misma línea, y conforme se estimulan, se proponen y
acuerdan, van y vienen, uno hacia delante, otro hacia atrás. Y como en un baile, podrán llegar a bailar juntos en un punto de encuentro de satisfacción sexual, emocional y racional, pues ambos han aceptado «la propuesta» (ya sea sexual, amorosa, de pareja o todas sus variantes). Porque en la seducción «siempre se está proponiendo algo», implícito o explícito. Pero tras ese baile, la historia continúa, y depende de ellos cada cuánto, con qué frecuencia o con qué tipo de música deciden repetir los pasos. Se trata de negociar, pues muchas parejas de baile acaban perdiéndose de vista y buscando a otro con el que acordar un nuevo punto de encuentro para un nuevo baile. Dos iguales, con el mismo protagonismo en la historia, con el mismo rol activo; ninguno es pasivo. Durante esos avances y retrocesos, enseñamos a pedir y a dar información sobre quiénes somos, y en tres dimensiones: QUÉ ES LA SEDUCCIÓN: CÓMO LA VEMOS 37 Los tres cables (o las tres dimensiones sobre las que pedir y dar información) El sexual, que implica comunicarnos sexualmente informando de cómo somos, y manifestando qué desearíamos hacer con la persona q