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Melgarejo Paredes Ángel Guillermo

13/09/2019

Ensayo primera unidad.


El estudio de la ciencia política ha sufrido cambios a lo largo de los años. Estos cambios
devienen de una serie de análisis alrededor de la forma en que se estudia la política. Y es que,
la metodología que se ha ocupado desde siempre ha sido a nivel teórico, pero sin articular un
sustento a las investigaciones que se llevan a cabo; esto pone en tela de juicio la confiabilidad
de las investigaciones (si bien documentales) que giran alrededor de la ciencia política.

Antes, los grandes autores como: Maquiavelo, Russo, Montesquieu, Platón, etc. Aportaron
propuestas teóricas que, hoy en día, son las bases del análisis de la sociedad y las relaciones
entre las sociedades. Las propuestas teóricas que se desarrollaron son el punto de partida para
realizar un análisis interpretativo de cómo funciona la sociedad moderna, pero con la
característica de limitarse tan sólo a la reflexión teórica de los contenidos propuestos.

Estos contenidos y resultados parten de fenómenos político-sociales, que son analizados bajo
un solo enfoque teórico, y correspondía a la lucha de poderes dentro de la política. “Desde
el principio, por ejemplo, con Aristóteles, el objeto cualificante, aunque no exclusivo, del
análisis político estaba constituido por el poder. Los modos de adquisición y utilización del
poder” (Pasquino 1995). La metodología de análisis no es despreciable, mucho menos
ilegítima, pues era de esta manera que la mayor parte de los autores (como Max Weber)
desarrollaron sus trabajos.

La transición hacia una nueva forma de analizar la política tomó un rumbo diferente cuando
el análisis pasó de la configuración del poder, hacia la conformación de las naciones y la
utilización del concepto del “estado” como un referente para el análisis de los fenómenos
políticos. La configuración de tradiciones analíticas se forjó a través de la diferenciación
entre los ejes rectores de análisis.

La tradición anglosajona concedió mayor importancia a los procesos sociales, mientras que
la tradición continental atribuyó la importancia a la configuración de la estructura estatal, por
lo que el derecho formó parte importante del análisis (dado que las normas de convivencia y
la configuración de estas era un eje rector en la creación de un aparato estatal). El punto de
partida para la reconfiguración de los análisis políticos fue la obra de Maquiavelo, puesto que
realizó un análisis histórico y atribuyó a la historia una importancia que no se le había dado,
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13/09/2019

además de dar cuenta de una nueva forma de analizar la política a través del análisis de las
instituciones como actores políticos importantes en la conformación de un estado.

La transición hacia la ruptura epistemológica que propuso Easton dio pie a los nuevos
estudios de la ciencia política, y se hizo a través de la definición, de conceptos, específica de
‘ciencia política’. La importancia de la definición de estos conceptos es base para partir hacia
los demás estudios de los fenómenos, dado que, sin esta diferenciación conceptual, sería casi
imposible encausar las investigaciones y los análisis con rigurosidad científica.

Aquí radica la importancia de la revolución conductista. Fue tan importante, la simple


delimitación de los conceptos, que después de esta podemos entonces realizar análisis
basados en diferentes métodos. Si bien, el análisis de un fenómeno se puede realizar desde la
conformación de las instituciones estatales, también se puede analizar desde el
funcionamiento de su sistema político y ambas investigaciones tendrían una conclusión muy
diferente. Desde el análisis del comportamiento político y la introducción de la cultura como
forma de manifestación social también podríamos obtener conclusiones muy diferentes a los
dos casos planteados anteriormente.

Además de las diferentes perspectivas del análisis político, tenemos también la nueva
propuesta para la recopilación de datos para darle rigurosidad, y característica científica al
análisis. La creación de métodos de comprobación y corroboración de datos fue el punto de
partida para darle formalidad a la ciencia política como tal (como ciencia). Todo esto sin caer
en el vicio de la recopilación de datos sin sentido que constituye un nuevo riesgo para la
ciencia política como una ciencia con rigor científico.

Easton no sólo propuso una nueva forma de analizar la política, también introdujo una
diferenciación, que depende de una relación, entre dos conceptos fundamentales para el
análisis de la política. Para empezar, definió el concepto de ‘sistema político’ como: […] una
serie de interacciones abstraídas de la totalidad de la conducta social mediante las cuales
se asignan autoritariamente valores en una sociedad. (Harto de Vera 2006). No de la misma
manera, distingue la vida política del sistema, pero no la separa del mismo. La vida política,
para Easton, es analizada a través del sistema político y la caracteriza como un sistema de
conducta dentro del sistema político.
Melgarejo Paredes Ángel Guillermo
13/09/2019

Para profundizar en el análisis del sistema político, Easton propone cuatro conceptos
principales que facilitarían el análisis del sistema: Sistema, entorno, respuesta y
retroalimentación. Es gracias a estos conceptos que puede establecer un puente de relación
analítica entre el sistema político y la cultura política. La diferenciación entre el sistema;
como forma de organización de una sociedad, y la cultura política; como un sistema de
convivencia social, nos permite situarnos en el contexto político de toda sociedad. Sin
embargo, es reflejo del sistema político, la cultura política de la sociedad en cuestión.

Así, dentro de la conformación de un estado, entramos en materia de análisis al categorizar


los sistemas políticos a través de la identificación de características específicas en cada uno.
El objeto de estudio clásico, desde una perspectiva occidental, es el sistema democrático
estadounidense. Sin embargo, en pro de situar el análisis a un sistema próximo e inmediato,
recurriremos al caso de la Ciudad de México, con el objetivo de analizar su desarrollo a través
de las reformas electorales, que pretendían la apertura a un sistema democrático factible y
eficiente.

Fue a partir de la reforma de 1997 que el sistema democrático mexicano dio paso a la
representación popular a partir del sufragio efectivo en las elecciones, tanto presidenciales,
como distritales. Además de que a partir de ese año se abrió la administración del (entonces)
‘Distrito Federal’ como un estado cuasi autónomo del poder estatal, derivado del
establecimiento de una administración que fuera propia.

La transición democrática en México fue un proceso que deviene desde el año 1977, con las
primeras reformas electorales en las que se incluía a la oposición en las gobernaturas de más
estados en la república mexicana; antes acaparadas por el partido hegemónico (el Partido
Revolucionario Institucional [PRI]), así como la apertura de espacios en las cámaras
legislativas a lo largo de toda la república. Este fue el comienzo de la apertura democrática
en México.

La apertura de la democracia, entonces, significó la reconfiguración de la vida política en el


estado mexicano y para con los ciudadanos. La transición de una república gobernada por
caudillos; sí como el régimen de un sistema de partido hegemónico, hacia una república
democrática, gobernada por ideologías políticas resultó en una abstinencia de votos y la falta
de practicas políticas (hablando específicamente de la participación en las urnas).
Melgarejo Paredes Ángel Guillermo
13/09/2019

Con este antecedente, es preciso afirmar que la democracia en México es joven. A pesar de
la práctica de elecciones a diputados y senadores, la gente no está acostumbrada a ejercer su
derecho al voto. Tan sólo en elecciones de 2015 se registró una participación del 44.1% del

padrón electoral. (INE, 2015)

Desafortunadamente, la cultura política en México se rige por principios básicos de poca


inclusión a los temas de actualidad política, así como la participación en elecciones
distritales. Si bien, la democracia es el sistema político que da apertura a la pluralidad de
ideas, no quiere decir que; por ende, la participación política sea mayor.

Esta relación entre cultura política y sistema político, dentro de México, tiene que ver con la
forma de gobierno que se adoptó durante muchos años. Esta forma de gobierno acostumbró
a las personas a redimirse ante una figura autoritaria que ostentara el poder político sobre
todas las cosas, de tal forma que podían participar de las elecciones y despreocuparse del
funcionamiento del sistema, dado que había un gobernador fuerte en quién podrían confiar
para la administración del estado.

Ahora, la cultura política mexicana atraviesa un momento de trascendencia política, en la que


los medios digitales se han convertido en un ágora política, donde cualquier persona puede
desahogar sus pensamientos y someterlos a ‘juicio público’. Dorantes Aguilar, introduce el
concepto de ‘Ciudadano Digital’ como aquel que utiliza internet de manera regular y
cotidiana con fines políticos (Dorantes Aguilar 2016). Este nuevo ciudadano digital se inserta
en la vida pública con la posibilidad de externar sus preocupaciones en torno a la vida
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política; sin embargo, no quiere decir que acuda a las urnas a ejercer su derecho al voto. Más
bien, su participación política en las plataformas digitales son un paliativo para ‘ejercer’ su
derecho de libre expresión alrededor de un tema político.

Habiendo tomado como ejemplo la transición democrática en México, podemos partir de la


misma para realizar un recorrido histórico a través de la cultura política en este, hoy
conformado, estado-nación. Empezaremos por la época de la revolución mexicana.

En 1921 se consuma la ansiada revolución mexicana, derivada de un régimen totalitario,


dirigido por Porfirio Díaz. Este régimen se caracterizó por diferentes cosas: La aceleración
de la industrialización en México, a través de la construcción del ferrocarril y la creación de
las vías de comunicación a lo largo del territorio; la conformación de instituciones políticas
(que se encontraban supeditadas al poder autoritario del entonces presidente [lo que dio paso
a la conformación del presidencialismo justo después de la revolución mexicana]) idealmente
creadas para servir al bien común de la sociedad; la existencia de un sistema democrático
(perfectible y que decayó en la dictadura militar de Díaz); y la amplia inversión en obras
públicas que buscaban la modernización de México.

Un antecedente como este, una dictadura militar, conformó a México como un país
dependiente de un ser todo poderoso que ostentara el cargo mas importante y lo desempeñara
a la perfección, en búsqueda del bien común. La característica principal de la cultura política
en México, entonces, fue la obediencia ciega a los líderes carismáticos. Así también, la
conformación de una cultura religiosa fue imperativa para la conservación de un régimen
basado en la obediencia. Luego de esta experiencia, eran claras las preferencias de la sociedad
mexicana. Tener un excelente líder que se dedicara a gobernar libraba a la población
mexicana de acercarse a la actividad política.

Además de la falta de alfabetización que hubo, aún, en la época de Díaz, la sociedad mexicana
requirió de incentivos para movilizarse en favor de sus intereses más específicos. La
persistencia de esta cultura política también se debió a la continuidad en la creencia del líder
todopoderoso ahora convertido en presidente, seleccionado a través del sufragio. La gente no
estaba acostumbrada a votar, ni a tomar decisiones de la vida política, pues nunca se le incitó
a hacerlo.
Melgarejo Paredes Ángel Guillermo
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La falta también de personas que se acercaran a los medios de comunicación, con el objetivo
de informarse acerca de la vida política, es uno de los ejes rectores de la falta de participación
en la conformación de una sociedad civil en México. Con el paso de los años, y la creación
de reformas educativas se fue educando a la sociedad en la cultura de la información y la
participación política. A través de periódicos, panfletos, la televisión y la radio.

La televisión y la radio fueron, también, un parteaguas en la transición y creación de la


sociedad civil mexicana. Gracias a estos instrumentos de propagación de información, la
gente se interesaba, al menos, en los programas de chismes y en la publicidad.

Los movimientos sociales también formaron parte de una nueva ola de concientización
social. Aún organizados por sindicatos, estos dirigentes políticos, creaban espacios de
discusión y generaban espacios de creación de la opinión pública. La gente se preguntaba y
discutía temas de la política. Estos pequeños grupos propagaron ideales con sus familias,
creando cadenas de propagación de información.

Aún así, no solamente los movimientos sociales. La población estudiantil universitaria,


creciente, es un factor decisivo en la creación de sociedad civil organizada. Toda
organización estudiantil de la época perseguía ideales revolucionarios, además con la
influencia de los movimientos de izquierda y las revoluciones en América Latina no
podíamos esperar menos de las generaciones de estudiantes de la década de los 60’s.

La consumación de crisis económicas en México fue otro de los factores para que la sociedad
civil se interesara, dado que ahora les afectaba el desempeño de las autoridades en México.
Esta también provocó una crisis de legitimidad del régimen, y se comenzó a gestar la nueva
manera de participación política que estuviera fuera del régimen de partido hegemónico, que
ya había sentado las bases para una nueva sociedad democrática.

Finalmente hay que entender que la cultura política, de acuerdo con el pequeño análisis
realizado aquí, es una variable que depende de muchos factores y actores políticos. Los ya
expuestos son: La estructura del estado, los órdenes de alfabetización, la organización de la
estructura industrial, la maquinaria de los medios de comunicación.
Melgarejo Paredes Ángel Guillermo
13/09/2019

Hoy en día, el estudio de la cultura política se basa en el estudio de creencias y valores


generado a través de la estructura social dentro de cualquier estado-nación. Además de que
depende del desempeño de los aparatos de gobierno al incidir en la vida de la sociedad civil.

Claro que el régimen de un estado presidencialista se guía por las decisiones de una persona,
que se encuentra al tanto de un poder hegemónico. En el caso del PRI, cualquiera de sus
presidentes dependía únicamente de su equipo de trabajo para tomar decisiones adecuadas
en favor de la ciudadanía mexicana.

El caso de José López Portillo. Este actor político fue uno de los más trascendentes, tanto en
la economía como en la política mexicana. Desde las elecciones, que ganó por mayoría a
falta de contrincantes, hasta la decisión de ‘petrolizar’ la economía en México.

¿Cuáles fueron los criterios en la toma de decisión al respecto de su propuesta de modelo


económico? Para este análisis, podemos recurrir al modelo de toma de decisiones de Shepsle
y Bonchek.

En este modelo existen dos elementos esenciales, la comparabilidad; es el ordenamiento de


preferencias a través de una comparación entre do variables que tienen aspectos similares o
no. La transitividad es el ordenamiento de preferencias estrictas sobre otras, por lo cual ni
siquiera es necesario comparar las opciones que se tienen al momento de tomar las
decisiones. (Shepsle 2005)

En el caso de López Portillo se le presentó una oportunidad muy especial al momento de


iniciar su mandato, de hecho, una oportunidad de oro. El descubrimiento de yacimientos de
petróleo, entonces, fue una mina de oro para la economía mexicana, puesto que, en ese
momento, el mundo carecía petróleo.

En el orden de toma de decisiones, la opción más lógica entre: 1) Petrolizar la economía y 2)


Explotar los yacimientos, pero no depender exclusivamente de ellos; parecía ser el petrolizar
la economía y ¿por qué no? En ese momento parecía una buena idea, dado que el yacimiento
producía una cantidad enorme de petróleo. Así mismo era obvio que centrar los esfuerzos
industriales en el petróleo debía ser primordial.

La decisión tomada de “colocar todos los huevos en una canasta” resultó ser una de las peores
decisiones a lo largo de la década de los 80’s, puesto que los nuevos descubrimientos de
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13/09/2019

petróleo en otras partes del mundo promovieron una sobre oferta, lo cual abarató el petróleo
y el resto es historia.

En este caso, parece que ni siquiera intervino el principio de comparación para la toma de
decisiones, dado que se pensó que el petróleo seguiría faltando a lo largo del globo y fue una
de las apuestas mas ambiciosas a nivel económico. Aquí vemos reflejado el principio de
transitividad, en el que (para el orden de prioridades de López Portillo) fue mucho más
importante la explotación de los recursos petroleros cobra cualquier otra cosa.

López Portillo tenía, como ya mencionamos arriba, dos opciones. Entre ellas, decidió por el
beneficio a corto plazo y terminó en una crisis económica (una de las más fuertes en la
historia del país). De haber priorizado y comparado la opción de invertir en nuevas industrias
(no financiadas por el estado benefactor) que rindieran a largo plazo basados en un principio
de competitividad, o haber creado un fondo de ahorro en el banco de México, contra la
‘petrolización’ de la economía las cosas hubieran funcionado diferente (tal vez) para el país.
Melgarejo Paredes Ángel Guillermo
13/09/2019

Referencias
Almond. 1999. «El estudio de la Cultura Política.», 196-218.

Aguilera de Prat y Martínez. 2002. «Sistemas de Gobierno Partidos y Territorio.» 15-50-

Dorantes Aguilar, Gerardo. 2016. «Ciudadanía Digital y sociedad civil global.» En Internet, Socideda
y Poder, 255. Ciudad de México: Ediciones La biblioteca.

Harto de Vera, Fernando. 2006. «Enfoques principales en la ciencia política contemporánea.» En


Ciencia política y Teoría política contemporáneas, 133-157. Trotta.

Pasquino, Gianfranco. 1995. «Naturaleza y Evolución de la Disciplina.» En Manual de Ciencia


Política, de Giancarlo Pasquino, 16. Madrid: Alianza Editorial.

Shepsle, Kenneth A. 2005. «Capítulo II. Elección Racional: El modelo de preferencia.» En Analizar la
política. Comportamiento, instituciones y racionalidad, 39-56. CIDE.

Sistema de Consulta de la Estadística de las Elecciones Federales 2014-2015. (2015). Retrieved


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