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L
por un fin común. Pero en el hombre hay una diferencia
en su actividad política, es decir, la ley que proviene de
as pasiones humanas
la razón y que no se puede expresar sin palabras. Por
ello Aristóteles, a diferencia de Platón, otorga una
son uno de los facto-
función constructiva a los sofistas, como técnicos de la
retórica que es necesaria para establecer la ley en la
res de la corrupción
ciudad. La política es la ciencia superior que articula la
ética y la retórica para que los hombres en la ciudad
política, según un tó-
puedan llegar al fin último, la felicidad. No hay, para pico platónico que
Aristóteles, un fin exterior metapolítico, que pueda
satisfacer separadamente los componentes superiores retoma Aristóteles.
de la psyché humana.
En su análisis de la
Palabras clave: Aristóteles - Platón - política - retórica
evolución política de
Passions and words. On Aristotle’s political theory Atenas en el siglo anterior señala un
Abstract: As on a person’s psychology, there are in the caso paradigmático: los males co-
pólis two opposing principles, passions and law. In gre-
garious animals, there is also a political factor that leads menzaron a causa de la afección ho-
many individuals to work for a common purpose. But in
man there is a difference in his political activity, i.e., the mosexual de Tésalo, hijo de Pisístra-
law that comes from reason and cannot be expressed
without words. For this reason, Aristotle, unlike Plato, to, por el joven Armodio (Constitu-
gives a constructive function to Sophists, as experts on
rhetoric, which is necessary to establish law in the city. ción de los Atenienses 18. 2). Ya Ho-
Politics is a superior science that articulates ethics and
rhetoric in order that men in the city can reach the ulti-
mero había puesto el rapto de una
mate goal, happiness. For Aristotle, there is not an ex-
ternal metapolitical objective, which could separately
mujer como inicio y causa de la gue-
satisfy the upper components of the human psyche.
rra de Troya (Ilíada 2. 161 et passim).
Key words: Aristotle - Plato - politics - rhetoric La atracción sexual, la pasión más
fuerte entre hombres y animales (In-
vestigación sobre los animales 571b),
constituye sin embargo un factor na-
tural, necesario y previo respecto de
la formación de la ciudad. Otras pa-
siones, como la concupiscencia de
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bienes y la agresividad, pertenecen en de las partes del alma: la parte racio-
cambio a la política de modo estruc- nal debe gobernar, las partes impulsi-
tural. El problema subyacente en toda va y apetitiva deben obedecer. Lo
discusión sobre los regímenes políti- contrario significaría la ruina de la
cos radica en la formación de clases ciudad. Esta correlación de partes del
de la pólis con intereses diferentes, en alma y funciones políticas las com-
cuanto poseen grados diferentes de parte Aristóteles con su maestro Pla-
riquezas y otros bienes. La concupis- tón. Pero de este principio común sa-
cencia por aumentar indefinidamente can uno y otro conclusiones opuestas.
los bienes, en los ricos, y por conse- Platón, en Leyes (835c 1-8), saca una
guirlos alguna vez, en los pobres1, es conclusión favorable a la monarquía,
la topografía donde se debe desplegar tomando como supuesto que la ra-
cualquier investigación y cualquier cionalidad del monarca virtuoso ten-
teoría política. En el polo opuesto de drá el poder necesario para poner en
las pasiones se coloca, según Aristóte- orden las pasiones de la plebe. En
les, la ley, que es la que constituye la cambio Aristóteles razona en sentido
ciudad. La ley es definida en varios contrario: los muchos, en la demo-
pasajes como un ordenamiento ra- cracia sometida a la ley, sabrán evitar
cional carente de pasión, o “intelecto que las pasiones de un monarca do-
sin deseo” (ἄνευ ὀρέξεως νοῦς) (Po- minante conduzcan el gobierno hacia
lítica 1287a 32). La ley, que es univer- su corrupción (Política 1286 a 24-35).
sal, cumple en la ciudad la función de La ciudad no puede confiar excesiva-
la racionalidad, del noûs; en cambio mente en la virtud de uno solo, por-
las pasiones, que son de lo singular, que nadie tiene garantizado el auto-
cumplen en la ciudad la función de la control de las pasiones. En este senti-
sensibilidad. Tenemos un reflejo en la do escribe Aristóteles: “Es convenien-
ciudad de la estructura antropológica te depender de otros y verse impedi-
do de hacer lo que a uno le parece, ya
que el poder (ἡ ἐξουσία) de hacer lo
1 Véase el análisis de los regímenes según las que se quiere no puede reprimir lo
posesiones de bienes en el libro V de Polí-
tica. Cfr. KRAUT y SKULTETY (2005) para
malo que hay en cada hombre” (Polí-
los temas más discutidos como la esclavi- tica 1318b 38-1319a 1)2. El régimen
tud, la libertad, la ley y la democracia en la
Política de Aristóteles. Para un acerca-
miento exhaustivo a la obra completa, cfr. 2 Todas las traducciones de fragmentos son
DÜRING (2005). El libro de OÑATE Y ZU- propias, sobre la base de las versiones de
BÍA (2001) es también un tratado comple- los traductores más difundidos de la obra
xivo de consulta insoslayable para el lector de Aristóteles, cuyos nombres figuran en
contemporáneo de la obra aristotélica. la bibliografía.
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con eficacia la justicia y los deseos, la confunde esta tardía clasificación
razón y las pasiones. aristotélica? ¿Cómo podremos salvar
a los politólogos de la ingrata tarea de
Las palabras ponerse a estudiar hormigas? Una
respuesta inicial la encontramos en el
L
as colonias que forman otras es- libro Política, donde dice: “La razón
pecies de animales –una colme- por la cual el hombre es un animal
na digamos– están constituidas político (πολιτικὸν ὁ ἄνθρωπος
en base a los impulsos y apetitos de ζῷον) más que cualquier abeja y que
los miembros, pero el Aristóteles vie- cualquier animal gregario, es eviden-
jo nos sorprende, en sus investiga- te: la naturaleza no hace nada en vano
ciones biológicas, diciendo que algu- (οὐθὲν γάρ μάτην ἡ φύσις ποιεῖ) y el
nos animales son “más políticos” hombre es el único animal dotado de
(πολιτικώτερον) que otros (Investi- palabra” (Política 1253a 7-10). Sin
gación sobre los animales 589a 2). En duda el uso de πολιτικός aplicado a
otro lugar, después de haber distin- los animales no cubre la acepción
guido los animales gregarios de los plena del término cuya raíz y defini-
solitarios, agrega todavía dos distin- ción se refiere a pólis, pero en el con-
ciones más, en estos términos: texto aristotélico debemos reconocer
Políticos, son los animales que actúan que no se trata aquí de una metáfora
en vistas a un fin común, lo que no es sino de una analogía.
el caso siempre con los animales gre- Podemos expandir el tratamiento
garios (τὰ ἀγελαῖα). Tales (=políti- aristotélico en estos términos: los
cos) son el hombre, la abeja, la avispa, animales que merecen la denomina-
la hormiga, la grulla. Y entre estos, al- ción de políticos son aquellos capaces
gunos tienen jefe, otros no lo tienen.
de organizar una obra en común te-
Entre los que tienen jefe están las gru-
niendo un mismo fin para dicha ac-
llas y la especie de las abejas. Entre los
que no tienen, las hormigas y muchos
ción, en otras palabras, que son capa-
otros (Investigación sobre los animales ces de ejecutar una misma obra con
488a 7-14). división de funciones de trabajo. Al-
gunos de estos animales lo hacen
No basta ser gregario ni es necesa-
guiados por apetito instintivo, otros,
rio tener jefe para pertenecer a la ca-
la hacen por medio de palabras. A es-
tegoría de animales políticos. Según
tos últimos, les llamamos hombres.
estas definiciones, lo que hace falta
En los hombres no se ha perdido el
para serlo es llevar adelante una “ac-
ordenamiento orgánico que abraza a
ción que sea común” (κοινὸν ἔργον)
los animales, que se comportan según
y dirigida a un mismo fin. ¿No nos
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ducir las leyes (δημηγορική)5. Los so- dirime como factible o no, obligato-
fistas habían estudiado esta notable rio o no, en sentido universal para la
actividad de la ciudad griega, descu- pólis. La segunda, de los abogados en
briendo que las palabras son un ins- los tribunales, se refiere al pasado, no
trumento excepcional de ataque y de- interesa a los que juzgan sino a terce-
fensa, y habían desarrollado técnicas ros y su asunto toca lo justo y lo in-
que tenían como función, según la justo pero no tiene un sentido univer-
crítica de Aristóteles, mover las pa- sal. La tercera es la epidíctica
siones de los jueces6. La crítica es con- (ἐπιδεικτική –expositiva– y no
sistente en el sentido de que la pala- ἀποδεικτική –demostrativa–, que
bra de los pleiteros no se pone al ser- pertenece a la ἐπιστήμη)8; esta espe-
vicio de toda la ciudad, sino dentro cie expositiva tiende a convencer al
de la ciudad para bien de alguna de público de que algo es bueno o malo,
sus partes. su tiempo es el presente aunque acce-
Cuando Aristóteles enumera el soriamente usa el pasado y el futuro,
total de las partes de la retórica, resul- y, sin cubrirla toda, en ella cabe nues-
tan tres7: la deliberativa de la asam- tro concepto de publicidad. Su lugar
blea, la forense de los tribunales, y la es también la plaza, ἀγορά, no ya
epidíctica o expositiva de la plaza, como lugar de asamblea política sino
que hoy podríamos llamar ‘publicita- como lugar del mercado y de la ora-
ria’. La primera tiende a producir le- toria ciudadana.
yes y disposiciones de la asamblea, se Debe notarse que de estas especies
refiere al futuro, interesa a todos los de retórica dos coinciden completa-
que hablan o escuchan y su asunto se mente con dos de los tres poderes del
sistema político que estudia Aristó-
teles9: el legislativo y el judicial. El
5 Véase en Retórica 1354b 24, el término
compuesto con las raíces δῆμος y ἀγορά,
restante, el poder de gobierno o eje-
vocablo que usa Aristóteles solo en cutivo, que Aristóteles ubica en los
Retórica. ámbitos de la administración del te-
6 “No conviene inducir al juez a la ira o a la soro y en la conducción del ejército,
envidia o a la compasión, pues sería igual a
torcer la propia regla (κανών) de que uno
no pertenece a la retórica porque por
se ha de servir” (Retórica 1354a 24-26). su naturaleza no exige convencer a
7 “De modo que es preciso que existan tres
géneros de discursos retóricos: el delibera-
tivo (συμβουλευτικόν), el judicial 8 Cfr. BERTI (2008: 23-36).
(δικανικόν) y el epidíctico (ἐπιδεικτικόν) 9 Cfr. Aristóteles, Política 1297b -1298 a. La
(Retórica 1358b 7-8). Cfr. GARVER 1994; división de los tres poderes puede verse ya
esp. el cap. V, “Why Reasoning Persuades” antes en Platón, cfr. Hipias Mayor 304a y
(pp. 139-171). República 353d.
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za la materia de las pasiones. Y aquí tradas permanentemente por los de-
pasiones no puede tener un sentido seos, expresión de lo pulsional y lo
despectivo, pues la pasión fundamen- apetitivo. Esta es la razón por la que
tal, el deseo, tiene entre sus objetos la la retórica no puede ser considerada
vida feliz en la ciudad. Dice Aristóte- una técnica política por Platón, en su
les: “porque el hacer las cosas bien es polémica con retóricos, como Isócra-
un fin y esto es lo que deseamos. Por tes, o sofistas como Gorgias, porque
eso la elección es o intelecto deseoso tal retórica es un remedo enfermizo
(ὀρεκτικὸς νοῦς) o deseo inteligente del lógos como discurso débil que no
(ὄρεξις διανοητική) y tal principio es capta lo universal y permanente.
el hombre” (EN 1139b 4-5). El políti- Aristóteles le abre a la retórica la
co, entonces, no tiene que reprimir el puerta que Platón le había cerrado, es
deseo, sino llevarlo a término. La po- decir, abre la puerta para que la retó-
lítica podrá verse, entonces, también rica pueda ser considerada una ‘téc-
como una discriminación polémica nica’, para que sea admitida como
de deseos contrapuestos. Y en esta ta- una disciplina en la educación del
rea de discriminar, la retórica no es ciudadano, y en última instancia, pa-
meramente una parte subordinada de ra que se le reconozca su pertenencia
la ciencia. a las ciencias. La razón de esta admi-
Debemos profundizar un poco sión hace referencia a su funcio-
más sobre la distinción de la ciencia, nalidad específica en el orden polí-
que se ocupa de lo verdadero, respec- tico. Y como tal, la retórica está en la
to de la retórica, que se ocuparía se- lista de las ciencias subordinadas a la
gún Platón, de lo opinable. Verdad y política, junto con la economía y la
opinión pueden aquí jugar un papel estrategia10. Si nos preguntamos qué
de polaridades excluyentes, con la división de las especies de la ciencia
subordinación de la política y de la correspondería a la retórica, debemos
retórica a la ciencia. Esa subordina-
ción está expresada por lo general en 10 Si distribuimos las ciencias subordinadas
el pensamiento de Platón. El filósofo según los tres poderes políticos, la
asamblea y los tribunales tienen la
debe ser rey porque solo la ἐπιστήμη ‘retórica’ como técnica específica, y el
puede llevar las riendas de la opinión, poder ejecutivo tiene como saberes la
como el νοῦς conduce los corceles de ‘economía’ para la administración del
las pasiones. En este caso tendríamos tesoro y la ‘estrategia’ para la conducción
de la guerra. Sin embargo, las cuestiones
un concepto de ‘retórica’ colocado en fundamentales de la guerra, como la
un terreno en el que las palabras, ór- decisión de guerra y paz, pertenecen
gano de lo racional, pueden ser arras- preferentemente a la asamblea, cfr. Política
1298a 4-33.
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descubre el hombre por la dialéctica, ra y jefe. Se relaciona con las tec-
sino lo produce por discusión de al- nologías porque todas las técnicas re-
ternativas, consideración de ventajas ciben sentido en la ciudad y aportan
y desventajas, y finalmente, por vota- sus servicios a las actividades de la
ción entre opciones, procesos en los ciudad, constitución, gobierno, justi-
cuales es invalorable la presencia del cia, conservación, nutrición, educa-
retórico como técnico de lo lingüísti- ción, sanidad, defensa y ocio, y al
camente posible y de lo políticamente mismo tiempo, promueve el sostén y
factible. Aristóteles mantiene la ma- la interrelación de todos ellos. Y por
yor jerarquía del trabajo dialéctico último, se relaciona con las ciencias
frente al retórico, pero no los con- teóricas, porque con ellas comparte
funde. Se mantiene de alguna manera principios dialécticos y lógicos; con-
en el horizonte platónico, pero alcan- tribuye a la consecución de los fines
za importantes novedades: permite intermedios y de los últimos. El co-
que la retórica de los sofistas ingrese nocimiento de la biología, como parte
en el edificio de las ciencias, aunque de la física que a su vez es parte de las
con notables modificaciones de los ciencias teóricas, permite conocer es-
supuestos de la sofística. ¿Dónde está tructuras análogas que se encuentran
la modificación principal? En la afir- en el hombre.
mación de que en el razonamiento Conviene ahora reflexionar sobre
político retórico se encuentra algo la relación que guarda la política con
universal, de lo que pueden sacarse la ciencia que Aristóteles considera
conclusiones para la deliberación. superior entre las ciencias teóricas, es
decir con la filosofía primera o teolo-
La política gía. No es este el lugar para estudiar
la relación del último capítulo, el 10,
L
a política entonces, para Aristó- del libro Lambda de Metafísica, don-
teles, no puede consistir en una de se concluye el tratamiento del
rama independiente del co- primer motor o del Dios que es inte-
nocimiento, circunscripta a ciertos lecto y acto puro. Pero hay un detalle
asuntos propios de la pólis, sino que, en ese libro que podemos poner en
sin negar las distinciones y las jerar- correlación con lo que estamos di-
quías de los objetos propios, la polí- ciendo. Cuando Aristóteles presenta
tica encierra una circularidad que la teoría del ente inmóvil, inmóvil
abraza las ramas principales de las porque es tan perfecto que no tiene
demás ciencias. Abraza todas las espacio para moverse hacia ninguna
ciencias prácticas como su ordenado- dirección, se pregunta ¿cómo puede
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Sea pues la felicidad (εὐδαιμονία) un ción de pólis, como los niños mien-
buen vivir con virtud (εὐπραξία μετʹ tras lo son, los esclavos, las tribus
ἀρετῆς), o una suficiencia de vida dispersas, etc.
(αὐτάρκεια ζωῆς), o la vida más agra-
dable con seguridad, o un vigor
(εὐθενία) de cosas y cuerpos, con po-
El hombre
der de guardarlos y disponer de ellos.
Todos están de acuerdo en que una de
A
ristóteles termina de construir
estas cosas o la mayoría son la felicidad
(1360 b 14-18).
una correlación circular entre
los términos que componen su
Esta felicidad no se puede obtener definición del hombre: ζῷον,
fuera de la ciudad, entre otras cosas, λογικόν, πολιτικόν. Exigiéndonos al
porque las virtudes que conducen a extremo, no basta la definición ‘ani-
su fin al hombre feliz son virtudes de mal político’, porque tendríamos qui-
un conciudadano. Y si en la cúspide zás que incluir a las abejas, cosa que
de la acción humana Aristóteles colo- desaparece cuando agregamos
ca la vida teorética o filosófica, no es- λογικόν. Este razonamiento no pue-
tá indicando una fuga de la comuni- de ser anulado con la observación de
dad, sino en todo caso es el señala- que cuando Aristóteles atribuye el
miento de la máxima posibilidad a la predicativo πολιτικόν a los animales
que algunos miembros del cuerpo so- estaba escribiendo biología y usa len-
cial acceden. Pero no significa esto guaje metafórico. Pero esta objeción
que los demás miembros de la comu- desaparece si leemos lo que dice el
nidad no puedan lograr la felicidad, texto mismo, y si tenemos en cuenta
porque en los momentos de ocio feliz que en los tratados políticos, como el
en la ciudad todo hombre inteligente pasaje de Retórica citado anterior-
tiene la posibilidad de participar de la mente, recuerda y resuelve la cues-
contemplación de su naturaleza, de tión. El hombre es político en cuanto
su vida, de la vida de sus familiares, vive en una comunidad lingüístico-
amigos y conciudadanos, de la honra política.
de su ciudad en el tiempo. Queda Tampoco bastaría definir al hom-
como problema, percibido por el bre como ζῷον πολιτικόν, porque
mismo Aristóteles y no resuelto, có- aunque Aristóteles no se ocupe en
mo pueden cumplir su fin individuos decirlo explícitamente, podría haber
que tienen la estructura humana en el un animal inteligente con lenguaje
nivel biológico, pero que no pertene- por encima de la especie humana,
cen a la categoría de ciudadanos por- como hay en la mitología héroes, se-
que no están articulados en la defini- midioses y dioses que son autárqui-
S
egún lo que acabamos de ver, la
complejas que se abren con la época
teoría política de Aristóteles no
alejandrina, cambio de época en la
consiste tanto en estudiar un
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historia de la humanidad. Pertenece a los proyectos, del comercio, en fin,
una cultura que por primera vez pro- los de la casa donde el hombre nace.
nuncia y piensa las palabras claves En segundo lugar, construye las aso-
con que nosotros también hablamos ciaciones mayores, los ejércitos, los
de ‘cuestiones políticas’. sacerdotes de polifacéticas divinida-
Aquella experiencia histórica es- des. En tercer lugar, construye las
tuvo marcada por una contradictoria grandes narraciones que ubican a los
experiencia humana, que, después reinos e imperios en un punto se-
supimos, es una experiencia padecida miótico definido de la historia del
por casi todos los pueblos. Consiste mundo, entre el sol, la tierra y los
en la reflexión teórica y práctica del océanos. En cuarto lugar, la palabra
saber respecto de la comunidad polí- humana da un giro de autonomía y
tica como uno de los ámbitos más autoconciencia inusitado en la ciudad
propios y apreciados por nosotros los griega, donde ella misma se dona en
humanos; pero al mismo tiempo, libertad a cada uno de los que se con-
consiste en la reiteración de cambios sideran ciudadanos y del acuerdo dia-
convulsivos en la sociedad política lógico surgen leyes lingüísticas dadas
que corrompen las estabilidades lo- al hombre por los hombres de la ciu-
gradas o acordadas u obtenidas por dad. En quinto lugar, y en concomi-
las armas. Esta experiencia de que, tancia íntima con el momento ante-
por una parte, el hombre no puede rior, la palabra humana quiere con-
comprenderse a sí mismo sin una re- vertirse en productora de cuerpos de
ferencia definitoria a una comunidad literatura que expliquen y desentra-
a la que pertenece, y de que, por otra ñen la sustancia del mundo y toda
parte, esta referencia es violentamen- realidad posible, provocando además
te problemática porque muestra mu- discusiones interminables en infini-
chas posibilidades y pocas estabilida- dad de idiomas. Uno de los campos
des, es el contexto de la teoría política donde esta última pretensión de la
griega; no parece que las cosas se ha- palabra humana se introduce es el
yan modificado en otros momentos. llamado campo de las ‘cuestiones po-
En este contexto la palabra hu- líticas’12. También los griegos usaron
mana tiene múltiples funciones. En
primer lugar es la que construye ató- 12 Sobre las cuestiones políticas sería un títu-
mica, molecular e histológicamente lo más correcto al libro de Aristóteles Polí-
tica –Πολιτικῶν–, puesto que en griego se
los acontecimientos más elementales trata de un genitivo plural neutro y no es
de la ciudad, como el de la procrea- sustantivo sino adjetivo. Aunque consue-
ción, de la nutrición, de los pactos, de tudinario, es un error referirse a ese libro
como si se tratara de La Política.
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sobre las cosas factibles, afirma que desplazamiento de las ideas cuando
no es posible deliberar sobre cosas se desplazan los acontecimientos, en
imposibles. Pone varios ejemplos de un pasaje del final de Política que, sea
cosas imposibles, y una de ellas es la auténtico o interpolado, parece dejar
“inmortalidad”14, tema que había ser- atrás la concepción del poder cir-
vido a su maestro Platón, en el Fedón, cunscripto a la ciudad griega y parece
para resolver el enigma antropológi- abrirse hacia una mentalidad que pa-
co. ra nosotros puede parecer más cono-
Una de las ventajas de la teoría cida, el imperio como depositario del
política de Aristóteles es su ductilidad poder supremo, y el imperialismo
epistémica para incorporar casos y como concepto político. Después de
volver a analizar noticias de constitu- decir que los nórdicos que viven en el
ciones de pueblos y de organización frío son valientes pero no inteligentes
del poder en diversas latitudes. No es y que los asiáticos que viven en el sur
impropio manejar la analogía entre el y el desierto son inteligentes pero son
cuerpo del animal y el cuerpo social y cobardes, agrega:
el cuerpo literario de su legislación (la
En cuanto a la raza helénica, de igual
metáfora del cuerpo en estos tres sen- forma que ocupa un lugar medio, así
tidos se mantiene hasta hoy). Aristó- participa de las características de am-
teles en su época de madurez se dedi- bos grupos, pues es a la vez valiente
có con igual ahínco a coleccionar da- (ἔνθυμον) e inteligente (διανοητικόν).
tos y a analizar estructuras tanto del Por ello vive libre y es la mejor gober-
mundo de la vida animal como del nada y la más capacitada para gober-
mundo de la política, como del mun- nar a todos si alcanzara la unidad polí-
tica (Política 1327b 29-33).
do de la literatura. No son tres intere-
ses, es uno solo. Mucho podemos re- ¿Es Aristóteles o alguno de sus
flexionar para nuestro tiempo en esta editores o copista quien diera el paso
modalidad de relación de la época en de una política de ciudad hacia una
que nacieron las ciencias que cuida- política de la especie humana, gober-
mos en la actualidad. El mismo texto nada por los que más saben gober-
de Aristóteles nos da una muestra del nar?
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