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CORTE DE CA LFA La Real Hacienda de Nueva Espafia y el primer reformismo fiscal de los Borbones (1720-1755). Alcances y contradicciones Ernest Sanchez Santir6é Bebliteca Daniel Coo Wleges EL COLEGIO DE MEXICOA.C. storia, ‘econémica al [raced Instituto Mora | DEWEY Be —_ 336.0972 Hy | SAN 801 2 | Sich: oi ne Core de cj a Real Hacienda de Nueva Expat lpr | sis Bordon 7201785 | ISBN: 978-607-9294-16.8 | Tmpreso en México Printed in Meso INDICE ‘Agradecimientos ‘Monedas, medidas y equivalencias Introduccién El cargo y la data de las cartas cuentas de la Real Hacienda no son sindnimos de ingreso y egreso fiscales El estado de la Real Hacienda de Nueva Espaiia a mediados del sigio xv La Real Hacienda de Nueva Espaiia y el reformismo fiscal de la dinastia de los Borbones: una propuesta de reconceptualizacién y ampliacién temporal 1. Los egresos de la Real Hacienda de Nueva Espafia, 1744-1748 Los gastos de guerra (1744-1748) Los gastos de Hacienda (1744-1748) Las remesas a Castilla (1744-1748) 4 Gastos en servicio y amortizaciin de la deuda (1744-1748) Estipendios y gastos religiosos (1744-1748) Gastos en mercedes reales (1744-1748) Gastos de justicia (1744-1748) b, Gastos varios (1744-1748) uu 26 29 33 36 62 90 94 102 109 us. 121 IV. LA REAL HACIENDA DE NUEVA ESPANA Y EL, PRIMER REFORMISMO FISCAL DE LOS BORBONES (1720-1755): ALCANCES Y CONTRADICCIONES, ‘Nada mis lejos del “feliz estado” presentado por Alejandro de Hum- boldt sobre la Real Hacienda de Nueva Espaia a principios del siglo xix! que la descripci6n del erario virreinal que Fernando de Alencastre, virey duque de Linares, dej6a su sucesor el marqués de Valero, fechadla en 1716: ‘La Hacienda real tiene varios ramos [...},¥ todos juntos no alcanzan a cubrir las obligaciones de la asistencia al reino, pues [..]faltan ochocientos mil pesos cada afio para cumplir Ios situados a presidios, misiones, vinos y aceites de ministros o curas, Armada de Barlovento y otras cargas.” Es decir, en la década de 1710 el fisco virreinal presentaba un nota: ficit para cubrir 3us OblgaGOnes er etre aya provincias adyacentes, el Gran Caribe y Filipinas, que se pue czreand a 26%, sobre unos ingresos anialesestiados de unos 3 070 000 pesos: Pero no sélo eso. A la falta de recursos para atender estas obligacio- nes, Alencastre afiadia la imposibilidad de satisfacer ciertas reales drdenes segiin las cuales “el rey me manda le remita un millén (de pesos] cada afi” ‘Un aspecto en toro al cual, el marqués de Valero informaba a su sucesor: " En libro v del tmmo w del Bape pala que versaba sobre “as ens del Estado" cs sobre “as rns del Estado” Hu bold seta el gran crecimiento que habla experimentado cl ingreso del ero regi, cetano 9 os 20 000 000 de pesos, de los cuales csi 6000 000 ban dtecanente como “luce rem a las areas de Ja Hacends metropolitans. Algo To que no lsgaba sigue el eariotnico com 08 potesones dela India. Humboldt, Bg 1822, 10, pp. 253-281 "rain, 8D 1 7. to preciso de ingress, proportional por Joaquin Maniaw n 179, era de 3068 410 sy somepndi os alors deh os dela Re Hace de Nat Ep en al fe 1712. Una informaciin que ego reteraria Humboldt en se Brgy publcado en fem mace gu ego ‘Bao pablicado en Pass en 181 292 EL PRIMER REFORMAISNO FISCAL DE LOS BOwBONES, 17201755 298 “Sobre euyo asunto tengo pedido a su majestad declare cudl es la obligacién preferible ala satisfaccién, pues si para lo principal faltan a cubrirla 800 000 ‘pesos, mal se puede atender a otras.” ’A modo de simil, el corolario era que “la Real Hacienda se gobierna como la de un mercader quebrado” en la que, intervenido por magistrados papel desempeitado por el virrey-, s6lo se podia atender el gasto “més urgente y ejecutivo™* ‘on un andlisis muy similar al realizado en Espafia por los minist de Felipe V durante los afios de 17005 fas causas del desequilibrio _hallaban, segin el virrey, en las exigencias fiscales de las guerias imperiales yeenlsobignciones oe ena rao con un niimero creiens oe SEE ‘dos civiles (“magistrados”). A ello se afiadian los estipendios religiosos y Tos “socorros de Espafia y otros pagamentos extraordinarios™? En la medida en que los objetivos bisicos de los ministros de Indias consistian en. ser el control real sobre el erario indiano, elevar las_ ingest y ed sooo ¥, como resultado titimo, co segulf un envi0 Gréciente de recursos a la Depositarfa de Indias en Espaiia,® ‘se puede ubicar un periodo clave en la aplicacién de estos propdsitos que tuvo su origen en los gobiemos de los virreyes marqués de Valero (1716- 1722) x marqués de Casafuerte (720-1730) ave ‘se prolongé hasta el gobier- fo del virrey conde de Revillagigedo (1746-1755),’ Esto no significa, como ‘veremos, que en otros périodos de gobierno no se adoptasen reformas, las ‘cuales serdn tratadas en su respectivo apartado. Sin embargo, nuestro deseo es poner de relieve una etapa en la cual se aplicé un elevado niimero de me~ didas que repercutieron de forma intensa en el funcionamiento y la eficacia del real erario novohispano. En aras de percibir el sentido de las reformas, hemos agrupado las diferentes acciones segin su contenido, en lugar de adoptar, por ejemplo, “Tora, snes, 1991, 1, pp- 789-78. © Tha Paral presi ejetcida Grane Ia primera mid del siglo x por los gastos de de- fensay la burocracs real en In pensula.enttevera esta con los intreses de un mutido grupo de ‘Srendatario yasntts de rents Teles, vease Delgado, ies 207 Gap excel otic dea coro con 9 sco nino, sin haber aqu ditinin ene di aaa gevemants, queda de manesto en as instruecines que reid en 1696 el vey conde de ‘Mocteina,titmo geberante novohispano de le Habsburgo (1696-1701), donde se le ordenaba wi sero conuol eos gastos en salar, la recupeacia de todo los atrascs en ls ramos del eal Sak que se easen nuevos arbios para apoyar cl envio de ones a Espa. Tore, arco, 1901, ¢15 pp. 262-707, * CER veremos alo largo del capo, sobreraleron las reformat emprenddas por el mar qués de Caafuete yl conde de Revlagiged, foes CORTE DE cay lun crterio cronolégico en el que se expusiesen de forma entreverada lag diferentes medidas adoptadas. EL GOBIERNO DE LA REAL HACIENDA El orden jurisdiccional estaba presente en el gobierno de Ia Real Hacienda de Nueva Espaiia.’ Un gobiemo que era ¢jercido mediante una pluralidad de tribunales que velaban por el funcionamiento de las distintas actividades «que eran propias de la gestion de las rentas de la monarquia (por ejemplo, recaudar, administrar y distribuir los caudales, llevar la contabilidad de di, hos recursos, ver que estas acciones se realizasen con apego a las érdenes reales, combatir el fraude y el contrabando, etcétera). EI primer orden de gobierno del erario regio estaba conformado por los oficiales de las cajas reales que, en el caso novohispano, se fueron crean- do desde el siglo xv1 y que hacia 1744-1748 sumaban trece oficinas distribu. das por el territorio novohispano (Acapulco, Campeche, Durango, Guada- lajars, Guanajuato, Mérida, México, Pachuca, San Luis Potost, Sombrerete, Tabasco, Zacatecas y Zimapén).’ En estas dependencias se hallaban los tesoreros, contadores y factores, segiin los casos, como plasmacién de un ejercicio especializado pero a la vez colegiado en la gestién del real erario, Su condicién de “oficiales” derivaba del hecho de que desempefia- bban una “funcidn en la comunidad politica” que les habia sido delegada por la corona." Una facultad que tenia dos grandes facetas, tal y como sefialé Solérzano y Pereira en el capitulo xv del libro vi de su Politica Jndiana (1648) cuando traté sobre los miembros de la Real Hacienda y los oficiales reales. Asi, en un intento por asimilar las funciones de estos cempleados segrin las magistraturas del orden republicano en Roma, Solér- zano afirmé que dichos oficios eran la yuxtaposicién de los cuestores ¥ los exactores romanos. Cuestores porque cuidaban “de la Hacienda real, ¥ de su aumento, y beneficio y jurisdicain en primera instancia para sustanciar 2 sentenciar ls pleitas que a ella tocaren”, y exactores ya que eran “cobradores, vvenden y compran, y tienen a su cargo arcas y libros donde asentar y * Garg, "Sobre, 2006 2 "Mapa demrontrativo de todos los caudales que han entrado en todas ls caus de a Nueva Espata y su provincia adyacenes,en Archivo General de la Navin (en sdelane sot) Anata Histério de Hacienda, vol. 1381, .. ° Para a definicdn del oii, consular Garig, "Sobre", 006, p 82 295 sca DELO BORBONES, 17201755 [BL PRIMER REFORMISNO HI Bor guardar lo que recogen de a Real Hacienda, y quedan con obligacién de er cde lasfancones de contadut,tesorera,veedurlay facto sla hay pocas dudas de que eran propias de los oficiales de las cajas reales, Cae prfundiaren func jsecional de eso emplem, Ta legilacin indiana presen en sus incos um tens ete Ix fancionesjrsiconales adserias ets ofcios y Tos spews que P dian ecru alae. As or ejemplo, sein uma rel ed de Felipe TV del 1 de junio de 10, lo ocals de scales nos pod clare aunque sis os atorzaba para que “asa desu despa s lame cine Tuna, cuando concuseren anos neces [x conadicn de unos unas ines ea tan patente gu 410 o- cos on se revod esta normativ, send record muevament abo gucién en 1677, de abi que los oficiales reales estuviesen provistos dl “jez oficial real" cree de dice seks cédlas caidas pox Tepe UT se ssory 1502, ecogidas en as Leyes de Ins, se enable que los fies eles debian gorar dela “atoidad neces y convenient pa cobrar ode nuestra Real Hacienda de cuslesquier personas” por 1o cual el mo seialé dans pote eas cus enc ai mis pce pn cs tel ct el sets trem doy mc ie ete toe Ge er {hymen ena, pes Yer de es 2 tag ste dlncs que omenga 2a nso "nro que nc nn cee yen ss aes Funciones que eran la manifestacién de la facultad coactiva que tenjan xrgados los oficiales reales. . m “ ajo estos pardmetrs, los “jueces oficiales reales” eran personas pil as, dotadas de la potestad para declarar el derecho de cada uno (iurisditi), «at ey ei i seme ea acne ® Berwand, Grau, 201, p. 87, Cabe sf que el trabajo de Michel Berwand constinnye idio social y normative mais amplio y detallado de los oficiales reales de la ae az pei cei 0 Ee daca ny cig as prosper ‘de reder socials de dichos cargos facet que son omits en ste ta io ee eid ateine tai aan a Con Decay ‘en este caso del real erario y los causantes, por lo cual debfan de actuay completamente al margen de las pasiones y las inclinaciones de las persomay privadas.® Duran 70gt711 moral 17141725 1941734 1211746 17161748 moans 1728-1733 En la medida en que cxistia una continua sospecha de que los in: tereses privados de los oficiales reales se superpontan a los del m se articularon diversos mecanismos por parte del Consejo de Indias y log virreyes para intentar atajar el fraude fiscal, de entre los que destacaban lag Pesquisas, las visitas parciales y las visitas generales; unos instrumentos de control que experimentaron un renovado brio desde los primeros afios del reinado de Felipe V (véase cuadro 1).!" Si bien desde el inicio de la dinastia borbénica se aprecia el inten- to de controlar el funcionamiento del real erario novohispano, se constata también cémo las décadas de 1720 y 1730 conformaron el micleo de unas visitas que pretendieron combatir el contrabando de mercancias de par. ticulares y de efectos de la corona (con una atencién especial al azogue), asi como los abusos y excesos de los oficiales reales (cobro de sobornos y sobretasas, retencién de los caudales reales para el uso privado de los of ‘les, falta de supervisi6n sobre los tiadores de los arrendadores de rentas reales, eteétera). Estos instrumentos no pretendian comprobar la veracidad de dichas précticas, algo que el Consejo de Indias y los vsitadores daban por hecho, sino calibrar el grado de daiio provocado al real erario, de abt que la denun. cia era en si misma sinénimo de la falta cometida.”” Las sentencias pronunciadas en estas comisiones adquirieron una es- pecial dureza con la nueva dinastia reinante ya que, ademés del retorno de lo que se consideraba pertenecia al real erario y la aplicacién de multas, se establecié -seguin la gravedad- la pérdida del oficio, el destierro y, como ‘medida iiltima cicrtamente poco empleada, la pena capital. Cabe sefialar que la eficacia de las acciones no derivaba tanto de lo que se recuperaba, ya que cl monto solfa ser escaso, al no poder cobrarse muchas deudas y con lunos tiempos muy dilatados, sino en dos efectos que se originaban con mo- tivo de la comisién de visita o la pesquisa. Por una parte, la mejora general de la recaudacién durante el tiempo que duraban y, por la otra, Ia obtencién pia Motos ‘Contrabando de los oficiales rales de Veracruz “Trificos divesos de los oficiales reales de México ‘Abusos de los oficiales reales de Veracruz Excesos en la Real Hacienda de Nueva Es ‘Contrabndo en Veracruz y Yucatan DDclitos de los oficiales rales de Veracruz “Excesos sobre el azogue en Zacatecas -Excesos en la Real Hacienda Cajas rele expeas ‘eal Haconds adillo Victoria; Cuadro 1. Comisiones de visita a la Real Hacienda de Nueva Espafia, 1708-1748 Paral dsncin entre personas publics y privadas en el gobiemo de la justia en Lads, ‘equigos el rabajo de Gasiga, “Sobre, 2006, pp 6283, Para as vsitas durante las ues pimeras décadas del einado de Felipe V aa Real Hacienda dle Nueva Espa, véase Gomer, Vista 1979 "Bertrand, Grande 2011, pp 400410 ‘Juan Gerénimo de Osllay Rayo; José Gusirez de la ‘Puente: Bertrand, Granda, 2011, p. 264 “Tiisein Manuel de Rivadeneyra Luma y Arellano iia y Fernando Divila de Madrid [Juan Gerdnimo de Oxila y Rayo Gerdnimo de Soria Veldeques y Juan José de Uribe y ‘Joxe del Camillo y Cossio Castejon ‘Prudencio de Palacios; Francisco de Bar Pedro Domingo de Contreras Felix Gonzilez de Agiiero Francisco de Pagabe Re 298 Conre pe cya. de una rica informacién que mutria a la autoridad virreinal y metopolitana sobre el desempefio del real erario, en un juego en el que se ampliaban log interlocutores de la Real Hacienda en el espacio virreinal.!* Ademis de las pesquisas visitas, existfa un érgano especializado para 1 control de los mancjos que realizaban los oficiales reales de los caudales del monarca: cl Tribunal de Cuentas de la ciudad de México. Sin embargo, a finales del siglo xvu, este organismo presentaba un notable rezago en la revisién y glosa de las cuentas de las distintas cajas reales y contadurias de rentas. Asi, en el primer caso, en un corte temporal que abarca de 1682 hasta 1723, se constata el amplio retraso que existia en la revisidn de las ‘cuentas de los oficiales reales que legaba en ocasiones a los 29 aiios, era el estado de la caja de Guadalajara segiin un informe de 1710, 0 alos 25 aiios, en la caja de Guanajuato en un reporte de 1709, llegando a tener, como situacién extrema, un retraso de 30 afios en la glosa de las cuentas de la caja de Mézida, segiin un reporte de 1711. En el segundo caso la situacién cra similar, de manera que los rezagos acumulados en la supervisidn de las cuentas de las contadurias de rentas (azogue, alcabalas, tributos, etc.) hacia 4710 se contaban entre los 16 y los 30 afios."” Con este nivel de demora se inhabilitaba la funcién de vigilancia que debia ejercer el ‘Tribunal de Cuentas de México. Cuando se llegaban a auditar ciertos afios, los oficiales reales 0 los contadores ya habfan fallecido 0 no se localizaba a los fiadores ‘que debian hacerse responsables de los posibles faltantes. Ademas de que la localizacién de posibles testigos se tornaba una tarea casi imposible. ‘Una notable mejoria se produjo durante el gobierno del virrey mar qués de Casafuerte. A partir de las medidas de excepcién adoptadas en 1726, se contraté a contadores interinos y se pagaron horas extraordinarias con el fin de reducir el severo retraso en la revisién y glosa de los libros de contabilidad de las cajas reales. El resultado fue claro, En los informes sobre el estado de la glosa de cuentas de los afios 1731, 1732 y 1739, antes pues de la guerra de la Oreja de Jenkins, el Tribunal de Cuentas de México informaba que no cxistia demora en la revisién de la contabilidad en el conjunto de las cajas reales novohispanas, mientras que en un informe de los oficiales reales de 1750 el retraso promedio se habia establecido en dos afios. Cuando el virrey conde de Revillagigedo informé de su gestidn en Bid id, pp. 148-149 y 151, Para un panorama general del Tibunal de Cueots de México ‘durante los primeros ais dl reinado de Felipe V,véase Navarro, "Real, 197, [BL PRIMER REFORMISMO FISCAL DE 108 BORBONES, 1720-175 299) 1755, la demora habia vuelto a desaparecer. Se trataba de una situacién inédita en la historia de dicho tribunal que, con los aiios, volveria a rever- tirsc en la segunda mitad del siglo xvi, tal y como lo puso de manifesto el superintendente de la Real Hacienda de Nueva Espafia, Pedro Antonio de Cosfo, tras el establecimicnto del régimen de intendencias a partir de 1786 ¥y que se tornarfa erénica hasta el fin del periodo virzeinal.” ‘La reduccién, hasta su extincién, del retraso en la revisién y glosa de las cuentas entre la década de 1720 y los afios cincuenta del siglo xv fue acompafiada de otra medida que pretendia asegurar la primacia de la funciones de persona puiblica sobre los intereses privados cn los oficiales de las cajas reales, el Tribunal de Cuentas y la Real Casa de Moneda de la ciudad de México: la reduccién y, en su caso, eliminacién de la venalidad en dichos empleos. Sobre este aspecto, el cambio de coyuntura se produjo de forma con- sistente, una vez més, a partir de la década de 1720, en el marco de las, medidas adoptadas por Casafuerte. Gracias al andlisis realizado por Michel Bertrand en tomo a més de 300 carreras profesionales de los oficiales reales ‘y miembros del Tribunal de Cuentas de México entre 1650 y 1780, se apre- cia claramente cémo la venta de cargos en los empleos de oficial de las cajas, reales y contador del Tribunal de Guentas predomind entre 1680 y 1720 (en el caso de los oficiales reales incluso antes ~desde 1650-), de forma tal {que cerca de 85% de los oficios fueron obtenidos mediante la compra. Si bien esta fue una manera, como vimos, de que Ia Real Hacienda obtuviese ingresos de manera répida (algo que quedé asentado en el ramo ofcias vendibles y renencable), también generalizé la figura de unos oficiales reales y contadores que esperaban resarcirse del descmbolso realizado gra cias a los beneficios que se derivaban de los privilegios, contactos sociales, informacién y, en su aso, posesin de caudales reales, que se obtenfan en dichos empleos. - ‘Sin embargo, a partir de la década de 1720 y hasta los afios ochenta del siglo xv1tt la venalidad mengué de forma notoria como forma de acceso a los cargos. La compra del oficio dio paso a una forma de reclutamiento cen la que, tras una larga estadia como personal interino y supernumerario, se iba ocupando y ascendiendo en las plazas de la Real Hacienda hasta, finalmente, recibir el favor real. * Bertrand, Granda, 2011, pp. 148150. Mid, pp. AIT. 300 Conte be oy, Se trtaba de un personal que, en numerosas ocasiones i gen ca failes que habian cupado prevent el cargo ‘eon contador real, de manera que cl desempeiio del oficio genera Gie de perfil profesional en el inaje, sin que eto conlesae reas otras opciones laborales” Si bien este favortismo podia poner en renga A esperadas vrtudes que emanarian de a elminacin de la venaldad, fate tuna clara ventaja, a saber: la experiencia en el oficio a desempetian Ea hhecho es constatable cuando se analiza la capacitacién previa de aquellos que detentaron los oficios en las cajas reales y el Tribunal de Cuenta, la cual se inerementé a partir de la década de 1720. Esto trajo aparcjado ex resultado: la edad promedio de acceso a los cargos se elews. Mientras ane Ja edad para acceder alos cargos antes de la década de 1720 rondé los 39 aos, a partir de entonces se elevé hasta los 40 afos. El nico moment el que este predominio se vio alterado fue precisamente entre los ation de 1740 1745, lo cual remite a las exigencas fnancieras de la Real Hanend en el contexto de la guerra de la Oreja de Jenkins que volvié a haces de venta de cargos un instrumento para elevar los ingresos.” ql El dls aspecto a destacar en la reforma del gobicrno de la Real Hae Gienda de Nueva Espaia duran la primera mia del siglo Xvi se refre Proceso de creacién de dependencias especalizadas en el manejo de den tos ramos del real erario: las contadurias de renas. Si bien esta politica tavo su inicio en las ikimas décadas del siglo xv, fue continuada y potenciada por la nueva dinastia gobernante. " Las contadurias de las rentas (de tributes, ale sellado y media anata)" se conformaron como unidades decir ee estructura administrativa liviana, por comparacién con ls eajas reales, con atribuciones claramente definidas, dada su especializacién en un determi. nado ramo del real erario.* En la medida en que los oficiales de dichas ieee ee wal’ tip ee ssc emt a open ete crete = port dels rnp of deca al ear ei en 1738 Oficiales: ‘eran, Castro, Historia, 2012, pp. 125-127, ee Sa el ttt So corm all ao gears me oma pt nde ile catia oc Sub ude Fi es aeons BL PuMER REFORMSMO FCAL DE 0s BoRsoNES, 1720-1755 301 contadurias gozaron de jurisdiccién privativa e inhibitiva sobre un determi- nado ramo del erario, acabaron conformando otros tantos “tribunales” de la Real Hacienda, Este hecho ayuda a entender la exposicién que realiz6 dl virrey conde de Revillagigedo en la instruccién que dejé a su sucesor, “Agustin de Ahumada y Villalon, fechada el 8 de octubre de 1755, en la que sefial6: “Hay en esta capital varios juzgados, que son el de bienes de difuntos, de azogue, de papel sellado, de media anata, de composicién de ticrras y aguas.” En la medida en que se desempefiaban como oficinas especializadas de la Real Hacienda tuvieron la necesidad de dotarse de un conjunto de normas que las cstructurasen: las ordenanzas. Se trataba de un ctimulo de disposiciones regulatorias que establecian el régimen de los oficios y su |jurisdiccién, asi como su organizacién y funcionamiento interno.” Si bien las contadurias de rentas respondian a la biisqueda de una ‘mayor eficiencia recaudatoria y administrativa, también representaban un [proceso de dispersién en el control de la informacién, los recursos y su ges- tién. Al fin y al cabo se trataba de rentas que habian sido desincorporadas de las cajas reales,” en las que sus empleados defendian vehementemente su jurisdiccién frente a las posibles intromisiones de los oficiales de las cajas reales e, incluso, de las Reales Audiencias. Si a esto afiadimos la existencia de ramos, como el caso de la limosna de la Bula de Santa Cruzada que era gobernada por un “apostélico y Real Tribunal de Santa Cruzada’, o depen- dencias que estaban presididas por un superintendente de Real Hacienda, ‘como ocurria con la Casa de Moneda,” o la renta de azogues, es facil en- tender el peligro de desgobiemo que acechaba al real crario, entendiendo por * re, sings 1901, pp. 890801, Pan I orgs de ua de eas comadiae duane at de Feige Vaal ca se rogue, colar Hered, Re, 178 Sagres 300, 8 2 En Echo vee que sl algunas res frten compte exsva de os aes dees Sk PES? Ponca 8c deo rns deo pat, derecho de sore sos See dEha dpendenss os oreo reser de pales ts diverse leriages agnor qo ban eli ee porta y pra meres cos Se Scene, deen onc la na, sty urd, gue se cabal por palo Se ere og icobraan alos komen de provi de Wet (recor tie je yal de mana), como getpon mds levees 7 Gens ya slant eso el supercar de Ca de Moneda saab de un jee pene tara la en cesone aera Y antennas de BE Ber da strat cl pogo de elo order bs comprs 7 ane ncn y ‘Sop is anal vane pr capri crgs vane Sors a 994 pp, 5672, Dead are psa un congas inion ere kgs dl siperinendcate de Casa cde Moved Se eg ander han sore de woc vein: Bertand, Gr 22 pp 845 302 i este la concurencia de instancias con jurisdicciones privativas en las que levantamiento de la informacién, la resolucién de un conflicto de tencias, la répida disposicién de los caudales o la adopcién de una reforma podian dilatarse en el tiempo. Este peligro fue parcialmente soslayado gracias a una de las facultades que detentaban los virreyes: la superintendeneia en materia de Hacienda, ‘Como sefialé el virrey Fernando Alencastre duque de Linares a su s Baltasar de Ziiiiga marqués de Valero, en la Relacin de 1716, los ra superintendentes de los ingresos de ciertos ramos de las cajas reales, concretamente: “tributes, alcabalas en diferentes partes (a excepeién de Puebla), quintos de platas, asiento de pulques y de naipes”:” Sin embargo, de esta enumeracién y més allé de su exhaustividad, destacan los limites que tenia la superintendencia que cjercia el virrey al verse privado del conocimiento de una gran cantidad de ramos del real ratio como eran el estanco del azogue, el del papel sellado, las rentas de Janzas y media anata, la Bula de Santa Cruzada o el derecho de composicio- nes de tierras. Incluso, en ciertos rubros como las alcabalas, existian suelos alcabalatorios que estaban fuera de su alcance, tal y como sucedia con las aleabalas de la ciudad de Puebla y su hinterland rural a principios del siglo XVIIL, cuando existia un “juez superintendente administrador” de aleabalas on jurisdiccién privativa: Juan Joseph de Veytia y Linaje." Si a todo esto afiadimos la potenciacién que éxperimenté la especializacién fiscal desde finales del siglo xvit mediante el recurso a las contadurias de rentas, que fn ciertos casos alcanzaron también, como vimos, el rango de superinten- dencia, se hacia patente el limitado papel de control que podian ejercer los virreyes sobre estas dependencias. La solucién a este dilema consistié en reproducir en el espacio indiano una decisién adoptada previamente en Espafia: la creacién de la superinten- ddencia general de la Real Hacienda. Una figura ercada en 1687, en el marco de Jas medidas fiscales adoptadas en los tiltimos afios del reinado de Carlos IL ¥ que en el caso de los virreinatos del Perit y Nueva Espafia tuvo dos mo- ‘mentos, ambos bajo el impulso reformista del marqués de la Ensenada. % Tne, rucons, 191, tt 78, ® Bertrand, Grandor, 2011, y Celaya, dll, 2010 ™ Aqut podeinosconsatar un ejemplo de lo amado con ancriordad, cuando sefalamos el hecho de que no eabe atria una dinasta en especica el conjnta de as rforass foals qu se ‘nsaygron, con mayor o menor éxito. Tone, Ltn 2012, pp 2228, % Para el contenido yvicides del reformismo del manqués de la Ensenada, consular GS mex, Poe, 1906, = 303 be Los Bousones, 17204755 x PRIMER Rx#ORNISMO FISCAL DE LOS Bo Gracias ala real orden de 20 de junio de 1746 y areal edu de 26 de agosto de 1747, es fue ampliada la aaa eee wa Espaiia. Asi, ramos fiscales anterior ajen ad Neston cen sin sates inex obans- Toss dde naipes y pélvora o las comisiones de lanzas, media sa = do ola de comporicn de res,quedaron bajo su control dt, Unt superintendencia que se otorgo “sin excepién alguns, por privlegiads y recomendada que fuse en las dul y érdenes. que para su uso 0 inh bicin de muestra jursiccén se hubiesen eget sae bag, te rmbramiento todavia mantenia dos éreas reserv st comrrinal el ramo de azogues y la superintendencia dela Real ag ‘Moneda de la ciudad de México, ls cuales debian continuar rigiéndose y administindose seghn la reas de suestablecimiento”? sas facultadesamplindasaleanzaton su maim expres ene) cédula de Fernando VI del 30 de junio de 1751, are ee fc a Ensenada, en la que se concedié al vitrey conde de Revillagigedo la peiandce wind earl ka Real Hace de Nacoa Espa, Vile la pen signar el mticleo de la medida: Revilaggdo, pareme, mi vneyy gdbermador cain ten de Neve Lptay eee dea Aen de ME. Auge Teruo 2 de io dl ato ps de 16, y eel 26 Fe dl sien 7 nce avr seen es Tesh ad oma cmon ex lade amon See Hasna ec te de Nr sp ns as a tre mies pvr yrs cesar ge bie cmd emisiones de anzas, eta ant, pape sel, composes deers y demas, sin excepcién alguna, por privilegiada y recomendada aa ca yt ed tps pein Se Ren Caso Meis och de Mi, ain de bee Sap dels eas con cab ceded re ie ot gy vt sc isa Et ow spe rl eel Hae par cas aii y > as medias abi futon adopadas em eva de Pes Fonsceay Uri Hse 1p BCR, Hee et 196 a gus y Cat 7 eal Hace Gye en tod tome el ie cna de Mone en a Reales cds oie, v6, xp 208 a CORTE DE ca las rentas como més convenga al real crario, sn hacer injsticia l vasa smando qu ss fkaen aguas des ndash, tng de ahora, ps en vitud de esta mi real eédula sla concedo), y quiero setsen ee eno superintendent general de eal Hacienda yds edn ramos, sin expen de algo, nde reid de aque y casa de mona * a concesién de esta capacidad a los vireyes impli refer as fncalades yu quel peri omar conocnicne dee ct nistracién en todos ls ramos del real erario, en cualquier tiempo y modo (émo yeuindo ques, lo jzeué convenient, on propia lc estar al tanto del estado, cuenta y razén de los ramos, la existencia de cde tic, Asinsmo, sles aura a "omentarn cl » “Explicacin del méodo qu levan y del orden y partes de que se componn ets reacones ‘de valores dats de la Real Hcenda en el quinquenio desde 1 de enero de 174 hasta fin $e SRR. e 1748 en AGN Archiv Histrico de Hacienda, vo, 1981, sp. Las cusivas son 306 a ‘atria apunté: “Desde 1725 en adelante ha sido el trabajo de oficiales inmenso por la mucha concurrencia de negocios y dependencias de ‘caja como matriz de todo el reino y haberse agregado a ella las fordneas Por estas antes se pagaban los presidios y misiones de tierra adentro."™ Como excusa de los posibles crrores cometidos, el oficial real de} constancia del momento preciso (1725) en que se procedié al cambio la légica territorial del egreso fiscal en Nueva Espafia. La confirmacién esta novedad queda avalada al revisar la data total y la del ramo denom nado “remitido ala caja de México”, en las cajas reales novohispanas que remitieron fondos de forma continua a la caja matriz en el periodo de 1706 a 1748, a saber: Durango, Guadalajara, Cuanajuato, Pachuca, San Laig Potosf, Sombrerete, Zacatecas y Zimapén (véase grifica 1), Sobre unas remesasiniciales de 588 071 pesos anuales durante el tre: nio de 1706 a 1708, sobre una data total de 983 671 pesos en ls sete caja reales que contaban con excedentes fiscales (Ja caja de Zimapsin fue creada cn la década de 1720), se pasé a unas remesas anuales de 1 410 722 pesos, sobre una data total de 1 537 593 pesos durante el trienio de 1746 a 1748, Esto significé un salto relevante puesto que en el primer trienio las remesas a la caja matriz de México representaron 59.7% de la data total, mientras que en el segundo ya suponfan 91.4% de la data en las tesorerias citadas, Por lo tanto, la imagen de unas cajas reales con un volumen de gasto exiguo en el distrito de cada tesoreria, que es la que hemos puesto en evidencia al aportar el panorama general de los egresos de la Real Hacienda de Nueva Espaiia durante el quinquenio de 1744-1748 -con las excepciones de Méxi- 0, Veracruz y la Casa de Moneda de México-, fue el punto de llegada de lun proceso iniciado en 1725 (la elevacién de las remesas es notoria tras ese afio), segtin el cual se redujo a su minima expresién -bdsicamente los suel- dos de los oficiales reales y el costo de operacién de las oficinas~ el volumen de gasto de las cajs reales del occidente y el septentrién novohispanos. Una evolucién que, ademds, fue disimil entre la data total y la de las remesas a México, como queda de manifesto si tenemos en cuenta que el ritmo de crecimiento de los envios @ la caja de México durante el periodo 1706-1748 uplicé al del incremento en las datas (tasas anuales de crecimiento de 2.2 y 1.1%, respectivamente). Cua era la partida principal de las erogaciones que realizaban estas tesorerias? Si analizamos los casos mds evidentes que se muestran en las ™ Gomes, Fists 197, pp. 229-280, remitian fondos ala 1706-1748 fica 1. Data de las cajas reales novohispanas que - caja matriz y remesas enviadas, 2.500 000: 2.000 000: 1500 000: 1000 000: 500 000: ° SOM, -+ Total remitido a Mésico (media mévil SELPELILS + Total data (media mv renal) » y Herbert S. Klin presen le reazaon as ue reales das por John. TEPaske cn mocacdos pu ion previa 1706 dado que las cats cuentas consign " oroapanse poco heaoe inci las remesss ge, 086-1988 poche, Mérida y Tabssco. = No tomamos como puto din tan lagunas importantes para certs aja ‘de Camy TPoene: TePaske y Klin, res 308 = TE ay, cartas cuentas del periodo 1700-1725, se hace patente que tition guritions 7 amputees ren d grace de he il consign en clas ay como se pein el ud 2 egresos en lo presidios intermos 0 d nto (Cer do, Senta Cntrnn, Nuevo Mszo, Conchos, Gallo, Nocaos Sehes og Pi soe Ads) oo og nj deomiaciones nel como “presidios”o “gastos de guerra chichimecas” represent tds volnowct deus princes caja del wore yl once ea (Durango, Ganda, Gomme San Lis Paul 0 Zactec” Alp jue se constata si retomamos la Memoria de X Atbangurque de 1710 en la gues wit «Le pete ce a de Nueva Vizeaya, Nuevo Mexico, Coahuila y Nuewo Reino de Leb Ti sefalar su composicién (compaias de “montados de mimero prfio que estén rancheados en aquel paraje con su capitin y ofiiales") y funciona, riento, apunté: “|... y se pagan en las cajas reales de Zacatecas, Guadala. Jara, Durango y San Luis, y a los mas se paga el aio adelantado por ord de su majeatad para que puedan proveerse oportunamente”!" a HI segundo aspecto medular de Ia politica de control del egreso del crv repo etuvo deca a regula y eds del gto oni So, Una facta que oan principal pa de gts de aR ‘Como punto previo hay que sefalar que el principal m reglaion dl ges watarordnario (uc sec sno ya ve eal sguamiciones y los situados de los presidios internos, los puertos de Vera- cruz y Acapulco y los de Barlovento) eran los reglanentsy las ordenanas de dichas plazas militares." En estos instrumentos juridicos se establecian qué cuerpos (sein los caso, infanteria,caballeray arllera) yl mimero de cfectivos militares que tendrian las compatias, el salario que percibirian, k plazos en que se abonaria os descuentos que suit para el pago, ene otros, de conceptos como vestimenta, gastos de hospital y capilla, asf como toda la reglamentacion dela vida castrense. Asimisino se etablecian ciertos mecanismos de garantia para que el pago del salario se realizase tras haber Un gato que ponemos te repro anni cprodjo en I aj eal de Sen Las Pots. Sin em area et arta cunt pdeon pete guages once ad peat, 0 finiones pe ‘Escamil, “Memoria, 200, p. 175. Serrano ¥ Kuete,“Situado™, 2012, pp. $7.98, [x mnize REFORISMO MISCAL DE. L0S BORBONES, 17201755 309 Guadro 2. Presidios, guamiciones y campaiias militares financiadas por las cajas reales de Nueva Espafia, 1700-1725 (sia veal Presi guarnines Durango Cerro Gordo, Santa Caterina, Parral, Mapimi, Nuevo México, Texas Guadalajara’ “Presidios” Guanajuato Conchos, Coahuila, San Antonio Texas, Nuestra Seiora del Par de los Adaes Sombrerete Concho, Galo Zacatecas “Gastos de guerra chichimecas’ “Presidios” * Soo desglsad en as remesss de 1719 Fuente: TePaskey Klin, gre, 1986-1988, cumplido con las obligaciones militares, para lo cual se estipulaba el pase periédico de revistas (en principio semanales) sin las cuales no se podria bonar la paga, pero también se determinaban controles subre otxos aspee tos como, por ejemplo, el precio de los viveres y vestuario de los militares Un punto sobre el cual hubo constantes quejas por parte de los soldados de los presidios, dado que los capitanes de los establecimientos aprovechaban su doble funcién de mando militar y de intendencia para lucrarse con el Comercio de estos efectos, llegando a unos niveles que podian poner en riesgo la disciplina de los presidios y que, como caso extremo, podian llevar al amotinamiento. ‘De esta manera, cuando se producia la reforma de los reglamentos de las guamiciones militares y los presidios se modificaban, generalmente, los aspectos econémicos de la unidad afectada, ya fuese por la variacién en cl riimero de efectivos militares, por el nivel de los salarios estipulados 0 por su distribucién interna entre los distintos cuerpos militares. ‘Tres ejemplos nos permitirdn apreciar esta faceta, en nuestro periodo de estudio, En mayo de 1727, el virrey marqués de Casafuerte promulgé el re- lamento del “presidio de Veracruz’. La idea que guiaba esta medida era la de que se asimilase lo mAs posible ala reforma emprendida en 1719 en cL reglamento del Batallén y Castillos de La Habana ante “lo conveniente que es el que a su imitacién se forme otro de igual correspondencia para la Veracruz y San Juan de Ubi”, En este reglamento, el virrey determiné “el mimero de oficiales, soldados y artilleros que deberdn tener una y otra 310 oll guamicién [la del puerto y la del Castillo de San Juan de Ulta), como tam: bign los sueldos que cada uno ha de gozar, y lo que se debe observar para su mejor gobierno, régimen y disciplina”.® E] segundo ejemplo de regulacién hace referencia a los presidios in: ternos o de Tierra Adentro, Una normativa que tuvo su origen en un real despacho de 19 de febrero de 1724 en el que se denuinciaba el “lastimoso estado en que se hallaban los presidios internos o de tierra adentro de este reino, y los desérdenes que se practicaban con motivo de hacer los paga- ‘mentos a las guarniciones de ellos”. Ante estos hechos, Casafuerte ordend que el brigadier Pedro de Rivera vsitase los presidios." Una misién que se demoré tres afios y siete meses, tras haber recorrido més de tres mil leguas de “caminos muy ésperos”. Como resultado de su labor se establecié que muchas de las plazas que tenfan asignadas los capitanes de los presidios eran “supuestas”, De igual forma se comprobé que estas autoridades mili- tares “se servian de los soldados, divirtiéndolos en el trabajo de sus hacien- das, y que del sueldo que tenfan asignado se les desfalcaba a titulo de quites, cerca de diez y ocho por ciento, que importaba anualmente mds de setenta ¥ cinco mil pesos, los cuales se repartfan [...], gravéndolos asimismo, en los vviveres y vestuarios, dndoselos a precios muy subidos":* Las acciones emprendidas por el virrey marqués de Casafuerte fueron, contundentes. Se multé a los capitanes de los presidios, se “reformaron” cuatro de ellos (es decir, se eliminaron) “por ser inttles” y se formé un re slamento para los presidios internos o de Tierra Adentro que fue aprobado por el virrey cl 29 de mayo de 1729. En dicha reglamentacién se suprimie- ron 216 plazas “por no ser necesarias”, igualmente se rebajé el sueldo de los soldados “sin agraviarlos”. Esta tiltima medida merece una explicacién. éCémo rebajar el sueldo sin “agraviar” a la tropa? Una de las principales quejas de los soldados de los presidios internos era que sus salarios eran insuficientes para el susten- to diario dado que los viveres y las mercancias que debian adquirir a los capitanes tenfan precios muy clevados. Casafuerte determiné en el regla- ‘mento “los precios a que en cada uno [de los presidios] sc han de vender las especies que necesitan los soldados para su vestuario y sustento, teniendo ‘Bl reglamento fue expt et 6 de mayo de 1727, en AGN, ndiferentevneinsl, caja 3367, a Sermo, Dominio’ 2012, p. 249, © AGN, Impresosafciales, v2, exp. 5 (MPR REFORMISO Hs BonBones, 17201755 an {cA DE LOS BORBONES, 1720 ‘HL PROMER REPO sesente para ello las distancias de dénde se conducen, dejando en esto algin seal cap atendida a cortedad de su sueldo en seiscientos pesos al ao, y otras circunstancias™ Ta eat breve pirafo etéconteida uma de as contradisiones bie scas on a gest ezndmica de lon prsicios, Autridades mites cer cian labore eastrensesy de intendencia donde se entreveraban Js intereses pubiosyprvados. Algo que se nen tj mediante I promelgcion te arancles que maraban los precis, con I eperanza de aminorar I tubirariedad de los eapitanes de presi, Unas antoridades militares que, ru ver, estaban conectadas con tna extensa red de comerciantes pr dlores que les surtfan de las mereancias y les faiitaban el crédito para sus tpegocion privades y la provision de las plazas militares, ante los continuos retrasos en la legada de los fondos reales. ; -_s ee funcond de forma pevisional hasta qu el mise de Inds, Joxe Patio, comunicd al vrey Casafurte lx aprobacin dl toberano, en un rel despacho de 30 de jlo de 1781. Seis meses después €115 de enero de 1782, parc impreso, Lo interesante de xt, normative ts que, grasa ella, se pudo “contener lo indie rebels y fair conerciodelos expos, demas proving a otras” -objevos exlictos dea eglamensctn- peo también oben un sho anual os, alviando pues la carga financiera del real erario. reo le cjemplo hace referencia al Batalln de Marina ae Arman de Barlovento Veracruz. Una vex mds, el vive margués de Casuerte aparece como protagonista de ln reforma. En ese caso se rtaba de dar camplimieno una real orden de 8 de agosto de 1731 ena que se esable tia que dich armada tena que asenejars apie de los batallones de Mari na de spafa para que mvs el mismo nimero de gente y compan Larelamentaan de los btallones metropolitans de Marin sas bia proba en abril de 1721 En dca real orden se determin’ que los Batllones estuviesn cmpuestos por 720 hombres, ademés de ofa, de tnanera que las seis compatias que formaban un batallén tuviesen 120 ple Sean Ave“ mre ales 1722 avo wean de ea, mea rr net yvlacs cl daposin, coca y ordeal Grain, proves? ati in omtera note de la Nocea Espa, ye habiualmente rsa TENSE evinces Serrano, "Dominio" 201, p 242 Pon mpc oie, a2, xp 1 312 Conre ne yy zas, Sobre este particular, Casafuerte lo adecus reb e Expat. As en el Reglamento dla Armada de Broreree one 13 de abril de 1733 establecié que el monto total del Baal cle Marine ag dicha armada tendria 600 efecvos (sis compas dotadas con 100 plans, inchzyendlo aqui nos oficale el ayudente mayor ‘Une decide al adopté ante los escas0s navios que conformaban la armada novohispan cuatro fragatas y un paquebote. = Asimismo, se rebajé el gasto en sueldos y asistencia diarias cidos en la reglamentaiin espafoa. La razOm aducda por Casafuere ee ue estos eran “impracticables” en Nueva Espaia “a causa de los crecidos inexcusables gastos dela América’ De abi que se ordenase que los sueldos se marvin como nto devas, embargo, la Armada de Barlovento, una fuerza scfido conlinnescocsocaricacn des 94 cence 1606 na superar Ia prueba que supuso la guera de le Orga de Jenkin. Ae gas como vinos, La Habana de as esas de Benito Antonio Es pinola (1738) y de Rodrigo Torzes (1740) la Armada de Barlovento perdis toda funcién bélica.” La contradiccidn entre una formacién naval dotada com plazas y sueldos de orden militar (como ya sefalamos, 600 plazas representaban un gasto anual de 119 466 pesos) y su actividad como cones ¥ transportista de los caudales del situado, en el mareo de un gasto militar {ue estaba ereciendo de forma notable ante la Hegada de las escuadras al puerto habanero, determing su destino final. Ast, en cumplimento de una real orden de Femando VI de 13 de enero de 1748, el virrey conde de Revllaggedo pso fn aa exiencia dela armada novoigpana. La at aduia cr contundent:“monsuo en gato y hormiga en ued ‘A Ia uz de estos ejemplos podemos apreciar emo la Real Hacienda de Nueva Espaia experiment ene 1720 1748 uaa verdaders eonion zc ala manera de rer principal rabro de eres sa: ls gts de ger: Un forms gu ini en f cenralaciny content del 1 apes rm 91 p20; Vil, J 108 p-135163; Cn, Gu 2008 er, dads 181, iain hc ans cate aber unl ger dea Orth defn, cnsar Opin. Spas 1h [BL PRIMER REFORMISMO HSCAL DE 0S BORBONES, 1720-175 313 ELEVAR LOS INGRESOS FISCALES: REINCORPORACION DE RAMOS FISCALES, REFORMA ADMINISTRATIVA, DESGRAVACIONES Y CREACION DE NUEVAS. FUENTES DE INGRESOS La mejora en el gobierno de la Real Hacienda, unida a la centralizacion y contencién del gasto fiscal ordinario necesitaban de una tercera faceta para ccumplirlas exigencias y expectativas que tenfan depositadas las autoridades ‘metropolitanas sobre el rel erario indiano en general y, muy especialmen- tc, el novohispano: nutrir de recursos la Depositaria de Indias. Para obtener este objetivo las autoridades metropolitanas y las virrei- nales impulsaron reformas que afectaron los aspectos politicorfiscales, ad- ‘ministrativos, econdmicos y tributarios de los ingresos fiscales. A ellos nos referiremos a continuacién. Sin lugar a dudas, la principal medida en materia de ingresos del pe- riodo 1720-1755 tuvo que ver con una reforma politico-fiscal: la reincorpo- racién de los principales oficios de la Gasa de Moneda de México ~tesorero, contador, ensayador, tallador, guardavista, balanzario, etc.~ a la Real Har ‘ienda en 1733, durante el gobierno del virrey marqués de Casafuerte." [La légica que guiaba esta medida se basaba en un principio politico que sefialaba que era “de justicia y equidad usar de lo propio antes que en- tara gravar lo ajeno”, ante las urgencias del real erario. ¥ como “propio” cabia entender todo el conjunto de impuestos que derivaban del dominio ceminente y las regalia de la corona, entre los cuales se encontraban el dere cho para explotar las minas y la acufiacién de moneda. Gracias a esta reforma, la Real Hacienda pudo cobrar el conjunto de derechos derivados del proceso de acuiiacién de metales preciosos (fundicién, braceaje 0 afinacién) y no sdloel de sefioreaje que, como vimos, ea colectado por los oficiales de la corona en las caja reales. No s6lo eso, al reincoxporarse Jos oficios de la ceca al real erario en 1733 se duplicé el sefioreaje (un real por cada marco de plata acufiado) ya que el cobro de este gravamen se mantuvo ‘en las cajas reales y se percibié también en la Real Casa de Moneda. ‘El impacto de esta medida en términos politicos ~al afirmar las regalias del soberano- y fiscales no se puede minusvalorar. $i tomamos como pun- Soria, Ge, 199, pp. 5672 's Natale, Baga, 1993, p. 286. Una poltica que se api ene conjanto del imperio aunguc uv ne copectesaes como adapeacién los divereos cntenosweriorales. Arto, Ha- ‘inde, 1982, y Pre, "Reformismo’ 1996. pe CORTE DE Cay to de referencia los datos del quinquenio de 1744-1748 podemos apreciar que los productos de los marcos de oro y plata amonedados representaron 11% de los ingresos anuales del real crario -ordinarios y extraordinarios.- {aproximadamente, 692 000 pesos anuales adicionales), ubicdndose come el cuarto rubro de los ingresos fiscales tras los diezmos de plata, las reales aleabalas y los reales tributos. Para tener una cierta perspectiva de lo que representaron estos ingre- 508 por concepto de acufiacién cabe relacionarlos con el factor que les daba origen, es decir, la acufiacién de moneda. Para ello mostramos a continua:

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