todas las cosas, tú


tienes todo control, manifiesta tu presencia sobre toda
glotonería, sobre toda falta de control, en tu Santo
Nombre, cúbreme con tun Preciosa Sangre, aleja al
maligno por tu Santo Poder. Libérame Señor, libera a
(N.N.)

Señor Jesús, tu eres el constructor del Universo, tu


trabajo es continuo y necesario para mi salvación,
manifiesta tu presencia sobre todo espíritu de pereza
que me haya influenciado, en tu Santo Nombre,
cúbreme con tu Preciosa Sangre, aleja al maligno por
tu Santo Poder. Libérame Señor, libera a (N.N.)

SEÑOR DIOS, ESPIRITU SANTO, espíritu de Dios, del


Padre y del Hijo, amor del Padre y del Hijo, Amor
divino que sostiene el universo. Dios Todopoderoso y
Omnipotente que llenas la creación con tu Santa
Presencia, escúchame en el Nombre de Dios, del Padre
y del Hijo, bendíceme con tu Amor y tu Paz.

Señor Dios, que me has hecho tu Templo, perdóname


por no haber respetado tu morada santa, por haberte
echado con mi maldad.

Dios, Espíritu Santo, en el Nombre de Jesús, saca


cualquier mal espíritu que ha venido a tomar tu lugar,
98

toma posesión una vez más de tu Templo y perdona mi


pecado. En el Santo Nombre de Jesús, cúbreme con tu
Amor divino, libérame Señor, libera a (N.N.)

Espíritu de Amor aleja todo odio de mi vida, Espíritu


de Caridad saca toda avaricia y envidia de mi alma,
Espíritu de Paciencia y entendimiento saca toda ira,
Espíritu de la Pureza saca toda lujuria de mi corazón,
limpia mi mente, Espíritu de perfección saca toda
imperfección, saca toda gula, intemperancia y
destruye mi pereza para que yo pueda ser un digno
Templo de tu presencia. En el Santo Nombre de Jesús,
cúbreme con tu Amor divino, libérame Señor, libera a
(N.N.)

Señor Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. En tu Santo


nombre reclamo que liberes mi alma y me hagas de
nuevo un digno Hijo de Dios. En el Santo Nombre de
Jesús reclamo mi sanación física y espiritual. Padre
mío no me abandones, Jesús mío ten misericordia de
mi, Espíritu Santo lléname, bendíceme y fortaléceme.

Señor Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en compañía


de la Vírgen María, de los Angeles y de los Santos te
bendigo, te alabo, te doy gracias y te glorifico porque
hoy me has sanado, hoy me has liberado, hoy has roto
las cadenas que me amarraban, hoy has recreado tu
Imagen Santa en mi alma, hoy has triunfado una vez
más. Gracias Señor Jesús. Gracias Señor Jesús. Gracias
Señor Jesús.

Aleluya, Aleluya, Aleluya. Amén

¡GLORIA A DIOS!
99

Esta oración será muy efectiva si se reza


con el corazón y con sinceridad.

Rezar en lo posible todos los días:

El Señor ha dicho: "Que se


arrepientan ante Mí con esta
palabras":

Señor, me has soportado todos


estos años con mis pecados,
pero a pesar de ello has tenido
compasión de mí.

Te suplico, Señor, que me salves


de todo mal.
Ven ahora, Jesús.
Ven ahora a habitar en mi
corazón.

Me he descarriado en todos los


aspectos,
pero ahora no quiero pecar más.
100

Te he agraviado y he sido injusto.


Ya no lo seré nunca más.

Te suplico, Señor, que me salves


de todo mal.
Ven ahora, Jesús.
Ven ahora a habitar en mi
corazón.

Renuncio al pecado, renuncio al


Demonio,
renuncio a la iniquidad que
ensucia mi alma.
Libera mi alma de todo lo que es
contrario a Tu santidad.

Te suplico, Señor, que me salves


de todo mal.
Ven ahora, Jesús.
Ven ahora a habitar en mi
corazón.

Perdóname, Señor, y permíteme


descansar en Ti.
Porque Tú eres mi Escudo, mi
Redentor y mi Luz,
101

y en Ti confío.
Desde hoy, Señor, Te bendeciré en
todo momento.

Te suplico, Señor, que me salves


de todo mal.
Ven ahora, Jesús.
Ven ahora a habitar en mi
corazón.

Repudio el mal y a todos los demás


dioses e ídolos,
porque Tú eres el Altísimo sobre el
mundo entero,
trascendiendo de lejos a todos los
demás dioses.

Te suplico, Señor, que me salves


de todo mal.
Ven ahora, Jesús.
Ven ahora a habitar en mi
corazón.

Con Tu poderoso brazo, sálvame de


la mala salud,
sálvame de estar cautivo,
102

sálvame de los conflictos


y derrota a mi enemigo el
Demonio.
¡Ven pronto en mi ayuda, oh
Salvador!

Te suplico, Señor, que me salves


de todo mal.
Ven ahora, Jesús.
Ven ahora a habitar en mi
corazón.

Amén.
103

Rosario de liberacion
Oración

Hermoso el Rosario de Liberacion, Dios siempre nos


escucha… Es un rosario muy milagroso.

Podemos rezar el Rosario de la Liberación


intercediendo por aquellos que el Señor coloque en
nuestro corazón. Debemos, por lo tanto, rezarlo por
nosotros mismos, para que seamos purificados en la
Sangre de Jesús, a través de la oración ¡Jesús, ten
piedad de mí! Solamente así seremos canales
abiertos a la gracia de Dios.

El Rosario de la Liberación debe rezarse por una


intención cada vez que se reza: Conversión,
matrimonio, familia, salud, trabajo, parientes, amigos,
104

enemigos (que no deben existir), etc. Cada intención


debe corresponder a una tercera parte del rosario.
Cuando se reza con el corazón y con la fe en el
poder liberador y curador de la Palabra de Dios y del
nombre de Jesús, la intercesión toca el corazón de
nuestro Dios porque se realiza en el nombre de
Jesús y de acuerdo a la Palabra de Dios, y su efecto
se hace sentir rápida y poderosamente.

La oración del Rosario de la Liberación dura


aproximadamente ocho minutos.

Dios los guie

“Llegan a Jericó. Y al salir de Jericó acompañado de


sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo
de Timeo ( Bartimeo ), un mendigo ciego estaba
junto al camino. Al enterarse que era Jesús de
Nazareth, se puso a gritar: ¡Hijo de David, Jesús ten
compasión de mí! “ ( Mc. 10, 46-47). Jesús se
detuvo. El también va a detenerse a fin de atenderte
como lo hizo con el ciego Bartimeo.

“Jesús, dirigéndose a él, le dijo: “¿Qué quieres que te


haga? “El ciego le respondió: ´Rabboni, ¡Que vea!`
Jesús le dijo: `Vete, tu fe te ha salvado´. Y, al
105

instante, recobró la vista y le seguía por el camino”.


(Mc 10,51-52) así como Jesús se detuvo al oir la
oración – ¡Jesús, ten piedad de mí! – y le preguntó al
ciego Bartimeo: “¿Qué quieres que haga?” y el ciego
respondió: “¡Que vea!”, Jesús al oír tu oración –
¡Jesús, ten piedad de mí! – , parará y te preguntará:
“¿Qué quieres que te haga?” y tú con toda fe,
responderás: ¡Jesús, sáname! ¡Jesús. Sálvame!
¡Jesús, libérame!.

ORACION
En tus brazos amorosos Madre Inmaculada
confiamos los frutos de este Rosario de la
Liberación.

Señor Jesús, queremos alabarte y agradecerte el


que Tú, por tu misericordia y piedad, suscitaste esta
oración poderosa que produce frutos maravillosos de
salud, salvación y liberación en nuestra vida, en
nuestra familia y en la vida de las personas por las
que oramos.

¡Gracias, Jesús, por tu infinito amor por nosotros!


Padre celestial, nosotros Te amamos, Padre, con
toda la confianza de hijos.
106

Nosotros nos acercamos a Ti en este momento y


clamamos un gran derramamiento de tu Espíritu en
nuestro corazón.

¡Padre! Queremos vaciarnos de nosotros mismos


para que el Espíritu Santo pueda venir sobre
nosotros. Por eso, delante de la cruz de Jesucristo,
renovamos nuestra entrega total e incondicional a Ti.
Pedimos perdón de todos nuestros pecados y los
colocamos ahora sobre el cuerpo llagado de Jesús.
Nosotros nos vaciamos de todas las aflicciones,
preocupaciones, angustias y de todo aquello que nos
ha quitado la alegría de vivir. Te entregamos nuestro
corazón, en nombre de Jesús.

Padre, colocamos sobre las llagas de Jesús


Crucificado todas nuestras enfermedades del cuerpo,
del alma y del espíritu; las preocupaciones con la
familia y con el trabajo; los problemas de orden
financiero, matrimonial y todas nuestras angustias,
incertidumbres y aflicciones. Señor, clamamos el
poder redentor de la Sangre de Jesús. Que esta
Sangre venga sobre nosotros ahora para limpiarnos
y para purificar nuestro corazón de toda mala
conciencia.
107

¡Jesús, ten piedad de mí!

¡Jesús ten piedad de nosotros!

Si, Padre, queremos entregarte nuestras voluntades,


flaquezas, miserias y pecados; nuestro corazón,
cuerpo, alma y espíritu, en fin todo lo que somos y
tenemos: nuestra fe, vida, matrimonio, familia,
trabajo, vocación, ministerios.

¡Llénanos con tu Espíritu, Señor! ¡Llénanos con tu


amor, con tu poder y con tu vida!

¡Ven, Espíritu Santo de Dios! ¡Ven en nombre de


Jesús! Ven y torna viva dentro de nosotros la Palabra
de Dios proclamada a través de la oración del
Rosario de la Liberación, y que él opere en cada
corazón la gracia de la cura, salvación y liberación,
en nombre de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ROSARIO DE LA LIBERACION
El Rosario de la Liberación se inicia con el Credo
y termina con la oración del Salve . En cada
cuenta del Padrenuestro nosotros vamos a
proclamar la palabra de Dios”. Si, pues, el Hijo os da
la libertad, seréis realmente libres” (Jn 8,36).
108

Si, por ejemplo, oro por mì mismo, diré (en cada


cuenta en vez del Padrenuestro): Si Jesús me libera,
seré verdaderamente libre. Si oro por mi familia, diré:
Si Jesús libera a mi familia, mi familia será
verdaderamente libre. ¡Se está proclamando la
palabra de Dios!

En cada cuenta de las Avemarías, oramos:

¡Jesús, ten piedad de mí! ¡Jesús, sáname! ¡Jesús,


sálvame! ¡Jesús, libérame!

Si oras por tu familia, deberás rezar en cada cuenta


de las Avemarías: ¡Jesús, ten piedad de mi familia!
¡Jesús, sana a mi familia! ¡Jesús, salva a mi
familia! ¡Jesús, libera a mi familia!

Y en cada cuenta del Padrenuestro: Si Jesús libera


a mi familia, mi familia será verdaderamente libre.

Si oras por una persona, por ejemplo, José, harás de


la siguiente forma:

En cada cuenta del Padrenuestro: Si Jesús libera a


José, José será verdaderamente libre.
109

En cada cuenta de las Avemarías: ¡Jesús, ten


piedad de José! ¡Jesús, sana a José! ¡Jesús,
salva a José! ¡Jesús, libera a José!

Después de rezar el Rosario de la Liberación


completo, agradece a Jesús por las bendiciones que
Él está derramando sobre ti, sobre aquellos por
quienes estás intercediendo.

Oremos:
Señor Jesús, te pedimos perdón por todos nuestros
pecados. Pedimos además, en tu nombre, a Dios
Padre, que El envíe el Espíritu Santo, derramando en
nuestro corazón el don de proclamar tu Palabra, con
mucha fe y confianza, a través del Rosario de la
Liberación. Te pedimos, Jesús, que por tu poder se
manifieste en nuestra vida, que Tú realices milagros
y prodigios a través de esta poderosísima oración de
fe que no es otra cosa sino la proclamación de tu
Palabra.

Amen. ¡Aleluya!
110

Oración de reconciliación,
renovación, liberación
y sanación integral de la gracia
de Dios

Formulada por el P. Rayito para el


Ministerio de Sanación

Pedir
perdón a
Dios Señor
Jesús,

humildemente te pido perdón por no


haberte agradado haciendo tu divina
voluntad; en mis pensamientos, palabras
y obras; y por los pecados de omisión que
he cometido al ser desagradecido y no
glorificarte ¡Perdón, Señor, perdón!

Perdonar a la familia primitiva


111

En tu Nombre y con el poder de tu sangre


preciosa, con el poder de tus santas
llagas, con el poder de tu santa cruz y la
gracia del Espíritu Santo que he recibido,
yo (DIGA SU NOMBRE) perdono de
todo corazón y con todas las fuerzas de
mi alma a todos aquellos hermanos
que me han ofendido, herido o
lastimado durante toda mi vida. De
manera especial perdono a mi papá, a mi
mamá y a mis hermanos, quienes
debieron darme todo el amor que Dios
tenía para mí en mis primeros años de
vida y no me amaron.

Se pueden decir hechos concretos que se


recuerden en ese momento, por ejemplo:

 Te perdono papá, por tu


alcoholismo;
 por los golpes que le diste a mi
madre, a mis hermanos y a mí;
 te perdono en el nombre de mi
Señor Jesús, por habernos
abandonado;
 porque te fuiste con otra mujer;
 por tener otros hijos, etc.

Así con cada persona, siempre haciendo


uso de las armas que Dios nos ha dado en
Jesucristo nuestro Señor:
112

 En su nombre,
 por su sangre preciosa,
 por el poder de sus llagas,
 por el poder de su santa cruz,
 con el poder del Espíritu Santo,
 con la intercesión de la Virgen
y en comunión de los santos.

Perdonar a los familiares

También
en tu
nombre,
Señor, y
con el
poder de
tu sangre preciosa y con el poder de tus
santas llagas yo (DIGA SU
NOMBRE); perdono a mis parientes:
abuelos, tíos, primos; también a mis
bisabuelos y tatarabuelos, por el, o por
los que que yo haya sufrido o esté
sufriendo.

Perdonar a la familia actual, esposa (o),


hijos

También en tu nombre, Señor, y con el


poder de tu sangre preciosa y con el poder
de tus santas llagas yo (DIGA SU
113

NOMBRE) perdono a mi esposa (o),


hijos.

Se pueden decir hechos concretos que se


recuerden en ese momento, por ejemplo:

 Tu egoísmo, prepotencia,
altanería…
 tu infidelidad, mentiras, celos…

Y en tu nombre, Señor, y con el poder de


tu sangre preciosa y con el poder de tus
(santas llagas yo DIGA SU
NOMBRE) perdono a toda persona
que directa o indirectamente me
haya causado algún daño, por el cual
yo haya sufrido o esté sufriendo.

Se pueden decir hechos concretos que se


recuerden en ese momento.

Sanación de la memoria

Y te pido, Señor, que con el poder de tu


sangre preciosa y de tus llagas
benditas borres de mi memoria toda
impresión o recuerdo que me esté
causando algún trauma, complejo o
perturbación física, moral o espiritual.

Oración de bendición
114

Te ofrezco, Señor, todo el dolor y


sufrimiento que he padecido durante
toda mi vida, unido al tuyo en la cruz,por
el perdón de mis pecados y los
pecados del mundo entero, porque
este dolor y sufrimiento, unido a tu
sacrificio redentor lo aprovechen muchas
almas, porque tu eres el Cordero de Dios
que quitas el pecado del mundo.

Oración como un acto de justicia

Y en tu presencia, Señor, y como un acto


de justicia, por los méritos de tu pasión y
muerte en la cruz y resurrección, yo
les pido perdón a todos aquellos
hermanos que he ofendido, herido,
lastimado o humillado. Y hago el
propósito de reparar los daños por mí
causados.

Reconciliación con uno mismo

También, por estos mismos méritos de tu


pasión, de tu muerte en la cruz y
resurrección; y en tu nombre y con el
poder de tu sangre preciosa, yo me
perdono a mí mismo de todos los
pecados que he cometido. Y me acepto
y me amo como tú me aceptas y me
115

amas, para poder amar y aceptar a


mis hermanos, como es tu voluntad.

Oración de liberación

Y en tu nombre, mi Señor Jesús, con el


poder de tu sangre preciosa, de tus llagas
benditas, de tu santa cruz, y con la
poderosa intercesión de mi madre
Santísima la Virgen María, y con el poder
que le has dado a tus santos arcángeles
Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel; y de todos
tus santos ángeles, especialmente de mi
ángel de la guarda; y en comunión de
toda la Santa Iglesia, que es tu cuerpo
místico, REPRENDO, ATO Y
AMORDAZO a todos los enemigos de
Dios: a Luzbel, Yetzel, Belcebú, Satanás y
todos los demonios y espíritus inmundos
que perturban la Divina Gracia en mí.

Y, en tu nombre, los mando así,


reprendidos, atados y amordazados, a tus
pies, en la cruz, Señor Jesús, donde tú
eres el vencedor. Para que tú, Señor,
dispongas de todos ellos y de sus nefastas
obras en mí y en los que tú me has
confiado y dispongas de ellos y en tu
nombre les ordeno que no vuelvan
a perturbarme.
116

Por tanto, en tu nombre, me declaro


libre de toda obsesión, de toda opresión,
de toda brujería, magia, etc. ¡Soy libre!
Por y para glorificarte, Dios mío, servirte
y amarte en mi prójimo. Amén.

Oración de
renovación
de la
gracia

Imploro

humildemente la renovación de tu gracia


en mí, la que he recibido por el
Sacramento de mi bautismo, la que recibí
en el Sacramento de mi confirmación, la
gracia que recibí en mi primera
Comunión, la gracia que se me otorga en
el Sacramento de la Reconciliación (si es
casado, añade: la gracia que recibí en el
Sacramento del Matrimonio).

Todo esto para darte gloria y ser


instrumento de tu amor y bondad en el
servicio que debo a mis hermanos.
117

Oración de oblación

Del mismo modo, para mayor gloria tuya


y para servir a mi prójimo te
ofrezco todo el cansancio, dolor y
sufrimiento que estoy padeciendo y que
pueda padecer, unido a tu sacrificio en el
Calvario y en la cruz.

Oración de sanación física

Y ahora, Señor, revestido nuevamente de


tu gracia, te pido humildemente que, si tú
quieres, me sanes de toda
enfermedad, física, mental y espiritual;
consecuencia del pecado que me llevaba a
la muerte.

Por eso, Señor Jesús, en tu nombre, le


ordeno a mi cerebro que active todos los
procesos de sanación que tu palabra
divina genera en mí.

Confirmación de sanación

Así, en fe, en tu nombre, Señor Jesús, me


declaro sano, completamente sano, en
mi corazón, en mi mente y en mi cuerpo.

Oración de agradecimiento
118

Y también en fe, Señor, te doy las


gracias, por todo lo que tu amor ha
hecho en mí y en mis hermanos, por esta
reconciliación, renovación, liberación y
sanación integral de tu gracia en mí y en
todos mis hermanos.

Por todo lo que has obrado en todo mi


ser,
¡Gracias, Señor! ¡Amén, Aleluya!

Oración de
liberación

Padre
Santo, yo
(SE DICE
EL
NOMBRE), creo que tu Palabra es viva y
eficaz. Hoy mismo y para siempre me
vuelvo a ti, Señor, de todo corazón, con
toda mi alma, con toda mi fuerza y muy
sinceramente confieso con mi boca
que Jesucristo tu Hijo es mi Señor.
También creo en mi corazón que resucitó,
que está vivo y es el mismo de ayer, hoy y
siempre.
119

Alabo y exalto, Padre bueno, tu santo


nombre, porque gracias a la muerte y
resurrección de Jesucristo, mi Señor y
Salvador; el pecado, la muerte, el mundo,
la maldición, la condenación, Satanás y
todas sus obras…

¡Están vencidos para siempre!

Y a partir de hoy, yo (SE DICE EL


NOMBRE), acepto en mí la victoria
eterna de mi Señor Jesucristo, y participo
de ella para siempre, en todo mi ser:
físico, psicológico y espiritual.

Además, yo (SE DICE EL NOMBRE)


apoyado en la victoria eterna de mi Señor
Jesucristo, hoy y para
siempre,CORTO y DESTRUYO en su
nombre toda obra de Satanás: ataque,
tentación, seducción, obsesión, opresión,
etc., que venga en contra de mi persona,
de mi familia, de mi casa, trabajo,
pertenencias, etc. Por medio de brujería,
hechicería, magia negra, blanca o de
cualquier color, sortilegios de amor,
vudú, fetichismo, maleficios,
curanderismo, ritos ocultos, ceremonias
satánicas, invocaciones diabólicas,
maldiciones, herencias ancestrales
malignas, paternas y maternas.
120

CORTO y DESTRUYO en el nombre de


Jesús, todo ocultismo, esoterismo,
espiritismo, espiritualismo, evocación de
los muertos, limpias, juegos diabólicos
como la ouija, masonería, gnosticismo,
lectura de las cartas, mano, café, agua,
arena y todo tipo de adivinación.

Y también,
ahora
mismo, en
el nombre
de mi
Señor
Jesucristo,
y con el
poder de su Sangre preciosa
queda CORTADA y DESTRUIDA cualq
uier cosa que haya sido hecha por
cualquier persona viva o ya difunta,
consciente o inconscientemente, incluso
todo poder que provenga del ejercicio del
control mental, dianética, meditación
trascendental, profunda, zen, budista,
yoga metafísica, parasicología,
hipnotismo no clínico; incluso todo poder
que provenga de amuletos, talismanes,
imágenes, lociones, veladoras, polvos,
alimentos o cualquier otra cosa no
mencionada, que esté afectando,
destruyendo, dañando u oprimiendo a mi
121

persona, mi familia, mi hogar, mis


pertenencias.

A partir de hoy y para siempre


queda atado y amordazado todo
espíritu ajeno opuesto a Dios, que se
esté manifestando en mi ser, físico,
psicológico o espiritual, y que esté
produciendo en mí soberbia, ira, lujuria,
alcoholismo, malos deseos, envidia, gula,
adivinación, premonición, falsa
religiosidad, dolor, enfermedad, miedo,
angustia, depresión, confusión, idolatría,
egolatría.

Renuncio a todas estas cosas, libre


y voluntariamente, rechazo todo esto,
de todo mi ser y en todas las áreas de mi
vida. Y en el nombre de mi Señor
Jesucristo y por el poder de su preciosa
Sangre queda nulificada toda acción e
interacción espiritual y todo espíritu
ajeno opuesto a Dios queda atado y
amordazado y lo mando a la Eucaristía y
a todas las Eucaristías que se celebren en
todo el mundo en este momento. Amén.
122

ORACION DE LIBERACION,
EXORCISMO Y SANIDAD
Padre Moisés Lárraga

Es una Oración muy fuerte y efectiva para


sanidad o sanacion, para liberar y para
exorcisar.

Puedes usarla cuando hay problemas en


casa, para lugares donde se percibe
intranquilidad, para que la escuchen
personas con vicios o adicciones

MIENTRAS DUERMEN si tu
quieres que se liberen, para recobrar la paz
en nosotros mismos, en la familia, lugares
y/o objetos que te quitan la paz.

Especialmente recomendable para romper esclavitudes


con magia, brujería, ocultismo; romper hechizos o
maldiciones; para sanar el árbol genealógico; para el
combate espiritual de cada día; para los que desean
crecer espiritualmente pero tienen muchas trabas, etc.
etc. etc.
Contiene Oración en lenguas....¡escúchalo y compártelo
GRATIS!

OREMOS:

“En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu


123

Santo, invoco a todos los Ángeles y a los Santos.


Me dirijo a ti bendita Virgen María Madre
Santísima, Reina de toda la Creación. Te pido tu
bendición, tu protección y tu Intercesión. Invoco la
protección y ayuda de San Miguel, el Arcángel
líder de los Ejércitos Celestiales; de todos los
Arcángeles y Ángeles. Me uno a la alabanza,
adoración y gloria dada a nuestro Dios Padre, Hijo
y Espíritu Santo. Invoco en el Nombre de Jesús la
bendición, protección, y ayuda de todos los
Patriarcas, los Profetas, los Confesores, y las
vírgenes y mártires; los discípulos de Jesús, los
Apóstoles y de todos los Santos que han existido y
que existen.

En el Nombre de Jesús entro en comunión con la


Santa Iglesia de Cristo. Ratifico mi fe en el Santo
Nombre de Jesús y en Su Preciosa Sangre. En el
Nombre de Jesús renuncio al pecado, renuncio a
Satanás y a sus trabajos de maldad; me entrego
totalmente a Jesucristo para la Gloria de Dios.

Dios Padre Todopoderoso Creador de los Cielos y


de la Tierra, de todo lo invisible e invisible. Padre
amadísimo: en unión con la Virgen María, los
Ángeles y los Santos te hablo humildemente en el
Nombre de Jesús; te exalto y magnifico por tu
grandeza inigualable; te alabo por todas tus
perfecciones y atributos. Te adoro y te doy gracias
por el regalo de mi vida; por permitirme estar en tu
124

Presencia Santa. Padre amado conoces mi


intención; sabes que somos oprimidos por aquellos
espíritus rebeldes que nos incitan al pecado y que
nos hacen estar lejos de ti. Señor, yo he pecado por
mi propio deseo, y te confieso mi culpa, por favor
borra las huellas de mi pecado y acepta mi Oración
en el Santo Nombre de Jesús.

Señor Dios Todopoderoso en el Nombre de Jesús te


pido mi liberación y la liberación de todos los que
sienten la influencia del Maligno en sus vidas. En
el Santo Nombre de Jesús cúbreme con su Preciosa
Sangre, libérame Señor y libera a este pueblo,
libera a este pueblo que escucha esta Oración.
Señor Dios supremo Rey del universo, Padre de
todos los espíritus ¡te alabo y te doy gracias por
haberme enseñado la grandeza del Santo Nombre
de tu Hijo Jesús! Me arrodillo en unión con toda
rodilla en el Cielo, en la Tierra y debajo de la
Tierra y confieso con toda lengua que Jesús es el
Señor para tu Gloria oh Dios Omnipotente. Padre
amado, te exalto y te alabo por tu generosidad con
la raza humana, por aceptar el Sacrificio de tu
amadísimo Hijo nuestro Señor Jesucristo, en
reparación de todos nuestros pecados. Por permitir
que la Preciosa Sangre de Cristo lave nuestras
almas, y nos purifique de nuevo en tu Santa
Imagen.

Bendito seas Dios Padre Misericordioso, que nos


125

has enviado a tu Hijo para que a través de su


Preciosa Sangre podamos ser salvados del pecado y
liberados de nuestro Enemigo el Demonio. Padre
amado, por el Poder del Santo Nombre de Jesús y
de su Preciosa Sangre libérame Señor de todo
espíritu maligno que tenga influencia sobre mi,
desátame Señor de las cadenas que me unen a la
maldad ¡libérame Señor y libera a este pueblo!,
libera a todos los que están escuchando esta
Oración. Separa al Enemigo de mi vida y arrójalo
fuera de mí, expúlsalo Señor en el Santo Nombre
de Jesús.
Cúbreme con tu Preciosa Sangre, y libera Señor a
tu pueblo, libera a tus hijos. Dios Padre
Todopoderoso: en el Santo Nombre de Jesús te
pido que gane esta batalla, tengo fe en tu Poder,
alabo tu Majestad y exalto tu Autoridad. Exalto tu
Autoridad sobre el Enemigo; confío totalmente en
que tú estás haciendo este trabajo para mi salvación
y la salvación de aquellos por quienes rezo. Libera
Señor, suspende para siempre la opresión del
Maligno; establece tu dominio, ahuyenta con tu
Preciosa Sangre a todos tus enemigos ¡revela tu
Gloria!

Cristo ha vencido al Demonio en la Cruz ¡saca al


enemigo fuera de mi vida para tu honor y gloria!
En el Santo Nombre de Jesús cúbreme con tu
Preciosa Sangre Jesús, libera a tu pueblo ¡libéralo
Señor!
126

Señor Jesús, me arrepiento de todos los pecados


que he cometido a lo largo de mi vida y te pido
perdón. Señor pasa por toda mi vida desde el
momento de mi concepción, y sáname del amor
que me pudo haber faltado ¡lléname de tu amor!,
bendice a mis padres antes de mi nacimiento, y
bendice los padres de los que están escuchando esta
Oración; borra cualquier lujuria que haya habido en
ellos y purifícalos con tu Preciosa Sangre. Oh Dios
Omnipotente que LO PUEDES TODO, bendice
nuestra niñez, bendice nuestra vida desde nuestros
comienzos, bendice nuestra juventud, bendice a lo
largo de toda mi vida y hazte presente con
autoridad para librarme de cualquier influencia
diabólica que me haya perturbado o que aún esté
presente en mi vida. Bendice y libera a estos que
están oyendo esta Oración. Limpia nuestras almas
para que quedemos blancos como la nieve; Señor
Jesús libérame de cualquier resentimiento que lleve
en mi corazón contra cualquier miembro de mi
familia, cualquier persona que yo haya conocido a
lo largo de mi vida, en tu Santo Nombre cubre con
tu Preciosa Sangre, libérame Señor y libera a tu
pueblo.

Libera Señor de cualquier resentimiento que yo


tenga en contra mía por todos mis errores y
torpezas, por todas mis fallas y caídas ¡saca Señor
todas mis frustraciones en tu Santo Nombre y
cúbrenos con tu Preciosa Sangre y libéranos Señor!
127

Sana Señor de cualquier resentimiento que


llevemos en contra tuya por habernos sentido
ofendidos con nuestro destino, el cual es tu Santa
Voluntad. En tu Santo Nombre cúbrenos con tu
Preciosa Sangre y libéranos Señor.

Señor Jesús vengo humildemente ante tu cuerpo


Crucificado, ahí donde tu recibiste todas las
consecuencias de nuestro pecado, nuestras
enfermedades y nuestras debilidades y la muerte.
Señor Jesús en tu Santo Nombre humildemente
imploro tu Misericordia, y te pido por los méritos
de tu Pasión, agonía y muerte, y por los méritos y
las penas del Inmaculado Corazón de María que
nos sanes, y que sanes a estos enfermos que están
postrados en Oración, escuchando esta Oración.
Ten compasión de nosotros, ten compasión de ellos
y no tengas en cuenta nuestros pecados sino la fe de
tu Iglesia.
Señor Jesús, tú eres el mismo ayer, hoy y siempre,
en tu Santo Nombre te pido que pases con tu mano
Santa sanando nuestras dolencias, ungiéndonos con
tu Espíritu. Tu conoces nuestros problemas, sabes
cuáles son nuestras enfermedades, sabes que
enfermedades tienen ellos ¡sánalos Señor! ¡Sánanos
Jesús! que en tu Santo Nombre Glorioso queden
sanos en este momento.

Señor Jesús tú eres el Dios que nos sana: Hoy nos


despojamos de nuestras enfermedades y te las
128

entregamos a ti en tu Santo Nombre, para que


dispongas de acuerdo a tu Misericordia; que no sea
nuestra voluntad Señor sino la tuya. Has tu trabajo
Señor para la Gloria de tu Santo Nombre.
Sáname Señor Jesús por el poder de tu Santo
Nombre ¡sánanos Señor Jesús por el poder de tu
Nombre Glorioso!, por los méritos de tus Santas
heridas, por los méritos de tu Preciosa Sangre.
Amonesta sus enfermedades y derrama sobre
nosotros la Gracia de la sanidad.
Señor yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastará para sanarme. Pongo
toda mi confianza en ti porque tú tienes todo el
poder de sanarme, porque eres nuestro Dios
Misericordioso con caridad inigualable, porque me
amas y hoy has traído la salvación a mi casa y a la
casa de todos estos que están escuchando. Gracias
Señor Jesús por tu Santo Nombre ¡gracias Señor
Jesús! ¡Gracias Virgen María por tu Intercesión!

ORACION CONTRA TODO MAL:


129

Espíritu del Señor: Espíritu de Dios Padre, Hijo y


Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen
Inmaculada, Ángeles, Arcángeles y Santos del
Paraíso descended sobre mi, descended sobre estos
¡fúndeme Señor!, modélame Señor ¡lléname de ti y
utilízame!, expulsa de mi y de todos los que están
escuchándome todas las fuerzas del Mal
¡aniquílalas, destrúyelas! para que yo pueda estar
bien y ellos también y hacer el bien. Expulsa de
nosotros los maleficios, las brujerías, la magia
negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras,
las maldiciones y el mal de ojo. La infestación
diabólica, la posesión diabólica, y la obsesión y
perfidia; todo lo que es mal y pecado.

Jesús: reclamo mi sanación y reclamo la sanación


física de estos que me escuchan; reclamo la
sanación espiritual.
Padre mío no me abandones. Jesús mío ¡ten
Misericordia de mi! ¡Espíritu Santo lléname,
bendíceme y fortaléceme!
Señor Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, en
compañía de la Virgen María, de los Ángeles y de
los Santos te bendigo, te alabo, te doy gracias y te
glorifico, porque hoy está llegando la sanidad a
nuestra casa, hoy está llegando la liberación. Hoy
estás rompiendo las cadenas que nos amarraban,
130

hoy has re-creado tu Imagen Santa en nuestras


almas. Hoy has triunfado una vez más.

¡Gracias Señor Jesús! ¡Gracias Jesús!

¡Aléjate de aquí Satanás, tómate tu propio


veneno!, yo me cubro y cubro a todos estos con
la Sangre Preciosa de nuestro Señor Jesucristo,
en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

ALMA DE CRISTO……. SANTIFICAME


CUERPO DE CRISTO….SALVAME
SANGRE DE CRISTO….EMBRIAGAME
AGUA DEL COSTADO DE CRISTO…LAVAME
PASION DE CRISTO….CONFORTAME
OH BUEN JESUS……....OYEME
DENTRO DE TUS LLAGAS….ESCONDEME
NO PERMITAS…QUE ME APARTE DE TI
DEL MALIGNO ENEMIGO…….DEFIENDEME
EN LA HORA DE MI MUERTE……LLAMAME,
Y MANDAME IR A TI,
PARA QUE CON LOS ANGELES Y LOS
SANTOS TE ALABE Y TE BENDIGA
POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMEN.
131

San Miguel Arcángel Príncipe de las Milicias


Celestiales, con el Poder que Dios te ha
conferido ¡ven con tu espada bendita a lanzar al
Infierno a Satanás! y a los demás espíritus
malignos que vagan por el mundo para la
perdición de las almas.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal


¡líbranos Señor de todo mal!

Con el Poder de la Sangre de nuestro Señor


Jesucristo, ato y amordazo todos los espíritus
malignos que están escuchándonos y junto a
nosotros, y los envío a los pies de Jesucristo el
Señor, para que El los envíe a su lugar y no
regresen más.

+ Bendición (cuando hay un Sacerdote).

Demos gracias al Señor porque es Bueno,


porque es Eterna su Misericordia. Amén. “

ORACIONES DE SANACIÓN.

Jesús dice:
132

"TU, CUANDO RECES, ENTRA EN TU


HABITACIÓN, CIERRA LA PUERTA, Y
REZA A TU PADRE, QUE ESTÁ PRESENTE
EN LO SECRETO; Y TU PADRE, QUE VE
EN LO SECRETO, TE RECOMPENSARÁ".
(Mt.6, 6).

Hermano, estas oraciones que te


presentamos no son para que las leas de
carretilla. La presencia de Dios está en ti;
Jesús vivo está presente en tu corazón.
Háblales, pues, desde el corazón, como a un
Padre, como a un amigo. Entra en Su
Presencia y cierra la puerta a otros
pensamientos.

Estas oraciones son para ayudarte. Recítalas


despacio; que cada palabra salga de tu
corazón. Añádales tus propias palabras,
llenas de confiada ternura y de amor filial.

Tú mismo experimentarás la grandeza de


este encuentro.

ORACIONES DE SANACIÓN.

1 - ORACION POR LOS ENFERMOS.


133

(P. Emiliano Tardif)

Únete con fe a esta oración depositando tu


vida entera en las manos de Jesús.

Señor Jesús,

creemos que estás vivo y resucitado.

Creemos que estás realmente presente

en el Santísimo Sacramento del altar

y en cada uno de nosotros.

Te alabamos y te adoramos,

por venir hasta nosotros

como pan vivo bajado del cielo.

Tú eres la plenitud de la vida.

Tú eres la resurrección y la vida.

Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.

Hoy queremos presentarte a todos los


enfermos,

porque para Ti no hay distancia

ni en el tiempo ni en el espacio.

Tú eres el eterno presente y Tú los conoces.

Ahora, Señor, te pedimos


134

que tengas compasión de ellos,

para que todos reconozcan que Tú estás


vivo

en tu Iglesia hoy;

y que se renueve su fe y su confianza en Ti;

te lo suplicamos, Jesús.

Ten compasión de los que sufren en su


cuerpo,

de los que sufren en su corazón

y de los que sufren en su alma

que están orando y oyendo los testimonios

de lo que Tú estás haciendo

por tu Espíritu renovador

en el mundo entero.

Ten compasión de ellos, Señor.

Desde ahora te lo pedimos.

Bendícelos a todos

y haz que muchos vuelvan a encontrar la


salud,

que su fe crezca
135

y se vayan abriendo a las maravillas de tu


amor,

para que también ellos sean testigos

de tu poder y de tu compasión.

Te lo pedimos, Jesús,

por el poder de tus santas llagas,

por tu santa cruz y por tu preciosa sangre.

Sánalos, Señor.

Sánalos en su cuerpo,

sánalos en su corazón,

sánalos en su alma.

Dales vida y vida en abundancia.

Te lo pedimos por intercesión

de María Santísima, tu madre,

la Virgen de los Dolores,

quien estaba presente, de pie, cerca de la


cruz.

La que fue la primera en contemplar

tus santas llagas

y que nos diste por madre.


136

Tú nos has revelado

que ya has tomado sobre Ti

todas nuestras dolencias

y por tus santas llagas hemos sido curados.

Hoy, Señor,

te presentamos en fe a todos los enfermos

que nos han pedido oración

y te pedimos que los alivies en su


enfermedad

y que les dés la salud.

Te pedimos por la gloria del Padre del cielo,

que sanes a los enfermos

que van a leer esta oración.

Haz que crezcan en la fe,

en la esperanza,

y que reciban la salud para gloria de tu


Nombre.

Para que tu Reino siga extendiéndose más y


más

en los corazones,
137

a través de los signos y prodigios de tu


amor.

Todo esto te lo pedimos Jesús,

porque Tú eres Jesús,

Tú eres el Buen Pastor y todos somos ovejas

de tu rebaño.

Estamos tan seguros de tu amor,

que aún antes de conocer el resultado

de nuestra oración en fe, te decimos:

gracias Jesús por lo que Tú vas a hacer

en cada uno de ellos.

Gracias por los enfermos

que Tú estás sanando ahora,

que Tú estás visitando con tu misericordia.

Gracias, Jesús,

por lo que Tú vas a hacer.

Lo depositamos en tus manos desde hoy

y te pedimos que lo sumerjas en tus santas


llagas.

Que lo cubras con tu sangre divina,


138

y que a través de este mensaje

tu corazón de Buen Pastor hable a los


corazones

de tantos enfermos que van a leerlo.

¡Gloria y alabanza a Ti, Señor!

2 - ORACION DE SANACIÓN DE
RECUERDOS.

(P. Emiliano Tardif)

Como todos estamos enfermos por heridas


en nuestro pasado, a continuación hacemos
una oración de curación interior para que el
Señor sane el corazón de los que
reconozcan necesitarlo.

Padre de bondad, Padre de amor,

te bendigo, te alabo y te doy gracias

porque por amor nos diste a Jesús.

Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu

comprendemos que él es la luz,

la verdad

y el buen pastor,
139

que ha venido para que tengamos vida

y la tengamos en abundancia.

Hoy, Padre, quiero presentarte a este


hijo(a).

Tú lo(a) conoces por su nombre.

Te lo(a) presento, Señor,

para que Tú pongas tus ojos de Padre


amoroso

en su vida.

Tú conoces su corazón y conoces las heridas

de su historia.

Tú conoces todo lo que él ha querido hacer

y no ha hecho.

Conoces también lo que hizo o le hicieron

lastimándolo.

Tú conoces sus limitaciones, errores y su


pecado.

Conoces los traumas y complejos de su vida.

Hoy, Padre,

te pedimos que por el amor que le tienes


140

a tu Hijo, Jesucristo,

derrames tu Santo Espíritu sobre este


hermano(a)

para que el calor de tu amor sanador,

penetre en lo más íntimo de su corazón.

Tú que Sanas los corazones destrozados

y vendas las heridas

sana a este hermano, Padre.

Entra en ese corazón, Señor Jesús,

como entraste en aquella casa

donde estaban tus discípulos llenos de


miedo.

Tú te apareciste en medio de ellos y les


dijiste:

"paz a vosotros".

Entra en este corazón y dale tu paz.

Llénalo de amor.

Sabemos que el amor echa fuera el temor.

Pasa por su vida y sana su corazón.

Sabemos, Señor,
141

que Tú lo haces siempre que te lo pedimos,

y te lo estamos pidiendo con María,

nuestra madre,

la que estaba en las bodas de Caná

cuando no había vino

y Tú respondiste a su deseo,

transformando el agua en vino.

Cambia su corazón y dale un corazón


generoso,

un corazón afable, un corazón bondadoso,

dale un corazón nuevo.

Haz brotar, Señor, en este hermano(a)

los frutos de tu presencia.

Dale el fruto de tu Espíritu que es el amor,

la paz y la alegría.

Haz que venga sobre él

el Espíritu de las bienaventuranzas,

para que él pueda saborear y buscar a Dios

cada día viviendo sin complejos


142

ni traumas junto a su esposo(a),

junto a su familia, junto a sus hermanos.

Te doy gracias, Padre,

por lo que estás haciendo hoy en su vida.

Te damos gracias de todo corazón

porque Tú nos sanas,

porque tu nos liberas,

porque Tú rompes las cadenas

y nos das la libertad.

Gracias, Señor, porque somos templos de tu


Espíritu

y ese templo no se puede destruir

porque es la Casa de Dios.

Te damos gracias, Señor, por la fe.

Gracias por el amor

que has puesto en nuestros corazones.

iQué grande eres Señor!

Bendito y alabado seas, Señor.


143

3 - ORACIÓN DE PERDÓN

(P. Roberto De Grandis)

Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de


poder perdonar a todos los que me han
ofendido en mi vida. Sé que Tú me darás la
fuerza para perdonar. Te doy gracias porque
Tú me amas y deseas mi felicidad más que
yo mismo.

"Señor Jesucristo, hoy quiero perdonarme


por todos mis pecados, faltas y todo lo que
es malo en mí y todo lo que pienso que es
malo. Señor, me perdono por cualquier
intromisión en ocultismo, usando tablas de
uija, horóscopos, sesiones, adivinos,
amuletos, tomado tu nombre en vano, no
adorándote; por herir a mis padres,
emborracharme, usando droga, por pecados
contra la pureza, por adulterio, aborto,
robar, mentir. Me perdono de verdad.

"Señor, quiero que me sanes de cualquier


ira, amargura y resentimiento hacia Ti, por
las veces que sentí que Tú mandaste la
muerte a mi familia, enfermedad, dolor de
corazón, dificultades financieras o lo que yo
pensé que eran castigos. ¡Perdóname,
Jesús, Sáname!
144

"Señor, perdono a mi madre por las veces


que me hirió, se resintió conmigo, estuvo
furiosa conmigo, me castigó, prefirió a mis
hermanos y hermanas a mí, me dijo que era
tonto, feo, estúpido o que le había costado
mucho dinero a la familia, o cuando me dijo
que no era deseado, que fui un accidente,
una equivocación o no era lo que quería.

"Perdono a mi padre por cualquier falta de


apoyo, falta de amor, o de afecto, falta de
atención, de tiempo, o de compañía, por
beber, por mal comportamiento,
especialmente con mi madre y los otros
hijos, por sus castigos severos, por desertar,
por estar lejos de casa, por divorciarse de
mi madre, por no serle fiel.

"Señor, perdono a mis hermanos y


hermanas que me rechazaron, dijeron
mentiras de mí, me odiaron, estaban
resentidos contra mí, competían conmigo
por el amor de mis padres; me hirieron
físicamente o me hicieron la vida
desagradable de algún modo. Les perdono,
Señor.

Señor, perdono a mi cónyuge por su falta de


amor, de afecto, de consideración, de
apoyo, por su falta de comunicación, por
tensión, faltas, dolores o aquellos otros
145

actos o palabras que me han herido o


perturbado.

"Señor, perdono a mis hijos por su falta de


respeto, obediencia, falta de amor, de
atención, de apoyo, de comprensión, por sus
malos hábitos, por cualquier mala acción
que me puede perturbar.

"Señor, perdono a mi abuela, abuelo, tíos,


tías y primos, que hayan interferido en la
familia y hayan causado confusión, o que
hayan enfrentado a mis padres.

"Señor, perdono a mis parientes políticos,


especialmente a mi suegra, mi suegro,
perdono a mis cuñados y cuñadas.

"Señor, hoy te pido especialmente la gracia


de perdonar a mis yernos y nueras, y otros
parientes por matrimonio, que tratan a mis
hijos sin amor.

"Jesús, ayúdame a perdonar a mis


compañeros de trabajo que son
desagradables o me hacen la vida imposible.
Por aquellos que me cargan con su trabajo,
cotillean de mí, no cooperan conmigo,
intentan quitarme el trabajo. Les perdono
hoy.

"También necesito perdonar a mis vecinos,


Señor. Por el ruido que hacen, por molestar,
146

por no tener sus perros atados y dejar que


pasen a mi jardín, por no tener la basura
bien recogida y tener el vecindario
desordenado; les perdono.

" Ahora perdono a mi párroco y los


sacerdotes, a mi congregación y mi iglesia
por su falta de apoyo, mezquindad, falta de
amistad, malos sermones, por no apoyarme
como debieran, por no usarme en un puesto
de responsabilidad, por no invitarme a
ayudar en puestos mayores y por cualquier
otra herida que me hayan hecho; les
perdono hoy.

"Señor, perdono a todos los profesionales


que me hayan herido en cualquier forma,
médicos, enfermeras, abogados, policías,
trabajadores de hospitales. Por cualquier
cosa que me hicieron; les perdono
sinceramente hoy.

"Señor, perdono a mi jefe por no pagarme lo


suficiente, por no apreciarme, por no ser
amable o razonable conmigo, por estar
furioso o no ser dialogante, por no
promocionarme, y por no alabarme por mi
trabajo.

"Señor, perdono a mis profesores y


formadores del pasado así como a los
actuales; a los que me castigaron,
147

humillaron, insultaron, me trataron


injustamente, se rieron de mí, me llamaron
tonto o estúpido, me hicieron quedar
castigado después del colegio.

"Señor, perdono a mis amigos que me han


decepcionado, han perdido contacto
conmigo, no me apoyan, no estaban
disponibles cuando necesitaba ayuda, les
presté dinero y no me lo devolvieron, me
criticaron.

"Señor Jesús, pido especialmente la gracia


de perdonar a esa persona que más me ha
herido en mi vida. Pido perdonar a mi peor
enemigo, la persona que más me cuesta
perdonar o la persona que haya dicho que
nunca la perdonaría.

"Gracias Jesús, porque me estás liberando


del mal de no perdonar y pido perdón a
todos aquellos a los que yo también he
ofendido. Gracias, Señor, por el amor que
llega a través de mí hasta ellos. Amén."

4 - ORACION DE SANACIÓN DE LA
PROPIA IMAGEN.

(Del P. Robert de Grandis)


148

PADRE, en nombre de Jesús, nos dirigimos a


Ti para que toques a cada uno de estos
hermanos y les des una buena imagen de sí
mismos y una verdadera autoestima en
Cristo Jesús.

Señor, ellos pueden que se sientan indignos,


inapropiados o inferiores; quizás se sientan
feos, tímidos, patosos o que no hacen nada
bien. A lo mejor les llamaron apodos que no
les gustaron, e incluso de adultos pueden
sentirse inseguros y no amados. Señor
Jesús, llévate sus sentimientos de fracaso,
de vergüenza, decepción, culpabilidad o
timidez. Te pedimos que los liberes de toda
fuerza negativa que les ha mantenido en la
esclavitud y les ha apartado de vivir una
vida abundante y victoriosa.

Amado Señor, hazles saber cuánto les amas


y que ellos son la niña de tus ojos. Nos
dirigimos a Ti, para que sepan que Tú has
muerto en la cruz, no solo por sus pecados,
sino también por sus profundas heridas
emocionales y sus recuerdos dolorosos. Te
rogamos, Señor, que sanes todo lo herido y
roto que haya en ellos. Ayúdales a amarse a
sí mismos, a aceptar tu perdón, a
perdonarse a sí mismos y perdonar a otros.

Señor Jesús, llena los vacíos de sus vidas. Y


dales el amor y la seguridad que pueden no
149

haber recibido. Dales un atrevimiento santo,


confianza y nuevas energías para que
puedan hacer todas las cosas a través tuyo.
Señor, dales una buena imagen de sí
mismos. Y que puedan verse como Tú les
ves: especiales, dignos y perdonados, para
que cada uno de ellos llegue a ser la
persona que Tú creaste y quieres que sea.
En el precioso nombre de JESÚS. Amén.

5.- ORACION DE SANACIÓN POR LA


FAMILIA.

¡Señor Jesús! Hoy venimos a Ti, en nombre


de cada una de las personas de nuestra
familia. Tú, en tus designios de amor por
cada uno de nosotros, nos has colocado en
ella y nos has vinculado a cada una de las
personas que la componen. En primer lugar,
te queremos dar gracias de todo corazón por
cada uno de los miembros de mi familia, por
todo el amor que he recibido tuyo a través
de el/os y te queremos alabar y glorificar
porque nos has colocado en ella. A través de
la familia y en la familia, tú nos has dado la
vida yhas querido para nosotros que
formemos un núcleo de amor.

Hoy, Señor, queremos que Tú pases con tu


sanación por cada uno de nosotros y realices
150

tu obra de amor en cada uno de


nosotros. Y antes de nada, Señor, queremos
pedirte perdón por todas las faltas de amor
que hayamos tenido en casa, por todas
nuestras indelicadezas, por todas nuestras
faltas de comprensión, por no ser a veces
cauces de tu amor para ellos.

En primer lugar, Jesús, te pedimos que


entres en el corazón de cada uno y toques
aquellas experiencias de nuestra vida que
necesiten ser sanadas. Tú nos conoces
mucho mejor que nosotros mismos; por lo
tanto, llena con tu amor todos los rincones
de nuestro corazón. Donde quiera que
encuentres - el niño herido -, tócalo,
consuélalo y pónlo en libertad.

Vuelve a recorrer nuestra vida, la vida de


cada uno de nosotros, desde el principio,
desde el mismo momento de nuestra
concepción. Purifica las líneas hereditarias y
líbranos de aquellas cosas que puedan haber
ejercido una influencia negativa en aquel
momento. Bendícenos mientras íbamos
fomándonos en el vientre de nuestra madre
y quita todas las trabas que puedan haber
dificultado, durante los meses de gestación,
nuestro desarrollo en plenitud.

Danos un profundo deseo de querer nacer y


sana cualquier trauma tanto físico como
151

emocional que pudiera habernos dañado


durante nuestro nacimiento. ¡Gracias,
Señor!, por estar ahí presente para
recibimos a cada uno de nosotros en tus
brazos en el momento mismo de nuestro
nacimiento, para darnos la bienvenida a la
tierra y asegurarnos que Tú nunca nos
faltarías ni nos abandonarías.

Jesús, te pedimos que rodees nuestra


infancia con tu luz y que toques aquellos
recuerdos que nos impiden ser libres. Si lo
que más necesitamos cada uno fue más
cariño maternal, mándanos a tu Madre, la
Virgen María, para que nos dé lo que nos
falta. Pídele que nos abrace a cada uno, que
nos arrulle a cada uno, que nos cuente
cuentos y llene el vacío que necesita el
calor y el consuelo que sólo una madre
puede dar.

Quizá "el niño interior" siente la falta del


amor del padre. Señor Jesús, déjanos gritar
con libertad, con todo nuestro ser: "¡Abba!,
¡papá! ¡Papaito!. Si necesitábamos alguno
de nosotros más cariño paternaly la
seguridad de que nos deseaban, y nos
amaban de verdad, te pedimos que nos
levantes y nos hagas sentir la fuerza de tus
brazos protectores. Renueva nuestra
confianza y danos el valor que necesitamos
152

para hacer frente a las adversidades de la


vida, porque sabemos, Padre nuestro, que
tu amor nos levantará y nos ayudará si
tropezamos y caemos.

Recorre nuestra vida, Señor, y consuélanos


cuando otros nos trataban mal. Sana las
heridas de los encuentros que nos dejaron
asustado, que nos hicieron entrar en
nosotros mismos y levantar barreras de
defensa ante la gente. Si alguno de nosotros
se ha sentido solo, abandonado y rechazado
por la humanidad, concédenos por medio de
tu amor que lo sana todo, un nuevo sentido
del valor de cada uno como persona.

¡Oh Jesús, nos presentamos en este día ante


ti, toda la familia y te pedimos que sanes
nuestras relaciones, que sean unas
relaciones llenas de cariño, de
comprensión y de ternura y que nuestra
familia se parezca a la tuya. Te pedimos,
por intercesión de tu Madre, la Reina de la
Paz, que nuestros hogares sean lugares de
paz, de armonía y donde realmente
experimentemos tu presencia. ¡Gracias,
Señor!

6.- ORACIÓN POR LOS ENFERMOS

(Del padre Emiliano Tardif, M. S. C. Emitida


en Radio 5 de RNE)
153

Señor, Tú eres el buen pastor y Tú has


dicho: «vengan a mí todos los que están
cansados y cargados y Yo los aliviaré».

Venimos a ti con todos los enfermos de esta


parroquia que están unidos con nosotros, te
lo suplicamos Jesús, bendícelos a todos, pon
tu mano de buen pastor sobre cada uno de
ellos y por los méritos de tu pasión
comienza a sanarlos de su enfermedad; si
es tu santa voluntad sabemos Jesús que Tú
puedes sanarlos; y te lo pedimos en fe, no
mires nuestros pecados sino la fe de tu
Iglesia y por el poder de tus Llagas
gloriosas, por tu santa Cruz y por tu
preciosa Sangre comienza a sanar a muchos
de ellos Señor.

Y a los que Tú no vas a sanar hoy porque en


tu plan providencial, Tú tienes algo distinto
para ellos, te pedimos que les des fortaleza
para que nunca se desesperen y que sepan
ofrecer sus sufrimientos uniéndolos a tus
sufrimientos en la Cruz para darle un valor
de redención.

Pero estamos tan seguros de tu presencia


viva en medio de nosotros Señor que, aun
antes de conocer el resultado de nuestra
oración en fe te decimos gracias por todo lo
que estás haciendo ahora por nuestros
enfermos.
154

Y todo esto te lo pedimos por intercesión de


nuestra Madre la Virgen Santísima;

y te damos gracias por lo que Tú vas a


seguir haciendo por ellos.

7.- ORACION POR LOS ENFERMOS DE


CUERPO ENTERO

Jesús sabemos que tú estás presente en el


santísimo sacramento del altar con tu
cuerpo, sangre, alma y divinidad.

Bendito y adorado sea el sacratísimo


Corazón Eucarístico de Jesús.

-Te alabamos y bendecimos quisiste tener


una mamá para que te diera su cuerpo y su
sangre para que tú la derramaras por
nosotros. Gracias Jesús.

-Y como María queremos abandonarnos a tu


voluntad, para que en tus manos de alfarero
divino reconviertas nuestra vasija en una
obra de arte para ti.

-Aquí estoy Jesús tal y como soy, tal vez


humillado, tal vez perseguido,
incomprendido, calumniado, alegre, triste,
enfermo, sea como sea mi estado te digo
“Señor hágase en mí según tu Palabra”
155

Tú eres Cristo Jesús Salvador de mi historia


presente pasada y futura, ven a caminar por
ellas y bendícelas.

-Tú curaste a los leprosos, cura mi lepra


espiritual, producida por mi pecado, pecado
de soberbia, debilidad o ignorancia,
arrogancia que fueron los que originaron en
mi enfermedad.

Clávalos Cruz y unge mis heridas con tu


bendita sangre.

-Tú que abriste los oídos a los sordos, cura y


libérame del espíritu de ceguera que no me
permite verte para poder alabarte y
bendecirte, ni me permite ver las
necesidades de mis hermanos.

-Tú que sanaste a los epilépticos y a los


mudos, libérame de los espíritus de
epilepsia y mudez que me impiden
expresarme y transmitir tu palabra con
sabiduría, prudencia, claridad, afecto y
firmeza.

-Tú que hiciste caminar a los paralíticos,


libérame del espíritu de parálisis s que me
impiden moverme y me dejan postrado
largo tiempo haciéndome perder la alegría y
no sé donde debo ir para cumplir tu
156

voluntad, y no me dejan caminar para


evangelizar.

-Tú que resucitaste a los muertos, resucita


las áreas de mi vida y de mi historia que
están marchitas, agonizantes o muertas.
Resucita mi matrimonio, mi trabajo, mis
relaciones familiares, con mis hermanos de
grupo, resucita mi corazón que murió al
amor, o a mis sentimientos que mataron, o
dejaron herido y no puedo amar más.

-Tú que liberaste a los poseídos por el


espíritu del mal, libérame de toda influencia
maligna, a mi persona, a mi familia, a mi
entorno, y cólmame de tu espíritu santo
para que rotas las cadenas que me atan
pueda reflejar tu gloria a través de tu obra.

-Tú Señor que sanaste a tus discípulos del


miedo que los mantenía encerrados,
libérame de toda clase de miedos, al agua, a
la gente, a las multitudes, a Dios, a las
alturas, a la enfermedad, al dolor, a la
muerte, a la soledad a los lugares cerrados.
Libérame a mí y toda mi familia.

Señor tú que abriste el Mar Rojo, ábreme los


caminos en mi trabajo, en mis decisiones,
en las dudas que me atormentan, en la
157

oscuridad de mi camino de fe.


Libérame a mí y a toda mi familia..

Tú que entregaste la bendición a Abrahán,


Jacob e Isaac, bendice hoy a toda mi
generación Señor. A todos mis antepasados,
a las generaciones presentes y futuras.

Libéranos de los odios, muertes, suicidios,


enfermedades mentales, cualquier tipo de
brujerías, magia negra, tarot, ciencias
ocultas, maldiciones, etc. y de todo aquello
que pudiera estar atado y que me estuviera
produciendo un continuo sufrimiento,
desesperación, depresión etc.

Yo renuncio en nombre de Jesucristo a todos


los caminos del mal, negatividad y falta de
amor.

Te pedimos que nos liberes del espíritu de


blasfemia que tuvieron mis antepasados y
que aún me salpican a mí y a mis
generaciones futuras.

-Te pido Señor que traigas a mi mente


cualquier actitud negativa arraigada
profundamente de dolor odio,
remordimiento, desgracia, suicidio,
alcoholismo malos tratos, o cualquier tipo de
vicio.
158

Te pedimos que sean sanadas y liberadas


por el misterio de tu presencia Real en la
eucaristía.

Gracias Señor. Envíanos a tus santos


ángeles y arcángeles para que nos guíen a
lo largo del camino a mí y a mi familia.
Amén

8.- ORACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS


POR UN ENFERMO.

Dulcísimo Jesús, que dijisteis:

"Yo soy la Resurrección y la Vida", que


recibiendo y llevando en Vos nuestras
enfermedades, curabas las dolencias de
cuantos se te acercaban; a Ti acudo para
implorar de tu Divino Corazón a favor de los
enfermos, suplicándote por intercesión de tu
Santísima Madre, la bienaventurada siempre
Virgen María, salud de los enfermos, quieras
aliviar y sanar en la presente enfermedad a
tu siervo ........ , si es conveniente para su
bien espiritual y el de mi alma.

Señor Jesús, que al funcionario real que te


decía: "Venid, Señor, antes que mi hijo
muera", le respondisteis: "Vete, tu hijo
vive". Sánalo, Señor.
159

Señor Jesús, que al ciego de Jericó, que


sentado junto al camino te decía en alta
voz: "Jesús, Hijo de David, ten piedad de
mí", le respondiste: "Recupera tu vista, tu fe
te ha salvado", y al momento vio. Sánalo,
Señor.

Señor Jesús, que diciendo: "Quiero, sé


limpio", limpiaste al leproso, que te decía
suplicante: "Señor, si quieres puedes
limpiarme". Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que librasteis al mudo poseído


del demonio, hablando luego con admiración
a las turbas el que antes era mudo. Sánalo,
Señor.

Señor Jesús, que sanaste al enfermo que


llevaba treinta y ocho años de su
enfermedad, junto a la piscina de las ovejas,
diciéndole: "Levántate, toma tu camilla y
anda" y anduvo.
Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que delante del hijo muerto de


la viuda de Naím, enternecido, dijiste a la
madre: "No llores"; y tocando el féretro,
añadiste: "Joven, a ti te digo, levántate";
entregándolo luego vivo a su madre. Sánalo,
Señor.
160

Señor Jesús, que dijisteis: "Bienaventurados


los que lloran porque ellos serán
consolados". Sánalo, Señor.

Señor Jesús, que dijisteis: "En verdad, en


verdad te digo, que todo cuanto pidieras al
Padre, en mi Nombre, os lo dará". Sánalo,
Señor.

Omnipotente y sempiterno Dios, eterna


salud de los que creen, escúchanos en bien
de tus siervos enfermos, por quienes
imploramos el auxilio de tu Misericordia; a
fin de que recobrada la salud, te den en tu
Iglesia ferviente acción de gracias. Por
Cristo Nuestro Señor. Así sea.

LOS PASOS DE UNA ORACION DE


SANACION

No siempre resulta fácil entrar en una dinámica de


oración para sanar heridas que tenemos en nuestro
interior. Siempre que no haya experiencia y práctica,
necesitamos que alguien nos ayude, que nos dé ciertas
pautas para desarrollar adecuadamente la oración de
161

sanación. Y ello vale tanto para las personas que


dirigen la oración como para uno mismo.

Por este motivo creemos bueno copiar "Los pasos de


una oración de sanación" del P. Víctor Manuel
Fernández en su libro "Sanar un amor herido".

"Para llegar al perdón profundo y a la sanación,


normalmente hay que seguir un proceso. A
continuación veremos los pasos de ese proceso. Pero
esto no significa que en todos los casos éste sea el
orden más conveniente, ya que la sanación no funciona
como una operación matemática. Todos los seres son
distintos y hay que evitar establecer las leyes absolutas,
como suelen hacer algunos "falsos maestros" que
dicen: "Si no hace esto no se sanará". No podemos
encasillar a Dios en nuestros esquemas y en nuestras
experiencias, ni podemos pretender que todas las
personas se ajusten a nuestros moldes.

Para algunas personas es más clave uno de los


momentos de este proceso de sanación, y para otra
persona es más importante otro de los pasos. Incluso,
podría repetirse alguno de los pasos porque se
descubre que se logró una mayor apertura para
profundizarlo más. Por ejemplo: luego del perdón al
hermano se puede volver al perdón a sí mismo, porque
había un sentimiento de inferioridad por no haber
recibido amor de otra persona. Luego de haber
perdonado a esa persona, se puede lograr con más
sinceridad el perdón a sí mismo, la autoaceptación.
162

De todos modos, vamos a proponer un posible orden


en la oración de sanación, que podría ser útil en la
generalidad de los casos:

a. Invocar insistentemente al Espíritu Santo.

.Además, intentar liberarse de las distracciones y


centrarse en el Señor. Distender el cuerpo. Puede ser
bueno respirar profundo varias veces, y también cantar
algo agradable. Permitir así poco a poco que el Espíritu
Santo vaya tomando posesión de todo nuestro ser y
ore en nosotros.

b. Recordar cosas que nos ayuden a reconocer el amor


de Dios.

.Experimentar que el propio ser está sostenido porque


Dios lo crea a cada instante por amor, que Dios ama mi
existencia y por eso estoy vivo. Recordar que él me
ama así como soy, porque soy obra suya y él me planeó
así desde toda la eternidad. Pero quiere que yo logre
ser más feliz.

Recordar los textos bíblicos que hablan sobre el amor


de Dios. Cantar, para lograr al menos mínimamente
gozar del amor de Dios.

c. Descubrirse "reconocido " por Dios.

Para hablar con otro hay que saber que el otro está
atento a lo que le digo, que me mira, que tiene interés
en escucharme, que no está distraído ni lejano. De otro
modo sería como hablar con una pared o como hablar
163

con uno mismo, no con él.

Por eso, si quiero de verdad hacer una oración de


sanación y no simplemente una terapia psicológica o
una técnica superficial, tengo que disponerme a orar,
a dialogar con otro, con Dios. Pero para lograrlo,
primero tengo que sentirme descubierto, reconocido
por él, que me ama, que me mira con amor y respeto.
Cuando María Magdalena fue al sepulcro, vio a Cristo
resucitado, pero no lo reconoció hasta que Cristo le
dijo: "¡María!". Es decir, cuando se sintió reconocida.
Lo mismo sucede en nuestra oración. Lo primero es
entrar en la presencia del Señor que nos conoce y nos
reconoce, que está atento a nuestras palabras. Sólo así
podemos reconocerlo nosotros a él y dialogar.

d. Dialogar sinceramente y de corazón.

Si queremos tener un verdadero diálogo de amigos con


Dios, eso me exige tratarlo como amigo: con
absoluta sinceridad. Pretender ocultarle algo de lo que
llevamos dentro es una ilusión. Por lo tanto, una señal
de confianza es decirle sinceramente lo que sentimos
hacia él. Porque aunque sabemos que él es puro amor
y que no hace daño, nosotros podemos "sentirnos"
defraudados por él, que nos abandonó, que no se
preocupa de nosotros. Pero hay que decírselo en
oración tal como lo tenemos dentro. Así descargamos
nuestro interior revuelto, sabiendo que a él no lo
dañamos, y le damos la oportunidad, con nuestra
sinceridad, de convencernos de su amor. Con nuestra
164

sinceridad le damos la posibilidad de dialogar con


nosotros, de "seducir" nuestro interior y atraernos
hacia él. Sólo así es posible reconciliarnos y recuperar la
paz con él.

e. Y si hemos podido discutir con Dios, también


tenemos que llegar a 'perdonarlo ".

Toda reconciliación culmina cuando podemos decir con


todo el corazón: "Yo te quiero", "yo te perdono". Por
eso, también en esta oración, tenemos que lograr decir
sinceramente a Dios: "Yo te perdono".

Sabemos con nuestro intelecto que él no es culpable,


pero no somos sólo intelecto. Nuestros sentimientos a
veces lo sienten culpable. Por eso, tenemos que
destruir esos sentimientos negativos, y desde los
sentimientos decir a Dios: "yo te perdono", y abrazarlo
espiritualmente con un beso de
reconciliación.

También cabe aquí pedirle perdón por haberlo culpado


injustamente y no haber dado lugar a su amor.

f. Perdón a sí mismo

Luego de reconciliar nuestros sentimientos con Dios,


tenemos la base para poder aceptarnos y perdonarnos
a nosotros mismos.
165

Recordamos una vez más el amor del Señor, nos


imaginamos abrazados por Cristo con toda su ternura, y
nos decimos a nosotros mismos: "Juan (tu nombre), yo
te acepto así como eres, porque tu ser es obra del
Señor; y yo te perdono por no haber sido perfecto, por
no haber sido siempre bueno, y especialmente por
(mencionar algo que nos lleva a culparnos a nosotros
mismos); y con el amor de Jesús te quiero".

Abrazarme con ternura a mí mismo sabiendo que a


través de ese abrazo Cristo mismo me acepta y me da
su amor.

g. Perdón al otro

Ahora trato de perdonar uno por uno a los que me


desilusionaron o me hicieron daño.

Pido a Cristo la gracia de querer perdonar y de amarlos


con su amor.

Es útil recordar las motivaciones que tenemos para


perdonar.

Cuando me sienta dispuesto, hago en voz alta la


oración de perdón, imaginando el rostro de la persona,
diciendo su nombre, y diciendo qué es lo que le
perdono. Es importante agregar que lo libero de tener
que sufrir por lo que me hizo y que acepto compartir
con él la felicidad del cielo, y decir todo esto a Jesús
como una respuesta al amor que él me dio en la cruz.
166

Finalmente, expresar este perdón orando por esa


persona y pensando algún gesto de amor que podré
hacer para que se dé cuenta de que no le guardo
rencor.

Si se trata de una persona que no acepta darme un


amor que yo le reclamo, es importante darle un abrazo
imaginario, lleno de cariño, y decirle que lo libero de
tener que darme su amor. Si no puedo hacerlo, no se
trata aquí de una falta de perdón, sino de liberarme de
una obsesión afectiva, cosa que no podemos tratar
aquí, pero puede indicar que no hemos abierto el
corazón sinceramente al amor de Dios. Él ha estado
llamando a mi puerta para llenarme de su amor y llenar
mis huecos afectivos, pero ese lugar está ocupado por
una obsesión afectiva que no quiero abandonar y el
Señor no entra en los lugares que no le permitimos
ocupar."

Oracion para sanar la


depresión.
Señor siento el desierto en mi corazón, las cargas son
muchas y ya no tengo fuerzas. Señor, infunde tu Santo
167

Espíritu, sopla sobre mi y llevate esta depresión que me


consume por dentro.

Aleja de mi todo espíritu de tristeza, de angustia, de


agobio, de cansancio. Aleja todo espíritu de soledad, de
falta de constancia.

Señor dame una señal que me escuchas, Tu sabes


Señor que te amo pero hay veces que me cuesta
reconocerlo. Tengo un aguijón como Pablo clavado en
mi corazón que me hace débil.

Pero se Señor que Tu me levantarás de mis debilidades,


que Tu me sanarás, que alejarás todo tipo de espíritu
que quiere enfermarme y hacerme alejar de ti.

Dame la fortaleza de tu Santo Espíritu, ilumíname con


Tu Palabra, hazme salir de esta prisión que me ahoga ,
que me asfixia.

Señor bendíceme, saname. Señor, Tu que has sanado a


los leprosos, a los paraliticos, a los ciegos, sáname, por
eso yo te digo, Jesus hijo de David ten piedad de mi!

Levántame de esta oscuridad, dame Tu Luz, dame tu


misericordia, perdona mis pecados y los de mis
ancestros. Libérame de toda depresión que pudieran
haber tenido mis antepasados.

Pasa sanando todo momento traumático de mi


168

nacimiento. De mis primeros años de vida. Sana las


etapas de mi vida. Enséñame a perdonar y a
perdonarte.

Llena mis espacios vacios de amor, con tu amor y tu


misericordia. Llévate este aliento de muerte y hazme
resucitar como a Lázaro. Quítame las vendas de la
tristeza, llévatela, no la quiero.

Dame el don de la alegría, dame el don de la fe.


Llename con tu Espíritu y nada mas, Señor. Amen,
amen.

Oración por la Sanación del


Alma
Padre Slavko Barbaric

Jesús, Te doy gracias ahora por mi alma.


Tú sabes que en ella se reflejan también las
consecuencias del pecado. Por eso frecuentemente
estoy nervioso(a) y reacciono con agresividad.
Fácilmente pierdo la paciencia y estoy atada al rencor.

Los malos hábitos aprisionan mi alma y empeoran aún


más mis heridas. Todo esto me dificulta amar a los
demás. En el fondo de mi alma han quedado grabadas
ciertas experiencias las cuales me inducen a actuar con
desconfianza y temor.
169

Jesús, purifica mi subconsciente Penetra en él con Tu


luz, para que nunca más sea yo víctima de la oscuridad.

Con el poder de Tu gracia, toca aquellas fibras de mi


alma, en las cuales se ha asentado el apego a los bienes
materiales, haciéndome presa del temor. Sana mi alma
Señor, para que mi espíritu pueda libremente abrirse a
Ti.
Sáname de la desconfianza hacia Ti y hacia Tu Palabra.

Jesús, yo Te suplico que cures en mí todas aquellas


heridas y frustraciones causadas por los fracasos y los
deseos no satisfechos. Aparta toda tiniebla de mi
interior y sana las heridas más profundas de mi
subconsciente Permite que éste descanse en Ti, Señor.

Te pido ahora por los enfermos mentales y


perturbados. Has a un lado sus cargas y limpia las
heridas que han trastornado sus mentes. Protege a los
niños que viven con el estigma de la propensión
hereditaria a este tipo de males.

Cura todo desdoblamiento de personalidad, miedos y


depresiones; cada neurosis y estado psicopático. Sana
también a todos aquellos cuyas mentes han enfermado
a causa de algún fracaso en su familia, estudio o
trabajo. Aparta de ellos los pensamientos de
autodestrucción y suicidio y libéralos de cualquier
obsesión.
170

Oh Jesús, sé Tú el Amo de nuestras almas. Cura a todos


aquellos que se han dañado a sí mismos por medio de
prácticas de superchería. Libéralos de las
consecuencias de la brujería y la hechicería.
Restaura cada alma y devuélvele la paz que ha perdido.
Amen.

Credo del dolor

A las almas adoloridas, que cargan pesos


insufribles, a quienes sus cruces pareciera
aplastar sin remedio, el recuerdo del valor pleno
de sentido del dolor otorga al sufrimiento una
trascendencia del que están privados los
paganos. Recomendamos vivamente su lectura y
hacer de su difusión un apostolado

CREO que otorgó Dios el dolor al hombre con


designios de amor y de
misericordia.

CREO que Cristo Nuestro Señor ha transformado,


santificado y casi divinizado el dolor.

CREO que el dolor es para el alma el gran


cooperador de la redención y la santificación.

CREO que el dolor es fecundo tanto, y aún más,


a veces, que nuestras
palabras y obras; y más poderosas han sido para
nosotros y más eficaces a los ojos de su Padre,
las horas de la Pasión de Cristo que los años de
su predicación y de su apostolado en la tierra.
171

CREO que entre las almas, las de este mundo,


las que expían (en el
purgatorio) y las que ya han alcanzado la
verdadera vida, circula inmensa y no
interrumpida corriente, hecha de sufrimientos,
de los merecimientos del amor de esas almas;
creo que nuestros más íntimos dolores, nuestros
más fáciles esfuerzos pueden, por la intervención
divina, alcanzar hasta las almas más queridas,
próximas o lejanas e influir en ellas llevándoles
luz, paz y santidad.

CREO que en la eternidad hallaremos a aquellos


que han soportado y abrazado la Cruz y que sus
sufrimientos y los nuestros irán a perderse en el
infinito amor divino y en las alegrías de la
definitiva reunión.

CREO que Dios es amor y que, en sus manos, el


dolor no es más que un medio de que se vale su
amor para transformarnos y salvarnos.

CREO en la comunión de los Santos, la


resurrección de la carne y la vida perdurable.

Amén.

Oración a María Santísima por la


salud de los enfermos
Autor: Su santidad Juan Pablo II

Oh Virgen María, Salud de los enfermos,


que has acompañado a Jesús en el camino del
Calvario
172

y has permanecido junto a la cruz en la que


moría tu Hijo,
participando íntimamente de sus dolores,
acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,
para que las semillas esparcidas durante el
Jubileo
sigan produciendo frutos abundantes en los años
venideros.

Madre misericordiosa, con fe nos volvemos hacia


Ti.
Alcánzanos de tu Hijo el que podamos volver
pronto,
plenamente restablecidos, a nuestras
ocupaciones,
para hacernos útiles al prójimo con nuestro
trabajo.
Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el
momento
de la prueba y ayúdanos a repetir cada día
contigo nuestro "sí",
seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un
bien
más grande.

Virgen Inmaculada, haz que los frutos del Año


Jubilar
sean para nosotros y para nuestros seres
queridos,
prenda de un renovado empuje en la vida
cristiana,
para que en la contemplación del Rostro de
Cristo Resucitado
encontremos la abundancia de la misericordia de
Dios
y la alegría sin fin del Cielo.

Amén!
173

Oración al Padre Pío por los


enfermos

Santo Padre Pío, ya que durante tu vida terrena


mostraste un gran amor por los enfermos y
afligidos, escucha nuestros ruegos e intercede
ante nuestro Padre Misericordioso por los que
sufren.
Asiste desde el cielo a todos los enfermos del
mundo; sostiene a
quienes han perdido toda esperanza de curación;
consuela a quienes
gritan o lloran por sus tremendos dolores;
protege a quienes no
pueden atenderse o medicarse por falta de
recursos materiales o
ignorancia; alienta a quienes no pueden reposar
porque deben
trabajar; vigila a quienes buscan en la cama una
posición menos
dolorosa; acompaña a quienes ven que la
enfermedad frustra sus
proyectos; alumbra a quienes pasan una "noche
oscura" y desesperan;
toca los miembros y músculos que han perdido
movilidad; ilumina a
quienes ven tambalear su fe y se sienten
atacados por dudas que los
atormentan; apacigua a quienes se impacientan
viendo que no mejoran;
calma a quienes se estremecen por dolores y
calambres; concede
paciencia, humildad y constancia a quienes se
rehabilitan; devuelve
la paz y la alegría a quienes se llenaron de
174

angustia; disminuye los


padecimientos de los más débiles y ancianos;
vela junto al lecho de
los que perdieron el conocimiento; guía a los
moribundos al gozo
eterno; conduce a los que más lo necesitan al
encuentro con Dios;
bendice abundantemente a quienes los asisten
en su dolor, los
consuelan en su angustia y los protegen con
caridad.

Amén

Oración de confianza ante la


enfermedad

Señor Jesús, Te agradezco por el don de la vida.


Tú conoces las personas y las circunstancias que
me han formado ya sea física como emocional y
espiritualmente. Ellas, y las más íntimas
experiencias de mi mente y de mi corazón, me han
hecho la persona que soy ahora.

Perdóname, Señor, por todas las veces que te he


fallado, por mi fallos contra mi mismo y los demás.
Al mismo tiempo, perdono a todos los que me han
fallado de alguna manera y me han herido.

Ayúdame a ver que mi enfermedad tiene una parte


muy importante en mi vida. Ella me ayudará a ser
plenamente la persona que Tu quieres que yo sea.
No permitas que yo pierda o desperdicie lo que Tu
quieres hacer conmigo para hacer completa mi vida
en esta tierra y para prepara mi vida contigo en el
Cielo.
175

Ahora yo no puedo orar de la manera que quisiera.


(Estoy dolorido, cansado confundido). Te pido que
aceptes cada mi respiro como un acto de amor y de
confianza en Ti.

Tu eres mi Salvador. Yo quiero descansar sobre tu


amante Corazón en la seguridad y en la paz, como
un niño en los brazos de su padre. Yo sé que Tú no
me abandonarás.

Te amo, mi Señor, quisiera amarte con todo mi


corazón.

Amen

Oración de sanación

Padre Santo, en el Nombre de Jesucristo y con


la intercesión de la Santísima Virgen María, de
los santos ángeles, de los santos, de la Madre
María de San José te presentamos a los
enfermos en el alma, en la mente, en el cuerpo y
en el espíritu y te pedimos para todos ellos y
también para nosotros que nos sanes. Todo lo
pedimos de acuerdo a tu Santa Voluntad Padre
Santo, en el Nombre de Jesús, por los meritos de
su Divina Infancia, por su Sangre Preciosa, por
sus santas llagas, por su Resurrección que todo
sea para tu gloria. Creemos en tu poder y te
pedimos, oh buen Jesús que la fuerza del
Espíritu Santo sea liberada ahora y que todos
seamos curados.

En el Nombre de Jesús y con la intercesión de


María, Rosa Mística, de los santos ángeles, de los
176

santos y benditas animas del purgatorio, te


pedimos Padre Santo que nos sanes de toda
herida profunda en nuestros corazones, de todo
resentimiento y rechazo, de toda carencia de
amor, de depresión y de soledad, sánanos de
toda carencia afectiva. Sánanos de toda
frustración, fracaso, complejo y trauma, de
odios, de divisiones, de envidia, de hipocresía,
de ira, rabia, (especialmente de...). Llena Señor
en nosotros cualquier vacío que pudiera existir
con tu presencia santa y danos tu llenura. Danos
tu libertad y tu amor. Danos tu paz.

En el Nombre de Jesús y con la intercesión de


nuestra Madre Celestial María, Madre de la
Iglesia, de los santos ángeles y santos del cielo,
te pedimos Padre Santo que nos sanes de
cualquier vicio que pudiéramos tener
(especialmente de...), sánanos de todo miedo,
temor, nerviosismo, angustia, ansiedad, e
inseguridad, del orgullo y de toda soberbia.
Sánanos de depresión, psicosis, obsesiones, de
toda inestabilidad emocional y mental,
decepción, desengaño, amargura, de rebeldía,
de toda idolatría y superstición, de toda
enfermedad mental, y de cualquier falta de
perdón.

En el Nombre de Jesús y con la intercesión de la


Santísima Virgen María, de los santos ángeles,
de los santos y benditas animas del purgatorio,
Padre Santo te pedimos que nos liberes de toda
atadura genética de cosa proveniente de
nuestros antepasados. En el nombre de
Jesucristo te pedimos que cortes Padre Santo en
este momento cualquier atadura de pecado
transmitida por nuestros antepasados, así como
cualquier maldición heredada.
177

En el Nombre de Jesús y con la intercesión de la


Sma. Virgen María, de los santos ángeles, de los
santos y benditas animas del purgatorio, te
pedimos Padre Santo que nos sanes físicamente
de toda enfermedad conocida o desconocida, de
toda enfermedad curable o incurable. Sánanos
especialmente de cáncer, de toda enfermedad
glandular, de obesidad, anorexia, asma, artritis,
artrosis, hígado, páncreas, vesícula, vaso,
enfermedades circulatorias, de la sangre, de la
presión arterial, de enfermedades en la piel, de
alergias, de enfermedades respiratorias, de
enfermedades estomacales, de nervios, de
ansiedad, de stress, de anemia, de sida,
(especialmente de...).

Gracias Padre Santo por escuchar nuestras


plegarias, sabemos que tu estas actuando con tu
poder y que todo lo puedes. Señor en ti
confiamos y en ti esperamos. Te damos gracias
por todo lo que has hecho, por lo que estas
haciendo y por lo que seguirás haciendo en
nuestras vidas.

Amén.

Señor, ayúdame aceptar con paz


la enfermedad

Ayúdame, Señor, a obtener el fruto espiritual


que Tú pretendes con esta enfermedad que me
has enviado.

Haz que comprenda que las enfermedades del


cuerpo me ayudan a
178

conseguir un conocimiento más perfecto del


mismo, a desprenderme de
todo lo creado y me invitan mediante la
espontánea reflexión que trae
consigo, sobre la brevedad de la vida, a trabajar
con más empeño y
seriedad en preparar mi alma para la vida futura
donde no existe ni
enfermedad ni pena, sino el eterno gozo de tu
compañía.

Amen

Tratado de Demonología y
Manual de Exorcista

Autor: Padre J.A. Fortea, exorcista.

Introducción
Que es un demonio
¿Todos los demonios iguales?
¿Por qué Dios puso una prueba a los espíritus
angélicos?
179

Por mí se va a la ciudad del llanto; por mi se va al


eterno dolor; por mí se va hacia la raza condenada: la
justicia animó a mi sublime arquitecto; me hizo la
Divina Potestad, la Suprema Sabiduría y el primer
Amor. Antes de mí no hubo nada creado, a excepción
de lo inmortal, y yo duro eternamente. ¡Oh vosotros los
que entráis, abandonad toda esperanza! - inscripción
que Dante Aligheri coloca en el dintel de entrada al
infierno

Introducción

He optado por escribir un libro al modo de los antiguos


tratados escolásticos, es decir una obra distribuida en
infinidad de cuestiones de heterogénea extensión y
desigual peso teológico. ¿por qué? Pues porque me
pareció el modo mas libre de poder tratar el tema
desde todos los puntos de vista. Y sobre todo me
pareció esta la manera de poder abarcar al demonio en
todos sus aspectos y detalles. En una materia como
esta, los detalles son muy importantes. Cada detalle de
la Biblia sobre el demonio no es ocioso. Siempre me
fascinaron aquellos viejos tomos escolásticos escritos
en letra gótica en los que los temas teológicos iban
apareciendo con una lógica férrea y al mismo tiempo
según el interés y gusto del monje o religioso que la
dictaba a su secretario doblado sobre su escritorio.

Así como en mi tesis sobre el exorcismo, la que hice


180

para la universidad, estaba plagada de notas a pie de


pagina, de citas eruditas y de temas que los académicos
consideran serios y graves, en esta he querido hacer
una obra mas libre, menos sujeta a ningún esquema
preconcebido. No me hubiera sido difícil dar a todo el
contenido de este libro otro aspecto formal
aparentemente mas orgánico, pero hice la obra tal cual
me habría gustado leerla. Ahora con el libro
consumado contemplo una construcción, una
construcción intelectual sobre el mundo angélico caído.

Este libro me recuerda a una construcción


arquitectónica medieval. Con sus pilares, sus galerías y
recovecos. Un libro con capiteles, pórticos y criptas. Por
esta obra sobre el demonio se puede ir y venir,
recorrerla exhaustivamente o pasearse por ella, es una
construcción teológica. Una especie de laberinto
demoníaco con sus cuestiones, partes, apéndices,
suplementos y anexos. Una construcción al fin y al
cabo, levantada con conceptos en vez de piedras, o
mejor dicho, con las piedras de los conceptos. Y todo
erigido bajo las firmes leyes de la lógica, todo este
aparente laberinto sujeto a una estructura férrea que
se esconde tras la aparente selva de cuestiones. Ojala
que el lector no olvide durante su lectura (durante el
deambular en el seno de esta construcción) lo que no
se olvido durante su escritura: que toda construcción
teológica ha sido erigida a la mayor gloria de Dios.
(énfasis añadido por el transcriptor). Es curioso, hasta
una construcción teológica sobre el demonio proclama
181

el poder de la omnipotente mano divina.

nota: El titulo de esta obra Summa Demoníaca se


traduce como Suma de cuestiones relativas al demonio.

En latín el sustantivo summa significa suma, conjunto,


generalidad. El adjetivo demoníaca puede significar
maligno, demoníaco, pero también lo relativo al
demonio, lo que concierne al demonio, en este
segundo sentido se ha tomado para el titulo. (nota del
autor)

NATURALEZA DEMONIACA
Cuestión 1 ¿Qué es un demonio?
Un demonio es un ser espiritual de naturaleza angélica
condenado eternamente. No tiene cuerpo, no existe en
su ser ningún tipo de materia sutil, ni nada semejante a
la materia. Sino que se trata de una existencia de
carácter íntegramente espiritual. Espíritus en latín
significa soplo, hálito. Dado que ni tienen cuerpo, los
demonios no sienten la mas mínima inclinación a
ningún pecado que se comenta con el cuerpo. Por
tanto la gula o la lujuria son imposibles en ellos.
Pueden tentar a los hombres a pecar en esas materias,
pero solo comprende esos pecados de un modo
meramente intelectual, pues no tienen sentidos
corporales. Los pecados de los demonios, por tanto,
son exclusivamente espirituales.

Los demonios no fueron creados malos. A ellos al ser


creados, se les ofreció una prueba, era la prueba previa
182

antes de la visión de la esencia de la Divinidad. Antes


de la prueba veían a Dios pero no veían su esencia. El
mismo verbo ver es aproximativo, pues la visión de los
Ángeles es una visión intelectual. Como a muchos les
resultara muy difícil de entender cómo podían
ver/conocer a Dios, pero no ver/conocer su esencia
habría que proponer como comparación que seria
como decir que ellos veían a Dios como una luz, que le
oían como una voz majestuosa y santa, pero que su
rostro seguía sin desvelarse. De todas maneras, aunque
no penetraran su esencia, sabían que era su Creador, y
que era santo, el Santo entre los Santos.

Antes de penetrar en la visión beatifica de esa esencia


divina Dios les puso una prueba. En esa prueba unos
obedecieron, otros desobedecieron. Los que
desobedecieron de forma irreversible se transformaron
en demonios. Ellos mismos se transformaron en lo que
son. Nadie les hizo axial.

Hubo unas fases en la psicología de los Ángeles antes


de transformarse en demonios. Estas fases se dieron no
en el tiempo material, sino el evo. (Que sea el evo se
explica mas adelante en esta obra.) Al darse en el evo,
estas fases a los humanos nos parecería tan breve, para
ellos fue muy largo. Las fases de transformación de
ángel a demonio fueron las siguientes: Al comienzo les
entro la duda. La duda de que quizá la desobediencia a
la Ley divina fuera lo mejor. En el momento en que
voluntariamente aceptaron la posibilidad de que la
183

desobediencia a Dios fuera una opción a considerar ya


pecaron. Al principio esa aceptación de la duda
constituiría un pecado venial que poco a poco fue
evolucionando al pecado grave. Pero la principio,
ninguno de ellos en esta primera fase estaba dispuesto
a alejarse irreversiblemente, ni siquiera el Diablo. Fue
posteriormente cuando se fue asentando en sus
inteligencias lo que su voluntad había escogido a pesar
del doctamente de su inteligencia que les recordaba
que tal desobediencia era contra razón. Pero sus
voluntades se fueron alejando de Dios, y como
consecuencia de ello sus inteligencias fueron
aceptando como verdadero el mal que su voluntad
había escogido. Sus inteligencias fueron
consolidándose en el error. La voluntad de
desobedecer se fue afianzando, haciéndose esa
determinación cada vez mas profunda. Y la inteligencia
iba buscando más y más razones para que eso le
resultase cada vez más justificable. Finalmente ese
proceso llevo al pecado mortal que se dio en un
momento concreto, a través de un acto de la voluntad.
Es decir, cada ángel llegó un momento en que no sólo
quiso desobedecer, sino que incluso optó ya por tener
una existencia al margen de la Ley divina. Ya no era un
enfriamiento del amor a Dios, ya no era una
desobediencia menor a algo determinado que les
resultase difícil reaceptar, sino que en la voluntad de
muchos de ellos apareció la idea de que un destino
aparte de la Trinidad, un destino autónomo.
184

Los que perseveraron en este pensamiento y decisión


comenzaron un proceso de justificación de esta
elección. Comenzaron un proceso en que se trataron
de auto convencer de que Dios no era Dios. De que
Dios era un espíritu más. De que podía ser su Creador,
pero que en El había errores, fallos. Comenzaban a
acariciar la posibilidad de que había aparecido en sus
inteligencias: la posibilidad de una existencia aparte de
Dios y de sus normas. La existencia aparte de Dios
aparecía como una existencia mas libre. Las normas de
Dios, la obediencia a El y a su voluntad, aparecían
progresivamente como algo opresor, pesado. Dios
comenzaba a ser visto como un tirano frete al que
había que liberarse. En esta nueva fase de alejamiento,
ya no era simplemente que buscaran un destino fuera
de Dios, sino que Dios mismo les parecía que era un
obstáculo para alcanzar esa libertad. Pensaban que la
belleza y felicidad del mundo angélico hubiera sido
mucho más feliz y libre sin un opresor. ¿Por qué había
un Espíritu que se alzaba por encima de los demás
espíritus? ¿Por qué su voluntad se debía imponer sobre
la de los demás espíritus? ¿Por qué una Voluntad debe
imponerse sobre otras voluntades? No somos niños, no
somos esclavos, debieron pensar. Dios ya no era un
elemento que habían dejado atrás, sino que
comenzaba a convertirse para ellos en el mal. Y así
comenzaron a odiarle. Las llamadas de Dios hacia estos
ángeles para que volvieran hacia El eran vistas como
una intrusión inaceptable. En esta fase, el odio en unos
creció mas en otros espíritus menos.
185

Puede sorprender que un ángel llegué a odiar a Dios.


Pero hay que entender que Dios para ellos ya no era el
bien, sino el obstáculo, la opresión, las cadenas de los
mandamientos, la falta de libertad. El odio nació con la
energía de sus voluntades resistiendo una y otra vez a
las llamadas de Dios que como un padre les buscaba. El
odio nación como reacción lógica de una voluntad que
tiene que afianzarse en su decisión de abandonar la
casa paterna, por decirlo en términos que resulten
inteligibles para nosotros. Es decir, alguien que se
marcha de casa al principio simplemente quiere
marcharse, pero si el padre le llama una y otra vez, el
hijo acaba diciendo déjame en paz. Dios les llamaba
entonces, pues sabia que cuanto mas tiempo sus
voluntades estuvieran alejadas de El, más se
afianzarían en su alejamiento.

Por supuesto que muchos ángeles que se habían


alejado en un primer momento volvieron. Esta es la
gran lucha en los cielos de la que se habla en
Apocalipsis 12:

Y se entabló un combate en el cielo: Miguel y sus


ángeles luchando con en Dragón. Y el Dragón lucho y
sus ángeles, pero no tuvieron fuerza, no volvió a
encontrarse su sitio en el cielo. Fue expulsado el gran
Dragón, la Serpiente antigua que se llama Diablo y el
Adversario, que engaña al orbe entero. Fue expulsado a
la tierra, y sus ángeles fueron expulsados con el.
186

¿Cómo los Ángeles pueden luchar entre sí? Si no tienen


cuerpo, qué armas pueden ser usadas. El ángel es
espíritu, el único combate que se puede entablar entre
ellos es intelectual. Las únicas armas que pueden
blandir son los argumentos intelectuales. Esa lucha fue
una lucha intelectual. Dios enviaba la gracia a cada
ángel para que volviera a la fidelidad o se mantuviera
en ella. Los ángeles daban argumentos a los rebeldes
para que volvieran a la obediencia. Los ángeles
rebeldes daban sus razones para fundamentar su
postura y para introducir la rebelión entre los fieles. En
esta angelical conversación de miles de millones de
ángeles hubo bajas por ambos lados: ángeles rebeldes
regresaron a la obediencia, ángeles fieles fueron
convencidos con la seducción de los razonamientos
malignos.

La transformación en demonios fue progresiva. Con el


transcurrir del tiempo –el evo es un tipo de tiempo-
unos odiaron mas a Dios, otros menos. Unos se
hicieron mas soberbios, otros no tanto. Cada ángel
rebelde fue deformándose más y más, cada uno en
unos pecados específicos. Así como, por el contrario,
los Ángeles fieles se fueron santificando
progresivamente. Unos ángeles se santificaron mas en
una virtud otros en otra. Cada ángel se fijo en un
aspecto u otro de la divinidad. Cada ángel amo con una
medida de amor. Por eso en el bando de los fieles
comenzó a haber muchas distinciones, según la
187

intensidad de las virtudes que cada ángel práctico más.

Cada ángel tenia su propia naturaleza dada por Dios,


pero cada uno se santifico en una medida propia según
la gracia de Dios y la correspondencia de la propia
voluntad. Esto es valido pero al revés, para los
demonios. Cada uno recibió de Dios una naturaleza,
pero cada uno se deformo según sus propios caminos
extraviados.

Por eso la batalla acabó cuando ya cada uno quedo


encasillado en su postura de forma irreversible. Llego
un momento en que ya solo había cambios
accidentales en cada ser espiritual. En los demonios,
llego un momento en que ya cada uno se mantuvo
firme en su imprudencia, en sus celos, en su odio, en su
envidia, en su soberbia, en su egolatría…

La batalla había acabado. Podían seguir discutiendo,


hablando, disputando, exhortándose, durante miles de
años, por decirlo así en términos humanos, pero ya
sólo habría cambios accidentales. Fue entonces cuando
los ángeles fueron admitidos a la presencia divina, y los
demonios se les dejo que se alejaran, se les abandono a
la situación de postración moral en que cada uno se
había situado.

Como se ve no es que los demonios sean enviados a un


lugar cerrado de llamas y aparatos de tortura, sino que
se les deja como están, se les abandona a su libertad, a
188

su voluntad. No se les lleva a ninguna parte. Los


demonios no ocupan lugar, no hay donde llevarles. No
hay aparatos de tortura, ni llamas que les puedan
atormentar, ni cadenas que les amarren sus miembros.
Tampoco los ángeles fieles entraron en ningún sitio.
Simplemente recibieron la gracia de la visión beatifica.
Tanto el cielo de los ángeles, como el infierno de los
demonios, son estados. Cada ángel porta en su interior
su propio cielo este donde este. Cada demonio, este
donde este, lleva dentro de su espíritu su propio
infierno.

El momento en que ya no hay marcha atrás es el


momento en que un ángel ve la esencia de Dios.
Porque después de ver a Dios ya nada le podrá hacer
cambiar de opinión. Después de haber visto a Dios,
jamás podrá escoger algo que le ofenda lo mas mínimo.
Pues la inteligencia comprendería que seria escoger
estiércol frente a un tesoro. El pecado después de ese
momento es imposible. El ángel antes de entrar al
cielo, comprendía a Dios, comprendía lo que era, lo que
suponía su santidad, omnipotencia, sabiduría, amor…
Después de ser admitido a contemplar su esencia, uno
no solo le comprende, sino además le ve. Es decir, ve su
santidad, su amor, su sabiduría, etc., etc. El espíritu al
ver aquello se llena de tal amor, de tal veneración, que
jamás, bajo ningún concepto, quiere separarse de ello.
Por eso el pecado pasa a ser imposible.

El demonio queda irremisiblemente ligado a lo que ha


189

escogido, desde el momento en que Dios decide no


insistir más. Llega un momento en que Dios decide no
enviar más gracias de arrepentimiento. Pues cada
gracia de arrepentimiento solo puede ser superada,
solo puede ser vencida, afirmándose más en el odio.
Llega un momento en que Dios ve que enviar mas
gracias solo sirve para que el demonio afiance mas lo
que ha escogido su voluntad. Llega un momento en que
Dios Amor da la espalda (1) y deja a su hijo que siga su
camino. Deja que el demonio siga su vida aparte.

Nota del autor: (1) un buen amigo mió profesor de la


Universidad de Alcalá de Henares, se quedó un poco
sorprendido ante esta expresión de dar la espalda e
incluso me sugirió la posibilidad de una corrección en la
formulación de la frase. ¿Puede de verdad hacer tal
cosa el Amor Infinito? Indudablemente sí. La rebeldía
de la criatura lleva a que finalmente Dios abandone a
ese ser a su propia suerte. ¿Qué momento es ese en
que la criatura queda abandonada? Ese momento es
aquel en el que Dios decide no conceder ninguna gracia
más de arrepentimiento a la criatura. En ese instante
podemos decir que Dios ha dado la espalda al ser que
creó. En cuanto ocurre esa terrible y temible decisión,
la criatura está ya juzgada.

Por un lado podríamos decir que no hay un momento


único en que el ángel se transforme en demonio, sino
que se trata de un proceso lento, gradual, evolutivo.
Por otro lado por largo que haya sido ese proceso
190

previo (y posterior) sí que hay un momento preciso en


el que el espíritu angélico tiene que tomar la decisión
de rechazar o no a su Creador.

Ya se ha dicho que en ese proceso cabe la marcha


atrás, esa es la celestial batalla angélica de la que habla
Ap 12, 7-9. Pero llega un momento de esa batalla, en
que ya los demonios se alejan y se alejan. No tendría
sentido seguir insistiendo. El Creador respecta la
libertad de cada uno.

El demonio aparece en las pinturas y esculturas


deforme, es muy adecuado ese modo de representarlo,
pues es un espíritu angélico deformado. Sigue siendo
ángel, es sólo su inteligencia y su voluntad lo que se ha
deformado, nada mas. En lo demás sigue siendo tan
ángel como cuando fue creado. El demonio en
definitiva es un ángel que ha decidido tener su destino
fuera de Dios. Es un ángel quiere vivir libre, sin
ataduras. La soledad interior en que se encontrará por
los siglos de los siglos, los celos de comprender que los
fieles gozan de la visión de un Ser Infinito, le llevan a
echarse a sí mismo en cara su pecado una y otra vez. Se
odia a sí mismo, odia a Dios, odia a los que le dieron
razones para alejarse.

Pero no todos sufren lo mismo. Unos ángeles en la


batalla se deformaron más y otros menos. Los que más
se deformaron, los más deformes, sufren más. Los
menos deformes sufren menos. Pero una vez más hay
191

que recordar que sólo es deformidad de la inteligencia


y la voluntad.

La inteligencia está deformada, oscurecida, por las


propias razones con las que uno justificó su marcha, su
liberación. La voluntad impuso a la inteligencia su
decisión, y la inteligencia se vio impelida a justificar esa
decisión. La inteligencia funciono como un mecanismo
de justificación, de argumentación de aquello que la
voluntad le fustigaba a aceptar. Como se ve, el proceso
tiene una extraordinaria similitud con el proceso de
envilecimiento de los humanos. No nos olvidemos que
los humanos somos un espíritu en un cuerpo. Si
prescindimos de los pecados relativos al cuerpo, el
proceso interno psicológico que llega a una persona
buena a acabar en la mafia, o de guardia en un campo
de concentración o de terrorista, es en sustancia el
mismo proceso. En sustancia, el concepto de pecado,
de tentación, de evolución de la propia iniquidad es
igual en el espíritu angélico que en el espíritu del
hombre. Pues los pecados del hombre son pecados del
espíritu aunque los comenta con el cuerpo.

El niño tiene niñez, pero también el ángel, al principio


acabado de ser creado y no tenia experiencia. La
persona humana tiene tentaciones de otras personas,
también los ángeles de sus semejantes. El hombre
puede pecar por estructuras mentales tales como la
patria, el honor de la familia, por el bienestar de un
hijo. El espíritu angélico también tenia detrás de sí
192

grandes construcciones intelectuales que, aunque


distintas a las humanas, supondrían un complejo
correlato angélico de todo este mundo que
conocemos.

Nosotros los humanos somos también espíritus,


aunque tengamos un cuerpo, y sólo tenemos que mirar
a nuestro interior para comprender como uno puede
caer en el pecado, como uno puede envilecerse. Es
entonces cuando el pecado de los ángeles ya no nos
resulta tan incomprensible, cuando nos empieza a
parecer más cercano.

¿Son todos los demonios iguales?

Ya hemos visto que cada demonio pecó con una


intensidad determinada. Además cada demonio peco
en uno o varios pecados en especial. La rebelión tuvo
su raíz en la soberbia, pero de esa raíz nacieron otros
pecados. Eso en los exorcismos se ve con gran claridad,
hay uno demonios que pecan mas de ira, otros de
egolatría, otros de desesperación, etc. Cada demonio
tiene su psicología, su forma de ser particular. Los hay
locuaces, los hay mas despectivos, en uno brilla de un
modo especial la soberbia, en otro el pecado del odio,
etc. Aunque se apartaron de Dios unos son mas malos
que otros.

Después hay que recordar que como nos dice San Pablo
hay nueve jerarquías de ángeles. La jerarquías
193

superiores son mas poderosas, bellas e inteligentes que


las inferiores. Cada ángel es completamente distinto de
otro Ángel. No hay razas de Ángeles, para usar un
termino zoológico. Sino que cada uno agota su especie.
Sin embargo, si que es posible agrupar a los ángeles en
distintos grados grupos o jerarquías. Jerarquías
también llamadas coros, pues esos grupos es como si
formaran coros que cantan las alabanzas de Dios. Su
cántico por supuesto no es de la voz, sino es la
alabanza espiritual que emite su voluntad al conocer y
amar a la Trinidad.

De cada una de las nueve jerarquías cayeron ángeles


trasformándose en demonios. Es decir, hay demonios
que son virtudes, potestades, serafines, etc. Aunque
sean demonios siguen conservando intacto su poder e
inteligencia.

Por todo lo dicho esta claro que existe una jerarquía


demoníaca. Una cosa comprobada por lo exorcismo es
que entre ellos existe un poder de los superiores sobre
los inferiores. ¿en que consiste ese poder? es algo
imposible de saber, pues no se ve como un demonio
puede obligar a otro a hacer algo. Pues no hay cuerpo
que empujar o forzar. Sin embargo, he comprobado
que un demonio superior puede forzar a uno inferior a
no salir de un cuerpo durante un exorcismo. Aunque el
inferior sufra y quiera salir, el superior se lo puede
impedir. Como un demonio puede forzar a otro
demonio siendo este intangible, es algo, lo repito que
194

escapa a nuestra comprensión.

Cuestión 2

¿Por qué Dios puso una prueba a los espíritus


angélicos?

¿Por qué no concedió la visión beatifica a todos en


cuanto les creó? ¿Por qué se arriesgó a que algunos se
convirtieran en demonios? Dios podría haber creado
espíritus angélicos y directamente haberles concedido
la gracia de la visión beatifica. Esto era perfectamente
posible en su omnipotencia y no hubiera habido
ninguna injusticia en hacerlo. Pero había tres
poderosas razones para concederles una fase de
prueba antes de la visión beatifica.

La razón menos importantes de todas era el que Dios


tenia que dar a cada ser racional un grado de felicidad.
Todos en el cielo ven a Dios, pero nadie puede gozar de
El en un grado infinito, eso es imposible. Sólo Dios goza
infinitamente. Cada ser finito goza al máximo, sin
desear más, pero de un modo finito. Goza finitamente
de un bien infinito. La comparación que se suele usar
para comprender este concepto metafísico es que cada
ser racional tiene un vaso, Dios llena ese vaso hasta sus
bordes, plenamente. Pero cada vaso es de una medida
determinada.
195

Dios en su sabiduría determino algo especialmente


inteligente que cada uno determinara el grado de gloria
que iba a gozar durante la eternidad. Dado que esto es
para siempre, dado que es algo tan importante, Dios ha
dejado tal cosa en nuestras manos. Ya que cada uno ha
de tener un grado, eso es inevitable, pues que uno
decida ese grado. Como se ve es una disposición de las
cosas magnifica, una disposición en la que se
manifiesta la sabiduría infinita de Dios.

Si esta razón expuesta es importantes, considero que


todavía lo es mas el considerar el hecho de que el único
momento en que un espíritu puede desarrollar su fe, su
generosidad para con Dios es mientras todavía no le ve.
Después de verlo tendrá el agradecimiento por lo que
ya contempla. Pero ese amor generoso es la fe, esa
confianza hacia Dios en la oscuridad, eso es posible
solo antes de la visión. Después ya nunca será posible.
Todo será posible, menos eso. Digamos que es un
aspecto del espíritu que o se desarrolla antes de la
visión facial de la esencia de Dios, o después ya es
absolutamente imposible. Por eso la prueba es un don
de Dios. Un don para que en nosotros germine y se
desarrolle la flor de la fe con todos sus frutos. Esa flor
en nosotros ya no podrá nacer durante toda la
eternidad. Ya no podrá haber fe donde hay visión. Y
tras la fe y como consecuencia de ella vienen las
virtudes subsiguientes. Cada ángel desarrollaría unas
mas otras menos.
196

Ante todo, el tiempo de prueba dada la posibilidad de


que naciera y se desarrollaran las virtudes teologales. Y
después, incluso, unos Ángeles desarrollarían mas la
virtud de la perseverancia, otros la de la humildad,
otros la de la suplica, etc.

Claro que conceder a un ser la posibilidad de que en el


nazca la fe, supone arriesgarse a que pueda germinar
en ese mimo ser no la fe sino el mal. Dios al dar la
libertad sabe que una vez que la conceda puede
encauzarse así misma hacia el bien o hacia el mal. Dios
puede crear el cosmos como quiera, como desee,
según su voluntad, sin ninguna cortapisa, sin ningún
limite. Pero el santo no se crea, se hace a si mismo con
la acción de la gracia. Conceder el donde la libertad a
los espíritus supone que pueda aparecer una madre
Teresa de Calcuta o un Hitler. Una vez que se concede
el regalo de la libertad, se concede con todas las
consecuencias. Querer que aparezca el bien espiritual
supone de antemano aceptar la posibilidad de que
aparezca el mal espiritual. En el cosmos material no hay
bien espiritual, ni la mas pequeña cantidad de bien
espiritual. El bien del cosmos material es un bien
material, la glorificación del universo físico al Creador
es una glorificación material e inconciente. El bien
espiritual es cualitativamente superior, pero supone
necesariamente tener que admitir ese riesgo. Por eso la
aparición del mal no fue un trastrocamiento de los
planes divinos. La posibilidad de la aparición del mal ya
formaba parte de los planes divinos antes de la
197

creación de criaturas pensantes.

De todas maneras, aunque he hablado de que la


prueba era necesaria para determinar el grado de
gloria, la razón mas importante, la razón mas poderosa,
para conceder el donde de la libertad para obtener el
amor de un modo libre. Sin esa prueba, Dios hubiera
podido obtener el agradecimiento de los seres a los
que hubiera dado un grado de gloria sin pasar por el
riesgo de una prueba. Pero Dios es un ser que ama y
que quiere ser amado. El único modo de obtener ese
amor en la fe, ese amor que se confía, ese amor
desinteresado en la oscuridad del que todavía no ve,
era proponer esa prueba. Vuelvo a repetir que el
mismo Dios puede crear miles de cosmos con solo un
acto de su voluntad, no puede crear ese amor que nace
del que es probado en el sufrimiento de la fe. El amor a
Dios no se crea, es una donación por parte de la
criatura.

Cardenal Cottier:

«La Iglesia debe hablar del demonio»


18 enero 2006 (ZENIT.org).-

Publicamos la introducción del cardenal Georges Marie


Martin Cottier OP --escrita siendo aún Teólogo de la
Casa Pontifica-- al libro «Presidente degli esorcisti –
Esperienze e delucidazioni di Don Grabriele Amorth»
(«Presidente de los exorcistas – Experiencias y
198

aclaraciones de Gabriel Amorth»), recién publicado por


«Edizioni Carismatici Francescani» (www.dioesiste.org).

El padre Gabriel Amorth es exorcista de la diócesis de


Roma, fundador y presidente honorario de la
Asociación Internacional de Exorcistas.

La Iglesia debe hablar del demonio. Pecando, el ángel


caído no ha perdido todo el poder que tenía, según el
plan de Dios, en el gobierno del mundo.

Ahora utiliza este poder para el mal. El Evangelio de


Juan le llama: «el príncipe de este mundo» (Jn 12,31) y
en la primera carta también de Juan se

lee: «El mundo entero yace en poder del Maligno» (1 Jn


5,19). Pablo habla de nuestra batalla contra las
potencias espirituales (Cf. Ef. 6,10-17). Podemos
también remitirnos al Apocalipsis.

Tenemos que combatir contra fuerzas del mal no sólo


humanas, sino sobrehumanas en su origen e
inspiración: basta con pensar en Auschwitz, en las
masacres de pueblos enteros, en todos los horrendos
crímenes que se cometen, en los escándalos de los que
son víctimas los pequeños y los inocentes, en el éxito
de las ideologías de muerte, etc.

Es oportuno recordar algunos principios. El mal del


pecado es realizado por una voluntad libre. Sólo Dios
puede penetrar en el corazón profundo de la persona;
el demonio no tiene el poder de entrar en este
199

sagrario. Actúa sólo en el exterior, sobre la imaginación


y sobre los afectos de raíz sensible.

Además su acción está limitada por el permiso de Dios


omnipotente.

El diablo actúa generalmente a través de la tentación y


el engaño, es mentiroso (Cf. Jn 8,44). Puede engañar,
inducir al error, ilusionar y, probablemente más que
suscitar, puede secundar los vicios y los gérmenes de
vicios que están en nosotros.

En los Evangelios sinópticos, la primera aparición del


demonio es la tentación en el desierto, cuando somete
a varias incursiones a Jesús (Cf. Mt

4,11 y Lc 4,1-13). Este hecho es de gran importancia.

Jesús curaba enfermedades y patologías. Se refieren en


conjunto al demonio, porque todos los desórdenes que
afligen a la humanidad son reducibles al pecado, del
que el demonio es instigador. Entre los milagros de
Jesús hay liberaciones de posesiones diabólicas, en el
sentido preciso.

Vemos en particular en San Lucas que Jesús manda a


los demonios que le reconocen como el Mesías.

El demonio es mucho más peligroso como tentador que


a través de signos extraordinarios o manifestaciones
exteriores asombrosas, porque el mal más grave es el
pecado. No por casualidad en la oración del Señor
pedimos: No nos dejes caer en la tentación. Contra el
200

pecado el cristiano puede luchar victoriosamente con la


oración, la prudencia, en la humildad conociendo la
fragilidad de la libertad humana, con el recurso a los
sacramentos, ante todo la Reconciliación y la Eucaristía.
Debe también pedir al Espíritu Santo el don de
discernimiento, sabiendo que los dones del Espíritu
Santo se reciben con la gracia del Bautismo.

Santo Tomás y San Juan de la Cruz afirman que


tenemos tres tentadores: el demonio, el mundo (lo
reconocemos ciertamente en nuestra sociedad) y
nosotros mismos, o sea, el amor propio. San Juan de la
Cruz sostiene que el tentador más peligroso somos
nosotros mismos porque nos engañamos solos.

Frente al engaño, es deseable en los fieles católicos un


conocimiento cada vez más profundo de la doctrina
cristiana. Se debe promover el apostolado por el
Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, de
extraordinaria utilidad para combatir la ignorancia. El
demonio tal vez es instigador de esta ignorancia:
distrae al hombre de Dios, y es una gran pérdida que se
puede contener promoviendo un adecuado apostolado
en los medios de comunicación social, en particular
televisivos, considerando la cantidad de tiempo que
muchas personas gastan siguiendo los programas de
televisión, a menudo de contenidos culturalmente
inconsistentes o inmorales.

También contra los hombres de Iglesia se desencadena


la acción del diablo:
201

en 1972 el Sumo Pontífice Pablo VI habló del «humo de


Satanás introducido en el templo de Dios», aludiendo a
los pecados de los cristianos, a la desvalorización de la
moralidad de las costumbres y a las decadencias
(consideremos la historia de las Órdenes y de las
Congregaciones religiosas, en las cuales se ha notado
siempre la exigencia de reformas para reaccionar a la
decadencia), a la cesión en las tentaciones en la
búsqueda de la carrera, del dinero y de la riqueza en las
cuales pueden incurrir los propios miembros del clero,
cometiendo pecados que provocan escándalo.

El exorcista puede ser un Buen Samaritano –pero no es


el Buen Samaritano— pues el pecado es una realidad
más grave. Un pecador que permanece asentado en su
pecado es más desdichado que un poseído. La
conversión del corazón es la más bella victoria sobre la
influencia de Satanás, contra la cual el Sacramento de
la Reconciliación tiene una importancia absolutamente
central, porque en el misterio de la Redención Dios nos
ha liberado del pecado, y nos regala, cuando hemos
caído, el reencuentro de Su amistad.

Los Sacramentos tienen en verdad una prioridad sobre


los sacramentales, categoría en la que se incluyen los
exorcismos, que son pedidos por la Iglesia pero en
orden no prioritario. Si no se considera este
planteamiento, subsiste el riesgo de turbar a los fieles.
No se puede considerar el exorcismo como la única
defensa contra la acción del demonio, sino como un
202

medio espiritual necesario donde se ha constatado la


existencia de casos específicos de posesión diabólica.

Parece que los poseídos sean más numerosos en los


países paganos, donde el Evangelio no ha sido
difundido y donde están más extendidas las prácticas
mágicas. En otros lugares un elemento cultural perdura
allí donde los cristianos conservan una tendencia
indulgente respecto a antiguas formas de superstición.

Además hay que considerar que presuntos casos de


posesión pueden ser explicados por la medicina actual
y la psiquiatría, y que la solución a determinados
fenómenos puede consistir en un buen tratamiento
psiquiátrico.

Cuando se manifiesta en la práctica un caso difícil es


necesario ponerse en contacto con un psicólogo y un
exorcista; es aconsejable valerse de psiquiatras de
formación católica.

En el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum se ha


instituido recientemente un curso sobre estas
temáticas. Sobre ellas parece oportuna una formación
adecuada en los seminarios, en una dimensión de
equilibrio y sabiduría, evitando excesos y
constricciones.

Cardenal Georges Cottier, O.P. Pro-teólogo de la Casa


Pontificia

S-ar putea să vă placă și