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La prostitución es un tema que, sin duda alguna, representa un dilema con respecto

a la integridad moral que debe proyectar una nación. Sin embargo, lejos de lo anacrónico
que puede representar este pensamiento, la realidad es que la prostitución atiende los
mismos principios del trabajo remunerado o una simple prestación de servicios, de modo
que puede y debe ser considerado como un trabajo.
En el mundo existen tres enfoques hacia la regulación de la prostitución:
Prohibicionista, abolicionista y legalista. Holanda, quien marcó la tendencia legalista en
el mundo es un país que a través de sus legislaciones (iniciando con la famosa ley de
prostitución del 2010 que la legaliza y regula) ha iniciado un proceso de deconstrucción y
concepción de la prostitución como un servicio que, si bien es aprovechado por
organizaciones criminales, es en realidad una fuente de economía y, aprovechada
correctamente puede incluso generar ganancias a nivel nacional, tal y como Holanda
demostró al superar el PIB de 5% que representaba la industria quesera en su país.
En Colombia, la Corte Constitucional ha proferido diferentes sentencias que han redimido
conceptos que se maltratan enormemente en el ejercicio de la prostitución, buscando así
otorgar un óptimo cumplimiento de derechos fundamentales de los que incluso la dignidad
humana puede considerarse un eje constitucional inamovible, consagrado en el Artículo 13
de la Constitución política. Además, la corte constitucional ha demostrado varias veces la
pretensión de legalizar o cuanto menos allanar el territorio para dar paso a una legislación
de la prostitución que resulte en un beneficio para la economía nacional, la dignidad
humana y el derecho al trabajo. Sentencia T-073/17 Que declara que no se tomarán
medidas de prevención negativa contra la prostitución y que, por el contrario, pretenderá
ayudar a las personas en esta condición para salir.
la ley 679 del 2001 que declara punible la explotación sexual
T-629-10
Habrá contrato de trabajo y así debe ser entendido, cuando el o la trabajadora sexual ha
actuado bajo plena capacidad y voluntad, cuando no hay inducción ninguna a la
prostitución, cuando las prestaciones sexuales y demás del servicio, se desarrollen bajo
condiciones de dignidad y libertad para el trabajador

Finalmente, en Colombia a pesar de la jurisprudencia que pretende reivindicar los derechos


del trabajador sexual, no ha podido avanzar en materia legislativa desde el proyecto de Ley
079 que Armando Benedetti promovió para regular de forma íntegra el trabajo sexual con
igualdad de condiciones en cuanto al contrato de prestación de servicio competiera,
respetando siempre la dignidad humana y el derecho al trabajo.
A pesar de que la prostitución es un tema complicado, indudablemente promueve
cambios en la consagración y aplicación de derechos fundamentales, además de ,
económicamente generar una nueva fuente de ingreso al pib nacional con un servicio
cuya demanda no para de crecer

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