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Antecedentes: La Constitución Política de 1991 en perspectiva

histórica.

¿Cuál es la incidencia de la Constitución Política de 1991 en la historia


política contemporánea de Colombia?

Cuando se pretende examinar desde una perspectiva histórica cualquier


aspecto de la realidad presente, necesariamente debe también darse cuenta del
pasado. Después de todo, los acontecimientos son el fruto del tiempo en que
acontecen, y solo una perspectiva histórica puede dar sentido al aparente caos de
su devenir. La perspectiva del pasado permite entrever la irrupción fortuita de los
hechos en la historia como una cadena causal de sucesos que les dieron lugar,
una cadena que, a pesar de tener orígenes quizás insondables, su extremo final
es el acontecimiento presente manifestándose así poseedor de una coherencia
patente. El pasado es entonces sentido y significación. Allí donde un hecho
repentino acaece, la perspectiva histórica da cuenta de él para darle una razón y
un porqué. Como un punto aislado en un plano, el acontecimiento cobra dirección
solo cuando se descubre la recta infinita de la que forma parte. Es entonces
cuando es posible describir tendencias, patrones, ciclos y repeticiones en la
historia de algo.

Dicho esto, creemos entonces necesario que a la tarea de intentar evaluar


la incidencia histórica de la actual constitución política nacional en nuestro
presente debe acompañar un esfuerzo por descifrar su relación con el pasado
histórico. Buscamos con esta primera parte establecer un paralelo entre la
incidencia histórica que la constitución vigente ha tenido en el ahora y la incidencia
histórica que en su momento tuvieron algunas de las anteriores cartas políticas.
Esperamos así ayudar a responder la pregunta planteada mediante un efecto de
contraste: Correlato entre la incidencia de esta y la de aquellas, y así tal vez poner
en contexto los efectos más notables de nuestra constitución en el marco del
tiempo. Consideramos sin embargo que el contraste entre la constitución de 1886
y 1991 es bastante más explícito por cuanto se trata de una transición inmediata y
un paralelo por tanto automático. Nos enfocaremos en las constituciones más
lejanas.

Guardando todas las evidentes distancias que más de siglo y medio


naturalmente han interpuesto entre mediados del siglo XIX y el presente en las
sociedades latinoamericanas, el primer rasgo común entre los diferentes autores
consultados (en especial aquellos del ámbito de la economía o de la historia
económica local), es la referencia a un contexto general de reformismo liberal
evidenciado en toda América Latina tanto a mediados del siglo XIX como en la
última década del XX. En efecto, tanto los historiadores que abordan la historia
económica latinoamericana en el siglo XIX1 como los economistas que trabajan
sobre el análisis de la economía contemporánea refieren que los respectivos
procesos constituyentes tuvieron por contextos generales una oleada inusitada de
reformas liberales encaminadas a mejorar las relaciones políticas y comerciales y
a abrir los mercados locales al comercio exterior en casi todos los países
latinoamericanos2.

La Constitución Política de 1991 se nos presenta así pues, por lo menos en


su dimensión económica, como el resultado de la adaptación de la política nacional
a las necesidades impuestas por el nuevo auge impetuoso y optimista
del liberalismo mundial tras el fin del tenso estancamiento producido por la guerra
fría. Las constituciones surgidas durante la llamada “Hegemonía Liberal” en

1
1 En esta primera parte, para el siglo XIX, se consultó a: -Halperín Donghi, T., (1991). Economía y sociedad. En L.
Bethell. (Ed.), Historia de América Latina, vol. 6: América Latina independiente (1820-1870). (pp. 3-41).
Barcelona, España: Editorial Crítica. -Bushnell, D., (2006). Ensayos de historia política de Colombia, siglos XIX y XX.
(pp. 117-138). Medellín, Colombia: La Carreta Editores. 2 En esta primera parte, para la Constitución Política de
1991 y su actualidad, se consultó a: -Uribe Vargas, D., (1995). La constitución de 1991 y el ideario liberal. Bogotá,
Colombia: Editorial Universidad Nacional de Colombia.
2
En esta primera parte, para la Constitución Política de 1991 y su actualidad, se consultó a:
-Uribe Vargas, D., (1995). La constitución de 1991 y el ideario liberal. Bogotá, Colombia: Editorial Universidad
Nacional de Colombia.
Colombia son paralelamente también el resultado de la expansión de las ideas
liberales que en aquel tiempo tomaron una gran fuerza desde los países
desarrollados del norte y produjeron una primitiva apertura de los mercados
nacionales al libre comercio ultramarítimo, con la clara diferencia de que ahora, el
gobierno de César Gaviria (quien dio inicio al proceso constituyente) tuvo una vía
más libre que los entonces líderes de la política decimonónica para adelantar con
mayor profundidad y a mayor escala la eliminación a todas las trabas
proteccionistas, dado que no tuvo que lidiar con la oposición de grandes sectores
sociales de artesanos y obreros, y que la infraestructura de transporte y portuaria
era infinitamente mejor que antaño.
Sí que hubo algunas protestas a lo largo del primer par de décadas de la
nueva constitución, en especial del sector del agro, tan aterrado ante la
nefasta posibilidad que esta abría a potenciales tratados de libre comercio con
las potencias exportadoras. Aunque estos temores al final si se hicieron realidad y
aún es demasiado temprano para poder evaluar concluyentemente las
repercusiones (buenas y malas) sobre los productores y los empresarios
nacionales; algunos otros temores resultaron ser menos fatídicos, como los que
en su momento se mostraron ante la probable privatización de sectores como la
educación pública. Por ahora es imposible saber si estos malestares con el tiempo
darán lugar a reacciones tan viscerales como las que en el pasado llevaron a las
guerras civiles de la década de 1870 y la posterior Regeneración, pero dado que
en su origen intervino también la discusión encarnizada por el papel de la Iglesia
en el estado (un factor que ahora es casi inexistente) es poco probable que
vuelvan a ocurrir.

Hablando del factor religioso, la Constitución Política de 1991 concretó el


proceso de laicización del estado en Colombia (por lo menos teóricamente); y
aunque separó a la Iglesia de las cuestiones del estado, el proceso de
secularización política no se fue tan radicalmente en contra de los intereses de la
Iglesia como las constituciones liberales de las décadas de 1850 y la de 1863. Los
liberales de entonces, movilizados por el ultrajante monopolio del dogma sobre
las mentalidades y por las injustificadas prebendas de que gozaban los
eclesiásticos por ello, se fueron lanza en ristre contra los bienes y privilegios de la
Iglesia, buscando por otro lado también liberar a los llamados “bienes de manos
muertas” ara la economía del capital liberal y la mejora de la eficiencia de la
productividad agraria de la nación. Casi se podría decir que nuestra actual
constitución política está a medio camino entre la conservadora constitución de
1886 y las liberales.

Otro punto en el que nuestra constitución vigente está a medio camino entre
las constituciones liberales de mediados del siglo XIX y la de 1886 es el
ordenamiento territorial novedoso que dio sobre los diferentes territorios que
componen el país. Al extremado federalismo de las constituciones liberales, en
especial la de 1863, le siguió un centralismo en principio férreo con la de 1886 que
luego se fue moderando progresivamente con el tiempo. La Constitución Política
de 1991, dejando permanentemente de lado cualquier reivindicación federalista, si
dio en cambio una autonomía grande a las administraciones
departamentales, delegándoles gran parte de las funciones del ejecutivo que antes
no tenían. Ahora los gobernadores departamentales son elegidos por voto directo
y universal de todos los habitantes del departamento sin más limitaciones que las
que impone la propia constitución. Fuerte contraste con las constituciones liberales
del XIX que permitieron a la legislación interna de cada estado-provincia definir a
sus votantes.

Hablando de votantes, ha sido la Constitución Política de 1991 la única en la historia


nacional que ha instituido y reivindicado el voto universal de hombres y mujeres
desde su proclamación inicial. Como ya se mencionó más arriba, aún
las supuestamente progresistas cartas proclamadas durante la Hegemonía
Liberal temieron el alcance y las consecuencias de una democratización de las
masas. Las luchas civiles llevadas a cabo durante más de un siglo vieron la síntesis
de sus consecuciones en la declaración de derechos fundamentales consagrados
en la actual constitución, una declaración que por su contenido y espíritu
resulta inédita y desconocida en los esfuerzos de construcción del estado nación que
se dieron atropelladamente durante el siglo XIX. Resulta claro pues que a falta
de poder construir con detalle un paralelo mejor entre nuestro pasado y
presente constitucional, este esbozo ligero es sin embargo esclarecedor de las
muchas peculiaridades que residen y son sintomáticas en nuestra tan singular
historia.

CONSTITUYENTE

El sistema político colombiano desde la creación e imposición de la constitución de


1991, lo que produjo que actualmente se vivía en un republica más participativa, más
representativa y más descentralizada, esto a su vez originó, una transformación en el
sistema político que conllevó una fragmentación de poder multiplicó el número de
actores involucrados en las decisiones de política económica y redujo las posibilidades
de coordinación de las políticas.

La Constitución de 1991 buscó fortalecer el Estado, el Gobierno, la sociedad civil y la


ciudadanía para responder a las gravísimas amenazas de los grupos armados ilegales
y la parálisis institucional 3 . Es así como se crearon diferentes mecanismos para
sobrellevar estos cambios, en los que se destacan: la definición de Colombia como un
Estado Social de Derecho, lo que implicó la creación de la tutela y la acción popular, la
rama judicial se acogió como una rama autónoma de poder público, se promovió la
autonomía regional, se reconoció la multiculturalidad, se terminó el bipartidismo, se
impuso la democracia participativa (plebiscito, referendo y consulta popular), se creó la
corte constitucional, pero sobre todo y un gran logro es que el estado pasó a ser laico.

Con esto el estado, tuvo un nuevo método para una mejor sociedad, lo que llevó, en
cierto modo a ser un gran paso hacia el progreso, pero, no hizo una revolución. Por el
contrario, dejó intactos muchos privilegios, entre ellos los de las multinacionales y los

3
Fernando Cepeda Ulloa. (2012). El impacto de la Constitución del 91. SEMANA. Consultar en:
https://www.semana.com/edicion-30-anos/articulo/el-impacto-constitucion-del-91/263523-3
de los cuerpos armados (ejército, aviación, armada, policía), pero en materia de reparto
del poder trajo cierto equilibrio4. De esta manera, se puede concebir, que la constitución
no fue ni está bien recibida por las personas a quienes rige, claro está de más decir,
que desde su creación ha sufrido mas de una reforma, derogación y cambios que la
hacen actuar, como convenga a quienes, por supuesto tienen la manera de transformar,
lo legal, lo que llevó a ser cambiada 27 veces desde su creación, creando reformas,
que fortalecieron el manejo del país y otras para nada acertadas y que es claro que no
se ha superado del todo el “interés general” que aparecía con tanta fuerza en los
ochentas y que la constitución del 1991 tenia la obligación de superar.

Es de rescatar, el papel que juega la constitución para la sociedad en general, ya que,


con esto, se puede considerar que el Estado tiene una función distributiva ineludible: la
de garantizar el acceso de todos los ciudadanos a un empleo digno, a la educación, la
salud, la protección social y los servicios públicos. Con esto ha reforzado la libertad de
expresión, de culto y sobre todo ha permitido que los indígenas sean libres de vivir bajo
sus normas y en su territorio, sin afectar sus creencias y sin imposiciones de nada,
siendo parte de la sociedad colombiana y ser reconocidos como ciudadanos de esta.
Al mismo tiempo la población afro, ha sido puesta bajo derechos de protección y respeto
racial, en conjunto con el libre desarrollo de la personalidad y al concepto de igualdad
efectiva.

Siguiendo con sus contribuciones, se resalta que esta constitución, luchó para que el
Estado tuviera la capacidad para enfrentar los desafíos de la guerrilla y la violencia, que
se habían presentando en los últimos años y con una justicia independiente, con una
población que negara legitimidad a la guerrilla, sería capaz de enfrentar los desafíos
del narcotráfico, la guerrilla y los grupos de autodefensa que desde comienzos de la
década de 1980 se habían ido consolidando como mecanismo de defensa de los
propietarios rurales frente a la guerrilla 5. Así se fueron aplicando reformas como la

4
Rafael A. Ballén Molina. (2012). Causas y consecuencias de una fallida reforma. Desde abajo, la otra posición
para leer. Consultar en: https://www.desdeabajo.info/ediciones/item/20216-causas-y-consecuencias-de-una-
fallida-reforma.html
5
Jorge Orlando Melo. (2011). Éxitos y debilidades de la Constitución de 1991. Razón Pública. Consultar en:
https://www.razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2060-exitos-y-debilidades-de-la-
constitucion-de-1991.html
aprobación de la extradición, se refuerza el derecho del respeto haca la vida, el articulo
12 habla sobre la no desaparición ni sometimiento y el derecho a la paz.6

Aunque, es claro destacar que la constitución de 1991 presenta problemas de


aplicación y vigencia, como, por ejemplo, La Constitución otorgó plazo hasta 1994 para
expedir la ley estatutaria del régimen de la oposición y 25 años después no se ha hecho;
se ha consagrado la consulta previa y en varios casos el Gobierno desconoce los
resultados y, por último, el Congreso de la República no se ha interesado por legislar
sobre esos temas en los que la Constituyente otorgó plazos definitivos.

Con el derecho al trabajo, a la igualdad y equidad de género se asigna el derecho a los


trabajadores para crear sindicatos y protestas pacificas que vayan en favor de su
defensa, cuando sus derechos sean violentados, lo que aplica también a la sociedad
en general, que va de la mano de la libertad de expresión y al mal manejo de los
derechos por parte del estado, teniendo libertad de lucha y de exigencia para un mejor
vivir en comunidad.

Esta constitución, intentó modernizar el mundo político, aunque con las limitaciones que
se presentaban por la época de su creación los usos y costumbres se vieron en usanza
para crearla se llegó a un punto de renovación y avance, que permitía a todos luchar
por sus derechos y deberes , por un mundo de paz e igualdad, de la transformación de
la relación estado y sociedad, lo que permitió que se reforzaran más los cambios, estos
aunque importantes para el avance social, político y económico, del país no han sido
suficientes, puesto que, la constitución tiene sus baches, en cuanto a igualdad y
derechos, ya que no todos son juzgados por igual, en materia penal, la ley no es tan
dura como se plasmó en el papel, los trabajos que existen no son los más justos, así
como el salario, la salud no es eficaz y algunas personas mueren esperando por saber
que tenían, la mujer sigue siendo disminuida así como, indígenas y afrocolombianos, la
guerra actualmente sigue siendo una de las largas, no se respeta el derecho a la vida
y a la libre expresión, el estado tiene que hacer valer una constitución que es el enfoque

6
Constitución Política de Colombia 1991
del país y de una sociedad estable, para el bien social, que al final es quien sostiene al
país.

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