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TITULO

¿LAS PASIONES DEL IRASCIBLE Y EL CONCUPISCIBLE, CAMINO A LA


FELICIDAD? SEGÚN SANTO TOMÁS.

AUTOR

JOHAN ANDRES JULIO DUQUE

PRESBITERO

LUIS ALBERTO ANGEL

ASIGNATURA

MONOGRAFIA

FECHA

14 DE NOVIEMBRE

SEMINARIO MISIONERO ARQUIDIOCESANO REDEMPTORIS MATER –


MEDELLIN

III FILOSOFIA

2019

1
TABLA DE CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN
2. BIOGRAFÍA DE SANTO TOMAS
3. LA FILOSOFIA ESCOLASTICA Y EL TOMISMO
4. EN QUE CONSISTE LA FELICIDAD
5. EN QUE CONSISTEN LAS PASIONES DEL APETITO CONCUPISCIBLE E
IRASCIBLE
6. EL PAPEL DE LAS PASIONES DEL IRASCIBLE Y EL CONCUPISCIBLE EN
LA FELICIDAD DESDE UNA PERSPECTIVA TOMISTA
7. CONCLUSIÓN

2
1. INTRODUCCIÓN:

La felicidad es un tema ampliamente debatido, y no es cuestión de épocas, pues


atraviesa con la misma intensidad y fuerza toda la historia de la humanidad. Los grandes
pensadores le han dedicado largo tiempo buscando que es lo que nos pone en posesión de tan
anhelado bien.

Unos dirán que el placer, otros el justo medio, incluso en la actualidad se le atribuye a
la adquisición de bienes, y el poder. Muchos filósofos dirán que la felicidad consiste en el
mismo camino por donde se busca tan incansablemente, pero a la final en lo que todos
coinciden es en que este es un bien, pero no cualquier bien, sino el bien supremo, el todo
hombre anhela y busca infatigablemente durante toda su vida.
Según Santo Tomás, todas las acciones que realiza el hombre están encaminadas a un
fin último. Este fin último es la felicidad.
La mayoría de las acciones que realiza el hombre, están regidas por las pasiones en
cuanto todas ellas están encaminadas hacia algún fin, algo que nos atraen hacia ellas. Si bien
es cierto que cuando se escucha el nombre de pasiones, inmediatamente se relaciona con los
placeres del cuerpo, no siempre es así. Para el Aquinate, hay pasiones que se ubican en el
apetito concupiscible e irascible, que contribuyen en buena manera al bien, hasta el punto de
que algunas se les pueden tomar como virtudes.1
En ese caso surge el interrogante, ¿podrán las pasiones del apetito concupiscible e
irascible ayudar en la consecución de la felicidad? Puede que estas no conduzcan
directamente al anhelado bien, pero puede que contribuyan de alguna manera para poder
alcanzar la vida bienaventurada.
En este trabajo se tratará de abordar este tema y ver desde Santo Tomás, si las pasiones
del apetito concupiscible e irascible pueden llevarnos a la consecución de la felicidad. Para

1
CF. SANTO TOMAS DE AQUINO. (1988). SUMA DE TEOLOGÍA. MADRID, ESPAÑA: B. A. C.
(PARTE. I-II. C.59 A.5C) PAG. 454-455

3
ello será necesario definir primero que se entiende en Tomás por felicidad, y luego definir lo
que son las pasiones del concupiscible y del irascible, para luego determinar si puede haber
relación entre la felicidad y las pasiones.

4
2. BIOGRAFÍA DE SANTO TOMÁS

Tomas de Aquino es uno de los filósofos mas influyentes de la edad media. En esto se
destaca no solo por los pensamientos teológicos, sino que además produce textos filosóficos,
en los que su pensar intelectual acompaña su fe. El tomismo se suele equiparar a filosofía
aristotélico-tomista, aunque es más factible desarrollar su pensamiento en términos
teológicos. Lo que busca el Aquinate es establecer un equilibrio entre la teología y la
filosofía, por lo que defiende la posición por la que hay verdades reveladas a las cuales que
también se accede racionalmente.

Tomas de Aquino, nace en Roccasecca al centro de Italia, hacia el año de 1224 o 1225.
En su juventud logra estudiar en el monasterio de Montecasino, arraigado a la tradición
monástica y feudal. Estudia en la universidad de Nápoles que recibía los favores del rey
Federico II al estilo de los mecenas. Hacia esta época, entra en contacto con la corriente
filosófica del aristotelismo en la que va a basar gran parte de su pensamiento posterior.

Su familia se oponía a entrar en esa institución ya que era relativamente reciente; pero
a pesar de eso, entra a los 18 años en la orden, es decir, hacia el año 1244. Hacia esa época
se traslada a París, donde reunió un tratado de las falacias de Aristóteles. Su formación en la
ciudad de la luz se concentra en las aspiraciones al ideal de vida religiosa y en sus

preocupaciones por la cultura, por lo que su formación recibe tanto elementos cristianos
como paganos.

París es el centro cultural de estudios más prestigioso de la época, donde participaban


los más grandes maestros. Es en este tiempo donde el Aquinate imparte su profesorado, en
los estudios de los libros de la Biblia, denominado bachiller bíblico. En 1256 ejerce como
maestro de teología. Tres años más tarde en la Suma contra los gentiles, aparecen escritos
tanto de filosofía como de teología que hasta hoy son estudiados.

Empieza una larga estancia en Italia en la que imparte como maestro, y además se datan
los Comentarios a Aristóteles, y el comienzo de la Suma de teología, en Roma. En Nápoles
sigue la tercera parte de la Suma de teología, que se finaliza en la cuestión noventa, hablando
de las partes de la penitencia.

5
Tomás era un maestro reconocido y dedicó toda su vida a la tarea intelectual. La
tradición sugiere que el 6 de diciembre de 1273 deja de escribir. En 1274 sufre una
enfermedad que lo lleva a la muerte. Este santo deja grandes escritos para la Iglesia, en los
que deja una gran riqueza filosófica y teológica reconocida hasta hoy en muchos campos del
saber. 2

3. LA FILOSOFIA ESCOLASTICA Y EL TOMISMO

 LA ESCOLASTICA

La filosofía escolástica ha sido importante no solo en la época medieval, sino que


además ha persistido en el Renacimiento, en la época moderna y en la contemporaneidad,
tomando el nombre de neoescolástica. Aunque no se puede identificar la filosofía medieval
y la filosofía escolástica, esta última constituye el influjo filosófico más importante de la
Edad Media.

El término scholasticus proviene del latín que significa “el que enseña en la escuela”,
más en específico el que enseñaba las artes liberales, en las escuelas monásticas. Este término
escolástico se la designaba al profesor que seguía ciertas orientaciones filosóficas. Los
autores medievales son de raíces judías y árabes; aunque se le atañe más bien a escolástica
cristiana.

Es en esta época se consignan comentarios y sistemas filosóficos que se hallan en los


dogmas católicos. Durante algún tiempo se le consideró a la filosofía escolástica como la
sirvienta de la teología. Es común presentar la escolástica como una continuación de la
patrística, aunque no está del todo subordinada a la teología, sino que además tiene que estar
sustentada en la filosofía en la que parte cada pensar individual de la persona y de esa manera
la transfiere a otros.

2
CF. SANTO TOMAS DE AQUINO. (1988). SUMA DE TEOLOGÍA. MADRID, ESPAÑA: B. A. C.
(PARTE. I.) PAG. 4-7

6
De la misma manera, los escolásticos trataron a fondo temas inherentes a Dios, ente,
substancia, esencia, existencia, intelecto, ser, trascendental, etc. En esto se enfoca
precisamente, en un ir más allá desde el punto de vista metafísico y lógico.3

 EL TOMISMO

Decimos, en primera instancia, que este nombre se designa a la filosofía de Santo Tomás de
Aquino desarrollada en el siglo XIII y que tiene su eco hasta nuestros días con el nombre de
Neotomismo.

La filosofía del Aquinate con principios aristotélicos generó gran simpatía y cierta polémica
por otros ya que se inclinaban por el agustinismo. De igual manera, esta filosofía fue muy
acogida en el que daba su pensamiento centrando a Dios como puro acto de ser, en la que
ganó gran aceptación del público al cual se dirigía, pero, aunque este pensamiento
agustiniano persistía, el tomismo adoptó una posición de defensa agustiniana.

A finales del siglo XIII, se dio el problema de la pluralidad de formas en el alma humana y
la cuestión de esencia y existencia entre los entes creados. El tomismo ganó gran auge para
la época, y surgieron a la vez las escuelas tomistas, que se enfrentaron con el escotismo y el
occamismo. La escuela de Tomás se vio en ocasiones muy afectada queriendo retroceder aun
los que estaban fieles a la tradición escolástica, pero a pesar de eso tuvo grandes renovaciones
que han ayudado hasta nuestros días.

Es usual ubicar a los tomistas por naciones, distinguiendo entre los que se desempeñaron en
Italia, España, Francia e Inglaterra, pero también se sitúan a través de los diversos siglos
grandes pensadores que han fortalecido este pensamiento hasta el día de hoy.4

3
C.F. MORA, J. (1994) DICCIONARIO DE FILOSOFÍA. (BARCELONA: ARIEL REFERENCIA) PAGS
1060-1061.
4
C.F. MORA, J. (1994) DICCIONARIO DE FILOSOFÍA. (BARCELONA: ARIEL REFERENCIA) PAGS
3538-3540

7
4. EN QUE CONSISTE LA FELICIDAD:

Para iniciar habría que definir en sí en qué consiste la felicidad, para luego poder
averiguar, de qué modo se puede lograr su consecución. En primer lugar, se debe saber que
lo que se entiende por felicidad es aquello que puede considerarse como “la obtención de
cierto bien o de ciertos bienes”5 ya sean materiales o concretos. En segundo lugar, que todo
hay que citar a Santo Tomás en su Suma teológica cuando dice que hay acciones que se le
atribuyen únicamente al hombre porque son propias de este, y que todas las acciones que
vienen de una determinada potencia son causadas debido a su objeto, y dice que el objeto de
la voluntad es el bien y el fin, y por esto es necesario que todas las acciones del hombre sean
por un fin.6
Con esto es claro que para el Aquinate el actuar del hombre siempre va en busca de
algo, con un fin, y esto es debido a su ser propio de hombre, lo que hace al hombre diferente
del resto de los seres. En efecto un animal puede obrar por un fin, como sería cazar una presa
o algo por el estilo; sin embargo, obraría solo por instinto, cosa que no pasa con el hombre,
quien obra con razón y voluntad, es decir tiene una conciencia de sus actos, y esto que su
obrar por un fin, tenga una connotación diferente al obrar del resto de los seres.

Por otra parte, afirma Tomás en otro artículo de la misma cuestión, que el hombre en
virtud del fin último, es movido hacia todo lo que desea, porque todo lo que se desea, es bajo
la razón de bien, y así no sea el bien perfecto el que se desea, de todos modos, se desea como
tendiente al bien perfecto que es el fin último.7
De esta manera S.to Tomas está dejando en claro que el hombre en cada momento
busca propiciarse su propio bien, y esto lo hace yendo hacia lo que apetece, y obviamente lo
que apetece el hombre sean riquezas, placeres, sabiduría, etc. Lo hace con el fin de alcanzar

5
MORA, J. (1994) DICCIONARIO DE FILOSOFÍA. (BARCELONA: ARIEL REFERENCIA) PAG. 1230.

6
CF. SANTO TOMAS DE AQUINO. (1988). SUMA DE TEOLOGÍA. MADRID, ESPAÑA: B. A. C.
(PARTE. I-II. C.1 A.1) PAG. 38
7
CF. IBID. PAG. 44.

8
algo que está más allá, que no se ve a simple vista. En efecto el fin último del hombre al ir
en pos, por ejemplo, de una mujer, no es el tener aquella mujer, ese es por decirlo de algún
modo, un medio para alcanzar algo que está más allá y este fin último es el bien perfecto, la
felicidad.
Entrando un poco más a fondo sobre este tema, dirá Maurizio Schoepflin en su libro:
“La felicità secondo i filosofi”: “In accordo con Aristotele, San Tommaso afferma che la
felicita non deriva da ricchezze, onori e piaceri; ma va oltre le riflessioni dello Stagirita,
sostenendo che l’uomo non potrà mai trovare in se stesso la piena beatitudine, in quanto egli
porta nell’anima un Desiderio di infinito che potrà essere appagato solamente da Dio.”8 Con
este autor se puede apreciar cómo, para Tomás al igual que Aristóteles, la felicidad no se
encuentra ni en las riquezas, ni en los placeres. Esto sería claro en cuanto a lo dicho
anteriormente de que el fin último es algo que va más allá y que el objeto de las apetencias

sería solo como un medio para alcanzar la felicidad. Sin embargo, aquí va más allá pues se
afirma que la felicidad para el doctor Angélico se encuentra solo en Dios.

Respecto de esto, en el artículo de revista, “Alcance y límites de la potencia humana”,


María Celestina Donadío refiriéndose a Santo Tomás, dice que, para este como filósofo, el
bien último lo propicia la capacidad humana perfeccionada por las virtudes morales, y esto
es a lo que se llama felicidad; en cambio hablando desde la teología la forma como se puede
llegar a ese bien, supera el poder operativo humano, y entonces es necesario que la voluntad
sea elevada a sí misma al mérito por la gracia.9 Aquí es muy claro que por una parte está la
percepción filosófica de la felicidad, y por otra parte está la visión teológica de esta, dando
paso así a una visión trascendental del asunto, donde entrarían otras categorías, y con las que
no se podrían contar aquí, porque se entraría en el campo de la teología; Sin embargo aquí se
trata de estudiar la cuestión desde los elementos que se tienen más a la mano, que son los del
cuerpo y el alma, y de esta manera podrían entrar en juego las pasiones del apetito
concupiscible e irascible.

8
SCHOEPFLIN, M., LA FELICITÀ SECONDO I FILOSOFI, (ROMA: CITTÀ NUOVA). PÁG. 82.
9
CF. MARÍA CELESTINA DONADÍO MAGGI DE GANDOLFI. (2013). ALCANCE Y LÍMITES DE LA
POTENCIA HUMANA. (ARGENTINA: BIBLIOTECA DIGITAL DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA).
PÁG. 52

9
Con todo lo dicho anteriormente se puede decir que encontrar la felicidad, no está a la
mano en este mundo, pues para Tomas es imposible llegar al bien perfecto en un mundo
imperfecto; sin embargo, como se dijo anteriormente, la felicidad es ese bien perfecto que se
busca mediante las acciones propias del hombre que tienden hacia un fin que siempre me
propiciará un bien, o por lo menos es lo que busca el hombre con su actuar. De esta manera

la felicidad así se encuentre en algo trascendente, se empieza por buscar en este mundo, pues
es imposible pasar directamente hacia algo trascendente sin algo en este mundo que nos
conecte con eso trascendente.

5. EN QUE CONSISTEN LAS PASIONES DEL APETITO CONCUPISCIBLE


E IRASCIBLE:

Ahora es necesario definir lo que se entiende por estas pasiones en Santo Tomas. Dirá
el doctor Angélico, que pasión implica que el paciente sea atraído hacia el agente, y a su vez
dice que el alma es atraída hacia algo, con mayor fuerza por la potencia apetitiva.10 En efecto
la pasión consiste en padecer, es decir es como una afección, por decirlo de alguna manera
como una alteración, y en este sentido cuando somos atraídos hacia algo, esto modifica
nuestro ser, pues esto supone un movimiento hacia lo que nos atrae. Por otro lado, cuando se
habla de que se da con mayor fuerza en la potencia apetitiva, es porque existen otras clases
de potencia como la aprehensiva, y de cualquier modo el apetito es quien mueva más, pues
esto se da en el hombre, por decirlo así, como por naturaleza, por instinto.

Más adelante dirá el doctor Angélico, refiriéndose ya a las pasiones que aquí interesan
describir, que las pasiones que están en el apetito concupiscible y las que están en el irascible,
son diferentes en su especie, dependiendo del objeto al que se dirigen. 11 Esto es muy claro,
pues según hacia donde tiendan esas pasiones, a donde quieran llegar, así es la diferencia
entre ellas.

10
CF. SANTO TOMAS DE AQUINO. (1988). SUMA DE TEOLOGÍA. MADRID, ESPAÑA: B. A. C.
(PARTE. I-II. C.22 A.2) PAG. 228
11
CF. IBID. (PAG 228)

10
La diferencia la precisa para el Aquinate diciendo que el objeto de la potencia
concupiscible es el bien o el mal sensible tomado absolutamente, en cambio el objeto del
irascible es el bien o el mal, pero bajo la razón de arduo o difícil.12 Así por ejemplo el amor,
el odio, etc. Son pasiones que pertenecen al concupiscible, pues miran al bien o al mal de
suyo, digamos naturalmente, en cambio pasiones como la audacia, el temor, la esperanza,
donde existe por decirlo de algún modo, cierto grado de dificultad, y que necesitan, aunque
sea un poco de la razón, son los del irascible.

De esta manera queda claro que las potencias concupiscible e irascible, son potencias
que mueven al hombre a desear, a anhelar, es decir siempre llevan al hombre hacia un objeto
determinado, que será siempre buscando o procurando el bien.

6. EL PAPEL DE LAS PASIONES DEL IRASCIBLE Y EL CONCUPISCIBLE


EN LA FELICIDAD DESDE UNA PERSPECTIVA TOMISTA:

Una vez aclarados los conceptos de felicidad y pasiones, se puede entrar en materia y
ver en qué medida pueden contribuir las pasiones mencionadas a conseguir el supremo bien.
Como primera medida es necesario citar al Santo de Aquino, cuando dice que, así como es
necesario que el hombre no solo quiera hacer el bien, sino que lo realice, de la misma manera
es necesario que el hombre se mueva hacia el bien, no solo según la voluntad sino también
según el apetito sensitivo, pues esto pertenece a la perfección del bien moral.13

Con esto se puede ver como para el Aquinate el apetito sensitivo ocupa un puesto muy
importante, cuando de hacer el bien se trata, pues no basta con la intención donde entra la

voluntad, sino también el actuar, pues lo que determina en últimas que alguien sea bueno o
malo, son las acciones, y máxime cuando se habla de la perfección, pues como se habló en
la definición de felicidad, esta es el bien perfecto; en esta medida se estaría hablando aquí de
buscar hacer el bien buscando ser feliz.

12
CF. IBID. (PAG. 228)
13
CF. IBID. (PAG. 234).

11
Al respecto de esto dice también Jorge Pérez Chacal en su documento: “La felicidad
en Santo Tomas”: “así pues, los actos humanos ya sean del apetito, de las apetencias
naturales, o de la razón, en las que nuestro intelecto tiene la prioridad, entre las cuales
distinguimos lo especulativo y lo práctico, tienden a un bien determinado como un fin.”14

De esta manera queda más claro que existe una clara relación entre las pasiones del
irascible y el concupiscible, y la felicidad, en cuanto a que las dos cosas tienden hacia un fin
y este fin siempre va a ser algo bueno. En efecto las pasiones del irascible y el concupiscible,
tienden hacia el bien en un sentido un poco diverso, en cuanto a que como ya se dijo, una
tiende hacia el bien de suyo, y la otra tiende hacia él bajo la consideración de arduo o difícil,
es decir tiene que sortear ciertos obstáculos para poder llegar a ese bien; en todo caso estas
pasiones siempre tenderán al bien como un fin, como una meta a la cual llegar, sea por puro
instinto de conservación, sea bajo el aspecto de la razón o la voluntad, como algo que llame
la atención, pero siempre tendrán la mirada en el bien.

De igual modo la felicidad tiende hacia el bien; cuando se tiende hacia cierto objeto de
la apetencia, se tiende a él con el fin de propiciarme un bienestar, una satisfacción, siendo
ese objeto un medio para llegar a ese supremo bien que es la felicidad; es precisamente en
esa medida que se encuentra relación entre las pasiones y la vida bienaventurada.

Sin embargo, podría surgir un interrogante; si cuando se habla de pasiones del apetito
sensitivo, se entiende aquí que se refiere al cuerpo, no obstante que se busque con ellas el
bien, y si la felicidad, según se vio anteriormente, está en lo trascendente, refiriéndose así al
alma, ¿entonces cómo se podrían relacionar las pasiones y la felicidad? Una luz sobre esta
cuestión la daría don Gabriele D’Avino en la introducción de su documento: “Le passioni
dell’anima”, cuando habla de la concepción de Tomas acerca del alma y el cuerpo: Ma
l’uomo ha anche un’anima, principio vitale e unificante del corpo, ad esso legato
sostanzialmente, dal momento della concezione fino a quello della morte; le due componenti
anima e corpo sono parti di un tutto che è l’uomo.15

14
JORGE PÉREZ CHACAL, (2010). HTTP://TOMISMOUNICA.BLOGSPOT.ES
15
GABRIELE D’ AVINO (2014) LE PASSIONI DELL'ANIMA- INTRODUZIONE.
HTTPS://WWW.SANPIOX.IT/ARCHIVIO/ARTICOLI/FEDE/1293-LE-PASSIONI-DELL-ANIMA-
INTRODUZIONE

12
Aquí se muestra como el cuerpo y el alma según el pensamiento de Santo Tomas, están
ligados sustancialmente, de modo que lo que sucede con el cuerpo afecta directamente al
alma y viceversa. Esto da a entender ya que cualquier acción del cuerpo, en este caso la
búsqueda de la felicidad recae sobre el alma, y de este modo tender siempre hacia el bien,
tendría una buena repercusión para el alma.
Aquí entra ya otro aspecto importante; el alma no es capaz de entender ni percibir nada
sin la ayuda del cuerpo. Esto pone ya otro punto de apoyo en lo que se plantea en este ensayo.
Referente a esto plantea Donadío en su escrito, que el objeto de conocimiento del alma
intelectiva está inmerso en la realidad corpóreo-sensible, y por eso el alma requiere de las
potencias que actúan en los órganos corporales para poder entender.16 Aquí se resalta
entonces la necesidad del cuerpo que en últimas es quien nos pone en contacto con la realidad,
y de esta manera el alma no podría sentirse atraída hacia algún objeto si no fuera porque tiene
un cuerpo que capta al objeto deseado y puede tender hacia él.
En este mismo sentido propone Patricia Moya en su artículo de revista: “Las pasiones
en Tomas de Aquino: entre lo natural y lo humano”, que el principio del movimiento en la
persona, está en el apetito sensitivo, y este se debe al influjo de las cosas materiales sobre el
cuerpo que cuando las percibe haciendo que se deseen o se rechacen.17 Aquí se ve como todo
parte del cuerpo que es quien experimenta directamente las sensaciones, que le proporciona
el mundo exterior, y de este modo se genera en la persona o el deseo o la repulsión hacia las
cosas que se perciben.
De este modo queda desvelado otro aspecto de la cuestión que atañe a este escrito; la
felicidad es un bien, el supremo bien; y si este supremo bien lo desea el alma, la cual como
ya se vio sin la intermediación del cuerpo no puede desear ni tender hacia nada, y además el
cuerpo sin las pasiones no tendería hacia ningún objeto, entonces se podría decir que las
pasiones si contribuyen, y en gran medida, a la consecución del supremo bien que es la
felicidad.

16
CF. MARÍA CELESTINA DONADÍO MAGGI DE GANDOLFI. (2013). ALCANCE Y LÍMITES DE LA
POTENCIA HUMANA. (ARGENTINA: BIBLIOTECA DIGITAL DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA).
PÁG. 51
17
PATRICIA MOYA C. LAS PASIONES EN TOMAS DE AQUINO: ENTRE LO NATURAL Y LO
HUMANO (2007) (MÉXICO: TÓPICOS, REVISTA DE FILOSOFÍA, UNIVERSIDAD
PANAMERICANA) PAG. 152.

13
Con esto que se ha dicho, es claro que para el Doctor angélico el conocimiento en el
hombre parte esencialmente de la percepción sensible. Bajo este principio es imposible que
el hombre logre captar cosa alguna en este mundo. Nuestra captación del mundo empieza por
los sentidos y en esta medida se puede decir que, para tender hacia las cosas, tender hacia el
bien, solo se puede lograr partiendo de la experiencia sensible. Así, para poder partir en busca
de la felicidad, es necesario partir de los datos de la experiencia sensible, que es el medio que
lleva a que el hombre pueda desear a través de las pasiones, y de este modo pueda tender
hacia el bien.
De esta manera se puede decir pues que, para poder alcanzar la vida bienaventurada,
hacen falta sin duda las pasiones, y en cuanto a que las pasiones del concupiscible e irascible
son aquellas que tienden hacia el bien, entonces son quienes, por decirlo de algún modo,
empujan al hombre hacia lo apetecido, hacia el bien que es en última instancia lo que conlleva
a la felicidad. Además, no se podría alcanzar el bien sin que estuviesen insertas en nosotros
las pasiones que son quienes nos hacen desearlo, y no podríamos desear sin que nuestro
cuerpo fuese capaz de captar la realidad que nos rodea.

14
7. CONCLUSION:
Con todo lo que se ha dicho en este trabajo, se podría concluir diciendo que el
interrogante que se planteó en este escrito, queda resuelto, pues aunque la felicidad bajo la
consideración de Santo Tomas se encuentre en algo trascendente, sin embargo sin la ayuda
de las pasiones del apetito concupiscible e irascible, que residen en el alma apetitiva, sería
imposible de conseguir pues como primera medida, para poder desear el bien que es como
se puede llegar a la felicidad, es necesario que en nosotros se den las pasiones que son quienes
impulsan en último término a la consecución del bien y en esta línea de la felicidad.
Por otro lado, sin el cuerpo que es por medio del cual se manifiestan las pasiones, sería
imposible ir en pos de la felicidad, pues como ya se dijo antes, el alma no es capaz de percibir
el mundo sin la ayuda del cuerpo.
Por lo demás hay que decir que sería ambicioso pensar que la consecución de la
felicidad se da completamente con el elemento de las pasiones, pero hay que decir que sin la
ayuda de estas no se podría iniciar el camino que conduce hacia la obtención de una vida
bienaventurada, pues así la felicidad se encuentre en algo que está más allá de este mundo, y
que son las pasiones por medio de las cuales es capaz de desear, de anhelar ese supremo bien
que es la felicidad.

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BIBLIOGRAFÍA
FUENTE PRIMARIA

Aquino, Santo Tomas de. Suma de teologia I-IIae. Madrid, España: Editorial Catolica,
S.A., 1988.

FUENTES SECUNDARIAS

C., Patricia Moya. «Las pasiones en Tomas de Aquino: entre lo natural y lo humano.»
Tópicos, Revista de Filosofía, universidad Panamericana, D.C Mexico, 2007: 141-
173.

Chacal, Jorge Pérez. «http://tomismounica.blogspot.es.» http://tomismounica.blogspot.es. 4


de Febrero de 2010. http://tomismounica.blogspot.es/2 (último acceso: 14 de
Febrero de 2019).

D'Avino, don Gabriele. «Le passioni dell'anima- introduzione.»


http//www.sanpiox.it/pulblic/index.php?option=com. s.f.
https://www.sanpiox.it/articoli/fede/1293-le-passioni-dell-anima-introduzione
(último acceso: 14 de Febrero de 2019).

Donadio, Maria Celestina. http://bibliotecadigital.uca.edu.ar. 13 de 03 de 2013.


http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/revistas/alcance-limites-potencia-
humana.pdf.

Mora, Jose Ferrater. Diccionario de Filosofía . Barcelona: Ariel Rferencia, 1994.

Schoepflin, Maurizio. La felicità secondo i filosofi. Roma, Italia: Città nuova, 2003.

Vega, Eval Araya. «Sobre las potencias superiores del alma en el pensamiento de Santo
Tomas de Aquino.» Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, 1997: 253-261

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