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Experimento con ratas en Holanda

¿Es posible prevenir retroactivamente una enfermedad, después de que esta ha


infectado a una persona y se ha extendido por su cuerpo?

La Fundación Chiron, en Holanda, diseño un fascinante experimento para poner a prueba está
aparentemente imposible idea. Un gran grupo de ratas fue dividido aleatoriamente en dos, y un
grupo fue infectado con un parasito. El experimento fue diseñado de manera que los propios
experimentadores no supieran hasta el final que animales estaban infectados y cuales pertenecían
al grupo de control. A un curandero se le dieron fotografías de las ratas después de que hubieran
sido infectadas y se le pidió que intentara detener la propagación de la enfermedad. El
experimento se realizó tres veces, en cada ocasión con un número mayor de ratas. Dos pruebas
alcanzaron un tamaño de efecto mediano.

(Taggart, 2007)

Se ha filtrado un documento confidencial de la sección belga de la farmacéutica GlaxoSmithKline


(GSK) sobre la seguridad de su vacuna Infanrix hexa (contra la difteria, tétanos, tos ferina,
hepatitis B, poliomelitis y Haemophilus tipo b). GSK hizo un estudio postcomercialización de dicho
producto y reconoce 36 posibles muertes de bebés que recibieron la vacuna en sólo dos años. Desde
el lanzamiento del preparado en 2000 la suma de fallecimientos puede alcanzar al menos 73
muertes. Las autoridades sanitarias europeas no informan sobre ello.

La noticia ha aparecido en el periódico regional Vers l’Avenir (aquí tenéis


escaneadas esas páginas). Según un informe interno de GSK, el segundo
laboratorio farmacéutico del mundo, entre el 23 de octubre de 2010 y el 22 de
octubre de 2011, murieron catorce bebés tras recibir la vacuna Infanrix hexa. A
ello hay que sumar otros 22 que habían muerto entre el 23 de octubre de 2009 y
el 22 de octubre de 2010, es decir 36 fallecimientos. Otras fuentes, como la
organización Iniciativa Ciudadana, elevan los decesos hasta los 73 al contar las
muertes súbitas que están relacionadas con la vacuna.
Además de los fallecimientos, el estudio de GSK revela 1.742 reacciones
adversasreportadas durante los trabajos. Los daños provocados pueden ser
mucho mayores si tenemos en cuenta que en el ámbito francés sólo se reportan
entre un 1 y un 10% de las reacciones adversas graves relacionadas con vacunas,
como advierten en su nota en dicha asociación.
Podéis leerlo con detenimiento y paciencia (son más de 1.200 páginas) porque
es interesante para entender las vacunas. Se lo he pasado también a Paco
Almodóvar, coordinador de abogados de nuestro Bufete Almodóvar & Jara.
Observamos varios aspectos sorprendentes:
a decir el propio laboratorio que mediante la realización de este estudio de
seguridad y farmacovigilancia, no toma acciones por razones de seguridad,
relativas a la autorización, rechazo, suspensión o fallo para obtener una
renovación de la Autorización de Comercialización (Marketing Authorisation).
Es decir, es como si ellos mismos se dieran un periodo (dos años) durante el
que no toman ninguna medida para no entorpecer una posible renovación de la
autorización de comercialización o que los datos extraídos de su
informe generen rechazo en la opinión publica.
Lo más grave es que los datos extraídos de este informe
son confidenciales para la opinión pública. Además, no forman parte, aunque sea
de manera resumida, del prospecto y ficha técnica de la vacuna. Un prospecto y
ficha técnica de una vacuna no cuenta las muertes de niños que ha habido año
por año. De modo que las autoridades reguladoras están haciéndole el juego a
GSK (y los demás laboratorios) en contra de los intereses ciudadanos alno
avisar sobre su conocimiento de este tipo de datos.
Tenemos derecho a saber cuántas muertes ha causado esta y otras vacunas y
demás medicamentos y los lugares ideales, aunque no los únicos, son el
prospecto y la ficha técnica.

(Jara, 2013)

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