Sunteți pe pagina 1din 160

PENSAR LAS REDES SOCIALES

— Colección Comunicación y Filosofía —

Pensar las Redes Sociales


Editores
Alfonso Chaves-Montero
Francisco Javier Ruiz del Olmo

Autores
(por orden de aparición)

Alfonso Chaves-Montero
Daniel Santos Tapia
Esteban Vallejo Cifuentes
Santiago Pazmiño Chávez
Janneth Arley Palacios Chavarro
Patricia Lora León
Salud Adelaida Flores Borjabad
Javier-Eladio Guzmán Villanueva
Paula Pires da Silva
Sandra Pérez Castañeda
João Carlos Correia
Maria Sagrario Bernad Conde
Antonia Isabel Nogales Bocio
PENSAR LAS REDES SOCIALES

Ediciones Egregius
www.egregius.es

Diseño de cubierta e interior: Francisco Anaya Benitez

© Los autores

1ª Edición. 2019

ISBN 978-84-17270-87-2
NOTA EDITORIAL: Las opiniones y contenidos de los resúmenes publicados en el libro, son de res-
ponsabilidad exclusiva de los autores; asimismo, éstos se responsabilizarán de obtener el permiso
correspondiente para incluir material publicado en otro lugar.
COLECCIÓN:
COMUNICACIÓN Y FILOSOFÍA
EDITORA CIENTÍFICA
Lucia Ballesteros-Aguayo
EDITOR TÉCNICO
Francisco Anaya Benítez

CONSEJO EDITORIAL
Ramón Reig (Universidad de Sevilla, España)
Juan Antonio García (Universidad de Málaga, España)
Rosalba Mancinas-Chávez (Universidad de Sevilla, España)
Manuel Bermúdez (Universidad de Córdoba, España)
Eduardo Fernández (Universidad Autónoma de Chihuahua, México)
Giovanna Gianturco (Universidad de La Sapienza, Roma)
Fernando Figueredo (Florida International University, USA)
Gloria Olivia Rodríguez Garay (U. Autónoma de Ciudad Juárez, México)
Patricia Álvarez Chávez (U. Autónoma de Ciudad Juárez, México)
Giuseppe Ricotta (Universidad La Sapienza, Italia)
Alberto Pena Rodríguez (Universidad de Vigo, España)
Vania Baldi (Universidad de Aveiro, Portugal)
Antonia Isabel Nogales Bocio (Universidad de Zaragoza, España)
Juan Francisco Gutiérrez Lozano (Universidad de Málaga, España)
Francisco Javier Ruiz del Olmo (Universidad de Málaga)
Pamela Giorgi (INDIRE)

EDITA:
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN................................................................................................ 10
D. Alfonso Chaves-Montero

CAPÍTULO I. Alfabetización mediática: incorporación de las TICS


en la metodología de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes de
diseño gráfico ...................................................................................................... 12
Daniel Santos Tapia, Esteban Vallejo Cifuentes y
Santiago Pazmiño Chávez

CAPÍTULO II. Procesos de transformación social en plataformas


digitales: alternativas y desafíos para su abordaje .................................... 26
Janneth Arley Palacios Chavarro y Patricia Lora León

CAPÍTULO III. Las caricaturas árabes a través de las redes


sociales: una herramienta de comunicación para unir a la sociedad .. 48
Salud Adelaida Flores Borjabad

CAPÍTULO IV. Pensar en las Redes Sociales .............................................. 74


Javier-Eladio Guzmán Villanueva

CAPÍTULO V. O que o humor comunica? Um estudo sobre afeto e


subjetividade no canal do Youtuber Whindersson Nunes ...................... 86
Paula Pires da Silva

CAPÍTULO VI. El imperio de la Dóxa .......................................................... 104


Sandra Pérez Castañeda

CAPÍTULO VII. Between reification and resistance. May


consumers act as critical citizens on digital networks? ........................ 122
João Carlos Correia

CAPÍTULO VIII. Redes Sociales y festivales: fomentar la


participación ..................................................................................................... 134
Maria Sagrario Bernad Conde y Antonia Isabel Nogales Bocio
—9—
INTRODUCCIÓN

L
as redes sociales son una de las manifestaciones en el mundo de
la comunicación de su concepto de modernidad líquida, pero hay
otras. Bauman ha ofrecido varias definiciones de esa idea madre.
En unas ocasiones habla de ella como la ausencia de forma en un mundo
desestructurado: se pierde la seguridad en el empleo, se desmorona el
Estado de Bienestar, la globalización difumina los poderes locales esta-
blecidos. En otras, se refiere a que las condiciones sobre las que los
miembros de la sociedad actúan cambian más rápido de lo que tardan
en consolidarse en hábitos y rutinas. En este caso, ese mundo líquido
se muestra como una corriente cuya velocidad y potencia desborda los
cauces tradicionales: el cambio fluye tan rápido que deja avejentados
los propios avances antes de haberlos aprovechado.
Este libro acoge trabajos entorno a esta temática actual y globalizadora
en el que vivimos en una vida caracterizada por no mantener un rumbo
determinado, pues al ser líquida no mantiene mucho tiempo la misma
forma. Y ello hace que nuestras vidas se definan por la incertidumbre.
Así, nuestra principal preocupación es no perder el momento de la ac-
tualización permanente ante los rápidos cambios que se producen en
nuestro alrededor y no quedar apartados por obsoletos.

D. Alfonso Chaves-Montero
Universidad de Huelva, España

— 10 —
— 11 —
CAPÍTULO I

ALFABETIZACIÓN MEDIÁTICA:
INCORPORACIÓN DE LAS TICS EN LA
METODOLOGÍA DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
DE LOS ESTUDIANTES DE DISEÑO GRÁFICO

Daniel Santos Tapia


Estudiante Diseño Gráfico Publicitario-Universidad Tecnológica Equinoccial
Msc. Esteban Vallejo Cifuentes
Docente-Universidad Tecnológica Equinoccial
Msc. Santiago Pazmiño Chávez
Docente-Universidad Tecnológica Equinoccial

Resumen
El consumo de la información en internet por parte de jóvenes universitarios
para reforzar y fortalecer ciertos campos o habilidades competentes al área del
diseño gráfico es un hecho indiscutible; por lo que es necesario ahora más que
nunca tener la capacidad de analizar y tomar decisiones de una forma crítica
de los instrumentos y metodologías de aprendizaje en el área del diseño; pues
llama la atención tanto a docentes como estudiantes la baja capacidad crítica
ante los mensajes que se emiten a través de la internet sin cuestionar los con-
tenidos, los objetivos, ni las metodologías de aprendizaje que se generan y son
ampliamente consumidos por los interesados.
La alfabetización a través de distintos medios es una realidad ineludible y debe
ser dirigida y orientada en función de los objetivos de formación de los involu-
crados, es decir que la alfabetización mediática (trans-mediática) debe revolu-
cionar toda la metodología de enseñanza en el área del diseño, reorientando las
funciones principalmente de los docentes.

Palabras claves
Alfabetización mediática, información, educación, internet, educación
superior.

— 12 —
Abstract
The consumption of information on the Internet by university students
to reinforce and strengthen certain fields or skills and competent in the
area of graphic design is an indisputable fact; so it is now more neces-
sary than ever to have the capacity to analyze and make decisions in a
critical way of learning instruments and methodologies in the area of
design; It draws attention to both teachers and students the low critical
capacity before the messages that are issued through the Internet with-
out questioning the contents, objectives, or learning methodologies
that are generated and widely consumed by those interested.
Literacy through different media is an unavoidable reality and must be
directed and oriented according to the training objectives of those in-
volved, that is to say that media literacy (trans-media) must revolution-
ize the entire teaching methodology in the area of design, reorienting
the functions mainly of the teachers.

Keywords
Media literacy, information, education, internet, higher education.

— 13 —
INTRODUCCIÓN
La alfabetización mediática desde principios del siglo XXI ha provocado
un gran impacto en varios campos de la sociedad, uno de ellos es la
educación superior, encargada de analizar las necesidades en cuanto
profesionales que esta requiere para el desarrollo de sus diferentes in-
dustrias. Los estudiantes y docentes, son quienes directamente inter-
actúan con estos medios generando cambios e innovaciones en el pro-
ceso de aprendizaje, el cual está anclado indiscutiblemente al mundo
virtual de la internet. Sin embargo la información que se obtiene en la
nube de acceso gratuito no se encuentra totalmente revisada mucho
menos verificada o validada por expertos en los diferentes temas, y es
precisamente en este momento donde los estudiantes y docentes uni-
versitarios deben formar su criterio para determinar si el contenido es
justo o adecuado para su formación profesional y posterior divulgación,
a esto hace referencia el autor Jesús Valverde sobre la re-definición de
los roles docentes en la educación superior y enmarca 4 estrategias
puntuales para conseguir el objetivo, una de ellas, la Reflexiva, al res-
pecto menciona Valverde (2014) que “el profesor debe apoyar el proceso
a través del cual el estudiante enlaza el feedback recibido con los obje-
tivos de cada tarea y con las metas finales del proceso de aprendizaje”
(p. 97) es decir el docente debe hacer un seguimiento permanente del
proceso de aprendizaje y en la medida que se pueda de forma persona-
lizada. Por lo tanto es imprescindible adquirir competencias críticas del
discurso y la información indagada en la internet, en este sentido, Agua-
ded (2015) afirma que hoy en día la alfabetización mediática está co-
brando la misma importancia que la alfabetización en las primeras eta-
pas de la vida escolar. No solo debemos tratar que un alumno aprenda
a leer y escribir sino también que adquiera competencias mediáticas, ya
que va a vivir en un mundo digital rodeado de pantallas y deberá saber
discernir los contenidos.
Los medios de comunicación digital tales como youtube, facebook, ins-
tagram, pinterest, por nombrar algunos de los más utilizados por los
estudiantes de diseño para complementar su aprendizaje, les propor-
cionan una gran cantidad de información y surge la necesidad de saber
cómo filtrarla; generalmente dicho filtro es irreflexivo y carente de ar-
gumentos ya que se toma la información de la internet únicamente bajo
criterios de afinidad e inmediatez, es decir el estudiante selecciona los
primeros recursos que se despliegan cuando realizan una búsqueda de
información, lo cual limita el nivel de análisis y la validez de dicha infor-
mación; este proceso escueto de indagación no es acorde a la forma-
ción de un profesional en el área de diseño que deberá invertir más y

— 14 —
mejores recursos para la resolución efectiva de cualquier caso solici-
tado.
No se está negando el uso de estas herramientas multimedia en el pro-
ceso de aprendizaje, por el contrario, hemos observado tanto en do-
centes como estudiantes el gran interés por su utilización, sin embargo
estas herramientas deben entrar en diálogo con la metodología de la
clase misma; en definitiva no se puede desvincular la metodología con
los medios digitales en el proceso de aprendizaje.
Es así como docentes y estudiantes deben adaptarse a los distintos me-
dios, cambiando la forma de receptar la información y conocimientos,
evidenciando la brecha entre sus dos actores, esto se debe a que en
muchas de las universidades se sigue preparando estudiantes para en-
frentar una realidad que ya no existe, fugaz o en permanente cambio,
donde ahora tener acceso a distintas redes es algo común pero mal
visto desde una metodología de aprendizaje, aquí es donde docentes y
estudiantes deben buscar estrategias para desarrollar el sentido crítico
en función al aprendizaje, aplicando estas redes para reforzar la cons-
trucción del conocimiento, considerándolas como instrumento que
forme parte de la metodología aplicada en clase; sin embargo estas in-
corporaciones deberán considerar adaptaciones acordes a las nuevas
dinámicas para no caer en lo que Valverde (2014) menciona como debi-
lidades de los cursos on-line masivos ya que “la masificación conduce a
un diseño comunicativo unidireccional, centrado en el docente y ba-
sado en el contenido, con graves problemas para atender las diferencias
individuales y tendencia a la estandarización del conocimiento.” (p.100)
Los avances tecnológicos generan una gran cantidad de contenido que
se desplaza por diferentes plataformas virtuales, siendo la información
receptada por estudiantes y docentes de una forma rápida y directa. Sin
embargo, no se realiza esfuerzos por ligar estos contenidos a la forma-
ción académica, que pueden ser de mucha ayuda, tanto para los estu-
diantes como para los docentes a la hora de generar y aportar con in-
formación, ideas y estrategias que permitan mejorar su proceso de
aprendizaje y favorezcan la construcción de su conocimiento.
Lo que el presente estudio propone relevar, es la actitud del estudiante
frente a la información que recibe de las fuentes (académicas y no aca-
démicas) y el carácter acrítico con el cual receptan dicha información.

Cambios de hábito en estudiantes de diseño y La internet como he-


rramienta de formación académica
Los hábitos de uso de la internet como complemento en la formación
profesional en los estudiantes de educación superior, y particularmente

— 15 —
en estudiantes de carreras como diseño gráfico ha cambiado conside-
rablemente. Siguiendo a López D (2013), Ecuador es un país caracteri-
zado por un consumo creciente y explosivo de usuarios de Internet
(84,5% para el año 2011, 84,4% en 2012), a pesar de su nivel medio de
accesibilidad a Internet (54% para 2012). Esto significa que por cada
punto de acceso a Internet existen 1.5 usuarios (p.43), donde Crespo
(2013), manifiesta que en el caso particular de los jóvenes, el 52 % de las
personas entre 16 y 24 años lo utilizan al menos una vez al día (p.108),
en base a lo mencionado se puede sostener que los estudiantes de edu-
cación superior al permanecer gran parte de su tiempo conectados en
la red, cuentan con el aliado perfecto para complementar su formación
a partir de la información que se encuentra en la internet. Por lo cual
algunas plataformas digitales, junto a los cursos online masivos y abier-
tos se han constituido en las herramientas habituales e incluso forman
parte de la investigación en el proceso de creación del diseño; sin em-
bargo la gran cantidad de información, como lo establece Malhotra
(1984), ha deteriorado las capacidades cognitivas relacionadas con la
toma de decisiones ( pág. 438), refiriéndose a los usuarios nativos digi-
tales de la internet, es decir que contrariamente a lo supuesto la sobre-
saturación de información a la que los estudiantes de diseño pueden
acceder en la internet y programas de formación continua, no contri-
buye a la formación reflexiva y metodológica del mismo, ya que sus ca-
pacidades analíticas se encuentran disminuidas.
El concepto de nativos digitales y caracterización del perfil de estudian-
tes según García
Siguiendo la definición y caracterización de nativos digitales estable-
cido por García F.(2008) entendemos por:

Nativos digitales a los estudiantes de hoy en día y del mañana, no son


los sujetos para los que los sistemas educativos y sus procesos de
aprendizaje fueron diseñados. Sus profesores son, en el mejor de los
casos, inmigrantes digitales que han hecho el esfuerzo de acercarse
a las nuevas tecnologías e intentan enseñar en un lenguaje muchas
veces incomprensible para estos nativos digitales, pudiendo produ-
cirse cierto rechazo, o pérdida de atención o de interés. (p.4)

El concepto de los visitantes y residentes según White


White (2010) plantea dos grupos diferentes a los que llama:

— 16 —
«Residentes» y «visitantes» en función de si lo que prima en sus vidas
es su identidad digital en un entorno digital, como hábitat natural, o
si sólo se acercan a las TICs y al mundo tecnológico de manera oca-
sional. De esta manera, el visitante sería aquel que entra en la red,
hace lo que necesita hacer, y simplemente se marcha, sin tener una
cierta personalidad o identidad en la red (p.52).

Por lo cual siguiendo a White existen dos tipos de personas que se de-
finen según sus hábitos y comportamientos relacionados con el inter-
net, aquellos que realizan trabajos puntuales y específicos de uso de la
internet que los define como visitantes digitales y aquellos que realizan
casi todas sus actividades cotidianas mediante el uso de la internet a los
que denomina residentes digitales.
Vamos a demostrar que esta es una actitud y un comportamiento, de-
bido a que los estudiantes de diseño, para sus actividades cotidianas
son residentes pero para las actividades académicas y de formación son
visitantes.

Competencias digitales en el grupo de interés


Este conjunto de criterios analizados, tanto visitantes como residentes
digitales, contribuyen a la conformación de hábitos, actitudes y com-
portamientos de las competencias digitales que los estudiantes de edu-
cación superior adquieren y que replican en todas las actividades coti-
dianas, incluyendo como no podría ser de otra manera la formación
académica.

HIPÓTESIS
Los estudiantes de la carrera de diseño, debido a su naturaleza de na-
tivos digitales presentan competencias digitales, las mismas que son
transversales en su cotidianidad y están presentes en todos sus actos
de comunicación y diálogo (entendiendo a la comunicación como un
proceso crítico y reflexivo), sin embargo en el proceso de aprendizaje
no son tomadas en cuenta para identificar información que tributen de
manera óptima a la construcción de conocimiento y a su formación
profesional.
Nuestra hipótesis se basa en que los estudiantes de diseño gráfico se
desenvuelven como residentes digitales para sus actividades sociales,
familiares, y de ocio, sin embargo en actividades de su formación pro-
fesional se comportan como visitantes digitales.

— 17 —
OBJETIVOS
Nuestra investigación se llevó a cabo en la facultad de Comunicación,
Artes y Humanidades de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE),
recogiendo información de los estudiantes durante el periodo 2018, con
lo cual se tiene como finalidad alcanzar los siguientes objetivos:
­ Conocer el nivel de pensamiento crítico y reflexivo por parte de
los estudiantes frente a los contenidos que rodean la internet
en función de su aprendizaje.
­ Identificar la necesidad de tomar decisiones de una forma crí-
tica, de los instrumentos y metodologías de aprendizaje en las
aulas de clases.
­ Identificar las competencias digitales con las que los estudian-
tes de diseño acceden a la carrera, resultado de una educación
heterogénea del sistema de educación de primaria, secundaria
del Ecuador.

METODOLOGÍA
La aproximación general de este estudio, emplea métodos de investi-
gación cualitativas y cuantitativas para las diferentes muestras; las cua-
les permitirán interpretar de mejor forma cuáles son las carácteristicas
que le definen al estudiante universitario (carrera de diseño gráfico)
frente al uso de las TICs al momento de la toma de decisiones para su
formación académica.
La población para este caso específico está constituida por estudiantes
que cursan entre segundo y noveno semestre de la carrera de Diseño
Gráfico de la UTE matriculados en el periodo abril 2018 - agosto 2018.

Técnicas de recolección de información


A través del empleo de varias técnicas de recolección de información
como el análisis de contenido, la encuesta y el focus group, describire-
mos con mayor exactitud el estado de los estudiantes universitarios y
las relaciones entre variables, en cuanto a su capacidad crítica para de-
terminar si un contenido de la internet es adecuado para su formación
académica. Así, el focus group se realiza partiendo de:
1. Videos de youtube: Un vídeo sin metodología académica esta-
blecida, versus un vídeo con un contenido metodológico bien
definido para la formación del estudiante.

— 18 —
Técnicas de análisis de la información
Se utilizó como técnica principal, el análisis de contenido, el cual per-
mitió interpretar de forma detallada la metodología de los videos en
youtube y la reacción de los estudiantes universitarios frente a los di-
ferentes contenidos para su formación académica.

RESULTADOS
En primera lugar se describen el acceso a la internet en las actividades
cotidianas por parte de los estudiantes universitarios, los siguientes
subapartados se dedicaran al estudio del comportamiento de los estu-
diantes en función de la información que rescatan para su formación
como profesionales.

Acceso a la internet
El primer factor estudiado es el acceso que tienen los jóvenes universi-
tarios a la internet en sus actividades cotidianas, los hogares son el sitio
más frecuentes donde los estudiantes acceden a la internet, conectán-
dose el 51.7% para realizar sus actividades, en segunda instancia se
puede apreciar como el 21.8% de los estudiantes acceden a la internet
desde un plan de datos, un 18,4% lo realiza desde la Universidad mien-
tras que un 8% accede a la internet por otros medios.

Figura 1. Acceso a la Internet

Un primer dato interesante obtenido en el focus group es que se evi-


dencia las preferencias de los estudiantes al acceder a la internet por
medio de buscadores como Wikipedia y videos tutoriales en Youtube;
donde el 35,6% utiliza con mayor frecuencia la internet en su formación

— 19 —
académica. ero es alarmante saber que las páginas que más visitan los
estudiantes son fuentes no confiables donde cualquier persona tiene
acceso a modificar la información, y esta información es la que los es-
tudiantes la utilizan para fortalecer su aprendizaje lo cual es alarmante
ya que los jóvenes universitarios no saben diferenciar entre paginas
confiables de aquellas que no lo son.

Figura 2. Actividades del estudiante

Criterio y tiempo de búsqueda


Al indagar sobre la relación entre el criterio de los estudiantes y el
tiempo de búsqueda de información en la internet para sus trabajos
académicos, se ha logrado identificar la validez de la información con-
sultada, destaca la veracidad con un 39.1%, la relevancia de los conte-
nidos con un 32,2% y la importancia con un 28,7%. Así también se puede
observar que el tiempo que los estudiantes destinan a la búsqueda de
información para trabajos académicos es de: 2 a 3 horas el 35.5%, de 1 a
2 horas el 24,1%, de 3 a 4 horas el 23%, de a o más un 11.5% y el 5,7%
dedica hasta 1 hora en la búsqueda de la información.

Figura 3. Tiempo dedicado a la Internet

— 20 —
Llama la atención observar cómo de las 3 horas que un estudiante está
en la internet dedican un 35,6% del tiempo a su formación lo cual re-
presenta 64 minutos que la persona rescata información de la internet
además de permanecer un 26,4% en actividades de ocio equivalentes a
45 minutos y generalmente los procesos investigativos demandan ma-
yor cantidad de tiempo para un estudiantes: Es decir el estudiante real-
mente no rescata la información suficiente que puede ayudar a su pro-
ceso de formación, por lo contrario lo que el estudiante obtiene es con-
tenido de fácil acceso que no aporta en su formación profesional.

Experiencia con un videotutorial


Los vídeos analizados de YouTube constan de 2 tipos de contenidos; el
primer vídeo cuenta con un proceso guiado metodológico, capaz de
ayudar a la formación del estudiante ya que contiene mayor informa-
ción técnica de las herramientas y una explicación conceptual de su uso
con fines comunicativos, mientras que el segundo se evidencia el uso
técnico de las herramientas pero sin embargo carece de una un refle-
xión del concepto de creación y comunicación visual, es decir el se-
gundo vídeo fomenta un aprendizaje técnico irreflexivo en cuanto a la
comunicación visual; característica que se debe contemplar en la for-
mación de competencias del diseñador gráfico universitario, pero aquí
es donde se observó como gran parte de los estudiantes optaron por
visitar el segundo video, como plantea (Kizilcec, Piech, & Schneider,
2013; Hill, 2013) los estudiantes son «catadores» o «merodeadores»:
alumnos que exploran superficialmente el curso mediante el uso de al-
gunos vídeos, y dichos videos se ligan a la inmediatez es decir vídeos
que carecen de una reflexión del concepto. Gauntlett nos recuerda que
«no tenemos opción de elegir a la hora de actuar. El ser se hace y re-
hace continuamente en sus interacciones diarias» (2002: 141) y sus ac-
ciones son decisivas para su proceso de formación.

DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en este estudio nos permiten constatar que el
nivel de capacidad crítica de los estudiantes ante la información que
recaban en la internet no han conseguido aún un nivel óptimo, ya que
se evidencia una preferencia por los resultados inmediatos, sin con-
traste de fuentes ni verificación de la fuente; esto a su vez implica en
una conducta generalizada del grupo observado, ya que su capacidades
investigativas son limitadas y no tributan a una mejor formación acadé-
mica ni profesional, es así como podemos constatar que la alfabetiza-
ción mediática requiere una aplicación práctica, donde los estudiantes
puedan comprender la importancia de tener una capacidad crítica

— 21 —
desarrollada para poder enfrentar los diferentes problemas a la hora de
buscar información en la internet, ya que muchos de los estudiantes
destinan gran parte de su tiempo al ocio o al entretenimiento en otras
redes como YouTube o Facebook, es así como el uso de sitios web, sin
carácter científico, empleados en la formación académica de los estu-
diantes de diseño gráfico es un característica recurrente; por lo cual se
observa que las actividades de los estudiantes ante la búsqueda de in-
formación carece de un análisis crítico, conformándose con la informa-
ción de fuentes no confiables para su formación.
Esto se puede ver reflejado en las acciones que realizan los estudiantes
después de realizar las consultas, donde un 52.9% busca información
en otras fuentes y es preocupante observar que las otras fuentes en las
que se busca información son sitios poco confiables generalmente los
primero en aparecer en los buscadores, de esta forma cómo podemos
observar un perfil de estudiante conformista/facilista (sumido en la in-
mediatez) que no distingue entre la información relevante y la que no
lo es para su formación, de esta forma cabe preguntarse si realmente la
formación de los estudiantes Universitarios de la carrera de Diseño
Gráfico, poseen un desarrollo de su capacidad crítica ante el uso exce-
sivo de la internet y sus plataformas ha generado efectos negativos, o sí
por lo contrario es necesario fomentar una metodología orientada a las
competencias digitales desde niveles iniciales en su proceso de forma-
ción.

— 22 —
Bibliografía

Franco Crespo, Antonio Alexander, EL USO DE LA TECNOLOGÍA: DE-


TERMINACIÓN DEL TIEMPO QUE LOS JÓVENES DE ENTRE 12
Y 18 AÑOS DEDICAN A LOS EQUIPOS TECNOLÓGICOS. RIED.
Revista Iberoamericana de Educación a Distancia [en linea]
2013, 16 [Fecha de consulta: 7 de marzo de 2018] Disponible
en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=331429869005>
ISSN 1138-2783
GARCÍA, R. RAMÍREZ, A. RODRÍGUEZ, R. MARÍA, M. (2018) Educación
en alfabetización mediática para una nueva ciudadanía prosu-
midora. Comunicar [en linea] 2014, XXI (Julio-Diciembre) : [Fe-
cha de consulta: 8 de abril de 2018] Disponible
en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15831058003>
ISSN 1134-3478
GAUNTLETT, D. (2002). Media, Gender and Identity: an Introduction.
London (UK): Routledge.
Gisbert, M.; Espuny Vidal C. y González, J. (2011). INCOTIC. Una herra-
mienta para la @utoevaluación diagnóstica de la competencia
digital en la universidad. Profesorado: revista de currículum y
formación de profesorado, 15(1), 76-89.
López Jiménez Daniel Fernando, Callejo Guillermo, Mendizábal Iván
Rodrigo, Cajiao Esteban (2013). Consumo de Internet en el
Ecuador entre los años 2010 y 2012: hacia una ecología de la
comunicación. Revista ComHumanitas, [Fecha de consulta: 7
de marzo de 2018] Disponible en: <<http://revistas.comunica-
cionudlh.edu.ec/index.php/comhumanitas/arti-
cle/view/40/pdf_3>> ISSN: 1390-5619
López, F. (2002). El análisis de contenido como método de investiga-
ción. XXI Revista de Educación, 4, 167-179.
Pegurer-Caprino, Mônica, Martínez-Cerdá, Juan-Francisco, Alfabeti-
zación mediática en Brasil: experiencias y modelos en educa-
ción no formal. Comunicar [en linea] 2016, XXIV (Octubre-Di-
ciembre) : [Fecha de consulta: 8 de abril de 2018] Disponible
en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15847434005>
ISSN 1134-3478

— 23 —
SÁNCHEZ, A. & FERNÁNDEZ, M.P. (2010). Informe Generación
2.0,2010. Hábitos de los adolescentes en el uso de las redes so-
ciales.(http://escacc.cat/docroot/escacc/includes/ele-
ments/fitxers/1111/generacin2-0.pdf)
SANTOS MARTÍNEZ, C.J. (2013). Educación Mediática e Informacional
en el contexto de la actual Sociedad del Conocimiento, Dispo-
nible en: <http://revistas.ucm.es/index.php/HICS/arti-
cle/view/44365> ISSN: 1137-0734.
WHITE, D. (2010). Transcript to the visitors and residents video. TALL
blog Online education with the
University of Oxford.
Aguaded, Ignacio, Marín-Gutiérrez, Isidro, Díaz-Parejo, Elena, La alfa-
betización mediática entre estudiantes de primaria y secunda-
ria en Andalucía (España). RIED. Revista Iberoamericana de
Educación a Distancia [en linea] 2015, 18 [Fecha de consulta: 12
de abril de 2018] Disponible en:<http://www.redalyc.org/ar-
ticulo.oa?id=331439257012> ISSN 1138-2783
Valverde Berrocoso, Jesús, MOOCS: Una visión crítica desde las cien-
cias de la educación. Profesorado. Revista de Currículum y
Formación de Profesorado [en linea] 2014, 18 (Enero-Abril) :
[Fecha de consulta: 23 de enero de 2019] Disponible
en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=56730662007>
ISSN 1138-414X

— 24 —
— 25 —
CAPÍTULO II

PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL EN


PLATAFORMAS DIGITALES: ALTERNATIVAS Y
DESAFÍOS PARA SU ABORDAJE

Janneth Arley Palacios Chavarro


Patricia Lora León
Fundación Universitaria Los Libertadores, Colombia

Resumen
Este capítulo discute las posibilidades y desafíos en la observación de fenóme-
nos de transformación social en plataformas digitales. Estudia cómo se confi-
guran los conceptos de cambio y transformación social en el debate de las cien-
cias sociales y la comunicación. Explica el lugar de estos conceptos y de fenó-
menos sociales y comunicativos en procesos de medición y análisis de obser-
vatorios sociales, de medios de comunicación y digitales. A partir de los análisis
emergentes acerca de interacciones, formas de participación y narrativas di-
reccionadas a procesos de transformación social en entornos digitales, relacio-
nados con la formación de opinión pública, activismo social e implementación
de políticas públicas, se concluye que observar la transformación social en en-
tornos digitales es un espacio amplio de investigación y análisis para el campo
de la comunicación en América Latina.

Palabras claves
Transformación social; mediación creativa; comunicación en entornos
digitales; observatorios de comunicación; comunicación para el cambio
social

— 26 —
— 27 —
1. Introducción
Los procesos contemporáneos de transformación de los fenómenos co-
municativos permiten evidenciar, cada vez más, la importancia que ha
venido adquiriendo la comunicación digital, y, en ese contexto, la emer-
gencia de múltiples narrativas y formas de interacción, expresión y par-
ticipación que amplían las posibilidades de diálogo, de producción de
conocimiento y de ejercicio de la ciudadanía en los más diversos ámbi-
tos de la vida social. Muestra de ello son, por ejemplo, las redes sociales
y su capacidad para generar no sólo procesos de circulación, construc-
ción colectiva y cocreación de la información y del conocimiento sino
de movilización y participación ciudadana, promoviendo e incenti-
vando, en algunos casos, cambios significativos para la sociedad y
abriendo nuevas posibilidades para el ejercicio de la democracia y para
visibilizar fenómenos que no son tratados en los medios de comunica-
ción tradicionales.
Estudios recientes alrededor de los contenidos que se divulgan a través
de redes sociales (particularmente Twitter) muestran un amplio campo
de estudios y de herramientas metodológicas con las cuales es posible,
no solo caracterizar un fenómeno sino también predecirlo, constitu-
yéndose el análisis de este tipo de datos – a pequeña y a gran escala –
en un insumo clave para diferentes procesos, entre ellos, la investiga-
ción periodística (Arcila-Calderón, Barbosa-Caro, Cabezuelo-Lorenzo,
2016), los estudios de la opinión pública, la participación política (e.j.
López Londoño, 2018; Rodríguez, 2018; Alonso.Muñoz & Casero-Ripo-
llés, 2018), el seguimiento a la implementación de la políticas públicas
y, en términos generales, la gestión pública y privada de iniciativas que
pasan por los asuntos ambientales, de seguridad, salud pública, educa-
ción, entre otros, donde cada vez cobra mayor protagonismo el ciuda-
dano como motor de cambios.
Así el análisis de redes sociales ha permitido predecir resultados de
elecciones, cambios en las tendencias de mercado (Baeza-Yates, 2009),
realizar estudios macroeconómicos, incluso identificar percepciones y
emociones de determinados grupos poblacionales (Davis et al, 2016),
asociados a un producto o una marca (Wenhao, Yi, Kinkeung, & Haoran,
2014).
No obstante, aunado al auge de los estudios relacionados con los fenó-
menos de la comunicación digital y al avance significativo que supone
el procesamiento de grandes volúmenes de datos (Big Data), existen aún
posibilidades y desafíos por explorar desde el ámbito de los estudios en
comunicación. En este sentido, es posible notar una ausencia de esce-
narios de investigación dedicados al seguimiento sistemático de estos

— 28 —
fenómenos, tanto en el contexto latinoamericano como en los centros
de estudios, facultades e institutos dirigidos a los estudios de la comu-
nicación social en la región, siendo los observatorios web y observato-
rios digitales en el ámbito anglosajón y europeo los promotores de la
investigación de estos fenómenos desde la perspectiva, de manera pre-
dominante, de las ciencias de la computación.
En este contexto, en el presente artículo se presentan algunas de las
posibilidades y desafíos que nos plantea la efervescencia de lo digital –
sus contenidos, narrativas, interacciones, representaciones, subjetivi-
dades – como objeto de medición y análisis, para pensar la transforma-
ción social como una categoría emergente capaz de articular las rela-
ciones entre comunicación, cambio social, creatividad y desarrollo.
Para ello se discute, en primer lugar, cómo los conceptos de cambio y
transformación social se configuran en el debate de las ciencias sociales
y en los estudios en comunicación. En segundo lugar, se explica el lugar
de estos conceptos y de fenómenos sociales y comunicativos asociados
a estos en los procesos de medición y análisis de observatorios sociales,
de medios de comunicación y, de manera más reciente, en observato-
rios digitales. Finalmente, se describen los análisis emergentes acerca
de interacciones, formas de participación y narrativas direccionadas a
procesos de transformación social en contextos digitales, relacionadas
con la formación de opinión pública, el activismo social y la implemen-
tación de políticas públicas.

2. Discusión acerca de las nociones de cambio y transformación so-


cial: una reflexión desde la comunicación
El cambio social es considerado uno de los conceptos claves de la so-
ciología clásica. Con el propósito de comprender los procesos de mu-
danza en la sociedad, la sociología comprende el cambio social asociado
al consenso (vía integración o contrato garantizado por la ley) y la do-
minación (de clase o institucionalizada por el Estado) como principios
que determinan el orden (Bajoit, 2011). Para Barranquero (2011):

De hecho, el concepto no es nuevo en la tradición filosófica y socio-


lógica. La “sociología del cambio social” viene trabajando en su natu-
raleza desde los años cuarenta, a partir de una perspectiva esencial-
mente positivista, funcionalista, acrítica y excluyente del conflicto
social. La noción suele servir para analizar el proceso de movilidad en
las estructuras de clase/estatus contemporáneas, o los diferentes
factores que dan lugar a una progresiva división del trabajo y com-
plejización burocrática e institucional en las sociedades industriali-
zadas. (p. 87 – 88)

— 29 —
Bajoit (2011) coincide con lo afirmado por Barraquero al sostener que en
la actualidad muchos de estos paradigmas se encuentran “estrecha-
mente ligados” a la historia y las ideologías de los grandes actores de la
sociedad industrial, entre ellos el Estado Nacional, la burguesía, los par-
tidos revolucionarios o el movimiento obrero, constituyéndose en una
manera reductora y simplificadora que no da cuenta de una visión más
compleja de las relaciones sociales que determinan los cambios en la
sociedad.
Si bien para Bajoit (2011) es posible identificar a partir de la teoría so-
ciológica la existencia de procesos de cambio vinculados estrecha-
mente a la transformación del orden social existente, bien a través de
innovaciones culturales, por la variación de relaciones de fuerza entre
actores o vía procesos revolucionarios, se reconoce también el con-
flicto como un factor de cambio que provee una fuente de creatividad
capaz de irrumpir en las estructuras sociales, culturales y políticas im-
perantes:

Si el orden está concebido como el producto de una institucionaliza-


ción de las relaciones conflictuales entre grandes actores colectivos,
el cambio se producirá justamente por estos conflictos. Esta institu-
cionalización, en efecto, obliga a la clase dirigente (que gestiona la
tecnología y la economía) y a las élites políticas (que gestionan el Es-
tado) a tomar en consideración las reivindicaciones de los movimien-
tos sociales de la clase dominada (y del conjunto de los actores po-
pulares organizados), es decir, de preocuparse del interés general.
Esta conflictividad instituida crea una dinámica creativa que favorece
las innovaciones culturales, técnicas, económicas y políticas (p.4).

En el ámbito de los estudios en comunicación, por el contrario, la preo-


cupación por el cambio social surge después de la II Guerra Mundial de
la mano de las políticas de desarrollo y su implementación en los deno-
minados países del Tercer Mundo (Gumucio - Dagron, 2011). Desde una
perspectiva de cambio evolucionista y marcada por la difusión de inno-
vaciones, la comunicación para el desarrollo busca en ese primer mo-
mento convertirse en un instrumento de cambio dirigido a transformar
las prácticas locales y/o tradicionales consideradas como “atrasadas”
para adecuarlas a los propósitos de expansión del proyecto hegemónico
liderado por los países industrializados o de Primer Mundo (Escobar,
2007).
Posteriormente, diversidad de conceptos que pasan por la comunica-
ción alternativa, participativa, popular, comunitaria, y para el cambio
social, emergen como discursos y modos de operar la comunicación en
contextos locales que proponen una clara ruptura con la lógica de la

— 30 —
difusión de innovaciones desarrollada fundamentalmente a través de
estrategias de mercadeo social y de edu-entretenimiento. El cambio
social se ha resignificado, entonces, no se constituye simplemente en
una meta a ser alcanzada de acuerdo con los imaginarios y políticas di-
señadas desde el modelo económico y social promovido por los países
desarrollados, sino en un propósito construido de manera deliberada
por las propias comunidades a partir de sus necesidades, problemáti-
cas, recursos, y referentes simbólicos.
En las últimas décadas, por ejemplo, la comunicación alternativa y par-
ticipativa, en respuesta a los modelos de comunicación masivos, homo-
genizantes y hegemónicos y a las estrategias de la comunicación desa-
rrollista, proponen nuevas formas de comunicación ancladas a proce-
sos locales de participación y fortalecimiento de las capacidades e iden-
tidades de las comunidades y grupos sociales. De manera más reciente,
la comunicación para “el cambio social” (Gumucio-Dagrón, 2011) busca
no sólo reconocer los procesos alternativos y participativos en comu-
nicación sino dar un paso más allá en la consolidación de estos proyec-
tos e iniciativas, en los cuales la idea de “cambio social” hace referencia
a las posibilidades de sostenibilidad y fortalecimiento efectivo de estos
procesos con la participación de los directamente afectados.
Se retoma entonces desde estas posturas críticas a la comunicación
desarrollista, pero particularmente desde la apuesta de la comunica-
ción para el cambio social, la necesidad de pensar la comunicación
como proceso de transformación, como una posibilidad que busca de-
mocratizar el acceso a su difusión, incentivar la participación, empode-
rar los procesos locales y comunitarios y reconocer diversas perspec-
tivas de mundo, identidades y culturas invisibilizadas por los medios
masivos de comunicación tradicionales. En esta perspectiva,

Lo que distingue el enfoque de la comunicación y el cambio social es


que articula dos ejes fundamentales: la noción de proceso y de pen-
samiento estratégico, sin pretender constituirse en otro modelo sino
en un enfoque abierto a la construcción colectiva. En la comunica-
ción y el cambio social, el proceso es más importante que los produc-
tos. La participación de los actores sociales, comunicadores de he-
cho, ocurre en el marco de procesos de fortalecimiento colectivo que
preceden al desarrollo de los mensajes (Bolaño, Crovi y Cimadevilla,
2014, p. 593 – 594).

Siguiendo esta idea, el cambio social otorga a la comunicación un papel


central en las dinámicas de transformación social, pues es la comuni-
cación la que posibilita el encuentro, el debate, la negociación y el diá-
logo de saberes (Garcés & Jiménez, 2016), direccionar estratégicamente

— 31 —
el proceso desde lo local y lo comunitario a otras esferas de la acción
social, al mismo tiempo que contribuye al fortalecimiento de la identi-
dad cultural, el reconocimiento de la diferencia (interculturalidad) y la
exigibilidad de los derechos.
En ese orden de ideas, el propio concepto de cambio – entendido como
el efecto de dejar una cosa o situación para tomar otra o de tomarla,
reemplazarla o convertirla frecuentemente en su contraria (RAE), no
conseguiría expresar la intencionalidad de una comunicación direccio-
nada estratégicamente a la construcción colectiva y la acción social, es
decir a la transformación social. Transformación, en este sentido, se
convierte en una categoría que expresa mucho mejor la intencionalidad
política de direccionar la acción para reconfigurar lo existente, plantear
nuevos procesos o reinventar la realidad o el orden establecido, alterar
el estado de las cosas, o inclusive, para proponer nuevas alternativas de
futuro (Escobar, 2016).
Así, la categoría de transformación social explicita la agencia de los su-
jetos individuales y colectivos y evidencia las formas creativas que los
movimientos sociales, las comunidades, los colectivos, las organizacio-
nes, en fin, los sujetos usan no sólo para resignificar y reinventar los
contenidos expuestos por los medios masivos, sino también la forma
como estos sujetos construyen y socializan sus relatos con respecto a
sus significados, intereses o necesidades a nivel cotidiano, haciendo uso
de diferentes tecnologías, tal y como ocurre en la actualidad a través de
las diferentes plataformas digitales.

3. Observar los procesos de transformación social


¿Podría la transformación social convertirse en una herramienta (pers-
pectiva) analítica útil para abordar la incidencia y el despliegue de dife-
rentes estrategias comunicativas digitales (y muchas veces de manera
combinada con dispositivos no digitales de comunicación y moviliza-
ción) –direccionadas explícitamente a promover cambios de compor-
tamiento, a sensibilizar frente a problemáticas específicas, promover
prácticas sociales, culturales, políticas y/o ciudadanas, o a visibilizar
situaciones de marginación, vulnerabilidad, violencia, insensibilidad o
injusticia?
Acá se hace alusión de manera específica tanto a los contenidos infor-
mativos promovidos por los medios digitales de comunicación, como a
estrategias de comunicación específicas lideradas por individuos, co-
munidades, movimientos sociales, colectivos organizados, organizacio-
nes sociales, empresas, organismos internacionales, entre otras, que
desde el marketing social, la responsabilidad social o el activismo social

— 32 —
promueven –de forma deliberada o no – la transformación social en
contextos específicos.
Se parte del supuesto de que estos individuos y grupos son capaces de
recurrir a procesos de mediación creativa dentro y fuera del entorno
digital, al constituirse en sujetos con capacidad de transformar de ma-
nera deliberada diversos entornos sociales y comunicativos, posibili-
tando la reinvención de la realidad existente, el surgimiento de nuevas
posibilidades de ser y la construcción de nuevos mundos posibles
(Cuesta & Lora, 2015):

Si la mediación como proceso altera lo que es mediado, resignifica y


genera procesos de ruptura frente a gramáticas universales y hege-
mónicas donde las personas, desde su cotidianidad reinventan y ten-
sionan esos procesos sociales y culturales hegemónicos (Barbero,
2012), entonces la mediación creativa -en cuanto posibilidad de
transformación, de articulaciones novedosas y de nuevas construc-
ciones de sentido que permitan la reinvención de la realidad exis-
tente - emerge en el momento en que los sujetos y grupos evidencian
nuevas posibilidades de ser y proponen nuevos mundos posibles
(Cuesta & Lora, 2015, pp. 54).

De esta manera, los observatorios en general, y los observatorios socia-


les en particular, serían por su naturaleza escenarios privilegiados para
pensar el origen y desarrollo de estos procesos de transformación, bien
sea desde el acompañamiento a iniciativas de cambio lideradas por ins-
tituciones y organizaciones sociales o por el seguimiento a las media-
ciones creativas operadas por diferentes actores de la sociedad.
La noción de observatorio ha sido empleada para hacer referencia a en-
tidades u organizaciones que se interesan por explorar, observar y ana-
lizar un determinado tema o problema de la realidad; también de ma-
nera general se conciben como “un instrumento metodológico o foro
de análisis y/u órgano técnico de análisis, diagnóstico y toma de deci-
siones” (Voutssás, 2012, pág. 139). A partir de ello, han surgido en Co-
lombia y en el mundo un sin número de iniciativas de esta índole alre-
dedor de aspectos como la inmigración, la innovación, la violencia, el
desempleo, la delincuencia, la educación, el género, entre otros. Com-
plementariamente, se concibe que la misión de un observatorio con-
sista en vigilar y detectar lo que ocurre en su ámbito.

Husillos (citado por Angulo, 2009), identifica tres tipos de observatorios


de acuerdo con la función que cumplen: 1) centro de documentación,

— 33 —
pues busca almacenar y clasificar información sobre una temática es-
pecífica; 2) centro de análisis de datos orientado a favorecer la toma de
decisiones con la participación de expertos; c) Espacio de información,
intercambio y colaboración, pues además de recopilar, tratar y difundir
la información promueve el intercambio y la reflexión sobre temáticas
específicas en red.
Si bien no existe un consenso sobre el concepto de observatorio social,
Moreno y Mantilla (2016) destacan que este tipo de escenario recolecta,
ejerce veeduría y control sobre la información relacionada con fenóme-
nos relacionados con demandas del contexto social, siendo el sector
público el más interesado en contar con datos y análisis en el segui-
miento de políticas que atiendan de manera efectiva las problemáticas
focalizadas.
En comunicación se ha evidenciado que, tanto en Colombia como en el
mundo, los observatorios de medios surgen de la necesidad de monito-
rear, analizar y revisar la actividad de los medios, en consideración al
rol que desempeñan en los procesos de democratización de los países
y frente a la práctica periodística que ejercen (Herrera Damas, 2009).
Por su parte, Torrico (2009) citado por Castellanos (2010), afirmó que
“los observatorios son espacios de supervisión del desempeño mediá-
tico, en especial del campo noticioso” (pág. 74). Algunos autores sostie-
nen que estos observatorios han tendido a verse desde dos perspecti-
vas: veedurías ciudadanas y defensoría del lector o del televidente
(Checa M., 2011); en cualquier caso, se puede indicar que estos escena-
rios se orientan principalmente hacia la revisión crítica (media criti-
cism) de la labor de los medios (Bertrand, 2002). Y tienen dentro de sus
objetivos, promover procesos de democratización de la comunicación,
participación ciudadana y construcción de ciudadanía (Téllez Garzón,
2012).
De esta manera, diferente al propósito del observatorio social de acom-
pañar el comportamiento de fenómenos y problemáticas sociales o de
los procesos de cambio promovidos principalmente por instituciones y
organizaciones, los observatorios de medios han buscado orientar sus
esfuerzos hacia el análisis de los comportamientos de las audiencias o
a velar por la transparencia, la participación ciudadana, la libertad de
expresión o ejercer control del poder político en el manejo de la infor-
mación de los medios masivos de comunicación.
En contraste con los observatorios sociales y los de medios, los obser-
vatorios digitales y observatorios web aprovechan los datos disponibles
en plataformas digitales (particularmente twitter). Definidos como “si-
tios que colectan y distribuyen información amplia sobre un tema a un

— 34 —
público diverso, y sirven como punto de entrada a toda una serie de
acervos y lugares alrededor de esa temática respondiendo a criterios
de creación de una plataforma de estudios e investigación, centro de
pensamiento y generación de conocimiento” (Voutssás, 2012, pág. 139),
los observatorios web conservan la perspectiva del observatorio tradi-
cional, desarrollan características como interactividad, trabajo colabo-
rativo y red social, ampliando las posibilidades de acceso y la genera-
ción de comunidades virtuales, para lo cual recurren a herramientas
para el análisis cuantitativo, entre ellas las que ofrece la Big Data, en
particular, opinion mining y sentiment analysis (Pak & Paroubek,2010)
(Ortigosa, Martín & Carro, 2014) (Balahur, et al, 2014), que son herra-
mientas empleadas para el análisis de contenido en redes sociales
(Baeza-Yates, 2009; Ashraf, Verma, & Kavita, 2016).
Ante lo expuesto surge la pregunta: ¿Es posible identificar en estos tres
escenarios (observatorios sociales, de medios y digitales) articulaciones
y convergencias que nos permitan pensar la transformación social
como objeto central de observación y análisis en plataformas digitales?
Lo anterior es viable si se reconoce que los observatorios sociales han
aunado un camino importante en la aproximación – aunque no como
categoría central – a este tipo de fenómenos y los observatorios digita-
les cuentan con técnicas cada vez más avanzadas de recolección y aná-
lisis de datos, en cuanto la observación desde la comunicación requiere
aún ampliar sus horizontes más allá de los contenidos de los medios de
comunicación y el comportamiento de las audiencias para proponer
otros enfoques de observación que den cuenta, entre otros, del papel
de la comunicación en los fenómenos asociados a la comunicación di-
gital. En este sentido, la creatividad como forma de mediación, la inter-
disciplinariedad (Palacios y Lora, 2018) y el abordaje desde perspectivas
multiparadigmáticas y desde la complejidad pueden aportar a estas po-
sibles lecturas de los fenómenos comunicativos en plataformas digita-
les.
La pregunta resulta igualmente relevante, coincidiendo con Edwards et
al (2013), si se reconoce la emergencia de la comunicación digital y de
la investigación social digital como escenarios que deben promover la
interseccionalidad y convergencia entre disciplinas y sus diferentes re-
cursos metodológicos y analíticos disponibles, ejercicio que invita a re-
pensar el lugar de las ciencias sociales y, particularmente, la investiga-
ción en comunicación desde estas plataformas, más aún si se considera
que gran parte de los estudios que se dan sobre el tema provienen prin-
cipalmente de áreas como la ciencias de la computación.

— 35 —
4. Análisis emergentes sobre la transformación social en platafor-
mas digitales
Si bien no es posible identificar explícitamente literatura dirigida a pen-
sar la transformación social como categoría en el análisis de narrativas,
temas de conversación e interacciones en plataformas digitales, dife-
rentes estudios proponen como objeto de medición y análisis las inicia-
tivas en redes sociales que informan sobre narrativas o procesos dirigi-
dos a la transformación en diversos ámbitos de la vida social.
Investigaciones de trabajos empíricos recientes demuestran cómo las
redes se han convertido en sensores de la acción y movilización colec-
tiva, de la polarización de los discursos políticos en línea, de patrones
geográficos y temporales de los movimientos sociales, como herra-
mienta para la predicción de resultados electorales y movimientos bur-
sátiles o para identificar tendencias en el debate público (trending to-
pics) (Davis, et. al, 2016).
En términos del análisis aquí propuesto, es posible identificar de ma-
nera inicial tres grupos particulares de fenómenos analizados en traba-
jos recientes que comprometen procesos de la transformación social (y
para ello recurren a estrategias digitales de comunicación) o que ad-
quieren, por su importancia en la sociedad, visibilidad en el escenario
digital: 1) transformaciones en la comunicación política, lo que incluye
cambios en los discursos, en los asuntos del debate público y el propio
ejercicio de la ciudadanía. 2) transformaciones en la interacción ciuda-
dana con las agendas públicas, donde las redes sociales operan como
una herramienta de seguimiento e implementación para las políticas
públicas; 3) transformaciones en las formas de movilización y de acti-
vismo social (o en este caso el ciberactivismo) como instrumento de re-
configuración del orden establecido y en la construcción de nuevas al-
ternativas de futuro.
En el primer caso, la transformación de la comunicación política se ha
dado desde la perspectiva de Campos-Domínguez (2017) desde el pro-
tagonismo de Twitter como un medio consolidado en la comunicación
y el debate político. Para la autora, desde su nacimiento en 2006, esta
red social ha cobrado enorme importancia en campañas electorales y
en diversos contextos políticos, tanto locales, como nacionales e inter-
nacionales, lo que es posible constatar en el volumen creciente de tra-
bajos científicos sobre este asunto desde diversas ópticas.
La clave de estos procesos de transformación social radica en la recon-
figuración del fenómeno de la opinión pública, tradicionalmente cir-
cunscrito a la influencia de líderes de opinión mediada por dispositivos

— 36 —
de comunicación pública y por el papel central de los medios de comu-
nicación como interlocutores entre la esfera política y las audiencias.
La presencia de twitter como microblogging deslocaliza los roles, las di-
námicas de interacción entre la política y la ciudadanía y democratiza
no sólo el acceso a la opinión, sino que crea la posibilidad de emitir y
difundir opiniones de manera directa y personalizada.
Para Said y Arcila (2010), los conceptos de opinión pública y de líderes
de opinión merecen ser revisados y contrastados en el contexto digital,
inclusive el papel del periodismo especializado. Para los autores, el auge
de las comunidades virtuales trae consigo la apertura de nuevos esce-
narios de interacción que fomentan nuevas y diversas discusiones al in-
terior de la ciudadanía.
Este último aspecto, según Calvo y Campos-Domínguez (2016), se rela-
ciona con los procesos deliberativos propios de una democracia que en
el contexto digital adquieren nuevas expresiones, facilitando de un lado
la deliberación abierta en línea enriquecida por la posibilidad de inter-
acción con diversidad de regiones, culturas y puntos de vista, pero por
el otro lado potenciando también la polarización entre actores, princi-
palmente frente asuntos que generan controversias. Calvo y Campos-
Domínguez (2016) mencionan cómo, a propósito de los temas de deli-
beración pública en Twitter en el caso español, esa deliberación tiende
a diluirse en tópicos que no comprometen los asuntos públicos, refle-
jando una enorme dispersión frente a problemáticas vinculadas con el
interés común.
Un elemento claro de transformación identificado por varios trabajos
radica precisamente en el rol de la ciudadanía (interacción directa con
líderes políticos y surgimiento de nuevos líderes de opinión, por ejem-
plo) (Said & Arcila, 2010), y en la emergencia de formas de debate y de-
liberación facilitadas por nuevos escenarios de opinión pública, pero
también por la posibilidad de generar indicadores y procesos de medi-
ción que en mucha medida buscan trascender los tradicionales sondeos
y encuestas de opinión, realizadas principalmente en coyunturas elec-
torales.
Algunos proponen metodologías para medir el poder de persuasión en
Twitter (Moya-Sánchez, Herrera-Damas, 2016), otros analizar el “estilo
comunicativo” y su impacto sobre la credibilidad y la participación cí-
vica (Alvídrez & Franco, 2016) o identificar “las relaciones explícitas sig-
nificativas” vinculadas a la interpretación y mediación de sentido que se
produce en las interacciones y conexiones explícitas de los usuarios en
los medios sociales (Del Fresno, Daly, Supovitz, 2015), esto con el pro-
pósito de analizar las dinámicas sociales en red en los climas de opinión

— 37 —
en Twitter y otras redes sociales, comprender su evolución a lo largo
del tiempo y su utilidad para comprendernos mejor como seres socia-
les.
También el análisis de sentimientos (Bae & Lee, 2012; Hamling & Agra-
wal, 2017) o de patrones de comunicación que surgen de los temas de
conversación movilizados por hashtags (Bruns & Stieglitz, 2012), recu-
rriendo a métricas básicas o a técnicas Big Data, se convierten en ins-
trumentos para comprender el alcance de estas interacciones en la co-
municación política contemporánea, y por lo tanto, resulta de utilidad
para analizar el papel transformador de estas interacciones en la cons-
trucción de la opinión pública y del escenario político de lo común. A
este respecto, se afirma que las emociones forman la opinión pública y
tienen incidencia en la formación de opinión, dado que “las emociones
median la atención y el juicio, que varía con cada respuesta individual a
noticias políticas y acontecimientos” (Gonzalez-Bailón, Banchs, Kalten-
brunner, 2012, p. 122)
Con relación a las transformaciones en la interacción ciudadana con las
agendas públicas, los análisis emergentes buscan dar cuenta a partir de
estudios de casos sobre el papel que las redes sociales operan como una
herramienta de seguimiento e implementación para las políticas públi-
cas. Es importante recordar en este punto que los observatorios socia-
les, aún sin recurrir a grandes volúmenes de datos, ya habían venido
ejerciendo un papel fundamental en el seguimiento de la ejecución y el
impacto social sobre políticas e iniciativas dirigidas a problemáticas so-
ciales específicas.
Diversos trabajos científicos identificados, construidos desde campos
del conocimiento diferentes al de la comunicación, permiten eviden-
ciar, así como en las aproximaciones de las transformaciones desde la
comunicación pública, que el análisis de sentimientos y el seguimiento
de temas de conversación movilizados por hashtags se han convertido
en instrumentos para medir las percepciones de la ciudadanía frente a
las políticas públicas. Un ejemplo claro de ello es el estudio de Keim-
Malpass, et al (2017) sobre la información en línea divulgada por redes
sociales sobre la vacuna del virus del papiloma humano, siendo esta una
información considerada como fundamental tanto para los investiga-
dores involucrados en estrategias de prevención del cáncer, como para
el personal de salud y para la implementación de campañas públicas de
salud sobre el tema.
Casos similares ocurren con trabajos realizados en Estados Unidos so-
bre el análisis de las políticas fronterizas y de inmigración (Chung &
Zeng, 2014), del interés en el público en la política espacial (Wendy &

— 38 —
Whitman, 2014) o de los estudios orientados a medir los “niveles de fe-
licidad” creando taxonomías por estados y ciudades (Mitchell et. al,
2013).
Ya en la intersección sobre las interacciones ciudadanas con las agen-
das públicas y el activismo social destacamos el trabajo de Brickner
(2016) sobre las “narrativas de cuidado” de los sindicatos de profesores
de las escuelas públicas de Canadá y Estados Unidos a partir de las es-
trategias de comunicación movilizadas en Twitter con los hashtags
#EvaluateThat en Estados Unidos y #ThisIsMyStrikePay en Columbia
Británica. “Tweeting care” (twittear el cuidado) se ha convertido, para
el autor, en una expresión de resistencia política y disidencia de los
educadores individuales en plataformas de redes sociales sobre la dis-
cusión pública del papel del educador como “cuidador” en la sociedad,
en contra de una narrativa pública centrada en la carga financiera que
representa para los contribuyentes la educación pública.
Finalmente, diversas investigaciones retoman el activismo social (cibe-
ractivismo) como instrumento de reconfiguración del orden estable-
cido y en la construcción de nuevas alternativas de futuro. Desde los
movimientos sociales ya existe una tradición de lucha frente a la invisi-
bilización de diferentes sectores sociales o de problemáticas que re-
quieren la intervención del Estado y la sociedad. Por lo tanto, el acti-
vismo social durante décadas ya se había convertido en un promotor de
transformaciones sociales desde ámbitos particulares como los proble-
mas agrarios, la defensa de la paz o la promoción de paz y los derechos
humanos, entre otros.
En el escenario digital, las redes sociales favorecen la movilización ciu-
dadana y generan continuidades frente a procesos liderados histórica-
mente por colectivos, organizaciones y movimientos en diferentes ám-
bitos de la vida social, tanto desde lo local como en el nivel global, estos
últimos asociados principalmente a luchas antiglobalización o en el
contexto de las lógicas neoliberales de incidencia global (Lago, 2015).
No obstante, al lado de iniciativas deliberadas de transformación social
que recurren a estrategias de comunicación articuladas a plataformas
digitales, también el activismo social emerge de manera espontánea y
recurre a la promoción de tendencias (hashtags) como temas de con-
versación en el debate virtual.
Muestra de este tipo de activismo digital son desarrollados en trabajos
que analizan los temas de conversación frente al fenómeno del cambio
climático (Cody, et. al, 2015) (Pearce, et. al, 2014). Se encuentra también
en el trabajo de Burch (2017) sobre las conversaciones de los usuarios
movilizadas con los hastags #worldwithoutdowns y #justaboutcoping

— 39 —
como narrativas alternativas sobre el síndrome de down, buscando
transformar prácticas y percepciones sobre la presión social frente al
aborto, el poco debate sobre la detección prenatal o la exclusión de las
voces y experiencias de los directamente afectados. También se en-
cuentra el trabajo del ODMC que se enfoca en el análisis de la visibilidad
y participación a la mujer en los medios de comunicación, entre otros
objetivos (Rizzotto & Nunes Larangeira, 2014).
El ciberactivismo también se analiza en diferentes trabajos desde la
perspectiva de iniciativas de movilización social que expresan el deseo
profundo de transformación por parte de colectivos históricamente ex-
cluidos o afectados por injusticias o problemas de impacto para comu-
nidades locales, como es el caso del movimiento 15M de los indignados
en España analizado por Peña-López, Congosto y Aragón (2014); o de
#BlackLivesMatter, “hashtag activismo” que se ha convertido en nueva
expresión por la lucha de los derechos civiles en Estados Unidos, faci-
litando la organización y planificación de protestas contra el racismo y
la brutalidad policial (Cumberbatch, Trujillo-Pagán, 2016; Jackson, 2016)

5. Conclusiones
Las líneas esbozadas anteriormente permiten evidenciar que las redes
sociales se han convertido en un elemento crítico activo para el acceso
a la información, la promoción de formas de organización y moviliza-
ción y la constitución de redes para la acción y la transformación social
(Karamat y Farooq, 2016) y de esta manera, se constituyen en una he-
rramienta para el empoderamiento social en todo el mundo y para la
expresión de puntos de vista diversos, enriqueciendo el debate público,
aspectos que reconocen los estudios citados y que evidencian la impor-
tancia de constituir estos procesos en un objeto de observación perma-
nente desde la perspectiva de la comunicación y la transformación so-
cial.
Para los estudios en comunicación principalmente en América Latina,
los fenómenos y las diferentes iniciativas de transformación social que
se vienen gestando desde plataformas digitales, posibilitan un espacio
creciente para exploración, observación y análisis, así como para am-
pliar la perspectiva de la investigación en comunicación que promueve
el enfoque hacia el sujeto, la inter y transdisciplinariedad y el abordaje
de la realidad desde el entramado de sus relaciones. Lo que se evidencia
en este documento es que el discurso enriquecido, resignificado y apro-
piado del cambio social (transformación social) puede hacerse visible,
encontrarse y estudiarse desde la comprensión de las múltiples inter-
acciones y las complejidades que coexisten en las conversaciones, los

— 40 —
diálogos, los mensajes que se dan redes sociales. Sin embargo, dado ese
volumen de información, se pueden hoy aprovechar las herramientas
de análisis de grandes datos, como una manera de lograr mayores acer-
camientos a la observación de esos fenómenos.
Es de anotar acá, que los actuales observatorios ya sea de comunicación
o de medios, han concentrado sus esfuerzos principalmente a la crítica
hacia el ejercicio de los medios y menos a las dinámicas de participa-
ción, democratización y movilización ciudadana, por lo que pensar en
un escenario que visibilice, despliegue y analice, las ya existentes ini-
ciativas de transformación social, resulta ser no solo importante sino
necesario para una sociedad que cada vez cree menos en los medios
tradicionales y más en lo que se publica en las redes sociales.

— 41 —
Referencias bibliográficas

Alonso.Muñoz, L., Casero-Ripollés, A. (2018). Political agenda on Twit-


ter during the 2016 Spanish elections: issues, strategies, and
users’ responses. Communication & Society 31(3), 7-23.
Alvídrez, S. & Franco, O. (2016). Powerful Communication Style on
Twitter: Effects on Credibility and Civic Participation. [Estilo
comunicativo súbito en Twitter: efectos sobre la credibilidad y
la participación cívica]. Comunicar, 47, 89-97.
https://doi.org/10.3916/C47-2016-09.
Angulo M., N. (2009). ¿Qué son los observatorios y cuáles son sus fun-
ciones? Innovación Educativa, 9(47), 5-17.
Arcila-Calderón, C. Barbosa-Caro, E, Cabezuelo-Lorenzo, F. (2016).
Técnicas big data: análisis de textos a gran escala para la in-
vestigación científica y periodística. El profesional de la infor-
mación, 25 (4). eISSN: 1699-2407.
Ashraf, S. S., Verma, S., & Kavita. (2016). A Survey on Sentiment Analy-
sis Techniques on Social Media Data. International Journal Of
Recent Research Aspects, 3(3), 65-68.
Bae, Y & Lee, H. (2012). Sentiment analysis of twitter audiences: Meas-
uring the positive or negative influence of popular twitterers.
Journal of the American Society for Information Science and
Technology. 63. 10.1002/asi.22768.
Baeza-Yates, R. (2009). Tendencias en minería de datos de la Web. Ob-
servatorio, 18(1), 5-10.
Bajoit, G. (2011). El cambio sociocultural. Persona y Sociedad. Universi-
dad Alberto Hurtado, 15(2), 143-161.
Barranquero, A. (2011). El espejismo de la comunicación para el cambio
social, radiografía de un concepto insostenible. En: Pereira, J.
Cadavid, A. Comunicación, desarrollo y cambio social: interre-
laciones entre comunicación, movimientos ciudadanos y me-
dios. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana: Universidad Mi-
nuto de Dios: UNESCO, 2011.
Bertrand, C.J. (2002). O arsenal da democracia. Sistemas de responsa-
bilização da mídia. Bauru, Edusc

— 42 —
Bolaño, C; Crovi, D.; Cimadevilla, G. (ed) (2014). En: Gumucio-Dagrón,
A. (2014). Comunicación, desarrollo y cambio social La contri-
bución de América Latina al campo de la Comunicación. Histo-
ria, enfoques teóricos, epistemológicos y tendencias de la in-
vestigación. ALAIC.
Brickner, R. (2016). Tweeting Care: Educators’ Dissent through Social
Media in the US and Canada. The Review of Higher Education,
34(1), 61–84. doi:10.1353/rhe.2010.0006
Bruns, A. & Stieglitz, S. (2012). Quantitative Approaches to Comparing
Communication Patterns on Twitter. Journal of Technology in
Human Services, 30:160–185, 2012. DOI:
10.1080/15228835.2012.744249
Burch, L. (2017). A world without Down’s syndrome? Online resistance
on Twitter: #worldwithoutdowns and #justaboutcoping. Disa-
bility & Society, 32(7), 1085–1089.
https://doi.org/10.1080/20550340.2017.1330453
Calvo, D. & Campos-Domínguez, E. (2016). Participation and topics of
discussion of Spaniards in the digital public sphere. Communi-
cation & Society, 29(4), 219-234.
Campos-Domínguez, Eva (2017). “Twitter y la comunicación política”.
El profesional de la información, 26(5), 785-793.
https://doi.org/10.3145/epi.2017.sep.01
Chung, W. and Zeng, D. (2016), Social-media-based public policy infor-
matics: Sentiment and network analyses of U.S. Immigration
and border security. J Assn Inf Sci Tec, 67, 1588–1606.
doi:10.1002/asi.23449
Cody, EM; Reagan AJ; Mitchell L; Dodds PS; Danforth CM (2015). Cli-
mate Change Sentiment on Twitter: An Unsolicited Public
Opinion Poll. PLoS ONE, 10(8): e0136092. doi:10.1371/journal.
Cuesta, O., & Lora, P. (2015). La mediación creativa. Un acercamiento a
su construcción conceptual. Revista Luciérnaga - Comuni-
cación, 7(14), 46-63.
Cumberbatch, P., & Trujillo-Pagán, N. (2016). Hashtag Activism and
Why #BlackLivesMatter In (and To) the Classroom. Radical
Teacher, 106. doi:https://doi.org/10.5195/rt.2016.302

— 43 —
Davis, C., Ciampaglia, G., Aiello, L., Chun, K., Conover, M., Ferrara, E., . .
. Ratkiew. (2016). OsoMe: the IUNI observatory on social media.
PeerJ Computer Science, 2(e87), 1-21.
Del Fresno García, Miguel; Daly, Alan J.; Supovitz, Jonathan (2015).
Desvelando climas de opinión por medio del Social Media Mi-
ning y Análisis de Redes Sociales en Twitter. El caso de los
Common Core State Standards. Redes. Revista Hispana para el
Análisis de Redes Sociales, 26(1), 53-75. Universitat Autònoma
de Barcelona. Barcelona, España
Edwards, A. Housley, W. Williams, M. Sloan, L. & Williams, M. (2013).
Digital social research, social media and the sociological imagi-
nation: surrogacy, augmentation and re-orientation. Interna-
tional Journal of Social Research Methodology, 16, 245,260.
Escobar, A. (2007). La invención del Tercer Mundo. Caracas: El Perro y
la Rana Ediciones
Escobar, A. (2016). Autonomía y Diseño - La realización de lo comunal.
Popayán: Universidad del Cauca.
Garcés, A. & Jiménez, L. (2016). Comunicación para la movilización y el
cambio social. Universidad de Medellín: Medellín
Gonzalez-Bailón, S., Banchs, R. E. and Kaltenbrunner, A. (2012), Emo-
tions, Public Opinion, and U.S. Presidential Approval Rates: A
5-Year Analysis of Online Political Discussions. Human Com-
munication Research, 38: 121–143. doi:10.1111/j.1468-
2958.2011.01423.x
Gumucio-Dagron, A. (2011). Comunicación para el cambio social: clave
del desarrollo participativo. Signo y Pensamiento, 58, 26-39,
Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.
Hamling, T. Agrawal, A. (2017). Sentiment Analysis of Tweets to Gain
Insights into the 2016 US Election. Columbia Undergraduate
Science Journal, 11.
Herrera Damas, S. (2009). Tipología de los observatorios de medios en
Latinoamérica. Palabra clave, 8(2), 153-174.
Karamat, A, Farooq, A. (2016). Emerging Role of Social Media in Politi-
cal Activism: Perceptions and Practices. South Asian Studies A
Research Journal of South Asian Studies. 31(1), 381 – 396.

— 44 —
Keim-Malpass J, Mitchell EM, Sun E, Kennedy C. (2017). Using Twitter
to Understand Public Perceptions Regarding the #HPV Vac-
cine: Opportunities for Public Health Nurses to Engage in So-
cial Marketing. Public Health Nurs. 34(4), 316-323. doi:
10.1111/phn.12318. Epub 2017 Mar 6
Jackson, S. (2016). WOMEN’S STUDIES IN COMMUNICATION 2016,
39(4), 375–379.
http://dx.doi.org/10.1080/07491409.2016.1226654
Lago, S. (2015). Movimientos sociales y acción colectiva en la sociedad
red. Chasqui. Revista Latinoamericana de Comunicación, 128,
abril - julio 2015 (Sección Monográfico, pp. 113-130). ISSN 1390-
1079 / e-ISSN 1390-924X. Ecuador: CIESPAL
López Londoño, L. (2018). La campaña a la Alcaldía de Manizales (Co-
lombia) en Twitter: un caso para comprender la interacción en
línea entre candidatos y ciudadanos. Palabra Clave, 21(3), 798 -
830.
Moreno, G. & Mantilla, J. (2016). Una revisión del concepto observato-
rio social: hacia una comprensión de sus objetivos, alcances,
métodos y finalidades. Psicogente, 19(36), 347-359. Universidad
Simón Bolívar. Barranquilla, Colombia. ISSN 0124-0137 EISSN
2027-212X.
Mitchell L, Frank MR, Harris KD, Dodds PS, Danforth CM (2013). The
Geography of Happiness: Connecting Twitter Sentiment and
Expression, Demographics, and Objective Characteristics of
Place. PLoS ONE 8(5): e64417. doi:10.1371/journal.pone.0064417
Moya-Sánchez, Miguel; Herrera-Damas, Susana (2016). Cómo medir el
potencial persuasivo en Twitter: propuesta metodológica, Pa-
labra Clave, 19(3), 838-867.
Palacios, Jannet & Lora, Patricia (2018). Hacia una propuesta de obser-
vación de la comunicación y la creatividad en plataformas digi-
tales. En: Chaves-Montero, A., Rodríguez-Rosell, M. M. y Salci-
nes-Talledo, I. (2018). (Eds.): Investigación multimedia: el análi-
sis de contenido en la Era Digital. Sevilla: Egregius Ediciones.
Pearce W, Holmberg K, Hellsten I, Nerlich B (2014) Climate Change on
Twitter: Topics, Communities and Conversations about the
2013 IPCC Working Group 1 Report. PLoS ONE 9(4): e94785.
doi:10.1371/journal.pone.0094785

— 45 —
Peña-López, I, Congosto, M, Aragón, P. (2014). Spanish Indignados and
the evolution of the 15M movement on Twitter: towards net-
worked para-institutions Journal of Spanish Cultural Studies,
Vol. 15 (1–2), 189–216,
http://dx.doi.org/10.1080/14636204.2014.931678.
Rizzotto, C., & Nunes Larangeira, Á. (2014). Media y género. Discusio-
nes en torno al contrato comunicacional de un observatorio
feminista. Comunicación y Sociedad, 0(23), 149-170.
Rodríguez Andrés, R. (2018). Trump 2016, ¿presidente gracias a las re-
des sociales?. Palabra Clave, 21(3), 831 - 859.
Said Hung, E. & Arcila Calderon, C. (2011). Online opinion leaders in
Colombia, Venezuela and Iran. Case Top20 most view users in
Twitter. Communication & Society 24(1), 75-100.
Voutssás, J. (Mayo/agosto de 2012). Observatorios web y portales del
conocimiento. Investigación Bibliotecológica, 26(57), 131-175.
Wendy, N. & Whitman, Cobb (2015). Trending now: Using big data to
examine public opinion of space policy, In Space Policy, 32, 11-
16, ISSN 0265-9646,
https://doi.org/10.1016/j.spacepol.2015.02.008.
Wenhao, C., Yi, C., Kinkeung, L., &amp; Haoran, X. (2014). A topic-
based sentiment analysis model to predict stock market price
movement using Weibo mood. Web Intelligence (2405-6456),
14(4), 287-300.

— 46 —
— 47 —
CAPÍTULO III

LAS CARICATURAS ÁRABES A TRAVÉS DE LAS


REDES SOCIALES: UNA HERRAMIENTA DE
COMUNICACIÓN PARA UNIR A LA SOCIEDAD

Dra. Salud Adelaida Flores Borjabad


Universidad de Sevilla, España

Resumen
Las caricaturas en el mundo árabe son una herramienta para hacer reír, pero
esconden ideas sostenidas por la sociedad que hacen que sean una forma de
comunicación alternativa. Pueden considerarse una forma de unión de la so-
ciedad que forja una identidad árabe bastante enraizada al margen de la situa-
ción política. Por ello, este trabajo tiene como objetivo presentar un estudio del
desarrollo de las caricaturas, analizando su simbología y su temática, al mismo
tiempo que se estudia su relación con las redes sociales y el forjamiento de esa
identidad social. Para ello, se desarrolla una metodología cualitativa y docu-
mental para desarrollar un método de análisis y síntesis. Asimismo, se emplea
un método visual etnográfico que permita observar y describir la muestra de
caricaturas. En este sentido, los resultados esperados y la discusión son reflejar
que las caricaturas han evolucionado hasta tal punto de convertirse en una he-
rramienta social indispensable gracias al desarrollo de internet, que ha permi-
tido que su difusión sea más rápida y eficaz. Por ello, como conclusión de esta
investigación puede decirse que las caricaturas árabes son consideradas un len-
guaje no verbal, ya que son un medio de comunicación alternativo. Este medio
de comunicación se ha visto afianzado por el desarrollo de internet, por lo que
se ha convertido en una forma de unir a las sociedades árabes.

Palabras clave
medios de comunicación de masas, árabe, dibujo, medios sociales, re-
volución cultural, identidad cultural.

— 48 —
Abstract
Political cartoons in the Arab world are an important tool in order to make
laugh, but they provide ideas and comments that are held by the community
and become them in an alternative media. Additionally, they are considered a
form of unity for Arab society on the grounds that they can develop an im-
portant sense of identity independently of the political situation in these coun-
tries. Consequently, the aim of this research is to study the development of Arab
political cartoons, analyze their symbols and themes and study the relation be-
tween social networks and social identity in the Arab world. As a result, a qual-
itative methodology and a theoretical approach have been used to establish a
process of analysis and synthesis. In addition to this, a visual ethnographic
method has been developed to describe and analyze the cartoons that are in-
cluded in this research. In a sense, the results and discussion are to reflect that
Arab political cartoons have evolved as they have become extremely powerful
tools thanks to the development of internet and cyberspace. As a conclusion,
Arab political cartoons are a non-verbal language since they are an alternative
media that has been crystallized because of social networks and internet. This
fact is due to internet and social networks contribute to improve a fast trans-
mission of these political cartoons.

Key words
mass media, Arabs, cartoons, social media, cultural revolution, cultural
identity.

— 49 —
1. Introducción
La caricatura en el mundo árabe es una herramienta moderna que se ha
visto condicionada por el entramado social y político. Puede conside-
rarse una forma de humor político que pretende incidir en los males de
la sociedad, al mismo tiempo que invita a reflexionar sobre diferentes
temas. Por ello, este trabajo es un estudio de cómo la caricatura árabe,
a través de la risa, es capaz de transmitir una serie de hechos que se
mantienen en la sociedad y que nadie se atreve a comentar dado que
puede conllevar terribles consecuencias. De este modo, se busca plan-
tear la caricatura como una herramienta que permite unir a la sociedad
para dar a conocer una información alternativa a la que ofrecen los me-
dios de comunicación tradicionales. Asimismo, se trata en este trabajo
como estas caricaturas son capaces de forjar un sentimiento de unidad
e identidad desconocido hasta el momento, que se ha visto consolidado
y cristalizado por el desarrollo de las redes sociales, puesto que ha per-
mitido que su transmisión sea mucho más rápida.
La caricatura, por lo general, ha sido ignorada de alguna manera por los
distintos regímenes. Esto se debe a que ha sido un elemento que bus-
caba la risa, al mismo tiempo que entretener a la sociedad. No obstante,
la caricatura es una pequeña revolución que a través de la libre inter-
pretación puede comunicar muchos aspectos sociales y políticos, lle-
gando a ser más poderosa que cualquier medio tradicional conocido.
Por esta razón, su estudio no debe ser ignorado, ya que dicha opinión
pude incluso provocar importantes cambios sociales.
Así, para desarrollar todo esto comentado anteriormente, se han desa-
rrollado los siguientes objetivos: (1) estudiar el desarrollo y evolución de
las caricaturas árabes; (2) analizar la simbología y temas de las carica-
turas que se desarrollan en las sociedades árabes; (3) observar la rela-
ción de las caricaturas con las redes sociales; y (4) comprobar la exis-
tencia de unión en la sociedad a través de las caricaturas.
Por otro lado, para desarrollar estos objetivos, se ha planteado una me-
todología cualitativa. Se ha llevado a cabo la recopilación exhaustiva y
rigurosa de un material teórico que permita establecer un proceso de
codificación y clasificación idónea para desarrollar un proceso ade-
cuado de análisis y síntesis. Pues, con esos datos, se ha elaborado una
nueva información que permita explicar todas las hipótesis planteadas,
así como los objetivos expuestos anteriormente. Asimismo, se ha desa-
rrollado un método visual etnográfico para analizar la muestra de cari-
caturas que se incluyen en este trabajo. En lo referente a la muestra, se
han tenido en cuenta las caricaturas del caricaturista sirio Ali Ferzat,
dado que es uno de los caricaturistas árabes más representativos, al

— 50 —
contar con más de 15.000 caricaturas a sus espaldas, así como una tra-
yectoria reconocida por los múltiples galardones que ha obtenido. Del
mismo modo, se han usado los dibujos de otros caricaturistas, tales
como Yasser Ahmad, que ha llegado incluso a trabajar para el periódico
al-Jazeera, y Akran Reslan, quien perdió la vida por representar al pre-
sidente sirio de manera directa1.
Con todo, este trabajo pretende demostrar que la caricatura árabe es
mucho más que un dibujo gráfico, dado que es una herramienta impres-
cindible para la sociedad. Esto se debe a que las circunstancias políticas
y sociales han contribuido a que evolucionen y que los caricaturistas
sean capaces de crear un género propio. Además, dicho género se ha
visto cristalizado por el desarrollo de internet y las redes sociales que
ha provocado que no sólo convierta en un elemento clave para su difu-
sión, sino que también se conviertan en un género único y reconocible
por todos.

2. Desarrollo y evolución de las caricaturas árabes: símbolos y temas.


La caricatura se considera una herramienta inherente del ser humano,
dado que su principal función es hacer reír. No obstante, el género
como tal no surgió hasta el siglo XVI con Leonardo da Vinci y pretendía
exponer a través del dibujo lo grotesco y lo deforme. Por tanto, busca-
ban lo extravagante y retrataban lo particular haciendo hincapié la exa-
geración. Pues, perseguían generar algún tipo de suscitaron de la so-
ciedad, creando de un arete satírico y revolucionario que se acabaría
convirtiendo en lo que es por hoy la caricatura (Luna, 2005; p. 13). En
cualquier caso, no es hasta el siglo XVIII cuando este arte se convirtió
en una corriente de opinión que aparecía en periódicos y revistas en
países como Francia y Reino Unido con el fin de ridiculizar y criticar a
la sociedad así como las decisiones políticas del momento (Luna, 2005;
pp. 24-26).
En lo referente mundo árabe, el desarrollo fue un tanto diferente. La
caricatura surge en Egipto con el desarrollo de la Nahda (el despertar)
en el siglo XIX y tenía una clara influencia inglesa y francesa (El-Jisr,
1988; s. p. [1]). Sin embargo, empezó a ilustrar poco a poco la vida coti-
diana de Egipto, así como personajes públicos, de manera que en torno
a 1919 se puso en marcha un movimiento nacionalista en el que apare-
cen caricaturas de extranjeros nacidas en Egipto. Un ejemplo de este
tipo de caricaturas se encuentra en la revista Le Cache-Col (La Bufanda)

1A pesar de que se utilizan estos tres caricaturistas, las caricaturas más utilizadas serán las de
Ali Ferzat. Esto se debe a que Ali Ferzat es el más reconocido de los tres, debido a su trayec-
toria y a que producción ha logrado transcender fronteras.

— 51 —
en las que aparecían caricaturas sobre el partido nacionalista el Wafd y,
a su vez, dicho partido político respondía a través de otra revista cono-
cida como Rose al-Youssef (La rosa de José).
Aun así, a partir de los años 30 todo esto empezó a decaer y esta crítica
política dio paso a una crítica social moderada y materializada a través
de la caricatura, donde el humor era una contraste entre los nombres y
el aspecto físico (Krifa, 1988: s. p. [29-30]). Por tanto, esta época estuvo
marcada por el desarrollo de una esquizofrenia cultural bastante arrai-
gada en tanto que existía un conflicto de identidad bastante significa-
tivo y que quedaba reflejado en las caricaturas al representarse el
mundo local y cotidiano, así como el mundo occidental idealizado, ya
que pretendían alcanzar el realismo (Müge Göçek, 1988: 91-92).
Con todo, no es hasta la década de 1950 cuando la caricatura toma ma-
tices propios y empieza a representar la realidad social política y social
de estos países. Surgió un movimiento conocido como modernistas que
se encargaron de redefinir este arte y de politizarlo mostrando una al-
ternativa a los medios de comunicación existente. De este modo, este
nuevo arte asumió el papel de vanguardia y lo justificaron mediante el
recurso de la universalidad de la razón y la ciencia, ya que muchos ca-
ricaturistas se veían encerrados en una lucha histórica contra el sistema
establecido de dominación política y económica que se había instau-
rado en estos países tras el final de la Segunda Guerra Mundial (Müge
Göçek, 1988: 104-110).
En cualquier caso, este arte no se terminó de consolidar como tal hasta
el desarrollo de la Guerra del Golfo. Pues, ese movimiento de caricatu-
ristas contribuyó a que este arte adquiriera una fuerza descomunal. La
década de los 90 estuvo marcada por la introducción de las nuevas tec-
nologías en el mundo árabe, pero aun así las noticias no eran objetivas.
Por ello, los caricaturistas recurrieron a simples trazos que permitieran
mostrar cuestiones complejas en una mezcla compleja de la compren-
sión de la imagen y el texto que las acompañaba, haciendo que la gente
pensara de una manera diferente, al mismo tiempo que ridiculizaban a
los medios de comunicación (Slymovics, 2001: p. 97).
Con todo, la gran explosión de las caricaturas árabes tuvo lugar con el
desarrollo de la Primavera Árabe en 2011. El desarrollo de la Primavera
Árabe contribuyó a una explosión artística hasta entonces desconocida,
por lo que la caricatura se consolidó como género artístico y social. Asi-
mismo, este hecho se vio favorecido por el desarrollo de las redes so-
ciales tales como Facebook y Twitter que contribuyó a que su difusión
fuera mucho más rápida. Prueba de ello es que incluso se crearon pági-
nas en Facebook, donde los artistas podían publicar sin ser censurados

— 52 —
(Sangani, 2011).No obstante, las caricaturas utilizaron la Primavera
Árabe sólo para consolidarse y difundirse de una manera más veloz.
Pues, las caricaturas ya contaban con una tradición artística y cultural
bastante arraigado, en tanto que desarrollaron una temática y simbolo-
gía bastante significativa. De echo, dicha temática y simbología se con-
virtieron en un elemento clave para identificarlas en tanto que podían
rastrearse a través de todo el mundo árabe. De este modo, en lo refe-
rente a la temática se distinguen tres tipos de caricatura: social, política
y global (Flores, 2018; pp. 320-329).
En primer lugar, la caricatura social se caracteriza por criticar los males
sociales. Trata temas relacionados con la conducta social, tales como
los chismes o el acoso por parte de los gobiernos, así como también este
tipo de caricaturas trata temas relacionados con temas relacionados
con los asuntos burocráticos y administrativos. Por tanto, el tema social
busca resaltar los valores negativos, haciendo que la gente reaccione
ante determinadas situaciones (Azīz Alī, 2010).

— 53 —
Figura 1: La falta de libertades en la sociedad (Farzat, n. d.)2

Figura 2: La burocracia en el mundo árabe (Farzat, n. d.)3

2 En esta caricatura se critica la falta de libertades en la sociedad. Se observa a un periodista


que entrevista a un ciudadano, pero llama la atención que el micrófono que porta el periodista
culmina en una soga. Por tanto, el caricaturista está criticando la falta de libertad de expresión
de la sociedad, al mismo tiempo que reclama una libertad anhelada dentro de la sociedad.
3 En esta caricatura se analiza la burocracia dentro del mundo árabe. Se observan seis viñetas

en las que se observa un hombre pidiendo reformas, tal como se observa en el papel de la
mañana. Asimismo, se observa que hay una mano que lo dirige a este hombre hacia diferen-
tes lugares hasta tal punto que este hombre se cansa y decide suicidarse, dejando atrás el pa-
pel y la mano que, incluso, llega a indicarle a este hombre que se suicida.

— 54 —
Por otro lado, en lo referente a la caricatura política, se utiliza para cri-
ticar temas políticos. Dentro de este tipo de caricaturas, se critica la
política local, la política árabe y la política internacional. En este sen-
tido, la política local está orientada a la política interior, dado que trata
temas político nacionales y las cuestiones generales del gobierno;
mientras que la política árabe se utiliza para criticar la falta de panara-
bismo político, así como la sátira referida a la política internacional se
refleja en críticas a la política exterior, en tanto que nacen nada para
resolver los problemas de oriente medio (Azīz Alī, 2010).

Figura 3: El encauzamiento del trono (Farzat, n. d.)4.

4 Se aprecia un trono de color rojo y amarillo que echa raíces en la tierra, mientras un hombre
permanece sentado y agarrado con fuerza. Esta caricatura es una crítica a la política local y a
los presidentes árabes que tratan de mantenerse en el poder a toda costa.

— 55 —
Figura 4: Los regímenes árabes (Farzat, n. d.)5.

Figura 5: El veto a Siria (Farzat, n. d.)6.

5 Se observa un coche rojo con muchos hombres tratando de conducir al mismo tiempo. En-
cima aparece una bandera blanca en la que puede leerse en árabe los regímenes árabes, por
lo que se trata de una crítica al panarabismo político que impide que haya un acuerdo para
una lucha común.
6 Se aprecia como un avión ruso tira bombas para destruir una ciudad. No obstante, esas
bombas se materializan con la palabra veto y caen sobre Siria, tal como ilustra el propio cari-
caturista con ese hombre que grita desconsoladamente. Por tanto, este dibujo es una crítica
hacia la posición internacional respecto a la cuestión Siria.

— 56 —
En cualquier caso, la caricatura más extendida es la caricatura global.
Este tipo de caricaturas mezcla los problemas sociales junto con los
problemas políticos. Por tanto, su uso es bastante recurrente, ya que
transmite muchas ideas y pensamientos mantenidos en la sociedad con
sólo una imagen (Azīz Alī, 2010).

Figura 6: El oficial cociendo al ciudadano (Farzat, n. d.)7.

Con todo, las caricaturas desarrollaron una simbología muy precisa.


Esta simbología era muy sencilla de interpretar, porque era conocida
por todos y permitía comprender fácilmente lo que ocurría en estos di-
bujos. No obstante, los caricaturistas desarrollaron una simbología es-
pecífica que permitía identificarlos con mayor claridad. Pues, entre
otras cosas, hay que tener en cuenta que cada caricaturista es hijo de
su tiempo y que su propia simbología forma parte de ellos como algo
natural. Aun así, todos comparten también unos símbolos que hacen
que este arte se convierta en un género propio dentro del mundo árabe
(Flores, 2017a, pp. 243-268). Dentro de esta simbología común, el pri-
mero que se destaca es la Estrella de David. Es el símbolo de la bandera
de Israel y l la utilizan para criticar la situación entre Israel y Palestina.
De hecho, muchos lo enfatizan hasta tal punto que equiparan a Israel
con un estado tirano y terrorista debido a las vejaciones que comete
(Qassim, n. d., pp. 44-47).

7
Esta caricatura muestra un oficial, que representa el poder y la fuerza, está cociendo a un
ciudadano , que representa la sociedad oprimida por el gobernante. Además de esto, se aprecia
que este hombre pide un plato de comida al oficial que se lo sirve usando el agua que utiliza
para cocerlo. De este modo, esta caricatura muestra ambas problemáticas: de un lado, la opre-
sión de la sociedad y, de otro, la presión de los gobernantes, cuyo único fin es enriquecerse.

— 57 —
Figura 7: El soldado israelí con barba (Farzat, n. d.)8.

Otro símbolo es el Globo Terráqueo en forma de hombre humano. Se


utiliza para enfatizar que las cosas no funcionan como deberían ir, así
como también para reflejar la ignorancia del mundo ante determinados
asuntos referentes al mundo árabe y a Oriente Medio (Qassim, n. d., 47-
49).

8 Se observa un soldado con barba cargado de armas y un casco que presenta la Estrella de
David en color azul. Este soldado, a su vez, presenta una pancarta que indica de una manera
escueta la imposibilidad de tirar piedras, Además, el caricaturista presenta un fondo de color
rosa, con el fin de crear un mundo idóneo. Por tanto, el caricaturista está criticando a Israel, en
tanto que prohíbe tirar piedras (el arma de los palestinos), mientras ellos usan las más sofisti-
cadas armas.

— 58 —
Figura 8: La comunidad internacional (Ahmad, 2016a)9.

Además, destaca el uso de los niños. Los niños representan la inocencia


y la pureza, por lo que van a ser representados como víctimas. Son el
elemento más débil de la sociedad, dado que todas estas circunstancias
repercute en su crecimiento, ya que serán los adultos del futuro. Por
tanto, su uso en las caricaturas aparece con el fin de destacar las con-
secuencias que tendrán todos los conflictos en el mundo árabe y en
Oriente Medio (Qassim, n. d., p. 52).

9 Se aprecia a un hombre personificado con la cabeza del Globo Terráqueo. Al fondo se apre-
cia la fotografía de una familia árabe, por lo que el hombre en vez de mirarla para solucionar la
situación de esa familia, se tapa los oídos. Por tanto, esta caricatura es una manera de criticar
la situación internacional, al mismo tiempo que se muestra la ignorancia del mundo.

— 59 —
Figura 9: La inocencia de los niños (Ahmad, 2018)10.

En cualquier caso, los niños no son los únicos personajes utilizados para
criticar la sociedad. Los caricaturistas árabes utilizan a la mujer para
hacer hincapié en la desigualdad social. Aparece como víctima teniendo
en cuenta varias perspectivas. Se refleja como víctima de la sociedad
oprimida por el hombre y, por otro lado, se muestra como madre de la
sociedad que ha sido maltratada hasta límites extremos (Qassim, n. d.
p. 52).

10 Se observa un niño que piensa en cosas normarles de su edad, como los juguetes, el cole-
gio o jugar al fútbol. No obstante se aprecia que le apunta un arma, mientras se pasa la página
de un libro que da lugar a múltiples calaveras que simbolizan la muerte. Por tanto, el signifi-
cado de esta caricatura es criticar como en muchos países árabes y de Oriente Medio han ter-
minado con la infancia de los niños.

— 60 —
Figura 10: La mujer como víctima social (Farzat, n. d.)11.

Figura 11: El secuestro de la justicia y la libertad (Ahmad, 2016b)12.

11 Se muestra una asamblea compuesta por hombres. Al fondo aparece una mujer que avanza
para poder estar al mismo nivel, pero un hombre le pone una zancadilla con el fin de que no
llegue. De este modo, el caricaturista pretende criticar la opresión de la mujer en la sociedad,
dado que lo hombres impiden que lleguen a desarrollarse al mismo nivel.
12 El caricaturista opta por representar la justicia con forma de mujer, al mismo tiempo que la

equipara con la libertad, tal como se observa en la corona que lleva. Pues, establece un para-
lelismo con la estatua de libertad. Esta figura femenina aparece volcada por la palabra veto
que la hace temblar hasta caerse. Por ello, la crítica de esta caricatura va dirigida a que el veto
de algunos países impide que se desarrolle una justicia y libertad plena.

— 61 —
Por otro lado, destacan las armas para representar la guerra y las ope-
raciones militares. Los caricaturistas quieren hacer hincapié en la si-
tuación en el mundo árabe, por lo que las armas es un elemento clave.
En un primer momento, solía asociarse a Israel y al comercio de armas,
pero con el desarrollo de la Primavera Árabe este símbolo evolucionó y
se empezó a asociar sobre todo a las guerras y a los conflictos armados
(Qassim, n.d., p. 55.61).

Figura 12: África y el comercio de armas (Reslan, 2016)13.

13 Seaprecia a un hombre africano que pide comida. No obstante, en vez de comida, un avión
lanza armas. Por ello, el caricaturista está criticando el comercio de armas, ya que provoca
que mucha gente muere de hambre en vez de ayudarles a salir de esa situación.

— 62 —
Figura 13: El tiempo (Ahmad, 2017)14.

Por otro lado, los personajes son símbolos en sí mismos. Tienden a usar
la expresión de una manera exagerada para hacer énfasis en la crítica.
Asimismo, también lo reflejan en la vestimenta. Se observa que usan
trajes de chaqueta más arreglado para representar a las élites, mientras
que por otra parte usan trajes rasgados y harapientos para representar
a la sociedad. Además, emplean la kufiya para representar a los ricos,
así como también el turbante iraní y el gorro del Tío Sam para hacer
hincapié en la política internacional. Del mismo modo, también el traje
de general y las barbas para indicar miedo y respeto desde un punto de
vista de la política local (Qassim, n. d., pp. 37-43).

14 Se ve escrita en árabe la palabra tiempo. Además de esto, puede verse como una familia
árabe se refugia en la letra waw, dado a que su escritura es más ancha y caben como si fuera
una cueva. Pues, en el exterior llueven bombas químicas que destruyen todo. Por tanto, el ca-
ricaturista está haciendo una crítica al empleo de armas químicas en los conflictos armados
del mundo árabe, hasta tal punto que una familia se refugia en esa letra para evitar morir arro-
yada por esas armas.

— 63 —
Figura 14: Coalición contra el Daesh (Ferzat, 2014)15.

3. Reacción social ante el fenómeno de las caricaturas: el uso de las


redes sociales y la identidad árabe.
Por lo general, la reacción social ha sido bastante significativa. Es cierto
que surgieron revistas satíricas en las que se publicaban estas caricatu-
ras, pero muchas de ellas se vieron obligadas a cerrar debido a la cen-
sura. La ejercían a través de oficinas de censores dentro de los propios
periódicos, es decir, controlaban directamente las fuentes o utilizaban
editores designados por el gobierno. Así, el jefe del los editores solía
escuchar los consejos que los altos funcionarios proporcionaban, reco-
giendo las principales ideas que debían tratarse dentro del periódico o
revista en cuestión. En cualquier caso, la caricatura lograba romper con
todo esto, gracias a la simbología (Ami, 2002: p. 131).

15 Se muestra dos personajes. Uno de ellos está girado y representa el mundo ignorante, tal
como refleja su cabeza. Luego, se observa otro personaje vestido con un traje más arreglado y
con el gorro del Tío Sam. Además, este personaje enseña al hombre que está de espaldas
una mano con dos marionetas que representan un hombre con barba para destacar el terro-
rismo y un saldado que ataca. No obstante, llama la atención que por detrás tiene un puñal
para clavárselo. Por tanto, el caricaturista pretende reflejar la hipocresía internacional ante de-
terminados aspectos sociales y políticos como es el caso del terrorismo, ya que lejos de solu-
cionarlo, sacan beneficios para ellos mismos.

— 64 —
Un elemento fundamental era que las caricaturas árabes tendían a ca-
recer de texto. Los caricaturistas utilizaban el menor número de pala-
bras posibles, dado que pretendían llegar a todos los sectores de la so-
ciedad. El texto tenía una función complementaria, dado que podía res-
tringir el significado. Pues, la lengua árabe se caracteriza por la presen-
cia de múltiples dialectos y la elección de un registro u otro podía dis-
torsionar el significado de la caricatura. Por ello, la caricatura cobró
gran popularidad entre la sociedad desde el principio, puesto que nadie
quedaba indiferente ya que estaban abiertas a la libre interpretación
(Qassim, n. d., pp. 61-64).
No obstante, su punto álgido estuvo asociado al desarrollo de internet
y las redes sociales. El ciberespacio generó una forma más interactiva y
autónoma que permitía ejercer presión y desafiar a los distintos regí-
menes autoritarios. Se convirtió en un espacio idóneo de creación cul-
tural que incitaba a la sociedad a movilizarse y enfrentarse a las injusti-
cias del régimen (Liu, 2013, pp. 252-271). Hay que tener en cuenta que el
desarrollo de internet y las nuevas tecnologías en el mundo árabe fue
un tanto tardío, pero una vez introducidas se convirtieron en una he-
rramienta fundamental para acabar con la censura y unir a la sociedad.
De este modo, el desarrollo de la Primavera Árabe promovió la resisten-
cia al autoritarismo informacional en forma de activistas en el ciberes-
pacio que instrumentalizaban de forma calculada internet y las redes
sociales para movilizar a la juventud y a la sociedad. Como resultado,
los medios de comunicación se convirtieron en una nueva arma de re-
sistencia, a través de una instrumentación de internet que permitía
romper con la censura y unir a la sociedad rompiendo las fronteras
(Eko, 2012, pp. 129-150).
Asimismo, este desarrollo de las redes sociales y el ciberespacio contri-
buyó a que las artes se pudieran difundir mucho más veloz. La carica-
tura, por su parte, cobró gran importancia. Ésta terminó de evolucionar
en la Primavera Árabe, en tanto que a que su medio de transmisión
ahora eran las redes sociales e internet, destacando Facebook y Twitter.
Un ejemplo es el desarrollo de la página Artes de la Revolución Siria (Sy-
rian Revolution Arts), donde muchos artistas podían publicar sus dibu-
jos de forma anónima sin sufrir la presión de los gobiernos (Syrian Re-
volution Arts, 2012). Del mismo modo, también supuso una revolución
porque este nuevo medio de transmisión permitía hacer críticas mucho
más directas a los presidentes. Por ejemplo, se llegaron a encontrar más
de 3000 caricaturas que criticaban al presidente sirio Bashar al-Asad
con el objetivo de contar en imágenes el desarrollo de la revolución siria
(Buḥ āʾ, 2013).

— 65 —
Además, este hecho contribuyó a ejercer una fascinante influencia so-
bre los jóvenes sirios que se reunían los jueves para preparar pancartas,
en las que incluían diferentes caricaturas para llevarlas a las manifesta-
ciones de los viernes. Esto empezó como un juego en el que los que los
chavales llevaban sus dibujos en señal de protesta y a la gente le fue
gustando cada vez más hasta tal punto de que este juego se convirtió
en una vocación (El Universal, 2012).

Figura15: Bashar al-Asad (Abou Hassan-FadiToOn, 2015)16.

16 Se observa a Bashar al-Asad desintegrándose, mientras porta una bandera en la que puede
leerse en inglés Assad or Burn the country (al-Asad o quemo el país). El objetivo, por
tanto, del caricaturista es ridiculizar al presidente sirio, en tanto que se niega a marcharse.

— 66 —
Figura 16: Muammar al-Gadafi y Bashar al-Asad escapando juntos (Farzat, n. d.)17.

Sin embargo, es cierto que encontraron en internet un medio idóneo


para transmitir de una manera fácil y rápida sus dibujos sin sufrir cen-
sura. No obstante, muchos de ellos no se libraron de ser reprimidos y
perseguidos. Los ejemplos más representativos son Akram Reslan y Ali
Ferzat. Akram Reslan destacó por sus múltiples críticas a Bashar al-
Asad. Cuando estalló la Primavera Árabe mostró una amplia gama de
dibujos hasta tal punto de desarrollar un hilo argumentativo de la situa-
ción siria. Aun así, el gobierno sirio decidió secuestrarlo y algunas fuen-
tes comentan que fue asesinado por parte del gobierno en 2013 (Cavna,
2013). Más allá de todo esto, destaca Ali Ferzat. Ali Ferzat, quien ya había
sufrido ataques de censura por parte del gobierno sirio, tras el desarro-
llo de la Primavera Árabe, sufrió un ataque por parte del gobierno sirio
la noche del 25 al 26 de agosto de 2011 en el que le rompieron los dedos
y lo dejaron semi-inconsciente. En cualquier caso, logró salvar la vida y
recuperarse en Kuwait (Farzat, 2012).
Con todo, la reacción en las redes sociales fue bastante significativa.
Pues, muchas de las caricaturas empezaron a aparecer en Facebook, así
como también en otros foros como Cartoon Movement (Cartoon Mo-
vement, 2015). Asimismo, con el caso de Ali Ferzat, conllevó a que mu-
chos caricaturistas hicieran muchas caricaturas y exposiciones en su

17 Se aprecia al presidente sirio y al presidente libio tratando escapar de sus respectivos paí-
ses. Por un lado, se aprecia el estado colérico de Gadafi que conduce un coche que pierde los
tornillos; mientras que, por otro lado, se observa a Bashar al-Asad haciendo auto-estop espe-
rando que lo recoja, junto con su sirviente. El caricaturista, a través de esta imagen, busca
mostrar la necesidad de que ambos presidentes se vayan del país con el fin de que triunfe la
Primavera Árabe.

— 67 —
honor (Taher, 2011), así como también obtuvo el premio Sajarov a la Li-
bertad de Consciencia por el Parlamento Europeo (Anónimo, 2011), así
como muchos otros premios. Por tanto, su desarrollo fue excepcional
porque las redes sociales consiguieron reavivar este arte y consolidarlo
como un género propio de arte de resistencia capaz de unir a la socie-
dad con un sentimiento de identidad bastante significativo , por lo que
su presencia se ha convertido en una herramienta esencial que, a su vez
, se ha visto afianzada por desarrollo de internet y las redes sociales
(Flores, 2017b, pp. 119-141).

4. Conclusiones
En lo que respecta a las conclusiones, se han podido intuir a lo largo de
este trabajo. Todas ellas están unidas entre sí e, incluso, derivan unas
de otras. Por ello, las conclusiones que se han establecido deben ser
entendidas en conjunto y no de manera aislada.
La primera conclusión es que la caricatura es un lenguaje no verbal. La
caricatura desde sus orígenes pretendía transmitir una serie de ideas,
actitudes y circunstancias que se encontraban dentro de la sociedad,
pero que nadie aludía de manera directa. De este modo, la caricatura
permitía romper con la barrera de los distintos registros lingüísticos
existentes dentro de las sociedades árabes. Pues, la lengua árabe se ca-
racteriza por la presencia de un registro formal definido y un registro
coloquial disperso, en tanto que existen una gran cantidad de dialectos
que puede dificultar la comunicación dependiendo la región en la que
se desarrolle. Por este motivo, el desarrollo de la caricatura fue bastante
significativo, dado que gracias al uso de la simbología logró romper con
esa barrera lingüística, al mismo tiempo que llegaba a todos los sectores
de la sociedad.
En este sentido, hay que tener en cuenta la siguiente conclusión: la ca-
ricatura es un medio de comunicación alternativo. Esa lengua en imá-
genes no sólo permite comunicar aspectos sociales, sino también polí-
ticos. Asimismo, esos aspectos que comunica los transmite en un am-
biente en el que la censura está muy arraigada, en tanto que no existe
objetividad en los medios de comunicación tradicionales y que las pu-
blicaciones están supeditadas a una oficina de censores. Por ello, el uso
de la caricatura es esencial, dado que permite trasmitir una información
veraz y que no aparece en los medios de comunicación tradicionales.
Por este razón, la caricatura ha permitido a unir a la sociedad, desarro-
llando un sentimiento de identidad bastante importante, La caricatura
ha permitido que las personas se identifiquen con las imágenes que ven.

— 68 —
Dicho de otro modo, los caricaturistas han creado un espacio alterna-
tivo en el que la sociedad se encuentra reflejada y liberada de las pre-
siones de los gobiernos. Por tanto, se ha desarrollado una corriente pa-
narabista social que no había existido hasta el momento. Pues, gracias
al sentido del humor y a la ironía, la sociedad ha desarrollado un senti-
miento de identidad árabe que no había existido hasta el momento.
Por último, es necesario añadir que el desarrollo de estos tres aspectos
no se hubiera desarrollado sin las redes sociales y es aquí donde entra
la última conclusión. Las redes sociales han favorecido la transmisión
de las caricaturas de una manera mucho más veloz y eficaz, dado que la
censura es más fácil de evitar. Asimismo, el desarrollo de las redes so-
ciales ha permitido que den la vuelta al mundo y que esa identidad árabe
que se ha ido forjando con los años se convierta en una realidad hasta
tal punto que aquellos árabes que se encuentran viviendo fuera de sus
países se identifiquen con esos dibujos gracias al desarrollo de las redes
sociales.

— 69 —
5. Bibliografía

Abou Hassan-FadiToOn, F. (2015). Bashar Al Assad by: My bro Syrian


Cartoonist Akram. Cartoon Movement. Recuperado el 29 de
octubre de 2018, de https://www.cartoonmove-
ment.com/cartoon/23420
Ahmad, Y. (2016a). International community. RFS. Recuperado el 28 de
octubre de 2018, de https://rfsmediaof-
fice.com/en/2016/12/21/international-community-yaser-
ahmad/
Ahmad, Y. (2016b). Yaser Ahmad. Facebook. Recuperado el 28 de octu-
bre de 2018, de https://www.face-
book.com/photo.php?fbid=1508323395850433&set=pb.100000
183621845.-2207520000.1540750472.&type=3&theater
Ahmad. Y. (2017). Al-Jaw. Facebook. Recuperado el 29 de octubre de
2018, de https://www.face-
book.com/photo.php?fbid=2016853881664046&set=pb.100000
183621845.-2207520000.1540750412.&type=3&theater
Ahmad, Y. (2018). Tajnil al-Atfal. Facebook. Recuperado el 29 de octu-
bre de 2018, de https://www.face-
book.com/photo.php?fbid=2475349932481103&set=pb.1000001
83621845.-2207520000.1540748312.&type=3&theater
Amin, H. Y. (2002). Freedom as a Value in Arab Media: Perceptions and
Attitudes among Journalists. Political Communication, 19 (125-
135). Taylor & Francis.
Anónimo (2011, 27 de octubre). La primavera árabe gana el Premio Sá-
jarov 2011. El Parlamento Europeo. Recuperado el 20 de mayo
de 2015, de https://bit.ly/2sxCn6h
Azīz Alī (2010). Al-Karikātīr. Al-Mooftah. Recuperado el 15 de junio de
2012, de http://www.almooftah.com/vb/showth-
read.php?t=40
Buḥ āʾ, Ŷ . (2013). Al-Kārīkātīr yuṭārid Bašār al-Asad bi-ʾakṯar min 3000
lawḥ a sājira. Al- Arabiya. Recuperado el 11 de julio de 2014, de
http://www.alarabiya.net/articles/2013/01/16/260835.html
Cartoon Movement (2015). Akram Raslan. Recuperado el 20 de enero
de 2018, de https:// bit.ly/2spJFtu

— 70 —
Cavna, M. (2013). Akram Raslan: Rights group clarifies report that Syr-
ian political cartoonist was executed. The Washington Post.
Recuperado el 29 de octubre de 2013, de
https://wapo.st/sp3EIY
Eko, L. S. (2012). New Media, Old Regimes. Case Studies in Compara-
tive Communication Law and Policy. Lanham, Maryland: Lex-
ington Books.
El-Jisr, B. (1988). Caricatures arabes. En M. Krifa, O. Oussedik, J. P. y
Hondet L'Institut du monde arabe presente: caricatures arabes
/ auteur-concepteur de l'exposition, Michket Krifa; exposition
réalisée par le Département des Actions culturelles de l'Institut
du monde arabe; Jean-Pierre Hondet et Ouardia Oussedik. Pa-
rís: L‘Institute du Monde Arabe.
El Universal (2012). Las caricaturas se convierten en otra arma contra
el régimen de Al Assad. El Universal. Recuperado el 22 de julio
de 2014, de http://www.eluniversal.com/internacional/re-
vuelta-arabe/120720/las-caricaturas-se-convierten-en-otra-
arma-contra-el-regimen-de-al-ass
Farzat, A. (n. d.). Ali Ferzat. Recuperado el 25 de enero de 2018, de
https://bit.ly/2srv7tf
Farzat, A. (2012). Syrian cartoonist Ali Farzat: 'They broke my hands to
stop me drawing As sad' – video. Drawing the Revolution
The Guardian. Recuperado el 30 de octubre de 2013, de
https://bit.ly/2fopAi4
Ferzat, A. (2014). Coalición contra el Daesh. Syria Untold. Recuperado
el día 28 de octubre de 2018, de http://syriaun-
told.com/2014/11/coalition-against-daesh-caricature-by-ali-
ferzat/
Flores, S. (2017a). La caricatura en el mundo árabe: el triunfo del pana-
rabismo. En Pocklington, R. (2017) Actas de los simposios de la
Sociedad Española de Estudios Árabes, pp. 243-268
Flores, S. (2017b). La caricatura en la Primavera Árabe: de la libertad de
expresión al arte de resistencia a través de las redes sociales.
En Ortega, A. Y García, V. (eds.) Voces alternativas: investiga-
ción multidisciplinar en comunicación y cultura, pp. 119-141.

— 71 —
Flores, S. (2018, 4 de junio). Political cartoons in the Middle East: a new
form of communication and resistance. US-China Foreign Lan-
guage, Vol. 16, No. 6. DOI: 10.17265/1539-8080/2018.06.004
Krifa, M. (1988). Naissance de la caricature en Egypte. En M. Krifa, O.
Oussedik y J. P. Hondet L'Institut du monde arabe presente:
caricatures arabes auteur-concepteur de l'exposition, Michket
Krifa; exposition réalisée par le Département des Actions cul-
turelles de l'Institut du monde arabe; Jean-Pierre Hondet et
Ouardia Oussedik. París: L‘Institute du Monde Arabe.
Liu, S. (2013). The Cyberpolitics of the governed. Inter Asia Cultural
Studies. 14:2.
Luna, O. (2005). La caricatura política en el Perú: Julio Málaga Grenet,
Francisco González Gamarra y Jorge Veinatea Reinoso. Recu-
perado el 28 de mayo de 2014, de http://cyberte-
sis.unmsm.edu.pe/handle/cybertesis/2360
Müge Göçek, F. (1998). Political Cartoons in the Middle East. Prince-
ton: Princeton University.
Qassim, A. (n. d.). Arab Political Cartoons. Consultada el 2 de octubre
de 2013, de http://www.andreasqassim.com/down-
load/MA_thesis.pdf
Reslan, A. (2016). Africa and the arms dealers. Cartoon Movement. Re-
cuperado el 28 de octubre de 2018, de https://www.cartoon-
movement.com/cartoon/31146
Sangani, K. (2011). What Role did social media and capable devices have
on the ongoing events in the Middle East? Arab Spring-Revolu-
tion 2. 0. Recuperado el 17 de octubre de 2013, de
http://eandt.theiet.org/magazine/2011/07/revolution-2-
0.cfm
Slyomovics, S. (2001). The Living Medina in the Maghrib: The Walled
Arab City in Literature, Architecture, and History. London:
Frank Cass
Syrian Revolution Arts (2012). Facebook. Recuperado el 11 de julio de
2014, de https://www.facebook.com/Syrian.Revolu-
tion.Arts/timeline
Taher, M. (2011, 15 de septiembre). Exhibition dedicated to Syrian car-
toonist Ali Ferzat at Atelier du Caire. Ahram Online. Recupe-
rado el 19 de mayo de 2015, de https://bit.ly/2J5rhkb

— 72 —
— 73 —
CAPÍTULO IV

PENSAR EN LAS REDES SOCIALES

Dr. Javier-Eladio Guzmán Villanueva


Investigador Universidad de Córdoba

Resumen
Se ha estudiado lo que se hace en y lo que son las redes sociales, pero no cómo
pensar en ellas. El acercamiento de la Filosofía al mundo enredado ha sido para
etiquetarlo, para hacer si acaso Filosofía de las Redes Sociales, pero no para
construir Filosofía en las redes sociales; los profesionales de la Filosofía, en lí-
neas generales, no están en ello, se comunican por circuitos académicos o edi-
toriales. Este trabajo estudia la situación actual (finales de la segunda década
del siglo XXI) de la producción filosófica en el ecosistema digital. Partimos de la
diferencia conceptual entre ‘Pensamient0’, ‘Pensamiento Filosófico’ y ‘Filosofía’,
asimismo de una presentación de las características en general de Internet y de
las redes sociales en particular. Analizamos las peculiaridades y exigencias ex-
presivas de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube. A continuación, pasamos
revista a la posible intervención de carácter filosófico de los formados en Filo-
sofía. Enunciamos el modo en que se puede construir contenidos filosóficos en
función de las características expresivas de cada red social. Pensar en red pasa
por ser anafórico en Facebook / triádico en Twitter / complementario en Ins-
tagram / entrelazado en YouTube. La función de la Digifilosofía no puede ser
de mera observadora de los usos comunicativos del mundo enredado, sino que
debe ser activa. Casi todo el espacio de Internet dedicado a la Filosofía es a su
divulgación, el profesional de la Filosofía académico no construye filosófica-
mente en este ecosistema digital, algunos formados en Filosofía difunden al-
guna ocurrencia reflexiva, existe embrionariamente una mínima intervención
en Pensamiento Filosófico Reticular pero todavía no ha aparecido ningún sis-
tema filosófico construido digitalmente y en comunidad de pensamiento que
recurra a estrategias discursivas especialmente pensadas para las formas ex-
presivas y las complejidades de la tecnosociedad.

Palabras-clave
Filosofía – Pensamiento Filosófico – Pensamiento Digital - redes socia-
les – tecnosociedad.

— 74 —
— 75 —
Introducción – Justificación
Las redes sociales son un fenómeno del siglo XXI que nos atraviesa tan
intensa y extensamente a buena parte de nosotros que en cierta medida
nos constituye como sujetos enredados, y, a través de las mismas, asi-
mismo nos constituimos como discurso / huella experiencial ante los
demás – tanto ante los que queremos exhibirnos como ante el resto (en
el fondo, todos desconocidos) -: en realidad, todos los usuarios solo son
generadores de datos para terceros. Un fenómeno tan complejo y con
tantas aristas ha suscitado una atención del Pensamiento en general y
del quehacer filosófico en particular, pero se trata de un reflexionar ge-
nitivo – Filosofía de las Redes Sociales -: se piensa si es una herramienta
liberalizadora u opresora, si nos agrega o nos aísla, si es el medio de una
supuesta nueva cultura o de los negocios de siempre: se medita sobre
lo que hacemos en las redes sociales y lo que ellas hacen de nosotros;
siempre desde fuera, como si fuesen un objeto externo susceptible de
descripción fenomenológica / interpretación hermenéutica / análisis
semántico (según nuestra filiación filosófica), mas no desde dentro.
Existe algún trabajo académico (Constante, 2013) acerca de lo que pu-
diera parecer el medio reticular al Pensamiento Filosófico, finas obser-
vaciones de pensadores de excepción como Bauman, también artículos
de opinión con mayor originalidad (en función de los clichés que repi-
tan), pero lo que falta es una aproximación sobre la posibilidad de cons-
truir Filosofía en el ecosistema digital y en español.
La pensadora filosófica Marina Garcés nos brinda el siguiente frag-
mento:

“Las redes sociales son rápidas, premian la visibilidad en términos


cuantitativos, se basan en relaciones construidas desde la autoafir-
mación. Pueden servir para entrar en contacto con formas de pensar,
pero no sé si como herramientas de pensamiento.”

(Irene Hernández, 23 – 1 – 2018.)

Pues de eso se trata, de atender la posibilidad de que las redes sociales


sean herramientas de pensamiento; una posibilidad obviada o puesta en
duda incluso por los pensadores filosóficos más atentos a nuestra ac-
tualidad.

— 76 —
Objetivos Generales y Específicos
Meditar sobre las redes sociales en 2019 constituye el objetivo general
de este estudio, que tiene como objetivos específicos examinar las po-
sibilidades que ofrecen las principales redes sociales de cara a construir
al menos Pensamiento Filosófico, y, a ser posible, Filosofía (en modo di-
gital).

Método – Desarrollo del trabajo


Partiendo (1) de la concepción de que todo lo que hacemos en las redes
sociales es o bien (sobre todo) la reproducción de contenidos ideados
por ciertos intereses o bien la producción de enunciaciones en deter-
minado marco que creemos controlar en parte o bien (solo en determi-
nadas circunstancias) construcción de una marca retórica propia pero
en symploké con múltiples perfiles; (2) (partiendo asimismo) de la dife-
renciación entre Filosofía y Pensamiento Filosófico por la voluntad de
sistema de aquella ausente en este, y entre Pensamiento Filosófico y
Pensamiento por la presencia de argumentación rigurosa vinculada a
una tradición de problemas y terminología ya dada históricamente en
el Pensamiento Filosófico y ausente en el Pensamiento (que puede ope-
rar argumentativamente o no); (3) aplicamos el potencial del Análisis del
Discurso a las distintas redes sociales.
Nuestro caminar se apoya en dos bastones: nuestras ideas respecto a
cómo operamos filosofando y en Internet.
La Filosofía consiste en un entramado de preguntas relevantes en busca
de respuestas argumentadas; cuando adopta vocación universal y nor-
mativa de coherencia ordenada adquiere la forma de un sistema filosó-
fico; así pues, cuando la argumentación rigurosa sobre las complejida-
des que nos atraviesan no es sistémica estamos ante Pensamiento Filo-
sófico; y cuando expresamos contenidos sin limitarnos a lo argumenta-
tivo y / u operando con medios (no estrictamente lingüísticos como los
medios) visuales / objetuales estamos ante Pensamiento. Esto es, la
clase lógica ‘Filosofía’ pertenece a la clase lógica ‘Pensamiento Filosó-
fico’, perteneciente a su vez a la clase lógica ‘Pensamiento’. Entre las
distintas destrezas que debe desarrollar un ser humano debería tener
un lugar central la competencia filosófica. Consideramos que tenemos
(al menos) derecho a (cuando no deber también de) usar este universal
antropológico, previo paso por su entrenamiento. Entiéndase por ‘com-
petencia filosófica’ ‘la facultad de comprender críticamente enuncia-
ciones filosóficas escritas / orales y de escribir textos y pronunciar dis-
cursos filosóficos reflexivos / argumentativos / críticos / claros / ri-
gurosos / perspicuos; esto es, las capacidades de interpretación y de

— 77 —
creación respecto a contenidos vinculados a conceptos y a ideas rela-
tivos a complejidades que nos atraviesan como especie y como sociedad
formulados mediante argumentaciones rigurosas y sirviéndose de una
terminología técnica propia de una tradición más que bimilenaria, asi-
mismo de categorías científicas y de inquietudes antropológicas prove-
nientes del mundo artístico: un saber de segundo orden que se realiza
a través y sobre un conocimiento positivo, práctico o artístico, y aun
siendo de segundo orden es capaz de producir conocimiento sustan-
tivo’.
Comunicar en Internet supone posibilidad para (1) publicar / (2) inter-
actuar / (3) vincular contenidos; y, en concreto, las redes sociales per-
miten (a) compartir y (b) multiplicarte.
Desde 2017 estamos llevando a cabo una exploración al respecto, que
empezó con nuestra comunicación el 7 – 4 – 2017 en la Universidad de
Sevilla para el II Congreso Internacional COMUNICACIÓN Y PENSA-
MIENTO Internet y redes sociales “¿Filosofía en el mundo enredado?”;
que proseguimos en nuestra participación el 17 – 4 – 2018 en el I Con-
greso Internacional HUMANIDADES DIGITALES (Universidad de Valla-
dolid) “Filosofía Digital Hispánica: construcciones filosóficas en español
en el ecosistema digital”, que se puede visionar en nuestro canal de
YouTube Javier-Eladio Guzmán, al igual que los siguientes vídeos sobre
esta problemática: “¿Filosofía en el mundo enredado?” (2 – 9 – 2018) /
“La obra filosófica en la época de su reproductibilidad sociotecnológica”
(3 – 4 – 2018) / “El lugar de la Digifilosofía en el conjunto de la sociedad”
(22 – 4 – 2018) / “Meditaciones sobre las Humanidades Digitales” (23 –
4 – 2018) / “El lugar de la Filosofía en el conjunto de la tecnosociedad”
(8 – 6 – 2018). Vamos a proceder a una destilación de las anteriores re-
flexiones (pensadas desde enero de 2017 hasta noviembre de 2018).

Resultados
En una de las épocas en las que más nos comunicamos, se piensa poco
y de forma deficiente (con honrosas excepciones) tanto en el ámbito
cotidiano (repetimos opiniones producidas para influir), como en el
mundo enredado (nos lanzamos a exhibiciones narcisistas y ante cual-
quier noticia pronto aparecen los insultos), asimismo en los ámbitos po-
lítico (hay un déficit de intelectualidad, de Ética, de formación cientí-
fica, de sentido del humor y de diagnóstico adecuado) / artístico (donde
mientras unos confunden el recurso a lo tecnológico con la irrupción
de una novedad otros insisten en agotar cánones) / científico (en cre-
ciente idolatría hacia la Metafísica del Dato). En este contexto de po-
breza reflexiva la Filosofía sufre el ataque del creciente economicismo

— 78 —
cortoplacista. En el ámbito universitario no corren tiempos afortunados
para la Filosofía; afectada por la reducción de su presencia en las Ense-
ñanzas Medias su desaparición se cierne sobre las Enseñanzas Superio-
res: las Facultades de Filosofía se están convirtiendo en Departamentos
de Filosofía, de ahí pasan a compartir Departamento con otras ciencias
sociales – políticas – humanísticas en el ámbito europeo o físicas – ma-
temáticas – cognoscitivas en el ámbito estadounidense. Uno de los mo-
tivos de que la Academia no genere creatividad filosófica en particular
e intelectual en general es por la presión que reciben los profesores de
producir dentro de una estandarización del saber siguiendo unas ruti-
nas institucionales pautadas destinadas a fabricar ultraespecialistas con
artículos en revistas ¿de impacto? al margen de un entrelazamiento
Ciencia – Filosofía – Arte. Por otra parte, la Academia está sustituyendo
a las Filologías y a la Filosofía por los Estudios Culturales; ¿hecho que
influye en que la selección de la nueva estrella mundial del firmamento
del Pensamiento actual no sea estrictamente un filósofo sino un crítico
cultural – Zizek -? La integración de la reflexión filosófica en la práctica
siempre ha supuesto la actitud natural de la Tradición Filosófica Hispá-
nica; pero ¿realmente dónde llevarían a cabo su actividad filosófica Vi-
toria / Baltasar Gracián / Salmerón / Unamuno / Ortega hoy en día?
En las redes sociales.
Cada tiempo tiene su propia forma de ignorancia; la nuestra es enre-
dada. Y una pregunta surge de forma súbita: ¿se puede construir Filo-
sofía en el ecosistema digital?
Los profesionales de la Filosofía no suelen utilizar las redes como medio
expresivo filosófico, pues operan en los dispositivos institucionales
controlados por los criterios de evaluación del mundo universitario ad-
ministrado; aunque existen intentos serios de divulgación filosófica,
como el de Manuel Bermúdez con FILOSOQUÉ (desde la Universidad
de Córdoba) y el de Darin McNabb (desde México) con LA FONDA FI-
LOSÓFICA. Una pensadora española que sí resulta activa en Facebook
a diario es Amelia Valcárcel (19.195 seguidores), y aunque no utiliza su
cuenta para producir Filosofía no puede evitar su sabia mirada filosófica
en las cosas que nos cuenta. Fuera de la Academia tenemos casos in-
teresantes de ocurrencias reflexivas: en el ámbito escolar ‘@eledututor’
/ en Facebook ‘José Carlos Cañizares – Gaeztelu’ / en Twitter ‘@Sudo-
kuTC’ / y en YouTube ‘EQUANIMA’ de María Ángeles Quesada.
Fuera del ámbito hispánico, un caso raro de combinación de brillantez
en el tono de las ocurrencias y de éxito viene dado por el perfil abierto
en 2012 ‘@NeinQuarterly’ de Eric Jarosinsky, quien se presenta como
aforista de Internet; la estructura que le caracteriza es la conjunción de

— 79 —
cuatro constructos textuales cortos precedidos por un título; sus sen-
tencias cuentan con más de 186.000 seguidores y 34.000 tuits. Peter
Singer como ‘@PeterSinger’ apenas lleva 1820 tuits más bien divulgati-
vos de sus causas sociales y 93.000 seguidores. Y Slavoj Zizek como
‘@Slavojiek’ tampoco es que se prodigue mucho – no llega a 300 tuits
con 50.000 seguidores -, aunque sí mantiene cierto tono reflexivo
acorde a sus intereses de un pensar sobre nuestra subjetividad inser-
tada en una realidad en lucha. Alguien que ejerce de divulgador filosó-
fico virtual es Nigel Warburton a través de su blog Virtual Philosopher
y de ‘@philosophybites’ con 37.000 tuits y 70.000 seguidores; se pre-
senta como “Frelance philosopher”. El profesor de Teoría Política Mi-
chael Sandel goza de un importante seguimiento presencial y virtual: el
vídeo de su clase en Harvard sobre la justicia cuenta con más de
8.873.000 visitas.
Meditar en red exige saber combinar palabras e imágenes. Pensar en
Facebook obliga a ser anafórico y un esquema recomendable para tex-
tos inferiores a las cien palabras es: tesis – introducción – razonamiento
– evidencias – implicaciones – conclusión, dejando a los demás las con-
trarrefutaciones. Twitter exige síntesis argumentativa, habiendo espa-
cio ya en 280 caracteres para varias unidades significativas constitu-
yentes de un razonamiento comprimido bien como afirmación / inter-
pelación / o creación. Instagram invita a que la palabra sea un comple-
mento significativo de la fotografía (bien insertada en la propia imagen
o como comentario). YouTube permite recuperar el carácter oral del
emerger filosófico y un canal facilita la organización de contenidos en
secciones / listas / vídeos, facilitando la apariencia de sistema; además,
facilita symploké entre vídeos y canales. Todas las redes sociales, con la
habilidad necesaria, son compatibles con una exposición coherente.
Casi todo el espacio de Internet dedicado a la Filosofía es a su divulga-
ción, el profesional de la Filosofía académico no construye filosófica-
mente en este ecosistema digital, algunos formados en Filosofía difun-
den alguna ocurrencia reflexiva, existe embrionariamente una mínima
intervención en Pensamiento Filosófico Reticular pero todavía no ha
aparecido ningún sistema filosófico construido digitalmente y en co-
munidad de pensamiento que recurra a estrategias discursivas espe-
cialmente pensadas para las formas expresivas y las complejidades de
la tecnosociedad.
Pensar en red pasa por ser anafórico en Facebook / triádico en Twitter
/ complementario en Instagram / entrelazado en YouTube.

— 80 —
Discusión
Analizar la expresión del pensar riguroso en red exige posicionarse
acerca del papel de lo digital en nuestra sociedad y de la función crítica
que pueda albergar el discurso filosófico en el siglo XXI.
Nuestra conversación virtual pública en abril de 2018 con el intérprete
de la Digifilosofía José Antonio Marín-Casanova (Universidad de Sevilla)
(en el marco del I Congreso Virtual de Humanidades Digitales de la Uni-
versidad de Valladolid) nos hizo ser conscientes de lo siguiente.
El Pensamiento Filosófico siempre se ha adaptado a los medios expre-
sivos de su época, y si nuestro tiempo nos entrelaza no a todos pero sí
a muchos digitalmente entonces las calles por las que deben irrumpir
las voces filosóficas tendrán que ser reticulares.
Vivimos en una tecnosociedad que no concibe alcanzar nada sin media-
ción tecnológica, y es que sin darnos cuenta nos han deslizado hacia la
Tecnología como fin. Lo tecnológico nos libera como la yedra libera a la
casa de su pintura. No sabemos si el final de nuestra película será la
continuidad biológica o la extinción, pero lo que sí sabemos es que cual-
quier opción vendrá de la mano de la Tecnología. El drama del pensador
del siglo XXI es que no puede evitar expresarse tecnológicamente: ¿se
puede expresar el tema de nuestro tiempo no tecnológicamente?
Una de las ventajas para la comunicación del ecosistema tecnológico es
la facilidad para el almacenaje de contenidos; con todo, a nuestro juicio,
no cualquier contenido puede expresarse por cualquier medio tecno-
lógico (porque cada medio impone sus condicionantes a la producción),
pero la variedad mediática solucionaría este hándicap; en cualquier
caso, el reto comunicativo del pensador digital es construir su propia
marca individual para conseguir un auditorio con el que interactuar.
Precisamente porque están transformando la individualidad en funcio-
nalidad, la aventura conceptual de nuestro tiempo pasa por ser INDIVI-
DUO en equipo en vez de función: todavía cabe construir con estilo
vanguardista.
Otra dificultad viene dada por la asfixiante atmósfera de posverdad, de
ahí que el pensador reticular deba ser también un analista de las refe-
rencias de las palabras y de las fuentes de las opiniones. En un mundo
donde el oficio de comunicar consiste en un corta y pega sí se puede
ser original si exploras en territorios de lo todavía no pensado inno-
vando en TÉCNICAS y en IDEAS.
El papel de la Filosofía Digital no puede ser de mera observadora sabia
de las transformaciones conceptuales, debe tomar la palabra, pero ¿en
un discurso tecnológico o en uno marginal?

— 81 —
Saludemos la pluralidad interpretativa, pero interpretemos el mundo
desde el conocimiento científico / las experiencias estéticas / la crítica
filosófica y la comprensión de las intenciones realizadas.
Cabe reivindicar la lengua española como una tecnología idónea para la
expresión filosófica. Por nuestra parte estamos desarrollando proyec-
tos propios sirviéndonos de recursos digitales para enfrentarnos al reto
de construir Pensamiento Filosófico en español atendiendo a las com-
plejidades que nos atraviesan hoy en día: hemos subido nuestro libro
Conocimiento en la cuenta de Instagram ‘javiereladio’ / estamos cons-
truyendo en Twitter el libro Dosier de Filosofía en 280 tuits - @analis-
taGuzman – y desde 2018 en nuestro canal de YouTube ‘Javier-Eladio
Guzmán’ estamos pensando bajo la forma de Análisis Dialógico y el
fondo de una Teoría de la Materia Intencional.
¿Vivimos en una época dialogante? La novedad tecnológica del siglo XXI
son las redes sociales, una promesa de ágora universal donde final-
mente cada vez más nos comunicamos (no ya con los parecidos a no-
sotros, sino) con nosotros mismos; y cuando varios individuos de pers-
pectivas distintas se cruzan la frecuencia y rapidez con la que salta la
consigna / la simpleza / o lo que es peor, el insulto – en definitiva, la
incomunicación – es tan espectacular como alarmante. Se pasa del ti-
tular al conflicto sin meditación previa ni contraste crítico con el otro.
El mundo enredado de espacio abierto para la gran conversación y la
gran revolución ha quedado en suministro masivo de datos para los
amigos del comercio: verdaderos expertos en ciertos recursos retóri-
cos. Necesitamos Filosofía.
¿Dónde se piensa filosóficamente hoy, en la Universidad o en las redes
sociales? No queremos limitarnos a señalar la dialéctica ultraespeciali-
zación administrada – experimentación enredada (¿ambos dos lugares
segmentados sin ideal?), sino invitar a la conversación y al juego para
que la Academia se deslice hacia rasgos informales que la vuelvan más
creativa y con una actitud más de síntesis, y para que la sociedad virtual
gane en rigor, precisión y análisis; asimismo, animamos a los dos espa-
cios a que se instruyan en Retórica, concebida en el sentido amplio de
‘área de conocimiento teórico-práctica de las estrategias discursivas
argumentativas / persuasivas / comunicativas’.

Conclusiones
Casi todo el espacio de Internet dedicado a la Filosofía es a su divulga-
ción, el profesional de la Filosofía académico no construye filosófica-
mente en este ecosistema digital, algunos formados en Filosofía difun-
den alguna ocurrencia reflexiva, existe embrionariamente una mínima

— 82 —
intervención en Pensamiento Filosófico Reticular pero todavía no ha
aparecido ningún sistema filosófico construido digitalmente y en co-
munidad de pensamiento que recurra a estrategias discursivas espe-
cialmente pensadas para las formas expresivas y las complejidades de
la tecnosociedad.
Compartamos contenidos dignos de interacción dialógica.

— 83 —
Referencias bibliográficas

Alberto Constante (coordinador), (2013). La Filosofía y las redes socia-


les, México: UNAM.
HERNÁNDEZ, Irene (23 – 1 – 2018). “Marina Garcés: «Filosofar siempre
ha sido un acto subversivo»”. BBC Mundo. Recuperado de
https://www.bbc.com/mundo/noticias-42735951.

— 84 —
— 85 —
CAPÍTULO V

O QUE O HUMOR COMUNICA? UM ESTUDO


SOBRE AFETO E SUBJETIVIDADE NO CANAL DO
YOUTUBER WHINDERSSON NUNES

Ms. Paula Pires da Silva


Universidade de São Paulo

Resumen
Este artigo compreende o papel da comunicação no processo social, abordando
aspectos estéticos e midiáticos, destacando um novo fenômeno nas mídias so-
ciais, especificamente no YouTube: o surgimento de novos sujeitos que apare-
cem como novas celebridades enquanto mostram seu cotidiano nessa plata-
forma. Esta pesquisa foca em novos conteúdos de produção audiovisual, como
os vídeos de Whindersson Nunes. Nunes é considerado um dos YouTubers mais
influentes do Brasil. Pretendemos problematizar também esse objeto com au-
tores que abordam o cotidiano, o riso, as questões estéticas e outros que en-
tendem comunicação não exclusivamente como significado de informação, mas
inter-relacionada com o afeto. Neste artigo, descrevemos o primeiro video de
Whindersson Nuens para o YouTube, em que mostra, com humor e uma espe-
cífica inocência juvenil, sua vida pobre em ambientes em que circula: sua casa,
sua escola pública, localizada em uma das cidades mais carentes do nordeste
brasileiro. Em 2017, seu canal detinha as produções de vídeos mais acessadas
do YouTube no Brasil, com mais de 30 milhões de inscritos e mais de 2 bilhões
de visualizações. Atualmente, o canal de Whindersson é o segundo em relação
ao número de inscritos, mas permanece como o vlogger mais influente de sua
geração.
Através de nossa pesquisa, somos capazes de observar que esse fenômeno nas
mídias sociais no Brasil é especialmente interessante porque se apresenta com
apostas contrárias àquelas vistas em produções audiovisuais hegemônicas da
indústria do entretenimento. Em vez de aplicar fórmulas reconhecidas de obter
sucesso, Whindersson Nunes deve seu reconhecimento a algo mais do que es-
tratégico. Algo realmente mais difícil de obter e de mostrar: empatia, simplici-
dade, espontaneidade e mesmo alguma fragilidade emocional, dúvidas, maus
momentos, mostrados com leveza, humor e simpatia. Whindersson Nunes não
era apenas um garoto pobre, seus vídeos mostram muitas versões de sua vida,
com inteligência, sagacidade e vivacidade, coisas que capturam nossa atenção
e nos afetam.

Palabras claves
Comunicação, Humor, YouTube.

— 86 —
— 87 —
1. Introdução
A comunicação – muitas vezes confundida com mediação entre emissor
e receptor, informação, mensagem ou qualquer outro produto dos me-
dias – ganha, agora, por parte de seus pesquisadores, um olhar pro-
fundo e atento, no intuito de perceber suas ocorrências, mudanças e
variações de acordo com o ambiente, o momento e os sujeitos envolvi-
dos.
Pretendemos esboçar, aqui, a complexidade que envolve essa questão
ontológica da comunicação, abordando a compreensão de um fenô-
meno comunicativo dinâmico e espontâneo surgido a partir das novas
tecnologias midiáticas na contemporaneidade. Trata-se do surgimento
de novos ídolos a partir da produção caseira de vídeos sobre temas do
cotidiano. Conhecidos por vloggers, estes atores sociais comentam as-
suntos íntimos de suas vidas, sem pudor e sem reservas, a um público
desconhecido, porém, que repercute os vídeos observados e produzem
uma cadeia de interesse em torno da figura central dos vídeos exibidos.
A chamada “cultura do compartilhamento”, ideia desenvolvida para
compreender o atual estágio da cibercultura (ZANETTI, 2011) favorece
assim esses atores sociais a serem mais vistos, mais divulgados e, con-
sequentemente, mais conhecidos. Atento a estes novos comportamen-
tos nas redes, o YouTube lançou um slogan pertinente a essas atuais
formas de consumo e relacionamento na rede: “Novos tempos, novos
ídolos”. Essas inovações, todavia, fazem parte da dinâmica do que Li-
povetsky (2005) chama de sociedade pós-moderna ou “era do vazio”. A
facilidade de apropriação dos meios tecnológicos e seus usos inverteu
– pelo menos no âmbito virtual das redes sociais – a lógica de produção
de conteúdo midiático. Dessa forma, a plataforma do YouTube permitiu
que seus usuários armazenassem e criassem seus próprios vídeos ca-
seiros para divulgação em nível global.
No intuito de observar esse fenômeno criativo e horizontal que ocupa
um espaço significativo a partir das novas tecnologias de comunicação
de massa se faz oportuno perceber as sensações surgidas a partir das
experiências estéticas produzidas nesse tipo de vídeo. Pretendemos
observar, neste trabalho, o ato comunicativo através do humor nos
vloggers do YouTube; relacionando à estesia ali contida e às produções
de sentido geradas na exibição de vídeos amadores produzidos nessa
rede social. Buscamos entender a complexidade do processo comuni-
cativo ali presente, levando em consideração o significado que esses ví-
deos trazem para espectadores interessados nesse tipo de conteúdo
específico.

— 88 —
2. Redes sociais: midiatização, interação e subjetividade
As mídias digitais são essencialmente canais interativos dentro de um
espaço virtal dinâmico, onde reina a conexão de subjetividades. No en-
tanto, observamos que cada mídia produz padrões determinados de so-
ciabilidade, enriquecendo ou empobrecendo a troca e o diálogo entre
seus participantes. Há quem diga, por exemplo, que a rede social Face-
book18 possibilite uma maior aproximação entre os usuários e, por meio
dos emojis19, uma mensagem possa ser repassada com maior expressi-
vidade do que por meio de uma escrita elaborada no e-mail; seja porque
no Facebook a mensagem pode ser visualizada e respondida instanta-
neamente (caso os usuários estejam on-line no mesmo momento) ou
porque há inúmeras formas de iniciar e estabelecer um contato sem
necessariamente produzir um conteúdo formal. Há também quem
afirme o oposto e aposte em formas comunicativas mais consistentes e
menos fluidas. O modo como cada usuário se apropria dos recursos e
dispositivos de interação na internet responde a formas distintas de so-
ciabilidade nesse ambiente virtual e, consequentemente, cria noções de
culturas diferentes nesses espaços. De fato, há uma grande diferença –
mesmo se tratando de ambientes virtuais na internet entre interagir
através das redes sociais e via correio eletrônico ou entre redes sociais
on-line e aplicativos multiplataformas de mensagens instantâneas
como é o caso do WhatsApp.
Em se tratando de redes sociais on-line, o impacto das tecnologias mi-
diáticas no cotidiano dos usuários das redes influencia a cultura e a so-
ciedade de forma definitiva. Com a midiatização, torna-se mais visível a
inversão da lógica antropológica de comunicação como objeto da cul-
tura. Neste caso, observamos que:

A sociedade contemporânea está permeada pela mídia de tal maneira


que ela não pode mais ser considerada como algo separado das ins-
tituições culturais e sociais. Nestas circunstâncias, nossa tarefa, em
vez disso, é tentar entender as maneiras pelas quais as instituições
sociais e os processos culturais mudaram de caráter, função e estru-
tura em resposta à onipresença da mídia. (HJAVARD, 2012, p. 54)

18 Lançado em 2004, o Facebook é hoje um dos sistemas com maior base de usuários no
mundo.
19 Emojis - também chamados de emoticons ou smiley. iOS e Android originalmente suportam
845 emojis e Facebook suporta a metade deles, incluindo opções como símbolos do co-
ração/amor, estrelas, sinais e animais.

— 89 —
A midiatização se dá nesse contexto de incorporação da lógica midiá-
tica nos ambientes socioculturais. Percebemos como essa influência
recai no modo como os sujeitos se expressam nas redes sociais.
A vasta divulgação dos vídeos amadores no YouTube possibilitou ainda
o reconhecimento de atores sociais pontuais. No Brasil, percebe-se que
esses indivíduos são cidadãos comuns, invariavelmente jovens de classe
média emergente, alguns habitantes de cidades interioranas, de baixa
densidade populacional ou subdesenvolvidas; é o caso do youtuber
Whindersson Nunes, de 23 anos de idade, original de Bom Jesus, cidade
pertencente ao estado do Piauí, cujo reconhecimento veio por meio de
vlogs de cunho humorístico no YouTube. Mesmo assim, desprovidos de
potentes aparatos tecnológicos e estruturados por pouca ou quase ne-
nhuma produção, são esses sujeitos participativos nas redes sociais da
internet que modificam o sistema midiático hegemônico e produzem
conteúdos criativos de fácil produção e recepção, com potencial de
compartilhamento instantâneo.
Ciro Marcondes (2009) nos aponta para esses desvios não-lineares do
sistema:

Com a cibernética, as ditas “exceções” vão ganhando importância e


inverte-se o processo. Começa-se a dar mais importância a fenôme-
nos irregulares isolados. Na teoria social é a era da “pós-moderni-
dade”, que passa a privilegiar minorias, movimentos moleculares,
auto-organizações espontâneas. (MARCONDES FILHO, 2009, p. 18)

É, portanto, nessa interface similar às emissoras de TV, compactadas


no mesmo espaço virtual, que surgem dinâmicas interativas entre os
usuários. Aliás, o próprio termo “rede social” sugere a relação mútua e
interativa entre os participantes, como em qualquer vínculo social sa-
tisfatório. Raquel Recuero (2010) comenta esse aspecto quando diz:

A interação seria a matéria-prima das relações e dos laços sociais.


Parsons e Shill (1975) explicam que a interação compreende sempre
o alter e o ego como elementos fundamentais, onde um constitui-se
em elemento de orientação para o outro. A ação de um depende da
reação do outro, e há orientação com relação às expectativas. (RE-
CUERO, 2010, p. 31).

No YouTube e por meio dos vlogs observamos formas de interação car-


regadas de subjetividades que não estão necessariamente vinculadas na
relação direta entre um usuário e outro, mas na identificação e reco-
nhecimento de afinidades trazidas na maneira como um ator social se
mostra por meio dos vídeos exibidos.

— 90 —
Burgess e Green (2009) entendem ainda que os vlogs são construções
coletivas e uma forma inovadora de produzir vídeos no YouTube, con-
tendo:

Em particular, muito basicamente regras formais de entrada: uma to-


mada, uma câmera e alguma edição são usadas como bases para cria-
tividade coletiva e inovação. Alguns exemplos de inovações do pro-
tótipo básico de entradas de vlog incluem o uso da edição shot-re-
serve-shot para criar a impressão de o vlogger (produtor do vlog) ter
uma conversação com ele mesmo. (BURGEES e GREEN, 2009, p. 67).

Lidamos com dois aspectos fronteiriços: uma medialidade comunica-


tiva – que supõe o uso das técnicas de informação e produção reiterada
de um conjunto de formas reprodutíveis de um mesmo código e essa
seria o fatídico entendimento de comunicação como mediação: em fa-
vor de um sistema estabelecido pela ordem dominante – e uma intera-
ção que ultrapassa a lógica dada, construindo novos sentidos, formando
subjetividades, inaugurando um outro estágio comunicativo e esta se-
ria, de fato, a importância da interação na construção de subjetividades,
em favor da compreensão dos estudos em comunicação a partir dos fe-
nômenos observados no YouTube.
Hardt e Negri (apud Ferrara, 2015) entendem que comunicação e sub-
jetividade estão intrinsecamente interrelacionadas e, invariavelmente,
é no ato comunicativo que se configuram as produções de sentido ge-
radoras de transformações do sujeito perceptivo:

(...) em outras palavras, a subjetividade é produzida através da coope-


ração e da comunicação, e por sua vez esta subjetividade produzida
vem a produzir novas formas de cooperação e comunicação, que por
sua vez produzem nova subjetividade, e assim por diante. (HARDT;
NEGRI apud FERRARA, 2015, p. 21)

A partir do viés comunicativo dessas interações, onde novas subjetivi-


dades são possivelmente formadas, observa-se nas expressões visuais
um intenso valor afetivo. É espantoso observar como esses mesmos
atores sociais emergidos e reconhecidos por meio das redes sociais na
internet geram interesse dentro e fora dessas redes, constituindo o que
se costumou chamar de influenciadores digitais (uma outra dimensão
cultural da comunicação). É, portanto, no nível perceptivo, que chega à
fronteira da empatia, que podemos compreender certas ocorrências
comunicativas. Ciro Marcondes Filho traz no seu O princípio da razão
durante o seguinte entendimento:

— 91 —
A comunicação, assim, deve abranger a linguagem e o inexprimível,
essa é a nossa tese. O eterno dilema foi reduzir tudo ao mundo fe-
chado do nominalismo linguístico que nos deixa cegos em relação à
verdadeira ordem das transformações, onde os pesquisadores cita-
dos acreditam possível a mudança dos padrões, possível porque so-
mente ela tem a capacidade efetiva de realização da comunicação.
(MARCONDES FILHO, 2011, p. 132)

3. Usos da etnografia e da fenomenologia no espaço virtual


A fim de desenvolvermos um estudo que possibilite uma discussão am-
pla sobre as formas de comunicação no ambiente virtual, buscamos,
também, maneiras de estudar essas novas práticas de sociabilidade em
rede através de uma etnografia que inclua as percepções do pesquisa-
dor na observação feita dos fenômenos estudados, sem deixar de lado
o aspecto crítico e rígido do método.
Hine (2015) observa, dessa forma, que:

A internet incorporada enfatiza que utilizamos a internet como seres


socialmente situados, sujeitos a várias limitações de nossas ações, e
reagindo com emoções, conforme forjamos uma perspectiva indivi-
dualizada sobre a internet, a partir dos links específicos que seguimos
e sites que encontramos. Esse aspecto da internet estimula as abor-
dagens reflexivas e autoetnográficas que se concentram sobre o sen-
timento de navegar na variedade de camadas de experiência ao longo
das diferentes mídias e que refletem em que medida a experiência do
etnógrafo pode esclarecer aspectos tácitos da experiência daqueles
que estudamos. (HINE, 2015, p. 171)

Para nos posicionarmos na experiência afetiva que os eventos midiáti-


cos da era digital nos apresenta, e colocamos aqui como objeto de aná-
lise, é necessário identificar que ocorre um acolhimento espontâneo
por parte desses sujeitos criativos nas redes sociais que nos permite
estudá-los como fenômenos. Para tanto, ao nos relacionar com o objeto
de pesquisa, reconhecendo suas significações expressivas, adotamos a
compreensão fenomenológica dessa experiência perceptiva, reconhe-
cendo o impacto que estas novas formas de comunicabilidade geram
nos sujeitos contemporâneos. Existe, comparativamente, uma “potên-
cia de expressão” na fala, nos gestos e nos comportamentos desses ato-
res sociais midiáticos que se assemelham às produções artísticas as
quais nos impactam sensivelmente. Por este motivo, optamos por uma
aproximação fenomenológica dessas produções ao nos colocarmos di-
ante de um objeto que significa e nos faz produzir sentidos a partir de
suas emissões.

— 92 —
Concordamos com Merleau-Ponty (2011) quando este propõe que:

A operação da expressão, quando bem-sucedida, não deixa apenas


um sumário para o leitor ou para o próprio escritor, ela faz a signifi-
cação existir como uma coisa no próprio coração do texto, ela a faz
vive rem um organismo de palavras, ela a instala no escritor ou no
leitor como um novo órgão dos sentidos, abre para nossa experiência
um novo campo ou uma nova dimensão. (MERLEAU-PONTY, 2011, p.
248)

Sendo assim, seria improcedente nos colocarmos apenas como analis-


tas ou interpretadores de um fenômeno. Queremos, antes de tudo, nos
colocar na experiência em si, para, a partir daí observarmos que produ-
ções de sentidos são possíveis por meio de um determinado evento.
Entendemos ainda que “tudo aquilo que sabemos do mundo, mesmo
por ciência, eu o sei a partir de uma visão minha ou de uma experiência
de mundo sem a qual os símbolos da ciência não poderiam dizer nada”
(MERLEAU-PONTY, 2011, p. 3)

4. Vlog e a relação do humor com o cotidiano


A história da humanidade é marcada por criações que revelam um co-
tidiano mais ou menos exposto, simbolizado por representações diver-
sas: de homens, animais, comportamentos, manifestações culturais ou
da simples rotina do convívio coletivo. Existe, portanto, uma necessi-
dade intrínseca dos homens, enquanto sujeitos, de se expressarem:
contarem histórias, compartilharem suas vidas.
A técnica facilitou esse desejo: o alfabeto, o papel, a imprensa e a pos-
sibilidade de registrar a vida, narrar o cotidiano ou reinventá-lo impul-
sionou a necessidade de o homem divulgar sua rotina, com mais ou me-
nos criatividade. Neste aspecto, a literatura deu outra importância aos
eventos privados: de sujeito isolado e limitado a um espaço geográfico
para um sujeito público. O valor dessas escrituras depende do quanto
elas revelam um tempo determinado, um momento histórico, uma at-
mosfera de vida e também as produções de sentido construídas nessas
narrativas. Wolfe (2014) traz o exemplo de Anne Frank que escreveu
relatos de sua experiência enquanto adolescente judia, durante a per-
seguição nazista.
Sendo assim, muito antes de os vlogs tornarem-se um produto audio-
visual, estético, inscrito na perspectiva contemporânea de expressão de
vida nas redes sociais on-line, suas raízes se mostravam presentes
desde a constituição do homem enquanto ser social.

— 93 —
O vlog, portanto, que se caracteriza como um “diário” em forma de ví-
deo é uma das tendências da produção audiovisual no YouTube. Atual-
mente, os maiores canais, em termos de audiência espontânea, concen-
tram esse tipo de formato de vídeo. O canal de Whindersson Nunes não
foge à regra, a maior parte dos seus mais de 300 vídeos publicados é em
formato vlog, incluindo humor e performance no conteúdo.
Um dos primeiros vídeos exibidos no seu canal, nesse formato, traz
como título: “OI, O MEU NOME É JOÃO” [sic]. Com um boné virado para
traz, despojado, ele inicia o vídeo dizendo: “Para quem me conhece,
meu nome é Whindersson. Para quem não me conhece, o meu nome é
João”.

Figura 1: imagem reproduzida do vídeo “Oi, meu nome é João”, de 1 de fevereiro de 2013

Com nítida intenção de arrancar risos, Whindersson aparece sério, tí-


mido, sem muita intimidade com a câmera. Sem saber, às vezes, o que
dizer, prefere deixar os erros e não esconder nenhuma falha. Como es-
pectadora, reconheço a graça de tudo que está posto em cena: o quarto
pequeno, pouco arrumado, o adolescente de regata patrocinada, as
tentativas de acerto e os próprios acertos: Whindersson diz sofrer
bullying por ter um nome difícil de ser pronunciado ou escrito correta-
mente. Ele fala do lugar de um estudante de escola pública e traz essa
experiência ao público desconhecido, mas gigantesco: nesse vídeo, são
cerca de 6 milhões de visualizações. Ao final, ele convida outros usuá-
rios a participarem da conversa, anuncia uma “vaquinha on-line” para
que os seguidores o ajudem a comprar materiais de filmagem e pede

— 94 —
para que as pessoas escrevam nomes estranhos de pessoas próximas
ou conhecidas. Reajo conforme a intenção dele: rio do que foi dito, sinto
que ele não me é distante, torço para que outras pessoas o vejam e riem
junto. As reações de outros espectadores são postadas nos comentários
do vídeo.
Vejamos alguns comentários do vídeo “Oi, o meu nome é João”:

Comentário 1:
Mds mano vê esse vídeo de logo quando eu comecei a te assistir só me
dar orgulho pq nois hjs somos os maiores bixos soltos do nordeste e do
brasil❤❤❤❤❤
Comentário 2:
kkkkk meu nome kkkk wanderson kk
Comentário 3:
o melhor vídeo do canal
Comentário 4:
Quem viu o vidro de Leite De Rosas atrás? KKKK É propaganda? KKK
Burgess e Green (2009, p. 69) relata que o vlog no YouTube é esse
“modo de comunicação – performando de dentro de um modelo de en-
tretenimento, enquanto também vão sendo feitas intervenções dentro
da cultura da comunidade do YouTube”. Neste sentido, o humor é um
dos principais meios comunicativos de construção de subjetividade e
de inovação, capaz de concentrar públicos de diferentes regiões, clas-
ses sociais e gerações em torno do riso. Virno (2011) nos aponta a se-
guinte reflexão:

Um chiste exitoso testemunha a presença, em quem o criou, de um


dom ou habilidade difícil de classificar. Como adverte o próprio
Freud, o humor não tem suas raízes em faculdades estritamente cog-
nitivas, como a inteligência especulativa, a memória, a imaginação.
(VIRNO, 2011, p. 33)

No vídeo de Whindersson o objeto de riso é ele próprio, que não oculta


ou não dissimula suas fraquezas. Ao contrário: as exibe, em torno de
uma narrativa particular. Se abstendo, assim, de agredir o outro, evi-
tando conflitos e elevando sua qualidade moral no ciberespaço, onde a
facilidade de expressão individual também facilita a ação de haters (pro-
pagadores de ódio na internet). O humor comedido nos vídeos desse
ator social é um componente expressado em diferentes inserções do
cômico na Era do Vazio. Lipovetsky comenta:

— 95 —
O riso, expurgado dos seus elementos alegres, das grosserias e exa-
geros bufos da sua base obscena e escatológica, tende a reduzir-se
ao espírito, à ironia pura que se exerce em detrimento das individua-
lidades e costumes típicos... (LIPOVETSKY, 2005, p. 114)

5. Estética do afeto
Apesar de o riso ser uma reação natural do espectador diante dos ví-
deos de Whindersson Nunes – que se diverte com o seu pior, reconhe-
cendo quase inconscientemente que suas “falhas” reais ou simuladas
causam alegria e satisfação em seu público – os vídeos do vlogger apre-
sentam mais do que piadas gratuitas, eles molduram quase que a iden-
tidade desse sujeito, entrelaçando formato e conteúdo. Whindersson
consegue pintar o seu próprio quadro a óleo sobre tela, expressando-
se em todos os pontos. Este feito só pode ser observado, no entanto,
analisando seus primeiros vlogs, onde encontramos um garoto ingênuo,
simples, inofensivo, desprotegido, pobre, mas cativante, íntimo, engen-
hoso, inteligente, capaz de captar nossa atenção por muitos minutos
diante da imensidão de produções na Internet. Tal efeito só pode che-
gar até nós por meio de uma comunicação que ultrapassa a ideia de um
vetor de trasmissão entre um sujeito e outro. Não estamos diante de
máquinas, mas de sujeitos que pensam, refletem, reagem e sentem. So-
bretudo, sentem. Desta forma, entendemos que a comunicação da qual
tratamos aqui não se assemelha àquela que estamos constumados a es-
tudar nas teorias basilares de comunicação, mas está próxima de uma
noção estética do afeto, assim como tratado por Muniz Sodré (2006):

A particularidade do signo estético é a pluraridade de sentido, a po-


lissemia, que justifica tanto a abertura do sentido como a relação mu-
tável com o mundo externo. Nessa relação, o signo estético funciona
como signo de “comunicação”, abrindo-se para uma semântica do
imaginário coletivo, presente na ordem das aparências fortes ou for-
mas sensíveis que invertem as relações intersubjetivas no espaço so-
cial. O estético aparece como o conteúdo afetivo da vivência coti-
diana. (SODRÉ, 2006, p. 90)

O afeto está relacionado, ainda, a outras instâncias que fogem das ca-
racte-risticas pessoais e particulares de Whindersson, quais sejam: as
aproximações socio-culturais entre ator midiático e seu público. Sem
essa condição específica é difícil perceber comportamentos e gestos de
aproximação estabelecidos entre o sujeito e o seu público. A própria
linguagem com suas variações e silêncios são efeitos percebidos apenas
por aqueles que conseguem apreender a linguagem falada e gestual do
comunicante. O afeto aqui descrito só é possivel de ser sentido por

— 96 —
meio de um determinado conjunto de fatores socio-culturais que per-
mite com que os participantes da comunicação interajam entre si sem
qualquer prejuízo na linguagem estabelecida. Consideramos, no en-
tanto, que a comunicação visual estabelecida, mais do que a linguagem
falada, pode representar o êxito deste ator social em maior grau, pois
por tratar-se de uma produção audiovisual, pesa para o efeito de
apreensão do objeto o aspecto imagético do vídeo.

Figura 2: imagem reproduzida do vídeo “Um novo começo” de 27 de janeiro de 2013

Neste vlog, Whindersson aparece no mesmo cenário de outros vídeos,


no mesmo ângulo de gravação, quase com a mesma roupa, o mesmo
boné e o mesmo aspecto. Mas neste vídeo ele fala sobre sua trajetória
sofrida para conseguir gravar um vídeo para o YouTube: sem recursos
suficientes para gravar e sem internet para publicar os vídeos, recorre
a amigos e conhecidos para ajudá-lo em suas atividades, até então, re-
creativas de fazer vídeos para a internet. Enquanto relata seus proble-
mas, Whindersson interage com o que aparece naquele momento e que
chama a sua atenção: seja um inseto que aparece de repente, algum ca-
chorro que late na rua, o calor que o faz estar próximo à janela ou algum
barulho que o atrapalha de continuar relatando seu cotidiano. Qualquer
inserção de “vida” fora do ângulo capturado pela câmera torna-se im-
portante para a composição do vídeo que é minimamente editado e,
talvez, propositalmente pouco editado. Whindersson se apresenta
como se sente no momento e, com criatividade, mostra também que a

— 97 —
realidade não é estável, ela é composta por interrupções, ruídos, apa-
rições indesejáveis… Há ainda neste vídeo uma explosão de sentimentos
que Whindersson habilmente transfere aos seus espectadores: alter-
nando entre diálogos sérios, tristes, e chistes, possibilitando uma cons-
trução rica de momentos semelhantes às produções gregas de tragico-
média as quais fala Aristóteles em “A arte poética”.
É do cotidiano, portanto, que emergem as experiências estéticas muitas
vezes discriminadas no ambiente acadêmico. No entanto, a partir de
produções como essas de Whindersson Nunes e de outros vloggers, po-
demos percorrer um caminho difícil de ser capturado outrora: a da vida
comum. Neste sentido, Saito (2007) entende que:

Nossa estética de vida é rica e multifacetada. Seus objetos abrangem


as formas convencionais de arte ocidental, tais como pinturas, mú-
sica, literatura, dança e teatro, como as mais recentes formas de arte,
tais como acontecimentos, performances, arte da terra, música ca-
sual, instalações, arte interativa, sem mencionar as artes das tra-
dições não-ocidentais. Objetos estéticos também incluem natureza e
meio ambiente, entretenimento popular fornecido pela televisão,
música pop, filmes, esportes, e jogos, assim como atividades diárias
como comer, caminhar, vestir-se. Às vezes nossos interesses estéti-
cos geram experiências estéticas memoráveis, enquanto que em ou-
tros momentos eles simplesmente nos conduzem para outros pensa-
mentos, julgamentos, ou ações, sem nos inspirar momentos especiais
que se destacaram no fluxo de nossos assuntos diários. (Saito, 2007,
p. 9, tradução nossa)

Destacamos, aqui, portanto, a inclusão do afeto na experiência estética


observada nos primeiros vídeos de Whindersson Nunes em seu canal
no YouTube que, para além de um objetivo claro de fazer seu interlo-
cutor rir, relata seus desafios e reflexões pessoais com espontaneidade,
leveza, simplicidade, espirituosidade e uma certa pureza no olhar, nos
gestos e nos erros e falhas que observamos com estranheza, mas que
acolhemos sensivelmente diante das faltas que se mostram visíveis mas
não essenciais para a produção de um contéudo que se mostra autên-
tico mesmo em meio a tantos videos caseiros na internet.

6. Considerações finais
O humor realizado em um dos maiores canal do YouTube, no Brasil, é
também uma prova de que, na contemporaneidade, o individualismo se
impõe num ideal de alteridade. Os atores sociais de expressão que sur-
gem a partir das redes sociais e da cultura do compartilhamento, mos-
tram que rir de si mesmo, dos seus erros ou faltas enriquecem o valor

— 98 —
dado por outros; ao mesmo tempo, esses sujeitos ganham a confiança
do outro. Os novos ídolos da internet, e dos novos tempos, são pessoas
comuns que não têm pudor de se mostrarem como são e encontram no
cotidiano o palco ideal para a apresentação de suas performances. No
atual momento sócio-histórico – onde os movimentos das minorias
ganham cada vez mais visibilidade – o humor é um componente forte-
mente marcado nas narrativas do cotidiano das redes sociais on-line;
neste aspecto, os sujeitos recriam outras maneiras de narrarem suas
vidas, expondo-se ao olhar de um terceiro, sempre disposto a interagir
com essas produções. Percebemos, assim, que, a comunicação também
ocorre nesse ambiente de espontaneidade e surpresas, em que, para
além de um intercâmbio cognitivo de informações, são possíveis formas
sensíveis de compartilhamento da existência. O efeito do diferente, do
incomum, do tosco são também formas de expressar a realidade nas
performances dos vídeos. De certa forma, Whindersson Nunes faz
aquilo que Mcluhan (2005) nos disse em sua conferência sobre os ava-
nços tecnológicos: na nova era comunicativa, a audiência (os receptores
de antes) está cada vez mais envolvida no ato criativo, para escândalo
das elites que detinham o poder de produzir o que seria consumido pelo
público. Assim, mostrando-se diferente e personalístico, Whindersson
rompe a forma do “belo” padronizado que se mostrava até então vigente
nos vídeos de youtubers no Brasil, trazendo o lado autêntico do feio, o
outro lado dos bastidores com inturrupções e ruídos, o modesto, i.e,
apresentando um formato do vídeo caseiro em sua máxima expressão.
Desta forma, Whindersson Nunes também imprime o humor junto às
situações engraçadas que conta sozinho, em seu quarto, para um pú-
blico imaginável e que se mostrou real de fato.
O riso, segundo Laurent Joubert (apud Alberti, 2005) em seu “Tratado
do riso”, é a forma total de pôr todos em um acordo de comunhão, por-
que ninguém pode discordar do riso. O riso é uma reação muito mais
direta, às vezes, mais afetiva que qualquer outro gesto. É o que Joubert
chama de “afeição do riso”, posto que a alma é movida pelo efeito do
riso. O riso, portanto, se assemelha a um sentimento de profunda vera-
cidade como a paixão, sendo difícil de racionalizar o riso, se fazendo,
assim, como uma parte dos sentidos humanos que apercebe, apreende
e transforma em afeto seu objeto risível.
O humor compreendido no vlog observado é também prova de que, na
contemporaneidade, as práticas individuais e hiper-narcisistas como
mostrar a si mesmo nas redes sociais, também podem ser ressignifica-
das como um “ideal de alteridade”, onde este ator midiático de grande
expressão emergido das redes sociais obtém êxito por se mostrar sem
adornos, sem tentativas de parecer belo, bem sucedido ou com aquela

— 99 —
finalidade de vida, própria da existência. Ao contrário: Whindersson,
neste primeiro momento analisado, apresenta o seu “pior”, quer dizer:
sua pobreza evidente, suas infelicidades, seu caos interior. E, com hu-
mor, se faz rir de si mesmo, ao mesmo tempo em que ganha confiança
e prestígio de sua audiência. No Brasil, os novos ídolos dos novos tem-
pos são os ídolos da internet: pessoas comuns que não se envergonham
de mostrar seus lados fracos e falhos, mostrando, muitas vezes, uma
rejeição do “belo”, do ser “bem-sucedido”, ou seja, do “comum”, do “pa-
drão” até então consumido nos filmes e nas novelas da televisão. Na in-
ternet, esses sujeitos se mostram “gente como a gente”, sem adereços
e sem “produções”. Assim, encontram no ambiente escasso, na vida hi-
per comum, no cotidiano, um espaço pleno para a apresentação de suas
performances. O humor aqui é o código para um outro tipo de existên-
cia, desta vez, sem buscas, sem “finalidades”, sem marcações, porque o
riso se mostra como uma “filosofia do não-saber, porque não só não faz
pensar como possibilita a revelação de algo que antes nenhum conhe-
cimento havia dado e que não se situa como algo que pode ser atingido
pelo saber”. (Bataille apud Alberti, 1999). Baitalle (2005) encontra no
riso, no estado de graça, a anulação da angústia e do medo. Rir, diz ele,
“é um ato de conhecimento, o real, o lado profundo das coisas” (2005,
p. 186).

— 100 —
Referencias bibliográficas

Alberti, V. (1999) O riso e o risível na história e no pensamento. Edi-


tora: Fundação Getúlio Vargas.
Bataille, G. (2005) El limite de lo util. Editora Losada. Madrid España.
Burgess, J; Green, J. (2009) YouTube: digital media and society series.
Polity Press.
Ferrara, L. (2015) Comunicação mediações interações. São Paulo:
Paulus.
Hine, C. Por uma etnografia para a internet: transformações e novos
desafios. Revisa Matrizes: Dossiê: Novas perspectivas em teo-
rias da comunicação. ECA, jul./dez. 2015.
Hjarvad, Stig. Midiatização: teorizando a mídia como agente de muda-
nça social e cultural. Revista Matrizes: Dossiê: Novas perspec-
tivas em Comunicação. ECA, 2012.
Lipovetsky, G. (2005) A era do vazio: ensaios sobre o individualismo
contemporâneo. Barueri, SP: Manole.
Marcondes Filho, Ciro. (2009) Superciber: a civilização místico-tecno-
lógica do século 21: sobrevivência e ações estratégicas. São
Paulo: Paulus.
Marcondes Filho, Ciro. (2010) O princípio da razão durante: o conceito
de comunicação e a epistemologia metapórica. São Paulo:
Paulus.
Marcondes Filho, Ciro. (2011) O princípio da razão durante: o círculo
cibernético: o observador e a subjetividade: Nova teoria da Co-
municação III. São Paulo: Paulus.
Martino, Luís Mauro Sá. (2015) Teorias das Mídias Digitais: Linguagens,
ambientes e redes. Petrópolis: Vozes.
Merleau-Ponty, M. (2011) Fenomenologia da Percepção. São Paulo:
Martins Fontes.
Rancière, Jacques. (2015) A partilha do sensível: estética e política. São
Paulo: Editora 34.
Recuero, Raquel. (2009) Redes sociais na internet. Porto Alegre: Su-
lina.
Saito, Y. (2007) Everyday Aesthetics. Oxford University Press.

— 101 —
Sodré, M. As estratégias sensíveis: afeto, mídia e política. (2006) Petró-
polis, RJ: Vozes.
Strangelove, M. (2010) Watching YouTube: Extraordinary Videos by
Ordinary People. University of Toronto Press.
Virno, Paolo. (2011) Ambivalencia y de la multitude: entre la innovación
y la negatividad. Buenos Aires: Tinta Limón.
Wolfe, Kristin. (2014) Blogging: how our private thoughts went public.
Lexington Books.

— 102 —
— 103 —
CAPÍTULO VI

EL IMPERIO DE LA DÓXA

Sandra Pérez Castañeda


Periodista y doctoranda de filosofía en la Universidad de Granada, España

Resumen
Opinión, dóxa en griego antiguo, y pueblo, demos, están en la base de la demo-
cracia y la cultura de occidente. Desde que comenzaron a tomarse juntos opi-
nión y público en el siglo XVII hasta nuestros días, el concepto ha evolucionado
hasta el contexto nuevo el que se desarrolla hoy, las redes sociales y la comu-
nicación digital de masas, nuevo espacio de contacto entre las personas, y de
información y discusión de los asuntos públicos. En este trabajo se analiza el
impacto en la opinión pública de la llegada de la comunicación digital y sus par-
ticularidades y cómo la posverdad se está asentando en un flujo de superabun-
dancia informativa. Trabajo con la hipótesis de que la comunicación virtual no
es una comunicación entre personas si no una comunicación con el medio en
sí. Las personas son prescindibles. Esto afecta a los lazos humanos, garantía de
lo social, y también a la función social de periodistas e incluso de filósofos, y
pone en cuestión si hoy se puede hablar de opinión pública con propiedad.

Palabras claves
Opinión pública, internet, posverdad, acontecimiento de la multitud,
ontología.

— 104 —
— 105 —
1. La opinión pública. Naturaleza y función.
La esfera pública es un concepto acuñado por Habermas (1962) para
indicar el lugar de lo común, la res pública, la cosa pública. Lugares para
lo común han sido desde el ágora griega o las plazas públicas, a las ter-
tulias, los clubes, los salones o las cafeterías; lugares de encuentro
donde los ciudadanos expresan opiniones y discuten asuntos públicos.
Price (1994) entiende que esa esfera pública es principalmente comuni-
cativa y que en esencia la opinión pública es una expresión. Tanto Ha-
bermas como Price recogen la función reguladora de lo social de la opi-
nión pública que señalan Rousseau y Locke. La opinión pública aprueba
o desaprueba, condena o permite. Regula lo social a través de la cos-
tumbre y el hábito. Se expresa en el voto, la protesta o manifestación,
la huelga, las cartas y denuncias públicas o en una discusión formal o
informal sobre los asuntos públicos. Cabe matizar que es una expresión
y un posicionamiento sobre lo público, y a su vez una acción y una in-
tención de acción. La opinión pública es expresión y también acción e
intención de acción. Siguiendo a Austin, y su conceptualización del ha-
bla como acto, podemos afirmar que la opinión pública es acto porque
ya sea una acción de habla, o expresión con una acción de movimiento
en el espacio como es el votar o el manifestarse, representa una fuerza
de acción, un foco de acción. Opinar lleva implícito un juicio. Juzgar, es
asignar un valor, es del orden de lo axiológico y ético, y también es un
ejercicio analítico racional. En algunos entornos se exige que sea argu-
mentativa. A diferencia de la opinión personal, la pública no queda a
nivel pensamiento o reflexión mental, si no que es necesariamente de-
clarativa. La opinión pública para ser necesita ser pública, necesita ser
manifestada y ser oída.
La opinión pública es un juicio de los asuntos públicos y se concreta en
costumbres, hábitos, hechos, y también leyes. La costumbre en sí es
considerada por muchos ley. Un juicio da cuenta de un conocimiento;
en este caso, un conocimiento de lo común, de los asuntos públicos,
pero también da cuenta de una capacidad, casi una destreza, un talento
personal para Kant: el saber juzgar. Juzgar es un acto que implica un
racionamiento, un conocimiento de hecho y una prueba de hechos. El
conocimiento que basa los juicios es empírico. Desde la Antigüedad se
distingue la opinión de la verdad, no son opuestas pero sí distintas. Los
presocráticos distinguieron y diferenciaron dóxa y verdad. Para Par-
ménides, la dòxa es una vía distinta de la vía de la verdad y para Platón
opinión es el conocimiento de lo aparente, por tanto engañoso, ligado
al devenir, a lo que nace y muere, el nivel más bajo de conocimiento,
ontológicamente distinto a la epìsteme vinculada al conocimiento de la
esencia y de lo inteligible, «de lo que es siempre», constituido por las

— 106 —
formas inmutables y la perfección del ser20. Álvaro Vallejo en Platón: el
filósofo de Atenas explica que Platón describe el ámbito de lo opinable,
doxastón, como mera existencia, un camino intermedio entre la reali-
dad y el no ser. Vallejo investiga el trabajo de Platón sobre dóxa en la
mayor parte de la obra del filósofo. De El Timeo destaca que Platón
afirma que del mundo sensible no puede haber ciencia sino opinión y
creencia, ya que el mundo sensible es cambiante e imperfecto y objeto
de la percepción. Platón es el primer autor que relaciona opinión y
creencia. En el libro VII de República, recogido por Vallejo, subdivide
opinión en eikasía, «aprensión de imágenes», imaginación o conjetura,
y pístis, creencia. La opinión es para Platón una conjetura de la creencia.
La conjetura la relaciona con la percepción de lo sensible, «aprensión
de imágenes» e imaginación. El objeto del conocimiento de la dóxa son
las sombras y las imágenes especulares percibidas dentro de la Caverna.
El único método a emplear en la creencia, según Platón, es el «relato
verosímil», eikôs mýthos. Platón relaciona creencia con relato verosímil
y con conocimiento aparente y engañoso y no con verdad. También Ha-
bermas considera que opinión es un conocimiento menor.
La opinión pública comparte con la descripción de Platón de dóxa su
ligadura con el devenir, lo cual le confiere una naturaleza cambiante y
temporal. Es fácil observar cómo un vuelco de opinión pública reper-
cute en las costumbres de una comunidad. En España en una década, a
partir de las sucesivas normativas que prohibieron fumar en lugares pú-
blicos, se pasó de ver normal que un médico fumara en consulta a que
estuviera condenado en todo espacio público, incluidos los de ocio. La
legislación fue gradual, impulsada por la opinión pública y obligada por
la Unión Europea, y hasta los fumadores más reticentes al cambio aca-
baron acatando las nuevas normas de hábito, prefiriéndolas incluso.
Otro caso puede observarse en la seguridad de los niños en el interior
de los vehículos. Hoy día se considera una temeridad llevar a los niños
sujetos únicamente por un cinturón de seguridad cuando hace un par
de décadas no disparaba alarma alguna. La opinión pública está muy
ligada a la costumbre y a los hechos públicos, presentes y pasados, con
la mira al futuro, a la sociedad que heredarán los descendientes. Su fun-
ción regulativa puede surgir a partir de una norma existente o bien ser
una fuente de derecho y promover normativa. Es influyente y también
influenciable. Los poderes políticas y económicos prestan especial
atención a los estados de opinión pública ya que el curso de los acon-
tecimientos sociales depende en gran medida de ella. Su estudio in-

20 Vallejo, Álvaro. Platón: el filósofo de Atenas. Ed: Montesinos. Barcelona, 1996. Pp 208-210

— 107 —
cumbe a periodistas, filósofos, sociólogos y psicólogos, estadistas, o po-
litólogos, publicistas y comunicadores, entre otros, porque su afecta-
ción alcanza a la sociedad entera. El interés por la opinión pública es tal
que que se crean mecanismos para observarla, medirla, e incluso mani-
pularla.
Público, por su parte, es una entidad colectiva que la sociología define
como grupo social transitorio e imprecisamente organizado que
emerge de la discusión y debate sobre un asunto. El público no es y
nunca fue por sí una entidad física, ni una constante. Cambia de tamaño
y composición. Es fluido y fluctúa, como la opinión, tanto en su partici-
pación como en los asuntos de su interés. Con la virtualidad esa inesta-
bilidad se fragmenta y agudiza.
El concepto de opinión pública como tal se crea a partir de la separa-
ción entre Estado y sociedad y la emergencia de una idea de lo común
que desarrollan las filosofías francesas e inglesas del XVI y XVII. En su
surgimiento, se considera la opinión pública como voluntad del pueblo,
una instancia supraindividual, conceptualización que procede de Rous-
seau. El individuo forma parte del juicio colectivo pero el resultado del
juicio pertenece a todos y a ninguno, a una instancia supraindividual a
la que copertenecen los individuos que es la esfera de la opinión pú-
blica. Por otro lado, también la opinión pública se entiende como suma
de puntos de vista individuales. Considerar a la opinión pública como
suma de opiniones, la individualiza y la hace medible, con posibilidad
de aplicar en ella la estadística y poder hacer predicciones. Las medi-
ciones de opinión pública se basan en el recuento de datos recogidos.
Desde esta perspectiva, la opinión pública pasa de ser escuchada a ser
recogida, desde las encuestas iniciales hasta el big data contemporá-
neo. De esta lógica se sigue que una opinión es un voto y en democracia
se imponen los votos de la mayoría. Por contra, la primera acepción,
considerar a la opinión púbica como instancia supraindividual, distinta
de la suma o la media de individuos, le confiere característica metafísi-
cas que escapan al dato y por tanto a su predicción y control. La volun-
tad del pueblo tiene categoría ontológica. Las diferencias entre indivi-
duos se disuelven y forman una unidad. Ambas ópticas comparten que
el resultado del juicio de la opinión pública supera la opinión individual,
representan a un conjunto, pero una considera a la opinión pública
como dato y la otra como espíritu, como ser. Hardt y Negri han dado
carácter ontológico a los acontecimientos de la multitud, como han sido
recientemente el 15M o la Primavera Árabe. Merece la pena observar
dichos movimientos en clave de opinión pública porque son manifesta-
ciones de la opinión pública. Los alzamientos, las revoluciones o los

— 108 —
acontecimientos de la multitud se sustentan o están producidos por es-
tados de opinión pública. La reclama de justicia en la Primavera Árabe.
La indignación en el 15M.
También en la opinión pública pueden reconocerse dos naturalezas dis-
tintas, casi opuestas, si atendemos a los elementos que conforman el
juicio. Los ilustrados y racionalistas consideraban que la opinión pública
debía fundarse en un ejercicio analítico y crítico sobre los asuntos de lo
público, sin embargo, como sostiene Price, ni los ilustrados ni los racio-
nalistas pudieron eliminar el componente emocional, incluso irracional,
presente en los juicios de la opinión pública. Recordamos que para Pla-
tón imaginación y creencia conforman la opinión, son inseparables de
ella. En este momento en el que el fenómeno posverdad se están inves-
tigando desde diferentes ámbitos, hay que tener en cuenta que su pro-
blemática, la apelación a la emoción y a las creencias en la formación de
los juicios de lo público, ha sido preocupación de filósofos desde su ori-
gen. La posverdad según Oxford es:
«Adjetivo que denota o se refiere a unas circunstancias en las que las
apelaciones a las emociones y a las creencias personales influyen más
en la formación de una opinión pública que los hechos objetivos».
Nos encontramos que la opinión pública, influyente, influenciable, cam-
biante, reguladora, tiene componentes racionales pero también irracio-
nales y emocionales y la posverdad es la circunstancia en que se apela
a las emociones y creencias en el debate público y se relega lo racional,
la prueba o la argumentación o el hecho, que ha perdido credibilidad.
Price cita a Ozouf, un autor, que advierte que el componente
sentimental de la opinión pública puede ser perjudicial para lo social.

2. El lugar de lo común: el ágora o la caverna


Un lugar principal de lo común en nuestros días es la comunidad virtual.
En ella se da la coincidencia de que a través del medio los ciudadanos
se informan y en el mismo medio los ciudadanos debaten. Es en la vir-
tualidad donde hoy se da la comunicación y el encuentro del público, y
donde está el público ahí esta su opinión. La comunicación digital actual
tiene una serie de peculiaridades que marcan la exposición de la expre-
sión que es la opinión pública:
-Horizontalidad y accesibilidad pública a un espacio propiedad de to-
dos. Para Habermas, esa horizontalidad y el acceso a un lugar de lo co-
mún es necesaria para la opinión pública porque solo así la autoridad se
alcanza a través de la argumentación. El contexto al que Habermas se
refiere, siglo XVIII, comparte con el ágora griega el espíritu y el método:
la dialéctica. Pero la horizontalidad en las redes es solo aparente. La

— 109 —
horizontalidad de la red parece implicar igualdad pero no es así. Los
algoritmos potencian perfiles y la distribución de información no es
ecuánime, si no redundante. Tampoco todos los usuarios utilizan las
mismas herramientas. Hay privilegios y hay jerarquías fruto del conoci-
miento, la tecnología o los acuerdos con los grandes distribuidores de
información.
­ Conectividad e instantaneidad. Nunca antes tantas personas,
emisores o fuentes tenían capacidad de conectarse entre sí al
instante y recibir tanta información. Estas características mo-
delan los contenidos de internet que son ilimitados, muy diver-
sos y virales, por lo tanto también redundantes.
­ La comunicación escrita se transmuta en oral. Antes la tele, la
distancia, se salvaba a través de técnica que posibilitaba men-
sajes orales. Ahora la comunicación escrita alcanza la instanta-
neidad y se hace plural; particularidades hasta ahora exclusivas
del lenguaje oral. La palabra escrita pierde su perdurabilidad y
adquiere contingencia y fluidez. La comunicación digital, a pe-
sar de ser escrita, toma las formas de lo oral: contracciones de
palabras y frases, faltas de ortografía. Lenguaje propio de lo oral
y de lo privado.
­ Se accede a la esfera pública a través de lo privado: el individuo
está en su casa, o en la calle, o en su trabajo con un dispositivo
que le conecta al mundo. La conexión a la esfera de lo común se
hace desde la privacidad.
­ Virtualidad. La virtualidad es una representación de lo real que
no guarda una correspondencia plena con la misma.
­ Anonimato. La ausencia de cuerpo en la comunicación digital
conlleva anonimato. No hay rostro. En las redes sociales no se
conoce a la totalidad de las personas con las que se interactúa.
Muchos son dominios no adjudicables a persona física. También
pueden ser personajes o personas distintas de las que dicen ser.
Algunas de las particularidades expuestas fuerzan que el método de dis-
cusión en la comunicación digital no sea el analítico racional argumen-
tativo propio del ágora o la palabra argumentaba en lugares de la esfera
común descrita por Habermas. La palabra del ágora y de las tertulias va
ligada a un cuerpo, a una voz, a unas manos, a una escucha, a una pro-
sodia, a un nombre. En la comunicación digital la palabra es su repre-
sentación escrita y está supeditada a la imagen. Es una palabra visual,
incrustada en imagen, en ventanas, y sin sonido. En la plaza pública hay

— 110 —
corporeidad que incumbe a los sentidos, una voz discursiva y una dia-
léctica que culmina en síntesis. Hay un desarrollo secuencial que en la
virtualidad no se cumple porque la virtualidad es simultaneidad. No hay
orden de palabra. Tampoco la distancia que marca el respeto, como se-
ñala Han. Se carece de la información que dan los sentido. En lo virtual
los sentidos son aniquilados, excepto el visual. En ocasiones usamos el
auditivo y el tacto solo se emplea para la pulsación de teclas. Los senti-
dos alimentan las percepciones y son fuente de conocimiento, pero en
la virtualidad no cumplen función alguna.
La transmutación de la escritura en oralidad provoca que la comunica-
ción en la red se asemeje más al discurso privado y doméstico que al
discurso público. Los sujetos acceden a la comunicación digital desde
el ámbito de lo privado, incluso si se encuentran en un lugar público. Y
desde esa privacidad se comunican. El tono en la red es de privacidad,
aún siendo un medio público. Esta eliminación de fronteras entre lo pri-
vado y lo público de las redes sociales da lugar a confusión y ha dado
pie a que personajes públicos hayan tenido que retractarse tras una in-
tervención desafortunada en la red. El esquema comunicativo está tras-
tocado en las redes donde todos hablan con todos y con nadie. Las for-
mas no importan donde el anonimato reina. No es un discurso entre
personas, es una comunicación con el medio. El medio es el mensaje y
además en lo virtual el medio es canal-emisor-receptor porque la co-
municación se hace con el medio.
La ausencia de corporeidad crea un común virtual formado por perso-
nas aisladas conectadas desde sus respectivos entornos. Son las celdas
del enjambre que dibuja Han quien sostiene que al hombre digital le son
extraños los espacios (2014). Los lugares de congregación virtual cons-
tituyen una concentración sin congregación, afirma el filósofo. El espa-
cio virtual no es el espacio real. La contracción espacial de la que pre-
sume la red permanece en la virtualidad sin capacidad de pasar al plano
de lo físico.
En las redes sociales, se emite un mensaje con la esperanza de que sea
leído, como las botellas con mensaje lanzadas al mar, pero no hay ga-
rantía de lectura, como señala Han, y sin lectura o escucha no hay diá-
logo. Reincido en la idea de que la comunicación es con el medio. Pese
a su esa ausencia de lectura o propiciada por la misma, una información
o contenido aunque sea de escasa significación se difunde velozmente
en la red como una epidemia o pandemia, en palabras de Han, quien
señala que el contagio propio de la red no da nada a leer o a pensar. La
comunicación digital está muy afectada por el contagio y la prisa que
incapacita al medio para el pensamiento y la reflexión (Camps, 2017). Sin

— 111 —
pensamiento no hay dialéctica. Camps sostiene que las redes sociales
suponen «un regreso a la sofística clásica en su versión más desdeña-
ble». Foucault describe el sofismo como un espejismo razonador que no
tiene realidad de razonamiento si no apariencia del mismo (1970). «El
sofista obtiene una ganancia pecuniaria con una sabiduría aparente».
Esa recompensa en las redes se traduce en los «me gusta» y «retuiteos»
que nutren según Han, la autoafirmación y el narcisismo. El discurso
sofista, describe Foucault, realiza cambios de sentido a través de la ho-
monimia. Se apoya en proposiciones a las que no se puede atribuir ver-
dad o falsedad. Invierte el orden en las frases para ocultar lo importante.
Parecen refutar, revelar errores, destapar paradojas, pero es solo ver-
borrea, describe Foucault. No manipulan las cosas si no la relación entre
la palabra y la cosa de manera que se valen del mismo nombre para decir
dos cosas diferentes. La trampa sofista, explica Foucault, es el trastoque
en la materialidad del discurso. No pueden atribuirse a errores de dis-
curso si no a errores de pensamiento. Han sostiene que en lo digital se
olvida el pensar de manera compleja porque la masa de información
embota por completo la percepción y paraliza la capacidad analítica que
distingue lo esencial de lo no esencial. Según Han se atrofia la toma de
decisiones y el juicio por este exceso de información. Es lo que
denomino el «imperio de la dóxa». Razonamientos sofistas de proposi-
ciones a las que no se puede atribuir verdad o falsedad. En este contexto
la posverdad tiene un hábitat afín para su despliegue y desarrollo. En el
imperio de la dóxa no se consuma el encuentro con lo otro que nos re-
sarce de la Caverna. De las redes emana opinión y son constantemente
surtidas de opinión, pero cabe cuestionar si se trata de opinión pública
ya que prima el componente emocional e ideológico, e incluso irracio-
nal, y no el racional y crítico. Se critica desde las pasiones, emociones
extremas sin juicio que fluyen masivamente en el aluvión desorbitado
de información y ofertas publicitarias.

3. El compromiso en las redes sociales


No todos los autores se oponen a la comparación entre redes digitales
y ágora. El filósofo Soraj Hongladarom (2017) considera el ágora virtual
del grupo de Facebook comparable al de la polis griega porque, asegura,
supera el anonimato y se alcanzan la identificación y pertenencia mu-
tua similares. Asegura que, por ello, es posible el compromiso a través
de lo digital en grupos reducidos donde cada miembro se identificaría
con la comunidad.:
«Identificar público y pueblo es considerar público a la propia polis, y
que la situación particular de uno sea indistinguible de los asuntos de

— 112 —
la polis o del público. Una situación en la que lo concreto y lo público
tiendan a fundirse en uno».
Pero la diferencia entre la polis griega y los grupos de las redes radica
en que los grupos son muchos y en la polis griega solo hay uno. Esta
diferencia es crucial. La polis griega es unidad, incluso territorial.
Hongladarom enfrenta a Kierkegaard (1946) y Habermas. Kierkegaard,
al contrario que Habermas, entiende que la prensa y el público son
opresivos ya que nivela a las personas y las homogeneiza. Para Kierke-
gaard la prensa hace anónima a la gente y elimina su individualidad y,
por consiguiente, su razonamiento crítico y su capacidad de compro-
miso. Sus objeciones se centran en el concepto «público» que, a su en-
tender, es un monstruo que destruye la singularidad reduciéndola a un
simple número, a mera estadística; miembros de una multitud indife-
renciada, despojados de rostro, y sin conciencia de su subjetividad pura
incompartible, la condición existencial del ser desnudo solo en el uni-
verso. La opinión pública para Kierkegaard es una fuerza aplastante de
la individualidad al pretender ser la voz de lo común.
Soraj Hongladarom estudia el nuevo público creado a partir de las redes
sociales y lo confronta con el público del razonamiento crítico de Ha-
bermas y con la nivelación monstruosa que ejerce el público para
Kierkegaard. Si para Kierkegaard el público se mantiene como una sola
entidad monolítica, para Hongladarom las redes traen la fragmentación
que permite a las personas ser concretas y particulares al pertenecer a
diferentes grupos públicos. En la era de las redes sociales la formación
de grupos sucede de una manera tan intensa y fragmentada que difi-
culta saber dónde está «el público» y quién es «el público», asegura. El
público hoy son nodos, según la red que se mira, escribe Hongladarom.
El público está disperso en diferentes nodos. Una afirmación que apoya
la hipótesis con la que trabajo: en la virtualidad la comunicación se hace
con el propio medio.
Hongladarom señala como cambio fundamental el que las personas den
forma a los medios virtuales de acuerdo con sus intereses frente al
efecto unilateral del periódico. Hongladarom compara la conciencia de
diversidad de opiniones distintas para un lector de prensa con la actual
diversidad y defiende la idea de hablar de públicos sustituyendo a pú-
blico que, por lo que la opinión pública se ha reemplazado por las opi-
niones de los públicos. Esta fragmentación debilita la influencia en po-
lítica que antes ejercía la opinión pública haya perdido poder.«Hay tan-
tos de ellos que ya no importa mucho» escribe. Lejos estamos de la ins-
tancia supraindividual que describía Rousseau que supone la verdadera
fuerza de la opinión pública. Además la diversidad que Hongladarum

— 113 —
presume en las redes no es tal. Las redes son parciales fruto de los ses-
gos que las cámaras de eco y la exposición selectiva producen y el pro-
pio filósofo reconoce que la plétora de plataformas que brinda la red no
implica necesariamente diferentes puntos de vista.
La finalidad del estudio de Hongladarum es demostrar si internet es
compatible con los lazos humanos y compromisos en contra de la in-
compatibilidad entre compromiso y anonimato que desarrolla
Kierkegaard a partir de su idea de público. Hongladarom se refiere a
Petrik quien ilustra con el fanatismo religioso su tesis de que en las re-
des sociales se puede encontrar un apasionado nivel de compromiso.
También trae al caso a Malala Yousafzai, la niña paquistaní cuyo com-
promiso con la verdad y la libertad a través de su blog provocó que los
talibanes le dispararan en la cabeza. Recoge Hongladarom que Petrik
aboga por distinguir «compromisos fundamentalistas» de «compromi-
sos fundamentados».
Multitud se ha entendido tradicionalmente como concepto contrario a
público, ligado este a opinión pública y a argumentación racional, y
multitud a lo emocional, al empatizar, al sentir. La opinión pública desde
esta perspectiva no podría adjudicarse a la multitud por entenderse que
carece de componente racional. Este aspecto irracional asignado a la
multitud ha motivado numerosas investigaciones sobre la multitud.
Desde la sociología, Moscovici (1985) estudia cómo ciudadanos civiliza-
dos pueden transformarse en multitudes coléricas. Desde la psicología,
Le bon (1895) investiga la conducta de la multitud unida a la que asocia
una experiencia emocional cercana al estado hipnótico. El anonimato
de la multitud relaja las limitaciones de los instintos; las emociones y las
acciones se extienden por imitación y contagio; la personalidad cons-
ciente se desvanece y el individuo es persuadido y congestionado. Estas
condiciones y particularidades son producidas por el impacto en el in-
dividuo inserto en una multitud unida, según Gustave Le bon.
La negación de un componente racional en la multitud es discutible. Si
admitimos que una manifestación es expresión de un estado de opinión
pública, tememos que aceptar que si es multitudinaria también se trata
de opinión pública porque si lo negamos hacemos que el factor número,
por delante del razonamiento argumentativo, determine qué es opinión
pública. Por otra parte, como hemos visto anteriormente, Price asegura
que nunca se ha podido eliminar de la opinión pública el componente
emocional. A mi modo de ver una manifestación multitudinaria es opi-
nión pública concretada en acción. Hay autores como Park que entien-
den que hay similitudes entre multitud y público por ser ambos un es-
tatus empírico preliminar a la formación de un grupo.

— 114 —
Hardt y Negri (2004) han trabajado los movimientos de la multitud en
clave ontológica vinculándolos al acontecimiento. El acontecimiento
ontológico es lo imposible, lo inesperado, sin control, sin anticipación,
que brota por sí. La Primavera Árabe y el 15-M son dos ejemplos con-
temporáneos de movimientos de la multitud trabajados por estos auto-
res que consideran que el acontecimiento de la multitud crea un nuevo
contexto de máxima pluralidad y singularidad donde el ámbito del
acontecimiento puede hacer efectivas a las fuerzas marginales. Cabría
preguntarse qué compatibilidad o relación pueden tener el aconteci-
miento ontológico y la opinión pública ya que ambos movimientos están
impulsados por estados de opinión. La injusticia en la Primavera Árabe,
la indignación en el 15M. Para que surja lo imposible debe haber condi-
ciones que lo posibiliten. Que no son causas pero sí condiciones. El pri-
mer asentamiento del 15M se produce tras una manifestación multitu-
dinaria convocada a nivel nacional contra los recortes a servicios públi-
cos. A media tarde la protesta de Madrid, que se había iniciado al medio
día, aún no se había disuelto. Se trataba de una protesta pacífica que los
antidisturbios trataron de disgregar a la fuerza. Los manifestantes le-
vantaban sus manos al grito de «estas son nuestras armas». Al final de
la tarde comenzaron las cargas policiales. A los periodistas nos mostra-
ron las cargas las agencias internacionales porque las nacionales no cu-
brieron o no lanzaron ninguna. Las imágenes mostraban cómo muchos
ciudadanos eran aporreados de imprevisto por la espalda. Esa noche se
acampó en Sol y el movimiento de toma de plaza pública fue expandién-
dose por el país. Necesariamente había un estado de opinión pública
que precedió al acontecimiento. La red sirvió para conectar a las per-
sonas que se sumaron al acontecimiento. En la Primavera Árabe fue un
asunto de justicia. El suicidio de una persona por una injusticia posibi-
litó el acontecimiento pero, sin conocer tan de cerca los detalles, con-
sidero que también en este caso una de las condiciones previas al acon-
tecimiento de la multitud fue un estado de opinión pública. Y también
para la Revolución Francesa.
La virtualidad es vista por Hardt y Negri como una condición que puede
ayudar a que la globalización de una repuesta de liberación trasnacional
a través del acontecimiento. Un acontecimiento que genere historia re-
nunciando a la historia ya que en la globalización el espacio sustituye al
tiempo. Por un lado contemplan esta posibilidad pero por otro ligan la
alta tecnología al control que ejerce el nuevo imperio supranacional al
acontecimiento marginal. En mi opinión, la verdadera revolución de las
nuevas tecnologías es la liquidez del tiempo, siguiendo a Bauman, no la
globalización del espacio. Kant explica que espacio y tiempo se perci-
ben enlazados. La transformación del tiempo, que ha ganado velocidad

— 115 —
hasta hacerse instantáneo, nos hace percibir los espacios contraídos
pero físicamente no existe estrechamiento alguno. Los espacios se in-
terconectan en lo instantáneo virtual, pero la conexión física entre ellos
sigue siendo prácticamente la misma de antes de la globalización y de
internet. La globalización, que no olvidemos, es un movimiento origi-
nado por fines económicos, abre las puertas al flujo de mercancía y la
virtualidad al flujo de información. La información instantánea optimiza
la globalización, pero no transforma al espacio. El tiempo es metafísico
en sí. Kant afirma que lo percibimos a través de su acción en los objetos.
Las mercancías metafísicamente circulan instantáneas en la dinámica
del obtener, aplicación principal de lo virtual en nuestros días, en mi
opinión. Es el deseo de obtener calmado por la instantaneidad lo que
simula un constreñimiento de los espacios. La posesión metafísica del
objeto encoge el espacio. Pero el objeto se mantiene en su lugar de es-
pacio sólido. Exactamente del mismo modo el fenómeno se comporta
con las personas cuyo plano físico sigue residiendo en un espacio sólido
mientras que el metafísico se mueve en lo instanténo del tiempo digital.
Bauman (1999) caracteriza la modernidad como la etapa en la que espa-
cio y tiempo dejan de ser aspectos entrelazados y casi indiscernibles de
la experiencia viva. El culmen de la separación espacio/tiempo marca
la etapa pospanóptica que acarrea el fin del compromiso mutuo: la mo-
dernidad líquida. El poder también se licua y puede mover sus ingre-
dientes a la velocidad de la señal electrónica. El poder es ahora extra-
territorial y no padece la resistencia del espacio. La idea de Hardt y Ne-
gri de que el espacio supera al tiempo en la globalización posthistórica
diverge totalmente con el planteamiento de Bauman que asegura que
en la modernidad es el tiempo el que tiene historia porque sus hitos se
pueden narrar. Lejos de entender que pueda darse en nuestros días el
acontecimiento marginal efectivo al que apuntan Hardt y Negri, Bau-
man entiende que el poder, al licuarse, se ha vuelto inaccesible e inven-
cible. No hay manera de confrontarse a él salvo a través de una trama
densa de nexos sociales y redes territoriales, explica el sociólogo.
El tiempo cero de lo digital, como lo llama Bauman, el tiempo congelado
que designa Han no es el del acontecer. El acontecimiento no puede
extraerse de su componente temporal y en tanto ser sigue siendo
tiempo. La globalización no tiene afuera, afirman Hardt y Negri, a lo que
puede contraponerse la afirmación heideggeriana de que
ontológicamente no es posible un cierre definitivo, por lo que sí existe
un afuera. La virtualidad contrae un espacio metafísico porque en sí la
virtualidad es un afuera metafísico. El acontecimiento de la multitud

— 116 —
seguirá rompiendo la continuidad de la historia y el orden de lo exis-
tente como predicen estos autores y seguirá siendo un criterio de ver-
dad que construye y da significado a la historia.
Al igual que Bauman, Han con su teoría psicopolítica considera que lo
digital se distancia de la posibilidad para el acontecimiento de la multi-
tud y difiere abiertamente con Hardt y Negri y su idea de una interna-
cional socialista a través de la globalización. La construcción social ac-
tual no es la multitud, afirma Han, es la soledad; la decadencia de lo
común y lo comunitario. La sociedad de la indignación, la que reina en
las redes, no es apropiada para configurar el espacio público porque no
constituye un nosotros, afirma. Es la constante preocupación por el sí
mismo y, de ahí, su rápida dispersión; incontrolable, incalculable, ines-
table, efímera y amorfa. Líquida, en términos de Bauman. La confianza
en que la multitud puede encontrar en lo digital ocasión para el acon-
tecimiento, es desmentida por Han para quien la multitud virtual, «no
tiene masa. No engendra futuro. Le falta estabilidad, incluso en su dis-
curso. No es capaz de acción. El enjambre digital no es la nueva masa
porque este carece de alma que la unifique. Sin un nosotros, no hay
concordancia que consolide a la multitud. El enjambre digital no es
coherente en sí». El nadie de las masas no exige para sí atención porque
la identidad privada está disuelta en la masa y ahí está su fuerza, mien-
tras que el nadie virtual es un narcisista necesitado de autoafirmación.
Esta es la exposición de Han para contrargumentar a Hardt y Negri.
Para Hardt y Negri es posible devenir príncipe en la multitud. Aprender
el arte del autogobierno y organizarse en un «común» que sustituya a
lo público como alternativa a lo privado. Un común que integre natura-
leza y humanidad. Apelan al amor para producir ese común. El amor
como proceso de liberación. Amor como escape al individualismo. Flus-
ser, citado por Han, entiende que las redes digitales pueden cumplir
con ese amor al prójimo y que en su seno se puede construir una co-
munidad que libere al hombre de la mismidad. «La red vibra es un pat-
hos, una resonancia que favorece una realización intersubjetiva.
Estamos ahí el uno para el otro». Han contradice esta posibilidad afir-
mando que en lo digital no hay tánica del amor.

— 117 —
4. Conclusiones
Para que haya comunidad, para que el amor constituya un cuerpo de
acción social es necesario compromiso y muchos autores niegan que
sea posible en lo digital por la liquidez del nexo social y porque los seres
aislados no conocen la verdad del cuerpo. En el imperio de la dóxa nos
encontramos con que el encuentro con el otro es virtual y la comuni-
cación e información se entrecruza y mezcla con la publicidad y el es-
pectáculo. Es un medio en que fenómenos como la posverdad se con-
solidan debido a la cantidad de información y fuentes que se congregan
en el mismo canal. La posverdad favorece el que se reemplace la racio-
nalidad por la emocionalidad hasta el extremo de anular completa-
mente el enfoque crítico. El componente emocional es inextirpable en
el ser humano y ha sido un error de la modernidad el negarlo y deni-
grarlo. En la actualidad se reconoce una función primordial de la emo-
ción en el entendimiento y en el conocer, con obras claves como El
error de Descartes de Antonio Damasio, pero sigue despertando alarmas
en lo social y solo se admite en en lo privado. Lo emocional y sentimen-
tal no son necesariamente sinónimos de irracionalidad. La emoción da
un conocimiento de lo verdaderamente humano. Pero no se educa, no
se trabaja, no se disfruta. Se rechaza y se considera impropio. El cono-
cimiento es sentimental, dictó Unamuno. La razón y la emoción no son
dicotómicas si no complementarias y propias de nuestra especie.
La aniquilación de los intermediarios que ha propiciado internet afecta
a múltiples profesiones y quizás de forma preferente a los periodistas,
responsables de informar de los asuntos públicos a la ciudadanía, y
también supone el golpe final a lo común terrenal y a los lazos sociales.
No reconocer intermediarios es consecuencia de no reconocer al otro
y no creer en el compromiso mutuo. Ambos, reconocimiento y compro-
miso son cimientos de lo social. Al no ejercer el reconocimiento mutuo
se desvanece el lugar de cada cual. En este contexto en el que la comu-
nicación se hace con el medio, la promesa ya no recae en la persona si
no en el ordenador. La globalización es otra nueva metafísica que nos
despega del suelo que pisamos y que nos hace creer que no requerimos
del vecino para ser seres completos. La técnica ha garantizado la su-
pervivencia de la especie y en nuestros días, devenida en tecnología, no
solo nos conserva si no que da sentido. Ya no garantiza la supervivencia,
si no que es la prótesis sin la cual no sobrevivimos.
El periodismo y la filosofía, dos disciplinas comprometidas con la ver-
dad que están siendo sutilmente destituidas en el modelo social esta-
blecido. Estos reemplazos responden a la indiferencia sistémica a la
verdad y al detrimento del reconocimiento que describimos. Solo

— 118 —
siendo impecables en el ejercicio del periodismo podremos resarcirlo
del desprecio a su servicio. La filosofía, progresivamente expulsada del
entramado formativo y productivo, no puede resignarse a ocupar úni-
camente un menguante estatus académico. Los amigos de la sabiduría
tenemos que estar en vilo para hacer florecer la verdad entre tanta in-
diferencia e incorporar la disciplina en la vida corriente, más allá de lo
académico como modo de vida verdadero.

— 119 —
5. Bibliografía

Bauman, Zygmunt (2002) Modernidad líquida. Ed. Fondo de Cultura


Económica de Argentina, S. A. Buenos Aires.
Camps, Victoria & Varios autores (2017). En la era de la posverdad. Ed.
Calambur. Barcelona.
Habermas, Junger (1994). La transformación estructural de la esfera
pública. Ed. Cátedra. Madrid.
Hongladarom, Soraj (2017) . Anonimity and commitment: how do Kier-
kegaard and Dreyfus fare in the era of Facebook and `post-
truht’. Revista Art&Society.
Han, Byung-Chul (2014) En el enjambre. Herder Editorial. S. L. Barce-
lona.
Pérez Castañeda,Sandra (2018) Posverdad: tiempo del enjambre y pe-
riodismo líquido. Trabajo fin de Máster de Filosofía Contempo-
ránea de la Universidad de Granada.
Price, Vicent (1994). La opinión pública. Esfera pública y comunicación.
Ed. Paidós Ibérica, S.A. Barcelona.
Vallejo, Álvaro (1996). De los sofistas a Platón y la Academia. Platón : el
filósofo de Atenas. Ed: Montesinos. Barcelona.

— 120 —
— 121 —
CAPÍTULO VI

BETWEEN REIFICATION AND RESISTANCE.


MAY CONSUMERS ACT AS CRITICAL CITIZENS
ON DIGITAL NETWORKS?
Dr. João Carlos Correia
Professor Associado. Universidade da Beira Interior

1. Introduction
In August 2018, several European associations of consumers’ rights
from Portugal, Brazil, Belgium, Spain, and Italy have launched a lawsuit
campaign against Facebook using “My data is mine” as their principal
slogan. According to the statement published online by the Portuguese
Association of Consumer Defense (Associação Portuguesa para a Defesa
do Consumidor, popularly known under the acronym DECO), Facebook
users were invited to join a class action lawsuit against the social net-
work by signing a petition and indicating when they opened a Facebook
account. Consumer associations argued that Facebook’s use of its users'
data should be transparent and protected by the consumers' data law.
Therefore, promoters of the petition demanded compensation for the
unauthorized use of data amounting to €200 per registered user. This
average amount of recompense was calculated by economists and in-
formation experts who considered statistics provided by Facebook
among other sources. In the event of a successful lawsuit or settlement,
the organizers undertook to contact the petitioners and instruct them
how to claim their individual compensationshttps://www.deco.pro-
teste.pt/acoes-coletivas/os-meus-dados-sao-meus).
According to the petition’s FAQ page available on DECO’s website, de-
spite criticism of Facebook’s malpractices, consumer associations that
organized the petition chose not to call for a boycott of the social net-
work arguing that, “they also use it to disseminate information and have
a page on this social network to answer the questions of consumers”
(DECO webpage 1). DECO shares with other European consumer asso-
ciations a position that touches, on several levels, one controversial
question often discussed by social theory and philosophy, namely
whether and to what extent the protection of consumers’ rights counts
as a political right. In other words, is the protection of an individual in
matters related to personal identity—of men and women as consumers
of services in the context of commercial exchange—the object of polit-
ical concern that should be regarded as a political right? And, what

— 122 —
seems to be even more important, can digital social networks be con-
sidered instances of a public sphere, part of a civil society built up by
an effort of democratic associations independent of political and eco-
nomic power Consumer associations targeted Facebook with a lawsuit
that objected to the use of consumers´ data as a commodity on a mar-
ket-driven platform. At the same time, the associations themselves ap-
proached Facebook as an arena in civil society and a medium for critical
publicity by circulating the petition’s goals against the commodification
of data. Significantly enough, the same digital platform where users’
data was allegedly commodified was also used to denounce the process
of commodification. Of course, as representatives of a consumer or-
ganization, the organizers of the petition had the mandate to support
the rights of their associates as economic agents of an act of consump-
tion Moreover, people take for granted that their rights, including their
consumer rights, should be protected by juridical protocols quite aside
from the philosophical and normative framework that supports this so-
cial need for protection. Nevertheless, in recognizing a link between the
associative network of citizens and the activity of social actors as con-
sumers implies an attitude compatible with those perspectives that
support the position that consumers’ rights are public issues worthy of
being defended and supported in the public arena.
One adopts a hypothesis that changes in communication practices
brought on by capitalist developments are never unilateral or unidi-
mensional. Every new opportunity of communication and expansion of
the market is also an opportunity for the emergence of new regimes of
domination as well as an opportunity for recognition of new rights. The
current technological revolution is the present stage for those contra-
dictory claims.

2. The Market, Civil Society, and the Public Sphere


At this starting point, one is confronted with questions concerning the
relationship between the market, the public sphere, and the civil soci-
ety. The history of the concept of civil society oscillates between alter-
native perspectives. The first one tends to reduce civil society to a
sphere of antagonism and irrationality, which must be subject to an ex-
ternal constraint for cooperation. Following the arguments of G. W. F.
Hegel in Elements of the Philosophy of Right (1831/1997), Karl Marx in The
Communist Manifesto (1848/1963), and, more recently, Hannah Arendt
in The Human Condition (1958/1987), the realm of economic necessity
and the realm of freedom are thought to be incompatible with one an-
other.

— 123 —
The Hegelian effort to theorize civil society in the Elements of the Phi-
losophy of Right regards it as a bourgeois society opposed to the polis.
Civil society is a universe of autonomous individuals who establish re-
lationships with other independent individuals based on the principle
of utility and economic interest (Hegel 206). But if individual consumers
act to maximize their selfish individual interests, should they be con-
sidered rational citizens? To confront the proliferation of pathologies
resulting from the selfish nature of individuals for instance the multi-
plication of desires, inequality, and misery, Hegel emphasizes the ra-
tionality of the State against the hegemony of arbitrariness and partic-
ularism characteristic of civil society (Hegel, 251).
The Marxist perspective, owing very much to Hegel, presents the civil
society as an instance of economic (class) structures of selectivity and
domination (Marx,162). Generally, Marxism identifies class relations and
interests as the key to contemporary forms of collective action. Accord-
ing to most determinist views, the legal, associational, cultural, and
public spheres of society have no independent theoretical place in
Marxist analysis.
Even if one does not share what Seyla Benhabib identifies in The Reluc-
tant Modernism of Hannah Arendt (1996) as the standard view of Arendt
as a political philosopher of nostalgia, one must admit that Arendt
searches for a lost distinction between the public and the private (Ben-
habib 11). Arendt’s perspective, based on the Greek public sphere, criti-
cizes the modern civil society as the rise of social ( 38) and charges it
with an increasing emphasis on the security of citizens at the expense
of their concern with the common good of the polis. Benhabib claims
that in Arendt’s account, the social is meant as “a form of glorified na-
tional housekeeping in economic and pecuniary matters” that “dis-
places the concern with the political” kernel of the republic (23). Fur-
thermore, Benhabib continues, Arendt’s “social is the perfect medium
in which bureaucracy, the ‘rule by nobody,’ emerges and unfolds” (23).
Arendt’s The Human Condition finds modern civil society marked by the
urgency of social needs at the expense of political freedom. It is under-
stood as the development of an economic activity governed by the ex-
change of goods and the satisfaction of individual economic interests.
The expansion of the social sphere means the disappearance of a uni-
versal and common concern for political association and citizenship
from, as Benhabib puts it, “the hearts and the minds of men” (23). The
political sphere becomes a pseudo-space of interaction in which indi-
viduals no longer act politically but only react as economic producers

— 124 —
and consumers (Arendt 74). The new order shifts from values that em-
phasize the freedom to think and act for the public good to those that
promote the security (pax) of citizens. Moderns no longer ask as the
Ancients did, for the moral principles of the good life, but for the factual
conditions of survival. Arendt’s argument raises the question whether
economic freedom is really freedom or just selfish self-preservation.
When one chooses the second hypothesis, it is difficult to imagine the
struggle for consumer rights as real political participation.
. A range of multi-dimensional perspectives on and discourse theory is
offered in the work of Jürgen Habermas from The Structural Transfor-
mation of the Public Sphere (1962/1982) to Between Facts and Norms
(1992/1996) and in Jean L. Cohen and Andrew Arato’s Civil Society and
Political Theory (1992/2001)Those are examples of a theoretical at-
tempt to approach civil society as the center of a political and social
theory that involves a three-part critical model distinguishing civil so-
ciety from both state and economy.
Following this alternative theoretical perspective, thinkers like Haber-
mas in The Structural Transformation of the Public Sphere (1989) found
chances of connecting the civil society with the public sphere: the ad-
vent of capitalist modernity should be considered an opportunity for
emancipation movements as much as for emergence of new ways of
domination and reification of social relationships. The economic emer-
gence of the new middle classes is at the kernel of the appearance of a
literary and political public sphere. With the emergence of early finance
and trade capitalism, elements of a new social order were taking shape
(Habermas,14).

The conditions under which the economic activity now took place
lay outside of the confines of the single household; for the first time,
they were of general interest. (Habermas, 19)

Although the moment of the constitution of the public is presented as


a relatively fleeting ideal frustrated by the conditions of developing
capitalism, the normative potentialities recognized during the Enlight-
enment are a clear novelty comparing it to the negativism that implied
the refusal of any illusions regarding the liberal and democratic state
implicit to the Hegelian and Marxist critical views.
Even in the earlier Habermasian work, this is the clear novelty consist-
ing in the normative ideal of the rise of an enlightened public sphere
supported by the emergent middle class in France, England and Ger-
many.

— 125 —
“The fully developed bourgeois public sphere was based on the fic-
tious identity of the two roles assumed by privatized individuals who
came together to form a public the role of property owners and the
role of human beings pure and simple”. (Habermas, 56).

The public sphere of citizens emerges as a functional element of the


political realm assuming the normative status of “ an organ for the
self-articulation of the civil society with a state corresponding to his
needs”. (Habermas, 74). Deepening this perspective, the recent prob-
lematization of civil society is understood as related to an associational
dimension that brings to light the struggle for the recognition of new
issues and rights that fight to obtain recognition to affirm their visibil-
ity. Following this approach, the civil society is no more identified with
the realm of needs, where social agents fight fo the individual maximi-
zation of its profits and benefits, but, instead, following Civil Society
and Political Theory, focuses “precisely on new, generally non-class-
based forms of collective action oriented and linked to the legal, asso-
ciational, and public institutions of society. These are differentiated not
only from the state but also from the capitalist market economy.” (Co-
hen and Arato, 2) In fact, a significant part of the configuration of mod-
ern civil societies is due to the energies of groups such as religious
movements, trade unions, anti-precarity movements, as well as move-
ments spearheaded by migrants’ rights, consumer rights, and environ-
mental associations. These movements use new discursive practices to
emphasize the principle of plurality and the consequent recognition of
new agendas and new social and collective identities that have emerged
in the consolidation of modernity.

3. The Digital Cage


Those approaches must be simultaneously confronted and articulated
with institutional configurations of contemporary digital capitalism
and, also, by means of interactions among social agents that act inside
those configurations.
If one believes in the relative autonomy of the associative civil society
from the political and economic systems, the question that arises next,
in the current case, is whether the digital networks owned by corpora-
tions like Facebook or YouTube are porous to alternative rationality
that implies a interaction among social agents” that Habermas would
expect not from a system but in a lifeworld.? This is an hypothesis that
one may embrace, in spite of the need of clarifying that our concept of
lifeworld preserves from Habermas Lebenswelt the rule of discourse
and ordinary language and the cooperative nature of interactions but

— 126 —
does not accept that those are its only features . Lifeworld as we see
isn’t an essentialist instance of cooperation opposed to systemic reality
but it’s also a place where one finds several uses of language (including
the strategic one) and several domains of meaning, some of them
marked by reification and dominance. However, it preserves a tension
inside it and in face of systemic rationality that helps to avoid the he-
gemony of the last.
Or, instead, are the so-called institutions of cooperative interaction just
profit-driven devices owned by giant corporations that turn shared in-
formation and social interactions among social actors into commodi-
ties? Is it possible to see citizens as consumers and vice-versa? Is par-
ticipation on Facebook a de facto commodification of audiences or, in-
stead, should we recognize the implicit contradictions of cognitive cap-
italism, considering Facebook, as the consumer associations do, inter-
esting enough to develop movements independent of the economic and
political system?
We saw in DECO’s public statement dissuading users from a boycott
that consumer associations do not agree with the determinist point of
view that sees information and communication technologies (ICT) and
digital networks as corporate gadgets driven to data gathering and
turning the audiences into commodities sold to advertisers. May the
digital networks work as a sphere of democratic and political participa-
tion? Will digital media be able to perform this role and turn passive
audiences into active publics?
Following the concept of an open civil society in Between Facts and
Norms (1992/1996), the public sphere is seen as a sphere of identifica-
tion and detection of problems whose influence should continue to be
reflected in the subsequent treatment of the issues that take place
within the political system (359). Following this suggestion, many sup-
porters of the democratic role of the Internet believe that a democratic
and open political system is empowered by the autonomous activity of
formation of public opinion, which can be carried by citizens’ move-
ments, social movements, and political participation nourished by so-
cial networks.
On the other hand, we have the institutional and legislative process that
culminates in decisions that concern the development of concrete pol-
icies and legislative outputs. The Internet may be compared to a reso-
nance box that amplifies the pressure of problems by dramatizing them,
so they are considered by the parliamentary institutions. Thus, the
identification of issues in the public sphere (civil rights, feminism, con-

— 127 —
sumers’ rights ) usually follows the route designed by Habermas in Be-
tween Facts and Norms: (i) the issues are raised by intellectuals and so-
cial activists in the periphery of the political system; (ii) they are then
picked up by journals, associations, clubs, forums for citizens, universi-
ties, professional organizations, social networks and so on; (iii) the is-
sues crystallize at the heart of social movements and subcultures; (iv)
reaching a wide audience, they enter into the public agenda and ulti-
mately influence policy makers and legislative institutions (341–342).
There are several reasons to devise alternative ways of communication
such as online movements that support popular petitions—a practice
very popular in Portugal. Those alternative ways of communication em-
phasize a dynamic relationship with social movements, a relationship
that maintains itself open to critical attitude and to the interchange of
knowledge, opinions, feelings, and arguments. From this perspective,
elements of domination current in everyday lifeworld despite being tra-
ditionally confined by elitist and neoliberal theories to the private do-
main (women’s rights, domestic violence, identitarian claims) become
the issue of a critical debate in an open and independent civil society.
Despite those opportunities, following a critical point of view concep-
tually influenced by authors such as Christian Fuchs and Vincent Mosco
in their collaboration on Marx in the Age of Digital Capitalism , one must
not ignore the other side of the use of social platforms that minimizes
this participatory and democratic perspective.
In the contemporary digital landscape, the prosumers, a neologism
coined by Alvin Toffler in his book The Third Wave (1980) create, with-
out reward, value for the products of entrepreneurs who provide them
with content production. As Fuchs and Mosco ask, will the logic of
shared content production recognize users just as creators of the
products marketed by the corporations that control the platform or,
instead, will they be also the beneficiaries of the sharing of information
and knowledge? (10) Can those prosumers be not only unpaid produc-
ers but also merchandise as audiences, clicks, and views that are essen-
tial for advertising on social networking platforms? If the data is used
by Facebook for profit, are not the users and the content produced by
them turned into commodities?
At the strictly political level, social networks are also suspected of re-
viving premodern elements. The irrationalism resulting from the exac-
erbation of affections coexists with the world of instant messages, di-
rect television, inflamed tweets, and media controversies that seems to
reinforce the commodified nature of such political participation.

— 128 —
Finally, if one finds that social networks explore free labor using partic-
ipation to gather their data and commodify audiences, or tribalizing
their efforts in tribalizing mobs , it is difficult to find the participation
throughout this platform as something that configures a new partici-
patory dynamic performed by an enlightened public.
However, in the end, one finds an expansion of opportunities for critical
agency. There is not any real and concrete experience of media de-
mocratization that fully fulfils the requirements of an ideal-type public
sphere or any configuration of free and participatory communicative
experience as envisioned by Walter Benjamin in “The Work of Art in the
Age of Its Technological Reproducibility” (1936/1987, 196) as there is no
“iron cage” like the one designed by Adorno and Horkheimer in their
seminal essay, “The Enlightenment as Mass Deception,” originally pub-
lished in Dialectic of Enlightenment (1944/1995, 163).
The technological determinism visible both in orthodox Marxism and
Fordist industrial capitalism is unable to explain the complexity of tech-
nological practices because it sees them only in an instrumental way
and forgets their nature as social phenomena. But a utopia founded in
a technological determinism also falls short of explaining the contra-
dictions of collective participation. Postmodernism, for instance, has
been based on cultural fetishism that dissolved the conflicts of econ-
omy and class into the realm of symbols, culture, and signification. On
the other hand, orthodox Marxist approaches reduce life to labor. One
fetishizes labor, the other fetishizes symbols, as Fuchs argues in Critical
Theory of Communication (48). If techno-libertarian and some post-
modern ideologies fetishize digital games and symbols under the theo-
retical umbrella of a creative self, orthodox critics on their side are un-
able to understand the nature of tensions between participation and
consumption.
Critical Internet Studies are now getting support and attention. Many
collectives of participatory nature (MoveOn.org; platforms tailored to
the needs of older consumers like https://www.age-platform.eu/pol-
icy-work/consumer-rights; or, platforms dedicated to a particular
commodity like Dona Ana Mutual Domestic Water Consumers Associ-
ation Privacy Policies- https://www.dawater.org/privacy.htm) suc-
cessful in pursuing alternative model in raising new policy and regula-
tory challenges, including consumer protection issues. Regulation and
use of software platforms that require a user profile and collect identi-
ficatory data are now studied and analyzed in emerging fields of socio-
logical attention. These studies emphasize the need for a deconstruc-

— 129 —
tion of the techno-libertarian hegemony, debates on software owner-
ship regimes, attention to corporate risks, digital divide, surveillance,
development of a sustainable and innovative economic model, and crit-
ical literacy directed to the use of online platforms that follow user’s
data . In this sense, a perspective of the distinction between public and
private that does not include the growing problems of consumers’
rights will be too narrow for the understanding of many of the emer-
gent political challenges.

— 130 —
Works Cited
Adorno, Theodor, and Max Horkheimer. “The Culture Industry: En-
lightenment in Mass Deception.” Dialectic of Enlightenment.
Verso, 1995, pp. 120-167. (Dialektik der Aufklärung, 1944)
Arendt, Hannah. The Human Condition. Chicago University Press, 1987.
Benhabib, Seyla. The Reluctant Modernism of Hannah Arendt. Rowman
& Littlefield, 2000.
Benjamin, Walter, «A obra de Arte na era da sua reprodutibilidade
técnica» in Obras escolhidas: Magia e técnica, Arte e política,
São Paulo, Editora Brasiliense, 1987, pp. 165-19 (Das Kunstwerk
im Zeitalter seiner Technischen Reproduzierbarkeit ; The
Work of Art in the Age of Mechanical Reproduction, 1936)
Cohen, Jean L., and Andrew Arato. Civil Society and Political Theory.
MIT Press, 2001.
“DECO Leva Facebook a Tribunal.” DECO PROTESTE,
www.deco.proteste.pt/tecnologia/tablets-
computadores/noticias/deco-leva-facebook-a-tribunal#.
Acessed 01-09-2018.
Fuchs, Christian. Critical Theory of Communication: New Readings of
Lukács, Adorno, Marcuse, Honneth, and Habermas in the Age of
the Internet. University of Westminster Press, 2016
Fuchs, Christian, and Vincent Mosco, editors. Marx in the Age of Digi-
tal Capitalism Labour. Studies in Critical Social Sciences, ed-
ited by David Fasenfest, Volume 80. Leiden: Brill, 2016.
Habermas, Jürgen. The Structural Transformation of the Public Sphere
An Inquiry into a Category of Bourgeois Society, Cambridge,
Massachusetts, The MIT Press, 1989.
(Strukturwandel der Öffenstlichkeit, 1962)
Habermas, Jürgen. Between Facts and Norms. MIT Press, 1996. (Fak-
tizität und Geltung. Beitragë zur Diskurstheorie des Rechts und
des demokratischen Rechsstaats, 1992)

— 131 —
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich. Principes de la philosophie du Droit,
Paris, Gallimard, 1997 (Grundlinien der Philosophie des Rechts,
1831)
Karl Marx, Œuvres I - Économie I, Bibliothèque de la Pléiade, Gallimard,
1963 p. 157 à 195 : . (Manifest der Kommunistischen Partei,
1848)
Toffler, Alvin. The Third Wave. Banthan Books, 1980.

— 132 —
— 133 —
CAPÍTULO VII

REDES SOCIALES Y FESTIVALES: FOMENTAR LA


PARTICIPACIÓN

Dra. Maria Sagrario Bernad Conde


Universidad de Zaragoza, España
Dra. Antonia Isabel Nogales Bocio
Universidad de Zaragoza, España

Resumen
Las redes sociales son una herramienta imprescindible para promocionar un
festival y mantener al público asistente informado en todo momento. El público
que asiste a festivales de música no solamente acude para escuchar a artistas y
grupos musicales sino también participa e interactúa a través de las redes so-
ciales de los propios festivales. Se plantea una observación de las redes sociales
utilizadas de una serie de festivales de música reconocidos, haciendo énfasis en
el análisis de contenido de las plataformas Facebook, Twitter e Instragram de
dichos festivales. A partir de la información recabada se discuten las acciones
de comunicación de estos festivales para conocer si se utilizan todas las poten-
cialidades de las redes sociales para crear diálogo con sus públicos y qué infor-
maciones se facilitan a los usuarios para el fomento de la participación de los
asistentes, con el fin de lograr su implicación y engagement. Las conclusiones
muestran una serie de acciones y prácticas utilizadas por los organizadores de
festivales que buscan la mayor participación del público con el fin de que el
festival se convierta en viral, genere una buena imagen y llegue a más público.

Palabras claves
Redes sociales, festivales, comunicación, participación, asistentes

— 134 —
— 135 —
1. Introducción
La difusión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación,
junto con el desarrollo de Internet y la democratización de las redes
sociales han dado como resultado una revolución digital y social que ha
transformado muchas áreas de la acción humana. Las nuevas tecnolo-
gías de la información están integrando al mundo en redes globales de
instrumentalidad. La comunicación a través del ordenador engendra un
vasto despliegue de comunidades virtuales (Castells, 1997). La imple-
mentación de innovaciones digitales y la proliferación constante de
contenido online han generado grandes oportunidades para el sector
cultural.
Los festivales de música constituyen un buen ejemplo de oferta cultural
y también un fenómeno de gran impacto social y mediático, gracias en
gran parte a las relaciones sociales que se generan por los asistentes a
estos eventos que en gran parte se desarrollan en época de verano. Un
festival es un evento, un fenómeno social, que se encuentra práctica-
mente en todas las culturas humanas (Falassi, 1987). Los festivales han
atraído el interés de múltiples investigadores (Getz, 2010). Por su parte,
Getz lo define como una oportunidad para el ocio, una experiencia so-
cial o cultural fuera de las opciones habituales y más allá de la experien-
cia de cada día. La aparición de las redes sociales ha fomentado el com-
portamiento de los usuarios, lo cual ha creado la necesidad de muchas
empresas de integrarlas en su estrategia comercial. El sector de festi-
vales no ha sido ajeno a este desarrollo y los organizadores de festivales
han integrado las redes sociales como parte de su estrategia de promo-
ción y comunicación. El sector de eventos al que pertenecen los festi-
vales de música también se ha beneficiado de su uso. Por esta razón, el
objetivo principal de este artículo es analizar la actividad de los festiva-
les en el entorno de las redes sociales. Para el desarrollo de este estudio,
en primer lugar se llevará a cabo una revisión de la literatura sobre fes-
tivales y redes sociales, para posteriormente, analizar las principales re-
des sociales utilizadas. Una vez estudiado el comportamiento y la acti-
vidad llevada a cabo en las redes sociales, se extraerán una serie de con-
clusiones.

2. Festivales de música y Redes Sociales


El consumo de música es un hábito muy extendido en España, de ma-
nera que en el año 2017 el número de conciertos celebrado en España
fue de 87.924, mientras que el porcentaje de espectadores durante 2017
fue de 26.603.812 personas. Esto implica una subida del 4,9% respecto

— 136 —
de 2016, 1.243.073 espectadores más. Por comunidades autónomas, An-
dalucía aglutina el mayor número, 5.065.293 espectadores (un 19% del
total), le siguen Cataluña, con 4.520.380 asistentes (un 17% del total), y
Madrid, con 4.212.389 asistentes (un 15,8% del total), El indicador que
incorpora cifras más positivas es la recaudación con datos de macro-
festivales incluidos, que llega a los 328.889.273 euros. Esta cantidad au-
menta en un 10,5% la de 2016, 31.269.983 euros más que ese año, según
datos extraídos de la Fundación Autor-SGAE y del Ministerio de Cultura
(2018). Según la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España,
los resultados en España durante 2014-2015 indican que escuchar mú-
sica, leer e ir al cine son, sin duda, las actividades culturales realizadas
con mayor frecuencia por la población española, con tasas del 87,2%, el
62,2% y el 54%, respectivamente. Cada año el 43,5% de la población
asiste a espectáculos en directo. Estas actividades son más frecuentes
en las mujeres y en la población más joven. Destacan entre ellos los con-
ciertos de música actual, con tasas del 24,5%. Entre los géneros musicales
preferidos de los que asisten destaca significativamente el pop-rock español,
con el 46,8%, seguido muy de lejos por el poprock extranjero, 8,5%, la canción
de autor 6,4% y el flamenco con el 3,8%.
Según datos de APM, la música en vivo facturó un 20,6% más en 2017
frente a 2016, con un total de 269,2,5 millones de euros, siendo los fes-
tivales los que recogieron las mejores cifras. En este sentido, se co-
menta que en España los festivales gozan de buena salud y lleva cuatro
años subiendo tras la bajada del IVA cultural, tras una época en la que
el sector de la música en vivo aguantó sus épocas más duras. Según el
Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Educación, Cultura
y Deporte, el número aproximado de festivales que se celebraron en
2016 en España fue de 869, pero eso incluye básicamente ciclos de mú-
sica clásica y en algunos casos también de otros géneros. Según esos
datos, en Cataluña, por ejemplo, hay 169 festivales. Respecto a los asis-
tentes, el Festival Arenal Sound 2017 celebrado en Burriana es el que
más afluencia de visitantes tuvo con 300.000, al igual que el Rototom
Sunsplash celebrado en Benicasim, con 250.000. Les siguieron el Pri-
mavera Sound con 208.400, el Viña Rock con 200.000, o el FIB y el BBK
Live, con 177.000 asistentes y 112.000 asistentes, respectivamente. La
época del año en que más festivales se celebran es el mes de julio, se-
guido de junio, agosto y septiembre y las Comunidades de Madrid, Ca-
taluña y Valencia son en las que más festivales se organizan.
Los festivales son definidos por Falassi (1987) como un tiempo sagrado
o profano de celebración marcado con prácticas especiales; la celebra-
ción anual de una personalidad notable o evento; una ocasión social en
la que participan directa o indirectamente y en diversos grados, todos

— 137 —
los miembros de una comunidad, unidos por vínculos étnicos, lingüís-
ticos, religiosos, históricos y compartiendo una forma de ver la vida. El
término festival se remonta a la palabra festum, permite a las personas
realizar una pluralidad de actividades fuera de lo habitual (Falassi, 1987).
El diccionario de la Real Academia Española define festival como una
fiesta especialmente musical y como un conjunto de representaciones
dedicadas a un artista o un arte.
Según Falassi (1987) la función social y el significado simbólico del fes-
tival están relacionados con una serie de valores manifestados que la
comunidad reconoce como esenciales en su ideología y en su entendi-
miento de la vida, en su identidad social, en su continuidad histórica y
en su supervivencia física, que es, en última instancia, lo que los festi-
vales celebran. Los festivales de música son eventos especiales únicos
que atraen a público por una variedad de razones (Bowen y Daniels,
2005).
Los festivales suponen un importante campo dentro de los estudios de
eventos y atraen el interés de investigadores de múltiples disciplinas.
Los festivales y eventos especiales son componentes importantes de las
estrategias de turismo (Robinson y Noel, 1991). Logran posicionar una
ciudad a través de la creatividad por su éxito en atraer audiencias (Pren-
tice y Anderson, 2003). Ortega e Izaguirre (2010) realizan una definición
de eventos, situación y tendencias del sector, y plantean una definición
de festival caracterizado por los siguientes rasgos: temporalidad (entre
un día y algunas semanas, generalmente); cierta especialización (secto-
rial, temática, de públicos, etc) que en ocasiones puede ir vinculada a la
identidad local; acento en la difusión artística, es decir en la presenta-
ción de obras a un público más o menos amplio; voluntad de democra-
tizar el acceso a la cultura; visibilidad pública y uso de espacios públicos
como espacio de encuentro; programación distintiva respecto a la
oferta cultural existente el resto del año, por temática, por interés de
las actividades propuestas. La Asociación Europea de Festivales (EFA)
ha propuesto la siguiente definición:

En la vida cultural de las sociedades diversas, los festivales son aque-


llas ocasiones especiales en las que se produce una concentración
sobresaliente de atención, talento y disfrute, en las que las personas
y los colectivos se sienten unidos por el mismo propósito festivo y en
las que el ajetreo de la vida cotidiana da paso a la apreciación del arte.
En este sentido, los festivales son eventos tanto artísticos como so-
ciales, momentos que reclaman la esfera pública para la creatividad y
reafirman la dimensión cultural de nuestra vida en común (Balta,
2010, en Ortega e Izaguirre, 2010).

— 138 —
Internet se ha convertido en una verdadera revolución social y digital.
En los años noventa, era poco más que un reducto tecnológico para una
minoría de usuarios avanzados para unas empresas que ofrecían servi-
cios de Internet. En esta primera etapa, las empresas utilizaban Internet
como un canal para publicar información sobre sus productos y servi-
cios y donde los usuarios adoptaban una actitud más bien pasiva. Como
resultado del desarrollo de todo tipo de tecnologías y redes sociales,
hubo un cambio de paradigma y la red se ha convertido hoy en día en
un entorno social y participativo, donde los usuarios tienen capacidad
para crear y generar contenido y servicios en línea. Las personas, como
usuarios, han pasado de simples espectadores y consumidores de lo que
ofrece Internet a convertirse en creadores y generadores de contenido
y servicios. Plataformas como Twitter, Facebook, Youtube, Instagram
son ejemplos para que los usuarios generen contenidos.
A través de la tecnología, los consumidores tienen más formas de inter-
actuar con empresas y marcas, y lo más importante, tienen los medios
para comenzar estas interacciones que no existían hace una década. En
un contexto donde los clientes tienen acceso a grandes cantidades de
información sobre marcas, productos y empresas, y donde las redes
sociales, en algunos casos, han suplantado a las redes de marca (Keller,
2009, en Hudson, 2013).
Las personas utilizan las redes sociales para conseguir información,
como forma de entretenimiento, como apoyo social o para saciar la ne-
cesidad de expresarse (Kim, Sohn y Choi, 2011). Por su parte, Safko y
Brake (2009) indican que los medios sociales serían aquellos medios
conversacionales online, basados en aplicaciones web, que permiten
actividad, prácticas y comportamientos entre comunidades, y que ha-
cen posible crear y transmitir fácilmente contenido en forma de pala-
bras, fotografías, vídeos y audios. Kaplan y Haenlein (2010) entienden
por redes sociales un grupo de aplicaciones basadas en Internet que se
construyen sobre las bases tecnológicas de la Web 2.0 y que permiten
la creación e intercambio de Contenido Generado por el Usuario (User
Generated Content-USG). La introducción de la Web 2.0 ha cambiado
la forma en que las organizaciones se comunican con sus clientes. An-
tes, las organizaciones podían controlar el contenido disponible para
los consumidores y modificar su imagen para crear cómo querían ser
vistos por sus audiencias Hoy, la web 2.0 permite a los consumidores
comunicarse directamente con la organización y entre ellos a través del
contenido generado por el usuario y las redes sociales.

— 139 —
Las redes sociales en su conjunto son redes cuyo uso principal es la co-
municación. Permiten a los organizadores de festivales estar en con-
tacto e interactuar con sus seguidores al instante y en tiempo real. Los
organizadores de festivales están explotando las posibilidades de las re-
des sociales y distribuyendo contenido (Pasanen Konu, 2016). Los asis-
tentes a festivales esperan compartir por las redes sociales sus expe-
riencias del festival e interactuar con distintas comunidades (MacKay,
2017).
En el Observatorio de Redes sociales (2016) se indica que una penetra-
ción de usuarios de RRSS que se mantiene estable desde 2011: 91% en el
año 2016. WhatsApp y Facebook son las que tienen una mayor cuota de
dedicación: 31% y 21% respectivamente. Facebook se mantiene como la
Red por excelencia con 88% de internautas con cuenta activa. Insta-
gram ha conseguido desbancar a Twitter de la segunda posición. Insta-
gram consolida su crecimiento con un aumento en su penetración de 11
puntos porcentuales que la sitúan en un 41% de internautas, mientras
que Twitter continúa cayendo como en las últimas oleadas (en 2016 un
descenso de 9 puntos) y se sitúa en un 39% de penetración entre po-
blación internauta.
La presencia de las redes sociales ha transformado y modificado el pa-
pel y la función de los participantes tradicionales del festival. Las redes
sociales convierten a los asistentes de espectadores pasivos en cocrea-
dores activos de sus experiencias en el festival. Sigala y Gretzel (2017)
defienden que las tecnologías han transformado la gestión y el marke-
ting del turismo de un sentido estático y utilitario a una conceptualiza-
ción transformadora mediante la cual los mercados y los actores del
turismo moldean y están conformados por la tecnología. Las redes so-
ciales también representan un medio de comunicación bidireccional
gratuito que no solo distribuye el contenido de manera eficiente, sino
que también permite a los usuarios interactuar entre sí, con el conte-
nido en sí y con los creadores de contenido. Al hacer esto, se crea una
comunidad de festivales en la red mediante la cual los asistentes a los
festivales crean y tienen en cuenta el contenido del festival, lo compar-
ten y lo discuten interactuando con otras partes interesadas del festival
(Hoksbergen e Insch, 2016), a través de su participación con el conte-
nido del festival (Sigala y Gretzel, 2017).
Los asistentes usan las redes sociales en cada etapa de su experiencia
en el festival para anticipar y planificar sus experiencias y actividades
previas al festival. Crear experiencias de festival participando en discu-
siones con artistas o asistentes, respondiendo y votando en encuestas
en línea, generando y publicando contenido del festival; almacenando y

— 140 —
compartiendo experiencias después del festival para recuerdos, y
aprendizaje. Flinn y Frew (2013) sugieren que las redes sociales puede
beneficiar tanto a los organizadores como a los asistentes, ya que las
experiencias vividas se pueden capturar, mostrar, volver a contar y re-
vivir constantemente en numerosas redes (Mackay et al, 2017). Por lo
tanto, los gestores de festivales deben integrar las redes sociales en to-
das las fases y operaciones de la producción y participación de festiva-
les. En un estudio llevado a cabo sobre el uso de la tecnología, redes
sociales y aplicaciones digitales muestra como la mayoría de estos
eventos utilizan éstas principalmente para (Calvo-Soraluze y Viñals,
2014):
­ Facilitar información antes, durante y después del festival. La
información antes del festival se centra en la programación, la
música y la biografía de las bandas, los precios de las entradas,
el cartel y en general, todos los aspectos relacionados con la
promoción del festival. A veces, dependiendo de la estrategia
del evento musical, también pueden ofrecer información sobre
qué hacer y ver en la ciudad donde el festival se lleva a cabo. La
información durante la celebración del festival está relacionada
principalmente con aspectos más logísticos prácticos como los
horarios de las actuaciones, ubicación de los escenarios, el re-
cinto del festival, puestos de comida y bebida, opciones de
acampada y transporte. Después del festival, la información se
centra especialmente en cómo se llevó a cabo el festival. Las
publicaciones hacen referencia a los videos (por ejemplo after-
movies), fotos y crónicas/reportajes sobre el festival.
­ Ofrecer descuentos, proponer sorteos y promociones especia-
les.
­ Publicitar el festival de diferentes formas: videos, fotos, noticias
y cualquier tipo de contenido que ayude a anunciar el evento.
Las herramientas de redes sociales más influyentes son Facebook (64
por ciento), Twitter (26 por ciento), TripAdvisor (4 por ciento), YouTube
(3 por ciento) y Foursquare (1 por ciento) (Hudson, 2013). Por lo que se
refiere a Facebook, según Lee et al (2010) las cuatro motivaciones prin-
cipales son: mantener la relación con sus amigos a través de la red, co-
nocer nuevas personas, estar al corriente de eventos, noticias y entre-
tenerse. Prácticamente todos los festivales europeos están presentes
en todas las redes sociales personales y algunas temáticas relacionadas
por un lado, con la música como Spotify, y con video o contenido mul-
timedia como Youtube. De hecho, el 86,3 de las personas que asistieron
a un festival de música en Europa utilizó Youtube, el 62,7% de utilizó

— 141 —
Instagram, seguido por Google Plus el 37,7%, Twitter el 27,3% y Face-
book el 1,1% (FA y CGA, 2017).
Respecto a los festivales analizados en este estudio, los 118.000 segui-
dores en Twitter del Arenal Sound, los 21.000 seguidores del Rototom
Sunsplash y los 98.000 del Primavera Sound demuestran la importancia
de la comunicación 2.0.

Figura 1: https://twitter.com/ArenalSound

Figura 2: https://twitter.com/Primavera_Sound

Figura 3: https://twitter.com/sunsplash_es

Las cifras de seguidores de Facebook de los tres festivales con más asis-
tentes según el anuario de la música de la APM (2018) también indican
la importancia de las redes sociales: Arenal Sound (unos 500.000 segui-
dores), Rototom Sunsplash (unos 350.000) y Primavera Sound (unos
365.000 seguidores).

— 142 —
Los usos de la tecnología a los que se ha hecho alusión y la presencia de
las redes sociales está permitiendo el cambio de interacciones entre y
con los públicos y en la industria de festivales. La forma en la que los
organizadores entienden y se comunican con la audiencia de su festival.
Pueden hacerles participar gracias a las redes sociales. Además, la co-
municación llega más directa y rápida, ya que el 29,2% de los asistentes
tenían entre 21 y 25 años y el 20,6%, entre 18-20 años ((FA y CGA, 2017).
La posibilidad de mantener la comunicación con la audiencia durante
todo el año y no sólo durante la celebración del festival. La ocasión de
desarrollar el potencial musical de los festivales es otro de los aspectos
a tener en cuenta. Con estos datos, conocer algunas particularidades
del perfil de los asistentes a este tipo de festivales permite preparar las
estrategias más adecuadas no solamente para diseñar las relaciones so-
ciales y las motivaciones para asistir a los festivales sino también para
segmentar el mercado con el objetivo de dirigir dicha estrategia al pú-
blico más adecuado. Según la APM (2018), Arenal Sound, con 300.000
visitantes, obligó a los organizadores del festival a abrir sus puertas
nueve horas antes de lo previsto: 102 conciertos durante seis días de
verano en Burriana y basar la campaña de comunicación en el aprove-
chamiento de las redes sociales, invitando a influencers a vivir una ex-
periencia VIP y tener un vídeo por cada día circulando en sus platafor-
mas el resto del año.

3. Metodología de estudio
El objetivo de este trabajo es averiguar la incidencia que la implantación
de las redes sociales Facebook, Twitter e Instagram han tenido para fo-
mentar la participación de los asistentes a los festivales de música ana-
lizados. Asimismo, se busca conocer el uso que hacen los organizadores
de los festivales y participantes de cada una de las plataformas sociales.
Se ha optado por la técnica de análisis de contenido. Para Abela (2002)
es una técnica eficaz para la interpretación de textos con un contenido
y se basa en la lectura (textual o visual) como instrumento de recogida
de información. Lo relevante de la metodología del análisis de conte-
nido es que se trata de una “técnica que combina la observación y pro-
ducción de los datos, y la interpretación o análisis de los datos”. En este
trabajo se ha valorado el número de seguidores y las publicaciones de
los festivales. Además, también se ha tenido en cuenta las publicaciones
que han sido compartidas, comentadas o marcadas como favoritas por
los seguidores.
A la hora de codificar cada publicación se ha tenido en cuenta las si-
guientes variables.

— 143 —
­ Finalidad principal de los mensajes: incluye como categorías di-
fundir información del festival, promoción del festival, solicitar
la participación de la audiencia en concursos, encuestas, otor-
gar premios a los asistentes y aportar valor añadido a lo progra-
mado en el festival.
­ Tipo de conversación generada: incluye como categorías con-
versaciones entabladas entre participantes en el festival, con los
organizadores o ausencia de conversación.
­ Papel que cumplen antes, durante y después de la celebración
del festival.
­ Comentario de los ejemplos más relevantes, con sus textos y
enlaces.
El período de estudio se centró a antes del inicio de los festivales y a las
acciones promocionales. Las redes sociales elegidas (Facebook, Twitter
e Instagram) son las de mayor audiencia en España (IAB, 2018). Según
este estudio, Facebook y Twitter siguen siendo las redes más mencio-
nadas, aunque Twitter ha disminuido sus tasas de notoriedad respecto
al año 2017, e Instagram se sitúa como la tercera red más presente en la
mente de los internautas de forma espontánea. Facebook y WhatsApp,
indica el estudio, siguen siendo las redes sociales por excelencia, aun-
que a diferencia de 2017, Facebook pierde penetración entre los usua-
rios. Youtube e Instagram son las siguientes redes e Instagram es la que
más sube en usuarios. Los usuarios visitan 4,7 veces de promedio las
redes sociales. El uso principal de las redes sociales continúa siendo
social, es decir, chatear, enviar mensajes, ver qué hacen los contactos.
A través de las principales redes sociales de los Festivales Arenal Sound
de Burriana (Castellón), Rototom Sunsplash de Benicassim y Primavera
Sound, Barcelona, se busca determinar cuáles son las acciones que fo-
mentan la participación de los asistentes y la información facilitada por
los organizadores. Los festivales escogidos, Arenal Sound, Primavera
Sound y Rototom, son de acuerdo con el anuario de la Música (2018), los
que mayor número de asistentes tuvieron. Además, dada su relevancia
en el mercado de festivales los resultados supondrán un buen indicador
de tendencias en relación con el sector a nivel global.
A la hora de determinar la muestra a analizar se han tenido en cuenta
factores como el número de asistentes, la programación artística y la
atracción turística que suponen estos festivales.
Se ha trabajado sobre información básica sobre la presencia y situación
en que se encuentra la promoción de los festivales desde las redes so-
ciales antes enumeradas. Los criterios de interés están relacionados

— 144 —
con información de consulta sobre los festivales, información de pre-
sencia en las redes sociales en donde se presenta la forma en que se
presenta al usuario el festival y la calidad de la información suminis-
trada y, por último, características especiales de las redes sociales ana-
lizadas que permiten identificar rasgos propios del tipo de información
sobre cada uno de los festivales analizados.
Los canales claves para distribuir la información sobre festivales son las
redes sociales, por la gran cantidad de información que pueden propor-
cionar sobre el evento: artistas, horarios, organización e información,
para conocer las funcionalidades que ofrecen y cómo son utilizadas
para fomentar la participación y generar experiencias y aumentar las
emociones de los asistentes. Acciones habituales para fomentar la par-
ticipación son concursos que buscan fidelizar al público y animar a una
participación activa, generando expectación en la Red.

4. Resultados
Entre las principales tendencias y resultados obtenidos sobre el uso de
redes sociales antes de la celebración de los festivales, existen elemen-
tos de interés que subrayamos a continuación. La totalidad de los fes-
tivales analizados cuentan con presencia en las redes sociales no solo
como vía de difusión de sus noticias, sino como un punto de encuentro
en el que pueden conectar con su público.
Con relación a la comunicación a través de redes sociales, los festivales
utilizan plataformas distintas. El promedio de seguidores de las redes
sociales es de unos 400.000. También se destaca que todos los festiva-
les analizados han desarrollado una app. Estas aplicaciones son gratui-
tas y facilitan importante información sobre los festivales. Aunque cada
festival incluye diferentes funciones y servicios con las aplicaciones, la
aplicación contiene información sobre los artistas, logística del festival,
horarios de las actuaciones, entre otros aspectos.
En relación al tipo de información que se publica en las redes, se trata
principalmente de información de las actividades y noticias de los even-
tos, donde se incluyen noticias relacionadas con acciones específicas
de cada festival. Se ofrece información sobre la programación de acti-
vidades. Las redes sociales contienen videos y presencia de contenido
multimedia, permitiendo la descarga de materiales gráficos.
En líneas generales, destaca que las redes sociales analizadas realizan
esfuerzos por facilitar la planificación de la asistencia de los participan-
tes de cada festival y colaboran con el proceso de selección e identifi-
cación de las actividades a las que asistirá el usuario, y conseguir llegar

— 145 —
a la mayor diversidad de público interesado. Las redes sociales más usa-
das son Twitter, Facebook e Instagram las cuales a su vez son las más
populares entre los jóvenes. Cualquier cosa que pueda resultar de inte-
rés y crear expectación en torno al festival, se comparte en redes so-
ciales.
Los festivales mantienen activas cuentas en Facebook. Cabe destacar
que la organización de sorteos. Arenal Sound aprovechó su X Aniversa-
rio para organizar un sorteo en Facebook, ofreciendo como premio en-
tradas gratis, y de este modo conseguir difusión del festival en las redes
sociales.

Figura 4: https://www.facebook.com/arenalsound/

Los festivales usan esta red social para comunicar noticias, normal-
mente para anunciar la contratación de nuevos artistas y facilidades del
festival, o para tener feedback con los asistentes, contestando a sus du-
das o respondiendo a las menciones. Otro aspecto para el que se usan
es para mantener el interés del festival en la mente de los asistentes con
publicaciones diarias, ya sea noticias relacionadas o vídeos musicales
de los artistas ya confirmados, fomentando la participación.

— 146 —
Figura 5: https://www.facebook.com/arenalsound/

Figura 6: https://www.facebook.com/arenalsound/

En cuanto al contenido de las publicaciones, podemos ver gracias al


gráfico que las publicaciones son multimedia, videos e imágenes, de-
mostrando un fuerte interés por comunicar las novedades a sus segui-
dores de forma rápida y sencilla mediante contenido multimedia. De
ello se desprende que antes del festival los organizadores utilizan las
aplicaciones digitales de forma pasiva y poco integrada, especialmente
el uso es para informar sobre noticias del festival, el programa, los ar-
tistas confirmados, las fechas y horarios del festival. Los objetivos de
uso de la red está vinculado a un uso comercial y de difusión del evento.

— 147 —
Figura 7: https://www.facebook.com/arenalsound/

Un aspecto que conviene señalar es que los festivales interpelan a los


seguidores mediante concursos. Tanto la temática como los premios
están adaptados a la acción que se quiere difundir en las redes sociales
y se busca atraer a la audiencia. Al recurrir a este tipo de tácticas se
potencia la imagen y marca de los festivales haciéndola más visible, ya
que cuando los seguidores participan en el concurso o comentan la
promoción aumenta la visibilidad y llega a más usuarios que se conectan
a las mismas redes sociales. Los concursos buscan la creatividad e in-
novación, pueden ser juegos, fotos, entradas, etc. Además, también se
comparten otras acciones realizadas por los organizadores, como con-
cursos o fiestas.
El festival Arenal Sound, que se celebrará del 30 de julio al 4 de agosto
de 2019, ha agotado los aproximadamente 50.000 abonos para la cita
musical y todo el público entrará en el sorteo de un viaje a Riviera Maya
para cuatro amigos, un coche, el desplazamiento en jet privado al festi-
val, alojamiento VIP, cinco abonos vitalicios, 500 euros para gastos den-
tro del recinto y más premios.

Figura 8: https://www.facebook.com/arenalsound/

— 148 —
Figura 9: https://www.facebook.com/arenalsound/

Todo ello gracias a la campaña de promoción de compra de en-


tradas que ofrece extraordinarios premios al ganador, elegido
entre quienes compren su abono durante el primer día21.

Figura 10: https://www.facebook.com/primaverasoundfestivals/

21https://elpais.com/cultura/2018/10/22/actualidad/1540217338_554323.html

— 149 —
Es el festival más popular y le hace más cercano con estas iniciativas al
público. Su forma de darse a conocer fue a través de un concurso de
likes, los asistentes tenían que compartir con sus amigos fotos para que
le dieran a me gusta y poder conseguir el acceso al barco Arenal. Esto
fue una reacción en cadena ya que los amigos de los amigos también
consiguieron hacerse eco del concurso y conocer la existencia del fes-
tival.

Figura 11: https://www.facebook.com/arenalsound/

Sobre el contenido audiovisual, el Primavera Sound creó para la edición


del 2014 un corto y contó con un pre-estreno en algunas salas de cine,
subiendo el contenido a Youtube posteriormente22. Ello nos lleva a
afirmar que las redes sociales ayudan a conocer de forma más directa
la opinión de los asistentes sobre el festival y ayuda a la organización a
ofrecer una mejor experiencia.
Por lo que se refiere a la utilización de la red social Twitter como canal
de comunicación, los organizadores hacen uso de esta plataforma co-
municativa como espacio en el que difundir información de los festiva-
les. Los hashtags creados por parte de los organizadores para que los
visitantes vayan colgando sus fotos a través del mismo y así den visibi-
lidad al festival. De esta manera pueden recuperar todas las informa-
ciones que se han ido colgando y mantenerse al día. Los hastags creados
por los organizadores generan el interés deseado al resto de usuarios
para iniciar comentarios y buscan acercar al público objetivo e interac-
tuar con el público participativo.
#ArenalSound #arenalsound2019
@sunsplash_es @Primavera_Sound

22 https://www.primaverasound.com/noticiaSingle?origen=ps&id=1252

— 150 —
Casi la totalidad de las publicaciones contienen sólo texto o imágenes,
por lo que podemos decir que existe una gran cantidad de contenido
multimedia y que buscan causar un impacto visual en sus clientes, ya
que las imágenes hacen que los clientes capten el mensaje que se les
transmite de forma rápida y sencilla. También hay publicaciones que
incluyen algún tipo de enlace, con información de interés.
Con respecto a la red social Instagram, todos los festivales tienen un
alto nivel de emisión de contenido relacionado con los artistas. Se apre-
cia cómo la aplicación facilita la interacción entre el público y los festi-
vales. Teniendo en cuenta que Instagram es una red social que se ca-
racteriza y gira en torno a la fotografía, se aprecia en las imágenes pu-
blicadas por los festivales que se usan para dar información sobre ar-
tistas que actuarán seleccionando con cuidado las fotos que cuelgan en
los perfiles.

Figura 12: https://www.instagram.com/rototomsunsplash/?hl=es

McCune y Thompson (2011) investigaron las posibles motivaciones para


usar Instagram. Indican seis motivaciones: compartir las imágenes con
los diferentes usuarios; almacenar las experiencias vividas para poder
preservarlas; la posibilidad de ver a partir de los ojos de los demás a raíz
de las imágenes que cada uno cuelga; el hecho de sentirse parte de la
comunidad Instagram; la creatividad; y la motivación de hacer servir
esta plataforma como fuente para liberar estrés y expresar lo que uno
siente. De estas motivaciones, los festivales hacen uso de la posibilidad
de compartir las imágenes y almacenar las experiencias vividas sobre
todo.

— 151 —
Figura 13: https://www.instagram.com/arenal_sound/?hl=es

Figura 14: https://www.instagram.com/primavera_sound/?hl=es

Por otro lado, la posibilidad de convertir al público en protagonista. Es


un contacto directo e inmediato con el público no sólo antes y después
del evento, sino durante todo el año para dar continuidad al festival. Se
destaca que la comunicación antes del evento a través de las redes so-
ciales se utiliza para dar información práctica o para promocionar los
festivales, con publicaciones de fotos, vídeos o enlaces, no tanto para
fomentar la participación en los festivales. Es por ello que las empresas

— 152 —
deben seguir trabajando su presencia en redes sociales, tanto en la
creación de contenidos como en la interacción con su audiencia.
Se observa que los gestores de festivales son conscientes de los avances
producidos y otorgan gran relevancia a la incorporación de las innova-
ciones tecnológicas en la organización del festival. De hecho, debido a
la importancia que las redes sociales han adquirido como forma de co-
municación y socialización en la actualidad, en todos los festivales ana-
lizados en este estudio están presentes en aplicaciones sociales, siendo
Facebook la más utilizada, seguido de Instagram.

Figura 15: https://www.facebook.com/rototomsunsplashofficial/

Es indudable la presencia tecnológica en los festivales, pero los organi-


zadores de festivales utilizan las aplicaciones sociales como una herra-
mienta comercial, informando de novedades, horarios, ofreciendo con-

— 153 —
cursos y aspectos logísticos. Es un uso pasivo y no integrado de la in-
novación tecnológica. La información se centra en la programación, la
música y la biografía de las bandas, los precios de las entradas, el cartel
y en general, todos los aspectos que tengan que ver con la promoción y
marketing del festival. La estrategia comunicativa antes del festival a
través de las redes sociales tiene como objetivo informar y comunicar,
aunque si fomentan la participación a través de concursos y encuestas.
Podemos concluir, que las redes sociales analizadas tienen una estra-
tegia claramente marcada y enfocada a la comunicación multimedia,
una forma directa y visual de conectar con los usuarios, logrando así
competir con mejor eficiencia frente a otros festivales. Una buena elec-
ción de las redes y el contenido informativo sitúan a los festivales ana-
lizados en una buena posición, datos que también se demuestran con el
aumento constante de seguidores en sus aplicaciones sociales.

5. Discusión y Conclusiones
Teniendo en cuenta que en los últimos años se ha producido un elevado
crecimiento del número de usuarios de redes sociales, se ha pretendido
analizar el uso de redes sociales para establecer relaciones con los asis-
tentes a los festivales de música. Los festivales hacen uso de las redes
como canal de difusión de sus mensajes a los receptores, son partici-
pantes potenciales.
A continuación se exponen las principales conclusiones extraídas del
estudio. Del total de festivales analizados, todos ellos participan en re-
des sociales. Estos datos indican que el uso de las redes sociales por los
organizadores de festivales es una realidad y apuestan por el uso de las
redes sociales como parte de su estrategia de comunicación.
Facebook, Twitter e Instagram son las redes sociales por excelencia.
Los festivales Arenal Sound, Rototom Sunsplash y Primavera Sound
muestran una intensa actividad en la red social Facebook medida en
términos de seguidores e interacciones con los usuarios. Este aspecto
también se aprecia en las redes Twitter e Instagram, en las que los per-
files de los festivales presentan un gran uso de las posibilidades de las
redes sociales.
La aplicación Facebook destaca como la principal red social más com-
pleta para la promoción de los festivales y con un mayor número de
seguidores. Instagram se convierte en la red social principal para gene-
ral una mayor interacción con los usuarios con sus fotografías mientras
en Twitter se aprecia una evolución hacia un canal de noticias y comu-
nicación.

— 154 —
Destaca Facebook como la red social principal para la promoción de los
festivales objeto de estudio, siendo la red social con mayor número de
seguidores, en número de publicaciones y engagement. Respecto a
Twitter e Instagram se ha comprobado que cada una puede utilizarse
con objetivos distintos. Twitter destaca por sus publicaciones más de
carácter informativo y es la tercera red social en número de seguidores.
Al contrario sucede con Instagram que pese a estar por debajo de Fa-
cebook respecto al número de seguidores y publicaciones es la red so-
cial donde se produce una mayor interacción en sus publicaciones es-
tableciéndose como una plataforma ideal para generar compromiso o
engagement entre el público de festivales.
Los festivales analizados proponen una serie de opciones para que los
asistentes puedan conocer y disfrutar de noticias, imágenes y música
de los artistas que asistirán para que los seguidores estén al corriente
de las novedades que se vayan produciendo.
Con todas estas acciones, comprobamos que los organizadores de fes-
tivales consiguen aumentar su nivel de actividad y fomentan la partici-
pación e interés de los usuarios, ya que al mostrar en las redes sociales
la información sobre los festivales, no sólo permite fidelizar al público
asistente a los festivales sino que es una forma de atraer a nuevo público
y ofrecerles la mejor experiencia posible de los festivales, aunque hagan
un uso no integrado de la innovación tecnológica.
Los resultados reflejan que el éxito de los festivales en las redes sociales
no sólo depende de los seguidores sino que el contenido generado por
los organizadores de los festivales es importante ya que puede influir
en la decisión de asistir de nuevos públicos si se les ofrece una variada
y atractiva información sobre los eventos organizados.
El acceso a imágenes y vídeos, la interactividad de los internautas y la
actualización de información sobre el evento antes de su celebración
convierte a las redes sociales en un medio para fomentar el interés del
público.
La organización de sorteos de entradas para los festivales, la realización
de encuestas para fomentar la participación y la utilización de hastags
propios forman parte de las acciones utilizadas por los organizadores
para aumentar, dinamizar y movilizar las comunidades creadas.
Los festivales de música cuentan con redes sociales para promocionar
sus eventos. Facebook e Instagram son las redes más utilizadas, y Twit-
ter también cuenta con un gran número de seguidores con información
de fotos y vídeos. La capacidad de las nuevas tecnologías para movilizar

— 155 —
a las masas hace que los organizadores busquen la mayor difusión po-
sible del festival en las redes sociales, con el fin de que el festival se
convierta en viral y llegue a más público.

— 156 —
6. Referencias bibliográficas

Abela, J. A. (2002). Las técnicas de análisis de contenido: una revisión


actualizada.
APM (2018). http://www.apmusicales.com/descarga-el-ix-anuario-
de-la-musica-en-vivo/ Recuperado en 01/10/2018
Bowen, H. E., & Daniels, M. J. (2005). Does the music matter? Motiva-
tions for attending a music festival. Event Management, 9(3),
155-164.
Brown, S., & James, J. (2004). Event design and management: ritual
sacrifice. Festivals and Events Management, 53-64.
Calvo-Soraluze, J., & Blanco, A. V. (2014). Stimulating Attendees’
Leisure Experience at Music Festivals. Global Journal of Mana-
gement And Business Research.
Carreño, T. (2014). La gestión de festivales en tiempos de crisis: análi-
sis de las estrategias financieras y laborales e impacto de la re-
cesión económica. Barcelona: Universitat de Barcelona. Tesis
doctoral.
Castells, M. (1997). La era de la información. Tomo 1: economía, socie-
dad y cultura. Madrid, Alianza. Representar la comunidad: la
teoría sociológica clásica.
Crompton, J.L. y McKay, S.L. (1997). Motives of visitors attending festi-
val events. Annals of Tourism Research, 24(2):425-439.
El Pais. El Arenal Sound agota sus 50.000 abonos para la edición 2019
https://elpais.com/cultura/2018/10/22/actuali-
dad/1540217338_554323.html
European Festival Awards: Recuperado el 15 de octubre 2018
https://www.musictank.co.uk/resources/industry-in-
sight/european-festival-awards-market-report-2017/
Falassi, A. (1987). Time out of Time: Essays on the Festival. University of
New Mexico Press.
Festival Awards y CGA strategy (2017). The Festival Awards Market Re-
port. Obtenido de http://www.festivalin-
sights.com/2018/07/report-festival-goers-travel/
Fundación SGAE. (2018). Anuario SGAE de las artes escénicas, musica-
les y audiovisuales.

— 157 —
Getz, D. (2007). Event Studies. Theory, research and policy for planned
events. Oxford: Butterworth-Heinemann.
Getz, D. (2010). The Nature and Scope of Festival Studies. International
Journal of Event Management Research, 5(1): 1-47.
Hays, S., Page, S. J., & Buhalis, D. (2013). Social media as a destination
marketing tool: its use by national tourism organisations. Cur-
rent issues in Tourism, 16(3), 211-239.
Hoksbergen, E., & Insch, A. (2016). Facebook as a platform for co-cre-
ating music festival experiences: The case of New Zealand’s
Rhythm and Vines New Year’s Eve festival. International Jour-
nal of Event and Festival Management, 7(2), 84-99.
Hudson, S., & Hudson, R. (2013). Engaging with consumers using social
media: a case study of music festivals. International Journal of
Event and Festival Management, 4(3), 206-223.
Hudson, S., Roth, M. S., Madden, T. J., & Hudson, R. (2015). The effects
of social media on emotions, brand relationship quality, and
word of mouth: An empirical study of music festival attendees.
Tourism Management, 47, 68-76.
IAB. (2018). VIII estudio de redes sociales. Madrid: IAB.
Kaplan, A. M., & Haenlein, M. (2010). Users of the world, unite! The
challenges and opportunities of Social Media. Business hori-
zons, 53(1), 59-68.
Kim, Y., Sohn, D., & Choi, S. M. (2011). Cultural difference in motiva-
tions for using social network sites: A comparative study of
American and Korean college students. Computers in human
behavior, 27(1), 365-372.
McCune, Z., & Thompson, J. (2011). Consumer production in social me-
dia networks: A case study of the ‘Instagram’iPhone app. Uni-
versity of Cambridge.
MacKay, K., Barbe, D., Van Winkle, C. M., & Halpenny, E. (2017). Social
media activity in a festival context: temporal and content anal-
ysis. International Journal of Contemporary Hospitality Mana-
gement, 29(2), 669-689.
Ministerio de educación, cultura y deportes (2018). Anuario de Esta-
dísticas Culturales. Recuperado en 01/10/2018
https://sede.educacion.gob.es/publiventa/anuario-de-estadisticas-
culturales-2018/cultura-sociedad-estadisticas/21521C

— 158 —
Observatorio Redes Sociales. VIII Observatorio Redes Sociales.
http://tcanalysis.com/blog/posts/viii-observatorio-de-re-
des-sociales
Ortega, C. e Izaguirre, M. (2010). Los eventos: funciones y tendencias.
Documentos de Estudios de Ocio, 39. Bilbao: Universidad de
Deusto.
Pasanen, K., & Konu, H. (2016). Use of social media for new service de-
velopment by Finnish event and festival organizers. Event
Management, 20(3), 313-325.
Prentice, R., & Andersen, V. (2003). Festival as creative destination. An-
nals of tourism research, 30(1), 7-30.
Robinson, A., & Noel, J. G. (1991). Research needs for festivals: a man-
agement perspective. Journal of Applied Recreation Research,
16(1), 78-88.
Safko, L., & Brake, D. K. (2009). The social media bible: tactics. Tools &
for Business Success, Hoboken, New Jersey.
Shi, N., Lee, M. K., Cheung, C. M., & Chen, H. (2010, January). The con-
tinuance of online social networks: how to keep people using
Facebook?. In 2010 43rd Hawaii International Conference on
System Sciences (pp. 1-10). IEEE.
Sigala, M., & Gretzel, U. (Eds.). (2017). Advances in social media for
travel, tourism and hospitality: New perspectives, practice and
cases. Routledge.
SUBDIRECCIÓN GENERAL DE ESTADÍSTICA Y ESTUDIOS, SECRETA-
RÍA GENERAL TÉCNICA (MECD), Encuesta de hábitos y prácti-
cas culturales en España 2014- 2015, Madrid: Subdirección Ge-
neral de Documentación y Publicaciones, Ministerio de Educa-
ción, Cultura y Deporte, 2015.

— 159 —
Este libro se terminó de elaborar en junio de 2019
en la ciudad de Sevilla, bajo los cuidados de
Francisco Anaya, director de Ediciones Egregius.

S-ar putea să vă placă și