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LEER PARA APRENDER

La lectura es la más importante vía para construir conocimientos con la

que cuenta cualquier persona. Basta pensar en el extenso acervo de

información que una biblioteca o el espacio virtual de la Internet ponen

a disposición de quien quiere y busca saber.

Sabe leer quien lee mucho: lee y relee. Lee y aprende: escoge buenos

textos, comprende, obtiene la información que busca y además es capaz

de relacionar nuevos conceptos y de elaborar juicios propios: “encontrar

preguntas para sus respuestas”.

La habilidad lectora es imprescindible para alcanzar logros en la

universidad. A menudo el estudiante no se siente seguro de sus

capacidades lectoras, seguramente porque no ha formado un gusto, un

hábito y un método para leer.

Esto se refleja en desmotivación para asumir ciertas lecturas o para

concentrarse en ellas, dificultades para identificar ideas relevantes o

para comprender lo que se lee, así como para recordar lo que se ha

leído o para formar ideas propias sobre los textos.

En primer lugar debemos entender que la lectura es una acción que

depende de las actitudes, propósitos y compromiso personales con el


aprendizaje autónomo: a quien le gusta, aprende a leer; y quien sabe

leer es capaz de aprender por sí mismo.

En segundo lugar, debemos ser conscientes de que la lectura no es una

transferencia automática de información del texto al lector; leer no es

adquirir pasivamente las ideas de otros; al contrario, leer supone un

gran esfuerzo para activar nuestras propias ideas en un diálogo activo

con lo que el texto propone.

Debemos asumir cada lectura como un momento o un paso de nuestro

propio y personal proceso de construcción. Leer es releer.


LECTURAS MÚLTIPLES: COMPRENSIÓN E INTERPRETACIÓN DE TEXTOS
Procesos Niveles Técnicas
Lecturas formativas, lecturas creativas.
Actitud, interés, propósitos y circunstancias.
Preparación Pre – Lectura Consulta de fuentes. Fichas bibliográficas.
Lectura preliminar, rápida y selectiva.
El lenguaje y la estructura de los textos.
Leer en voz alta: puntuación, frases, tono.
Decodificación 1. Literal Léxico y diccionarios. Palabras clave, subrayar,
marcar, glosar. Notas y registros de lectura.
Análisis de proposiciones: oración–párrafo.
Tema-subtemas. Ideas principales y secundarias
2. Inferencial Ordenar redes de ideas. Explicar conceptos.
Títulos–subtítulos–capítulos – párrafos.
Síntesis categorial: Jerarquizar y ordenar ideas,
Comprensión distinguir oposiciones semánticas, tesis y
argumentos, relaciones centrales y marginales.
Producir esquemas: índices, diagramas, cuadros
3. Estructural comparativo y sinóptico, árboles de ideas.
Construir mapas conceptuales.
Escribir: Resumen y Comentario.
Cotejar información de diversas fuentes.
Establecer relaciones explícitas e implícitas
4. Intertextual entre diversos textos y discursos.
Referencias, profundización e INVESTIGACIÓN.
Interpretación
Formular relaciones entre texto y contextos.
Leer desde preguntas abiertas: indagar,
5. Crítica cuestionar, develar y crear los sentidos.
Escribir: Debate, Reseña crítica, Ensayo.
Procesos de Lectura: Son las acciones intelectuales que se realizan en la buena lectura. Suponen
un proceso no necesariamente consecutivo (muchas veces simultáneo) de operaciones complejas
de la mente, que van desde los modos como nos preparamos para leer, reconociendo el código
comunicativo y descifrando las lógicas de comprensión textual, hasta la elaboración personal,
crítica y creativa, de ideas sobre lo leído.
Niveles de Lectura: A través del desarrollo de estas O.L. podemos hacer varias lecturas de un
texto, y leemos en distintos niveles de profundidad. Cada nivel permite una mayor apropiación de
los mensajes y un mejor aprovechamiento de la lectura.
Técnicas para el Lector: Se enuncian diferentes prácticas o herramientas lectoras. Se trata de que
cada persona forme sus hábitos y gustos de lectura; que cree sus propias estrategias de
comprensión y amplíe sus perspectivas de análisis e interpretación.
Este cuadro ofrece una síntesis integrada de conceptos sobre los procesos de lectura.
Para su completa comprensión se sugiere consultar la bibliografía para el trabajo autónomo (al
final de esta Guía); en especial Alliende, de Zubiría, Pérez, Niño y Sánchez.
Está construido mas no terminado; quiere decir: abierto a cambios y aportes.
¿CÓMO LEES? ¿CÓMO HAS LEÍDO LAS DOS ANTERIORES PÁGINAS?
CADA UNA DE ELLAS SUPONE UNAS CONDICIONES DIFERENTES DE LECTURA; Y SI TE
ESFORZASTE LO SUFICIENTE LAS HAS DESCIFRADO: ESO ES COMPETENCIA LECTORA.

5 ideas para una buena lectura


En su imprescindible ensayo, Sobre la lectura, Estanislao Zuleta nos invita a considerar la
lectura como un proceso lento y cuidadoso. La lectura no es una transferencia automática
de información del texto al lector; leer no es adquirir pasivamente las ideas de otros. Al
contrario: leer supone un gran esfuerzo para activar nuestras propias ideas en un diálogo
activo con lo que el texto propone.

1. Prepararse para leer


La lectura es una acción personal: nadie puede leer por mí, solo yo puedo hacerlo. Por eso
el primer paso es encontrar una buena actitud hacia la lectura: es un buen camino para
identificar mis propios intereses.
Si no creo interés por lo que voy a leer, la lectura no se dará. Debo abrir las puertas de mi
pensamiento y de mi imaginación para establecer una relación con lo que leo.
Identifica siempre qué es lo que lees, quién es el autor, cuando se escribió, por qué es
importante, etc. ¿Por qué voy a leerlo?

2. Escuchar lo que dice el texto


Cada frase requiere un pequeño esfuerzo de comprensión, presta atención a las palabras,
y al encadenamiento de las frases. No pases al otro párrafo sin saber qué fue lo
importante del anterior. Sigue el ritmo del texto y comienza a entablar un diálogo con él.

3. Comprender es relacionar lo grande y lo pequeño


Comprendo un texto cuando soy capaz de explicarlo en mis palabras; cuando identifico
sus claves y puedo revelar su orden de ideas.
Leo secuencialmente: del inicio al final. A medida que leo se va formando una visión
global del texto. Significa que leo desde las unidades pequeñas del texto: sus imágenes,
ideas o elementos, hasta ir formando unidades mayores de sentido: la trama de una
novela, el argumento de un ensayo, el hilo de una exposición.

4. Leer más allá del texto


Cuando comienzo a leer no soy un papel en blanco. Ya hay expectativas e ideas y
preguntas abiertas en mi acercamiento al texto. Leo desde mis inquietudes y necesidades,
y el texto abre otras dimensiones al problema que se plantea. Leer es una búsqueda: un
texto se une a otros textos, la lectura es un proceso de investigación.

5. Leer desde mis preguntas

LEER PARA APRENDER es una síntesis de teoría y estrategias para la comprensión


crítica lectora. Elaborado para el curso virtual LEER Y ESCRIBIR EN LA U por el profesor
Fabio Acevedo Beltrán. Bienestar Universitario UAN. Bogotá, abril de 2017.

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