Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
LITERATURA COLONIAL
o El impacto de la Conquista: las Crónicas de Indias.
- Pedro Cieza de León: Historia del Perú. Sobre la fantástica y trágica aventura
de Francisco Pizarro y su familia. Rica en valores artísticos y con rigor histórico.
Tanto la poesía épica como la lírica están dominadas en el siglo XVII y parte del
siguiente por la tendencia culterana, Quevedo y sus Sueños, esta obra penetra
en América profundamente en la problemática existencial de gran parte de la lit.
hisp., en la poesía del siglo XX, de Borges, Neruda, y en la narrativa.
Góngora fue el modelo más seguido. Se advierte una admiración profunda en
el canto a Góngora de Espinosa Medrano, por la inteligencia creadora, por la
belleza y la gracia, fruto de un exquisito poder de invención.
La poesía épica la representa las obras de Bernardo de Balbuena, El Bernardo
o la Victoria de Roncesvalles, en esta obra afirma su adhesión al mundo de
Ariosto, Virgilio, Homero y Ovidio, el vínculo con los Amadises y con los
Palmerines. Hace comparaciones directas entre sus personajes y los héroes
homéricos. Y la otra es la Grandeza Mexicana su obra más sentida, en el
poema, la capital de la Nueva España es una ciudad encantada que rivaliza
con las ciudades orientales más famosas, Babilonia, Bagdad, y con las
europeas.
En la poesía lírica, el Barroco se afirma y florece en los dos centros de la
cultura americana, México y Perú, pero también en centros menores.
En este siglo, Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana, sor Juana, es la
personalidad más destacada del Barroco, y junto con el Inca Garcilaso, Ercilla,
Oña, Balbuena y su contemporáneo, Juan del Valle y Caviedes, un clásico de
las letras de la Colonia.
De precoz inteligencia, desde comienzos se manifestó la vocación de sor
Juana por la poesía. La fama de su habilidad volaba por la capital de la Nueva
España. Y se convirtió en el centro de atención de la corte virreinal.
Una de sus numerosas obra es la Respuesta a sor Filotea, primer documento
feminista de primerísimo orden donde proclama con ardor el derecho de la
mujer al estudio, explica su sed de conocimiento y denuncia con amargura la
realidad de la situación. Fue una obra que dio lugar a comentarios críticos.
Los últimos años de su vida dan a la figura de sor Juana una nota
intensamente humana: en ella se hace sentir un nuevo espíritu que preanuncia
nuevos tiempos. La poesía es su género literario preferido, en ella atesora toda
la experiencia poética del Siglo de Oro, del Barroco y del Renacimiento. Sus
preferencias van de Fray Luis de León, a Góngora, Garcilaso, Quevedo, Lope y
Calderón, aunque es Góngora el que influyó de manera más honda en la
poesía de la religiosa en cuanto a técnica y gusto; ejemplo significativo es el
romance en el cual "Pinta la proporción hermosa de la Excelentísima Señora
Condesa de Paredes" en elegantes versos esdrújulos.
Su poesía toca el tema amoroso, ocasional o de circunstancias y el ámbito
filosófico y religioso. Compone alta poesía incluso en los numerosos villancicos
y letras sacras. se trata de composiciones lírico-dramáticas de carácter
religioso, interesantes por los datos que ofrecen, en varios pasajes, de la vida
colonial y por la documentación lingüística acerca del variado elemento popular
mexicano de la época.
La revalorización de Góngora y del Barroco en el siglo XX alcanza también a la
obra de sor Juana.
Otro poeta barroco destacable será Juan del Valle y Caviedes, considerado
mayor poeta peruano del siglo XVII, autor de sátiras hirientes contra la
sociedad de su tiempo. Llegó muy joven a Lima; fue la voz más importante y
audaz en la denuncia y dura censura de las costumbres. Se presenta en su
obra muy afín al Quevedo satírico del que fue lector apasionado. Caviedes
reprochaba a la sociedad limeña la suficiencia, la presunción, la superficialidad,
la incompetencia, la charlatanería de la que los mayores culpables eran los que
debían servir de guía y ejemplo: médicos, religiosos, hombres de gobierno.
Numerosos pasajes de su obra atestiguan su interés por la ciencia, y no cabe
duda alguna de que en ella veía el remedio contra los males de la humanidad.
Lo demuestra la serie de sátiras contra los médicos en el Diente del Parnaso.
En las "Salvedades" a los Doctos de Chafalonia Caviedes manifiesta una visión
completamente "desengañada" de los méritos de la cultura oficial, cuyos
íntimos mecanismos denuncia con amargura y procede a la convicción de que
el intelecto es el único valor, ya que no proviene de los hombres, no está
sometido a las servidumbres de la vida y ofrece una felicidad que nadie puede
negar. Su poesía no solo reviste acentos de seriedad, también presenta tonos
humorísticos, como ejemplo el poema " A mi muerte próxima"; o composiciones
de tema amoroso como el romance " Catalina de mis ojos".
La independencia del poeta, en la estela del gongorismo y el conceptismo,
redunda en resultados extraordinarios de originalidad, sobre todo en su actitud
desenfadada e inconformista. En sus versos hay frescura, aportaciones
populares y americanismos, que según Reedy, contribuyen a la mordacidad de
un lenguaje intencionalmente tosco.