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TEJIDO ÓSEO
El tejido óseo es una variedad especial de tejido conectivo compuesto por células,
sustancia intercelular y líquido tisular, su carácter especializado está dado por las
características de su sustancia intercelular, llamada también matriz ósea, donde se
destaca la presencia de sales de calcio que le confiere dureza y resistencia para
desempeñar las funciones al hueso.
Células
El tejido óseo se caracteriza por presentar tres tipos celulares, los osteoblastos,
osteocitos y osteoclastos; los primeros considerados como células transitorias,
encargadas de la formación de tejido óseo.
Los osteocitos y osteoclastos son células fijas, bien diferenciadas, responsables
del mantenimiento del equilibrio del tejido a través de la síntesis y reabsorción
respectivamente. Hay autores que consideran un cuarto tipo de célula llamada
osteoprogenitora que aunque se localiza en el periostio y endostio, la describen en el
tejido óseo, esta puede diferenciarse en osteoblasto para sintetizar matriz ósea.
Los osteoblastos son los encargados de la síntesis del componente orgánico de la
matriz, o sea, las fibras colágenas tipo I y proteoglucanos. Estas células se encuentran
localizadas hacia las superficies del hueso como una capa continua que recuerda las
membranas epiteliales. Tienen una forma irregular, que varía dependiendo del grado
de actividad,
Al microscopio electrónico el osteocito, se observa que es fusiforme, con
prolongaciones citoplasmáticas más o menos alargadas. El núcleo es ovalado y de
cromatina laxa, aunque generalmente, cuando decrece su actividad se encuentra
condensada, el citoplasma es escaso y con poco desarrollo de los organitos
encargados de la síntesis de matriz. Tiene la función de mantener un equilibrio en la
matriz y se localizan en las lagunas óseas.
Los osteoclastos se originan de los monocitos, son móviles de gran tamaño,
multinucleados, de citoplasma ligeramente basófilo, el que se hace acidófilo a medida
que las células envejecen y en el mismo se destacan abundantes lisosomas. Se
localizan en excavaciones poco profundas, conocidas como lagunas de Howship en
estrecha relación con las superficies del hueso donde ocurre su resorción.
Huesos largos
Los huesos largos se distinguen porque una de las tres dimensiones, el largo,
predomina sobre las otras dos, tienen una forma tubular y presentan tres porciones: el
cuerpo o diáfisis, y dos extremos o epífisis.
Por su tamaño pueden ser grandes o pequeños y están situados en regiones de gran
movilidad, como la parte libre de los miembros. Ejemplos: Húmero, radio, cúbito,
fémur, tibia.
Los huesos largos constan de una porción central denominada diáfisis o cuerpo y dos
extremidades más abultadas, las epífisis, donde se localizan superficies articulares
cubiertas de cartílago hialino. Las epífisis están formadas por tejido óseo esponjoso
que le da mayor ligereza, lo que es de gran importancia dado su gran volumen.
Entre las diáfisis y la epífisis se encuentran las metáfisis. Mientras el organismo está
en crecimiento, esta zona es ocupada por unos discos cartilaginosos que permiten el
crecimiento del hueso en longitud, denominados discos metaepifisarios.
Las superficies óseas interna y externa, excepto las superficies articulares, están
cubiertas por tejido conectivo fibroso formando el endostio y el periostio
respectivamente.
La diáfisis de los huesos largos presenta una cavidad ocupada por la médula ósea
denominada cavidad medular.
Huesos planos
Los huesos planos se destacan porque dos de sus dimensiones, el largo y el ancho,
predominan sobre el grosor, presentando dos caras y un número variable de bordes y
ángulos. Pueden ser incurvados, alargados, grandes y pequeños.
Se encuentran situados en la cabeza, el tórax y el cinturón de los miembros, con la
función de protección. Ejemplos: parietal, occipital, escápula, coxal.
Huesos cortos
Los huesos cortos se caracterizan porque las tres dimensiones son aproximadamente
iguales, presentan una forma más o menos cúbica y por lo general son pequeños. Se
encuentran situados en regiones que tienen movimientos muy variados y poco
extensos, como los huesos carpianos de la mano y tarsianos en el pie.
Huesos irregulares
Los huesos irregulares presentan formas diferentes que son propias para cada uno
según la función que realizan. Se localizan en el esqueleto axil, es decir, en el cráneo
y la columna vertebral. Ejemplos: vértebras, esfenoides, etmoides, huesos de la cara.
Huesos neumáticos
Los huesos neumáticos se caracterizan por presentar cavidades en su interior que
contienen aire denominadas senos. Tienen formas diversas y están situados en
regiones cercanas a las vías aéreas, como la cavidad nasal, sirviendo además de
protección a otros órganos. Ejemplos: maxilar, esfenoides, frontal.
OSIFICACIÓN
La osificación se efectúa a través de dos procesos, la osificación intramembranosa y la
endocondral.
Osificación intramembranosa
Ocurre en el interior de una membrana, donde las células mesenquimatosas se
diferencian en células osteógenas, este tipo de osificación es característica de los
huesos planos.
Osificación endocondral
La osificación endocondral, es característica de los huesos largos y cortos, ocurre a
partir de un modelo cartilaginoso similar al hueso a formar, este cartílago de tipo
hialino sufre modificaciones hasta ser sustituido por hueso.
En los huesos largos, entre la diáfisis y la epífisis, existe una zona llamada disco
epifisario o cartílago de crecimiento, que participa activamente en el crecimiento en
longitud del hueso
Las gínglimos son también articulaciones cilíndricas en las que una de las caras
articulares tiene forma de tróclea o polea, es decir presenta una depresión alargada
semejante a un surco; y la otra presenta un saliente alargado que se adapta a la
anterior. Un ejemplo es la articulación talocrural o del tobillo.
En las articulaciones planas las caras articulares son segmentos de una esfera de
gran tamaño. Ejemplos de ellas son las uniones entre los procesos articulares de las
vértebras y entre los huesos del tarso y del carpo.
TEJIDO CARTILAGINOSO
El tejido cartilaginoso tiene la característica de combinar la dureza y la flexibilidad, y
está desprovisto de vasos sanguíneos y linfáticos.
Este tejido es una variedad especial de tejido conjuntivo, constituido por los tres
componentes básicos de todos los tejidos, las células, llamadas condrocitos y
condroblastos situadas en pequeñas cavidades llamadas lagunas cartilaginosas, la
sustancia intercelular que recibe el nombre de matriz cartilaginosa con características
especiales y por último el líquido tisular.
Células
Los condrocitos son células esféricas u ovaladas, con un núcleo central grande,
donde se distinguen uno o dos nucleolos,
Variedades de cartílago
Dependiendo del tipo, proporción y disposición de sustancia intercelular existen tres
tipos de cartílago: hialino, elástico y fibroso.
En el cartílago elástico las células son similares a las del hialino, tienen la
misma forma esférica, aunque menor cantidad de grasa y glucógeno, se rodean por la
matriz territorial, formando una cápsula gruesa, están distribuidas aisladamente o
formando grupos isogénicos de dos o tres células.
En la variedad de cartílago fibroso los condrocitos se encuentran distribuidos
aisladamente o en parejas, formando hileras en estrecha relación con las fibras
colágenas.
La sustancia fundamental es poco visible, excepto la matriz territorial o cápsula fina
que se tiñe intensamente.
. La fontanela anterior se cierra en los niños antes de los 2 años, la posterior a los 2
meses, la esfenoidal hacia los 3 meses y la mastoidea a los 8 ó 10 meses.
DEFECTOS CONGÉNITOS
Los defectos congénitos del cráneo abarcan desde la ausencia de la bóveda craneal,
como la acrania, incompatible con la vida; hasta defectos de una parte del cráneo por
donde secundariamente pueden herniarse las meninges o el tejido nervioso.
ESQUELETO DE LA CABEZA
En la composición del neurocráneo entran los huesos impares, occipital, frontal,
esfenoides y etmoides; y los pares parietal y temporal.
Nombre
Clasificación por su forma.
Situación.
Porciones o partes.
Detalles anatómicos relevantes
Características generales
o Los huesos de la bóveda craneal son planos y están compuestos
estructuralmente por una lámina central de tejido esponjoso (diploe)
tapizadas por láminas de hueso compacto.
o En la base del cráneo algunos huesos adoptan el aspecto de masas
voluminosas, huecas en su interior, cavidades aéreas, los senos
paranasales.
o Los huesos se unen por sinartrosis, suturas.
Hueso occipital
El occipital es un hueso irregular, situado en la parte posteroinferior del cráneo, que
participa en la formación de la parte posterior de la calvaria y la base del cráneo.
Presenta cuatro porciones: escamosa, basilar y laterales; delimitando entre ellas el
agujero magno. En sus dos caras, externa e interna, destacan los detalles
importantes del hueso.
Porción escamosa: Es una lámina ósea robusta con forma romboidal y
fuertemente cóncava hacia la cavidad craneal.
La cara interna está condicionada por la forma del encéfalo y la inserción de las
meninges, presenta dos crestas perpendiculares que forman una prominencia en cruz,
en cuya intersección se localiza la protuberancia occipital interna. La mitad inferior
de la cresta longitudinal es más aguda y se denomina cresta occipital interna,
extendida hasta el borde posterior del agujero magno; a lo largo de esta cresta se
dispone el surco del seno occipital. La mitad superior de la cresta longitudinal y las
dos mitades de la cresta transversa están provistas de surcos bien definidos,
correspondientes a los senos venosos de la duramadre, sagital superior y
transversos. Los surcos delimitan 4 fosas, 2 superiores cerebrales y 2 inferiores
cerebelosas.
Porciones laterales:
En la cara externa encontramos los cóndilos del occipital para su articulación con la
columna cervical, cerca de la mitad del cóndilo el hueso está atravesado por el canal
del nervio hipogloso, el cual se observa por la cara interna. Por detrás del cóndilo se
encuentra una fosita, la fosa condílea, en cuyo fondo se localiza un pequeño orificio
denominado canal condilar. Lateralmente al cóndilo, resalta el proceso yugular en
cuyos bordes encontramos las incisuras yugulares. En la cara interna se dispone,
por delante, un relieve, el tubérculo yugular y por detrás en las proximidades del
borde lateral, el surco del seno sigmoideo.
Porción basilar: Es una masa rectangular que se une por su extremo anterior al
cuerpo del esfenoides. En su cara externa se localiza un saliente denominado
tubérculo faríngeo. En la cara interna forma una superficie lisa y acanalada, que
recibe el nombre de clivus, donde se apoyan el tronco encefálico y la arteria basilar.
En los bordes laterales se encuentra el surco del seno petroso inferior y se une a la
porción petrosa del temporal.
Hueso parietal
El hueso parietal es plano, tiene forma de lámina cuadrilátera cóncava en su cara
interna, situado a ambos lados de la línea media por delante del occipital, por encima
de los huesos temporales y por detrás del frontal en la parte media de la calvaria.
Presenta dos caras, cuatro bordes y cuatro ángulos.
Los bordes están condicionados para su unión con los huesos vecinos, estableciendo
líneas de sutura bien definidas, de ahí sus nombres de: borde anterior o frontal,
borde posterior u occipital, borde interno o sagital y el borde inferior o
escamoso, que se une al temporal.
En su cara externa, en la parte media se destaca una eminencia, la tuberosidad
parietal, por debajo de ella se ven dos líneas curvas, las líneas temporales superior
e inferior, sitios de inserción de la fascia y el músculo temporal.
Hueso frontal
El hueso frontal es un hueso plano que participa en la constitución de la calvaria;
presenta una cavidad llena de aire, el seno frontal, lo que lo hace neumático. Debido a
su morfología presenta un segmento vertical, la escama, que forma parte de la
calvaria, y un segmento horizontal, la porción orbitaria, que forma al mismo tiempo el
extremo anterior de la base del cráneo y el techo de la órbita. Entre ambas porciones
orbitales está la porción nasal.
La escama del frontal, por su cara externa presenta dos protuberancias denominadas
eminencias frontales. El borde inferior se denomina borde supraorbitario en cuyo
tercio medial podemos encontrar una incisura, denominada escotadura supraorbital
que sirve de paso a arterias y nervios y a veces es transformada en agujero.
Por encima del borde supraorbitario se ven dos eminencias que reciben el nombre de
arcos superciliares, las que se reúnen en la línea media formando una prominencia
por encima de la raíz de la nariz denominada eminencia frontal o glabela. El extremo
lateral del borde supraorbital se prolonga formando el proceso cigomático, a través
del cual el frontal se une al hueso cigomático.
Por su cara interna, en la línea media, hay un surco continuación del surco del seno
sagital superior, que hacia abajo se transforma en la cresta frontal.
Las porciones orbitales del frontal están situadas horizontalmente, dirigidas hacía atrás
formando la pared superior de las órbitas y el piso de la fosa craneal anterior.
Ambas porciones orbitales están separadas por la incisura etmoidal, ocupada por el
etmoides.
Hueso temporal
El hueso temporal es irregular, uno de los huesos más complejos de cráneo, ya que
contiene en su interior el órgano del oído y el equilibrio. Está situado en la parte lateral
e inferior del cráneo formando parte de la base y de la bóveda del mismo.
Embriológicamente, resulta de la fusión de tres huesos presentes antes del
nacimiento, de ahí las tres porciones: escamosa, timpánica y petrosa, en cuyo
centro de convergencia se dispone el orificio del conducto auditivo externo.
Escama
La cara externa está dividida en dos porciones por el proceso cigomático, que forma
con el hueso cigomático el arco cigomático. Por encima del proceso cigomático la
escama es lisa y presta inserción al músculo temporal. Por debajo y detrás de éste se
reconocen: la superficie subtemporal, superficie lisa que forma el techo de la fosa
infratemporal; el tubérculo articular, que participa en la formación de la superficie
articular de la mandíbula, y la fosa mandibular, zona deprimida por detrás del
tubérculo articular. La cara interna no presenta accidentes significativos, solo algunos
surcos formados por las ramificaciones de la arteria meníngea media.
La porción timpánica rodea parcialmente el poro acústico externo y la parte inicial del
conducto auditivo externo.
Porción petrosa
Por detrás y por debajo de la escama, hacia abajo se prolonga una gran prominencia
ósea el proceso mastoideo, que está delimitado medialmente por un surco, la
escotadura mastoidea donde se inserta el músculo digástrico.
Hueso esfenoides
El hueso esfenoides recibe su nombre por disponerse como una cuña entre la cara y
el cerebro, recuerda por su forma a un murciélago, por lo que se clasifica como un
hueso irregular y neumático. Se encuentra situado en el centro de la base del cráneo
por delante del hueso occipital, entre ambos temporales y por detrás del frontal y el
etmoides; en él se distinguen un cuerpo, dos alas mayores, dos alas menores y dos
procesos pterigoideos.
Cuerpo
El cuerpo del esfenoides tiene forma de dado, con 6 caras y su interior está ocupado
por dos senos esfenoidales, separados por un fino tabique óseo. La cara superior
presenta 2 zonas; una anterior, lisa a continuación de la lámina cribosa del etmoides,
denominada yugo esfenoidal. La porción posterior es una depresión denominada
silla turca, donde se encuentra una fosita ocupada por la glándula hipófisis, la fosa
hipofisiaria. Por delante se encuentra una elevación denominada tubérculo de la
silla, donde se sitúa transversalmente el surco quiasmático, cuya continuación
lateral son los canales ópticos. Por detrás, la silla turca está limitada por el dorso de la
silla, del que sobresalen lateralmente los procesos clinoideos posteriores.
Las caras laterales presentan a ambos lados de la silla turca el surco carotídeo,
huella de la arteria carótida interna.
La cara anterior, forma parte del techo de las fosas nasales, presenta en la línea
media la cresta esfenoidal, a ambos lados se encuentran los orificios de los senos
esfenoidales. La cara inferior forma parte también del techo de las fosas nasales. La
cara posterior se une a la porción basilar del occipital.
Alas menores
Son dos láminas óseas horizontales y lisas, con forma triangular, situadas por detrás
de la porción horizontal del frontal. En su unión con el cuerpo del esfenoides, a los
lados del surco quiasmáticio se delimita el conducto óptico. La cara superior forma
parte de la base del cráneo. La cara inferior forma parte del techo de la órbita. Por
debajo del ala menor se dispone una amplia hendidura, la fisura orbitaria superior.
Alas mayores
Son dos láminas óseas irregulares que emergen de la cara lateral del cuerpo
esfenoidal. Constan de una cara interna amplia y cóncava que forma parte de la base
del cráneo y una cara externa, muy irregular que contribuye a formar las paredes de la
órbita y de la fosa temporal e infratemporal. En la cara interna se encuentran 3
orificios: el anterior, agujero redondo, que se abre en la fosa pterigopalatina; el
medio, agujero oval (más grande), y el posterior, agujero espinoso, el más pequeño.
Proceso pterigoideos
Son dos láminas óseas que cuelgan de la parte lateral de la cara inferior del cuerpo y
de la raíz del ala mayor. Son una lámina medial y una lateral, unidas por su margen
anterior. Entre las dos se labra la fosa pterigoidea. En la parte superior de
implantación está atravesado por el conducto pterigoideo.
En la zona inferior entre las dos láminas se observa la escotadura pterigoidea, donde
encaja el proceso piramidal del hueso palatino. El extremo del proceso pterigoideo
medial se prolonga en el gancho donde se inserta el músculo tensor del velo del
paladar.
Hueso etmoides
El hueso etmoides es un hueso muy irregular y neumático, está encajado en la
escotadura etmoidal del frontal, formando parte de la base del cráneo y del techo de
las fosas nasales.
Este hueso presenta cuatro porciones: una lámina horizontal, cribosa, una lámina
perpendicular que forma gran parte del septo nasal y dos masas laterales, los
laberintos etmoidales que constituyen parte de la pared de la cavidad nasal y medial
de las órbitas. En ellas se encuentran las celdillas etmoidales.
Una vista superior del etmoides nos permite apreciar la lámina horizontal o cribosa con
abundantes orificios para el paso de los filetes olfatorios y la parte superior de la
lámina perpendicular llamada apófisis crista galli; además de la parte superior de las
masas laterales.
Los laberintos etmoidales tienen una forma rectangular, en la que se pueden distinguir
8 caras. La cara superior se dispone a continuación de los extremos laterales de la
lámina cribosa. Las caras anterior, posterior e inferior son estrechas y contactan con
los huesos lagrimal, la porción lateral del cuerpo del esfenoides y el maxilar. La cara
lateral forma la lámina orbitaria, formando parte de la pared medial de la órbita. La
cara medial forma parte de la pared lateral de las fosas nasales, con abundantes
relieves, entre los que destacan las conchas nasales superior y medio.
Hueso Maxilar
El maxilar es un hueso neumático de forma irregular situado por encima de la cavidad
oral y a ambos lados de la cavidad nasal, participando en la formación de las paredes
de las fosas nasales, la órbita, la cavidad bucal y las fosas infratemporal y
pterigopalatina. Su zona central es hueca y forma el seno maxilar, que se abre en las
fosas nasales. Además como característica de este hueso presenta un amplio borde
alveolar, donde se implantan los dientes superiores.
Cuerpo
Por debajo del hiato maxilar se origina el proceso palatino, que uniéndose con la
lámina horizontal del palatino forma el paladar óseo, suelo de las cavidad nasal y
techo de la cavidad bucal.
La cara superior u orbitaria es una superficie lisa y horizontal que forma parte del piso
de la órbita, presenta el surco infraorbitario, que se prolonga en el canal
infraorbitario.
El borde anterior constituye la escotadura nasal, que con la del lado opuesto, delimita
la entrada a las fosas nasales óseas.
El borde posterior separa la cara infratemporal de la cara nasal, junto con el proceso
pterigoideo delimita la fosa pterigopalatina.
El proceso frontal del maxilar es una lámina ósea, que alcanza el hueso frontal, en su
cara lateral está recorrido por la cresta lagrimal anterior. La cara medial forma parte de
la pared externa de las fosas nasales. El borde anterior articula con el hueso nasal y el
posterior con el hueso lagrimal.
Hueso palatino
Es una lámina ósea en forma de L, en la que se distingue una porción vertical, la
lámina perpendicular y otra horizontal, la lámina horizontal.
La lámina horizontal junto con el proceso palatino del maxilar, forma la parte posterior
del paladar óseo.
Huesos nasales
Son dos pequeñas laminillas óseas rectangulares, que se acoplan al espacio
delimitado entre el borde nasal del frontal y los procesos frontales del maxilar.
Hueso lagrimal
Es una fina laminilla ósea rectangular dispuesta entre la órbita y las fosas nasales,
forma parte de la pared medial de la órbita.
Vómer
Es una fina lámina vertical que contribuye a formar parte del tabique nasal. El borde
superior se bifurca y forma las alas del vómer, las que se acoplan a la cresta media
de la cara inferior del cuerpo del esfenoides. El borde anterior se une a la lámina
perpendicular del etmoides y al cartílago del tabique nasal. El borde posterior es libre
y delimita las aberturas posteriores de las fosas nasales.
Hueso cigomático
Es una lámina ósea de aspecto romboidal, que forma el relieve del pómulo. La cara
medial se extiende hacia atrás formando parte de la fosa temporal.
El ángulo superior sobresale para articularse con el proceso cigomático del frontal. El
ángulo posterior, el proceso temporal, con el proceso cigomático del temporal forma
el arco cigomático. Del borde anterior se proyecta una lámina ósea el proceso
frontal, que forma parte de la pared lateral y piso de la órbita.
Mandíbula
Es el único hueso móvil del cráneo y cumple las funciones de soportar los dientes
inferiores y prestar inserción a los músculos de la masticación.
Cuerpo
Tiene forma de arco con dos caras. En la cara anterior en la línea media se observa la
sínfisis mentoniana y hacia su extremo inferior la protuberancia mentoniana; más
lateralmente, hacia las caras laterales del cuerpo se abren los agujeros
mentonianos, orificios de salida del nervio mandibular de cada lado. Desde estos
agujeros hacía atrás y arriba se extiende la línea oblicua de la mandíbula.
El borde superior es el arco alveolar, formado por los alvéolos dentarios donde se
implantan los dientes inferiores.
Ramas mandibulares
Las suturas serratas están presentes: entre el hueso frontal y los dos parietales,
denominada sutura frontoparietal, coronal o frontal; entre los dos huesos
parietales, donde recibe el nombre de sutura sagital; y entre los dos huesos
parietales y el occipital, que recibe el nombre de sutura parietooccipital o
lambdoidea.
Otras variedades de articulaciones fibrosas como las gónfosis se localizan entre los
alvéolos dentales y los dientes; y las esquindelesis entre el esfenoides y el vómer.
ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR
Para estudiar cada una de estas normas es necesario conocer las características
morfofuncionales particulares de los huesos y proponerse entonces una integración de
los mismos por los distintos planos.
Norma frontal
La norma frontal está formada por los huesos frontal, cigomáticos, nasales, lagrimales,
maxilares y mandíbula entre otros, unidos mediante articulaciones de distintos tipos;
en ella se distinguen rasgos particulares de los distintos huesos como:
Norma lateral
Al observar el cráneo lateralmente, se pueden reconocer los huesos frontal, occipital,
temporal y parietal entre otros. En esta norma se destacan ante todo las líneas
temporales superior e inferior, así como las fosas temporal, infratemporal y
pterigopalatina. Para la observación precisa de estas dos últimas fosas es necesario
retirar la rama de la mandíbula.
La norma basal externa, como puede observarse en la imagen, se extiende desde los
incisivos por delante hasta la línea nucal superior por detrás, lateralmente está limitada
por unas líneas imaginarias que se trazan entre las crestas infratemporales y las bases
de los procesos mastoideos.
Se divide para su estudio en tres zonas: anterior, media y posterior. El límite entre
las tres zonas lo constituyen: entre la zona anterior y media el borde posterior del
paladar óseo, y entre la zona media y posterior una línea que pase por delante del
agujero magno.
Zona anterior: Está constituida por el paladar óseo, contorneado por el arco alveolar
del maxilar con los dientes. Por detrás y encima del paladar, a ambos lados se
encuentran las coanas, separadas por el vómer. Tiene el agujero incisivo y los
conductos palatinos mayores.
Zona media: Formada por las alas mayores del esfenoides, el cuerpo del esfenoides,
la porción basilar del occipital y la porción petrosa del temporal. Se observan los
agujeros oval y espinoso, agujero carotídeo y el agujero rasgado.
Zona posterior: Está representada por la cara externa del occipital. Destacan el
agujero magno y el yugular.
La norma basal interna puede ser observada después de un corte horizontal del
cráneo. Sus características macroscópicas tienen un alto nivel de correspondencia con
las estructuras que conforman la superficie inferior del encéfalo y las meninges
encefálicas.
Fosa craneal anterior: Aloja la parte inferior de los lóbulos frontales del cerebro. La
zona anterior está formada por la porción horizontal del frontal, y la lámina cribosa del
etmoides. Destacan la cresta galli, y los orificios olfatorios. La zona posterior la forman
las alas menores del esfenoides y el yugo esfenoidal, donde se extiende el surco
quiasmático y a ambos lados los canales ópticos.
Fosa craneal media: Aloja a los lóbulos temporales del cerebro y medialmente a la
hipófisis. La forman la silla turca, las alas mayores del esfenoides y la cara anterior de
la porción petrosa del temporal. Los orificios de comunicación son: la fisura orbital
superior, agujeros redondo, oval y espinoso, hiatos de los nervios petroso mayor y
menor, agujero rasgado y orificio interno del conducto carotídeo.
Fosa Craneal posterior: Aloja el polo occipital del cerebro, el cerebelo y el tronco
encefálico. Formada por la cara interna del occipital, la cara posterior de la porción
petrosa y la cara interna de la región mastoidea del temporal. Los orificios que
destacan son: el agujero magno, el canal del nervio hipoglosos, el agujero yugular, y el
poro acústico interno.
De cada una de ellas deben precisar según las orientaciones del CD de la asignatura,
los límites, huesos que la forman y sus comunicaciones.
Norma sagital
La norma sagital permite observar la superficie interior de la cavidad craneal, pero la
zona más compleja y de interés médico corresponde a la cavidad nasal, a cuya
caracterización deberán prestar la mayor atención en el estudio independiente de
estos contenidos.
Con el desarrollo ulterior esta proliferación es tan amplia que avanza hacia el tejido
intersegmentario subyacente y une la mitad caudal de un esclerotoma con la mitad
cefálica del que se encuentra por debajo. En consecuencia el cuerpo de la vértebra se
vuelve intersegmentario debido a la incorporación del tejido intersegmentario en el
cuerpo precartilaginoso y a la participación de cuatro esclerotomas, dos porciones
condensadas y dos porciones laxas.
Las células mesenquimáticas situadas entre las porciones cefálicas y caudal del
esclerotoma original no proliferan y ocupan el espacio entre dos cuerpos vertebrales
precartilaginosos contribuyendo a formar el disco intervertebral. La notocorda
degenera excepto a este nivel donde forma el núcleo pulposo del disco intervertebral.
En las vértebras mesenquimales las células que rodean el tubo neural dan lugar al
arco vertebral, mientras que las que se dirigen a la pared corporal forman los procesos
costales que darán lugar a las costillas en la región torácica.
En su parte inferior transmite la carga de la parte superior del cuerpo a los miembros
inferiores, a través de su articulación con los huesos coxales junto a los que constituye
una estructura de gran solidez denominada cintura pélvica.
Desarrollo de las costillas y el esternón:
En la parte alta del tronco, la columna tiene asociados una serie regular de arcos
osteocartilaginosos, los arcos costales que se unen por su extremo posterior a la
columna vertebral y por su extremo anterior al esternón formando el tórax, a cuya
parte superior se une la primera porción del miembro superior para formar el cinturón
escapular.
COLUMNA VERTEBRAL:
Situada en un plano sagital en posición dorsal, la columna vertebral hace relieve en la
superficie posterior del tronco. Está constituida por la superposición de 32 a 34
vértebras que se articulan entre sí formando una estructura resistente y flexible.
La forma y función de las vértebras que la conforman, varía de arriba abajo, lo que
permite distinguir cinco segmentos con características morfofisiológicas diferentes:
cervical, torácico, lumbar, sacro y coccígeo.
Los procesos espinosos son los más largos de todas las regiones y se disponen
oblícuamente hacia atrás y abajo, lo que es importante como forma de proteger los
órganos y demás estructuras vitales de la cavidad torácica de una extensión excesiva
que pudiera provocar su compresión.
Aunque cada región tiene características que la distinguen; en los extremos de cada
una se encuentran vértebras que expresan la transición entre las regiones, estas son
denominadas vértebras atípicas.
La segunda vértebra cervical denominada axis también cumple una importante misión
en la unión del cráneo a la columna vertebral. La presencia de un vástago o diente que
sirve de eje a la rotación del cráneo previamente apoyado en el atlas es la
característica más distintiva.
El segmento pélvico de la columna vertebral está constituido por dos huesos el sacro y
el cóccix que se forman por la fusión de varias vértebras y pertenecen a las regiones
homónimas de la columna.
Por detrás del cuerpo se sitúa el orificio superior de entrada al conducto sacro, parte
final del canal vertebral.
ARTICULACIONES INTERVERTEBRALES
- Ligamentos longitudinales
anterior y posterior.
2. Uniones entre - Articulaciones intervertebrales
- Ligamentos interespinosos
- Ligamento supraespinoso
3. Uniones entre
Las articulaciones entre las vértebras constituyen un sistema que garantiza la base
estable para la acción muscular sobre la columna vertebral.
Así los cuerpos están unidos por tejido cartilaginoso reforzado por ligamentos;
Entre los articulares se forman diartrosis con características específicas por regiones,
mientras que los procesos transversos y los espinosos están unidos por ligamentos
que impiden los movimientos excesivos de lateralidad y flexión respectivamente.
Por su parte los arcos se unen a través del ligamento amarillo, tejido conectivo rico en
fibras elásticas, que contribuye al logro de la elasticidad de los movimientos de la
columna vertebral y evita sus movimientos de flexión excesiva.
El disco pierde su elasticidad con los años y disminuye de tamaño debido a que el gel
de proteoglicanos que lo conforman se transforma en cartílago y pierde agua. Pueden
contribuir a esta degeneración factores como el hábito de fumar.
Las articulaciones entre los cuerpos vertebrales, constituidas por los discos, están
reforzadas por los ligamentos longitudinales anterior y posterior que se extienden a
todo lo largo de la columna.
Para asegurar la permanencia del diente del axis en su sitio y evitar su desplazamiento
en presencia de fracturas, existen un grupo de estructuras protectoras como los
ligamentos alares, apical del diente, transverso, cruciforme y la membrana tectoria.
Esta articulación es reforzada por dos amplias láminas de tejido fibroso que
constituyen sindesmosis por membranas interóseas; las membranas atlantooccipital
anterior y posterior extendidas respectivamente entre los bordes correspondientes del
agujero occipital y los arcos anterior y posterior del atlas.
La presencia de las mismas obedece a razones físicas ya que como cilindro elástico y
flexible, la columna vertebral requiere para el logro de una adecuada amortiguación
de las cargas, y para la proyección del centro de gravedad del cuerpo sobre las
extremidades inferiores; de la alternancia de curvaturas en dirección opuesta. Estas
comienzan a establecerse durante el primer año de vida con la adquisición de
determinadas funciones motoras como podrán comprobar en su estudio
independiente. Por eso a las mismas se les denomina curvaturas fisiológicas. Algunos
autores consideran que las cifosis son curvaturas primarias debidas a la posición del
feto intraútero.
Los movimientos posibles entre dos vértebras son muy limitados pero la sumatoria de
los mismos permite que la columna alcance una importante movilidad que incluye
flexión, extensión, rotación e inclinaciones laterales; lo que se logra por la presencia de
los discos intervertebrales y de las articulaciones sinoviales entre las apófisis o
procesos articulares.
TÓRAX ÓSEO
La caja torácica o tórax óseo, es la estructura anatómica que resulta de la articulación
de la porción torácica de la columna vertebral, con los doce pares de arcos costales; y
de estos últimos, en su extremo anterior, con el esternón.
Cada arco costal está constituido a su vez por un segmento posterior, el hueso
costal, y un segmento anterior, el cartílago costal.
ESTERNÓN
La porción anterior y media de la caja torácica la forma el esternón. Este es un hueso
plano impar situado en una posición superficial que favorece su palpación a través de
la piel, mide alrededor de 15 cm. Los segmentos del esternón se encuentran
completamente fusionados para los 25 años de edad y los puntos de fusión están
marcados por líneas transversales. Tiene tres porciones, el manubrio, el cuerpo y la
apófisis xifoides, así como la unión del manubrio con el cuerpo o ángulo del esternón,
nivel de articulación de la segunda costilla, que forma un saliente que puede ser
palpado en la superficie anterior del tórax.
Los bordes del esternón presentan muescas que corresponden a la articulación con
las costillas.
COSTILLAS
En forma de doce pares de piezas óseas planas alargadas, las costillas se extienden
entre la columna vertebral y el esternón. Presentan dos porciones, una posterior más
larga, el hueso costal y otra anterior más corta, el cartílago costal.
Según la forma de unión al esternón se distinguen tres tipos de costillas: las siete
primeras se unen al mismo directamente, por lo que se denominan costillas
verdaderas.
A las costillas once y doce se les denomina flotantes porque sus extremos anteriores
quedan libres entre los músculos del abdomen; sin unión de ningún tipo al esternón.
Existen una serie de características generales que son comunes a todas las costillas,
sin embargo todas ellas presentan rasgos individuales debidos entre otras razones, al
aumento de tamaño que experimentan las mismas de la primera a la séptima y a la
disminución progresiva a partir de esta.
Las primeras y las últimas costillas tienen características particulares que deben
revisar de forma independiente. Existen características que definen lo que se
denomina costilla tipo que están dadas por los rasgos comunes de las costillas desde
la tercera hasta la novena.
La costilla tipo tiene forma de arco incurvado sobre todos sus ejes, siguiendo un
trayecto oblicuo hacia abajo, inclinación que depende de su recorrido. Su trayecto es
primero hacia atrás y afuera, después hacia delante y al final medialmente.
El tubérculo es un abultamiento dirigido hacia atrás que se sitúa en la unión del cuerpo
con el cuello y presenta una superficie articular para unirse a la apófisis o proceso
transverso de la vértebra.
El cuerpo es aplanado con una cara externa convexa y una interna cóncava,
separadas por los bordes, superior e inferior. En la cara interna del cuerpo en la
vecindad del borde inferior se sitúa una depresión por donde transcurren los vasos y
nervios intercostales, el surco costal.
La dirección del cuerpo costal en su inicio continúa a la del cuello pero pronto se
incurva hacia delante formando el ángulo de la costilla. En la parte anterior, el cuerpo
se incurva nuevamente para dirigirse al esternón. Este segundo cambio de dirección
es menos marcado. La extremidad anterior presenta una depresión donde se articula
con el cartílago costal.
ARTICULACIONES COSTOVERTEBRALES
El extremo posterior de las costillas se articula con las vértebras. Cada costilla se
articula de forma general con dos vértebras contíguas ya que su cabeza se une a las
fositas articulares de las porciones laterales y bordes superior e inferior de los cuerpos
vertebrales, lo que permite que entre la cresta de cada cabeza costal y el anillo fibroso
del disco intervertebral correspondiente, se extienda un ligamento.
Las costillas se articulan dos veces con cada vértebra, ya que además de las
articulaciones de las cabezas costales con los cuerpos vertebrales existen otras entre
los tubérculos costales y los procesos transversos; denominadas articulaciones
costotransversarias. Ambas son sinoviales y funcionan al mismo tiempo de forma
obligatoria por lo que se clasifican como combinadas.
Los potentes ligamentos que refuerzan estas uniones; ellos garantizan la estabilidad
estructural, en particular durante los movimientos respiratorios de inspiración y
espiración.
Los extremos anteriores de las costillas se unen con el esternón para formar la pared
anterior del tórax, pero esta articulación no se realiza de forma directa sino por medio
de tejido cartilaginoso.
Entre los cartílagos costales de las costillas octava, novena y décima existen uniones
sinoviales denominadas articulaciones intercondrales.
TÓRAX EN CONJUNTO
El tórax o caja torácica es la región superior del tronco situado entre el cuello y el
abdomen. Su principal característica es la de poseer paredes a la vez rígidas y
elásticas que corresponden con sus funciones de protección de las vísceras
contenidas en su interior y de distensión para permitir los movimientos respiratorios.
Otros elementos de esta pared son la incisura yugular y la apófisis o proceso xifoideo.
En la superficie posterior del tórax tiene mucho valor la observación y palpación del
relieve que hacen los procesos espinosos de las vértebras torácicas. Si tomamos
como referencia la prominencia que hace en la base del cuello el proceso espinoso de
la séptima vértebra cervical que, por ser más prominente que el resto, puede ser
reconocida; entonces podremos contar las vértebras en sentido descendente.
RADIOGRAFÍA DE TÓRAX
La columna vertebral y el tórax óseo pueden ser estudiados en el hombre vivo por
medio de técnicas imagenológicas. Las radiografías simples de tórax, nos permite
evaluar la disposición de las costillas.
El origen y desarrollo del esqueleto apendicular tiene sus primeras expresiones con la
aparición de los esbozos de los miembros superiores al término de la cuarta semana
como evaginaciones en la pared ventrolateral del cuerpo.
Cada evaginación o yema de los miembros presenta un núcleo central formado por
mesénquima derivado de la hoja somática del mesodermo lateral, y está cubierta por
una capa de ectodermo. Su crecimiento es regulado a lo largo de los ejes próximo
distal, antero posterior y dorsoventral.
Las articulaciones se forman a partir del mesénquima interzonal situado entre las
condensaciones cartilaginosas cuando se detiene la condrogénesis.
La diferenciación de las manos y de los pies ocurre cuando por apoptosis la cresta
ectodérmica apical es fragmentada en cinco partes, que inducen la formación de cinco
segmentos cartilaginosos en el mesénquima, los rayos digitales, de donde se formarán
los dedos.
El miembro superior gira 90 grados lateralmente, por lo que los pulgares se ubican en
este sentido, mientras que el inferior gira 90 grados en sentido medial quedando el
primer dedo del pie en posición medial.
Los defectos de los miembros se asocian con frecuencia a otros defectos congénitos y
son muy variados.
Si bien estos defectos son poco frecuentes y por lo general de carácter hereditario,
también pueden ser causados por agentes teratógenos, donde el más conocido es la
talidomida.
La mano y el pie hendidos son defectos poco frecuentes, donde faltan uno o más
dedos centrales y los existentes se fusionan total o parcialmente; como consecuencia
la mano o el pie se dividen en dos partes que se oponen entre sí, como las pinzas de
una langosta.
Otro defecto es la sindactilia, en la que hay fusión de uno o más dedos de las manos
o de los pies. La sindactilia cutánea es el defecto más frecuente de los miembros y es
consecuencia de la falta de apoptosis en la membrana interdigital. En algunos casos
hay fusión de los huesos a consecuencia de que no se forma la escotadura entre los
rayos digitales.
1.- Mencione algunos de los defectos congénitos que pueden ocurrir durante el
desarrollo de los miembros.
CLAVÍCULA
El cuerpo está encorvado de tal forma que su porción medial es convexa hacia delante
y la parte lateral lo es hacia atrás.
El extremo lateral o extremidad acromial presenta una cara articular plana, lugar de
articulación con el proceso acromial de la escápula.
ESCÁPULA
La escápula está situada sobre las costillas en la parte posterosuperior del tórax, es un
hueso plano de forma triangular en el que se distinguen dos caras: anterior y posterior
separadas por tres bordes que forman tres ángulos entre sí.
Los tres bordes se denominan: superior, lateral y medial; y los tres ángulos: lateral,
inferior y superior.
HÚMERO
El húmero es un hueso largo, por lo que presenta un cuerpo y dos extremos o epífisis,
proximal y distal.
Su epífisis proximal está provista de una superficie articular redondeada, la cabeza del
húmero, que se articula con la cavidad glenoidea de la escápula, esta cabeza queda
aislada del resto del hueso por un surco estrecho, el cuello anatómico.
Inmediatamente después del cuello anatómico se encuentran dos tuberosidades para
inserciones musculares, los tubérculos mayor y menor.
Del tubérculo mayor parte hacia abajo la cresta del tubérculo mayor y del menor la
cresta del tubérculo menor, entre ambas crestas se extiende el surco intertubercular.
Su epífisis distal ancha y algo encorvada, presenta los cóndilos del húmero, los que
terminan a los lados en dos eminencias rugosas, los epicóndilos medial y lateral. El
epicóndilo medial por su superficie posterior presenta el surco del nervio ulnar,
lateralmente a este surco se encuentra la fosa olecraneana.
ULNA
La ulna o cúbito está situado medialmente en la parte libre del miembro superior en la
región del antebrazo. Es un hueso largo por lo que se distinguen en él un cuerpo y dos
epífisis.
La epífisis proximal más voluminosa presenta dos procesos: uno posterior más grueso,
el olécranon y otro anterior más pequeño, el coronoideo. Entre ambos se encuentra la
incisura troclear; lateralmente al proceso coronoideo se localiza la incisura radial, lugar
de articulación con la cabeza del radio. Desde el proceso coronoideo se extiende hacia
abajo la tuberosidad ulnar, sitio de inserción del músculo braquial.
RADIO
El radio se encuentra situado en la región lateral del antebrazo, es un hueso largo por
lo que al igual que la ulna presenta un cuerpo y dos epífisis.
La epífisis proximal tiene forma cilíndrica, la cabeza del radio, con una cara articular
superior cóncava para la articulación con la cabecita humeral y otra circunferencial
para su articulación con la incisura radial de la ulna. Por debajo de la cabeza hay un
estrechamiento, el cuello del radio, e inmediatamente por debajo de éste en la parte
anteromedial, se encuentra la tuberosidad del radio.
HUESOS DE LA MANO
El esqueleto de la mano está constituido por los huesos del carpo, del metacarpo y las
falanges.
El carpo está compuesto por ocho huesos cortos dispuestos en dos filas. Una proximal
formada por los huesos: escafoides, semilunar, triquetro o piramidal y pisiforme.
Y otra distal que consta de los huesos: trapecio, trapezoide, grande y ganchoso. En
ambos casos deberán precisar a través del estudio independiente la localización de
cada uno de ellos en el carpo.
El metacarpo está compuesto por cinco huesos largos pequeños, que se enumeran
del uno al cinco, del pulgar al meñique.
Los huesos de los dedos se denominan falanges y se clasifican también como huesos
largos pequeños. Cada dedo tiene tres falanges: proximal, media y distal, con
excepción del pulgar que tiene dos.
Entre los dos huesos del cinturón se establece una unión sinovial por medio de la
articulación acromioclavicular. Sin embargo, la auténtica unión entre ambos
componentes óseos de esta estructura lo constituye el potente ligamento
coracoclavicular, extendido como su nombre indica entre el proceso coracoideo de la
escápula y la cara inferior de la clavícula.
ARTICULACIONES DEL MIEMBRO SUPERIOR
La articulación del codo se clasifica como una articulación compuesta, debido a que
en ella participan tres huesos: el húmero, el radio y la ulna, por lo que se forman tres
articulaciones, la articulación humerorradial, la humeroulnar y la radioulnar proximal;
esta última funciona conjuntamente con la articulación radioulnar distal, constituyendo
una articulación combinada. Estas tres articulaciones están dentro de una misma
cápsula articular.
Los movimientos de la articulación del codo son de flexión y extensión sobre el eje
transversal y movimientos de rotación medial y lateral sobre el eje vertical, también
nombrados pronación y supinación respectivamente.
Para reforzar la cápsula, se extienden por su lado radial y ulnar los ligamentos
colaterales radiocarpiano y ulnocarpiano, así como por sus caras palmar y dorsal los
ligamentos radiocarpianos palmar y dorsal, de manera tiene la mano un potente
aparato ligamentoso, dada las funciones como órgano de trabajo que es en el hombre.
La mano está conformada por múltiples huesos que conjuntamente con el aparato
ligamentoso y los músculos le imprimen las características morfofuncionales a este
importante órgano de trabajo.
Los huesos del miembro superior están unidos por 3 grandes articulaciones:
escápulohumeral, la del codo y la radiocarpiana, que conjuntamente con las
intercarpianas y las metacarpofalángicas e interfalángicas garantizan la amplitud de
los movimientos del miembro superior y la mano. De las tres grandes articulaciones
tienen que clasificarlas, describir sus caras articulares, los ligamentos que la refuerzan
y los movimientos que realizan.
El cinturón está formado por el hueso coxal que es plano y resultado de la fusión de
tres huesos: el ilion, el isquion y el pubis que permanecen unidos por un cartílago
hialino hasta la etapa de adulto joven. Hacia los 23 años estos huesos terminan de
fusionarse.
HUESO COXAL
El hueso coxal, es un hueso plano que presenta dos caras: una interna, que se
muestra en la imagen, y otra externa; cuatro bordes: superior, inferior, anterior y
posterior, y cuatro ángulos: anterosuperior, anteroinferior, posterosuperior y
posteroinferior.
En la cara externa se observa el ala del ilion, el acetábulo donde se encuentra la fosa
acetabular para su articulación con la cabeza del fémur y la tuberosidad isquiática.
En el borde superior presenta la cresta ilíaca la cual coincide en sus extremos con las
espinas ilíacas anterosuperior y posterosuperior.
El borde inferior lo forma la rama inferior del pubis por debajo de la sínfisis del pubis
constituye el arco del pubis.
HUESO FEMUR
El fémur es el hueso más largo, más pesado y resistente de todos los huesos del
cuerpo, en él se distinguen un cuerpo y dos epífisis.
En la epífisis proximal podemos observar una cabeza articular esférica la que presenta
en su centro una depresión rugosa, la fosita femoral. La cabeza se une al resto del
hueso mediante el cuello, en el lugar de paso de éste a la diáfisis se encuentran dos
eminencias, denominadas trocánteres: mayor y menor. Ambos trocánteres se unen
entre sí por detrás mediante la cresta intertrocantérica; y por delante por la línea
intertrocantérica.
En la epífisis distal, se observan dos cóndilos: medial y lateral, entre los que se
encuentra una cara articular lisa denominada cara patelar, la cual se aplica a la cara
posterior de la patela.
El cuerpo del fémur tiene forma de un prisma triangular en el que las caras anterior y
lateral son lisas, mientras que en la posterior se encuentra la línea áspera, lugar de
inserción de músculos, que presenta dos labios, uno lateral y otro medial.
Estos labios se separan hacia abajo en dos ramas divergentes, delimitando en la cara
posterior del fémur un espacio triangular, la cara poplítea.
HUESOS DE LA PIERNA
PATELA O RÓTULA
El esqueleto de la pierna está formado por dos huesos largos: la tibia situada
medialmente y la fíbula o peroné lateralmente. Ambos presentan un cuerpo y dos
epífisis.
TIBIA
La tibia es el hueso de la pierna que soporta el peso del cuerpo. En la epífisis proximal
de la tibia se observan dos cóndilos, medial y lateral. En la cara superior de ambos
cóndilos, hay dos caras articulares ligeramente cóncavas, para su articulación con el
fémur.
En la porción posterior y lateral del cóndilo lateral se encuentra la cara articular fibular.
La epífisis distal se continua en su lado medial en un proceso, el maléolo medial en
cuya cara lateral se encuentra la cara articular maleolar. La superficie inferior de la
epífisis distal presenta la cara articular inferior, donde se une con la tróclea del talo.
FÍBULA
La fíbula es un hueso largo, muy delgado, debido a que no soporta peso, al igual que
la tibia presenta un cuerpo y dos epífisis. Se une por ambos extremos a la tibia.
Su extremidad distal la constituye el maleolo lateral que junto con el maleolo medial de
la tibia participa en la articulación talocrural.
El esqueleto del pie está formado por los huesos del tarso, el metatarso y las falanges.
El tarso está constituido por siete huesos cortos, que de un modo semejante a los
huesos del carpo se disponen en dos filas, una posterior o proximal y otra anterior o
distal. La fila posterior la forman 2 huesos el talo (astrálago) hacia arriba y el calcáneo
hacia abajo. La fila anterior tiene 5 huesos dispuestos en 2 partes: una medial, se
encuentra por delante del talo el hueso navicular y por delante de este los 3
cuneiformes (medial, intermedio y lateral). En la parte lateral hay un solo hueso el
cuboideo.
El esqueleto de los dedos tiene una constitución similar a los dedos de las manos.
El cinturón del miembro inferior establece con el tronco una unión muy firme, la que
está constituida por dos articulaciones, una sinovial de amplia superficie articular plana
que se establece entre las caras articulares auriculares del sacro y los coxales; y una
fibrosa constituida por uno de los ligamentos más potentes del organismo, el ligamento
sacroilíaco.
La solidez de esta unión es muy importante para evitar que el sacro se deslice por la
acción del peso que transmite a los coxales, la columna vertebral.
Por el borde del acetábulo se extiende un anillo fibrocartilaginoso que hace más
profunda la cavidad articular, el labro acetabular.
Los medios de fijación de esta articulación son la cápsula articular y los ligamentos
intrarticulares y extrarticulares. Entre los ligamentos intrarticulares merece destacarse
por su importancia el redondo o de la cabeza femoral.
mientras que entre los extrarticulares están los ligamentos colaterales tibial y fibular,
poplíteo arqueado, poplíteo oblicuo y el ligamento patelar.
Se encuentra rodeada por la cápsula articular y reforzada por los ligamentos medial o
deltoideo y lateral con sus tres fascículos: Ligamentos talofibulares
(astragaloperoneos) anterior y posterior y el ligamento calcaneofibular
(calcaneoperoneo).
Se mueve en el eje frontal con movimientos de flexión del pie (flexión dorsal) y
extensión (flexión plantar).
PIE EN SU CONJUNTO
PELVIS ÓSEA
Los dos coxales se unen por delante entre sí y forman la sínfisis púbica; lo que,
sumado a la articulación de ambos huesos con el sacro por detrás, forma un anillo
sólido, la pelvis ósea. Esta estructura tiene la importante función de dar protección a
órganos de los sistemas genitourinario y digestivo; así como de servir de firme
estructura arquitectónica, para transmitir el peso de la parte superior del cuerpo hacia
la parte libre de los miembros inferiores.
CAVIDAD PÉLVICA
En la pelvis existe una cavidad que presenta dos porciones, la pelvis mayor y la
menor, limitadas por el estrecho superior de la pelvis.
La pelvis mayor se continúa sin límites precisos con la cavidad abdominal y son sus
paredes las fosas ilíacas y las alas del sacro. Su límite inferior lo constituye el estrecho
superior de la pelvis a través del cual se continúa con la pelvis menor.
La pelvis tiene gran importancia en el sexo femenino, ya que durante el parto el feto
debe salir a través de ella, por lo que aún pequeñas deformidades estructurales
pueden provocar serios impedimentos durante el mismo.
Con el inicio de la maduración sexual comienza la manifestación progresiva de las
distinciones sexuales de la pelvis.
Los huesos de la pelvis femenina son por lo general más delgados y lisos que los del
hombre.
Las alas de los huesos ilíacos están más desplegadas en la mujer y como
consecuencia de ello, las distancias entre las espinas y crestas son mayores que en el
hombre.
ANATOMÍA DE SUPERFICIE
MIOLOGÍA
La Miología es la rama de la ciencia que se encarga del estudio de las características
morfofuncionales macroscópicas y microscópicas de los músculos.
ORÍGEN Y DESARROLLO
El tejido muscular, es uno de los cuatro tejidos básicos del organismo, se origina
mayoritariamente del mesodermo y se clasifica atendiendo a las características
morfofuncionales de sus células, a su localización e inervación en tres variedades que
son: esquelético, liso y cardíaco. Si bien estas tres variedades de tejido muscular
comparten ciertas propiedades, también difieren entre sí en su histología, localización
y en la regulación que reciben por parte de los sistemas nervioso y endocrino.
El tejido muscular esquelético deriva del mesodermo paraxial, que forma somitómeras
en la región cefálica y somitas desde la región occipital hasta la sacra.
El músculo liso se diferencia a partir de la hoja esplácnica del mesodermo que rodea al
intestino y sus derivados, y del ectodermo, del que deriva el músculo del iris, el de las
glándulas mamarias y el de las sudoríparas.
El músculo cardíaco deriva del mesodermo esplácnico que rodea al tubo cardíaco.
Un proceso análogo tiene lugar en los siete somitómeros ubicados rostral a los
somitas occipitales, con la diferencia de que no se dividen en segmentos de
esclerotomas y dermomiotomas.
Hacia finales de la quinta semana, las futuras células musculares están agrupadas en
una pequeña porción dorsal, el epímero formado a partir de las células dorsomediales
del somita y una porción ventral más grande, el hipómero, formado por la migración
de las células dorsolaterales. Los nervios que inervan los músculos segmentarios
también se dividen en un ramo primario dorsal para el epímero y un ramo primario
ventral para el hipómero.
Los esbozos de los miembros superiores se encuentran frente a los cinco segmentos
cervicales inferiores y a los dos torácicos superiores y los de los miembros inferiores,
frente a los cuatro segmentos lumbares inferiores y a los dos sacros superiores. Los
mioblastos diferenciados de estos somitas forman en la séptima semana una
condensación de mesénquima en la base de los esbozos y posteriormente migran
hacia el miembro en formación siguiendo el patrón de tejido conectivo derivado del
mesodermo somático. Al alargarse los esbozos de los miembros, el tejido muscular se
organiza en sus componentes flexor y extensor.
Los músculos voluntarios de la región cefálica derivan del mesodermo paraxil de los
somitómeros y somitas occipitales.
De los somitómeros derivan los músculos del ojo a excepción de los del iris, y los que
provienen de los arcos faríngeos. De los cuatro primeros somitas occipitales derivan
los músculos laríngeos y los de la lengua.
Los mioblastos en la región cefálica migran por el tejido conectivo originado de las
células de las crestas neurales. Los mioblastos que migran a los arcos faríngeos
participan en la formación de los músculos de la cara y el cuello, destacándose el
primer arco en la génesis de los músculos de la masticación y el segundo en los de la
expresión facial. Los componentes musculares de cada arco tienen su propio nervio
craneal.
DEFECTOS CONGÉNITOS
En casos raros, la falta de desarrollo muscular normal puede ser amplia, provocando
inmovilidad de muchas articulaciones acompañadas de hipoplasia de los músculos
asociados, denominada Artrogriposis múltiple. La causa de esta anomalía incluye
enfermedades neurogénicas y miopáticas primarias. Los músculos afectados se
sustituyen total o parcialmente por tejido adiposo y fibroso.
TEJIDO MUSCULAR
El tejido conectivo mantiene unidas las fibras musculares, permitiendo que la fuerza
de contracción generada por cada fibra actúe sobre el músculo como órgano.
Cuando las capas de tejido conectivo se extienden más allá de las fibras musculares
forman un tendón, tejido conectivo denso y regular que fijan el músculo al periostio del
hueso.
Cuando los elementos del tejido conectivo se extienden como una lámina ancha y fina,
el tendón se denomna aponeurosis.
Sin embargo algunos músculos como los mímicos no tienen la función de mover
partes óseas, sino de expresar estados de ánimo.
Los músculos son órganos que tienen una forma, estructura, función, desarrollo y
localización determinadas en el organismo. Son carnosos, húmedos, blandos y de
color rojizo.
Las fascias, láminas de tejido conectivo que envuelven los grupos musculares
y penetran entre ellos como tabiques intermusculares; además de formar
compartimientos por los que discurren vasos sanguíneos. Estas envolturas
aumentan la resistencia del músculo durante la contracción e impiden sus
desplazamientos laterales, pudiendo lesionarse y ocasionar herniaciones
musculares.
Condensaciones fasciales profundas, llamadas retináculos, se sitúan a la
entrada del pie y de la mano cubriendo tendones largos y evitando su
desplazamiento.
En ciertos sitios como los dedos, los tendones están unidos a los huesos por
túneles de fascias que constituyen las vainas fasciales.
Los agonistas son los protagonistas del movimiento, los antagonistas se oponen al
mismo y los sinergistas contribuyen a la ejecución del movimiento.
Los largos se sitúan generalmente en los miembros. Algunos se inician por más de
una cabeza y se denominan policéfalos como los músculos bíceps, tríceps y
cuadriceps. Otros presentan varios vientres separados por intersecciones tendinosas
producto de su origen a partir de diferentes miotomas, estos son los denominados
digástricos o poligástricos.
El tejido muscular como todo tejido tiene células, sustancia intercelular y líquido tisular,
cuyos componentes tienen una terminología particular por lo que las células se
denominan fibras musculares, que mantienen relaciones con el tejido conectivo
conformando el epimisio, perimisio y endomisio. Además de conformar los tendones,
las aponeurosis y las fascias. El músculo tiene elementos auxiliares sinoviales, las
bolsas y las vainas sinoviales.
En este tipo de fibra los sarcosomas son abundantes y se disponen entre las
miofibrillas.
La proximidad del túbulo T con respecto a las cisternas permite que este, responsable
de la transmisión de la onda de despolarización de la membrana, libere hacia el
sarcoplasma los iones de calcio que se almacenan en las cisternas, para dar inicio a
la contracción.
Una banda A formada por miofilamentos finos o de actina y gruesos o de miosina, los
que se interdigital, se superponen en sus extremos.
En el centro de cada banda I aparece una línea transversal oscura, la línea Z que se
repite con cierta periodicidad (es el límite entre una sarcómera y otra). De manera que
cada sarcómera se extiende entre dos líneas Z consecutivas.
Los miofilamentos finos de actina están formados por dos cadenas delgadas de
tropomiosina, dos cadenas gruesas de actina F y moléculas de troponina unidas a los
lados de la cadena de tropomiosina.
A lo largo de las cadenas de actina existen sitios activos para la unión de la cabeza de
los puentes cruzados de la miosina durante el proceso de la contracción.
o MORFOLÓGICAS
La membrana postsináptica se invagina y se pliega para ampliar su
superficie.
La hendidura sináptica es más estrecha.
FUNCIONALES
La sinapsis neuromuscular siempre utiliza como neurotransmisor la
acetil colina.
Siempre es excitatoria;
El potencial que surge en la membrana postsináptica por acción del
neurotransmisor se denomina potencial de placa motora.
El neurotransmisor es inactivado por el mecanismo de digestión
enzimática realizada por la acetil colinesterasa.
Es un potencial local cuyo registro gráfico, características físicas y bases iónicas son
muy similares a las del potencial postsináptico excitatorio, con la particularidad de que
siempre produce el potencial de acción, por lo que no cumple los principios de
sumación temporal ni espacial.
ACOPLAMIENTO EXCITACIÓN-CONTRACCIÓN
“La contracción sigue a la excitación, como la sombra al cuerpo”, o sea que
inmediatamente que se produce el potencial de acción de la fibra muscular, ésta se
contrae. El retículo sarcoplasmático es rico en calcio y éste es precisamente el
elemento que une a estos dos procesos actuando como un transductor biológico ya
que transforma la energía electroquímica de la excitación en la energía mecánica de
la contracción.
CONTRACCIÓN DE LA SARCÓMERA
La contracción del músculo se produce por el deslizamiento de los miofilamentos
finos entre los gruesos.
Este proceso ocurre con el gasto de una molécula de ATP la que al perder un fosfato
se convierte en ADP, aportando la energía necesaria para el desplazamiento del
puente cruzado que arrastra en su movimiento al miofilamento fino, que se ve
obligado a deslizarse entre los gruesos.
Sin embargo llega el momento en que, aunque siga aumentando la intensidad de los
estímulos, no aumenta más la intensidad de la contracción, lo cual se debe a que ya
se encuentran contraídas todas las unidades motoras que integran el músculo.
SUMACIÓN TEMPORAL DE LA CONTRACCIÓN
Cuando se estimula un músculo, pero se hace con estímulos de intensidad constante y
de frecuencia creciente.
FATIGA MUSCULAR
La fatiga muscular es la incapacidad del músculo para contraerse y según su causa es
de dos tipos, fatiga de transmisión, la que se produce por agotamiento del
neurotransmisor a nivel de la sinapsis; y fatiga de contracción, que se debe al
agotamiento de la energía metabólica necesaria para la contracción del músculo.
SISTEMA DE PALANCAS
Dentro de estos sistemas, los puntos móviles del esqueleto están organizados
funcionalmente distinguiéndose en cada caso:
TIPOS DE PALANCAS
Existen diferentes tipos de palancas según la disposición que adopten sus elementos
componentes. Siguiendo estos criterios las palancas se clasifican en:
MOVIMIENTOS ARTICULARES
Las articulaciones son elementos fundamentales en la realización de los movimientos
del cuerpo humano.
Los movimientos articulares dependen de muchos factores entre los que pueden
destacarse, la forma de las superficies articulares, la disposición de los ligamentos y la
existencia de músculos con un adecuado momento de fuerza para desarrollar los
desplazamientos.
A nivel de las articulaciones pueden realizarse desde movimientos pequeños como los
de deslizamiento, hasta amplios desplazamientos de un extremo articular sobre el otro,
como en los movimientos angulares.
PASIVOS:
1.- La forma de las caras articulares, el parecido de estas a diferentes figuras
geométricas determinará que los movimientos articulares se realicen sobre los ejes
correspondientes a tales figuras
2.- La diferencia de tamaño entre las caras articulares. Las articulaciones son más
móviles mientras más se diferencien entre sí sus caras articulares.
3.- Los cartílagos intrarticulares, los que confieren mayor libertad de movimiento a
las articulaciones; así como la disposición de los ligamentos articulares y las partes
blandas que existen alrededor de las mismas.
MÚSCULO CARDÍACO
Sólo el corazón tiene tejido muscular cardíaco, que forma la mayor parte de la pared
del órgano. Este tipo de músculo es estriado, pero su acción es involuntaria. El ciclo de
contracción y relajación del corazón no se controla en forme consciente.
En los lugares de unión de dos células adyacentes se presenta una línea oscura
transversal llamada disco intercalar. Con la utilización del M/E se ha comprobado que
los discos intercalares son especializaciones del sarcolema de las fibras cardíacas que
participan en la unión y en la conducción intrasarcoplasmática del impulso de
excitación.
Los túbulos T del músculo cardíaco son semejantes a los del músculo esquelético y
difieren de ellos en que tienen mayor diámetro, y están a nivel de la línea Z y no a nivel
de las uniones de las bandas A e I.
MÚSCULOS DE LA CABEZA
Los músculos de la cabeza tienen particularidades que los distinguen de los del resto
del organismo. Sus funciones son participar en la masticación de los alimentos y en la
expresión de los estados de ánimo y emociones, por lo que para su estudio se
agrupan en: músculos de la masticación y músculos mímicos.
Los músculos de la masticación derivan del primer arco faríngeo, se especializan en
los movimientos de una palanca ósea que es la mandíbula y son inervados por el
nervio trigémino, quinto nervio craneal, mientras que los mímicos, derivan del segundo
arco faríngeo no participan en el movimiento de palancas óseas y reciben su
inervación del nervio facial.
MÚSCULOS MASTICATORIOS
Los músculos masticatorios son cuatro y se denominan: temporal, masetero,
pterigoideo medial y pterigoideo lateral.
MÚSCULOS MÍMICOS
A pesar de la vecindad tan estrecha entre los masticatorios y los mímicos existen
diferencias muy notorias entre ambos:
Este músculo tiene su fijación ósea en el occipital y termina por delante en la piel de
las cejas. Es vientre occipital fija la aponeurosis para que el frontal pueda, al
contraerse, formar arrugas transversales en la frente, además contribuye a mantener
elevados los párpados. Es típica la contracción de éste músculo en las expresiones de
atención así como en las de preocupación y tristeza.
PLANO SUPERFICIAL
MÚSCULOS SUPERFICIALES
Los músculos superficiales son: el platisma y el esternocleidomastoideo.
El platisma es un músculo del grupo de los mímicos y como tal, carece de fascia y de
inserciones bilaterales en palancas óseas y es también inervado por el nervio facial.
Se extiende desde su origen a nivel de las primeras costillas hasta el borde inferior de
la mandíbula y el labio inferior hasta donde llega al continuarse con los músculos
periorales de esta región. Su contracción tracciona la piel del cuello e impide que las
venas subcutáneas del mismo se colapsen. Además al traccionar hacia abajo el
ángulo de la boca le da al rostro expresión de asco y de desprecio.
Las heridas del cuello aún cuando sean superficiales son peligrosas porque pueden
provocar entrada de aire al sistema circulatorio con formación de émbolos gaseosos,
la contracción del platisma evita esta complicación.
Inmediatamente por debajo del platisma se encuentra el segundo de los superficiales,
el músculo esternocleidomastoideo. Se inicia en la zona de la articulación
esternoclavicular y se extiende oblicuamente hacia arriba y lateralmente para terminar
en el proceso mastoideo del temporal y en la línea nucal superior. Su tono habitual es
importante para mantener la cabeza erguida. Cuando se contrae de forma unilateral
inclina el cuello hacia ese lado. Su contracción bilateral puede flexionar la columna
cervical pero si se mantiene fija la cabeza, se convierte en un músculo inspirador
auxiliar.
MÚSCULOS HIOIDEOS
Los músculos hioideos se encuentran situados en un espacio romboidal que se forma
entre los bordes anteriores de ambos esternocleidomastoideos y el borde inferior de la
mandíbula. De acuerdo a su ubicación con relación al hueso hioides, en el que tienen
una de sus inserciones, se denominan suprahioideos e infrahioideos.
MÚSCULOS PROFUNDOS
Los músculos profundos del cuello se dividen en dos grupos: laterales y
prevertebrales.
Entre los prevertebrales se encuentran los músculos: largo de la cabeza y largo del
cuello así como los músculos rectos anterior y lateral de la cabeza.
El músculo largo del cuello tiene forma triangular y se encuentra situado en la parte
anterior de la columna cervical. El largo de la cabeza se sitúa sobre la parte superior
del músculo largo del cuello.
Estos músculos son los encargados de flexionar la cabeza y la columna cervical, así
como de la inclinación lateral y la rotación de la cabeza. Todos ellos se encuentran
inervados por ramos del plexo cervical.
En el plano profundo también se sitúan los músculos laterales. Estos son tres y se
denominan escalenos anterior, medio y posterior. Se encuentran extendidos entre
los procesos transversos de las vértebras cervicales y las primeras costillas. Son
músculos inspiradores ya que al contraerse elevan las costillas. Si éstas están fijas, su
contracción flexiona la columna cervical, si es unilateral puede flexionar y girar la
columna cervical hacia su lado. Estos músculos son inervados por ramos del plexo
cervical.
Los músculos del dorso realizan una importante función en el mantenimiento del
equilibrio corporal durante la mecánica animal, lo que explica que sea el grupo más
numeroso.
Intermedios: que constituyen un plano muscular situado por debajo de los músculos
superficiales. Está formado por dos músculos, denominados serratos posteriores.
Profundos: cubiertos por los músculos del grupo intermedio. Está constituido por los
músculos autóctonos o propios del dorso, denominados también de los canales
vertebrales debido a que ocupan el espacio entre las apófisis espinosas y las
transversas. La fascia toracolumbar es una amplia lámina que cubre por detrás las
masas musculares convirtiendo estos canales en estuches osteofibrosos. Intervienen
en la estabilidad de la columna vertebral.
Estos músculos tienen gran variabilidad tanto individual, como en relación con la edad
y con las regiones de la columna.
La actividad física higiénica durante los primeros años de la vida es muy útil para
fortalecer estos músculos y prevenir posibles deformaciones de la columna vertebral.
Trapecio: La inserción de origen del trapecio es extensa yendo por la línea media
desde el occipital hasta el proceso espinoso de la última vértebra torácica. Sus
fibras toman tres direcciones diferentes para terminar en el extremo lateral de la
clavícula, el acromion y la espina de la escápula. Función: Interviene en la mayor
parte de los movimientos y estabilización de la escápula. Las fibras superiores son
elevadoras de la escápula y actúan sosteniendo el hombro cuando se somete a
cargas mecánicas. La contracción bilateral produce extensiones del cuello. La
porción media es un potente retractor de la escápula y la porción inferior la
desciende. Cuando se contraen al mismo tiempo la porción superior e inferior
intervienen en la rotación hacia arriba de la escápula. Inervación: Este músculo
migró de la cabeza al dorso por lo que recibe su inervación principalmente del XI
nervio craneal.
Dorsal ancho: inicia sus inserciones cubierto por el trapecio, en el vértice de los
procesos espinosos de las últimas vértebras torácicas; continuándose por la
línea media hasta la cresta sacra mediana y lateralmente hasta la cresta ilíaca y la
cara externa de las cuatro costillas inferiores. Desde allí las fibras se extienden
hasta la extremidad proximal del húmero donde terminan fijándose en la cresta del
tubérculo menor. La parte inferior del músculo presenta una amplia aponeurosis, la
fascia toracolumbar que le sirve de inserción y que forma una vaina fibrosa a los
músculos del grupo profundo. Función: Es un potente extensor del brazo a partir
de posiciones de flexión y participa también en la aproximación y rotación medial
del húmero. Interviene en movimientos de remar, nadar y trepar una cuerda.
Participa en las espiraciones violentas durante la tos y el estornudo. Inervación:
Por haber migrado del miembro superior al dorso, recibe su inervación del plexo
braquial, nervio toracodorsal.
Romboides mayor y menor: Forman un conjunto que se extienden desde los
procesos transversos de C7 a T5 al borde medial de la escápula. Función: Elevan
y aducen la escápula y la rotan hacia abajo. Son estabilizadores de la escápula.
Inervación: Por el nervio dorsal de la escápula, ramo del plexo braquial.
Elevador de la escápula: Se origina en los procesos transversos de las tres o
cuatro primeras vértebras cervicales y termina en el ángulo supero medial de la
escápula. Función: Eleva la escápula y la rota hacia abajo. Inervación: Por el
nervio dorsal de la escápula, ramo del plexo braquial.
II. MÚSCULOS INTERMEDIOS DEL DORSO
• Serratoposterosuperior.
• Serratoposteroinferior.
Cuando retiramos el plano superficial de los músculos del dorso encontramos los
músculos serratos posterosuperior y posteroinferior, los que constituyen la capa
intermedia, que algunos autores consideran dentro de la superficial y la diferencian del
grupo antes descrito, por no tener inserción en el cinturón.
Estos músculos ocupan los canales vertebrales, comprendidos entre los procesos
espinosos y transversos. La fascia toracolumbar los reviste convirtiendo los canales
vertebrales en estuches osteofibrosos. Se disponen en dos planos: el más superficial,
situado inmediatamente debajo de los serratos es el erector espinal por debajo del
cual se encuentran pequeños músculos organizados en tres sistemas: interespinoso,
intertransverso y transversoespinoso. La descripción de los mismos es compleja
por cuanto son músculos multifasciculados, con diferentes puntos de inserción.
Estos músculos preservan a la columna vertebral de deformaciones, lo que explica la
importancia de su fortalecimiento en edades tempranas y lo oportuno de educar a las
madres y personal encargado del cuidado de los niños para evitar que los mismos
adopten posiciones viciosas.
Están inervados por las ramas dorsales de los nervios espinales, excepto los
intertransversarios que están inervados por los ramos ventrales de los nervios
espinales.
M. Serrato anterior: está situado sobre la cara lateral de la caja torácica, forma la
pared medial de la axila. Se inicia por nueve digitaciones en la cara externa de las
primeras nueve costillas, a las que abraza al dirigirse al borde medial de la escápula
donde termina. Este músculo y los romboides forman una faja que mantiene a la
escápula adosada al tronco. Función: En su contracción total y conjunta con los
músculos romboides y trapecio, inmoviliza la escápula y la tracciona hacia delante.
Inervación: Nervio torácico largo del plexo braquial.
Los intercostales externos van del borde inferior de una costilla al borde superior de
la costilla subyacente, describiendo un trayecto oblicuo hacia abajo y hacia delante.
Cubren, el espacio comprendido entre los tubérculos costales por detrás y los
cartílagos costales por delante a partir de los cuales se continúan con una membrana
intercostal. Los músculos intercostales internos se encuentran situados por dentro
de los externos, extendidos desde el borde superior de una costilla hasta el borde
inferior de la costilla suprayacente, cubriendo el espacio comprendido entre el ángulo
de las costillas y el borde del esternón. El trayecto de sus fibras es perpendicular al del
intercostal externo. Profundamente a estas fibras se encuentran otras, con un trayecto
semejante que constituyen el músculo intercostal íntimo, separado de aquel por los
vasos sanguíneos y nervios intercostales. Función: Sirven de pared al tórax e
intervienen en los movimientos respiratorios, tanto en la inspiración como en la
espiración. Inervación: Nervios intercostales.
M. Subcostales: Algunas fibras musculares de trayecto irregular que se disponen por
dentro de la superficie interna de la pared torácica con la misma dirección de los
intercostales internos de los que se diferencian por su extensión. También son
depresores de las costillas.
II. DIAFRAGMA
El diafragma tiene un origen mixto: del septum transverso, de las membranas
pleuroperitoneales, del mesenterio dorsal del esófago y de los componentes
musculares de la pared corporal.
Desde el punto de vista estructural, el músculo forma una lámina carnosa en la que se
distinguen dos partes, una muscular situada periféricamente y una tendinosa en
posición central. En la parte muscular periférica insertada a la apertura torácica inferior
se distinguen 3 porciones: lumbar, costal y esternal. La porción lumbar es la más
compleja, se inserta por medio de un pilar y dos arcos a cada lado. Ambos pilares
toman inserción de origen en las caras anterolaterales de los cuerpos y de los discos
intervertebrales de las primeras vértebras lumbares. En su extremo superior, ambos
pilares se fusionan por medio de un arco tendinoso, el ligamento arqueado medio.
Los arcos del diafragma se sitúan lateralmente a los pilares, el medial se extiende
entre el pilar y el vértice del proceso transverso de la primera vértebra lumbar y el
lateral desde éste hasta el vértice de la duodécima costilla. De este modo, entre los
pilares, el ligamento arqueado medio y la columna vertebral se forma un orificio
triangular, el hiato aórtico de paredes tendinosas por donde transcurre la arteria aorta
y el conducto torácico. Por encima y a la izquierda del mismo, los pilares forman el
orificio o hiato esofágico rodeado por un anillo muscular contráctil, por donde
transcurren el esófago y los nervios vagos. Con frecuencia por encima del arco lateral
las fibras son escasas y dejan una zona desprovista de músculo que recibe el nombre
de triangulo o trígono lumbocostal.
La porción costal se origina en la cara interna de las seis últimas costillas, las fibras
se dirigen a las márgenes anterior y lateral del centro tendinoso.
La porción esternal es la más anterior, se origina en la cara interna del proceso
xifoideo del esternón. Entre el fascículo costal y esternal se delimita una pequeña
hendidura, el hiato costoxifoideo por donde pasa la arteria epigástrica superior.
Los límites de la cavidad abdominal son el diafragma por arriba y por debajo la
cavidad pelviana, que se cierra con los músculos perineales y con la que no se
establecen límites precisos.
En este espacio medio del cuerpo, encontramos una amplia pared anterolateral que
algunos autores prefieren dividir en anterior y lateral y una pequeña pared posterior
relacionada con los músculos del dorso.
M. RECTO ABDOMINAL
Es una potente cinta muscular (largo y poligástrico, con 2 o 3 intersecciones
tendinosas), que se dispone en la pared anterior del abdomen a ambos lados de la
línea media. Se origina en la cresta y sínfisis del pubis y asciende para insertarse en el
proceso xifoides del esternón y en los cartílagos costales 5, 6 y 7.
M. Piramidal: Está contenido en el interior de la vaina del recto, por delante del
extremo inferior de las fibras del recto. Se le atribuye la función de tensar la línea
alba.
En los dos tercios laterales del ligamento inguinal toman parte de su inserción los
músculos oblicuo interno y transverso. Los bordes libres de estos músculos pasan
sobre un trayecto o espacio oblicuo situado sobre el tercio medial del ligamento
inguinal.
ANATOMÍA DE SUPERFICIE
La anatomía de superficie ofrece muchas posibilidades en el estudio de estos grupos
musculares. Es fácilmente observable el relieve de músculos como el pectoral mayor,
el serrato anterior y el recto abdominal en la vista anterior del tronco. También es
posible la identificación del pliegue inguinal y la palpación del ligamento del mismo
nombre.
En la vista lateral se destaca el relieve del dorsal ancho así como el contorno del
oblicuo externo del abdomen y las interdigitaciones de sus inserciones de origen con
las del serrato anterior.
En la vista posterior se observan sin dificultad los relieves del trapecio y del erector
espinal.
Para el estudio de los músculos del miembro superior, no existe un criterio topográfico
o funcional único, de ahí que existan diversas clasificaciones según diferentes autores.
Hay numerosos músculos que se agrupan en varias regiones anatómicas y mueven
más de una articulación.
Los músculos de la región del brazo se disponen alrededor del húmero y actúan en la
articulación del codo, permitiendo los movimientos alrededor del eje frontal.
GRUPO ANTERIOR
M. biceps braquial: es un músculo alargado y fusiforme y su contracción es
perceptible fácilmente a través de la piel, se dispone por delante del braquial
anterior y del coracobraquial. Presenta en su extremo proximal dos cabezas: la
cabeza larga se inicia en la tuberosidad supraglenoidea de la escápula y la
cabeza corta en el proceso coracoideo; ambas se unen dirigiéndose por delante
de la articulación del hombro, las que se continúan en un vientre alargado y
fusiforme que termina en la tuberosidad del radio. Función: Este músculo es
flexor, y además supinador del antebrazo cuando el codo se encuentra flexionado
en un ángulo de 90 grados. Es importante destacar su papel como estabilizador de
la articulación del codo, debido a que puede entrenarse para suplir la acción
abductora del deltoides en caso de parálisis del mismo. Inervación: Nervio
musculocutáneo.
M. braquial anterior: Músculo aplanado, ancho y grueso que se dispone en la
superficie anterior de la diáfisis del húmero cubierto por el bíceps. Se inicia en la
superficie anterior de la mitad distal de la diáfisis del húmero y sus fibras se dirigen
hacia abajo, formando un tendón que pasa por delante de la articulación del codo y
termina en el proceso coronoideo de la ulna. Función: al contraerse provoca la
flexión del antebrazo. Inervación: Nervio musculocutáneo.
M. coracobraquial: Músculo alargado y aplanado que contribuye a la formación de
la pared externa de la axila. Se inicia en el proceso coracoideo de la escápula, sus
fibras se dirigen hacia abajo y medialmente, para terminar en una zona distal a la
cresta del tubérculo menor del húmero. Función: Es un músculo aductor del brazo
y conjuntamente con el deltoides y el pectoral mayor interviene en la flexión del
mismo. Inervación: Nervio musculocutáneo.
GRUPO POSTERIOR
M. triceps braquial: Es un potente músculo que ocupa el compartimiento posterior
del brazo y en su origen está compuesto por tres cabezas: una larga que se inicia
en el tubérculo infraglenoideo y desciende entre los músculos redondo mayor y
menor; una lateral que se inicia en la cara posterior del húmero, por encima y
lateralmente al surco del nervio radial y el septo intermuscular lateral del brazo; y la
medial que se inicia en la cara posterior del húmero, en la parte distal del surco del
nervio radial y en ambos septos intermusculares. Las fibras de las tres cabezas
convergen en una potente lámina tendinosa, que se dispone por detrás de la
articulación del codo y se inserta en la cara superior del olécranon. Función: Es un
extensor del antebrazo por excelencia y extiende el brazo. Inervación: Está
inervado por el nervio radial.
M. Ancóneo: Músculo que se inicia en el epicóndilo lateral del húmero y se inserta
en el olécranon y porción superior de la ulna. Función: Extensión del antebrazo.
Inervación: Nervio radial.
MÚSCULOS ANTERIORES
Estos músculos están situados por delante del radio, la ulna y de la membrana
interósea. Se disponen en dos grupos: Superficial y profundo.
Pronador redondo
Flexor radial del carpo
Palmar largo
Flexor superficial de los dedos
Flexor ulnar del carpo
Profundos: En un plano más profundo se encuentran:
Características:
Se inician en el epicóndilo medial del húmero, en los huesos del
antebrazo y el septo interóseo.
Terminan en los huesos de la mano.
Son flexores del antebrazo en la articulación del codo y de la mano y
los dedos en la articulación radiocarpiana.
Están inervados por el nervio mediano, con excepción del músculo
flexor ulnar del carpo y el flexor profundo de los dedos que están
inervados por el nervio ulnar.
MÚSCULOS POSTERIORES
De los músculos de este grupo unos se relacionan con el radio y otros con la ulna. Se
disponen en dos planos: Superficial y profundo.
M. Braquiorradial
Extensor radial largo del carpo
Extensor radial corto o breve del carpo
M. Supinador.
Características:
Músculos del grupo medial: Éstos forman un relieve en el borde medial de la mano,
conocido como eminencia hipotenar.
M. palmar breve
M. abductor del meñique
M. Flexor breve del meñique
M. Oponente del meñique.
Características:
Músculos lumbricales.
Músculos interóseos: Palmares y dorsales
Características:
Los lumbricales son cuatro, situados entre los tendones del
músculo flexor profundo de los dedos. La contracción de los mismos,
permiten la flexión de la falange proximal y la extensión de las
falanges media y distal del segundo al quinto dedo. Están inervados
por el nervio mediano y ulnar.
Los interóseos ocupan los espacios entre los huesos
metacarpianos y se sitúan tanto en el dorso como en la palma de la
mano. Los interóseos dorsales son cuatro y son los más profundos.
Los interóseos palmares son tres, son más pequeños y superficiales.
Son importantes en la abducción, aducción, flexión y extensión de
los dedos, así como en actividades que requieren movimientos
hábiles como escribir, mecanografiar tocar el piano. Están inervados
por el nervio ulnar.
Los músculos del brazo se disponen alrededor del húmero, en dos grupos, anterior y
posterior, y actúan en la articulación del codo, de manera que los anteriores son
flexores del antebrazo y están inervados por el nervio musculocutáneo, y los
posteriores son extensores inervados por el nervio radial.
Los músculos del antebrazo son numerosos se disponen en tres grupos. Los
anteriores (superficiales y profundos), son flexores del antebrazo y la mano y están
inervados por el nervio mediano y ulnar. Los posteriores (superficiales y profundos),
son extensores de la mano y los dedos, están inervados por el nervio radial. Los de la
porción radial (lateral) son extensores del antebrazo y la mano, intervienen también en
los movimientos de supinación y pronación, están inervados por el nervio radial.
Los músculos son más robustos y potentes que los del miembro superior y están
revestidos de las fascias superficial y profunda. La fascia profunda emite tabiques
intermusculares que delimitan los diferentes compartimientos.
Estos músculos son los encargados de la locomoción y están inervados por ramos de
los plexos lumbar y sacro.
I. MÚSCULOS DE LA PELVIS
Los músculos de la pelvis son también conocidos con el nombre de movilizadores o
estabilizadores de la cadera. Se sitúan en la cara anterior del coxal. Entre ellos
encontramos al músculo iliopsoas y psoas menor, este último es inconstante.
Músculo iliopsoas esta constituido por dos músculos, el psoas mayor y el ilíaco.
M. Psoas mayor: Es un largo y potente músculo fusiforme que se localiza en la
cavidad abdominal a ambos lados de los cuerpos vertebrales y en la fosa ilíaca
externa de la pelvis. Se inicia en la cara lateral de los cuerpos y discos
intervertebrales de la T12 a L4, sus fibras descienden hacia la pelvis para
fusionarse con el músculo iliaco. M. ilíaco: Es una gran masa muscular de forma
triangular que se dispone fundamentalmente en la pelvis tapizando la fosa ilíaca.
Se origina en la fosa ilíaca interna y se fusiona con el vientre del psoas mayor,
formando un potente tendón que se dirige hacia abajo penetra en el muslo
formando parte del triángulo femoral y deslizándose por delante de la articulación
coxofemoral, se inserta en el trocánter menor del fémur. Función: Es un potente
flexor y estabilizador de la cadera. El psoas cuando el muslo está fijo puede
realizar la flexión de la columna si se contrae bilateralmente o inclinaciones
laterales si se contrae de un lado. Inervación: Está inervado por ramos del plexo
lumbar.
M. Psoas menor: Es inconstante se inicia en los bordes del cuerpo y disco
intervertebral de T12 y L1 formando un fino vientre muscular que desciende por
delante del psoas mayor y se inserta en la eminencia iliopúbica.
M. Glúteo máximo
M. tensor de la fascia lata
M. glúteo mediano
M. glúteo menor
M. piriforme
M. obturador interno
M. gemelos superior e inferior.
M. Cuadrado femoral
M. obturador externo
M. Glúteo máximo: es el mayor y el más superficial, situado inmediatamente por
debajo de la piel, forma el relieve de la nalga; por su gran masa muscular es utilizado
para la administración de inyecciones intramusculares. Tiene una amplia zona de
origen, la que se inicia en la cara externa del hueso ilíaco, en la fascia toracolumbar,
en la cresta del sacro y el cóccix, y en el ligamento sacrotuberal, se dirige hacia abajo
y lateralmente en forma de fascículos musculares anteriores, que se continúan en un
amplio tendón, el cual pasa alrededor del trocánter mayor y termina en la fascia lata
del muslo, mientras que sus fascículos posteriores se insertan en la tuberosidad glútea
del fémur. Función: La contracción de sus fibras permiten la extensión del muslo y la
rotación lateral de la cadera, además la tensión de ambos glúteos mantiene el
equilibrio de la pelvis con el tronco, impidiendo la inclinación del mismo hacia delante,
siendo antagonista del músculo iliopsoas. Inervación: Está inervado por el nervio
glúteo inferior.
M. tensor de la fascia lata: Es un músculo aplanado que se extiende en un plano
superficial desde el coxal hasta la rodilla, con un vientre muscular pequeño pero que
se continúa con una potente y amplia aponeurosisque se dispone a lo largo de la cara
lateral del muslo. Se inicia en la espina ilíaca anterosuperior y en la zona cercana a la
cresta ilíaca, sus fibras descienden oblicuamente hacia abajo y atrás y se continúan
con la fascia femoral (fascia lata), constituyendo el tracto iliotibial, mediante el cual se
inserta en el cóndilo lateral de la tibia. Función: Al contraerse, actúa como flexor,
abductor y rotador medial del muslo en la articulación coxofemoral y como extensor de
la pierna en la articulación de la rodilla. Inervación: Está inervado por el nervio glúteo
superior.
M. glúteo mediano: se encuentra situado por debajo del glúteo máximo. Se inicia
en la cara externa del coxal y sus fibras en forma de abanico convergen y terminan en
un tendón aplanado en el trocánter mayor del fémur. Función: Tomando como punto
fijo, la inserción en el coxal, sus fibras al contraerse provocan la abducción de la
cadera, y las anteriores permiten además, la rotación medial. Inervación: Está
inervado por el nervio glúteo superior.
M. glúteo mínimo: está situado por debajo del glúteo medio y se inicia en la cara
externa del coxal, cuyas fibras se dirigen a la epífisis proximal del fémur para terminar
en forma de un tendón aplanado en el trocánter mayor. Función: Es rotador medial y
abductor del muslo. Inervación: está inervado por el nervio glúteo superior.
M. piramidal o piriforme: Músculo aplanado de forma triangular que se origina en
la pelvis y sale para situarse por detrás de la articulación de la cadera. Se origina de la
cara anterior del sacro, entre los agujeros sacros correspondientes de S2-S4. Las
fibras se dirigen hacia fuera y alcanzan la región glútea atravesando el agujero
isquiático mayor. En el exterior de la pelvis el músculo pasa por detrás de la
articulación coxofemoral y se continúa con un tendón que se inserta en el borde
superior del trocánter mayor. Función: importante estabilizador de la articulación
coxofemoral e interviene en la rotación lateral y abducción del muslo. Inervación:
ramos del plexo sacro.
M. obturador interno: Es un músculo alargado y triangular que se origina en el
interior de la pelvis y sale de la misma pasando por detrás de la articulación de la
cadera por debajo del pisiforme. Se inicia en la superficie interna del agujero
obturador, sale por el agujero isquiático menor , pasa por detrás de la articulación
coxofemoral y termina en la cara interna del trocánter mayor. Función: potente rotador
lateral del muslo. En posición sentada puede provocar la abducción del muslo.
Inervación: Nervio obturador interno ramo del plexo sacro.
M. gemelos superior e inferior: Son dos pequeños músculos fusiformes,
asociados a los bordes extrapélvicos del obturador interno. El gemelo superior se inicia
en la espina isquiática y el gemelo inferior en la tuberosidad isquiática. Terminan
juntos con el obturador interno en el trocánter mayor. Función: ayudan al obturador
interno en sus funciones. Inervación: ramos del plexo sacro.
M. cuadrado femoral: Lámina muscular cuadrilátera que se dispone en la región
glútea por debajo del obturador interno. Se origina en la tuberosidad isquiática, se
dirige hacia fuera y se inserta en la cresta intertrocantérica. Función: Es rotador lateral
y abductor del muslo (en posición sentada). Inervación: Nervio cuadrado femoral
ramo del plexo sacro.
M. obturador externo: Se origina en la cara externa de la pelvis, en los bordes del
agujero obturador, las fibras convergen en un tendón que pasando por debajo de la
fosa acetabular, se dispone detrás de la articulación y termina en la fosa trocantérica
del fémur. Función: Es rotador lateral y abductor del muslo (en posición sentada).
M. tibial anterior
M. extensor del primer dedo o extensor largo del dedo grueso
M. extensor largo de los dedos
M. tercer peroneo o peroneo anterior
Características:
Se inician en la tibia, fíbula y membrana interósea.
Terminan en la cara dorsal de los metatarsianos y falanges de los
dedos.
Al contraerse permiten la flexión dorsal del pie, la extensión de los
cinco dedos, la eversión y la inversión del pie.
Están inervados por el nervio peroneo profundo.
MÚSCULOS DEL COMPARTIMIENTO O GRUPO LATERAL:
Superficiales:
M. triceps sural
M. poplíteo
M. triceps sural: Es un potente complejo muscular formado por tres cabezas: el sóleo,
el plantar y el gastrocnemio, que a su vez consta de una cabeza lateral y una medial.
Hay autores que describen el plantar como un músculo independiente y que incluso
puede faltar. El gastrocnemio está compuesto por dos cabezas: medial y lateral, las
que se inician en la cara poplítea del fémur cerca de sus cóndilos y se adhieren a la
cápsula articular de la rodilla, para continuarse en un tendón común que se une al
tendón del sóleo. El plantar se dispone profundo al vientre lateral del gastrocnemio y
superficialmente al sóleo, se origina en el cóndilo lateral del fémur, forma un vientre
pequeño que se continúa en un largo y fino tendón que se fusiona al borde medial del
tríceps. El sóleo se sitúa por debajo del gastrocnemio y se inicia en el borde medial
de la tibia, la cabeza y tercio superior de la cara posterior de la fíbula, descendiendo
como una amplia expansión tendinosa que se va estrechando por la tibia cerca del
límite entre el tercio medio e inferior de la pierna, fusionándose con el tendón del
gastrocnemio, dando lugar al tendón del calcáneo o de Aquiles, que se inserta en la
cara posterior de la tuberosidad del hueso calcáneo. Función: su contracción en
conjunto, permite la flexión plantar del pie en la articulación talocrural, además el
gastrocnemio y el plantar participan en la flexión de la rodilla. El sóleo interviene como
músculo postural evitando que el cuerpo se caiga hacia delante por acción de la
gravedad. Inervación: nervio tibial, ramo del plexo sacro.
Profundos:
REGIÓN DORSAL:
M. extensor corto de los dedos
M. extensor corto del dedo grueso
Características:
REGIÓN PLANTAR:
Músculos del grupo medial:
ANATOMÍA DE SUPERFICIE
Los músculos superficiales de los miembros se pueden observar y palpar en la
anatomía de superficie, ejemplo de ellos son:
En el miembro superior el relieve que forman los músculos bìceps y trìceps braquial, el
deltoides, redondo mayor y los extensores ulnar del carpo y común de los dedos; y
en el miembro inferior el músculo glúteo màximo, cuadríceps femoral, sartorio, el
tendón del semitendinoso, así como los gastrocnemio y el tendón del calcáneo