Sunteți pe pagina 1din 4

¡ATENCIÓN!!!

Contaminación Electromagnética y los


Celulares

la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) detectó un incremento del 40% en el riesgo de gliomas, un tipo
de cáncer cerebral, entre los usuarios más frecuentes de móvil; alteración del ciclo de producción de la hormona melatonina,
que regula el sistema inmunitario y hormonal.

Un estudio llevado a cabo por investigadores de más de 12 países europeos y financiado por la UE determinó que daña el
ADN que transporta la información genética de las células. Las radiaciones triplican en algunos casos las posibilidades de
contraer cáncer; alteran la comunicación celular, la división celular y el funcionamiento de los órganos.

ESTOCOLMO (SUECIA).- El uso del teléfono móvil por más de una década puede duplicar el riesgo de desarrollar algunos
tumores cerebrales, según una revisión de estudios publicados elaborada por el Hospital Universitario de Orebro, en Suecia.

Los resultados “aportan un patrón consistente de mayor riesgo de desarrollar neuromas y gliomas acústicos", escribe el equipo
dirigido por el doctor Lennart Hardell.
Al parecer, el mayor riesgo se observa del lado de la cabeza en el que los participantes de los estudios usaban el teléfono.
Los neuromas acústicos son crecimientos benignos en la unión nerviosa del oído y el cerebro. Los gliomas, en cambio, son
tumores malignos difíciles de tratar que afectan el cerebro y el sistema nervioso.

El equipo en la revista Occupational Environmental Medicine (en inglés), explicó que el estudio se ha hecho pasando un tiempo
suficiente desde la aparición de los móviles como para analizar el riesgo a 10 años o más.

Tras analizar los resultados colectivamente, los autores hallaron que las personas que habían usado el teléfono por lo menos 10
años tenían 2,4 veces más riesgo de desarrollar neuromas acústicos (es un tumor de crecimiento lento del nervio que conecta
el oído al cerebro. Este nervio es llamado nervio vestibulococlear. Se encuentra detrás del oído, exactamente bajo el
cerebro. Un neuroma acústico es benigno. Esto significa que no se disemina a otras partes del cuerpo. Sin embargo,
puede dañar algunos nervios importantes a medida que crece) y eran dos veces más propensas a padecer gliomas (El
glioma es un tipo de tumor que se produce en el cerebro y la médula espinal. Los gliomas comienzan en las células de
sostén viscosas (células gliales) que rodean las neuronas y las ayudan a funcionar), según consignó Reuters.

EFECTOS DE LOS TELÉFONOS MOVILES A LA SALUD


El teléfono celular, uno de los indiscutibles logros tecnológicos de nuestros tiempos, se ha vuelto indispensable en la época
moderna. Su uso está tan generalizado, que a muchos resultaría imposible sobrevivir sin él.
Pero detrás de esta cotidianidad se esconde un peligro latente para la salud, que aunque suele pasar desapercibido, es real.
Médicos de la organización rusa «Liga de salud de la nación» advierten del peligro que representan estos dispositivos para el
sistema nervioso del ser humano.
«Se afecta fundamentalmente el sistema nervioso, pero también el sistema endocrino y el sistema reproductivo», — aclara Nikolai
Kónonov, vicepresidente de la organización «Liga de salud de la nación».

Seguramente te preguntarás, ¿qué tan grave sería llevar el celular sobre el cuerpo? Pues bien, el peligro radica en la acción de
los campos electromagnéticos sobre el sistema biológico. Puede provocar efectos de retardo y degeneración en el sistema
nervioso central, además de predisponer otras enfermedades como la leucemia, el cáncer cerebral, y trastornos hormonales
entre otros.
Los teléfonos celulares han estado en uso generalizado cerca de una década. Pero hay que tener presente que los efectos, a
los que se hace referencia (los tumores), son efectos a largo plazo. Les puede tomar de hasta dos veces de este tiempo para
desarrollarse. La gravedad de este problema consiste en que pocas personas lo conocen, y que aún existe poca conciencia
sobre el daño que pueda causar a la salud del ser humano.
La radiación electromagnética, emitida por celulares, entra en contacto directo con la cabeza. La profundidad a la que penetran
las ondas en el cuerpo, depende de la frecuencia. Para las emisiones de baja frecuencia (del orden de kilohercios), el cuerpo
humano actua cual si fuera transparente, por lo que los efectos de la radiación son insignificantes.
Pero ante las frecuencias más altas, como es el caso de los teléfonos móviles, la radiación comienza a ser
absorbida por los tejidos, en unos pocos centímetros de profundidad a partir de la piel. Los estudios realizados
por Dr. Om Gandhi, confirman que el nivel de la penetración de la radiación en el craneo infantil es
incomparablemente mayor que en el caso de un adulto.
Precisamente por eso, las ondas electromagnéticas resultan aún más dañinas en niños y mujeres con un
embarazo avanzado, por lo que se les recomienda acortar las conversaciones de sus teléfonos celulares tanto como sea posible.

Es necesario recordar que la formación y el desarrollo del cerebro infantil continúa hasta los 15 años, y
teniendo en cuenta que ya se han comprobado alteraciones en los ADN, expuestos a ondas
electromagnéticas de bajo nivel, es sumamente importante limitar el uso de celulares a los niños y jóvenes
menores de 15 años.

«Esto no significa que debe ser prohibido el uso de teléfonos celulares, solo hacemos un llamado de alerta, para que
las personas tomen conciencia. Pues es alarmante saber que cerca del 70% de la población suele recibir a diario la
radiación electromagnética no ionizante de sus teléfonos celulares.
Aunque no existen todavía resultados concluyentes, las investigaciones ya han demostrado que el cuerpo humano
responde a esta radiación, y es indiscutible que el uso de teléfonos móviles requiere precaución», — dice Kónonov.
Los expertos de la «Liga de salud de la nación» recomiendan que es mejor tener 5 conversaciones de 1 minuto de duración cada
una, que una conversación de 5 minutos seguidos. Recomiendan, además, respetar un intervalo de al menos 15 minutos entre
las llamadas.
Recomendaciones para usuarios de teléfono móvil
 Usa tu teléfono móvil solo si no tienes otras alternativas. Si lo haces, que sea para conversaciones cortas.
 El nivel de radiación electromagnética disminuye con la distancia, por lo que, al hablar, aleja el teléfono de la cabeza todo
lo que puedas. Uso de «manos libres» resulta muy recomendable. Úsalo siempre que te sea posible, pero sin utilizar
audífono. El audífono puede actuar de antena y concentrar aún más las ondas.
 El teléfono en modo de espera («stand by») también emite radiaciones, que pueden afectar a los órganos vitales más
próximos: riñones, matriz, ovarios, hígado, testículos… Si puedes, desconéctalo, de lo contrario, aléjalo de tu cuerpo lo más
que puedas. Utiliza para ello una cartera o mochila, pero no tu bolsillo.
 Revisa la carga de la batería de tu celular, antes de realizar una llamada o atender una llamada entrante. Las mayores
emisiones de la radiación electromagnética se observan precisamente, cuando la carga de la batería se acerca a su mínimo.
Y sin mencionar, que no debes utilizarlo mientras se está cargando.

No se trata de deshacernos de esta herramienta de comunicación tan útil, sino que es un llamado a evitar su uso excesivo e
irresponsable. Busca alternativas a su uso, siempre que sea posible, y dale uso razonable, de modo que no se afecte tu salud,
ni la de tus seres queridos.
El uso excesivo del celular podría cambiar su cerebro
Puede causar padecimientos físicos deformativos y trastornos psicológicos como fobias y adicciones.

El celular se ha convertido en un elemento tan cotidiano como la ropa que vestimos. Sin embargo, con su uso generalizado
vienen dudas sobre el impacto que esta tecnología puede tener en la salud humana.
Hay estudios que sugieren que el uso excesivo del celular puede llegar a modificar el cerebro humano y, en algunos
casos, llegar a dañarlo con un efecto similar al de algunas drogas. Aun más, los dispositivos móviles –incluidas las tabletas–
pueden generar padecimientos físicos entre los que se encuentran el síndrome del túnel carpiano y el ojo seco, así como
trastornos psicológicos como el cibermareo, el síndrome de la vibración fantasma, fobias y adicciones.
Un estudio de la Universidad de McMaster en Hamilton (Canadá) concluyó que, en casos extremos, la pérdida del celular puede
ocasionar una fuerte sensación de angustia, miedo y estrés relacionado, principalmente, con no poder acceder a los datos
personales en el aparato.
Al respecto, la psicóloga Ana María Cardona Jaramillo, directora de programas de la especialización en Psicología Educativa de
la Universidad de la Sabana, dijo: “Claramente existe la posibilidad de generar una adicción al uso de esta tecnología,
especialmente frente al hecho de estar siempre conectados”.

Uno de los efectos psicológicos más comunes es el trastorno de adicción a internet, más conocido como IAD. Este
genera anormalidades en la integridad de la materia blanca en las regiones cerebrales que involucran la creatividad y el
procesamiento de emociones, atención, toma de decisiones y control cognitivo.
En función de constatar los efectos del trastorno de adicción a internet, un informe de la operadora británica Sky Broadband
reveló que un 51 por ciento de 2.000 usuarios encuestados afirmó sufrir ansiedad, enfado y/o tristeza al no poder revisar sus
correos o entrar a sus redes sociales debido a problemas técnicos.

Según el mismo estudio, la mayoría de las personas se conecta más de 6 horas al día. El 32 por ciento de los encuestados
siente la necesidad de comprobar sus correos más de 6 veces al día (sin contar las horas de trabajo), un 5 por ciento lo hacía
unas 20 veces y más del 14 por ciento de los encuestados declaró la necesidad de acceder y consultar las novedades de los
diferentes servicios sociales por lo menos 6 veces al día. Quitarles el acceso al móvil, la tableta o a internet produjo síntomas
psicológicos negativos en tan solo 24 horas. Entre ellos, dice el estudio, se cuentan “la sensación de adicción, depresión y
ansiedad, sensación de que han perdido una parte importante de sí mismos, sentimientos de soledad, angustia y aislamiento y,
por último, imposibilidad de encontrar recursos alternativos para pasar el tiempo y entretenerse”.
Los jóvenes son los más expuestos a estos posibles efectos adversos. Como su cerebro puede adaptarse al cambio constante,
expuestos como están desde temprana edad a la tecnología moderna, no logran discernir las consecuencias de sus actividades
diarias y permanentes con el terminal.
Según Cardona, entre las soluciones prácticas a este problema, sobre todo cuando se trata de niños y adolescentes, se encuentra
declarar como ‘libres de celulares’ momentos y espacios definidos. “Hay que establecer límites claros, como que en espacios de
familia –como cenas o similares– no se usa el celular. Especialmente de noche es importante restringir el uso de estos aparatos,
pues pueden interrumpir el sueño”.

S-ar putea să vă placă și