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Los precios del petróleo han experimentado una caída significativa en los
últimos seis meses, pasando de niveles cercanos a los 110 dólares por barril en
junio de 2014 —en el caso del crudo WTI— a niveles por debajo de 50 dólares por
barril actualmente. En mi opinión, existen dos razones que han llevado a este
descenso:
Por el lado de la oferta, el gran incremento de la producción de petróleo en
Estados Unidos, en los últimos siete años, donde se producían poco más de cinco
millones de barriles diarios (mbd) en 2005, y a finales del año pasado ya se
producían cerca de 9 mbd.
Por el lado de la demanda, la fuerte desaceleración económica que ha
registrado China, cuyas tasas de crecimiento en la actualidad oscilan alrededor de
7%, mientras que se ubicaban por arriba de 10% algunos años atrás.
Hacia adelante, desafortunadamente, parece que los bajos precios del
petróleo “llegaron para quedarse”, debido principalmente a que estas dos
características están lejos de cambiar en el corto plazo.
¿Cómo afecta esto a la economía mexicana? Ésta ya no está fundamentada en la
producción petrolera. La producción de petróleo crudo y productos relacionados
con el mismo representa menos de 6% del PIB, y las exportaciones de petróleo
crudo representan únicamente 13% de las exportaciones totales. No obstante lo
anterior, los menores precios sí plantean riesgos a la baja, particularmente en las
finanzas públicas, donde la dependencia de los ingresos fiscales petroleros se
encuentra actualmente cerca de 35%. Sin embargo, el impacto de los menores
precios del petróleo en las finanzas públicas está limitado, debido a una serie de
mecanismos de absorción de choques y ciertas características con las que ahora
cuenta la economía mexicana:
Programa de coberturas del gobierno. Por más de 10 años, el gobierno mexicano
ha comprado coberturas (i.e. compra de derivados financieros) para proteger los
ingresos petroleros del país. En este contexto, para el año fiscal 2015 el gobierno
cubrió los ingresos relacionados con el petróleo en su totalidad en 79 dólares por
barril, por lo que en este año no se tendrán que instrumentar ajustes al gasto
público si los precios del petróleo continúan en niveles bajos.
El régimen de tipo de cambio de libre flotación. Históricamente se ha
observado que la relación peso-dólar y los precios del petróleo tienen una
correlación negativa. Los precios del petróleo normalmente caen, al mismo tiempo
que la divisa mexicana se deprecia frente al dólar. En este contexto, dado que los
ingresos del gobierno que recibe de las exportaciones petroleras son expresados
en pesos, una depreciación del peso ayuda a compensar parcialmente la caída en
los precios del petróleo. En este contexto, si los precios del petróleo bajos
“llegaron para quedarse”, es muy probable que el tipo de cambio continúe
experimentando alta volatilidad.
Políticas domésticas en México sobre el precio de las gasolinas. Debido a la
alta y positiva correlación entre los precios del petróleo y de la gasolina, los
precios domésticos actuales de ésta se encuentran por arriba de los precios
internacionales, por lo que el gobierno está recibiendo mayores ingresos de la
venta local de gasolina, lo que ayuda a atenuar el impacto de la caída de los
precios del petróleo, tanto fiscalmente como desde un punto de vista de la balanza
comercial, donde no necesariamente crece el déficit.
El petróleo es una de las fuentes más importantes de energía para México, ya que
cerca de 88% de la energía consumida en el país proviene de este hidrocarburo –
uno de los principales indicadores económicos de cualquier país–.
Con más de 12 mil 350 millones de barriles de reservas probadas de petróleo,
México es el 14 país con mayor cantidad de crudo en el mundo.
PMI Comercio Internacional es un conjunto de empresas con el objetivo de
comercializar el petróleo crudo, los productos petrolíferos y petroquímicos
mexicanos en más de 20 países. Así como desarrollar proyectos estratégicos
como la construcción de infraestructura y la creación de alianzas.
Este grupo, pese a ser filial de Petróleos Mexicanos, tiene su propia estructura
corporativa conformada por cuatro grandes sectores:
• Comerciales
• Tenedoras
• Servicios
• Proyectos e Infraestructura
PMI en números
El Grupo PMI se ha convertido en una empresa de primer nivel, capaz de competir
con cualquier gran empresa petrolera del mundo. Para 2013 (último dato
disponible) estos fueron los números de PMI:
• Petróleo crudo comercializado: mil 189 millones de barriles diarios.
• Gasolinas y componentes comercializados: 353 millones de barriles diarios.
• Destilados intermedios comercializados: 117 millones de barriles diarios.
• Residuales comercializados: 155 millones de barriles diarios.
• Líquidos de gas natural comercializados (Gas L.P.): 91 millones de barriles
diarios.
• Petroquímicos comercializados: mil 653 millones de toneladas.
• Buques contratados: 922.
• Equipos de transporte terrestre utilizados: 88 mil 400.
Las ventas de crudo mexicano a otros países mantienen un promedio de 39 mil
398 millones de dólares durante la segunda década del siglo XXI, siendo 2011 el
año con mayor valor en las exportaciones, al generar 49 mil 380 millones de
dólares por la venta de crudo.
Más de 85% de las exportaciones se realizan a países americanos, siendo la
región comercial más importante para el sector petrolero mexicano, seguido de
Europa con alrededor de 10% de las ventas y Lejano Oriente y otras regiones con
el resto.
Asimismo, es importante destacar que las fluctuaciones en el precio del petróleo a
nivel mundial provocaron el alza en las recaudaciones recibidas por exportación
de crudo durante 2011, mientras durante 2014 el precio se mantuvo en un precio
bajo, siendo el último trimestre el peor con variaciones negativas superiores a 10%
en el precio.
Por último, Grupo PMI también ha participado en proyectos estratégicos
aumentando el valor en la cadena de Pemex como la inversión en la refinería Deer
Park Refining, L.P., participación accionaria en Repsol (petrolera española) y el
proyecto de renovación de flota petrolera.
Esto le permite a Pemex “balancear la oferta y demanda de productos refinados y
petroquímicos en el mercado nacional. Las compras que realiza (PMI) en el
extranjero abastecen a México el volumen necesario de hidrocarburos; por su
parte, las exportaciones de crudo que lleva a cabo contribuyen de forma relevante
con el ingreso económico del país”.