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Génesis 3:21 El Primer Sacrificio

La trágica historia de la desobediencia del hombre es dicha en


Génesis capítulo tres. Adán y Eva fueron advertidos del
corazón amoroso del SEÑOR Dios. Inmediatamente después
de que ellos desobedecieron la orden de Dios, ambos se
dieron cuenta de que eran culpables. Adán y Eva trataron de
cubrir su culpa y la vergüenza de Dios, pero escogieron una
túnica muy pobre. El hombre hizo soluciones para el pecado y
la culpa que nunca funcionan. Las hojas de higuera de las
obras religiosas nunca cubrirán al pecador culpable y lo harán
correcto ante Dios.
Dios, sin embargo, eligió pieles para cubrir a Adán y Eva
(Génesis 3:21). "Y Jehová Dios hizo para el hombre y su
mujer túnicas de pieles, y los vistió."
En todas partes de las Escrituras, las prendas son símbolos de
la justicia; toda la justicia suficiente de Dios o la justicia auto
hecha del hombre. El profeta Isaías escribió en Isaías 61:10,
"En gran manera me gozaré con Jehová,
Mi alma se alegrará en mi Dios;
Porque me vistió con vestiduras de salvación,
Me rodeó de manto de justicia,
Como a novio me atavió,
Y como a novia adornada con sus joyas."
El profeta también habla de la justicia propia en la siguiente
declaración: "pues todos nosotros somos como cosa impura,
todas nuestras justicias como trapo de inmundicia. Todos
nosotros caímos como las hojas y nuestras maldades nos
llevaron como el viento" (Isaías 64:6). "Iba yo vestido de
justicia, cubierto con ella; como manto y diadema era mi
rectitud" (Job 29:14).
Las túnicas de piel con las que el Señor vistió a Adán y a Eva
representan la justicia proporcionada por El; en el cual ellos
podrían estar en Su santa presencia. Estas túnicas de piel,
son un tipo de lo que Dios proveyó para nosotros en la
atribución de Su justicia por medio de Jesucristo. Detrás de
esas prendas, lo que Dios hizo para Adán y Eva ha sido el
sacrificio y la muerte. Sin duda, Dios le había dado
instrucciones de algún tipo de sacrificio. No tenemos ninguna
palabra exacta con respecto a esta instrucción, sin embargo,
desde el contexto de los capítulos tres y cuatro en
comparación con el libro de Hebreos, yo pienso que podemos
aceptar una idea incipiente de los sacrificios que seguirán en
las Escrituras Hebreas. Ya que una vida tuvo que ser
sacrificada antes de que Adán y Eva pudieran haber sido
vestidos con "túnicas de pecados", se produjo una muerte
sustitutiva. Dios siempre debe proporcionar la túnica
adecuada para que el hombre se presente delante de Dios
vestido en la justicia. Sólo en Cristo esta siempre el hombre
correctamente vestido.
Dios puso los cimientos para los sacrificios de animales
mediante las prendas de piel. En este pasaje vemos el patrón
de toda la historia de la salvación. Dios tomó un animal para
el sacrificio (probablemente un cordero), lo mató ante los ojos
de Adán y Eva y envolvió las pieles sobre sus cuerpos
desnudos. Sin duda, en ese momento, Dios les dio
instrucciones sobre el sacrificio y la cobertura de los pecados.
Dios establece un principio eterno, divino de lo cual no hay
ninguna desviación.
La salvación es por la gracia. El animal fue un regalo de Dios
y no el trabajo del hombre. El Señor proporcionó las pieles
para cubrir a Adán y a Eva. Ellos no hicieron nada,
absolutamente nada para cubrirse satisfactoriamente. El
único sacrificio que Dios aceptará será Su trabajo y Su don.
"El Señor Dios hizo túnicas de piel para Adán y su esposa, y
los vistió." ¡Dios lo hizo todo! Esa es la forma en que opera la
gracia.
El animal sería un sustituto inocente. Fue una víctima
inocente. Dios no podía obtener las pieles del sustituto, sin
someterlo a la muerte y el derramamiento de su sangre. La
palabra hebrea para "prendas" o túnicas de pieles representa
un revestimiento completo de pies a cabeza. La misma
palabra se utiliza para el manto sacerdotal, que cubrió todo el
cuerpo. Las hojas de higuera de Adán fueron suficientes sólo
para cubrir ciertas partes de su cuerpo. La provisión de Dios
fue suficiente para cubrir todo su cuerpo.
En la plenitud de los tiempos, Dios proveyó Su propio
sacrificio perfecto para cubrir nuestros pecados y darnos Su
justicia. Como creyentes en el Señor Jesucristo, nosotros
somos revestidos con Su justicia perfecta. Qué trágico que
andamos confiando en revestimientos inadecuados para
nuestros pecados, cuando sólo el perfecto sacrificio suficiente
de Jesucristo lo hará.
Génesis 4:4 describe el primer servicio de adoración y la
aceptación de Dios de un sacrificio de adoración. "Y Abel trajo
también de los primogénitos de sus ovejas, y de la grasa de
ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda"
(Génesis 4:4). Dios debe ser adorado a través del sacrificio.
El tema del cordero en este pasaje comienza y es
desarrollado a lo largo de las Escrituras, hasta la gran
culminación en el Apocalipsis. El gran hilo carmesí es tejido a
través de los siguientes pasajes: Génesis 22:8; Éxodo 12;
Levítico 16; Isaías 53; Juan 1:29, 36; Hechos 8:26ss; 1 Pedro
1:18-20; Apocalipsis 5:9, 12; 6:15-17; 7:9-
17; 17:14; 19:11-21; 21:7-9, 22, por nombrar sólo algunos.
El cumplimiento final es encontrado en el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo (Juan 1:29). La ofrenda de Abel
involucraba el sacrificio de un cordero y con ello el
derramamiento de su sangre. Jesucristo fue el justo que
murió por los injustos. Él fue el Cordero inocente muriendo
por los pecadores culpables.
Dios aceptó la ofrenda de Abel. Y rechazó la de Caín.
También Abel trajo su ofrenda "de los primogénitos de sus
ovejas y de sus partes más gordas". Era un cordero
expiatorio. La ofrenda de Caín era mucho más atractiva de lo
que era la de Abel, pero la de Abel era lo que Dios quería.
Caín ofreció sacrificios que eran el trabajo de sus propias
manos. La ofrenda de Abel se anticipó a la venida del Cordero
de Dios. Sólo hay un camino para que un pecador se acerque
a un Dios santo y esto es través de la sangre derramada.
"Sin derramamiento de sangre, no se hace remisión de los
pecados" (Hebreos 9:22). Es un eco de Levítico 17:11.
"Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he
dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas,
pues la misma sangre es la que hace expiación por la
persona". Si usted tiene un problema con el sacrificio de Abel
lea lo que el escritor judío mismo dice un poco más tarde, "...
Jesús, el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que
habla mejor que la de Abel" (12:24). Mientras la sangre de
Abel fue profética y apuntaba hacia lo que iba a ser, la sangre
de Jesús, por el contrario, declara que la obra completa de
salvación es terminada. La sangre de Abel pidió que se hiciera
la expiación, la sangre de Jesús declaró que la expiación se
había hecho (Génesis 4:9-10). El testimonio de Abel se
registra para nosotros en Hebreos 11:4. Dice: "Por la fe Abel
ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual
alcanzo testimonio de que era justo, dando Dios testimonio
de sus ofrendas; y muerto, aun habla por ella."
En la plenitud de los tiempos, el SEÑOR Dios envió a Su Hijo
Jesucristo para hacer expiación por el pecado de una vez por
todas. Lo que comienza como un pequeño rayo de luz en el
Génesis resplandece en pleno sol del mediodía en los
Evangelios. Jesús murió por nuestros pecados, los tuyos y los
míos. Dios lo hizo pecado por nosotros para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en el (2 Corintios 5:21; 1
Pedro 1:18-21).
Fue Jesús el Cristo "a quien Dios puso como propiciación por
medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a
causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados
pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia,
a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe
de Jesús" (Romanos 3:25-26).
¿Cómo supo Abel de los sacrificios de los animales? Dios hizo
a Adán y a Eva "túnicas de piel" o "vestiduras de piel"
(Génesis 3:21). No podemos leer esto sin ver que detrás de
esas túnicas se había producido el sacrificio y la muerte.
Además, detrás de ese hecho alguna instrucción había sido
dada, algún método declaro algún camino indicado por el cual
se les dijo adorarle. La adoración demanda el acercamiento
basado en el sacrificio. Nunca podemos llegar a Dios para
adorarlo excepto por medio de la Cruz. Dios aceptó la ofrenda
de Cristo de Sí Mismo por nuestros pecados. No hay otro
camino para nosotros para llegar a Dios. ¿Está usted vestido
de la justicia perfecta de Jesucristo?
La única ofrenda que Dios aceptara es esta, la cual El
proporciona por la ofrenda de Su propio Hijo. Dios proveyó el
sacrificio perfecto en Su Cordero, pero el hombre debe
apropiarse por la fe. "Por la fe Abel ofreció a Dios más
excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzo testimonio
de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y
muerto, aun habla por ella" (Hebreos 11:4). ¿Qué harás con
el Cordero de Dios? Por la fe Abel presentó Su sacrificio. La fe
salvadora es creer en la Palabra de Dios y actuar sobre ella.
"Mi esperanza se basa en nada menos que la sangre de Jesús
y la justicia."
Si usted necesita ayuda para llegar a ser
viernes, 6 de noviembre de 2015

¿QUIEN MATO EL PRIMER CORDERO?

Muchas personas se preguntan por que Dios en la antigüedad pedía tantos corderos
para sacrificar, esto les parece tan confuso, se preguntan por que tantos corderos
muertos sin tener la culpa de nada, ven a Dios satisfaciéndose o apaciguando su deseo
de juicio contra los seres humanos, pero esto sucede por que no ha habido una
verdadera educación en cuanto la explicación a este estudio, pero ahora miremos la
realidad de este acontecimiento, que tiene perplejos a los seres humanos.
Dios nunca pidió esos sacrificios miremos. Ose 6:6 Porque más me deleito en la
lealtad que en el sacrificio, y más en el conocimiento de Dios que en los
holocaustos. Isa 43:23 No me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni a
mí me honraste con tus sacrificios; no te hice servir con ofrenda, ni te hice fatigar
con incienso.
Isa 43:24 No compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la
grosura de tus sacrificios, sino pusiste sobre mí la carga de tus pecados, me
fatigaste con tus maldades.
Isa 43:25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me
acordaré de tus pecados.

El señor quiere principalmente que seamos leales a el, es decir que le creamos, qué le
obedezcamos pero para eso nos pide o siempre a pedido que lo conozcamos eso es mas
importante que los holocaustos
Miremos otra cita de la escritura y nos daremos cuenta.
Amó 5:25 ¿Me habéis ofrecido sacrificios y presentes en el desierto en cuarenta años,
casa de Israel?
Amó 5:26 Mas llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la
estrella de vuestros dioses que os hicisteis.
Cuando Adán y Eva fueron engañados por Satán, y ellos quisieron volver donde Dios
Satán los reclamo suyos para destruirlos, en ese momento Dios en cristo se
interpuso para salvarlos. El plan de la salvación había sido concebido antes de la
creación del mundo; pues Cristo es "el Cordero, el cual fue muerto desde el
principio del mundo." (Apoc. 13: 8.) vemos claramente que a Jesús se le llama el
cordero que fue muerto desde el principio del mundo, pero se le llama así por que
fue el que se interpuso para que Satán no matara a Adán y Eva en el principio,
entonces podemos ver que el es el cordero. Esto hace claro entender que los
corderos ofrecidos simbolizaban a cristo Jesús, ahora si cristo es Dios y los corderos
simbolizaban a cristo como Dios se va a pedir a el mismo, A nuestros primeros
padres no dejó de advertírseles el peligro que les amenazaba. Mensajeros celestiales
acudieron a presentarles la historia de la caída de Satanás y sus maquinaciones para
destruirlos; para lo cual les explicaron ampliamente la naturaleza del gobierno
divino, que el príncipe del mal trataba de derrocar. Fue la desobediencia a los justos
mandamientos de Dios lo que ocasionó la caída de Satanás y sus huestes. Cuán
importante era, entonces, que Adán y Eva honrasen aquella ley, único medio por
el cual es posible mantener el orden y la equidad. otra cosa que debemos analizar
es que Dios no puede pedir la muerte , por que el escribió con su propio dedo. Éxo
20:13 No matarás. Si el pidiera la muerte estaría anulando su propia ley.
Ahora miremos. El sacrificio de animales fue ordenado por Dios para que fuese para el
hombre un recuerdo perpetuo, un penitente reconocimiento de su pecado y una
confesión de su fe en el Redentor prometido. Tenía por objeto manifestar a la raza caída
la solemne verdad de que el pecado era lo que causaba la muerte. Para Adán el
ofrecimiento del primer sacrificio fue una ceremonia muy dolorosa. Tuvo que alzar la
mano para quitar una vida que sólo Dios podía dar. Por primera vez iba a presenciar la
muerte, y sabía que si hubiese sido obediente a Dios no la habrían conocido el hombre
ni las bestias. Mientras mataba a la inocente víctima temblaba al pensar que su pecado
haría derramar la sangre del Cordero inmaculado de Dios. Esta escena le dio un sentido
más profundo y vívido de la enormidad de su transgresión, que nada sino la muerte del
querido Hijo de Dios podía expiar. p.p 54
Cuando se habla de que Dios ordeno el sacrificio de animales no se esta refiriendo que
el fue que dijo que mataran los corderos, lo que se esta diciendo es que el se dispuso, se
coloco para salvarnos de la muerte, el ordenar de Dios no es el mismo ordenar de los
hombres. Isa 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos mis caminos, dice Jehová.
Isa 55:9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Ordenado
(establecido).– No hay que suponer que esa expresión implique necesariamente la
concesión de algún poder espiritual. Significa sencillamente establecido o señalado. En
Hechos 28:23 encontramos de nuevo el término griego a partir del cual se ha
traducido ordenadas: "Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos…". Los
judíos de Roma se pusieron de acuerdo en señalar un día determinado en el que Pablo
les hablase del evangelio. Se habría podido decir que
habían ordenado o establecido una fecha para ese encuentro con él.

También podemos ver que no es como enseñan algunos que el primer cordero lo mato
Dios para vestir a Adán y Eva, claramente podemos ver que el primer cordero lo
mato Adán inspirado por Satán, por que Satán es asesino desde el principio. Jua
8:44 Vosotros sois de vuestropadre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis
hacer; él ha sido homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad porque
no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso y
padre de mentira.
Claro el a sido asesino desde el principio por que el fue el primero que mato el primer
cordero, no Dios como muchos enseñan. Por eso el que mato el primer cordero es el
que mato el último cordero, ósea a cristo Jesús. Miremos. Fue Satanás el que impulsó
al mundo a rechazar a Cristo. El príncipe del mal hizo cuanto pudo y empleó toda su
astucia para matar a Jesús, pues vio que la misericordia y el amor del Salvador, su
compasión y su tierna piedad estaban representando ante el mundo el carácter de Dios.
CS555. Veamos esto. Satanás vio que su disfraz le había sido arrancado. Su
administración quedaba desenmascarada delante de los ángeles que no habían caído y
delante del universo celestial. Se había revelado como homicida. Al derramar la sangre
del Hijo de Dios, había perdido la simpatía de los seres celestiales. Desde entonces su
obra sería restringida. Cualquiera que fuese la actitud que asumiese, no podría ya
acechar a los ángeles mientras salían de los atrios celestiales, ni acusar ante ellos a los
hermanos de Cristo de estar revestidos de ropas de negrura y contaminación de pecado.
Estaba roto el último vínculo de simpatía entre Satanás y el mundo celestial. DTG706
no entendemos también que Cristo Jesús murió por nuestros pecados para librarnos de
la muerte que nos iba a dar el diablo no Dios. Entonces que fue lo que paso durante el
antiguo testamento que los seres humanos ofrecían tantos corderos leamos. Desde el
anuncio hecho a la serpiente en el Edén: "Y enemistad pondré
entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya,'* Satanás
sabía que no ejercía dominio absoluto sobre el mundo. Veía en los
hombres la obra de un poder que resistía a su autoridad. Con intenso
interés,
consideró los sacrificios ofrecidos por Adán y sus hijos. En esta
ceremonia discernía el símbolo de la comunión entre la tierra y el
cielo. Se dedicó a interceptar esta comunión. Representó falsamente a
Dios, así como los ritos que señalaban al Salvador. Los hombres fueron
inducidos a temer a Dios como a un ser que se deleitaba en la
destrucción. Los sacrificios que debían revelar su amor, eran ofrecidos
únicamente para apaciguar su ira. Satanás excitaba las malas pasiones de
los hombres a fin de asegurar su dominio sobre ellos. DTG89, 90. vemos que Satán se
dedico a interceptar la comunión de el hombre hacia Dios y esto trajo que los seres
humanos interpretaran mal y no entendieran el objeto original de los sacrificios, ellos
vieron a Dios pidiendo muerte para poder salvarlos y no tomaron en cuenta que Dios
les estaba diciendo. Miren lo que Satán les quiere hacer, pero yo me pongo para
salvarlos, esto es lo que ellos deberían de observar.
Se puede entender ahora que Dios nunca pidió la muerte de ningún animal para
congraciarse con los seres humanos, el que siempre a pedido muerte de animales es
el diablo y a enseñado que es Dios el que pide o pedía esos sacrificios para no
destruirnos, por eso el diablo es mentiroso y padre de mentirá, por que enseña
cosas mentirosas y dice que son de Dios. Dios lo que quiere que le ofrezcamos
es. Sal 51:16 Porque no quieres tú sacrificio, que yo lo daría; no quieres
holocausto.
Sal 51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y
humillado no despreciarás tú, oh Dios. Y Heb 10:4 Porque la sangre de los toros
y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Heb 10:5 Por lo cual, entrando en el mundo, dice: sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas
me preparaste cuerpo:
Heb 10:6 Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron.
Heb 10:7 Entonces dije: He aquí que vengo (en la cabecera del libro está escrito de mí)
para hacer, oh Dios, tu voluntad.
Heb 10:8 Diciendo arriba: Sacrificio y ofrenda, y holocaustos y expiaciones por el
pecado no quisiste, ni te agradaron (cuyas cosas se ofrecen según la ley).
Heb 10:9 Entonces dijo: He aquí que vengo para hacer, oh Dios, tu voluntad. Quita lo
primero, para establecer lo postrero.
Heb 10:10 En esa voluntad nosotros somos santificados, mediante la ofrenda del
cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez.
Miremos más de los sacrificios que Dios siempre ha querido. Mat 9:13 Id, pues, y
aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Mat 12:7 Mas si
supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los
inocentes.
Mar 12:32 porque hay un Dios, y no hay otro fuera de Él.
Mar 12:33 Y el amarle con todo el corazón, y con todo el entendimiento, y con toda el
alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, es más que todos
los holocaustos y sacrificios. Rom 12:1 Por tanto, os ruego hermanos por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro servicio racional.
Ahora entendemos que Dios nunca pidió la muerte de ningún animal, el que pidió
y siempre pide animales y personas para sacrificio y muerte es Satán. Ni siquiera
un gorrión cae al suelo sin que lo note el Padre. El odio de
Satanás contra Dios le induce a odiar todo objeto del cuidado del
Salvador. Trata de arruinar la obra de Dios y se deleita en destruir aun
a los animales. Es únicamente por el cuidado protector de Dios cómo los
pájaros son conservados para alegrarnos con sus cantos de gozo. Pero él
no se olvida ni aun de los pájaros. "Así que, no temáis: más valéis
vosotros que muchos pajarillos."(DTG Pag 323)

Dios siempre quiere salvarnos solamente por la obediencia a su palabra.

Dios es amor y nunca hará nada indebido:

1Jn 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

1Co 13:4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es


jactancioso, no se envanece;
1Co 13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
1Co 13:6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
1Co 13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1Co 13:8 El amor nunca deja de ser;.
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Wilson Borba

SOLA ESCRITURA
Las doctrinas bíblicas explicadas de manera simpe y práctica para la vida cristiana

Perfil do autor

Bachiller en Teología, con maestría y doctorado en la misma área por el Centro Universitario
Adventista de Sao Paulo (Unasp). Fue profesor y director del Seminario Adventista en Ecuador, y
hoy es docente y director del Seminario Adventista Latinoamericano de Teología (SALT) de la
Faculdade Adventista da Amazônia (Faama), en Brasil.

19 de octubre de 2017

Implicaciones de seguir al Cordero por donde


quiera que va

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(Foto: Shutterstock)
El Apocalipsis caracteriza al pueblo de Dios al final de la historia como “los

que siguen al Cordero por dondequiera que va” (Apocalipsis 14:4). En este

artículo conoceremos algunas implicaciones acerca de seguir al Cordero por

dondequiera que va.


1. Seguir al Cordero por dondequiera que va implica aceptar su sacrificio

en la cruz, entender el gran conflicto final, y su ministerio en el

Santuario celestial.

Los seguidores del Cordero se mencionan en la sección del gran conflicto

entre Dios y Satanás. La sección inicia en Apocalipsis 11:19. “Y el templo de

Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y

hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo”. A su vez,

el clímax de la sección es la segunda venida de Cristo en gloria y majestad

(Apocalipsis 14:17-20).[1] El Arca del Pacto cubierta por el propiciatorio y

conteniendo la Ley de los Diez Mandamientos (Éxodo 20:1-20; 34:28; 40:20;

Hebreos 9:4) es expuesta, pues Dios vindicará su justicia, amor, el Santuario

celestial, y los verdaderos seguidores del Cordero. El santuario mencionado

por Juan es el mismo atacado y profanado por el cuerno pequeño según

Daniel 8:10,11. Por eso, la sección del gran conflicto en Apocalipsis debe ser

estudiada en conexión con los capítulos 7 y 8 de Daniel. Estos capítulos

presentan “dos planes rivales del ministerio del santuario: el celestial original,

y el sustituto terrestre. Ha habido dos sumo sacerdotes rivales y dos

sacerdocios rivales”[2] El de Dios en el Cielo, y el del cuerno pequeño en la

Tierra. Evidentemente, el cuerno pequeño no puede ser Antíoco Epífanes,

pues estaría en operación en la Tierra hasta el final del juicio en el Santuario

celestial (Daniel 7:9-13). Note como esos capítulos se relacionan estructural

y temáticamente.[3] El juicio de Daniel 7 y la purificación del santuario en

Daniel 8 son aspectos del mismo evento en el Santuario celestial.


Poder político y
Capítulo Poderes políticos religioso Actividad divina

Daniel 7 Bestias/reinos Cuerno pequeño Juicio

Purificación del
Daniel 8 Bestias/reinos Cuerno pequeño santuario

El capítulo 7 describe un proceso legal instaurado en el Santuario celestial,

con libros de registro abiertos delante de testigos inteligentes y expectantes.

Este es un juicio investigador, pre advenimiento, pues el Hijo del Hombre no

vino a la Tierra, sino al tribunal, delante del trono celestial del Anciano de

días, para recibir el reino (Daniel 7:9-13). Cristo mismo es el juez, pues

comparte el trono del universo, y el Padre le delegó el juicio (Hechos 17:31;

Juan 5:22; 2 Corintios 5:10). Volviendo a Apocalipsis 11:19, el arca del nuevo

pacto no podría estar en el Lugar Santo del Santuario celestial, pues en el

Santuario terrenal que era el ejemplo, y sombra del celestial (Éxodo 25:8;

Hebreos 8:5), ella estaba en el Lugar Santísimo (Hebreos 9:3, 4). En pleno

acuerdo con las Escrituras, la escritora Elena de White escribió: “Por tanto, el

anunció de que el templo de Dios fue abierto en el Cielo y se vio el arca de

su pacto indica que el Lugar Santísimo del Santuario celestial se abrió en

1844[4], cuando Cristo entró en él para consumar la obra final de

expiación.”[5] El juicio investigador es bíblico. Por medio de él, nuestro Sumo

Sacerdote “purifica” el Santuario celestial (Daniel 8:14). Purificar es la

traducción del término hebreo ‫( צָ ַדק‬ṣadaq) y significa “ser justo, ser recto”[6],
con amplio significado de “reconsagrado”, “vindicado”, “restaurado”,

“victorioso”[7].

2. Seguir al Cordero por dondequiera que va implica aceptarlo como

nuestro Sumo Sacerdote en el Santuario celestial.

Según Levítico 4, en el ritual típico[8] del santuario israelita diariamente

ocurría un movimiento sacerdotal simbólico de transferencia del pecado de

fuera hacia adentro, esto es, del patio al Lugar Santo[9]El pecador confesaba

sus pecados imponiendo las manos sobre la cabeza de un animal sustituto, y

lo mataba. En los casos de pecados del sacerdote o de toda la congregación

la sangre era llevada dentro del santuario (Levítico 4:5-7; 15-17). Cuando el

pecador era un príncipe o un ciudadano común, el sacerdote, con el dedo

colocaba la sangre en las puntas del altar de los holocaustos, y lo restante lo

derramaba en la base del mismo (v. 25).

En ese caso, la transferencia del pecado era realizada por el acto del

sacerdote al comer la carne del animal sacrificado (Levítico 6:25, 26).

Mientras tanto, según Levítico 16, en el día de la expiación en el Santuario

terrenal, el sumo sacerdote purificaba con sangre, con un movimiento

inverso, del Lugar Santísimo al Lugar Santo, al santuario mismo de la

contaminación del pecado (Levítico 16:11-19)[10]. Al final de la purificación

del santuario, el sumo sacerdote colocaba las manos sobre la cabeza de un

chivo vivo. No se mataba a ese chivo emisario, pues no tenía parte en la

expiación. Simbólicamente, como un depositario de basura le eran impuestas


las transgresiones del pueblo de Dios (v. 20-22). “Este chivo representaba a

Satanás, que es responsable por todo el pecado en el universo”.[11] Los

capítulos 1-10 de Apocalipsis fueron escritos teniendo como foco el

ministerio de Cristo en el Lugar Santo del Santuario celestial. Pero, a partir

del capítulo 11 la descripción cambia para el tema del juicio efectuado en el

día de la expiación, en el mismo santuario.[12] En su ascensión, el Cordero

de Dios inició en el Lugar Santo del Santuario celestial la intercesión y la

aplicación de su sacrificio en favor de su pueblo.

Pero a partir de 1844, al abrirse la puerta del Lugar santísimo, nuestro Sumo

Sacerdote pasó a realizar la segunda fase de su ministerio celestial, en la

cual definitivamente los creyentes son vindicados y los incrédulos,

condenados. Su ministerio celestial está basado en su sacrificio realizado

una vez para siempre en la cruz. Al final de la purificación del santuario,

nuestro Sumo Sacerdote impondrá la responsabilidad de los pecados de su

pueblo sobre Satanás. Habiendo resuelto el problema del pecado, a

continuación el Señor como “Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis

19:16) “aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a

los que le esperan” (Hebreos 9:28).

Las Escrituras enfatizan el inicio y el final del juicio investigador, pero no el

proceso.[13]Mientras tanto, parece claro por el esquema bíblico que el juicio

no producirá elecciones, sino que las respetará y las confirmará (Apocalipsis

22:11). Por ejemplo, vinieron juicios sobre los antediluvianos, en Sodoma y

Gomorra, así como en otras ciudades e individuos solamente luego de que


sus elecciones habían sido tomadas por ellos mismos. A propósito, ¿cuándo

las elecciones del pueblo de Dios serán confirmadas definitivamente en el

juicio pre advenimiento? Las Escrituras no informan ni el día ni la hora, sin

embargo, en relación a los muertos ellas declaran que el tiempo de elegir y

las oportunidades terminan con la muerte (Eclesiastés 9:5; Hebreos 9:27).

Por lo tanto, es plausible esperar que el juicio haya comenzado por los

muertos, pues sus elecciones ya fueron tomadas. Por otra parte, con base en

la crisis final de Apocalipsis 13: “Lo más probable es que el juicio de los vivos

ocurra simultáneamente, cuando la última generación viva enfrente la

cuestión determinante del destino… el conflicto final al respecto de la ley de

Dios, que se centralizará en la imposición de la marca de la bestia”.[14] Esta

será una elección individual y final para los vivos.

Hay dos noticias con respecto al juicio; una buena y una mala. La buena

noticia es que el juicio es a favor de los santos del Altísimo (Daniel 7:22),

pues los seguidores del Cordero son representados por su Sumo Sacerdote

y Abogado que los lleva en el corazón (Éxodo 28:30; 39:8-16). La mala

noticia es que aquellos que no estén vestidos con la justicia de Cristo serán

condenados y lanzados fuera del reino (Mateo 22:1-14).

3. Seguir al Cordero por dondequiera que va implica entrar en Alianza con

el Señor, aceptando la perpetuidad de su Ley y la obligatoriedad del

sábado del cuarto mandamiento.


La apertura del Lugar Santísimo y la visión del arca del pacto indican que la

ley de Dios (Salmos 119:142; Santiago 1:25; Romanos 3:31; 7:12; Mateo

5:17-20) y el mandamiento del sábado (Génesis 2:1-3; Éxodo 16; 20:8-11;

Lucas 4:16) no fueron abolidos. Los que combaten el juicio investigador son

los mismos que enseñan la abolición de la ley de Dios, del sábado del cuarto

mandamiento, y la falsa teoría “una vez salvos, siempre salvos”. Por otra

parte, los que por fe siguen al Cordero hasta su Santuario celestial

comprenden la perpetuidad de su ley y la obligatoriedad de guardar el

sábado. Note que seguir al Cordero implica no solo aceptarlo, sino también

entrar en alianza con él, recibiéndolo como Señor (Apocalipsis 14:12).

Guardar los mandamientos de Dios es la prueba de discipulado y nuestra

respuesta de amor “Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su

sangre” (Apocalipsis 1:5). Este discipulado no es la base, sino el fruto de la

salvación por la fe en Cristo Jesús. Seguir al Cordero nunca implica en una

teología perfeccionista de última generación. “Nunca será demasiado decir

que solamente Cristo es la única y suficiente perfección y justicia del ser

humano. El asunto básico es el poder salvífico de Cristo y su justicia, no la

impecabilidad del creyente”.[15] El juicio investigador está centrado en

Cristo, y no en el hombre. Dios no depende del hombre, pero el hombre

depende de él. “La cuestión a ser planteada en el juicio pre advenimiento no

es si el creyente verdadero presenta un registro irreprochable en el

crecimiento del carácter, sino si está en unión vital y creciente con Jesucristo

(Juan 15:4-6)”.[16]
4. Seguir al Cordero por dondequiera que va implica aceptar la identidad

bíblica de la iglesia remanente, y unirse a ella en su misión profética en

este tiempo de juicio precedente al regreso del Señor en gloria y

majestad.

En un movimiento vertical, los que siguen al Cordero por dondequiera que

va, por la fe, solemnemente contemplan en el Santuario celestial a su Sumo

Sacerdote, el arca del pacto y el desarrollo del juicio. Depender

continuamente del Cordero es el antídoto para una visión antropocéntrica del

juicio que conduce la teología del perfeccionismo. A su vez, en un

movimiento horizontal, los seguidores del Cordero se identifican y se unen

con los que guardan los mandamientos de Dios, la fe en Jesús, y mantienen

el testimonio de Jesús (Apocalipsis 14:12; 12:17; 19:10).

Ellos hacen discípulos por medio de la comunión con el Cordero, del

relacionamiento, y de la misión descrita en Apocalipsis 14:6-12.

Amigo internauta, estamos viviendo en la última fase de la historia humana

antes del regreso del Señor, antes del comienzo de la historia en el Cielo

(Apocalipsis 14:17-20; Juan 14:1-3). Sin duda, este es un tiempo solemne. El

día de la expiación típico era una santa convocación para la oración, ayuno,

examen de corazón y arrepentimiento (Levítico 23:26-30). Estamos a tiempo

de buscar socorro en el trono de la gracia (Hebreos 4:14-16). Como vimos en

este estudio, no es la característica de los seguidores del Cordero ni

tampoco parte de la verdad presente poner fechas para cualquier evento


luego del inicio del juicio investigador. Nadie sabe cuándo la puerta de la

gracia se cerrará (Mateo 24:39, 40), y tampoco nadie sabe el día ni la hora

del regreso del Señor (v. 36). Sin embargo, una cosa es cierta. En este

tiempo de juicio, esta es la hora de predicar el evangelio eterno, y el triple

mensaje angélico “a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y

pueblo” (Apocalipsis 14:6)

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