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1. ¿Cuál es la relación entre el sueño y el metabolismo?

, qué relación tiene


la glucosa en este proceso?

Los seres humanos siempre están realizando una serie de procesos químicos los
cuales permiten hacen sus funciones diarias. El comer, generar energías son
algunas funciones que el metabolismo permite hacer al ser humano. Por su parte el
sueño “es un periodo en el que existe poca actividad física, de tal manera que
algunas funciones básicas se reducen. La temperatura corporal, tasa respiratoria,
presión arterial y pulso cardiaco disminuyen” (Shia, 2008). El sueño viene
relacionado con los ciclos circadianos, los cuales controlan nuestras actividades
diarias en tiempo y orden. Algunas funciones del metabolismo no disminuyen
durante el sueño, hormonas como la del crecimiento se secretan principalmente
durante el sueño. Esta hormona no solo ejerce su función sobre el crecimiento,
también tiene control sobre el nivel de azúcar o también conocido como glucosa en
la sangre generando cambios fisiológicos como el aumento de tamaño de los
músculos. En este ejemplo vemos claramente la relación entre metabolismo y
sueño.

2. ¿Cuál es la influencia del sueño en el aumento o disminución del apetito?,


argumente que sucede y porque se dan estos efectos a nivel del
metabolismo.

El hambre es regulada por los niveles de varias hormonas en la sangre. Algunas de


las hormonas más importantes son la leptina y la ghrelina. La primera es secretada
por las células grasas o adipocitos en el cuerpo y algunos de sus principales efectos
son inhibir la ingesta de alimento y aumentar el uso de energía; la segunda, la
ghrelina es una hormona liberada en las células del estómago y son aquellas que
estimulan el apetito. Los seres humanos en edad adolescente necesitan de nueve
a 11 horas de sueño sin interrupciones, los adultos entre siete u ocho horas y los
niños por lo menos 11 horas. Hay evidencia científica que indica que la duración del
sueño cambia los niveles de las hormonas que controlan el apetito. En un estudio
se pudo comprobar que después de dos noches de restringir el sueño, los niveles
de leptina disminuyeron y los de ghrelina aumentaron, esto quiere decir que hubo
una mayor sensación de hambre y a niveles altos de apetito. Estos datos
demuestran que la falta de sueño lleva al aumento del apetito, consumir más
alimentos y esto conlleva a una ganancia de peso corporal que puede derivar en
obesidad.

REFERENCIAS

Shea, S.A,. 2008. Healthy Sleep. Disponible en:


Http://healthysleep.med.harvard.edu

Quan,S.F., Baldwin, C., Reynaga, L. (2016). El sueño y su relación con el


metabolismo. Ciudad de Mexico. Editorial Trillas

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