Existen dos opciones para cerrar los envases bien inmediatamente, tan pronto como la
mermelada se ha envasado y se han colocado los discos encerados, mientras la
mermelada permanece aún muy caliente; otra alternativa consiste en dejar que se enfríe totalmente la mermelada una vez colocados los discos encerados, y después colocar las tapas sobre los tarros. No cerrar los tarros mientras la mermelada sigue caliente, ya que se recogerá humedad en la cara interna de las tapas y al no encontrarse la mermelada lo suficientemente caliente para matar los mohos, la conserva puede experimentar enmohecimiento. (Southgate, 1992). Para envasar la mermelada utilizamos dos tipos de envase la de plástico y vidrio, ambos fueron envasados en caliente y en ambos no se produjo la proliferación de microorganismos y esto es a la alta concentración de azucares.
La aw disminuye cuando se aumenta la concentración de compuestos disueltos o solutos
(denominados «humectantes»). La elección del humectante depende de varios factores tales como capacidad para reducir la a w, costo, solubilidad y características organolépticas del producto final (Argaiz et al., 1995), en la mermelada se agrega la concentración de sacarosa lo que permite una larga vida durante la conservación.
«a w» puede cambiar a lo largo del almacenamiento del producto cuando se utiliza
sacarosa como humectante. La sacarosa se hidroliza originando glucosa y fructosa (Montes de Oca et al., 1991). La hidrólisis disminuye la aw de la fruta conservada debido a la mayor capacidad de la glucosa y de la fructosa para reducir la aw, incrementando el efecto de la barrera en el crecimiento microbiano. Es importante notar que la glucosa y la fructosa tienen la misma capacidad para disminuir la aw (Chirife et al., 1981), en la elaboración de mermelada nosotros adicionamos ácido cítrico para el azúcar invertida la formación de glucosa y fructosa y así evitar que la mermelada se cristalice, sin embargo no vimos la formación de hongos y levaduras en la mermelada.